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Nicolás Discursossobre

la primera década
MAQUIAVELO de Tito Livio

Estudio preliminar, traducción y notas:


ROBERTORASCHELLA

Biblioteca de Obras
Maestras del Pensamiento
Niccolo Machiavelli a Zanobi Buondelmonti
y Cosimo Rucellai. Salud. 1

1v les envío un presenteque,si bienno satisfacelas obliga-


ci.onesque tengocon ustedes,sin duda, es todo cuanto ha podido
enviarlesde mejorNiccoloMachiavelli.Porqueen estepresentehe
expresadotodo lo que séy todo lo quehe aprendidtJde las cosas
delmundopor una largaprácticay continua lección.Y.al no po-
derdesearmás de mí ni ustedesni otros,no sepueden quejar si no
leshe dado más. Bien sepuedendisgustarustedespor la pobreza
de mi ingenio,cuandomis relatosse muestrenpobres,y también
por las/alacias deljuicio cuandome engañeen muchos lugaresde
mis discursos. De estemodo, no sé quién de nosotros debe estar
menosagradecidoal otro;yo a ustedes,que me han forzado a es-
cribirlo que nunca hubieraescritopara mí mismo, o ustedesa mí
porque, al escribir,no los he satisfecho.Tomen entonces estepre-
sentedelmismo modoen quese toman todas las cosasde los ami-
gos, donde siemprese consideramás la intención de quien envía
que la calidad de lo enviado. Y creanque en e1tengo una sola sa-
tisfacción,cuandopienso que, aunque me hubiera engañado en
muchas de mis observaciones propias, mi único acierto ha sido
elegirlosa ustedes,a quienesdedicoestosDiscursos,por encima de
cualesquieraotros: porque,al actuar de este modo, me parece ha-
berdemostradociertagratitudpor los beneficiosrecibidosde uste-
desy tambiénporque meparecehaber escapado al uso común de
quienesescriben,acostumbradosa dedicar sus obras a algún prín-
cipey, cegadospor la ambicióny la avaricia, a alabarlopor to-
dassus cualidadesvirtuosascuando,por toda vituperableacci.ón ,

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deberíancms1_1rarlo.
Ent~n~syo, 1:arano caeren estemor, hede..
gido no a qurenessonpnncrpes,smo a aque1losque,por susb
, lo . ue..
nas e11alidades,merecenanser. , no a quienespodrían colman,z
de empleos,honoresy riquezas,sino a aque1losque, no pudiendoe
quisieranhacerlo.Porquelos hombres,cuandoquierenjuzgar e, '
rrectamente,debenestimara quienesson liberales.yno a quieno-
LIBRO PRIMERO
pueden serloy, de igual modo, a quienessaben,y no a quien;;
puedengobernarun reino,pero sin saber.Y los escritoresalaban Proemio
más a Hierónde Siracusacuandoeraun particular,quea Perseo
de Macedomir cuandoera rey,porquea Hierón sólolefaltabael
principadopara serpríncipey, en cambio,el otro no teníaderey Aunque por la naturaleza envidios~ de los hom~res
sino el reino. Gocenentoncesesebien o esemal que ustedesmis- encontrar nuevos métodos y ordenamientos haya_ sido
mos han querido,y si quierenpersistiren el errorde que mis opi.. siempre tan peligroso como la bús,qued~ de_aguas Y berras
desconocidas, en cuanto ellos estan mas d1sp~estos a de-
nioneslesresultengratas,no dejaréde seguircon el restodela his-
tona, segúnmi promesadelprincipio. VALETE. nostar que a elogiar las acciones de los ~tros, sm em~ar~o,
empujado por ese natural deseo que siempre ha existido
en mí de obrar sin temor alguno en aquellas c~s~s que
creo acarrean común beneficio para todos, he decidido to-
mar un camino que, por no haber sido recorrido todavía
por nadie, si me puede provoc~r fastidi?s y dificu!tades,
también puede darme el premio de qmenes consideren
humanamente la finalidad de estos mis trabajos . Y si el po-
bre ingenio, la escasa experiencia de las cosas presentes y
la débil noticia de las antiguas harán que este intento mío
sea defectuoso y de no mucha utilidad, por lo menos él
abrirá el camino a alguien que, con mayor virtud y mejo-
res argumento y juicio, podrá satisfacer esta intención mía
que, si no me proporcionará elogio, tampoco debería cau-
sarme mJunas.
Considerando entonces todo el honor que se atribu-
ye a la antigüedad, y cómo tantas veces, dejando de lado
otros infinitos ejemplos, un fragmento de una estatua an-
tigua ha sido comprado a alto precio, para tenerlo consi-
go, honrar la casa y lograr que lo imiten quienes de esa ar-
te se complacen , y cómo después éstos se esfuerzan con

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gran industria en representarlo en todas sus ob
servando por otro lado cómo las virtuosísimas ras, oh.
. . .
r
acq 0 "
que las histonas nos muestran, rea 1izadas por re· •les posible, como si el cielo, el sol, los elementos, los hom-
'bl' . l . tnos
pu icas anttguas, por os reyes, capitanes, ciudadano re. y bres, hubieran variado de movimiento, de orden y de po-
gisladores y otros que se han esforzado por su p t . s, le. tencia respecto de lo que eran antiguamente . ~eriendo
más rápidamente admiradas que imitadas, y aun ª ~a, son por lo tanto sacar a los hombres de este error, he conside-
huye de ellas en cada mínima cosa, ?asta el pu~t~a llno
nada nos ha quedado de aquella antigua virtud n
d:que
rado necesario escribir sobre todos esos libros de Tito Li-
vio, que no nos fueron sustraídos por la malignidad de los
tiempos, aquello que según los conocimientos de las anti-
evitar que ello a la vez me asombre y me duel;. yº PUedo
, en cuanto veo que, en las d i'fcerenc1as
. civiles mucho guas y modernas cosas consideraré necesario a su mayor
mas · comprensión, para que los lectores de estos mis comenta-
l . d d nacidas
entre os cm a anos, o en los males en que los h 0 b rios puedan extraer de ellos con mayor facilidad la utilidad
· m res
caen, siempre se recurre a aquellos remedios que h 'd que debe buscar el conocimiento de las historias. Y aun-
· d d an s1 0
Juzga os y or enados por los antiguos: porque las le . que esta empresa sea dificil, sin embargo, ayudado por
·¡ yes c1-
Vl es no son otra cosa que sentencias dadas por lo . quienes me han animado a tomar esta carga sobre mis
. . . s antt-
1
_ Junsconsu tos y que,
guos . .recogidas en códigos , les ense- hombros, creo llevarla de modo tal que a otro le quede
nan a nuestros actua 1es Junsconsultos cómo deben ·u breve camino para conducirla al lugar destinado.
-r b' , d' . 1 zgar.
1am 1en 1a me tema no es otra cosa que experiencia h _
cha por los antiguos médicos, sobre la cual fundan los m:_
dicos actuales sus juicios. Sin embargo, en el ordenamie~- I
to de las repúblicas, en el mantenimiento de los estados Cuáleshan sido universalmentelosprincipios de todas las
ciudadesy cuálfue el de Roma
en el gobierno de los reinos, en el ordenamiento de la mi~
li~ia y la administración de la guerra, en el juzgar a los súb-
Q.iienes lean cuál fue el principio de la ciudad de Ro-
ditos, en el acrecentamiento de los imperios, no se en- ma, y qué legisladores y qué ordenamiento tuvo, no se
cuentr~ príncipe o república que recurra a los ejemplos de asombrarán de que tal virtud se haya mantenido allí du-
los antiguos. Y creo que ello no se debe tanto a la debili- rante tantos siglos, y que, después, haya nacido de ella el
dad a que la religión actual ha llevado al mundo, o a ese imperio al que dicha república llegó. Y, discurriendo pri-
mal que un ambicioso ocio ha hecho a muchas provincias mero de su nacimiento, digo que todas las ciudades son
Y ciudades cristianas, cuanto al hecho de no tener verda- edificadas por los hombres nacidos en el lugar donde se
dero conocimiento de las historias, por no saber extraer de las edifica, o por forasteros. El primer caso sucede cuando
ellas al leerlas ese sentido, ni gustar de ellas ese sabor que a los habitantes dispersos en muchos y pequeños sitios no
tienen en sí mismas. De donde nace que infinitas personas les parece vivir seguros, porque cada uno de ellos, por el
que las leen, experimentan el placer de oír esa variedad de lugar y por el tamaño, no pueden resistir el ímpetu de
sucesos que ellas contienen, sin pensar para nada en imi- quien las asaltare, no haciendo a tiempo de unirse para su
defensa cuando el enemigo llega o, cuando lo hacen, les
tarlas, juzgando que la imitación no sólo es dificil sino im·
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convendría dejar abandonados muchos de sus redu
, . d . etas"
así, serían rap1da presa e esos enemigos, de modo t 1 ,, de Florencia (edificada por soldados ~e Sila o casualm~n-
para escapar a tales peligros, movidos por ellos mit qu,, t por habitantes de los montes de F1esole que, confian-
por algunos de mayor autoridad entre ellos, se limitarnos 0 ;ose en aquella larga paz nacida en el mundo bajo Octa-
si·d·ir Juntos
· en un 1ugar por e 11 os e leg1·dos, más córn
nare. iano se limitaron a vivir en la llanura sobre el Amo),
0
para vivir y más fácil de defender. do ;orq~e se construyó bajo el imperio romano, y tampoco
Entre ~uchos o~os, ése fu~ el caso de Atenas y de Ve. pudo en sus principios hac,er ?tros progresos que los con-
necia. La pnmera, baJo la autondad de Teseo fue edifi d cedidos por cortesia del pnncipe. .
. d. 1 . ca a
por. los h ª..b 1tantes 1spe~sos por as mismas razones. Ve. Son libres los fundadores de las crndades cuando al-
necia, habiendose reducido muchos pueblos a ciertas · . gunos pueblos, bajo un príncipe o por sí mismos, están
., . 1S11·
tas en e1extremo de1mar Ad natico, para escapar de aq obligados por enfermedad, hambre o gu~rra a ~bandon~r
Has guerras que nacían en Italia después de la decadenu~- el suelo patrio y a buscar nuevo asentamiento ; estos habi-
d el .rmpeno. dld ..
romano a causa e a vemmiento de nuev
c1a tan las ciudades que encuentran en los países que con-
bar' baros, sm. otro pnncipe
' . que 1os or denara en particulaos quistan, como hizo Moisés, o edifican ciudades nuev~s,
empezaron a vivir bajo aquellas leyes que les parecían m~ como hizo Enea. En este caso es donde se conoce la vir-
tud del fundador y la fortuna de lo fundado, que es más o
aptas a fin de mantenerse, cosa que les sucedió felizmen-
menos maravillosa, según sean más o menos virtuosos sus
te por la gran tranquilidad que les dio el lugar, por no te-
principios . Y la virtud se conoce por dos modos: el pri-
ner ese mar salida y porque los pueblos que afligían a Ita-
mero está en la elección del lugar, el otro en el ordena-
lia no tenía~ naves como ~ara atacarlos, de modo tal que, miento de las leyes. Y como los hombres actúan por ne-
de sus comienzos, por mas modestos que fueran, pudie- cesidad o por libre elección y, en este caso, se ve que hay
ron llegar a la grandeza en que se encuentran. mayor virtud donde la elección tiene menos autoridad,
En el segundo caso, vale decir cuando una ciudad es debe considerarse si no es mejor elegir lugares estériles pa-
edificada por forasteros, ella nace de hombres libres o de ra la fundación de las ciudades, a fin de que los hombres
hombres que dependen de otros, como sucede con las co- obligados a ingeniárselas, menos ocupados por el ocio, vi-
lonias enviadas por una república o por un príncipe a fin van más unidos, al tener por la pobreza del sitio menor ra-
de aligerar sus tierras de habitantes, o para defender aquel zón de discordias, tal como sucedió en Ragusa y en mu-
país en el que apenas conquistado quiere mantenerse con chas otras ciudades edificadas en lugares semejantes:
seguridad y sin costos: ciudades que el Pueblo romano elección que sin duda sería más sabia y más útil cuando
edificó en gran cantidad y por todo su imperio, o que bien los homk>resestuvieran contentos de vivir de lo suyo y no
le fueron edificadas no por un príncipe para vivir allí, sino quieran tratar de mandar a los otros. Por lo tanto, al no po-
para su gloria, como Alejandro con Alejandría.J Y, al no te- der los hombres asegurarse de otro modo que con el po-
ner estas ciudades un origen libre, raras veces sucede que der, es necesario escapar de esta esterilidad de la tierra, e
ha_ga~grandes progresos, y que puedan contarse entre las instalarse en lugares fertilísimos donde , por la feracidad
pnnc1pales del reino. Semejante a éstas fue la edificación del sitio, puedan extenderse y defenderse de quienes los

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asaltan, y someter a todo el que se opusiera a su
Y en cuanto a ese ocio · que 1es acarrearía el siti grand d e~t
denai:s~ qu~ l~s leyes ~bliguen como no obligaº~ ;~eor. que no lo había pensado, y entonces Alejandro se rió y de-
1
tamb1en a 1m1tar a quienes fueron sabios y hab· Itio. Y jando de lado aquel monte edificó Alejandría, donde los
, e , ·¡ ttaron habitantes estarían de buena gana por la riqueza de la tie-
p~ses am_en~s _Y1ert1es, apt~s para producir ho en
OCiosose mhab1l_es_ ~ara todo eJercicio virtuoso Illbr~ rra y por la comodidad del mar y dd Nilo. Y quien exa-
ra salvar los perJuic1os que la amenidad del Y,quhe,Pa- mine la edificación de Roma, si toma a Enea como su pri-
causa do me d 1ante. el ocio, . o bl'1garon a una n pa1s.d ahna . mer progenitor, verá que es de esas ciudades edificadas por
. . . . , eces1 ad d forasteros y, si toma como tal a Rómulo, verá que es de las
e1erc1c10a qmenes senan soldados, de modo t
ª 1que p e edificadas por los hombres nacidos en el lugar. Pero, de to-
d1.cho or denam1ento, · ·
se volvieron mejores sold d ' or
' 1 , dos modos, verá que tuvo origen libre, sin depender de na-
l
en os patses natura mente asperos y estéril ayos que die, y verá también, como diremos más adelante, a cuán-
ellos, estuvo el reino de los Egipcios donde a es. entre
, , pesar de s tas necesidades la obligaron las leyes hechas por Rómulo,
muy ameno e1 pats, tanto pudo esa necesidad d er Numa y los otros y, así, la fertilidad del lugar, la comodi-
por 1as 1eyes que en e'l nacieron . hombres exc 1or enada dad del mar, las continuas victorias y la grandeza del im-
. . e entes y ·
sus nom b res no hubieran sido destruidos por l . '..si perio, no pudieron corromperla durante siglos, y la man-
d ad , se vena , , , , a antigue.
como merecenan mas elogios que Al . d tuvieron plena de virtud tan grande como jamás ostentara
M ch
agno Y mu os otros de los cuales la memon·a t d .
eJan ro ninguna otra ciudad o república.
, fr y 1 h b.
e~ta esca. e que u iera considerado el reino de Sala-
o aV1a Y como los actos realizados por él y que Tito Livio
dino y la orden de los Mamelucos y su milicia ant d celebra fueron cumplidos por público o privado consejo,
.d , es e
que fuera d estrm a por el Gran Turco Selim I 4 h b , · dentro o fuera de la ciudad, empezaré a discurrir sobre
'l ch · · .
t o en e mu os eJerc1c1osentre los soldados y hab , vis- , a na aquellas cosas sucedidas dentro y por consejo público, a
·d , naco- las que juzgo dignas de mayor consideración, agregándo-
n?c1. o en los ~echos, cuánto temían el ocio a que la be-
rugmdad del pa1spod1a llevarlos, si no hubieran salvadoel les todo aquello que de ellas dependiera: Discursos con
problema con leyes severísimas. los cuales terminará este primer libro o bien esta primera
parte.
Digo, entonces, que es más prudente decisión esta·
blecers~ en lugar fértil, cuando esa fertilidad se restringe
en deb1d?s té_rminos con las leyes. A Alejandro Magno, 11
que qu_enaed1~c~r una ciudad para su gloria, se le acercó De cuántas especiesson las repúblicasy de cuálfue la
el arqmtecto Dmocrates, y le mostró cómo podía edificar· RepúblicaRomana
la s~bre el n:ionte Athos, lugar que, además de ser fuerte,
pod1a reducuse de modo tal que a esa ciudad se le daría Q!iiero dejar de lado el razonamiento sobre aquellas
fo~a humana, cosa que habría de ser maravillosa y rara, ciudades que han tenido su origen sometido a otros, y ha-
Y dign~ d_e_s~grandeza. Y cuando Alejandro le preguntó blaré de aquéllas que han tenido el origen lejos de toda
de que v1v1nan los habitantes, Dinócrates le respondió servidumbre exterior, pero que se han gobernado rápida-

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mente por propio albedrío, como repúblicas O co .
·d d.
cipados, y que han tem o, como 1snntos princi . · rno Pn n,
. . d . Ptos d.
tintas lefes _Y.d1stmtos o~ enam1entos. Porque a al , ts. Q!¡eriendo entonces discurrir sobre cuáles fueron los
en su pnnc1p10, o despues de no mucho tiempo &unas, ordenamientos de la ciudad de Roma y qué circunstancias
1
sido dadas las leyes por uno solo y de una sola v:z es hall la llevaron a su perfección, digo, como dicen algunos que
las que fueron dadas por Licurgo a los Espartanos , conio han escrito sobre las repúblicas, que en ellas hay tres go-
· · , Y Otr biernos, llamados por ellos Monarquía, Aristocracia y
las tuvteron por azar y en vanas veces, y de acuerd
O
as
circunstancias, como le sucedió a Roma . Desde lu a las Democracia, y que los que ordenan una ciudad deben in-
puede llamar feliz a aquella república donde surg·ego, se clinarse hacia uno de éstos, según les parece lo más apro-
. 1era u piado. Algunos otros, más sabios según la opinión de mu-
hombre tan prudente ~~e le propor~10ne leyes ordena n chos, opinan que los gobiernos son de seis clases: tres de
de modo que pueda vtvir con segundad bajo ellas . das ellos son pésimos , losotros tres son buenos en sí mismos,
ces1·da d de corregir· 1as, y se ve que Esparta las observsin, ne, ' pero tan fáciles de corromperse que también ellos llegan a
·
d e o ch oc1entos - · onias
anos sm corromperlas y sin tumult . ser perniciosos. Los buenos son los tres ya señalados arri-
. . o pe1l·
1 P 1
groso a guno. or o contrano, nene algún grado d · fc ba : los malos son los otros tres, de los cuales ellos depen-
licidad la ciudad que, no siendo trazada en un o:din e. den, y cada uno es tan semejante al que le es cercano que,
· d · . ena.
miento pru ente, necesita reorganizarse por sí mism . entonces, fácilmente saltan del uno al otro : porque el
de éstas, es todavía más infeliz la ciudad más alejad
d Y ' d ' ' 1 · d ' l ª
d yl
e
Principado fácilmente se convierte en tiranía, los Aristó-
cratas fácilmente se vuelven gobiernos de pocos, y la De-
or en. esta to av1a mas a eJa a aque la que con su
. , ' S OC·
den~m1entos, esta fuera del camino recto que puede con. mocracia sin dificultad se vuelve licenciosa. De tal modo,
duarla ~l pe1! cto y verdadero fin, porque a las que están si el organizador de una república ordena en una ciudad
7
en esa s1tua~1on les re~ulta casi imposible recomponerse uno de esos tres gobiernos, lo hace por poco tiempo, por-
por alguna c1rcunstanc1a. Las otras, que no tienen el orden que ningún remedio puede obligar a hacer que no se des-
lice en su contrario, a causa de la semejanza que en este ca-
perfecto, pero tienen el principio bueno y apto para vol·
so tienen la virtud y el vicio.
verse. meJores, .pueden volverse perfectas por la concu· Estas variaciones de gobiernos nacen por casualidad
rrenc1a de las circunstancias. Pero es bien cierto que nun· entre los hombres porque al principio del mundo los ha-
ca se ordenarán sin peligro, porque la mayoría de los bitantes eran pocos y vivieron dispersos un tiempo, a se-
hombres no se inclina nunca a una ley nueva que se refie· mejanza de las bestias; después, al multiplicar la genera-
re a un nuevo orden en la ciudad, si no se le demuestra ción, se agruparon y, para defenderse mejor, empezaron a
que, por necesidad, debe hacerlo y, como esta necesidad observar entre ellos quiénes eran los más fuertes y de ma-
no J:>uedellegar sin peligro , es fácil que esa república se yor coraje, y los hicieron jefes y les obedecieron. De ello
arrume antes de que sea conducida a un orden perfecto . nació el conocimiento de las cosas honestas y buenas,
De ello da fe plena la república de Florencia, que fue re- distintas de las perniciosas y malas, porque al ver que si
ordenada en el año dos por los sucesos de Arezzo, y de- alguien le hacía mal a su benefactor surgían odio y com-
sordenada en el doce por los de Prato. s pasión entre los hombres, denostando a los ingratos y

