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Revista Estudios del Desarrollo Social: Cuba y América Latina

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ENSAYOS/ESSAYS

Un enfoque marxista de la relación entre lo cognoscitivo y lo valorativo

A Marxist Approach to the Relationship between the Cognitive and the


Evaluative

Lic. Rogney Piedra Arencibia


Profesor Instructor
Facultad de Filosofía e Historia
Universidad de La Habana, Cuba
ORCID 0000-0002-2680-5195 Fecha de enviado: 09/02/2018
rpiedra@ffh.uh.cu Fecha de aprobado: 09/04/2018

RESUMEN: El ensayo, mediante la polémica con otras posiciones,


propone una aproximación marxista a la relación conocimiento-valor, vista
como mutua penetración de momentos diferenciados en indisoluble
unidad. A partir de esa relación, se concibe y resuelve el problema de la
valoración científica (inmanente) del capitalismo, gracias al principio del
partidismo objetivo.

PALABRAS CLAVE: conocimiento, marxismo, partidismo objetivo, valor.

ABSTRACT: The essay, through controversy with other positions,


proposes a Marxist approach to the knowledge-value relationship, seen as
mutual penetration of differentiated moments in indissoluble unity. From
this relationship, the problem of scientific (immanent) valuation of
capitalism is conceived and solved, thanks to the principle of objective
partisanship.

KEYWORDS: knowledge, Marxism, objective partisanship, value.

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“El valor del conocimiento dimana del de ánimo personal) hacia aquél (Kolakowski,
conocimiento del valor”. 1968, pp. 7-8). Elimina así la posibilidad de una
Boris Kuznetsov, valoración objetiva de acción u objeto cualquiera;
Filosofía del optimismo (p. 6) lo que consecuentemente conlleva al relativismo
moral. Horkheimer, señalaba la afortunada
Uno de los problemas teóricos más inconsecuencia práctico-teórica, ante la relación
apremiantes de la época contemporánea ciencia-valor, de uno de los más grandes
aparece cuando los espectaculares logros por representantes del neopositivismo, Bertrand
ella alcanzados en el conocimiento de la Russell.
naturaleza y de la sociedad se contrastan con el
A pesar de su filosofía, que afirma que “los
estado de injusticia, barbarie, infelicidad y, en fin,
valores morales supremos son subjetivos”,
de progresiva inhumanidad de esa misma época.
Russell parece distinguir las cualidades morales
El viejo ideal que veía en el conocimiento objetivas de los actos humanos y nuestra manera
científico una condición necesaria y suficiente de percibirlos (…) Tiene el coraje de asumir la
para el progreso social y la formación, mediante inconsecuencia y así, desviándose de ciertos
una educación en él basada, de un individuo aspectos de su lógica antidialéctica, sigue siendo
bueno y virtuoso, parecería hoy algo anticuado e de hecho al mismo tiempo filósofo y humanista. Si
ilusorio. De hecho, la humanidad ha presenciado quisiera aferrarse consecuente-mente a su teoría
cómo la ciencia se ha empleado con las más cientificista, tendría que admitir que no existen ni
antihumanas consecuencias. Así, la fisión — actos terribles ni condiciones inhumanas y que los
males que ve son pura imaginación. (Horkheimer,
primero teórica y luego práctica— del átomo
1973, p. 20)
posibilitó el genocidio que dio fin a la Segunda
Guerra Mundial e inició el prolongado terror ante
Esta contradicción entre el pensamiento
la posibilidad de un invierno nuclear.
(cientificista) y la acción (humanista) de Russell1,
ilustra la separación entre teoría y práctica,
Ningún otro período de la historia ha sido más
impregnado por las ciencias naturales, ni más propia de la filosofía burguesa. Para serle fiel a
dependiente de ellas, que el siglo XX. No la teoría hay que serle infiel a la moral humanista
obstante, ningún otro período, desde la y, a la inversa, si se quiere ser consecuente-
retractación de Galileo, se ha sentido menos a mente humanista hay que traicionar la teoría.
gusto con ellas. (Hobsbawm, 1999, p. 516) Nada de qué asombrarse. La negación del
contenido valorativo del conocimiento y del
Ha surgido así una contraposición —muy contenido cognoscitivo de la valoración, parte de
extraña, en otros tiempos— entre el la —por excelencia, burguesa— comprensión
conocimiento y los valores humanos, entre la contemplativa de la ciencia. De ahí que ideal
verdad y el bien. positivista de científico sea el individuo aislado
En los marcos de la filosofía contemporánea, en su “torre de marfil”, insensible a todo
esta contraposición se expresa muy claramente condicionamiento externo a la lógica de la
en el neopositivismo. Su modus operandi radica actividad científica, esto es, de todo interés
en aislar el hecho del valor; éste aparece como político, moral, emotivo, psicológico, etc.
una actitud subjetiva (a menudo, un mero estado (Schlick, 1981, p. 251).

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La teoría pura, en su sentido tradicional, contrario, el momento valorativo que, para estos
establece una separación de principio entre el autores, no tiene nada que ver con el
proceso cognoscitivo y los contextos de la vida, y conocimiento objetivo, sino una mera inclinación
así el interés no tiene más remedio que ser
personal, una cuestión de gusto. Veamos cómo
entendido como un momento ajeno a la teoría,
un abanderado de esta doctrina entiende el
que llega del exterior y que enturbia la objetividad
asunto:
del conocimiento. (Habermas, 1990, p. 211)

[Un] punto que ha encolerizado a muchos lectores


Esta separación descansa, a su vez, sobre la
y molestado a muchos amigos: mi negativa a
premisa especulativa del divorcio entre el condenar incluso un fascismo extremo y mi
entendimiento (la inteligencia que conoce los sugerencia de que se le permita sobrevivir. […] El
hechos) y el sentimiento (la inclinación personal problema es la pertinencia de mi actitud: ¿se trata
que los valora); la cual, puede rastrearse hasta, de una mera inclinación a la que sigo y acojo
por lo menos, David Hume: favorablemente en otros, o existe “un núcleo
objetivo” que me capacitaría para combatir el
[lo] que es honroso, lo que es bello, lo que es fascismo no precisamente porque no me guste,
decoroso, lo que es noble y lo que es generoso, sino porque es algo intrínsecamente malo? Y mi
toma posesión del corazón y nos incita a respuesta es: tenemos una inclinación, nada más.
abrazarlo y a afirmarlo. Lo que es inteligible, lo (Feyerabend, 1996, p. 85)
que es evidente, lo que es probable y lo que es
verdadero sólo lo obtiene el frío asentimiento del En efecto, desde la óptica del “todo vale”,
entendimiento y, al satisfacer una curiosidad tanto derecho tiene un nazi como el propio
especulativa, ponemos fin a nuestras Feyerabend a autoproclamarse humanista. Aquí,
investigaciones. (Hume, 1945, p. 30) el subjetivismo no sólo se traduce en este
aberrante relativismo moral, sino también en una
Obtenemos así la disyuntiva del actitud, ante la ciencia y todos los asuntos
conocimiento y el valor “puros”, abstractos, humanos, francamente pueril2. A pesar de
externos uno al otro: a la fría razón se le presentarse como formas teóricas mutuamente
contrapone la calidez del sentimiento. Al estilo de excluyentes, tanto el neopositivismo (Kolakowski,
esta caricaturesca batalla entre “el cerebro” y “el 1968, p. 8) como el posmodernismo llegan a la
corazón”, las filosofías burguesas oscilan entre misma conclusión: el único fundamento de los
los extremos, mutuamente excluyentes, del juicios valorativos es el capricho personal. La
cientificismo y el “humanismo”. Cada extremo no raíz teórica de estos extremismos radica en la
es más que el complemento lógico del otro. Así, concepción abstracta, unilateral de la relación
como contrapartida a las posturas cientificistas, ciencia-valor. No es casual que, en ambas
dentro de la filosofía burguesa contemporánea corrientes, dicha relación sea planteada en forma
sobresale el postmodernismo. Advirtamos: por de estricta disyuntiva: ciencia o valor, razón o
mucho que los posmodernos proclamen a toda humanismo.
voz sus diferencias con el neopositivismo y otras La concepción abstracta de la relación
formas de “racionalismo”, parten, al igual que conocimiento-valor como “diferencia insalvable”
éstas, de la rígida separación entre el (Weber, 1958, p. 47) ha prosperado no sólo en la
conocimiento y la valoración. La diferencia radica filosofía burguesa, sino también en algunos
en que el posmoderno absolutiza el polo
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exponentes de la tradición marxista. El ejemplo determinismo de la historia como “proceso sin


