You are on page 1of 212

CATEDRA DE FILOSOFIA EDUCATIVA

IN DIC E

1 EL C ON C EP T O DE C U L TUR A ................................................................. Pá g
Má xi m o Cha pa r r o.
L a Cul tu ra c o m o o bj e to d e l a c i e nc ia . F a ct o r es y
es tr uct u ra . D i ná m ic a d e l a e vol uci ó n s oci o - c ul tu ra l . L a
cul tu ra c o m o o bj e t o d e l a fil os of ía . El h om b r e com o
"a g en t e" y " pr od uc t o" d e l a c ul tu ra . El fa ct o r d et e r mi na nt e
d e l a cul tu ra .

2 - L A C O SM OV IS ION D EL M UN D O CL A SIC O Y S U OB JE TI VAC I ON


EN L A C UL T UR A ............................................................. .......................... Pá g .4
Má xi m o Cha pa r r o.
L os d iv e rsos p e rí od os d el es pí r it u g ri e go .
L a E da d H o m ér ic a ,
El p er ío d o c l á s ic o.
El p e rí od o H el e ní st ic o, o L a c o s mo vis ió n del p e rí od o
cl á sico . El d esc u br i mi e nt o d el " c os mos" . El d e scu br im i e nt o
d e l a ra ci o na l i da d d el ho m br e .
El h om b r e y l o Div i no .
El h om b r e y l a Co mu n i da d P ol ít ica .

3 - L A C O SM OV IS ION D EL M UN D O CR I S TIAN O Y S U C ON CR ECI ON


CUL T UR AL M E DIE VAL .............................................................................. Pá g .3 0
R sút A . N uñ e z.
Div e rs os p e r ío dos : c a r a c t er iza c ió n g e n e ra l .
El p er ío d o fu n da c i o na l .
El p er ío d o d e c o ns ol i d a c ió n,
P er í od o d e t ra nsic i ón .
P er í od o d e a po g eo . P e rí od o d e
d esi n t eg ra c i ó n,
L a crisis m ed i eva l . " El u ni v er so
cr ea d o.
El h om b r e , im a g e n y s e m eja nza d e Di os.
L a co m p r en si ón d e Di o s e n l a c ul tu ra me d i eva l .
L a i d ea d e l a Cr is tia n d a d.

4 - HAC IA L A EDA D M O DER N A: SIGL O S X V y X VI ................................. Pá g .5 1


Má xi m o Cha pa r ro . El - R e na c im i e nt o: ca ra c t e rís ti ca s
g en e ra l es . Eda d M e dia y R e na c im i e nt o. L os s i gl os X V y
X VI y l a é po c a mo d e r na . L a r ev ol uci ó n m e rca nt il :
sig ni f ic a c i ó n y a l c a nc e .

Ap e rt ura y e xpa ns i ón d e Eu r opa a l m u nd o.


El a sc e ns o d e l a b ur gu e sía .
L a co ns ol i da c ió n d e l o s Es ta d os Mo d e r nos .

1
CATEDRA DE FILOSOFIA EDUCATIVA
Ha cia el d om i ni o d e l a s c os a s y d el Mu n do .
L a s R e fo r má s r el ig iosa s.
N ec es ida d d e u na R ef o r ma r el ig iosa .
R e fo r ma P ro t es ta nt e y R e na c im i e nt o.
Al gu na s t es is d e l a R ef or ma P r ot es ta nt e ,
L a R ef o rma Ca t ól ic a .
Co ncl us ió n.

5 L A C O SM OV IS ION M OD E R N A Y SU C ON CR E CION AC TU AL … … … … … … … … …. Pá g7 4
M á xi m o Cha pa r r o. L a r ev ol uc i ó n ci e n t í fica d e l a ép oca
mo d e rna .
El d e sc u b ri mi e n to d e l a i i nf in it ud y h o mo g e n ei da d d el
Un iv e rso .
L a ma t e má t iza c ió n d e l a na tu ra l ez a .
Ha cia u na c o m p r en si ón a t óm ic a d e l a ma t e ria .
Ha cia u na c o m p r en si ón t e m po ra l d el m u nd o.
L a est r uc t ura c i ón s oc i o - ec on ó mica d e l a mo d e r ni da d .
El ca pi ta l is m o m e rc a nt il .
L a R ev ol uc ió n i n dus tr i a l y l a s n u eva s c on fi gu ra ci o n es
soci ocul tu ra l es.
Mun d o m od e r no y or ga ni za c i ó n p ol ít ica .
El a bs ol ut is mo .
El il um i nis m o.
L a r evol uc i ó n f ra nc esa .
Cul tu ra y e xp r es ió n est é tic a .
Cl a sici sm o.
Ba r ro c o .
Pscu doc l a sic ism o.
R oma n tic is mo .
L a co s m ov isi ó n m od e r na .
Ima g en c os mol óg ic a : i n fi ni tu d d el Mu n do .
Una v isi ó n a n t ro pol ó gi c a .
L a i ma g e n d e Di os en l a c o nc i e ncia mo d er na .
L a ép oc a m o d er na y u n a nu eva i n t e rp r e ta ci ó n d e l a
hist o ria .

6- EL SIG L O X X. E SB OZ OS DE S U C UL TUR A Y C OS M OV IS IÓN … … … … … … … …. … Pá g. 120


Má xi m o Cha pa r r o - R a ú l A. N u ñ ez . L os s ig n os d e nu e st ro
ti e mp o. L a r ev ol uc i ó n c ie n tí fic o - t ecn ol óg ica . L a u ni da d d el
g én e r o hu ma no . L a l ib e ra c i ó n d e p u e bl os y c o nc e nt ra c ió n d el
po d e r. Al g u nos c a ra c t e r es soc iol ó gic os d el m u nd o
con t e mp o rá n eo . L os d i sti n tos bl o q u es g e o - cul tu ra l es. L a
cosm ov isi ó n c o n t em p o rá n ea . El u ni v e rso i ns o nda bl e . El
ho m br e y s u mu n do . El sil en c i o d e Di os .

L a co mu n ida d hu ma na .

2
CATEDRA DE FILOSOFIA EDUCATIVA
7 - EL HOMBRE Y SU CUL TUR A .................................................. … … … … … … … … …. Pá g. 1 6 2
R a úl A N uñ e z . Naturaleza del hombre. El hombre como persona.
La dimensión social del hombre. El conocimiento humano. El arte y la
técnica.
Concepciones acerca del hombre en las diversas cosmovisiones.
Hacia una antropología filosófica Latino-Americana.

EL HO MBR E EN EL M U N DO C UL T UR AL GR I EG O … … … … … … … … … … … … … … … … …. Pá g. 19 1

3
CATEDRA DE FILOSOFIA EDUCATIVA

II
La cosmovisión del mundo clásico
y su objetivación en la cultura

Profeso: Maximo R. Chaparro

INTRODUCCIÓN.

4
CATEDRA DE FILOSOFIA EDUCATIVA
1. Si se quiere entender en profundidad la historia del hombre no se puede prescindir de lo
que Dilthey ha denominado "welt-anschauung", término que se ha vertido al castellano por
"visión del mundo" o "cosmovisión" y que significa: "el conjunto de ideas y creencias que
otorgan un sentido a la existencia y un valor a las cosas". Prescindiremos aquí del complejo
problema de cómo se forma esta cosmovisión, de cuáles son sus elementos más determinantes
y porque después de un período de tiempo más o menos largo entra en un proceso de
disolución.

Cada ¿poca histórica tiene su "visión del mundo", la cual engloba una escala de valores,
una posición frente a las cosas, el hombre y Dios.

Ahora bien, esta cosmovisión se objetiva, es decir, se encarna o expresa en la cultura (arte,
política, instituciones, costumbres, etc.) y es la que da unidad a un tiempo histórico y a una
cultura determinada.

La historia humana transcurre como en dos planos superpuestos, como en dos capas de
las cuales la interior y profunda sostiene a la superior. El primer piano está constituido por el
conjunto de acontecimientos de diversa naturaleza (económicos, políticos, religiosos, etc.) El
segundo plano, más profundo, está constituido por la "visión del mundo" o "cosmovisión" que
impregna a una época o a un pueblo y desde donde provienen los móviles, las orientaciones y
los cambios que se producen en la superficie de la historia.

De esta concepción propia del mundo y de le vida, asumida de forma colectiva, emergen y
se alimentan las más variadas manifestaciones culturales, como la ciencia, el arte, el derecho,
etc. La unidad estructural de estas manifestaciones u objetivaciones está dada, justamente, por
esta 'Visión del mundo" común a todas ellas.

Esta cosmovisión o "sistema de ideas vivas", según la feliz expresión de Ortega y Gasset,
es el conjunto de convicciones o valoraciones de las cuales vive un pueblo. Constituyen una
"filosofía vivida", asistemática y acrítica condicionada por el clima, la raza y por la propia
historia. Cuando este "sistema de ideas vivas" ya no responde a las necesidades de la
comunidad se inicia el proceso de su disolución. Un tiempo histórico entra en crisis y comienza
a gestarse otro nuevo.

2. En este capítulo y en los siguientes estudiaremos la Civilización de Occidente en su secuen-


cia histórica. Es conveniente aclarar, de entrada, el significado del término "OCCIDENTE" para
evitar equívocos y rápidas generalizaciones ideológicas. Dicho concepto es sólo una categoría
histórico-cultural, y se la debe despojar de la carga valorativa con la cual se la usa muchas
veces.

5
CATEDRA DE FILOSOFIA EDUCATIVA
Esta categoría histórico-cultural significa: a) un contorno geográfico; b) un tiempo his-
tórico (aproximadamente 28 siglos); y c) una diversidad de etnias unificadas en cierto modo
por una historia espiritual común.
Dentro de este contorno geográfico y tiempo, se desarrollan diversos pueblos (sajones,
latinos, germanos, latinoamericanos, eslavos, etc.), con sus particularidades e incluso
antagonismos. Sus culturas también son distintas. Estos pueblos evolucionan por períodos
cuyos contrastes veces resultan asombrosos. Así por ejemplo, pertenece a Occidente un
Francisco de Asís, pero también pertenecen a Occidente las empresas multinacionales; es obra
de Occidente la Divina Comedia o las Sinfonías de Beethoven, pero también es occidental el
espíritu de lucro de la empresa colonial de la Europa moderna.
No obstante la diversidad señalada, existen rasgos unitarios que hacen que lo "diverso"
pertenezca a una misma civilización. Es lo que intentaremos poner de relieve a lo largo del
curso.

I. LOS DIVERSOS PERIODOS DEL ESPÍRIT U GRIEGO: Caracterización general.

El espíritu griego o helénico, o también denominado clásico, es quien ha dado origen a la


Civilización de Occidente. Este origen no es algo que ha quedado en el pasado, sino que lo
podemos hallar a lo largo de la historia de Occidente, incluidos naturalmente nosotros,
latinoamericanos y argentinos.

Lo dicho merece una reflexión especial. Se debe despojar al estudio del mundo griego de una
finalidad bastante habitual, la de obtener una "cultura general". Grecia constituye, así como
más tarde el Judeocristianismo, una de las raíces históricas del mundo al que pertenecemos.
Sus mejores creaciones culturales, el arte y la filosofía, permanecen "vivas" a lo largo de la
historia. En la instancia griega, el espíritu humano logra tomar distancia de la realidad
circundante, logra romper las ataduras que lo mantenían preso en la naturaleza (mitos, magia y
una estructura anímico-espiritual análoga a la del niño); comienza a entender objetivamente lo
que le rodea y a entenderse a sí mismo. Pero con solo esto, Grecia no hubiera podido crear la
magnífica cultura que nos ha legado. Había en el espíritu helénico otro aspecto de-decisivo, a
saber, una constante tensión dirigida a la comprensión y plasmación de lo esencial de cada
cosa. Y esto se manifiesta en todos los sectores culturales. Cuando el griego hace escultura no le
importa plasmar en el mármol el ciudadano tal como es en su realidad concreta (con sus
virtudes y defectos), sino que plasma lo esencial (La fuerza, la ira, el poder que se concretizan
en esta figura humana la que a su vez es perfecta). Cuando hace política y escribe sobre ella
está pensando en la "Ciudad ideal", es decir en la Comunidad Política tal como debe ser para
que los hombres sean auténticamente hombres. Cuando hace ciencia no pone el acento en

6
CATEDRA DE FILOSOFIA EDUCATIVA
cómo son las cosas, sino que su preocupación es lo que son, quiere saber lo último y radical. Del
mismo modo la educación griega no está dirigida a brindar algunos elementos conceptuales
para que los "individuos salgan a flote en la vida", sino que su finalidad es la' configuración de
un hombre perfectamente armonioso, en cuerpo y espíritu, con sus potencias específicamente
humanas desarrolladas, pues sólo así se puede contribuir a la grandeza, el poder y la gloria de
la Comunidad Política.

La totalidad de la Cultura griega está impregnada de un profundo HUMANISMO, es decir,


es la concreción de un ámbito donde el hombre- puede hacerse plenamente hombre; es una
cultura hecha, digámoslo así, a su medida. (Lo dicho explica por qué Europa ha mirado siempre
hacia el Humanismo greco-latino, especialmente en sus períodos de crisis. En sus momentos de
transición se ha vuelto a nutrir del espíritu clásico con el peligro de imitarlo servilmente),

Este espíritu griego se desarrolla aproximadamente desde los siglos X A. de C. hasta el


siglo VI de la era cristiana. Estos 16 siglos de existencia no deben inducirnos a engaño, pues el
espíritu griego logró madurez y realizó sus grandes obras dentro de los siglos VI hasta el III
antes de nuestra era. En este corto período de tiempo se percibe la "cosmovisión" helénica en
toda su densidad, objetivada en las grandes obras filosóficas, científicas, artísticas y plasmadas
en las instituciones políticas.

En estos 16 siglos se perfilan los siguientes períodos:

1. La Edad Homérica: Constituye el primer período de la historia helénica y se extiende


desde el 1200 hasta el 700 aproximadamente, antes de Cristo. En estos siglos se forja la raza
griega y se sientan las bases de las etapas futuras.
Hacia el 1500 se inicia la invasión de los "helenos" a la península balcánica del Mar Me-
diterráneo, situado a igual distancia de Asia y África, y en una posición geográfica que permite
la comunicación con los diversos pueblos civilizados de la época
Esta invasión fue llevada a cabo por cuatro tribus: aqueos, jonios, dorios y eolios que, según la
tradición, descienden de "Heleno" (un ser equivalente al Noé de la Biblia, que también salva al
hombre de un gran diluvio). Sólo después del 1200 se producen las grandes invasiones dorias
que logran el predominio y fusionan las tribus. Perviven dos tipos dominantes: los dorios,
toscos, robustos, belicosos, habitantes de las montañas, celosos de su libertad, y los jonios,
intelectuales, artistas, inclinados al mar y la aventura marítima. Se agrupan en dos
comunidades: Esparta, metrópoli de los primeros; Atenas, de los segundos.

"Los griegos de la edad homérica, dice E. Mc.Ball Burns, poseían esencialmente la misma
cultura, que tenía un carácter relativamente primitivo". Hasta los dos últimos siglos del período
no existió un conocimiento general de la escritura; "Si bien hay pruebas de que algunos jonios

7
CATEDRA DE FILOSOFIA EDUCATIVA
emigrados a la costa del Asia Menor adoptaron el alfabeto fenicio ya en el año 900 A.C. no lo
utilizaron hasta mucho tiempo después. Por lo tanto, debemos considerar a los griegos de la
edad homérica como un pueblo preliterario durante la mayor parte de su historia, pues sus
realizaciones intelectuales no fueron más allá de la creación de canciones y coplas populares, y
breves poemas épicos que cantaban y embellecían los bardos a su paso por las aldeas. Gran
parte de este material fue finalmente reunido en un gran ciclo épico por uno o varios poetas y
puesto por escrito en el siglo IX A.C.. Aunque no todos los poemas de ese ciclo han llegado hasta
nosotros, los dos más importantes, la Ilíada y la Odisea, nos proporcionan el material de
información más abundantes con respecto a los ideales y las costumbres de la edad homérica"
(E. Me. Nall, Las Civilizaciones de Occidente, pág. 160-161, Ed. Peuser. Buenos Aires, 1964).

Los rasgos más salientes de esta edad son los siguientes:

a) Las instituciones políticas eran sumamente primitivas. Existían pequeñas comunidades de


aldeas en las que, la autoridad política era tan tenue "que no sería exagerado decir que a-
penas existía el Estado", dice Burns. El rey no dictaba las leyes ni administraba justicia (la
costumbre ocupaba el lugar de la ley, y la justicia era particular); sus funciones eran militares
y sacerdotales.

b) En lo social podría decirse que no existía una estratificación de clases rígidas. El trabajo
manual no se consideraba degradante y, según parece, no había ricos ociosos. "De las epope-
yas homéricas se deduce que había labradores dependientes que cultivaban las tierras de los
nobles y servían a éstos como guerreros, pero es dudoso que fueran realmente esclavos, pues
eran tratados como miembros de la familia del noble y no podían ser vendidos a personas
ajenas" (op. cit., pág. 161). La economía se basaba en el trabajo y en el trueque.

c) En lo religioso-moral, durante este período se logra una cierta "sistematización". Homero y


Hesíodo elaboran doctrinas complejas y de gran profundidad sobre el origen de los dioses y
del mundo, el sentido y valor del trabajo, el sentido ético de la existencia, etc., recogiendo de
este modo la experiencia religioso-moral vivida en la comunidad. Esta sistematización pre-
tendía ser a su vez una explicación del mundo físico y del mundo humano, descartando todos
los misterios aterradores y "seres omnipotentes y sobrenaturales" como es común en las
religiones de Oriente. Por ello las divinidades de la religión homérica son seres humanos en-
diosados, con quienes el hombre puede tratar casi de igual a igual.

d) Los griegos de esta edad mostraban una indiferencia casi completa por lo que pudiera
sucederles después de la muerte. Poseían una visión optimista de la vida, la que merecía
vivirse por sí misma y la muerte no tenía porque considerarse como una liberación.

8
CATEDRA DE FILOSOFIA EDUCATIVA
2. El período clásico: (siglo VII A.C. siglo IV A.C.) Los tres siglos que siguieron a la edad ho-
mérica se caracterizaron por grandes cambios sociales. "La vida rural cedió lugar a una socie-
dad urbana cada vez más compleja" (Burns). Surgen las "ciudades-estados" que son las uni-
dades políticas más famosas que crearon los griegos (Atenas, Tebas, Megara, Esparta, Corinto.
Mileto, etc.) y que sellan la cultura de esta época. Las ciudades-estados tienen diversa evolu-
ción y logran diverso esplendor. El ocaso de la ciudad-estado está marcado por la conquista
que hace de Grecia el pueblo macedónico, un pueblo bárbaro (año 338 A.C. el rey Filipó vence
en Queronea y obtiene el dominio de Grecia, con excepción de Esparta; a Filipo le sucede su
hijo, Alejandro Magno).

En este período, como ya hemos dicho, el genio griego logra su madurez. Y entre sus rasgos
más salientes deben destacarse:

a) La creación de la ciudad-estado. Detrás de esta creación existe toda una elaboración


teórica, una auténtica filosofía política que perdura a través de los siglos.

La cultura griega alcanza su madurez y esplendor dentro de la vida social dé la "polis" (ciudad-
Estado) "Entre nosotros se conservan vivas las palabras "política" y "político”, derivados de la
"polis", que nos recuerdan que con la polis griegas surgió por primera vez, lo que nosotros
denominamos Estado -aun cuando la palabra griega pueda traducirse lo mismo por Estado que
por Ciudad" (Jaeger).

No se puede comprender la cultura griega, en cualquiera de sus manifestaciones, si se las


despoja de la raíz unitaria de la vida de la comunidad, si se las separa de la polis. Por ello, como
dice, Jaeger, describir la Ciudad-Estado griega equivale a describir la vida espiritual de los
griegos en su totalidad.

El hombre griego croaba obras de cultura para tu Ciudad, pues ella era el ámbito donde el
hombre se educaba, se hacía griego. Por ej. las obras de los grandes trágicos representadas en
la plaza de la Ciudad, cumplían una función esencialmente configuradora del ciudadano, ya sea
en el orden moral, político, ya sea en el orden religioso., El arte, la religión, las instituciones
sociales, las ciencias y la filosofía, nacían dentro de una comunidad política y se desarrollaban
para perfeccionar al ciudadano, para prepararlo para la vida de la ciudad.

b) El surgimiento de la filosofía y otras ciencias particulares (aproximadamente en el


siglo VII A,C. indudablemente esta fue la creación más revolucionaria del espíritu griego, la que
determinará más hondamente la evolución del Occidente posterior.

9
CATEDRA DE FILOSOFIA EDUCATIVA
La filosofía y la ciencia no existieron siempre, sino que es una creación histórica del
hombre griego; él logra elaborar "estructuras racionales" que, mediando la experiencia y el
análisis, explican lo enormemente desconocido de la realidad a partir de poquísimos datos
conocidos.
Constituyen hitos fundamentales del pensamiento filosófico, no sólo de Grecia sino de
Occidente, Sócrates, Platón y Aristóteles.
En matemáticas debe destacarse el movimiento pitagórico y la Academia Platónica
En Física cabe mencionar la teoría atómico-mecanicista de Demócrito y Leucipo, así como la
interpretación ideológica de Aristóteles (la física moderna y contemporánea, y de modo
particular la biología, se moverán enteramente entre los polos brindados por aquellas dos
teorías griegas).
A Hipócrates se lo conoce como el padre de la Medicina; fundó la anatomía comparada, la
cirugía, y es notable la precisión y el rigor de las técnicas que usa.
Los griegos de este período, en síntesis, no sólo construyeron las diversas ciencias
filosóficas (filosofía de la naturaleza, antropología, metafísica, ética, estética, filosofía política,
epistemología, etc.), sino que también delinearon las ciencias positivas de la naturaleza (física,
anatomía, astronomía, botánica, zoología) y estructuran tal como se conservan hasta hoy, las
ciencias fórmalos (lógica y matemáticas).

c) Una admirable creación artística que, como se ha dicho muchas veces, tienen una
validez universal; En líneas generales puede decirse que el ARTE GRIEGO no es descriptivo de
las cosas como son en realidad, sino que por el contrario, plasma en la materia lo que debe ser,
es decir, la perfección ideal. Así por ejemplo los cuerpos de la escultura griega, son perfectos,
de una total simetría en sus formás; la escultura plasma en el mármol o en el bronce; "el
hombre armónico" a lo que aspira todo hombre, pero en realidad no es. Por otra parte, el arte
griego está impregnado de un profundo “humanismo", es como una "glorificación"
del hombre como el ser más digno del cosmos material. La religiosidad mística del arte orien-
tal, o el teocentrismo del arte medieval, están ausentes del arte griego.
La arquitectura del siglo V manifiesta un esplendor (proporción y equilibrio de las formás) al
que muy pocas veces se ha llegado en la historia de la humanidad. De esta época, datan los
monumentos de la Acrópolis, El Partenón y el Erecteón y los diversos templos en sus estilos
dórico, jónico y corintio.
La escultura maravilla hoy por su perfección y gran belleza. El escultor más destacado es
Fidias. Junto a él trabajaron destacados artistas que embellecieron Atenas. Dentro de la
escultura sobresale el famoso Discóbolo de Mirón.

10
CATEDRA DE FILOSOFIA EDUCATIVA
La literatura de este período se diversifica en múltiples géneros: la elegía, poesía lírica,
tragedia y comedia. Sin lugar a dudas el género literario en que más se destacaron los griegos
fue la tragedia.
La tragedia griega dedicaba poca atención a la descripción de cómo son los hombres en la
realidad (eso lo hace la historia), lo que le importaba era señalar como "debía comportarse el
ciudadano" en las situaciones "trágicas" en las cuales la justicia del Universo se veía amenazada
"Los personajes apenas eran individuos, eran más bien tipos. En el escenario llevaban máscaras
para ocultar cualquier característica que pudiera distinguirlos demásiado claramente. Las
tragedias griegas se distinguen de las modernas en que su tema es el conflicto entre el hombre
y el Universo, y no el choque de personalidades particulares o el conflicto del hombre consigo
mismo. El destino trágico de los personajes principales de esos dramás era ajeno al hombre
mismo. Lo provocaba el hecho de que alguien hubiese cometido un delito contra la sociedad y
quebrantado con ello el sistema moral del universo. Debía seguir el castigo para equilibrar la
balanza de la justicia distributiva. El propósito de las tragedias griegas no era únicamente
representar el sufrimiento de los seres humanos sino también reflejar la conducta ideal del
griego en una situación penosa y purificar las emociones del auditorio poniendo de manifiesto
el triunfo de la Justicia" (op. cit., pág. 191).

El creador de la Tragedia fue Esquilo (525-456 A.C.). Se cree que escribió cerca de o-
chenta tragedias, pero sólo siete de ellas nos han llegado completas (entre ellas "Los Persas",
"Los siete contra Tebas", "Prometeo Encadenado" y la trilogía "La Orestíada").
En general, críticos e historiadores están de acuerdo en considerar a Sófocles (496 a 406
A.C.) como el más grande de los dramaturgos griegos. Escribió más de cien tragedias. Las más
célebres de las que nos han llegado hasta nosotros son "Antígona", "Edipo Rey" y "Electra"

Eurípides (480 a 406 A.C.) se distingue de los anteriores por su inclinación a describir los
hombres tal como son, con una aguda crítica a los soberbios y una exaltación de los humildes,
los esclavos, los excluidos de los bienes de la vida social, etc. (lo dicho no niega la
caracterización general que se ha hecho de la tragedia, Eurípides está dentro de ese espíritu, no
obstante . . .). Entre sus obras más famosas que nos han llegado deben mencionarse "Alcestis",
"Medea" y "Las troyanas".

3. El período helenístico: En el año 323, la muerte de Alejandro Magno señala un nuevo pe-
ríodo en la civilización griega. Se podría decir que los ideales del hombre griego clásico se
eclipsan y surge una nueva visión de las cosas (algunos historiadores de la cultura afirman que
la civilización helenística significa un cambio tan hondo, al modo como la época moderna lo es
con respecto a la Edad Media). Las conquistas de Alejandro fusionaron pueblos distintos y

11
CATEDRA DE FILOSOFIA EDUCATIVA
lentamente surgió otro modelo de civilización basado en la mezcla de elementos griegos y
orientales.
Al morir Alejandro el imperio macedónico se divide; entre los años 146 y 30 A.C casi todo
el territorio helenístico pasó a formar parte del Imperio Romano.

En esta época lo "helénico" entra en simbiosis con lo "latino". Roma hereda la Cultura Griega y
le sirve de vehículo de expansión. El período helenístico y la Civilización romana se prolonga
hasta bien entrado el siglo VI de nuestra era (aproximadamente un siglo y medio de duración
después de la Caída del Imperio Romano). Naturalmente que es imposible fijar una fecha para
señalar el ocaso del mundo greco-latino. Se suele citar una fecha que tiene un significado
especial. Es el año 529. Dos acontecimientos se producen en este año los cuales simbolizan la
muerte de una época y el surgimiento de una nueva edad. En el año 529 un edicto del
Emperador cristiano Justiniano cierra para siempre la Academia platónica de Atenas que tenía
900 años de vida; pero al mismo tiempo San Benito funda Montecasino, el primer monasterio
benedictino, de enorme importancia en la historia espiritual medieval. Si bien el mundo
antiguo se prolonga hasta el siglo VI de nuestra era, en el siglo I, con el nacimiento de Jesús, se
inicia una nueva instancia espiritual para el hombre que exige realizar una nueva
periodización histórica (véase la primera parte del cap. III).
Entre los rasgos más importantes del período helenístico deben señalarse;

a) El eclipse del ideal clásico de democracia y su sustitución por un despotismo tan riguroso
corno el de Egipto y Persia.

b) La sencillez griega en las costumbres y vida diaria cede el lugar al lujo y el exceso en el goce
de lo sensible.

c) El sistema económico de producción en pequeña escala es reemplazado por los grandes ne-
gocios y por una competencia sin límites, lo cual genera un abismo entre las clases sociales.

d) La proporción y el equilibrio del arte cede su lugar a lo desmesurado, incluso a la extrava-


gancia.

e) La filosofía pierde profundidad y sólo se reiteran los motivos de la filosofía clásica, con mero
carácter epigonal. Se abandona las grandes cuestiones metafísicas y el pensamiento se retrae a
la cuestión moral.

f) No obstante, lo dicho en el inciso anterior, algunas ciencias particulares adquieren un gran


desarrollo, especialmente la astronomía, las matemáticas, la geografía, la medicina y la física.

Nos detendremos en la astronomía y las matemáticas por su importancia en la "visión del


universo" que tuvo Occidente hasta el siglo XVII; incluso la visión euclídea del espacio se toma

12
CATEDRA DE FILOSOFIA EDUCATIVA
esencial para la física clásica de Galileo o Newton, cosa que no lo es para la física de la
relatividad con su fundamento matemático en geometrías no euclídeas.

El astrónomo más famoso fue Aristarco da Samos (310a 230 A.C). Fue el primero que se
formó un concepto más o menos adecuado del tamaño enorme del Universo y es célebre por su
deducción que la Tierra y los demás planetas giraban alrededor del sol. Lamentablemente esta
deducción no fue seguida por los demás astrónomos, y hubo que esperar hasta. Copérnico para
su confirmación. Otro astrónomo importante fue Hiparco quien hizo el calculó casi exacto del
diámetro de la luna y su distancia de la Tierra, Pero el de mayor fama fue sin duda Ptolomeo de
Alejandría, quien, sin embargo, hizo pocos descubrimientos originales, pero sistematizó la obra
de los otros. Su obra principal, el Almagesto, demuestra la compleja teoría geocéntrica, (dicho
de paso: esta teoría geocéntrica es de una audacia teórica admirable y de una complejidad
matemática mayor que la teoría heliocéntrica).
Los matemáticos más importantes son Arquímedes y Euclides.

ARQUIMEDES (287 a 212 A.C.) amplió el método de las operaciones matemáticas de tal modo
que anticipó el cálculo integral. EUCLIDES escribió trece libros que integran la obra;
"Elementos de Geometría" en la cual se halla estructurado y perfectamente organizado el
modelo geométrico que lleva su nombre. Parte de "definiciones" de conceptos básicos (118,
definiciones); definió el punto, por ejemplo, como lo que no tiene partes; la línea como una
longitud sin anchura; la superficie como lo que tiene solamente longitud y anchura, etc. "Estos
conceptos, dice Daros, que Euclides obtiene delimitando un campo inteligible, no se refieren a
nada empírico: se trata de formás mentales o entes de razón que prescinden de la relación que
podrían tener con lo empírico por motivo de su origen o de su aplicación. El concepto de
superficie, por ejemplo, se entiende una vez formulado, sin referirse a una superficie de tierra,
de arena o de metal, La superficie, en geometría, es un concepto, algo mental, no algo físico y
concreto. Después de establecer los conceptos básicos a través de las definiciones, Euclides
establece algunos juicios empleando las definiciones dadas. Estos juicios son los postulados y
los axiomás. Los postulados son juicios que Euclides nos pide (nos postula) que le concedamos
sin probarlos o sin exigirle otra razón de su formulación que su deseo de construirlos y la
necesidad de aceptarlos para no llegar a resultados contradictorios en el sistema. Euclides
formuló cinco postulados: el primero dice: "desde cualquier punto a cualquier otro, se puede;
trazar una recta.
Euclides hubiera podido postularnos que le admitamos que desde cualquier punto a cualquier
otro se puede trazar una curva", (Como dirán después las geometrías no euclidíanas). Euclides
postuló además que "toda recta limitada puede prolongarse indefinidamente en la misma

13
CATEDRA DE FILOSOFIA EDUCATIVA
dirección; pero en la geometría elíptica-construida sobre una superficie esférica- las rectas son
cerradas: no limitadas pues no tienen principio ni fin.

Euclides asentó, además, sin pretender dar razón de ellas, algunas nociones comunes que
son aceptadas como válidas y que luego se llamaron axiomás: "cosas iguales a un tercero
son iguales entre sí" "el, todo es mayor que la parte", etc.

Una vez establecidas las normás de operación, Euclides puede ponerse problemás o
dificultades que deben ser resueltas (teoremás: cosas pensadas). Establecido el teorema se
procede como en un juego respetando las normás de operación establecidas y por medio de
equivalencias u homologaciones se tratará de demostrar lo afirmado.

"He aquí como se ha creado un ámbito de racionalidad, de discurso racional formal y


científico" (Daros, "Racionalidad, ciencia y relativismo", pág. 136). Téngase presente que si se
sustituye cualesquiera dé los principios (axiomás y postulados) la resultante en los teoremás
será distinta y, en dicho caso, la razón podrá construir otro sistema geométrico. Esto es lo que
han hecho las geometrías no euclidianas que han sustituido el postulado quinto ("por un punto
exterior a una recta pasa sólo una paralela") de tal modo lo que es racional en él; sistema de
Euclides no lo es en estos otros sistemás.

II. LA COSMOVISIÓN DEL PERIODO CLÁSICO.

Ya hemos dicho-que en el periodo clásico el espíritu griego llega a su madurez. Intentaremos


describir, ahora la "visión del mundo" de este período, la que pareciera estar determinada,
básicamente, por dos elementos: el descubrimiento del cosmos y el descubrimiento da la
racionalidad del hombre; a esto se debe agregar el modo de entender al hombre en relación
a lo Divino y a la Comunidad Política.

1. El descubrimiento del cosmos: El término "cosmos" es una palabra griega y significa "orden",
"armonía"; y con más precisión; designa el "orden bello", ya sea de un discurso bien hecho, o de
la excelente disposición de una1 casa, osetas costumbres virtuosas de una comunidad política.
Se contrapone al término "caos" que es lo desmesurado, lo informe y temible.

Pues bien, el gran descubrimiento del hombre griego es que lo real, las cosas, la tierra y el
cielo, la Divinidad y el hombre, no son un "caos" sino justamente lo contrario, constituyen un
"cosmos". La Realidad es "orden", "armonía", un conjunto armonioso de entes,

A este concepto de "cosmos" se asocia otro concepto, el de "ley". Existe una legalidad en
los seres, en el Universo entero. Los fenómenos naturales o las cosas de la vida no están regidos
por el capricho o la voluntad misteriosa de seres personales, sino por leyes inmanentes.

14
CATEDRA DE FILOSOFIA EDUCATIVA
Ambos conceptos se sintetizan en el de "Naturaleza". Este término, difícil de explicar en pocas
palabras, significa aproximadamente lo siguiente: es el Principio último de todas las cosas; es
una fuerza ordenadora y legislante que se manifiesta en todos los seres; es también un valor,
una perfección, que no puede ser producido ni por los dioses ni por los hombres, sino que
existe por sí mismo. La Naturaleza es autosuficiente, existe por sí misma, es absoluta y eterna,
regulada por una legalidad racional y necesaria,

El descubrimiento que la Realidad es "cosmos", que es un "orden armonioso", puede valorarse


adecuadamente si se compara la actitud que de allí deriva con actitudes humanas de otros
pueblos. Así por ejemplo, la actitud mágica de los pueblos más primitivos ve poderes e
intenciones personales que operan en las cosas y a los cuales se debe contrarrestar. Re-
lacionada con la actitud mágica, pero sin confundirse con ella, está la actitud mítica que no
percibe lo que en sí son las cosas, sino más bien lo que ellas significan, o pueden simbolizar; así,
por ejemplo, el fuego = el poder, las tinieblas = al mal; la luz =Dios, etc.

El hombre griego supera ambas actitudes sin negar la validez cognoscitiva que pueda tener la
segunda; si no hubiese sido así, le hubiese resultado imposible la construcción de la Filosofía y
ciencias particulares

Si comparamos la actitud griega con la actitud típica del hombre hebreo, veremos con mayor
claridad lo que venimos diciendo. El pueblo hebreo es llamado "el pueblo elegido". Desde los
orígenes bíblicos aparece como el pueblo con quien Dios hace una Alianza y a quien entrega la
misión de consumar los planes divinos. Para este pueblo el Universo no es naturaleza, sino
"creación"; es decir, "obra" libremente querida por Yavhé. Entre Dios creador y sus creaturas hay
una distancia infinita. La fuente de inteligibilidad de las cosas no está en ellas mismás, sino que
está en la esfera inaccesible de Yavhé. Por otra parte, la Alianza con Dios resultó una gravosa
carga para la conciencia hebrea: por un lado fue un sello de dignidad pero por otro generó una
escisión entre su misión sobrenatural y su voluntad humana de realización. Esta desproporción
entre "misión" y realización recorre la dolorosa historia de Israel. De allí que "la voz de Dios" se
manifieste permanentemente con signos fuertes e inequívocos.
No sucede lo mismo en la "visión del mundo" de los griegos: la inteligibilidad está en las cosas
mismas; la Naturaleza es una estructura perfectamente racional, (no quiere decir que los griegos
fuesen ateos, sino simplemente que su concepción de Dios estaba ligada a su visión del "cosmos"
como una totalidad perfecta y eterna). Por otra parte, la conciencia griega sabe que toda su
realización histórica debe hacerse desde sí y por sí misma.

La idea de la realidad como "cosmos" adquiere perfiles casi visuales en la imagen cosmológica y
astronómica que elaboran.

15
CATEDRA DE FILOSOFIA EDUCATIVA
Ante todo, el Mundo es un todo finito y bien ordenado; es semejante a una esfera. El "infinito"
pertenece a las Matemáticas, pero no a la Física. Si el Universo es orden y armonía no puede ser
infinito; pues si así fuera sería indefinido, indeterminado e imperfecto. El concepto de infinito es
válido para el espacio geométrico, pero no para el espacio real de la Física.
En este todo finito y ordenado existe una jerarquía de «eras que va desde lo menos perfecto a
lo más perfecto (minerales, plantas, animales, hombres, héroes, dioses, Dios). Esta idea de la
"jerarquía de los seres" se hará más que problemática con la idea de infinitud y homogeneidad del
Universo de la física que se inicia en el siglo XVII.

El centro de esta esfera es la Tierra, la cual es el ámbito de los seres corruptibles. En torno a ella se
mueven las esferas y las estrellas con un movimiento circular y eterno (en la cosmología
aristotélica y ptolomeica existen 54 esferas de compleja deducción físico-matemática). El
Universo es un orden bello, inmutable y eterno.

Romano GUARDINI describe de este modo la cosmovisión griega en su célebre libro "El ocaso
de la Edad Moderna":
"El hombre antiguo no trasciende los límites del mundo. Su sentimiento de le
vida, sus Imágenes y sus pensamientos se mantienen dentro de la estructura de
aquel y pasan por alto le cuestión de si acaso pudiera existir algo fuera o por
encima del mismo", (op. cit, pág. 21).
"Para él el mundo es simplemente el Todo, en que Iba entonces a apoyarse esa
superación de él?"
"La respuesta pudiera ser la siguiente'; en la experiencia de una realidad divina
que trascendiera este Todo y que, por consiguiente, estuviese "fuera" del mismo,
ofreciendo así un punto de apoyo frente al mundo a aquel que creyese en ella.
Ahora bien, el hombre antiguo ignora una realidad de tal naturaleza."
"Pero su fe religiosa conoce, por supuesto, un supremo padre de los dioses y de
los hombres, pero éste pertenece al mundo, lo mismo que la bóveda celeste. Sabe
que el poder del Todo domina a todos, incluso a los dioses más altos; conoce una
justicia rectora y un orden racional que dirigen y regulan todo acontecer. Sin
embargo todos estos poderes omnímodos no son algo contrapuesto al mundo,
sino que constituyen su orden supremo".
"El hombre antiguo nada sabe da lugar alguno exterior al mundo. Por ello,
tampoco puede llevar a cabo ningún Intento de contemplarlo y darle forma desde
tal punto exterior, sino que, por el contrario, vive en él con sus sentimientos y sus
imágenes, su acción y sus creaciones."

16
CATEDRA DE FILOSOFIA EDUCATIVA
"... No contempla el mundo "desde afuera", en ningún sentido del concepto, sino
únicamente "desde adentro". La imagen que de él se forma es el resultado de una
autolimitación que rechaza lo caótico-infinito y renuncia a lo que supera toda
medida, y da un sentimiento de armonía que percibe lo existente como un
"cosmos", como algo estáticamente ordenado" (op. cit., págs. 23 y 24).

2. El descubrimiento de la racionalidad del hombre: En el lapso de tiempo que va desde fines del
siglo VIII A.C. al siglo VI A.C. se produce un acontecimiento espiritual simultáneo y paralelo al
descubrimiento del cosmos, y por lo demás estrechamente relacionado al mismo.

El hombre percibe el poder del pensamiento, su capacidad sin límites. No es que el hombre
anterior o de otras culturas no haya percibido y valorado el pensamiento como una de sus
características distintivas. Pero lo que sucede en la Grecia de estos siglos es algo distinto se cae
en la cuenta que el pensamiento está sujeto a leyes, que si se respetan estas leyes se puede
descifrar el enigma de las cosas, incluso las más lejanas e invisibles. Se descubre, en una
palabra, la armonía entre el pensamiento y las cosas, como si fueran dos semicírculos que
encajan perfectamente el uno en el otro. Con el pensamiento se puede recorrer el tiempo y el
espacio y penetrar hasta la esencia de lo real.

Lo dicho significa que hay correspondencia entre inteligencia y Ser (que es Inteligible), o lo que
es lo mismo entre "razón" y lo Real (que es racional). La inteligencia logra su perfección y su
plenitud con lo Inteligible. En la medida que la inteligencia se aleja de lo inteligible se pierde en
el caos y en lo irracional. De aquí surge el ideal del sabio, que no es una vocación que sólo
tienen algunos; todo hombre está inclinado por naturaleza a la sabiduría. Todo hombre
potencialmente es sabio. Pero la Sabiduría no es un regalo que viene de arriba, sino que es una
conquista que el hombre debe hacer desde sí mismo y por sí mismo. A la verdad se accede por
un esfuerzo trabajoso y lento, con avances y retrocesos, sin otra garantía que la "evidencia".

La actitud judía, en cambio, fue muy distinta. La verdad se abre desde lo Alto, por Revelación,

Este doble descubrimiento que realiza el espíritu griego le posibilita construir esos admirables
sistemás constituidos por la Filosofía y las demás ciencias particulares. No es azaroso el hecho
que los pueblos orientales (algunos de ellos de largas y sabias tradiciones, como el hindú o el
chino) ni los del Medio Oriente (como el hebreo) no hayan descubierto la filosofía ni las
ciencias particulares. El modo de despertar al mundo del hindú o el hebreo les imposibilita la
admiración y el acto cognoscente que lleva a la Ciencia, actitud típica, por otro lado, del hombre
griego y del Occidente posterior.

17
CATEDRA DE FILOSOFIA EDUCATIVA
3. El hombre y lo Divino: Otra característica esencial a la visión del mundo de los griegos es su
"religiosidad".

Nos encontramos por un lado con una religiosidad popular, que viene desde los orígenes de la
comunidad. Esta religión es esencialmente mítica. El mito no es sinónimo de leyenda o
falsedad, significa simplemente lo siguiente: la humanización imaginada de la Divino. La
distancia entre el hombre y lo Divino es recorrida por el mito, pues el hombre necesita repre-
sentarse lo Divino, necesita personificaciones sagradas, que sean el objeto de la piedad y la
adoración. Muchos historiadores de la cultura la denominan "politeísta" (recuérdese los dioses
del Olimpo); sin embargo, la cosa no es tan simple. Si entrar en esta compleja y difícil cuestión,
digamos sólo que la religiosidad griega admite lo Divino, como algo simple y absoluto, que
existe desde siempre; los dioses son sus representaciones y personificaciones.

Dentro de la historia de la religiosidad griega debe señalarse también al movimiento de la


"religión órfica" cuyos orígenes se diluyen en Oriente y que entra en Grecia durante el Siglo VII
A.C.. Esta religión traía motivos nuevos, como, por ejemplo: la inmortalidad del alma, la
concepción del cuerpo como algo negativo, la visión de la muerte como liberación, etc. Esta
religión repercute hondamente en el espíritu griego y especialmente en algunos filósofos.

Los filósofos a menudo emprendieron una dura crítica a estas representaciones mitológicas de
la religión popular, hasta el punto de ser considerados a veces "ateos" por sus contemporáneos.
Sin embargo, en ellos se manifiesta una religiosidad mucho más depurada, además del esfuerzo
de llegar "racionalmente" a demostrar la existencia y naturaleza de lo Divino (Platón,
Aristóteles),

Para nuestro estudio orgánico de la cultura de Occidente es necesario que retengamos y


reflexionemos especialmente sobre un punto de este tema. Y es el siguiente:
Para la cosmovisión griega lo Divino no es "otro" del Mundo como lo es por ejemplo para
el judaismo, donde existe Yavhé reinando en su infinita soberanía y por otro lado sus creaturas.
Entre el mundo, el hombre y lo Divino hay una cierta unidad.
De lo dicho se desprende que el mundo clásico no distinguió taxativamente "lo natural"
de "lo divino". Por ello no podía desarrollarse en Grecia el espíritu de "dominio" sobre el
mundo, no obstante, el desarrollo de las ciencias. Debían esperarse nuevos principios espiri-
tuales para que esto fuese posible.
4. El hombre y la Comunidad Política: Otro de los rasgos de la cosmovisión griega es su
valoración de la Comunidad Política y la esencial inserción en ella del individuo.

El hombre solitario, que se basta a sí mismo, no existe por ser algo antinatural; sería un
dios o una bestia, dice Aristóteles, pero no un hombre.

18
CATEDRA DE FILOSOFIA EDUCATIVA
En la misma naturaleza individual de cada hombre hay una tendencia innata a lograr su propia
perfección, es decir, su bien y felicidad.

Pero esta perfección no puede lograrla el hombre en el estado de aislamiento. El hombre,


como se ha dicho, no es bestia ni dios; es decir, no está hecho para la vida de gozo, como los
animales, ni para la vida contemplativa, como es la vida divina; la una se encuentra por debajo
de él y le es indigna, la otra le está por encima, y no puede vivirla, dada su condición humana.
La vida propiamente humana es la vida social y política.
¿Qué significa esto? Aristóteles lo ha explicado magistralmente.
La sociedad no es algo artificial, sino natural, de tal modo que puede definirse al hombre
como animal sociable por naturaleza, o mejor: como "animal político", es decir, como un animal
que está hecho para vivir en la "polis" y sólo en ella puede vivir humanamente.

Existen diversos tipos de agrupaciones como la familia, la aldea y la ciudad (polis) o sea la
Comunidad Política. Históricamente ésta apareció última, sin embargo, estaba implícita en
todas las formás anteriores de sociedad. Es decir, la Polis es el fin a que tienden las demás
agrupaciones, por ser la Polis la "sociedad perfecta, independiente y que se basta a sí misma".

La Comunidad Política es un todo integrado por partes heterogéneas. El todo se divide en


partes, y éstas en sus elementos atómicos (indivisibles); las partes pueden ser los diversos
grupos sociales, y los elementos atómicos son las familias y los individuos.

Por ello dice Aristóteles que la Comunidad Política, por naturaleza es anterior a la familia
y al individuo, ya que el todo es necesariamente anterior a la parte. Cuando el todo se destruye
o se suprime ya no se puede hablar de partes, así como sucede con el cuerpo humano que,
destruido, ya no haya manos ni pies, salvo en sentido equivocó.

La Comunidad Política debe tener una unidad de tipo orgánico, de orden, en la cual per-
manezcan sus partes distintas con funciones propias y diferentes.

¿Que finalidad posee la Comunidad Política? El fin debe ser naturalmente algún bien, pues
toda comunidad se constituye en vista de algún bien; y siendo la Ciudad la comunidad perfecta
debe tender a un bien máximo o más importante que las demás asociaciones.

La Comunidad Política tiene por fin no sólo vivir, sino vivir bien. Por "vivir bien" no hay
que entender solamente la abundancia de bienes materiales, sino la vida conforme a la virtud,
especialmente a la Justicia, que es la virtud fundamental de la Comunidad Política. .,

Las familias y los individuos participando de estos bienes comunes pueden vivir bien,
obrar bien, o sea lograr la felicidad posible a la naturaleza humana.

Está concepción de la Comunidad Política, orgánicamente expuesta por Aristóteles,


responde al espíritu de la tradición helénica. No se puede hablar de un individualismo griego,

19
CATEDRA DE FILOSOFIA EDUCATIVA
como se habla por ejemplo de un individualismo moderno. El hombre griego creaba obras de
cultura para la Ciudad, pues ella era el ámbito donde el hombre se educaba, se hacía griego.
Todos los sectores de la cultura griega, religión, arte, ciencia, costumbres, instituciones, etc.,
son manifestaciones de la vida de la Comunidad Política, y al mismo tiempo son obras
realizadas para configurar al ciudadano, para hacerlo más hombre y más griego.

CONCLUSIÓN
Dijimos en la Introducción que en Occidente se han sucedido tres grandes visiones del
mundo. Hemos descripto la primera. Pero ello no quiere decir que cuando la gran Civilizaron
griega entró en su ocaso haya desaparecido con ella esta visión del mundo. De algún modo
perdura en las instancias posteriores.

De esa visión del mundo se desprenden tres actitudes que de algún modo u otro apare-
cerán siempre en el hombre de Occidente:

a) Sentimiento de autonomía de la existencia. Lo que realiza el hombre lo realiza desde sí,


por sí y para sí.

b) Sentimiento de que el mundo histórico-cultural es el mundo propio del hombre El


destino del hombre es la realización de un mundo humano en el cual se pueda vivir bien y ser
feliz.

c) Percepción de que las cosas jamás responden de forma adecuada a su esencia. Así
por ejemplo, el hombre esencialmente es un ser racional, sin embargo, en la realidad. El
hombre por su naturaleza o esencia debe querer el bien y la Justicia, sin embargo ... . La
esencia del círculo es perfecta, sin embargo, los círculos que existen en la naturaleza son
imperfectos.

Este último punto señala una brecha en la conciencia griega. La vocación de Infinito de la
inteligencia y la voluntad, por un lado, y por otro, la condición humana inserta en lo finito. La
síntesis medieval pretenderá suturar esta brecha.

20
CATEDRA DE FILOSOFIA EDUCATIVA

ANEXO
ROMA COMO EVOLUCIÓN DE LA HERENCIA GRIEGA.

La cultura y pensamiento griegos pasan directamente a la civilización romana, que es


la heredera política y social de Grecia. En la relación entre Grecia y Roma se da una relación
singular: sí bien políticamente el mundo griego pasa a depender de Roma, culturalmente
Roma depende de Grecia.
1. Los romanos en el orden del pensamiento teórico (científico y filosófico) no aportaron
prácticamente nada nuevo. El genio "especulativo" de los griegos se convierte en
"genio práctico" en los romanos; de allí su gran creación: el derecho. Como todas las
cosas grandes, el derecho romano, y mejor: su espíritu, no murió con el Imperio.

21
CATEDRA DE FILOSOFIA EDUCATIVA
Perduró a través de los siglos, y perdura, en el curso de Occidente, con todas las
variantes y modificaciones que opera la Historia.
Como es sabido, el derecho romano tal como se desarrolló bajo la influencia de los
grandes juristas (Ulpiano, Gayo, Papiniano, Pablo, etc.), comprendía tres grandes ramas: el
"derecho civil", el "derecho de gentes" y el "derecho natural". El "civil" era propiamente el
de Roma y sus ciudadanos; el de "gentes" es el derecho fundado en la equidad y aplicable a
los extranjeros, es un derecho de los hombres con independencia de las nacionalidades y
que se va formulando a través de la experiencia histórica de los pueblos; el derecho
"natural" es el que deriva de la naturaleza o esencia del hombre y nada ni nadie, tampoco
el Estado, debe violar. (Es innecesario subrayar la importancia de este último punto, por
supuesto también para nosotros, argentinos y latinoamericanos; ¿se puede justificar, por
ejemplo, la lucha por los "derechos humanos" si no existe un "derecho naturalista
problemática correrá a través de toda la historia de la ciencia jurídica y filosófica del
derecho.)
La grandeza del derecho romano estriba, entre otras cosas, a) por ser concebido como
un sistema de regulación de la vida social en armonía con la autonomía y responsabilidad
de la vida individual, b) por ser profundamente "realista", abierto a las costumbres y a la
historia, y c) por su tendencia a la "universalidad" en consonancia con la paulatina
integración de pueblos al Imperio.

2. Otra de las características de esta organización socio-cultural es su valoración del


Estado, valoración que constantemente reaparecerá en la secuencia histórica de Occidente
(especialmente a fines de la Edad Media, Renacimiento y Época Moderna).
Esta valoración se manifiesta, entre otras cosas, en la concepción y vida religiosa de
los romanos. Es una religiosidad similar a la griega y podrías quizás llamar "mundana"; la
relación del hombre con la divinidad tenía un carácter más bien externo y mecánico, de
contrato y convenio. A diferencia de la religiosidad griega tenía una índole más
definidamente política. Como bien dice Burns: "no tenía por objeto glorificar al hombre ni
hacerle sentir a gusto en este mundo, sino proteger al Estado contra sus enemigos y
aumentar su poderío y prosperidad" (op. cit., pág. 227).
Así como la cosmovisión griega estaba estructurada en base al concepto de
Naturaleza (un todo regulado y armonioso de donde proceden todas las cosas), así la

22
CATEDRA DE FILOSOFIA EDUCATIVA
cosmovisión romana se estructura en base al principio del Estado. Como se ha dicho
algunas veces: los romanos reducen el Ser a la Ciudad (Imperio y Estado), no naturalmente
en el sentido que los seres surgiesen físicamente del Estado, sino en el sentido que el
Estado es el origen y fundamento de todos los valores incluso los religiosos. Así dice
Varrón: "tal como el pintor es anterior a sus cuadros y el arquitecto anterior a los edificios,
también el Estado es anterior a sus instituciones". Y Varrón' se refiere aquí
fundamentalmente a la Religión. Los dioses y la religión que Roma admite son aquellas que
dan estabilidad al orden político, que fundamentan el respeto de las leyes y de la
autoridad, en fin, que aseguran la grandeza de Roma.
Lo mismo acontece en la vida moral. Las virtudes principales eran la valentía, el honor,
la disciplina de sí mismo, y sobre todo el respeto de los antepasados (tradición) y la
fidelidad a la patria. La lealtad al Estado tenía prioridad sobre todo lo demás. Dentro de
este contexto debe interpretarse el arraigado concepto romano de la autonomía y
libertades de la vida individual, que poco o nada tiene que ver con el individualismo de la
época moderna.
3. Y, por último, el Imperio Romano es una unidad cultural mayor que la Ciudad-Estado
griega o el imperio macedónico. Gracias a esta unidad cultural mayor, el hombre ingresa a
"un orden nuevo" de características universales. Tema que, hoy, al declinar el siglo XX,
adquiere una peculiar importancia y densidad. Y en esto también somos deudores de los
romanos.

