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¿QUE ES EL ALMA?

El alma es nuestra esencia, nuestra energía.

Es nosotros.

Albergada en nuestro cuerpo durante el tiempo que pasamos en la Tierra, es capaz de entrar y
salir de él a su antojo. A diferencia de nuestro cerebro, el alma posee un sinfin de
conocimiento y tesoros. El alma, nuestro ser espiritual, tiene características, emociones, la
capacidad de aprender y crecer, el potencial para eclosionar, madurar y florecer si la nutrimos.
Encarna todo lo que somos, todo lo que hemos sido y todo lo que potencialmente seremos.

Gracias a su cuerpo etérico o espíritu, el alma puede viajar y contactar con los seres queridos
que han fallecido, y el recuerdo de dichos contactos nos llega a través de nuestros sueños,
sueños que parecen muy reales pero que para muchos son una realidad demasiado dificil de
comprender. Los animales tambien tienen alma, y forman parte de nuestro cúmulo de almas.
Juegan un papel importante en nuestra experiencia en la Tierra.

Al comienzo de su creación y durante su desarrollo el alma, toda alma que ha existido o


existirá en el futuro, está compuesta, rodeada e influida por su propio tipo de energía
particular procedente de una fuente de energía elemental particular. En el universo existen
cientos, si no cientos de miles, de grupos de energía en los que puede nacer un alma. En el
plano terrenal, no obstante solo existen cinco grupos de energía a partir de los cuales se crea
toda la vida.

Toda la vida.

Cuando tu alma fue concebida, esa chispa inicial, ese momento crucial de creación surgió de
una fuente de energía particular y especial. La chispa es personal, pero el tipo de energía surge
de una de las cinco fuentes: fuego, tierra, aire, agua y azufre. Estos son los grupos de energía
elementales, las fuentes de energía a partir de las cuales se crean todas las almas destinadas a
la Tierra. Cuando tu alma nació, se vio rodeada e imbuida de una energía presente desde el
principio de los tiempos, sin la cual no habría creación ni nuevos comienzos. Esta energía
determina la apariencia de tu alma y su funcionamiento.

Fuego, Tierra, Aire, Agua y Azufre, el grupo al que perteneces te otorga tu poder, tu
personaldiad y los rasgos de tu caracter.

Una persona nacida bajo la influencia del fuego es alguien que actúa movido instintivamente
por la pasión, por la emoción, en ocasiones hasta el punto de no ser capaz de frenar esos
momentos intensos de pasión y ardor por mucho que lo intente. Esperar que se comporte de
un modo diferente sería como intentar encauzar el curso de un volcán en erupción. Imposible.

Una persona nacida bajo la influencia de la tierra es alguien que instintivamente se ve


empujado por una necesidad de planear, idear y dirigir, y que no será, de hecho no podrá, ser
otra cosa que firme e inamovible una vez haya tomado una decisión. Esperar que se comporte
de otro modo sería como esperar que una montaña se reduzca a polvo delante de tus ojos. No
ocurrirá.

Una persona nacida bajo la influencia del aire es alguien que instintivamente se ve empujado
por un flujo de energía más pasivo y tranquilo y que no será capaz o no querrá imponer su
autoridad sobre los demás, puesto que generalmente se trata de una persona
extremadamente afable. Esperar que alguien cuyo signo del alma pertenece al grupo del aire
sea diferente, sería como esperar que el viento obedezca tus órdenes: un hecho más que
extraordinario.

Una persona nacida bajo la influencia del agua es alguien que instintivamente se ve empujado
por una necesidad de evaluar y buscar el acuerdo, que apenas podrá hacer otra cosa que no
sea dejarse llevar por la marea. Intentar forzarla a comportarse de otro modo será como
plantarse en medio de un río e intentar cambiar su cauce. No funcionara.

Existe otro grupo de energía, otra fuerza de la naturaleza que impulsa a algunos de nosotros.
Esta fuerza es distinta de las anteriores. La energía del azufre es oscura y desagradable; una
persona nacida bajo la influencia del azufre es alguien que instintivamente se deja llevar por la
maldad; una persona que no estará dipuesta o no podrá ser más que oscura. Desear el amor o
la compasión de una persona nacida como alma oscura, sería como esperar que la medicina
más horrible y maloliente resultase tan dulce como un nectar. Nunca sucederá.

Cada uno de nosotros goza de la capacidad de expandir su energía, de desarrollarla y utilizarla


de múltiples formas. Lo que no podemos cambiar es el tipo de energía que somos. Cambiarlo
es imposible; sería como intentar transformar un pastel de chocolate en una tarta de fresa. Los
ingredientes que componen el alma, la fuente de su poder, siempre serán los mismos.
Sin embargo, la forma o configuración del alma varía dependiente de tus necesidades. Puede
ser tan grande como el cuerpo humano que la alberga o tan pequeña como su más diminuto
nervio. En algunos momentos, nuestras almas se comunican entre sí. En ocasiones somos
conscientes de que eso ocurre, como cuando sentimos una conexión intantánea con alguien.
Este sentimiento, negativo o positivo, es algo que percibimos de un modo instintivo. Otras
veces puede que no seamos conscientes de dicha conexión pese a que exista.

De algun modo, nuestra alma posee ojos y oidos; ve, escucha, presta atención a sus
experiencias. Somos nosotros, los mortales, distraídos por los aspectos materiales y
mundanos, los que necesitamos estar más atentos a la energía de nuestra alma. El alma
determina todo lo que podemos ser, pero nosotros, los mortales, elegimos en gran medida en
qué nos convertimos. Aprendiendo acerca de nuestro grupo de energía elemental y nuestro
signo específico del alma, nuestra alma, podemos descubrir y alcanzar nuestro destino más
alto.

Rosemary Altea

*Reflexión*

El alma es nuestro tesoro mas preciado, ya que nacida de la fuente divina nos mantiene en
infinita comunion con Ella, mas alla de la humanidad y más alla de las leyes terrestres, por eso,
nos resulta tan dificil comprender nuestro Ser.
Hay que abrir el corazón, despertar las conciencia y quitarnos el velo de los ojos para poder Ser
quienes somos.
Ser es la acción, es la misión que las almas hemos escogido en la Tierra. El tiempo se ha
cumplido y es el momento de reunirse con nuestras familias para crear una vibración
constante de amor incondicional ,que ilumine a todos por igual, con la mas bella luz divina de
nuestro Creador Dios.

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