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Unidad Didáctica nº 1
INTRODUCCIÓN
2º) Existen varias escuelas filosóficas que postulan la realización de la Gran Obra
Alquímica como un proceso puramente espiritual, en el que la materia prima y los
agentes que la modifican son el propio alquimista (su cuerpo y su espíritu). En
GAP practicamos la Alquimia de laboratorio (labora - oratorio, ora et labora,
solve et coagula...) en la que el espíritu y la percepción del alquimista se purifica,
expande y perfecciona al mismo tiempo que la materia vil y grosera extraída de la
mina.
3º) Gran parte de los tratados alquímicos (sobre todo los de origen medieval)
hacen una referencia constante a Dios, en un contexto cristiano - católico,
perfectamente explicable en la época en que fueron escritos. También se
encuentran referencias religiosas en tratados modernos. GAP no postula ni se
adscribe a ninguna teología y el nombre de Dios no es utilizado en ningún
momento (esta será al última vez que lo verá escrito...). Sin embargo, la Alquimia
no es una ciencia materialista, una receta o procedimiento para transmutar la
materia..., su finalidad primordial es lograr la simbiosis y la armonía del operador
con las energías que constituyen el Cosmos. Ello unifica todas las creencias
religiosas y reconoce un Ente Supremo, una Inteligencia Cósmica en la que, a la
postre, debemos integrarnos.
Por todo lo expuesto, hemos decidido dividir los cursos en unidades (10) de coste
creciente e información cada vez más avanzada. Con ello, el estudiante que no
considere interesante el curso, puede abandonarlo sin haber tenido que
desembolsar más que la pequeña cantidad de la primera unidad y, por otra parte,
nos permite realizar un seguimiento de la enseñanza y no suministrar más
información a aquellos que no demuestren la dedicación y capacidad necesarias.
PRINCIPIOS FILOSÓFICOS
Tabula smaragdina
(Herm e s Tris m egis to)
Una Re Adaptatione.
S ola Cos a por A d a pt ación .
Su padre
padre es el Sol, su madre es la Luna, el viento
lo ha llevado en su vientre; la tierra es su nodriza.
Ahí está el padre de todo el Thelema del Universo.
Su potencia
p otencia sobre la tierra no tiene lí mites.
Lo qu e he di
dicho
cho de la operación del sol, es
completo.
TRES PRINCIPIOS
AZUFRE
MERCURIO
SAL - ARSÉNICO
CUATRO ELEMENTOS
FUEGO (IGNIS)
Distinguimos tres tipos de Fuego:
• Fuego espiritual del operante.
• Fuego externo, el que proviene del Athanor encendido.
• Fuego interno, o Fuego Secreto. Es el fuego que no quema las
manos, pero que se manifiesta en cuanto es excitado por la acción del fuego
externo.
sal en las proporciones justas para que manifieste sus propiedades de pureza,
incorruptibilidad, etc..
IMPERFECTOS
Cobre Venus
Hierro Marte
Estaño Júpiter
Plomo Saturno
Mercurio Mercurio
Los conceptos que hayan quedado oscuros en esta descripción clásica irán
quedando explicados a lo largo de la presente Unidad o de las siguientes.
Unánimemente, todos los tratados de los grandes Adeptos coinciden en que las
operaciones de la Gran Obra Alquímica, en todas sus vías, se realizan en el reino
mineral. Nada vegetal o animal forma parte de las materias directas o indirectas de
la Obra. Este criterio es el primer filtro para determinar la autenticidad de los
escritos (salvo que los nombres vegetales o animales utilizados lo sean
metafóricamente, lo cual ocurre en muchos casos).
Dicho esto, ¿cuál es, entonces, la diferencia entre, por ejemplo, sulfuros naturales
como la blenda, pirita, galena, estibina, etc. y los obtenidos en el laboratorio a
partir del metal correspondiente? Químicamente, ninguna. Físicamente..., casi
ninguna. Hay ciertas propiedades naturales que son imposibles de reproducir en
los compuestos artificiales y la ciencia no sabe muy bien porqué.
ALQUIMISTA: Es todo aquél que realiza la Gran Obra por los procedimientos
canónicos o personales, pero teniendo siempre en cuenta que la Alquimia sigue
en todo a la Naturaleza.