LECTURA
SOBRE LA SIGNIFICACIÓN DEL ESPÍRITU GRIEGO
Del libro de G.F. Hegel, "Lecciones de historia de la filosofía" t. 1 .

EL hombre de Grecia tiene pera el europeo culto, sobre todo para el alemán, una resonancia
familiar. Los europeos han recibido tu religión, las concepciones del más allá, de lo remoto, no
de Grecia, sino de más lejos, del Orienta y, concretamente, de Siria. Pero las concepciones del
mis acá, de lo presente, la ciencia y el arte, lo que satisface, dignifica y adorna nuestra vida
espiritual, tuvo como punto de partida a Greda, bien directamente, bien Indirectamente, a
través de los romanos.

23
CATEDRA DE FILOSOFIA EDUCATIVA
Este último camino, el de Roma, fue la primera forma en que esta cultura llegó a nosotros,
por parte también de la Iglesia, en otro tiempo universal, cuyo origen debe buscarse en la
misma Roma y que todavía hoy conserve la lengua da los romano. Las fuentes de la enseñanza
eran el Evangelio latino y los Padres de la iglesia. También nuestro Derecho te Jacta de haber
recibido tu orientación más perfecta del derecho romano. La densidad germánica necesitó
pasar, para disciplinarse, por la dura escuela de la Iglesia y el derecho romanos; sólo de este
modo te ablandó el carácter europeo y se capacitó para la libertad.
Por consiguiente, después que la humanidad europea te Instaló dentro de sí como en su
propia casa, mirando a su presente, abandonó lo histórico, lo recibido de fuere. A partir de
entonces, el hombre empezó a encontrarse en tu propia patria; y, para poder disfrutar de ella,
volvió los ojos a los griegos. Dejemos a la Iglesia y a la Jurisprudencia tu latín y su
romanticismo. Nuestra ciencia superior, libre y filosófica como nuestro arte libre y bello, y el
gusto y el amor por una y por otro, sabemos que tienen sus raíces en la vida griega y que
derivan de ella tu espíritu. Y ti nos fuete lícito sentir alguna nostalgia, sería la de haber vivido
en aquella tierra y en aquel tiempo.
Pero lo que nos familiariza con los griegos es la conciencia de que supieron hacer de su
mundo una verdadera patria; el espíritu común hacia la patria en; que se Vive es lo que nos
hace sentirnos unidos a ello. Así como en la vida corriente ocurre que nos sintamos a gusto
entre las gentes y las familias, que viven contentas y satisfechas en sus cosas, sin querer salir de
ella y buscar nuevos horizontes, así nos sentimos a gusto con los griegos. Es cierto que tomaron
los rudimentos sustanciales de su religión, da su cultura, de su convivencia social, en mayor o
menor medida, del Asia, de Siria y de Egipto; pero supieron anular de tal modo lo que había de
extraño en estos orígenes, lo transformaron, elaboraron e invirtieron, haciendo de ello algo dis-
tinto a lo que era, de tal modo, que lo que nosotros, al igual que ellos mismos, apreciamos,
reconocemos y amamos en eso esencialmente, lo suyo propio.
Por eso, en la historia de la vida griega, por mucho que en ella nos remontemos y debamos
remontarnos, podríamos perfectamente prescindir de esta marcha hacia atrás para descubrir
dentro de su propio mundo y modo de ser y de vivir los comienzos, los gérmenes y la
trayectoria, de la ciencia y el arte hasta llegar a su florecimiento, lo mismo que las fuentes de su
decadencia, sin salir para nada de su órbita propia. En efecto, su desarrollo espiritual sólo
utiliza lo recibido, lo extraño, a manera de materia y de impulso; los griegos jamás pierden la
conciencia de actuar, en ello, como hombres libres. La forma que saben imprimir al fun-
damento ajeno es ese peculiar aliento espiritual que da el espíritu de la libertad y la belleza, el
cual, si bien de una parte puede ser tomado como forma, de otra parte, es, de hecho, lo
sustancial supremo.

24
CATEDRA DE FILOSOFIA EDUCATIVA
Pero los griegos no sólo supieron crearse, así, lo sustancial de su cultura y acomodarse a
gusto en su existencia, sino que supieron, además, honrar tu renacimiento espiritual, que fue tu
verdadero nacimiento. Relegaron al fondo, como por Ingratitud, el origen extranjero de su
cultura propia, lo sepultaron tal vez entre las sombras de los misterios que mantenían en
secreto ante ellos mismos. No sólo supieron ser ellos mismos, usar y disfrutar lo que hicieron
por sí mismos de lo recibido de otros, sino que hicieron de esta intimidad de toda su existencia
la bote y el origen de lo que llegaron a ser, y lo hicieron así de un modo consciente, con gratitud
y alegría y no sólo para llegar a ser eso y para usar y disfrutar de este modo de ser. Pues su
espíritu, como nacido de un renacimiento espiritual, consiste precisamente en ser lo que son, lo
suyo, y en vivir dentro de ello como dentro de sí. Conciben su propia existencia como algo
aparte, como un objeto que se engendre como un ser para sí y que adquiere en ello su bondad y
su razón de ser; y, de este modo, se hacen una historia de todo lo que han sido y han poseído.

ANTIGONA

Del libro de Simone Weil, "La Fuente Griega"

''Hace dos mil quinientos años se escribían en Grecia poemas hermosísimos. Ahora ya casi no son
leídos más que por gentes que se especializan en su estudio, lo que es una lástima. Pues esos viejos
poemas son tan humanos que están todavía muy cerca de nosotros y pueden interesar a todos.
Serían aún más conmovedores para el común de los hombres, aquellos que saben lo que es luchar y
sufrir, que para la gente que ha pasado toda su vida entre las cuatro paredes de una biblioteca.

25
CATEDRA DE FILOSOFIA EDUCATIVA
Entre esos viejos poetas Sófocles es uno de los más grandes. Escribió piezas de teatro, dramas
y comedias; no conocemos de él más que algunos dramas. En cada uno de esos dramas el personaje
principal es un ser valiente y altivo que lucha completamente solo contra una situación
Intolerablemente doloroso; se inclina bajo el peso de le soledad, de la miseria, de la humillación, de
la injusticia; por momentos su coraje se quiebra; pero se mantiene firme y jamás deja que la
desgracia lo degrade; Así esos dramas, aunque dolorosos, no dejan nunca una impresión de
tristeza; Más bien te guarda una Impresión de serenidad.
Antígona es el título de uno de esos dramas. El tema es la historia de un ser humano que,
totalmente solo, sin ningún apoyo, se coloca en oposición contra tu propio país, contra las leyes de
su país, contra el jefe del Estado, y por supuesto muy pronto es condenado a muerte.
Eso ocurre en una ciudad griega llamada Tebas. Dos hermanos, después de la muerte de su
padre, se disputan el trono; uno de ellos obliga al otro a exilarse y se convierte en rey. El exilado ha
encontrado apoyo fuera y vuelve para atacar su ciudad natal, a la cabeza de un ejército extranjero,
con la esperanza de retomar el poder. Hay una batalla; los extranjeros son puestos en fuga, pero
los dos hermanos se encuentran en el campo de lucha y se matan mutuamente.
Su tío se convierta en rey. Decide que los dos cadáveres no serán tratados de la misma
manera. Uno de los hermanos ha muerto por defender tu patria; tu cadáver será enterrado con
todos los honores convenientes. El otro ha muerto atacando a su propio país: tu cuerpo será
abandonado sobre la tierra, dejado como presa pera las bestias y los cuervos. Hay que saber que
para los griegos no había peor desgracia ni peor humillación que ser tratado de esa manera
después de muerto. El rey comunica su decisión a los ciudadanos y hace saber que quienquiera
intente sepultar el cadáver maldito será condenado a muerte.
Los dos hermanos muertos han dejado dos hermanas que son todavía Jovencitas. Una de
ellas, Ismena, es una criatura dulce y tímida, como hay tantas. La otra, Antígona, tiene un corazón
amante y un valor heroico. No puede soportar el pensamiento de que el cuerpo de tu hermano sea
tratado de esa manera vergonzosa. Entre los dos deberes de fidelidad, la fidelidad a su hermano
vencido y la fidelidad a su patria victoriosa, no vacila un instante. Rehúsa abandonar a su hermano,
ese hermano cuya memoria es maldecida por el pueblo y eI Estado. Decide enterrar el cadáver a
pesar de la prohibición del rey y de la amenaza de muerta.
El drama comienza con un diálogo entre Antígona y su hermana Ismena. Antígona quisiera
que Ismena la ayudara. Ismena está espantada; su carácter la Inclina más a la obediencia que a la
rebelión.

Tenemos que someternos a los más fuertes


Ejecutar todas sus ordenes fueran todavía más penosas

26
CATEDRA DE FILOSOFIA EDUCATIVA
Yo obedecerá a los que están en el poder
No estoy hecha para levantarme contra el estado

A los ojos de Antígona esta sumisión es une cobardía. Obrará sola.


Mientras tanto los ciudadanos de Tebas, felices por la victoria y la paz reconquistada, celebren el
alba del nuevo día:
Rayo de sol,
Traes a Tebas la luz más hermosa
Por fin te has mostrado
Ojo del dorado día….
Pronto se dan cuenta de que alguien ha intentado empezar a sepultar el cadáver; no tardan en
prender a Antígona mientras lo hace; la llevan ante el rey. Para él, en este asunto hay ante todo una
cuestión de autoridad. El orden del Estado exige que la autoridad del jefe sea respetada. En lo que
acaba de hacer. Antígona ve en primer lugar un acto de desobediencia. Ve también un acto de
solidaridad con, un traidor a la patria. Por eso le habla duramente. En cuanto a ella, no niega nada.
Se sabe perdida. Pero no se turba ni un instante.
Tus ordenes, a lo que pienso, tienen menos autoridad
Que las leyes no escritas o imprescriptibles de Dios
Todos los que están aquí presente me aprueban
Lo dirían, si el temor no les cerrara la boca
Pero los jueces poseen muchos privilegios, y sobre todo
Al de obrar y hablar como las plazca.
Un diálogo se establece entra ellos. El juzga todo desde el punto de vista del Estado; ella se coloca
siempre en Otro punto de vista, que le parece superior. El recuerda que los dos hermanos no han
muerto en las mismás condicionas:
Uno atacaba tu patria, el otro la defiende,
¿Hay qua tratar de la misma manara al honesto y al culpable?
- ¿Quién sabe si esas distinciones son válidas entre los muertos?
- Un enemigo, aunque está muerto no se convierta por eso en amigo. .
- No he nacido para compartir el odio sino al amor.
A estas conmovedoras palabras el rey responde con una condena a muerte:
- Y bien, vé a la tumba y ama a los muertos si tienes necesidad de amar.,
Llega Ismena; ahora quisiera compartir la suerte de su hermana, morir con ella. Antígona no lo
permite y trata de calmarla:
Tú has elegido vivir, yo morir.
Sí valiente, vive. Para mi, mi alma ya esta muerta.
El rey hace llevar a las dos muchachas. Pero su hijo, que es el novio de Antígona, viene a
Interceder anta él por la que ama. El rey no ve en este acto más que un nuevo atentado contra su
autoridad. Es preso sobre todo de una violenta cólera cuando el joven se permite decirle que el
pueblo tiene piedad de Antígona. El debate pronto se transforma en querella. El rey exclama:
- ¿Acato no me corresponde a mí solo gobernar este país?
- No hay ciudad que sea cosa de un solo hombre
- ¿Entones la ciudad no pertenece al jefa?
- Podrías muy bien, en este sentido, reinar sobre un país desierto.
El rey se obstina. El joven se encoleriza, no logra nada y se va desesperado. Algunos
ciudadanos de Tebas que han asistido a la querella., admiran el poder del amor:
Amor Invencible en el combate,
amor que te deslizas en las casas,
Tú que te

27
CATEDRA DE FILOSOFIA EDUCATIVA
En las delicadas mejillas de las jóvenes
Vas más allá de las mares
Entras en los establos de los campesinos
Nadie te escapa, ni los dioses inmortales,
Ni los hombres que no viven más que un día
Y quien ama es loco
En ese momento aparece Antígona, conducida por el rey. La tiene de las manos, Ia arrastra a
la muerta. No la matarán, pues los griegos creían que traía mala suerte derramar la sangre de una
doncella; pero será peor. La enterrarán viva. La meterán en una caverna y tapiarán la caverna, para
que agonice allí lentamente en las tinieblas, hambrienta y asfixiada. No tiene ya más que unos
pocos instantes. En el momento en que me encuentra en el umbral mismo de la muerte y de una
muerte atroz, la altivez que la sostenía se quiebra. Llora.
Volved los ojos hacia mía, ciudadanos de mi
patria, recorro mi último camino. Veo los
últimos rayos del sol.
Jamás veré otros.
No escucha ninguna buena palabra. Los que allí te encuentran se guardan muy bien, en presencia
del rey de darte muestras de simpatía; se limitan a recordarle fríamente que mejor hubiera hecho
en no desobedecer. El rey, con el tono más brutal, le ordena que te apure, Pero ella no puede
resolverse todavía al silencio.
He aquí que me arrastran tomándome
da las manos, a mí virgen, a mí sin
reposo, a mí que no tuve mi parte en
el matrimonio, ni en la crianza de los
hijos. Abandonada, como me veis, sin
ningún amigo, hay voy entrar
totalmente viva en la iota de lo»
muertos.
¿cuál es el crimen que he cometido
ante dios?
¿Porque, desdichada, debo todavía
dirigir mi mirada a hacia Dio s? ¿A
quién puedo llamar en mi ayuda? Ah
'Porque hice el bien me checan tanto mal.
Pero antes Dios lo que mal infligen ts
legít imo en medio da mis
sufrimientos reco noceré m is amores.
Si so n ellos que se equivocan, no les
deseo más dolores qua los que me
hacen padecer injustamente

El rey pierde la paciencia y termina por arrastrarla e la fuerza, Vuelve después de haber hecho
tapiar la caverna donde la ha arrojado. Pero entonces le tocará el turno de sufrir. Un adivino que
sabe predecir el futuro les anuncia las peores desgracias si no libere a Antígona; después de una
larga y Violenta discusión, cede, Se abre la cueva y se encuentra a Antígona que está ya muerta
pues logró estrangularse a sí misma; se encuentra también a su novio que abraza convulsivamente
al cadáver, El joven te había dejado emparedar voluntariamente. Cuando va a su padre se levanta y
en un acceso de furor impotente se mata ante tus ojos. La reina al saber el suicidio de su hijo se
mata a su vez. Vienen a anunciarle esta nueva muerta al rey. Ese hombre que tan bien sabia hablar
como jefe se hunde anonadado por, la pena, Y los ciudadanos de Tabas concluyen:

las altivas palabras de los hombres orgullosos se pagan con terribles desgracias y así
envejeciendo aprenden la moderación.

28
CATEDRA DE FILOSOFIA EDUCATIVA

BIBLIOGRAFIA:
Jaeger W., Psidela, F.C.E., México, 1967.
Nestie W., Historia del Espíritu Griego, Ed. Ariel, Barcelona,
1961. Guardini R., El Ocaso de la Edad Moderna, Guadarrama,
Madrid, 1960. Otto Walter, Teofania, Eudeba, Bs. As,, 1878.
Burns McNali, Las Civilizaciones de Occidente, Pewer, Bs, As.,
1964.
Mondolfo R„ La comprensión del sujeto humano en la Antigüedad Clásica, Imán, Bs. As,
1955. Mondolfo R„ Et Infinito en el pensamiento de la Antigwtwtad Ciática, Imán, Bs. As„
1962. Hegel G.W.F., Lecciones sobre la historia d« la fllòeof fa, t. 1 y 2, F.C.E., Méjico, 1965.
Zubirlnl X., Naturtdeze-Hittorie-Dlos, Ed. Poblet, Bs. As., 1948,

III

29
CATEDRA DE FILOSOFIA EDUCATIVA

LA COSMOVISIÓN CRISTIANA DEL


MUNDO Y
SU CONCRECIÓN
CULTURAL MEDIEVAL

Dr. RAUL A. NUÑEZ

LA COSMOVISIÓN DEL MUNDO CRISTIANO Y SU


CONCRECIÓN CULTURAL MEDIEVAL

I. DIVERSOS PERIOD OS: CARACTERIZACIÓN GENERAL


Si bien el espíritu griego y el romano, así como sus obras culturales (ciencia, instituciones,
arte, etc.) están en la base de nuestra cultura, es imposible comprender adecuadamente a ésta,
si no se tiene en cuenta y no se valora suficientemente el influjo del cristianismo. En efecto, el
cristianismo no es un elemento más que se agrega a los preexistentes, sino una forma nueva dé
pensar, sentir y vivir que, incorporando lo anterior, le da un nuevo sentido y dimensión. Al
penetrar hasta la raíz misma de la existencia, sea individual como social, el cristianismo

30
CATEDRA DE FILOSOFIA EDUCATIVA
transformó profundamente el mundo cultural antiguo e inició una nueva era para la
humanidad: la era cristiana.
Aun cuando el mensaje y las instituciones fundamentales cristianas siguen vigentes en
nuestros días, es necesario, desde el punto de vista histórico-cultural, destacar aquellos siglos
en los que el cristianismo impregnó profundamente la sociedad europea y se cristalizó en la
llamada "Cristiandad". Para su recta comprensión debemos remontarnos a los orígenes y a los
primeros desarrollos de las comunidades cristianas, en el área del Imperio Romano, para
concluir con los siglos de disolución de la síntesis cultural lograda. Este arco histórico se abre
en el siglo I y se cierra en el siglo XIV.
En estos 1.300 años podemos distinguir dos grandes períodos: el primero que va desde
los comienzos del cristianismo hasta la caída del Imperio Romano de Occidente a causa de las
invasiones de los bárbaros (s. I—V); el segundo que va desde este momento hasta el llamado
Renacimiento o comienzo de la modernidad (s. V-XIV). A este último período se lo denomina
comúnmente como la Edad Media. Tratándose de tantos años, ricos por lo demás de
acontecimientos importantísimos, se hacen necesarias algunas subdivisiones que, en vistas a la
claridad y brevedad, reduciremos al mínimo.
1. Periodo fundacional (1-320)
El nacimiento de Jesús, acaecido en el año 750 de la fundación de Roma, es un suceso de
tal magnitud histórica que es a partir del mismo desde donde se computa el tiempo: los hechos
se ordenarán cronológicamente antes o después de Cristo.
Como es sabido, Jesús nació en Belén, pequeña población de la entonces provincia roma-
na de Judea. Después de pasar su infancia en Nazareth, comenzó su misión recorriendo la
Palestina y proclamando la Buena Nueva a las multitudes que lo escuchaban. En los tres a/los
aproximadamente que duró esta tarea, reunió un grupo de discípulos estables que conocemos
bajo el nombre de los "Apóstoles" a quienes formó para continuar su obra. Esta pequeña
comunidad, testigo de los hechos y dichos de su Maestro, fue reclutada entre gente de trabajo,
en su mayoría pescadores. Se ha exagerado la ignorancia y simplicidad de estos hombres: en
realidad eran gente del pueblo, de vida modesta pero no miserable, poseedoras de la cultura
propia de aquel lugar y tiempo, dotada de sólido sentido común y no muy propensa para creer
cualquier cosa. De aquí el extraordinario valor de su testimonio, consignado por escrito en los
"Evangelios" y en las "Epístolas" (cartas).
La primera difusión del cristianismo se hizo con rapidez. Aprovechando la estructura del
Imperio y su red de comunicaciones, se fueron multiplicando las comunidades cristianas hasta
tal punto que a fines del siglo I las encontramos firmemente establecidas en todas las
ciudades de cierta importancia.
La difusión del cristianismo no fue fácil, ni siquiera en sus comienzos. Los que llevaron a
la muerte a Jesús, procuraron aniquilar a la nueva "secta" a través de su persecución. Poco
después es el mismo Imperio el que se hace cargo de esta persecución: alrededor del año 65,
Nerón promulga el primer edicto contra los cristianos, cuyos efectos se hicieron sentir sobre
todo en Roma y hasta cierto punto en el resto del Imperio. Desde entonces y hasta el año 325
aproximadamente (fecha del edicto de Constantino en que se deroga toda ley persecutoria) se
suceden con algunas intermitencias las persecuciones de todo tipo: destitución de cargos,
confiscación de bienes, torturas y muerte. Á pesar de ellas, las comunidades cristianas fueron
creciendo en número e importancia, penetrando todas las clases sociales deslumbradas por la
integridad de vida y heroísmo de los que, en medio de una sociedad opulenta y decadente,
abrían un nuevo camino para el hombre. Ni siquiera la última gran persecución, la de
Diocleciano, en la que se movilizó toda la fuerza jurídica, intelectual y religiosa del Imperio,
logró detener- el avance del cristianismo ("la sangre de los cristianos es semilla de nuevos
cristianos", decía Tertuliano, un notable escritor cristiano de la época).

CARACTERÍSTICAS
a) La formación de las comunidades cristianas (iglesias - asambleas), fundadas muchas de
ellas directamente por los Apóstoles o por sus enviados. Estas comunidades estaban a
cargo de un "épiscopos", en general designado por la misma comunidad y convalidado
por otras comunidades, cuya misión era velar por la pureza de la doctrina, la práctica de
vida y la unidad de la comunidad. Asistidos por los más antiguos y probados de la misma
(prebíteros), presidía el culto y dirimía los problemas que se suscitaban entre sus

31
CATEDRA DE FILOSOFIA EDUCATIVA
miembros. Dentro de la comunidad, existían también diversos oficios que cubrían todas
las exigencias de la misma. Sin embargo, cada comunidad no era un todo aislado del
resto, sino que se sentía y de hecho estaba vinculada con las restantes, formando en su
conjunto el "Cuerpo místico" de Cristo, o sea, la presencia viva de Jesús entre los
hombres.
b) En lo social, estas comunidades estaban formadas por hombres y mujeres
provenientes de diversas capas sociales, si bien predominaban los de condición más o
menos modesta. Es un error creer que los primeros cristianos fueron reclutados entre los
esclavos y miserables: el solo hecho que se reunían en casas de familia indica que había
cristianos con cierto nivel social que tenían casas suficientemente amplias como para
albergar un grupo numeroso. La práctica del "ágape" o comida común, implicaba además
del símbolo de unión por encima de toda, diferencia social, que se compartían bienes
materiales y espirituales (signo de que había algunos que los tenían). De todos modos, lo
importante es destacar 1 a fraternidad que reinaba entre ricos y pobres, sabios o
ignorantes, libres y esclavos, hermanados todos en la misma fe y esperanza.
c) En lo intelectual, se asiste en este período a la primera elaboración del pensamiento
cristiano. La penetración del cristianismo, originario de la cultura semítica, en el área
cultural grecolatina llevó consigo la necesidad de transmitir el mensaje con eficacia, pero
sin desvirtuarlo. Tres factores concurrieron a esta elaboración: la necesidad de
adoctrinar a los nuevos adherentes; la de presentar ante los no cristianos este mensaje y
de defenderlo de las calumnias (apología); y la de preservar la Integridad y exigencias de
la fe frente a los que, dentro de la comunidad misma, pretendían innovaciones o
componendas (herejes). Así surge un grupo de escritores de sólida formación que, con su
conversión a la fe, aportan todo el bagaje de conocimientos y experiencias a su servicio.
Más aún, se crean las primeras "escuelas" del pensamiento cristiano, precisamente en los
lugares de mayor actividad intelectual del Imperio Romano: Alejandría, Antioquía,
Cesárea.
d) las primeras manifestaciones de un arte cristiano se producen en íntima conexión con
la liturgia o culto centrado en la rememoración de la "cena del señor" (actualmente la
"misa"). La poesía, la música, la pintura, el arte funerario y ornamental, forman un todo
que expresan el espíritu cristiano. Restos de estas manifestaciones se encuentran en las
"catacumbas" (cementerios cristianos subterráneos y en tiempos de persecución, lugares
de refugio).

2. Período de consolidación. (320-450)

Tras el edicto de Constantino, la Iglesia (entendida como la comunidad cristiana en su


totalidad) entró en una nueva etapa histórica. Si bien Constantino no hizo del cristianismo la
religión de Estado, protegió y ayudó material y políticamente a la Iglesia. Esto permitió su
afianzamiento, organización y expansión tanto en nuevos territorios como en las diversas
capas sociales.

Los inmediatos sucesores de Constantino continuaron en esta tesitura, salvo el paréntesis de la


nueva y corta persecución de Juliano (llamado el "apóstata" por haber renegado de su fe). La
culminación de este proceso lo llevó a cabo el emperador Teodosio, que cenó los templos
paganos y proclamó como única religión la cristiana (380). De aquí nació la idea y la voluntad
de un Imperio Romano Cristiano, que se mantuvo con diversas alternativas y formulaciones
durante toda la edad media como proyecto político-religioso "La Cristiandad".
En este período se presentan dentro de la comunidad cristiana grandes dificultades, tanto
teóricas como prácticas, en orden a formular adecuadamente el contenido del mensaje
cristiano y determinar las conductas coherentes a él. Es el momento de la elaboración doctrinal
más importante, que tiene sus repercusiones en lo social y político. En efecto, teniendo en
cuenta que la sociedad en general es cristiana, depende por un lado del poder político y del
otro del poder religioso. A este último le preocupa la unidad y autenticidad de la fe y de la vida
cristiana ("ortodoxia") y al primero le preocupa la paz religiosa, como ingrediente del bien
común político. Consecuencia de las luchas internas, después de varias tentativas, es el primer
Concilio. Ecuménico, celebrado en Nicea (325), en el que, por orden del emperador
Constantino, se reunió una asamblea de obispos de todas partes para dirima las cuestiones que

32
CATEDRA DE FILOSOFIA EDUCATIVA
estaban enfrentando grupos cristianos a otros grupos cristianos. El resultado de esta reunión
fue la fijación de los principios fundamentales auténticos de la religión cristiana ("dogmás") y
su condensación en un "credo" o "símbolo de la fe".
CARACTERÍSTICAS
a) en lo político-social la nueva situación que se produce al despojarse el emperador de
su función y tituló de "Sumo Pontífice" que le daba la responsabilidad, el poder y el derecho de
velar por los fundamentos religiosos (paganos) del Imperio, De aquí en más, lo religioso estará
debajo otra potestad, la de la Iglesia, y el título será transferido a la cabeza de ésta comunidad,
el obispo de Roma. Esto trae aparejadas no pocas dificultades y ventajas, que luego
analizaremos. .
b) en el plano social-asistencial, los cristianos se preocuparon por los pobres, oprimidos
y enfermos. Así surgieron los primeros hospitales, se suavizó el régimen carcelario, se
humanizó el trato con los esclavos, se organizó la asistencia a las viudas y huérfanos, se
socorrió pública y privadamente a los pobres, etc. Numerosos documentos de la época revelan
tales actividades. Pero el más interesante es el de Juliano "el apóstata" (perseguidor de los
cristianos): "es una vergüenza que los cristianos no sólo socorrieran a sus pobres, sino
también a los nuestros (paganos)".
c) en el plano moral es donde mayores frutos cosecha el cristianismo. La exigencia de
una vida austera, desprendida de los bienes materiales, controlada en sus pasiones, etc. junto
a la alegría de una existencia abierta a la esperanza hizo que el ideal cristiano fuera acogido
por los mejores espíritus. Ciertamente que en esta época se ven también los primeros indicios
de un aflojamiento general de tales exigencias y en no pocos casos, la hipocresía, el disimulo y
el encubrimiento de ansias de poder vajo el manto de la fe.
d) en el plano estrictamente religioso, la concepción enteramente nueva de lo religioso,
es decir, no como una religión más entre tantas, sino una nueva concepción global de las
relaciones entre Dios y los hombres, cuyo lugar central lo ocupa Cristo, Dios-Hombre, en su
persona, su obra y su mensaje.
e) en el arte, la comunidad se expresa en la "basílica", que es el lugar de reunión cultual
de la misma ("eclesia"). La basílica, desde el punto de vista arquitectónico, se construyó
dentro de los cánones romanos y se distingue, entre otras cosas, por el techo plano y
artesonado. Testimonio de este tipo de construcción son las basílicas romanas que aún
perduran (Santa María la Mayor, San Lorenzo extra muros, etc. A diferencia de los templos
griegos y romanos, concebidos como "casa del dios", el templo cristiano es concebido como
lugar de reunión de la asamblea. De aquí sus dimensiones, su disposición y ornamentación. La
tendencia del período anterior se desarrolla y diversifica, logrando obras de arte más
refinadas. La pauta de la importancia cultural del canto la da el hecho que no solamente la
comunidad reunida canta (no existen ni coros ni solistas), sino que también en la vida diaria
se les inculca a los cristianos a cantar (por eso, los "herejes" se valen del canto para la difusión
de sus ideas).

3. Período de transición (s. VI - S. X).


Este período puede ser ya encuadrado en la llamada "Edad Media". Esta denominación que
abarca todo el segmento que va desde la caída de Roma en poder de los "barbaros" hasta el
Renacimiento fue acuñada por los humanistas del s. XV. Ellos estaban persuadidos que en estos
siglos nada importante se hizo: fueron siglos oscuros, crueles, anárquicos, etc., en una palabra,
un lamentable "intermedio" en el desarrollo de los grandes valores culturales. Pero ya en; el
siglo pasado, por obra de los historiadores, este conjunto de siglos difícilmente se los puede
unificar en una sola época. Más aun, son riquísimos en el desarrollo de los valores humanos e
importantísimos en la fundación de las bases para ulteriores desenvolvimientos. Precisado
esto, podemos en razón de comodidad abarcar el período que va desde el siglo VI hasta el siglo
X inclusive como una época de transición o mejor dicho, una época de evolución, asentamiento
y cristalización de una nueva forma cultural.
Si bien, por diversas razones, la caída de Roma suele ser señalada como punto final de la época
antigua, no debemos hacernos la idea de que tal suceso y la "invasión de los bárbaros" significó
un arrasamiento total de lo existente. Una idea más aproximada de lo sucedido la logramos si
definimos la nueva situación como la desmembración del Imperio Romano de Occidente y la

33
CATEDRA DE FILOSOFIA EDUCATIVA
creación de reinos nuevos, comandados por jefes "bárbaros" (esta denominación la daban los
romanos a aquellos que eran extraños a su propia cultura). Teniendo en cuenta que estas
poblaciones y sus jefes estaban desde hacía mucho tiempo influidos por Roma y concretamente
por el cristianismo, en mayor o menor medida, concluiremos que su irrupción en el territorio
imperial y su asentamiento progresivo no destruyó ni física, ni cultural ni espiritualmente en te
a los pueblos subyugados, antes bien, paulatinamente se fue asimilando a ellos. Entre estos
reinos "bárbaros", los que lograron mayor florecimiento fueron el visigodo (en España) y el
franco (en Francia). Pero mientras el primero fue destruido por los árabes mahometanos
(711), el segundo alcanzó su esplendor con la grandiosa figura de Carlomagno. Este fue
coronado como cabeza del Imperio Romano Cristiano el año 800 en Roma.
El período que comentamos termina el s. X, Hamaco el "siglo de hierro" por la extrema dureza,
oscuridad y ferocidad. Sin embargo, debe notarse un hecho importantísimo acaecido en la
segunda mitad (962): la coronación del emperador alemán Otón I como cabeza del Sacro
Imperio Romano Germánico, a cuyo esplendor 16 llevó el ultimo Otón III a principios del siglo
siguiente.
Pero si queremos comprender toda la complejidad de este período no debemos deteneros
solamente en lo que sucede en el territorio de la actual Europa, sino tener en cuenta la
presencia de dos imperios: el Bizantino y el Islámico. El primero, que cristalizó una cultura
distinta de Occidente, presionaba por el este y hasta muy tarde renunció a sus derechos im-
periales sobre la otra parte; el segundo, más tarde presionaba tremendamente sobre la "cris-
tiandad" con sus dominios en España, por el oeste y, por su primacía en el Mediterráneo y del
sur de Italia, por el sur. Este dato explica, entre otras cosas, la organización político-militar de
la cristiandad (sistema feudal).

CARACTERÍSTICAS.
a) Lo más llamativo de este período y más aún del siguiente es la profunda unidad espiritual
de Europa. Aun cuando la conducta privada y pública dejara bastante que desear, sin
embargo los valores cristianos eran universalmente reconocidos por todos. Pero a diferencia
de Bizancio, en que la autoridad del emperador prácticamente asumía la dirección incluso de
los asuntos religiosos (cesaropapismo), en Occidente quedan ambas potestades, la espiritual
y la temporal, distintas, aunque ligadas entre sí. Teniendo en cuenta que el poder temporal
estaba fragmentado en varios reinos, el Papado ejerció una autoridad espiritual indiscutible y
aseguró la unidad.
b) en lo económico-social, no se quebranta inmediatamente el orden romano, ni en lo jurídico,
ni en lo monetario ni en lo comercial, ni en las formás de tenencia de bienes y producción de
los mismos. Solo el tráfico de bienes entre oriente y occidente se quiebra con la invasión de
los árabes mahometanos en el oeste asiático y en el norte de África, a partir del siglo VIII, Al
pasar al dominio árabe el mar Mediterráneo, se corta el comercio, la economía se torna local y
se cierra con carácter agrario, decaen las ciudades y por fin se arraiga y difunde el feudalismo
(Cf. Pirenne: "Historia económica del Medioevo").
c) en lo socio-político, hacia fines del período y debido a diversos factores, la instauración del
sistema feudal. Consistía el feudalismo en una jerarquización de poderes políticos y económi-
co-sociales, previa una desmembración de la soberanía de los reyes y de sus prerrogativas. Su
base jurídica es el "feudo" que vendría a ser un contrato por el que se otorgaba el usufructo de
las tierras, del rey a los grandes señores, éstos a su vez, a otros inferiores, con la obligación del
vasallo de guardar fidelidad a su inmediato sénior, de prestarle servicios en tiempo de paz y de
guerra, de ayudarlo con sus consejos. En la base de la pirámide estaban los colonos, hombres
libres de baja condición y por fin los siervos de gleba. Todo el sistema reposaba en el juramento
de fidelidad: sin esta presupuesta lealtad personal el feudalismo es inconcebible, De aquí
también que la deslealtad o falta de cumplimiento a la palabra empeñada fuera considerada
como la máxima deshonra, causa de la pérdida del feudo.
d) en lo religioso debernos destacar la paulatina centralización de la autoridad en la persona
del Papa Si bien siempre se reconoció en el obispo de Roma sucesor de San Pedro, la autoridad
máxima, en este período se consolida un sistema jurídico institucional y un territorio
determinado (Estados Pontificios) que hace del Papa una figura central en todos los aconte-
cimientos europeos. Esta centralización se debió en gran parte a la necesidad de mantenerla
unidad y disciplina de la Iglesia en su totalidad, jaqueada permanentemente por el sistema

34
CATEDRA DE FILOSOFIA EDUCATIVA
feudal o por las pretensiones excesivas de reyes y emperadores (debe tenerse en cuenta que,
sobre todo en el Imperio Sacro Romano Germánico, algunos obispos eran a su vez príncipes
feudatarios de los emperadores). En otro orden de cosas, es importante destacar la creación, dé
las Ordenes Monásticas, de las cuales la más importante fue la Benedictina. Bajo el lema “reza y
trabaja" los monjes restablecieron la dignidad del rudo trabajo manual y conserva^ ron, por
obra de los copistas, muchos escritos de autores antiguos tanto cristianos como paganos.
Asimismo, los monasterios fueron lugares seguros (o un poco más seguros) en esos tiempos
turbulentos y cuna de las escuelas medievales.

e) en lo intelectual: lo más notable son la creación de escuelas. Sólo en Italia, perduraron,


aunque con una vida muy modesta, algunas escuelas municipales y otras particulares como
restos de la edad antigua El movimiento intelectual de base se hizo a través de las escuelas
monacales y de las escuelas episcopales o catedralicias. En tiempos de Carlomagno se perfec-
cionaron estas escuelas y las escuelas palatinas (del palacio imperial), y por obra de Alcuino y
Mauro se las organizó con un plan de estudios que comprendía dos etapas: el "trivium" y el
"quatrivium". En el primero se estudiaba gramática, retórica y lógica; en el segundo, aritmética,
geometría, astronomía y música. Con esta distribución de disciplinas se buscaba una formación
primera en el hablar, pensar y argumentar para luego entrar en la elaboración científica básica
de números y realidades.
f) en las artes, cabe destacar los logros en la música con la creación y desarrollo del profun-
damente místico "canto gregoriano" y la instauración de las escuelas de canto. "Aun en la
actualidad, y en el mundo entero, el canto gregoriano vive intensa y ricamente, a pesar de su
absoluta simplicidad; pues ha renunciado a todo para poder volar libremente por las más altas
regiones de la espiritualidad... No tiene necesidad que lo acompañe ningún instrumento: por su
unísono parecería no ser sino una voz más en el concierto dé la naturaleza. Acaso gracias a esta
austera pobreza conserva su poder de traducir todos los sentimientos" (F. Ráugel: "El canto
coral pág. 78) El período siguiente llevará a su plenitud este canto.
Período de apogeo (s. XI-XHI)
La instauración del Sacro Imperio Romano-Germánico inició un período de reorganización de
la sociedad europea. Aunque toda la cristiandad no quedó formalmente unificada bajo un solo
poder, ya que subsistían diversos reinos independientes del Imperio, con todo a éste se le
asignó una autoridad moral de velar por los intereses comunes.
Mientras tanto la Iglesia sufría una gravísima crisis: los obispos y el clero estaban fre-
cuentemente sumidos en la corrupción y en la ignorancia, los reyes y príncipes "cristianos" no
eran precisamente ejemplo de una vida adecuada, el pueblo se debatía en situaciones penosas
tanto por la rapacidad de los señores como por las supersticiones. Había ciertamente en el
fondo una fe inconmovible y un deseo de cambios profundos. Estos fueron recogidos por
hombres religiosos, ilustrados en las cosas de la fe y movidos por una voluntad férrea, que
empezaron a trabajar en aquello que era fundamental: la reforma de la Iglesia. Con su ejemplo
y su predicación lograron algunos frutos, pero muy parciales.
Pronto se vio que la cuestión principal radicaba en la mezcla de atribuciones tanto entre los
eclesiásticos como entre los civiles: era un problema de estructura. En pocas palabras, debe
tenerse en cuenta que el poder de los señores feudales, por el mismo carácter del sistema, no
solamente administraban sus bienes temporales, sino que también nombraban obispos,
abades, párrocos de las iglesias enclavadas en sus feudos. Por otra parte, no pocos obispos
(sobre todo en Alemania) eran a la vez príncipes y señores feudales. Con la presencia de gran-
des figuras en el Papado, se inició una reforma que tuvo sus picos de tensión y de violencia A
través de la lucha, llamada de las "investiduras" porque el Papa reclamaba para sí el derecho de
elegir los miembros del clero y dirigir sus asuntos, se fue clarificando el problema y la solución.
Otro problema político-religioso fue la crisis entre la Iglesia Oriental o Bizantina y la
Occidental o Romana. Desde tiempos atrás, se producían periódicamente roces y conflictos
entre ambas, pero sin romper la Unidad: el obispo de Roma era reconocido como cabeza de la
Iglesia. Sin embargo, a principios del siglo XI la unidad se rompe y da origen a la Iglesia
Bizantina, autodenominada "ortodoxa" y la Iglesia Romana o "católica". Este hecho tendrá una
enorme importancia, así como el anterior, en la configuración de la "cristiandad".
El tercer hecho importante, ya a finales del s. XI y que abarcará los dos siglos sucesivos lo
constituye las Cruzadas. Originariamente se trató de un acontecimiento religioso-militar que,

35
CATEDRA DE FILOSOFIA EDUCATIVA
tenía como objetivo la reconquista del Santo Sepulcro de manos de los mahometanos. Pero
pronto estas empresas fueron aprovechadas por las ambiciones de los señores feudales en
vistas a ampliar sus dominios y por los comerciantes en vistas a ampliar sus negocios. De este
modo, las cruzadas ofrecen un espectáculo de misticismo y heroísmo por una parte, y de
crueldad y ambición irrefrenables por la otra.
Los siglos XII y XIII constituyen la culminación de la Edad Media, con el poder indiscutido
del Papa para dirimir los problemas de toda índole, sea de orden espiritual como temporal. A
la cristiandad se incorporan nuevas e importantes poblaciones: las actuales Polonia, Hungría,
Suecia, Noruega, Alemania Oriental (Prusia), etc. son evangelizadas y en bloque se van
sumando a los "pueblos cristianos". El mapa de la actual Europa se va configurando
definitivamente. No debe olvidarse que el movimiento de expansión se extiende hasta el lejano
Oriente. La India y sobre todo la China son penetradas por primera vez: son famosos los viajes
dé Marco Polo y los posteriores asentamientos de las primeras comunidades cristianas.
En estos siglos el panorama interno de la Cristiandad va cambiando lentamente, se reha-
cen las vías de comunicación, el sistema feudal paulatinamente va decayendo, las nuevas
ciudades ("burgos") se van creando y consolidando, va perfilándose netamente un nuevo es-
tamento social, la "burguesía", y con ello un nuevo sistema económico.
Mención especial merece España, ocupada hasta entonces por los árabes. El siglo XI será
el comienzo de la Reconquista desde los territorios del norte, empresa ésta que demandará
largos esfuerzos cuya culminación se alcanzará a principios del siglo XIV. Desde el punto de
vista cultural, la ocupación árabe fue benéfica a España: las ciencias y artes se desarrollaron
espléndidamente y la población fue tratada en general correctamente. Esto explica que la
reconquista no trajo consigo ni la destrucción física y cultural de lo existente, ni un espíritu
vengativo. Una figura legendaria, el Cid Campeador, se destacó en estas campañas y fue querido
y respetado aún por los "moros" por su valor y su espíritu de justicia Entre los monarcas
españoles de la época, el más famoso fue Alfonso X, el Sabio, que impulsó en su reino de Castilla
todas las actividades culturales.
A finales del siglo XIII se produce un gravísimo enfrentamiento entre el Papa y el Rey-de
Francia: la Edad media entra en una declinación irreversible.
CARACTERÍSTICAS:
a) en lo político, la neta supremacía del Papado sobre todos los asuntos de la "cristiandad"
(actualmente diríamos "europeos"). En general puede decirse que esta hegemonía fue en su
momento beneficiosa, ya que estuvieron al frente de la Iglesia grandes figuras. La promoción
de la justicia y de la paz, así como la presentación de un ideal de "caballero cristiano" (defensor
de pobres y oprimidos) y el impulso a las empresas espirituales y culturales hicieron que los
pueblos vieran en el Papa el custodio y garante no solo de los bienes estrictamente religiosos
sino también de los derechos humanos. Sin duda que hubo fallas, a veces importantes, pero el
balance general no puede ser sino positivo. La prueba está en el hecho dé lo que fue esta
sociedad medieval y lo que produjo en todos los campos de la actividad humana.
b) en lo económico: se observa una profunda y rápida transformación de estructuras. En parte
como resultado de las Cruzadas y en parte por la relativa pacificación europea, el comercio y
las industrias se activan cambiando un sistema basado en la tenencia de tierra y de carácter
reducido al feudo, a un sistema basado en la tenencia del dinero y que tiene como escenario un
mercado mucho mayor y supra-feudal. Esto trae aparejado, entre otras cosas, la. unificación de
las monedas, pesas y medidas, así como un sistema bancario incipiente. Debemos subrayar un
hecho a nuestro juicio importantísimo: la creación de lo que después se llamará el "centro
europeo", cuya espina dorsal será el Rhin. En esta zona comprendida entre el sur de Inglaterra,
el este de Francia, las actuales Bélgica, Holanda y Alemania Occidental, y el norte de Italia se irá
gestando la Europa Moderna. Las ferias internacionales que tenían lugar en esta zona, el tráfico
entre el Mediterráneo y el mar de Norte, y entre el Mediterráneo y el Oriente, hicieron de ella
un factor activísimo para la organización general de la economía, su perfil futuro y su
incidencia en los asuntos políticos, sociales y religiosos.
c) vinculado con lo anterior, el nacimiento de las ciudades medievales, los "burgos". A dife-
rencia de las ciudades antiguas, estas nuevas ciudades eran centros de actividades económicas
muy intensas: centros de comercio, de industria, de finanzas. Estas ciudades se configuraron
de un modo totalmente distinto a los feudos, sea en las relaciones sociales como en las
políticas. Muy pronto los señores feudales tuvieron que otorgarles privilegios y los reyes

36
CATEDRA DE FILOSOFIA EDUCATIVA
ampliarlos y garantizarlos, a cambio de dinero y de apoyo. Las ciudades contaron con un
gobierno autónomo, crearon sus propias tropas y sus propias armadas, abrieron nuevos
caminos y rutas en el interior de Europa y las hicieron seguras, establecieron pactos y ligas
entre ellas, expandieron sus actividades hasta centros muy lejanos controlando hasta cierto
punto la producción y el tránsito de mercaderías. Nacía el sistema "capitalista" y la figura del
"burgués".
d) en lo social, la creación de las corporaciones y los gremios que es típica en la ciudad me-
dieval. Los hombres de un mismo oficio o arte creaban asociaciones que los unían jerárquica-
mente y que tenían como misión controlar la calidad y el precio de los protectores, así como la
asistencia mutua, el aprendizaje en el ofició y el enjuiciamiento en caso de mala conducta
(fueros gremiales). Cada gremio tenía un santo proyectos, en cuyo honor se erigía una capilla
o templo, símbolo por otra parte del poder de la corporación. Los lazos sociales fueron así
basándose más en la solidaridad y en el derecho, que en la fidelidad (propia del sistema feu-
dal). Las relaciones entre los distintos gremios no siempre fueron cordiales: los más
poderosos como los de la industria de los tejidos, del vidrio, de las naves, de los metales, etc.
trataron de sacar no pocas veces mayores ventajas. Asimismo, la posición de los "maestros"
frente a los oficiales y aprendices, la de estos frente a los comerciantes, y banqueros, crearon
las bases de no pocos conflictos sociales y políticos, que tuvieron ya sus primeras manifes-
taciones visibles a finales del s. XIII y sobre todo en el siguiente siglo.
e) en lo religioso-social, aparece una nueva forma de vida consagrada a lo religioso: las
órdenes mendicantes. A diferencia de los monjes que viven enclaustrados en el convento y
dedicados a la contemplación, aparecen estas nuevas Instituciones itinerantes que viven de la
contribución material de los fieles y cuya misión es re-evangelizar la sociedad. El lugar de su
actividad será la ciudad y el espíritu que las anima seré similar al nuevo espíritu que reina en
las mismás en lo que se refiere a una nueva posición del hombre en el mundo. Las dos más
importantes son la dominicana y la franciscana. La primera tiene el objetivo de la predicación
con la palabra y el ejemplo de las verdades fundamentales de la fé; la segunda, el testimonio
de la pobreza y sencillez del cristiano. El mérito, desde el punto de vista cultural, es el haber
purificado el ambiente espiritual europeo y el haber abierto nuevos cauces en la concreción de
los ideales cristianos.
f) Con todo, a pesar de que lo más espectacular y lo que marca el rumbo futuro es la revolución
urbana, en casi toda Europa sigue vigente el sistema feudal. Las nuevas condiciones van
paulatinamente haciéndolo declinar, en algunas partes en beneficio de los monarcas y en o-
tras, en beneficio de las nuevas ciudades. Las cruzadas el papel del Papado, la actividad de los
reyes, la reacomodación económica. etc. cambiaron no solo el mapa de los feudos y su poder,
sino también los ideales de los señores. Se perfiló la figura del "caballero" como símbolo del
heroísmo al servicio de la fé y de la justicia, del amor y de la rectitud, y se concretó, a semejanza
de las instituciones religiosas monásticas, en las "Ordenes de Caballería". Las hazañas de estos
caballeros pasaron a formar parte de la historia, de las leyendas y de las canciones medievales.
El ideal monástico, caballeresco y burgués (o ciudadano) quedaba de este modo perfilado a la
luz de los valores de santidad, heroísmo y libertad respectivamente.
g) en lo literario se muestra un auténtico renacimiento de las letras con la lectura e imitación
de los grandes clásicos latinos Cicerón, Virgilio, Ovidio, Séneca, etc. El estudio de estos clásicos
renovó profundamente los métodos y los objetivos de las escuelas medievales, en el siglo XII
sobre todo, y forjó una serie importante de escritores amantes de las buenas formás literarias.
Si bien el latín fue cada vez más el idioma universal de la Cristiandad en lo que se refiere a la
alta cultura, a los trámites de las cancillerías y el culto religioso, poco a poco se fueron también
gestando, unificando y enriqueciendo los idiomás populares. Para poder apreciar este proceso
debe tenerse en cuenta que la incomunicación muy larga entre las diversas zonas produjo un
sinnúmero de dialectos. El esfuerzo de unidad propio de estos siglos se concretó aquí en el uso
de un idioma por así decirse "europeo", el latín, y otros idiomás que unificando dialectos y a la
luz del latín, fueron gestándose. Las "canciones de gesta", la poesía, el incipiente teatro
recogieron a través de la expresión escrita y cantada, estas inquietudes y exigencias de la
época. Nacían las actuales lenguas europeas.
Entre las obras más conocidas en lengua "romance" están "La canción de Rolando" y "El cantar
del Mió Cid" en Francia y España respectivamente, así como el "ciclo de la Tabla Redonda" en
los países germanos con "Parsifal" y "El Santo Grial", además de "Los Nibelungos", etc. Motivos

37
CATEDRA DE FILOSOFIA EDUCATIVA
cristianos y paganos se mezclan en estos poemás últimos, pero siempre dentro de un perfil
ideal del caballero.
h) en cuanto a las instituciones de enseñanza, lo más notable de este período es la creación de
las Universidades. Siguiendo el modelo de las corporaciones, maestros y estudiantes se
asociaron con fines específicos. Desde ahora la sociedad contaría con un órgano de formación
de profesionales, capacitados para los asuntos más importantes y más perentorios de aquellos
tiempos: la formación de buenos juristas necesarios tanto para la Iglesia como para el Estado,
la de buenos teólogos para la defensa y propagación de las fé, la de médicos para atender la
salud de las nuevas poblaciones, la de filósofos para proporcionar los conocimientos y
metodologías básicas para los otros "oficios". El extraordinario fermento del s. XIII y
siguientes es concretado en las más antiguas universidades europeas: Boloña, París, Oxford,
Cambridge, Salamanca, etc. Ellas fueron centro no solamente de enseñanza, sino también de
estructuración y producción del saber y lugar de consulta tanto de papas como de reyes y
príncipes.
i) la producción intelectual del s. XIII fue notable En general se lo denomina "Escolástica",
dado que se producía en la "escuela" y para la escuela, conforme a contenidos y métodos
determinados. Los logros más perdurables fueron, en lo teológico-filosófico las grandes
"Summás" cuya expresión máxima fue la de S. Tomás de Aquino, y en lo jurídico, las
colecciones sistemáticas de leyes y cánones con los nombres de Irinerio y Graciano al frente.
El
esfuerzo por armonizar y sistematizar críticamente todos los conocimientos en una vasta
síntesis, así como de acordar la fé y la razón, la tradición cristiana con la pagana, la mística
con el derecho y la ley, fueron los rasgos más salientes de estas producciones. Lo que
promovió todo este movimiento intelectual fue, por una parte, la introducción de la obra
aristotélica y por otra, la penetración de la cultura árabe sea a través de España, sea como
fruto de
las Cruzadas. Este impacto enorme por su amplitud y profundidad, fue asimilado gracias a la
labor incesante del trabajo urúversitario. Con él entraría en el contexto cultural medieval un
componente importantísimo en la formación de una mentalidad más universal y de una
mayor capacidad crítica y analítica para formular problemas y arrimar soluciones.
En España hay una buena producción científico-literaria, donde cabe destacar el "Libro de las
siete partidas", obra cumbre del derecho positivo medieval (s. XIII) donde su autor, Alfonso el
Sabio trató de unificar la inmensa variedad de fueros, leyes, y derechos locales en una
codificación común. Desde luego contó con insignes colaboradores y lo notable es que está
redactado en castellano.
j) A pesar que la tónica general de la evolución del pensamiento lo marca la labor universitaria,
no debe dejarse de lado un movimiento de fondo que podríamos designar de " emancipación"
del laico da la tutela eclesiástica, en una actitud frente a la vida no pocas veces expresada
audazmente. No obstante, la síntesis que se logra en las Summás, se advierte un estudio más
independiente tanto de la filosofía como del derecho romano. A su vez, no todo fue un esfuerzo
de concordar "textos" (Escolástica). Un pensador de la época, Roger Bacon, invita a estudiar la
naturaleza directamente, previa una preparación matemática y una verificación experimental.
Este maestro de la universidad de Oxford seguía en lo intelectual, como muchos otros
miembros de su orden religiosa, los pasos que había iniciado su fundador, S. Francisco de Asís
en el canto a la Naturaleza. Pero esta vertiente que se expresa a través de las fábulas, sátiras y
teatro en los que se criticaba humorísticamente los ideales y costumbres del clero, de los
caballeros, de los universitarios. Los famosos "cuentos del Zorro (Renard)" y "el Romance de la
Rosa" circularon sobre todo por los medios urbanos del s. XIII.
k) Junto a las "Summás Teológicas", otro de los símbolos de la Edad Media que expresan sus
ideales culturales es la Catedral, Dos estilos se desarrollaron en estos siglos: el Románico y el
Gótico. El primero se presenta robusto, armónico, despojado de todo lo superfino y con gran
influjo del espíritu romano. El segundo se caracteriza por la esbeltez, luminosidad y
espiritualidad que le otorga el uso del arco ojival. Las catedrales góticas -más que las ro-
mánticas- parecen expresar arquitectónicamente mejor todo el impulso hacia Dios que carac-
terizó esta época histórica Además del notable trabajo en piedra, estas catedrales guardan
preciosos vitrales multicolores que, conjuntamente con los bajo relieves e imágenes, represen-
tan orgánicamente todas las verdades de la fe. Se les ha llamado "Biblia en piedra". Su cons-

38
CATEDRA DE FILOSOFIA EDUCATIVA
trucción demandó muchas veces siglos enteros y muchas de ellas han quedado inconclusas. La
más conocida es Notre Dame de París. En nuestro país, una imitación del gótico lo encontramos
en la catedral de La Plata (Bs. As.).
l) en la música, además del desarrollo del canto gregoriano unísono, comienza a experimentar-
se el capto a varias voces y a usarse el "órgano" como instrumento de acompañamiento.
Además de la música sacra, se empieza a formar el "folckore", concretado en canciones, danzas,
etc. Un progreso notable de la época es el invento de la notación musical con el uso del
pentagrama, la escala y las figuras, tarea llevada a cabo por Guido de Arezzo. En estos siglos,
siguiendo la tendencia del período anterior, se multiplican y perfeccionan las "Escueles de
Canto", verdaderos centros de cultura musical y semilleros de compositores y músicos
importantes. Todo esto conduce a afirmar que la música forma parte de la cultura popular,
tanto receptora como productora de la misma.
Ll) Por último, en el campo de las técnicas hay una serie de aportes interesantes: sistemas de
riego, uso del arado de hierro, utilización de la herradura y de mejores tiros, aplicación del
fuelle en la metalurgia con otras innovaciones para el aprovechamiento y fusión de los metales,
el invento del reloj, etc. Entre las nuevas técnicas, una merece especial mención: las aplicadas al
vidrio, en lo que se refiere a la preparación de esmaltes y pinturas como al logro del color.
Estas técnicas, transmitidas secretamente de generación en generación, han muerto de tal
forma que es Imposible hoy día reparar los destrozos ocasionados en los grandes vitrales
góticos por las guerras.