gastado es Louis Althusser, con su rígida sujeto” y que, en nombre de la Ciencia,
separación entre ciencia e ideología. Al respecto, desprecia todo interés humano como falsa
las críticas a Althusser no suelen captar lo más conciencia. El segundo, convierte la profunda
significativo: a lo largo de su propio pensamiento, noción marxista de la práctica revolucionaria en
dada la distinción entre sus dos principales la revuelta política, tal vez bien intencionada,
etapas, la unilateralidad de la rígida pero corta de luces, que sólo puede llevar al
contraposición ciencia-valor se expresa desde fracaso.
sus dos extremos3. Su primera etapa, blanco Del primer extremo se ha hablado bastante,
predilecto de sus críticos, presenta casi todas las así que prefiero centrarme en el segundo. No es
características del cientificismo; mientras que, en más que la filosofía de la acción quijotesca de la
su —casi siempre inadvertida— segunda etapa, “praxis libre” que —supuestamente— crea las
podemos ver las típicas posiciones del circunstancias sin tener en cuenta las leyes
practicismo político (Rodríguez Ugidos, 1985, p. objetivas de la realidad, pues, en definitiva, éstas
146). Y, de nuevo, el factor común es la rígida también son producidas por la praxis. Por eso, el
separación entre conocimiento y valoración, conocimiento de dichas leyes objetivas
entre ciencia e ideología; que es, en última “deterministas” y del cuadro del mundo donde
instancia, la raíz teórica tanto de su (primer) ellas cobran sentido aparece como prescindible;
cientificismo como de su (posterior) practicismo necesitamos más bien una guía política4 de la
(Rodríguez Ugidos, 1985, p. 154). Dentro de esta praxis social, que despeje a las clases
última postura, se encontró en su momento explotadas de las ilusiones legitimadoras del
Adolfo Sánchez Vázquez, quien afirmó: capitalismo (Kohan, 1998, p. 78), para realizar la
revolución. En el tema que nos ocupa, es
Las ciencias son un conjunto de proposiciones o interesante cómo Néstor Kohan, a pesar de su
juicios acerca de lo que las cosas son; enuncian o crítica a Althusser (Kohan, 2005), parte del
indican lo que algo es. Sus enunciados no tienen mismo presupuesto teórico de fondo que el
un carácter normativo, es decir, no señalan lo que
pensador francés. La única diferencia de
algo debe ser […] La moral responde a la
importancia radica en que, Kohan, desde un
necesidad social de regular en cierta forma las
acciones de los individuos en una comunidad principio, se declina por la variante del
dada […] La moral no es conocimiento, o teoría practicismo político típica del segundo
de algo real, sino ideología, o sea, conjunto de Althusser5. Por eso, cuando lanza sus rayos
ideas, normas y juicios de valor. (Sánchez teóricos contra “Althusser” (tratado
Linares, 1988, p. 48) indistintamente, como si el pensamiento de éste
fuera homogéneo), en realidad sólo se refiere a
Se trata de una noción “marxista” que, de la primera etapa (cientificista) del filósofo
manera similar a la filosofía burguesa (Weber, francés, puesto que nada puede alegar contra la
1958, pp. 39-52), partiendo del divorcio entre lo segunda sin hacerlo contra sí mismo.
valorativo y lo cognoscitivo, desemboca en dos Podríamos reconocer las buenas intenciones
extremos unilaterales mutuamente excluyentes: de esta interpretación del marxismo como “teoría
cientificismo y practicismo político. El primero de política de la rebelión” (Kohan, 1998, p. 79). Sin
estos extremos conlleva a ese recalcitrante embargo, como dice el viejo refrán: “de buenas
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intenciones está empedrado el infierno”. Las “dominarla” en su conciencia, en su


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sombrías consecuencias prácticas de esta forma imaginación . Se contenta, pues, con la libertad
de concebir la relación entre lo cognoscitivo y lo aparente, la mera libertad de elección entre
valorativo, se expresan con peculiar aticismo en distintas posibilidades contradictorias e
el acercamiento de Jean-Paul Sartre al marxismo igualmente “empobrecedoras”, sólo que re-
en su Crítica de la razón dialéctica. En esa obra, significadas (subjetivamente) por la elección:
el filósofo existencialista, elabora un ejemplo — “(…) su elección de una libertad ostentosa y
simpático por su forma, aunque trágico por su breve, de una libertad para morir” (Sartre, 1963,
contenido— de su concepción del asunto. p. 100).
Supongamos que un joven trabajador negro de Esta impotente moral de rebeldes suicidas,
un aeropuerto se topa con la prohibición, debido es el resultado consecuente de la concepción de
a la discriminación que pesa sobre su color de una actividad alienada del conocimiento esencial
piel, de ser piloto. Esta injusta limitación es, (científico) de su objeto. Es más, generalmente,
desde luego, un —usando la terminología estas rebeliones abstractas, por muy aferradas
sartriana— “empobrecimiento subjetivo” para que estén “a la pasión, a la voluntad, a la praxis
nuestro imaginario amigo. Pero no se encariñe colectiva de los miles de hombres y mujeres que
mucho el lector con éste; pues, en un luchan contra la explotación y la dominación”
desesperado intento por sobreponerse a esa (Kohan, 1998, p. 73), ofrecen un valioso servicio
limitación, rapta un avión e intenta volar sobre el a las clases explotadoras y dominantes. Por
Canal de la Mancha. Acto seguido, como no ejemplo, volviendo a nuestro desdichado joven
sabe nada de aviones ni de cómo pilotearlos, se estrellado en algún lugar de la Mancha, ¿no le
estrella y muere. La verdadera moraleja de esta facilitaría esta “acción emancipadora” la perfecta
historia radica en que la acción (política, moral, legitimación y justificación a la propia medida
etc.) bien intencionada pero mal comprendida, racista contra la que intentó rebelarse? Un tanto
desemboca siempre en su impotencia efectiva menos trágico, aunque sí mucho más patético,
ante la realidad contra la cual se rebela; por lo es el ejemplo de Holloway (2005, p. 192) que
que sólo puede proporcionar una libertad propone como método para luchar contra el
aparente, la libertad de elección. capitalismo la “rebelión” de tirar el despertador
Por supuesto, el propio Sartre está lejos de contra la pared y llegar tarde al trabajo. Por su
comprender el verdadero significado de su puesto, Holloway no sabe —o se hace el que no
ejemplo. Como buen existencialista, ve en esta sabe, da igual— que el obrero no puede darse el
trágica y fútil acción un “acto emancipador” lujo de que lo despidan y que, si va temprano al
(Sartre, 1963, p. 100) que resalta la trabajo, no es por un engaño que pesa sobre su
individualidad, la singularidad de su mártir, que subjetividad o una arbitraria elección sadomaso-
refleja, de forma particular, la rebelión colectiva quista, sino porque depende objetivamente de su
—y frustrada— de los de su condición. Aquí, el salario para vivir.
existencialista apuesta por la libertad subjetiva La libertad abstracta se traduce directamente
del individuo que erige su voluntad y en esclavitud concreta respecto al objeto hostil
sentimientos, su subjetividad en el criterio de (Engels, 1973, p. 139). La verdadera (concreta)
cómo debe ser la realidad; pero, como no puede libertad, en cambio, consiste en la toma de
dominarla realmente, tiene que contentarse con acción con conocimiento de causa. “La libertad
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no reside en la soñada independencia de las hombre de ciencias “está poseído no solo de la