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[ 56]
honrando a los gratos, y pensando también qu ll
, .b. l c-. e e os rn·
mos po d 1an rec1 1r ta es orensas, a fin de esca ar is. jeres, ellos hiciera~ que un gobie~o democrát~c~ _secon-
mal se sometieron a hacer leyes y a ordena p ~e ese virtiera en un gobierno de pocos, sm respetar c1vil1dadal-
. I . l d 11' .
qmen as VIOara: e a 1 nació el conocimient 0 d 1 . s a
r castigo guna: de modo tal que, en breve tiempo, les pasó como al
· n , e a JU · tirano, porque la multitud, fastidiada con su gobierno, se
c1a. ror esa razon, cuando tenían que elegir d , sti-
, . .b d , ' . espues u hizo instrumento de todo el que se propusiera de algún
pnnc1pe,
, nod 1 an etras , .del mas valiente , sino d el que fu n modo ofender a esos gobernantes y, así, se levantó alguien
ramas pru ente y mas Justo. Pero como más ad I e-
, b l , . e ante se que, con su ayuda, los derribó. Y como la memoria del
empezo a nom rar a pnnc1pe por sucesión y no
·' · d· por elec príncipe y de las injurias de él recibidas estaba todavía fres-
cion, mme iatamente, los herederos comenzaron a de ·
ca, después de haber destruido el estado de los pocos, y no
nerar respecto
. de sus antepasados y' abandon an do ge- las queriendo rehacer el del príncipe, se volvieron hacia el Es-
o bras VIrtuosas, pensaban que los príncipes no d eb'1an ha- tado popular y lo organizaron de modo tal que ni la mi-
c~r.otra cosa qu~ superar a .los otro~ en suntuosidad y las- noría de poderosos ni un príncipe tuviera en él autoridad
civia y en cualqmer otra . calidad . licencia · De rn od o que
, de alguna. Y como al principio todos los gobiernos tienen al-
empezan do a ser , o.dd1ado el prmc1pe, y por ese motiv o a te-' gún prestigio, este Estado popular se mantuvo, un poco
mer,, pasan do rapi . amente
, del temor a las ofensas , nac1a , pero no mucho y, cuando se extinguió aquella generación
as1
· pronto
d una· tlrama . De allí nacieron
. . después los pnnc1-
· · que lo había organizado, rápidamente se llegó a la licen-
pios ,e s~ ruma y de las conspuac1ones y conjuras contra cia, y no se respetaba a los hombres privados y tampoco a
los p~mc1pes, no de parte de quienes eran tímidos O débi- los públicos, de modo que, viviendo cada uno a su mane-
les, sm? de parte de los que por generosidad, grandeza de ra, se hacían mil ofensas, hasta que, obligados por la ne-
alma, nqueza y nobleza s.uperaban a los otros y no podían cesidad o por sugerencia de algún hombre bueno, o para
sopo~ar la_de~honesta vida de ese príncipe. Entonces, la escapar a dicha licencia, se retomó al principado, y de él,
mulatud, sigmendo la autoridad de estos poderosos se ar· paso a paso, se retrocedió a la licencia, en los modos y por
maba contra el príncipe y, derribado el anterior, le~ obe- las razones dichas.
Y éste es el círculo en el cual girando todos los Esta-
decía como a sus liberadores. Y éstos, que recelaban hasta
dos se han gobernado y se gobiernan, pero raras veces
del ~ombre de un solo jefe, constituían por sí mismos un
vuelven a los mismos gobiernos, porque casi ningún Esta-
~obi:mo Y,al principio, teniendo bien presente la pasada
do puede tener tan larga vida como para pasar muchas ve-
tlrama, ~obernaban según las leyes por ellos promulgadas, ces por estas mutaciones y quedar en pie. Y bien sucede
pospomendo todo interés personal a la utilidad común, y que en sus crisis, un Estado, faltándote siempre consejos y
co_nservaban y gobernaban con suma diligencia las cosas fuerza, se vuelve súbdito de un Estado cercano mejor or-
pnv_a,dasY las ~úblicas. Transmitida después esta adminis- denado que él; pero si no fuera así, un Estado podría dar
trac1on a los h11os,que no conocían la variación de la for- vueltas infinito tiempo en estos gobiernos.
tuna! que nunca habían experimentado el mal, y que no Digo entonces que todas las formas citadas son pes-
~u~nan estar conformes a 1aigualdad civil, sino que se di- tíferas, por la brevedad de la vida de las tres buenas y por
ngian a la avaricia, la ambición y la usurpación de las mu-
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[ 58 J
la malignidad de las tres malas. De modo que los u
denan prudentemente leyes, han conocido este d e 0 r- Ít p que Rómulo y todos los otros Reyes hicieron muchas
huyen de tales formas en sí mismas, eligiendo e ecto Y
º~uenas leyes, conformes todavía al vivir libre, pero co-
· · b a d e to d as por Juzgarla
participa · más firme y ma' una que
. . s establ y O su finalidad fue fundar un reino y no una república,
en tanto una respeta a la otra, y ex.tsttendo así en _e, mando aquella ciudad quedó libre, les faltaban muchas
ma ciudad el Principado, la Aristocracia y el gob _unaIllis- ~~sas que era necesario ordenar en favor de la libertad, y
pu lar. terno Po-.
ue no habían sido ordenadas por ellos. Y, aunque sus re-
Entre aquellos que han merecido más elooios . q 1 . .
. . , 1· o· por d1 es perdieron el imperio por las razones y os motivos c1-
ch as constttuc1ones esta 1curgo, que ordenó de tal · rados, sin embargo, quienes los habían echado de inme-
sus l eyes en E sparta que, d ando su parte a los Rey lllodo
diato nombraron dos cónsules que quedaron en el lugar
1
,
Ari stocratas y al Pue bl o, construyó un estado ques, da os, del Rey, y llegaron a desterrar de ~º1?ª el nombre y ~o l_a
, d och . - . e uro
potestad real, de modo tal que, extstlendo en esa repubh-
mas e . oc1entos anos, con glona suya y tranquilidad
para la cmdad. Por el con~ario, a Solón, 6 que ordenó las ca los Cónsules y el Senado, venía a ser solamente una
leyes en Atenas, le suced10 que, por organizar alli' 1 mezcla de dos cualidades de las tres citadas, es decir del
. so a- Principado y de la Aristocracia. Solamente les quedaba ~ar
mente el Esta do popular, . lo hizo de
. tan breve vida que,
antes d e su m,uerte, vio nacer la tiranía de Pisístrato. Y, lugar al gobierno popular, así que, habiéndose vuelt~ 1~-
aunque despues de cuarenta años sus herederos fueron e _ solente la Nobleza romana por las razones que se diran
más abajo, el Pueblo se levantó contra ella, de modo que,
pulsados y Atenas volvió a la libertad, al retomar el Est:-
para no perderlo todo, se vieron obligados a conceder al
do popular según las órdenes de Solón, no se mantuvo
Pueblo su parte y, por otro lado, el Senado y los Cónsules
más de cien años, por más que se tomaran muchas medi-
quedaron con tanta autoridad que pudieron mant~ner su
das a ~n de so~tenerlo, no previstas por Salón, reprimien- posición en la república. Así fueron creados los Tnbunos
d~ la msolenc1a de los poderosos y la licencia del pueblo, de la plebe, después de cuya creación el gobierno de aque-
as1que, porque no las mezcló con el poder del Principado lla república llegó a ser más estable, al tener su parte las
y con el de la Aristocracia, Atenas vivió brevísimo tiempo tres cualidades citadas. Y tanto le fue favorable la fortuna
respecto de Esparta. que, aunque se pasara del gobierno de los Reyes y de los
Pero volvamos a Roma que, a pesar de no tener un Li- Aristócratas al Pueblo, en las mismas formas y por las mis-
curgo que la organizara en sus orígenes de modo tal que mas causas que se han dicho más arriba, sin embargo, nun-
pudiera vivir largo tiempo libre, sin embargo, fueron tan- ca se quitó toda la autoridad a las autoridades reales para
tos los hechos en ella sucedidos, a causa de la desunión en- dársela a los Aristócratas, y tampoco se le disminuyó la au-
tre la ~lebe y el Senado, que todo lo que no había hecho toridad en todo a los Aristócratas para dársela al Pueblo,
un _legisladorlo hizo el azar. Porque si Roma no fue favo- sino que permaneciendo mixta, hicieron una república
recida por la primera fortuna, sí lo fue por la segunda y, perfecta, perfección a la que se llegó por la desunión entre
~~nque su primer ordenamiento fue defectuoso, no lo ale- la Plebe y el Senado, como en los dos próximos capítulos
Jo del camino recto que podía conducirla a la perfección. demostraremos ampliamente.

[ 61 ]
[ 60]
III
Cuálesfueron los acontecimientosque en Roma hicier, c.alta la ley es urgentemente necesaria. Por eso,
costum b re 1' , , fi
creara los Tribunostk la plef e,.lo que hizo más Perfect:: ~m~ t los Tarquinos que con el temor poman reno a
, d
republtca la Nobleza, fue necesario pen~ar en un nuevo ?r en que
hiciera el mismo efecto prod~c1do por los Tarquu~os cuan-
Tal como demuestran todos los que han razonado do estaban vivos. Pero despues de mucha.s confusiones, al-
bre la vida civil, y tal como está llena de ejemplos toda~?" os y peligros de escándalos que nacieron entre la Ple-
b oro t . , d l T: .b
toria, a quien dispone una república y ordena leyes en el:S- b ey Nobleza, se llegó a la creac1on· eºdos n unos, para
la
le resulta necesario presuponer que todos los hombres soa, ridad de la Plebe, y fueron const1tu1 os con tantos h o-
segu ., , d. d.
malos, y que siempre usarán la malignidad de sus alrn~ es tanta reputac1on que despues pu 1eron me 1ar en-
nor Y . 1 . d 1 N
cada vez que tienen libre ocasión de hacerlo; y cuando al- tre la Plebe y el Senado, obviando la mso enc1a e os o-
guna malignidad permanece oculta un tiempo, procede de bles.
una razón oculta que, por no haberse visto experiencia de
lo contrario, no es conocida, pero después el tiempo, del
que dicen es padre de toda verdad, la hace descubrir . IV
Parece que en Roma, expulsados los Tarquinas, había
Cómola desuniónentrela Plebey del Senadoromano
volvió librey poderosaa esa república
entre la Plebe y el Senado una gran unión, y los Nobles ha-
bían depuesto aquella soberbia suya y se habían vuelto de
Yo no quiero dejar de discurrir sobre los tumultos que
ánimo popular, tolerables para cualquiera, por ínfimo que
hubo en Roma desde la muerte de los Tarquinos hasta la
fuera. Este engaño quedó oculto, y tampoco se vio la ra- creación de los Tribunos y, después, sobre algunas otras co-
zón mientras los Tarquinas vivieron, porque la Nobleza sas, contra la opinión de muchos que dicen que Roma fue
les temía, y también temía que la Plebe maltratada no se una república tumultuosa y llena de tal confusión que, si
les uniera y, entonces, se conducía humanamente con ella la buena fortuna y la virtud militar no hubieran superado
pero, en cuanto murieron los Tarquinos, los Nobles deja- sus defectos, habría sido inferior a toda otra república. No
ron de temer, y empezaron a escupir contra la Plebe otro puedo negar que la fortuna y la milicia no fueran causas
veneno que habían guardado en el pecho, y la ofendían de del imperio romano, pero ellos no advierten, creo, que
todos los modos que podían. Esto es testimonio de lo que donde hay una buena milicia, suele haber una buena orga-
he dicho arriba, que los hombres nunca actúan bien sino nización, y raras veces sucede también que allí no haya
por necesidad, pero donde hay amplia libertad de deci- buena fortuna. Pero vayamos a las otras particularidades de
sión, y se puede usar licencia, todo se llena rápidamente esa ciudad . Yo digo que quienes condenan los tumultos en-
de confusión y de desorden . Pero se dice que el hambre Y tre los Nobles y la Plebe atacan aquellas cosas que fueron
la pobreza vuelven ingeniosos a los hombres, y las leyes la primera causa de la libertad de Roma y consideran más
los hacen buenos. Y cuando algo marcha bien por sí mis- los ruidos y los bandos que de dichos tumultos nacían, y
ma sin la ley, ésta no es necesaria, pero cuando la buena no los buenos efectos que ellas producían; y tampoco con-

[ 62] [ 63]
sideran que en toda república hay dos humores distint
el del pueblo y el de los poderosos, y que todas las l os, sospechar que pueden llegar a ser oprimidos. Y cuando es-
favor de la libertad nacen de su desunión, tal como seres a tas opiniones fueran falsas, existiría el recurso de las pala-
de ver fácilmente que sucedía en Roma . Porque des~ Pue. bras; que aparezca algún hombre de bien que hablando les
Tarquinos hasta los Gracos,7 y fueron más de tres · e los demuestre cómo se engañan, porque los pueblos, como di-
ciento ce Tulio, aunque sean ignorantes , son capaces de verdad , y
años, los tumultos de Roma rara vez producían exilio s
rísimas veces sangre. Por lo tanto, no se pueden juz y ra. ceden fácilmente cuando un hombre digno de fe les dice
. . . . gar co- la verdad .
mo nocivos estos tumu 1tos, y tampoco dividida una ,
. ch . d·c repu. Por eso, debe censurarse más parcamente al gobierno
bl 1ca,que en mu o tiempo, por sus 11erencias, no .,
·1· ' ch d. · d d envio romano, y considerar que tantos buenos efectos, como
al ext 10 mas que a o o o 1ez cm a anos y mató a
, d. rnuy surgían de aquella república, no eran causados sino por
pocos, y aun a muy pocos con deno en mero. Tampo
óptimas razones . Y si los tumultos fueron la causa de la
puede tildar de desordenada a una república con algu:º se
creación de los Tribunos merecen sumo elogio porque,
' cua~ d o h ay tantos e1emp
zon, · l os d e virtud,
· porque ªlos
ra-
además de dar su parte a la administración popular, fueron
buenos eJemplos nacen de la buena educación, la bu constituidos en guardianes de la libertad romana, como se
educación de las buenas leyes y las buenas leyes de esose~~ demostrará en el próximo capítulo .
multos a los que muchos condenan con desconsideració
y, si alguien examina bien sus fines, no encontrará que h~
yan producido exilio o violencia alguna en desmedro d:J V
bien común, sino leyes y órdenes en beneficio de la liber- ¿Dónde con mayor seguridadse resguardala libertad, en
tad pública. Y si alguien dijera que los medios eran extra- elpueblo o en lospoderosos,y quiénestienen mayores
ordinarios y casi feroces, porque se ve al pueblo unido gri- motivospara provocar tumultos, el que quiereconquistar o
tando contra el Senado, al Senado contra el Pueblo, correr el que quieremantener?
tumultuosamente por las calles, cerrar las tiendas, alejarse
toda la plebe de Roma, cosas todas que espantan solamen· Entre las cosas más importantes organizadas por
te al que las lee, le digo que cada ciudad debe tener sus mo- quienes han constituido prudentemente una república,
dos con los cuales el pueblo pueda desahogar sus deseos,y apa~ecía la constitución de una garantía de la libertad, y
más en el caso de aquellas ciudades que, en los asuntos im- segun ella sea o no acertada durará más o menos el vivir
portantes, se quieren valer del pueblo y, entre ellas, la ciu- en libertad. Y como en toda república hay hombres pode-
rosos y pueblo, se ha dudado sobre cuáles manos resultan
dad de ~orna tenía este modo, y cuando el pueblo quería
la_smejores para darles esa vigilancia. Entre los Lacedemo-
consegutr una ley o no quería enrolarse para ir a la guerra
nios Y, en nuestros tiempos, entre los Venecianos ella ha
hacía alguna de las cosas citadas, y tanto que para aplacar·
sido confiada a manos de los Nobles, pero entre ' los Ro-
lo era necesario satisfacerlo por lo menos en parte . Y los manos fue puesta en manos de la Plebe.
deseo~ de los pueblos libres raras veces son perniciosos pa· Por lo tanto, es necesario examinar cuál de estas re-
ra la libertad, porque ellos surgen del estar oprimidos o de
[ 65]
[ 64 J
públicas tuvo mejor decisión. y si nos gu · ,
- iaramos p
zones, d eb e d ec1rse que fueron todas . or 1as"'
l 1 , pero SI e:x:arn 1·nanios
•cr
so amente os resultados, se elegiría a los N bl Marioy la ruina de Roma. Y realmente, a quien discurrie-
0
mantenido la libertad de Esparta y de y¡ . es, Por haber ra bien sobreuna y otra cosa, le podrían surgirdudas sobre
·d l enec1a con ,
ga VI a que a de Roma. y en cuanto a 1
., d . , as razon
tnaslar• cuál de ellos debe ser elegido como guardiánde dicha li-
nen orne pnmero al lado de los Romanos d. es, refi. bertad, sin saberqué humor humano es más nocivo en una
b e co 1ocar como guardias . a qUienes
. tienen
' igo que
se de. república : el que desea mantenerel honor ya conquistado,
. menosg
b d
a usar e una cosa. Y sm duda si observa anasde 0 el que desea conquistar lo que no tiene.
, mos 1os p , . En fin, quien examine todo sutilmente llegará a esta
tos de 1os nobles y de los que no son nobl ,ropas¡.
. es, se vera l conclusión: o tú razonas sobre una república que quiere
pruneros un gran deseo de dominio y en 1 en os
, os otros construir un imperio, como Roma, o sobre una república
d
mente eseo d e no ser dominados y en con . so1a-
. . . , secuencia a la que le basta con mantenerse en su estado. En el pri-
l
mayor vo unta d de v1v1r hbres, pudiendo abu d '_una
l 1.b erta d i:rienos que lo~ ~ode~osos. De tal modo, sar e d1ch mer caso, ella necesita hacer todo como Roma; en el se-
si el ª gundo, puede imitar a Venecia y a Esparta, por las razones
blo es asignado a la v1gilanc1a de la libertad p pue. dichas y como se dirá en el próximo capítulo.
bl 1 .d , , arece razo-
na e que a cu1 en mas, porque si no puede tom l 'l Pero para volver a discurrir de cuáles son los hombres
·· , 1 ar a e no
pemutlra que a tomen otros. Por otro lado quien d fi' más nocivos en una república, si son los que desean con-
de e1 or den espartano y veneciano . • e en.
dice que aquéll quistar, o los que temen perder lo conquistado, digo que,
.. . os que
ponen la v1g11anc1a en manos de los poderosos hace d habiendo sido nombrados Marco Menenio Dictador y
.e n os
o bras buenas: una, satlsracer más la ambición de quie Marco Fulvio Maestro de los caballeros, los dos plebeyos,
· . . ., nes
tienen mayor part1c1pac1on en la república por tener este para investigar ciertas conjuras que habían surgido en Ca-
bastón en las manos, y entonces tienen motivos para estar pua contra Roma, se les dio más autoridad de parte del
más conformes. La otra, es que despojan un cargo de au- pueblo para perseguir a quien en Roma, por ambición y
utilizando medios extraordinarios, se las ingeniara para
toridad de los ánimos inquietos de la plebe que, en una re-
llegar al consulado y a otros honores de la ciudad. Y al cre-
pública, son causa de infinitos disentimientos y escándalos
er la Nobleza que esa autoridad le era dada al Dictador
capaces de llevar a la Nobleza a cierta desesperación que,
contra ella, difundió por Roma que no eran los nobles
con el tiempo, produce malos efectos. Y dan como ejem- quienes buscaban los honores por ambición y medios ex-
plo a la misma Roma, donde los Tribunos de la plebe tení- traordinarios, sino los no nobles, que no confiados en la
an esta autoridad en las manos y no les bastó con un Cón· estirpe y en su virtud, buscaban llegar por vías extraordi-
sul plebeyo, y quisieron que fueran los dos. Entonces, narias a aquellos cargos, y acusaban particularmente al
también quisieron el Censor, el Pretor y todas las otrasdig- Dictador . Y fue tan fuerte esta acusación, que Menenio,
nidades del imperio de la ciudad, y no les alcanzó porque después de una asamblea y dolido por las calumnias de los
después, con el tiempo, empujados por el mismo furor, ~o~l~s, depuso la dictadura y se sometió al juicio que de
empezaron a adorar a aquellos hombres a quienes veían ca- el h1c1erael Pueblo y, después, vista su causa, fue absuel-
paces de derrotar a la Nobleza: de donde nació elpoder de to. Entonces, se discutió mucho de quién es más ambicio-