5. Período de desintegración (s. XIV)


En los comienzos mismos del 1.300 se produce una confrontación entre el Papa y el rey de
Francia que echaron por tierra los ideales de la Cristiandad. Los motivos fueron varios, pero en
el fondo respondían al problema de jurisdicción del poder temporal y del poder espiritual que
desde mucho antes, como se ha visto, estaban sobre el tapete. La primacía del papado durante
el s. XIII se debió en gran medida a la autoridad moral y a la prudencia y firmeza de los que
ocuparon la Santa Sede. Teniendo en cuenta la rápida evolución operada sobre todo en ese
siglo, era de temer que las cosas no podrían perseverar mucho tiempo sin algunos
cambios. El endurecimiento de ambos poderes, entre el Papado y el rey de Francia primero, y
entre el Papado y el Emperador de Alemania después, arrastró consigo irremediablemente la
pérdida de un centro de unidad político-espiritual. Desde entonces se va operando la con-
figuración de las distintas unidades políticas, que manejan sus asuntos en beneficio propio y
con criterio propio.
Otro acontecimiento importante es el traslado de la sede papal a Avignon (sur de Francia). Si*
bien este hecho, desde el punto de vista cultural es importante ya que la Iglesia se organiza
administrativamente de forma admirable, de tal suerte que es el modelo de la organización
administrativa civil, en lo espiritual se sufre un gran perjuicio ya que aquel centro histórico-
simbólico que es Roma deja de ser identificado con el centro de la Cristiandad en sus valores
específicos.

Poco después (1.380) se produce otro hecho que acaba por despedazar la unidad no ya po-
lítico-religiosa sino religioso-institucional: el gran cisma de Occidente. Este cisma (o sepa-
ración) se produce a raíz del nombramiento de sucesivos papas, previo destronamiento (hecho
por facciones dentro del Colegio de Cardenales) de los anteriores. De esta forma, si-
multáneamente tres reclaman para sí el título y la autoridad de Pontífice. En este episodio
gravísimo queda menoscabado no ya la persona que detenta el título, sino el título mismo. En
efecto, no faltan algunos que replantean la autoridad suprema del Papa, asignándola en cambio
al conjunto de Obispos (Concilio). Aun cuando por fin el problema se soluciona, los resultados
de la controversia y la desorientación de los cristianos sólo podrá ser reparada mucho después.
En otro orden de cosas, la rivalidad entre Francia e Inglaterra, que no sólo es política sino
también económica, se precipita en una larga guerra que es conocida como "la guerra de los
cien años", aunque tuvo algunas intermitencias. (1.337 - 1.453). Los resultados devastadores
de estas luchas, unidos a las pestes que en sucesivas oleadas y con alarmante prolongación
asolaron a Europa durante un siglo, a partir de 1347 hasta reducir la población en un tercio, y
al hambre terrible debida a las causas anteriores a las que se sumaron las malas cosechas,

39
CATEDRA DE FILOSOFIA EDUCATIVA
hundieron económica, social, cultural y espiritual a Europa. Las rebeliones de los campesinos y
de los obreros tomaron mayor cuerpo, así como los movimientos desidentes (heréticos) con
fuerte connotación social y nacional,
La Edad Media ha terminado como unidad cultural y se abre camino una nueva Edad.

CARACTERISTICAS
a) Como se ha anotado anteriormente, la unidad cultural del Medioevo se empieza a
resquebrajar. El esfuerzo por lograr una civilización de una real y eficiente unidad de base
dentro de una diversidad de estados fracasa. Al menos, como era soñada en aquel tiempo. Se
puede decir que el espíritu de una nacionalidad naciente, al ir afirmándose, va desintegrando
la Cristiandad como unidad cultural. En efecto, la postura de reyes y emperadores frente al
Papa y a continuación, la actitud de los cardenales franceses frente a los italianos, etc. son los
factores que van operando los cambios. Demás está decir que están presentes también los
diversos intereses jurídicos, económicos, etc. pero lo nuevo es que todos ellos son afrontados
dentro de otro marco de referencia.
b) En lo económico se produjo un retroceso, por no decir un colapso. Todo el sistema
financiero, comercial e industrial del siglo anterior se desplomó como efecto de los terribles
acontecimientos de este siglo. El esfuerzo por mantener el nivel de ganancias por un lado y la
desocupación y miseria por el otro, originaron gravísimos enfrentamientos. De esta situación
Europa pudo restablecerse mucho después.
En lo intelectual se advierten algunas novedades dignas de destacarse. En primer lugar, se
tiende a separar el tratamiento de los asuntos de la fe (Teología) del tratamiento de los asuntos
relativos a la naturaleza y al mundo humano (Filosofía). En este último sector, se puso en
discusión la capacidad de la razón para alcanzar el conocimiento de Dios, de la voluntad para
obrar libremente y por lo tanto, de la posibilidad de establecer entre fe y razón algún puente
comprensible. La investigación empírica y científico positiva comenzó a dar sus primeros
pasos. En cuanto a la. enseñanza universitaria, en parte se tomó repetitiva y formalista, y el
cuerpo de profesores se encerró en casta celosa de sus privilegios y prebendas. No obstante, en
los momentos confusos y críticos que se vivían, conservó la universidad su prestigio como
órgano de consulta. En cierto modo al margen del hacer universitario, comenzaron a surgir
otros pensadores que conscientemente opusieron sus métodos y sus resultados a los de la
Escolástica (G. de Ockam). La contraposición se expresó ce los términos "via antiquorum" y 'Via
modernorum" (via antigua y via nueva) respectivamente. Muchas universidades acogieron las
nuevas ideas.
d) También en el terreno intelectual cabe destacar la paulatina independencia que van toman-
do las Investigaciones políticas, jurídicas y económicas. Estrechamente vinculadas a la moral
aparecían en la anterior especulación y dentro del cuadro general ofrecido por las "Summás".
Ahora, en cambio, son objeto de tratados independientes que, además de vincularlos con la
moral, se los analiza según los aspectos más concretos y específicos. El entronque con los an-
tecedentes históricos y político-filosóficos, al margen de su referencia obligada al conjunto de
la cristiandad, fue caracterizando la teoría política, enriquecida por otro lado con el análisis de
situaciones de hecho y de cuestiones técnicas en la dirección de los estados.
En el campo del derecho se tomó cada vez más insistente la tendencia a fundar el derecho
positivo en el derecho natural, y sobre todo, a ver en el derecho y la ley más bien desde el
ángulo de la voluntad y del poder, más que de la racionalidad. Con respecto a la economía,
aparecieron notables pensadores que insatisfechos de dar por acabado elasunto con el estudio
de los, aspectos morales generales, ahondan en problemás propios como el interés monetario,
el justo precio, la devaluación de la moneda, la fijación del salario y aun la legitimidad de vivir
dé rentas, sin aporte personal de trabajo (Enrique de Langenstein, Nicolás Oresme, etc.)
e) En el campo de las letras, en Italia comenzará el movimiento humanista y el llamado pre-re-
nacimiento con las figuras de Dante Alighieri, autor de la "Divina Comedia", de Petrarca con
sus- famosos sonetos y de Bocaccio, con sus cuentos. Es de notar que se va extendiendo ya el
oficio de los traductores de importantes obras al idioma hablado y aun a la redacción de obras
nuevas en lenguaje común.
f) En cuanto a las artes, aun cuando prácticamente no se crea nada nuevo, se continúa las o-
bras iniciadas en el siglo anterior. Con todo se nota una acentuación en la expresión humana de
las esculturas, una mejor composición de dibujo en la pintura, una mayor presencia de la

40
CATEDRA DE FILOSOFIA EDUCATIVA
naturaleza vegetal y animal en los adornos y como fondos de cuadros y relieves. Donde el genio
medieval tardío brilla es en las miniaturas ornamentales de los libros, algunos de los cuales se
presentan con características que los asemejan a los actuales de poco texto y mucha imagen . . .
aunque de valor artístico de primera mano. ("Biblias moralizadas" o "Biblias en imágenes"). En
la música se inicia el "ars nova" en notables experimentos en música polifónica, base del
ulterior desarrollo en el Renacimiento.

COSMOVISIOIM MEDIEVAL CLASICA.


Como en todo proceso cultural, se requirieron varios siglos para que el cristianismo se
cristalizara en un todo original.' Tal vez no pueda afirmarse que crea nuevos sistemas en el
orden político, social y económico -puesto que fue asumiendo los que se fueron dando-pero sí
puede decirse que al dotar al hombre de nuevos valores y de un nuevo espíritu, los llenó de un
sentido y de una dinámica propia que constituyeron los presupuestos de futuros cambios. En
efecto, el largo período que declina en el siglo XIV da cuenta de estas transformaciones que se
aceleran a medida que llegamos a los umbrales de la modernidad.
No obstante, lo antedicho, entre los siglos XII y XIII se logra una cristalización original que
podemos denominar con toda razón la "cultura medieval". Esta cultura medieval dejará
profundas huellas en todo el período posterior e influirá, entre otras cosas, en los ideales es-
pañoles de la conquista de América.
1. El universo creado.
Lo típico de la concepción medieval es el haber asumido hasta sus últimas consecuencias la
comprensión cristiana del universo físico como "creación" de Dios. El concepto de creación
indica esencialmente la acción mediante la cual la totalidad de los seres son "puestos en su
existencia y esencia: donde nada había ahora hay un universo De lo que se desprende que, si
nada tiene razón y necesidad de ser por sí mismo, la misma fuente de la que deriva su .ser es
también causa de su conservación. Es decir, que todo lo que acontece está sujeto, en último
término, a la voluntad divina, que ordena y guía a todo según su sabiduría y bondad.
Concebido el universo como obra de Dios, se mantiene, como rica herencia de la antigüedad, la
comprensión de éste como un "cosmos" como una totalidad bella, armoniosa y ordenada, pero
con el agregado que lo es precisamente por tener su origen y fundamento en la mente de Dios
creador. Al mismo tiempo y por la misma razón, la naturaleza deja, de ser divina, autosuficiente
y absoluta —como para los griegos— ya que se distingue radicalmente a Dios. Pierde la
Naturaleza su carácter "sagrado", o más exactamente, su carácter sagrado lo tiene no por ser
"naturaleza" sino por ser derivada del acto creador. De este "modo,' el universo es visto y
sentido como un gran poema, capaz de transportar al que sabe leerlo hasta la sublimidad del
Divino Hacedor: cada cosa y cada acontecimiento es como un símbolo y upa estrofa de este
divino poema
Esta concepción poético—religiosa será elaborada filosóficamente recogiendo la herencia
griega que vé la razón de las cosas desde el ángulo de una finalidad a la que naturalmente
tienden: cada ser tiende a su conservación y s la conservación de su especie, y a su vez cada
especie tiende a la conservación de otras especies, formando así un "sistema" de finalidades
para el bien del conjunto (esta idea ha sido recuperada en nuestros días por la "Ecología"). A su
vez, toda la escala de seres (minerales, vegetales, animales) tienen como finalidad al hombre. O
sea que la finalidad de la creación material es el bienestar físico y espiritual del hombre., ...
Debemos adelantar que este sentimiento del mundo se perdió en la modernidad que
buscó comprender la naturaleza, viéndola no ya como un libro cuyas palabras son símbolos,
poéticos (S. Agustín) sino como un libro cuyos símbolos son matemáticos (Galileo).

Otro aspecto que vincula la cosmovisión medieval con la antigua y la diferencia de la


moderna es la concepción de universo físico como un sistema cerrado y finito (es decir, con
límites precisos). En esta imagen cosmológica, la tierra ocupa el centro de sistema y es una es-
fera Inmóvil. De este modo es el punto absoluto de referencia de toda medición temporal y
espacial. A su vez, la tierra está constituida de una materia sujeta al cambio y al movimiento. No
así los astros y las estrellas, que giran en esferas perfectas con un movimiento circular y en
cuyo interior no se producen cambios ni al teraciones. Así pues, el universo físico tiene dos
píanos: "la tierra" o mundo sublunar, y "los cielos" o mundo supralunar, constituidas por
substancias materiales distintas y por lo tanto, reguladas por distintas leyes. Esta imagen

41
CATEDRA DE FILOSOFIA EDUCATIVA
cosmológica fue quebrantada por Copémico y Képler al sostener que el centro del sistema es el
sol (sistema heliocéntrico) y que el universo en su totalidad y en su constitución responden a
las mismás leyes ya que la materia es la misma Este quebranto en la imagen del universo
operado en la modernidad arrastró consigo una serie de elementos filosóficos, religiosos, etc.
que si bien no están identificados por sí mismos con aquella concepción, sin embargo se
cristalizaron en un solo bloque,
Hernos señalado que en la cosmovisión antigua y medieval "los cielos" y "la tierra"
marcan Una división física entre dos tipos de entidades, cuyo conjunto forma el universo. Pero
debemos añadir que para el hombre medieval la creación no termina en el mundo físico y en
el mundo humano, sino que se prolonga en una serie inmensa de seres puramente espi-
rituales, que forman también una escala de perfección cada vez mayor según cualidades y
potencias de inteligencia, poder y belleza. Este "cosmos" puramente espiritual está vinculado
al cosmos físico de tal modo que la creación de Dios abraza desde una cúspide de perfección
máxima hasta una base de perfección mínima, ocupando el hombre un lugar intermedio entre
lo puramente espiritual y lo puramente material. Esta escala de seres puramente espirituales,
al no ser verificables dentro del método de las ciencias de la modernidad, desapareció
prácticamente de la visión del hombre y de su sentimiento existencial: entre el hombre y Dios
no hay nada
Resumiendo:
- El universo no es divino sino "obra" dé Dios y por esta razón existe y es perfecto (es
un 'cosmos" inteligible).
- La recta comprensión de la naturaleza lleva al hombre naturalmente al conocimiento de Dios
y al dominio de la misma según los preceptos divinos.
- El universo físico es un todo finito, constituidos por el mundo sublunar o "tierra" y el mundo
supralunar o "cielos".
- El universo físico material no agota la obra de la creación, ya que por encima de él se eleva la
escala de seres puramente espirituales (los ángeles).
- Todos los seres de la creación están vinculados por finalidades, pero los entes materiales
están en razón de los espirituales y éstos en relación con Dios.
2. El hombre, imagen y semejanza de Dios.
Lo característico de la concepción medieval es ver al hombre desde Dios y desde la totalidad de
la Creación y no a la inversa, como es dado observar a partir de la modernidad. Si recordamos
lo antedicho, a saber, que la creación abarca todo el universo de entidades materiales y todo el
universo de entidades espirituales, podemos fácilmente advertir cual es el lugar del hombre
dentro del conjunto. En relación a lo material, constituye la máxima perfección y en relación a
lo espiritual, la mínima. Es pues la línea del horizonte entre ambos (S. Tomás de Aquino), Sin
embargo, desde otro punto de vista, es como el compendio o resumen de toda la creación. Por
otra parte, el hecho de la encarnación de Dios en la persona de Cristo levanta al hombre en su
totalidad a un puesto privilegiado dentro de todo el orden creado.
Es fácil ver la diferencia entre esta concepción cristiana y la anterior concepción griega y
helenístico-romana. Pero también debemos señalar la diferencia con la concepción de la
modernidad en la que el hombre es el punto culminante de universo, y su espíritu ya no es el
más modesto en cuanto a sus potencias (inteligencia, voluntad, sentimientos superiores, etc)
sino el único existente fuera de Dios, y de capacidades casi infinitas. Es decir que ya no hay otro
punto de referencia que lo pueda medir, sino carece de toda medida (es inconmensurable).
Así y todo, el espíritu medieval tiene una comprensión del hombre en la que se destaca su
inmensa dignidad. Esta dignidad del hombre, por la que jamás puede rebajárselo a la condición
de simple medio para otros fines y por la que lo hace responsable de su vida y de su destino
último, se conoce bajo el nombre de "persona". Todo hombre es persona y más allá de sus
diferencias de sexos, talentos y condición social, tiene la misma dignidad inviolable e
inalienable. Esta conquista en la comprensión del hombre pasará a la modernidad, pero al
perder otros parámetros de referencia, se irá absolutizando hasta dar nacimiento al indivi-
dualismo. Con esto se perderá progresivamente la otra dimensión que en el pensamiento me-
dieval estaba muy presente: la dimensión del hombre como ser social, como miembro de la
gran familia humana, con una historia y un destino únicos.

42
CATEDRA DE FILOSOFIA EDUCATIVA
Tocamos así uno de los aportes más duraderos de esta cosmovisión del mundo humano.
El hombre, si bien inserto en la Naturaleza, tiene en su evolución algo totalmente propio e
irrepetible que es la de ser protagonista de la historia. La raza humana tiene una historia que
arranca desde el momento de la creación del hombre y termina en la consumación final. Entre
estos dos polos hay una serie de acontecimientos decisivos cuyos hitos más importantes son: la
caída original, la constitución del pueblo elegido como portador de la esperanza de redención,
la redención por obra de Cristo, el desenvolvimiento de esta obra y la plenitud de la misma en
el acabamiento de la historia. Este "juicio final" es la verdad última de la historia humana y de
sus protagonistas. (La expresión poética de esta grandiosa visión la encontramos con todos los
elementos de la cultura medieval, entre otros, en la "Divina Comedia" del Dante, siglo XTV).
Así pues, el sentimiento de la existencia humana es un sentimiento de "tramito" por este
mundo, abierto a la esperanza ya la fe de una verdad y justicia últimas. El hombre es un
peregrino que va haciendo su camino al encuentro con Dios; es el "homo viator".(De aquí que
las peregrinaciones sean el símbolo de la vida misma). Este sentimiento y autocomprensión del
hombre alcanzó, en determinados períodos y lugares, singular relieve hasta tal punto que las
ocupaciones del hombre "en este mundo" quedaron relegadas o reducidas a lo mínimo
indispensable. Es por esto que la impresión que nos causa la Edad Media es su escaso in-
teres y capacidad para transformar la naturaleza al servicio del hombre, mediante el desarrollo
de las ciencias y de la técnica, y para transformar las instituciones políticas, sociales y
económicas para hacerlas más justas y eficientes. Tal es así que cuando Europa empieza a
renacer en su tarea humana, el nuevo espíritu que inspirará esta transformación, si bien de
raíces cristianas, chocará penosamente contra la mentalidad y la cosmovisión existente,
cristalizado de tal forma que dará origen a conflictos en todos los frentes. El resultado será la
crisis y el descrédito progresivo de la autoridad religiosa y de sus instituciones, que arrancando
de la Reforma protestante (siglo XV) alcanzará su punto más alto en la pérdida de los Estados
Pontificios (siglo XIX).

Sintetizando:
- El hombre es una síntesis de lo espiritual y material, ocupando en lo espiritual, lo
mínimo y en lo material, lo máximo.
- Como ser espiritual que es, no tiene en términos absolutos, otro poder al cual subor-
dinarse sino a Dios. Es persona y por ende, con deberes imprescriptibles y con derechos inalie-
nables, a los que ninguna organización política, económica o social pueden despojar.
- El hombre es un ser histórico, o sea, cada individuo y cada pueblo entran a formar parte
de una historia única A pesar de la aparente irracionalidad de los acontecimientos, todos ellos
se despliegan de acuerdo a una sabiduría y poder divinos que están más allá de la comprensión
humana.
- El hombre es "imagen y semejanza" de Dios, en el sentido positivo de que tiene en sí
algo de excelso e insuperable y en el sentido negativo, de que no es un dios. Por lo tanto, la
"bestialidad" y el "endiosamiento" constituyen la contradicción de lo que el hombre realmente
es.
- El hombre no es propiamente el dueño del mundo y de sus cosas, sino el que debe
administrarlo para sus necesidades como ser individual, familiar y social. Las cosas deben estar
al servicio del hombre y no a la inversa.
3. La comprensión de Dios en la cultura medieval.
Como herencia del judaismo, el cristianismo afirma la unidad trascendencia de Dios. A
diferencia de otros pueblos y culturas, Israel mantuvo siempre esta concepción: el Dios de
Israel no es un dios local o nacional, que entra en competencia con otras divinidades y que da la
garantía última y la identidad radical a la respectiva comunidad. Dios es el ser absoluto, la
absoluta sabiduría y poder, la absoluta bondad y misericordia, la absoluta justicia y verdad.
Frente a El nada existe por sí y en sí, y existe exclusivamente por su poder creador y susten-
tador.
Mientras que, para los griegos y los romanos, lo divino era como el trasfondo de la Naturaleza,
para los israelitas primero y para los cristianos luego, Dios es radicalmente el "Otro", distinto a
la naturaleza y m finitamente inaccesible a la simple razón humana, aun cuando ésta pueda
llegar a conocer su existencia. Dios es el misterio absoluto, al que el hombre puede abrirse por

43
CATEDRA DE FILOSOFIA EDUCATIVA
la fe en el mensaje de la Revelación cuya plenitud es JesuCristo. De aquí la importancia de la
Iglesia como órgano comunitario de este conocimiento y de esta vivencia.
Asimismo, lo divino ya no es como para los antiguos algo difuso y "sin rostro", sino un ser
personal y más exactamente, en la concepción cristiana, una "comunidad de personas" (la
Trinidad). Adelantamos desde ya que estos caracteres se van perdiendo a medida que nos
aproximamos a los tiempos modernos. Un lento proceso de racionalización, operado primero
en la Teología y luego en la filosofía, van privando a la conciencia medieval de esta aguda
percepción del "misterio" divino para ir convirtiendo el tema de Dios en un tema que puede ser
comprendido y manejado con simples categorías y conceptos humanos. De aquí la pérdida de
algo que en la cultura medieval tiene una importancia capital: el valor de la santidad como
valor supremo de la vida humana y el aprecio de la mística como el más alto grado del
conocimiento.
Es innegable la presencia de lo religioso en toda la cultura medieval. Nos hemos referido a la
"mística" y debemos precisar -dado que esta palabra ha perdido totalmente su significado
auténtico- que por mística se entiende la percepción del "misterio" escondido en las cosas y en
los acontecimientos, en tanto son signos de la presencia de Dios y son manifestación de la
misma. La cosmovisión medieval está enriquecida por esta dimensión gracias al surgimiento de
los "místicos", muchos de los cuales fueron también hombres de acción renovadora del espíritu
de su época y con ello, de costumbres y de mentalidades.
En la vida social, el "misterio de Dios" alcanza su concreción en la "Liturgia" que, además de
comprender el culto propiamente dicho, abarca la vida entera del hombre. En efecto, él tiempo
humano no es vivido uniformemente, sino ritmado y pautado de acuerdo a un calendario que
rememora la obra de Dios desde la creación del mundo hasta la consumación final. Los tiempos
fuertes serán Navidad y Pascua, presididas de una preparación ascética y prolongadas en
expresiones festivas. Es una especie de arquitectura del tiempo humano, en la que hay "un
tiempo de sufrir y otro de gozar, uno de trabajar y otro de descansar, uno de hablar y otro de
callar, etc.", que se van sucediendo armónica y equilibradamente. De este modo, los días, las
semanas, los años, los ciclos mayores (Jubileos) van ritmando la vida en su totalidad.
Nótese la diferencia con las antiguas y modernas civilizaciones. En aquellas se vé también
una organización del tiempo humano, pero siguiendo la Naturaleza en sus ciclos y repitiéndola,
por así decirlo, casi mágicamente. El misterio es aquí la fuerza de la naturaleza que todo lo
abarca y todo lo domina, esa divinidad sin rostro que se manifiesta en a la vida (los acon-
tecimientos centrales son nacimiento, crecimiento, reproducción y muerte). En las civili-
zaciones modernas, por el contrario, son los acontecimientos históricos de la nación los que en
cierto modo distribuyen el tiempo humano, además del ciclo natural de las estaciones. En este
caso la vida ha perdido su "ritmo existencial" y se ha tornado vacía de significado (¿en efecto,
que significan realmente hoy día las fiestas?). En el fondo, la comprensión de lo divino y su
aculación explican estas mutaciones del vivir humano.
Resumiendo lo antedicho, podemos remarcar:
— La efectiva presencia de la realidad de Dios en la conciencia medieval, traducida en una
escala de valores determinada.
— El agudo sentido del misterio, más allá de la comprensión humana en lo que hace a lo de-
cisivo y último de toda realidad.
— El aprecio de lo religioso como valor individual y social supremo, dado que afecta a las raíces
mismas de todas las cosas. En consecuencia, lo religioso como clave de comprensión de la
ciencia, el arte y las costumbres.

4. La Idea de Cristiandad.
El hombre medieval tenía una cosmovisión del mundo social y político muy diversa a la
nuestra. Casi podríamos decir que es donde más se diferencia. De aquí que los acontecimientos
históricos que tuvieron lugar en estos siglos se interpreten desde una óptica que no es la
adecuada. El punto de referencia para la recta comprensión de los fenómenos sociales y
políticos de Imperio Romano Cristiano primero y de las siguientes organizaciones políticas
(Sacro Imperio Romano-Germánico, Reinos Independientes, etc) después, es el ideal de la
"Cristiandad".
La llamada "Cristiandad" es en realidad un proyecto cultural totalizador, que comporta
todos los elementos, estructurales y dinámicos de toda cultura. No es pues upa sociedad

44
CATEDRA DE FILOSOFIA EDUCATIVA
puramente espiritual y atemporal e inespacial, sino la concreción de un conjunto de valores
determinados dentro de un contexto también determinado. Se esclarece esto contraponiendo
la "Cristiandad" con la "Media Luna", concreción ésta última de la cultura mahometana. Las
"cruzabas" son así el enfrentamiento militar de dos sociedades estructuradas e impregnadas de
la fé cristiana y de la fe mahometana respectivamente. No son pues los distintos "credos" los
que se combaten en este caso, sino dos "sociedades" históricamente conformadas, que. asumen
dichos credos de acuerdo (y no puede ser de otro modo) a las exigencias derivadas de su
comprensión históricamente situada.
, Ahora bien, ¿qué cosmovisión estaba presente en este proyecto de la Cristiandad? ¿cómo
comprendía y vivía el hombre medieval su medio social, político, económico, etc?.
Debe recordarse que el cristianismo es una "forma de vida" que debe realizarse en este
mundo y que abarca al hombre como ser personal y como ser social, o sea, en su integridad.
Evidentemente, esta realización en el mundo tiene su plenitud más allá de la muerte de los
individuos y de las naciones, pero no como "otra" vida que nada tiene que ver con ésta, sino
como plenitud, acabamiento y transformación de esta vida en caso de fidelidad y respuesta
al designio Divino. En caso contrario, de definitiva frustración. Este carácter existencia de lo
"definitivo" es importante destacarlo para caer en cuenta de la seriedad de la cuestión.
Ahora bien, en "este mundo" la vida humana se despliega en un conjunto de relaciones sociales
muy vasta y compleja. La idea de la común pertenencia a la misma fé y destino lleva consigo un
conjunto de deberes y derechos recíprocos que pueden resumirse en la mutua asistencia y
respeto. El valor fundamental de una comunidad humana es pues el amor, que debe estar
presente en todas las relaciones, aun cuando adquiera, vuelta a vuelta, distintas modalidades. A
diferencia del mundo antiguo, este amor no se limita a los "propios" en contraposición a los
"extraños" (los griegos y romanos decían que es imposible una amistad verdadera con los que
no lo son) ya que el amor y la providencia divina se extiende a todos, y en un grado especial, a
los seguidores de Cristo. De aquí que en esta cosmovísión las diferencias humanas (sexo,
condición social, poder, etc) pasen a segundo plano. Ello no quiere decir que el hombre
medieval crea ingenuamente que todos son buenos o que la actitud de amar a los demás es
fácil. Partiendo que el amor no es un mero sentimiento ni que su objeto es el hombre en
general y abstracto, sino que el amor es la voluntad y disposición de hacer bien al "prójimo" de
carne y hueso, esta comprensión de las relaciones humanas es tremendamente exigente, hasta
tal punto que lleva a amar no solo al que es "distinto" sino aún a los enemigos.
Ciertamente que los hechos no pocas veces muestran un desajuste entre esta concepción
y la realidad: ese querer hacer bien a los demás se tradujo en actitudes autoritarias, en la "In-
quisición", en las "Cruzadas", etc. pero es de notar también que tanto la convalidación como la
crítica a tales realidades se hacían desde un presupuesto común, que es el que hemos señalado.
Una cosmovisión lleva consigo evidentemente algo más que un marco general dé refe-
rencia como el que hemos descrito. En el medievo clásico, la concepción de la sociedad está
fuertemente influida en su aspecto estructural por la concepción global del universo físico y
humano. Se ven "correspondencias" entre el orden físico y el humano por una parte y el mundo
angélico y humano, por la otra. Esta correspondencia está basada en una concepción jerárquica
de la realidad según la cual cada nivel repite en cierta manera un esquema similar. El mundo
natural, el mundo humano y el mundo angélico están constituidos por seres que van de lo
máximo a lo mínimo, pero con esta salvedad: el mundo físico tiene una jerarquía dictada según
la perfección de su ser y por lo mismo, la existencia del inferior es en vistas al superior; el
mundo humano, en cambio, si bien está constituido por seres esencialmente iguales, tiene una
jerarquía en sus funciones sociales; en el mundo angélico, por último, dicha jerarquía está
dictada por su mayor perfección en él ser pero que no implica, como en el mundo físico
material, que la razón de ser de uno sea la del otro. Esta correspondencia, notable en la
cosmovisión medieval, da pie a infinitas analogías y simbolismos.
Como podrá observarse, toda la creación se presenta como "ensamblada" y de allí que el orden
social y político sea concebido como dotado de una estructura estable. Re cogiendo aquello de
S. Agustín que "la paz es la tranquilidad en el orden", esta cosmovisión impulsa "constituir una
sociedad de acuerdo a lo antedicho como valor plenamente aceptado teórica y prácticamente
por todos.
Donde tal vez mejor (y más conflictivamente) se ve esta concepción es en la realidad político -
social a nivel general. Como se sabe, tanto la Iglesia como el Estado son los componentes

45
CATEDRA DE FILOSOFIA EDUCATIVA
esenciales de la misma. Comúnmente se interpreta esta realidad haciendo jugar al-
ternativamente ambos términos: dominio de la Iglesia sobre el Estado o a la inversa. En rea-
lidad se trata de una interpretación de la historia desde nuestra mentalidad actual, que tiene
poco que ver con aquella cosmovisión.
En efecto, es obvio que la vida humana social debe organizarse de acuerdo a normas, ins-
tituciones, etc. y debe ser regidas por alguien investido de autoridad. Ahora bien, la sociedad
medieval, constituida por hombres creyentes y conscientes de su pertenencia a una misma
comunidad; ofrece la peculiaridad yuxtapuestas, la Iglesia y el Estado. La sociedad es una sola,
es la sociedad cristiana (república christiana). Lo que sí concibe es dos "ámbitos de acción",
asignados respectivamente al poder civil y al poder eclesiástico. Tanto el que detenta uno como
otro poder son cristianos y su conducta debe ser acorde a su condición de tales. En el lenguaje
medieval, se trata de dos ministerios distintos (la palabra "ministro" en latín significa
“servidor” en lo que atañe al bien común: uno es el servicio que presta a la comunidad la
autoridad eclesiástica y otro el que presta la autoridad civil

En el Occidente dente sobre todo (ya que el Imperio Bizantino tendió a unificarlos en beneficio
del Emperador) se entendió que un ministerio o servicio a la comunidad cristiana era el de
atender a los asuntos temporales, sobre todo materiales, con un marco de competencia
determinado y titulares del poder, definidos (Emperadores, Reyes, Príncipes, etc.), y otro era
el de atender a los asuntos atinentes a la fe y costumbres, también con una competencia
exclusiva y titulares de autoridad (Papas, Obispos, etc.). No obstante, estos ministerios no se
encontraban en pie de Igualdad, ya que el Papa, en su carácter de jefe de las comunidades
cristianas, debía velar por lo más fundamental y substancial de los valores en juego. Lo
religioso, insistimos, no era entendido como cuestión puramente personal o de grupo, sino
como raíz y fermento de la vida en su totalidad.
Así tenemos al Emperador, Rey, etc, como puestos por Dios para velar por la comunidad
cristiana, no de otro modo (en cierto sentido) que el Papa, Obispos, etc.: cada uno con -
ministerios distintos pero concurrentes al mismo fin. El diagrama, como se ve, es sencillo,
pero no así la vida concreta con toda la variada gama de situaciones, lugares, tiempos, perso-
nas, circunstancias. Podríamos formular el problema de este modo: ¿a quién competía en pri-
mer término la formación de la cristiandad? (nótese que la Cristiandad era un hecho y un ideal
concreto). Los problemas que se suscitan están pues inscriptos en este horizonte. Cuando el
Emperador y el Rey reclama para sí esta misión, no lo hace porque está contra el cristianismo,
sino precisamente por serio, por creer que ésta es su tarea y misión. Lo mismo dígase del
Papa: no desconoce los derechos y deberes del Rey o del Emperador, sino que ellos (como él
mismo) deben plasmar una sociedad cuyo lineamientos y normas no pueden emanar sino del
sucesor de San Pedro, cabeza de la primera Iglesia Hemos visto en Cario Magno, p. e. la
primera variable y en el Papa Inocencio Tercero, la segunda.
Las luchas son pues de "competencia" en una comprensión distinta a la misión que a cada
uno corresponde, fundadas ambas en una misma cosmovisión. Hablar de "cesaro-papismo" o
de "teocracia" nos parece inexacto. Es otra cosa, totalmente original que se dio solo en la época
que comentamos: desaparecida esta cosmovisión universalmente aceptada desaparece
también el problema Tal es lo que empieza a acontecer en el s. XIV en el que el papado y el Rey
o el Emperador son "poderes" distintos, con esferas de acción y autoridad distintas, con
sistemas jurídicos propios, aunque de algún modo relacionados entre sí. Aún desaparecida la
idea de Cristiandad, se seguirán "consagrando" a los reyes y emperadores con todo el
esplendor de la liturgia, pero el espíritu que animaba esta ceremonia está casi ausente.
En realidad, la idea de Cristiandad (inspirada en la famosa obra de San Agustín "La Ciudad
de Dios") no era viable. O lo era, en una sociedad bastante simple en sus estructuras
fundamentales y bastante homogénea en su composición. A medida que las estructuras econó-
micos-sociales, jurídicas, políticas, culturales, etc. son más complejas y adquieren mayor auto-
nomía, a medida que los estamentos sociales, cobran conciencia de sí y de sus ámbitos de
acción, a medida que las "formás" de vida cristiana se pluralizan, más aún, Cuando el ámbito
geográfico e histórico de Europa, se ensanchan y se pone en contacto con otras civilizaciones y
pueblos estalla esa unidad político-religiosa y se disuelve paulatinamente en nacionalidades
diversas primero, en confesiones religiosas distintas después, para dar paso a una nueva cos-

46
CATEDRA DE FILOSOFIA EDUCATIVA
movisión que si bien no estará privada de los valores e ideales cristianos, se constituirá sobre
nuevas bases y presupuestos.
Por lo expuesto, es fácil advertir la diferencia conceptual que existe entre esta cosmovisión
medieval y la griega, respecto a lo político. Para los griegos, lo político (como su nombre mismo
lo indica) se circunscribe a los asuntos a la Polis o Ciudad-Estado; para el Medievo, lo político
se ensancha hasta cubrir la totalidad de la sociedad cristiana. La "cristiandad", como se ha
indicado, se la concibe como una unidad constituida por partes y organizaciones diversas pero
tendientes a un mismo bien común. Es por esto que ¡a separación definitiva del Imperio
Bizantino y la constitución en él de otra cabeza de la Iglesia distinta a la de Roma constituyó no
sólo un problema religioso sino también político. En este sentido, j la visión medieval de la
política se acerca a la romana, más que a la griega: Roma concebía la unidad política de todos
los territorios bajo su dominio, regulados por la ley y el derecho los medievales ponen como
base misma de la convivencia algo más allá del derecho, a saber, la fé y destinos comunes.
Podrá observarse de este modo la dinámica cultural con sus rupturas y con sus continuidades.

Análogamente podemos decir, con respecto a la modernidad, que no obstante la división


política en nacionalidades y la división religiosa en "iglesias" enfrentadas entre sí, la conciencia
social conservará como subyacente a todo esto la pertenencia a una misma cultura: la cultura
europea. El concepto de Europa como unidad suple así, continuando y transformándolo, el
concepto de "cristiandad". Ciertamente que a medida que Europa fue perdiendo los valores que
sustentaban esta unidad, fue perdiendo la conciencia de su propia identidad, hasta tal punto
que las guerras de 1870, 1914 y 1939 entre los Estados europeos, despedazaron' a Europa
como totalidad cultural, enfrentándose unos a otros como enemigos irreconciliables y
desconocedores de las raíces comunes.
Resumiendo, la exposición:
- En la cosmovisión cristiana lo político y social tienden a cristalizarse en el ideal de
cristiandad.
- La sociedad cristiana se auto reconoce como una sola, en base a la fe y misión comunes.
- Los poderes civiles y eclesiásticos son concebidos como ministerios distintos que legi-
timan sus áreas de competencia en tanto concurren al bien común total de la
comunidad cristiana.
- De todas maneras, el criterio último para juzgar la bondad del quehacer político,
estrictamente dicho, es el concretar las exigencias que emanan del Evangelio en orden
al amor y a la justicia.

LECTURA
LA TEMPRANA EDAD MEDIA
Del libro "La Edad Media" de José Luis Romero
La Edad Media". . . surgía, del esfuerzo decidido de moldear una forma da vida en la que se
aunaran viejas y nuevas aspiraciones, una Imagen del mundo y del trasmundo en la que te
componía una visión del universo, una conciencia del orden universal unos ideales de
convivencia terrena, una idea, en fin, del hombre y de sus posibilidades de realización en el
curriculum vites.

Todo ello alcanzó a componer una fisonomía propia, por la que reconocemos la cultura de
la temprana Edad Media. .". Se descubrirá una tendencia, una dirección, y acaso el andamiaje de
un sistema de ideales frustrado luego. Pero todo ello proporciona una idea acabada de su
naturaleza: indecisa, creadora, oscura, como se ha dicho tantas veces, pero sólo con esa
oscuridad que es propia de los abismos donde se agitan las fuerzas elementales, de las que
habrán de nacer un día les formas acabadas y resplandecientes.

EL VALOR NACIONAL DEL CID


Del libro "Entorno al poema del Cid" de Ramón Menendez Pidal

47
CATEDRA DE FILOSOFIA EDUCATIVA
"No hay en ei Poema del Cid una Idea patriótica tan precisamente concebida como en la
Chanson de Roland, El autor de ésta supo asociar el deber da vasallaje a Carlomagno y el amor
a la nación entera, elevándose, en una época de división feudal, a un sentimiento claro de la
unidad de esa Francia cuyo cielo se entristece por la muerte del héroe y cuyos soldados se
conmueven de cariño Intento hacia la patria por la cual combaten (. . .) Pero de todos modos el
Poema del Cid no es nacional por el patriotismo que en él se manifieste, sino más bien como
retrato del pueblo donde se escribió. En el Cid se reflejen las mis nobles cualidades del pueblo
que le hizo su héroe: al amor a la familia, que anima la ejecución de las más altas y absorbentes
empresas; la fidelidad Inquebrantable; la generosidad magnánima y altanera aun para con el
Rey la Intensidad del sentimiento y la leal sobriedad de la expresión. Es hondamente nacional
el espíritu democrático encamado en ese "buen vasallo que no tiene buen señor", en ese simple
hidalgo que, despreciado por la alta nobleza y abandonado de su rey, lleve a cabo los más
grandes hechos, someta todo el poder de Marruecos y ve a tus hijas llegar a ser reinas. Además,
el posma del Cid, apartándose de la hostilidad regional que respiran otros poemas castellanos,
extiende tu respeto y su amor a quant grant es España: mira a esta unidad en tu mayor parta
por el imperio de Alfonso sobre portogaleses, galicianos, leonesas y castellanos; li considera
también toda bajo el nombre de la limpia cristiandad, empleada en a la común guerra contra
los moros y honrada en tus diversas familias reales por la sangre del Cid: oy lo» reyes da
España sus parlantes son.
"Esta género de nacionalismo, manos enérgico, pero mes amplio que el patriotismo
militar del Rol and, puede ser sentido más general y permanentemente, y podrán repetirse
siempre las palabra» de Federico Schlegel: "España, con el histórico poema de su Cid, tiene una
ventaja peculiar sobre otras muchas naciones; es éste al género de poesía que influye mes
Inmediata y eficazmente en el sentimiento nacional y el carácter de un pueblo. Un solo
recuerdo como el del Cid es de mi valor para una nación que toda une biblioteca llana de obra*
literarias hijas únicamente del ingenio y sin un contenido nacional".

JUGLARES, TROVADORES, CLÉRIGOS


Del libro "Historia da la Literatura Española" de Ángel del Pio
"El juglar et el poeta de todos, al poeta de la plaza pública que con frecuencia sube también a
recitar en palacios y catillos o ejercita su arte histriónico en la iglesia. Sin gran preocupación
artística ni espíritu de escuela, viaja, poeta ambulante, casi actor, recitando versos que aprende
de memoria, canciones y fragmentos liricos o largas relaciones de hechos y sucesos que
Interesen al pueblo. Es el poeta colectivo por excelencia.
"Menéndez Pidal, que ha reconstruido de manera admirable y minuciosa le historia de la
juglaría da España, nos advierte cómo la producción del juglar no es enteramente
independiente y "debe estudiarte articulada a la de los trovadores, clérigos y demás gentes de
letras con las cuales convivió. El juglar ejerce tres clases de arte: una es la del arte personal
suyo propio . . ., otra et en cuanto cantor que ejecuta una obra sinónima vulgarizada, la cual él
se apropia refundiéndola a su gustó; otra, en fin, es cuando ejecuta obra de un trovador,
sintiéndote obligado a quedar fiel al texto recibido para cantar" (Poesía juglaresca, Madrid,
1957. P-333).
"El juglar cree el "mester da juglaría" cuya manifestación central en nuestra literatura sera la
épica o poesía de los cantares de gesta.

"El trovador es el poeta de las cortes feudales, de las clases altas; canta los sentimientos
amorosos, las aspiraciones y rivalidades de caballeros y damas en versos que, desde el primer
momento, tienden a cristalizarse en formas artísticas fijas. Poesía de origen señorial grandes
señores fueron algunos de los primaros trovadores, como Guillermo IX, duque da Aquitania- se
caracteriza desde los comienzos por la pulida artificialidad de los sentimientos, y llega a
convertirse pronto en una poesía culta y hasta en una poesía oscura al arte del trobar dus. Del
trovador sale la poesía lírica, con tu sede primitiva en las cortes de Provenza, que pronto te
extiende a otros países, y en España se localiza principalmente en Galicia y Cataluña. "El
Clérigo, que en la Edad Media equivale a lo que hoy Mimaríamos el Intelectual, et el poeta del
monasterio, de la Iglesia, depositarla de la cultura tradicional. Escribe también con un arte

48
CATEDRA DE FILOSOFIA EDUCATIVA
"estudiado", en sílaba contadas", sobre asuntos religiosos o sobra tema erudito da la
antigüedad. Su inspiración y sus fuentes se hallan en los libros. En la época que vamos a
estudiar, su arte adquiere caracteres de escuela, pero tu actividad poética es bastante más
antigua, y mucho me dievallitas han visto en ella el origen romance o vernácula, al origen y
trasmisión de temes y formas, al filón poético da donde deriva el arte más modesto o más
especial izado de Juglares y trovadores. Del clérigo nace la poesía que en la literatura castellana
llamamos del "mester de clerecía", cuyo auge se alcanza en el siglo XIII, con la obra de Berceo y
el Libro da Alexandre".

BIBLIOGRAFIA:

Rop», D., "Historia da la igluia" T. i y II.


Crouzer, M„ "Historia general de las dvllteadorm" T. III.
Colomar, J„ "Concepto da Historie". Herder.
Gullemain, B., "Grands*a y ruina de la cristiandad", Herder.
Plrenns, H., "Historia economica y sodai dala Edad Madia", FCE. México.
Dawíen, Ch, "La religión y d origen de la culture oéddentd'', Buenos Aires.
Cohen, G., "La gran derldad de la Edad Media", Huemul, Bt. A*.
Jantzen, H., "La arquitectura gótica. Nueva visión. Bs. As.
Bel loe, H., "A*í te hlxo Europa". Datele.Buenos Aire».
Guardini, R., "La esonda dd orittlsnlamo". Härder.
Guardini, R., "El espíritu de ia liturgia". Difusión, Bs. As.
Truyol y Serra, "Historia dt le filosofía del derecho y del Estado" T. I, L. III.
Dampf, A., "La conoapd&n del mundo de la Edad Media". Grados. Madrid.
Romero, J., "La Edad Media" FCE, Mexico 1966.
Vario* autores, "Historia de la Literatura Mundial: la Edad Media", Centro Editor de América Latina, Bs. As. 1977.

49
CATEDRA DE FILOSOFIA EDUCATIVA

IV

HACIA LA EDAD MODERNA:


SIGLOS XV Y XVI

50
CATEDRA DE FILOSOFIA EDUCATIVA

Profesor - MAXIMO R, CHAPARRO

INTRODUCCION.

En la historia de la Cultura los siglos XV y XVI constituyen un tránsito entre la Edad Media y la
Edad Moderna. Ello significa que en este tiempo se disgrega la "visión del mundo" de la
cristiandad medieval, y lentamente se forja otra nueva que adquirirá perfiles definidos en la
época moderna. Como toda época de transición los cambios son estructurales; y una conciencia
de crisis y de tiempo nuevo brilla en los diversos ámbitos de la Cultura. Nada ni nadie escapa a
este espíritu de renovación del hombre y de sus obras.
No obstante, lo dicho, estos siglos no deben comprenderse sólo como una "etapa de tran-
sición". Sería excesivamente simplista. Es un tiempo denso, con valores propios y originales. No
sólo en el arte y en las letras, sino también en la política y economía, en la moral y religión, hay
creaciones que despuntan un mundo histórico nuevo.
Particular testimonio de lo que venimos diciendo lo constituye el siglo XVI español
Políticamente Europa gira en la órbita de España; sus monarcas, Carlos V y Felipe II, cubren el
siglo y llevan al imperio español a un desarrollo tal que lo convierten en el eje de la política
europea. Y seguido a ello (siglo XVII) se da lo que se ha denominado "el siglo de oro", es decir,
una magnífica floración en las artes, las letras y el pensamiento.
Además de este fenómeno español, en el resto de Europa con excepción de Rusia, se
suceden simultáneamente tres fenómenos socio culturales de profundas consecuencias: el
Renacimiento, la Revolución Mercantil y las Reforma» Religiosas. La evolución socio cultural de

51
CATEDRA DE FILOSOFIA EDUCATIVA
los siglos XV y XVI pasa a través de estos ejes, los que se imbrican mutuamente, y en algunos
aspectos se oponen.

I - EL RENACIMIENTO

1.1 Caracteres Genérele.


La palabra "Renacimiento" se la utiliza a veces para designar el tránsito de la Edad Media
a la época Moderna, es decir a los siglos XV y XVI. Y al mismo tiempo se la utiliza para designar
el "renacer" de las artes y las letras a imitación de los grandes clásicos latinos y griegos. Lb cual
genera confusión, pues el Renacimiento solo es una parte de estos doscientos años complejos.
Junto al "renacimiento de las letras y artes" se dan otras corrientes espirituales incluso
contrapuestas. Por ello preferimos utilizar el término "Renacimiento" en su segunda acepción.
Desde esta óptica el Renacimiento as un amplio y profundo movimiento cultural que se
difunde rápidamente por "Europa, habiéndose originado en Italia y teniendo allí su expresión
más floreciente. Los italianos, por un lado, eran los que poseían una tradición clásica más fuerte
en relación a los demás pueblos europeos; conservaban el orgullo de descender de los antiguos
romanos (a pesar de las infiltraciones de sangre y cultura que habían sufrido a lo largo de su
historia: bizantina, lombarda, sarracena, normanda) y en muchas de sus instituciones y,
costumbres perduraba la vieja tradición. Por otro lado, las ciudades italianas se habían
convertido en el eje del comercio entre Europa y Oriente cuyo camino inevitable era í.
Mediterráneo. Se produce en estos siglos una gran prosperidad económica y material que
incide naturalmente en la búsqueda de una renovación o renacimiento del hombre y de sus
estructuras políticas y sociales.
El influjo de Petrarca sobre esta cuestión es grande. Estaba en el ambiente la idea de un
renacimiento civil y político, digno de Italia, el que debía ser preparado por un renacimiento
espiritual. Petrarca y otros muchos escritores impulsan y defienden la idea de la grandeza ce la
nación italiana, dividida circunstancialmente en múltiples estados rivales y contamina-a
menudo por la barbarie. De allí la necesidad de reinstaurar las "fuentes del pasado". Dentro de
este mismo espíritu se ubica el pensamiento de Maquiavelo, de tanta importancia en los siglos
venideros.
Pero lo mejor del Renacimiento italiano está, sin lugar a dudas, en las letras y en las artes.
Estas son, como en toda época histórica, una representación, específicamente visual, de la
cosmovisión del mundo propia de la época. El arte renacentista es una exaltación del hombre:
se ve por ejemplo cómo "la figura humana" constituye lo central o la base sustancial de la
representación estética de este tiempo. Siempre el hombre en su armonía y precisión de
formas (siglo XV) o en formas cada vez más diluidas, inestables (manierismo del siglo XVI).

52
CATEDRA DE FILOSOFIA EDUCATIVA
incluso en la representación de motivos religiosos brilla el hombre, con el eclipse, quizás, del
valor de lo sagrado; así las Madonnas y Cristos son "mujeres y hombres" que viven, ya sea la
paz de una armonía interna, ya sea el pavoroso dolor de la injusticia, o la dulzura del amor y el
perdón, etc..
El renacimiento italiano expresa lo que a fin del siglo XV escribía Marsilio Ficino acerca
del hombre:
"El Cielo no te parece demasiado alto,
ni el centro de la tierra demasiado profundo.
El tiempo y el «pació no le impiden correr
por todas partes a ceda instante. .. Por todas
partes se esfuerza por mandar, en ser alabado,
en ser eterno como Dios".
Dado el carácter de nuestra obra, nos es imposible seguir los apasionantes senderos que
ha recorrido el espíritu italiano para configurar plásticamente lo que ha percibido como
valioso. Sin embargo, no podemos evitar recordar algunos nombres.
Las letras expresan el renacimiento a través de célebres figuras: Petrarca, Bocaccio, Tasso,
Ariosto, Maquiavelo, entre otros.
La arquitectura se manifiesta en Brunelleschi como el creador del modelo renacentista
con la renovación de los estilos griegos. Bramante proyectó la Basílica de San Pedro, en ella
trabajaron Rafael, Miguel Ángel y Bernini.
En la escultura sobresale Miguel Ángel (Quién no conoce "La Pietá" o "El Moisés"?),
también Donatello con su estatua de David.
La pintura tiene sus magníficos exponentes en Miguel Ángel (los frescos de la Capilla
Sixtina, especialmente el "Juicio Final"), Leonardo da Vinci ("La Ultima Cena", La "Gioconda",
etc.), Rafael (múltiples Madonnas, "La Virgen con el niño en brazos", "La Transfiguración", etc.)
Giotto (frescos de San Francisco de Asís), Fra Angélico (frescos de los claustros de San Marcos.
Florencia), Tiziano, etc..
Como puede apreciarse, una constelación de artistas que manifiestan la originalidad y
profundidad de una época. Pero no debe pensarse que el renacimiento fuese fecundo sólo en
los aspectos señalados; también lo es en el pensamiento filosófico y científico (Giordano Bruno,
el Cardenal de Cusa, Telesio, Leonardo da Vinci, Galileo, etc.).
Alemania fue una de las primeras naciones que recibieron el influjo del Renacimiento
italiano, a través de la numerosa juventud que estudiaba en las universidades italianas, Sin
embargo este ”humanismo" renacentista duró poco tiempo y fue más bien epidérmico; en el
espíritu germánico se prolongaba el alma de la Edad Media como se ve en la vigencia del
"gótico" hasta entrado el siglo XVI. Por otra parte, la Reforma Protestante, era necesariamente

53
CATEDRA DE FILOSOFIA EDUCATIVA
extraña a esta exaltación del hombre, piles provenía de otro mundo (recordemos en dicho en
capítulos anteriores sobre el espíritu griego y el alma hebrea Calvino expresa lo dicho de este
modo:
"Cuando la Escritura, nos vuelve a mostrar lo que
somos, es para anegarnos del todo. Es verdad que
los hombres se embriagarán tanto más, haciéndose
creer que hay alguna gran dignidad en ellos.
Paro ya se pueden alabar, que Dios no taconees en
ellos más que inmundicia y handiodez".
Durero está situado entre la claridad de formas y glorificación del hombre del Renaci-
miento italiano, y su espíritu germano, influenciado por el espíritu de la Reforma Protestante.
Indudablemente es uno de los máximos exponentes del Renacimiento germano. Entre sus
cuadros más conocidos están: "La adoración de los Reyes Magos" y "Cristo Crucificado"
Los Países Bajos, junto con Italia, constituyeron uno de los centros más importantes del
Renacimiento. Debe recordarse el florecimiento de las ciudades holandesas y flamencas
fuertemente vinculadas al comercio de la Europa Meridional. La figura más sobresaliente es
Erasmo, quien pareciera sintetizar el estado espiritual de su tiempo: critica el ceremonialismo
y la superstición de la Iglesia Católica, el dogmatismo de los teólogos, la pedantería de los ig-
norantes y toda forma de fanatismo que destruye al hombre. Es un ejemplo de un pensador que
busca un "humanismo cristiano". Rembrandt y Rubens son los pintores más famosos de esta
región.

