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LA MOLINA
EPG
ESCUELA DE POSTGRADO
ESPECIALIDAD DE PRODUCCION
ANIMAL
Sistemas Silvopastoriles
LIMA – PERÚ
2010
INDICE
Página.
I. Introducción 2
III. Conclusiones 10
En los sistemas silvopastoriles en que los animales tienen acceso directo a las
áreas donde se encuentran las leñosas perennes palatables para el ganado,
los animales consumen sus hojas y frutos. Sin embargo, independientemente
de si las leñosas son comestibles o no, los animales son fuentes potenciales de
daño para las leñosas, si es que raspan la corteza, se rascan en el tronco,
cosechan los nuevos brotes o pisotean las plántulas recién emergidas.
La inclusión de árboles dentro de potreros, que son pastoreados, es una de las
principales limitantes para el establecimiento de un sistema silvopastoril, debido
a que durante la fase de establecimiento los árboles sufren daños mecánicos
por parte de los animales. Lo anterior, hace necesario la implementación de
sistemas sencillos de protección para estos árboles que permitan el
establecimiento de los mismos en las áreas que están siendo utilizadas para
pastoreo.
Sin embargo, la siembra de árboles en potreros está muy limitada por los
daños, principalmente el ramoneo y pisoteo, causado por los animales a los
árboles de interés maderable, especialmente durante las fases iniciales del
establecimiento de los árboles.
(Simón, 2000). El ganado dentro del potrero complementa su dieta con brotes
tiernos de árboles, principalmente en invierno cuando la disponibilidad forrajera
de los pastizales disminuye. El daño que causan los animales a los árboles
cuando consumen el follaje es mayor cuando las plantas se encuentran en
estadíos juveniles en los cuales el meristemo apical, es fácilmente consumido
por estar al alcance de los animales y que el tallo no haya engrosado lo
suficiente como para resistir la presión de los animales al rascarse en ellos. El
daño por la presión al rascado también lo pueden sufrir árboles y arbustos que
no son de propósito forrajero, mayormente por animales como los caprinos.
Pezo e Ibrahim, (1998). Mencionan que; el efecto de los animales sobre los
árboles es variado, y es crucial en las primeras etapas de vida: ya que las
plántulas pueden morir por pisoteo de animales pesados como los bovinos, o
ser consumida su corteza por caprinos, ovinos que cortan el brote apical
disminuyendo así las probabilidades de desarrollo.
Pero la protección del tronco, aunque muy importante, es sólo una parte de la
protección a los árboles. Un efecto indirecto que puede afectar la productividad
de los árboles en plantaciones manejadas bajo pastoreo, es la compactación
ejercida por los movimientos y actividades de los animales cuando buscan
protección de los rayos solares, ya que estos aplican presiones sobre el suelo
comprimiendo sus partículas y agregados; pudiendo interferir con el desarrollo
radicular de los árboles dentro de las pasturas, reduciendo el espacio libre en el
suelo (porosidad), restringiendo el movimiento del aire (oxígeno), dificultando el
ingreso del agua. Todo esto altera las características físicas del suelo pudiendo
presentar densidades aparentes superiores a los 2gr/cm3, es decir tan densos
como el ladrillo o el hormigón, aumentando así su resistencia mecánica; ya que
la zona de compactación se encuentra en los 30cm superficiales del suelo,
misma área que ocupan las raíces, siendo el daño mayor cuando el suelo es
arcilloso. (Montoya, O.1980).
Según refiere, Romero et al. (1991), citado por Pezo e Ibrahim, (1998). En una
prueba para lograr protección contra el daño físico ejercido por los animales en
pastoreo, cuando introdujeron estacas de poró (Erythrina beteroana) en
campos de pastoreo degradados. Observo que la mayor sobrevivencia de
árboles (59%) se logro cuando amarraron tres estacas de poró con dos cañas
bravas dispuestas en forma de “X” y cuando las estacas fueron amarradas a
1.8m de alto, usando un alambre liso templado entre dos postes. En contraste,
cuando no se utilizo protección, la sobrevivencia de las estacas fue de solo
21% cuando existían otros árboles en el potrero y 0% cuando solo las estacas
se encontraban en los potreros.
Toit, J y Natis, A. (1991). En un estudio con ovejas que habían consumido una
dosis de 3 gramos de LiCl en un concentrado calfmana, se observo que
mostraron una aversión estadísticamente significativa para este alimento la
segunda vez que se les ofreció. Por lo que los investigadores concluyen que
después de una sola dosis de LiCl se puede inducir a la aversión asociada con
el alimento que contenía la toxina, y el grado de aversión varia según la dosis a
la que fueron expuestos los animales. Pudiendo considerarse la aspersión de
LiCl sobre árboles con fines comerciales o de alto valor dentro de potreros
como una potencial hipótesis a someter a prueba en posteriores experimentos.
Por otra parte Pezo e Ibrahim, (1998). Proponen retirar los animales por un
largo período de 2 a 3 años para el crecimiento de los árboles hasta que estos
logren una altura de 1.5 a 2.0 metros donde no puedan ser consumidos sus
meristemos apicales por los animales en pastoreo; o la construcción de cercas
de protección. También; García y Couto (1997) citados por Rasmo et al., (2000)
recomendaron la entrada de animales en sistemas compuestos por eucaliptos y
pasturas solamente cuando los árboles alcancen los 2 metros o sea después
de 2 años de edad. En la mayoría de los casos, estas prácticas no son viables
debido a alto costo de la tierra, de la mano de obra y del material, además de
no poder contar con un ingreso constante de dinero durante el período de
crecimiento de los árboles.
Por las observaciones de campo durante 6 meses, se concluyó que los árboles
deben ser mayores que 3.0 m de altura, con diámetros superiores a 5-6 cm, y
que las estacas de protección deben ser más resistentes, con más de 8 cm de
diámetro y por lo menos 1.8 m de altura.
1. Tres estacas de madero negro ligadas entre sí por una caña brava
horizontal.
2. Cinco estacas de madero negro ligadas entre sí por una caña brava
horizontal.
3. Tres estacas de madero negro ligadas entre sí por dos cañas bravas en
forma de “X”.
4. Tres estacas de madero negro colocadas en forma de trípode.
5. Tres estacas de madero negro enrolladas con alambre de púas.
6. Tres estacas de madero negro situadas entre dos postes gruesos, los
que sostienen un alambre a 1.8 m. de altura al cual están atadas las
estacas.
7. Sin protección (testigo).
8. Se obtuvieron los siguientes resultados:
Las bostas disminuyen los principales efectos negativos del pastoreo (ramoneo
y pisoteo) y al proveer un micro sitio favorable, mejora la sobrevivencia y el
crecimiento de los arbolitos.
La clave del sistema parece ser el uso de una carga óptima para manipular las
preferencias del ganado por el pasto y mantener la altura del pasto a un nivel
adecuado para los arbolitos (sombreo, disminuir evaporación, proteger suelo).
Esta opción, es mas barata en aquellos potreros con poca densidad de árboles
IV. Bibliografía consultada
Montoya, O. J. (1980). “Efecto del arbolado de las dehesas sobre los factores
ecológicos que actúan a nivel del sotobosque”. XX Reunión de la Sociedad
Española para el estudio de los Pastos. Badajoz. 19 p.
Sánchez, G.A. y Payne, L. (1997). Survey of the cultural practices and uses of
Gliricidia sepium by farmers in Costa Rica. En: Gliricidia sepium (Jack) walp:
management and improvement NFTA y CATIE. Turrialba, Costa Rica.