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ÍNDICE
CIEMENTACIONES EN SUELOS LICUABLES ......................................................... 2
1 I. OBJETIVOS ............................................................................................................ 2
1.1. OBJETIVO GENERAL ......................................................................................... 2
1.2. OBJETIVOS ESPECÍFICOS ................................................................................ 2
2 II. ANTECEDENTES .................................................................................................. 2
3 III. MARCO TEÓRICO .............................................................................................. 2
3.1. DESCRIPCIÓN DEL FENÓMENO DE LICUACIÓN ............................................ 2
3.2. MECANISMO DEL FENÓMENO DE LICUACIÓN DE SUELOS .......................... 3
4 IV. ESTUDIOS DE CAMPO Y LABORATORIO.........................................................17
4.1. ESTUDIOS DE CAMPO .....................................................................................17
4.2. ESTUDIOS DE LICUACIÓN DE SUELOS MEDIANTE TÉCNICAS DE
LABORATORIO ............................................................................................................19
5 V. METODOS DE MEJORA DE TERRENOS POTENCIALMENTE LICUABLES ......34
5.1. SOLUCIONES DE MEJORAMIENTO .................................................................34
5.2. COMPACTACIÓN DINÁMICA ............................................................................36
5.3. VIBRO COMPACTACIÓN ..................................................................................39
5.4. VIBROSUSTITUCION O VIBRODESPLAZAMIENTO.........................................44
6 VI. SOLUCIONES PARA CIMENTACIONES EN SUELOS LICUABLES...................47
6.1. MÉTODO PARA CONSTRUCCIÓN DEL BLOQUE DE SUELO REFORZADO
MEDIANTE USO DE MICROPILOTES .........................................................................47
6.2. DISEÑO DE CIMENTACIONES EN SUELOS LICUABLES ................................47
7 VII. CONCLUCIONE Y RECOMENDACIONES ........................................................47
8 VIII. BIBLIOGRAFIA ..................................................................................................47
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CIEMENTACIONES EN SUELOS LICUABLES

1 I. OBJETIVOS
1.1. OBJETIVO GENERAL
 Solventar los problemas de cimentación en suelos licuables y realizar el diseño
adecuado
1.2. OBJETIVOS ESPECÍFICOS
 Determinar las condiciones y características de los suelos.
 Determinar las medidas para reducir el asentamiento por licuación.
 Definir los criterios para la identificación de suelos licuables.
 Realizar los métodos de evaluación de suelos licuables.

2 II. ANTECEDENTES

3 III. MARCO TEÓRICO


3.1. DESCRIPCIÓN DEL FENÓMENO DE LICUACIÓN
La licuación es el fenómeno en el cual la resistencia y la rigidez de ciertos suelos, son
reducidas por la acción sísmica u otro tipo de carga rápida.
La licuación y fenómenos relacionados a ella, han sido responsables de grandes daños
en sismos históricos en todo el mundo. Esta ocurre en suelos teóricamente saturados, es
decir, suelos cuyos espacios entre las partículas individuales que lo componen, están
completamente llenos de agua.
De acuerdo con lo expresado se puede afirmar que es un hecho experimental bien
establecido que la aplicación de una carga cíclica a una muestra de arena, seca o saturada
en condiciones drenadas, ocasiona un reacomodo de los granos del suelo que da como
resultado una contracción o densificación volumétrica. Esta contracción explica el
incremento de la presión de poro en suelos saturados en condiciones no drenadas o
parcialmente drenadas, lo que reduce el esfuerzo efectivo medio a valores tales que
hacen que el suelo tenga fallas parciales o totales. En un caso límite, el suelo puede fluir
con resistencias prácticamente nulas, produciéndose el fenómeno de la licuación.
Los primeros estudios cuantitativos de este fenómeno pertenecieron, originalmente, al
análisis estático de taludes naturales en las márgenes del río Mississippi. Estos habían
presentado un comportamiento inestable, provocado por la subida gradual del nivel
freático y en algunos casos fluctuaciones en el nivel de marea, modificando las redes de
filtración del terreno. A causa de estas variaciones se producían deslizamientos, y el
mismo se detenía cuando el ángulo del talud había alcanzado unos escasos grados. Para
explicar este fenómeno Casagrande (1916) propuso el concepto de "Relación de vacío
critica". Posteriormente, se realizó un estudio extensivo de numerosos deslizamientos a
lo largo de la rivera del rio Mississippi.
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El Cuerpo de Ingenieros de los Estados Unidos desarrolló métodos empíricos con el


objetivo de evaluar la ocurrencia de estos deslizamientos. Durante los últimos 40 años,
el estudio de este fenómeno se ha extendido incluyendo el comportamiento del suelo
bajo acciones cíclicas ocasionada por vibraciones sísmicas. Aún cuando el resultado
final (pérdida de la resistencia del suelo) es el mismo (si éste es causado por una acción
dinámica o estática), la tensión de corte que provoca la disminución de la resistencia del
suelo bajo condiciones de carga cíclica es mucho menor que la necesaria para causar el
mismo efecto bajo condición de carga estática.
Habría que resaltar, que se producirá licuación solo en aquellos suelos donde su
resistencia residual (concepto explicado en los puntos 11-3-1 y 11-3-2) es menor que la
tensión tangencial estática actuante, con anterioridad a la ocurrencia de un sismo o la
aplicación de otra tipo de carga rápida.
Se llama movilidad cíclica (Casagrande, 1976), al fenómeno de licuación muy limitada,
provocado por cargas cíclicas. Ocurre en suelos con compacidad relativa alta, con una
resistencia residual mayor que la tensión tangencial estática actuante. Las
deformaciones debido a la movilidad cíclica se desarrollan de manera incremental
debido a que actúan simultáneamente las tensiones estáticas y dinámicas.
Las evidencias superficiales más comunes de la ocurrencia del fenómeno de licuación
son:
o Los "volcanes de arena".
o Las grietas en el terreno.
o Las pérdidas de capacidad portante.
o Los movimientos laterales.
o Las oscilaciones horizontales del terreno.
o Las fallas de taludes por flujo del terreno.

3.2. MECANISMO DEL FENÓMENO DE LICUACIÓN DE SUELOS


La licuación resulta de la tendencia de la estructura granular de un suelo saturado a
colapsarse y contraerse, o densificarse, cuando se somete a una carga cíclica (es decir,
a la aplicación de esfuerzos de corte repetidos) causada por el movimiento de un sismo.
Antes de la licuación, las fuerzas de contacto entre los granos del suelo proporcionan la
rigidez y la resistencia de un suelo saturado (Figura 1). La tendencia a la contracción de
la estructura del suelo (o esqueleto del suelo) conduce a una transferencia de la carga
que había sido transportada por la estructura granular al agua de poros llenando los
vacíos entre granos de suelo individuales, dando lugar a un aumento de la presión del
agua de poros. Cuando la presión del agua de poros aumenta, las fuerzas de contacto
entre los granos se reducen, el suelo se deforma más fácilmente y, en el caso limitante,
las partículas del suelo pueden perder contacto completamente entre sí y entrar en
suspensión (Figura 2).
Cuanto más suelto se encuentre el suelo, mayor es el potencial de contracción bajo una
carga cíclica y más fácil es que el suelo se licúe.
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La pérdida de la resistencia del suelo asociada a la licuación puede dar lugar a grandes
deformaciones del suelo y a la incapacidad del suelo licuado para soportar materiales
superpuestos, incluidas las estructuras civiles.
La Figura ofrece una descripción simplificada del fenómeno de licuación y no debe
interpretarse como sugerencia de que la densidad del suelo siempre aumenta después de
que el suelo se licue. El flujo ascendente debido a las presiones de agua de poros
generado por el sismo puede soltar los suelos de tal manera que incluso después del
reasentamiento, la densidad del suelo es menor de lo que era inicialmente. En algunos
casos, el flujo lateral después de una licuación del suelo también puede resultar en una
reducción de la densidad del suelo debido a un fenómeno llamado dilatación, en el que
un suelo se expande en volumen cuando se carga bajo esfuerzos de corte.

