Professional Documents
Culture Documents
Los fósiles (del latín fossilis, que significa ‘excavado’) son los restos o
señales de la actividad de organismos pretéritos.1 Dichos restos,
conservados en las rocas sedimentarias, pueden haber sufrido
transformaciones en su composición (por diagénesis) o deformaciones
(por metamorfismo dinámico) más o menos intensas. La ciencia que se
ocupa del estudio de los fósiles es la paleontología. Dentro de la
paleontología están la paleobiología, que estudia los organismos del
pasado —entidades paleobiológicas, que conocemos solo por sus restos
fósiles—, la biocronología, que estudia cuándo vivieron dichos
organismos y la tafonomía, que se ocupa de los procesos de fosilización.
Índice
Etimología y evolución del término
Localización
Tipos de fósiles
Icnofósiles
Microfósiles
Resina fósil
Pseudofósil
Fósil viviente
Registro fósil
Representatividad del registro fósil
Fosilización
Procesos de descomposición
Procesos de descomposición aeróbica
Efectos de la descomposición
Caracterización de la descomposición
Origen, acumulación y preservación de la materia
orgánica
Procesos fosildiagénicos
Marcadores biológicos y sus utilidades
Rocas madre en la generación de hidrocarburos
Procesos destructivos físico-químicos
Transporte e hidrodinámica
Fosildiagénesis
Esqueletos carbonatados
Esqueletos de aragonito
Esqueletos de calcita
Nódulos de carbonato y calizas litográficas
Fósiles piritizados
Preservación fósil como fosfato primario
Esqueletos calcáreos
Esqueletos silíceos
Fosilización de restos vegetales
ADN en fósiles
Importancia científica
Galería de imágenes
Véase también
Referencias
Bibliografía
Enlaces externos
Localización
Fósil de trilobites.
Existen regiones de la Tierra que son conocidas por su particular riqueza
en fósiles; por ejemplo, las pizarras de Burgess Shale en la Columbia
Británica de Canadá,4 la caliza de Solnhofen o los estratos ricos en
dinosaurios de la Patagonia.
En España, destacan Atapuerca y Las Hoyas. El primero es un rico yacimiento del Pleistoceno donde se han encontrado, entre otros,
abundantes fósiles de homínidos. El segundo es conocido por la presencia deIberomesornis.
Los lugares que hacen posible una preservación excepcional (incluso a veces conservando señales de tejidos blandos) son conocidos
como Lagerstätten (lugares de descanso o almacenamiento, en alemán).
Tipos de fósiles
Los fósiles más antiguos son los estromatolitos, que consisten en rocas
formadas por la precipitación y fijación de carbonato cálcico, merced a la
actividad bacteriana.5 Esto último se ha podido saber gracias al estudio
de los estromatolitos actuales, producidos por tapetes microbianos. La
formación Gunflint contiene abundantes microfósiles ampliamente
aceptados como restos microbianos.6
Los más espectaculares de estos "fósiles perfectos" son mamuts lanudos completos hallados en suelos congelados.7 La carne estaba
tan congelada, que aún se podía comer después de 20 000 años. Los fósiles más recientes, por convenio, son los referidos a
organismos que vivieron a finales de la última glaciación cuaternaria, es decir, hace unos 13 000 años aproximadamente. Los restos
posteriores (Neolítico, Edad de los Metales, etc.) suelen considerarse ordinariamente comosubfósiles.
Finalmente deben considerarse también aquellas sustancias químicas incluidas en los sedimentos que denotan la existencia de
determinados organismos que las poseían o las producían en exclusiva. Suponen el límite extremo de la noción de fósil (marcadores
biológicos o fósiles químicos).
Icnofósiles
Los icnofósiles son restos de deposiciones, huellas, huevos, nidos, bioerosión o cualquier otro tipo de impresión. Son el objeto de
estudio de la Paleoicnología.
