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Instrumentos musicales

Un instrumento musical es un objeto compuesto por la combinación de uno o más sistemas


resonantes y los medios para su vibración, por un oscilador construido con el fin de
reproducir sonido en uno o más tonos que puedan ser combinados por un intérprete para
producir música.

Hay que estudiar la forma en que están acoplados oscilador y resonador. Es importante
identificar la fuerza que excita el oscilador y, particularmente, la forma en que se lo excita.
Al final, cualquier cosa que produzca sonido puede servir de instrumento musical, pero la
expresión se reserva, generalmente, a aquellos objetos que tienen ese propósito específico

Clasificación

Existen muchas divisiones alternativas y subdivisiones de instrumentos. Generalmente, al


estudiar los instrumentos musicales es frecuente encontrarse con la clásica división de los
instrumentos en cuatro familias:

Viento, cuerda, percusión y los instrumentos eléctricos (creados por el hombre hace
aproximadamente 50 años).

Sin embargo, debido a que ésta clasificación está orientada a los instrumentos de la
orquesta sinfónica, (del siglo XIX por Victor Mahillon) adolece de ciertas restricciones y
defectos.

Debido a ello, algunos musicólogos sencillamente amplían esta clasificación añadiendo


hasta tres categorías adicionales: voz, teclados y electrónicos.

Sin embargo, en 1914 los músicos Curt Sachs y Erich Hornbostel idearon un nuevo método
de clasificación que, atendiendo a las propiedades físicas de cada instrumento, pretendía ser
capaz de englobar a todos los existentes. Una tercera clasificación, muy seguida en el este
de Asia, clasifica los instrumentos atendiendo a sus materiales de construcción: metal,
madera, barro, cuero, entre otros. La clasificación más usada de manera convencional es la
de viento, cuerda y percusión.

Viento: saxofón, flauta, clarinete, trompeta, oboe, etc.


Cuerda: guitarra, arpa, violín, piano (el piano es de cuerda percutida), etc.
Percusión: timbal, tambor, platillos, bombo etc.

Instrumentos eléctricos: bajo eléctrico, guitarra eléctrica, theremin, sintetizador, etc.

Clasificación de Sachs y Hornbostel

Erich von Hornbostel y Curt Sachs publicaron en 1914 una clasificación de los
instrumentos musicales en su trabajo Zeitschrift für Ethnologie que es ampliamente seguida
en la actualidad. Establecieron cuatro clases o categorías principales de instrumentos
musicales (a la que añadieron una quinta posteriormente), que a su vez se dividen en grupos
y subgrupos, según el modo de generación del sonido:

Idiófonos: Son aquellos instrumentos en los que el sonido procede de un cuerpo sólido y es
generado por vibración del instrumento mismo mediante percusión, frotación o pulsación,
como en el caso de las claves, xilófono, campana.

Membranófonos: son aquellos en los cuales el sonido es generado por la vibración de una
membrana por percusión o frotación, como es el caso del timbal, tambor, conga.

Aerófonos: Son los llamados instrumentos de viento, donde el sonido es generado por la
vibración del aire, a causa del roce con una lengüeta, labios o cuerdas vocales, como es en
el caso de la flauta, trompeta, saxofón.

Cordófonos: Son los llamados instrumentos de cuerda, donde el sonido es generado por la
vibración de una cuerda mediante percusión, frotación o pinzamiento, como en el caso
del arpa, guitarra, violín, piano.

Electrófono: Durante el siglo XX se desarrolló un nuevo tipo de instrumento, los


denominados electrófonos. En estos instrumentos, el sonido es generado por medios
electrónicos, como en el sintetizador o el theremín. No deben ser confundidos con
los instrumentos electroacústicos, donde el sonido es generado de modo no electrónico pero
modificado electrónicamente, como en el caso de la guitarra eléctrica y el bajo eléctrico.
Sachs, por esta razón, más tarde añadió una quinta categoría a su clasificación, los
electrófonos.

Idiófonos
Tijeras: Considerado un instrumento musical, es utilizado en la conocida danza de las
tijeras, por el “danzaq” el danzante. Son dos platinas con los bordes romos, y con orejas por
donde se cogen y se hacen sonar, en compas con el sonido del arpa y el violín, algunos
musicólogos no consideran a las tijeras como instrumentos musicales.

Palos de percusión: Llamados claves, son instrumentos de pequeña percusión, formado


por dos bastones cilíndricos, de unos 25 centimetros de largo por 2 centimetros de
diámetro, es de origen afro-cubano, y pasaron a formar parte de la música latinoamericana,
mas que nada en la música latina,que es usado para marcar el ritmo. El ejecutante se llama
clave.
Sonajeros: del latín sonacŭlum, de sonāre. Consiste en agrupaciones de chapas de metal
que se agrupan atravesados por uno o más alambres que van sujetos a un aro en forma de
círculo o semicírculo o bien otro tipo de bases, como rectángulos de madera o plástico, con
manija o sin ella. La emisión sonora se consigue mediante el agitamiento o golpeo. El
diccionario lo define así: “instrumento pequeño con su cabo, de donde salen dos tablillas
arqueadas al principio, y en lo alto de el se atraviesa un alambre, en que se ponen unas
rodajas. Sirve para el divertimento de los niños, tocándole y se suele hacer de otras varias
figuras, y materias. Llámense también sonajillas”. Ya Aristóteles, en una de sus obras,
hacía referencia a éste como un elemento de entretenimiento para los niños, que los
apaciguaba y los mantenía ocupados.

Es usado en música andina, casi siempre acompañado por el bombo, y tocado a la vez.

Tiene un uso religioso, para espantar espíritus malignos.