1. Factores que directamente influyen en la ocurrencia del fenómeno de licuación

Los factores más importantes, basados principalmente en evidencia experimental de


laboratorio, pueden agruparse en las tres categorías que se presentan a continuación:

- Propiedades Índice y de estado de los suelos.


- Condiciones iniciales de esfuerzo y de deformación.
- Características de la solicitación.

Algunos de estos factores, son difíciles de controlar, de manera precisa, en los ensayos
de laboratorio e imposible de evaluar fidedignamente en el campo.

a) Propiedades índice y de estados de suelo

En esta categoría se ubican características geotécnicas tales como:

TIPO DE SUELO

En general los suelos uniformemente graduados son más susceptibles de licuarse


que los bien graduados. Dentro de los primeros, las arenas finas se licuan mas
fácilmente que las gravas o suelos arcillosos aluviales.
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En suelos bien graduados, al reacomodarse las partículas más pequeñas (llenando


los huecos dejados por las partículas más grandes) bajo condiciones drenadas, se
produce un menor cambio de volumen, y por ende, un menor incremento en la
presión intersticial bajo condiciones no drenadas. Evidencias en sismos recientes
revelan que en la mayoría de casos de licuación han estado involucrados suelos
uniformemente graduados.

La forma de las partículas del suelo también puede ser un factor de influencia.
Suelos con partículas de forma redondeadas tienden a densificarse más fácil que los
con partículas de forma angulosa. Las partículas de forma redondeadas
frecuentemente tienen origen fluvial o aluvial, en donde es común encontrar
depósitos de suelos flojos saturados, siendo usualmente la susceptibilidad a la
licuación alta.

Se pueden establecer límites en las curvas granulométricas definiendo fronteras que


separan los suelos licuables de los no licuables (Figura 11-6). La frontera inferior,
condicionada por el tamaño de las partículas, muestra la influencia del contenido
de finos en la disminución de la tendencia del suelo a densificar. Los finos plásticos
hacen más difícil la liberación de las partículas de arena para moverse unas con
respecto a otras, buscando un arreglo más denso (National Research Council, 1985).
Por lo tanto, el contenido de finos es un elemento importante en la ocurrencia o no
de licuación y éste ha sido tomado en cuenta en los métodos de predicción "In Situ".
La frontera superior es significativa, porque está asociada a la permeabilidad de
materiales más gruesos. De esa manera, incrementando la permeabilidad, se
incrementa la capacidad de drenaje, por ende, la velocidad con que se pueden
disipar las presiones intersticiales.

En la Figura 11-6, también, se puede observar las envolventes de las curvas


granulométricas correspondientes a suelos que se han licuado en sismos previos.

COMPACIDAD RELATIVA (Cr) - RELACIÓN DE VACÍOS (e)

Una arena suelta es más susceptible de licuarse que una arena densa. En sismos
previos, se han licuado suelos cuya compacidad relativa o densidad relativa (Cr) era
del orden del 50 por ciento o menor (indicativa de alta susceptibilidad a cambios de
volumen). Por el contrario, en arenas con una Cr del orden del 70 por ciento o
mayor, no se produjo este fenómeno. En la Figura 11-7 se ilustra el concepto de
compacidad relativa.
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La densidad relativa puede ser reproducida aproximadamente en laboratorio usando


muestras reconstruidas, sin embargo, en situaciones típicas de campo, donde el
suelo tiene estratificaciones complejas, ésta aproximación pierde su significado.

Con base en información de campo tomada del terremoto de Niigata (1964),


Keshida (1969) concluyó que suelos con densidades relativas mayores al 75% no
licuarán. No obstante, puede ocurrir movilidad cíclica (pérdida temporal de la
resistencia), inclusive en suelos con una densidad relativa de hasta el 100%. La
movilidad cíclica es producida por deformaciones tangenciales que ocurren antes
de que se produzcan una distribución en la presión intersticial o alguna vía
preferente de drenaje.

ESTRUCTURA

Una prueba fehaciente sobre la influencia de este factor es el hecho de que diversos
investigadores han encontrado que el método de preparación de la muestra (y en
consecuencia la estructura), puede afectar el valor de la relación de esfuerzos
cíclicos (σdc/σc) que provoca la licuación hasta en un 200 %.
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b) Condiciones iniciales de esfuerzo y deformación

Corresponden a las características de la historia previa de esfuerzos o de


deformaciones que ha soportado el suelo, como por ejemplo:

ESFUERZO CONFINANTE INICIAL

La susceptibilidad a la licuación disminuye al aumentar el esfuerzo confinante. Los


ensayos de laboratorio han permitido comprobar que, para una misma relación de
vacíos inicial, el esfuerzo cortante requerido para comenzar la licuación bajo
condiciones de carga repetida, se incrementa con el aumento de la presión de
confinamiento.

Debido a lo anterior, y a las evidencias de campo con que se cuenta, se puede decir
que difícilmente se presenta el fenómeno de licuación a profundidades superiores a
los 20 metros.

Dada la dificultad de estimar el confinamiento lateral en campo, la tensión efectiva


vertical es usada para definir el nivel de confinamiento. En la bibliografía existen
muchas investigaciones (Seed y Peacock, 1971) en donde se trata la relación entre
la tensión lateral y vertical (K0), y de aquí que, la veracidad de esta relación revierte
mucha importancia.

Se ha encontrado que la tensión tangencial requerida, para causar licuación, en


muestras de arena, con densidad relativa menor al 70% varia linealmente con el
nivel de tensión confinante (Seed y Lee, 1966, y Peacock y Seed, 1968). Por lo
tanto, es conveniente normalizar el efecto del nivel de tensiones tangenciales con el
valor del esfuerzo confinante inicial.

LAPSO DE ESFUERZO SOSTENIDO

Experiencias de laboratorio indican que muestras idénticas sometidas a cargas


sostenidas por períodos que variaron de 0,1 a 100 días antes del ensayo, sufrieron
en función del tiempo, aumentos de hasta un 25 por ciento en el valor de la relación
de esfuerzos cíclicos que produce licuación. Lo anterior se debe a que
aparentemente, para un mismo volumen, con el tiempo se hace más fuerte el
contacto entre las partículas.

Los resultados mencionados en el párrafo precedente, permiten afirmar que el


efecto de la edad del depósito es un factor importante a tener en cuenta. Además,
debido a la enorme diferencia de escalas de tiempo entre laboratorio y campo, se
puede suponer una mayor diferencia que la del 25 mencionada arriba.