Los icnofósiles presentan características propias que les hacen identificables y permiten su clasificación como parataxones:
icnogéneros e icnoespecies. Los parataxones son clases de pistas fósiles agrupadas por sus propiedades comunes: geometría,
estructura, tamaño, tipo de sustrato y funcionalidad. Aunque a veces diagnosticar la especie productora de un icnofósil puede resultar
ambiguo, en general es posible inferir al menos el grupo biológico o el
taxón superior al que pertenecía.
Microfósiles
"Microfósil" es un término descriptivo que se aplica al hablar de aquellos
fósiles de plantas o animales cuyo tamaño es menor de aquel que puede
llegar a ser analizado por el ojo humano. Normalmente se utilizan dos
rasgos diagnósticos para diferenciar microfósiles de eucariotas y
procariotas:
Resina fósil
El ámbar (resina fósil) es un polímero natural encontrado en muchos tipos de estratos por todo el mundo, incluso en el Ártico. Se
trata de la resina fosilizada de árboles hace millones de años. Se presenta en forma de piedras amarillentas.
En el ámbar pueden encontrarse fósiles de insectos y otros pequeños animales que, en su momento, quedaron atrapados por la resina.
Pseudofósil
Los pseudofósiles son patrones visuales en rocas, producidos por procesos
geológicos, que se asemejan a formas propias de los seres vivos o sus
fósiles; un ejemplo clásico son las dendritas de pirolusita (óxido de
manganeso, MnO2), que parecen restos vegetales. La interpretación
errónea de los pseudofósiles ha generado ciertas controversias a lo largo
de la historia de la Paleontología. En el año 2003, un grupo de geólogos
españoles puso en entredicho el origen orgánico de los fósiles de
Warrawoona que, según William Schopf, correspondían a cianobacterias
que constituían el primer rasgo de vida sobre la Tierra hace 3.500 Microfósiles de sedimentos marinos.
millones de años. La base de tal replanteamiento era que estructuras
filamentosas, similares a estos supuestos microfósiles de Warrawoona,
pueden ser producidos a temperatura y presión ambiente por la
combinación, en un medio alcalino, de una sal de bario y un silicato.10
Un nuevo estudio publicado en 2015 por la revista Proceedings of the
National Academy of Sciences resolvió finalmente la controversia. Los
investigadores David Wacey y Martin Saunders utilizaron microscopía
electrónica de transmisión para examinar rebanadas ultradelgadas de los
candidatos a microfósiles y así construir mapas a escala nanométrica de su
tamaño, forma, química y distribución de carbón mineral. Esto hizo
evidente que la distribución de carbono era diferente a todo lo visto en
11 12 Fósil de un insecto (Leptofoenus pittfieldae)
microfósiles auténticos y revelando su origen mineral.
conservado en ámbar.
Fósil viviente
Un fósil viviente es un término informal usado para referirnos a cualquier
especie viviente que guarde un gran parecido con una especie conocida
por fósiles (se podría decir que es como si el fósil hubiera "cobrado
vida").
Registro fósil
Pseudofósil: dendritas depirolusita.
El registro fósil es el conjunto de fósiles existentes. Es una pequeña Crecimientos minerales que asemejan restos
muestra de la vida del pasado distorsionada y sesgada.13 No se trata, vegetales.
además, de una muestra al azar. Cualquier investigación paleontológica
debe tener en cuenta estos aspectos, para comprender qué se puede
obtener a través del uso de los fósiles.
Fosilización
Véase también: Tafonomía
Para que un resto corporal o una señal de un organismo merezca la consideración de fósil es necesario que se haya producido un
proceso físico-químico que le afecte, conocido como fosilización. En este proceso se pueden producir transformaciones más o menos
profundas que pueden afectar a su composición y estructura. Este proceso va en función del tiempo, por lo que debe haber
transcurrido un determinado intervalo a partir del momento de producción del resto para que llegue a la consideración de fósil. La
fosilización es un fenómeno excepcionalmente raro, ya que la mayoría de los componentes de los seres vivos tienden a
14
descomponerse rápidamente después de la muerte.