Cascabeles: Al igual que las sonajas los cascabeles, producen el sonido al agitarlos o
golpearlos, las hay de algunos frutos secos, cascabeles y de más semillas, a diferencia de las
sonajas estas van atadas con cuerdas alrededor de la mano del ejecutante, mayormente con
un bombo, y en los pies de los danzantes, que acompañan al son del ritmo de los bombos.

Cajones: el cajón peruano, es un instrumento de origen afro peruano, ejecutado


principalmente por los esclavos africanos traídos a Perú a fines de la invasión española.

Es uno de los pocos instrumentos en el que el artista tiene que sentarse en el, para
ejecutarlo.
El instrumento nació en la costa central y norteña del Perú y la forma de tocarlo
acompasado con la guitarra, es una creación peruana. El percusionista puede conseguir
sonidos adicionales utilizando sus palmas o las puntas de los dedos para tocar el cajón.
Muchas veces se enriquece el tono del cajón añadiendo pequeños objetos metálicos en su
interior.

Membranófonos

Tambores: Es un instrumento de percusión de sonido indeterminado. Consta de una caja de


resonancia, que suele ser de forma cilíndrica, y una membrana llamada parche, que cubre la
abertura de la caja, suele ser de cuero de ternera, o cabra. Algunos tipos de tambores tienen
parches en ambos lados. El sonido se obtiene al golpear el instrumento en el parche con
la mano o con baquetas. También se suele percutir la caja.

La ciencia demuestra algo conocido desde hace miles de años por los Pueblos Ancestrales:
que el sonido del tambor produce reacciones a nivel físico, mental, emocional y espiritual,
que induce a frecuencias que estimulan el sistema nervioso central y modifica la actividad
eléctrica de varias zonas del cerebro.
Tinya: también conocido como Wankar o Wankara, es un
instrumento andino de percusión similar a un tambor, cuyo uso es extendido en la zona
andina americana: Ecuador, Perú, el altiplano boliviano, y norte de Argentina y Chile.

Es construida a partir de cueros crudos muy finos, dándole un sonido vibrante y agudo.
Tiene un origen místico y era utilizada exclusivamente en rituales espirituales que se
celebraban en la zona de los Andes Centrales, más específicamente la zona donde se
estableció la cultura Wanka, en lo que hoy es la región de Junín.

Se le utiliza colgado de manera vertical. Es de tamaño mediano y peso ligero, con un


espesor promedio de 14 cm y un diámetro promedio de 30 cm. En la cara inferior suele
llevar una cuerda tensa a manera de resonador. Su registro es agudo y el tono es claro,
dependiendo del tipo de piel que se use y la tensión aplicada. Se le utilizaba
tradicionalmente en la ejecución del huayño en la sierra central de Perú, y se toca con un
palo de madera con una sola mano mientras que la otra sostiene un instrumento de viento
como la quena o pinquillo.

Respecto a la Tinya, nos comenta(Fulgencio Sánchez Rosales, un destacado folclorista


huaracino con más de 5 décadas tocando la Chiska) que antes se fabricaba con la corteza
del eucalipto, pero por razones de comodidad ahora se hace con el tronco de la Puya
Raimondi, mientras que el cuero del tambor debe ser necesariamente del pellejo del burro.
De ahí que los ejecutores de la Tinya tengan una denominación particular y no ofensiva,
son llamados “Los burreros” que en cada tocada le imprimen fuerza, acorde a la tonada de
las melodías.
El Wankara: es un bombo de origen prehispánico no se sabe exactamente cuál es su
origen, pero históricamente se puede mencionar que tenía 3 funciones que eran: ritual,
ceremonial y guerrero. Es un tipo de tambor hecho con madera y piel y pelo de ciervo. Este
instrumento la uno de los primeros tambores que tiene un resonador. También tiene una
cuerda hecha de espinas de cactus. Así, se puede tocar el tambor cuando estas de pie. El
Wankara siempre se toca en una banda con otros instrumentos, porque el empleo del
wankara solo es llevar el ritmo. El wankara es muy especial, porque es una influencia para
muchos otros tipos de tambor.

Cordófonos

La guitarra: es un instrumento musical de cuerda pulsada, compuesto de una caja de


madera, un mástil sobre el que va adosado el diapasón o trastero —generalmente con un
agujero acústico en el centro de la tapa (boca) —, y seis cuerdas. Sobre el diapasón van
incrustados los trastes, que permiten las diferentes notas.

Desde los primeros años se impuso la cultura occidental en las costumbres americanas
autóctonas, abarcando también el campo de la música con el surgimiento de nuevos géneros
musicales mestizos.

Durante el desarrollo de la danza y el canto popular en el Virreinato, siempre estuvo


presente la guitarra. En las cofradías de negros esclavos como en las comunidades
indígenas, adaptaron sus músicas tradicionales a la guitarra.

A principios del siglo XVIII la música del Tondero, baile popular del norte del Perú, se
gestó en manos del negro malgache Jerónimo, fino tocador de "bigüela" y el ritmo de
Evaristo, su hijo.
Por otro lado, la tradición popular de cantar romances y coplas con la guitarra, la continuó
Fray Francisco de Paula del Castillo y Tamayo, más conocido como "el ciego de la
Merced". Este personaje inmortalizado por Ricardo Palma en sus Tradiciones Peruanas,
fue un eximio guitarrista pese a su ceguera, que gustaba de improvisar. También tocaba en
la guitarra o en la bandurria yaravíes a los que les cambiaba las coplas para burlarse de la
gente, el Negro Galindo, músico ambulante.

Esta aceptación del instrumento por el pueblo hizo que la guitarra tome diversas formas,
algunas autóctonas como el charango construido de madera o con el carapacho del
quirquincho.

