Professional Documents
Culture Documents
El tacto nos permite sentir la textura de las cosas, si están fríos o calientes; el olfato nos
permite percibir el aroma, y el gusto el sabor de las comidas. La vista nos deja ver todo lo que
nos rodea y el oído, captar ondas sonoras para que podamos escucharlas.
Las áreas sensoriales son las que reciben y procesan información procedente de los
receptores sensoriales, normalmente pertenecientes a los que denominamos “órganos de los
sentidos”. Se denominan áreas sensoriales primarias aquellas que reciben señales cuyo origen
inmediato anterior es el tálamo.
La información visual llega de los ojos hasta la denominada “corteza visual primaria”
(V1) (área de Brodmann 17) tras pasar por el núcleo geniculado lateral del tálamo. La corteza
visual primaria se encuentra en el lóbulo occipital (zona posterior) y en ella se configura un
mapa (retinotópico), en el que la configuración espacial de los puntos que reciben las señales
reproduce la de los fotorreceptores en la retina. La información visual es posteriormente
procesada de manera parcial en diferentes áreas de la corteza, pues se trata de una información
con varios componentes (color, posición, trayectoria, contexto, etc.) que son procesados de
manera independiente hasta que otras áreas (asociativas) de la corteza recrean la imagen.
Los axones de las neuronas del bulbo olfatorio se proyectan a través del tracto olfatorio
lateral a diferentes áreas de la corteza olfativa, la mayor de las cuales es la denominada corteza
piriforme (pero que también incluye el núcleo olfatorio anterior, el tubérculo olfatorio, los
núcleos corticales anterior y posterior de la amígdala, y parte de la corteza entorrinal). La
información olfativa es enviada directamente a otras áreas encefálicas, como al bulbo olfatorio
del otro lado (desde el núcleo olfatorio anterior), al hipocampo (desde la corteza entorrinal) y al
hipotálamo (desde la amígdala). Y también es enviada indirectamente desde diferentes áreas
(tubérculo olfatorio, corteza piriforme, amígdala y corteza entorrinal), al hipotálamo a través del
tálamo, y a la corteza orbitofrontal, a través del tálamo o de la corteza frontal. Se cree que estas
vías a las áreas corticales superiores son importantes para la distinción de los olores.