leyes naturales, sino en el conocimiento de estas capacidad para el reflejo cognoscitivo, sino
leyes y en la posibilidad que lleva aparejada de además de sentimientos, pasiones, voluntad,
hacerlas actuar de un modo planificado para que expresan determinados intereses y
fines determinados” (Engels, 1973, p. 139). Sólo necesidades que condicionan el proceso de
así podemos dominar el objeto no sólo en conocimiento de la realidad” (Fabelo Corzo,
nuestra imaginación sino también en la práctica. 1988, p. 190). De lo contrario, resultaría
El error reside en concebir como campo de realmente inexplicable cómo una persona dedica
acción legítimo para el conocimiento científico el su vida entera a la actividad científica. Al decir
ámbito del ser; la esfera del deber ser ocuparía del célebre fisiólogo Pavlov: “la ciencia exige del
el territorio de la moral, de la política, del gusto hombre su vida entera. Y si tuvierais dos vidas,
estético, en fin, de las formas valorativas de la no os bastarían. La ciencia exige del hombre una
conciencia. Lo normativo se (mal)interpreta, así, fuerte tensión y una gran pasión” (1960, p. 59).
como resultado de la valoración (subjetiva) También resulta falsa la imagen del científico
divorciada del conocimiento (objetivo). Conocer, encerrado en su “torre de marfil”, aislado de toda
vale decir, re-producir idealmente las influencia extra-científica. Al abordar este asunto,
propiedades reales de un objeto, aparece el marxismo parte del principio del
entonces como una actividad independiente a la condicionamiento social, mediante la práctica, de
de valorar, esto es, establecer la significación la actividad cognoscitiva del ser humano (Fabelo
que tiene un objeto para el sujeto, de modo que Corzo, 2009, p. 265). En verdad, nunca ha
éste lo pueda calificar como bueno o malo, útil o existido teoría al margen de las luchas
inútil, importante o irrelevante, bello o feo, etc. ideológicas, de los intereses de clases y de las
De esta forma —recordemos la cita de Sánchez necesidades de la producción material, que es,
Vásquez—, la ciencia sólo podría describir lo que en última instancia, su base real. Tanto el ámbito
es; en tanto, corresponde a las formas de los valores, como el de la ciencia son
valorativas de la conciencia decirnos cómo momentos indisolubles de un mismo proceso: la
deben ser las cosas y cómo comportarnos práctica humana que transforma la naturaleza y
respecto a ellas. ¡Zapatero a tu zapato! Hay que las relaciones sociales. Por tanto, se encuentran
notar el facilismo de este modo de concebir el siempre condicionados por dicho proceso. Y este
asunto. Al científico se le quitaría la condicionamiento no tiene por qué ser
responsabilidad sobre los medios, fines y necesariamente negativo para la ciencia. A decir
resultados de sus investigaciones7; mientras que de Engels, “[cuando] la sociedad tiene necesidad
el político, el cura, el artista, en fin, el sujeto de la técnica, este hecho ayuda al progreso de la
valorativo, se libraría de la odiosa tarea de ciencia mucho más de lo que pudieran hacerlo
investigar a fondo sobre el objeto que valora. El diez universidades” (1983, p. 411).
primero, se regiría por las inflexibles y frías leyes Llegamos a conclusiones similares si
de la razón y, el segundo, por la inmediata tomamos en cuenta la función social del
impresión emocional que le produce el objeto. conocimiento científico. “Nuestra época se
La primera ilusión que debemos despejar caracteriza por la creciente importancia que
aquí es la caricatura del científico como fría cobra el conocimiento científico en la actividad
máquina insensible de elaborar teorías. El práctica y valorativa de los hombres” (Rodríguez
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Ugidos, 1984, p. 131). Tanto es así que, a raíz Lo mismo ocurre con la memoria. Por lo
de los adelantos científico-técnicos que general, retenemos en nuestra memoria sólo lo
rápidamente se incorporan a la producción y a la que valoramos —consciente o
vida cotidiana, surgen nuevas y complejas inconscientemente— como importante. Así, el
encrucijadas éticas impensables hace tan sólo mecanismo psicológico opuesto al recuerdo, el
50 años atrás. Especialmente desde la segunda olvido, es una función automática de nuestro
mitad del siglo XX, cerebro que desecha la información innecesaria
para nuestra actividad consciente.
el círculo de la ética ha sido ampliado, pues no
solo se piensa la responsabilidad para con el Si los fuertes cerrojos del olvido fueran
resto de los seres humanos, sino que se incluye arrancados de los oscuros depósitos de la
una noción de responsabilidad que se proyecta al memoria, toda la basura allí acumulada se
presente y al futuro, a los seres humanos y precipitaría a los departamentos superiores del
también hacia la naturaleza, y de manera muy cerebro y lo harían incapaz para el pensamiento,
especial, a la vida. (Delgado Díaz, 1984, pp. 3-4) para la selección, la confrontación, los
razonamientos, los juicios. (Iliénkov, 2013, p. 5)
El hecho de que la valoración y el
conocimiento sean dos momentos inseparables Sin la discriminación (valoración) entre los
de un mismo proceso, la práctica; obliga a recuerdos que realiza la memoria, todo el
pensar no sólo y no tanto las influencias externas proceso de razonamiento quedaría entorpecido
que puedan —de forma casual— tener entre sí, de tal forma que, al igual que sucedía con el
sino más bien la relación interna entre lo personaje Funes el Memorioso de Jorge Luis
cognoscitivo y lo valorativo, la necesaria Borges, resultaría imposible el pensamiento
imbricación y penetración de lo uno en lo otro. abstracto mediante el uso de nociones
Comencemos por el papel interno que tiene generales.
lo valorativo en el conocimiento. Pero no sólo la actividad cognoscitiva en su
La actividad cognoscitiva, desde sus formas manifestación psicológica-individual, o sea,
más simples, está cargada de contenido y cognitiva, implica procesos valorativos. La propia
procesos valorativos. Ya el propio fenómeno del lógica de la actividad científica los requiere. Ante
reflejo condicionado, presente en toda criatura la multiplicidad de la realidad objetiva, o lo que
con corteza cerebral, implica ciertas conexiones es lo mismo, ante la infinitud de características y
temporales entre un estímulo proveniente del rasgos presentes en cada una de las inagotables
ambiente y una respuesta del organismo, según cosas particulares, el conocimiento científico
la significación que tenga para el organismo siempre tiene un carácter selectivo. El viejo
dado. De hecho, todas las funciones cognitivas materialista Denis Diderot, comprendió de esta
se distinguen por su carácter selectivo (Luria, forma el asunto:
1982, p. 254). Por ejemplo, el fenómeno
psicológico de la atención, discrimina entre las Puesto que el espíritu no puede comprenderlo
percepciones del sujeto; de forma tal que, todo, la imaginación preverlo, los sentidos
cuando éstas resultan insignificantes para él, el observarlo y la memoria retenerlo; puesto que los
resultado eventual será su proceso opuesto, la grandes hombres nacen a intervalos de tiempo
tan remotos, y los progresos de las ciencias son
distracción.
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de tal modo suspendidos por las revoluciones, es (en este caso, burgués) caracterizado por
una falta contra el género humano observarlo elaborar inferencias a partir de la tosca inducción
todo indistintamente. Los hombres de de un cúmulo de rasgos que se repiten —¡Dios
extraordinarios talentos deben emplear el tiempo
sabrá por qué!— en la manifestación empírica de
lo más fructuosamente posible. (Diderot, 1949, p.
un objeto. De esta forma, nunca se comprende la
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sustancia esencial que da ligazón interna a todos
esos factores; y, por tanto, no se explica el
Este imperativo, propio tanto de las ciencias
objeto, sino que se asume como natural9.
naturales como de las sociales (Cohen, 1952, p.
El conocimiento científico, que se funda en la
210; Rodríguez Ugidos, 1989, p. 221), no sólo se
distinción entre apariencia y esencia, siempre
necesita para ahorrar tiempo en la investigación
jerarquiza y subordina la primera a la segunda;
sino que, de hecho, es una condición necesaria
valora como esencial y primario un aspecto del
para hacer ciencia. La actitud de Carlos Marx
objeto y, a otros, como accesorios y secundarios.
ante la categoría económica de valor, muestra
De otra manera, no comprenderíamos nunca el
ejemplarmente el carácter inalienable de la
objeto en su determinación universal, sino que
valoración para la teoría científica. Marx, no
nos limitaríamos a describir cada objeto
procedió a la usanza de los “continuadores”
(particular) que se nos aparezca. Tomemos un
(vulgarizadores) de David Ricardo. Él vio la
ejemplo de Engels —quien ve en ese proceder
fuerza de este pensador precisamente donde
ecléctico “no ciencia, sino un mero juego”
éstos veían una debilidad a “superar”.
(Engels, 1991, p. 185)— donde se destaca la
Recordemos que la teoría ricardiana fijaba al
inmanencia de la valoración al razonamiento
trabajo como la fuente universal del valor de las
lógico-científico:
mercancías, como lo único que podía explicar su
naturaleza. Para los epígonos de Ricardo, esta
La máquina de vapor ha probado cómo se puede,
forma de plantear el asunto resultaba muy mediante el calor, obtener movimiento mecánico.
“estrecha”; había pues que incluir más factores. 100 000 máquinas de vapor no prueban esto más
Así, ya no sólo el trabajo, sino también sería que una sola, pero van empujando más y más a
importante considerar el carácter material del los físicos hacia la necesidad de explicarlo. El
producto, el estado de ánimo del productor, su primero que se lo propuso seriamente fue Sadi
edad, sexo e inclinaciones personales, lo mismo Carnot. Pero no por inducción. Estudió la
con el vendedor y con el comprador… ¡ah! pero máquina, la analizó, encontró que el proceso de
no podemos olvidar tampoco el estado que se trataba no se presentaba en ella de un
modo puro, sino encubierto por diversos
meteorológico en el momento de la compra-
procesos accesorios, descartó estas
venta, la temperatura, la humedad, la presión
circunstancias concomitantes indiferentes para el
atmosférica, en fin, un conjunto infinito de proceso esencial y construyó una máquina de
factores, uno al lado del otro, para determinar el vapor ideal (la máquina de gas), en rigor
valor8. Marx comprendió que esta forma imposible de construir, como no pueden
“compleja” (vulgar), que consiste en la mera construirse, por ejemplo, una línea o una
suma ecléctica, más o menos sistematizada, de superficie geométricas, pero que, a su modo,
factores y más factores, es precisamente lo presta el mismo servicio que estas abstracciones
opuesto al modo científico de razonar. Esto sería matemáticas, al presentar ante nosotros el
más bien la complejización del sentido común
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proceso en su forma pura, como un proceso Todos convienen en considerar la matemática