Hacia el año de 1810, nació al compás de la guitarra otro baile popular conocido como
Zamba Antigua. Con los años esta danza asimiló los ritmos africanos y se transforma en la
Zamacueca, origen de varias danzas nacionales en América del Sur.

La música peruana se ha desarrollado siguiendo varias vertientes: 1.- La música andina, que
corresponde a los pueblos de la sierra del país y que constituye probablemente uno de los
folklores más vivos, variados y originales del mundo; 2.- La música criolla, producto del
mestizaje de España con los pobladores mayormente de la costa peruana y la suma del rico
aporte afroperuano; 3.- Las diversas expresiones musicales de las comunidades nativas de
la región amazónica, poco conocidas hasta el momento; y, 4.- La música clásica.

Con la llegada de la guitarra al igual que el arpa, fue adoptada por los nativos del Perú,
quienes la adaptaron a sus melodías y ritmos creando un lenguaje singular, transformando
sus afinaciones y tañidos o reinventándola en forma de charango. Buscaron en los nuevos
instrumentos respuestas sonoras satisfactorias a su concepción musical. Nada de esto está
escrito.
Lo que conocemos fue transmitido oralmente de persona a persona, lo que nos lleva a
pensar en la cantidad de música que se perdió para siempre. Raúl García Zárate, mestizo
ayacuchano, sintetiza a cabalidad la forma y el sentimiento con que entiende el hombre
andino la guitarra. Su influencia ha sido determinante para la concepción de la escuela de la
guitarra ayacuchana Pocos años después otro ayacuchano nos marca con fuego: Manuel
Prado Alarcón, "Manuelcha", guitarrista campesino de recursos inacabables.

Ambos forman la gran base de la guitarra andina y gracias a ellos ahora son muchos
excelentes guitarristas que tocan cashuas, Huaynos, mulizas, danzas de tijeras, etc.

De las épocas de colonia, prácticamente no existe mención alguna. Suponemos que siglos
atrás no existía el concepto de andino o costeño; recién en el presente siglo adquiere tal
definición, en ella hace su aparición la influencia negra, gradualmente, hasta incorporar el
cajón, - instrumento de percusión - en el acompañamiento del Valse Criollo.

El Vals, que revoluciona las danzas, llega a Lima alrededor de 1850. El estudioso Cesar
Santa Cruz nos dice que la novedad que trajo fue el entrelazamiento de las parejas al bailar.
Y sería una de las razones de su aceptación. En esos tiempos se bailaba la Jota, la Cuadrilla,
la Polka, continúa diciendo el mencionado estudioso. Naturalmente el vals europeo se
modificó y se hizo peruano: los pasos del baile se acortaron y las frases musicales
adquirieron otra personalidad. Muy rápidamente afloraron los primero compositores que
avanzaron en todo sentido hasta llegar a la egregia figura de Felipe Pinglo Alva, compositor
criollo síntesis de este género.

Del primer cuarto del Siglo XX es preciso mencionar a Osmán del Barco, guitarrista
ayacuchano que viajó a España y tomó clases con Emilio Pujol. En París trabó relación
amical con el músico Alfonso de Silva y el poeta Cesar Vallejo. De retorno al Perú abrió
una academia en Lima que duró algunos años.

Máximo Puente-Arnao, guitarrista y compositor que vivió mayormente en el Perú donde


llegó a crear un grupo importante de alumnos entorno a su persona. En 1906 ganó un
premio de composición en Milán con su Fantasía en 3 tiempos "Una Serenata en Venecia".

Víctor Echave, guitarrista y compositor cuzqueño. Sus composiciones escritas para el


instrumento denotan conocimiento y utilización de la música popular. Creó con su familia
una orquesta de cámara, con guitarras, violonchelo, bandurria, flauta y percusión.

La aparición del maestro Andrés Segovia produjo en el Perú un gran impacto,


especialmente en los guitarristas de ese entonces, entre ellos Arbor Maruenda que tal vez
fue el primer "Concertista" propiamente dicho que produjo el Perú. Viajó a Chile en el año
1936 donde fundó la cátedra de Guitarra en el Conservatorio Nacional de Música.

Otro guitarrista significativo fue el doctor Sauri, profesor del Instituto Bach, prestigiosa
escuela de música que fundó Andrés Sas; y Juan Brito Ventura esforzado primer maestro
del naciente Conservatorio Nacional de Música.
El violín: La genealogía que lleva al violín actual es más compleja. Se encuentra en el
frotamiento de las cuerdas del laúd y el rebab ―y su versión europea, el rabel―,
instrumentos difundidos en la Europa mediterránea durante la expansión medieval de los
árabes. En Italia, a partir de la lira bizantina o el rebab, surgen los antecedentes más
evidentes, tanto del violín como de la llamada viola da gamba; son tales precedentes
la viola de arco (nombre que se utilizaba para todo instrumento de cuerda frotada con arco,
como el rebec o rabel, y que también recibe las denominaciones de viela, vihuela, vihuela
de arco, fídula y giga) y la lira o viola da braccio, esta ya muy semejante a un violín o viola
primitivos, aunque con el diapasón separando los bordones. Es en el siglo XVII que aparece
el violín propiamente dicho, aunque con algunas diferencias respecto a la mayoría de los
violines que se vienen fabricando desde el siglo XIX. La tapa superior y las tablas laterales
se hacen de madera blanda, mientras que la tapa inferior se hace de madera dura. La ciudad
de Cremona se hallaba entre un bosque de abetos (madera blanda) y uno de arces (madera
dura), por lo que estas maderas eran las usadas por los grandes maestros violeros. El arco
ha sufrido muchas modificaciones. El modelo actual data del siglo XIX, cuando François
Tourte le dio una curvatura cóncava, que en los modelos más primitivos era convexa, como
la del arco de cacería.