Pocos Adeptos ha habido a lo largo de los siglos. Pero, que sepamos, no ha habido
época en la que no se haya producido el paso de un Adepto. Sólo con ello hubiera
sido suficiente para que este mundo se hubiese visto libre de la enfermedad y la
miseria.
Pero la lucha contra los cuatro jinetes del Apocalipsis es una labor colectiva de
toda la Humanidad, en la que no se permiten atajos ni panaceas. Como ser
humano con un altísimo grado de evolución, el Adepto (mientras está aquí...)
ayudará a su prójimo en sus necesidades, pero NUNCA pondrá directamente en
sus manos los resultados de la Obra.
Todo ser humano tiene la obligación de elevar su nivel espiritual hasta alcanzar el
nivel de transferencia, aunque ello le lleve un gran número de vidas. Pocos son los
que tienen el nivel espiritual para sentir la vibración de la Alquimia, menos aún
los que logran penetrar en la profundidad de los Arcanos en su total transparencia
y aún muchos menos aquellos que alcanzan el umbral de la Puerta.
MATERIA INICIAL
En base a los principios filosóficos expuestos, podemos afirmar que todos los
cuerpos de los tres reinos poseen una determinada proporción de Mercurio,
Azufre y Sal que los caracteriza. Según ello, toda materia viva, animal, vegetal o
mineral es susceptible de evolucionar y, con las adecuadas adaptaciones (como
describe la Tabla Esmeralda), obtener de ella la Materia Prima para iniciar la Gran
Obra.
Queda, pues, el reino mineral. Y aquí los caminos son diversos y constituyen las
diferentes vías y procedimientos (debido a su extensión, y puesto que requiere un
conocimiento más amplio, no realizaremos en esta Unidad una descripción
detallada de las vías más importantes, que se expondrá en la Segunda Unidad).
Para que el estudiante pueda investigar entre los productos naturales del reino
mineral cuál es la materia que debe emplear, expondremos a su consideración
varios puntos:
SIMBOLOGÍA
Este capítulo se repetirá en todas las Unidades Didácticas, pues en ellos se hace
una exposición de los principales términos y símbolos empleados en la mayoría de
los textos alquímicos, relativos a las materias y procedimientos descritos en cada
Unidad. Esta exposición dista mucho de ser completa, ya que los alquimistas, a lo
largo de los siglos, han utilizado una gran cantidad de expresiones y símbolos para
describir las materias. Existe una abundante bibliografía al respecto que deberá ser
consultada por el estudiante. Entre ellos cabe destacar el "Diccionario Mito -
Hermético" de Dom Pernety y el "Diccionario abreviado de los términos del
Arte", de Guillaume Salmon.
1. Durante los diferentes procesos se pueden producir gases tóxicos (en esta vía,
a diferencia de la Vía Húmeda Universal o la Vía Seca, la toxicidad es
pequeña, pero no por ello deben evitarse precauciones...). Es, pues, necesaria
una campana extractora de gases con bisera suficientemente baja como para
captar la mayor cantidad de gases.
3. Como al campana no extrae todos los gases que se producen (salvo que se
instale una cámara de cierre hermético, lo cual es caro y no facilita otras
operaciones), una buena aireación del local es imprescindible, por lo que hay
que evitar sótanos mal aireados o habitaciones interiores.
6. El operador debe trabajar con una bata o ropa de trabajo, ya que las posibles
salpicaduras atacan los tejidos. Igualmente, es imprescindible el uso de
guantes de caucho desechables al manipular ácidos y productos tóxicos y
guantes de aislamiento térmico cuando se procede a temperaturas elevadas. El
uso de mascarillas con filtro de gases ácidos previene accidentes
desagradables que suelen ocurrir incluso a los más expertos.
• Hay que evitar los objetos de metal que no estén recubiertos de una capa
protectora, ya que la mayoría de los gases producidos atacan a los metales. Si
ello no es posible, se debe, regularmente, lavar los utensilios metálicos y
eliminar cualquier síntoma de corrosión, de lo contrario se produciría a la
larga el deterioro de la pieza. En concreto, no se recomienda que estén en la
misma estancia dispositivos electrónicos (ordenadores, teléfonos, etc.)
delicados, ya que se averiarán en no mucho tiempo.