El renacimiento en Francia se destaca por la Literatura y la filosofía y no tanto por otras


expresiones estéticas. Rabelais pone al descubierto en su obra Gevgamúa y Panttgruéi su modo
individualista de mirar la vidala que es expresión de su tiempo. En su literaria descripción de la
abadía de Theleme contrapone el ideal ascético del cristianismo medieval y su concepto de
libertad y de lo que es natural y humano. En esta Abadía no hay campanas que exijan horarios,
ni votos de celibato, ni reglas externas y superiores que ordenan desde fuera. El lema de esta
nueva orden consistía en una sola cláusula: "Haz lo que quieras" (Obras, libro I, pág. 165).
Como puede apreciarse, ya estamos en presencia de una visión del mundo no sólo distinta a la
medieval, sino también a la clásica a la que de algún modo se quería imitar. Otro representante
del renacimiento francés es Montaigne (1533-1592); en su obra "Ensayos" expone los
linchamientos de un moderado escepticismo, manera de pensar peculiar de los tiempos de
transición: no existe ninguna verdad de la que el hombre posee certeza, ni en metafísica, ni en
moral, ni en política, ni siquiera en las ciencias particulares. De allí la necesidad de "tolerancia

54
CATEDRA DE FILOSOFIA EDUCATIVA
mutua", incluso en lo religioso, porque cada pueblo tiene su religión y su visión de Dios y no
hay porque negarlos.
En Inglaterra el Renacimiento adquirió mayor brillo en filosofía y literatura, no así en los
demás campos del arte. Inglaterra no había aún gestado su enorme Imperio Colonial, sin
embargo, había consolidado una "conciencia nacional" vigorosa con un proyecto político y
económico de expansión (concesión de privilegios a los barcos ingleses, eliminación de los
comerciantes extranjeros, etc.). Tomás Moro, y W, Shakespeare son las figuras más
sobresalientes del humanismo inglés de este tiempo. Feo. Bacón es uno de los iniciadores del
pensamiento moderno.
El Renacimiento español tiene sus perfiles propios. En el resto de Europa el "humanismo
renacentista" pretendía ser una ruptura con los ideales del hombre medieval. El monje, el
caballero, el místico debían ceder su lugar al "hombre centrado en este mundo", creador de
ciencia y de cultura hechas desde sí mismo, desde su inagotable riqueza. De allí la permanente
crítica a la síntesis medieval, a su filosofía y teología, y a sus seculares instituciones. No
significa esto que se hubiese eclipsado la fe cristiana; seguían perteneciendo a la Iglesia, pero
querían un mundo nuevo. En cambio, la historia de España es distinta y no resulta
comprensible si se prescinde de un hecho de enorme trascendencia histórica. En el año 711 los
musulmanes habían invadido España y constituido reino en el sur de la península ibérica. La
reconquista duró 7 siglos (en 1492 con los Reyes Católicos se tomó el Reino de Granada). La
historia del pueblo español está marcada por este hecho que lo sellan en su fe cristiana frente
al musulmán conquistador, y en sus ansias de libertad. El renacimiento en España se retarda
con respecto a los otros países, pero, por otra parte, mantiene una continuidad viva con la
mejor tradición cristiana medieval. El siglo de oro español (siglo XVII) pone en evidencia una fe
viva que se objetiva en sus grandes creaciones culturales (en el teatro, en la lírica, en la novela,
etc.).
Quizá un símbolo de esta peculiar situación de España frente a la Europa moderna es el
Qui-de Cervantes. El hidalgo Don Quijote de la Mancha encama los altos valores del caballero, el
sentido heroico y virtuoso de la vida. Sin embargo, ya existen los ejércitos modernos, el
individualismo creciente, la prepotencia de los Estados Absolutos. Visto desde la Europa
Moderna, Don Quijote aparece como "el de la triste figura. ..".

1.2 Edad Media y Renacimiento.

A menudo se ha concebido el Renacimiento y la Edad Media como si fuesen dos mundos


separados, incomunicables, con características esencialmente distintas.
Esta simplificación histórica parece tener una doble raíz:

55
CATEDRA DE FILOSOFIA EDUCATIVA

a) Por un lado, la conciencia que poseían los contemporáneos de los siglos XV y XVI de estar
viviendo un tiempo especial» una especie de primavera en la que el pensamiento y la poesía
comenzaban a florecer después de 10 3Íglos de invierno. Esto dio pie a la conciencia histórica
posterior que veía a la Edad Media como un paréntesis histórico entre el mundo greco-romano y
el moderno.

b) La historiografía, especialmente del siglo XVIII, por diversos motivos (especialmente


ideológicos) execró lo que fuese medieval. Gracias a la labor de los grandes historiadores del siglo
pasado y del nuestro esta falsa visión de las cosas se ha superado (lamentablemente en ciertos
círculos argentinos, e hispanoamericanos aún no ha llegado el influjo de esta nueva visión
orgánica de la cultura). -
Dentro de la ciencia histórica contemporánea ya no cabe duda de la ligazón que existe entre
Renacimiento y Edad Medieval cual surge y se nutra y que, no obstante, quiere cambiar. Sin Edad
Media no sólo no hubiese resultado posible la cultura renacentista sino tampoco la Época
Moderna.
Esta cuestión nos plantea el problema de definir lo más exactamente posible lo que ha sido el
Renacimiento, Y el concepto que más se aproxima al de Renacimiento, o mejor: aquel que es su
núcleo o diferencia específica, es el de HUMANISMO. La significación genérica de este término
pareciera ser la siguiente: la exaltación del hombre y de sus potencialidades hondamente
creadoras. El humanismo exige superar todo tipo de alienación, ya sea psicológica, económica o
religiosa, entre otras. En el tiempo que nos ocupa, humanismo significa: reelaboración del ideal de
Humanidad de la Antigüedad clásica-, de allí surgía la necesidad de un estudio riguroso de sus
expresiones culturales a los efectos de obtener modelos que pudiesen ser "recreados". Para ello
debía superarse el pensamiento escolástico anquilosado, la actitud mental del "magister dixit", el
autoritarismo eclesiástico, etc. Esta exigencia de libertad del humanismo renacentista a menudo
era vivida como negación de los ideales y estructura de la Cristiandad medieval que estaba en
rápido proceso de descomposición.
De este hecho proviene la interpretación, -ya superada, de que el humanismo de estos siglos es
solo un movimiento paganizante. Así como sobre los textos griegos y latinos se hace una
"relectura", lo mismo acontece con los textos cristianos. Se percibe la necesidad de volver a las
fuentes, de restaurar la espiritualidad evangélica en el seno de una Iglesia mundanamente
constituida, de re-descubrir el Evangelio frente a una religiosidad formalista y rutinaria. En
esta línea trabajan Tomás Moro, John Colet, Lefebre d'Etaples y naturalmente el gran Erasmo,
entre otros.
No obstante, lo dicho, debe recordarse que este es un tiempo de transición, en el que actúan
fuerzas contrapuestas y sin equilibrio. La fuerte religiosidad cristiana medieval de algún modo
entra en conflicto con este apasionado acento antropocéntrico de los siglos XV y XVI y que se

56
CATEDRA DE FILOSOFIA EDUCATIVA
prolongará luego en la época moderna Como bien dice Guardini: La Edad Media rindió pleitesía
a la Verdad Ultima (Dios), pero con descuido de la penúltima (el Mundo); el giro hacia el
mundo y hacia el hombre puede llevar, como de hecho aconteció históricamente, a, un olvido
progresivo de Dios y de lo Sagrado.

1.3 Los siglos XV y XVI y la época moderna.


La evolución espiritual que se produce en estos siglos en Europa prepara para la Edad
Moderna. Muchos aspectos de la modernidad los encontraremos en este tiempo cómo en su
raíz. Entre otros, los siguientes:
a) Voluntad de dominio sobre las cosas y el Mundo en general.
b) Creciente conciencia de que el hombre es "subjetividad y libertad creadoras" (antro-
pocentrismo).
c) Renovación en las ciencias de la naturaleza especialmente, y en los métodos de inves-
tigación.
d) En el aspecto socio político: la revolución mercantil, el ascenso de la burguesía, la
consolidación de las nacionalidades, y la expansión de Iberia y Rusia, que
constituyeron la apertura a la época moderna
En los puntos subsiguientes analizaremos más en detalle algunas de estas cuestiones, las
que pueden ofrecernos una visión quizás más panorámica y a su vez más profunda de este
tiempo complejo.

II - L A REV OL UC I ON M ERC A NT IL

II.1 Significado y alcance.

Se llama "revolución mercantil", o también "revolución comercial" a estos profundos


cambios en la estructura económica que se opera en la Europa de los siglos XV y XVI; a la
conmoción económica le precede una revolución tecnológica y le siguen hondas
repercusiones en la organización social.
En el siglo XV se inicia una nueva tecnología productiva y militar; sus aspectos más
salientes se manifiestan en las técnicas de la navegación oceánica (brújula magnética, cua-
drante, astrolabio, cartas astronómicas, carabelas, velas latinas, barcos de guerra, etc.), en
una nueva metalurgia lograda mediante la fundición del hierro, la laminación del hierro,

57
CATEDRA DE FILOSOFIA EDUCATIVA
producción de nuevos artefactos mecánicos (máquina* de taladrar y afilar metales, tornos, la
imprenta, etc.) e instalación de fábricas de papel. Todo ello repercute en la tecnología militar
que se renueva rápidamente y adquiere un poder como no se había logrado en ninguna otra
civilización histórica (descubrimiento de la pólvora, cañones, morteros, etc.).
11.2 Apertura y Expansión de Europa al Mundo.
Esa nueva tecnología posibilita a Europa abrirse al Mundo, dar a la tierra huevas
dimensiones.
La primera apertura es hacia el lejano Oriente, casi desconocido para Europa del siglo XIII y
envuelto en una atmósfera de misterio y leyenda. No obstante, el lejano Oriente era proveedor de
sedas, oro, plata, porcelana, y fundamentalmente especias. Este comercio se hacía = través de los
árabes que depositaban en los puertos del Mediterráneo la$ mercaderías y allí eran adquiridas
por comerciantes venecianos y genoveses (de allí el auge de las ciudades italianas). Pero cuando
cae Constantinopla y Alejandría en manos de los turcos (1453) la situación cambia. Los nuevos
dueños recargan excesivamente los precios y Europa se ve obligada i bailar nuevas rutas
eliminando si fuera posible la costosa intermediación.
Es conocida cómo la expansión europea, se inicia con la fuerza colonizadora de la península
Ibérica. Portugal avanza sobre las costas africanas establece la ruta marítima hacia el Oriente,
sojuzga la costa occidental y parte de la oriental de la India y de Malasia; se apodera luego del
archipiélago de la Sonda, de Indochina y del Brasil. España descubre y conquista América.
Esta empresa Ibérica, además de aportar una enorme riqueza en metales preciosos a la
península; genera un huevo proceso civilizatorio en América Central, del Sur, y parte de América
del Norte. Portugal y España conforman sendos y enormes imperios cuyo impulso pareciera ser,
aunque resulte una paradoja, la Cruz y el Oro.
En este mismo tiempo, en el otro extremo de Europa, Rusia inicia también un proceso
civilizatorio nuevo que correrá a través de la época moderna hasta la revolución bolchevique de
1917. (Reconquista los espacios ocupados por los tártaros-mogoles, se extiende sobre la Eurasis
continental e incluso llega hasta Alaska).
Entre las características, de estos nuevos imperios se debe señalar su estructura de poder
aristocrática fuertemente influenciada por la Iglesia Católica (romana u ortodoxa); este estruc-
tura de poder impide el ascenso de un empresario burgués capitalista cómo sucede en el resto de
Europa Por lo demás están inspirados por una conciencia de expansión de la fe cristiana con el
riesgo permanente de instalarse en un mesianismo salvador de problemática vigencia en la
historia de los pueblos.
Esta simultánea expansión europea echa las bases de la primera civilización mundial.
Recién a fines del siglo XVI y principios del XVII se inicia la expansión de Inglaterra, Holanda y
Francia. Europa hace una partición del mundo y emprende la etapa llamada Colonialismo.

58
CATEDRA DE FILOSOFIA EDUCATIVA

11.3 El ascenso de la burguesía.


En estos siglos en Holanda, Francia, Inglaterra y también Italia se produce una evolución
socio-económica distinta. Para comprender este fenómeno es necesario decir dos palabras sobre
la lenta conformación de la burguesía y su paulatino ascenso. El terminó burguesía posee una
doble significación histórica: por Un lado, designa a los habitantes establecidos en los burgos y
ciudades que gozan del derecho de vecindad; pero al declinar la edad media e iniciarse la época
moderna se conforma una estratificación social que posee el capital, y que adquiere poco a poco
no sólo el control de los procesos económicos sino también el poder político-social. Este es el
significado con el cual hoy se lo utiliza. Sin pretender detallar fenómeno tan complejo, sólo
haremos Una breve indicación general sobre el crecimiento de esta nueva estratificación social.
En la época medieval, en rigor y aunque parezca extraño, no existía el "capital" tal como se lo
enriende modernamente, con excepción de las herramientas de los artesanos y.: trabajadores. Sí
existían riquezas constituidas por todos los bienes de consumo y de uso. Los comerciantes que por
diversos procedimientos se enriquecían, siempre escapando a la legislación de los gremios,
acumulaban un excedente dé moneda que resultaba inutilizable para generar procesos
productivos nuevosr y no otorgabapor ello necesariamente el poder sociopolitico. La burguesía
se esforzó por convertir esta riqueza (bienes de uso y consumo expresados en monedas) en
capital, es decir, en bienes destinados a actividades economices lucrativas. El dinero es
utilizado para dirigir y controlar el proceso económico y así también se adquiere prestigio y
poder.

Los simples talleres artesanales se transforman en unidades más complejas, en reunión dé


varios artesanos, con una producción manufacturera centralizada; aparecen los "empresarios"
en el sentido moderno del término que se convierten en propietarios de los medios de
producción; se paga salarios a los trabajadores etc.; Pero todo ello tiene que hacerse al co-
mienzo, en el campo y lejos de las ciudades para poder escapar al control de los "gremios"; por
otro lado los comerciantes de ultramar de los grandes puertos, al evitar la rígida legislación de
las corporaciones, lograban una rápida y cada vez mayor riqueza. Estas riquezas acumuladas
en el comercio, y también en la usura, se comienzan a volcar en las manufacturas que
lentamente se trasladan a las ciudades. Los poderes públicos fomentan estas actividades que se
convierten en una de las mayores fuentes de la renta pública Muy bien señala Darcy Ribeiroque
"Por todos estos procedimientos se disgregan las estructuras comunitarias en que predominan
las actividades de subsistencia y la asistencia mutua, imponiéndose relaciones contractuales de
trabajo definidos como legales y libres". ("El proceso Civiliza torio", pág. 81, Cedal Bs. As.).

59
CATEDRA DE FILOSOFIA EDUCATIVA
Nace así el llamado capitalismo mercantil, es decir el capitalismo que se desarrolla a
partir del comercio. En estos siglos se da un crecimiento grande de la banca; en la Edad Media
el préstamo a interés era considerado inmoral y la usura duramente castigada; por ello que no
fuese una actividad muy respetada; la escasa "actividad bancaria" era ejercida casi
exclusivamente por judíos y musulmanes. Hacia fines del siglo XIV, en cambio, se establece el
préstamo de dinero como negocio lucrativo en algunas grandes casas comerciales de las
ciudades italianas (sobresale la de los Mediéis en Florencia). En eì siglo XV el negocio banca-rio
se extiende por los Países Bajos, Francia y Alemania meridional. Se inventan para las
transacciones comerciales las letras de cambio y cheques, simples papeles, lo que posibilitó que
los bancos pudiesen conceder créditos en una proporción mucho mayor que el dinero efectivo
en depósito; todo ello, además de generar cuantiosas fortunas, contribuyó a aumentar el
volumen del comercio.
De este modo la burguesía que, al finalizar la Edad Media, era creciente, ahora desarrolla su
poderío económico y comienza una evolución socio-política que la llevará pocos siglos después
al control y dirección del mismo Estado.

11.4 La consolidación de los Estados Modernos

En estos siglos se produce-también otro fenómeno importante. Las diversas naciones sudados
que integran la Civilización Medieval al declinar ésta, comienzan a organizarse en Estados
independientes. Se produce una honda crisis en la idea de Cristiandad; la Alta Media aspiraba a
constituir un "orden universal" que superara la inestable multitud de "señores feudales" y
monarquías nacionales (Francia e Inglaterra); aspiraba a una autoridad eficaz que fuese el
principio de orden de la convivencia europea. Como se sabe, el Imperiò y él Papado constituían
los "dos poderes" que representaban la común aspiración a un orden universal.
En el ocaso de la Edad Media esta situación cambia y crece otra fuerza que corre latente a
través de la Edad Media: la afirmación de la Nación como una unidad cultural y política
autónoma. Los reinos nacionales se esfuerzan por consolidarse, centralizando el poder,
defendiéndose de sus vecinos y especialmente contrarrestando el enorme poder del Papado. El
crecimiento de esta fuerza se manifiesta por ejemplo, en la popularidad, que adquiere durante
el siglo XIV la doctrina del derecho romano sobre la soberanía absoluta del Estado; la acción de
los "legistas" es eficaz (se llama legistas a los juristas defensores del derecho romano y
partidarios decididos del "poder real" frente a la estructura feudal del poder), incluso en el
conflicto con el papado aconsejan al rey de Francia imponer la legislación civil por encima de la
ley canónica en la célebre controversia (1296-1303) entre el papa Bonifacio VII y Felipe, el
Hermoso, lo que a la postre terminará en 1378 con el cisma de Aviñon y la sujeción del Papado al

60
CATEDRA DE FILOSOFIA EDUCATIVA
poder temporal. Además de la acción de los legistas debe señalarse la influencia creciente de
algunos filósofos políticos del siglo XIV (Juan de París, Marsilio de Padua, Guillermo de Occam,
etc.) cuyas ideas salientes parecen ser: la división política natural es el reino o la provincia y no
hay necesidad que los reinos estén subordinados a una sola cabeza (Juan de París); el Estado es
una especie de "ser vivo", una comunidad perfecta y autárquica; la religión es un fenómeno social
y debe estar bajo la misma regulación política que otras actividades humanas (Marsilio de
Padua); la soberanía Papal en cuestiones temporales es una herejía y un error político; tendencia
a considerar la ley positiva de tal modo que su fuente es la voluntad del legislador (Occam).
Todo ello lleva a afianzar los nacientes Estados Nacionales modernos. En el siglo XVII ya nos
encontramos con unidades culturales bien definidas, con idiomas y costumbres diversas, con
unificación territorial, y con la, alianza de la burguesía y el poder real frente a los otros
estamentos.
"La resurrección del absolutismo papal a mediados del siglo XV, asombrosamente rápida
dada la degradación que el oficio papal había sufrido durante más de urr siglo , tuvo su paralelo
en un tremendo desarrollo del poder monárquico en casi toda la Europa occidental. En todos los
reinos creció el poder regio a expensas de las instituciones rivales -nobleza, parlamentos, ciudades
libres o clero— y en casi todos los países el eclipse del sistema representativo medieval fue
permanente. Sólo en Inglaterra la duración relativamente breve del absolutismo de la dinastía
Tudor permitió que se conservase (a continuidad de la historia parlamentaria. El cambio, tanto
por lo que hace al gobierno como a las ideas relativas a él, fue enorme. El poder político, que
había estado en gran parte disperso entre feudatarios y corporaciones, se condensó rápidamente
en manos del monarca que, por el momento, fue el principal beneficiario de la creciente unidad
nacional. La concepción de un soberano que es la fuente de todo poder político (-concepción que
habían sostenido un puñado de juristas influidos por el derecho romano imperial y los partidarios
extremistas del papado, que la habían transformado en teoría del derecho divino de los papas—)
pasó a ser en el siglo XVI una forma común de pensamiento político.
Esos cambios del pensamiento y la práctica políticos reflejaban otros producidos en todo el
edificio de la sociedad europea, que, pese a las innúmeras diferencias locales, fueron semejantes
en todas partes" (George H. SABINE - "Historia de la Teoría Política", Pág. 249).
Uno de los grandes pensadores políticos de este tiempo que por un lado sintetiza las fuerzas
de la época y por otro, proyecta su influencia en la época moderna es N. Maquiavelo.

11.5 Hacia el dominio de las cosas y del mundo.

Otro de los aspectos importantes de estos siglos en particular relación con la revolución
tecnológica descriptores el cambio que se produce en el campo científico.

61
CATEDRA DE FILOSOFIA EDUCATIVA
A diferencia de la época greco-medieval, ahora se quiere "saber para poder", para el
dominio de las cosas y del mundo. Ya no interesa tanto la verdad por la verdad misma, sino que
importa el conocimiento de las leyes y mecanismos del mundo para poder dominarlo. Este es un
proceso lento que llegará a su madurez en la Edad Moderna pero que se inicia en los siglos XV y
XVI.
Esta voluntad de conquista del mundo para convertirlo en el reino del hombre se manifiesta
principalmente:
- en el desplazamiento del valor "autoridad"; el respeto por loa "autores antiguos" ¡ que había
tenido la Edad Media (por los Padres de la Iglesia, Platón, Aristóteles, etc.), la veneración por los
escritores latinos y griegos de los humanistas del Renacimiento, es desplazado en esta otra
corriente espiritual' de los siglos XV y XVI. Por más ilustre que sea la autoridad, se debe
conocer por sí, observando la naturaleza y poniéndose en contacto con ella.

- en la proliferación de investigadores que por distintos métodos pretendían descubra y de


algún modo '"manejar" las fuerzas naturales. Junto a los iniciadores de la ciencia experimenta
(Copémico, Kepler, Galilea, etc.), se desarrollan otras corrientes carentes de base científica pero
que no obstante acrecentaron esta voluntad de dominio como los alquimistas, astrólogos, el
ocultismo, la magia, las fórmulas cabalísticas, etc.

- en la necesidad de crear instrumentos que puedan ampliar la observación. El avance


científico hubiese resultado más que escaso si sólo tuviese como apoyo la observación sen-
sorial y el Cálculo matemático.

- el redescubrimiento que se hace de Platón y Aristóteles. El auge del aristotelismo re-


nacentista tenía como leiv-motiv el desarrollo de la ciencia natural; incluso la naciente ciencia
experimental, sabiéndolo o nó, adopta el espíritu del método aristotélico: la observación y la
experiencia como fuente del saber científico. Por otro lado el platonismo brindaba un aspecto
subyugante para la' nueva mentalidad científica: el papel de la matemática en la construcción
de los edificios científicos.
El amigo y colega de Galileo, Jacobo Mazzoni, escribía en el siglo XVI: "Es bien tábido que
Platón creía que las matemáticas son particularmente apropiadas a las investigaciones de la
física, por eso el mismo acudió en varias ocasiones a ellas para explicar misterios físicos. Pero
Aristóteles sostenía un punto de vista muy diferente y explicaba los errores de Platón por su
excesiva adhesión a las matemáticas" (Texto traído por A. Koyre, "Est. de Hist. del pensamiento
científico", Ed. s. XXI, pág. 171). No por nada el creador de la nueva ciencia física, Galileo Galilei,
era un decidido platónico. Como muy bien dice el célebre investigador de la historia del
pensamiento científico, A. Koyre, "La ciencia nueva es para él (Galileo) una prueba
experimental del platonismo" (Op. cit. pág. !79).

62
CATEDRA DE FILOSOFIA EDUCATIVA
Esta verdadera revolución científica que se produce en este tiempo se inicia primero en la
astronomía (siglo XV), se extiende a la física (fines del siglo XVI y transcurso XVTI) y recién
llega a la química en el siglo XVIII. (Ver capítulo 5).
Ya el Cardenal Nicolás de Cusa (1401-1464) ataca la bimilenaria concepción astronómica.
Sustituye el mundo finito y limitado de la cosmovisión greco-medieval por un mundo infinito e
ilimitado. No obstante es el canónigo polaco, Nicolás Copémico, quien destruye definitivamente
la antigua concepción de un mundo finito y jerárquico. El universo es homogéneo; el sol es el
centro y la. tierra un simple planeta que gira alrededor del sol. Esta revolución copernicana
llegará a su demostración científica píen» recién en la obra de Galileo. Kepler es también una
figura importante dentro de esta elaboración de una nueva concepción del universo; reduce a
la nada la antigua veneración del movimiento circular (el movimiento perfecto) con el
complejísimo sistema de epiciclos y ¿eferentes: el camino recorrido por los planetas es una
elipse, uno de cuyos centros es el sol. Su principio "Ubi materia, Ibl geometría" (allí donde hay
materia, allí está presente la geometría) muestra cómo se va construyendo la nueva ciencia
físico-matemática.
Dentro de este nuevo mundo intelectual deben destacarse otras figuras; Leonardo da
Vinel (1452-1519) perteneciente al neoplatonismo. Según él "Ninguna investigación humana
puede llamarse verdadera ciencia si no pasa por las demostraciones matemáticas". "No me lea
quien rio sea matemático, porque yo lo soy siempre en mis principios". "La mecánica es el
paraíso de las ciencias matemáticas: con ella se llega a sus frutos"; Francisco Bacon, que pos-
tula la necesidad de inventar un nuevo método de Conocimiento que posibilite no sólo con-
templar el curso de la naturaleza sino dominarlo; Bernardino Teleslo para quien la explicación
última de los fenómenos naturales hay que buscarla dentro de la misma naturaleza, la cual
constituye un orden cerrado y siempre obra del mismo modo. El método consistía en observar
el curso de la naturaleza y jólo tener en cuenta los datos de la experiencia sensible; sólo así se
conseguirá un conocimiento que sea práctico > lleve al dominio del hombre sobre las cosas.
Los hombres mencionados son tal vez los más relevantes dentro de las figures de este
tiempo de transición, pero de una profunda riqueza espiritual que pone los cimientos de una
nueva época histórica.

III - LAS REFORMÁS RELIGIOSAS

III. 1 necesidad de una Reforma religiosa


Al finalizar la edad media la estructura orgánica de ¡a religión entra en un proceso de
"osificación".

63
CATEDRA DE FILOSOFIA EDUCATIVA

- Aumenta la superstición, crecen las leyendas que desfiguran la historia, a menudo se utiliza
de forma indebida las rentas de la Iglesia, se da el fenómeno de compra y venta de los cargos
eclesiásticos (obispados, abadías, etc.) así como, se generaliza la venta de indulgencias; y lo que
es más grave: la Iglesia se subordina, en líneas generales, al poder temporal y comienza a servir
a los diversos intereses políticos.
—.Otro paso en el proceso de desintegración fue el "crecimiento de la duda"; los nuevos
descubrimientos físicos y geográficos crearon un estado de inseguridad e incertidumbre.
Cuando la vida espiritual es vigorosa puede entrar en contacto, absorber y asumilar cualquier
verdad nueva, Pero no era lo que sucedía en estos siglos de esquematismo religioso.

- En este estado de inestabilidad, la autoridad comienza a cimentarse cada vez más en la


fuerza y en la coacción. El final de la Edad Media, como ha dicho H. BELLOC, "era un reino de
terror religioso";

- Por otra parte el cristianismo había logrado constituirse en un "poder temporal", a veces
fuertemente mundanizado. La conciencia cristiana del creyente había perdido vigor
ateriéndose a una religiosidad ritualista y más bien extrema
Todo ello lleva a la necesidad de una profunda renovación religiosa que sea fiel al
Evangelio, que esté centrado en el espíritu y no en las formas, y fundamentalmente que torne
«posible una profunda conciencia en el hombre de su situación de pecado y al mismo tiempo de
la acción salvadora de Dios.
lII.2 Reforma Protestante y Rehacimiento.
En el siglo XVI se produce en Europa la revolución religiosa conocida con el nombre de
"Reforma: Protestante" y cuyos iniciadores fueron principalmente Lutero y Calvino. Cuál es la
relación entre el Humanismo renacentista y el pensamiento de la Reforma. Mientras el
Renacimiento exaltaba la Antigüedad clásica y. el valor del hombre, y atacaba la filosofía
cristiana de la Edad Media, surge la Reforma que también combate la síntesis escolástica y
apunta a una innovación radical del orden establecida, Pero mientras el Renacimiento es hu-
manista, la Reforma Protestante tiene el signo contrario; afirma la corrupción de la. naturaleza
humana a causa del pecada Con razón dice Chevalier: "El Renacimiento y la Reforma, al menos
en su origen, están de acuerdo en, su oposición a las formas y alas síntesis cristianas lograda
por la tradición medieval. Pero si los dos movimientos concurrieron a la ruina, q al menos al
quebranto del antiguó orden de cosas, ello se realizó atacándolo por los dos lados opuestos y
complementarios que habían operado la síntesis en el pensamiento cristiano. Hombre y Dios,
naturaleza y gracia: La Reforma ataca a la naturaleza y al hombre para dar todo a Dios y a la
Gracia; el Renacimiento se aparta de Dios y de la gracia para aferrarse exclusivamente a la
naturaleza y al hombre (Historia del pensamiento, t. 2, pág. 549),

64
CATEDRA DE FILOSOFIA EDUCATIVA
III.3 Algunas tesis de la Reforma Protestante. Consecuencias.
Una de las cuestiones teológicas más importantes, dentro del cristianismo, es la relación
entre la naturaleza humana y la Gracia. El hombre es pecador y Dios el que redime y
salva. Pero cuál es la exacta relación entre ambos términos.
Sin lugar a dudas fue una de las cuestiones que más preocuparon a la inteligencia profunda de
Lutero. El pecado ha corrompido el ser del hombre y por ello es necesario la Redención.
A partir de aquí Lutero se inclina a negar la capacidad natural del hombre de abrirse a ¡a
verdad y querer y realizar cosas buenas. Inteligencia y, voluntad libre también están afectadas
por el pecado. Este fuerte acento en la corrupción del ser del hombre y en la sola justificación
por la fe y no por las obras, encamina a la teología luterana a un "subjetivismo' e
"individualismo" que armoniza con otras tendencias de la época.
Por otro lado, este subjetivismo ante la verdad y la negación del libre albedrío lleva peli-
grosamente a poner en tela de juicio la ley moral natural (y el derecho natural). Parece que sólo
tiene validez la ley positiva de la moral revelada o de la legislación civil. Y en este sentido esta
concepción teológica viene a coincidir con la consolidación de los Estados modernos y la
teorización política subyacente a ellos.
Otro de los grandes reformadores fue Calvino. En sus "Principios de la Religión cristiana"
pareciera que en algunos aspectos se vuelve a la religiosidad del Antiguo Testamento. Existe
una distancia infinita entre el Creador Omnipotente y sus creaturas finitas; Dios ha
predestinado a algunos a la salvación eterna. El rigorismo de la moral y su espíritu más bien
legalista es otra de las características del calvinismo. Asimismo, al negar decididamente la efi-
cacia de las buenas acciones y de la voluntad humana en orden a la salvación, quiebra toda
barrera al creciente espíritu de lucro de la burguesía en ascenso y de la sociedad toda, Por otra
parte, en, su sistema moral tienen un lugar destacado las 'Virtudes comerciales" y deja de ser
ilegítimo el préstamo a interés. No es de extrañar pues que el calvinismo no sólo se haya
difundido en Suiza "sino en la mayoría de la Europa Occidental donde florecían el comercio y la
finanza... Llegó a ser la religión de la burguesía", como se ha dicho muchas veces.
La Reforma Protestante incidió profundamente en la evolución del pensamiento y de la
cultura de Europa; divide a la Cristiandad; colabora en el afianzamiento de las nacionalidades;
acrecienta la idea de la omnipotencia del Estado; desarrolla una teoría del hombre y de la
riqueza que incidirán en el individualismo y capitalismo modernos. Las nuevas tendencias
políticas (surgimiento de las nacionalidades, concepción absolutista de la Nación, etc.) habían
hallado su expresión filosófica en "El príncipe" de Maquiavelo, y ahora en la Reforma
Protestante encuentran una justificación teológica a la pretensión de independencia y
supremacía de lo político.

65
CATEDRA DE FILOSOFIA EDUCATIVA
En 1519 escribía Lutero: "el turco mismo debe ser honrado y respetado, ya que es un
poder y todo poder existe sólo por la voluntad de Dios". Llega a proclamar al Estado "divino* e
incluso un pequeño Dios. Sostiene que el único derecho del pueblo es "obedecer pasivamente y
sufrir" (doctrina en consonancia con la negación de la libertad humana). Garfiño no se cansa de
repetir en su obra "Institución de la religión cristiana" (1536) que "la libertad espiritual puede
coexistir muy bien con la esclavitud civil", que los magistrados deben ser respetados,
reverenciados y obedecidos como a Dios mismo, del que son loa vicarios y del que recibieron el
mandato para mantener el orden social.
Uno de los puntos más controvertidos de la filosofía política del siglo XVI era si los
súbditos tienen derecho a resistir a sus gobernantes/naturalmente por razones que se supone
legítimas, o si debían guardar una obediencia pasiva por considerarse injusta la resistencia en
todos los casos. Esta última opinión se convirtió en la teoría modernizada del derecho divino de
los reyes. Por otra parte, el derecho a resistir tenía su mejor defensa en la hipótesis de que los
reyes derivan su poder del pueblo y pueden ser juzgados por él si hay razones suficientes para
ello. Estos, dos tipos de teoría vinieron a prevalecer en el siglo X VI y a ser considerados como
antitéticos, cosa que en realidad eran, dadas las consecuencias que cada uno de ellos acarreaba.
Le teoría de la obediencia pasiva fue sostenida por los pensadores de la Reforma Protestan te;
la teoría del derecho a la resistencia por los teólogos y filósofos de la España Católica.
"No es de ningún modo propio de un cristiano, escribe Lutero, alzarse contra su gobier-
no, tanto si actúa justamente como en caso contrario. No hay mejores obras que obedecer y
señor a todos los que están colocados por encima de nosotros como superiores, Por esta razón
también, la desobediencia es un pecado mayor que el asesinato, el robo, la deshonestidad:
Calvino es aún más riguroso que Lutero en su rechazo del derecho a la resistencia: el que
se resiste a la autoridad constituida se resiste a Dios mismo. (A pesar, de la doctrina se divino,
el calvinismo holandés, escoses y norteamericano, por diversas situaciones históricas
paulatinamente se fue acercando a la tesis de la rebelión legítima, pero sin llegar a modificar a
fondo la teoría que llevaba al absolutismo político).
Pero lo dicho no debe despistarnos e inducirnos a un juicio negativo, realizado en bloque
y de forma simplista, sobre tan profundo movimiento espiritual. En el aspecto propiamente
religioso, grande es el valor de dicho movimiento, tal como se percibe hoy en la teología
contemporánea después de siglos de malos entendidos e incomprensión.
Como puede apreciarse esta reforma religiosa significa por un lado una ruptura con la
síntesis medieval y en muchos aspectos una preparación de la modernidad.

III.4 La Reforma Católica.

66
CATEDRA DE FILOSOFIA EDUCATIVA
Ante la profunda crisis espiritual de la época, y especialmente de la Iglesia, el catolicismo
logra producir dentro suyo una reforma de importantes consecuencias.
Se suceden una serie de Papas (Adriano VI, Pablo III, Pablo IV, Pío V y Sixto V) que
reorganizan la sede papal y designan en los altos cargos eclesiásticos a personas renombradas
por la austeridad de vida y capacidad intelectual. Esta acción de los Papas fue complementada
por la acción de un Concilio convocado en 1545 por Pablo III. El concilio reunido en Trento y
que duró 18 años obedecía a un triple objeto: -Defender la integridad de la Religión católica; -
Reformar y disciplinar las costumbres del Clero y de los fieles; - Asegurar la paz entre los
pueblos cristianos.
Desde el punto de vista dogmático definió la doctrina del pecado original, de sus efectos,
de la justificación por la gracia y la eficacia de las buenas obras, etc. temas debatidos por la
teología protestante.
Desde el punto de Vista disciplinario corrigió el desorden y los abusos que habían
invadido el cuerpo de la Iglesia; condenó el lujo y el lamentable nepotismo de los papas;
reglamentó la vida de los cardenales y dé los obispos y de los sacerdotes, exigiendo de ellos
un espíritu de pobreza y obediencia.
Desde el punto de vista de la relación de la Iglesia y los Estados, el Concilio fija
nuevamente el pensamiento que tenía sus antecedentes en la tradición cristiana: Iglesia y
Estado son dos sociedades perfectas, cada una de ellas con sus finalidades específicas y que se
mueven en órdenes diferentes. El Concilio amenaza con la excomunión a los príncipes que
intenten inmiscuirse y subordinar lo religioso al poder temporal
Las Actas y Decretos del Concilio levantaron al comienzo resistencias de parte de los
legistas y monarcas que eran partidarios, del absolutismo nacionalista. La Iglesia fue
imponiéndose gradualmente y podría decirse que a fines del siglo XVI había restaurado la fe
católica y robustecido su autoridad sobre las iglesias nacionales.
Debe señalarse que en la medida que el cóndilo de Trento se limitó a los asuntos
puramente religiosos y disciplinarios, el catolicismo se aisló del mundo moderno, se puso al
margen de las revolucione» científicas y tecnológicas y al margen también de las corrientes
del pensamiento filosófico, político y social. No había acontecido así con el cristianismo de la
Edad Media.
No obstante, el Concilio de Trento es el primer hecho destacable de la Reforma Católica.;
La excepción a ese aislamiento del catolicismo del mundo de la cultura lo constituyen
dos países (España y Portugal), que conservaban de forma viva la tradición y espíritu
medieval. Pero ello mismo hace que Iberia se desenvuelva de ahora en adelante como aparte
o al margen del mundo moderno.

67
CATEDRA DE FILOSOFIA EDUCATIVA
Es significativo, dice Chevalier, que el movimiento de la Reforma Católica, movimiento de
renovación de incalculable alcance, haya tenido "por centro dos países cuyo cuadro político
había permitido a las tradiciones medievales conservarse intactas, pero que, hasta entonces,
aun manifestando su vitalidad por la aportación de obras y de personalidades profundamente
originales, no habían tenido parte predominante en la constitución del patri¬monio del que
recibían el depósito: España y Portugal. El papel decisivo que jugaron entonces se explica por
las condiciones históricas y sociales en que se encontraban colocados y que dieron un nuevo
impulso a su genio propio. Fiel a Roma, preservada de las luchas religiosas en que había
hundido la Reforma, (Protestante) al resto de Europa, unificada moral-mente y pacificada
militarmente por la reconquista del país sobre los moros, apta en adelante para entregarse a
los trabajos habituales, de la paz, España se convierte entonces, verdaderamente, en el corazón
del mundo cristiano, del que Roma es la cabeza: lo es no solo en el sentido de que Carlos V y
Felipe II transfirieron de Alemania a España el centro de gravedad político de la antigua
cristiandad, sino porque únicamente en ella se conservan el espíritu de cruzada, el sentido de la
unidad católica, la primacía de lo espiritual, que habrían de hacer durante un siglo de la
Península Ibérica el foco de la actividad religiosa y asegurar en el mundo la "preponderancia
española". En los países luteranos, la vida espiritual se congela; en los países calvinistas, de
Ginebra a los Países Bajos, tan solo se prosigue en la anarquía de las doctrinas y rivalidad de las
sectas; Inglaterra, después de su ruptura con Roma, tiende a aislarse; Francia se entrega a
trabajos de diversión; en la Italia indecisa el humanismo renacentista se desvía o se extingue;
únicamente en España se mantiene, perpetúa y renueva la gran tradición cristiana. Aquí más
que en ninguna parte, en el curso de lo que se denomina justamente el siglo de oro español, el
Renacimiento toma su verdadero aspecto, que no es el de una ruptura, sino el de una
prolongación innovadora de la Edad Media " (Hist. del pens., t. 2, pág. 627-628, Aguiiar, 1967).
El siglo de oro español significa una creación cultura nueva inspirada en dos fuentes el
cristianismo medieval y el humanismo renacentista. Y es en España donde florece lo que
generalmente se ha llamado "la segunda escolástica" que descuella sobre todo por un
pensamiento político y social que se opone al absolutismo político y proclama los derechos de
los individuos y de la comunidad; el poder de orientarse y dirigirse a sus propios fines, por
ejemplo, reside en la misma comunidad como en su sujeto natural.
El conocimiento de las teorías y prácticas políticas de la Europa del siglo XVI nos lleva a
ponderar y valorar en su medida el pensamiento social y político de la España de este tiempo:
su profunda reacción a todo tipo de organización política que no se sustente en la Comunidad y
a toda autoridad que no se ejerza desde el consenso del tejido social. (Todo ello repercutirá
hondamente en la constitución de Latinoamérica, especialmente en su acendrado sentido de la
libertad).

68
CATEDRA DE FILOSOFIA EDUCATIVA
Otro hecho destacable de la Reforma Católica lo constituyen lo que se ha llamado las
"guerras de Religión" que ocupan casi todo el siglo XVI. Aquí resalta la recia figura de Felipe II,
rey de España, de los Países Bajos, de parte de Italia y de la América hispánica. A la Cabeza del
protestantismo estaba la reina Isabel de Inglaterra, Guillermo de Oran ge de Holanda, los
electores luteranos de Alemania y el sector calvinista ce la burguesía francesa. Felipe II logra
llevar a España a su máximo esplendor; elimina el peligro otomano (batalla de Lepanto); y lleva
a cabo por toda Europa una cruzada contra el protestantismo.
El tercer hecho que debe destacarse de la Reforma Católica es la creación de la Compañía
de Jesús por parte de Ignacio de Loyola, Por la acción decidida de la Compañía pudo
mantenerse a Francia, Italia y Bélgica dentro del catolicismo; quitó Polonia, Austria y Baviera a
la Reforma Protestante. De esta orden religiosa salieron los más grandes teólogos y filósofos
españoles del siglo XVI.

CONCLUSION

En los siglos XV y XVI coexisten, como hemos descripto, fuerzas espirituales nuevas y a
veces de signo contrario. Junto a "lo nuevo'" pervive la tradición greco-latina medieval que es
como el subsuelo vital.
Como época de transición participa de dos edades: una que se desintegra y es pasado y
otra que se debe construir y aún es futuro pero que sin embargo ya se halla presente en la
expectación y esperanza de este tiempo.
De lo dicho se infiere que no existe en esta época histórica una "cosmovisión orgánica"
como sucede cuando una cultura ha llegado a su madurez. Por ello, después de la descripción
histórica-cultural de la civilización moderna, expondremos la Imagen del mundo y del hombre
de esta nueva edad. Quizás allí logremos percibir, en una mirada de conjunto, la cosmovisión
que se inicia en los siglos XV y XVI.

69
CATEDRA DE FILOSOFIA EDUCATIVA

LECTURA

SOBRE LA GENESIS DEL MUNDO MODÈRNO

Del Libro "El ocaso de la Edad Moderna" de Romano Guardini

La estructura medieval del mundo, al igual que la actitud humana y cultural que ella

implica, empiezan a descomponerse en el siglo XIV. El proceso se realiza a lo largo de los siglos

XV y XVI, y en el XVII cristaliza en una imagen claramente definida.

Para entender cómo se produce esta evolución, fijemos una vez más nuestra mirada en las

distintas efe-ras de la vida y de la actividad. Por supuesto que, al hacerlo, no podemos

considerar uno de sus elementos como "causa" y deducir de él los restantes, así como tampoco

pudimos obrar de este modo en la anterior exposición de la Imagen medieval del mundo. Se

trata, por el contrario, de un conjunto en el cual cada elemento implica y determina a todos los

demás; se trata de la existencia, es decir, del sentimiento, la inteligencia y la configuración de la

misma.

70
CATEDRA DE FILOSOFIA EDUCATIVA
Tal vez sea lo mejor para nuestro propósito comenzar por el origen de la ciencia de la

Edad Moderna. Como ya hemos explicado, pare el nombre medieval ciencia significa en

definitiva abismarse en lo que las fuentes de autoridad le presentan como verdad.

Ya en la segunda mitad del siglo XIV, y decididamente en el siglo XV, se inicia una

transformación. El anhelo de conocimiento ya directamente a la realidad de las cosas. El

hombre quiere ver con sus propios ojos, comprobar con su propio entendimiento y llegar a un

juicio fundamentado en forma crítica, independientemente de esquemas previos.

Esto ocurre en lo que respecta a la naturaleza, naciendo así el moderno experimento y la

teoría racional. Sucede lo mismo por lo que hace a le tradición, originándose de este modo la

crítica humanista y la historiografía basada en las fuentes. También se produce respecto de It

vida en sociedad, y surge como consecuencia le doctrina de la Edad Moderna sobre el Estado y

el Derecho. La ciencia, convertida en esfera cultural autónoma, se separa de aquella unidad de

vida y obra que esta religión había impuesto, y se encierra en sí misma.

Lo mismo suceda en la vida económica. Es más, el proceso de que hablamos se inicia aquí

antes que en ningún otro ámbito; en Italia aparece ya hacia fines del siglo XIII. Hasta entonces

la vida mercantil estuvo vinculada a la condición social y a las ordenanzas gremiales, y la

prohibición canónica del préstamo a interés había hecho Imposible el supuesto previo de la

actividad económica empresarial, es decir, la institución del crédito; ahora, en cambio, la

actividad mercantil cobra libertad y adquiere sentido en sí misma. Sus únicos límites consisten

ya en cierta moral muy elástica y en las prescripciones de un ordenamiento jurídico qu« admite

la competencia económica.

Nace el sistema económico capitalista, en el que a cada cual se le permite poseer todo

cuanto puede adquirir sin quebrantar las normas jurídicas vigentes. Sus resultados, tanto en la

producción como en la distribución de bienes, son imponentes. La propiedad hace saltar los

estratos sociales aún vigentes y sobre el acceso a clases y oficios que hasta entonces estaban

71
CATEDRA DE FILOSOFIA EDUCATIVA
reservados a los privilegiados. Se desarrolla una nueva rama cultural autónoma, dotada de

leyes propias: la Economía.

Por lo que hace a la politice, se transforman tanto les actitudes esenciales que le sirven de

base como los conceptos que la determinan. La política fue siempre lucha entre unidades

históricas de fuerza, conquista y organización de poder. Asimismo, siempre estuvo vinculada a

la injusticia. Sin embargo, en la Edad Media se halla encuadrada dentro del orden general ético-

religioso, dentro de la armonía de Imperio e Iglesia, siendo considerados éstos como las dos

formas en que se encarna la autoridad divina. De este modo, la acción política estaba

subordinada a les valoraciones establecidas por aquellos y, si se cometía una injusticia, se hace

contra el dictado de la conciencia. También en este campo se produjo una transformación.

Ahora, cada vez más, a la acción política se presenta como algo que tiene sus leyes

únicamente en sí misma. La meta que se propone, tanto en el orden práctico como en el de los

principios, es la conquista, defensa y explotación del poder. Las injusticias que se cometen en

su servicio no sólo se realizan con la conciencia tranquila, sino con una curiosa convicción de

cumplir un "decir". El primero que afirma afta carácter moral de la política es Maquiavelo, y

después de él lo hacen otro». Thomss Hobbes, coetáneo de Pascal, construye una teoría del

Estado que coloca a éste como señor y juez absoluto por encima de la vida humana, la cual es

concebida a su vez como una lucha de cada uno contra todos os demás.

Los fundamentos prácticos de estas lo» constituyen las guerras interminables entre las

soberanías nacionales que brotan por todas partes y a partir de las cuales van formándose

paulatinamente los Estados nacionales modermos. La vitalidad natural de lo» pueblos y su

conciencia de le individualidad y misión propias loaran imponerse frente a la» antiguas

estructuras universales, y la nueva manera de pensar en el aspecto político es en tanta medida

instrumento de este proceso como el resultado del mismo,

La transformación que se produce tanto en las concepciones cosmológicas como en la

imagen del universo alcanza profundidad semejante.

72
CATEDRA DE FILOSOFIA EDUCATIVA

LA COSMOVISION MODERNA
Y SU CONCRECION CULTURAL

73
CATEDRA DE FILOSOFIA EDUCATIVA

Profesor MAXIMO R. CHAPARRO

INTRODUCCION

La comprensión de nuestro tiempo, de sus conflictos y esperanzas, exige el "pasaje" por el


mundo moderno. De allí provenimos inmediatamente.
La civilización humana, aún en sus regiones más alejadas, es profundamente afectada por
la modernidad europea. No en vano Europa se traslada a los más distintos rincones de la tierra
con una impresionante "voluntad de poder" y conquista, domina y al mismo tiempo acelera la
historia de pueblos atrasados.
Y esto también vale para América Latina.
El mundo latinoamericano, como se sabe, es un mundo que emerge de un largo proceso de
mestizaje etnocultural de la Península Ibérica y la América indígena. El Viejo. Continente, a
través de Iberia, trasplanta su cultura a la que será América Latina. Pero lo que al principio
aparece como "trasplante", logra echar raíces y ofrece frutos "propios" en un progreso que
dura trescientos, años. Pero así como España permanece al margen del resto de la Europa
Moderna, el mismo drama acontece en América Latina.
Y es especialmente durante el siglo XIX cuando el mundo latinoamericano es tocado y de
algún modo "sellado" por la llamada "Civilización Moderna". Pero el resultado no es la

74
CATEDRA DE FILOSOFIA EDUCATIVA
gestación de una nueva entidad cultural, sino más bien la superposición de lo europeo y lo
latinoamericano. La dependencia económica y cultural, especialmente de Francia e Inglaterra,
se esfuerza por ocultar la historia latinoamericana La conciencia de la alienación cultural, sin
embargo, despunta como tal en el hombre latinoamericano del siglo XX y de este modo nos
vemos enfrentados al problema crucial de nuestra identidad} el mundo moderno y
contemporáneo se nos presenta como instancias y desafíos que debemos asimilar y en ellos
saber ubicarnos.
De lo dicho se desprende que el desconocimiento de la época moderna ineludiblemente
lleva a la incomprensión dé nuestra situación en sus raíces más hondas.
Pero no sólo por ello se debe tener conciencia de lo que significa la modernidad; éste es
solo un aspecto, pues la época moderna constituye un período profundo, Con valores propios
que, en el fondo, pretenden llevar a cabo aquello de que el hombre es señor del mundo y de las
cosas.
La división ds las épocas históricas tiene una cierta cargazón convencional. Para muchos
historiadores la época moderna va desde el Renacimiento y Reforma hasta la Revolución
Francesa. Desde otra óptica más amplia el mundo moderno abarca los siglos XVII, XVIII y XIX,
porque si bien éste último siglo produce innovaciones más o menos profundas, se mantiene
dentro de la misma concepción del mundo de los siglos anteriores y señala el inicio de su
descomposición. Utilizaremos esta última división reservando el término "contemporáneo"
solo para nuestro tiempo.
Como en las etapas históricas anteriores, analizaremos las grandes líneas de la evolución
socio-cultural, y también, la cosmovisión que la alimenta y otorga significación.
A los efectos del análisis socio-cultural distinguiremos en la modernidad diversos
aspectos (científico, socio-económico, político, estético) y los seguiremos en su secuencia
temporal; pero no debemos olvidar que estos diversos "ángulos de análisis" recaen sobre una
realidad histórica que forma una unidad estructural en la que cada elemento o aspecto se
explica por el todo y éste por la interacción de sus partes. Por ello es necesario una segunda
lectura en la que todos los elementos se integren en una síntesis orgánica.
1. LA REVOLUCION CIENTIFICA DE LA EPOCA MODERNA.
En el capítulo anterior se había señalado como la honda conmoción científica de la era
moderna se había iniciado en el campo de la astronomía en los siglos de transición (XV y XVI).
Pero luego se suceden alteraciones profundas en todos los sectores del saber. El hecho quizás
más importante es la organización y sistematización del saber físico, tal como lo entendemos
hasta hoy (Galileo y Newton, fundamentalmente). En el siglo XVIII se produce una renovación
en la química (Boyle, Lavoisier); posteriormente, en el XIX, en la biología (Cuvier, Lamatck,
Darwin, etc). Y por último, es decir en una quinta instancia, a-parecen las ciencias humanas en

75
CATEDRA DE FILOSOFIA EDUCATIVA
la segunda mitad del siglo pasado, especialmente la psicología y sociología (Freud, Adler. Jung,
Comte, Marx, etc.).
Dentro de los aspectos salientes de esta revolución científica caben destacarse:
1.1 el descubrimiento de la infinitud y homogeneidad del universo.
La revolución de Copérníco en astronomía había clausurado para siempre la idea de la
"centralidad" de la Tierra dentro del sistema cosmológico. Además, inicia la paulatina
"desanimación del universo", según la feliz expresión de Cassirer. Se pensaba antiguamente
que si había movimiento en los planetas es porque había en ellos un "principio del
movimiento", es decir un alma. Ahora se descubre que el movimiento planetario se comprende
en Formulación matemática. Este proceso de Objetivación y mecanización se extiende
lentamente a los seres terrestres; se diluyen las fronteras entre la "vida" y lo "inorgánico", y
también entre la 'naturaleza y el espíritu".
Se quiebran las fronteras del mundo y sus jerarquías y aparece ante la mirada científica
un universo infinito y homogéneo,
Con Galileo se inicia la nueva "concepción física de la naturaleza". Galileo nos muestra un
mundo distinto de aquel que nos había brindado Aristóteles: aparece el mundo de "nuestra
física". El nuevo concepto de naturaleza sólo indica medida y relación entre fenómenos; la
naturaleza ya no es un "conjunto de cosas" sino sólo "ley de variaciones" o relaciones.
Galileo, además, introduce y vulgariza los. "instrumentos de medición"; construye una
lente astronómica que permite visualizar las montañas en la superficie de la luna y las manchas
en el sol; con ello la vieja concepción astronómica de un mundo supralunar, perfecto e
incorruptible, perdía veracidad. Y lo que es más importante, mediante el principio de inercia,
descarta la necesidad de una acción motriz externa que explique el movimiento de los astros.
Según este principio el movimiento es "un estado" de los cuerpos tan natural como el reposo, y
un cuerpo en movimiento no altera ni su velocidad ni su dirección, sino que conserva
indefinidamente el movimientos rectilíneo, mientras no actúe sobre él ningún cuerpo exterior;
del mismo modo el estado de reposo es invariable sin una fuerza externa.
Newton adopta las leyes galileanas del movimiento de los cuerpos y demuestra su validez
también para los cuerpos celestes. ¿Cómo conciliar el movimiento elíptico de Kepler con el
principio de inercia? Lo que concilia y explica ambas leyes es la "atracción universal". Todas las
leyes mecánicas confluyen en esta ley suprema. Existe una mecánica universal; son las mismas
leyes que rigen un mundo infinito.
"A esta mecánica universal le es esencial el concepto (que la teoría einstiniana de la
relatividad se esforzará por eliminar) de un movimiento absoluto, es decir, de un movimiento
referido a un tiempo absoluto y a un espacio absoluto. Hay un tiempo verdadero,
matemáticamente calculable, que transcurre uniformemente, y que subsiste en sí sin relación

76
CATEDRA DE FILOSOFIA EDUCATIVA
con algo exterior. Y hay un espació, no relativo tampoco a algo exterior, siempre igual e
inmóvil, permanente. Tiempo y espacio absolutos son los "lugares" de las cosas, especie de
recipientes donde se dan todos los objetos y acontecimientos (Lamanna, Hist. de la filos., t III,
pás. 269):
1.2. La materialización da la naturaleza.
Lo dicho anteriormente fue posible porque en los siglos XVII y XVIII se estatuye una nueva
manera da comprender la naturaleza, un nuevo tipo de inteligibilidad. Los dos grandes
nombres que utilizan y fundamentan ésta "nueva lectura del mundo natural" son Galileo y
Descartes. La novedad consiste en la función que se les otorgan a las matemáticas para la
comprensión de la naturaleza. Esta, en efecto, se nos presenta inmediatamente a nuestra
sensibilidad en un conjunto abigarrado de colores, olores, sabores, movimientos, tamaños, etc.
Los solos datos sensoriales están cargados de subjetividad como nos demuestra la experiencia
diaria. Se debe hallar, pues, un criterio que posibilite mayor rigor y objetividad. Detrás de este
rostro sensible se debe encontrar el rostro arquitectural inteligible del orden natural. Una
lectura interna de la naturaleza es posible si el Objeto de la ciencia no es ya la cualidad
percibida por los sentidos sino la cantidad medida por el espíritu (Cfert. J.M. Aubert, Filosofía
de la naturaleza, pag. 140 y sigs.). Aparece un nuevo alfabeto: triángulos, cuadrados, cubos,
números etc. con el cual está escrito el orden de las cosas. En la medida que la realidad física es
susceptible de ser mensurada, que las cualidades pueden ser reducidas a un orden cuantitativo,
se conquista un nivel de racionalidad y objetividad imprescindible para la ciencia. Esta
matematización de la naturaleza al mismo tiempo que promovía/tenía como antecedente un
gran desarrollo de las ciencias matemáticas que venía desde el Renacimiento. (En primer
término, debe señalarse la resolución de las ecuaciones de III y IV grado que extendió el campo
numérico e introdujo los números irracionales. Esto lleva al estudio de las propiedades
puramente formales de las operaciones, tal como se lo hace en el álgebra moderna Otro
acontecimiento importantísimo lo constituye, la elaboración de la "geometría analítica", debida
a Descartes y Fermat, y el descubrimiento del "calculo infinitesimal" realizado por Leibniz y
luego por Newton. Las geometrías no euclídeas que aparecen a fines del siglo XVIII jugarán un
papel decisivo en la física contemporánea).
1.3 Hacia una comprensión atómica de la materia.
Desde la antigüedad griega se había formulado una teoría filosófica que sostenía que la
materia estaba constituida por átomos (puntos indivisibles cualitativamente idénticos y
cuantitativamente diversos). En la época moderna pasa a ser una teoría científica explicativa de
la unidad del mundo y de la interconexión entre las ciencias.
La física y la astronomía habían descubierto la identidad de las leyes del movimiento que
rigen a todos los cuerpos. La comprensión de la "homogeneidad" de la naturaleza adquiere

77
CATEDRA DE FILOSOFIA EDUCATIVA
mayor evidencia con el avance de la química; pero está recién logra constituirse como ciencia y
deja de ser alquimia en el transcurso del siglo XVIII, La labor de Roberto Boylc en el siglo XVII
había sido importante para la superación de la química como ciencia cualitativa.
"El interés que el siglo XVIII empezó a mostrar por el estudio de las propiedades físicas de
los gases contribuyó en gran medida a hacer pasar el atomismo del estadio filosófico al de
hipótesis científica. En efecto, el hecho de que los gases son elásticos, que ejercen siempre una
presión sobre la pared de la vasija que los contiene, que tienden espontáneamente a
expandirse en todas direcciones mientras no encuentren una oposición más fuerte, todo esto
no podía tener sino una explicación: puesto que su masa no variaba a pesar del aumento de
volumen, necesariamente había que admitir que estaban compuestos de partículas
(actualmente diríamos moléculas) que se rechazaban mutuamente agitándose en todos
sentidos, y que un cierto vacío los separaba progresivamente. Si se suponía que los gases tenían
una naturaleza continua no podía explicarse su elasticidad. Se había llegado a considerar
seriamente esta hipótesis de una naturaleza corpuscular de la materia. Era necesario ahora
hacerla pasar al estadio de verdadera teoría; esta fue la función de la química cuantitativa
"En efecto, a finales del siglo XVIII la química se orienta hacia el camino del porvenir, con
la introducción de la medida cuantitativa, es decir, la apreciación precisa de los pesos de los
cuerpos que entraban en reacción. El uso de la balanza la abrió a los instrumentos matemáticos
y el nombre de Lavoírier (1743-1794) permanece unido a este progreso decisivo. Fue posible
distinguir mejor los cuerpos simples de los compuestos, establecer tablas de afinidad, etc.; pero
sobre todo se establecieron las principales leyes del peso que dieron lugar al nacimiento de la
teoría atómica» ley de Lavoisier: -el peso total de los cuerpos en reacción no varía en la
reacción y la de las proporciones definidas (Ley de Proust, 1801): -cuando varios cuerpos se
unen para formar un nuevo cuerpo llamado compuesto, la combinación sólo es posible según
relaciones ponderables invariables-.
"El químico inglés Deiton (1766-1844) halló una tercera ley, la de las proporciones
múltiples: cuando dos elementos dan varios compuestos, la cantidad ponderal de un elemento
sólo puede unirse a múltiples enteros de la cantidad ponderal del otro elemento-. Habiéndose
interesado ya por las propiedades físicas de los gases y habiendo llegado a la hipótesis atómica,
Daiton le hizo franquear el paso decisivo. En efecto, todas estas leyes no pueden tener más que
una sola interpretación: ya que las combinaciones sólo se hacen por saltos bruscos y de valor
bien delimitado ponderalmente, hay que suponer necesariamente que los elementos que
entran en reacción no son divisibles hasta el infinito (es decir, son algo continuo), sino que
están formados de partículas indivisibles. Los átomos adquirían de as te modo derecho de
ciudadanía. Gracias al empleo de esta medida matemática, que proporcionaba el punto de
partida de una deducción racional, los átomos emergían a la existencia de objetos científicos.