HISTORIA PREVIA DE DEFORMACIONES

Este importante factor fue señalado por primera vez por Finn, Bransby y
Pickering (1970), quienes comprobaron por medio de experiencias en laboratorio,
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que las características del fenómeno de licuación son influidas por la historia
previa de deformaciones. Por otro lado, los resultados de experimentos en los
cuales muestras de arena se sometieron previamente a una serie de vibraciones de
pequeña amplitud, permitieron a Seed, Mori y Chan (1975) verificar que por
efecto de la historia sísmica se incrementa considerablemente la resistencia a la
licuación (Figura 11-8). En otras palabras, de acuerdo con la evidencia
experimental con que se cuenta, se puede afirmar que, para un número de ciclos
dados, las muestras de arena sometidas a perturbaciones previas que inducen
esfuerzos o deformaciones de bajo nivel, requieren una relación de esfuerzos
cíclicos mayor para licuarse.
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HISTORIAL PREVIO DE TENSIONES

El historial previo de tensiones ha sido de mucho interés en estudios de licuación.


Finn, Bransby y Pickering (1970) presentaron los resultados de ensayos de
laboratorio, en donde se mostraba que una muestra que previamente ha licuado, es
susceptible a licuar de nuevo. Una muestra de arena, con una densidad relativa del
50% y una presión de confinamiento inicial de 200 KN/m2, fue sometida a carga
cíclica con inversión de la tensión tangencial. La muestra primeramente
experimentó una deformación de flujo limitada o movilidad cíclica, en la parte de
extensión del ensayo en el ciclo número 25.

Esta muestra se siguió sometiendo a ciclos adicionales, en los cuales se volvió a


licuar, fluyó y luego se estabilizó. Después de 29 ciclos de carga, a la muestra se
le permitió drenar, y fue reconsolidada bajo una presión radial de 200 KN/m2, la
cual le produjo un incremento en la densidad relativa del 50% al 60%. En la
continuación del ensayo (aplicación de la carga cíclica), la muestra experimentó
una re-licuación durante el segmento extensión del primer ciclo de carga, a pesar
del incremento de la densidad relativa. Basado en este estudio, se podría
establecer que el número de ciclos requerido para causar licuación es
substancialmente reducido por episodios previos de licuación. Hay que tener en
cuenta el criterio ingenieril a la hora de evaluar el potencial de licuación en los
lugares donde anteriormente se haya producido.

c) Características de la solicitación

MAGNITUD DEL ESFUERZO REPETIDO

Cualquier suelo granular con una relación de vacíos mayor que la mínima es
susceptible de sufrir pérdida parcial o total de resistencia, si la excitación es de
intensidad suficiente.

Los terremotos generan componentes de la aceleración y por ende tensiones en las


tres direcciones principales. La tensión más critica, desde el punto de vista de la
licuación, surge de la propagación vertical de las ondas tangenciales horizontales.
La componente vertical no se considera de importancia, porque son de naturaleza
dilatante y serán completamente absorbidas por la presión intersticial.

Evidencias de campo (Seed e Idriss, 1970) demuestran que arenas sueltas han
resistido sismos de poca intensidad (aceleración superficial máxima, amáx = 0,05
g) y se han licuado ante la acción de sismos intensos (amáx = 0,16 g). De lo
anterior se desprende que la resistencia a la licuación decrece al aumentar la
magnitud del esfuerzo cíclico aplicado (Figuras 11-1, 11-2 y 11-3).
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NÚMERO DE CICLOS DE ESFUERZO

A través de estudios de laboratorio, se ha podido observar que en una muestra


sujeta a carga repetida, con un nivel de esfuerzo o de deformación definido, el
inicio de la licuación dependerá de la aplicación de un número de ciclos de
esfuerzo adecuado a cada caso (Figura 11-4). Esto tuvo su confirmación "in-situ",
durante el terremoto de Alaska de 1964, ya que allí los deslizamientos ocurrieron
después de 90 segundos de comenzado el sismo.
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2. potencial de licuación de suelos

La licuación de un suelo puede incrementar substancialmente el costo de un proyecto


civil, si la licuación no es reportada a tiempo, puede haber una incorrecta asignación de
fondos y recursos dentro del desarrollo del mismo. Por ejemplo, si el suelo es
erróneamente asumido como licuable, el encargado del proyecto se verá forzado a
implementar un diseño preliminar de cimentaciones con pilas de diámetros sobre-
dimensionados y a profundidades excesivas o incluso puede llevar a un movimiento de
tierras innecesario. De igual manera, si se asume erróneamente que no existirá licuación
durante la acción de un sismo, el diseño propuesto no será seguro.

Las investigaciones preliminares (fase de planeación) del proyecto civil con respecto a
la evaluación del potencial de licuación de los suelos consisten en evaluar
cualitativamente, utilizando información existente para el sitio, el potencial de licuación
del mismo. De ser el potencial de licuación desconocido o indeterminable, el tipo de
cimentación a usarse puede ser la incorrecta o la menos óptima en cuanto a costos.

Si las investigaciones preliminares (fase 1) concluyen en que existe un potencial


substancial de que los suelos en el sitio se licuen, entonces se debe acudir a la siguiente
fase que consiste en la exploración del subsuelo del sitio (fase 2) para reducir o eliminar
el nivel de incertidumbre asociado a la evaluación preliminar de licuación.

Una vez realizadas las exploraciones en campo del subsuelo y los ensayos de laboratorio
respectivos (de ser necesarios) se procede finalmente a realizar los análisis cuantitativos
del potencial de licuación (fase 3) a partir de la o las metodologías escogidas.

Cada una de las 3 fases a considerar durante el análisis de potencial de licuación de un


sitio son de gran importancia, el propósito de este texto es describir la fase 3,
correspondiente al análisis cuantitativo del potencial de licuación.

4 IV. ESTUDIOS DE CAMPO Y LABORATORIO

4.1. ESTUDIOS DE CAMPO

a) PRUEBA DE PENETRACIÓN SPT

Para evaluar el potencial de licuación de las capas de suelo con partículas


predominantemente granulares a partir del ensayo 𝑆𝑆𝑆𝑆𝑆𝑆 se utiliza el
procedimiento de (Boulanger & Idriss, 2014). Se debe tener en cuenta que el
análisis se realiza para cada una de las muestras obtenidas a lo largo de toda la
profundidad de la perforación.

Previo a la realización del cálculo, es necesario llevar a cabo la exploración del


subsuelo del sitio y ensayos de laboratorio, si así corresponde; además del análisis
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de respuesta de sitio que permite definir los datos sismológicos de entrada. Los
datos obtenidos son los datos de entrada para el cálculo del análisis cuantitativo de
potencial de licuación de la columna de suelo.

El procedimiento previo al cálculo, llevado a cabo durante la exploración del


subsuelo en acuerdo con la normativa (ASTM D1586 - 11), consiste en los
siguientes pasos generales:

o Obtener las coordenadas geográficas del punto donde se realizó la


perforación.
o Medir la elevación del terreno (𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐) y la profundidad del nivel
freático (𝑁 .𝐹𝐹.) en el sitio de la perforación por medio de la topografía
del sitio o, de no disponerla, por medio del uso del sistema de
posicionamiento global (𝐺 ).
o Registrar el diámetro del pozo de excavación, el porcentaje de nivel de
energía (𝐸𝐸𝐸𝐸) aplicada al martillo, la extensión de barra sobre el terreno.
y por último si se utilizó o no alineadores de muestreador.
o Medir el número de golpes (𝑁 𝑆𝑆𝑆𝑆𝑆𝑆) de cada muestra, así como su
profundidad (𝑧𝑧).