El violín andino, visto como instrumento "estándar" y sus particulares formas de


interpretación a lo largo de los Andes, como las numerosas variantes de este cordófono,
construidas por artesanos locales con los materiales que encuentren a su disposición.

Los instrumentos de arco llegaron a América del Sur desde Europa durante el periodo
colonial. Los primeros fueron los rabeles castellanos y distintos tipos de violas medievales
y renacentistas; de ellos han sobrevivido algunos ejemplos aislados, sobre todo en las
tierras bajas (Chaco y Amazonia). El violín "moderno" comenzó a ser producido en los
talleres del norte de Italia hacia 1550, como ya mencionamos, y fue introducido en América
a través de los conjuntos que interpretaban música eclesiástica en las catedrales de las
grandes ciudades de la Colonia, y de las misiones de los jesuitas y franciscanos, que
emplearon los instrumentos y la música como una herramienta evangelizadora.

En los Andes actuales, el violín tiene una fuerte presencia, en contextos tradicionales, entre
los pueblos de habla quechua de la Sierra peruana y ecuatoriana, con reductos en los Andes
meridionales colombianos y los valles bolivianos. En Perú está presente en los
departamentos de Cajamarca, Ancash, Huánuco, Pasco, Junín, Lima, Cusco, Huancavelica,
Apurímac y Arequipa. En Ecuador es empleado por algunos de los pueblos de habla
quechua: los Saraguro (provincia de Loja), los Salasaca (provincia de Tungurahua), los
Cañari (provincia de Cañar) y los Otavalo-Cotacachi (provincia de Imbabura). Por su parte,
en el sudoeste de Colombia, es tocado por los Inga y los Kamsá (departamentos de
Putumayo y Nariño). En Bolivia, por último, se registra su presencia en el departamento de
Potosí, entre los grupos quechua-hablantes Calcha y Chicha.

La interpretación del violín andino tradicional suele ser un dominio exclusivamente


masculino. Suele estar presente, ejecutando todo tipo de géneros musicales, en un amplio
rango de celebraciones, tanto profanas como religiosas, pero sobre todo en aquellas que
tengan o hayan tenido algún significado ceremonial (bodas, entierros, Danza de las tijeras,
Navidades, Inti Raymi, procesiones). Por lo general cuenta, como mínimo, con el
acompañamiento de otro instrumento de cuerda (arpa, guitarra), al cual se puede sumar
algún membranófono/idiófono y el canto.

Los violines campesinos sudamericanos en general y andinos en particular son más anchos,
gruesos y pesados que los comerciales. Suelen excavarse en una sola pieza de madera o
construirse a partir de piezas de madera baratas y/o recicladas. Pueden o no poseer alma, no
suelen tener barra armónica, los puentes son gruesos y toscos, y los barnices, pinturas y
lacas empleados son los usados en carpintería. Como consecuencia, la calidad y el volumen
del sonido es muchísimo menor que la del violín estándar, y el timbre es ronco y apagado,
aunque densamente poblado de armónicos.

Suelen tener cuatro cuerdas de metal (de violín, guitarra o mandolina) que respetan la
afinación tradicional (sol-re-la-mi), aunque el violín "chicheño" de Bolivia, más pequeño
de lo normal, solo cuenta con tres (re-sol-fa). El arco suele ser más corto y simple que el
modelo comercial, y no llevan la moderna "nuez": las crines son atadas en ambos extremos
y la tensión se realiza con el dedo o, en todo caso, se agrega una pequeña clavijita. Se tocan
apretados contra el pecho o la axila, y con el mástil muy inclinado hacia abajo; tanto que, si
el instrumento se toca sentado, el clavijero suele apoyarse en la rodilla. Los músicos
campesinos señalan que el violín estándar suele tener un sonido mucho más potente y
brillante que el "nativo", lo cual es un rasgo muy apreciado, sobre todo cuando se debe
tocar en fiestas y procesiones al aire libre. Sin embargo, los instrumentos construidos
localmente aguantan todas las adversidades a las que se ven expuestos (golpes, lluvias,
salpicaduras de bebidas, arañazos), no precisan de tantos cuidados y pueden ser sustituidos
con relativa facilidad.

Diferentes testimonios nos indican, que hasta al menos, la primera mitad del siglo pasado,
el violín utilizado en la danza de tijeras, era también un instrumento de factura local, que
poseía sin duda sus propias características físicas y sonoras. Pero actualmente, ya sea en
Lima o en la región chanca, el violín utilizado en esta danza es importado de Europa,
principalmente de Alemania o de la República Checa, pero también de China y España.

La opinión general en cuanto al violín hecho por los luthiers andinos es que este
instrumento no respondía más a las exigencias sonoras y acústicas necesarias para este tipo
de danza. Pero esta no era la opinión de los músicos andinos de antaño. A mediados del
siglo pasado, el luthier Alberto Baca de Huacaña (actual provincia de Sucre) era el más
renombrado Maestro de Lucanas, muy solicitado por los violinistas de la región en aquella
época, a causa de la bella sonoridad y la calidad de sus instrumentos. En suma una especie
de «Stradivarius andino». Según los actuales intérpretes de la danza de tijeras, en el
contexto de las fiestas patronales, el violín europeo parecería más adaptado para este tipo
de manifestación por su timbre, pero sobre todo por la potencia de su volumen sonoro.

El arpa: es un instrumento de cuerda pulsada formado por un marco resonante y una serie
variable de cuerdas tensadas entre la sección inferior y la superior. El sonido se obtiene al
tocar las cuerdas con los dedos.