[ 67]
[ 66]
so, el que quiere mantener o el que quiere c ·
r, ·1 onquistar
que raci mente uno y otro apetito puede , Por.
. n ser cau - Senado que la gobernaba. Venecia no ha di-
gran d es tumultos. Sm embargo las más de l sa de un pequen 0 . 1 ·
, ~~~ vidido el gobierno con nombres pero, baJO un ap~ ª.tlvo,
tumu ltos son causados por quien posee po • estos
, rque el te todos aquellos que pueden encargarse de la admm1stra-
a perder genera en ellos los mismos deseos d . Inor ., se llaman Patricios: algo que fue . producto del azar
·
quieren ·
conqmstar, en cuanto los hombres no e quienes cion
.d d . parecen p , que de la prudencia de quien les dio las leyes, porque
seer con segun a 1o que tienen, si no conqui t d o. :~iéndose refugiado muchos habita~tes en aquellas la-
vo a lgo mas.
, Ad , s an e nu
emas, sucede que, al poseer mucho e-
gunas donde ahora se encuentra esa ciudad . por las razo-
den con mayor poder y mayor movimiento ,dpu~- nes ya dichas, cuando crecieron en tal cantidad que para
·
a 1teraciones.
y aun mas,
, sus incorrectas
· y ambicio
pro Uc1r
vivir juntos necesitaban tener leyes, ordenaron una f?rma
d uctas encien · d sas con
en en los pechos de quienes no pos d· de gobiernos y, reuniéndo~e a menudo en los cons_e}os,a
d een e-
seo e poseer, para vengarse de ellos despojándolos fin de deliberar sobre la cmdad, cuando le~ paree~~ que
. , opa.
ra po d er acce d er a l as nquezas y honores que ven rnaJ eran tantos como para ser suficientes a una vida pohtica, a
usados por los otros. todos aquellos otros que llegaban después para vivir allí,
les impidieron incorporarse a sus gobiernos y, con el
tiempo, en ese lugar, hubo muchos habitantes fuera del
VI gobierno y, para dar reputación a los que gobemab~n, los
Si en Roma sepodía ordenar un Estado que eliminaralas llamaron Patricios y, a los otros, Populares. Este tipo de
enemistadesentre el Puebloy el Senado gobierno pudo nacer y mantenerse sin tumulto porque,
cuando nació, todos los que vivían en Venecia fueron
afectados al gobierno y, así, nadie se podía quejar, pero los
Ya hemos discurrido sobre los efectos producidos por
que llegaron después para vivir allí, al encontrar el Estado
las controversias entre el Pueblo y el Senado. Pero corno
firme y acabado, no tenían motivo ni facilidad como para
ellas siguieron hasta el tiempo de los Gracos, cuando fue- provocar tumulto. Motivo para ello no tenían, porque no
ron causa de la ruina de la vida libre, alguien podría dese- se les había quitado nada; y tampoco facilidad, porque el
ar que Roma hubiera logrado esos grandes efectos sin que que gobernaba los tenía frenados, y no los utilizaba en co-
en ella existieran tales enemistades. Es por eso que me ha sas donde ellos pudieran asumir autoridad. Además, los
parecido digno de consideración ver si en Roma se ~odía que llegaron después a establecerse en Venecia no fueron
organizar un Estado que eliminara dichas controversias. Y muchos y en cantidad tal que haya existido desproporción
para examinar esto, es necesario recurrir a aquellas repú· entre los que gobernaban y los que eran gobernados, por-
blicas que, sin tantas enemistades y tumultos, fueron ~a~· ~ue el número de los Patricios era igual al de ellos o supe-
gamente libres, y ver qué Estado imperaba en ellas, Y s1el n?r, de modo que, por estas razones, Venecia pudo orga-
podía ser introducido en Roma. Como ejemplo, e~tre los mzar su Estado y mantenerlo unido.
antiguos está Esparta, y entre los modernos Venecia, esta· Esparta, como ya he dicho, al estar gobernada por un
dos que ya he mencionado antes. Esparta tuvo un Reycon Rey Y por un pequeño Senado,9 pudo mantenerse tan lar-

[ 69]
[ 68 J
r
go tiempo porque estaba poco poblada y h b'
. . h b. a la cerr d
cammo a quienes , u 1eran querido vivir en ell a yª o~
.,
b 1en porque respeto 1as leyes de Licurgo de
eliminaron todas las razones de tumulto'y a ?1ºd~tal que
d ' tan:i. t:
h b' debilitado todavía más, en cuanto impedí~
que se a;a la grandeza a que se arribó. De modo que, s1
que lle~ b' querido eliminar las causas de los tumultos,
· ·d 1 ·
vir um os argo tiempo. Porque Licurgo con
si pu ter
°n Vi, Rom~, uh1ebran' a eliminado sus posibilidades de engrande-
bl . , , . ld d d . sus 1eye tamb1en a ·¡
ta ec10 mas 1gua a e nquezas y menos iguald s es. . . y en todos los asuntos humanos se ve que, s1 o
cargos y, entonces, había igual pobreza y los baden los c1m1ento. .
. . ' Pe1 ey0 · bien nunca se puede borrar un mconve-
eran am b1c1ososporque los cargos de la ciudad s no exammamos ' · ·
. · ue surJ·aotro. Por lo tanto, s1 quteres un pue-
. d d se repartí mente sm q · · 1
an entre pocos cm a anos y se los tenía alejados de • so y armado para llegar a un gran 1mpeno, o
1 blo num ero d, . d ,
be, y tampoco los nobles, tratándolos mal les d.
, 1eronn
ªPle- haces d e m ºdo tal que nunca lo po ras maneJar espues a
ca deseo de tenerlos. Esto nació de los Reyes e un. to· si lo mantienes pequeño o desarmado para po-
· d o u b 1ca· d os en aquel principado y puspartanos tu gus . . . . 1 d
que, sien der manejarlo, si conqmstas temtonos no o pue es ~an-
medio de la Nobleza, no tenían mejor remedio pestosen tener, o e'l se vuelve tan vil que tú eres presa de cualqutera
d
. .d d
tener firme su d1gm a que mantener defendida d
ara sos- que te ataque y, por _lotanto, e? cada una de nu~stras e-
ofensa a la Plebe. Así, la Plebe no temía y no dese:~~~ cisiones ha de considerarse donde hay menos mconve-
poder y, por no tener poder y no temiendo tampo nientes y elegir el mejor partido, porque nunca se en-
·
1mpe d'1a 1a 1u.ch, a que h,ub.1era po d.ido sostener con la co,
N~se cuentra todo claro, todo sin sospechas. Podía entonces
bleza, y tamb1en la razon de todo tumulto, y pudieron . Roma a semejanza de Esparta nombrar un príncipe de por
tar largo tiempo ~~idos. Per_odos fueron las causas prin~~- vida y un Senado pequeño: pero si quería formar un gran
imperio como ella, no podía dejar que aumentara e! nú-
pales de esta umon: la pnmera, que los habitantes de
mero de sus ciudadanos. Por lo tanto, el Rey de por vida y
Esparta eran pocos y, por ese motivo, podían ser goberna-
el pequeño número del Senado la habrían beneficiado po-
dos por pocos. La segunda, que al no aceptar forasterosen
co en cuanto a la unión.
su república, no tenían posibilidad de corromperse O de
De modo que si alguien quisiera organizar una repú-
crecer tanto que resultara insoportable para los pocos que blica de nuevo, debería examinar si quiere que ella exten-
la gobernaban.
diera su dominio como Roma, o bien que se mantenga en
Considerando entonces todas estas cosas, se ve que estrechos límites. En el primer caso, es necesario organi-
los legisladores de Roma necesitaban hacer una de las dos zarla como Roma y dar lugar a tumultos y disentimientos
cosas si querían que Roma estuviera tranquila como lasCÍ· generales lo mejor que se pueda, porque sin gran cantidad
tadas repúblicas: no utilizar a la plebe en la guerra, como de hombres bien armados una república nunca podrá cre-
los Venecianos, o no abrir camino a los forasteros, como cer o, si crece, mantenerse. En el segundo caso, la puedes
los Espartanos. Y ellos no hicieron lo uno ni lo otro, y así organizar como Esparta o como Venecia pero, dado que
le dieron a la plebe fuerzas y argumentos e infinitas oca· extenderse es el veneno de repúblicas semejantes, el que
siones de provocar tumultos. Pero, cuando el Estado ro- las organiza debe prohibirles de todos los modos posibles
mano se tranquilizó, este inconveniente se prolongó, por· cualquier conquista, porque las conquistas fundadas en

[ 70] [ 71 ]
una república déb~I son su segura ruina, como les suced¡.
Esparta y a Venecia . Porque Espana , habiendo som . º 'I
tenderse y la necesidad la obli~ara a hacer lo, se lle~~uia
casi· tod a G recia,
· mostro· en e l mas
' 11gero
· incidente setido
d. •
:"eliminar sus fundamentos y a destruirla ráp1d2mcnte .
fundamento, después de la rebelión de Tebas caus ~ d,¡
Por otro lado, cuando el Cielo se le mostrara tan be~agno
Pelópidas, cuando se rebelaron las otras ciudadesª ª Por
pu' bl.1ca que d o' comp letamente arruma · da. De igual Y 1ª como para no obligarla a la ~erra, el ocao la volvena ,afe-
minada o dividida, cosas que Juntas, o cada una por s1so-
Venecia, habiendo ocupado gran parte de Italia y ~odo, la, serían motivo de su ruina. Por lo tanto, creo que c..tc
yor parte de ella no con la guerra sino con dine~o ª ma-
cia , en cuanto debió dar prueba de sus fuerzas pe ~tu. ¡. equilibrio es imposible, y tamp~o se pue~e ~antencr el
justo medio y entonces , al orgamzar la repubhca,. es nece-
do en una jomada. 1° Creería bien que para const r . to.
10
sario pensar en el partido más honorable y orgamzarla de
repu'blºica que durara 1argo tiempo· el modo seriaruir un
~
..
modo que, aun cuando la necesidad la indujera a en-
. . E . organ¡,
zar 1a en su mtenor como sparta o Venecia ubicar! grandecerse, ella pueda conservar lo que ha conquistado.
. . ' a en lu.
gar fuerte y de tal potencia que nadie creería pod . y para volver al primer razonamiento, creo que es nece-
. 1 , .d 1
mir a rap1 amente y, por otro ado, que no fue
er opn
· sario seguir el ordenamiento romano y no el de las otras
grande como p·ara que le parezca formidable a los v r~ tan repúblicas, porque no es posible encontrar un término
, d , 1 ecmos·
as1 po na gozar argamente su estado. Porque a una .' medio entre ambos. Y también fue necesario tolerar aque-
blica se le hace la guerra por dos razones: una , pararepul. vo. llas enemistades que nacieron entre el Pueblo y el Senado,
verse señ?r d e e_11a~ otra por temor a que te ocupe. El mo- tomándolas como un inconveniente necesario para llegar
do antedicho ehmma estas dos razones casi por compl t a la grandeza de los romanos. Porque, además de las razo-
porque, si la república es casi inexpugnable, como yo :u~ nes alegadas, donde se demuestra cómo la autoridad tri-
pongo, por estar bien organizada en su defensa, rarasv bunicia fue necesaria para resguardar la libertad, puede
ces sucederá, o nunca, que alguien pueda proponerse co:. considerarse fácilmente el bien que en las repúblicas pro-
quistarla. Y si ella se mantiene dentro de sus límites, y se voca la facultad de acusar, encomendada entre otros a los
Tribunos, como se dirá en el capítulo siguiente.
viera por experiencia que no tiene ambiciones, nunca su-
cederá que uno le haga la guerra por temor, y aun más en
el caso de que en ella alguna constitución o ley le prohi- VII
biera extenderse. Y sin duda alguna creo que, si de este Qué necesariasson las acusacionesen una Repúblicapara
modo se puede mantener el equilibrio, existiría una convi- mantenerlaen libertad
vencia verdaderamente civilizada y la verdadera tranquiJi.
dad de una ciudad. Pero, como todos los asuntos humanos A quienes en una ciudad han sido encargados de la
están siempre en movimiento, y no pueden permanec~r protección de su libertad, no se les puede dar autoridad
estables, es necesario que suban o que bajen, y la neces1· más útil y necesaria que la de poder acusar a los ciudada-
dad te lleva a muchas cosas a que la razón no te indu~c. nos ante el pueblo o ante cualquier magistrado o consejo,
Así, si una república está organizada para mantenerse sl.D cuando pecaran en algo contra la libertad pública. Este or-

[ 73 ]
[ 72]
den produce dos efectos utilísimo
·
P nmer .e s para una , .
erecto es que los ciudadanos . repubhca.FJ
contra el.E~tado Pº! temor a ser acusad:; m~ent.an cosas Porque si un ciudadano es sancionado normalmente ,
son repnm1dos de mmediat . . Y,s1lo tntent aunque le hagan daño, se si~e p~co o ningún .desorden
El o y sm cons1de . ' an, en la república, en tanto la eJecuc16n se hace sm fuerzas
otro efecto es que se permite de h rac1on alguna.
q .ue d e a lgun
' sa ogar esos h privadas y sin ~erzas forasteras, que son las qu~ destruye~
modo crecen en las ciudade umores, el vivir libre, smo que se hace con fuerzas y ordenes pu-
cmdadano. y cuando estos humores . s, contra todo
blicas, en sus límites precisos, y que no trascienden a na-
sahogarse normalmente lo hacen porno. tienen dónde d~
' v1as extr d' da que arruine a la república . Y para corroborar esta opi-
que d estruyen a toda una república E t aor Inarias nión con los ejemplos, quiero que de los antiguos me
d a capaz d e hacer a una república tan· n onces no h
fi ' aylla- alcance éste de Coriolano, sobre el cual cada uno ha de
mo orga~izarla de modo que la alteració~~: ro:S~~]e
Co,. pensar cuánto mal le habría causado a la república roma-
que la agitan tenga una salida ordenada po l l mores na si él hubiera muerto tumultuosamente, porque del he-
r as eyes Co-
sa que se pue d e demostrar con muchos eJ·em l . cho hubiera nacido la ofensa de privados a privados, ofen-
. l l . . p os y espe- sa que genera miedo, y el miedo busca defensa, y para la
cia mente, con o que dice Tito Livio de Coriolano ;1d
de se afirma que, al estar irritada la Nobleza , on- defensa se consiguen partidarios, y de los partidarios na-
romana cen las facciones en las ciudades, y de las facciones su rui-
contra 1a P lebe, porque le parecía que ella tenía d ·
d a a~ton .d a d con la creac1on
., emas1a
de los Tribunos, que la de-
- na. Pero al gobernarse el asunto a través de quien tenía au-
toridad para ello, se evitaron todos aquellos males que
f~ndian, y al es~ar Roma, como sucedía, en gran escasezde podían nacer de él en caso de manejarlo con autoridad
vituallas, y habiendo enviado el Senado por granos a Sici - privada.
lia, Coriolano, enemigo de la facción popular, aconsejó En nuestros tiempos, nosotros hemos visto qué le ha
que había llegado el momento de castigar a la Plebe y de sucedido a la república de Florencia por el hecho de que
quitarle aquella autoridad que se había arrogado en per· la multitud no haya podido desahogar su ánimo normal-
juicio de la Nobleza, manteniéndola hambrienta y no dis- mente contra uno de sus ciudadanos, como acaeció en
tribuyéndole el trigo . Pero cuando dicha sentencia llegóa tiempos de Francesco Valori, 12 que era prácticamente el
oídos del Pueblo, fue tal su indignación contra Coriolano príncipe de la ciudad y que siendo juzgado por muchos
que, a su salida del Senado, lo habrían matado tumultuo- como ambicioso y como un hombre que con su audacia y
samente, si los Tribunos no lo hubieran citado a compa- su temeridad quería trascender la vida civil, no hubo en la
recer en defensa de su causa . Este incidente ilustra lo que república modo de resistirle sino con un grupo contrario
al suyo. Entonces, sucedió que por no temer él sino los
fue dicho antes, en cuanto a lo útil y necesario de que las
modos extraordinarios, empezó a conseguir partidarios
repúblicas prevean con sus leyes la posibilidad ~e desah~
que lo defendieran, y como quienes se le oponían no te-
gar la ira que siente la generalidad contra un ciudadano. nían vías ordinarias para enfrentarlo, y entonces pensaron
· normales set.re-
p orque cuando no existen estos recursos • en las extraordinarias, hasta que se llegó a las armas. Si hu-
. .
curre a los extraordmanos y, sm u a, es
. d d ' tos causan e1ec
biera sido posible oponérsele por las vías legales, su auto-
tos mucho peores que los otros.
[ 75]
( 74]
. ·do so' lo en su perjuicio pero , al te-
b · extmgu1
ridad se h a r:1ª , '"' traordinarias, el daño fue no sola- llos tiempos nobilísima , vio lada una herm ana d A
ner que seguir las . v1asex uchos otros no bl es cm . d acianos · 1.1 1 d
por un L~cumon, a n o po er vengar se Arunte por el po-
e runte
·1 para m ·
mente para e , sm 0 · , n anterior podría alegarse tarn- der del v10lador se fue a buscar a los France ses, 15 que en-
d la conc 1usio . . . .
En sustento e d.d Florencia con P1ero Sodenni,11 tonces remaban . , en ese lugar hoy llamado Lomb ard 1a, ' y
bién el hecho suce 1 o e~que en esa república no había los convenc10 para que tomasen las armas contra ch · ·
que se dio solamente p~ones contra la ambición de los , d l , 1US1,
de acusac1 , . demostran o es como con su mediación podían ven l
e ·b ·d . garo
mo d o a lgun O Es que en una repubhca no basta de la orensa rec1 1 a y, s1 Arun~e hubiera visto que podía
. d d os poderosos. .
cm a an d so ante ocho Jueces: es necesario vengarse con las normas de la cmdad, no hubiera buscado
un po ero .
con acusarª hos porque los pocos siempre ac- a las fuerza s bárbaras. Pero, así como estas acusaciones so
·ueces sean mue , . h bº
que 1os J os De modo que, s1 u 1eran exis- útiles en una repúbli ca, también son inútiles y dañinas la:
, gusto de 1os poc . b , calumnias , como se demostrará en el próximo capítulo .
tuan a d 1 ciudadanos lo ha nan acusado por
·d tales mo os, os · l ·, ·
tI O medi·o, sin hacer venir a eJerc1to espa-
J y por ese . .
ob rar ma, d h gado su ánimo; o s1 no hubiera actua-
- I habnan esa o 1 . VIII
no' d. habría atrevido a enfrentar o por miedo a
do mal na ie se h b , Las acusaciones s_o'!tan útiles para la República como
' d llos y así de todas las partes a na cesado el
ser acusa os e • ' , permczosas son las calumnias
. fue motivo del escandalo.
apetito que os conclmr· d ic1en
· · d o: ca d a vez que
Entonces, Podem A pe sar de que la virtud de Furio Camilo, después de
fuerzas extranjeras son llamadas por una parte de los hom- liberar a Roma de la opresión de los Franceses, había con-
·ven en la ciudad puede creerse que la causa es
bres que Vl ' , seguido que todos los ciudadanos romanos lo apreciaran
1 rdenamiento, en cuyo cuculo no hay modos que y, sin sentir por ello mengua en su reputación o calidad,
suma o d. . d. .
permitan desahogar sin proce 1m1entos extraor manos sin embargo , Manlio Capitalino no podía soportar que se
los humores malignos que nacen en los homb~es , cosa que le atribuyeran tanto honor y tanta gloria en cuanto pen-
se evitaría por completo enviand_~ la_sacusac1o~es a mu- saba que él, por haber salvado el Campidoglio , merecía
chos jueces, y otorgándoles tamb1en 1mp~rtanc1a. ~n Ro- en relación a la salvación de Roma tanto como Camilo, y
ma, estos procedimientos estuvieron tan bien orgamzados que , respecto de las otras hazañas bélicas, tampoco le era
que, en tantas disputas entre la Plebe y el S~nado, nunca inferior. De modo que lleno de envidia, y no pudiendo
el Senado, la Plebe o algún ciudadano particular se pro- reposar por la gloria del otro, al ver que no podía sembrar
puso valerse de fuerzas exteriores , porque teniendo el re- la discordia entre los Padres, se volvió hacia la Plebe, sem-
medio en la propia casa no necesitaban ir a buscarlo afue- br-ando en su seno siniestras opiniones . Entre otras cosas
ra. Y aunque los ejemplos citados hayan sido suficientes decía que el tesoro, reunido entre todos para entregarlo a
pard probarlo , sin embargo, quiero seti.alar otro , reprodu- los Franceses y después no entregado, había sido usurpa-
cido por Tito Livio en su historia. cuando refiere que, ha- do por ciudadanos particulares y que, en caso de ser re-
biendo estado en Chiusi , ciudad de la Toscana , por aque- cuperado , podía emplearlo en utilidad pública, aligeran-