La permineralización ocurre después del enterramiento, cuando los espacios vacíos en un organismo (espacios que en vida estaban
llenos de líquido o gas) se llenan con agua subterránea, y los minerales que esta contiene precipitan, llenando dichos espacios.
En muchos casos los restos originales del organismo han sido completamente disueltos o destruidos.
Procesos de descomposición
Son los principales responsables en el mundo. Su efecto es la rareza con que se conservan partes orgánicas blandas (0.01 % de los
individuos en una comunidad marina solo tienen partes blandas). La presencia de partes blandas son indicativas de condiciones
sedimentológicas y diagenéticas excepcionales.
Procesos de descomposición aeróbica
Son los más rápidos y eficaces para la biodegradación. Por ello, las
condiciones anóxicas son un requisito previo a la preservación de
organismos ligeramente mineralizados y de partes blandas. La demanda
de oxígeno para la descomposición en un medio aeróbico es muy alta
(1 mol de Corg. requiere 106 moles de O2). Una reacción estándar sería
así:
Efectos de la descomposición
La descomposición es la principal fuente de pérdida de información en el registro fósil y la mineralización es la única vía de frenarla.
Los tejidos pueden conservarse como permineralizaciones, residuos orgánicos alterados o, con el deterioro prolongado, como
improntas. Si la descomposición supera a la mineralización, se destruyen los tejidos y solo se conservan refractarios como la quitina,
la lignina o la celulosa.
Caracterización de la descomposición
La descomposición en el registro fósil puede caracterizarse a tres niveles:
Procesos fosildiagénicos
La materia orgánica incluye además de lípidos libres, biopolímeros como
los hidratos de carbono, proteínas, quitina y lignina, algunos de los cuales Concentración de artejos desarticulados de
crinoideo (Isocrinus nicoleti).
serán utilizados para su consumo y modificación por organismos
bentónicos y diversos microorganismos. El resto, no utilizado de esta
manera, puede sufrir policondensación para formar geopolímeros, y pasa a formar parte del protoquerógeno, precursor del
querógeno.
Con el entierro del sedimento, la creciente condensación e insolubilización produce la lenta conversión diagenética a querógeno que
constituye el volumen de la materia orgánica en antiguos sedimentos.
Marcadores biológicos y sus utilidades
Las moléculas orgánicas (fósiles químicos) son abundantes en muchos sedimentos y rocas sedimentarias, y se denominan marcadores
biológicos "biomarker". Su estudio e identificación requieren técnicas sofisticadas de toma de muestra y análisis. Conservan un
registro muy detallado de la actividad biológica del pasado y están relacionados con moléculas orgánicas actuales. Las posibles
fuentes de marcadores biológicos en muestras geológicas son tantas como moléculas se conocen en losganismos.
or
Proveniente de restos de plantas terrestres , en cuyo caso los sedimentos liberarán gas principalmente.
Proveniente de medios acuáticos (marino o lacustre) con bacterias, algas, fito y zooplancton, en cuyo caso
producirán petróleo con la maduración suficiente.
Esqueletos macizos: Resistentes a la rotura y muy resistentes a la destrucción mecánica. Sin embargo, al
permanecer en el suelo del mar intervalos prolongados de tiempo, presentan a menudo efectos de corrasión en
mayor magnitud que otros esqueletos.
Esqueletos arborescentes:Son los indicadores más sensibles de fragmentación; una ausencia de rotura en tales
esqueletos es un indicador excelente de mínima perturbación del ambiente sedimentario.
Esqueletos bivalvos: Se desarticulan con relativa rapidez después de la muerte, aunque aquellos con ligamentos
de conquiolina pueden permanecer articulados durante períodos prolongados.
Esqueletos de elementos múltiples:Son los mejores indicadores de un rápido enterramiento.
Cuando se toman en conjunto los distintos tipos de esqueletos y sus sensibilidades a los agentes destructivos, nos encontramos con
unos excelentes indicadores de los procesos sedimentarios, lo que puede usarse para definir distintas
tafofacies.
