You are on page 1of 3

POPULAR Y POPULISTA Prof.

Roberto Rujano

Imagínese que un padre, además de darle a sus hijos todo lo que necesitan, les otorga mucho más de lo
que requieren y no solamente eso, sino que su sobreprotección se extiende hasta un punto más allá del
momento en que éstos ya deberían valerse por sí mismos. A continuación se ofrece el relato de una historia
ficticia para que comprenda los detalles.

El señor Rubén tiene a sus dos hijos, de 18 y 22 años, estudiando en universidades privadas
encargándose por completo de todos los gastos. Pero es que además, los dos hijos no trabajan porque todos
los demás necesidades que tienen son también cubiertos por completo por el jefe de la familia.

Para un adolescente flojo y vivo tal vez esto sea el paraíso. Para alguien que a pesar de su juventud, es
muy maduro responsable y orgulloso, no estaría tan contento en una situación como la que se describió. De
manera que este caso podría ser visto como bueno o malo dependiendo de cada quien. Rubén utiliza su
excelente estabilidad económica para evitar que sus hijos se esfuercen de alguna u otra forma para conseguir
lo que quieren. Pero todavía hay más. Este padre de familia se ha propuesto el seguir con estas acciones
por muchos años más. Digamos… 20 años. Y otra cosa. El señor Rubén no quiere que sus descendientes
vivan en sus propias casas, sino que habiten el hogar paterno de forma indefinida. “Si tengo la suficiente
cantidad de dinero como para evitar que les falte algo, entonces es lógico que haga las cosas de esta forma”
Esta es la respuesta que da a cualquiera que le pregunte o cuestione acerca de tanta sobreprotección.

¿Cuál es su opinión al respecto? ¿Está bien toda esta ayuda ilimitada en cuanto a lo que abarca y en
cuanto a que sea permanente? Si piensa que ayudar está bien pero que las personas necesitan ser
independientes para madurar y mejorar como personas, pues está en lo correcto. La historia relatada es
ficticia pero no quiere decir que no exista en la vida real algunos padres y madres que sean tan
sobreprotectores. En todo caso, la ayuda en exceso causa el efecto contrario al que pretenden los padres.
Es dolorosamente increíble que éstos no estén conscientes del daño que provocan. Están seguros, en
cambio, que están haciendo algo bueno y que, cuanto más ayuden, harán un bien mayor.

Algunos gobiernos, en algunos países, son como estos padres sobreprotectores. El papel que tendría la
población sería la de los hijos. Imagínese el daño que se haría sobre millones de “Hijos” de ciertos
presidentes. Sin embargo el problema no está tanto en la cantidad, sino en la magnitud del problema. Tal
vez usted piense que ningún padre sobreprotegería a sus hijos toda su vida. Pero haciéndonos la idea de que
los gobernantes son como papás de sus gobernados, entonces dicho fenómeno si existe.

La ayuda que los padres dan a los hijos es necesaria pero debe tener un límite. Se supone que llegarán
a ser adultos y esto significa en buena parte el aprender a ser independientes, desde todo punto de vista.
Además del hecho obvio de que los padres dejarán de existir en algún momento, toda persona debe ser
autosuficiente. Pero, ¿Esto se aplica por completo en el ámbito de las relaciones entre un pueblo y su
gobierno? Totalmente. Y esto debe quedar muy claro, porque a pesar de que para muchos resulta algo muy
obvio, existen personas que creen que un presidente está allí para ayudarlos en todo lo que necesiten los
habitantes del país que gobierne. Y además darle la mano siempre que lo necesiten. Es decir, estas personas
afirman que todas las cosas que necesiten (casa, comida, vestimenta, educación, etc.) deben ser recibidas
de forma gratuita y sin ningún esfuerzo a cambio.

Tal vez se pensará que nadie ha admitido que piense de esta manera pero en realidad la mayoría de las
personas no lo dicen pero lo hacen ver con su conducta. Por ejemplo, cuando hay un derrumbe en una
montaña luego de una lluvia intensa de varios días, y en esa montaña algunas personas construyeron sus
casas de forma ilegal y sin ningún tipo de organización o planificación arquitectónica que sea segura, esas
personas son responsables si sus casas se destruyen por el derrumbe ocurrido. Porque se supone que lo ideal
es adquirir o construir una casa de forma legal y segura. Pero resulta que, generalmente, este tipo de
personas no mueven ni un dedo hasta que el gobierno les regale una casa o les dé dinero para construirla.