[ 77]
[ 76 ]
.b de alguna deuda privada. Est
1 L- de tn uto s O >I b d as
do 3 la Pe~ - . mucho en la l e e, e m o do t
Percuueron . l a1 organizado r de una Repúb lica debe prever que en ella se
Palabras re . a rener ce 0 y a organtzar ¿· po r ore en suya "
, l a- pu eda acusar a cualqui er ciudada no sin temor algu no 0
q ue empezo 1 ·udad cosa que isgusto a Senad
Iros en a c1 ' ¡· , o, sin nin gu na co nt emp lació n y, luego, escrupul osa mente
rios winu . . dole que a ¡ situ ación era pe
. 1grosa. este
.. nornbr. o observado esto , debe castigar dur ame nte a los calumnia-
Y parec1en .
. dO rlbpara q
ue hiciera una mvest1gac1on y fren
d . d. a- dores, que no podrán quejarse cuan do sean castigados, en
un Dicta
¡-1 fue en
tonces cuando, e mme 1ato, el 1· n e- cuanto había sitios abi ertos para que ellos pudier an hacer
ra a Man .º~comparecer y se encontr~r0n ante el públi. oír las acusaciones que iban difundiendo calumniosa-
tador lo hiz l Dictador en medio de los Nobles mente por los portales. Y, cuando esta cuestión no está de-
a frente, e . ·c1· ,Y
fr
co, ente d. d la Plebe. Y a Man 110 1e p1 1eron qu bidamente or ganiz ada, siempre seguirán grandes desórde-
10
. en me b eel tesoro del que e'l l1abl a b a, porquee
Manl10 nes, porqu e las calumnias irrit an a los ciudadanos y no los
· de esta a
dijera don b t n deseoso de saberlo como lo estaba la castigan, y los irritados piensan en vengarse, odiando más
do esta a a d, d .
elSena lo que Manlio no respon 1a na a en particular . , que temiendo los cargos que contra ellos se dicen.
Pe1 be, a ·vas decía que no er a necesano decir- Ya he di cho qu e esta cuestión estaba bien organiza-
. e con evas1 ' . d
sino qu ' d bían entonces el Dicta or lo hizo en. da en Roma, pero siempre estuvo mal organizada en
les lo que to os sa ' nuestra ciudad de Florencia . Y así como en Roma el or-
carcelar. . plo se ve con claridad qué detestables denamiento hizo mucho bien , en Florencia este desor-
En este e1em l"b I . den hizo mucho mal. Y quien lea las historias de esta ciu-
· sen las ciudades 1 res y en cua quier otro
1
las ca umma I dad, verá cuántas calumnias hubo en todo tiempo contra
son d . . y cómo para frenarlas, resu ta necesario
modo e v1v1r, ' . ·, los ciudadanos empeñados en sus asuntos importantes.
edios a mano sm excepc1on a 1guna. y
mplear todos 1oS m · De alguien decían que había robado los dineros de la Co-
e · modo de eliminar las calummas que abrir
no hay me1or . e muna ; de otro, que no había concretado una empresa
l Sacl ·ones porque las acusac10nes iavorecen a
paso a as acu ' . . l · por haber sido corrompido, y de algún otro que, por su
la República tanto como la _Penud~can las ca um~uas. Y en- ambición, había causado tales o cuales perjuicios . De ello
tre unas y otras hay una diferencia: las cal~mn1as no ne- surgía que nacieran odios por todas partes. Y entonces se
·t n testigos ni ninguna otra prueba particular para de- producían divisiones, y de las divisiones facciones, y de
ces1a . d l .
mostrarlas, de modo tal que cualqmera pue e ca u~mar y las facciones la ruina. Si en Florencia hubiera existido un
cualquiera puede ser calumniado ~ero, en c~mb10, no procedimiento para la acusación a los ciudadanos y para
puede seracusado, porque las acusac10nes requieren prue- castigar a los calumniadores, no habrían sucedido los es-
bas verdaderas y circunstancias que demuestren la verdad cándalos que siguieron: porque estos ciudadanos, con-
de 1aacusación. Los hombres son acusados ante los ma- denados o absueltos, no habrían podido perjudicar a la
gistrados, los pueblos o los consejos; en can1bio, son ca- ciudad, y habrían sido acusados mucho menos de lo que
lumniadosen lasplazas y en los portales. Se utiliz a más la habrían sido calumniados porque , como he dicho antes,
calumnia donde se utiliza menos Ja acusación, y donde las no es tan fácil acusar como calumniar. Estas calumnias,
ciudades están menos organizadas para preverlas . Pero el que son algunos de los medios de que se han servido cier-

[ 79 ]
l 78 1
tos ciudadanos para engrandecerse, dirigiéndol
dadanos poderosos y opuestos a sus apetitos, ha:s a ci1.1,
cho por ellos, porque tomado el partido del p en lll1.1, IX
· ·, , Uebl
confirmando la mala opmion que a este le rnere o, }' Cómo es necesario que sea uno solo quien orxanice una
. . cen aq
Uos ciudadanos, conquistaron su amistad. y au lle, república de nuevo o quien [a reforme totalmente fuera de
pueden aducir muchos ejemplos, me conf~rrn n~ue se sus anllguos usos
uno solo. Se trata del ejército florentino que estab are con
pado en Lucca, comandado por ;°1esser Giovann: ~ª~- Alguien podrá pensar que me he adentrado demasia-
ciardini, 17 que estaba al frente de el. Su mal proced Uic. do en la historia romana sin mencionar todavía a ninguno
. . d . eros de los organizadores de esa república y tampoco las reglas
mala fortuna qms1eron que no se pro UJera la con . ll
relativas a la religión o a la milicia. Entonces, para no man-
de la ciudad. De todos modos, sin embargo, rness q~~ta
tener en suspenso los ánimos de quienes quieren saber al-
vanni fue culpado del hecho, diciéndose que hab:r .10-
. 1 . 1a Std gunas cosas sobre estos asuntos, empezaré diciendo que,
corrompido por los de Lucca, ca umrna que, al ser f 0 seguramente, muchos consideran como un mal ejemplo
recicla por sus enemigos, lo llevó casi a la extrema d avo. que el fundador de un orden civil como fue Rómulo, al
., y . .fi . eses-
perac1on. aunque para 1ust1 1carse se pusiera en rn
. , , anos principio haya matado a un hermano, consintiendo des-
d e 1e apitan, nunca 1o 1ogro, porque en esa Repúblic pués la muerte de Tito Tacio Sabino, por él elegido como
. 1 ..
había me d 10s que o perm1t1eran.
y d e e 1lo nació un ga no su compañero en el reino , en el juicio de que sus ciudada-
. 1 . d
enoJo entre os amigos e messer
e·1ovanni que, en ran su nos, por ambición o por deseo de poder, y con la autori-
mayor parte, eran hombres poderosos, y también ent dad de su príncipe, pudieran ofender a quienes se opusie-
los que querían novedades en Florencia. Y la cosa, jun:e ran a su autoridad. Opinión ésta que parecería verdadera,
. ., o
a otras razones semeJantes, tanto erecto que fue la caus sí no se consideraran los propósitos que lo indujeron a co-
de la ruina de la república. ª meter dicho homicidio .
Y debe tomarse por regla general que, nunca o raras
Manlio Capitalino era entonces calumniador y no
veces, sucede que alguna república o algún reino hayan si-
acusador, y los Romanos demostraron justamente en este
do organizados bien desde el principio, o reformados to-
caso cómo se debe castigar a los calumniadores. Porque se
talmente de nuevo fuera de los usos antiguos, si no son or-
los debe convertir en acusadores y, cuando la acusación se
ganizados por uno solo. Aun más, es necesario que sea uno
compruebe como verdadera, premiarlos o no castigarlos, solo quien proporcione el método y de cuya mente depen-
pero cuando no se la compruebe verdadera, castigarlos co- da todo ordenamiento semejante. Por eso, el organizador
mo fue castigado Manlio. prudente de una república, que quiera beneficiar el bien co-
mún y no a sí mismo, y tampoco a su sucesión sino a lapa-
tria común, debe ingeniarse para tener la autoridad por sí
solo, de modo que nunca un entendido en tales cosas le re-
prochará alguna acción extraordinaria que empleara para
organizar un reino o constituir una república . Sucede que,

[ 801 [ 81 ]
l efecto lo excuse, y cu ando el
l hecho. e . ef~
· lo l CU~,\
e d Ró mulo s,en,pre 1o excusará. p ttc:)
~1 . O el e ., d b Ot
es bueno co n, .oknto en la dcstrucoon e e ser repr qllt ch o de }ub er e atrib uid o una .rnt o n<l.1c.l,pudi ero n redac-
todo d que es V1 ue es violento para con1p o ner. y ta~b _ti¡, tar leyes respe cto d el bien co mún, pero q ui ero d c¡a rlo~ de
do pero no el q virtuoso, de modo que no deje i¿ll lado, p o r se r al go s:1bido. Adu c iría soLunentc u no , n o tan
debe ser prudente ~oridad que ha conseguido, Porq en h~ . célebr e p ero digno d e se r co n siderado po r quienes dc~ca-
rcncia a otr~ la ª~ inclinados al mal que al bien y lle lcis ran ser legisladores de bue n as leyes . Se trata de Agis , 111 rey
hombres estan ma~e usar ambiciosamente lo que vi entall., d e Esp arta, que quería llev a r d e nu evo a los Esp a rtanos
ces su sucesor _pdue mpleado por él. Además, si uno rtuasa. d entr o de los término s en que las leyes de Licur go los ha-
b'a s1 o e d es ap b ían en cerrado, p o r parecerle que su ciudad h abía perdido
mente ha ~ 1 organizado no pue e durar mucho . tci
rganizar, o d d . t1e"' mucho de aq u ella antigua virtud y, por lo ta nt o , fuerza e
para o ~ · bre las espal as e uno so 1o, sino cu ·•1• imperio, en cuant o se habían de sviado ~e ellos y, enton-
ando cae so h and
po cu fi d al cuidado de mue os, y a muchos 1 . Cl ces, fue muerto en su s principios por los Ef o ros espartanos
d con a o , h es in.
que a lo. Porque, as1 como mue os no pued · como hombre que qu ería convertirse en tirano. Pero,
se mantener d. . . . en or
tcre_ a porque las 1st1ntas op1n1ones qu h · cuando le sucedió en el reino Cleómenes, 19 a quien le sur-
zar una cos ' , b e ay
gan1 ellos les impiden conocer qu,e es ueno, una Vez u gió el mismo de seo a causa de los recuerdos y escritos que
enttefu blecido no se avendran a apartarse de ell q ~ de Agis había hallado, y donde se veía cuáles eran sus ra-
esto .e esta es de aquellos que en la muerte d el hennº· l zones y sus prop ósi tos, creyó que no podía hacer este bien
que Romu 1o h. ano
ompañero merece excusa~ y que 1o izo por el bie a su patria si no se convertía en el único con autoridad
y d ec1 . ., d n
, por ambic1on propia, es a 1go emostrado p porque la ambici ó n de los hombres, según él, no le per-
comun y n 0 . S or mitía ser útil a muchos contra el deseo de pocos. Enton -
el hecho de organizar inmed1atam~n~e un enad? para to.
eJ·os de él y con cuyas op1n1ones to mana decisio. ces, cuando lo cre yó conveniente, hizo matar a todos los
mar co ns .d d R, l Éforos y a todos los que se le podían oponer y de spués res-
si ,·uzgamos bien la auton a que omu o se reser-
nes. Y , 1 tauró por completo las leyes de Licurgo. Fue una deci sión
, veremos que no solamente se rese~o e mando de los que podía hacer resucitar a Esparta, y darle a Cleómenes
v~,
e1erc1 ·tos , en caso de decidir la guerra, sino b, también , la con- la reputación que había tenido Licurgo, de no surgir la po-
vocatoria del Senado. Ello se compro o despues, cuando tencia de los Macedonios y la debilidad de las otras repú-
Roma se vio libre por la expulsión de los Tarquinas, y los blicas griegas. Porque, después de tal restauración, fue ata-
Romanos no hicieron innovación alguna en el orden anti- cado por los Macedonios y, encontrándose en sí mismo
guo sino que, en lugar de un Rey perpetuo, hubiera dos inferior de fuerzas, y no teniendo a quién recurrir, fue ven-
Cónsules anuales. Esto es un test1mon10 de que todos los cido, y aquel proyecto suyo, aunque justo y laudable, que-
ordenamientos primeros de la ciudad fueron más confor- dó inacabado.
mes a una vida civil y libre que a una absoluta y tiránica. Considerando entonces todas estas cosas, concluyo
En sustento de las cosas citadas, se podrían dar infi· diciendo que para organizar una república es necesario es-
nitos ejemplos, como los de Moisés, Licurgo, Salón y tar solo en el poder, y que Rómulo merece excusa y no re-
otros fundadores de reinos y de repúblicas que, por el he· proches por la muerte de Remo y de Tito Tacio.

[ 83]
[ 82]
X
. d laudables los fundadores de una repriht
T,mtn tunar e .. ¡1 l d . t cq
' dt 1m remo,
· cuanto de v rtupcra 'J1f J os e una tzraní a h ;rn co nv crticJo en pr ínc1pc<i, <;1 lcycr.'\n l.t <; hi <;t o ri :p¡ e hi -
0
cieran aco pi o de l;is memo ria<;de la<;CO<.::t
. . l . . <;ant1 ~u:i-.. no
Entre todos los h<:>mbres di g.nos de elogio, los qlle qu1s1eran, os p rivados v1v1ren su patria e ¡
. . o rno os b~c,-
. ,,.cen son quienes han p1ones y no como los Cesares, y qu icnc:1;son ·
mas 1o roer... , sido
. cabezas y o rga niz a-
-li giones. Despues vienen 1os que h an fu ma· s b 1.en co mo ¡os A gestlaos,·
los T1molco n,. pnn ¡ c1pc
l)
s'
dores d e l.1s r... , d 11 n- . .
ne s, y n o como los Nab1s, Falaris y Dioni sias 20 y
'- 'i Y O<; 10-
.
d , bli·cas O reinos. Y despues e e os son célebr . . , · venan
da o repu . d . es qu e esto s son suma ment e vituperados y aquéllo
. h n ampliado su remo o el e la patna, a la cab . d s excesi-
quienes a . , l h b . e- vame nt e elo?ta os. Verían t.ambién que Tim oleón y los
za de los ejércitos. A estos se agregan os om re s literatos
o~r?s no tuvi.eron en su patna menos autoridad que Dio-
que , por Ser de varias clases, son celebrados h cada uno s......
m sio y Falaris, pero venan que, en cambio, largame t
gún su calidad . ~ cualquier~ de los ot~os omb~es, y su .
tuvieron mas, segun.d ad . ne,
, ero es infinito, se le atnbuye un cierto elo gio, dado
num l . . Y que nad ie se engañe por la gloria de César, al oír
por su arte y por su oficio. Por o con~ari°, so~ i_nfames y cói:no lo celeb_ran, e~pecialmente los escritores, porque
detestables los hombres destru~to~es e as r_e igiones, di- quienes lo elogian estan corrompidos por su fortuna y ate-
sipadores de los reinos y las repubhcas, enemigos de la vir- morizado s po.r la grandeza del imperio . Porque César, am-
tud, de las letras y de toda otra arte que a~arre ,e utilidad y parándose baJo su nombre, no permitía que los escritores
honor al género humano, como son los impios, los vio- hablaran libremente de él. Pero, si alguien quiere saber
lentos, los ignorantes, los ineptos, l<?sociosos, los viles. y qué decían los escritores libres, debe ver cuanto dicen de
nadie será nunca tan loco o tan sabio, tan malvado o tan Catilina. Y es tanto más censurable César, porque merece
bueno que, si se le propone elegir entre las dos calidades más reproches el que ha hecho un mal, y no el que ha que-
de hombres, no alabe la digna de alabanza y no censure la rido hacerlo. Y que vea también con cuantos elogios cele-
que es digna de censura. Sin embargo, después, casi todos, bran a Bruto porque, no pudiendo censurar a aquél por su
engañados por un falso bien o por una falsa gloria, se de- potencia, celebran a su enemigo.
jan arrastrar voluntariamente o por ignorancia a todo Y el que se ha convertido en príncipe en una repú-
blica, debe considerar cuánta alabanza merecieron, cuan-
cuanto merece más censura que alabanza. Y pudiendo
do Roma se convirtió en Imperio, aquellos emperadores
fundar con perpetuo honor suyo una república o un rei-
que vivieron bajo las leyes y como buenos príncipes, y no
no, se vuelven a la tiranía, sin advertir cuánta fama, cuán-
aquellos que hicieron lo contrario, y verá cómo Tito , Ner-
ta gloria, cuánto honor, seguridad y tranquilidad, con sa- va, Trajano, Adriano, Antonino y Marco no necesitaban
tisfacción del alma, dejan de lado por tomar este partido, los soldados pretorianos ni la multitud de las legiones pa-
y en cuánta infamia, vituperio, censura, peligro e inquie- ra defenderlos. Porque sus hábitos, la benevolencia del
tud incurren. pueblo y el amor del Senado los defendían . Y verá tam-
Es imposible que quienes viven privadamente en bién cómo a Calígula, Nerón, Vitelio y tantos otros ne-
una república, o los que, por la fortuna o por la virtud, se fastos emperadores, no les alcanzaron los ejércitos orien-