El procedimiento previo al cálculo, llevado a cabo por medio de los ensayos de


laboratorio, consiste en los siguientes pasos generales:

o Medir el porcentaje de contenido de finos (𝐹𝐹𝐹 ) de la muestra de acuerdo


a la normativa (ASTM D422-63) para así identificar cuáles son las capas
de suelo a evaluar en el análisis. Descartando las muestras de suelos finos
y de suelos no saturados.

o De ser suelos finos, determinar los límites de Atterberg así como el


contenido de humedad (𝑤𝑤𝑤 ) de la muestra respetando las normativas
(ASTM D4318 - 10) y (ASTM D2216 - 10), respectivamente. Estos
valores serán de utilidad para evaluar posteriormente la susceptibilidad de
los suelos finos a licuarse.

Es importante así mismo determinar la magnitud de momento 𝑀𝑀𝑤𝑤 y


aceleración horizontal máxima 𝑃 𝑃𝑃 del sismo de diseño para cada una de las
zonas del sitio de estudio mediante el análisis de respuesta de sitio
correspondiente.

b) PRUEBA DE PENETRACIÓN DE CONO CPT

Las pruebas "in situ" han atraído, recientemente, considerable atención como un
medio para determinar las propiedades del suelo durante la investigación de un
emplazamiento. La economía en tiempo y en esfuerzo, asi como las alteraciones
inevitables de las muestras ensayadas en el laboratorio, justifican la tendencia actual
hacia pruebas de campo simples, consistentes y fiables.
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La prueba de penetración con cono, que combina las cualidades citadas en el párrafo
anterior, consiste básicamente en hincar en el terreno un penetrómetro con punta
cónica mientras se registra la resistencia a la penetración (de punta, qc, y por
fricción lateral, fs) con la profundidad.

En respuesta a la diversidad de problemas y condiciones del suelo encontradas en


la práctica, se han desarrollado una gran variedad de equipos y métodos de
penetración con cono.

una detallada descripción de este tipo de ensayo de reconocimiento "in situ" puede
verse en:

c) Velocidad de onda de corte VS


d) Prueba de penetración de Becker BPT
e) Dilatómetro de marchetti DMT

4.2. ESTUDIOS DE LICUACIÓN DE SUELOS MEDIANTE TÉCNICAS DE


LABORATORIO
En función de lo expresado en los puntos anteriores, se puede concluir que el fenómeno
de licuación es complejo y aún no está completamente comprendido, al grado que
muchas veces es posible encontrar interpretaciones diferentes y hasta contradictorias de
los hechos experimentales existentes.
Debido a lo anterior es conveniente revisar los estudios experimentales llevados a cabo
hasta la fecha por diferentes investigadores utilizando diversos aparatos. Además,
previo a ello, resulta oportuno realizar las siguientes aclaraciones:
1) En todas las arenas saturadas y sin drenaje, existe un nivel de tensiones y una amplitud
de la tensión de corte cíclica que provoca, en un cierto número de ciclos, la anulación
de la presión efectiva. Sin embargo, tras alcanzarse ese estado, que ha sido llamado por
algunos autores como "licuación inicial", el comportamiento de las arenas sueltas es
diferente del de las densas. Esto último ha dado origen a discrepancias en torno de la
definición del término licuación, en función de evidencias experimentales.
Las arenas sueltas, una vez alcanzado el estado en que la presión efectiva se anula,
fluyen y este flujo no produce un intento de expansión de la arena que reduzca la presión
intersticial. Tal es el fenómeno conocido como "licuación".
Por su parte, las arenas densas cuando llegan al punto de presión efectiva nula provocado
por una carga de corte cíclico, inician el proceso de rotura. Tal proceso, sin embargo, es
dilatante y por tanto provoca una disminución de presión intersticial y un aumento de
resistencia que contiene la rotura. El efecto final es que la arena experimenta una
deformación tangencial apreciable y que en su interior las presiones intersticiales son
importantes. Este fenómeno ha sido denominado "movilidad cíclica" (Casagrande,
1976).
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Tanto la licuación como la movilidad cíclica pueden producir efectos muy


desfavorables. El primero de rotura generalizada, el segundo grandes deformaciones que
podrán, en muchos casos, calificarse de rotura.

2) En principio es posible adoptar o modificar cualquiera de los aparatos empleados en


ensayos estáticos convencionales a condiciones dinámicas para realizar estudios
experimentales como los que se describen a continuación. El uso de servomecanismos
acoplados a actuadores electromagnéticos y electrohidráulicos, gobernados por
computadoras en circuitos cerrados de control, ha permitido la ejecución de pruebas en
las que es posible controlar una amplia gama de historias de carga y de trayectorias de
esfuerzo. Inicialmente este tipo de estudios se basó en el uso de cámaras triaxiales
cíclicas y posteriormente se desarrollaron aparatos de corte simple cíclicos. También se
han empleado mesas vibradoras para someter muestras de suelo de gran tamaño a cargas
dinámicas, y de manera más tardía los ensayos centrífugos. Asimismo, los avances en
el desarrollo de este tipo de equipos de laboratorio han sido acompañados por una
mejora sustancial en las técnicas de medición.

3) En los estudios experimentales que se presentan seguidamente, se trabajó casi


exclusivamente con una solicitación dinámica un tanto particular y que consiste en una
carga de corte cíclica. El hecho de elegir este tipo de carga no es arbitrario ya que se
sabe que de las ondas provocadas por los sismos, las sondas S (ondas de corte) son las
portadoras de la mayor parte de la energía y es usual, en los análisis sísmicos, suponer
que toda la energía del movimiento es propagada en forma de ondas de corte que
inducen en los suelos tensiones cortantes cíclicas.

a) ENSAYOS TRIAXIALES CÍCLICOS

Seed y Lee (1966) fueron los primeros en utilizar la cámara triaxial cíclica Figuras
11-16 y 11-17), con el objeto de reproducir la condición de esfuerzos a que se haya
sujeto un elemento de suelo durante un temblor (atribuyendo, como se dijo
anteriormente, el estado de deformaciones del suelo a la propagación de ondas de
cortante sísmicas, desde las capas más profundas hacia la superficie del terreno).

Para un terreno con superficie horizontal, antes del temblor, el estado de esfuerzos
puede ser idealizado como se muestra en la Figura 11-18.a.

Durante el sismo los esfuerzos cortantes generados se superponen con los esfuerzos
normales (que permanecen constantes), tal como aparece en la Figura 11-18.b.