Las arpas se conocen desde la Antigüedad en Asia, África y Europa; se remontan al menos
al año 3500 a.C. Este instrumento alcanzó gran popularidad en Europa durante la Edad
Media y el Renacimiento, donde se evolucionó dando lugar a una amplia gama de
variantes. Se extendió llegando a las colonias de Europa, logrando una especial popularidad
en América Latina. Mientras que algunos miembros antiguos de la familia del arpa se
extinguieron en Oriente Próximo y Asia meridional, hay descendientes de las arpas
tempranas que todavía se tocan en Birmania y en África subsahariana, mientras que otras
variantes difundidas en Europa y Asia han sido recuperadas por músicos en la era moderna.

Algunos de los tipos de arpas son el arpa clásica, usada actualmente en las orquestas,
el arpa celta, el arpa andina, el arpa llanera, el arpa paraguaya. El arpa es un instrumento
característico en las músicas tradicionales de países
como Irlanda, Paraguay, Perú, Venezuela, México y Chile, entre otros.

El arpa es un instrumento fundamental del patrimonio musical peruano. De origen europeo,


fue traída por los conquistadores y adaptada por los nativos peruanos a sus necesidades
expresivas y artistas propias. La encontramos siguiendo la Cordillera de norte a sur, desde
el norte del departamento de Ancash hasta el sur de Cusco. La medida del arpa peruana es
única, más grande que la céltica y más pequeña que la clásica.
a diferencia del arpa clásica esta no posee pedales.

Existen diferencias en la forma y la factura de las arpas peruanas: las de Lucanas


(Ayacucho) son de líneas más redondas, la huancaína es más ancha, la cusqueña es la más
grande y puede tener hasta ocho huecos en la tapa. También en el Cusco encontramos al
arpa “domingacha”, más chiquita, pero de forma muy redonda.

Suele interpretarse solo, en dúos (arpa y violín) o dentro de pequeños conjuntos y grandes
orquestas. Los dúos se ven sobre todo en la Danza de las Tijeras de Huancavelica y
Ayacucho, que proporcionan la base rítmica necesaria para los violines y los danzantes.

Puede verse en fiestas patronales, religiosas, privadas y rituales, interpretando todo tipo de
ritmos pero especialmente huaino.
Las partes principales del arpa son:

· La caja sonora: permite al instrumento la resonancia al tocar las cuerdas.

· Consola con clavijero: es una banda encorvada con clavijas en las cuales se fijan las
cuerdas.

· La columna: pieza que cierra la forma triangular del arpa, su función es mantener la
distancia entre las cuerdas.

· El encordado: son de 32 a 38 cuerdas que pueden ser de nylon, metal flexible o


tripas disecadas.

Este instrumento se toca sentado y con apoyo en las rodillas, algunos arpistas las llevan
colgando de su cuerpo a través de un sistema de fajas que lleva sujetado al cuerpo.

El arpa andina debe tocarse con las uñas naturales de los dedos, sin embargo algunos
artistas usan uñas de metal para obtener un sonido más nítido.

Algunos de los tipos de arpa son:

Arpa medieval: De origen irlandés, también conocida como arpa bárdica. No superior a los
75 cm de altura y de afinación diatónica, cuerdas metálicas, ornamentalmente rica en tallas,
dibujos e incrustaciones de metal. En la actualidad aún se tienen dos ejemplos claros, uno
es el arpa del rey Brian Boru (muerto en 1014) que se puede encontrar en el Museo de
Dublín, y otra es el arpa de la reina Mary de Escocia, en el Museo Nacional de Edimburgo.
Arpa celta: De origen galés, puede medir hasta 105 cm de altura, 34 cuerdas y con la
posibilidad de incorporar sistemas de semitonos.

Arpa paraguaya: Usualmente tiene 36 o 37 cuerdas. Las cuerdas son de nylon y están
divididas por la línea media de la cabeza del arpa, así las fuerzas son equilibradas y la
construcción de este tipo de arpa es menos pesada que la de otros tipos. El arpa paraguaya
también tiene clavijeros como los de la guitarra.

Arpa andina: Producto del sincretismo cultural europeo y andino. De uso muy extendido
en la música vernacular de Perú, sobre todo en los géneros del huayno de la sierra central y
sur. Cuenta con clavijeros para el afinamiento como los de la guitarra.

La Mandolina o el Bandolín: es un instrumento musical de cuatro órdenes dobles. El


número y tipo de cuerdas de la mandolina ha variado con el tiempo y el lugar, pero la
configuración predominante en la actualidad es mandolina napolitana, con cuatro cuerdas
dobles afinadas como el violín (sol-re-la-mi). Las cuerdas de la mandolina
se pulsan usualmente con una púa o plectro, sin embargo también pueden usarse los dedos.
La caja de resonancia puede ser cóncava o plana. Su sonido es parecido al de la Bandurria.
Sin embargo su utilización abarca más ámbitos, incluyendo papeles solistas en la música
Académica, como instrumento principal de la música popular de varios países e incluso en
bandas de Rock y ensambles experimentales.

A finales del siglo XVI, en Italia, aparece un instrumento conocido como mandola,
precursor de la mandolina. El término mandopico, nombre italiano del instrumento, se cita
por primera vez en 1563, refiriéndose, a una variante de la mandola de menor tamaño.
Durante el siglo XVII se fabricaron mandolinas en Italia. En el Museo Stradivariano
de Cremona se conservan los planos de construcción de varias mandolinas, con anotaciones
a mano del propio Antonio Stradivari, el famoso constructor de violines.