Utensilios varios:
TRABAJ OS DE HÉRCULE S
El material purificado aún contiene una pequeña cantidad de ganga silícea, pero
ello es inevitable sin utilizar métodos más sofisticados que no están al alcance de
cualquiera. Con este material, una muestra del cual se puede ver en la Fig. 8 del
Anexo II, se realizan los procesos de extracción del Mercurio de los Filósofos,
llamados Águilas o Sublimaciones Filosóficas.
ANEXO I
SIMBOLOS Y ALEGORIAS
Aceite
Agua
Agua de vida
Aire
Alambique
Alcanfor
Amalgama
Año
Arena
Arsénico
Azafrán de Venus
Azogue o mercurio
Azufre
Azufre negro
Baño
Bañomaría
Baño vaporoso
Borato
Bronce
Cal
Cal viva
Calavera
Cenizas
Cera
Coagular
Cobre, Venus
Crisol
Cristal
Cuerno de ciervo
Destilar
Día
Estaño, Júpiter
Fijar {Adición}
Filtrar
Flores de antimonio
Flores de bronce
Fuego
Fuego de rueda
Goma
Gota gt
Grano gr
Harina de ladrillos
Hierro, Marte
Hora
Imán
Jabón
Ladrillo en polvo
Latón
Magnesio
Mecha
Mercurio precipitado
Mercurio sublimado
Mes
Noche
Onza
Orina
Oro, Sol
Plata, Luna
Plomo, Saturno
Polvo
Precipitar
Quintaesencia
Retorta o Cucúrbita
Sal álcali
Sal amoníaco
Sal gema
Sosa
Sublimar
Talco
Tierra
Vinagre
Vino
Vitriolo
SIMBOLOS ESPECIALES
Acero
Amalgama filosófica
Arsénico
Azufre negro
Cal viva
Cantidad suficiente
Cinabrio
Elixir
Latón
Marcasita
Oro
Oropimente
Partes iguales
Pasta aurífica
Polvo de proyección
Puñado
Sal
Sal álcali
Sal amoníaco
Sal común
Sal gema
Sal nitro
Sol universal
Sublimado
Tártaro
Vitriolo
MATERIAS DE LA OBRA
Primera Materia:
Macho
Nuestro oro
Nuestro sol
Nuestra tierra
Segunda Materia:
Hembra
Encina
Roble
Mercurio
Tercera Materia:
Fuego Secreto
Estrella de David o
Sello de Salomón
Fuego
Agua
Aire
Tierra
ANEXO II - FIGURAS
Fig. 2 REBIS.
Fig. 6 Balanza.
Unidad Didáctica nº 4
Obtención del
Azufre Filosófico
Gallaecia Arcana Philosophorum G.A.P. ALQUIMIA I - Unidad 4
INTRODUCCIÓN
Estimado alumno de Alquimia. El hecho de recibir esta unidad implica que has
asimilado las enseñanzas de la anterior y superado con éxito el test de evaluación
correspondiente. Sin embargo, es muy posible que hayas llegado a este punto de
una forma exclusivamente teórica, gracias a tu inteligencia y cultura alquímica,
por un lado y, por otro, a que la exposición realizada en las Unidades Didácticas
precedentes fue, intencionadamente, bastante nítida. No somos alquimistas
especulativos: nuestra filosofía tiene su reflejo y progreso en el laboratorio.
Finaliza la Unidad con un Test de Evaluación que, una vez cumplimentado, debe
ser remitido a GAP. Las cuestiones y dificultades que se presenten se enviarán por
un e-mail a GAP, indicando el identificador y la clave que dispone cada alumno,
así como una descripción lo más detallada y clara posible de las cuestiones.
AZUFRE FILOSÓFICO
Mucho se habla del Mercurio de los Filósofos, de sus orígenes y de los
procedimientos o vías que lo obtienen, pero sin el Azufre de los Filósofos (nuestro
Azufre...) no es posible la conjunción ni el crecimiento y evolución de la Obra.
Las referencias al Azufre son, si cabe, más oscuras y escasas que las del Mercurio
y sucede muchas veces que el artista, después de obtener éste con grandes
esfuerzos, se empeña en evoluciones sin sentido que, en la mayoría de los casos,
conducen a callejones sin salida.