Transporte e hidrodinámica
Si se considera como partículas sedimentarias los restos esqueléticos de los organismos, se podrá realizar estudios sobre su
comportamiento hidrodinámico (conchas debraquiópodos, bivalvos, gasterópodos, cefalópodos, ostrácodos y crinoideos). En general
se conoce poco del comportamiento hidrodinámico de estas partes duras, tan abundantes e importantes ecológicamente en ambientes
de aguas poco profundas de medios modernos y del registro fósil. El comportamiento hidrodinámico de las conchas es complejo e
imprevisible, principalmente debido a la gran diversidad de formas involucradas.
Fosildiagénesis
La comprensión de los procesos diagenéticos es fundamental para
interpretar correctamente la mineralogía original, estructura de esqueletos
y conchas, sus afinidades taxonómicas y su paleoecología. Un problema
que se plantea muy frecuentemente es deducir cual ha sido la mineralogía
original de grupos extintos (corales rugosos, arqueociátidos,
estromatopóridos...). La transición hasta el estado de fósil depende mucho
de la composición esquelética.
Esqueletos carbonatados
Después del enterramiento el carbonato se altera en mayor o menor
magnitud durante la diagénesis temprana.
Esqueletos de aragonito
El aragonito normalmente se transforma encalcita mediante uno de estos procesos principalmente:
Disolución total: Si las aguas de la zona vadosa no están saturadas en carbonatos se produce la disolución total
del esqueleto y el relleno por calcita. El área vacía reproduce un molde de la concha y no se conserva la estructura
de la concha. Se pueden formardrusas con cristales hacia el centro. El tiempo que dura el proceso es variable.
Calcificación: En este segundo caso los esqueletos de las conchas preservan las estructuras relictas (distintas
capas o lamelas de las conchas). Incluso se pueden preservar cristales enteros de aragonito que nos dan una
información muy valiosa. El reemplazamiento se produce de forma gradual y respeta la estructura original.
Esqueletos de calcita
En general, los esqueletos fósiles que estaban constituidos por calcita mantienen frecuentemente esta composición original (a menos
que se hayan silicificado o dolomitizado). El contenido en magnesio tiende a reducirse, de forma que puede haber alteración
diagénica con alto o bajo contenido de calcita. Existen técnicas especiales como la catodoluminiscencia que permiten determinar su
contenido original a partir de áreas relictas que han conservado su composición original.
En ausencia de oxígeno las bacterias del sedimento utilizan una serie de oxidantes alternativos en el proceso de la respiración (Mn,
NO3-, Fe o SO42-) y cuando todos los oxidantes han desaparecido son las reacciones de fermentación las que dominan produciéndose
metano. Las calizas litográficas se forman en medios lacustres y marinos, son de grano muy fino y finamente bandeadas. Un ejemplo
son las famosas calizas de Solnhofen del Jurásico de Baviera que contienen los fósiles de Archaeopteryx. El carbonato en estos
depósitos se puede originar a partir de una fuente biogénica (como algas calcáreas) o como un precipitado químico.
Fósiles piritizados
La pirita sedimentaria se encuentra como un componente menor de sedimentos marinos clásticos tanto actuales como antiguos. Los
estudios en sedimentos actuales han demostrado que la formación de pirita autigénica se suele dar en la diagénesis muy temprana a
tan solo unos centímetros por debajo de la interfase agua-sedimento. Un aumento de la cantidad de microor
ganismos o la profundidad
de enterramiento, impide la difusión de oxígeno en el sedimento y los microorganismos se ven obligados a respirar anaeróbicamente.