La Mandolina andina es muy parecida a la europea, en especial a la italiana, pero perdiendo


en la mayoría de los casos, su forma de "huevo" en la caja, pues se ha simplificado su
construcción. En especial la peruana se diferencia por ser de caja plana, con forma de Pera
y generalmente la Tapa sufre una inclinación pronunciada, por debajo del Puente, hacia el
Tirador.

Se toca siempre con plectro y normalmente para acompañar, integrada en conjuntos


"orquestales" populares.

Cuerdas: 8, 10 (3 primeras y 3 segundas), 12 ( triples en cada orden), metálicas.

Órdenes: 4

Temple Mandolina Peruana Temple Mandolina, de Ayacucho

Mandolina Boliviana

Cuerdas: 8 metálicas

Órdenes: 4

Calibres: Metálicas en Pulgadas :

1ª = .010"
2ª = .012"
3ª = .024"
4ª = .034"
El charango: es un instrumento de cuerda principalmente usado en la región de
la cordillera de los Andes, con origen en la región del altiplano andino. Posee
cinco cuerdas dobles, aunque hay variaciones con menos o más cuerdas, pero casi siempre
en cinco órdenes o juegos.

El charango nace de la modificación de un instrumento de cuerda de origen europeo en la


región altiplánica de los Andes durante la época colonial. Generalmente se menciona a
la Mandolina como el instrumento en que se basó la confección del charango, pero también
se señala a la vihuela como la base para su construcción. En cuanto a la región de
procedencia del charango es un lugar muy enlazado por vínculos culturales y territoriales
del Virreinato del Perú.

Si bien el proceso de creación del charango debe haber ocurrido durante el siglo XVI o
XVII —etapa tardía de la colonización española—, es del siglo XIX el primer registro que
se tiene de su uso.

Es así como en las portadas de varias iglesias del siglo XVIII, en el departamento de Puno
Perú (1,757), departamento de Potosí que hasta 1776 pertenecía al Virreinato del Perú,
aparecen figuras o imágenes del charango. El peruano Inca Garcilaso de la Vega (1539-
1616) graficó en sus obras la utilización de este instrumento. En un documento escrito en el
año 1814 un clérigo de Tupiza, Bolivia, al referirse a los charangos, dice que son «unos
guitarrillos muy suyos, que por acá se llaman charangos». Turino, por su parte, ha ubicado
representaciones de sirenas tocando posibles charangos en algunas iglesias coloniales de
mediados del siglo XVIII en el altiplano peruano y en Bolivia, lo cual dataría al
instrumento a una fecha más temprana.

Durante el siglo XX aparentemente el charango solamente se tocaba en las regiones rurales,


y era muchas veces despreciado por los habitantes de las ciudades, considerado un
«instrumento de indios». En 1900 fue ingresando al ámbito urbano; en 1944 el
boliviano Mauro Núñez empezó a divulgar la música folclórica con charango y también a
renovar la música de este instrumento. Mauro Núñez también se dedicó a la construcción
de charangos bolivianos. Posteriormente se fueron creando un estilos propio en la música
andina hasta hoy. llevando el charango a las salas de concierto.

A partir del año 1950 Jaime Guardia empezó a difundir la música de charango
de Ayacucho, en el Perú, con mucho éxito.

En los años cincuenta y sesenta se empezó a popularizar el charango en Argentina y Chile,


y también en Francia y otros países europeos.
A partir de los años sesenta, músicos y grupos de Argentina y Perú (como Jorge
Milchberg ), y de Bolivia (como Ernesto Cavour) con Los Jairas y los hermanos Arguedas
(Bolivia Manta), William Ernesto Centellas, Eddy Navía, con sus giras llevaron la música
del charango a toda Europa, los Estados Unidos y Japón.

En La Paz (Bolivia), el 6 de abril de 1973, bajo la iniciativa fundamental de William


Ernesto Centellas contando con la colaboración de Abdón Caméo y Ernesto Cavour
Aramayo fue constituida la Sociedad Boliviana del Charango que desde 1997, cada dos
años organiza el Congreso Nacional del Charango, junto al evento Encuentro Internacional
de Charanguistas.

En Bolivia existen divergencias respecto al origen de este instrumento. Popularmente se


conoce como la cuna del charango al departamento de Potosí (Bolivia), mientras que hoy
en día la capital de este instrumento está en la población boliviana de Aiquile, ubicada en
el departamento de Cochabamba, debido a que en ese lugar se realiza el festival de
charango más importante del mundo, al igual que en chuquisaca.

En el pasado, el charango era elaborado de madera y caparazón de armadillo. Actualmente,


y para no sacrificar estos animales, es elaborado de madera completamente o inclusive de
papel, con el propósito de evitar la extinción de los armadillos.

El charanguista boliviano Ariel Villazón tiene una teoría interesante sobre el origen del
charango. Él piensa que su origen resultó de una variante directa del timple de las Islas
Canarias, es decir que el charango es un timple canario modificado. Las similitudes con
la vihuela y la mandolina no parecen ser tan contundentes como las que tiene con el timple
canario. Su hipótesis se basa en tres puntos clave: primero, la construcción y el tamaño son
idénticos; segundo, las notas son las mismas en algunas de sus afinaciones; y por último, el
propio término "charango" proviene de las charangas españolas, que son parecidas a las
tunas o comparsas. Posiblemente los emigrantes hispanos solían interpretar en sus
comparsas (charangas) acompañados de timples. De ahí el nombre de «charango». Otra
coincidencia adicional y clara se puede observar en la forma abombada de la caja de
resonancia del instrumento. También sugiere que la evolución desde el timple al charango
se dio cuando los materiales para encordar cambiaron de fibras animales a nylon y otros.
Seguramente a algún constructor se le ocurrió, al sustituir las cuerdas de tripa de gato por
las de nylon, duplicar la cantidad de cuerdas para mejorar su sonoridad, siendo la única
novedad la MI octava del centro.