Es cierto que se ha dicho que el perfecto Magisterio es realizar toda la Obra con
sólo el Mercurio... Y así es. Pero no hay que olvidar que nuestro Azufre se obtiene
de forma natural del Mercurio de los Filósofos.
Es importante que tengamos en cuenta el concepto que los antiguos tenían del
azufre como elemento constitutivo de la materia, porque de ahí se deriva la
etimología de nuestro Azufre. Lemery lo define como ese aceite o materia
untuosa, que produce la conservación, color, belleza o fealdad de los cuerpos y
que en la destilación de los compuestos o mixtos sale después del espíritu o
mercurio... Al realizar esto en nuestra obra, se obtiene ese aceite rojo inigualable
al que no podemos llamar otra cosa que nuestro Azufre...
Hablando en términos más actuales, debemos entender que la red vital activa en el
núcleo del Mercurio (de la que se os habló en las Unidades precedentes) sólo
puede evolucionar y desarrollarse a través de los canales de energía-fuerza de una
red cristalina adecuada, formada por un elemento puente, muy estable en su
configuración electrónica (hay dos elementos extremos que sirven de contrapeso
en la estructura, son imprescindibles a la hora de asegurar la estabilidad total, pero
no participan en el flujo evolutivo).
Hay que entender que ese enlace o conjunción sólo es posible si el Mercurio está
vivo. Podemos obtener sin dificultad una materia químicamente igual al Mercurio
de los Filósofos pero la conjunción con el Azufre no se consigue y, por tanto, todo
sigue igual sin aparecer el negro Saturno. Es más, aún si consiguiésemos por
algún medio (que desconozco) realizar la formación de la estructura cristalina y
formar ese puente energético del que os hablo, sería un puente vacío...
Sólo hay un elemento que sea capaz de realizar esta labor... Si llegáis al perfecto
conocimiento de nuestro Mercurio, el Azufre os será obvio... Para aquellos que
llegan sin haber profundizado, si alguna vez reciben el conocimiento del Azufre,
darán un golpe en su frente diciendo: ¡claro...!
Lo primero que dicen los filósofos es que la perfección está en obtener el Azufre a
partir del Mercurio Filosófico en virtud del espíritu volátil que es la sangre del
león verde, en un proceso lento y delicado que algunos realizan por una
cohobación repetida del menstruo coagulado después de una lenta digestión y
fundiendo en cada repetición la materia blanca hasta formar primero una materia
amarilla (que indica el despertar de nuestro oro...) y luego un aceite rojo como la
sangre (es la sangre fija del león rojo, obtenida de la sangre no fija del león
verde...), casi pardo en su sequedad.
Con este Azufre, el húmedo radical debe ser incorporado aparte en la Conjunción
sino, en el calor del nido, las materias no exudarán la humedad suficiente para
producir la evolución de la que os hablé (si se aumenta la temperatura las flores se
marchitarán y perderán la vida antes de su licuación...).
Conocemos otros procedimientos para la obtención del Azufre, uno de ellos (para
nosotros el más interesante...) se realiza por una vía seca.
Los antiguos Maestros, entre los que citaremos a Filaleteo y Flamel, obtenían el
Azufre a partir del Mercurio Filosófico propiamente dicho:
Dice Filaleteo en “La Puerta Abierta…”, en el capítulo denominado “DEL
AZUFRE QUE SE ENCUENTRA EN EL MERCURIO FILOSOFICO”:
XI.- Extracción del azufre fuera del mercurio vivo, por medio de la
separación.
Tomad todo vuestro compuesto de alma, espíritu y cuerpo mezclados
conjuntamente, cuyo cuerpo ha sido coagulado por la vía de la digestión y la
virtud del espíritu volátil, y separad el mercurio de su azufre por medio del
adecuado destilador de vidrio; entonces, tendréis la Luna blanca fija que resiste
el agua fuerte, es decir, a la plata filosófica, que es más pesada que la plata
vulgar.
Merced al calor del fuego, obtendréis el azufre amarillo que es el oro, de ese
azufre blanco que es plata. Se trata de una operación manual que ayuda a la
Naturaleza, y ese oro es el plomo rojo de los filósofos.