La mineralización detiene la pérdida de información asociada a la descomposición de macroorganismos y la precipitación de pirita en
la diagénesis temprana es un importante medio para la preservación de los fósiles. En los tejidos blandos como músculos y también
quitina, durante la diagénesis temprana se puede producir la piritización. Cuando la descomposición es más avanzada y por lo tanto
más tardía la formación de pirita, se destruirán tejidos blandos y solo los compuestos biológicos resistentes (denominados
refractarios) como celulosa y lignina se conservan. Las partes biogénicas duras como las conchas (carbonato cálcico y magnesio) y
los huesos (fosfato de calcio) son algunas de las estructuras biológicas más resistentes a la descomposición. De las dos, el carbonato
de calcio es el más inestable y por consiguiente el que con más probabilidad puede ser reemplazado por pirita. La pirita sedimentaria
presenta varias morfologías:
Esqueletos calcáreos
Los esqueletos de carbonato de calcio pueden pasar a apatito sin cambio en la morfología externa. En ambientes naturales, esta
alteración diagénica está asociada a depósitos de fosfato. La transformación bacteriana de organismos calcáreos en apatito se ha
demostrado en laboratorio. Estas observaciones y experimentos hacen pensar en el siguiente posible mecanismo:
1. El fósforo necesario para reemplazar carbonato por apatito procede de los microorganismos del sedimento.
2. Los microorganismos (bacterias, algas, hongos) promueven la descomposición, liberando iones fosfato y
acidificando el agua intersticial de los sedimentos (esta acidificación que puede ser muy localizada, promueve la
disolución de los carbonatos). El fosfato liberado se combina con calcio para formar apatito que se forma
preferentemente en la interfase carbono/microorganismo reemplazando al carbonato disuelto. Este
reemplazamiento preserva la forma externa de la concha original y al igual que en la fosilización del apatito primario,
el flúor juega un papel importante al ser la composición final carbonato-flúor-apatito.
Esqueletos silíceos
La fosfatización de sílice primaria también aparece en algunos esqueletos de radiolarios aunque este proceso todavía no es bien
conocido.
El examen microscópico de muestras de fosforitas muestra que numerosos microorganismos sin caparazón mineralizado (algas,
hongos, bacterias) mineralizan como apatito, aunque no tuvieran ningún precursor mineral. Un ejemplo bien conocido son los
coprolitos fosfatizados donde la propia materia orgánica es reemplazada por apatito que conserva la forma exacta del objeto. Por
ejemplo, las estrías de contracción de algunos coprolitos. La fosfatización de partes blandas también es frecuente; se conocen muchos
ejemplos en artrópodos (copépodos, ostrácodos) que aparecen en nódulos calcáreos y fosfáticos dentro de calizas nodulares, o en
coprolitos de grandes vertebrados.
Estudios en fosforitas y sobre la síntesis experimental del apatito han permitido realizar una estimación de las condiciones probables
en la fosilización del apatito. Debido a sus requisitos de estabilidad, el apatito se forma preferentemente en un ambiente deficiente en
oxígeno, a veces incluso en condiciones totalmente reductoras, como indica su frecuente asociación con pirita. Este ambiente se
consigue fácilmente en medios con abundante materia or
gánica, que es a su vez la principal fuente de fósforo.
La sílice puede reemplazar a la calcita y al aragonito de las conchas y permineralizar la madera. También puede formar nódulos o
capas de sílex, reemplazando sedimentos carbonatados o precipitando directamente, envolviendo o rellenando fósiles o incluso restos
de bacterias, microfósiles orgánicos y plantas que se preservan excepcionalmente, como en lasRhynie Chert (Escocia).
Permineralización.
Preservación del material original.
Carbonización.
ADN en fósiles
Recientemente ha podido constatarse la posibilidad de extraer restos de
ADN de fósiles, y amplificarlos mediante PCR. La evolución de estos
conocimientos ha sido muy rápida, ya que si a finales de los 90 existían
reticencias sobre la veracidad de los restos fósiles de ADN,16 para el año Tronco de árbol fosilizado enIgea, La Rioja
2000 ya existían publicaciones y se había establecido una metodología.17 (España).