independiente y sin falsear. (Engels, 1991, p. 194) pura como una ciencia, aun cuando fácilmente
puede ser expuesta en forma normativa. De este
Toda conceptualización demanda la modo, para tener un cuadrado perfecto se deben
elaboración de un patrón ideal (deber ser) del añadir ciertas cantidades. Para que una serie
objeto particular (ser), que permita enjuiciar la tienda a un límite, debe poseer ciertas
características, etc. (Cohen, 1952, p. 216)
significación del segundo mediante el primero.
Toda valoración implica el procedimiento
Conceptualizar implica siempre referir
normativo de referenciar un objeto particular a un
particulares a un patrón o modelo ideal que
criterio-patrón ideal que le permita al sujeto
establece cómo deben ser y, por tanto, cómo
establecer la significación del objeto para
podemos valorarlos. El filósofo marxista cubano,
consigo y, por tanto, su comportamiento con
Jorge Luis Acanda, llega a afirmar:
respecto a ese objeto. Cuando afirmo que
Carmen es una mujer bella estoy presuponiendo,
(…) todo conocimiento es a la vez valoración.
consciente o inconscientemente, un patrón de Cuando nombro algo, cuando establezco su
belleza contra el cual estoy contrastando a relación de comunidad esencial con un modelo
Carmen y, en virtud a su correspondencia o ideal y lo conceptualizo, no obtengo solamente un
“participación” (Platón, 1986, p. 446) con dicho conocimiento de lo que es ese objeto, sino
patrón, le asigno una significación de bella o de también, y como resultado necesario, establezco
fea; a raíz de la cual estructuro mi relación con un juicio sobre cómo debe ser, qué es lo que
Carmen: me gusta o no me gusta, voy a su puedo esperar de ese objeto cómo debe
encuentro o huyo cuando la veo. Este comportarse, pero también cómo debo
comportarme respecto a él, qué significado puede
procedimiento, que sigue formalmente la lógica
tener para mí y para los míos. (Acanda, 2009a,
de toda acción valorativa-normativa, puede
pp. 33-34)
catalogarse como un tipo específico de
valoración que colindaría junto a la valoración Veamos, entonces, la relación inversa: la
moral y la estética: la valoración conceptual; que función interna del conocimiento en la valoración.
representa el momento valorativo-normativo del No es posible que un sujeto pueda
concepto en relación con su contenido. De establecer la significación de un objeto para él si
hecho, todos los conceptos científicos que se no parte de ciertos —por superficiales que
refieren, de una forma u otra, a la noción de lo sean— conocimientos sobre las propiedades de
normal, se establecen como el criterio, el patrón ese objeto. Esto ha sido un requerimiento
de medida de un conjunto de fenómenos necesario de toda valoración, desde los tiempos
determinado. En las ciencias médicas, por más remotos (Fabelo Corzo, 2015). Así, por
ejemplo, las nociones de lo sano y lo enfermo, ejemplo, según recientes descubrimientos
sin las cuales dichas ciencias carecerían de todo (Arsuaga, 2013), es muy probable que el
sentido lógico-funcional, constituyen el criterio primitivo hombre neandertal, 36 000 años atrás,
conceptual por el cual se valora al organismo o utilizara óxido (rojo) de hierro para decorar las
la psiquis del paciente. Así ocurre también en la paredes de sus cuevas y/o su propio cuerpo.
más “pura” de las ciencias: Esta función estética (valorativa) de dicha
sustancia se explica sólo a condición de que el
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neandertal haya descubierto, aunque sea en un puede y debe ser conocida. Así sucede hasta en
nivel empírico y superficial, las propiedades de las formas más avanzadas (civilizadas) de
esta sustancia (coloración, durabilidad que le actividad valorativa (González Monzón, 2016, pp.
proporciona a la pintura, etc.), así como la forma 44-46). En un juicio legal, para elaborar una
adecuada de mezclarla con agua, los sentencia justa, el jurado necesita asimilar
instrumentos adecuados para manipularla, etc. (interpretar) información tanto del delito como de
Las distintas funciones sociales —incluidas las quien lo cometió, así como el significado preciso
funciones valorativas— otorgadas a un objeto al del concepto (jurídico) propio del delito en
ser insertado en el sistema de relaciones cuestión (Villamot, 2001, pp. 28, 107-114). La
humanas dependen, además de las necesidades sentencia dictada al criminal es, aquí, una
e intereses de la sociedad y del individuo que lo valoración fundamentada y mediada de forma
utiliza, de sus propiedades físicas, químicas, consciente por elementos cognoscitivos. Por
biológicas, económicas, sociológicas, etc. La fuerza, toda valoración está condicionada por las
valoración no es pues una acción estrictamente nociones (cognoscitivas) del sujeto.
subjetiva, sino que depende tanto de las Conocimiento y valoración son dos procesos que
necesidades e inclinaciones del sujeto como de ocurren siempre de forma simultánea e
las propiedades del objeto valorado y, por tanto, influyéndose mutuamente. El quid del problema
del nivel de conocimientos que el sujeto posea radica en que la persona que cree valorar algo
sobre él. guiada exclusivamente por “las inclinaciones del
También toda valoración presupone un corazón” o “un antojo pasajero”, en realidad se
mínimo de conocimientos, no sólo del objeto está dejando dominar por sus nociones —las
valorado, sino además del propio sujeto que lo cuales ha aceptado sin crítica— más o menos
valora. No puedo valorar algo como (in)útil para inconscientes sobre el objeto, sobre sí misma y
mis objetivos e intereses si no parto de ciertas sobre la significación que tiene éste para ella.
nociones —por vagas y poco conscientes que Dejar cuestiones tan importantes, como son las
sean— de esos objetivos e intereses. valorativas, al ingenuo impacto emotivo de cada
individuo, es una locura basada en la
El hecho de que la valoración constituya la incomprensión de la verdadera relación entre los
expresión subjetiva de la significación que poseen sentimientos y la inteligencia de los seres
los objetos y fenómenos del mundo circundante humanos.
para nuestra vida y actividad, presupone que en
En el ser humano coexisten las facultades
forma de valoración se produzca, por un lado, la
emocionales y racionales, no en su separación
asimilación de las propiedades naturales y
sociales de estos objetos y fenómenos y, por otro, (abstracción), sino en indisoluble unidad. Donde
el reflejo de los intereses y necesidades del más palmariamente se evidencia esto es en la
sujeto. (Fabelo Corzo, 1989, p. 125) valoración estética, que posee mayor impacto
emocional en la medida en que se tengan
Finalmente, la valoración presenta contenido conocimientos sobre el objeto valorado, al
cognoscitivo, no sólo en los extremos del sujeto posibilitarse una “contemplación” activa de éste.
(que valora) y del objeto (valorado), sino en la “La idea artística (…) unifica lo sensorial, lo
relación misma que media entre ellos; o sea, la afectivo y lo intelectual. (…) A través del placer
propia significación del objeto para el sujeto experimentado por la vista o el oído, son puestos
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en movimiento sentimientos potentes y indefendible, mientras que la pasión sin