78
CATEDRA DE FILOSOFIA EDUCATIVA
"Finalmente, el estudio de los gases de los que Gay-Lussac formuló en 1808 la ley de (
relaciones volumétricas, contribuyó a precisar la teoría distinguiendo átomo y molécula-Desde
este momento los progresos de la química estuvieron estrechamente ligados a la teoría
atómica. La mejor expresión de la teoría fue, finalmente, la tabla periódica de los elementos de
Mendeieiev (1869) que puso de manifiesto el vínculo entre la regularidad de las propiedades
químicas y las estructuras de los átomos. Finalmente, por su poder explicativo, la teoría
atómica invadió otros terrenos, la cristalografía y sobre todo la física, ya que hacía posible dar
cuenta de numerosas propiedades generales de la materia. Situada en una posición central,
pudo irradiar y contribuir a la interpretación de las diversas ciencias, cuya profunda unidad
revelaba" (J.M. Aubert, Filosofía de la naturaleza, Hcrder, pág, 158-160).
1.4 Hacia una concepción temporal del mundo.
Otro de los hitos importantes de la ciencia moderna es el desarrollo que se produce en las
ciencias biológicas.
Entre los primeros biólogos modernos se cuenta Roberto Hooke (1635-1703) quien
descubre la estructura celular de las plantas. Continúa su obra Marcelo Maipighi (1628-1694)
quien intuye la importancia del microscopio para el desarrollo de la biología y observa por
primera vez la circulación de la sangre en los vasos capilares, confirmando de este modo el
descubrimiento de Harvey. Las investigaciones microscópicas descubren un mundo nuevo,
distinto al que se ofrece a la simple observación, tal como sucedió a Galileo cuando observó con
el telescopio el cielo. El instrumental adquiere creciente importancia para el desarrollo
científico.
Por este tiempo nace la embriología, o sea, la ciencia que investiga el desarrollo del
organismo a partir del estado embrionario. Ello pone en el tapete de la discusión apasionantes
problemas teóricos que recorren la biología y filosofía de las últimas centurias: ¿existe
"finalidad" en la naturaleza? ¿O el universo es un inmenso mecanismo? ¿La vida puede
generarse desde el mundo inorgánico?
En el siglo XVIII se destaca, entre otros, Carlos Linneo (1707-1778) que clasifica los seres
naturales, especialmente los vivientes, e inventa la nomenclatura de las plantas hasta hoy
vigente; esta clasificación fija "otro concepto" de "especie" (distinto al aristotélico)
determinado por los rasgos químicos, anatómicos y fisiológicos más constantes y generales.
También debe mencionarse al francés Buffon (1707-1788) que defiende la "variabilidad de las
especies" y el principio de la supervivencia de las que mejor se adaptan al medio.
Las investigaciones biológicas posibilitan en este siglo un gran desarrollo de la medicina;
se descubre la. presión sanguínea, la anatomía microscópica, la química de los procesos y el
gran hallazgo de la vacuna contraía viruela.'

79
CATEDRA DE FILOSOFIA EDUCATIVA
No obstante, lo dicho, el progreso, más decisivo de la biología se produce en el siglo XIX. Y
dentro de este progreso le cabe un lugar especial a la introducción del concepto de "evolución"
para la comprensión genética de los seres vivos.
A una visión estática del mundo vivo le sucede una visión dinámica, es decir, evolutiva.
"Uno resultados más palpables de las investigaciones alrededor del problema de la evolución
ha sido el haber introducido en la explicación de la naturaleza una categoría nueva, la
dimensión temporal, convertida desde este momento en elemento necesario de toda visión
moderna del mundo. Si bien la introducción de esta nueva inteligibilidad empezó a realizarse
ya en el siglo XVII, la biología del siglo XIX le ha proporcionado la ilustración concreta y la
confirmación necesaria, mostrando la lenta progresión de las especies vivientes en el
transcurso del tiempo, su ascensión universal, de sentido único, hacía una complejidad
orgánica cada vez mayor" (Aubert, op. cit, pag. 168).
Esta concepción evolutiva históricamente se basa en dos descubrimientos científicos
importantes: a) el desarrollo de la anatomía comparada realizado por Cuvier (1769-1832) que
posibilita ver las profundas semejanzas y correlaciones entre los organismos de especies
diferentes y b) la organización de la Paleontología, es decir, de la ciencia que investiga los
restos fósiles enterrados en diversas capas geológicas. El espíritu científico comienza a percibir
cada vez con mayor claridad que la vida posee una larga historia, y que en las épocas anteriores
no ha tenido la forma que actualmente posee. Hablar de evolución a este nivel, sostiene con
razón Auberí, es hablar de una comprobación y de un hecho definitivamente adquirido.
Los biólogos se ven en la tarea de explicar este hecho y surgen de este modo las grandes
hipótesis; Juan Lamarck (1744-1829) formula su explicación en base a la adaptación al medio,
la cual genera-características adquiridas que se transmiten a los descendientes y después de
varias generaciones resulta una especie nueva; Carlos Darwin es una de las figuras más
importantes de la nueva concepción evolucionista la que es explicada en base a la selección
natural: en la lucha por la vida sobresalen los más aptos y son los que sobreviven y se
reproducen; al transmitir los individuos sus características más favorables e ir desapareciendo
los individuos menos aptos por sucesivas eliminaciones se forjan al cabo de largos períodos de
tiempo especies nuevas.
Al finalizar el siglo XIX se ensayan nuevas teorías explicativas del fenómeno evolutivo en
base a los aportes que va ofreciendo el progreso del conocimiento científico.
También en la segunda mitad del siglo XIX se inicia el desarrollo de las ciencias humanes,
especialmente de la sociología y psicología experimental. La razón científica aborda por fin la
realidad más compleja de la naturaleza, es decir el hombre, y por lo mismo la realidad más
difícil de ser descifrada.

80
CATEDRA DE FILOSOFIA EDUCATIVA
Con el progreso de la biología y de las ciencias acerca del hombre, el siglo XIX da un paso
decisivo para conquistar "una nueva imagen del mundo" en la que la "temporalidad" juega un
papel esencial. El cosmos siempre idéntico, de vigencia comienza a diluirse ante los ojos y
aparece un nuevo cosmos dinámico y en evolución. Se empieza a hablar de una "historia" del
mundo y de la vida, con lo cual la "naturaleza ahistórica" de griegos, medievales y modernos
entra en un cono de sombra.
2. LA ESTRUCTURACION SOCIO-ECONOMICA DE LA MODERNIDAD.
En la era moderna Europa adquiere una nueva organización, socio-económica. El
capitalismo lleva a cabo un desarrollo impresionante de las fuerzas productivas, con el cual
Europa se convierte en el centro hegemónico indiscutido del mundo. Este proceso se inicia con
la "Revolución Comercial" (ya descripta en el-capítulo anterior) y así ( el "capitalismo" llega a
su plenitud. Pero luego la "Revolución industrial" de fines del S. XVIII y transcurso del XIX
posibilita el "capitalismo industrial" y la concreción de poderosos imperios con el consecuente
fenómeno del "colonialismo".
2.1. El capitalismo mercantil.
En el transcurso de los siglos XVII y XVIII siguen actuando las fuerzas económico-sociales
desatadas por la Revolución Comercial y se arquitectura definitivamente lo que se ha
denominado "capitalismo mercantil".
¿Que se ha de entender por capitalismo?
A menudo se asocia el capitalismo al deseo de lucro y a la tendencia a enriquecerse cada
vez más como si estas fuesen sus características esenciales; sin embargo, no se necesita gran
agudeza de ingenio para percibir que en todos los tiempos, y no sólo en la época moderna, han
existido estas tendencias humanas. Por otra parte, siempre han existido "mercaderes" movidos
por la diferencia existente entre el valor monetario invertido y la ganancia final. Desde esta
perspectiva simplista el capitalismo ha existido siempre, es decir, es un fenómeno universal en
el tiempo y en el espacio.
En la época moderna, sin embargo, existe una configuración económica de un perfil bien
definido y que no se encuentra en otros pueblos ni en otras épocas. A esta configuración
económica se la llama "capitalismo" en su concreción primeramente "mercantilista" y luego
"industrial".
Por "capitalismo" se entiende, incluidas las más diversas corrientes doctrinales, el
régimen económico en el cual los que aportan los bienes de producción y los que aportan el
trabajo son personas distintas; es decir, los que producen, remunerados por un régimen de
salario, no son dueños ni de los medios de producción ni del fruto de su trabajo.

81
CATEDRA DE FILOSOFIA EDUCATIVA
Este régimen económico es susceptible de adquirir diversas formas históricas y no ha
existido siempre; en términos generales puede decirse que la economía anterior al siglo XVII
no era capitalista, en tanto los medios de producción y el trabajo estaban en las mismas manos.
En la Europa moderna el capitalismo adquiere su fisonomía propia al asociarse a otra
fuerza que venía desde la declinación del espíritu medieval: el individualismo, el cual es un
"modo da entender y valorar al hombre", que se extiende por toda la sociedad y afecta a los
distintos ámbitos de su cultura. Según el individualismo el hombre es una entidad 'cenada en sí
misma, autosuficiente y Ubre; el individuo no sólo es el centro de la vida social y económica,
sino también el centro de toda realidad y valor. Esta ideología fue asumida especialmente por
la "burguesía", la que lentamente asciende en poder y prestigio y se convierte en la propietaria
de los medios de producción.
Desde este trasfondo individualista se comprende cómo el capitalismo moderno, en sus
dos concreciones históricas y a pesar de sus variantes, se mueve sobre los mismos ejes: libre
empresa, propiedad privada de los medios de producción sin límites ni restricciones, la
concurrencia individual y la competencia como ley suprema de la economía
Naturalmente que en el "capitalismo mercantil" lo enunciado anteriormente tiene sus
limitaciones dada la escasa expansión de las fuerzas económicas y el control del régimen
corporativo de producción que venía de la Edad Media. Las grandes riquezas acumuladas a
través del comercio se volcaban en Industries manufactureras que por todos los medios
intentaban escapar al control de los gremios.
La formación capitalista mercantil aparece primero en Holanda en los albores del siglo
XVII, en 1610 se independiza de España y se estructura como una República moderna
gobernada por comerciantes, banqueros y armadores. Durante más de cincuenta años fue la
nación más rica de Europa y en estas décadas logra su expansión colonial ultramarina. Le sigue
inmediatamente Inglaterra con la revolución de Cronwell (1652-1679) que en su primera
etapa, como bien dice D. Ribeyro, logró su enriquecimiento principalmente a través del saqueo
"por corsarios sostenidos por el estado, y más tarde mediante el contrabando con las colonias
americanas y con la explotación del tráfico negrero por medio de contratos monopolísticos con
las naciones ibéricas,, operados por compañías oficiales cuyos principales accionistas eran las
casas reales española e inglesa. La eficiencia capitalista aplicada al tráfico negrero permitió
organizar racionalmente las operaciones de caza de esclavos en el interior, de acumula de
reservas en la costa africana, de transporte marítimo, de depósito, distribución y per todas las
Américas" (El proceso civilizatorio, pág. 83). Se integra también en este ligio Francia
(recuérdese que es el siglo de la hegemonía francesa en Europa después del ocaso de España);
en poco tiempo ve florecer el comercio y la industria manufacturera (cristalería, cerámica,
tejidos). Colbert pone en práctica de la forma más rigurosa la doctrina economía política

82
CATEDRA DE FILOSOFIA EDUCATIVA
llamada "mercantilismo" o también "colbertismo" que propugna un sistema de intervención
estatal en los procesos económicos que resguarde las industrias de la nación y promueva el
poderío del Estado. Este sistema se propaga por la Europa del siglo XVII, y como puede
apreciarse, algún principio teórico del capitalismo liberal naciente entra en contradicción con
el régimen mercantilista. Sin embargo, la burguesía lo apoyó, y especialmente los grandes de
los negocios, ya que el impulso dado al comercio y a las industrias manufactureras por el
Estado les favorecía y proporcionaba grandes ventajas. (Colbert fue secretario del Rey Luis XIV;
durante 22 años le sirvió fielmente y llevó a Francia a un gran estado de prosperidad; sostenía
que el secreto de la riqueza de una nación consistía encender mucho y comprar poco", y por
ello gravaba fuertemente productos comprados en el extranjero). En este proceso económico
europeo, a medida que crecían los mercados, las industrias manufactureras también se
transformaban; dejaban de ser simple reunión de artesanos propietarios de sus herramientas
de trabajo, para convertirse en unidades mayores y más complejas; en ellas existía una división
interna del trabajo, los medios de producción eran propiedad del empresario y se pagaba un
salario a los trabajadores (Cfert., D. Ribeyro, op. cit., pág. 80 y sigs.).
Esta estructuración capitalista, ya en su primera fase, produce un desarrollo económico
impresionante. La historia europea se acelera y se aleja cada vez más del desarrollo de los
pueblos de otros continentes que parecen quedar en la prehistoria.
La excepción a la formación de esta nueva estructuración socio-económica lo constituye
España y Rusia. Continúan con la práctica del "mercantilismo" tal como lo habían realizado en
el siglo XVI pero, a pesar de la enorme expansión colonial, se encuentra sin industrias y sin
capacidad para generarlas. Al finalizar el siglo XVI, España es aún rica y poderosa, pero es,
posible adivinar su decadencia: habían muerto en campos de batalla europeos o americanos
aproximadamente dos millones de hombres con la expulsión de moros desaparecen otros
quinientos mil y con ellos se va una agricultura de regadío de alta tecnología; sin riqueza
forestal (los bosques habían sido talados para la construcción de flotas); sin brazos para el
trabajo y sin industrias; con una gran riqueza proveniente de las Colonia* pero que sólo entra
al Reino y de allí pasan a los países vecinos productores de manufacturas. De este modo
España, así como Rusia aparecen como dos estructuraciones socioculturales desfasadas del
resto de la modernidad europea.
Con el advenimiento del capitalismo mercantil se inicia un fenómeno histórico que con
diversas modalidades se mantendrá hasta nuestros días: el fenómeno del "colonialismo' en su
configuración moderna. Ya a fines del siglo XV Europa se había abierto al mundo a través de los
pueblos ibéricos habían constituidos sendos imperios con sus respectivas las últimas cuatro
décadas del siglo XIX y primeras del XX, con la introducción del petróleo, la electricidad y el
acero, se generan alteraciones profundas en los procesos económicos con grandes

83
CATEDRA DE FILOSOFIA EDUCATIVA
repercusiones socioculturales. A este proceso muchos historiadores Jo califican como "segunda
revolución industrial''. Y como la "era de la automación" es distinta a aquella otras dos,
siguiendo la división anterior, se la debe llamar "tercera revolución industrial".
Preferimos utilizar la siguiente clasificación; Revolución Industrial y Revolución Termo-
nuclear. La primera, se da en dos fases pero que pertenecen a un mismo proceso histórico de
expansión técnico-productiva: la fase inicial del maquinismo, o sea de la máquina a vapor, y la
fase de la electricidad y del petróleo. La revolución termonuclear de nuestro siglo tiene
características mus específicas que la diferencian de la anterior. Analizaremos aquí muy
detenidamente la primera fase de la revolución industrial, y sólo mencionaremos algunas
características de la segunda, pues esta pertenece más bien al mundo contemporáneo.
A fines del siglo XVIII y primera mitad del S. XIX se realizan descubrimientos tecnológicos
de, tanta importancia que no solo revolucionan la industria, la producción agrícola ganadera y
el comercio, sino que cambian la fisonomía política y cultural de Europa y la diferencian
netamente del resto del mundo. Se ha señalado y con razón que el efecto más importante de
esta revolución tecnológica ha sido la creación y concreción de las bases materiales de una
futura civilización humana cada vez más unificada.
En este tiempo se logra el invento de "máquinas" que multiplican fantásticamente el
poder del hombre. Esta era maquinista naturalmente que no surge de golpe: tiene como
antecedente el gran desarrollo de las ciencias de la naturaleza de los siglos anteriores y los
experimentos técnicos que se vienen ensayando desde el Renacimiento (así por ejemplo
alrededor de 1580 se logra inventar un telar mecánico pero su inventor es asesinado por los
maestros gremiales de Danzig).
La revolución industrial, como se sabe, fue una empresa de la burguesía Esta clase social
en el transcurso de la modernidad rio solo había logrado el consenso social, sino que había
obtenido el poder político; y por supuesto, poseía en sus manos el capital. El comercio interno y
ultramarino había acumulado el capital disponible, el cual podía volver al comercio, pero de
forma limitada; llegó un momento que el comercio no pudo absorber más la enorme cantidad
de capital acumulado. Al mismo tiempo existía una gran demanda de "bienes" que no podía ser
satisfecha con el antiguo modo de producción; esta demanda de bienes se debía entre otras
cosas al crecimiento demográfico de Europa y a la creación de los imperios coloniales. El
desarrollo industrial era, pues, una necesidad,
El proceso de industrialización comienza primeramente en Inglaterra alrededor de 1760.
Le sigue Francia (1800-1850), los Países Bajos y Alemania (1840-1890) y Estados Unidos de
Norte América (1840-1890). Se debe tener presente que alrededor de 1860 la Revolución
Industrial entra en una fase nueva la que es inmediatamente asimilada por las naciones de
reciente desarrollo como Estados Unidos o Alemania. El resto del mundo continúa siendo un

84
CATEDRA DE FILOSOFIA EDUCATIVA
conjunto de naciones de campesinos, productores de bienes primarios; en cambio estas
naciones europeas industrializadas se transforman en los centros productores de tecnología y
de bienes manufacturados. Un polo complementario del otro.
El proceso de industrialización empieza en el área textil. El aumento vertiginoso de la
población y los nuevos pueblos acoplados a la historia de Europa requieren un desarrollo de
esta industria, hasta el punto de que a mediados del siglo XVIII en Inglaterra se obliga a
trabajar en el hilado a todas las mujeres y niños aptos, así como en Alemania se exige la misma
tarea a los soldados. La demanda era tan seria que se llegó a ofrecer grandes premios a quienes
des-cubriesen una máquina que permitiese a una persona hilar seis hilos a la vez; Al finalizar el
siglo funcionaban máquinas que hilaban cuatrocientas hebras al mismo tiempo. Esto exigía
inventar telares mecánicos lo que a muchos parecía imposible; sin embargo, en 1785 el
reverendo E. Cartwright patentaba una máquina de fuerza mecánica
Estos nuevos inventos, especialmente la hiladora mecánica y el telar hidráulico,
contribuyen al surgimiento del sistema fabril. Las grandes máquinas exigían una concentración
del trabajo en un lugar y la supervisión del mismo de parte del propietario o administrador.
Nacen así las primeras fábricas.
Pero este sistema no hubiese logrado expandirse si no se hubiese inventado la máquina a
vapor que indudablemente es uno de los hitos más importantes de la revolución industrial en
esta su primera fase. Tomás Newcomen es el primero que aplicó la fuerza del vapor (1712) con
fines industriales. Pero es J. Watt el que en 1796 logra patentar la primera máquina a vapor que
se usará ruego en fábricas y minas.
Este invento abrió múltiples posibilidades para el desarrollo tecnológico industrial, se
aplica a la industria textil y acelera los procesos productivos; la producción de hierro y carbón
encuentra una fuerza que ahorra trabajo humano y es de una eficacia mucho mayor; genera
una revolución en los transportes (ferrocarriles y navegación a vapor); en fin, posibilita la
fabricación en serie de las más diversas mercaderías. El desarrollo tecnológico se manifiesta
también en el sector agrícola-ganadero; se mejoran las razas de ganado y se inicia la química
agrícola; el campo entra en una etapa de mecanización que ahorra mano de obra y la
producción mejora cualitativa y cuantitativamente. El progreso en las comunicaciones se pone
de manifiesto en la invención del telégrafo, en la producción del papel y en las nuevas
máquinas impresoras.
Alrededor de 1860 la revolución industrial ingresa en una fase nueva, en la cual el
desarrollo tecnológico se acelera y pone al descubierto la potencialidad de la ciencia moderna.
Entre sus manifestaciones más importantes caben destacarse: a) el hallazgo de nuevas fuentes
de energía que reemplazan al vapor (electricidad y derivados del petróleo), b) la sustitución del
hierro por el acero como material industrial básico. Ello dio origen a los motores de explosión y

85
CATEDRA DE FILOSOFIA EDUCATIVA
el dínamo de tanta importancia en el desarrollo ulterior; c) innovaciones profundas en los
transportes y comunicaciones, (automóviles, navegación aérea, telecomunicación,
radiodifusión, fotografía, etc. etc.) d) producción en masa y desarrollo de la maquinaria
automática, La repercusión de todo ello en la vida espiritual del hombre y en su cultura es
profunda; su descripción pertenece al mundo contemporáneo.
¿Qué consecuencias acarrea para el mundo político-cultural la revolución industrial en su
primera fase?
a) Quizás lo más importante de este desarrollo tecnológico sean sus afectos universales.
Es un fenómeno que se inicia y desarrolla sólo en algunas naciones de Europa y luego Estados
Unidos, pero es un fenómeno de tal envergadura que afecta t todo el género humano. Como ya
se ha dicho, con la revolución industrial se crean las bases materiales de una civilización
humana universal. De ahora en adelante los distintos pueblos tendrán un desafío al que no
podrán escapar si quieren participar activamente en la historia del género humano: la
asimilación del avance científico-tecnológico sin perder la propia identidad cultural. Sin aquella
no podrán participar de la historia universal, sin ésta, no son nada, o sólo un pueblo alienado y
sin personalidad.
b) Esta unificación del mundo se pone en evidencia en lo que se ha llamado "división inter-
nacional del trabajo"'. A las naciones industrializadas corresponde un polo complementario:
los pueblos y áreas cuya función es el abastecimiento de materia prima. De este modo
cristalizan dos formaciones socioculturales distintas: una estructura periférica colonial, y un
"centro" o estructura imperial, tecnológicamente desfasadas, económicamente contrapuestas, y
polítíco-culturalmente dependiente, la primera de la segunda
c) La organización social de las sociedades industrializadas se hace en base a una neta
división entre capital y trabajo. El proceso de industrialización dentro de estas naciones, en sus
primeros pasos, fue extremadamente conflictivo pues ahondó la diferenciación social; creció ¡a
población sin poder absorberla en las fábricas; produjo un éxodo del campo a las ciudades.
En fin se conformó un proletariado que vive en la extrema pobreza. En nombre de la
"Libertad", la Revolución Francesa había abolido los gremios, aislando de este modo al
trabajador: ¡él también era un ser individual y libre! De este modo la fuerza del trabajo es
víctima del capitalismo industrial y de los propietarios de los bienes de producción. El trabajo
se realiza en jomadas de 15 horas diarias; también lo hacen las mujeres y niños, y lo que es
peor, en pésimas condiciones de higiene y salubridad (por ej. el trabajo de los niños en las
minas). Esta situación es fuente de constantes conflictos sociales. La lucha social es una de las
características del convulsionado siglo XIX. Como intento de superar esta situación de injusticia
emerge lentamente el "pensamiento socialista" en diversas formulaciones teóricas (socialismo

86
CATEDRA DE FILOSOFIA EDUCATIVA
utópico, marxismo, socialismo cristiano, etc.), y el pensamiento social de la Iglesia se renueva y
se presenta como alternativa ante este mundo que se disgrega y anuncia un tiempo nuevo.
d) Con la revolución industrial, como ya se ha dicho, se produce un aumento gigantesco de
la población europea. En menos de 100 años se triplica la población y se vuelve necesaria una
política migratoria que ofrece el duro espectáculo de esos ingentes trasiegos humanos que se
trasladan a mundos lejanos y desconocidos.
Este fenómeno es particularmente importante para las áreas que reciben esta nueva
sangre y cultura, como sucede en la Argentina.
e) La Revolución industrial otorga a Europa un poder impresionante. El colonialismo
moderno llega a su apogeo.
Si repasamos lo dicho sobre este tema, y a modo de síntesis, tenemos que:
La apertura de Europa al mundo se da como en tres oleadas sucesivas:
- En los siglos XV y XVI, a través de Iberia Los grandes imperios ibéricos, en términos
generales, conquistan, pero al mismo tiempo por un proceso de mestizaje etnocultural generar
pueblos nuevos.
- Este proceso de expansión continúa a fines del siglo XVI y XVII con Francia, Inglaterra y
Holanda. Las dos primeras se instalan en Canadá y la costa atlántica de Estados Unidos. Se
suprime a los pueblos autóctonos y simplemente hay un traslado de los europeos a una nueva
geografía. Holanda, después de frustrados intentos de dominio en América del Norte, apunta
hacia el Indico e islas del Pacífico. En el siglo XVIII, y después de desalojar a los holandeses nos
encontramos con las grandes factorías inglesas y francesas en la India y en otras regiones de
Oriente. Lo mismo acontece en las costas del sur de África
- El colonialismo moderno, en el siglo XIX, adquiere proporciones casi universales. Entre
Inglaterra, Francia, Alemania, y también Portugal e Italia, se reparte el mundo (El Continente
Africano, el Continente Asiático y Australia; y a menudo las miradas también se dirigieron a
América). (Ver cap VI).
3. MUNDO MODERNO Y ORGANIZACION POLITICA.
El aspecto político de la modernidad es de una importancia capital, pues dentro de él hay
que enmarcar los procesos económicos, educativos, etc. Lo describimos en tercer término, sólo
por una cuestión pedagógica.
Enrié las características más relevantes de la dimensión política de la era moderna se
destacan las siguientes;
- lo que genéricamente podría llamarse el "nacionalismo", es decir, el movimiento que
plasma los Estados modernos bajo la idea que cada uno de ellos es la encarnación de una
"nación" que se fue gestando durante siglos y que se manifiesta en une unidad de lenguaje, de
usos y costumbres, de tradiciones y valores. La vida de los hombres es múltiple, y diversificada

87
CATEDRA DE FILOSOFIA EDUCATIVA
y plural con sus acciones. Esta pluralidad, sin embargo, logra su unidad en la Nación, (con la
unidad adquiere racionalidad). De este modo la Nación se convierte en el 'Valor sustantivo" de
la historia humana. En. la época moderna este nacionalismo se proyecta en el tiempo en
distintas formulaciones y movimientos.
- El individualismo liberal, según el cual cada hombre es una entidad cerrada sobre sí
misma. En la comunidad política, surgida por contrato, el individuo es el centro de la vida social
y económica.
- Este nacionalismo e individualismo moderno, que teóricamente muchas veces llegaron
a oponerse como ideologías antitéticas, sin embargo, coinciden-en un punto (junto con todos
¡es movimientos políticos de la época): la necesidad de concretar un proyecto político de
alcance universal; según este proyecto, el desarrolla de la racionalidad tal como se expresa en
las ciencias y la técnica conlleva el progreso y la homogeneidad de los hombres, los que serán
unificados en una misma Civilización.
- A principios del siglo XIX aparece el socialismo que pretende encarnar un nuevo
proyecto político. Dentro de este movimiento se destaca el llamado "socialismo científico" de
Marx y Engels de tanta importancia en la contemporaneidad, y cuyo esfuerzo se orienta a
superar en la historia la lucha de clases.
Esta corriente del pensamiento político se manifestó concretamente en variadas
configuraciones políticas. Para comprender mejor lo dicho nos detendremos en tres grandes
fenómenos modernos: el "absolutismo", el "iluminismo" (en cuanto proyecto político) y la
Revolución Francesa.
3.1. El absolutismo.
Lo que la "historia universal" conoce como edad del absolutismo se inicia a principios del
siglo XVII y termina con la Revolución Francesa Dentro del absolutismo cabe distinguir: "el
absolutismo de derecho divino" que se desarrolla en el siglo XVII y cuya expresión más acabada
es el reinado de Luis XIV, y el "despotismo ilustrado" que transcurre en el siglo XVXII y que se
evidencia en casi toda Europa en el reinado de soberanos influenciados por el iluminismo que,
no obstante, se cuidaban de poner en práctica en el ejercicio del poder.
Es indudablemente en Francia donde el absolutismo adquiere su perfil más acabado, el
cual debe ser encuadrado dentro del marco político europeo del siglo XVII.
Es preciso que recordemos este cuadro histórico. La declinación de España al finalizar el
siglo XVI marca el ascenso, de Francia. Durante el siglo XVII Europa existe en la órbita de
Francia la que. vive una de sus etapas de mayor esplendor. Enrique IV, Richelieu y Luis XIV
fueron los principales gestores de la grandeza de Francia y los que impusieron su predominio
sobre el mundo. A esta época so la ha llamado con razón "el Siglo de Francia" o "el Siglo de Luis
XIV".

88
CATEDRA DE FILOSOFIA EDUCATIVA
El "Rey Sol", tal es el nombre que le dieron sus contemporáneos a Luis XFV llevó a su
apogeo el "absolutismo real". Su sistema de gobierno, expresado en la-frase "El Estado soy yo"
que la leyenda le atribuye, encontró sus imitadores en casi todo el resto de Europa, Su ministro
Colbert hizo efectivo el poderío económico de la Nación. El colonialismo francés as extiende al
África (Madagascar y Senegal), Asia (varias zonas de la India) y América (Cenada y la zona del
Misisipi -La Luisiaria-).
Durante el siglo XVII se produce un paulatino engrandecimiento de Prusia, Rusia y Suecia,
así como una declinación de Holanda (al finalizar el siglo pierde la primacía en los mares y gran
parte de su colonización), España e Italia (ésta última vive del recuerdo de las glorias del
Renacimiento mientras sus ciudades se ven totalmente empobrecidas). Alemania durante este
tiempo sigue dividida en pequeños principados en permanentes luchas entre sí. Para Inglaterra
el siglo XVII fue una época de constantes convulsiones; gobernada por los Estuarios de Escocia
éstos pretendieron llevar a cabo una política según el modelo del "absolutismo real" sin
respetar los derechos del Parlamento, defensor de las libertades públicas (recuérdese que a
mediados del siglo se abolió la monarquía y se instaló la República hasta 1660, regida por el
Parlamento y teniendo a Crornwell como Lord Protector).
Delineado el marco histórico es necesario reflexionar sobre el significado del
"absolutismo". A menudo se lo entiende como la instauración de un totalitarismo político
donde prima la voluntad omnímoda e incluso arbitraria del poder real; sin embargo, la realidad
histórica no es tan simple. Lo que no debe perderse de vista es que lo que está en juego es la
concreción del Estado Moderno, es decir, un Estado autónomo con objetivos que no
trascienden a sí mismo; comienza a pensarse que nada hay superior a los intereses del Estado.
El absolutismo es una forma de gobierno en la cual el que detenta el poder no está sujeto
al control o en dependencia de otras instancias; lo cual no quiere decir que el poder del
"monarca" fuese absoluto o arbitrario; la ley natural, la ley divina y las costumbres son límites
del ejercicio del poder. Debe recordarse que en este régimen político operaban fuertes
convicciones religiosas, como aquella que afirma que todo poder proceder de Dios; de allí
surgía la convicción que la autoridad del monarca viene directamente de Dios y es sólo a Dios a
quien el monarca debe rendir cuenta de sus actos.
Dentro de este régimen aparece lo que con denominaciones y justificaciones distintas será
común hasta nuestros días, a saber, la razón de Estado concebida cómo última instancia de la
racionalidad humana; la razón de Estado puede llevar al abandono de las nomás morales y
religiosas e incluso a suspender los derechos fundamentales de los individuos.
El Estado moderno está en estrecha relación con el fenómeno de disgregación de la
Cristiandad medieval; al finalizar la edad media aparecen las "naciones" como estructuraciones
político-culturales independientes. Frente a las exigencias de un orden universal (y eso había

89
CATEDRA DE FILOSOFIA EDUCATIVA
querido ser la Cristiandad) se yergue la Nación como realidad autónoma, sin ninguna otra
realidad que la trascienda. En el inicio de la modernidad la "Nación" es pensada como si fuese
el sujeto último de la historia y la política se convierte en lo sustantivo de la misma Los
diversos y dispares aspectos de la vida (religioso, moral, artístico, etc.) son aglutinados por el
Estado moderno, de él reciben el sentido y en última instancia su justificación. Con razón ha
dicho E. Nicol que en el comienzo de la modernidad hay una sujeción de lo privado a lo público,
una idea de ciencia, del arte, de la religión, como auxiliares de la política. (Cfert. Los principios
de la ciencia).
Junto a esta concreción del Estado está operante la fuerza espiritual del "individualismo",
que a simple vista pareciera oponerse totalmente a toda forma de "absolutismo"; sin embargo,
lo que aparentemente es una contradicción, en el fondo puede resultar una amigable
convivencia cuando no una rigurosa exigencia. Las formas comunitarias de vida y de
producción de la época medieval comienzan a disolverse; el individuo se convierte en un ser
cerrado, en sí misino e independiente; la comunidad política, como realidad con estatuto
propio, se reduce o incluso se mega Los individuos y el Estado están en una misma línea, falta
la Polis y las formas socio-políticas comunitarias. Frente a individuos absolutizados, el Estado
debe ser poderoso y también absoluto. Con razón dice C. B. Macpherson: "A veces se considera
al individualismo y al colectivismo" (en nuestro caso "absolutismo") "como dos polos extremos
entre los cuales se podrían disponer y clasificar las formas de gobierno y las teorías del Estado.
Ese es un punto de vista superficial y falacioso. Porque el individualismo de Locke, aquel que es
producto de una sociedad capitalista naciente, no excluye de ninguna forma la supremacía del
Estado sobra al individuo: por el contrario, la exige. Individualismo y colectivismo no están en
relación inversa, sino en relación directa uno con el otro (La teoría política del individualismo
posesivo de Hobbes a Locke, p. 281).
De lo dicho se torna comprensible cómo en el absolutismo del siglo XVII se encuentran
aliadas las fuerzas de la burguesía y del poder real, enfrentadas generalmente a la nobleza y el
clero. A la burguesía en ascenso le resultaba indispensable la concentración del poder político
en el monarca a los fines de hacer efectivos los principios del mercantilismo; era necesario un
sistema de intervención estatal que promoviese la producción industrial y comercial; para ello
se arancelaban fuertemente las importaciones, se apoyaban las industrias nacionales y Estado
fiscalizaba los salarios, las horas de trabajo, los precios e incluso la calidad de los productos. Al
poder real la política mercantilista le permitía incrementar las rentas públicas, fortalecer el
Estado y mantener los ejércitos que el nuevo tiempo exigía.
El absolutismo finalizará, como se sabe, con la revolución francesa. La radicalización del
régimen había generado un sistema opresivo ante el cual reacciona fundamentalmente la

90
CATEDRA DE FILOSOFIA EDUCATIVA
burguesía. Pero para entender esta nueva instancia política es necesario i detenernos
brevemente en el significado de la ilustración del siglo XVIII.
3.2. El iluminismo.
En este siglo se desarrolla un amplio movimiento cultural denominado "iluminismo" o
"ilustración" que se expresa en las artes y letras, en la interpretación religiosa, en los ideales
políticos y sociales, es decir, en todos los ámbitos de la cultura. El término "Iluminismo" o
"ilustración" tiene su origen en la misma convicción de la época que se percibe a sí misma
como el tiempo en el cual triunfan "las luces y la razón" frente a una larga historia humana de
oscuridad y opresión, La humanidad, según esto, ha ingresado en un nuevo estadio; recién
ahora se abre la verdadera y auténtica historia humana. Se ha superado la etapa de la magia, la
superstición, las religiones positivas, la desigualdad social y la esclavitud en sus diversos tipos
y formas; adviene la era del progreso y las ciencias, la razón y la libertad. Esta convicción del
siglo XVIII se manifiesta en la utilización de ciertos términos que parecen condensar las
aspiraciones de la época; se destacan los siguientes;
Luces.
De allí deriva "iluminismo". El término se origina en uno de los símbolos de todos los
tiempos: LUZ-OSCURIDAD, indicando, aquel, el ámbito del orden, conocimiento y bondad; éste
designa el desordenó la ignorancia y la perversión. Estos símbolos le sirven al siglo XVIII de
esquema histórico: la larga historia humana, y especialmente el medioevo, pertenece a la
oscuridad, al dominio de lo instintivo y de la imaginación mitológica propia de una minoridad
humana. La luz designa el presente cuyo origen se halla en el Renacimiento; ahora la razón
prevalece y se ensancha, sin otro recurso que sus propias fuerzas; y en base a la experiencia y
deducción, elabora las CIENCIAS que lentamente van descifrando el enigma de la realidad, La
religión judeocristiana, para muchos espíritus del siglo, contiene una verdad esencial, pero hay
que despojarla de su ropaje mítico apto para las inteligencias más simples.
Razón.
La Ilustración es heredera del racionalismo del siglo XVII (en Historia del pensamiento se
volverá sobre el tema). ¡El hombre esencialmente es “razón”, siendo ésta una potencia
constructiva de! lo real. A diferencia del racionalismo del siglo anterior el iluminismo concibe a
la razón ligada a la experiencia teniendo por objeto propio las verdades necesarias de la
naturaleza.
La razón es un poder idéntico en todos los hombres, y como constituye la esencia humana,
las diferencias entre los pueblos son pensadas como periféricas o accidentales.
El resultado más acabado de la razón lo constituyen las CIENCIAS, y dentro de éstas el lugar
privilegiado lo tiene la físico-matemáticas. El supremo saber del hombre es el conocimiento
científico-natural.

91
CATEDRA DE FILOSOFIA EDUCATIVA
Lo dicho repercute en la interpretación de la "historicidad" del hombre. Siendo idéntica la
razón en todos los tiempos y razas hay que deducir que también es idéntica la historia humana
a pesar de las diferencias que se manifiestan en la superficie. Desde este ángulo la historia
aparece como una constante conquista de la razón que se va haciendo patente a sí misma. En
todas las épocas y pueblos se encuentra la misma lucha y los mismos adversarios: la razón
frente a las pasiones, mitos, religiones, fantasías; la ciencia contra la superstición y la magia; la
civilización contra la barbarie.
Civilización
Esta conquista de la razón se expresa y objetiva en la Civilización. Por ello la Civilización
no es un fenómeno contingente sino que es una realidad universal y necesaria, que deriva de la
legalidad y universalidad de la razón.
El polo contrario es la Barbarie que deriva de las fuerzas opuestas. Esta Civilización, una y
única, logra su actualización histórica en la moderna Europa lo que lleva a una visión "euro-
céntrica", que tiende a pensar lo extraño a Europa simplemente como la barbarie.
Progreso
El carácter propio de la Civilización es el Progreso. La historia humana es un constante
movimiento hacia la mayor perfectibilidad del hombre. Cada nueva etapa histórica supera en
perfección a las etapas anteriores. Este progreso no tiene límites, es indefinido. Y en el
progreso se afirma la libertad.
Humanidad
De lo dicho se desprende el concepto de Humanidad extensamente vulgarizado en el siglo
XVIII. Este concepto más que designar una especie, designa un ideal al que hay que entregarse
y realizar. Como se ha dicho, las diferencias entre los pueblos es algo accidental Debe lograrse
la unidad de los hombres haciendo prevalecer la misma Civilización. En la medida que se
realiza la Humanidad se realiza también la igualdad, fraternidad y libertad entre los hombres.,
y en esa medida se instaura también la paz.
Debe advertirse que estas ideas se convierten en la fuerza ideológica del movimiento
expansivo de Europa. ¡Que distinto valor tienen estos pensamientos enunciados en África,
Oriente, América Latina, o dichos en Inglaterra o Francia. Para éstas es expresión de su
identidad y voluntad de poder; en aquellas a menudo es signo de su alienación.
También este ideal de Humanidad lleva al pensamiento iluminista a la idea de solidaridad
social con un sentido estrechamente reductivo de filantropía y beneficencia. El iluminismo
servirá de base ideológica del proyecto político liberal que tomará el poder en la Revolución
Francesa, y de allí se extenderá su influencia a lo largo del siglo XIX y del siglo XX.
3.3. La Revolución Francesa.

92
CATEDRA DE FILOSOFIA EDUCATIVA
Generalmente para los historiadores la Revolución Francesa marca el fin de la época
moderna y el inicio de la historia contemporánea, pues la organización política y económica
que de allí surge se prolonga hasta nuestros días.
Sin entrar en el análisis histórico de tan complejo fenómeno, señalaremos, no obstante,
algunas de sus características.
a) La Revolución Francesa significa el triunfo de un nuevo proyecto político, liderado por
la burguesía y de aspiraciones universales; no es solo el proyecto interno de una nación, sino
que su ideología exige un nuevo orden a escala mundial. La instauración del reino de la
Humanidad, y de individuos cada vez más libres, impulsa la conciencia del siglo con ansias
renovadoras.
Este nuevo modelo político se inspira en el liberalismo que se presenta con imperativos
revolucionarios. El liberalismo se caracteriza por entender a la sociedad como un conjunto de
"individuos" que tienen "frente a sí" al Estado del cual se debe desconfiar; la iniciativa privada,
la libre competencia, la abstención del Estado en los asuntos económicos, son otros tantos
motivos expresivos de esta corriente ideológica que ve en la búsqueda de riquezas económicas
una prioridad incluso sobre la misma organización política.
La nueva forma de gobierno que surge, como la única propiamente humana, es la
DEMOCRACIA. (Se debe utilizar críticamente esta última categoría, pues en la historia existen
di Versos tipos de democracia y distintas concepciones de la misma; aquí se trata de la
democracia liberal).
b)En el orden histórico concreto la Revolución Francesa es una superación del antiguo
régimen del absolutismo monárquico. Se instaura la República que reconoce el principio de la
soberanía popular, Los derechos de los individuos deben ser promovidos, especialmente los
considerado fundamentales, como los derechos de libertad de pensamiento, de religión, de
jrsr.sa, de propiedad privada individual, etc. El estado liberal reconoce como democracia
legítima sólo a la representativa o parlamentaria, que condice con la libertad individual de
elegir representantes y a su vez ser elegidos.
El antecedente histórico inmediato de la caída del antiguo régimen está en la
independencia de las Colonias norteamericanas en 1776. Pero su quiebra definitiva se
formaliza en la Revolución Francesa cuya influencia se extiende a toda Europa y al resto del
mundo.
El estamento dinámico y. promotor de la revolución lo constituye la burguesía. Para ella el
cambio profundo era una necesidad. El desarrollo de la industria y del comercio que había
llevado a cabo le había otorgado un fuerte poder económico y una gran confianza en s/ misma.
El "mercantilismo" se le aparecía ahora como una práctica que atentaba contra la propia
iniciativa y la libertad, y en el fondo, contra el progreso. La intervención estatal en los salarios y

93
CATEDRA DE FILOSOFIA EDUCATIVA
los precios las restricciones de libre comercio exterior, en fin, el mercantilismo, era
naturalmente una traba a la fuerza expansiva de esta clase social. Por otro lado, la
diferenciación social que la excluían de la participación en el poder político (no ejercí a
influencia en la corte, ni podía compartir los honores más altos, ni siquiera votaba, salvo para la
elección de algunos funcionarios de poca jerarquía) resultaba irritativa y contradictoria con el
poder económico que poseía y el progreso y bienestar que ella generaba frente a una
aristocracia ociosa e improductiva.
Además, el descontento reinaba en los otros estamentos sociales. El Campesinado era
quien soportaba las mayores injusticias del régimen; cierto sector de la misma Nobleza y Alto
Clero deseaban une transformación que les otorgase mayor participación y propendían a
Monarquías Constitucionales. El absolutismo real había llegado a su ocaso.

La Revolución, a pesar de los ideales de fraternidad, tuvo momentos de inusitada violencia


y los métodos fueron en general sangrientos cometiéndose graves injusticias. Sólo desde
septiembre de 1793 a julio de 1794 en la Francia del período del Terror se realizaron
aproximadamente veinte mu ejecuciones, según los cálculos más dignos de confianza (Cfert.
Mac Bums, Civ. de Occidente, pág. 597).

Los cambios que produjo la Revolución fueron profundos; se abolió la servidumbre y los
privilegios de la Nobleza; se separó la Iglesia del Estado; se abolieron los gremios. Sin embargo,
en la misma revolución estaba implícita la aparición de nuevas formas de esclavitud,
especialmente la de la clase trabajadora que, sin formas comunitarias de producción, quedó a
expensas de quienes detentaban el poder. Ello explica la aparición en el siglo pasado y el
presente de la lucha de las reivindicaciones sociales y la presencia creciente del socialismo
como nuevo proyecto político.

El liberalismo del siglo XIX, a pesar de su cerrado individualismo, tuvo que admitir el
derecho a la agremiación y la presencia activa dé los sindicatos. Debe recordarse que en 1848
se produce en París la primera revolución obrera. A esta ¡revolución obrera le había procedido
el nacimiento del "socialismo utópico" (especialmente a la gran figura de Saint Simón) que
luego se diversificará en Ta segunda mitad del siglo en diversos tipos de socialismos (el
socialismo comunista de Marx y Engels, el socialismo cristiano de Buchez, etc.). Y con ello ya
estamos en el umbral de siglo XX.

4. CULTURA MODERNA Y EXPRESIQN ESTETICA.

Para finalizar con este panorama histórico cultural de la modernidad diremos algunas
pocas palabras acerca de la creación artística que se realiza en este período.

a) El clasicismo.

94
CATEDRA DE FILOSOFIA EDUCATIVA
La historia del arte denomina "clasicismo" al ideal de belleza que, en el Renacimiento y
época moderna, se retoma del "mundo clásico" (grecolatino) y se expresa en la literatura y las
artes. Como se recordará, este ideal clásico de belleza denota un valor objetivo en que poco o
nada tiene que ver la subjetividad humana. Es el esplendor de las formas perfectas que el
artista intuye e intenta plasmar en la materia. Él clasicismo renacentista y moderno quiere
recuperar este ideal; pero la historia no pasa en vano y el mundo clásico hace siglos que ha
pasado. Por ello el arte que surge difiere del arte clásico.

La categoría "clasicismo" es excesivamente genérica y ambigua. Desde el siglo XV al XVIII


hay movimientos estéticos que, a veces difiriendo hondamente, desean volver a las fuentes
clásicas. Una cosa es por ejemplo el arte del Renacimiento y otra el arte francés del siglo XVTI.
Para evitar esta ambigüedad se reserva el término clasicismo, generalmente, para este este
último fenómeno estético.

Después de la Reforma Católica, en Italia hay un esfuerzo por encontrar reglas claras y
racionales que dirijan el arte, Este esfuerzo italiano logra su concreción en la Francia del siglo
XVII y tiene distintas manifestaciones en el resto de Europa. Lo más distintivo es que ai arta
encuentra la claridad de le geometría. El clasicismo se convierte en el arte oficial durante el
reinado de Luis XIV, y una de sus expresiones: imponentes es el Versalles, perfecto en el rigor
geométrico de sus masas, con su techo en terraza que es una límpida línea cortada recta sobre
el cielo, y subdividida en sectores iguales por las líneas de sus regulares aberturas.

Puede decirse, en síntesis, que en el clasicismo el afán de realidad y objetividad se somete


a las leyes del equilibrio y es llevado hasta la simetría rigurosa del espacio geométrico.

b) Es barroco.

En el barroco hay otro espíritu distinto; incluso se lo ha visto como la forma antinómica
del clasicismo y como su contrapeso. Históricamente el barroco aparece después de la
Contrarreforma y continúa hasta entrado el siglo XVIII.

Es interesante advertir como el alma europea se manifiesta a un mismo tiempo de dos


formas tan dispares; lilo es signo que en ella existen fuerzas contrapuestas. Incluso se ha visto,
con gran agudeza, cómo el arte clásico y el barroco responden a dos tendencias del mismo
espíritu humano. "Parece —dice Rene Huyghe— que la historia del arte obedezca a una especie
de ritmo alterno; la tentación del orden mental y de sus disciplinas lleva, cuando ha sido
demasiado satisfecha, a las tentaciones opuestas de abandonarse a la vida y a su libre impulso.
Tendencias clásicas y barrocas ofrecen así un juego compensador, confirmando nuestra, pro-
posición de que el arte responde a una tensión entre la naturaleza finitamente compleja y
movediza de la realidad vivida y el principio de unidad fundamental en el espíritu humano.

95
CATEDRA DE FILOSOFIA EDUCATIVA
Además, toda civilización va hacia un clasicismo a medida que se afirma y se desliza al barroco
en cuanto se siente insatisfecha e intenta renovarse. Hay que añadir también que algunos
grupos humanos acusan una inclinación espontánea para una u otra tendencia, favoreciendo
así su desarrollo" (El Arte y el Hombre, tomo 3, pág. 149).

En la obra clásica hay un predominio de la objetividad y racionalidad; en la obra barroca


el hombre se embriaga de desorden hasta el frenesí de la superabundancia y del movimiento
(para tener una imagen visual del barroco imagínese los altares preconciliares de algunas de
nuestras iglesias que proceden de aquel espíritu; impresionan por la riqueza de su brillo, de
sus formas y movimientos, la saturación de sus ángeles pictóricos de vida).

Algunos elementos importantes para la comprensión del barroco son los siguientes:

- Hay en esta corriente una reacción al concepto renacentista de belleza, heredada de los
clásicos (culto por las formas, por el orden, el equilibrio y la simetría). Ahora el movimiento
desplaza a las formas y una vida exuberante suplanta a las líneas perfectas del ideal clásico. Los
diversos estratos, y los impulses del espíritu, exigen superar las formas claras y legibles del
arte clásico compuestas de una manera lógica y fija.