Convertiréis ese azufre amarillo en aceite rojo como sangre, haciéndolo circular
según el Arte con el menstruo volátil, que es el mercurio filosófico; así es como
tendréis una Panacea admirable.
Colocaréis la ampolla abierta sobre el baño de arena, de forma que ésta no llegue
a cubrir del todo el nivel de la materia. Aplicad un calor suave hasta que
comprobéis que la Sangre del León Rojo esté totalmente disuelta en el Agua
Prima. Después se aumenta un poco el calor para producir la evaporación de
líquido. Desde el principio se desprenden vapores que debéis dirigir a una
chimenea con tiro forzado y procurad no respirarlos, ya que son muy tóxicos.
En el interior del vaso veréis a Nuestro Azufre Filosófico, rojo como el ladrillo,
que se hace fácilmente pulverulento cuando se le comprime con una varilla de
vidrio. No debéis preocuparos si quedan restos amarillos que comunican a la masa
una cierta solidez.
Si deseáis seguir los pasos de los antiguos Maestros y obtener el Azufre a partir
del Mercurio de los Filósofos (lo que es más canónico y conveniente), será
necesario que os aclaremos algunos detalles, oscuros o imprecisos en sus
descripciones:
Ante todo, si seguís este procedimiento, no debéis reservar la mitad del agua seca
y del agua prima, sino que casi toda la Sangre del León Rojo debe ser convertida
en Mercurio Filosófico, del que tomaréis la mitad para convertirlo en Azufre
Filosófico (siempre conviene dejar una cierta cantidad de agua seca en reserva, si
seguís este camino. Como las cantidades que hemos propuesto están muy
ajustadas, se recomienda disponer del doble de dicha agua, lo que implica un
mayor trabajo, siguiendo lo descrito en la Unidad 3).
Después se lava esta materia con agua de lluvia, por decantación y filtración, hasta
que las aguas de lavado se vuelvan neutras. Por fin, se recoge la materia sobre un
filtro, se escurre y se deseca al aire entre dos hojas de papel de filtro.
Muchos filósofos (entre ellos Filaleteo) también utilizan el azufre amarillo para
obtener una medicina o panacea (de la que se puede también extraer el azufre
rojo). Unos echan el azufre amarillo en un matraz y lo cubren con generosidad con
espíritu de vino muy rectificado, poniendo el conjunto a circular según el Arte
hasta que se obtiene un hermoso aceite rojo, que utilizan como excelente
medicina. De dicho aceite extraen el azufre rojo calentando la materia hasta la
eliminación del alcohol. Otros obtienen lo mismo poniendo el azufre amarillo en
un mortero de porcelana e impregnándolo de espíritu de vino, al que prenden
fuego. Extinguido éste, repiten la operación hasta un total de siete veces. Al final,
secan la materia por el mismo procedimiento ya descrito. Llaman a esta materia
Arcano Coralino.
CONCLUSIÓN:
Hasta aquí, la parte operativa previa de la Obra por Vía Húmeda, según el método
clásico o más antiguo. Cualquiera, con cierta habilidad y paciencia, puede llegar
hasta este punto. A partir de aquí empieza la Alquimia propiamente dicha. El
resultado de las operaciones y el progreso de la Obra ya no va a depender
exclusivamente de la habilidad e inteligencia del operador. Hay otros factores
determinantes: Por muy bien que hayan sido realizadas las operaciones previas, y
aunque los resultados de las mismas coincidan exactamente con lo que se os ha
descrito, nadie puede estar seguro de que las materias filosóficas, Mercurio y
Azufre (y la Sal que ambos incorporan), dispongan de la semilla vital adecuada y
preparada para su evolución. Y, aunque así sea, dicha evolución está condicionada
por las energías cósmicas, terrestres y, sobre todo, del propio operador… Si todo
es correcto, culminaréis la Obra en poco tiempo, pero no debéis extrañaros, ni
dejar que la desesperación os domine, si tenéis que “pasearos” ante la puerta
durante mucho tiempo, antes de que ésta se abra…
SIMBOLOGÍA
LABORATORIO ALQUÍMICO
ANEXO: FIGURAS
Fig. 5 Circulación.