La cámara triaxial cíclica trata de simular las condiciones idealizadas descritas, pero
en un plano a 450. Un espécimen saturado de forma cilíndrica se consolida a un
esfuerzo σc y posteriormente con el drenaje cerrado (volumen constante), se somete
a un esfuerzo axial cíclico de magnitud + Δ σa (Figura 11-19). Tal como se anticipó,
este procedimiento proporciona esfuerzos cortantes cíclicos en un plano a 450.
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El comportamiento de las muestras de arena suelta, sometidas al ensayo con cámara


triaxial cíclica (Figura 11-20), se caracteriza por un aumento gradual de la presión
de poro sin que haya deformación axial apreciable, hasta que se produce el
incremento que eleva el valor de aquella hasta el de la presión confinante
("licuación inicial"), momento a partir del cual la muestra se deforma súbitamente
más del 20% ("licuación total"). Las arenas compactas exhiben un comportamiento
similar al de las sueltas, pero al llegar a la "licuación inicial" no se presenta una
deformación grande en forma súbita, sino que la misma se incrementa
gradualmente.

Según el concepto de Seed y Lee (1966), cualquier espécimen de arena es


susceptible de licuarse no importando su compacidad relativa.
Los parámetros más importantes según estos investigadores son: el número de
ciclos de esfuerzos (Na)l para alcanzar la condición u = σ3, la relación entre el
esfuerzo cortante máximo y el esfuerzo confinante (Δσa/2σc) y la relación de vacíos
o la compacidad relativa.

Castro (1969) al realizar sus ensayos en cámara triaxial cíclica, observó que durante
la prueba se desarrollaban heterogeneidades en las muestras, de manera especial en
la zona superior, atribuyendo a estas heterogeneidades, inducidas por el ensayo, el
hecho de que especimenes densos alcancen la condición u = σ3.
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b) ENSAYO DE CORTE SIMPLE CÍCLICO

La prueba de corte simple cíclico se desarrolló con la idea de conseguir mayor


aproximación a las condiciones de campo que la lograda con cámara triaxial.

El ensayo se inicia aplicando un esfuerzo vertical σv, a un espécimen de arena


saturado, para consolidarlo. Posteriormente se aplican esfuerzos horizontales
cíclicos t, sin permitir cambio de volumen y midiendo la deformación horizontal y
la presión de poro desarrollada en la muestra de suelo (Figura 11-21).

El comportamiento de una determinada arena en un ensayo de corte simple cíclico


es complejo. El resultado, medido en forma de deformación máxima alcanzada (o
licuación si ésta tiene lugar) depende, tal como se dijo, fundamentalmente de tres
factores: la densidad relativa, el número de ciclos y la relación de tensiones. Una
forma usual de representar los resultados de este tipo de ensayos es la de la Figura
11-22, la cual representa los resultados obtenidos por De Alba y otros (1975), en
ensayos realizados con arenas Monterrey no 0.

En las Figuras 11-22 a y b se muestra el comportamiento básico de muestras con


dos densidades relativas distintas y solicitadas con tensiones tangenciales cíclicas
con intensidades relativas diferentes. En la primera se define el número de ciclos
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necesarios para alcanzar la "licuación inicial", y en la segunda el número de ciclos


para alcanzar una deformación angular del 5%.

A su vez, en la Figura 11-22.c se define el comportamiento de muestras de distinta


densidad relativa ante diferentes intensidades de solicitación, después de 10 ciclos
de carga (como se verá más adelante, 10 ciclos de carga es una media aproximada
del efecto de los terremotos). Finalmente, en la Figura 11-22.d se indica la relación
entre la densidad relativa y la deformación angular que se provoca en el suelo tras
la "licuación inicial", independientemente del número de ciclos o tensión tangencial
que la hayan causado. Tal figura indicaría un límite de densidad que separaría los
estados de "licuación" y de "no-licuación", si previamente para diferenciarlos se
establece una deformación angular límite que los defina.

En la Figura 11-23 se muestra los resultados de un ensayo típico de corte cíclico


para una arena compacta, mientras que en la Figura 11-24 se presenta una
comparativa entre los resultados obtenidos en ensayos triaxiales y en ensayos de
corte simple.
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c) ENSAYOS DE MESA VIBRATORIA

Con el objeto de reducir los efectos de borde de los ensayos de corte simple, varios
investigadores han realizado ensayos con muestras muy planas (relación altura-
longitud del orden de 1/20) en mesas vibradoras. Este tipo de ensayo ha permitido
observar también el efecto de la vibración horizontal multidireccional.

Los ensayos mencionados consisten en colocar un recipiente o caja con arena


saturada, sobre una mesa vibradora, para estudiar su comportamiento (medir la
aceleración de la mesa a la cual ocurre la licuación de la muestra). Los resultados
obtenidos hasta hoy parecen confirmar el mismo comportamiento que en los
ensayos de corte simple.

Yoshimi (1967) hizo experimentos utilizando el equipo de la Figura 11-25, con


arenas sueltas sometidas a vibración horizontal. Los resultados mostraron que la
presión de poro aumentaba uniformemente hasta un punto, en el cual un incremento
rápido (mayor que los anteriores), la elevaba hasta un valor de esfuerzo tal que la
estructura del suelo colapsaba y se formaba una capa de agua en la parte superior
de la muestra.
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Finn, Emery y Gupta (1970, 1971) también hicieron pruebas en mesa vibradora
utilizando un recipiente de paredes rígidas, del que aparece un corte en la Figura
11-26.

Whitman (1968) enunció los factores que afectan los resultados de los ensayos de
mesa vibradora y su influencia en la interpretación de los mismos.

Dichos factores son los siguientes:

o Frecuencia de la vibración
o Duración de la vibración
o Tamaño y geometría del recipiente
o Características de deformación del recipiente
o Método de colocación de la muestra
o Control del drenaje
o Aparatos de medición de deformaciones empleados
o Presión de confinamiento

Tal vez la principal objeción al uso de recipientes rígidos sobre mesa vibradora, sea
el hecho de desconocer el esfuerzo cortante actuante en la mesa. Este esfuerzo es
tomado en gran parte por el propio recipiente, el cual impone además, condiciones
de frontera que no representan adecuadamente la situación real de campo.

Con el objeto superar las limitaciones anteriormente descritas, se han diseñado


recipientes de paredes móviles como el que aparece en la Figura 11-27. Este tipo
de aparatos permite simular el efecto de sobrecarga (fuerzas de inercia), imponer
condiciones de deformación controlables (corte simple en una sola dirección),
ensayar muestras grandes (30 x 60 x 90 cm) y colocar instrumentación en su
interior.

De Alba, Seed y Chan (1975) y Seed, Mori y Chan (1977) estudiaron el


comportamiento de muestras de arena de 230 x 110 x 10 cm de espesor, sometidas
a esfuerzo cortante simple cíclico en una dirección. En estos ensayos se registraron
deformaciones cortantes, presión de poro y aceleraciones.
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Para evaluar los efectos de movimientos multidireccionales, Pyke, Seed y Chan


(1974) y Seed, Pyke y Martin (1975) realizaron ensayos de especímenes excitados
en dos direcciones horizontales perpendiculares. A partir de los resultados de estos
ensayos, se pudo comprobar que los asientos provocados por movimientos
multidireccionales son mayores que los ocasionados por movimientos en una sola
dirección (Figura 11-5)

d) ENSAYOS CENTRÍFUGOS

El ensayo centrifugo fue desarrollado con el objetivo tratar de simular el estado


tensional real del terreno en campo mediante un ensayo de laboratorio.