- El barroco está ligado a la convulsión religiosa del comienzo de la era moderna. El


Protestantismo tendía a la iconoclastia, a la superación de lo sensible, a una espiritualidad que
estuviese desencamada hasta donde fuese posible de lo corpóreo. El barroco, desdé esta óptica,
es el arte de la Reforma Católica. Naturalmente que no puede equipararse simplistamente
barroco y catolicismo; en la Alemania protestante nos encontramos con algunos grandiosos
castillos barrocos. Pero en verdad que es en las regiones católicas donde el barroco tiene su
mejor manifestación; en cambio en las protestantes nunca logró el predominio. Rene Huyghe
explica de este modo la ligazón entre Reforma Católica y barroco: "Puesto que el arte podía
seducir al alma, turbarla y encantarla, conmoverla en sus profundidades, esto había que
hacerlo en beneficio de la fe". Se debía despertar y llevar hacia la fe los recónditos impulses de
la mayor cantidad posible de al más. La iconografía manejó el amor al representar las al más
transportadas a Dios en el éxtasis, y también el terror por el espectáculo de martirios
sangrientos o sufrimientos indecibles. Supo tocar las "pasiones" que conmueven e impresionan
al público. "Pero sobre todo evolucionó el estilo. Renunció a los modos depurados e
intelectuales del Renacimiento; recurrió a los medios más agitadores, a los que conmueven no
solo a las minorías, sino también a las masas: la amplitud, el movimiento Invadió hasta el
torbellino y el vértigo; y los que captan: la riqueza, la abundancia. Queriendo tocar a los
espectadores en su propia vida, recurrió a la vida, la evocó en todas partes, la animó, la
sobreexcitó. En lo sucesivo el arte volvió las espaldas al clasicismo, a su desnudez, a su rigor, a
su pureza fría a veces; se convirtió en barroco, hecho de profusión y de dinamismo, de

96
CATEDRA DE FILOSOFIA EDUCATIVA
patentismo y de seducción. En este sentido, el barroco es principalmente el arte de la Contra
reforma" (Op. cit. pág. 148).

- El barroco, especialmente en la arquitectura, da primacía a lo colectivo, a lo público


sobre lo individual. De allí la importancia que adquieren las fachadas de las iglesias; a través de
éstas el espacio del templo se inserta en el espacio público; e invitan al transeúnte a entrar al
templo. La fachada es generalmente suntuosa y siempre imponente por la-eclosión de un
mundo religioso que se intenta representar como si fuese un espectáculo. En su interior la
profusión de formas y colores, conmueve y arrastra a los fieles. Para estos fines, como se ha
dicho, el lujo es más eficaz que la autoridad, Por otro lado, siendo las Iglesias "el ámbito de lo
sagrado", ¿porque no adornarlas con lo más precioso? (Como puede observarse todo ello
responde a una época, para nosotros, ya lejana).

El carácter plástico del barroco es de "tipo musical" como bien lo ha visto Wolfflin. El arte
clásico; por su propensión a las formas perfectas, a la definición fija, es de tipo "arquitectural";
las formas son definidas, el contorno preciso y las líneas continuas. El barroco en cambia
recurre a métodos más sugestivos, fundamentalmente al color y luego a las formas abiertas, al
espacio expansivo que dan libre paso a la vida.

- En la medida que el individualismo" de la edad moderna se acentúa el barroco cambia


de carácter, se vuelve a lo íntimo: Ta decoración pasa a lo privado, a los muebles y, objetos
cotidianos.

- Y, por último, el barroco adquiere caracteres propios en Latinoamérica. Germain Bazin,


después de una investigación de muchos años, ha llegado a la convicción que el barroco
iberoamericano es un arte que no tiene equivalente en otra parte del mundo: es el producto de
un mestizaje etnocultural. En Lima, México, Quito, Puebla, etc., podemos apreciar ese magnífico
legado, en su expresión más majestuosa y lograda.

c) El pasudo clasicismo.

Durante el siglo XVIII y especialmente en Francia se produce una reacción contra el


barroco; muchos historiadores del arte llaman a este movimiento "pseudoclasicismo" o
"neoclasicismo".

El pseudo clasicismo está en estrecha vinculación con las ideas de la Ilustración; de allí el
rechazo del pasado medieval y la exaltación de la razón. Se quiere actualizar nuevamente el
ideal estético del mundo greco-latino, pero sin autenticidad, pues se lo hace a través del arte
renacentista. Se condena la primacía de la fantasía y el sentimiento en la obra de arte, la cual
debe estar regida por la razón, el buen gusto y el sentido común; el arte tiene ante todo una

97
CATEDRA DE FILOSOFIA EDUCATIVA
finalidad docente y moral, es decir, enseña a valorar las buenas costumbres y enseña a vivir
honestamente.

En el siglo XVIII francés aparecen los famosos estilos Luis XV y Luis XVI; en el primero se
encuentra todavía la influencia de un barroco decadente y manifiesta el espíritu de la época,
detenido muchas veces en lo intrascendente y en un vértigo decorativo. El estilo Luis XVI
encama en Francia al pseudoclasicismo en el cual hay un acento más simple y grave frente al
refinamiento y brillo de la cultura del tiempo.

d) El romanticismo.

El romanticismo es un profundo movimiento espiritual que se desarrolla particularmente


en los pueblos germanos, desde fines del siglo XVIII hasta la mitad del siglo XIX. Este
movimiento espiritual reinterpreta toda la existencia humana y se opone, en líneas generales, a
los ideales de la Ilustración. De lo dicho se desprende que la comprensión del romanticismo
como un fenómeno estético, o literario, es insuficiente; tiene, sí, su repercusión en el arte y en
las letras con magníficos exponentes; pero también es una reinterpretación de la historia, y de
la vida política, y del orden jurídico. La filosofía de la primera mitad del siglo pasado está
vinculada estrechamente al romanticismo (especialmente el idealismo alemán). De la
reinterpretación de la existencia que formula el romanticismo, se destacan los siguientes
núcleos:
- valoración positiva del pasado. Para el romanticismo el hombre es un ser histórico; el
pasado no es algo muerto sino que de algún modo vive en el presente, y se debe mantener con
él una comunión viva. Si una comunidad se desconecta de su historia, el presente pierde el
sentido y no se puede proyectar el futuro. El iluminismo había visto de otra manera las cosas: el
pasado es negativo con respecto al presente que siempre progresa.
- Valoración positiva de la Edad Media. En vinculación con lo anterior se produce una
nueva lectura de la Edad Media. Desde el Renacimiento y especialmente para la Ilustración, la
Edad Media es una época oscura y de barbarie. El romanticismo en cambio comienza a ver en la
existencia medieval una profundidad insospechada para los siglos anteriores e inicia
apasionadamente su. estudio en todos los ámbitos de la cultura. El descubrimiento y valoración
dé esta época no es producto de un mero afán de oposición a la Ilustración, sino
fundamentalmente la necesidad del europeo de reencontrar la unidad perdida después de la
gran ruptura que se produce al inicio de la modernidad. Por ello se percibe que es necesario
una conciencia histórica nueva.
La afirmación de la Edad Media le permite descubrir, entre otras cosas, el "gótico" tan
vilipendiado por la vertiente racionalista del clasicismo; le permite volver a los textos poéticos
medievales que describen las epopeyas y gestas de los pueblos (La canción de Rolando, Los

98
CATEDRA DE FILOSOFIA EDUCATIVA
Nibelungos, etc.). En síntesis, la Edad Media ofrece al romanticismo una visión ético-religiosa
de la existencia y una gran etapa histórica que se debe rescatar si se lucha contra la disolución
de Europa.
- Valoración del pueblo como el sujeto creador de cultura. A la interpretación
individualista y racionalista, propia de la Ilustración, el romanticismo opone una interpretación
distinta y de gran fecundidad hasta nuestros días. Cada pueblo tiene "un espíritu", una de-
terminada "conciencia", un modo peculiar de percibir y valorar la realidad. El Volk-geist
(espíritu del pueblo") es quien intuye los grandes valores, la Verdad, la Belleza, el Bien, Dios; él
pueblo habita cerca de Dios. Los individuos deben interpretar y actualizar estos valores
percibidos por la "conciencia nacional". No existe una cultura universal válida para todos los
hombres, ni un derecho natural universal; son creaciones históricas de ios pueblos que
expresan la esencia misma de la Nación.
- Reinterpretación de la existencia política. Frente al individualismo moderno y al
cosmopolitismo abstracto de la Ilustración, el romanticismo afirma el valor radical de la
Nación. Los individuos solo son miembros de una Nación cuyo espíritu e historia los aglutina a
todos. De ello deriva una nueva visión del Estado y de sus funciones.
- Reinterpretación de la naturaleza. Frente a la concepción matemática y mecanicista de
la Naturaleza, propia de la edad moderna y difundida por la Ilustración, el romanticismo más
bien opone una visión "organicista" y "espiritualista", si así puede decirse. No es que
desconozca, naturalmente, la validez de la comprensión matemática, pero ésta solo llega a la
corteza de las cosas. El naturalista y pintor romántico, Karl Gustv Carus sintetiza del siguiente
modo esta nueva lectura de la naturaleza: "Sólo cuando se ha reconocido, o al menos adivinado,
en la vasta naturaleza que está en la superficie de nuestro planeta, la presencia de un principio
espiritual de vida, toda la decoración del paisaje toma un sentido más elevado; sólo partiendo
de aquí podemos comprender y sentir ese vínculo espiritual que une los movimientos y las
metamorfosis de la Naturaleza exterior a las variaciones de los sentimientos que llevamos en
nosotros". Y en otro texto de sus "Nueve Cartas sobre la pintura del paisaje": "El hombre al
contemplar la magnífica unidad de un paisaje de la naturaleza toma conciencia de su propia
pequeñez y, sintiendo que todas las cosas están en Dios, se pierde en ese infinito, renunciando
en cierto modo a su existencia individual". O como lo dice C. D. Frie-drich: "Dios está en todas
partes, en el menor grano de arena; he querido representarlo también en los juncos". Como se
ve, la Naturaleza es lo absoluto y último y posee un valor sagrado.
Todo ello lleva a una nueva comprensión del hombre. La existencia humana es una
realidad histórica, colectiva y esencialmente espiritual. Esta espiritualidad lejos de agotarse en
la sazón calculadora, es fantasía e imaginación creadoras que desembocan en lo Infinito. "Ser
romántico, dice Novalis, es dar a lo cotidiano un sentido elevado, a lo conocido la dignidad de lo

99
CATEDRA DE FILOSOFIA EDUCATIVA
desconocido, a lo finito el brillo de lo Infinito". El núcleo de la existencia humana es ético-
religioso.
De esta visión participan los grandes poetas románticos (Goethe, Hólderlin, Novalis, etc.) y
filósofos (Schellüig, Fichte, Hegel, etc.)
Como puede apreciarse el movimiento romántico es mucho más que un movimiento
estético y su influencia llega hasta nuestros días. En Latinoamérica puede apreciarse de modo
especial en la vertiente nacional de la Cultura.

La cosmovisión moderna
Como se ha advertido en páginas anteriores, la época moderna es un período complejo y
profundo. Ya no existe la unidad espiritual que se ha podido constatar en otros períodos
históricos. Sin embargo, dentro de la enorme multiplicidad de fuerzas espirituales, hay ideas y
valores que convergen en lo que se ha denominado "cosmovisión moderna". En las páginas
subsiguientes intentaremos describir sucintamente algunos de los elementos importantes que
integran esta nueva visión del mundo.
1. Imagen cosmológica: infinitud del Mundo.
Si repasamos la historia del concepto de "infinitud'' veremos cómo el contenido de esta
idea no es atribuible a la visión griega del Mundo. La infinitud es matemática, pero no es física,
pues el Mundo es un "Cosmos", es decir, un orden preciso y delimitado.
La idea de infinitud como atributo que denota perfección aparece con el Cristianismo.
Pero esta perfección sólo puede ser predicada de Dios Creador; en cambio el mundo es finito; el
universo sigue siendo, como para los griegos, un orden donde hay jerarquías de seres, un
centro y una periferia.
El hombre occidental durante dos milenios ha tenido esta imagen cosmológica la cual
otorgaba una base para saber su lugar preciso en él cosmos y su papel en el-mismo.
Naturalmente que la visión cristiana "última" del mundo no es la misma que la griega; sin
embargó la imagen cosmológica sí lo es.
En la época moderna todo esto cambia. Se produce un acontecimiento espiritual que
trastoca la visión de la existencia entera (del universo, del hombre, incluso de Dios). Se
quiebran las fronteras del Universo y hay como una "irrupción de lo infinito" dentro del mundo
mismo. Cada vez aparece con mayor evidencia a la conciencia moderna la infinitud del
Uníverso, la absoluta ausencia de límites espacio temporales y con ello descubre la
homogeneidad del mundo, es decir, todos los cuerpos sean celestes o terrestres están
compuestos de las mismas sustancias y obedecen a las mismas leyes.

100
CATEDRA DE FILOSOFIA EDUCATIVA
En cambio, en el sistema cosmológico aristotélico y medieval, hay una clara distinción
entre el "mundo superior" y el "mundo inferior", entre el ámbito celeste y el ámbito terrestre.
El mundo supralunar es incorruptible y perfecto y desde allí desciende el movimiento, en
grados diversos, hasta nuestro mundo sublunar, lugar del hombre, donde todo se corrompe y
todo movimiento se paraliza después de cierto tiempo. Esta jerarquía cósmica tiene su
expresión y correspondencia en la organización social, política y religiosa (Papa, cardenales,
obispos, etc.; Emperadores, príncipes, duques, etc.).
En la modernidad este orden jerárquico de seres se eclipsa y la infinitud y homogeneidad
del Universo-hace que no haya centro ni periferia, ni superior ni inferior. La Tierra pierde su
lugar de privilegio y se convierte en uno de les tantos puntos dentro del espacio infinito.
El gran investigador contemporáneo de la ciencia, Aiexandre Koyré, dedica uno de sus
libros a recorrer esta historia espiritual. En la obra "Del mundo cerrado al Universo infinito"
describe desde la nueva astronomía de Copérnico, Digges, Bruno y Gilbert hasta la concepción
del espacio y tiempo absolutos y su relación con Dios en Malebranche, Bentley, Raphson y
Newton. Según Koyré puede describirse la revolución intelectual que se opera en la
modernidad "diciendo que conlleva la destrucción del Cosmos; es decir, la desaparición de la
concepción del mundo como un todo finito, cenado y jerárquicamente ordenado. Ese cosmos se
ve sustituido por un universo indefinido y aún infinito que se mantiene unido por la identidad
de sus leyes y componentes fundamentales y en el cual todos esos componentes están situados
en un mismo nivel del ser. Todo esto, a su vez, entraña que el pensamiento científico desestime
toda consideración basada sobre conceptos axiológicos, como son los de perfección, armonía,
sentido y finalidad, así como, para terminar, la expresa desvaloriza del ser, el divorcio del
mundo del valor y del mundo de los hechos" (Op. cit. pág. 6. e: S.XXI).
La infinitud del universo resulta inteligible porque se produce en la modernidad la
"geometrización del especio", es decir, la sustitución del espacio de la física aristotélica por el
espacio de la geometría, euclídea. De ahora en más el espacio real será el espacio geométrico
infinito y homogéneo.
Junto a la infinitización del espacio se produce también la del "tiempo", una de cuyas
expresiones es la física de Newton pero que también podría hallarse en la filosofía y en el arte
modernos. El tiempo es una duración infinita sin comienzo ni término.

Este "ensanchamiento" del tiempo crea en la conciencia moderna la necesidad de releer la


historia, y revisar el pasado. La doctrina bíblica de un comienzo determinado y un fin último se
torna problemática. Por otro lado, la investigación histórica amplia considerablemente el
tiempo histórico del hombre; se ahonda hacia atrás y el origen se diluye en una pareciera

101
CATEDRA DE FILOSOFIA EDUCATIVA
duración ilimitada. ¿Y porque no decir lo mismo del futuro? No hay razones*para pensar que el
tiempo tenga un término conclusivo; por ello el futuro se presenta sin límites.
Esta nueva visión del tiempo produce en la conciencia histórica del hombre moderno algo
similar a lo que había generado la infinitud espacial; desaparece el orden y la jerarquía, el
centro, el comienzo y el fin. En esta conciencia de un tiempo inconmensurable los
acontecimientos Centrales de la visión judeocristiana comienzan a perder contorno.
Si repasárnoslo dicho, y a modo de síntesis, podemos decir que para la conciencia
moderna:
- el Mundo es Una totalidad que comprende todas las cosas,
- esta totalidad es infinita en el espacio y en el tiempo;
- el Mundo es Naturaleza, es decir, algo último y absoluto. De la Naturaleza proviene todo
y en ella, se explica todo a través de un sistema racional de leyes.
- El mundo es autosuficiente, autónomo; podría decirse que el Mundo es Todo. Esta
convicción entra en conflicto con la idea judeocristiana del mundo como "creación". Sin
embargo esto no debe despistarnos y caer en la afirmación simplista que "el mundo moderno
es ateo". Más adelante veremos cómo se perfila "Dios" en la conciencia moderna.
Esta imagen moderna del Mundo adquiere una doble con conceptualización: la
mecanicista y la romántica.
Desde el Renacimiento se inicia una visión de la realidad basada en el método matemático
experimental. "Allí donde haya materia, allí hay geometría", proclamaba Kepler. Surge
lentamente un concepto mecanicista, es decir, el Universo es concebido a la manera de una
gran máquina regida por leyes inmutables y necesarias.

La visión romántica intenta superar la comprensión reductiva del mecanicismo; la


Naturaleza posee el carácter misterioso de la fuente de todos los seres y valores. Esta vivencia
romántica se expresa cabalmente en aquel fragmento de Goethe que dice:
" ¡Naturaleza! Nos rodea y nos envuelve, sin que podamos salir de ella y sin que seamos
capaces de penetrarla más a fondo.
" Crea constantemente, formas nuevas; lo que existe, nunca existió antes; lo que ha
existido, no Vuelve a existir. Todo es nuevo y, no obstante, siempre es lo mismo. ." Vivimos en
medio de ella y, sin embargo, somos extraños a ella. Conversa sin cesar con nosotros, no
tenemos poder alguno sobre ella ... " En ella todo es presente. No conoce pasado ni futuro. Su
presente es eternidad. Es buena. Yo la alabo en todas sus obras. Es prudente y callada . . . Todas
las cosas le son deudoras, todo es mérito de ella".
Como puede apreciarse, en ambas teorizaciones, el Mundo aparece como algo último y
sustantivo. Todo ello, tiene profundas repercusiones en la vida moral y religiosa.

102
CATEDRA DE FILOSOFIA EDUCATIVA
2. Una nueva visión antropológica.
También el hombre aparece a la mirada moderna como algo importante y último. No
significa esto que la cosmovisión clásica y la cristiana hayan desconocido la particular dignidad
del ser humano. Para el mundo griego el hombre posee toda la dignidad que le otorga la "vida
racional" o el "espíritu" el cual lo sobre eleva de lo contingente y particular hasta el gozo de lo
universal y necesario; para el cristianismo el hombre es "persona" en tanto y en cuanto es una
"realidad individual de naturaleza espiritual"; toda persona posee una dignidad inviolable y es
un misterio insondable que se hunde en el misterio de Dios. Pero ahora, a los ojos de la
modernidad, el hombre aparece de otra manera. Así como el Mundo es algo último, así también
el hombre es una realidad última. ¿Que significa esto?
Frente a la objetividad y exterioridad de las cosas se yergue la subjetividad" del hombre. Y
en esto consiste el ser humano: en ser subjetividad una racionalidad y voluntad autónomas.
Ahora bien, esta "subjetividad" lo es algo dependiente de una realidad ulterior, de algo
ajeno a ella misma, sino que es independiente, es decir, un todo autónomo que se basta a sí
mismo.
¿Que puede significar este "bastarse a sí mismo"? Quizás con un término se lo pueda,
sintetizar: significa que es un todo "creador". Para griegos y medievales, la verdad, el bien, la
belleza, en definitiva: el ser mismo, no depende del hombre, sino que éste es quien debe abrirse
y descubrir los diversos valores y aspectos de la realidad. En la visión de la modernidad sucede
algo distinto: se produce lo que Kant llamó la "revolución copernicana" ya no aplicada al lugar
del sol en el sistema planetario sino al lugar del hombre en relación aja Realidad. El hombre
construye, en base a los datos primarios de su subjetividad, al objeto del conocimiento y la
verdad científica. El hombre asimismo se dicta le ley moral; no viene la ley desde fuera, de un
legislador, o de Dios. Por supuesto que esto no quiere decir que la, ley moral sea lo que a cada
uno se le ocurra; eso es arbitrariedad, Una ley que sirva para todos, un ordenamiento universal,
es algo que surge de la misma racionalidad universal del hombre.
Si este mismo criterio lo aplicamos a otros ámbitos de la existencia resulta que todo el
mundo de la cultura es "creación". El hombre se erige en "señor de su propia existencia" y en el
creador de un mundo que expresa y a su vez posibilita el desenvolvimiento del propio ser.
Con razón se ha caracterizado a la época moderna como "antropocéntrica" para
distinguirla del tiempo "teocéntrico" medieval. Pero esta caracterización correcta no debe
perder densidad; el antropocentrismo moderno no significa que en esta edad predomine, como
característica esencial, la preocupación por las cosas humanas y se olviden las cuestiones
religiosas; así como si en la Edad Media la preocupación fuese Dios con un olvido de las cosas
temporales. Este antropócentrismo significa que el hombre es el "centro" de la realidad, y
desde este centro surge la inteligibilidad del mundo y la creación de la cultura.

103
CATEDRA DE FILOSOFIA EDUCATIVA
Si queremos recoger lo dicho, y a modo de síntesis, podemos decir que:
- La existencia humana, el sujeto, aparece como una realidad primaria;
- esta realidad primaria está constituida por una razón y voluntad autónomas;
- desde esta razón y voluntad autónomas se estructura la inteligibilidad del mundo y la
creación de la cultura.
- Puede agregarse que otro elemento de esta subjetividad así comprendida está dado por
la voluntad de dominio o "voluntad de poder". La cultura moderna sin lugar a dudas es
expresión de 'esta voluntad expansiva y de poderío del hombre; obsérvese por ejemplo la
magnífica civilización material que ella produce o la ordenación sociopolítica que impone al
mundo entero.
La afirmación de la "subjetividad" que formula la época moderna adquiere matices,
incluso muy diferentes, en las distintas corrientes filosóficas, o en el pensamiento sociopolítico,
o en, otras esferas de la cultura. Piénsese por ejemplo que imagen de la existencia humana
resulta si esta afirmación de la subjetividad se la lleva a cabo en la línea de la individualidad del
hombre: se configura una visión de la existencia humana como un conjunto de seres
autónomos y cerrados en sí mismos que solo pueden abrirse a los otros mediante un convenio
o contrato, E indudablemente esta concepción antropológica individualista es una de las
características más salientes de esta época.
Esta nueva visión del hombre puede también ser descripta si se remonta algunas de las
actividades o dimensiones del ser humano. Veamos, por ejemplo, cómo se valora en este
período "el conocimiento" y "la acción" (o praxis).
Si se leen las obras de los científicos y filósofos del llamado "Renacimiento" se percibe en
ellas un nuevo modo de valorar el conocimiento humano. Se conecta el conocimiento con t la
idea de dominio. Para el espíritu de la filosofía griega y medieval esto es extraño; él valor de
conocimiento, según este espíritu, depende exclusivamente de la profundidad que se haya
llegado en la contemplación de lo que es la realidad; el sentido del conocer es penetrar en el
enigma de las cosas y des ocultarlo. Ahora en cambio se debe "saber para poder", como decía F.
Bacon.
Ante todo, se descarta el valor de la autoridad en el desarrollo de la ciencia; la regla del
descubrimiento no es la autoridad sino la experiencia. Debemos abandonarla discusión, dice
Telesio, si la autoridad de Platón o Aristóteles es superior a la de San Agustín o Santo Tomás y
abocarnos a la observación de los hechos y a la experiencia sobre los mismos. (Dicho sea de
paso, este es el auténtico espíritu de la filosofía aristotélica).
El problema que ahora se presenta es determinar cuál es el procedimiento que la razón
debe seguir para aprehender el curso íntimo de las cosas. Y poco a poco se trazan las líneas
fundamentales del método experimental en el cual confluye una doble vertiente: el

104
CATEDRA DE FILOSOFIA EDUCATIVA
razonamiento matemático y la experiencia. En base a este se organiza el conocimiento
científico. Las ciencias serán el sustituto en gran medida de la. teología y las que ofrecerán el
punto de partida a la reflexión filosófica.
Ahora bien, ¿hacia que apunta el método? Apunta hacia la determinación de la "relación"
de los fenómenos observados. Este método experimental abandona la búsqueda de. la esencia
de las cosas; no le interesa lo que son las cosas, sino cómo son, cómo se comportan, cuál es la
ley de su movimiento y variabilidad. Y la eficacia del método radica en que, al descubrir el
comportamiento de las cosas, posibilita su dominio. Saber para poder; con lo cual tenemos que
la significación última del método es que hace al hombre poderoso frente a las cosas.
Lentamente el mundo puede pasar a estar en las manos del hombre.
Esta idea dinamiza y entusiasma a la conciencia europea y ya se la encuentra claramente
expuesta en los iniciadores de la filosofía moderna. Francisco Bacon sostenía que es hora de
dominar la naturaleza, pero para ello se debe observarla e interrogarla; el fin de la ciencia no es
teórico sino práctico, mejor aún: es el instaurar el reino del hombre en el mundo. Y la misma
idea se encuentra en Descartes: es imprescindible hallar un "nuevo método" de conocimiento
para que el hombre pueda erigirse en "señor y dueño de la naturaleza".
Esta manera de valorar el conocimiento, propio de la modernidad, no quiere decir que en
ella se niegue toda posibilidad de conocimiento métafísico o teológico. La historia del espíritu
es compleja y esconde profundidades y vueltas a veces insospechadas; sólo se quiere señalar lo
siguiente: las ciencias de la naturaleza con su método experimental son un hecho., constituyen
un dato primario que está allí y nadie puede negar; ¡a eficacia del método también es
indiscutible y lo mismo debe decirse del hecho que "este haber" genera poder. Así como para el
pensamiento medieval la Revelación constituía un dato y un punto de partida, así ahora para la
modernidad este punto de partida lo constituye la ciencia. En todo caso habrá que intentar
extender el método matemático a todos los campos del saber y tener corno modelo de
conocimiento científico el "conocimiento físico"; este fenómeno, que Ortega y Gasset llamó el
"imperialismo de la física", corrió durante toda la época moderna hasta principios de nuestro
siglo. Así planteadas las cosas, se entiende la amenaza constante que pende sobre el saber
metafísico y religioso durante esta época y cómo ellos tiene que justificar permanentemente su
existencia.
Ligada a la valoración del conocimiento está el nuevo sentido que se le otorga a la "praxis"
en la modernidad. El término "praxis" es un término griego y que el pensamiento moderno y
contemporáneo han puesto nuevamente en si tapete de la reflexión. "Praxis" traducido
literalmente significa las "actividades u ocupaciones del hombre" (de ahí deriva el término
castellano "práctico"); pero modernamente el término adquirió el significado de "acción
transformadora" y se contrapone a "teoría" o "contemplación"; o con mayor precisión; praxis

105
CATEDRA DE FILOSOFIA EDUCATIVA
significa toda acción transformadora, la cual, modificando el mundo, modifica o despliega el
propio ser del hombre.
Sin lugar a dudas el espíritu grecomedíeval puso el acento en la dimensión teórica o
contemplativa del hombre; el ser del hombre se acerca a su plenitud en la medida que se
desarrolla esta capacidad y puede ver de cerca la Verdad. En el transcurso de la modernidad se
pone el acento, a menudo, en la praxis cuando se habla del hombre; e incluso se llega a afirmar,
en algunas corrientes de pensamiento, que la "naturaleza" del hombre se constituye y define en
la praxis.
Hay diversos modos de "acción transformadora"; el trabajo manual, la acción o praxis
política, la praxis religiosa etc. etc. Tomada en su sentido global la praxis es transformación del
mundo y del hombre.
Como puede advertirse esta comprensión de la praxis condice con el espíritu de la
cosmovisión moderna: exalta la. capacidad de dominio y la voluntad de poder del hombre; y
pone en conexión el pensamiento teórico con el mundo histórico concreto. Pero a menudo una
supervaloraron de la praxis ha llevado a absolutizar la acción, a afirmar la acción por la acción
misma a poner: como prototipo humano al hombre "activo", al hombre "práctico" en
cualesquiera de sus posibles versiones. Este fanatismo de la acción ha hecho perder a menudo
el sentido del ocio, el valor del conocimiento teórico y aquello tan importante para la
cosmovisión grecomedieval: la interioridad del hombre. (Esta temática difícil de la praxis en la
cosmovisión moderna se desarrollará un poco más detenidamente en el Curso de Historia del
pensamiento, particularmente cuando se exponga el marxismo).
Desde la valoración del conocimiento y la praxis nuevamente se configura la misma
imagen moderna del hombre como "señor de la existencia", como "subjetividad autónoma".

3. La Imagen da Dios en la conciencia moderna.


Quizás esta cuestión sea la más difícil de exponer sintéticamente por su hondura y
complejidad. Se la puede abordar desde muchos ángulos y tiene múltiples matices. Dentro de
los muchísimos interrogantes que la cuestión implica hay dos que sobresalen por su
importancia: ¿Está presente Dios en la conciencia del hombre moderno? Y si lo está, ¿Cuál es la
imagen y concepto de Dios que despunta en esta conciencia? Sin pretender agotar estas
preguntas expondremos algunas líneas de reflexión que dejen abierta la temática.
a) No debe pensarse que la época moderna haya aparecido súbitamente sobre las ruinas
de la experiencia milenaria del cristianismo medieval. Toda época histórica se apoya sobre la
anterior, y la supera o modifica, o retrocede. La desconexión de la Edad Moderna y la Edad
Media significa condenarse a la incomprensión de. la dinámica de la historia como una realidad
procesual en la que los diversos tiempos están profundamente implicados. Como lo ha

106
CATEDRA DE FILOSOFIA EDUCATIVA
demostrado el gran investigador de la metafísica moderna, Heinz Heimsoeth, la especulación
de esta época supone el suelo vital del cristianismo (Cfert. "La Metafísica Moderna", Rev. De
Occidente, Madrid) y desde este suelo reformula las cuestiones capitales. El hecho de que las
grandes figuras de la cultura moderna (Copérrúco, Kepler, Galilea, Newton, Bacon, Descartes,
Kant, Hegel, et. etc.) estén convencidos de su pertenencia al cristianismo (católico o
protestante) debe precavernos de acusar superficialmente de ateísmo a este tiempo. Más aún,
el intento de estos grandes creadores del pensamiento moderno es "conciliar la fe con el saber,
construir la filosofía cristiana, elevarlas grandes verdades de la religión hasta la clara forma ¿el
concepto filosófico" (Op. cit., pág. 13). Naturalmente que estos cristianos modernos no
sospecharen que sus propias construcciones conducirían a menudo al ateísmo por la lógica
interna de las ideas muchas veces.
b) Un segundo hecho de capital importancia para entender el problema moderno acerca
de Dios es esa especie de "atrincheramiento" de las Iglesias católica y protestante frente a la
cultura moderna. Se agudiza en la conciencia de estas Iglesias una sensación de peligro, de
desmoronamiento del cristianismo frente al avance de la modernidad, y se colocan
generalmente en una actitud meramente defensiva y apologética. No se logra asumir la
modernidad desde dentro con toda esta riqueza que ella contiene.
c) La característica general de la modernidad que hemos explicado en páginas anteriores,
a saber, acentuación del valor del Mundo y del Hombre, hace que Dios pase a segundo término.
Incluso es interesante advertir como el Mundo deja de ser el trampolín para acceder a Dios,
como acontecía en la cosmovisión medieval; ahora la reflexión sobre Dios debe; servir para el
esclarecimiento y profundización del Mundo.
Con precisión dice Romano Guardini: "La forma directa con que la Edad Media viola
realidad absoluta de Dios y la vida eterna prometida, como lo propiamente verdadero,
amenazó—en principio, e independientemente de la intensísima plenitud de vida y de
creación-con desvalorizar 10 finito y temporal. Lo finito aparecía sólo como el reflejo
inapropiado de lo absoluto y el tiempo como el preludio inesencial de la eternidad. Se sentía
tan intensamente al carácter simbólico de la creación que no se atribuyó a ésta suficiente
realidad. A partir de finales de la Edad Media la fuerza de lo religioso se hizo cada vez más
débil. El ímpetu hacia la Trascendencia, que se había impuesto antes en todos los puntos de la
existencia, cede ahora. La atmósfera religiosa que antes había abarcado todo, la corriente
religiosa inmediatamente sentida, que había penetrado todo, se volatilizan ahora. Para emplear
una expresión ya acuñada, el mundo "se desencanta". La realidad finita se destaca de una
manera nueva: en su dureza y su urgencia, en su plenitud de sentido y su carácter valioso. Lo
Anito como tal penetra en la conciencia y con él la significación de lo creado". "Lo que la
conciencia de la Edad Moderna percibió frente a la Edad Media era realmente verdad: la

107
CATEDRA DE FILOSOFIA EDUCATIVA
realidad auténtica, plena de sentido sugeridora de obras, del ser finito. Pese a toda la
admiración por la grandeza, unidad e intimidad de la visión medieval del mundo, no hay que
olvidar que llevaba por doquiera una especie de cortocircuito religioso. Se sentía tan
intensamente lo absoluto, que lo finito no se destacaba en su significación propia" (Mundo y
Persona, pág. 36-37, Madrid).
d) Desde el Renacimiento en adelante la vivencia del Mundo como "creatura" retrocede. Y
con ello paulatinamente se oculta en la conciencia del hombre la Presencia del Dios Creador. La
"absolutez" del Mundo y la convicción de la subjetividad del hombre tornan innecesaria aquella
Presencia.
Recuérdese que el espíritu judeocristiano percibe la realidad como "don", como creación
gratuita y Ubérrima de Dios; para éste espíritu el "agradecimiento" es un sentimiento y actitud
básica de la existencia humana El hombre moderno comienza a ver de otro modo la realidad:
ésta es algo "natural"; no es problemático que "haya seres" sino que solamente es problema "lo
que son" estos seres y cuál es la mecánica de su dinamismo. Si la existencia es algo natural, el
agradecimiento cómo actitud básica, pierde sentido. ¿Desaparece en el hombre el sentimiento
de dependencia radica?' y esto pone en tela de juicio la vida religiosa cristiana en general

e) Frente a esta autonomía del Mundo y de la razón humana es fundamentalmente la


teología protestante la que reacciona con mayor vigor; el valor de la Revelación y la fe eclipsan
las posibilidades de la razón. La Trascendencia y majestad infinitas de Die» lo convierten en el
"totalmente Otro" del Mundo. Siendo Dios lo "absolutamente Otro" resulta impenetrable para
la razón. La modernidad, cuyo proyecto es agotar las posibilidades de la razón construyendo un
mundo humano totalmente racional, naturalmente que entra en conflicto con este modo de
plantear el problema.
Muchos pensadores, especialmente Hegel, afirman con razón que si Dios es lo
"absolutamente Otro", y a este Otro corresponden el Ser y el Valor, el mundo de lo finito
queda desvalorado y degradado. En esta línea el pensamiento moderno se esforzó por re-
conciliar lo Infinito y lo finito, es decir, Dios y el Mundo con el peligro de diluir a Dios en el
Mundo; A menudo aparece en esta época una imagen de Dios que se "va haciendo" dentro
del tiempo y especialmente en la historia del hombre.
f) También se destaca dentro de la época moderna la desaparición de una
"imagen" de Dios excesivamente ligada a una determinada visión cosmológica.
Es un cosmos cerrado y jerárquico había "lugar" para Dios ya sea "fuera" del mundo,
ya sea dentro del mundo. (Por supuesto que a Dios no se le debe entender "localmente"; a
ningún filósofo o teólogo se le ha ocurrido ubicar a Dios en un "lugar"; es sólo un modo de
hablar para posibilitar la comprensión de cómo un mundo jerárquico y finito posibilita
una determinada experiencia de Dios).

108
CATEDRA DE FILOSOFIA EDUCATIVA
Con la irrupción, de lo infinito dentro del Mundo, con la aparición de un Universo
infinito en el espacio y en el tiempo, las categorías y sentimientos religiosos que venían de
una época anterior se ven conmovidos. "Si el Universo es infinito ya no hay lugar para
Dios", parece decirse frecuentemente el hombre moderno.
Por otra parte, la investigación científica cada vez descubre con mayor hondura las
leyes y mecanismos de las cosas; y son estas mismas leyes las que explican el curso de la
naturaleza en la cual antes se veía la presencia casi inmediata de Dios. Todo ello exige una
purificación del concepto e imagen de Dios; pero la modernidad no siempre llevó a cabo
esta tarea, deslizándose a menudo hacia el ateísmo o hacia un divorcio irreconciliable
entre la ciencia y la fé.
g) Ligada al desarrollo del pensamiento científico y especialmente a la concepción
mecanicista de la naturaleza, aparece en la modernidad la idea de Dios como el impulsor
de una máquina. El universo es una armonía de fuerzas mecánicas que operan según leyes
rigurosas; sí el Universo es una "máquina perfecta" debe deducirse la existencia de una
Inteligencia Suprema que haya pensado y producido esta máquina. Pero la obra no sería
perfecta si el arquitecto, constructor o relojero tuviese que intervenir permanentemente
en la misma. Hecho pues el mundo, Dios deja de intervenir en él (con ello se niega la
Providencia, la Creación y la Gracia); como alguna vez se dijo: una vez construido el
Universo ya no se necesita más de este Dios que "se jubila".
Esta visión de Dios que se extiende durante el siglo XVII y que ha perdido todo
contenido religioso profundo, pasa al "deísmo" del siglo XVIII. En sus líneas esenciales el
"deísmo" sostiene la autonomía de la vida religiosa de toda autoridad y tradición; exige
una religión "natural" que prescinda de la "revelación" y que al mismo tiempo sea
racional. Las religiosas históricas sólo son supersticiones que deben superarse. Aparece
así una visión de Dios como un Ser Impersonal que fundamenta la racionalidad del
mundo, pero con el cual el hombre no puede tener comunicación alguna
Este concepto de Dios fue presa fácil para, la critica que formulará el ateísmo que
despunta en el siglo XIX.
h) En otra corriente del espíritu moderno, expresada en el romanticismo e
idealismo, se perfila una visión de Dios distinta a la anterior. Dios y el mundo (o lo Infinito
y lo finito) se acercan hasta tal punto que llegan a constituir una unidad dinámica, que se
despliega en momentos y se desarrolla en el devenir de las cosas y de la historia humana.
Esta corriente exige superar aquella representación antropomórfica que hace de
Dios un ser supra terreno que existe "más allá del cielo"; tampoco es un ser "sobrenatural"
que habita fuera del mundo en un cielo metafísico. Dios está en el Mundo y el Mundo está
en Dios. (Como puede advertirse esta exigencia moderna está enraizada en el espíritu

109
CATEDRA DE FILOSOFIA EDUCATIVA
neotestamentario; recuérdese aquello de S. Pablo: "En el Absoluto nos movemos,
existimos y somos).
Esta "mundanidad de Dios" (en expresión del teólogo contemporáneo Hans Küng)
tiene relación con su "historicidad". Se pone en cuestión la vieja idea cuya raíz está en. la
meta física griega de la inmovilidad o inmutabilidad de Dios, Dios no es el Ser Inmóvil que
excluye todo tipo de devenir, sino el Dios que actúa en la historia, que funda y consuma la
historia del mundo y del hombre.
Esta nueva visión de Dios de la modernidad ha orillado el panteísmo y muchas veces
se ha afirmado en él. No obstante, hay muchos elementos en ella que constituyen un
desafíe para el pensamiento religioso cristiano que, hoy, pareciera asumir.
1) Tal vez uno de los capítulos más interesantes de la imagen de Dios en la
modernidad lo constituye el ateísmo. Esta es otra vertiente de esta era compleja y
profunda. Como se habrá podido observar el ateísmo es algo que se ha ido preparando
durante siglos. No surgió súbitamente, sino que es consecuencia de un largo proceso de
"secularización".
En el siglo pasado se inicia una severa crítica a toda idea de Dios y naturalmente a
todo tipo de religión. Se comienza a pensar que la "idea de Dios" es sólo una proyección
ilusoria del hombre; en su existencia concreta el hombre se percibe a sí mismo lleno de
limitaciones, dependencias, deseos no cumplidos, y proyecta en "su Dios" lo que él mismo
desea ser. Por ello, Ludwing Feuerbach, el pensador que tanto incidiera en Carlos Marx,
juzga que: "Tal como piensa y siente el hombre, tal es su Dios: tanto valor tiene el hombre,
tanto y no más tiene su Dios. La conciencia de Dios as la conciencia de sí del hombre, y el
conocimiento de Dios es el conocimiento de sí del hombre. Por su Dios conoces tú al
hombre, y a la inversa, por el hombre conoces a su Dios; ambos son uno. Lo que es Dios
para el hombre, eso es su espíritu, su alma; y lo que son el espíritu, el alma, el corazón del
hombre, eso es su Dios: Dios es la interioridad revelada, la misma expresada del hombre;
la religión es el descubrimiento solemne de los tesoros ocultos del hombre, la confesión
de sus pensamientos más íntimos el público reconocimiento de sus secretos de amor. Pero
si la religión, la conciencia de Dios, es caracterizada como la conciencia de sí del hombre,
ello no debe entenderse en el sentido de que el hombre religioso sería directamente
consciente de que su conciencia de Dios es la conciencia de sí de su propio ser, pues en la
falta de tal conciencia consista precisamente la esencia de la religión. Para evitar este
malentendido mejor es decir: la religión es la primera conciencia de sí del hombre, pero
indirecta"

110
CATEDRA DE FILOSOFIA EDUCATIVA
Por ello la idea de Dios no es nada más que la esencia humana proyectada en una
existencia infinita La teología no es nada más que una antropología camuflada De aquí se
deriva la idea de-que en la religión el hombre se "aliena", se "enajena", pasa a ser "otro"
sin darse cuenta; pierde su conciencia.
También Freud se mueve en una crítica a la religión semejante a la anterior; de los
procesos psicológicos más profundos e inconscientes aparece la imagen de Dios la cual
solo es una proyección de los deseos básicos de la existencia (Dios es la proyección de la
"figura del padre", que es quien otorga seguridad en un mundo hostil y lleno de
dificultades).
A menudo también se interpreta a la religión como si ésta fuese un modo "fabuloso"
de comprender las cosas, modo que corresponde a la etapa infantil de la humanidad; pero
en la medida que ésta madura y se desarrollan las ciencias, la religión necesariamente se
torna anacrónica.
Como puede observarse el siglo XIX desemboca frecuentemente, y con él la
modernidad, en un enfrentamiento entre "humanismo" y "religión". Lo religioso y la idea
de Dios enajenan al hombre; para que el hombre pueda reconquistar su humanidad debe
abandonar la ilusión de Dios y de una vida ultraterrena; debe saberse "hijo de la tierra" y
así asumirse.
El ateísmo decimonónico, como ya se ha dicho, fue preparado lentamente durante la
edad moderna; pero sería erróneo considerar este ateísmo come una consecuencia
inexorable de la cultura y filosofía moderna; simplemente era una de sus alternativas. El
cristianismo siguió existiendo y se vio impelido a superar ciertas concepciones mágicas de
Dios y de la naturaleza, ciertas imágenes de Dios ligada a una cosmología de otra época; la
fé debió purificarse y se vio enriquecida al asumir la época moderna, tal como puede
advertirse en algúrias corrientes teológicas contemporáneas. (Si ahora observamos
nuestro medio, encontraremos, no obstante, muchos de estos elementos "mágicos" que
tanto chocan a ciertos espíritus particularmente sensibles y críticos).
En la edad moderna se inicia un profundo proceso de "secularización" ("secular"
deriva del latín "saeculum" que significa "siglo", "lo que pertenece al siglo", las "cosas del
tiempo", en contraposición a "lo sagrado" y a la eternidad). La Cultura adquiere
autonomía frente a lo religioso. Se comienza a pensar que la realidad temporal, las
actividades del hombre y la vida social gozan de leyes y valores propios. El valor religioso
no debe eclipsar y menos negar el valor propio de lo temporal.
Este proceso de "secularización" a veces ha llevado a un "secularismo", ¿es decir a
una ideología que opone radicalmente al hombre y a Dios y que juzga que la historia es
responsabilidad exclusiva del hombre.

111
CATEDRA DE FILOSOFIA EDUCATIVA
El ateísmo moderno se prolonga en el "mundo contemporáneo" adquiriendo
diversos matices; pero a su vez, las ciencias de la religión (psicología, fenomenología,
historia comparada, filosofía de la religión, etc.) han arrojado nuevas luces sobre el
fenómeno religioso mostrando su complejidad e irreductibilidad a otros fenómenos
humanos; es decir, el tema de Dios en el mundo contemporáneo se debe plantear, y de
hecho se plantea, de modo distinto a como lo hizo la edad moderna.

4. La época moderna y una nueva Interpretación de la historia;


La "historia" ha planteado interrogantes fundamentales a los hombres de todos los
tiempos. ¿Cómo se debe entender la historia humana? ¿Cuál es su sentido? ¿Tiene metas
fijas? Estos y otros interrogantes naturalmente también se encuentran en el hombre de
occidente.
En el transcurso de la modernidad se configura una interpretación de la historia que
difiere de las cosmovisiones griega y cristiana. En el decurso de Occidente se han sucedido
estos tres grandes "concepciones históricas: la "circular" del hombre helenítico-romano,
la "linear' con principio y fin del hombre cristiano, y la "Lineal" o "espiral" que progresa
hacia el futuro de forma indefinida del hombre moderno. (Estas imágenes geométricas no
deben despistarnos; sólo son una ayuda para comprender el "significado" de la historia en
la que ha vivido sucesivamente el hombre de Occidente).
El espíritu griego entiende la historia según el modelo que le ofrece la "naturaleza":
ésta se desarrolla en ciclos (día-noche, invierno-verano, nacimiento-muerte) y su
movimiento es uniforma y constante. La historia también posee la "regularidad" de la
naturaleza. Según este esquema la historia está constituida por el conjunto de "hechos"
pasados y presentes que emergen de la naturaleza humana y del Destino que ha fijado
tocias las cosas. El saber histórico consiste en una investigación y reconstrucción del
pasado, y esto le permite al hombre entrever cómo será el futuro porque nada nuevo hay
ni habrá bajo el sol. La naturaleza humana es la misma y son las mismas Cosas las que se
repiten de una forma u otra. Decía Cicerón que "la historia es la maestra de la vida",
porque el saber de las cosas pasadas nos otorga un saber "arquetípico" de las presentes y
futuras. Por lo demás la historia nos muestra un conjunto de "pueblos" cada uno de los
cuales tiene sus gestas, creencias y proyectos. Entre un pueblo y otro hay diversidad: en
cambio entre los integrantes de un mismo pueblo hay igualdad. De allí que la "amistad
política" sólo pueda ser practicada entre "los nacionales" y no con el "extranjero" (que es
un desigual y vive dentro de otro proyecto).
El hombre judío, como ya se ha visto, tiene otra "conciencia histórica". En griegos y
romanos todo el acento de la historia recae en el pasado; en cambio en los judíos el acento

112
CATEDRA DE FILOSOFIA EDUCATIVA
está puesto en el "futuro". La historia pasada y presen te. tiene sentido por algo par-venir,
es sólo una preparación y un camino para un Acontecimiento salvador. El saber Histórico
es profetice, consiste en saber el futuro y de acuerdo a éste leer el presente y el pasado. El
cristianismo recibe esta herencia judía. También aquí la historia tiene sentido por el
futuro. Existe un fin último, una meta común para todos los hombres a la cual nos
acercamos por el poder de la libertad y la acción eficaz de la Providencia. La diversidad de
pueblos y naciones "está unificada" por esta idéntica finalidad que compromete a todos en
una gesta o historia universal,' por los demás existe una "fraternidad ontológjca" entre los
hombres, a pesar de las luchas y antagonismos, por existir una Paternidad común.
En la época moderna la concepción cristiana de la historia se eclipsa y no resurge la
concepción griega en su pureza; sin embargo, los elementos de estas dos tradiciones se
entremezclan en lo que pretende ser una "nueva síntesis". Desaparece el "principio" y
"fin" de la cosmovisión judeocristiana, pero se conserva la apertura al futuro, al porvenir;
el "pasado paradigmático" de griegos y romanos se anula, pero se recoge de ellos la idea
de la "eternidad del tiempo".
Según la conciencia moderna, el devenir histórico se prolonga hacia atrás, hacia el
pasado, hasta lo inalcanzable; sólo los mitos y leyendas nos hablan del origen; este
devenir histórico no posee límites en el futuro; es como un movimiento infinito hacia
adelante. El sentido de la historia no está en alcanzar una meta suprahistórica; sino que el
sentido de la historia está dentro de la historia misma. La redención del hombre se realiza
dentro de la historia y el "mal" inexorablemente será superado en un futuro mejor (dentro
de esta línea se inscriben diversas concepciones, como, por ejemplo, la del Progreso
indefinido, la que promete instaurar la 'Verdadera historia" —la de la libertad—, o aquella
que promete el paraíso de una sociedad consumista).
Según la modernidad, la "edad de oro" (el estado paradisíaco de los primeros
hombres) no pertenece a ningún pasado arcano, sino que es algo del futuro, en el sentido
de que cada vez más el hombre progresa en sus facultades, crece y expansiona su cultura;
se aproxima a un estado de fraternidad, bienestar y paz.
La "religión del progreso", como se la ha llamado con precisión, es un componente
específico del hombre moderno. La idea de "progreso" en la moderna civilización de
Europa occidental "ha sido mucho más que una opinión filosófica o la doctrina de una
escuela, pues penetró el espíritu de toda la sociedad, desde los conductores del
pensamiento hasta los mismos políticos y hombres de negocios, que son siempre los
primeros en proclamar su falta de confianza en idealismos y su hostilidad hacia las teorías
abstractas. Ella ha sido, en realidad, la fe activa de nuestra civilización, y a tal punto ha
entrado en la composición del espíritu moderno, que cualquier tentativa de crítica ha

113
CATEDRA DE FILOSOFIA EDUCATIVA
parecido como un acto de impiedad. En verdad, nada es tan difícil como situarse fuera de
la época en que se vive, y hacer una estimación imparcial de las ideas fundamentales en
que se basa nuestra civilización, ya que nosotros mismos formamos parte de lo que
pretendemos criticar, y nos es tan difícil sustraemos a la influencia absorbente de nuestro
ambiente social e intelectual, como es difícil al ojo prescindir de la luz por la cual recibe
todas sus impresiones. Si ahora es posible al fin remontarse en la historia de la idea de
Progreso y comprender el papel que ha desempeñado en el desarrollo de la civilización
moderna, ello se debe en gran parte a que esa idea comienza a perder su poder sobre el
espíritu de la sociedad, y también porque la fase de la civilización que ella caracterizaba
empieza a desvanecerse': en cada aspecto de la vida, en efecto, estamos presenciando
cambios fundamentales que parecen presagiar el fin de la gran época de civilización que
abarcó los siglos X VIII y XIX, y al alba da una nueva era" (Estas palabras fueran escritas en
1929 por el gran historiador inglés Christopher Dawson en "Religión y Progreso", pág. 11,
y las décadas siguientes han demostrado lo certero de su intuición).
Junto a esta idea de "Progreso" la conciencia histórica moderna formula la de
"Civilización". La "Civilización" es la expresión del triunfo de la razón humana sobre los
instintos, las pasiones y la barbarie. La razón humana es la misma en todos los hombres y
pueblos; idéntica también es las luchas contra las mismas fuerzas oscurantistas y
reaccionarias. A pesar de las diferencias culturales entre los pueblos existe una sola
Civilización que necesaria e indefectiblemente progresa en todos los rincones y épocas.
De aquí fácilmente deriva la convicción de que Europa es la expresión mejor de esta
ley histórica de la Civilización y al mismo tiempo la impulsora de la misma. En el fondo el
hombre moderno vive en la convicción que Europa es la "racionalidad" y lo que está
allende Europa sólo es "barbarie", la que debe ser superada y dominada.
También en este punto se advierte la profundidad y coherencia del proyecto y concreción
de la Cultura europea moderna. El siglo XX, sin embargo, nos ofrece signos inequívocos de
que este proyecto ha entrado en su ocaso.

LECTURA

114
CATEDRA DE FILOSOFIA EDUCATIVA
LA IMAGEN MODERNA DEL MUNDO

Del Libro "El ocaso de la Edad Moderna", de Romano Guardini

"Según la imagen antigua, el mundo era una magnitud limitada; sin embargo, su limitación

en cuanto a la extensión tenía la contrapartida de una Ilimitación intensiva, si se nos

permite hablar así, es decir, de un contenido simbólico absoluto que resplandecía en todas

partes. El mundo como totalidad tenía su arquetipo en el Logos. Cada una de sus partes

realizaba un aspecto específico de este arquetipo. Los distintos elementos simbólicos

estaban en relación mutua v constituían un orden ampliamente articulado. Los ángeles y

bienaventurados en la eternidad, las estrellas en el espacio cósmico, las cosas de la

naturaleza en la tierra, el hombre y su estructura interna, así como la sociedad en sus

distintos estratos y funciones, todo ello se presentaba como un sistema de símbolos

dotados de significación eterna. Un orden igualmente simbólico dominaba la historia y sus

diversas fases, desde su comienzo auténtico, la Creación, hasta su fin igualmente

auténtico, el Juicio. Los diferentes actos de este drama —las épocas de la historia- se

relacionaban entre sí, y dentro de cada época todo suceso tenía un sentido propio.

Ahora el mundo comienza a dilatarse y a hacer saltar sus contornos. Se descubre su

expansión indefinida en todas direcciones, La antigua voluntad de un mundo limitado,

voluntad que, en otro tiempo, determinaba el carácter de la vida y de la toda actividad

humana, desaparece, y su lugar lo ocupa una voluntad nueva, que otorga sencillamente a

esa expansión un sentido de liberación. La astronomía descubre que la tierra gira

alrededor del sol; por consiguiente, la tierra deja de ser el centro del universo. Giardano

Bruno expone en sus fogosos escritos la filosofía de un universo infinito, más aun, de un

número infinito de universos, y pone en tela de juicio la importancia única que

correspondía al universo dado.

Ahora bien, los resultados de la nueva astronomía son de tal importancia y están en

ton lógica relación con los del resto de la investigación de la naturaleza, que permiten a la

115
CATEDRA DE FILOSOFIA EDUCATIVA
persona enterada tener la convicción de que se ha eliminado toda fantasía y se ha

construido una Imagen del mundo ajustada solamente a la realidad.