Por aquel entonces ya se habían extraído secuencias cortas de fósiles de
Neandertal y de mamut. Años después, también hay multitud de ejemplos
en plantas18 e incluso bacterias.19 Así, Golenberg y su equipo obtuvieron una secuencia parcial de DNA de cloroplasto
perteneciente a un fósil de Magnolia latahensis.20 No obstante, se ha mantenido la controversia sobre la fiabilidad de los
procedimientos utilizados.21 Este ADN fósil permitiría establecer relaciones filogenéticas entre distintos taxones, además de facilitar
una visión global de las ramas evolutivas.22 Además, facilita la estimación en la tasa de mutación existente entre taxones
relacionados.20 23 Los métodos propuestos son:
Importancia científica
Los fósiles tienen una importancia considerable para otras disciplinas, como la Geología o la Biología evolutiva, son las aplicaciones
prácticas de la Paleontología.
Basándose en la sucesión y evolución de las especies en el curso de los tiempos geológicos, la presencia de fósiles permite datar las
capas del terreno (Bioestratigrafía y Biocronología), con mayor o menor precisión dependiendo del grupo taxonómico y grado de
conservación. Así se han establecido la mayor parte de las divisiones y unidades de las escalas cronológicas que se usan en
estratigrafía.
Galería de imágenes
Three small ammonite Eocene fossil fish A permineralized trilobite, Megalodon and
fossils, each Priscacara liops from the Asaphus kowalewskii Carcharodontosaurus
approximately 1.5 cm Green River Formationof teeth. The latter was
across Wyoming found in the Sahara
Desert.
Véase también
Paleontología Biocronología
Anexo:Yacimientos paleontológicos del mundo Icnofósil
Paleobiología Evolución humana#Tabla comparativa de las
Paleobotánica diferentes especies del género Homo
Zooarqueología Bioerosión
Paleoantropología Petrificación
Tafonomía Tafonomía
Subfósil
Referencias
www.ingentaconnect.com/content/tandf/ghbi/2016/000
1. Fernández López, S. R. (2000). Temas de Tafonomía 00028/00000006/art00012)» Historical Biology, 28:
(http://www.ucm.es/centros/cont/descargas/documento 858-860.
11157.pdf). Departamento de Paleontología,
4. Universidad de Berkeley. «The Burgess Shale» (http://
Universidad Complutense de Madrid. 167 págs.
www.ucmp.berkeley.edu/cambrian/burgess.html).
2. Museo Geológico Virtual de Venezuela. «Glosario de Consultado el 22 de diciembre de 2007.
Fósiles» (http://www.pdvsa.com/lexico/museo/fosiles/f-
5. «Stromatolites, the Oldest Fossils» (http://www.fossilm
glosario.htm). Consultado el 23 de diciembre de 2007.
useum.net/Tree_of_Life/Stromatolites.htm).
3. Hortolà, P. (2016). «Conceptualising ‘fossiliferous Consultado el 4 de marzo de 2007.
deposit’ against ‘palaeontological deposit’: some
6. Knoll, A. H., Barghorn, E. S., Awramik, S. M., (1978).
semantic (and epistemological) considerations. (http://
«New organisms from the Aphebian Gunflint Iron
Formation.» Journal of Paleontology(52), 1074-1082. 18. Sangtae, K., Douglas, E. S., Pamela, S. S. &
7. «10.000 años muy bien llevados» (http://www.elpais.co Youngbae, S. 2004. «DNA sequences from Miocene
m/articulo/sociedad/10000/anos/bien/llevados/elpepus fossils: an ndhF sequence of Magnolia latahensis
oc/20070711elpepusoc_4/Tes). Consultado el 22 de (Magnoliaceae) and an rbcL sequence of Persea
diciembre de 2007. pseudocarolinensis (Lauraceae).» American Journal of
8. Bromley, R. G. 1990. Trace fossils. Biology and Botany; 91:615-620.
Taphonomy. Unwin Hyman: 280 p. Londres. 19. Coolen, M. J. L., & Overmann, J. 2007. «217 000-year-
9. Seilacher, A. 1953. «Studien zur palichnologie. I. über old DNA sequences of green sulfur bacteria in
die methoden der palichnologie. Neues Jahrb.» Mediterranean sapropels and their implications for the
Geologie Paläontologie Abhandlungen96:421-452. reconstruction of the paleoenvironment.»