comprensiones profundas” (Breazu, 1986, p. 96). objetividad conduce a la impotencia y la
La música se disfruta con mayor plenitud en la desesperación” (Levins, 1998, p. 244). La íntima
medida en que se toma conciencia —mediante el relación entre lo emotivo y lo racional, no
conocimiento de sus elementos, regularidades y expresa más que otro aspecto de la indisoluble
estructuras— de su inherente complejidad. unidad y (mutua) penetración de lo valorativo y lo
El auditorio inteligente debe estar dispuesto a cognoscitivo.
aumentar su percepción de la materia musical y Sin embargo, una vez reconocida esta
de lo que a ésta le ocurre. Debe oír las melodías, unidad interior entre lo valorativo y lo
los ritmos, las armonías y los timbres de un cognoscitivo, no podemos caer en el error
modo más consciente. Pero, sobre todo, a fin de opuesto (a la forma de proceder típica de la
seguir el pensamiento del compositor, debe filosofía burguesa) de identificar totalmente el
saber algo acerca de los principios formales de conocimiento y la valoración. De hecho, dentro
la música. de la filosofía burguesa este extremo también
está presente. Su representante más conocido
(…) El oyente ideal está dentro y fuera de la es el pragmatismo que, especialmente en su
música al mismo tiempo, la juzga y la goza, versión instrumentalista, le otorga al
quiere que vaya por un lado y observa que se va conocimiento científico el papel de mero
por otro, casi lo mismo que le sucede al
instrumento, verdadero en tanto que útil y, por
compositor cuando compone, porque, para
tanto, considerado con absoluta independencia
escribir su música, el compositor tiene que
también estar dentro y fuera de su música, ser de su contenido objetivo (Rodríguez Ugidos,
llevado por ella, pero también criticarla fríamente. 1989, p. 216). El conocimiento se confunde así
Tanto la creación como la audición musical con su valor (Kolakowski, 1968, pp. 168-169). Es
implican una actitud que es subjetiva y objetiva al necesario, para la teoría, separar mediante la
mismo tiempo. (Copland, 1970, pp. 25-26) abstracción lo cognoscitivo de lo valorativo, en
orden de comprenderlos como procesos
El sentimiento carente de inteligencia es diferenciados. Esto, desde luego, no significa
abstracto, unilateral, pobre (Kuznetsov, 1978, p. que sean procesos que en sí mismos puedan
4). El conocimiento desprovisto de valor existir por separado. El físico sabe que la
emocional o interés para el individuo, temperatura de un cuerpo no puede existir con
sencillamente no tiene ningún tipo de influencia independencia de su masa, aunque él
real en su actividad intelectual. Es por eso que la mentalmente puede y debe abstraer (separar)
lechuza, con su expresión de asombro, es desde una cosa de la otra, a la hora de estudiar su
antaño el símbolo de la sabiduría. Los antiguos comportamiento mecánico o termodinámico. No
se percataron de que un objeto que no obstante, ni la teoría del conocimiento
“asombre”, esto es, que no tenga un interés (gnoseología), ni la teoría de la valoración
especial para el sujeto, simplemente pasa (axiología) estarían completas si se detienen en
inadvertido y no se constituye en objeto de la distinción entre conocimiento y valor. Ambas
conocimiento. “La objetividad sin pasión puede deben, una vez realizado el análisis de estos
conducir a la impertinencia y a la indiferencia, momentos abstractos, reconstruir idealmente su
llegando a los extremos de permitir lo real y concreta unidad.
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La filosofía consecuentemente marxista naturaleza (Engels, 1991, p. 151). Es por ello