Lo mismo sucede en ¡o relativo e la imagen de la historie. Se conjeture discutible la

doctrina bíblica sobre un comienzo determinado y un fin igualmente determinado. Se abre

paso la concepción de una evolución histórica procedente de un pasado que ceda vez más

remoto. El estudio de las fuentes, monumentos y restos culturales pone a la vista un

acervo enorme de fenómenos y acontecimientos; la investigación de las causas y efectos, y

lo penetración en la estructura de la existencia humane ponen el descubierto relaciones

que vinculan a cada como con todo lo demás. Sin embargo, por lo que a cada suceso

singular se refiere, éste pierde su importancia, debido al número incalculable de

acontecimientos y a la duración ilimitada curso del tiempo. Dada la enorme abundancia de

acontecimientos, cada uno de ellos tiene la misma importancia que el otro, porque

ninguna es Imprescindible. Si la realidad es inconmensurable, se desvanecen aquellos

elementos en que se apoyaba la concepción medieval de un orden; principio y fin,

contorno y centro. A consecuencia de ello desaparecen los grados y relaciones jerárquicas

que se desarrollan entre esos polos, como los matices simbólicos basados en dichos

grados y relaciones. Surge un conjunto que se prolonga hasta el infinito en todos su i

aspectos y que, si por una parte proporciona especio libre, por otra priva c la existencia

humana de un punto de apoyo objetivo. Esta recibe un amplio espacio para sus

movimientos, pero a ia vez queda desarraigas.

La vivencia de ilimitación cósmica se extiende incluso al ámbito di la tierra. Mientras

entre el hombre se había dedo por satisfecho con los territorios conocidos, es decir, en

términos generales, los que correspondían a la antigua Ecumena, ahora ya no considera

como algo prohibido el acceso a las zonas desconocida» que le rodean. Para Dante, le

empresa que acomete Ulises de salir el mar libre pasando las Columnas de Hércules, et

decir, el Estrecho da Gibraltar, es un sacrilegio que le ocasione la ruina (Div. Com., Inf.

28,94-142). Para el hombre de los tiempos modernos, en cambio, lo inexplorado

116
CATEDRA DE FILOSOFIA EDUCATIVA
constituye algo seductor. Le agrada la exploración. Comienza a descubrir y conquistar

nuevas zonas de la tierra. Se siente con posibilidades de aventurarse por el mundo

ilimitado y de dominarlo.

Simultáneamente aparece la conciencia de esta personalidad, propia de la Edad

Moderna. El individuo se convierte en algo interesante para sí mismo. La observación y el

análisis psicológico se centran sobre él.

Despierta los sentimientos de los que es extraordinario dentro de la categoría de lo

humano. El concepto de genio alcanza una importancia decisiva. Este concepto se une al

sentimiento de la ¡limitación del mundo y de la historia, que se va abriendo paso, y

constituye el patrón por el oye w mide el valor del nombre.

Como hemos dicho ya, esto se vive de dos maneras. Al principio, como libertad da

movimientos y de actuación personal. Nace el hombre que actúa, emprende y crea en

forma auticratica, el hombre apoyado en su ingenium, conducido por la fortuna,

recompensado por la fama y la gloria.

Pero precitamente por ello pierde el hombre el punto de apoyo objetivo de que gozaba su
existencia en la imagen antigua del mundo, y le invade un sentimiento de estar desamparado,
incluso amenazado. Se despierta la angustia del hombre de la Edad Moderna, que es distinta de
la del hombre medieval También éste sentía angustia, no que el sentirla es algo que pertenece
al hombre en cuanto tal, y al hombre ¡a sentirá siempre, aun cuando parezca que la ciencia y la
técnica le pueden dar una seguridad muy grande. Sin embargo, la causa y el carácter de la
angustia son distintos en cada época. La angustia del hombre medieval nacía, sin duda, del peso
de la limitación cósmica frente al ímpetu expansivo del alma, ímpetu que encontraba la calma
en ese constante trascender a un mundo superior. Por el contrario, la angustia de la Edad
Moderna procede en no pequeña parte de la conciencia de no tener ni un punto de apoyo
simbólico, ni un refugio que ofrezca seguridad Inmediata; nace de la experiencia renovada
constantemente de que el mundo no proporciona al hombre un lugar de existencia que
satisfaga de modo convincente las exigencias de su espíritu.

BIBL I OGR AF IA :

117
CATEDRA DE FILOSOFIA EDUCATIVA
Kcyró A., Del mumio ean-ado ai universo Infinito, S. XXI, 1979. Khum
Thomás, La rsvolución oops micetta, Ariel, Barcelona, 1881. Guéfdlni R.,
El ocaso de la Edad Moderna, Gusdorrema, Madrid, 1960. Dswson Ch.,
Progress y Religión, 1852.
Aubert J.M., Filosofie da la natura)*», Herder, Barcelona, 1977. Cassirer
E.",'El problema del conoelmSanto, t, e,3 y 4, F.C.E., Mexico. Sabina G„
HUterla da la taorfa politica, F.C.E., 1970. Cassirer E., El mito dal Eitado,
F.C.E., Mexico, 1974. Huygha R„ £1 arte y ai nombre, vol 2 y 3, Paris,
1867. Darcy Riberyro, El progreso civillizatorio, Bs. As., 1971. F-ralle G.,
Khrtorla de la filosofia, t. 3, BAC, 1960. Nicol E., Los principios da la
olanda, F.C.E., 1970. Toynbee A,, El h istori ad or y la religión, Emecé,
1958. Chetelet Francois, Hlttoria da lei IdeoJogfaì, t 3, Puebla, 1981.
Vario» autores, Hlstoria de la Cultura oecldantnl, Bs A.s., 1980 Rops
Danlsì, La Iglesia de las Revoluciones, Barcelona, 1957.

118
CATEDRA DE FILOSOFIA EDUCATIVA

VI

EL SIGLO XX.

ESBOZOS DE SU

CULTURA Y COSMOVISION

Profesor Máximo r. Chaparro

Dr. Raul A. Nuñez

1. LOS SIGNOS DE NUESTRO TIEMPO.

119
CATEDRA DE FILOSOFIA EDUCATIVA
El esfuerzo por obtener una mirada omnicomprensiva de nuestro tiempo es
imprescindible hacerlo, pero siendo conscientes que el resultado será siempre provisorio y
precario.
Somos nosotros los que pertenecemos a este tiempo, el cual nos afecta exteriormente y en
nuestra intimidad espiritual más profunda. Las angustias y esperanzas de esta confusa época
son también nuestras angustias y esperanzas. Para obtener una mirada omnicomprensiva es
necesario distancia; si se quiere mirar el valle hay que hacerlo desde lo alto y desde lejos. Y esto
es lo que nos falta con respecto a nuestro tiempo: distancia. Pero en la hipótesis que
tuviésemos la perspectiva necesaria, la tarea seguiría siendo muy difícil por la complejidad
enorme del objeto que se quiere visualizar.
En toda época histórica hay acontecimientos y valoraciones de tanta significación que
resultan las características fundamentales del espíritu de ese tiempo. Los períodos de
transición se tipifican, por crisis y conflictos en cuya base una "cosmovisión" comienza a
desintegrarse y lentamente se forma otra nueva. El siglo XX, visto desde esta óptica, se presenta
como un período de transición. La Edad Moderna entra en su ocaso. Un mundo se desmorona y,
con profundos desgarramientos, nace otro nuevo.
La imagen de la existencia de la modernidad se desintegra rápidamente; su concepción del
Mundo, del hombre y de la historia poco a poco dejan de ser "ideas vivas". La estructuración
socio-económica moderna, sin negar sus logros y brillo, es puesta en tela de juicio; se aspira a
un nuevo tipo de sociedad, más humana y más justa. Pero también la organización política de la
modernidad, con su fuerte acento puesto en el poder del Estado, es interpelada por la aguda
conciencia de libertad del hombre contemporáneos el poder y la organización no deben anular
la libertad individual. A su vez, la dicotomía moderna de "lo social" y lo individuar exigen, hoy,
ser sintetizados.
Profundos cambios afectan a la humanidad entera y conmocionan todos los ámbitos de la
cultura. Estos cambios están llenos de conflictividad y paradojas, así por ej. el desarrollo
tecnológico y el confort de las sociedades industrializadas coexisten con el fenómeno del
hambre y la desnutrición de grandes bloques humanos; el ansia de paz con la sofisticada
carrera armamentista y la guerra fría; el deseo de una mayor justicia social con una cada vez
mayor distancia, entre las clases; el deseo profundo de libertad con formas cada vez más sutiles
de esclavitud social y psicológica; la necesidad de respetar la intimidad de la vida individual
con una organización estatal que se introduce en todo y todo lo avasalla.
Los cambios son estructurales y afectan desde el aspecto material de la vida hasta las
convicciones espirituales más hondas, cómo pueden ser las religiosas; una imagen de Dios se
ha eclipsado y hoy nos toca vivir en el "silencio de Dios".

120
CATEDRA DE FILOSOFIA EDUCATIVA
De este tenor podrían enunciarse muchas cosas más. Pero siempre aparecería lo mismo:
conflictividad, temores y esperanzas de un mundo en transición.
A modo de síntesis puede decirse que el rasgo mas general y saliente, de nuestro tiempo
es el cambio acelerado y profundo que afecta, prácticamente, a la humanidad entera.
Se ha producido una aceleración del tiempo histórico: lo que antes demoraba un siglo en
cambiar, hoy se realiza en diez años o menos. Una misma generación afronta cambios que
antes se realizaban en cuatro o cinco siglos.
Profundidad: La transformación no es epidérmica, sino afecta a lo más íntimo y exterior
del ser humano: a su modo de pensar, valores morales, convicciones religiosas, estructuras
económicas, políticas y sociales, tecnología, etc.
Extensión: nada ni nadie escapa a este fenómeno universal de transformación. Afecta a
todos los pueblos y naciones, a todas las estratificaciones sociales e instituciones.
Una época histórica ha entrado en su ocaso y nace otra nueva.

2. LA REVOLUCION CIENTIFICO—TECNOLOGICA.
El hombre utilizó, la técnica desde los comienzos de la humanidad. Pero recién se le dio
impulso y racionalidad cuando se descubrió la Ciencia. No obstante, el desarrollo de las
ciencias naturales que permiten al hombre, en cierto modo, "adueñarse de la naturaleza", se
produjo a partir de los cuatrocientos últimos años'.
El desarrollo técnico fue lento durante milenios y a menudo prácticamente nulo durante
siglos. Había en este desarrollo algo notable: no se despegaba nunca del mundo natural tal
como es vivido por el hombre en su experiencia inmediata. Todo lo conseguía el hombre con su
fuerza y con la utilización de las potencias de los animales y del fuego, el viento, el agua. La
técnica, incluso en sus prodigiosas, creaciones, encajaba con la naturaleza tal como es ésta en la
vivencia inmediata del hombre.
Hasta principios del siglo XIX la mayoría de los hombres eran campesinos que con sus
fuerzas y la de animales domésticos cultivaban la tierra. La mayor velocidad que el hombre
pudo pretender durante miles de años fue el "galope de caballo", y su fuerza, la máxima
potencia que tuvo a su disposición.,
La naturaleza y la artesanía producían todos los bienes materiales necesarios para la vida.
Pero todo cambió repentinamente. A fines del siglo XVIII las ciencias habían logrado
descubrir "poderosas fuerzas" escondidas en la naturaleza que mediante máquinas se podían
dominar y luego utilizar.
La Revolución -Industrial, tal como se ha visto en el capítulo anterior, iniciaba un cambio
profundo en la historia del hombre. A la máquina a vapor le sucedió el motor eléctrico (la
dínamo, 1861-1864). Las nuevas fuentes de energías halladas (electricidad y derivados del

121
CATEDRA DE FILOSOFIA EDUCATIVA
petróleo) conmocionan no solo el aparato productivo sino el modo entero de estar el hombre
en el mundo. La historia se acelera y el poder del hombre se agiganta hasta límites
insospechados. La Humanidad ingresa en lo que se ha llamado "Edad Técnica".
El mundo moderno, con su saber científico-tecnológico, impulsó un proceso civilizatorio
expansivo que alcanza a todas las culturas y pueblos. Estos adquieren, lenta o rápidamente, la
conciencia de quedar., en 1a prehistoria, si no se apropian de aquel saber científico-tecnológico
que posibilita el. desarrollo. Se inicia de este modo un movimiento concordante y convergente
que transmuta el mapa geopolítico: aparecen áreas y pueblos subalternados cuyo valor
pareciera ser exclusivamente económico-productivo ocultándose su historia y cultura
originales.
"En los últimos siglos, dice Karl Jaspers, se ha producido algo único, absolutamente
nuevo., la ciencia con sus consecuencias en la técnica, que ha revolucionado interna y
externamente el mundo como ningún otro acontecimiento desde el comienzo de la historia que
se recuerda La ciencia ha aportado inauditas posibilidades y peligros. La Edad Técnica, en que
estamos desde hace escasamente siglo y medio, no ha llegado hasta los últimos decenios a su
plena soberanía, que ahora se intensifica en una medida imprevisible. Sólo en parte nos damos
cuenta de sus inmensas consecuencias. La ciencia ha creado, como indispensables desde ahora',
nuevos fundamentos para toda la existencia humana" (Origen y meta de la historia, pág. 91,
Madrid 1965). "Solo los pueblos que se apropian la ciencia y la técnica occidentales, y aceptan
los peligros para el ser del hombre, enlazados con este saber y poder, pueden colaborar todavía
activamente en la historia,' (íbid., pág. 92).
Nuestro tiempo continúa su desarrollo tecnológico e inicia la "era de la automación", la
que significa una revolución tecnológica tan profunda como lo fue la Primera Revolución
Industrial en sus dos fases. Las máquinas cibernéticas son capaces de percibir una influencia
externa y "al transmitir la información a un centro de ejecución", desencadenan movimientos
nuevos; son capaces de suscitar, regular y controlar sus propios movimientos.
El gigantesco desarrollo técnico de nuestro siglo se lo ha denominado "Revolución
termonuclear", o simplemente "era de la automatización".
En esta etapa la vinculación entre Ciencia y Técnica es tan estrecha que resulta difícil
demarcar las fronteras entre ellas. Las Ciencias se intensifican y profundizan de la mano del
progreso de la técnica.
* Este avance tecnológico recibe su impulso del inmenso progreso de las ciencias,
especialmente de la ciencia Física. El estudio de la radioactividad llevó a descubrir la estructura
íntima del átomo y sus mutaciones cuando es alcanzado por alguna partícula emitida por el
radio o el uranio. El hombre llegó así a una de las conquistas más importantes de la historia: la
desintegración nuclear provocada artificialmente. A partir de ello comienza a desarrollarse la

122
CATEDRA DE FILOSOFIA EDUCATIVA
"tecnología nuclear": el uso y aprovechamiento de la energía contenida en los núcleos atómicos
para diversos fines, ya sean pacíficos o bélicos.
* inseparables de la Física están los procesos de la Química que con la producción
artificial de numerosas sustancias y productos químicos constituye uno de los pilares de la
industria contemporánea: Con razón se ha dicho que "la quimera ha invadido todos los ámbitos
de la producción y el consumo" La ciencia química, vista aún a principios de siglos como una
sola unidad, se va diferenciando en múltiples especializaciones: química de los combustibles,
de los productos farmacéuticos, colorantes, insecticidas, etc. etc. Con el desarrollo de la
tecnología nuclear la química mineral ha experimentado un gran impulso y los progresos se
han sucedido rápidamente. Se hizo necesaria la producción de nuevos materiales de
construcción, empleándose el titanio y sus aleaciones. El uranio, el tántalo, el gemíanio, ate, y
otros se han hecho indispensable para las técnicas atómicas, aeronáutica, y electrónica. Con
todo, la mayor actividad de los químicos se ha encaminado fundamentalmente a la química
orgánica, bese de la mayoría de los productos sintéticos.
* La Biología ha ocupado un lugar privilegiado dentro de este progreso general. Entre
todas sus ramas, quizás haya sido la medicina quien ha hecho sus conquistas más
espectaculares. La "biología molecular" y la "ingeniería genética" van descubriendo los
mecanismos de la vida y de la herencia. El hombre puede intervenir y modificar estos
mecanismos con todos los riesgos y posibilidades que ello implica (desde el mejoramiento en la
producción vegetal y animal, hasta una eventual "planificación" del ser humano")
* Los grandes descubrimientos astronómicos (estudio de las galaxias, expansión del
universo, etc.) así como los descubrimientos teóricos de la física (teoría de la relatividad y de
los quanta) ofrecen al hombre contemporáneo una nueva imagen física del Universo. Del
Universo infinito, siempre idéntico, de la filosofía y de la física moderna, se ha pasado a un
universo en expansión y finito. Incluso hay una interpretación cosmológica evolucionista para
la cual la categoría "tiempo" es esencial al cosmos y a su interpretación.
La investigación del universo está ligada a otro aspecto que caracteriza al mundo
contemporáneo como es la conquista del espacio. La astronáutica es uno de los logros más
brillantes del hambre. El 4 de octubre de 1957, con el lanzamiento del "Sputnik I se mida la
llamada "era espacial", que en pocos años ha logrado resultados asombrosos.
• Las ciencias humanas, como la psicología, psiquiatría, sociología, etc revelan día a i:a al
enigma del hombre. Y a medida que las investigaciones se hacen más hondas pareciera fue el
misterio del hombre es más indescifrable. Todo lo cual replantea los interrogantes filosóficos
de todas las épocas.
A esta revolución tecnológica se la ha denominado con precisión "era de la
automatización". La característica principal de la misma está dada porque se suplanta o amplía

123
CATEDRA DE FILOSOFIA EDUCATIVA
la memoria y los sentidos del hombre mediante el empleo de la máquina. Los grandes hechos
tecnológicos de nuestro tiempo (alunizaje, y vuelos interplanetarios, etc. etc.) hubieran sido
imposibles sin la automatización.
Todas las consecuencias de esta era cibernética todavía no las conocemos, no obstante, se
pueden señalar algunas:
* la posibilidad de dominar no solo las fuerzas naturales terrestres, sino del cosmos.
* la unificación de pueblos y razas gracias a los medios de comunicación social. Detrás de
la multiplicidad cultural se percibe la profunda unidad del género humano.
* la concentración del poder, tanto político como económico. Las empresas que poseen la
alta tecnología se convierten en poderes trans-nacionales; el mundo político se divide en dos o
tres grandes bloques; Por otra parte, la planificación (productiva, económica, demográfica, etc.)
se hace cada vez más necesaria, con todos los riesgos que ello implica,
* Así como la primera Revolución Industrial produjo la división de la sociedad en dos
clases, así esta Segunda Revolución técnica ha producido ya, y puede ahondar aún, la división y
separación casi inalcanzable entre naciones ricas (poseedoras de alta tecnología) y las naciones
pobres, sumidas en el subdesarrollo, muchas de ellas sin haber llegado todavía a beneficiarse
de los adelantos de. la primera revolución industrial.
En síntesis puede decirse que:
El cambio cultural que vivimos, verdadera generación de un nuevo mundo, se realiza
principalmente bajo la égida de la ciencia y de la técnica, y se manifiesta de hecho en forma de
una nueva relación entre el hombre y la naturaleza. Se trata de un empuje histórico hacia la
unificación del mundo, la "planetización" de la humanidad y correlativamente hacia un nuevo
rostro que el hombre da a la naturaleza modelándola a su imagen y poniéndola a su servicio.
(Aubert).

3. LA UNIDAD DEL GENERO HUMANO.


"Lentamente, como con dolores de parto, va naciendo una sociedad humana universal",
dice el filósofo francés, Etiennc Gilson. A pesar de las diferencias y divisiones, el mundo de hoy
percibe con intensidad su unidad, gracias a los adelantos técnicos y a los medios de
comunicación. Nuestro planeta se ha hecho una caja de resonancia donde un hecho de cierta
trascendencia repercute simultáneamente por doquier. Los pueblos más alejados de nosotros
se nos hacen familiares gracias a lá televisión, radio, revistas, etc. También sus conflictos
(hambre, miseria, guerra, analfabetismo) golpean nuestra sensibilidad.
De este modo, hoy como nunca es. posible el diálogo entre pueblos y culturas. Pues la
tecnología aumenta las relaciones de interdependencia y solidaridad entre los pueblos, y al
mismo tiempo posibilita que los hombres nos demos cuenta que debemos vivir unidos y en

124
CATEDRA DE FILOSOFIA EDUCATIVA
solidaridad. Sabemos que lo que está en juego es la grandeza o destrucción del hombre sobre la
tierra; nos percibimos miembros vivos de una Comunidad mundial.
Pero este ideal de vivir unidos en solidaridad pareciera inalcanzable si se observan los
profundos antagonismos que nos afectan. El fenómeno de la violencia pareciera que adquiere
proporciones universales. La subversión, la guerrilla, el mantenimiento forzoso de naciones y
pueblos en la pobreza, la guerra fría, la rebelión juvenil y el choque entre las generaciones, el
exterminio de vidas humanas de forma organizada, etc. oscurecen dramáticamente el futuro de
la humanidad.
Las dos guerras mundiales son quizás los síntomas más agudos de los conflictos del
mundo contemporáneo. Por su importancia y consecuencias debemos detenemos brevemente
en ellas.
En el transcurso del siglo XIX Europa se había convertido en la dueña indiscutible del
mundo. La primera contienda mundial fue en realidad una verdadera guerra civil europea: casi
todas las Naciones sé alistaron en uno de los bandos rivales, dispuestos a determinar a quién
correspondía la primacía. El que vencería (ya sea el militarista Impero Alemán, ya sean los
Aliados integrados por Francia, Inglaterra y Rusia) impondría su régimen al Continente, y por
lo mismo, al resto del Mundo.
Pero no fue así. La lucha fue total y tan prolongada que en realidad toda Europa perdió la
guerra. La primera contienda mundial había arruinado a todas las grandes potencias, tanto a
los vencidos estados Militaristas, como a los vencedores Estados Liberales. Se había perdido a
millones de jóvenes, las ciudades estaban devastadas, las industrias destruidas, y con una
economía totalmente subordinada a la de Estados Unidos. Después de tres años de contienda la
intervención norteamericana a favor de los Aliados había definido la guerra. Esta Potencia fue
indudablemente la gran vencedora, de la que salió grandemente enriquecida y convertida en el
país más poderoso del mundo.
También puede decirse, que el comunismo marxista, victoriosos en Rusia en 1917, salió
fortalecido de esta guerra europea. Esta fecha marca uno de los hitos más importantes de la
historia contemporánea. Nació entonces un Nuevo Mundo, opuesto al Capitalismo Liberal, y
dispuesto a lograr el predominio universal.
La crisis económica que siguió a la guerra sembró la miseria y el descontento en los
pueblos. Después de la depresión económica del año 30 que puso al borde del caos a Estados
Unidos, y por extensión a Europa, las masas populares renegaron en gran parte de la
"democracia" y se inclinaron hacia regímenes totalitarios que prometían orden y prosperidad.
Algunos se volvieron hacia el Comunismo triunfante en Rusia. Otros, por el contrario,
adhirieron al Nacionalismo, propiciando gobiernos militaristas; de este modo surgieron, entre
otros, el Fascismo en Italia, y el Nazismo en Alemania. El Nacionalismo apareció como una

125
CATEDRA DE FILOSOFIA EDUCATIVA
actitud defensiva frente al enorme poder de. Estados Unidos y Rusia. Se enalteció el valor de la
"Nación" hasta convertirlo, en algunos casos, en un valor casi sagrado.
De este modo el mundo se encontré dividido en tres grandes bloques políticos cuyas
ideologías eran el Capitalismo Liberal, ej Nacionalismo y el Marxismo. El Nacionalismo se
mostró particularmente agresivo y con sus exigencias originó la contienda contra los otros dos
bloques.
Los países "democráticos", integrados por los Estados Unidos, Francia e Inglaterra;
constituían una firma alianza y contaban con la cooperación de numerosos países que estaban
dentro de su zona de influencia. El mundo "nacionalista" estaba integrado por la Alemania Nazi,
la Italia Fascista y el Japón gobernado por una camarilla' ultra militarista. Finalmente, el bloque
"comunista" representado por Rusia y apoyado por todas las organizaciones marxistas del
mundo constituía un verdaderos misterio ya que nadie sabía cuál sería su auténtica actitud en
la contienda. Rusia, obrando con duplicidad, apoyó primero a los regímenes totalitarios, y
luego, convertido en aliado de las Potencias Democráticas, contribuyó poderosamente al
aplastamiento final de los Nacionalistas.
De este modo, concluía la contienda, quedaron nuevamente victoriosos los mismos
regímenes que en 1918, aunque fundamentalmente modificados. En febrero de 1945, el
acuerdo de Yalta (firmado por Roosevelt, Stalin y Churchill)_dividía el mundo en dos zonas de
influencia cuyos centros respectivos eran Estados Unidos y la Unión Soviética.
En la década del 50 surge el movimiento de los No Alineados declarándose equidistante y'
estrictamente neutral en la "guerra fría" en que se mantiene las dos grandes potencias
mundiales. Está constituido por numerosos países y a menudo se lo ha denominado Tercer
Mundo.
Como puede apreciarse el ideal de unidad, y el establecimiento de una sociedad humana
universal, se ve amenazado por profundos antagonismos, no solo políticos y económicos, sino
también raciales e incluso religiosos.

4. LA LIBERACION DE PUEBLOS Y CONCENTRACION DEL PODER.

Otra de las características del mundo contemporáneo consiste en la pacífica o a menudo


violenta liberación de pueblos de los centros coloniales europeos. De este modo han aparecido
en escena "Estados nuevos", ansiosos de independencia y de libertad, pero a menudo tan
cargados de conflictos que no logran un desarrollo armónico y en paz.
Para la comprensión de este fenómeno debe decirse algunas palabras de lo que se ha
llamado el "Colonialismo europeo".

126
CATEDRA DE FILOSOFIA EDUCATIVA
En la mitad del siglo pasado Europa era indiscutiblemente el Continente más poderoso e
importante del mundo, poseedora de una riquísima tradición cultural y espiritual, y con un
desarrollo material brindado por la Revolución Industrial. Su cultura, comercio y fuerza militar
se hacían sentir sobro el resto de las naciones.
El fenómeno de la Coloniaiización europea es sumamente complejo: por un lado, a
menudo es historia de dominación, y despojo, y por otro, aceleró la historia de pueblos
atrasados, les brindó los beneficios de la ciencia y tecnologías modernas y los acercó a una
civilización de carácter más universal. A su vez dentro del colonialismo europeo hay que
distinguir sus diversas corrientes; así por ejemplo, la Colonización llevada a cabo por España
tiene una significación humanitaria que difícilmente pueda hallarse en el colonialismo inglés.
La hegemonía europea, iniciada a principio de la Edad Moderna, "se había ido
acrecentando a lo largo de toda esta etapa hasta llegar a su culminación durante la Revolución
Industrial que enfrentó a las Potencias europeas con nuevas y grandes necesidades: año tras
año necesitaban mayores mercados para colocar el exceso de su producción.
"Por otra parte el Maquimismo creaba cada vez mayores masas de desocupados que
constituían un gravísimo problema social. Los europeos, entonces, pensaron solucionar todas
estas dificultades mediante la ocupación de otras tierras poseedoras de riquezas naturales
pero sin explotación. Por ello las grandes potencias, como si se hubieran puesto de acuerdo, a
mediados del Siglo XIX iniciaron un gran movimiento de expansión pacífica o violenta, hacia los
países menos desarrollados de los demás continentes: en menos de medio siglo más de treinta
millones de europeos habían emigrado hacia nuevas tierras, produciendo indudablemente una
terrible sangría a sus respectivas naciones, pero al mismo tiempo extendiendo el poderío y la
influencia de la raza blanca por todo el mundo" (Drago)
Hacia 1850, Africa era un continente prácticamente desconocido. En pocas décadas la
fuerza colonizadora de Europa se posesionó del Continente.
Inglaterra fue la más favorecida y quedó dueña de Egipto, Sudám, Costa de Oro, Nigeria y
La Unión. Sudafricana.
Francia, que ya poseía Argelia, añadió Túnez, Marruecos del Norte, Somalia, todo el Sahara
y Madagascar.
Alemania, llegada con cierto retardo, tuvo que contentarse con Togo y Camerún y algunas
costas del sur africano.
A Portugal le correspondió Angola y Mozambique.
Y a Italia parte de la Somalia y la Eritrea.
En nuestro siglo estos pueblos africanos conquistaron su independencia; su pasado
colonial", al mismo, tiempo que los ha acercado a la civilización moderna, les ha dejado
profundas huellas, y de modo especial, un fuerte resentimiento contra los europeos.

127
CATEDRA DE FILOSOFIA EDUCATIVA
Del mismo modo que Africa, el Continente Asiático, sede de los viejos y ricos estados; a
mediados del siglo pasado, resultó dominado por el colonialismo europeo.
El Imperio Ruso, hacia 1870. ocupó el Turquistan y el Cáucaso. extendiéndose a toda
Siberia.
La India fue ocupada por los ingleses. En 1877 el Parlamento ingles proclamó a la Reina
Victoria "Emperatriz de la India".
El gigantesco imperio chino fue también objeto de la empresa colonial. En 1842 se entregó
a Inglaterra la isla de Hong Kong. Y diez años después esta medida se extendía a todo el
imperio. A Francia le correspondía Laos, Anam, Camboya, Tonkín y Conchinchina.
A esta fuerza expansiva europea se sumó Japón convertida ya en potencia, a fines de siglo
se apoderó de Corea y Formosa.
Lo dicho de África y Asia debe decirse también de Australia, colonizada por el Imperio
inglés.
También América en el siglo pasado fue considerada a veces "tierra de colonización".
Recuérdese las invasiones inglesas al Puerto de Buenos Aires, la ocupación de las Malvinas,
hasta el intento francés, en 1.861, de ocupar México. El fracaso de esta empresa señala el fin de
los intentos europeos por ocuparte militarmente América, excepción hecha de la "guerra de las
Malvinas".
Desde 1822, la "Declaración de Monroe" y su expresión "América para los americanos",
fue un principio político firmemente sostenido por todas las naciones del nuevo Continente.
En nuestro siglo, como se ha dicho, ocurre el fenómeno de la "descolonización", en forma
acelerada, y casi siempre, violenta.
La Segunda Guerra Mundial produjo dos importantísimas transformaciones en el
Continente Asiático: la independencia de todos los países anteriormente en manos de los
europeos y la adhesión al Comunismo de centenares de millones de sus habitantes.
Actualmente este Continente sigue siendo uno de los escenarios del antagonismo de las dos
grandes Potencias y de sus respectivas ideologías.
También Australia se independiza, pero se integra a la "Comunidad de, las Naciones
Británicas".
Y en lo que respecta a América, cabe consignar el desigual desarrollo del Norte y del Sur.
Estados Unidos y Canadá han logrado en este siglo una prodigiosa expansión, habiéndose
convertido Estados Unidos en uno de los ejes de la historia contemporánea. En cambio el sur
no ha conocido igual desarrollo. El mundo latinoamericano, abocado a una rápida
industrialización después de la Segunda Guerra Mundial, se ve sometido a múltiples conflictos.
Su pertenencia al bloque de Naciones de "Mundo Libre", choca a menudo con el sometimiento a

128
CATEDRA DE FILOSOFIA EDUCATIVA
que está sujeto. Es un continente en constante transformación, dividido por profundas luchas
ideológicas, pero en vías de su identidad cultural y de su desarrollo material.
Este síntoma del mundo contemporáneo, a saber: el surgimiento en la escena de la
historia universal de pueblos nuevos, a menudo se encuentra enfrentado con la otra realidad:
paulatina concentración del poder económico y militar en las grandes potencias.
A los enfrentamientos de los llamados "Mundo Libre" y "Mundo Socialista", hay que añadir los
enfrentamientos que surgen de la bipolaridad económica de nuestro tiempo: sociedades
industriales desarrolladas y su necesario complemento, sociedades abastecedoras de materia
prima y mercados que absorven la inmensa cantidad de bienes que ha traído la revolución
industrial contemporánea. La independencia política de Africa, Asia, ó América Latina, no
siempre corre pareja con la independencia económica, cultural y tecnológica, las que a menudo
parecen estar lejos de alcanzarse. Indudablemente esto es también causa de múltiples
convulsiones sociales de nuestro tiempo.

5 ALGUNOS CARACTERES SOCIOLOGICOS DEL MUNDO CONTEMPORANEO a) La


explosión demográfica
Este es un nuevo e inédito fenómeno en la historia del hombre y de incalculable consecuencias
económicas y sociales. Después de un multisecular crecimientos lento, la humanidad ha
entrado en nuestro siglo en un crecimiento rápido y acelerado con resultados tan imprevisibles
que muchos demógrafos no dudan en calificarle como el hecho más revolucionario de la época
actual.
Algunos datos estadísticos son suficientes para ilustrarlo:

Año Población
1650 545 millones
1750 728 millones
1850 1.175 millones
1950 2.476 millones
1960 2.930 millones
1970 3.620 millones

Se calcula que para el año 2000 la población mundial sumará 6.270 millones. Y la pro-
ducción de bienes no corre pareja con el nacimiento del hombre, lo que acarrea convulsiones
sociales, empobrecimientos, etc.

129
CATEDRA DE FILOSOFIA EDUCATIVA
La explosión demográfica no es igual en todos los países, las sociedades desarrolladas, por
ejemplo, ya han pasado el momento del crecimiento rápido de la población, no sucede lo mismo
generalmente en las sociedades en vías de desarrollo.
Este fenómeno plantea, además de problemas políticos y económicos, interrogantes
profundos de difícil solución, por ejemplo, el neomalthusiarusmo preconiza una disminución
drástica, planificada y a cualquier precio de los nacimientos'; el marxismo teórico, en cambio,
es natalista y declara de "antropofágico" a todos los métodos de control de la natalidad de los
neomalthusianos; se declara por el aumento sustancial de la producción; no obstante en la
práctica no siempre es consecuente, como lo demuestra claramente el ejemplo de China
Comunista. El pensamiento cristiano defiende una "regulación razonable" de la natalidad a
través de una paternidad responsable.
b) La revolución urbana:
La industrialización y la explosión demográfica han producido otro hecho característico
de nuestro tiempo: la urbanización creciente. Lo cual significa dos cosas: a) creciente
concentración de la población en las ciudades y, b) cambio de estilo de vida, de rural tradi-
cional a urbano moderna.
En las ciudades de nuestra época se gesta un nuevo tipo de cultura y civilización (nuevos
valores, normas, conductas, actitudes, etc.) que se irradia desde aquí hasta los sitios más
apartados mediante los medios de comunicación social.
Nuestra civilización durante miles de años fue predominantemente rural: en estrecha
dependencia de los fenómenos cósmicos-naturales. Hoy la civilización se hace cada vez más
urbana, con un hombre cada vez más alejado de la naturaleza y al mismo tiempo cada vez más
dueño de las fuerzas del cosmos. En las ciudades contemporáneas, la naturaleza pareciera estar
ausente.
Es verdad que todas las civilizaciones antiguas tuvieron sus ciudades que eran como la
encamación o síntesis de dicha civilización (Babilonia, Esparta, Atenas, Roma. etc.). Pero en la
ciudad de nuestro tiempo, se gesta un nuevo modo de vida que se extiende a todos y cuyas
características son: al anonimato, la movilidad geográfica y sociológica, la especialización e
interdependencia, las presiones sociales y el control directo tiende a desaparecer; actúan
especialmente las presiones indirectas: los medios de comunicación social que uniforman
gestos, criterios, etc.
Este estilo de vida urbano tiende por un lado a la masificación y despersonalización del
hombre; pero al mismo tiempo le ofrece mejores oportunidades de opción personal y le
posibilita un sentido más agudo de su libertad al liberarlo de las presiones propias de un
mundo circunscripto al ámbito rural.
c) El hambre y el analfabetismo.

130
CATEDRA DE FILOSOFIA EDUCATIVA
* Es doloroso constatar que si bien el hombre ha obtenido tantos adelantos y victorias
sobre las fuerzas de la naturaleza, todavía no ha logrado un triunfo decisivo en la lucha por su
subsistencia.
Actualmente dos de cada tres hombres son víctimas de hambre, es decir, dos hombres
sobre tres comen tan mal o tan poco que no tienen ninguna oportunidad de escapar a las
dramáticas consecuencias del hambre.
El problema se agudiza si tenemos en cuenta que según el ritmo de crecimiento de la
población, a fines de siglo se tendría que alimentar a casi el doble de la población actual.
Los pueblos de Asia, Africa, y parte de América Latina, sufren endémicamente del hambre.
La falta de alimentos no solo destruye al hombre actuando sobre su cuerpo, sino que
también actúa sobre su espíritu, sobre su estructura mental y su comportamiento.
La superación radical de este problema exige cambios profundos a nivel internacional y
una comprensión más aguda de la dignidad de la persona humana.
* Otro de los fenómenos que es fuente de graves desigualdades es el analfabetismo. Sin el
desarrolla de los conocimientos es imposible que se produzca un progreso económico-social
auto sostenido, sin ello es imposible superar el atraso y el subdesarrollo.
Las estadísticas señalan a África, Asia y América Latina como los lugares de mayor
analfabetismo. Y como decía la Pópulorum Progressio: "un analfabeto es un espíritu
subalimentado".
Todo esto indica los conflictos de nuestro tiempo y constituyen los nuevo* desafíos que se
le presentan a la humanidad.
En conexión Con lo descrito debe recalcarse que uno de los signos de nuestro tiempo es su
abierta sensibilidad para al "valor Justicia". Así como las conmociones sociales del Siglo XVIII se
hicieron defendiendo los valores "libertad e igualdad", así las conmociones de nuestro tiempo
se producen casi siempre en defensa de una mayor justicia social.
En conexión con esto podrían agregarse muchas cosas: la toma de conciencia de la
igualdad de la mujer, la rebelión juvenil (cuyas manifestaciones y causas son diversas, desde
las injusticias sociales hasta una sociedad de consumo sin horizontes) la participación más
activa de las clases trabajadoras en la vida política de las naciones, etc.
Todo señala que el mundo contemporáneo es un tiempo de transición. Es un tiempo de
promesas y esperanzas, pero simultáneamente de serios peligros. Es el mismo ser humano, en
sus dimensiones más hondas, el que está en riesgo.

6. LOS DISTINTOS BLOQUES QEO—CULTURALES.


Una mirada sobre el mundo contemporáneo más particularizada nos lleva a distinguir
varios mundos culturales que se asientan en etnias y geografías diversas. Naturalmente que

131
CATEDRA DE FILOSOFIA EDUCATIVA
estos bloques no están cerrados en sí mismos sino en constante influencia mutua, participando
en grado diferente de una historia y gesta universal que puede encaminamos a una nueva
civilización en la que el hombre reconozca su dignidad o también puede terminar en la
autodestrucción.
Se pueden distinguir, siguiendo la división formulada por Aníbal Fornari en su pensado
trabajo "Ubicación geo-cultural latinoamericana contemporánea", ocho bloques geo-culturales
más o menos definidos.
En primer lugar, Europa. Hoy, después de una historia trimilenaria, ha entrado en un cono
de sombra. Muchos escritores y pensadores llegan incluso a sostener su ocaso definitivo. En la
historia universal ha tenido un protagonismo como no lo ha tenido civilización ni pueblo
alguno. Filosofía, Ciencias, Tecnología, son algunos de los frutos de la inteligencia europea. Y lo
que es más importante: Europa ha creado las bases para la realización de una sociedad humana
universal. La modernidad europea llevó a ¡cabo las grandes revoluciones científico-
tecnológicas que, hoy, todo pueblo debe asumir si quiere participar en el destino de la historia
universal. Pero después de las dos guerras mundiales, como ya hemos dicho, Europa pierde la
hegemonía político-militar que durante siglos había mantenido.
En segundo lugar, la Unión Soviética, el bloque político que junto a Estados Unidos, sale
victorioso de la Segunda Guerra Mundial. Rusia con se larga y honda tradición asume una de las
grandes ideologías europeas del siglo XIX, el marxismo, y acepta el desafío de la modernidad
del dominio de la naturaleza. Este bloque geo-cultural, de enorme poder, debe sintetizar aún
elementos dispares (etnias múltiples, una rica tradición espiritualista, fuerzas religiosas, una
ideología universalista, etc.). El marxismo se presenta con un carácter mesiánico y pretende
instaurar un orden nuevo, el del hombre que se haya reconciliado con el hombre. Pero esta
reconciliación universal, cuya concreción no se avizora por lo menos inmediatamente, tal vez
no se compadece con la violencia de los hechos.
Un tercer bloque lo constituye Estados Unidos de Norteamérica. Como ya hemos señalado,
en el nacimiento de Estados Unidos hay dos acontecimientos que no deben perderse de vista: la
aniquilación del hombre indígena, del hombre americano, y su sustitución por el inglés de la
metrópoli. Esta nación, como no podía ser de otro modo, es heredera y prolongación del
espíritu inglés tal como se configuró en la modernidad. Y es heredera también de la otra gran
ideología moderna, la del hombre como ser fautico, dueño de las cosas y de sí mismo, hecho
para apropiarse y gozar.
El poderío de Estados Unidos se explica entre otras cosas por aquella voluntad de domino
heredado de la modernidad y por la racionalización y planificación que ha llevado a cabo. (Es
interesante observar el impacto que sufre el latinoamericano cuando ingresa a esta nación;

132
CATEDRA DE FILOSOFIA EDUCATIVA
cuesta acomodarse a esta "planificación racional" que se manifiesta hasta en los mínimos
detalles todo está pensado y calculado de antemano).
Un filósofo argentino dice con razón: "Estados Unidos de Norteamérica es el Dominio; es
la supe autoridad con su lema leviatánico: "Auctoritas facit legem", el Dominio hace la ley"
(Nimio de Anquín, Escritos Políticos, pág. 40). Frente al Dominio el hombre latinoamericano
responde con un fuerte sentimiento defensivo.
El poderío de Estados Unidos no es azaroso; es el poderío de una nación que trabajó desde
sí y para sí, que proyectó racionalmente su desarrollo y lo llevó a cabo.
También el mundo norteamericano está en constante transformación; caben destacarse la
presencia de dos "subculturas" que parecieran exigir nuevas "síntesis": su conformación se
debe a la presencia de los contingentes negros y latinoamericanos cuyas voces suenan cada vez
más fuertes.
Junto a las fuerzas disolventes de una sociedad consumista, como la droga y la
delincuencia, operan otras fuerzas ascendentes como el crecimiento de la vida religiosa, el
consenso cada vez mayor de un humanismo que supere la edad tecnocrática, la enorme
disciplina de la vida, etc.
Un cuarto bloque lo constituyen las Naciones Trasplantadas (Canadá, Sudáfrica, Australia,
Nueva Zelandia). "Si bien no configuran un bloque propiamente dicho, dan lugar a una cuarta
totalidad cultural diferenciada. Son radicaciones étnicas preferencialmente sajónicas, desde
hace casi dos siglos, sobre espacios vacíos o sobre la segregación de las etnias originarias, que
reproducen el paradigma cultural del lugar de proveniencia cuya máxima verificación es el
mismo EEUU, y que, por afinidad, se auto incluyen naturalmente en su perspectiva histórica"
(A. Fornari, po. cit.). Cuando estas etnias ocuparon espacios semivacíos, como Canadá, su
desarrollo sostenido no es problemático ni tienen los gravísimos desafíos de aquellos otros
asentamientos, como Sudáfrica, donde los pueblos aborígenes fueron segregados. La
coexistencia de dos o más culturas y naciones en un mismo suelo sólo puede mantenerse por el
poder y la violencia.
El quinto bloque "es el Semitico-Islamico. Abarca desde el Africa nor-sahariana y centro
oriental sobre el océano Indico, el Asia sud-occidental desde el Medio Oriente y Arabia hasta
Pakistán" (op. cit.)
La cultura semítico-islámica de larga e intensa tradición, tuvo en la historia, su período de
apogeo hasta entrado el siglo XIV. Como bloque político y cultural entra en decadencia cuando
en Europa se inicia la modernidad. Hoy nuevamente resurge y se mueve dialécticamente entre
la necesidad de la "modernización" y la conservación de su identidad cultural.
El sexto bloque está constituido por las naciones-testimonio. "Las grandes naciones del
Asia sud-centro-oriental están asentadas sobre la sabiduría milenaria de sus respectivas

133
CATEDRA DE FILOSOFIA EDUCATIVA
culturas intercomunicadas, que han desarrollado sutiles técnicas, pero que no poseen
endógenamente la moderna civilización cien tífico-tecnológica. Siendo naciones de gran
volumen geográfico, extraen de su arraigo cultural un concenso social que les ha permitido
afrontar el impacto transformador tecnológico-político, sobre todo en el caso de China y Japón,
dentro de un contexto de profunda y eficaz organicidad social práctica" (op. cit.) En nuestro
tiempo China inicia cambios hondos, estructurales, para responder especialmente a los
desafíos del hambre y la explosión demográfica. Adopta el marxismo como teoría y práctica
revolucionaria y en muchos aspectos es modificado por las exigencias de la particularidad
china y de su ancestral cultura. La planificación y racionalización que han llevado a cabo, así
como la asunción de la moderna civilización tecnológica a menudo entran en conflicto con el
espíritu milenario de esta gran nación.
Algo similar debe decirse de Japón con la diferencia que éste recibe el capitalismo como
ideología, de expansión y ascenso. Son conocidos los logros realizados por Japón y también sus
problemas. La síntesis entre "cultura" (tal como se ha definido en el capítulo I) y elementos
científico-tecnológicos que vienen de fuera, siempre está cargada de dificultades; y no pocas
veces esta dialéctica ha terminado con la destrucción de la cultura originaria y el ocaso del
pueblo y la nación, a pesar de lo brillante que fuesen, las apariencias. Pero seguramente la
sabiduría del alma japonesa y su voluntad inquebrantable sabrán superar estas dificultades y
lograr la síntesis deseada.
En séptimo lugar cabe mencionar el "bloque de la negritud" localizado fundamentalmente
en el Africa sud-sahariana central y occidental.
Una observación rápida sobre el mapa geocultural del Africa negra nos impresiona por su
diversidad de idiomas, tradiciones, costumbres y la proliferación de estados artificiales.
El Africa negra durante siglos ha vivido en un estado tribal, con historias de clanes y tribus
totalmente inconexas entre sí. La moderna Europa "destribalizó" al Continente negro, pero en
la colonización lo dominó y le impuso un aparato cultural -político—militar externo
desconectado de este mundo ancestral y múltiple.
El áfrico negro, como ya se ha señalado, ingresa en nuestro siglo en un rápido y violento
proceso de "descolonización"; sus ansias de libertad, el impacto de la civilización moderna que
se quiere apropiar, y su ancestral tradición constituyen algunos de los componentes que se
deberán integrar para que Africa participe creadoramente en la concreción de una historia
universal.
Y por último debemos señalar el bloque latinoamericano.
Latinoamérica nace de un mestizaje etno-cultural de la América india y la Península
Ibérica. Este mestizaje biológico-cultural genera un pueblo nuevo que en el transcurso de tres
siglos va adquiriendo una fisonomía propia y una cultura más o menos original. A gran parte de

134
CATEDRA DE FILOSOFIA EDUCATIVA
la Am. que corre desde Méjico hasta la Antártida, España le da forma. Un mismo lenguaje,
idéntica religión, las mismas instituciones sociopolíticas con las variaciones propias de cada
lugar, en fin, un mismo universo valorativo que brinda un sentido heroico y ético de la vida
arraigado en una honda vivencia de la libertad. Esta cosmovisión hispanocristiana sufre
alteraciones en este tierra, como no podía ser de otro modo, al mestizarse lo indígena y lo
español. El hecho de que Brasil haya sido colonizado por Portugal le brinda otras
características, manifestadas ya en el mismo idioma; pero no debe olvidarse que los
portugueses son "ibéricos", es decir, primos hermanos de los españoles; esta cuasi hermandad
les hace partícipes de múltiples rasgos comunes).
En esta lenta fusión de elementos tan dispares, de dos historicidades tan diversas, se va
con-figurando un mundo humano más o menos homogéneo, el sustrato etno-culturai de una
nación.
Debe señalarse además el aporte de la sangre negra a la fisonomía de Latinoamérica.
Como dice Fornari, la incorporación de "la negritud, enriqueció el mestizaje cultural sacándolo
de la bipolaridad entre la seriedad trágica indígena y el rigor quijotesco o utilitarista de las
etnias europeas, para introducir una cufia mediadora, de plasticidad, de festividad, de ritmo, de
afectividad, de espontaneidad lúdica, de encarnación gozosa, como se observa en las naciones
latinoamericanas mulatas".
Una observación más detenida sobre Latinoamérica nos precaverá de rápidas y
románticas generalizaciones. No sólo debe tenerse presente su histórica unidad y
homogeneidad, sino también su multiplicidad y diversidad. Así por ejemplo grandes
contingentes indígenas se mantienen prácticamente al margen de la historicidad
latinoamericana ya descripta. (Este no es un problema argentino; pero si nos asomamos por
ejemplo a Ecuador, nos encontramos con que el 50 a 60 °/o de la población es "campesina"; y
esta población a su vez está dividida en diversas tribus con idiomas, una ritualidad y
simbología más que diferente; la impresión que recibe un argentino es la de estar ante un
mundo cultural ancestral, enigmático y vedado. Lo mismo o muy similar acontece en Bolivia,
Perú, Paraguay, Colombia, etc.) Lo dicho señala diferencias radicales. Pero hay otros tipos de
diferencias que se deben tener en cuenta si se quiere pensar a Latinoamérica
prospectivamente.
La decadencia de la Península Ibérica a partir del siglo XVII y su aislamiento del resto de
Eu-ropa, genera en el hombre iberoamericano una conciencia de inferioridad; se sabe no
perteneciente al movimiento expansivo de la era moderna.
Durante el siglo XIX y después de la independencia política se produce la balcarnización
de América Latina en múltiples repúblicas sin poder ni capacidad creadora para participar
"activamente" en la historia humana. Por ello, y especialmente en la segunda mitad del siglo

135
CATEDRA DE FILOSOFIA EDUCATIVA
pasado, América latina se quiere "modernizar"; ello trae aparejado su acoplamiento y
mimetización a la economía y cultura de las grandes metrópolis europeas (Francia e
Inglaterra). La independencia política corre pareja con la dependencia cultural y económica. A
pesar de ello el hombre latinoamericano configurado por 3 siglos de historia sigue existiendo,
pero ahora escindido, con una cara mirando hacia Europa y con la otra mirándose de la propia
tradición. Si a ello se agrega el impacto de las corrientes inmigratorias, podrá apreciarse la
dramaticidad de la situación del hombre latinoamericano; sin embargo estas corrientes
inmigratorias lejos de suplantar o abolir la población original; más o menos rápidamente se
"aclimataron" y entraron en simbiosis con la América latina profunda.
De este modo Latinoamérica en el siglo XX se ve enfrentada a graves desafíos, entre los
que cabe mencionar: el reconocimiento de su propia identidad, la superación de su
balcanización, y la voluntad de un desarrollo científico-tecnológico no subsidiario del mundo
nordatlántico sino de las propias necesidades y de un proyecto político-cultural original.

LA COSMOVISION CONTEMPORANEA.

Hablar de una visión del mundo del hombre contemporáneo tal vez sea aún prematuro. En
efecto, una cosmovisión como propia de una determinada época aparece con rasgos definidos
cuando se manifiesta u objetiva en un sistema orgánico de realizaciones culturales. En épocas
de transición, en las que los valores que sustentan toda cultura todavía no han logrado una
síntesis dinámica, coexisten restos de anteriores cosmovisiones con nuevas perspectivas que se
van abriendo cada vez con mayor celeridad. Ahora bien, las últimas décadas de nuestro siglo XX
se caracterizan por cambios de una extensión y profundidad desconocidas para nuestros
antepasados. Tales cambios han generado en la conciencia contemporáneas nea la impresión y
el-convencimiento de estar viviendo una etapa de transición. Así pues, más que referirnos a
una cosmovisión del hombre actual, preferimos esbozar algunas líneas que parecen ser las
llamadas a proyectarse en el futuro como componentes de una nueva cosmovisión.
Antes de desgranar los diversos aspectos, digamos que por vez primera en la historia, esta
cosmovisión tiende a penetrar y trasformar desde lo más hondo todas las culturas existentes,
perfilándose como una síntesis de la sabiduría de todos los pueblos y como una base solidarle
de una cultura universal (y no como la proyección de una sola área cultural, tal como ha venido
sucediendo hasta ahora).