Environmental Microbiology9 (1), 238-249.
10. «Un español replantea la forma de detectar la vida
primitiva» (http://duvi2.uvigo.es/attachment/00000392 20. Golenberg, E. M.; D. E. Giannasi, M. T. Clegg, C. J.
7.pdf). El País. Archivado desde el original (http://www. Smiley, M. Durbin, D. Henderson, G. Zurawski 1990
elpais.com/articulo/sociedad/trabajo/espanol/replantea/ «Chloroplast DNA sequence from a Miocene Magnolia
forma/detectar/vida/primitiva/elpepisoc/20031114elpepi species.» Nature 344: 656-658
soc_3/Tes) el 27 de diciembre de 2007. 21. Hebsgaard, M. B., Phillips, M. J. & Willerslev, E. 2005.
11. «Los fósiles más antiguos de la Tierra no son fósiles» «Geologically ancient DNA: fact or artefact?» Trends in
(http://www.europapress.es/ciencia/ruinas-y-fosiles/noti Microbiology;13: 212-220
cia-fosiles-mas-antiguos-tierra-no-son-fosiles-2015042 22. Cooper, A. 1997. «Studies of Avian Ancient DNA: From
1110219.html). Europa Press. Jurassic Park to Modern Island Extinctions.» Avian
12. «Changing the picture of Earth’s earliest fossils (3.5– Molecular Evolution and Systematics: 345-373.
1.9Ga) with new approaches and new discoveries (en 23. DeSalle, R.; J. Gatesy, W. Wheeler, D. Grimaldi. 1992.
inglés)» (http://www.pnas.org/content/112/16/4859.full. «DNA sequences from a fossil termite in Oligo-
pdf). Miocene amber and their phylogenetic implications.»
13. Fernández López, S. (2000). «La naturaleza del Science 257: 1993-1936.
registro fósil y el análisis de las extinciones (http://eprin 24. Cano, R. J., Poinar, H. N., Pieniazek, N. J., Acra, A. y
ts.ucm.es/10919/)». Coloquios de Paleontología, 51: Poinar, G. O. (1993). «Amplification and sequencing of
267-280 DNA from a 120–135-million-year-old weevil (http://ww
14. Brent Breithaupt. «Fossilization and adaptation: w.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/8505978)». Nature 363:
activities in Paleontology» (http://www.ucmp.berkeley.e 536-538
du/fosrec/Breithaupt2.html#topbreit). Consultado el 23 25. Salamon, M., Tuross, N., Arensburg, B., Weiner, S.
de diciembre de 2007. 2005. «Relatively well preserved DNA is present in the
15. Chave, K. E. 1964. «Skeletal durability and crystal aggregates of fossil bones.» PNAS 102: 13783-
preservation.» En: J. Imbrie & N. Newell, editors. 13788.
Approaches to paleoecology. New York: John Wiley 26. «Hallazgo argentino: el ADN subsiste millones de
and Sons. pp. 377-387. años» (http://www.lanacion.com.ar/Archivo/Nota.asp?n
16. Austin, J. J., Smith, A. B. & Thomas, R. H. 1997. ota_id=385436). Consultado el 27 de diciembre de
«Palaeontology in a molecular world: the search for 2007.
authentic ancient DNA.» Trends in Ecology & 27. Donoghue, P. C. J., Bengtson, S., Dong, X., Gostling,
Evolution; 12: 303-306. N. J., Huldtgren, T., Cunningham, J. A., Yin, C., Yue,
17. Lindahl, T. 2000. «Fossil DNA.» Current Biology 10: Z., Peng, F. y Stampanoni, M. (2006) «Synchrotron X-
616. ray tomographic microscopy of fossil embryos.» Nature
442, 680-683.