La disposición típica del modelo para realizar ensayos centrífugos, se puede


observar en la Figura 11-28. El recipiente que contiene el suelo, en la plataforma,
es libre para rotar de manera ascendente a medida que se incrementa la velocidad
en la centrifugadora, por lo tanto el vector de aceleración gravitacional siempre
actuará en la misma dirección del eje del modelo. Chaney (1983) presentó una serie
de experimentos centrífugos, en la cual se simularon los efectos de las sacudidas
sísmicas.

Este ensayo, surge con el objetivo de eliminar uno de los grandes problemas
encontrado en el ensayo de mesa vibradora, en la cual las tensiones desarrolladas a
partir del peso propio del suelo (modelo con mesa vibradora), son mucho menores
que en campo. Además, es sabido que el comportamiento tenso-deformacional del
terreno es no lineal y ciertos aspectos de este comportamiento, como la dilatancia,
es muy diferente en modelos sometidos a esfuerzos estáticos pequeños que a
aquellos modelos en que los esfuerzos están asociados a la existencia de estructuras
de tierra o algún tipo de cimentación.
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una forma de superar estos problemas, seria ensayando los modelos en una
centrifugadora, de tal manera que se pueda incrementar el campo gravitatorio. Es
decir, que se pueda reducir el efecto escala en los modelos. Con esta herramienta se
puede modelar una presa de 30 m de altura, mediante un modelo de 30 cm de alto;
para eliminar el efecto escala, se debe ensayar el modelo reducido a una aceleración
centrifuga de 100 g, por lo tanto las tensiones correspondientes a cualquier punto
del modelo serán los mismos que los de la presa a escala real. Si las tensiones son
las mismas y el suelo es el mismo, tanto en el modelo como en la realidad, entonces
el patrón de las deformaciones, también, será similar.

Muchas incertidumbres se erradican al realizar modelos equivalentes a las


situaciones reales, y todo esto es posible mediante los ensayos centrífugos.

5 V. METODOS DE MEJORA DE TERRENOS POTENCIALMENTE


LICUABLES

5.1. SOLUCIONES DE MEJORAMIENTO


a) Depósitos de suelos

Las propiedades de las arenas contractivas, sean depósitos granulares de origen


natural o rellenos hidráulicos, pueden modificarse mediante técnicas que tienen por
objeto densificarlas para incrementar su resistencia a sufrir deformaciones de flujo
a la licuación. Un depósito de arena mejorada deberá soportar cargas dinámicas,
con asentamientos tolerables sin que se presente la licuación, para las excitaciones
sísmicas de diseño. Se han demostrado en muchos lugares que los suelos y rellenos
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granulares sueltos responden positivamente a la energía dinámica producida por


impactos o vibración con lo que se mejora sus características como densidad
relativa, rigidez, resistencia y disminuye su deformabilidad. La aplicación de cargas
estáticas temporales (precarga) también mejora las propiedades de estos suelos, aun
que es mucho menos efectiva que los métodos dinámicos de compactación.

La naturaleza de la energía dinámica requerida para lograr que un depósito de arena


suelta licuable, se convierta en uno estable, para el sismo de diseño, depende del
método que se emplee para mejorarlo y varía desde los que consisten en la
aplicación de impactos hasta los que aplican oscilaciones armónicas con vibradores.
En estos últimos, la intensidad de las vibraciones inducidas dentro de la masa de
suelo determina el tipo de su respuesta. A bajas aceleraciones, menores de 0.5g, los
suelos responden esencialmente en forma elástica; las deformaciones plásticas
predominan cuando las aceleraciones crecen de 0.5 a 1.0 g, resultando en la
densificación del depósito. Para aceleraciones del orden de 1.5 g casi todos los
suelos fluyen (Van Impe y Madhav, 1995).

La habilidad del depósito para trasmitir las vibraciones se reduce a medida que
pierda resistencia al corte; así a medida que el suelo se degrada, las vibraciones se
tornarán en locales y no serán trasmitidas a largas distancias, por lo tanto, la
densificación solo ocurrirá alrededor de la fuente. El núcleo fluidizado será
sucesivamente rodeado por una zona plástica, una zona compactada y una zona
elástica.

b) Técnicas de mejoramientos

El mejoramiento de los rellenos granulares sueltos generalmente involucra grandes


volúmenes de material y por ello la selección del método idóneo para cada caso
suele involucrar aspectos económicos que en muchas ocasiones, se privilegian en
detrimento de las consideraciones exclusivamente técnicas. Los costos varían
notablemente de uno a otro método y por ello los ingenieros geotecnistas deben
conocer las características de los métodos disponibles, así como su efectividad
probable y las dificultades para implantarlos en situaciones particulares.

La mayoría de los métodos de mejoramiento aprovechan la capacidad del suelo para


deformarse e incluso licuarse para lograr el mejoramiento deseado. Por lo tanto, es
imprescindible tener conocimiento claro de las características y propiedades del
depósito, para lograr las metas esperadas. Sería imposible presentar y describir
detalladamente en este trabajo, los métodos para el mejoramiento de suelos
propensos a licuación arenas. Para ello se recomienda recurrir al trabajo de Van
Impe y Madhav (1995).

A continuación se describen brevemente algunos métodos de mejoramiento de


suelo, atendiendo a la frecuencia con que estos han sido utilizados.
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5.2. COMPACTACIÓN DINÁMICA

a) Compactación de impacto

Probablemente la técnica más antigua para el mejoramiento de suelos; utilizada por


los romanos y en Estados Unidos desde el siglo pasado, pero realmente
racionalizada por Mennard (1975). Las experiencias han demostrado que este
método es el menos confiable, pues es difícil lograr el mismo nivel de control y por
ello también requiere de ensayes de verificación extensivos. Se recomienda para
mejorar rellenos de poco espesor pues el efecto del impacto decrece rápidamente
con la profundidad. En México se tienen varias experiencias en la aplicación de este
método (Girault, 1989).

Este método consiste en dejar caer una masa repetidamente desde una cierta altura.
La reacción del suelo ante la compactación dinámica depende del tipo de suelo y
de la energía que le sea impartida por los impactos que tienen un arreglo
predeterminado. La energía es función de la masa, altura de caída, espaciamiento
de la cuadrícula y número de caídas en cada punto, figura 4.1. Las masas son
usualmente bloques de concreto, bloques de acero o una serie de placas de acero
sujetas entre sí.

Comúnmente se utilizan pesos de 6 a 20 t, con una altura de caída de 20 m; sin


embargo, se han llegado a utilizar pesos de más de 30 t con una altura de caída de
30 m.
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En proyectos donde se requiere compactar suelos que se localizan a gran


profundidad se han llegado a fabricar trípodes especiales con alturas de caída de
hasta 40 m utilizando masas de hasta 200 t. Las masas se dejan caer de 2 a 10 veces
en el mismo lugar, siguiendo un patrón de cuadrícula con espaciamientos entre 1.80
y 5 m. El procedimiento normalmente se hace con más de una pasada o serie de
apisonamientos, rellenando los cráteres que se forman entre pasadas, figura 4.2.
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Por lo general, el subsuelo por mejorar se considera constituido por tres capas: la
más profunda es mejorada por la primera serie de apisonamientos, con un
determinado número de repeticiones, con las mayores separaciones entre los puntos
de impacto, y el nivel de energía más alto. La capa intermedia es mejorada por una
segunda serie de apisonamientos, los impactos son localizados entre los impactos
de la serie anterior y la altura de caída y las repeticiones son menores. La capa
superficial es mejorada con apisonamientos con una altura de caída y una
separación pequeña e incluso se utiliza una masa menos pesada y más plana, con
mayor superficie de contacto.