[ 84 ] [ 85]
:ilv.trlos de aqu e llo e n e mi gos
Jcn t de( p.1r.1 . d
uk , v 1
• bre v su perversa v 1 .1 les habí. n o de rc vc rc n n. 1 y de 1~lo n .1 e l prÍn < tp <". de .tt no r y de '.C ·
,h ·.1eL1co rum , . b. .
qut . u m. , n a de estos tu era 1c n analizada ~urid. ,d loe: pu eb lo<.. Y. <ii . in .d1/ .f clc-~pu é<;min 1Jc ior,,uncn -
do \ ,q 1,t 111 to . . . .
.tn ~cncr .1 · · - a,, z:1 p.tra cu a lqu ie r pnn c 1pe al te los ti emp os de lo <. o tr o<; cmpcr .,d o rc\, los vcr.i ;itr oc.c\
bu c n .t e n e n • '
s<"n.t u n .1 . d la glo ria O d e la ce n sur a, y de su p o r las gucr r ,1<., d1<.co rdc<i p o r L1,; <iccl1c 1on c<; y. en la piz y
les el camin o e ~ . . ,.
m o . tr.H Porq ue d e ve mt1se 1s emperado res en la g u e rra. c ru e le s. t;into<s prín c ipe,; muert o~ co n 14 es~
n dad o su tem o r. , . . , . fu .
sc-~u C, . Max imin o, d1ec1se 1s e ro n asesina. pad a. tantas gue rras civiles_,t;rnta <;gucr r:1s exteri o re s, Itali;¡
que hu bo . de .esa r ade mu erte natural. y s1. e ntr e los que a fligida y llena de nu evos infortunios, a rrumada,; y saque-
dos y die z mun ero n G lb ada~ sus c iudades. Verá Ro m a ardi en do, el Camp ,d o~ lio
. d I ubo a lguno bueno, corno a a y Per-
. :tsesina os , destrui do p o r sus ciud ada nos , deso lados los anti guos tem-
tu cron · r la corrupción que su antecesor ha-
ax lo m ataron po . pl os, co rromp ida s las cer em o ni as, co lmad as las ciudades
ttn ' . o ldado s y si entre los que rnuneron de
b.13de1ado en 1os s de adult erios, verá el mar llen o de exiliados, las roca s lle-
• l hubo alguno depravado, corno Severo,
muerte natura . d d nas de sangr e. Verá en Roma seguir innumerables cruel da-
., d a grandísima forruna y virtu , os cosas
dio nac10 e un
res acompañan.
y vera, tam b 1en .,
por la des , y la nobl eza , las riquezas, lo s pasados h o no res y, ante
1iom b
q ue .a. pocosd
d
} ·storia cómo se pue e organizar un uen
. b todo, la virtud imputadas a pe cado capital. Verá prem iar a
lccc1o n e esta 11 d. los calumni adores , corromper a los siervos contra el señor,
. t dos los emperadores que suce ieron en el
reino, porque o . fu 1 a los libertos contra el patrón, y a quienes carecían de
. · } encia excepto Tito, eron ma os, y aque-
impeno por 1er ' ., d b enemi gos ser ultrajados por los amigos. Y sabrá entonces
llos ue lo hicieron por adopc10n fueron to os uenos, muy bien cuánto le deben a César, Roma, Italia y todo el
q · co desde Nerva hasta Marco. Y cuando el
como 1os cm mundo.
· · o' en manos de los herederos de Marco, se Y sin duda, si ha nacido de hombre, se espantará de
1mpeno cay
arruinó de nuevo. , . . toda imitación de los malos tiempos, y se encenderá en el
Si ante los ojos de un pnncipe ponem<?s los tiempos inmenso deseo de seguir los buenos. Y, si realmente un
, n desde Nerva hasta Marco, los coteJamos con los príncipe busca la gloria del mundo, debería desear la po-
que 'a . '1 h b.
anteriores y los posteriores, y él ehg~ en cua es . u 1era sesión de una ciudad corrompida, no para echarla a per-
querido nacer o a cuáles hubiera q~endo ~er preferido; en der en todo, como César, sino para reordenarla como Ró-
los gobernados por los buenos vera un pnnc1pe segu~o e~ mulo. Y por cierto, los cielos no pueden dar a los
medio de sus seguros ciudadanos, lleno de paz y de Justi- hombres mejor ocasión para la gloria, y tampoco los
cia el mundo, y verá al Senado con su autoridad, a los ma- hombres la pueden desear mejor. Y si para organizar bien
gistrados con sus honores, y a los ciudadanos ricos gozan- una ciudad fuera necesario renunciar al principado, me-
do sus riquezas, y la nobleza y la virtud exaltadas, verá recería alguna excusa quien, por no perder aquella cali-
toda quietud y todo bien, y del otro lado, todo rencor, to- dad, no la ordenara, pero si pudiera conservar el princi-
da licencia, corrupción y ambición derrotadas. Verá los pado y también ordenarlo, no merecería excusa alguna si
tiempos dorados donde todos pueden tener y defender la no lo hace. En suma , quienes reciben tal ocasión del cie-
lo, deben considerar los dos caminos que le son propues-
opinión que quieren. Verá en fin el mundo triunfante, lle-

[ 87 ]
[ 86 ]
t · un
· · que los h 1 r.í · ·
t e, v !verse 1 . ~ v1v1r seguros
( g. o n o o · v ¡ Y,de~p .
1~1uas an g.ustias d e' ., ~ Otro . qu e los h u_cs de 1~
p1 ten i a infa . y sp u es de la rnu ara V1v 1r l'llt,¡..,
rn1a. en e los d . en e ,, ., 1ntf o r, HI AO l I r Jt r l l l 1J< 10 \.f 1nf1<> . p,cJrr d, f t
e¡ará e ' que- n o ,
n~ ~"
10 ¡Vt , I
nl, o • ll ,m ,1<lo cfr 1.p11 r fn rc 1JJf O h .1l,u 11«10 .Jru ,.Hio
"' p o r M .tr c O Pn m po n ,o . rrih u no dr b plrt'Y . v .rnrn dr qo t:
llq r.ir .1 el d i.1 d e l 1u1 c 10 , I ,ro h1r .J h lh< .ar" .\.f.H { o v .am f>·
XI nJ z..tntio co n mJr. 1rlo \1 no 1ur.1h I qu r lrv .1n r..an..1b .1.cuu ~
De la religión de l R c ió n co ntr ,1 , u r:i drc . lo ohl,xo .1l 1ur,1mrn ro. v rl o t ro , po r
os omanos
te m o r, 1ur ó y kv ,rnt o l.1,1c u, a ,<'> n . Y ,HÍ , .1qurlloi c 1ud Ad ~
Sucedió que Roma tu n os . a q ut e n e., e l ,1mo r J la p.1tn.1 y \ u < kvc \ no lo ~ rcr cm.1 n
en él hubo de reconocerse ;:;orn.~ fundador a Rórn en !t aita . fu e ro n re tenido,; po r un 1ur.1mcnr o al que turron
su. educación, pero los cielo º.h1¡a en su nacirnientulo,t obli g:1dos, y aque l Tn b un o de¡ ó de lad o e l od, o q ue le mt.-
m1entos de Rómulo no eran s:fiu~garon que los º~ Ye¡¡ piraba e l p,1Jre, la in1una que le ha bía hecho el hqo y 't U
ello inspiró en el pecho del S 1cd1entespara tal irnpe.ena- pr opio h o n o r. por obedece r al ¡urament o to mad o , y todo
N ena o rom noy
~ma Pompilio como su sucesor de mano Ia elecciónde e llo habí.t sur gid o so lamente de la religió n q u e Num.íl in-
deJadas de lado por él fueron ord , d odo que lascos,, troduj era e n la c iud ad .
, ' ena as por N .. y e l que ana lice bien la hi st o ria romana verá q ué útil
encontro un pueblo ferocísimo y . .urna.Nu~ era la re ligió n para m andar los e¡ér c itos, para ;mimar a la
.
d 1enc1a. . . quiso reducir!0 1
civil con las artes de la paz . a a o~ Plebe , para mantener buenos a los hombre s y hacer aver-
, recurriendo al ¡· .
como a 1go totalmente necesario al mant . . a re igión gonzar a los malos. De m odo que si hubier a que di scuti r
. ·1·d d . . ernm1entod
c1v1 1 a , y la mst1tuyó de modo tal qu e, durante van~ uiu. a cuál de lo s dos príncipes debía estar más agradecida Ro-
g 1os, nunca hubo tanto temor de Dios como º551• ma, a Rómulo o a Numa, creo que Numa reci biría eJ pri-
. .e_ ·¡· d , en esarepú- mer lu ga r, porque donde hay reli gió n más fáci lmente pue-
bl 1ca, rac1 1tan o as1 cualquier empresa que el Senado
0 den intr od u c irse las armas, pero donde hay armas y no hay
aquellos grandes. hombres romanos . se propusiere n hacer
religión es dificil introducir ésta. Y se ve que Rómulo, pa-
Y el que reflexione_ sobre las infinitas acciones del pueb l~ ra organizar el Senado e instituir otros órdenes civiles y
d,e Roma en,su ,con Junto,? de muchos de los Romanospor militares, no necesitó la autoridad de Dios, pero Numa sí
s1solos, vera como esos cmdadanos temían más romperd la necesitó, cuando simuló que tenía trato con una Nin-
juramento que las leyes, estimando más el poder de Dios fa,22y ella le aconsejaba qué debía aconsejarle él al pueblo.
que el de los hombres . Así se ve manifiestamente porlos Y todo ello nacía porque quería instalar instituciones nue-
ejemplos de Escipión y de Manlio Torcuato, porquedes- vas e inusitadas en la ciudad, y tenía dudas de que sola-
pués de la derrota que Aníbal había infligido a los Roma- mente su autoridad bastara.
nos en Cannas 21 muchos ciudadanos se habían reunidoy, Realmente, nunca ha habido un organizador de le-
yes extraordinarias para un pueblo que no recurriera a
desesperados por la patria, habían convenido abandonar Dios, porque de otro modo esas leyes no serían aceptadas,
Italia e irse a Sicilia, pero Escipión se enteró y los fueª.bus· en cuanto son muchas las cosas buenas conocidas por un
car y, con la espada desnuda en la mano, los obligóa Jurar
[ 89]
en sí no tienen razones evidentes corn
prudente. que l h op
rvrsuadir a los otros . Por eso, os ombres s b·•
ra poderr- d .. Id
· ren eliminar esta 1ficu ta , recurren a Dio
ª•o s Ram fJO!ltdiscmdt ptr /, ,.,,,;
que qu1e , s. As·
aron Licurgo y Solon, y muchos otros que han t .• /'11mana¡,robiratt, t q11tslo1mo/.t
ac ru ·11d 1 en1- '{llti cht Úl da. puchi dA/11isi dna111
i.l.J
do propósitos iguales . Marav1 a ~ entonces e Pueblo ro.
mano de la bondad y la prudencia de Numa, cedía
. · ant, La salvación de una
toda decisión suya. Pero b 1en es cierto que aquellos ti . , repúbl
. ica o de un reino no con .
s1ste _entonce~ en ~n pnnc1pe que gobierne prudentemm·
pos Plenos de religión y aquellos hombres groseros elll, te mientras_vtva, smo en uno que, al morir, la haya dejado
e ·1·
los cuales él trataba le 1ac11taron mu ch o la consecuc COQ
·,
1 bien orgamzada como para que se mantenga. Y, si bien es
de sus planes, pudien_do impri~ir fácilmente ~n ellos :
más fácil convencer a los hombres rústicos de un orden 0
da nueva. ~orma. Y, sm duda: si_en nuestros ~empos al- de una opinión nueva, no por ello es imposible persuadir
guien qms1era hacer una repu~hca, encontrana más fac¡, también a los hombres civilizados y que suponen no ser
lidad en los hombres montaneses, donde no hay vid nísticos. Nadie di?a .del pueblo de Florencia que es igno-
civil alguna, y no en los qu~ está_n_acos~mbrados a vi~ rante y tampoco rust:tco, pero fray Girolamo Savonarola lo
en las ciudades, donde la vida civil esta corrompida as' convenció de que él hablaba con Dios. No quiero juzgar si
como un escultor sacará más fácilmente una estatua d; u~ eso era verdad o no, porque de un hombre de su talla de-
mármol tosco que de uno mal esbozado por otro. be hablarse con respeto. Pero digo que fueron infinitos
Considerado entonces todo esto, concluyo que la re- quienes le creyeron, sin haber visto nada extraordinario co-
ligión introducida por Numa estuvo entre las primeras ra- mo para que le creyeran, porque su vida, su doctrina y el
zones de la felicidad de aquella ciudad, porque produjo argumento de sus sermones eran suficientes para que le
buenas ordenamientos, los buenos ordenamientos produ- prestaran fe. Qye no haya nadie entonces que se desespere
por no poder conseguir lo que fue conseguido por otros,
jeron buena fortuna, y de la buena fortuna nacieron los fe-
porque los hombres, ya lo hemos dicho en el prefacio, na-
lices éxitos de las empresas. Y, así como la observancia del
cieron, vivieron y murieron siempre de un mismo modo.
culto divino es causa de la grandeza de las repúblicas, así
el desprecio es la causa de su ruina. Porque, donde faltael
temor de Dios, necesariamente el reino se arruina o es sos- XII
tenido por el temor a un príncipe que suplirá los defectos De la gran importanciaque tieneconsiderarla Religión,y
de la religión . Y como los príncipes son de breve vida, su- de cómoItalia, al haberdescuidadola cuestiónpor la
cede que ese reino caerá pronto, en cuanto falte su virtud, IglesiaRomana, estáarruinada
de donde nace que los reinos que dependen solamente de
la _virtud de un hombre duran poco, porque la virtud ter· Los príncipes y las repúblicas que quieren mantener-
mma cuando termina su vida, y raras veces sucede que sea se incorruptas, ante todo deben mantener incorruptas las
refrescada con la sucesión, como dice prudentemente ceremonias de su religión, y tenerlas siempre en venera-
Dante; ción. Porque no hay mayor indicio de la ruina de una pro-

[ 91 ]
[ 90]
dl~ el culto divtno . E.stn
.-.c,1 do en h - d d v '1
"~ (ksr- en qut se a tun a o la rtl scñ.11co n la caheu. y a o tro. que l~ decía ,¡ _E'<>"hombrn
,~r,e,~~tt'ndcr. s~b1doh~sido criado. Porque toda rtl: estaban llenos de rd1,t16 n (.al,to que Tito L1v10 dcmuatra
~,I (iondt d hombre de su vida en algún aspecto Prin. pcrque. al entrn al templo. lo h1c1eron 11n tumult o , todot
~ ..#ne ti fundamcn to.ón ~ntil estaba fundada en 1_ devotos y llenos de reverencia). y 1~ parcc,6 oír aq~lla
p~n '"' d la re1,gt ~- d l d. · ~
1 La "'da e , v en la secta e os a tvtnos "d respue sta que a su pre~unta por extraordmana prcsu poni•
opa · r or2CU 1 ·fi - 1
a..... OS ,, · C
naitsUS ~ ~ otras ceremomas, sacn c1os "1 . an, y la opinión y la creduladad fueron favorcc,du y acre~
~ t" - todas sus , e , ·1 l'l-
a..- 1 rusp1c6. Y , Porque ellos cre1an rac1 mente q ecotadas en su totalidad por Camalo y los otros hombres
~ d' de estas. fu b. u,
toS depen ,an d decirte tu turo ten o tu futu importantes de la ciudad . Y. si en los comienzos ck la re-
. apaz e pre ll , ro pública crist~ana dicha religión se hubiera mantenido le·
aquel Dt os e d 'rtclo también. De e o nac1an los teh,,
-.vi . conce e l . •q.,
mal. P""" 1ª .fi . las súplicas y cua quier otra ceremo~ gún la constituyera su dador, las repúblicas y los estados
plos. los sa~ oos, r eso el oráculo de Delos, el templo d, cristianos serian más unidos y estarían mucho mis fehces
de vcneraoon Y potrOS célebres oráculos llenaban el rnun de lo que son y están. Tampoco puede haber otra prueba
, ·ter Amón
Jup•
O
. .Y, y de devoc1on. ·, y , cuan d o estos
' corne"• más grande de su declinación como el ver que aquellos
d dm1rac1on
do e ª , hablar a gusto de los po d erosos, y esta f.~1 .,- pueblos más cercanos a la Iglesia romana, cabeza de nues-
despues a l l cu.· tra religión, son menos religiosos. Y quien considere sus
uro~ fu descubierta por los pueb os, os hombres fundamentos y viera el presente uso tan distinto de ellos,
seda e volverse incrédulos y capaces de perturbar
empezaron a l , . d juzgaría sin duda que la ruina o el flagelo están cerca.
todo orden bueno. Entonces, os pnnc1pes e una repú. Y dado que muchos son de la opinión de que el bie·
. d reino deben mantener los fundamentos de nestar de las ciudades de Italia nace de la Iglesia romana,
blica .o -,e un y de ese modo, les resu ltara, f:'aci·1 mantener su quiero desarrollar contra ella las razones que se me ocu·
l
su re igion ' "d
república religiosa y, por lo tanto, buena y un1 a. Y deben rren , y alegaré dos poderosísimas que, a mi parecer, no se
.e_.
r.1vorece r y acrecentar todas las cosas , en favor de, ellas, contradicen entre sí. La primera es que esta provincia, a
aunque las juzgaran falsas, y tanto mas cuanto mas pru- causa de los malos ejemplos de esa corte, ha perdido toda
dentes y sabedores son de las cosas naturales. Y_como es- devoción y toda religión y, así, se producen infinitos in-
t modo ha sido observado por los hombres sabios, de alli convenientes e infinitos desórdenes porque, así como
:a nacido la autoridad de los milagros que se celebran en donde hay religión se presupone todo bien, allí donde fal-
las religiones, aunque falsos, porque l~s prudentes los ta se presupone lo contrario. Con la Iglesia y con los sa-
agrandan, de cualquier origen hayan nacido? y con su au· cerdotes, nosotros los italianos tenemos entonces esta pri-
toridad los hacen dignos de fe para cualquiera . De estos mera deuda : habernos vuelto irreligiosos y malos. Pero
milagros, hubo muchos en Roma, y entre ellos el que se aun tenemos otra mayor, segunda causa de nuestra ruina,
y es que la Iglesia ha tenido y tiene a este país dividido. Re-
dice sucedió cuando los soldados romanos saquearon la
almen te, ninguna provincia ha sido unida o feliz si no se
ciudad de Veyas, y algunos de ellos entraron al templo ~e
somete toda a la obediencia de una república o de un prín-
Juno y, acercándose a su imagen , le dijeron: "Vis ;emrc cipe, como les sucedió a Francia y a España. La causa de
Romam?", 24 y a alguien le pareció ver que Juno hacia una
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los mismos términos, y n
~cucn~ en . . o XIII
-~ lt.ahano ~ u· blica O un pnnc1pe que la ~"
""-- . lla una rcp .d. d º"' Cómo /os Romanos st valieron de la rtliKi6npara
ttllS~ umb1tn e ~ la iglesia. porque, 11:s• ien o aquí }'
bit>rnc.es sol~mcn . -mparal, no ha sido de tanta p°' reorganizar la ciudad, stxuir sus tmprtsas y detmn- los
u1 ,mpeno ...... · 1 · ' d tumultos
ttnícn d o aq . d como para e1ercer a aran1a e Ita-
ttncia n• de unta Vt.rtU· nP y por otro lado, no ha sido ta"
~ su pnnc•r- , ld · . ·• y no me parece fuera de lugar aducir algún ejemplo
lia y vo1ve or temor a perder e om1n10 de las
ue los Romanos se valieron de la religión para rcorga-
dfbil como Pª~ que, ~aya podido llamar a un poderoso en q .
·zar la ciudad y para segutr sus empresas y, aunque en Ti-
cosas tem_podr~ es, no tra el que en Italia se hubiera vuelto ni ch e , ,
1 deten 1cra con . . t Livio hay mu os, me con,ormare con estos. El Pueblo
que a . pod tal como se vio anaguamente en va- r~mano había creado los Tribunos de potestad consular25
demasiado. . eroso,r eJ·emplo cuan d o, por me d.1ac1on . , de
· cxpenenc1as, po ' y salvo uno, eran todos plebeyos, pero sucedió que aquel
nas xpulsó a los Longobardos, que eran ya casi afio hubo peste y hambre y, acaecidos también ciertos pro-
Carlomagno, e .a y cuando, en nuestros tiempos, . 1e qui-
d e to d a Itall digios, los Nobles a~rovechar<?~ la ocasión con~ra la nue-
reyes
. d '
l ,renecianos con la ayu d a d e Francia. y, des- va elección de los Tnbunos, d1c1endo que los Dioses esta-
to el po era os v, d 1 S .
, ch , los Franceses con la ayuda e os uizos. No ban encolerizados porque Roma había utilizado mal la
pues e o a 1 ·
.' d ·do entonces tan poderosa la lg esta como para majestad de su imperio y, entonces, no había otro reme-
hab1en o s1 . . .d
poder ocupar Italia, y no habiendo penn~t1 o que otro l_a dio para aplacar a los dioses que llevar de nuevo la elec-
ocupara, ella ha sido la causa de que b .!taha .no haya
, .podi- ción de los Tribunos a sus condiciones iniciales. Así, la
do unirs·e bajo un jefe, y ha estado aJO van<?s.pnnc1pes y plebe, perturbada por esta religión, nombró otros Tribu-
señores surgiendo así tal desunión y tal deb1hdad que ha nos, todos nobles. Y veremos también que en el asedio a
llegado 'a ser presa, no solamente de los poderosos bárba- la ciudad de Veyas, los capitanes de los ejércitos se valían
ros sino de cualquiera que la asalte. Eso, nosotros los lta- de la religión para tenerlos dispuestos a la empresa: por-
li~os, se lo debemos solamente a la Iglesia, y a nadie más. que el lago Albano había crecido aquel año admirable-
y quien quiera por experiencia propia ver más rápido la mente, y los soldados romanos se encontraban molestos
verdad, debería tener tanto poder como para mandar a vi- por el largo sitio, queriendo volver a Roma, y los Roma-
vir en las tierras de los Suizos a la corte romana, con la au- nos inventaron que Apolo y ciertos otros oráculos decían
toridad que ella tiene en Italia, y por más que los Suizos que ese año se tomaría la ciudad de Veyas cuando desbor-
son un pueblo que hoy vive según los antiguos en cuanto dara el lago Albano. Esto hizo que los soldados soporta-
a la religión y a las órdenes militares, vería que en esa pro- ran las molestias del sitio, sostenidos por la esperanza de
vincia, en poco tiempo, las malas costumbres de dicha tomar la ciudad, y siguieron contentos en la empresa, de
corte provocarían más desorden que cualquier otro pro- modo que Camilo, convertido en Dictador, tomó la ciu-
ducido en toda su historia. dad diez años después de que ella estuviera sitiada. Así, la
religión bien utilizada fue beneficiosa para la conquista de
aquella ciudad y para la restitución del Tribunado a la No-