El charango más difundido, entre cejuela y puente tiene una distancia de 37 cm. Existen
también charangos muy pequeños (walaycho, maulincho, chillador) y charangos grandes
(ronroco, khonkhota, charango mediano o mediana).

Por lo general el charango tiene cinco órdenes dobles, es decir, cinco pares de cuerdas,
aunque en Perú, en la zona de Ayacucho, se estila 4 órdenes simples: dos a cada extremo, y
uno doble, "octaveado", en medio. Los de caja cavada (o "laukeado", por su parecido al
laud), son más comunes en la zona de Bolivia, mientras que en Perú son laminados, por lo
que comúnmente se dice que parece una pequeña guitarrilla.

Charango de caparazón de armadillo Khonkhota

walaycho maulincho chillador

Aerófonos
Quena: (del quechua qina) antes de descubrir el significado del término quena es conocer
su origen etimológico. En este sentido, podemos decir que deriva de una palabra del
quechua: “kkhéna”, que puede traducirse como “flauta”.es un instrumento de viento de
bisel, usado de modo tradicional por los habitantes de los Andes centrales. La quena es
tradicionalmente de caña,barro, hueso o madera y tiene un total de siete agujeros, seis al
frente y uno atrás, para el pulgar. Hay estudios al respecto, han encontrado modelos
realizados con calabaza, con hueso de pelícano, de piedra, de metal e incluso de arcilla.
Esos mismos hallazgos han venido a exponernos que antiguamente era habitual que los
hombres tocaran la quena después de haber estado cazando, como algunas Inscripciones
encontradas en restos de cerámica de antiguas culturas del Perú, como Nazca o Mochica.
En la actualidad es (junto al sicu y el charango) uno de los instrumentos típicos de los
conjuntos folclóricos de música andina, encontrándose su uso también en la música
de fusión, música nueva era, etc.

Ubicada dentro del grupo de las flautas verticales, la quena en sus orígenes se empleaba
para tocar melodías pentatónicas. Con el tiempo, se empezó a usar para ejecutar también
melodías de tipo diatónico y finalmente para todo tipo de melodías.

La quena solía emplearse con fines rituales para rendir tributo a los dioses o para celebrar
diferentes acontecimientos. Hoy se utiliza para interpretar canciones típicas de la zona
andina, en países como Perú, Bolivia y Argentina.

Consiste básicamente en un tubo de unos 36 cm de largo con seis agujeros a un lado y uno
al otro. El caño es totalmente hueco y se sopla por uno de sus extremos, donde la boquilla
tiene forma de U o V biselada.

En función del tamaño del tubo existen muchos tipos de quenas: shilo, pingollo, kenali,
lawata, mahala, pinkillo, chayna, choquela, quena pusi, mama quena, clarin, phusipia,
phalawata, flauta chaqallo, ph’alaata, puli puli, pusippiataica, san borga quena, flauta de
sandía, mollo, hilawata, pink’ollo, machu quena, etc... Existe una variante de la quena, el
quenacho, mucho más grande, de hasta 120 cm, con el que se consiguen octavas más
graves.

Otra variante de la quena es el moceño, que no es más que una quena de grandes
dimensiones con un pequeño tubo añadido que conduce el aire insuflado directamente a la
boquilla del tubo principal.
El pinqullo es una flauta andina, instrumento de viento que se construye con una caña.

También se lo conoce como

Caracol

pinkullo o

pinkuyo.

Mide unos 30 a 40 cm de longitud. Tiene seis orificios delante y uno detrás (para colocar el
pulgar).

Se utiliza en la región puneña (Perú, Ecuador, Bolivia, Argentina y Chile).

Los indígenas lo consideraban un instrumento de verano. En ocasiones se lo acompaña con


una caja peruana.

Es un instrumento de las tribus indígenas del Perú, anterior a la conquista española.

Por lo tanto: Es un instrumento autóctono.


Al ser un instrumento autóctono no fue concebido como una fusión entre la quena y la
flauta de pico o como una imitación de esta última (aunque su sonoridad se encuentre,
según pensamos algunos, en un punto medio entre estos dos instrumentos). El origen del
pincullo, al ser precolombino, nos demuestra que no es consecuencia de las nuevas
influencias culturales provenientes de la colonización y que el hombre andino conocía y
aprovechaba el canal de insuflación en la construcción de instrumentos aerófonos.

Recibe también otros nombres (dependiendo ,pienso, de la región geográfica y del tamaño):
pinkullo, pincollo, pinvollo, pinquillo, pincuillo, pingollos y en quechua aymará pinkiyllu y
pinkillo. Su tamaño puede ser variado: se mencionan longitudes que van en promedio desde
los 50cm a los 30cm, con distintos diametros dependiendo de la caña utilizada para su
construcción.

Originalmente contaba con 5 orificios (ya que era pentatónico). Hoy se construyen
generalmente con 6 orificios superiores y uno inferior (misma digitación que la quena) y
con un aeroducto o canal de insuflación generado con un taco de madera, corcho o cera,
que se encuentra inserto en la boquilla y que le da un sonido muy particular.

Se emplea en carnaval y en el acompañamiento de danzas fúnebres. Antiguamente era


utilizado en los combates para producir un ruido infernal y atemorizar al enemigo.

En cuanto al origen se dice incaico y también aymara


El Pincullo es sin duda un instrumento mucho menos chúcaro que la quena, como dice
Aledo Luis Meloni en El sonido del viento: "Pero entre el pincullo y la quena hay una
diferencia sustancial: usted sopla por primera vez el pincullo y él, como dije, devuelve un
sonido armonioso; no así la quena: usted sopla en ella, y ella, nada: ningún sonido."