La principal limitación de este método es el daño potencial para estructuras vecinas


debido a vibraciones, ruido y la posible voladura de escombros. Es limitante
también el tamaño de las grúas disponibles, ya que si bien las masas por lo general
no rebasan las 20 toneladas, la mayor carga no la percibe la grúa al momento de
levantar el peso, sino al momento de dejarlo caer, debido al efecto de latigazo que
se produce en la pluma. Debido a esto, se deben usar grúas sobredimensionadas.

En materiales granulares saturados, una gran parte de los impulsos dinámicos son
transferidos al agua intersticial. Después de un número determinado de impactos se
incrementa la presión de poro lo suficiente para generar licuación (Menard, 1974).
La granulometría y la compacidad del suelo son dos factores que influyen en la
velocidad a la cual se alcanza la licuación. El incremento de la compacidad, debido
a la disipación de presión de poro, se obtiene en un tiempo relativamente corto: en
arenas y gravas bien graduadas es de aproximadamente de 1 a 2 días, en limos con
arena puede variar de 1 a 2 semanas.
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Hay otra teoría contraria a la de Menard, la cual trata de evitar la licuación. Por esta
razón, el tratamiento se diseña para que no se genere un exceso de presión de poro
significativo, lo cual se logra con niveles más bajos de energía (Slocombe, 1993).

En resumen, este método es excelente para mejorar materiales granulares, ya sea


arriba o debajo del nivel freático. Sin embargo, se debe de tener especial cuidado al
quererlo aplicar en arenas con un alto contenido de finos, especialmente cuando el
suelo está saturado, ya que la generación de presión de poro dificulta la
compactación.

5.3. VIBRO COMPACTACIÓN

a) Mejoramiento profundo

Método de mejoramiento profundo de suelos granulares que efectúa la


densificación por el movimiento vertical y horizontal de un tubo vibrador
hincado en el suelo. El vibrador es un tubo hueco de acero con masas excéntricas
sostenido por una grúa; la forma de densificar consiste en hincar el tubo en
arreglos granulares, provocando la licuación del suelo, para posteriormente
reacomodar la estructura hasta alcanzar el grado de densificación deseado. Se
han desarrollado varias técnicas y equipos para su ejecución; en algunas se
utiliza un martillo hincador vibratorio y un tubo o perfil de acero y desde la
superficie se introduce y se retira continuamente el tubo; esta técnica resulta
poco eficiente ya que hay que cerrar el espacio de los hincados para lograr la
densificación deseada, (Munfakh et al, 1987). En el puerto de Alvarado se
desarrollo un tratamiento con esta técnica, (Tamez, 1979).

La vibrocompactación en la actualidad constituye un método geotécnico clásico


para resolver problemas ligados con la baja compacidad de terrenos granulares.
Con esta técnica generalmente se alcanza una compacidad relativa de 70 % a
85%. En cuanto al nivel freático, la compactación se logra, tanto por encima,
como por debajo de este nivel.

El método consiste en la inserción de un vibrador de fondo, similar al mostrado


en la figura 4.6; una vez densificado el suelo, se rellena el vacío generado con
arena, retirando el vibrador simultáneamente. La compactación se debe a la
acción del vibrador, que usualmente es acompañado con agua a presión, la cual
reduce temporalmente las fuerzas intergranulares entre las partículas; Báez y
Martín (1992), puntualizan que las vibraciones generan exceso de presión de
poro hasta que se licúa el suelo; entonces, la disipación de presión de poro
conduce a un arreglo más compacto del suelo.

Según Thorbum (1975), la licuación del suelo es total hasta distancias de 30 a


55 cm del vibrador, haciéndose nulo el efecto a una distancia aproximada de 2.5
m, debido al amortiguamiento del propio terreno.
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La eficiencia del mejoramiento depende del tipo de suelo, espaciamiento de los


puntos de vibrado y el tiempo de vibrado en cada punto. Generalmente, el
espaciamiento está entre 1.80 y 3.50 m, con arreglos triangulares o en cuadrícula.
Una vez que el vibrador alcanza la profundidad de diseño, el tratamiento se
realiza por intervalos de profundidad. Durante la compactación, se rellena con
una arena limpia desde la superficie para compensar la reducción del volumen
del suelo debido al proceso de densificación; con esto se mantiene la elevación
original. Sin embargo, en sitios donde el desnivel final es menor que el desnivel
original, la reducción de la elevación se puede despreciar; en estos casos se
permite el hundimiento de la superficie durante la compactación. Los
asentamientos de suelos granulares alcanzan de un 5 % a un 15 % de la
profundidad tratada.

La vibrocompactación permite el uso de zapatas superficiales. Los


asentamientos y el potencial de licuación son reducidos.

La profundidad de mejoramiento es generalmente de 4.5 m a 15 m, sin embargo,


se han alcanzado profundidades hasta de 35 m.

Esta técnica permite el uso de cimentaciones más económicas, diseñadas para


una capacidad de carga de hasta 1000 kPa en arenas limpias. El ángulo de
fricción interna aumenta entre 5 y 8 grados. El módulo de deformación puede
aumentar hasta los 100 MPa, en algunos casos a valores mayores, con lo que los
asentamientos totales y diferenciales se reducen en la misma proporción hasta
ser compatibles con los límites de diseño.
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ENSAYOS

En general es aplicable únicamente en arenas con un contenido de finos entre el


10 y el 15 %. En la figura 4.5 se muestra una serie de mallas de ensayo distintas
siguiendo una distribución triangular, por ser la más eficaz, donde los puntos
vacíos son los puntos de tratamiento y los puntos llenos son los puntos de ensayo.

Se elegirá el mayor espaciado que cumpla las condiciones de densificación


especificadas, normalmente dadas como una resistencia mínima a la penetración
de SPT o CPT tanto estáticos como dinámicos. Este tipo de pruebas son las más
indicadas para estos tratamientos, pudiéndose estimar a partir de los datos
obtenidos los asentamientos esperados en las áreas compactadas.

Una de las ventajas de la vibrocompactación con vibrador de fondo con respecto


a otros métodos de densificación es que, el motor y las masas excéntricas se
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encuentran dentro del vibrador, por lo que la energía se aplica directamente al


suelo a profundidad. Caso contrario ocurre en la compactación dinámica o con
probetas vibratorias, donde la energía se aplica desde la superficie y por ende se
disipa con la profundidad.