Bibliografía
Ager, D. V. 1963. Principles of paleoecology. 371 págs. McGraw-Hill. New York.
Allison, P. A. & Briggs, D. E. G. 1993. Exceptional fossil record: distribution of softtissue preservation through the
Phanerozoic. Geology, 21: 527-530.
Antón, Mauricio. El secreto de los fósiles, Aguilar, 2006 ISBN 978-84-03-09762-9
Arduini P, Teruzzi G. Fossili. Arnaldo Mondadori Editore. Milano. 1986
Bates, R. L. & Jackson, J. A. (1984) Dictionary of geological terms. New York. Anchor Book. Prepared by The
American Geological Institute. Third edition. 571 p.
Bates, R. L. & Jackson, J. A. (Ed.). (1987).Glossary of Geology. Third Edition. American Geological Institute. 788 p.
Briggs, D. E. G. 1991. «Extraordinary fossils.»American Scientist 79:130-141.
Bromley, R. G. 1990. Trace fossils, biology and taphonomy. Unwin Hyman, London; 280 pags.
Candel, R., Fernández, L., Llopis, N., Hernández, F. & Hernández, E. (1963). Historia Natural: Vida de los animales,
de las plantas y de la Tierra. Tomo IV (geología) España: Instituto Gallach de Librería y Ediciones, S. L. pp. 345-346.
Conway-Morris, S. 1986. «The community structure of the Middle Cambrian Phyllopod Bed.» Paleontology 29: 423-
467.
Crichton, M. 1990. Jurassic Park. Alfred A. Knopf. Nueva oYrk. ISBN 0-394-58816-9.
Greenwood A. D., Capelli, C., Possnert, G., Pääbo, S.: Nuclear DNA sequences from late pleistocene megafauna.
Mol Biol Evol 1999, 16:1466-1473.
Höss, M.: Neanderthal population genetics. Nature 2000, 404:453-454.
Kimberly, K. O., Robertson, H. M.: «Ancient DNA from amber fossil bees?»Mol Biol Evol 1997, 14:1075-1077.
Rudwick, M.J.S. 1987. El significado de los fósiles. Hermann Blume.
Thomson, K. S. 1991. Living Fossil. The Story of the Coelacanth. Hutchinson Radius. Pp. 252.
Walker, K. R. & Bambach, R. K. 1971. «The significance of fossil assemblages from fine-grained sediments: time-
averaged communities».Geological Society of America Abstracts with Programs , 3: 783-784.
Whitten, D. G. A. & Brooks, J. R. V.(1986) Diccionario de Geología. Madrid. Alianza Editorial S.A. 300 p.
Whittington, H. B. 1985.The Burgess Shale. New Haven: Yale University Press.
Willerslev, E., Hansen, A. J., Christensen, B., Steffensen, J. P., Arctander, P.: «Diversity of Holocene life forms in
fossil glacier ice.» Proc Natl Acad Sci USA1999, 96:8017-8021.
Enlaces externos
Wikiquote alberga frases célebres de o sobreFósil.
Wikimedia Commons alberga una galería multimedia sobrefósiles.
Fósiles y colecciones de fósiles en el Reino Unido.
El Museo de Fósiles Virtual a través del Tiempo y la Evolución.
Web de bioerosión que incluye registro fósil.
Images of Plant Fossils, en inglés.
Exposición Internacional de Fósiles y minerales.
Obtenido de «https://es.wikipedia.org/w/index.php?title=Fósil&oldid=109114562
»
Se editó esta página por última vez el 6 jul 2018 a las 00:47.
El texto está disponible bajo laLicencia Creative Commons Atribución Compartir Igual 3.0 ; pueden aplicarse cláusulas
adicionales. Al usar este sitio, usted acepta nuestrostérminos de uso y nuestra política de privacidad.
Wikipedia® es una marca registrada de laFundación Wikimedia, Inc., una organización sin ánimo de lucro.