Chisca: al igual que el pinkuyo, es una especie de flautín, mas pequeño, de unos 25 a 30
centimetros de largo, con cinco agujeros frontales, que llegan casi hasta el final. Esta hecho
de carrizo maduro, que le da ese sonido agudo característico, su origen es phehispanico, por
lo que se puede decir que es autóctono, es un instrumento más andino peruano, sobre el
nombre chisca, solo se sabe de una tribu conocida con ese nombre que ataco y vencio la
expedición de Hernando de soto, en 1542.Tiene un registro pentatónico de Sol. Este
instrumento es empleado para danzas como el Shacsha. En Tumpa, Yungay, están los mas
conocidos músicos de la tinya y la chisca, ya que aún transmiten de generación la
construcción y ejecución de este instrumento, que con el paso del tiempo se está perdiendo.
La tarka (del idioma aimara, tarqa), es una flauta vertical ortoédrica de madera de una
sola pieza. En el sector medio lleva los seis agujeros para los dedos, sin portavoz. Tiene
una extensión de aproximadamente dos octavas, y su longitud va desde los 20 a casi los 60
cm. Su dispersión abarca Perú, Bolivia, el norte de Argentina y el Norte Grande de Chile.

González Bravo dice que: «El timbre de la tarka, aterciopelado y tierno, expresa tan
elocuentemente las melodías en modo pentatónico que bien las podríamos llamar melodías
de Tarka.»

Se forman grupos para tocar tarkeadas en distintas afinación con intervalos


de cuartas, quintas y octavas lo que confiere un sonido muy particular a la tarkeada, ya que
una misma digitación es repetida por los normalmente dos o tres grupos de tarkas. A esto
hay que sumar el particular estilo de interpretación que tiene la tarka —la tarka debe
"llorar" cuando suena—, y las pequeñas diferencias de afinación habituales entre los
distintos instrumentos artesanales reunidos en cualquier tarkeada.

Las afinaciones más usadas son las de la, do y mi bemol. También hay ejemplares en
do sostenido.

En el Perú se conocen tres tipos de tarkas según su longitud. La más larga lleva el nombre
de licu o tayca, la tarka de tamaño mediano lleva el nombre de mala o malta y finalmente la
tarka más pequeña lleva el nombre de ch´illi o anata.
La zampoña: es un instrumento de viento compuesto de varios tubos ahuecados por un
extremo y cerrados por el otro, dispuestos en forma vertical en una o dos hileras, todos de
distintas longitudes y diámetros, lo que determina el sonido de cada uno al ser soplado por
el ejecutor.

El vocablo "zampoña" es una deformación de la palabra española «sinfonía».


Probablemente haya sido como los indígenas del altiplano peruano creían que se llamaba la
música de los conquistadores españoles.

La zampoña es un instrumento de origen andino, utilizado especialmente en el altiplano


andino, y en países como Bolivia, Argentina, Chile, Colombia, Ecuador y Perú. Su
desarrollo se inició hacia el siglo V de la era cristiana, en la cultura Huari o Wari,
localizada en el Perú. Desde esa época a la fecha, ha existido una extensa variedad de ellas.
Hoy se las puede clasificar en tres grandes grupos:

El siku o sikuri (en lengua aimara, que en castellano significa 'tubo que da sonido'),
vinculado principalmente a grupos de la etnia aymara de Argentina, Chile, Bolivia y Perú.

la antara o pusa, de uso más extendido, que abarca desde el Ecuador andino hasta las sierras
norteñas de Argentina y Chile, comprendidos Bolivia y Perú, incluida en las prácticas
musicales de diversas etnias, entre ellas, quechua, aymara, colla, lican antay y otras.

El rondador, que se piensa tuvo su origen en el Ecuador y sur de Colombia durante la


época precolombina y es muy similar al capador, que es una zampoña que fue utilizada por
los chibchas en rituales religiosos y que se ha encontrado en excavaciones arqueológicas.
La antara o andarita: es una especie de flauta de Pan, hecha con cañas de carrizo, a
manera de una zampoña pequeña o un rondador ecuatoriano, pero que se diferencia de ellos
por estar constituida por una sola hilera de cañas -en número menor-, dispuestas en
escalera, adecuadamente afinadas, y aseguradas por convenientes amarras de hilo. Es un
instrumento común en la sierra del Perú. Hay que precisar, sin embargo, que desde la
provincia de Pallasca, en Ancash, hacia los demás pueblos del norte peruano, el nombre
que se le da a este instrumento es "andarita".

Roncadora o Chiroco: Es un instrumento musical que comprende como unidad


complementaria, un pinkullo o flauta y un huancar o tambor grande también llamado caja,
ambos elementos son ejecutados por el músico en forma melódica al mismo tiempo. Este
instrumento de características ancestrales es propia de las diferentes zonas Alto Andinas del
norte del Perú como Cajamarca, La Libertad, Huánuco y Ancash.
De acuerdo a cada región este instrumento adquiere particularidades específicas
distinguiéndose en su morfología como en los diversos modos de interpretación.

Las flautas o pinkullos que usan para la ejecución de huaynos miden 56.5 centímetros
mientras que las que usan para la ejecución de melodías que acompañan las danzas
tradicionales precisan una longitud de 49.5 centímetros. Otra característica es que posee
tres agujeros de siete mm ubicados dos en la parte frontal y uno en la parte posterior. El
diámetro interior del tubo es de once mm y el exterior de veinticuatro mm. En cuanto a su
clasificación según afinaciones están son nombradas como: “Primera”, “Segunda”, “Media
segunda” y “Tercera”.

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