Es por esto que teóricamente la vibrocompactación con vibradores de fondo se


puede aplicar a cualquier profundidad deseada. Sin embargo, en la práctica la
limitante la marcan los tamaños comerciales de las grúas, por lo que la mayoría
de proyectos de vibrocompactación no exceden los 30 m de profundidad.

b) Proceso de vibro compactación

En la figura 4.6 se ilustran las etapas del proceso de vibrocompactación, las


cuales se describen a continuación:

c) Penetración

El vibrador penetra con la ayuda de agua a presión hasta la profundidad de


diseño, y con movimientos ascendentes y descendentes se agita la arena,
formando así un espacio anular alrededor del vibrador, figura 4.7. Cuando se
alcanza la profundidad de diseño el flujo de agua se puede reducir. Con el flujo
de agua se reduce temporalmente la fricción entre partículas permitiendo que
éstas se depositen en un arreglo más compacto. La velocidad de penetración del
vibrador es de 1 a 2 m/min, la presión de agua 0.8 MPa y flujo de agua hasta
1500 Ilmin.
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d) Compactación

Debido a la acción de las fuerzas horizontales del vibrador, las partículas que se
encuentran alrededor y en la parte inferior del vibrador son reacomodadas en un
estado más compacto. El vibrador se va sacando conforme sea alcanzada la
compactación. El radio de compactación se extiende de 1.5 a 4 m, dependiendo
del tipo de suelo y de la potencia del vibrador.

e) Relleno

Como consecuencia de la inserción del vibrador y de la reducción del volumen


en el punto de aplicación del vibrador, se crea un hueco de forma anular. En este
punto, es necesario alzar el vibrador entre 1 y 2 m, introduciendo material de
banco o del lugar (arena limpia). La velocidad de compactación y retiro es de 30
cm/min aproximadamente, hasta alcanzar la superficie.

f) terminado

La superficie del área mejorada es entonces renivelada y puede ser densificada


con un compactador de superficie. Con un esquema económico de
compactación, se puede llegar a un mejoramiento óptimo. El resultado es la
formación de un área de terreno compactado de forma cilíndrica.
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5.4. VIBROSUSTITUCION O VIBRODESPLAZAMIENTO

a) PROCESO DE VIBRO SUSTITUCIÓN

Los dos métodos de instalación más comunes son: vibrosustitución por vía húmeda
y vibrosustitución por vía seca. A éste último también se le llama
vibrodesplazamiento. El método de vibrosustitución por vía seca, se utiliza para
mejorar suelos finos blandos, creando perforaciones mediante el desplazamiento
del terreno producido por las fuerzas horizontales impartidas por el vibrador,
ayudado por aire comprimido en cada punto del tratamiento.

Los procesos de vibrosustitución vía húmeda y vibrodesplazamiento implican la


realización de la perforación por medio de agua y aire a presión, respectivamente,
hasta una profundidad específica, alimentando la perforación con grava, a partir de
esta profundidad se empieza a introducir y extraer el vibrador con una vibración de
30 Hz, por lo que la grava se empieza a densificar y adherir en el suelo circundante.

b) VIBROSUSTITUCION POR VÍA HÚMEDA

PENETRACION

Asistido por la inyección de agua, el vibrador oscilante penetra por peso propio
hasta la profundidad deseada, según las características del terreno. El agua provoca
un flujo hacia el exterior, removiendo y arrastrando las partículas de arcilla y
creando un espacio anular alrededor del vibrador y del tubo de suspensión.

SUSTITUCIÓN

Una vez alcanzada la profundidad a mejorar, se procede al relleno de grava por


tramos de unos 50 cm, siendo compactada y penetrada, por la vibración, en las
paredes del terreno natural.

El movimiento del vibrador en ascenso y descenso, aunado a las fuerzas


horizontales de la propia vibración y el flujo de agua a presión por las boquillas
superiores, no permiten que se desarrolle el efecto de arqueo entre las paredes de la
perforación, el relleno y el vibrador, este efecto aumentaría la resistencia a la
penetración del vibrador.

TERMINADO

El fin de cada escalón de ascenso y relleno, es indicado por la resistencia al bajar el


vibrador, ésta es medida por el consumo de corriente eléctrica (amperes).

Este proceso de ascenso y relleno se repite hasta alcanzar la superficie del terreno,
obteniéndose una columna de grava compactada, figura 4.12.
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Si las paredes del suelo son inestables, el flujo de agua y el movimiento de la grava
remueven el material fino y permiten a la grava expandirse hasta alcanzar el
equilibrio. Es por ello que el diámetro de las columnas varía en su altura,
coincidiendo en los estratos más blandos con los diámetros mayores. Los diámetros
normales de las columnas de grava obtenidas mediante esta técnica son de 0.8 a
1.1m.

c) VIBRO SUSTITUCIÓN POR VÍA SECA O VIBRODESPLAZAMIENTO

PENETRACIÓN

En esta técnica el vibrador penetra en el terreno por el efecto de la vibración y del


peso propio del vibrador así como de los tubos de extensión, figura 4.13. El terreno
es desplazado lateralmente y se va creando una perforación de paredes estables,
necesario para la extracción del vibrador, ayudado por la inyección de aire
comprimido por la punta del vibrador.

El aire comprimido sirve para mantener las paredes de la perforación estables y


ayuda a la penetración, si el caudal y presión de aire son considerables pueden
causar daños a la estructura de las arcillas normalmente consolidadas.

RELLENO

Cuando se alcanza la profundidad requerida, se extrae el vibrador y se realiza el


primer relleno de grava, siendo de unos 50 cm cuando se compacta. Para compactar
el relleno el vibrador es introducido de nuevo, como si se tratara de una masa
vibratoria, desplazándose la grava hacia abajo y lateralmente, figura 4.14.

Durante la extracción del vibrador, la succión creada por el peso del aparato en sus
ascensos puede crear inestabilidades en las paredes de los tramos inferiores de la
perforación. El aire comprimido compensa la succión y ayuda al izado del vibrador.
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TERMINADO

El proceso de relleno se repite hasta completar la columna. El diámetro común de


columna de grava obtenido con el método seco es de 60 a 75 cm. Así, con un mismo
vibrador el diámetro de la columna resultante es menor en esta técnica que por la
vía húmeda.
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6 VI. SOLUCIONES PARA CIMENTACIONES EN SUELOS LICUABLES

6.1. MÉTODO PARA CONSTRUCCIÓN DEL BLOQUE DE SUELO


REFORZADO MEDIANTE USO DE MICROPILOTES

6.2. DISEÑO DE CIMENTACIONES EN SUELOS LICUABLES

7 VII. CONCLUCIONE Y RECOMENDACIONES

8 VIII. BIBLIOGRAFIA
Coello Stay, D., & Alvarado Herbozo, E. (2017). Cimentaciones en Suelos Potencialmente
Licuable Mediante un Bloque de Suelo Reforzado Utilizando MIcropilotes Con
Inyecciones Cementicias . Espirales Revista Multidiciplinaria de investigación, 29-35.
Jiménez, A. N. (2016). Escenario Susceptibles a la Licuefacción Inducida por sismos de
Gran Magnitud en Santiago de Cuba. Minería y Geología, 53-69.
López, F. A. (Agosto de 2007). Un Modelo Discreto Para la Evaluación de Desplazamientos
Laterales Inducidos por Sismos en Suelos Granulares. México, México: UNAM.
Mendoza, I. R. (Noviembre de 2011). Análisis y Mejoramiento de Suelos Potencialmente
Licuables. México: UNAM.
Ocampo, L. R. (Noviembre de 2011). Estudio Geotécnico de una Tienda Comercial en
Suelos Licuables . México: UNAM.
Pantaleón, C. I. (Enero de 2007). Mejora de Terreno Potencialmente Licuables con
Inyecciones de Compactación. Madrid, España: Universidad Politecnica de Madrid.

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