[ 95 ]
[ 94]
na y otra cosa.sin t2l medio, hubieran .
bkñ. cuand o u sa- muerto y no a él. Sin embargo: Tito ~ivio muestra cómo
do d1t10 . •~ . de,·ar de aducir al respecto otro cjelll 1 Plebe. por temor a la rel1g1on. quiso más obedecer al
No quiero . . Po 1
·huno Terentilo qmso proponer eterta ley · :ónsul que ce~er a lo~ !ribu.."os. di ciendo estas palabras a
Cuando el tn -zones que se d1ran · , mas, a baJo,
· 26 suro-ie en favor de la antigua ~cl1g1~>n: Nondum hace, quae nunc te-
Roma por las •• . 04 ron
· ltos y entte los pnmeros recursos que et saeculum, neghgentla Deum venerat. nec interpretan-
muchos rumu . l . ., ell} ..
~º sibi quisque iusiurandum et leges apta facebat". v Por lo
, l N bleza para remediar a s1tuac1on estaba la r 1.
peo a o d E . e1..
.l , n. de la que se valió ~e ??s mo os. . n pnmer lugar, hi.. que dudando los Tribunos de no perder toda su dignidad,
g¡o nsultar los libros S1b1lmos, y los libros respondiera aco;daron con el cónsul, ateniéndose a obedecerle, y a
zoco , 1· d d 1 1·b
que eseaño la ciuda~ c~ma pe igro e per_ er a I ertad ¡
n que , por un año, no se discutiera de la ley de Terentilo y,
ausa de la sedición civil, cosa que, descubierta por los Tri.. además, por un año, que los Cónsules no podrían llevar
afuera a la Plebe a la guerra . Y así la religión hizo que el
bunos, sin embargo, insp~ró tal terror e~ los pechos de }¡
Senado venciera la dificultad a la que, sin ella , nunca ha-
plebe que enfrió su entusiasmo por seguirlo~. En ~egundo
lugar, habiendo ocupado de _noche el Cai:rip1dogho un tal bría vencido.
Apio Erdonio con una 1?ult1~d de band1d,os y de siervos
en número de cuatro mil, mientras se pod1a temer que si
XIV
los Ecuos y los Volscos, que eran los perpetuos enemigos Los Romanos interpretaban los auspicios según la
del nombre romano, hubieran llegado a Roma la habrían necesidad.y mostraban observarla religiónpor prudencia,
tomado con facilidad, los Tribunos no dejaron de insistir cuando no la observabanforzados y, si alguien la
con pertinacia en la ley de Terentilo, diciendo que aquella despreciabatemerariamente,lo castigaban
amenaza era simulada y no cierta, pero salió del Senado
un tal Publio Rubecio, ciudadano grave y de autoridad Como se dice arriba, no solamente los augurios eran
con palabras en parte amistosas y en parte amenazadoras' en buena parte los fundamentos de la antigua religión de
mostrando los peligros de la ciudad y lo intempestivo d;l los Gentiles, sino que también eran causa del bienestar de
las demandas y, así, obligó a la plebe a jurar que no se la República romana. Los Romanos, entonces, los cuida-
opondría a la voluntad del cónsul. Entonces, la plebe obe- ban más que a alguna otra ceremonia religiosa, y los usa-
diente recuperó el Campidoglio pero, al morir en el asal- ban en los comicios consulares, al iniciar las empresas, en
to el ~ónsul Publio yal~rio, de inmediato fue repuesto co- el envío de los ejércitos al extranjero, en las batallas cam-
mo consul lito Q!imc10 que, para no dejar descansar a la pales y en toda otra acción importante, civil o militar, y
~lebe Y para no permitirle que pensara en la ley de Teren- nunca hubieran ido a una expedición sin haber convenci-
~o, la mand_ósalir de Roma contra los Volscos, diciendo do a los soldados de que los Dioses les prometían la vic-
q eb,por ~e Juramento, no había abandonado al cónsul y toria. Entre otros auspicios, tenían en los ejércitos ciertas
esta· a obligada a seguí r1º· pero 1os Tn·b unos se opusieron clases de arúspices llamados pullarii .28 Y cada vez que se
dic1endo qu e e1 Juramento
· había sido hecho al cónsul' aprestaban a la batalla con el enemigo, querían que los pu-

[ 96] [ 97]
_ us auspicios, y si los pollos picot
. tonnularan s . . . 'ab
"1nl buen a11011no,y st no picoteaban ,
t,,nan con "'r"- d l , se al : decidido contra é_l. .v así, sabiendo acomodar bien sus de-
com ·. de peIear. Sin embargo, cuan o a razón .
~
1es ..a
ren12n , d•b1'a hacerse, aunque los auspicios l " signios a_los ausp1c1os, dec1d16 ~ombatir, sin que su ejérc¡.
mostrabaque '" , es Í\l to advirtiera que, en parte, hab1a deJado de lado las reglas
de todos modos lo hac1an, pero d "-
12n adversos? . d .d, at\,L, de su religión.
a en ténnmos y mo os tan 1 onearnent -.i
vueltaa 1a COs . . d · e q11o. Todo lo contrario hizo Apio Pulcro en Sicilia duran-
. que la hicieran con esprec10 por la relitti , ~ te la primera guerra Púnica 29 pues, queriendo entablar
00~~ª 1' ~~
El procedimiento, ~e usado por e c~nsul Papirio combate contra el ejército cartaginés , les pidió a los p 11lú,,.
talla important1s1ma con los Samnitas, despu, " rii que hicieran los auspicios y, cuando éstos le contaron
una ba d 'bºl flº .d es dt
edaron totalmente e 1 es y a 1g1 os Por que los pollos ~o picoteaban, les dijo: "i Vea~os si quieren
1a cual qu _ . · qu~
.... do Papirio en campana
cs~-n . . contra los Samnitas . y , p are. beber!", y los hizo echar al mar . Y al combatir perdió la ba-
·e·ndole que tenía la VIctona cercana, quenendo po talla, entonces fue condenado en Roma, y Papirio honra-
a , l !la . . r 1o
tanto dar batalla, les ordeno a . os pu nz que. hicieran S\Js do, pero no tanto por haber vencido uno y el otro perdido,
auspicios, pero los pollos n?p1c?~e,aron y, Viendo el Prin. sino porque uno actuó prudentemente contra los auspi-
cipal de l~s p~llarii la gran d1sp~s1c1~npara el :º,mbate qu, cios y el otro lo hizo temerariamente. Y ese modo de au-
tenía el eJerc1to,y la fe en la v1ctona del cap1tan y de t gurar no se proponía otra cosa que llevar a los soldados al
dos los soldados, para no quitarle a aquel ejército la 0 :. combate confiados, porque de esa confianza casi siempre
nace la victoria- Pero no solamente los Romanos emplea-
sión de actuar bien, refirió al cónsul que los auspicios
ron este recurso, sino también los extranjeros, y de ello
avanzaban favorablemente. De modo que Papirio organj.
aduciré un ejemplo en el próximo capítulo.
zó las escuadras, y como algunos de los pullarii les habían
dicho a ciertos soldados que los pollos no habían picotea-
do, y ellos se lo dijeron a Espurio Papirio, sobrino del cón- XV
sul, y éste se lo contó al cónsul, que les respondió que se Los Samnitas recurrieron a la religión como extremo
ocuparan de hacer bien su oficio, porque los augurios eran remedio a sus aflicciones
buenos respecto de él y del ejército, y si el pullaro había di-
cho mentiras, ellas redundarían en su perjuicio. Y para que Habiendo sufrido los Samnitas varias derrotas a ma-
el efecto correspondiera al pronóstico, les ordenó a los le- nos de los Romanos, hasta ser destruidos finalmente en
gados que constituyeran a los pullarii en la primera línea Toscana, y muertos sus soldados y sus capitanes, y tam-
de la batalla. Entonces, marchando contra los enemigos, bién vencidos sus compañeros, los Toscanos, los Franceses
un sol?ado romano extrajo un dardo, y el dardo mató por y los Umbros, "nec suis nec extemis viribus iam stare po-
cas~aµda~. al principal de los pullan·i, y el cónsul, al oír la terant, tamem bello non abstinebant; adeo ne infeliciter
noaaa, d1Joque todo iba bien y con el favor de los Dio- quidem defensae libertatis taedebat, et vinci quam non
s~s porque, con la muerte del embustero, el ejército se ha· tentare victoriam malebant". 3º Entonces decidieron hacer
bia purgado de toda culpa y de toda ira que ellos hubieran la última prueba, y como sabían que era necesario inducir

[ 98] [ 99]
. ., 'nimos de los soldados Y que para eU
obsttnac1on en 1os a . ., . o . ento prestado. Sin embargo, vemos cómo ellos no
. . d ·0 que la rehg1on, pensaron repetir u...
o habaa me1or me 1 . ., d " 1uram fu . . .
aron tener otro re gio m mtentar otro remedio para
n . .h. . suyo por med1ac1on e su sacerdote
antiguo sacn c10 ' . 1·d penls r a la esperanza de recuperar la perdida virtud Lo
. p . denaron así la ceremoma: cump 1 o el so. vo ve , ·
Ovio aoo, y or . t l , . testigua plenamente cuanta confianza se puede tener
·fi · y después de hacer Jurar en re as v1ctirn~.
lcmne sacn c10, . d 1 . fc .~ q~::as a la religión bien empleada. Y, aunque esta parte
l alta res encendidos a to os os Je es del eJér.
muertas Y os ch 11 g , bien debería ser colocada entra los hechos extranje-
. abandonarían nunca la lu a, amaron a los
ato que no d' mas sin embargo, por depender de uno de los órdenes más
soldados uno por uno y, ante los altares, en me 10 de va. ~s, ortantes de la República de Roma, me ha parecido
· ccn turiones , con la espada desnuda, en la mano, prj. imp
nos d. bien relacionarlo en este 1ugar, para no d IVI
' ·d·ir la matena· y
les hacían jurar que no le contanan a na 1e o que 1
tener que volver a ella otras veces.
:~yeran O vieran y, después, con palabras execrables y
fórmulas llenas de espanto, les hacían prometer ante los 1
Dioses que estarían prontos donde los emperadores los XVI
mandaran, que no escaparían nunca del comba~e y que Unpueblo acostumbradoa vivir_bajo un P!1ncipe, _si por
matarían a todo al que vieran escapando y que, s1 no ob- j af.gunacircunstanciase vuelve lzbre,mantienela.libertad
servaban el juramento, el castigo caería sobre el jefe de su con dificultades
f.unilia y de su estirpe. Y co_moal~nos de ellos, _espanta- ¡
dos, no quisieron jurar, de mmed1ato los centunones los Infinitos ejemplos que se leen en las memorias de las
mataban, así que los otros que seguían, asustados por la fe- antiguas historias demuestran cuánta dificultad se le pre-
rocidad del espectáculo, juraron todos. Y para que esta senta a un pueblo acostumbrado a vivir bajo un príncipe
asamblea fuera más magnífica, siendo cuarenta mil hom- para preservar después la libertad, si por alguna circuns-
bres, la mitad de ellos se vistió con paños blancos y cres- tancia la conquista, como la conquistó Roma después de
tas y penachos sobre las celadas y, así dispuestos, se diri- la expulsión de los Tarquinos . Y esa dificultad es razona-
gieron a Aguilonia. A su encuentro llegó Papirio que, para ble, porque ese pueblo no es otra cosa que un animal bru-
animar a sus soldados, dijo: "Non enim crista vulnera fa. to que, aun de naturaleza feroz y silvestre, siempre ha si-
cere, et pieta atque aurata scuta transire romanum pi- do alimentado en prisión y servidumbre y después dejado
lum".J1Ypara debilitar el respeto que sus soldados le te- libre a su suerte en el campo, no estando acostumbrado a
níana los enemigos por el juramento tomado, dijo que éste pacer y no conociendo los lugares donde puede refugiar-
les daría temor, pero no les daría fortaleza, porque los ha· se, se convierte en presa del primero que trata de encade-
cía temer al mismo tiempo a los ciudadanos, a los Dioses narlo de nuevo.
Y a los enemigos. Y llegado el combate, los Samnitas fue· Esto mismo le sucede a un pueblo que, estando acos-
ron superados, porque la virtud romana y el temor acu· tumbrado a vivir bajo el gobierno de otros, y no sabiendo
mu~~doen las ~erratas anteriores superó cualquier obsti· deliberar sobre las defensas o las ofensas públicas, no co-
nacion que pudieran haber tenido, gracias a la religión y al nociendo a los jefes y no siendo conocido por ellos, re-

[ 100 J [ 101 ]
ZO Ap!5ilao, rey de ,,_
d 1 · c.spana y
Siracusa . e ª dtiranla Es
de o · . . Propu 1M>rde su h~emon ía. Timole6n, li~
1on1s1011 o · .

)'labis, tJran_o e parta entre _ · io n, tirano de Siracuu, a~ 1uudo en -JS4 .
2
d viejo , brano de Siracusa v OS Y ·192 . Falari1, tirano de A¡ng.enco . Dionuio
JI 21 Can nas esta b a en la Ap ' ~a1 . vcces d crn·bado .
- 083 u 1aa, cerca d e Ca noaa. Roberto Guasardo
.
_..,. n d ano 1 . la dntzu.
,~ _t Se refiere: a la ninfa Egeria qu
dc:eía que Numa Pomp ilio rec,ibiaelrn_ora~a e~ los bosques del l..azio, y de quial
se 23 •n~ras veces desciende: por lasª lnspirac,6n para legislar.
r- ramas / la h b.
Notas al Libro primero . la da para que a él lo llamen• (Pur . umana pro 1dad, y esto quiere/
u1en ' . · . . gatono, VII, 121-23)
q 24 Especie de: supremos ¡efes nulatares el ·d ·
.. llegar al consula d o . • c:gi os en -444 , e ua.nd o los p 1e~'--·7 os
u1s1eron
q 25 Ver cap . 39.
1 Ambos personajes participaban con otros de los encuentros en los jard ines
26 •Todavía no había abuso de aquella negligencia por las cosas davinas . .
que
del palacio Ruccllai (los Orti Oricdútn) , donde Bernardo Rucell~i había fundado b ocupa eJ mun d o, y tampoco ca d a uno se daba una interp cu .6 .
Academia platónica después de la muerte de Lorenzo el Magnifico. ahº'ª1 · ciones del juramento y de las leyes• (Livio 111 20) r ca n prop&ade
1.as21 ob iga d ' ' .
2 Hierón fue el tirano de Siracusa entre los años 269 y 215 antes de Cristo . Se:trata de: los sacer otes que auguraban a partir del comportamiento de los
Perseo que se rebeló contra los romanos y fue vencido en Pidna, perdiendo el rci- sidc:rados sagrados .
""Uos co n
, l hiJ·o de Filipo de Macedonia y vivió entre los años -213 y -162. r- 28 Ver Livio, X, 31-40,-
no, era e . d M agno en e 1 ano
3 Al · dría fue fundada por AleJan ro
- -336 . 29 "Yano podían regirse ~obre sus fuerzas y tampoco sobre las fuerzas de los
e,an C 1·c d E . ' ., . sin embargo no dc:Jaban de guerrear, a tal extremo amaban la libertad,
4 Desde Saladino en adelante, se llamaba a 11ato e gipto , y tema un c:1er-
J¡ados, Y e . e ' 'd
. fo do por los llamados Mamelucos. . a e defendida ime 11zmente, y pre,enan ser vc:nc1 os a no tratar de vencer'" (Li-
;a~nqu l) . Los latinos son los etruscos, y los franceses, los galos.
ato
5 rmarebelión de Arezzo se produjo en el año 1502, y fue dominada c_onb
La
e los franceses .
El queo de Prato , de 1512, perpetrado por los espanoles ,
sa . . l . . l ' .
f)t0 !n
,3r uc: en realidad las crestas no servían para herir, y la espada romana
· d os y d ora d os "(L 1v10, . · X. 39).
ayu da d . d Florencia a los Med1c1, a poner en cns1s e regi- b,-orqI s escudos aun pmta
tenninó abnendo las puertas e tfllSf¡asaª e~ere a la decisión de Junio Bruto, fundador de la república, que con-
5e r h ..
roen republi~<;>- . tor de la constitución democrática de Atenas. , uerte también a su IJO.
558
6 Solón vivió en~ -640 Y • R · ~~lica y va desde fines de la monarquía (-509)
7 Es el mejor penodo de 1a epu '
de~~ ª;: refiere a Bruto m~?or y Casio, asesinos ~e César_ que, siendo goberna-
cc:donia y de: Sma, comandaban las legiones onentales .
dores d e:M ª .· · Vi1scontt ·. O espues' d e su muerte, se fundo' la n::-
hasta la edad de los Gracos. d 1 Conse1·0 Mayor" (1297) . 33 El príncipe F1hpp~ ~ana
g La U ada ª clausura e .
aro , ' brca ambro siana de: Milan (1447).
1 Co ejo de los ancianos. pu 3; Roboam, hijo de Salomón (-939 a -915), reinó solamente sobre la tribu de
9 Es decir la Gerusial ,le d :gns adello o Vailate (150 9).
10 Se refiere a la bata a e
11 Ver Livio, 11, 33-40. . obiemo popular de Florencia en el año Jud;;- Se:trata de Bayaceto II, sultán de los turcos, derribado en 1512 por su hijo
1
U Frances co Valori fue el 1ef~ de g M d . . Partidario de Savonarola, lo ma-
. , de P1ero de e ic1. Selim I (Salí).
1494, después de la exp ul s~on 36 Enrique VIII de: Inglaterra, aliado con Femando el Católico, venció a los
taron durante la caída de este \14~8~. d ué s de la caída de Savonarola, hasta ser franceses en Guine gate ( 1513) . .
13 Soderini fue gonfalón vi:al
•~·~ esp . 37 "Tulo empujará a las armas a los hombres perezosos" (Eneida, VI, 813-4).
condenado por lo s Ocho de la 1usuc1a. l magistrado hereditario de una tnbu. 38 Se trata de: la lucha entre Roma y Albalonga , gobernadas entonces por Tu-
14 El btcumón era entre los etruscos e:
lo Hostilio y Mecio Fufc:cio, respectivamente (Liv io, l, 27-28).
15 Ver Livio, V, 33 . 39 Las batallas del Ticino y del lago Trasimeno (-218 y-217) .
16 Comc:lio _Cos _ so.. . . dó las milicias del ataque a Lu~ca (1433) . 40 Porsena fue rey de Etruria, y socorrió a los Tarquines durante años, para ser
17 Giovanm Gu1cc1ardin1 coman 244 -240 cuando fue: asesinado por los
18 L - ' n Esparta entre: - Y • vencido finalmente.
Agis gou,:;mo e . aban del respeto a las leyes . 41 Los lictores eran los ministros de justicia que precedían con las fasces a los
éforo s. Los éforo s eran em e? y se octp- -222 por Antíg ono , rey de lo s ma cedo·
19 Cleómenes fue vencido c:n e: ano cónsules.
nios .
,. - - ... ,
1
~
'

LIBRO SEGUNDO
Proemio

Los ho~bres siempre ,elogian los antiguos tiempos,


aunque no siempre con razon, y acusan a los tiempos pre-
sentes y, de algun modo, son tan partidarios de las cosas
pasadas que n~ solamente cel~bran las edades conocidas
por ellos ~ trav~s de la ~~mona ,que han ~ejado los auto-
res conocidos, sm<:> tambien ~quellas que, siendo ya viejos,
recuerdan haber visto en su Juventud. Y, cuando esta opi-
nión es falsa, como sucede la mayor parte de las veces, es-
toy convencido de que las causas del engaño son varias. La
primera causa, creo, es que de las cosas antiguas no se co-
noce toda la verdad, porque de ellas se ocultan muchas ve-
ces las cosas que a aquellos tiempos acarrearían infamia, y
aquellas otras que pueden darle gloría se vuelven magnífi-
cas y amplísimas. La mayoría de los autores obedecen a la
fortuna de los vencedores de modo que, para hacer glo-
riosas sus victorias, no solamente acrecientan lo que ellos
virtuosamente hicieron, sino que también ilustran las ac-
ciones de los enemigos de modo tal que, los nacidos en al-
guna de las dos provincias, en la victoriosa o en la venci-
1 da, tienen motivos para asombrarse con aquellos hombres
y aquellos tiempos y se ven forzados en grado sumo a elo-
1 giarlosy amarlos. Además, como los hombres odian las
cosas por temor o por envidia, las dos más poderosas cau-
sas del odio en las cosas pasadas desaparecen, porque ellas
ya no te pueden ofender y tampoco te dan razones para