siempre insiste en unir interiormente, en fundir lo que el conocimiento humano no puede
cognoscitivo con lo valorativo; pero esto es muy confundirse con la valoración.
diferente a confundir lo uno con lo otro. De De la misma forma, la valoración no puede
hecho, aquí radica una de las diferencias diluirse en el conocimiento; menester es pues,
esenciales entre el ser humano y el resto de los no perder de vista su diferencia específica ante
animales. La conciencia animal, no diferencia el reflejo cognoscitivo. Después de todo, la
entre lo cognoscitivo y lo valorativo. Al contrario finalidad de toda valoración no radica en conocer
del animal, para el que la realidad aparece algo sobre el objeto valorado, sino en establecer
siempre (con)fundida con sus necesidades la significación que ese objeto tiene para
(Leontiev, 1982, p. 124), el hombre distingue nosotros y así, por mediación de los
entre las cualidades del objeto y sus propios conocimientos culturalmente desarrollados que
intereses. Ello explica que el hombre puede poseamos sobre dicho objeto, sobre nosotros y
interesarse por los objetos que no necesita sobre nuestra relación con él, estructurar
directamente para la reproducción inmediata de entonces nuestro comportamiento hacia él.
su vida material. Como bellamente expresara Al llegar a este punto, resurge el problema
Feuerbach: del relativismo valorativo (moral, estético y
cognoscitivo). Dada la diferencia específica —
El animal sólo es afectado por el rayo de luz señalada anteriormente— de la valoración ante
necesario para la vida; el hombre, en cambio, se el conocimiento, dos sujetos diferentes,
emociona también por el rayo indiferente de las partiendo de conocimientos relativamente
estrellas más lejanas. Sólo el hombre tiene
correctos sobre un mismo objeto, pueden
alegrías y afectos puramente intelectuales; sólo el
valorarlo de forma diametralmente opuesta, por
hombre celebra fiestas puramente teóricas para
sus ojos. (Feuerbach, 1976, p. 43) la sencilla razón de que sus intereses son
opuestos entre sí. Caballo toma a reina en f3,
Gracias a la práctica, a la actividad jaque-mate: ambos jugadores comprenden de
consciente transformadora de la realidad igual manera este hecho, sin embargo, para uno
material (natural y social), el ser humano puede de ellos significa la victoria y para otro la derrota.
discernir entre aquellos rasgos que son propios
El socialismo, por ejemplo, posee una evidente
del objeto y aquellos que ha introducido u
significación positiva para la clase obrera y una
“objetivado” mediante esa misma actividad.
significación negativa no menos real para la
“Pues aquella misma actividad que transforma burguesía y sus intereses de clase. Nos
(a) la „verdadera imagen‟ de la naturaleza, es la encontramos aquí, […] con valoraciones
única que puede mostrarla, como era antes, sin diametralmente opuestas que reflejan, sin
las „deformaciones subjetivas‟” (Iliénkov, 1977, p. embargo adecuadamente su objeto. (Fabelo
286). Sólo en los marcos del trabajo, de la Corzo, 1988, p. 211)
actividad práctico-vital teleológicamente
orientada, el hombre adquiere este conocimiento ¿Tenemos que, después de todo, aceptar el
del objeto tal y como es (Marx, 1980, p. 25); y “todo vale” del posmodernismo? Recordemos a
como resultado, a diferencia del animal, puede dónde nos lleva esta forma “democrática” de
imponer su voluntad (sus “intereses”) a la entender el asunto: un nazi y sus víctimas de
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guerra tienen la misma razón, un cubista tiene de conducta para su hijo a la lógica de
razón, pero también la tiene un realista, el comportamiento de los niños, y vio que el suyo
sistema geocéntrico es tan racional como el no contrastaba con esa lógica; por tanto, estimó
heliocéntrico, el comunista tiene tanta razón que su niño era “normal”, como otro cualquiera,
como el capitalista, etc. Todos tienen el mismo como deben ser los niños. Y si se le preguntara
derecho; seamos “inclusivos”, “democráticos” y cómo deben ser los niños, su respuesta no se
“plurales”. ¿Cómo salir del atolladero del haría esperar: “como ellos son”. Esta lógica de
relativismo estético, moral y gnoseológico? valoración, que recuerda a un perro persiguiendo
El criterio objetivo (no basado en la voluntad su propia cola, es la misma a la que Marx se
o capricho personal) para valorar la realidad, enfrentó en su crítica a la economía política
debe partir del conocimiento científico (no de la burguesa. Él comprendió que la sociedad
mera generalización empírica de la apariencia de capitalista debía valorarse desde el criterio
las cosas, sino en la comprensión conceptual, objetivo de su propia racionalidad inmanente.
bajo la óptica de lo universal) de la lógica Tomar por criterio un punto de vista exterior a
inmanente (racionalidad) de la propia realidad. esta racionalidad significaría una infracción
Caballo toma a reina en f3, jaque-mate: incluso contra el principio (materialista) del
el jugador perdedor, si no es cegado por su inmanentismo; lo que sólo podía desembocar en
egoísta interés personal, puede reconocer el un repudio subjetivo, en un impotente acto de
triunfo y la genialidad de su adversario al moralina. Pero, ¿cómo valorar la racionalidad
entender la lógica de funcionamiento del juego. capitalista tomándola a ella misma como criterio?
Para el (buen) perdedor, la jugada que significa Para valorar algo se necesita comparar ese algo
su derrota también significa un triunfo del ajedrez con otra cosa distinta. Si digo que Carmen es tan
universal y del genio humano, no puede sino bella como la propia Carmen, no he dicho nada
admirar ese triunfo y verlo, en parte, como en lo absoluto.
suyo10. Este problema ha servido de argumento a
Aquí surge otro inesperado problema. Si una favor de la tesis de la imposibilidad de valorar
realidad determinada debe ser valorada por el racionalmente la sociedad (capitalista) moderna
rasero de su propia racionalidad, ¿cómo valorar (Marcuse, 2010); tesis que se expresa sobre
la racionalidad misma? Ilustremos este problema todo en el neutralismo (supra-partidismo)
con una historia —tal vez no tan— ficticia. Era científico. Lo que a su vez conlleva, partiendo de
ésta una señora que cuidaba con mucho esmero la supuesta incompatibilidad ciencia-valor, a los
su jardín. Una mañana un niño empezó a hacer extremos del cientificismo y el humanismo
todo tipo de destrozos en él. La señora lo abstracto. Así, John Holloway (2005, p. 7)
ahuyentaba, pero el muy travieso volvía cada reniega de la “objetividad” del conocimiento
mañana a repetir la gracia. La situación se volvió científico sobre la sociedad por estar éste
intolerable, al punto que la señora fue a quejarse supuestamente anclado a la “positividad”, es
con la madre del niño. Sin embargo, para su decir, por su supuesta incapacidad para negar el
sorpresa, nuestra desesperada señora sólo estado actual (el ser) de la realidad; y le relega el
obtuvo por respuesta: “Imagínese usted, él es un papel de la negatividad (del deber ser) al “grito” y
niño. Así son los niños”. ¿Qué pasó aquí? La a los “sentimientos” del descontento social.
madre del niño tomó como patrón, como modelo
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Hay que reconocer la dificultad del problema: (Acanda, 2009b, p. 102). Pero esto ya implica
si la ciencia descubre la realidad esencial del que la identidad cualitativa de un objeto consigo
objeto (en este caso la sociedad capitalista), esta mismo nunca sea absoluta, sino relativa y
verdad no depende de los intereses de un sujeto pasajera. La aparente identidad absoluta (A=A)
cualquiera, sea una persona o una clase social. se destruye una vez que se considera el objeto
La verdad no admite criterios externos a la lógica (A) en el tiempo. Un grupo de tendencias puja
de su objeto, ¿cómo, entonces, asumir una por el mantenimiento de la cualidad específica
postura a favor o en contra del objeto, sin del objeto, por su conservación; mientras que
abandonar el terreno de la cientificidad? En la otro, en contradicción con el primero, lo impulsa
historia de la filosofía, existe una anécdota bien hacia su transformación en otro objeto, hacia su
conocida que ilustra este problema. Como es desarrollo, hacia la superación de su estado
sabido, Aristóteles realizó una fuerte crítica a la actual. A=A, sí, pero sólo de forma momentánea,
teoría de su (querido) maestro Platón. Cuando le relativa; simultáneamente se auto-diferencia
preguntaron por qué había criticado de esa hacia no-A. Este es el dinamismo enérgico de la
manera a su amigo y maestro, dijo: “Platón es mi dialéctica hegeliana que Marx y Engels liberaron
amigo, pero más amiga la verdad”11. El de su costra idealista. Ante ella, “no existe nada
conocimiento científico, visto así, no admite definitivo, absoluto, consagrado; en todo pone de
tomar partidos, sino más bien una neutralidad, relieve su carácter perecedero, y no deja en pie
una imparcialidad ante la lógica inmanente de la más que el proceso ininterrumpido del devenir y
realidad, en orden de alcanzar su valor cimero: la del perecer” (Engels, 1980, p. 619).
verdad. Tomemos una vez más, como ejemplo, al
Sin embargo, el marxismo es una teoría que niño travieso que destroza el jardín de la señora.
pretende cientificidad (conocimiento verdadero Son propias de cada niño, no sólo las tendencias
sobre su objeto) y, a la vez, se proclama que lo atan al estado de la infancia, sino también
abiertamente como teoría que asume el punto de aquellas que lo empujan a salir de ese estado
posicionamiento y los intereses del proletariado; hacia uno superior, hacia la madurez. La madre
en otras palabras, pretende —y debe— ser una consideró a su hijo en su identidad absoluta,
teoría científica y a la vez partidista. ¿Cómo como si éste viviera en “la tierra de nunca
conciliar lo uno con lo otro? jamás”; su valoración no tomó en cuenta la
En primer lugar, hay que desmitificar la tendencia objetiva e interior que tiene todo niño
supuesta identidad absoluta (inmutabilidad) de lo hacia la superación de la infancia. Su valoración
racional. En el interior de todo objeto, estuvo signada por la noción (imagen
encontramos siempre un conjunto de cognoscitiva) formal, abstracta, fija e intemporal
contradicciones entre sus distintas tendencias que poseía de su objeto. La modelación
objetivas. Es en el conocimiento de estas conceptual dialéctico-concreta, esto es, el reflejo
contradicciones donde reside el secreto para la ideal, mediante la actividad científica, de la
valoración objetiva de la realidad desde su tendencia objetiva (sentido inmanente) de la
racionalidad inmanente. “Marx destacó el contradicción real del objeto, es el requisito
carácter internamente contradictorio de la teórico fundamental para la valoración y
racionalidad capitalista, y con ello pudo anclar en actuación según criterios objetivos. “En la
la inmanencia su crítica a la realidad existente” comprensión del concepto se reconoce el hecho
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como contradictorio en sí mismo y se puede conocimiento científico de la sociedad actual,


