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En sentido bastante general, el texto es el producto del uso coherente de signos. Es decir,
que en sentido general, una pintura, un anuncio publicitario, una partitura musical, etc. son
textos; ya que están conformados por signos. Pero en sentido estricto, texto lingüístico es el
producto del uso de signos lingüísticos o palabras en la actividad comunicativa.
El Texto
Según Francisco Marcos Marín “En sentido amplio, todos los registro orales o escritos, en
sus muy diversas formas, son textos; todos ellos están relacionados con una lengua
cualquiera, de modo que la primera piedra de toque de un texto ha de ser, necesariamente,
lingüística…” (Marín, 1988, pág. 12). De este concepto se deduce, que aunque
tradicionalmente se asocia el término texto a la escritura, en la actualidad se incluyen los
textos orales, ya que la actividad comunicativa lingüística en su forma oral, ya puede ser
registrada dado que lo permiten los avances de la tecnología.
Tipos de Textos
Teun A. van Dijk (1983, pág. 10) menciona entre ejemplos de texto: conversaciones
cotidianas y terapéuticas, artículos de la prensa, narraciones, noveles, poesías, textos
publicitarios, discursos, instrucciones de uso, libros de texto, inscripciones, títulos, textos
jurídicos, reglamentos, mensajes de los medios masivos, etc. Sin embargo, de acuerdo con
sus estructuras y funciones y para efectos didácticos se manejan dos grandes tipos de
textos: los informativos (o no literarios) y los literarios.
Estos son textos sin intención estética dominante en donde la denotación predomina
sobre la connotación. Cuando se hace uso de estos textos, el autor tiene la finalidad
de informarnos. Para esto él se sirve de la denominada lengua discursiva; esta se
caracteriza por usar las palabras o signos lingüísticos con su valor denotativo; es
decir, sin enriquecer con matices afectivos, deseos o fantasías el texto resultante de
la actividad comunicativa. En fin, retomando a Marín (1988, pág. 30)”en el texto
informativo el autor nos envía sobre todo un mensaje que trata de objetivo, y para
ellos emplea la lengua discursiva en la que predomina el valor denotativo de la
palabras.”
La construcción gramatical de estos textos es más sencilla que la de los textos
literarios. Entre las clases de texto que se incluyen como informativos están los
textos científicos y técnicos, los textos didácticos, los textos de divulgación (revistas,
periódicos) y los textos de consulta (diccionarios, enciclopedias, etc.)
2. Textos literarios
Por lo inmediatamente dicho, estos son textos con intención estética dominante y predominio
de la connotación sobre la denotación. Para ello el emisor se vale de la lengua expresivo-
literaria, la cual se caracteriza por el uso “de ciertos recursos sugeridores del modo de sentir
y valorar el autor.” (Marín, 1988, pág. 30).
En los textos literarios la subjetividad (fantasías, deseos, emoción y visión personal) del
autor es sugerida por una serie de recursos relacionados con el orden de la frase y la
construcción morfosintáctica, con el vocabulario y el significado traslaticio de las palabras,
con la sustancia fónica del enunciado. Al momento de decodificar este tipo de textos hay
que tener presenta, precisamente, ese valor connotativo por medio del cual se sugiere la
impresión que causa un determinado objeto. Por ejemplo, cuando decimos de una persona
“esa es una chinche” a través del concepto denotativo de “chinche” (la picadura de este
insecto causa picazón, por la cual la persona se siente incómodo) se expresa la incomodidad
que causa el prurito. Se dice de una persona quisquillosa, delicada, susceptible, irritable.
Observemos cuantas significaciones secundarias nos sugiere la frase.
Veamos un ejemplo:
A) Vengador, ra
B) El Vengador
Algunos autores llaman obras científicas a todas las que estamos mencionando aquí como
textos informativos. Sin embargo, es importante aclarar que no es el nombre más adecuado,
ya que los diferentes textos informativos (científicas, didácticas, de divulgación y de
consulta) se diferencian por el grado de profundidad con que es tratado un tema y de
acuerdo con el público a que van dirigidos.
Lo cierto es que, los textos no literarios, expositivos o informativos dan a conocer los
resultados de las investigaciones científicas; es decir, lo central en este tipo de textos son
las ideas, pensamiento o conceptos que se exponen. Las ideas son la expresión de lo que
el autor ha observado, así como las deducciones y conclusiones a que ha llegado. Son
textos que usan el lenguaje con un predominante valor denotativo.
En los primeros años de estudios universitarios los textos que usarán son los didácticos.
Estos se caracterizan, porque además de informar acerca de un hecho particular presentan
de forma gradual las explicaciones, para que el estudiante pueda comprender y asimilar
las teorías paso a paso y porque presentan muchos ejercicios. Estos, pues, son los medios
usados en la formación de nuevos profesionales o investigadores; es decir, cuando se busca
enseñar el cuerpo teórico y los métodos de investigación de una ciencia.
La profundidad y complicación tanto de la teoría como de los ejercicios dependerá del grado
escolar en que se encuentre el alumno. Los contenidos de este tipo de textos se basan en
los temas presentados en los textos científicos; teniendo el cuidado el autor de usar el
lenguaje de manera sencilla y explicando los términos nuevos que se estudian. La función
de los ejercicios es para que el estudiante se dé cuenta de su avance y además, lo obligan
a repasar cuando sabe que su comprensión no ha sido tan satisfactoria como creía.