Puede ser que requieran de una ayuda económica porque son personas de muy pocos recursos. Pero la
pobreza económica no justifica la dependencia de una ayuda gubernamental. Muchos padres de familias
pobres han podido satisfacer sus necesidades de todo tipo de forma autónoma e inclusive, han podido
incorporarse a las clases media y alta de la sociedad sin esperar que el gobierno les ayude en todo lo que
necesiten.
Esas personas que hasta exigen con total descaro que el gobierno les solucione todos sus problemas
tienen la idea de que esa es precisamente la misión de los líderes que dirigen una nación. Pero si se recuerda
el papel de los padres frente a sus hijos, estos son muy similares a los gobiernos en el sentido de que tanto
unos como otros TIENEN LA RESPONSABILIDAD DE AYUDAR, PERO DICHA AYUDA SÓLO ES
TEMPORAL. Se lleva a cabo mientras que tanto los hijos como los ciudadanos de un país no pueden
valerse por sí mismos: Una edad en la cual necesitan ayuda externa, y la edad es un factor clave. Por
ejemplo, un bebé que tenga algunos días de nacido requiere obligatoriamente del cuidado de sus padres. En
el caso de que el niño haya sido abandonado por estos, el gobierno se haría responsable a través de
instituciones públicas que atienden a los huérfanos. Pero en algún momento ese niño se convertirá en un
adulto que pueda trabajar, generar ingresos y pagar por las cosas que necesite. Y no tiene sentido que el
gobierno siga manteniéndolo.

Existen en este sentido, los servicios públicos. Es decir, aquellos que son administrados por el
gobierno y destinados a toda la población de forma gratuita porque son algo esencial para su supervivencia,
como la educación básica y la salud. Aspectos que no pueden dejarse por completo en manos de la empresa
privada porque podría no ser de buena calidad (las empresas están más interesadas en ganar dinero que en
dar servicios de calidad a todos sin distinción). Por otra parte, existen otro tipo de servicios dirigidos a una
parte de la población que no tiene la capacidad económica suficiente como para pagarlos en un primer
momento y de forma total. Por ejemplo: agua, electricidad, teléfono, transporte, educación universitaria,
etc. Son necesidades también importantes pero que se ofrecen, no de forma gratuita, sino que están
subsidiados, es decir, el gobierno cubre parcialmente el costo del servicio para que el precio que pagan los
ciudadanos sea más económico.
Los servicios públicos subsidiados es una ayuda que EN CIERTOS PAÍSES ES MAYOR QUE EN
OTROS Y QUE, INCLUSIVE EN ALGUNAS NACIONES, NO EXISTE POR COMPLETO. En todo
caso, Es inconveniente que la ayuda (total o parcial) que cualquier gobierno pueda dar es, y debe ser, una
ayuda parcial y temporal. El ofrecerla de forma permanente y total es algo tan perjudicial como no darla en
absoluto. Un ciudadano debe aprender a ser independiente, porque si no, no sería un ser un ser humano
completo, desde todo punto de vista. No sería capaz de producir lo que necesita, sino que sería una carga
desagradable y perjudicial para el país.
Partiendo desde este análisis sobre lo malo que trae el exceso de ayuda para la independencia, existen
dos formas de ejercer el gobierno de un país. Se afirmó, en el párrafo anterior, que el subsidio podía ser
mayor, menor o inclusive no existir, dependiendo de cada país. Pues la PRIMERA FORMA DE
GOBIERNO no contempla casi o ninguna forma de subsidio. Esta medida obedece al pensamiento de que
cada ciudadano del país debe aprender a valerse por sí mismo. La población se ve obligada a pagar por
cualquier servicio que necesite. Los gobiernos que postulan esta idea son también llamados liberales,
porque también dan total libertad para que las empresas privadas administren dichos servicios. Esta libertad
implica que todo es de propiedad privada y que todo tiene un costo que debe ser cobrado. Dicho de otra
forma: LOS SERVICIOS PÚBLICOS PRÁCTICAMENTE NO EXISTEN. Y el gobierno no interviene
casi en absoluto.
LA SEGUNDA FORMA DE GOBIERNO no solamente administra muchos servicios públicos y desea
ayudar a la gente, sino que además, se comporta como Rubén, el padre sobreprotector que se describió al
principio de este texto.

CONTENIDO:
1. Contenido ilustrativo y analógico: el padre sobreprotector eterno
2. La sobreprotección en exceso es mala, aunque sea con buena intención.
3. ¿Qué es el populismo?
4. Gobiernos sobreprotectores y dañinos.
5. El populismo no es solamente una conducta equivocada sino también de mala fe.
6. El populismo como forma de manipulación
7. Formas de populismo
8. Ejemplos de populismo en Venezuela y en el mundo.

You might also like