concebir la forma de su superación y, por tanto, donde encontramos el criterio valorativo-
la posible orientación de cómo actuar” (Heins cognoscitivo con el cual podemos enfrentar
Holz, 2012, p. 35). exitosamente tanto a la actividad teórica como la
Marx encontró las tendencias que impulsan práctica. Es allí, en la comprensión de las
la sociedad capitalista hacia su propia tendencias objetivas de la sociedad actualmente
superación, comprendió el papel objetivo que existente, donde encontramos la clave tanto para
juega el proletariado en ese proceso12 y, por ello, conocer-valorar las sociedades pasadas, como
su partidismo no es de pura voluntad, sino un para comprender-valorar las condiciones de
partidismo objetivo: posibilidad de las futuras.

Investigación más profunda, que por sí misma La sociedad burguesa constituye la organización
conduce al partidismo (…) el marxismo no une lo histórica de la producción más desarrollada y más
revolucionario a lo científico desde fuera, sino que diversificada. Las categorías que expresan las
lo funde en la propia teoría desde dentro, relaciones de esta sociedad y aseguran la
internamente. (…) De modo que la exigencia del comprensión de sus estructuras, nos permiten al
partidismo objetivo es no sólo la fidelidad a los mismo tiempo entender la estructura y las
principios sino la fidelidad de los principios. relaciones de producción de todas las sociedades
(Rodríguez Ugidos, 1984, pp. 136-138) pasadas, sobre cuyas ruinas se haya edificada la
sociedad burguesa, la cual conserva ciertos
Los contenidos ideológicos del marxismo, no vestigios de las primeras, mientras que algunas
surgen desde fuera de la ciencia para luego virtualidades, al desarrollarse, han tomado en ella
todo su sentido. La anatomía del hombre da la
tratar de conciliarlos con ella; sino que son el
clave de la anatomía del mono. (Marx, 1970, p.
producto del conocimiento científico de su objeto,
42)
en este caso, la sociedad capitalista. Y ello
explica por qué Marx y Engels no se dedicaron a
El carácter internamente contradictorio de la
diseñar sociedades ideales que suplantasen la
sociedad capitalista, exige del marxismo una
(despreciable) sociedad actual, sino a
actitud práctico-cognoscitiva siempre orientada
comprender las tendencias objetivas inmanentes
por la valoración verdadera de las tendencias
de esta sociedad, que pujan por su superación.
inherentes a esa sociedad, en tanto progresistas
o reaccionarias. El materialista práctico, el
Para nosotros, el comunismo no es un estado que
debe implantarse, un ideal al que ha de sujetarse marxista no reniega de los grandes logros
la realidad. Nosotros llamamos comunismo al productivos (materiales y espirituales) de la
movimiento real que anula y supera al estado burguesía; al contrario, su misión es más bien
actual de las cosas. Las condiciones de este producir las condiciones objetivas que permitan
movimiento se desprenden de la premisa potenciarlos. Sin embargo, esta tarea no debe
actualmente existente. (Marx & Engels, 2014, p. ser asumida acríticamente ante las —cada vez
13
95) más fuertes— tendencias reaccionarias del
modo de producción capitalista que frenan e
No es en la idealización de una sociedad no incluso revierten sus propios logros. Por ello,
existente (ya sea celestial o terrenal pero situada necesitamos “usar la ciencia burguesa, pero
en el pasado o en el futuro), sino en el
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batallar dentro de ella” (Levins, 2016, p. 160).