[ 205]
envidiarlas. Pero, con aquell
as cosas
se ven suce d e Io contrario p que se d .
. ' orque so a rnin .
mente y en ningún aspecto est, n conoc 1·d istran Y lia y a .Roma .. Y, si después del Imperio romano no h _
. . an ocult as ínt h a se
ellas Junto al bien muchas otras as Y,conoc · degra- guido tmp~no qu~ aya du~ado ni lugar donde el mundo
, fc d . cosas qu 1en Oe haya retemdo su virtud al ?1ismo tiempo. sin embargo, ve-
tas orza o a Juzgarlas muy infe . e te disgust n
.d d l
que en re al 1 a as cosas present
nores a las .
antiguas
an, es- rnos que ella se ha esparcido en muchas naciones donde
, es merez , aun- se vivía virtuosamente. como eran el reino de Francia. el
que aquellas de gloria y de fama. y , can mucho .rn, reino de los Turcos, el del Sultán. y hoy Jos p~eblos de
Ias cosas pertinentes . · aqu1 raz as
a las artes las cu . ono no sobre Alemania, y antes aquella secta Sarracena que hizo cosas
.d d , . ' a 1es tiene
n a en s1 mismas que los tiempos pu d . n tanta da- randes y ocupó tanto mundo. porque destruyó el Im-
tan ·g romano onenta . I . E n to d as estas prov1nc1as . . . enton-
les poca más gloria que las que merec:n en qu~tar!es o dar- p eno R .
· por s1 m1sn. · ués de que los omanos se arruinaran, y en todas
no so b re l as pertinentes a la vida y a las c tu b &&¿as, s1- ces d eSp . d d , .
hombres, de las cuales no se ven tan dar~: t m_ res ~e los ' tas ha habido esta virtu • y to av1a existe en par-
n . . est1monios esas sec • es deseada y con ver d a d era a Ia b anza e 1ogia- ·
..l'.ep1tco entonces que es cierta esa costu b d · te d e e 11 a S Y
' 1 . 1 .
1que nace en aquéllas y e ogia os tiempos pasa os d
. d"ch m re e elo- da., Y., e los presentes po d na, enganarse
giar y censurar ya 1 a, pero que no siempre es ·
cierto que
- pero, e1 que nace
se yerre al hacerlo. Porque, a veces, es necesario · mas que . en Grecia 'y no se haya vue 1to en I ta 11a · u Itra-
. 1uzgar 1a en Ita 1ta y . , b . d
verdad, ya que estando siempre las cosas humanas en _ en Grecia turco, tiene razon en a ominar e
. . b b . y mo montano Y 1 ·
~i.ento, o ~u en o ªJª~· ve1;1_os una ciudad O una pro- · s y en elogiar los otros, porque en os antiguos
VInc1a organizada en la vida p0Iit1ca por algún hombre ex- sus tiempo cosas que los vuelven marav1 ·11
chas osos, y en Ios
celente y que, por un tiempo, por la virtud de ese
hay mu
nada que los recompense
d e tanta extrema
suyos no hay . b · d
organizador, siempre va creciendo hacia lo mejor. El que · · ·n.camia y vitupeno ya que no hay o servanc1a e
m1sena, 1 r; . . . ' . , ch d d
nace entonces en tal estado, y elogia más los tiempos an- . ·, de leyes , de md1c1a ' sino que ,estan man a os e
re 11gion,
tiguos que los modernos, se engaña, y tal engaño tiene las brotalidades de toda clase. Y, tanto mas son detestables es-
causas ya mencionadas. Pero, los que nacen después en tos vicios en cuanto son más frecuentes en aquellos que se
d .
esa ciudad o provincia, y les ha llegado el tiempo en que sientan en los tribunales, mandan a to os y quieren ser
se baja hacia la parte más mala, entonces no se engañan. adorados.
Y pensando yo cómo suceden estas cosas, juzgo que el 1 Pero, volviendo a nuestras reflexiones, digo que, si el
mundo siempre ha sido de un mismo modo, y en él ha ha- juicio de los hombres está corrompido al juzgar si es me-
bido tanto de bueno como de malo, pero lo malo y lo bue- jor el tiempo presente o eJ antiguo, en aqueJlos casos don-
no varían de provincia en provincia, como se ve por la no- de por la antigüedad no se ha podido tener perfecto co-
ticia que se tiene de los reinos antiguos, que variaban del nocimiento como el de los propios tiempos, los viejos, en
uno al otro por la variación de las costumbres, pero el cambio, no deberían cegarse al juzgar los tiempos de su ju-
mundo seguía siendo el mismo, y solamente había esta di- ventud y de su vejez, habiendo conocido y visto por igual
ferencia, que antes la virtud se había alojado en Asiria, éstos y aquéllos. Y ello sería cierto si los hombres fueran
después en Media, después en Persia, hasta que llegó a Ita- en todos los tiempos de su vida del mismo juicio y tuvie-
( 206 J [ 207]
. dad en éste hablar~m~s de
nan el mismo a~tito ~ . . ernos de la c~u •rtinentes al crec1m1ento
los tiempos no v . · ro. como ellos cambian, aun oto s int rnano hizo pe
,,,.._rl . ancn. a los hombres no les pu-....1 qu, tos asu l pueblo ro
'"'" os mismos ue e
- ' -u:nten
· d o otros apetitos ~en Pa ~ Jasq . ~rio .
otr.ts cons1deraciones en la v . 1' ?tros deleites de su tttlt'-
que a los ho b e1ez que en a Juventud p •
• m res cuando envejecen les falta l · or-
y les crecen el juicio y la prud . ' n as fuerzas Je/ im;erio que conquistaronlos
. enc1a y, entonces
no que aquellas cosas que en la juventud , , es necesa.-
b les y b ucnas , enve1cc1endo. . les parezc
cre1an soport
· a-
la causa la virtud o la fortuna
Cuál.futRomanos, o
• an msopon bl
ma las, y cuando deberían acusar a su 1·u1· . a es y ellos Plutarco, grave escritor, han
. Ad , c10, acusan a l
tiempos. cmas, los apetitos humanos · . os Muchos, y . e~~re e ue el Pueblo romano, al con-
son 1nsac1abl
porque , por naturaleza, pueden y quieren desear tod es tenido la op~n1on d ~ favorecido por la fortuna que
ro la fortuna les permite conse _guir poco, y de ello ;~ ): s~istar el imperio, fue ;:: razones aducidas, dicen qu~ se
mentes humanas resulta continuamente una ins t . e q r la virtud . Y,en~re o e . , n ese pueblo ha reconocido
·· r ·d · a tsrac- po a con1es10 · d '
aon, y un :ras~ 10 de las cosas que se poseen, lo que hace b e que por prop 1 . .as habiendo dedica o mas
sa d s sus v1cton ,
censurar los tiempos presentes, elogiar los pasados y dese- en la fortuna to a a cualquier otro dios. y parece
ar los futuros, aunque nada razonable los mueva a ello. l Fortuna que · ·, ue
temp1os a .ª. ' d acuerdo con esta op1n1on, porq.
No sé entonces si yo mereceré ser incluido entre los que Tito Liv10 es~:bl:r a algún Romano de la v~d sm
que se engañan, si en estos mis discursos elogio demasia- raras veces hace l e v.o no quiero adrrut:Ir esto
do los tiempos de los antiguos Romanos y censuro los , l egue a iortuna. u .d
que este e agr tampoco creo
que pueda ser sostem o.
nuestros . Y realmente, si la virtud que entonces reinaba y de modo a 1guno, y d . más república que haya
el vicio que ahora reina no fueran más claros que el sol, mi Porque, si no se ha encentra o Ja a tam oco se ha en-
palabra seria más contenida, dudando de no incurrir en es- hecho tantos progresos ,co~o Rom _, da ~rala conquis-
te engaño del que acuso a algunos. Pero, siendo la cosa tan contrado jamás una ~epub~ca org~?l~~os (e permitió con-
manifiesta que cualquiera la ve, me animaré a decir mani- ta como Rc_:>ma. ~a virtud e sus ;J~rc~biemo y su modo
fiestamente lo que comprendo de aquellos tiempos y de quistar el 1mpeno : Y el ~rden _el ~ le hizo mantener
estos tiempos, para que los ánimos de los jóvenes que le- propio, hallado por su pnme~ leg1s a or, t diremos en va-
an mis escritos puedan escapar de éstos y prepararse para lo conquistado , como despues larg:imen e o haber uni-
t res dicen que n
imitar aquéllos, cada vez que la fortuna les dé ocasión pa- rios discursos . Y aque 11 os au O . tiempo fue fortUDa,
ra hacerlo. Porque es deber del hombre bueno enseñarle a do dos poderosas guerras al mismo que ellos tuvie-
otros el bien que por la malignidad de los tiempos y de la pero no fue virtud del Pueblo rom ano, ptoer cuando habían
· no so 1amen
fortuna no pudo hacer, para que, siendo muchos los ca- ron guerra con los Latinos erra fue hecha por
· ·no que 1a gu
paces de ello, algunos de los más amados por el Cielo pue- derrotado a los Sammtas, si 'll y no lucharon con
d e de aque os, . y
dan hacerlo. Habiendo hablado en los discursos del libro los Romanos en eiensa . d tes a los Lannos
los Toscanos sm . h ab er so1uzga o an
anterior sobre las decisiones de los Romanos pertinentes a
[ 209]
[ 208}
e~ervado con las continua da a Italia. Terminada é~ta co~ máxim~
si_dos de estas potenci s derrotas a los Samnita ,¡o ocupa macedonia y, terminada esta, lleg~
aotU . , la guerra . . no que do
hieran unido entre s1' ª~· cudando eran florecient•s. y qlle,
, sin ud d '"s, se h
f1l . 11ac10
rta,
. Después de esta victoria,
y Asia . . d ' t
mente que hubieras egui.d la ª .pue e con 1·etu rarse í' ll- g10de J\lltíoco do ríncipe o república que e por si o o-
O .
na. Pero, surgiera com . nuna de la Repúbl. ªctl- la odo el rnun_ p onerse a las fuerzas romanas.
. o surgiera e t ica rorn eJlst .untos pu dieran op · el que consi.·d e_rc
tuvieran dos poderosas gu s o~ nunca suced· , a- sta última victoria,
., . erras al m1 . io q\le do Jpero, antes ed:st:s guerras y el modo en que se hici~-
parec10
. .siempre que al nac er una 1a ot smo tiempo , Y ªlln
exanguuse una la otra nacía . Ello se ra se extin~fa o al bien el ~rden diadas en ellas una virtud y un~ pruden_c1a
mente en el orden de las gu P~~de apreciar f:a'·¡ roo, "era. rnet~ca la fortuna. De modo que, quien examine
. d d erras que hi ex- eoorrnes1unalfortuna, la encontrará fá_cilmente, porque es
Jan o e lado las que hicieron antes d:ieron porque, de-
ocupada por los Franceses i vem ~ue Roma fuera la causa de ~ uando un príncipe y un pueblo lle-
algomuY cierto que
., c ue todo príncipe o pue bl o vecinos .
con los Equos o con los Volsco~s que mientras luchaban 1reputacion nq atacarlos y le temen, siempre .
poderosos, nunca lucharon cont, y estos pueblos fueron gana ta. suce-
, ., ra otras gentes D . , mismos teme . , . d
d os estos, nac10 por s1 . d llos lo atacará si no esta necesita o
. la guerra contra lo s Sammtas. · y aomina- , ue ninguno e e d b ,
antes d e que dicha guerra terminara los bl , 1 _unque
dera q D do que si quiere hacer guerra, e era
rebelaran contra los Romanos sin emb pue os atmos se de h.3cerio · e, vecino mo '
le conviene hacerla, y a 1os otros,
, al b 1· , ' argo, cuando suc l g1rcon que . y ,
dio t re e ion, los Samnitas estaban aliados n e- e e su habilidad diplomática, aqu1etarlo_s. estos, en par-
. · a -"orna y con speto a su poder en parte enganados por los me-
con su eJercito ayudaron a los Romanos a que d ' te por re ' ·¡· ' f.'
· l · l · . errotaran dios que él usará para adormecerlos, se tranqui ,izar~n a-
la 1nso encia atina. Y,.dominados éstos, reanudaron la
·1 nte y aquellos otros poderosos que estan leJOS y
g_uerracontra los Samnitas y, cuando éstos quedaron aba- c1me , . , l 1·
ndas por tantas derrotas, nació la guerra contra los Tosca- tienen comercio con él, cuidaran la cosa como a go eJano
ue no les pertenece, error en el que caen tantos, hasta
nos y, compuesta ésta, se rebelaron de nuevo los Samnitas
por la llegada de Pirro a Italia. Y, cuando éste fue rechaza-
~! el incendio los asalta y, después de l~egado, no pu~-
den remediarlo sino con las· fuerzas propias, que ,d~spues
do Y remitido de nuevo a Grecia, iniciaron la primera gue-
no bastarán, por haber hecho al enemigo poderos1srmo. Y
rra contra los Cartagineses y, apenas terminada esta guerra,
quiero dejar de lado a los Samnitas, que se quedaron a ver
tod~s los Franceses de más allá y de más aquí de los Alpes,
cómo los Romanos vencían a los Volscos y a los Ecuos ~·
c~nJur~ron contra los Romanos, hasta que entre Popolo-
para no ser demasiado prolijo, me limitaré a los Cartagi-
nia Y Pisa, donde hoy está la torre, en San Vincenti, fue-
neses, que eran poderosos y estimados, cuando los Ro~a-
ron superados con máxima matanza. Terminada esta gue-
nos luchaban con Samnitas y Toscanos, porque ya teman
rra, por_ espacio de veinte años tuvieron guerras de no
toda África Cerdeña y Sicilia, y dominaban parte de Es-
mucha importancia, porque no combatieron solamente
paña. Y su 'poder, junto al hecho de estar alejados de los
contra los Ligures, y con aquel remanente de los Franceses
confines del Pueblo romano, hizo que nunca pensaran en
que había en Lombardía: Y así estuvieron un tiempo has- nitas y a los Tos-
ta la segunda guerra cartaginesa, que por dieciséis años atacarlo, y tampoco en socorrer a los Sam

[ 210] [ 211]
y
canos. y aun hicieron
cen más a favor propi:;: se hace en las cosas de tos pueblos con los que ellos luc~aron y sobre
cando su amistad. y n , g .n~ose a los Rorn qu, trt,. ,ualidad. d s estaban en la defensa de su libertad.
do cuando los Romano advtrt1_eron antes el e anos y btq_ , obstina o
estaban en medio d ~t·vencidos todos lo rror corneti que
~disputarles a éstos ee~ d~~!?s ~an~~i~es:s::blos qu; II
mismo que a los Cart . to e S1c1hay d Pelaron
ses, y también a Fili agineses les sucedió e España. y Con qui pueblos combatieron los Roma~os, y qui
y todos ellos creíaJ:° :;:.Y de los Macedonios a los Franc" obstinadamente defendieron ellos su ltbertad
ocupado con otr , tentras el Puebl y a Antí0c
do caso, podía d~;;~:::s~ 0
~o lo supe~~~;ano estab~ N da fue más dificil para los Romanos que superar a
modo que yo creo e e el con paz o que, en to-. ªblos de sus entornos y a parte de las provincias le-
pecto los Rom que la fortuna que tu . con guerra. ~ los pue . ch
. por el amor que en aquellos tiempos mu os pue-
anos la tend , vieron en
q~e actúen como los R ran todos aquellos ~st~as- bl s tenían por la h·b erta d , a la que d e1en
,anas, .e: d'
tan tan o b sttna-
·
VIrtud que ellos. omanos, y que sean de faºn~1pes da:ente que nunca hubieran sido sojuzgados sin una
Habría que dem rn1srna extraordinaria virtud. Porque, muchos ejemplos nos hacen
Pueblo romano entro' ostlrar al respecto el modo conocer los peligros que corrían para mantener o recupe-
e a as pr · . en qu 1 rar esa libertad, y las venganzas que tomaron contra quie-
n nuestro tratad d l . ovinc1as ajenas . fu ee
bl d o e os pn . , s1 era
a o largamente d 11 nc1pados no hub·, que nes se las quitaban. Se conocen también ahora en la lec-
ah d e e o, porqu terarnos ha- ción de las historias los daños que los pueblos y las
un antes disputas. Sólo dí , be esta materia es Yemad
pre_ se las ingeniaron para t::e;e;emente que ellos siern~ ciudades reciben por la servidumbre. Y, cuando en estos
amigo que fuera escalera o p n las provincias algún tiempos hay una sola provincia de la que se puede decir
mo medio para tenerla y as1'uerta para subir o entrar o co- que tiene ciudades libres, en los tiempos antiguos en todas
Ca ' vemos que · las provincias había muchos pueblos muy libres. Vemos
puanos, entraron en Sam . d 1 , por medio de los
cana, de los Mamertinos e nS1~,·1~ os Camertinos en Tos- cómo ~n aquellos tiempos de los cuales hablamos ahora,
E - d n ic1 ia de lo S . en Italia: desde los Alpes que separan a Toscana de Lom-
spana, e Masinisa en Afric d l ' _s aguntmos en
Eumenes y otros príncipes enªA ~ os Etolios en Grecia, de bardía, hasta la punta de Italia, todos eran pueblos libres,
Eduos en Francia y a , s1Ia,de los Marselleses y los como los Toscanos, los Romanos, los Samnitas, y muchos
.. . s1, nunca es falt l otros pueblos que vivían en el resto de Italia. Tampoco se
p~ra_ facilitar sus empresas, y en la aro~ ta es apoyos,
vincias y en su conservac . , E conquista de las pro- h~bla mucho de que hubiera algún rey fuera de los que
serven todo esto, necesita;~;~esn que los pueblos que oh- re1~aron en Roma y de Porsena, rey de Toscana, de cuya
no lo hagan así. y para que t d os la fortuna que los que estirp~ Y cómo se extinguió la historia no habla. Pero ve-
f
cuánto más pudo la virtud o s J>Uedan conocer mejor mos bien cómo en aquellos tiempos, cuando los Romanos
fueron a luchar en Veyas, la Toscana era libre, y tanto go-
del imperio, en el próximo !u~ ª o~una ~n la conquista
pitu 1O discurnremos sobre la zaba de su libertad, y tanto odiaba el título de príncipe
que, habiendo nombrado los Veios un rey en Veyas para
[ 212]
defenderse, y pidiendo ayuda a los Toscanos contra los . mantener el estado dividido, y que ca-
le co nv1ene
. . él A ' d
Romanos, después de haber hecho ~uchas consu1t no que 1 reconozca solamente a . si, e sus
ovincta o . Y. . l . .
aquéllos decidieron no ayudar a los Ve1os mientras vi ~s, afs o pr , 'I d ºsfruta y no su patna. , s1 a gu1en qu1e-
ran bajo el rey, cons1.deran d o que no es t a b a b.1en defe Vte,
d da:quistas solo e o J inión con otras infinitas razones, que
, somet1.d o a otros. E.snfácij
la patria de quienes ya la h a b 1an er cO onfirrnar esta p tratado De tyrannide. No debe asom-
rt e c. te en su · ·
saber de dónde nace en los pueblos esta afecto por la .d ªJ eno1on 1 pueblos antiguos pers1gu1eran con
· · que 1as ciudades
. Vi a lea s que os . .b l
libre, porque vemos por expenenc1a rlr entonce
b,.. . nos y amaran Ja vida 1J re, y que e
d. Jos tira 11
ca han desarrollado dominio y riqueza sino en liben ~u~ ª hberta
.
tanto o dio la d fuera tan estimado . por , es· os, como
es realmente algo maravilloso ver a qué grandeza ~l · .
ºº"'...,bre e do e·uo 1am 0 , sobrino de H1eron . . uacusano,
Atenas por espacio . d e cien
. anos,
- cuan d o se liberó de l ego. U cedió cuan S. sa y cuando la not1c1a de su muerte
d P . , p l ,
ranía e 1s1strato. ero, o es aun mas cons1 erar la .d a ti- s en uacu , J · d d ,
fuemuerto . , . no estaba Jejos de a c1u a , este
deza a que llegó Roma cuando se libe~ó de sus Reye~t , eJerc1to, que 1 t l
IJegoa su , belarse y a tomar as armas con ra os
ezo a re . . b 1·
fácil entender la causa, porque es el bien común y n Primero emP do oyó que en Siracusa se gnta a 1-
particular el q~e hace grandes a las ~iudades. Y sin d;d~,1 . pero cuan . , d I. ,
asesinos 'dO ese nombre, se aquieto y ec 1no su
este bien comun no es observado smo en las repúblic d
berta , ªlenta · 1·das , y pensó que en aque 11a ciu
. por · d a d se
porque ellas ejecutan t~do aquello que ?~e?ece a ese p: los tirante b
iracontra . na vida libre. Tampoco debe asom rar
pósito y, aunque se actue a veces en pel)u1cio de este O de 0 d'1 organizar u d. .
aquel particular, son tantos los que reciben ese bien, que
P 1 ª 5 ueblos cumplan venganzas extraor 1na1?as con-
que ~ p I arrebatan la libertad. De ello ha habido mu-
lo pueden llevar adelante contra la oposición de los pocos tra quienes e fc · l
· Jos entre los cuales me propongo re enr so a-
que resultan dañados . Pero , cuando hay un príncipe, su- choseJemp ' . 2 • d d G .
cede lo contrario porque, las más de las veces, lo que ha- mente uno Sucedido en Corc1ra, c1uda e recia, en.
ce por él ofende a la ciudad, y lo que hace por la ciudadlo tiemposde la guerra del Pelopones~ cuando, estando di-
ofende a él. Así que, cada vez que en un estado libre nace vididaaquella provincia en dos partidos, uno de los cua-
una tiranía, el mal menor resultante es que esa ciudad no lesseguíaa los Atenienses y el otro a los Espartanos, sur-
avanza ni crece más en riquezas y en poder, pero casisiem- gíade ello que en muchas ciudades, divididas entre sí, un
pre sucede también que ret~ocede. Y, si la s~e~e hiciera partidobuscaba la amistad de Esparta y el otro la de Ate-
que allí surgiera un tirano virtuoso q~e., por ammo ypor nas.Y, habiendo sucedido que, en dicha ciudad, prevale-
virtud de las armas ampliara su d~mm~o, no re~ult~rade cieronlos nobles y le quitaron la libertad al pueblo, los de-
ello utilidad alguna para esa república , smo 1:arael mismo, mócratas,con la ayuda de los Atenienses, retomaron las
fuerzasY,poniéndole las manos encima a toda la Noble-
Porque no puede honrar a ninguno de los cmdadla.nodsva-
lientes y buenos a qmenes . · · , sm
ttramza · ve rse ob 1ga o. a_ za,la ;ncerraron en una cárcel que los contenía a todos, y
uede someter a 1a c1u
sospechar de el!os. Pero, tamp?co p . de la ciudad donde
1e allt los llevaban de a ocho o diez por vez con la idea
dad que conquista o ha cerla tn~utana l oderosa,si- e m1andarlos al exilio a distintos lados pero 'con muchas
cruees tortur 1 h , . '
él es tirano, porque no le conviene volver a p diera as, os ac1an monr. y los que quedaban se
n cuenta de ell d ·d· d
o, eci ten o escapar a aquella muer-
[ 214]