Por último están los libros de consulta como las enciclopedias, los diccionarios de todo tipo,
los diccionarios enciclopédicos. Estos, por lo general, se leen parcialmente porque su
función es informar, más que desarrollar un tema. En ellos se encuentran descripciones
generales de conocimiento de todo tipo, biografías. Se emplean, precisamente, para ahorrar
tiempo. Siempre que lean cualquier tipo de texto informativo deben ir pendiente de las ideas
que expone el autor. Recuerden que la finalidad de cualquiera de este tipo de textos es
hacernos pensar. En ellos los autores se expresan con objetividad.
De los diferentes tipos de textos informativos, ustedes están habituados al uso de los
didácticos desde los niveles primario y medio de su educación. De igual manera, es seguro
que han manejado los de divulgación y los de consulta. Con los que no están familiarizados
es con los textos científicos. Por esto, a continuación estudiaremos un poco acerca del texto
científico para tener una aproximación al mismo.
Estructura del escrito científico
El texto científico puede adquirir la forma de un informe, una monografía, una tesis, un libro
o un artículo científico.
Tal como lo plantea Cisneros Estupiñan (2007) para elaborar tanto el informe como la
monografía y la tesis se sigue el mismo procedimiento de ejecución: se elige y se delimita
un problema de investigación, se descubre y reúne la información pertinente y adecuada, se
clasifican los materiales, se establecen contactos con personalidades e instituciones, se
accede a la información, se aplica la capacidad crítica del investigador, se comunican los
resultados por escrito y se expone el trabajo teórico y metodológico frente a un público.
Autor o autores
Las unidades que estructuran todo texto son los párrafos. Es decir, el texto escrito no se
construye por medio de oraciones aisladas; sino que estas se unen entre sí mediante
elementos cohesivos (conjunciones o frases conjuntivas) y los signos de puntuación,
formando así unidades superiores llamados párrafos.
Ortográficamente el párrafo es una unidad textual que se identifica porque inicia con letra
mayúscula y termina con punto y aparte. Es la unidad del texto escrito en la cual se desarrolla
determinada idea que presenta una información de manera organizada y coherente. Esta
idea se expresa mediante oraciones interrelacionadas que constituyen un bloque
informativo.
Extensión: Esta cualidad depende de la intención comunicativa del autor y del tipo
de texto que se redacta. Así, un texto puede estar organizado por párrafos cortos,
medianos y largos.
Un texto se construye mediante un proceso psicolingüístico que consta de dos etapas: una
en la que se debe elaborar su contenido y otra en la que se expresa un sentido por medio
del lenguaje. Este es un proceso que comprende tres etapas básicas: planificar o pre-
escribir, redactar o escribir y revisar o examinar.
Planificar (o pre-escribir)
En esta etapa nos debemos formar una representación mental de la información que
contendrá el texto; esta representación puede ser un esquema en el que las ideas se
jerarquizan y organizan en forma adecuada. Algunos autores llaman a este esquema el “plan
de temas” y corresponde a la estructura semántica del texto escrito.
Redactar
Revisar
En esta etapa se examinan tanto las ideas como las oraciones y párrafos que se han
redactado. Consta de dos subetapas: evaluación y revisión propiamente. La evaluación
implica la comprobación de que el texto responde a su intención comunicativa y que ha
logrado la expresión correcta de lo que ha pensado comunicar a su futuro lector. La revisión
conlleva la modificación del lenguaje usado en el texto: léxico, morfología, sintaxis,
ortografía, puntuación, etc.
El Ensayo
A continuación estudiaremos un texto que para algunos autores (del Valle de Montejano,
1983, pág. 46) puede ser literario o informativo dependiendo del tratamiento que se le dé al
tema; es decir, dependiendo del valor con que se use el lenguaje (denotativo o connotativo)
en su redacción. Nos referimos al ensayo. Estas autoras lo consideran un híbrido entre el
texto literario y el texto informativo o expositivo.
Para Marina Parra (1996), el ensayo “Es un texto escrito, generalmente breve, que expone,
analiza o comenta una interpretación personal sobre un determinado tema: histórico,
filosófico, científico, literario, etc. En él predomina lo personal y subjetivo: el punto de vista
del autor.”
Como decíamos en párrafos anteriores este texto ha sido difícil de clasificar, ya que presenta
muchas variantes formales. En un ensayo el autor expresa sus ideas y sentimientos sobre
un tema determinado que a él le interesa, sin pretender agotarlo. El autor expresa sus ideas
sin pretender comprobarlas como en el texto científico; usa ejemplos, narra anécdotas y, en
el caso del ensayo erudito hace gala de sus conocimientos.
Características
Variedad temática.
Amenidad en la expresión.
Acopio de información sobre él; para ello es necesario estudiarlo en todos sus
aspectos e inventariar sus partes.
Clasificación
Este tipo de ensayo, a diferencia de los demás, posee una estructura esquemática fija y está
compuesto de las categorías propias del texto de estructura argumentativa. Sus partes son:
Introducción
En ella se enuncia, brevemente, la tesis (opinión) o la hipótesis que se quiere demostrar.
Desarrollo
Aquí se ordenan, lógicamente, las ideas principales y secundarias relacionadas con el tema
(subtemas, proposiciones temáticas), se enuncian objeciones, si existen y se anexan citas,
ejemplos y pruebas que sirvan para sustentar la tesis expuesta.
Conclusión