“Esto significa que los comunistas y todos los Notas:
1
Bertrand Russell fue un incansable pacifista que
materialistas consecuentes deben, al mismo
jugó un importante papel en la lucha de los
tiempo que realizan en cierta medida su alianza
intelectuales de su época contra el uso de armas
con la parte progresista de la burguesía, nucleares; asimismo, presidió el tribunal que juzgó
desenmascararla sin reserva cuando ésta se los crímenes de la guerra de Vietnam. Debido a su
desliza a la reacción” (Lenin, 1970, p. 685). activismo progresista, Russell, fue encarcelado dos
Marx, Engels y Lenin, comprendieron que si veces.
2
bien la verdad objetiva (no así el proceso Véase, por ejemplo, el siguiente pasaje: “De vez en
subjetivo de su relativa adquisición) es cuando puedo „tomar una posición‟ […], pero, si lo
esencialmente independiente de los intereses del hago, entonces la razón es un antojo pasajero, no
ser humano, la consumación de éstos nunca es una “consciencia moral” o algún otro monstruo de
esta índole” (Feyerabend, 1996, p. 97). Este
independiente de la verdad. El criterio objetivo
relativismo extremo fue matizado posteriormente
para valorar la realidad reside en el conocimiento
por el autor, en una etapa menos conocida de su
de las contradicciones entre sus tendencias pensamiento (Feyerabend, 2003; cf. Gargiulo, 2014,
esenciales y en el modo de resolución de esas pp. 107-109).
contradicciones. Los clásicos del marxismo 3
La crítica profunda de la filósofa cubana, Zaira
asumieron el punto de vista de la tendencia Rodríguez Ugidos, a la filosofía althusseriana, es
objetiva universal que resuelve la contradicción una de las pocas excepciones, precisamente,
actual del objeto en cuestión, la sociedad porque partió de una consecuente postura marxista
capitalista. Y la contradicción burguesía- ante el problema de la relación entre lo cognoscitivo
proletariado encuentra su resolución en el y lo valorativo (Rodríguez Ugidos, 1985).
4
En opinión de Néstor Kohan, “[el marxismo] es una
segundo polo, en la clase proletaria14. Esta
filosofía de la praxis que aborda los problemas
realidad es, desde luego, adversa a los intereses
fundamentales de la filosofía y de la política —sobre
de la burguesía; circunstancia que implica una todo de la política, que es lo que más nos
progresiva incompatibilidad de dichos intereses interesa— […] no pretende dar una nueva
con el conocimiento verdadero de la naturaleza y “interpretación del mundo” […] sino que es dirigido
la sociedad. De ahí que, tarde o temprano, la centralmente a guiar la revolución social a través de
ciencia burguesa (la ciencia que de forma uno de los polos privilegiados de la actividad
consciente o inconsciente asume el punto de humana: la praxis política revolucionaria, el ejercicio
vista de la burguesía) termine en el grosero de la hegemonía” (Kohan, 1998, pp. 75-76).
5
escamoteo de las verdades incómodas para esa Al igual que sucede en Néstor Kohan, en el segundo
Althusser “el sustrato de la referencia práctica de la
clase (cf. Engels, 1980, p. 654).
filosofía se reduce a la política” (Díaz Castañón,
La toma consciente de partido a favor de los
2010, p. 105). Asimismo, el concepto de práctica de
intereses de la clase proletaria se revela así Kohan (1998, p. 73), como una actividad que
como condición necesaria —si bien, no transforma “el mundo objetual”, padece del mismo
suficiente—15 para el conocimiento objetivo de la defecto esencial que el de Althusser, el cual “obvia
realidad. Es por ello que el teórico marxista, a la especificidad de lo ideal, cuya actividad no
diferencia de Aristóteles con Platón, puede y presenta diferencia alguna respecto a la material”
debe tomar partido a favor del proletariado (Díaz Castañón, 2010, p. 104). Por último, Kohan,
precisamente porque es amigo de la verdad. al igual que el segundo Althusser (Candioti, 2014, p.

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10
67; Rodríguez Ugidos, 1985, p. 161) desprecia el El famoso “match del siglo”, en 1972, entre el
carácter cosmovisivo de la filosofía marxista; ajedrecista norteamericano Bobby Fischer y el
recordemos que para él, “el pensamiento filosófico y soviético Borís Vasílievich Spaski, constituye un
teórico marxiano no pretende dar una nueva excelente ejemplo. Al perder, el ajedrecista
„interpretación del mundo‟ […]” (Kohan, 1998, p. soviético levantándose de su asiento se unió en un
76). En mi opinión, la relación ciencia-valor en este gesto de genuino reconocimiento a los aplausos
autor se dificulta grandemente por su rechazo a la que recibía su rival. Este match, no sólo sería
reflexión filosófico-marxista sobre la naturaleza y las recordado como uno de los mejores duelos de la
ciencias que la estudian. Se trata de un tema historia del ajedrez, sino también como un símbolo
polémico que merece ser tratado en otro lugar (deportivo) de la Guerra Fría.
11
(Piedra Arencibia, 2018). Su conocida versión en latín: “Amicus Plato, magis
6
Feuerbach ya había caracterizado esta actitud amica Veritas.” (vid. Guthrie, 1993, p. 39).
12
subjetivista: “El hombre subjetivo hace de sus “Pero la burguesía no ha forjado solamente las
sentimientos el criterio de lo que debe ser. Lo que a armas que deben darle muerte; ha producido
él no le gusta, lo que ofende sus sentimientos […], también los hombres que empuñarán esas armas:
no debe existir, y aunque aquello que le place a él, los obreros modernos, los proletarios” (Marx &
no puede existir sin aquello que le disgusta —el Engels, 1980, p. 38).
13
hombre subjetivo no pregunta por las leyes En una obra posterior, Engels afirma: “De este
fastidiosas de la lógica y la física, sino por su modo el socialismo [aparece] como el producto
fantasía arbitraria— él rechaza lo que le disgusta y necesario de la lucha entre dos clases formadas
retiene lo que le place” (Feuerbach, 1976, p. 191). históricamente: el proletariado y la burguesía. Su
7
“El llamado a separar el pensamiento del misión no era elaborar un sistema lo más perfecto
sentimiento o los hechos de los deseos […] posible de sociedad, sino investigar el proceso
estimula el pasivo modo impersonal de la escritura histórico económico del que forzosamente tenían
científica, ocultando la historia y las razones de una que brotar estas clases y su conflicto. Descubriendo
investigación. Esto ha permitido que científicos los medios para la solución de éste en la situación
participen en los más abominables crímenes económica así creada” (Engels, 1970, p. 140).
14
sintiendo que actúan correctamente” (Levins, 2001, “Si en la lucha contra la burguesía el proletariado se
p. 128). constituye indefectiblemente en clase; si mediante
8
“[S. Bailey] cree haber descubierto todas las la revolución se convierte en clase dominante y, en
determinaciones conceptuales del valor con apuntar cuanto clase dominante, suprime por la fuerza las
a las diversas y abigarradas expresiones relativas viejas relaciones de producción, suprime, al mismo
del valor de una misma mercancía” (Marx, 1983, p. tiempo que estas relaciones de producción, las
30, nota al pie 26). condiciones para la existencia del antagonismo de
9
“[…] yo entiendo por economía política clásica toda clase y de las clases en general, y, por tanto, su
la que […] investiga la concatenación interna del propia dominación como clase” (Marx & Engels,
régimen burgués de producción, a diferencia de la 1980, p. 60).
15
economía vulgar, que no sabe más que hurgar en “La posición de clase de la ciencia no es la
concatenaciones aparentes […], y que por lo demás negación de la objetividad, sino su modo de operar.
se contenta con sistematizar, pedantizar y Y al propio tiempo, las mentiras, la miopía y la
proclamar como verdades eternas las ideas banales estrechez de la ciencia provienen también de su
y engreídas que los agentes del régimen burgués posición de clase. Y esto es cierto incluso en el
de producción se forman acerca de su mundo, caso de una clase en ascenso. De modo que la
como el mejor de los mundos posibles” (Marx, dicotomía de que las clases reaccionarias mienten
1983, p. 30, nota al pie). sobre la naturaleza, mientras que las clases

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