.. [ 215]
otra lo ponía en la grandeza de ánimo, en la
te ignominiosa en cuanto les fuera posible y, armad ¡eotras lael cuerpo y en todas la~ otras cosa~ ~J:>tasa _ha-
lo que podían, peleando contra los que veían ent os con 111
rtaleza _d los hombres . Y, s1 nuestra reltgion quiere
cárcel y que defendían la entrada, de modo que el rar ª la fo , rnos a .
er fortist n ti mismo fortaleza, quiere que seas apto
que concumo. , ante e l nu .d o, d em .b,o l a parte sup PUebl. o, eoe tÚ tengas e, que para hacer algo fuerte. Este modo de
lugar, y a todos ellos con aquellas ruinas asfixió S~n~r
todavía en aquella provincia muchos otros ca¡o tuieron
1 del
\ra ::::onces
padecer
5
que hubiera vuelto débil al mundo,
~vir parece resa a los hombres malvados que lo pue-
dos semejantes y notables, de modo que, vemot orren-
libertad que te es quitada se venga con mayor ím que Una dándolo corni l:'Imente viendo cómo, por ir al Paraíso, la
·ar1aci , . ,
la libertad que te han querido quitar. Petu que den rna!1eJ de los hombres piensa mas en soportar sus
Pensando entonces de dónde puede surg · generalidad ngarlos. Y, aunque parezca que el mundo
aquellos tiempos antiguos, los pueblos fueran Ir, que, en golpes f;que _endve y el cielo se ha desarmado, sin duda ello
n11na o .
tes de la libertad que en estos tiempos, creo q:ªfa ~an- se ha ª ~ d 1 vileza de los hombres, que han mterpreta-
es l~ misn:ia q~e hoy hace a los ~ombres menos fueneausa nace rnas e ~ ·ón según el ocio y no según la virtud. Por -
estra re 1igi
decir la diversidad de la educación nuestra resp t ¡, es do nu.
que, si consi e
d I patria verían que quiere.
. l
.d raran que ella nos permite a exa tacion y a
l .,
que l a amemos y la
l
antigua, fundada en la diversidad de nuestra re~c -~ e la
. p
pecto d e la ant1gua. orque nuestra religión al h b
ig1onres
· defiensa e a que nos , l
preparemos para ser ta es que la po-
' haª emos. honremos, y ., r l .
mostrado la verdad y el verdadero camino , nos cender Esta educacion y estas tan 1a sas inter-
ce esti- damos d e1• ·
mar menos los honores del mundo, y los Gentiles q 1 · es hacen entonces que en el mundo no se vean
· b an mu ch o, y h ab'1an c1"f ra d o en ellos el bien
' sum
ue os pretac1on , .
estuna úblicas como se vetan antiguamente y, en con-
tantas rep .
eran más feroces en ... sus actos. Y ello se puede considerar o, secuencia,tampoco se ve en los pueblos tanto amor a la li-
en mue h as dle as inst1tuc1ones, empezando por la magni- bertad como antes . Aunque yo creo que la causa de este
ficencia de sus sacrificios y la humildad de los nuestros hecho es que el Imperio romano, con sus ejércitos y con
donde hay alguna pompa delicada más que magnífica, pe~ su grandeza, extinguió todas las repúblicas y todas las for-
ro ninguna acción feroz o valiente. Allí no faltaba la pom- masde la vida civil. Y, aunque después tal Imperio se ha-
pa ni la magnificencia de las ceremonias, pero se le agre- ya disgregado, las ciudades no pudieron unirse ni reorde-
gaba la acción del sacrificio, lleno de sangre y ferocidad, nar la vida civil, excepto en muy pocos lugares del aquel
matando a multitud de animales, aspecto que, siendo te- Imperio. Sin embargo, como sea, los Romanos encontra-
rrible, volvía a los hombres sus semejantes. Además, la re- ro,n ~n cada pe9~eño lugar del mundo una conjura de re-
ligión antigua no beatificaba sino a los homb:~s l_lenosde ~ubhcasarmad1simas y obstinadísimas en la defensa de su
gloria mundana, como eran los cap~t~nes de e1~rc1tos Y l~s ~bei:tad.Lo _que demuestra que el Pueblo romano nunca
jefes de las repúblicas. Nue stra rehgion _habeatificado m~~ ub1erapodido vencerlas sin una rara y extrema virtud .
a los hombres humildes y contemplativos que a_losdaca Y para dar un · l · .
caneeel de lo S e~emp o particular, quiero que me al-
vos Además ha puesto el bien sumo en la humilda , en to Livio fis amn1tas , que parece cosa admirable y Ti-
. , ld . las cosas humanas, con esa que fu eron tan po d erosos y sus armas ' tan
el envilecimiento y en e esprec10 por

[ 216 ] [ 217]
- - -- -------- -- - ----y---

cficac~ que hasta en 1~ ~cmpos del cónsul p . .


sor, hijo del primer Pap1no , pudo resistir a ¡0 /Kº°
1 C\lr.
afses Y
disip ador de toda civilidad humana com
p . . , o son 1os
por un espacio d~ cuarenta y seis años, después ;ll'lan 0 s, P · ·pes orienta Ies . ero, s1 ~I ~ n ge por 1.-ve, h
derrota~ tantas tierras devastadas y tantos cstr e tantas Prínc• . d l . -T
. rias. las mas e as veces ama por igual a 1 . d
umanas y
dos en su territorio . Más todavía , viendo ahora ª&os su&¡_ '"ª
o rd
ue somete , y l es dcJa
· sus ancs todas y u si todas CIU a-
si deshabitado , allí donde había tantas ciudad ese Paísca. des q . . d os sus
ordenamientos antiguos, ~ modo que, sí no pueden cre-
hombres, allí don~e antes ~abía tal orden y tal%: tantos mo libres, no se arruman tampoco como escla
cer eo 1 . d 1 . . vas,
era insuperable, ~1 por l.a virtud romana no hubierza ~Ue
enten diendo por ese .av1tu e somet1m1ento
. a un fio
raste-
asaltado. Y es fáal considerar de dónde nacía e ra sido ro porque, de la q1:1eimpone un cmdadano ya he hablado
dónde se ongma· · este desor den, porque todo se Orden y s. Q!Iien considere entonces todo lo que ~ ha dich
· · esclavo. Todas 11
vir libre antes, y ahora d e l vivu 1ega.del \'t-·
ante , d 1 .
se asombrara e a potencia que tenían los Samnitas
o,
.
las provincias que viven 1·b
1 res en cualquier parte
as tierrasY ººando eran libres, y de la debilidad a que llegaron des--
.
he dicho, h acen gran des progresos. Alh, vemos , COtno, ya cue's en servidumbre. Y Tito Livio da fe de ello en varios
' 1·b 1 · · Inas Pue· pu · l l
blos, son mas 1 res os matnmon1os, más deseables lugares y, especia mente, en a gu~rra con Aníbal, donde
los hombres, todos procrean voluntariamente I h~or demuestra que, estando los Samnitas oprimidos por una
. · os lJos legión de hombres que había en Nola, mandaron orado-
que creen po d era l 1mentar, sin temer que el patrirn ·
. d b on101es res a Aníbal a rogar que los socorriera, y ellos, al hablar
pueda ser qmta o, y sa en que no solamente nacen 1·b
. d. . 1 res con él, dijeron que por cien años habían combatido a los
y no escla".'os, smo , que, me 1a~te. 1a virtud, pueden vol-
verse príncipes. Alh se ven multiplicar las riquezas en _ Romanos con sus propios soldados y sus propios capita-
yor cantidad, y tanto las que vienen de la agricultura ~a nes, y muchas veces habían sostenido dos ejércitos consu-
mo de las artes. Porque todos multiplican gustosos en e~ lares y dos cónsules, y que ahora habían llegado a tal mi-
aspecto, y tratan de adquirir los bienes que creen pode~ seria que apenas se podían defender de una pequeña
legión romana establecida en Nola.
gozar si los conquistan. De donde nace que los hombres
en competencia piensen en los progresos privados y pú-
blicos, y unos y otros crezcan asombrosamente. Lo con-
III
trario de todas estas cosas sucede en aquellos países que vi·
Roma se convirtió en una gran ciudad arruinandoa las
ven siervos, y más merma el bien acostumbrado cuanto ciudadescircundantesy admitiendofácilmentea los
más dura es la servidumbre. Y, de todas las servidumbres forasteros en sus honores
duras, es más dura la que te somete a una república, en
primer lugar porque es duradera y para nada puede espe- "Crescit Interea Roma Albae ruinis". 3 Q!lienes se pro-
rarse salir de ella y, luego, porque el fin de la república es pongan que una ciudad forme un gran imperio, deben in-
enervar y debilitar todos los otros cuerpos para ao:ecer el geniárselas con gran industria para que se llene de habi-
suyo, cosa que no hace un príncipe al someterte, siempre tantes, porque sin esta abundancia de hombres nunca se
que no se trate de un príncipe bárbaro, destructor de los logrará engrandecerla. Esto se hace de dos modos : por

[ 218 ] [ 219]
~ta ~orancia, somos presa de todo el que ha . tra lengua. tambitn eliminan f2cilmente la
·
~arsc por esta provtnoa.
· y · l · .
, s1 a 1m1tación d quend o p¡. cia tengan _º Eso se ve considerando los modos que
1 l G ·1
º
nos pareciera dificil, no ~ebería parecerlo taneto : RollQ.
ef1
ua antenor . encia Cnstaana
. .
contra a enta , porque
1 1eng ·d la ere
antiguos Toscanos, especialmente a los actuales t de los "ªten• dos
11 ,
0
sus
ordenamientos
.
y todas sus ceremonias, y
ll . ,
Porque, si aquéllos, por las razones ya dichas n osc~os. t,orro t~ , d 3 memona de aque a antigua teo 1ogia . Es
construir un lmpeno. pareci'd o al de Roma pud· , o PUd1eron ~tingll 10 to ha podido extmguir · ·
tota 1mente 1a not1c1a
· ·
. , ~~n
quistar en ltaha el poder que aquel modo de con. Cl·ertº que nho has por los hombres excelentes que tuvo
. actuar 1 sas ec ·
ch
concedía. Y, por mu o tiempo, estuvieron segu es delas co ha mantenido la lengua latma, cosa que
· d · · d
suma glona e impeno y e armas, y máximos ros co
'. n 'll porque d
a~~e a, forzadamente, te~ien o q~e escn . 1~ a ey nue-
·b · 1 1
. ., p d e1ogios
l
sus costumbres y a su re 1gton. o er y gloria que . a h1c1eronla Porque, si hubieran podido escnbirla con una
. · ·das por los Franceses y, después ePnrnero
fueron d ismmm ~ . \1élcon el · considerando las otras persecuciones que
. • Xl.!ngu 1
fu
das por los Roman?s, y e tan extinguida que, si hace do· nu~va lengu~abría recuerdo alguno de las cosas pasadas.
mil años la potencia de los Toscanos era grande en 1 s hici_erof' ~os procedimientos de San Gregario y de otros
. . d 11
sente no h ay casi memona e e a, cosa que me ha h ch
pensar de dónde surge este olvido de las cosas, come
, e pre-
0
~·e~/ra ~eligión cristiana, ve~á con. qué obstinación
iefes_ . n a todas las memonas antiguas, quemando
. , , . , ose
di scumra en e1proximo cap1tu 1o. b de los poetas y de los h.istona. d ores, d em.ban d o
Persiguiero
laso ras . d
. , nes y rompiendo to a otra cosa que conservara
lasimage
, i no de la antigüeda d . D e mo d o que, s1· h u b 1eran .
V alguns og a esta persecuc1on · ' una lengua nueva, en b reve
d
Que el cambio de las creenciasy de las lenguas,junto al agrega
·
.
se habría visto .
olvidar to d o . Por 1o tanto, d ebe
accidentede los diluviosy de laspestes, apaga la memoria aemp 0 . e . . . h l
creerse que la creencia nstlana quiso acer contra a
de las cosas Gentil lo que la Gentil hizo contra la que estaba antes de
ella. y como estas creencias cambian dos o tres veces en
Creo que a aquellos filósofos que piensan que el cinco ~ seis mil años, la memoria de las cosas anteriores
mundo ha sido eterno, se les podría replicar que, si tanta se pierde. Y, si aún queda algún signo de ellas, se las con-
antigüedad fuera cierta, sería razonable que hubiera me- sidera como algo fabuloso y no se les presta fe, como su-
moria de más de cinco mil años, cuando se ve cómo la cede con la historia de Diodoro Sículo que, a pesar de dar
memoria de los tiempos se extingue por distintas causas, cuenta de cuarenta o cincuenta mil años, sin embargo ,
que en parte vienen de los hombres, en parte del cielo. como yo creo, es reputada cosa mendaz .6
Las que vienen de los hombres son los cambios de las En cuanto a las causas que vienen del cielo, son las
creencias y de las lenguas. Porque, cuando surge una cre- que extinguen la generación humana y reducen a pocos
encia nueva, es decir una religión nueva, para darse re- los habitantes de parte del mundo. Y eso sucede por pes-
putación, su primer objetivo es terminar con la antigua Y, te o por hambruna, o por una inundación de aguas, Y la
cuando necesita que los organizadores de la nueva ere- más importante es la última, porque es la más universal, Y

[ 226] [ 227]
n hombres montaraces y rudo~
los que se sal~a~sde ninguna antigüedad, no J~qu,,n()
tenien1~ no~;~escendientes.Y,si entre ellosse safvuedt~
transmitirª s . esa noticia, por darse reputación al.
· que tuviera d
ª'ª
Yn
gu1en l la disfrazaa su mo o y, entonces a J ºrn.
bre, la ocu ta Yda solamente 1o que e,1quiso · escribir
' ossu.
cesareslesquetas inundaciones,
· pestes y h ambrunas,Ynad a
más. y que esue no es de du dar, porque 1as h'tstoriasePro.
ducen, creo q e s está
orque su erecto se ve en el olvido d n
llenas de e11ªSién
, P porque parece razona ble que sea e, las
cosasy, tamb , . as1.Es
aturaleza,como los cuerpos simples, cuand h
que Ia n . fl oa
acumula do mucha materia super ua,
., se mueve por si' .
Ill1s.
ma muchasvecesy hace una purgacio.n que es saluddeese
cuerpo, y así sucede en este cuerpo. .mixto, de la generac ·,
ion
humana, cuando todas 1as prov1nc1ases~a~llenasdehab¡.
tantes, de modo que éstos no pueden vivir allí ni pueden
irsea otros lados, porque todos los lugares estánocupado
y repletos y, cuand~ la astucia y_la malignidadhuman:
han llegadoa su límite, es necesano que el mundosepur.
gue con uno de los tres medios citados, para que loshom-
bres, siendo pocos y golpeados, vivan más cómodamente
y se vuelvan mejores. Y, como ya se ha dicho, Toscana era
potente, plena de religión y de virtud, tenía sus costum·
bres y su lengua patria, y todo fue extinguido por elpoder
romano. De modo que, como se ha dicho también,deella
solamente queda la memoria del nombre.

1
VI /
CómoactuabanlosRomanosal hacerlaguerra ¡
Habiendo hablado de cómo actuaban los Roma~~
para extenderse, ahora discurriremos de cómo procedian

[ 228]
Notas al Librosegundo

1 Es decir,antes de la inva~íónde los galos,que incendiaronRoma(· )


396
2 Esdecir,Corfií, . ·
3 ·Entre tanto, creceRoma sobre las rumas~~ Alba"(Livio,I, JO).
4 ServioTulioreinó entre -578y-534. VerLiv10, I, 30.
5 Lasciudadesde Su~viay Franconiaformaron una federación enelaño
1378
paraprotegersedel Impeno. . . . .
ó DiodoroSículorelatamfmidad de hJStonasfabuJos~s en suBibliottcahistó-
rica,escritaen tiemposde Augusto,y que parte desde eJongendelmundo.
7 FuehastaeJsitio de Veyas,tomadaen el año -396.
8 Enrealidad,despuésde laguerrayugurtina,Romapeligróporunainvasión
de losgem1anos.·
9 Los cimbroshabitabanJudandia. Durante el imperioromanoavanzaron
con los teutonesen Estíria.
10 Procopio,bizantino,fue secretarioy consejerodel generalBelisario, y es-
cribióen griegola Historiatk lasguerras.
11 ·Nosotros,losmauritanos,que huimos ante el ladrónJosué,hijodeNava.•
12 Marsellafue fundadapor una colonia de focenses,que habitaban sobre d
golfode Corinto,en la antiguaGrecia.
13 Lossidicinosresidíanen Campaniay eran de origenausonio,pueblo que
vivíaen la costaoccidentalde Italia y que, durante un tiempo,dio su nombre a
Joshabitantesde 1apenínsula.
14
CastruccioCastracani(1281-1328). Maquiaveloescribióuna vidasuyaen
elaño 1520.
15
Agis,rey de Esparta. Dichaguerrase libró ocho añosantesde Jamuerte de
Alejandro,acaecidaen el año -331.
16 F . d'.
rancescoMana dellaRovere,duque de Urbino, atacadopor losMe10,
f
recf eró el ~uca~~en febrerode 1517y lo perdió de nuevo en septiembre.
18
Es1amvasionde losgalosa Grecia•
19
Despuésde la batallade Agnadello.
Asdrúbal,hermanode Aníbal,llegóa Italiapara socorrerlo,perofuederrota"
do20
en el ' Ies Claud10
• Metauroporlos consu · Neron
, y Lmo
. . Salmatore,
. en e1an
-o-207.
Loscampanosllevaronen socorro de los sidicinosmás su nombreque
fuerzaspara la lucha...

[ 316]

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