1. El universo insondable.
Es innegable el papel decisivo que ha jugado la ciencia física —tal como ha sido concebida
y elaborada en la modernidad— en la configuración de la imagen del universo. El formidable

136
CATEDRA DE FILOSOFIA EDUCATIVA
éxito de la empresa newtoniana con su "Mecánica Celeste", tentó a los científicos de diversas
disciplinas a elaborar la totalidad de las ciencias sobre sus presupuestos y métodos. El trabajo
de los científicos, transmitidos por los canales de la comunicación social y presentado como
instrumentó seguro y confiable para el progreso indefinido del conocimiento de la realidad,
hizo Creer al hombre que por fin estaba en posesión de una adecuada imagen y comprensión
de universo, desde lo más grande hasta lo más pequeño.
En efecto, la ciencia podía brindar una ajustada "representación sensible" y, sobes esta
base, una coherente "representación inteligible" de la totalidad de los fenómenos. Al estar
estructurado todo de manera igual, todo podía ser imaginado y "dibujado" como en un mapa,
(representación sensible). Y al discurrir todos los cambios y movimientos de acuerdo a las
mismas leyes, dentro de un espacio (euclideano) y un tiempo absolutos y homogéneos, dichos
fenómenos podían entenderse perfectamente en tanto, previa obtención de los datos
necesarios, se los hiciera entrar en este esquema matemático (representación inteligible).En
las bibliotecas podemos encontrar un "atlas del universo" -similar al "atlas geográficos- y libros
que expliquen órbitas, velocidades, distancias, etc.
Ahora bien, los avances mismos de las ciencias de la naturaleza han hecho estallar tales
pre-supuestos y problematizar tales métodos. Este es uno de los acontecimientos más
importan-acaecidos en los últimos tiempos, llamado a influir decisivamente en la nueva
cosmovisión, dada la importancia ya señalada de las ciencias en la formación de la misma.
En primer lugar, el progreso de las distintas disciplinas científicas hizo ver que el modelo
da la física no era aplicable a todos los campos del conocimiento, sin profundas modificaciones.
En las diversas investigaciones biológicas, psicológicas, etc. se fue viendo que la transportación
de tales métodos dejaba justamente de lado la explicación de lo original y propio de cada uno
de sus objetos de investigación: la vida no se explica por una simple conjunción mecánica de
elementos ni la psiquis por una simple asociación o disociación de ideas. En suma, d
"mecanicismo" que había caracterizado la cosmovisión de la modernidad empieza a
resquebrajarse en todos los niveles del conocimiento, hasta ser insostenible en la misma física.
Con esto no debe entenderse que todo lo anterior se muestra como falso, sino se muestra
como falso sino como insuficiente y parcial en el conocimiento de una realidad mucho más rica
y compleja. En realidad, significa un avance en la comprensión de los fenómenos, al captar en
ellos lo que tienen de común pero también lo que tienen de diferente. Los diversos seres que
componen la naturaleza están estructurados conforme a distintas formás que les permiten una
originalidad propia y el ser fuente de actividades específicas (discontinuidad). Pero al mismo
tiempo, todos los seres están compuestos de los mismos elementos que permiten estudiarlos
como nudos de condensación de una vasta red de relaciones (continuidad). Así pues, el
universo se presenta como continuo y discontinuo, aunque desde distintas perspectivas. A su

137
CATEDRA DE FILOSOFIA EDUCATIVA
vez, el universo se presenta como poseedor de un dinamismo de "autodespliegue" cuyos
orígenes y límites nos son desconocidos, pero que de todas maneras los procesos son
irreversibles. No sólo el tiempo histórico, sino también el tiempo físico se lo concibe, por así
decirlo, lineal (contrariamente a la concepción cíclica griega). De aquí que no solamente el
hombre es un ser histórico, sino el ser en su totalidad lo es: hay una "historia" del universo.
Tal vez uno de los impactos más importantes en la nueva concepción del universo sea su
no respresentatibilidad en la imaginación, y por ende, la imposibilidad de ser graneado. Esto
supone que el hombre deberá acostumbrarse a algo que parece antinatural: a concebir el
universo, en lo ancho y en lo profundo, como una coordenada de ecuaciones matemáticas sin
una imagen correspondiente en que apoyar el cálculo. Hasta Bohr, el átomo era concebido
como un diminuto sistema solar; hoy día, lo que llamamos átomo es un sistema de fuerzas
calculadas matemáticamente, pero no reducibles a una imagen o gráfico. Otro tanto sucede con
lo macrofísico. De este modo cae por tierra el doble juego de la “representación sensible" y
"representación inteligible" propio de la ciencia moderna?
Asimismo, las leyes que expresan inteligiblemente los procesos naturales tienen, para la
ciencia actual, un carácter de aproximación. Para la modernidad, la naturaleza estaba sometida
a un rígido determinismo, que el hombre de ciencia podía formularlo con exactitud. En efecto,
un fenómeno o hecho se explica cuando se señalan las causas que lo producen. Excluido el
principio de finalidad, que constituía la base explicativa para la ciencia griega y medieval, la
modernidad diseña su física privilegiando el principio de causalidad eficiente. O sea, tal o cual
hecho es resultado de la conjunción de determinados factores: puestos A, B y C resulta
necesariamente D. Por lo tanto, para saber lo que es D, cómo se produce, debe encontrarse A, B
y C. Así pues, la conexión de la causa (A, B y C) y el efecto D es absolutamente necesario y no
tiene excepciones, ya que el universo entero es una red de relaciones sólida y coherente. (Por
esta razón, el milagro es imposible porque supondría la suspensión o la modificación de las
leyes que rigen el todo, con la lógica consecuencia que la modificación o suspensión de un
sector equivale a la modificación de la totalidad).
Pero en tiempos recientes, los físicos han señalado que los fenómenos se rigen dentro de
una cierta indeterminación (Heisemberg) o por lo menos, que el observador no puede medir
con exactitud el determinismo de los procesos (Plank). En consecuencia, las leyes que enuncian
las ciencias físicas (cuánto más las biológicas) son leyes estadísticas, cuyo valor de
probabilidad depende del cálculo de los grandes números. Cuando se habla del
"comportamiento" de la realidad física, en los niveles macro y microfísicos, se habla de un
comportamiento medio. La ciencia ya no es un saber absoluto, acerca de la realidad —tal como
lo proclamaba la modernidad, sino un saber relativo.

138
CATEDRA DE FILOSOFIA EDUCATIVA
Con ésto se pone sobre el tapete una grave cuestión. Es responsabilidad de la Ilustración
(s. XVIII) y sobre todo los "Cientificismos" (fines del s. XIX y principios del s. XX) el haber
tomado las explicaciones científicas como réplica fiel de la realidad. En la Europa eufórica, de la
modernidad postrera, "la ciencia acabará por dilucidar todos los misterior" (Renán).
Históricamente ésta es la concepción de la ciencia y el valor de sus resultados que ha
configurado la mentalidad de las últimás generaciones y que aún sigue actuando por inercia.
Tal vez gracias a su simplicidad y a la sensación de dominio que le dá al hombre. Pero no es así
para los más preclaros exponentes de la ciencia moderna. Ellos afirmaban que el objeto de la
ciencia es saber, de un modo satisfactorio para el hombre, las leyes que daban cuenta de ios
fenómenos observables por la experiencia. Quedaba excluido metodológicamente el problema
de saber hasta que punto la realidad era así; o sea, el problema no consistía en saber que era la
realidad, sino cómo podía ser representada racionalmente. Tal es la clara posición de Newton:
no nos interesa saber si la realidad esta estructurada matemáticamente, sino se trata de
obtener un conocimiento matemático de la misma, que es el único que ofrece las garantías de
seguridad. El filósofo Kant dá un paso más, afirmando que la realidad en sí es
irremediablemente incognoscible para el hombre, dado que éste puede saber acerca de las
cosas sólo aquello que le permiten sus estructuras cognoscitivas. Con todo se creyó estar en
buen camino para explicar el mundo fenoménico de un modo seguro y sobre bases
inconmovibles.
El principio de indeterminación pone en primer plano el cuestionamiento del
determinismo de la naturaleza y el concepto de causalidad necesaria, pero en un plano más
profundo, cual es propiamente el saber que brinda la ciencia (como se vé en la historia de la
filosofía este fue uno de los primeros problemas que ocupó la reflexión de los griegos).
Si hiciéramos un análisis pormenorizado de todo lo que actualmente está sucediendo en
las ciencias de la naturaleza, veríamos hasta que punto la imagen del universo está cambiando
para el hombre. Basta añadir a lo ya dicho que el postulado de Einstein en cuanto a la
"curvatura" del espacio real-matemático, lleva consigo la afirmación de la finitud y limitas del
universo, sin negar desde otro punto de vista, su infinitud; que la heterogeneidad del espacio y
del tiempo, así como su unidad ("la cuarta dimensión") han arruinado las bases del saber de la
modernidad en su pretensión de explicación unitaria del cosmos; que el presupuesto del
movimiento continuo ha sido desmentido por la "teoría cuántica" de Plank y De Broglie según
la cual el movimiento es discontinuo, etc.
Todo esto parece indicar que, en la nueva cosmovisión que se perfila la Naturaleza vuelve
a ser insondable e inconmensurable para el hombre. En efecto, la ciencia podrá seguir
avanzando, pero dentro de límites Infranqueables (sin contar la sentida necesidad de elaborar
una "filosofía de la naturaleza" junto a una "ciencia de la naturaleza", frente a la modernidad

139
CATEDRA DE FILOSOFIA EDUCATIVA
que había querido suplir aquella por ésta). Estos límites, dentro del campo fenoménico, están
fijados por la imposibilidad da la simultaneidad entre el observador y lo observado, condición
indispensable para poder ser medido exactamente. En la modernidad se estimaba esta
simultaneidad, expresada filosóficamente como la correlación sujeto-objeto, la "teoría de la
relatividad" de Einstein parte precisamente de la negación de este supuesto. En la experiencia
cotidiana ciertamente ella se dá, pero nó en los campos macro y microfísica. Pongamos un
ejemplo: cuando miramos el firmamento, vemos tal o cual estrella, constelación o galaxia y
nuestras afirmaciones corren parejas a lo que vemos. Pero al hacerlo, suponemos que la que la
"información" acerca del objeto se dá simultáneamente a nuestra perceptor.. Teniendo en
cuenta que la distancia que nos separa se mide por años-luz (!) debemos corregir nuestro juicio
diciendo que tal o cual fenómeno acaeció hace tantos años-luz (ya que recorrido de la luz se dá
en un tiempo). El firmamento "era" así, tal vez antes que el planeta tierra existiera y nó es que
sea "actualmente" así. Muchas estrellas tal vez ya han desaparecido, el polvo estelar tal vez se
ha condensado, etc.. pero la información de lo que en remotísimos tiempos recién nos llega
ahora. Otro tanto, pero por motivo inverso sucede el mundo subatómico: es imposible
simultáneamente determinar el espacio y el tiempo, y por lo tanto de medirlo conforme a la
física surgida en la "nueva ciencia" de Galileo.
La meditación sobre este punto nos trae un sentimiento sobrecogedor del universo,
dentro del cual está inmerso el hombre mismo. Y la ciencia, lejos de disminuir en su dignidad,
la ha acrecentado porque ha abierto una ventana a la trascendencia y maravilla del ser, fúente
de un auténtico saber: "la admiración es el principio de la sabiduría, como afirmaban los
griegos.

2 El hombre y su mundo.
Tal vez donde mejor se perfila la nueva cosmovisión es en lo que atañe a la auto
comprensión del hombre. Muchos factores han contribuido a modificar profundamente la
concepción anterior, signada por el individualismo y el racionalismo. En realidad, esta nueva
conciencia que emerge a la ¡superficie con una marcada pujanza, no pocas veces violenta, fue
configurándose poco a poco y difundiéndose por todo el mundo, a partir de las revoluciones
políticas, sociales y tecnológicas. Ese hombre, pensado como subjetividad racional, autónoma y
libre, desvinculado del mundo de la naturaleza y del mundo del hombre, aparecía como una
irrealidad total. La existencia real, con sus necesidades materiales, con su implicación en la red
social de convivencia, con sus esperanzas y temores frente a la técnica, con su aguda
percepción de la crisis de su propia cultura, con la conciencia de un futuro que de ninguna
manera está asegurado, con lá durísima experiencia de la irracionalidad que se hace presente

140
CATEDRA DE FILOSOFIA EDUCATIVA
en todos los planos, con la perspectiva de una catástrofe final, etc., esta existencia real es el
punto de partida de la auto comprensión del hombre contemporáneo.
Detallaremos brevemente algunos de estos aspectos en vistas a describir los rasgos
salientes de esta cosmovisión.
Antes que hada, la dimensión histórica ha cobrado un relieve y un contenido muy especial.
El hombre 'busca comprenderse y justificar su existencia, más bien desde un futuro que debe
proyectar y realizar que desde, un pasado. Este futuro no le es dado por un proceso necesario y
natural ni tampoco le será otorgado sin grandes sacrificios y no pocas frustraciones. De aquí la
tan upada expresión del ''desafío" del futuro. El mismo, por otra parte, se lo siente y se lo
proyecta Icomo un "mundo nuevo" que albergará aun "hombre nuevo". A primera vista
parecería que estas expresiones fueron réplica de las usadas al comienzo de la modernidad. Allí
también se; habló de un "re-nacimiento", de un dejar atrás definitivamente las sombras del
pasado, Pero ahora estas expresiones se proyectan hacia un mundo no esbozado
intuitivamente e imaginativamente por la "utopías,-,, ni llevado adelante por "bellas
personalidades", ni esperando su realización por 'una mera ilustración ;de las mentes y una
depuración ;de los gustos. La increíble expansión de las ciencias positivas y de las técnicas
industriales, así,' como la formidable presencia de las masas en los cambios políticos,
económicos, sociales V culturales en general han configurado una cosmovisión "proyectiva",
común a las multitudes concretas y reales, en la que se a una la voluntad de poder con el
trabajo y el riesgo.
Como expresa Dondeyne: "Para un humanismo animado de! sentido de la historicidad, el
tiempo no es un acontecer indiferente o ajeno al hombre mismo, por ej contrario, contribuye a
tonar conciencia de nosotros mismos y de nuestra tareas (,..). Hay un mundo mejor que
construir, una justicia más grande que realizar, un futuro por hacer que sea más digno del
hombre y que permita un reconocimiento" más efectivo del hombre por el hombre" (en
"Cristianismo y pensamiento contemporáneo", cap; H). De este modo, la historia no es un
camino prefijado que el hombre debe recorrer^ 0 'algo ajeno a lo íntimo de su ser, sino una tare
i mediante la cual, configurando su mundo se configura así mismo.'
Si la historia es tarea del hombre, ésta no puede ser entendida como tarea individual
solamente: el devenir histórico no resulta de la suma o yuxtaposición de una serie de
determinaciones individuales y subjetivas, sino de la actividad social y colectiva del hombre. En
términos más concretos, la historia se configura por el trabajo del hombre, que comenzando
por la producción industrial hasta la producción cultura en sus máximas expresiones, es un
trabajo social. Al manes uno de los componentes que definen la autoconciencia actual as por lo
tonto la del hembra corno ser trabajador, tomando esta palabra un significado amplio de toda
actividad creadora y productiva, cualquiera sea el campo en que se ejerza» El trabajo pone una

141
CATEDRA DE FILOSOFIA EDUCATIVA
relación muy peculiar entre el hombre y la naturaleza, pero también entre el hombre y el
hombre. Antes que nada, se recoge explícitamente a veces con peligro de ignorar o minimizar
otras dimensiones— la necesidad que tiene el hombre de trabajar para subvenir a sus
necesidades y establecer las bases materiales de la cultura. Pero también, el trabaje no se lo
asume se lo siente corrió un simple medio para las necesidades "corpóreas" (alimente, abrigo,
vivienda, etc.) que afectan á la parte "inferior" del hombre y que el hombre debe a la fuerza
atender. Las tremendas repercusiones de las revoluciones industriales y tecnológicas han
hecho sentir en carne propia o en carne ajena que las carencias materiales no solo afectan a
una parte del hombre que para la modernidad en general no atañe a su esencia- sino al hombre
en su totalidad. Pero, por otro lado, esta profunda modificación "cualitativa" del trabajo social
ha puesto en descubierto la capacidad que tiene el trabajo para la realización del hombre
mismo, en sus capacidades materiales y espirituales en todos los órdenes de la vida.
Si comparamos esta comprensión y vivencia del trabajo en toda su extensión y variedad
con la que en la antigüedad, el medievo y la modernidad se tenía, vernos que ha sufrido una
profunda modificación: vivir de su trabajo no es ni una descalificación social, ni una triste
necesidad del que no tiene recursos propios, ni una ocupación de los menos aptos. Lo que
ocurre es que, por primera vez en la historia, el hombre puede transformar la naturaleza por su
trabajo, y éste implica a su vez el despliegue de todas sus potencias y la conjunción de todos los
esfuerzos. Así pues, la visión de una humanidad en que los hombres sean solidarios en su
construcción, mediante el trabajo "humanizado" que, lejos de vaciarlos de sí mismos y ponerlos
a merced de otros, los haga partícipes del bien de todos, parece ser uno de los marcos de
referencia para la conciencia de sí mismos.
En otro orden de cosas, el hombre contemporáneo ha redescubierto ese fondo irracional
que late en el hombre. No es cierto que el hombre se defina como un ser capaz de una auto
conciencia transparente en la racionalidad y de una autodeterminación pura en la liber¬tad. La
irrupción de las fuerzas vitales que rompen todos los moldes culturales dentro de los cuales el
hombre trata de contenerlas y que se afirman por encima de todo (Nictzche), y el fondo,'
inconsciente, sea individual o colectivo, como basamento dinámico y clave de inter-" prestación
de lo que ocurre a nivel de la conciencia (Freud, Adler, Jung) han sido puestas de relieve sea
por la filosofía y la ciencia como por las dolorosas experiencias en los regímenes totalitarios, en
las guerras de exterminio, en los campos de concentración, y por las cotidianas experiencias de
crímenes, desborde de pasiones, cambios de estado de ánimo —para mencionar algunas de sus
manifestaciones-. El hombre también, es esto y lo sabe. Y por eso, también, sabe que todo lo
que construye en el mundo de la cultura está permanentemente amenazado por su destrucción
Irracional. Es decir, la irracionalidad es algo constitutivo del hombre mismo y nó como pensaba
la Ilustración y el Racionalismo de la modernidad, algo que progresivamente, con el avance de

142
CATEDRA DE FILOSOFIA EDUCATIVA
la ciencia y de la técnica, desaparecería de la vida . humana. Esto es lo que antes señalábamos:
que el futuro es asumido por el hombre como Una tarea pero también corno un riesgo. >Y
precisamente tiene esta aguda conciencia porque escoce la historia humana y haber cuántas
veces la irracionalidad ha destruido para siempre muchas de las más altas realizaciones del
espíritu humano.
Desde luego esta conciencia no es privativa de nuestra época. Aunque se opacó en la
modemidad, fue muy aguda en la antigüedad y en la Edad Media. Pero uno de los aspectos en
que esta irracionalidad se presenta como temible es la posibilidad cierta de una destrucción
total, no ya de una cultura, sino del hombre mismo, por las armás nucleares (y el caso limite,
que estas maravillas técnicas inventadas por el hombre termine con el hombre mismo, por una
falla técnica ajena a su voluntad). Pero sin llegar a tanto, el irracional dispendio de recursos y
de talentos para acopiar tales armás, impidiendo la canalización de tales recursos y esfuerzos
en pro de una humanidad mejor, han puesto de relieve que la racionalidad científica y técnica
no equivale a la racionalidad en el obrar humano y que el desborde de la irracionalidad solo
puede ser controlado por el esfuerzo mancomunado, tenaz e inteligente de los hombres,
convenientemente organizados.
Este es uno de los aspectos de la irracionalidad. El otro es la destrucción de la naturaleza
en una utilización de la misma, sin un previo conocimiento y "respeto" a la misma. Es sabido
que la modernidad miró a la naturaleza como una cantera de materiales aptos para construir
su mundo, pero con la peculiaridad que "no pasaba nada" si la explotaba al máximo. Lo
importante era sacar el mayor provecho posible, al menor costo y al menor tiempo. El régimen
jurídico y económico permitía y la educación potenciaba que cada u-no, según su criterio y
voluntad (subjetividad autónoma), sea en forma individual, sea en forma societaria, sacara el
mayor rendimiento. La ciencia misma, por su parte, "sometía" a la naturaleza como campo de
experimentación, para arrancar las posibles ventajas -a corto plazo- que pudiera ofrecerle. La
"racionalidad" se aplicó así al "dominio", sin tener en cuenta los profundos lazos que unen a los
diversos estratos naturales entre sí y los de la Naturaleza en general con el hombre. Al negar
que también el hombre es un ser natural, se negó que lo que afectaba a la Naturaleza podía
afectarlo a él mismo.
El error de esta conciencia —el trágico error-- ha sido develado por los hechos mismos: el
agotamiento rápido de los recursos naturales, la destrucción o semidestrucción de especies
vegetales y animales, la transformación de lugares antes fértiles en terrenos áridos o
erosionados, la polución de las aguas- y la contaminación del ambiente., etc. han puesto de
repente al hombre en una situación en la que su misma supervivencia se le hace problemática.
El habitat humano ha sido seriamente dañado; Y no solo en sus valores económicos, sino

143
CATEDRA DE FILOSOFIA EDUCATIVA
también en sus valores, por así decirlo, estéticos: el paisaje, ingrediente natural para la vida
humana, va desapareciendo, así como la convivencia con los seres vivos,
Es así como el estudio de la naturaleza de nuestro planeta tierra ha tomado un sesgo que
lo aproxima a la antigua sabiduría, patrimonio de todos los pueblos: servirse de la naturaleza
pero respetándola y amándola. Tal debe ser la actitud del hombre de ciencia y del hombre de
acción, y como tal se inaugura esa nueva disciplina llamada "Ecología" y esos nuevos
sentimientos con alcance educativo y político que van surgiendo en nuestros días.

Podemos pues afirmar que en la conciencia contemporánea y cómo conformando su.


cosmovisión ha entrado un nuevo ingrediente: la tarea que le cabe al hombre de ser guardián
de la naturaleza, al mismo tiempo que señor de la misma. A una visión puramente economista y
utilitarista va sucediendo otra, más integral y a la vez, más humana y más natural. El trabajo,
del que más arriba hemos hablado, deberá plantearse dentro de estos parámetros, para que, en
frase de Marx, "naturalice al hombre y humanice la naturaleza".
Para redondear este párrafo, recordemos la singular experiencia que le ha cabido al
hombre del s. XX de haber pedido observar a "su" planeta desde la luna. Por vez primera, el
hombre vio "su casa" desde afuera y en su conjunto; y bien decimos el hombre, porque si bien
la experiencia directa la hicieron los tres astronautas norteamericanos, la televisión difundió
simultáneamente las imágenes y las palabras, de tal suerte que millones de personas
participaron de la emoción del evento. Es así como el comentario de los astronautas encontró
eco y aprobación en todas las condénelas: el planeta tierra es bello y singular en la inmensidad
del espacio y alberge en su seno a todos los hombres, que fatigosamente a través de los siglos
parecen haberse empeñado en destruirle. ¿No será posible que en el bello planeta habite una
bella humanidad?

3. El silencio de Dios.
Algo que ha calado hondo en la conciencia contemporánea -y no estarnos hablando solo
de Occidente es lo que un autor llamó "el silencio de Dios". Esta expresión presenta do»
aspectos que son correlativos: por uh lado, el hombre contemporáneo ya no habla dé Dios, ni
en sus explicaciones teóricas ni en sus proyectos prácticos (y cuando lo hace es usando
correlativos, porque el silencio implica falta de comunicación. Esta ausencia de Dios (hablamos
en términos generales) es un hecho totalmente nuevo en la historia del hombre. Desde luego,
siempre hubo ateos, pero fueron casos aislados de Individuos o de grupos. Ahora el ateísmo se
ha hecho universal, atacando las bases tradicionales de todas las culturas.
Fue F. Nletzche que a fines del siglo pasado, con gran clarividencia, alertó en lo que él
llamó "la muerte de Dios" y lo juzgó como el acontecimiento más Importante y estremecedor

144
CATEDRA DE FILOSOFIA EDUCATIVA
de toda la historia, hasta tal punto que junto con Dios moría también el hombre ("el viernes
santo de la humanidad"). A continuación de este acontecimiento, Nietzche anuncia la aparición
del "súper-hombre", es decir, el "post-hombre", el ser cualitativamente nuevo. Nietzche no fue
el único anunciar: gran parte de la filosofía del s. XIX, recogiendo las ideas y valores. Según los
cuáles el hombre europeo iba viviendo, había hecho suya esta afirmación, aunque nó con las
palabras tremendas de Nletzche.
Si recorremos la historia de la conciencia europea de la modernidad, se advierte -como se
ha indicado en el capituló interior un proceso lento pero continuo en este sentido. En el huevo
planteo de las ciencias naturales y luego en todas las ciencias, la prescindencia de dios es
limpiamente metodológica. En cierto sentido continúa la tradición escolástica medieval, según
la cual la ciencia debe explicar las cosas según sus causas propias y no según sus causas propias
y no según sus causas ultimas. Pero decimos "en Cierto sentido" porque la ciencia se irá
erigiendo paulatinamente como saber absoluto, prescindiendo de toda otra instancia. Así en la
Ilustración (S. XVII se dá un paso adelante y el Dios venerado por la religión es suplantado por
el "Ser Supremo", abstracto e Impasible, que existe pero que no se ocupe del hombre. Se habla
de Dios, pero Dios lo habla al hombre, ni por la naturaleza (como en los griegos) ni por
revelación (como en los cristianos). En él siglo XIX, como dijimos, la filosofía habla más bien del
Absoluto (Idealismo) o del Incognoscible (Positivismo) que prácticamente se diluye en la nada.
Lo que Nietzche, Compie, Marx y luego Freud remarcan es la necesidad de acto de
sinceramiento y de consecuencia.
Y, es así como aparece el nuevo rostro del ateísmo: el ateísmo es la condición
indispensable para un. verdadero humanismo. No sólo niega a Dios, sino que afirma que aún si
existirá, el hombre debe "matarlo" como condición Indispensable para ser el mismos. Entre un,
huevo humanismo y él ateísmo se establece pues una relación indisoluble. El ateísmo tiene un
contenido revolucionario; no es simple negación, teórica o práctica, de Dios y la vida sigue su
curso sin mayores cambios. No, el ateísmo surge de la afirmación del hombre en su 'mismo ser
que es un quehacer en el mundo, proyectado y realizado por sus solas fuerzas. De aquí, el
carácter activo y militante del ateísmo contemporáneo (que no queda reducido al mundo
comunista, como muchos Ingenuamente creen). Hay una nueva "cruzada", que se vale de todos
los medios, para acabar con la idea de Dios en la conciencia humana: es una cruzada cuya
finalidad no es la reconquista del Santo Sepulcro, como en el medievo, sino la de sepultar para
siempre a Dios.
De lo que se deduce que en la conciencia contemporánea la Idea de Dios, o mejor dicho, su
realidad, es una pieza fundamental para la comprensión del hombre y la definición de una
cultura. El ateísmo deja de ser una "pose" de hombres ilustrados o un tema frívolo de salones
elegantes o una actitud asumida por la condénela individual. Es más bien un tema de posición

145
CATEDRA DE FILOSOFIA EDUCATIVA
global, que compromete al hombre en su totalidad. Y precisamente en este punto, coincide con
el hombre creyente: el tema de Dice as fundamental.
Hemos visto una cara del mundo contemporáneo. Pero debemos dirigir nuestra atención
también a la otra. Porque si bien es cierto que el ateísmo, sea aquel que declara que el
problema de Dios es insoluble (agnosticismo), sea aquel que combate la idea de Dios como
falsa perniciosa (Anti-téíamo), se ha extendido y alcanzado profundidades inigualables con
otras épocas, también es cierto que en gran parte de la conciencia contemporánea exista la
afirmación de Dios y de la trascendencia. La "ausencia de Dios", esta "muerte de Dios" en la
conciencia se la Interpreta diversamente: no se trata que Dios no exista y no se comunique con
el hombre; lo que acontece es que hay un opacamiento en la conciencia para todos los valores
espirituales y no solo para los religiosos y un vaciamiento de la interioridad, como resultado de
la» urgencias y pretensiones inmediatas. El "espíritu burgués" volcado a la ganancia y al éxito
palpables, como forma de vida, al extenderse a todas las capas sociales en una dialéctica de
depuración y socialización dieron a la generalidad con el refuerzo de las instituciones de
enseñanza y comunicación- esta Incapacidad para la trascendencia. Sin negar lo complejo del
problema, los que afirman que se trata más que del silencio de Dios, sordera de los hombres,
tienen en cuenta una serie de factores que han contribuido a esta situación una representación
cosmológica o antropomórfico de Dios (Dios como "supremo arquitecto" del universo, según el
modelo neoanclaisita; o Dios como un "soberano arbitrario y prepotente" como en el
calvinismo; o Dios como diluido en "las brumás del más allá" como en el romanticismo), a la
reducción de lo religioso a un ritualismo vacío e hipócrita, y sobre todo, a la crisis de las
Instituciones que normalmente son las que transmiten los valores culturales como efecto da las
rápidas y profundas transformaciones operadas en los últimos tiempos.
Pata reducimos al área del cristianismo debemos advertir que fue difundido por el mundo
tal como se había cristalizado en Europa, llevando consigo los esquemas culturales
(conceptuales, Institucionales, etc.) y sus problemas. Pero en la medida que fue asumido por los
distintos pueblos del planeta, tales cristalizaciones Incrustadas en las tradiciones propias y en
sus propios modos de ser, entraron en crisis. En algunos casos, el influjo europeo de la
modernidad, el socavar los presupuestos culturales en que el cristianismo tradicional sé
asentaba, operó por reflejo en la periferia; en otros casos, la revitalización las culturas propias
y el proceso de la descolonización arrasó las naciente cristiandades que fueron vistas como
enclaves de las potencias coloniales. Por otra parte, la actitud defensiva frente a los ataques
provenientes de todos lados obró cómo elemento conciliador de lo recibido. No obstante, esta
situación muy clara hasta mitad del presente siglo fue cambiando con una posición positiva, tal
como se ha visto en el Concillo Vaticano II. eh él que participaron no solamente los "hombres
de Iglesia", sino también observadores de otras religiones' y aún ateos, sin contar la multitud

146
CATEDRA DE FILOSOFIA EDUCATIVA
de especialistas de diversas disciplinas, provenientes de todas las partes del mundo, para
elaborar los esquemas de discusión y las propuestas.
Este fue un acontecimiento realmente importante, ya que desde el primer Concilio (s. IV)
no se había replanteado globalmente el problema dé la Insertaron del cristianismo en la
soledad y no se había formulado una "propuesta"' acorde con los tiempos. El estudioso
uruguayo Methol Ferré opina que dicho Concilio es una superación de los dos traumas
históricos que significaron para el cristianismo la reforma protestante y la Ilustración. Lo que
más nos interesa aquí es destacar que este hecho es uno de los tantos que están marcando
nuevos rumbos. Y asimismo notar que lo que acontece dentro de la Iglesia Católica, acontece
también en las Iglesias Protestantes y Ortodoxas (dentro del área cristiana) y en otras
religiones universales. Como rasgo general, se apunta a asumir lo religioso como un
compromiso existencial que abarca la vida humana en todas sus dimensiones. Lo trascendente
-excesivamente subrayado en época» anteriores- debe compaginarse con la tarea y la
esperanza del hombre. En decir, la afirmación auténtica de Dios y de los valores religiosos, lejos
de distanciar al hombre de la tarea de construir un mundo mejor, constituye el fundamento y la
exigencia de tal realización. La esencia misma del cristianismo, p.e., es el amor al prójimo,
máxime al pobre, al oprimido, al doliente. Y "siendo, como dice el refrán, el amor obras y no
buenas razones", el amor al prójimo concreto y actual pasa, en los tiempos contemporáneos,
por lo social, lo político, lo económico, en suma, por todo el campo de la cultura; ''actitud
defensiva de las Instituciones cristianas”.
De lo dicho hasta ahora puede concluirse que humanamente no podemos vislumbrar a
corto plazo cual será la dirección del futuro. Pero una cosa sí es clara: que la 'prevenía o
ausencia de Dios en la cosmovisión contemporánea será una decisión, del hombre.
4. La comunidad humana.
"Las formas sociales del mañana son la consecuencia de los movimientos de ideas y de
transformaciones técnicas de ayer y de hoy. Si ciertas ideas se desarrollan desde hace cien
altos, es inútil creer que hoy se les podrá cerrar la ruta". (J. Leclerq "El hombre nuevo" % p:
175). Si le agregamos a los factores señalados por el autor, la dinámica de los hechos sociales,
políticos y religiosos, así como la toma de conciencia de capas cada vez más amplia de Ta
humanidad, podemos trazar unas líneas tentativas para diseñar la cosmovisión actual. Poique
como hemos dicho, parece ser una de las características de nuestro siglo el que su cosmovisión
sea más bien proyectiva hacia el futuro que arraigada hacia el pasado.
Uno de los rasgos más evidentes de nuestra vida social es la participación masiva del
hombre, entendiendo por "participación" tanto en lo referente a los modelos de organización y
a los temas de decisión como en lo referente al usufructo de los beneficios de todo orden que
brinda la moderna civilización. La presencia de las "masas" en la vida pública es un hecho

147
CATEDRA DE FILOSOFIA EDUCATIVA
relativamente nuevo en la humanidad, que ha sido posibilitado por las transformaciones
técnicas y por el movimiento de ideas y su difusión amplia, de estos dos últimos siglos. El
adverarentos de los contingentes obreros a la vida pública provocó y provoca estremecimiento
en las estructuras existentes. Esta presencia se la caracterizó despectivamente cómo "masas',
sugiriendo lo amorfo e impersonal de tal presencia. Este hecho, saludado por unos como la
aurora del verdadero hombre y de la verdadera historia, fue determinado por otros como ruina
de todos los valores culturales, y, en una tercera variable, se te vio como un giro de la historia
en el que, esta invasión de los "bárbaros" que emergen desde lo profundo cíe la sociedad (a
diferencia de los otros bárbaros que lo hacían desde una periferia el centro civilizado)
producirá una transformación a la larga, aunque a corto plazo produjera ruinas.
Mirando más de cerca este fenómeno -y a esta altura de los acontecimientos la multitud
emergente no es "masa" sino "organizaciones humanas", con un perfil cada día más claro; en
las que sus 'componentes pueden y debe desplegar sus capacidades humanas, como la
inventiva, la lucidez, la solidaridad, el coraje; en una palabra, donde pueden "ejercer" m su
condición, humana. Tal es así que este movimiento organizado del mundo del trabajo va
creando las bases de transformaciones en todo el ámbito de la cultura (arte, derecho, política,
etc.). Lo característico de esta presencia es que no se trata de una rebelión aislada, resultado
del furor ante las injusticias, como fue la rebelión de Espartaco y los esclavos, en tiempos del
Imperio Romano o la de los campesinos, en la Alemania del siglo XV, para citar solamente dos
ejemplos. Tampoco se trata de movimientos multitudinarios "inducidos", desde determinados
grupos capaces de movilizar a muchos en vistas a un cambio repentino, como en gran parte lo
fue la Revolución Francesa. La dinámica social se perfila desde principios, del siglo pasado,
cada vez. con mayor amplitud, vigor y profundidad, como movimiento orgánico, con bases
racionales, propósitos claros y a largo plazo, con una estimación £-de las dificultades y de los
posibles logros. Es la toma de conciencia práctica del hombre como ser histórico, social y
político en la plenitud de estos términos.
Esto nos lleva a otra consideración: a la nueva visión del Estado como agente y garante del
bien común. La idea e ideal del Estado, tal como se fue conformando en la modernidad, tuvo
como características: la soberanía e independencia, la primacía del poder legislativo sobre
ejecutivo, la legitimidad del poder en tanto fuera ejercido "para." el pueblo y, por fin, el de estar
en manos de una clase y manejar determinados asuntos (las clases políticas debían decidir las
cuestiones políticas, que eran asuntos distintos de los económicos, sociales, etc.; así como los
Intelectuales, los empresarios, los gremios, las iglesias, etc. tenían que estar cada uno en "lo
suyo"). Ahora bien, este esquema racionalista del Estado liberal del siglo pasado (nótese que
hoy el liberalismo no lo concibe exactamente igual) no tiene vigencia, y no tiene por la sencilla
razón que lo han desbordado. Cada vez más los Estados son más interdependientes, el poder

148
CATEDRA DE FILOSOFIA EDUCATIVA
ejecutivo es en realidad el que gobierna, el sistema político es aceptado en tanto sea no solo
para el pueblo sino también por el pueblo y lo político está intrincado en todos los aspectos de
la vida pública (así como los intelectuales, empresarios, obreros, etc. lo están en lo político).
Ciertamente todavía no es un hecho, pero sí una tendencia. La interdependencia toda vía
se traduce como estructurada a partir de centros perfectamente identificados de poder
(internacional), así. como en los otros aspectos señalados más arriba, los desplazamientos son,
según las zonas del mundo* más o menos rápidos y profundos. Lo que sí es un hecho que todos
los pueblos, y en el interior de cada Estado, todos los estamentos, reclaman la justicia, el
respeto, la libertad, la igualdad, etc. Este movimiento tiene como base el reconocimiento de
determinados valores que reclaman ser realizados y no solamente, proclamados. Porque todo
el valor tiene realidad en tanto se encaman, materializan, sustantivan en los hechos.
"El Estado del mañana —dice Lecleroq- se caracterizará, a mi modo de ver, de una parte,
por su orientación democrática y de la otra, por su orientación técnica, ambas por lo demás
íntimamente ligadas entre sf" (e. c. 176) Añadimos nosotros "y de otra parte, por su solidaridad
en la igualdad".
Sin entrar a fondo en este complejo de valores en juego, ampliemos algunos aspectos dé
los mismos, como se sabe, el concepto de "democracia" como ideal de vida política tiene su
historia. Para remitirnos solamente á los antecedentes más cercanos, se entendía por
democracia, sobre todo, la igualdad ante la ley y el ejercicio sin trabas de las libertades
individuales. En la nueva concepción esto no desaparece, sino entra dentro de un cuadro más
amplio que es lo social, con toda la densidad y realidad que ello implica. La democracia, según
esto, debe promoverse efectivamente para que todos puedan ejercer sus derechos en igualdad
de condiciones "iniciales", entendiendo a su vez por esto, no necesariamente un "reparto" de
cosas, sino "los medios de desarrollo a disposición de todos". Á su vez, el concepto de libertad
se redefine como esta "posibilidad para todos de usar efectivamente el libre albedrío; o sea,
una vez más, tomando como ba3e la llamada "libertad social". Repetimos que no se trata de
negar el valor de un orden jurídico racional ni del ejercicio de la libertad individual, antes bien
de plantearlo dentro del marco en que tales valores sean posibles y se-abra, a su vez, a otros
valores tan o más importantes que estos.
En lo que atañe a la técnica es innegable su presencia, cada vez más amplía en la vida
actual. Hablamos lógicamente de la vida social, tal como está configurada por. el admirable
desarrolló de los medios puestos al servicio del hombre Las actúales organizaciones sociales
son posibles gracias a las técnicas de organización técnica (p.e. de cada uno de los servicios
públicos: electricidad, transportes, correos, bancos, etc. etc.) y a las técnicas en la producción
de los medios (una sociedad de poco o ningún desarrollo tecnológico es automáticamente
dependiente). Éste ha hecho que la planificación se convierta en un valor social de primera

149
CATEDRA DE FILOSOFIA EDUCATIVA
categoría (desde juego en cuanto a su necesidad y no a su dignidad: hay valores superiores, ya
que la planificación es en orden Je los. medios Cuyo fin es el hombre en sus dimensiones
Es así como el Estado deba tomar, directa o indirectamente., parte en el asunto. Muchos
temen y con razón ya que los Estados Totalitarios son algo más que una suposición que esta
planificación desemboque en una negación de los valores fundamentales de la democracia y del
ámbito privado y personal del hombre. Pero es de notar que ello no debe ocurrir
necesariamente así. Una democracia con una planificación o una planificación democrática no
son conceptos antagónicos o contradictorios. La conciencia contemporánea apunta a la
realización conjunta de tareas valores. Más aún, ambos se remiten entre sí: no será posible la
una sin la otra, Él cómo ó irá haciendo la experiencia social e histórica del hombre.
Por último, la solidaridad de los Estados en la igualdad. El avance de la humanidad no
puede hacerse a menos que el esfuerzo sea conjunto. Los hombres, no solamente en el plano
económico, sino también en todos los planos generales de la Cultura, se necesitan unos de
otros. No se trata de una solidaridad de individuos sino de los pueblos, cuya expresión de la
vida social organizada son los Estados. Las dificultades de todo orden en este sentido no
invalidan el hecho que tal sea una de las-exigencias del futuro. En la cosmovisión del hombre
actual, la humanidad aparece emergencia de pueblos con diversidad de culturas y de proyectos
pero que deben confluir, sin perder su riqueza y su autodeterminación, hacia una síntesis que
permita justamente desarrollar los gérmenes de lo propio y comunicarlo a los demás. La
indignación que causa la prepotencia de los que detentan actualmente el poderío material
económico y militar es señal de esta conciencia universal.
Al concluir este esbozo de cosmovisión —del que hemos trazado algunos rasgos que nos
parecieron importantes— debemos dejar abierta la cuestión hacia donde se orientará en
definitiva la humanidad. Día a día las alternativas se multiplican. Creemos que dos preguntas
pueden quitar a lo expuesto la impresión de que se trata de algo por así decirlo, automático: el
futuro se configurará así. Se trata más bien de una cierta tendencia, que esté, al parecer de los
entendidos, en la conciencia universal. Las preguntas son las siguientes: no habrá un
movimiento de repliegue de esta tendencia unificadora, ¿un movimiento de atomización en la
afirmación de lo propio como exclusivo e interdependiente? ¿Los valores de la tradición dé?
Occidente (en el sentido cultural, que ya se ha explicado al principio del libro) sobre la cual se
traza esta cosmovisión, ¿está llamada a prevalecer como una matriz donde los valores
universales de las distintas culturas puedan sintetizarse? Ambas preguntas y otras más pueden
ser formuladas en una sola: ¿se trata de un mito proyectivo o de una realidad por venir? (cf. del
autor: "El futuro como dimensión antropológica del hombre contemporáneo" en "Actas de la 1º
Jornada de Filosofía de Santa Fe" 1984).

150
CATEDRA DE FILOSOFIA EDUCATIVA

LECTURA

LOS SIGNOS DE NUESTRO TIEMPO

De la Constitución "G.audium et Spes" del Concilio Vaticano II

"El género humano se halla hoy en un período nuevo de su historia, caracterizado por
cambios profundos y acelerados, que progresivamente se extienden al universo entero. Los
provoca el hombre con su Inteligencia y dinamismo' creador; pero recaen luego sobre el
hombre, sobre sus juicios y deseos individuales y colectivos, sobre su modo de pensar y su
comportamiento para con las realidades y los hombres con quienes convive. Tan es así esto,
que se puede ya hablar de una verdadera metamorfosis social y cultural, que redunda también
en la vida religiosa.
"Como ocurre en toda crisis de crecimiento, esta transformación trae consigo no leves
dificultades. Así mientras el hombre amplía extraordinariamente su poder, no siempre
consigue someterlo a su servicio. Quiere conocer con profundidad creciente su intimidad
espiritual, y con frecuencia se siente más incierto que nunca de sí mismo. Descubre
paulatinamente las leves de la vida social, y duda sobre la orientación que a ésta debe dar.
"Jamás el género humano tuvo tantas riquezas, tantas posibilidades, tamo poder
económico. Y sin embargo, una gran parte de la humanidad sufre hambre y miserias y son

151
CATEDRA DE FILOSOFIA EDUCATIVA
muchedumbres los que no saben leer ni escribir. Nunca ha tenido el hombre un sentido tan
agudo de su libertad, y entretanto surgen nuevas formas de esclavitud social y psicológica.
Mientras el mundo siente con tanta viveza su propia unidad y mutua Interdependencia en
mutua solidaridad, se ve, sin embargo, gravísimamente dividido por la presencia de fuerzas
superpuestas. Persisten todavía, agudas tensiones políticas, sociales, económicas, raciales e
ideológicas, y ni siquiera falte el peligro de una guerra que amenaza con destruirlo todo. Se
aumenta la comunicación de las ideas; sin embargo, aún las palabras definidoras de los
conceptos mes fundamentales revisten sentidos harto diversos en las distintas ideologías. Por
último, se busca con insistencia un orden temporal más perfecto, sin que avance paralelamente
el mejoramiento de los espíritus.
"Afectados por tan compleja situación, muchos de nuestros contemporáneos difícilmente
llegan a conocer los valores permanentes y a compaginarlos con exactitud al mismo tiempo con
los nuevos descubrimientos. La inquietud los atormenta, y se preguntan, entre angustias y
esperanzas, sobre la actual evolución del mundo. El curso de la historia presente es un desafío
al hombre que le obliga a responder.

CAMBIOS PROFUNDOS.
"La turbación actual de los espíritus y la transformación de las condiciones de vida están
vinculadas a una revolución global más amplia, que da creciente importancia, en la formación
del pensamiento, a las ciencias matemáticas y naturales y a las que tratan del propio hombre; y,
en el orden práctico, a la técnica y a las ciencias de ella derivadas. El espíritu científico modifica
profundamente el ambienta cultural y las maneras de pensar. La técnica con sus avances está
transformando la faz de la tierra e Intenta ya la conquista de los espacios Interplanetarios.
"También sobre el tiempo aumenta su Imperio la Inteligencia humana, ya, en cuanto al
pasado, por el conocimiento de la historia; ya, en cuanto al futuro, por la técnica prospectiva y
la planificación. Los progresos de las ciencias biológicas, psicológicas y sociales permiten al
hombre no solo conocerse mejor, sino aún Influir directamente sobre la vida da las sociedades
por medio de métodos técnicos. Al mismo tiempo, la humanidad presta cada vez más atención
a la previsión y ordenación de la expansión demográfica.
"La propia historia está sometida a un proceso tal de aceleración, que apenas es posible al
hombre seguirla. El género humano corre una misma suerte y no se diversifica ya en varias
historias disperses. La humanidad pesa así de una concepción más bien estática de la realidad a
otra más dinámica y evolutiva de donde surge un nuevo conjunto de problemas que exige
nuevos análisis y nuevas síntesis.

152
CATEDRA DE FILOSOFIA EDUCATIVA
CAMBIOS EN EL ORDEN SOCIAL.
"Por ello, son cada día más profundos los cambios que experimentan las comunidades
locales tradicionales, como la familia patriarcal, el clan, la tribu, la aldea, otros diferentes
grupos, y las mismas relaciones de la convivencia social.
"El tipo de sociedad industrial se extiende paulatinamente, llevando a algunos, países a
une economía de opulencia y transformando profundamente concepciones milenarias de la
vida social, La civilización urbana tiende a un predominio análogo por el aumento de las
ciudades y de su población y por la tendencia a la urbanización, que se extiende a las zonas
rurales.
"Nuevos y mejores medios de comunicación social contribuyen al conocimiento de los
hechos y a difundir con rapidez y expansión máximas los modos de pensar y de sentir,
provocando con ello muchas repercusiones simultáneas.
De esta manera, las relaciones humanes w multiplican sin cesar y al mismo tiempo la
propia socialización crea nuevas relaciones, sin que ello promueva siempre, sin embargo, el
adecuado proceso de maduración de la persona y les relaciones auténticamente personales
(personalización).
"Esta evolución se manifiesta sobre todo en las naciones que se benefician ya de los
progresos económicos y técnicos; pero también actúa en los pueblos en vías de desarrollo, que
aspiran a obtener para sí tas ventajas de la industrialización y de la urbanización. Estos
últimos, sobre todo los que poseen tradiciones más antiguas, sienten también la tendencia a un
ejercicio más perfecto y personal de la libertad.

CAMBIOS PSICOLOGICOS, MORALES Y RELIGIOSOS.


"El Cambio de mentalidad y de estructuras somete con frecuencia a discusión las ideas
recibidas. Esto se nota particularmente entre los jóvenes, cuya Importancia e Incluso a veces
angustia, les lleva a rebelarse, conscientes de su propia función en la vida social, desean
participar rápidamente en ella, por lo cual no rar8 vez los padres y los educadores
experimentan dificultades cada día mayores en el cumplimiento de sus tareas.
"Las instituciones, las leyes, las maneras de pensar y de sentir, heredadas del pasado, no
siempre se adaptan bien al estado actual de cosas. De ahí una grave perturbación en el
comportamiento y aún en las mismas nomás reguladora» de éste.
"Las nuevas condiciones ejercen Influjo también sobre la vida religiosa. Por otra parte, el
espíritu crítico más agudizado las purifica de un concepto mágico del mundo y de residuos
supersticiosos y exige cada vez más una adhesión verdaderamente personal y operante a la fe,
lo cual hace que muchos alcancen un sentido más vivo, de lo divino. Por otra parte,
muchedumbres cada vez más numerosas se alejan prácticamente de la religión. La negación de

153
CATEDRA DE FILOSOFIA EDUCATIVA
Dio» o de la religión no constituyen, como en apoces pesadas, un hecho Insólito e Individual;
hoy día, en efecto, se presentan no rara vez como exigencia del progreso científico y de un
cierto humanismo nuevo. En muchos reglones esa negación se encuentra expresada no sólo en
niveles filosóficos, sino que Inspira ampliamente a la literatura, el arte, la Interpretación de las
ciencias humanas y de la historia y la misma legislación civil. Es lo que explica la perturbación
de muchos.

LOS DESEQUILIBRIOS DEL MUNDO DE HOY.

"Una tan rápida mutación, realizada con frecuencia bajo el signo del desorden, y la misma
conciencia agudizada de las antinomias existentes hoy en el mundo, engendran y aumenten
contradicciones y desequilibrios.
... "Surge muchas veces en el propio hombre el desequilibrio entre la Inteligencia práctica
y una forma desconocimiento teórico que no llega a dominar y ordenar la suma de sus
conocimientos en síntesis satisfactorias. Brota temblón el desequilibrio entre el afán por la
eficacia práctica y las exigencias de la conciencia: moral, y no pocas veces entre las condiciones
de la vida colectiva y las exigencias de un pensamiento personal. Surge, finalmente, el
desequilibrio entre la especialización profesional y la visión general de las cosas.
"Aparecen discrepancias en la familia, debidas ya al peso de las condiciones demografías
económicas, y sociales, ya a los conflictos que surgen entre las generaciones que se van
sucediendo, y han las nuevas relaciones sociales entre los dos sexos.
"Nacen temblón grandes discrepancias raciales y sociales de todo género. Discrepancias
entre los países ricos, los menos ricos y pobres. Discrepancias, por último, entre las
instituciones internacionales, nacidas de la aspiración de los pueblos a la paz, y las ambiciones
puestas al servicio de esta expansión de la propia ideología o los egoísmos colectivos existentes
en las naciones y en otras entidades sociales.
"Todo ello alimenta la mutua desconfianza y la hostilidad, los conflictos y las desgracias,
de lo que el hombre es a la vez causa y víctima.

ASPIRACIONES MÁS UNIVERSALES DE LA HUMANIDAD.


"Entretanto, se afianza la convicción de que al género humano puede y debe no sólo
perfeccionar su dominio sobre las cosas creadas; sino que le corresponde además establecer un
orden político, económico, y social que esté más al servicio del hombre y permita a cada uno y a
cada grupo afirmar y cultivar, su propia dignidad.
"De aquí las constantes, reivindicaciones económicas de muchísimos, que tienen viva
conciencia de que, lo carencia de bienes que sufren se debe a la injusticia o a una no equitativa

154
CATEDRA DE FILOSOFIA EDUCATIVA
distribución. Las naciones en vías de desarrollo como son las Independizadas recientemente,
deseen participar en los bienes de la civilización moderno no sólo en el plano político, sino
también en el orden económico, y desempeñar libremente su función en el mundo. Sin
embargo, está aumentando a diario le distancia que las separa de las naciones más ricas y la
dependencia Incluso económica que respecto de éstas padecen. Lo» pueblo» hambriento*
Interpelen a los pueblos opulentos. La mujer, allí donde todavía no lo ha logrado, reclama la
Igualdad de derecho y de hecho con el hombre. Por primera vez en la historia, todos los
pueblos están convencidos de que los beneficios de la cultura pueden y deben extenderse
realmente a todas las naciones.
"Pero bajo todas estas reivindicaciones se oculta una aspiración más profunda y más
universal: las personas y los grupos sociales están sedientos de una vida plena y de una vida
libre, digna del hombre, poniendo a su servicio las inmensas posibilidades que les ofrece el
mundo actual, Las naciones,, por otra parte, se esfuerzan cada vez más por formar una
Comunidad universal.
"De esta forma, el mundo contemporáneo aparece a la vez poderoso y débil, capaz de lo
mejor y de lo peor, pues tiene abierto el camino para optar entre la libertad y la esclavitud,
entre el progreso o el retroceso, entre la fraternidad o el odio. El hombre sabe muy bien que
está en su mano dirigir correctamente las fuerzas que él ha desencadenado, y que puede
aplastarlo o servirle".

155
CATEDRA DE FILOSOFIA EDUCATIVA

CULTURA Y CIVILIZACION INDUSTRIAL

Del libro "Fundamentos culturales de la civilización industrial", de John U. Nef.

"La investigación histórica concerniente a los orígenes del Industrialismo se han centrado

en las nociones sobre el progreso de Marx, y en el pepe! que desempeñan los cambios técnicos

en los métodos de producción, transporte, comunicación y administración, en el nacimiento del

mecanizado mundo en que vivimos. Esta preocupación ha. llevado e estudiantes y eruditos a

concentrar su atención en los cambios de las condiciones económicas, buscando las causas del

advenimiento de la civilización industrial, tanto en el pesado Inmediato como en el mediato. En

esta búsqueda, el lugar de la personalidad humana ha sido considerablemente limitado es

aquella Idea, a aquello, descubrimientos del intelecto que pueden considerarse como factores

que han contribuido a la utilidad, en el sentido en que se entiende generalmente esta palabra: a

le disminución del esfuerzo humano; a le multiplicación da la potencia útil, a la reducción del

costo, al incremento de la velocidad del transporte y de la comunicación, a la prolongación del

promedio de vida humana mediante la derrota de las enfermedad.

156
CATEDRA DE FILOSOFIA EDUCATIVA
Se olvide a menudo qua el concepto de utilidad que prevalece en nuestro tiempo es, en

gran parte, el resultado de especulaciones económica», de las aplicaciones prácticas del

conocimiento científico y de una concentración en cierto tipo de Invenciones, especialmente las

que reemplazan la mano de obra por la maquinaria, La función de la fe, de la mano de obra, de

le belleza, de todo lo que nutre el suelo y no tiene precio, ha sido olvidada o negada.

Esta preocupación por los aspectos particulares de la influencia del genio del hombre, ¿no

ha producido una visión unilateral de la génesis del industrializado mundo contemporáneo? El

desarrollo de ambos, fe y arte, ¿no ha ayudado también a crear la civilización del siglo XVIII y

comienzos del XIX en Europa y en América?

Antes de que podamos considerar el lugar de la fe, de los valores móralas y del arte en el

mundo que hemos heredado, debemos atisbar les "Consecuencias de la separación gradual de

ambos, respecto del conocimiento científicamente aceptado. Hasta donde las condiciones del

mundo contemporáneo hay un sido logradas por el trabajo de la mente y los esfuerzos de- la

voluntad, las causas directas de la gran riqueza y la dilatada poblacional difícilmente pueden

ser encontradas en los hallazgos de la fe o del arte,

La verdadera separación de la ciencia y la fe, de la ética y el arte, tan característica de

nuestro tiempo, está en las raíces del mundo Industrializado en que vivimos. En una carta

destinada a Fermai, y dirigida por Descartes en 1637 al padre Mersenne, el filósofo señalaba

que el gran matemático de Toulouse parecía suponer que "al decir que una cosa es fácil de

creer, quiero decir que es probable. Esto está lejos de mi posición: considero todo lo que es

solamente probable corno casi falso ," Semejante posición ha llevado $ considerar verdadero

sólo lo que es verificable en la medida en que es tangible y cada vez más en términos

mensurables, o en términos de demostraciones matemáticas, que parten de proposiciones

artificialmente divorciadas de le actual experiencia del vivir. Desde el momento en que es

Imposible, como Pascal parece haber sido el primero en reconocer, ofrecer el mismo tipo de

prueba tangible y obtener el mismo tipo de beneplácito en materia de fe, de moral y de belleza,

la» verdades de la religión, le filosofía moral y e| arte han venido a ser treta-das como sujetos

157
CATEDRA DE FILOSOFIA EDUCATIVA
de opinión privada más bien que de conocimiento público. Sus contribuciones al mundo

contemporáneo-son Indirectas, aunque no por esta razón Inferiores a aquella de la ciencia.

Una revolución en las formas de actividad de la mente humana parece manifestarle de

distinta manera que une revolución en la vida económica de las, sociedades humanas. Los

cambios industriales impresionantes rápidos y los también alarmantemente rápidos cambios

en las formas en que los hombres explotan la tierra, producen y transportan artículos de

primera necesidad y transmitan mensaje, podría decirse que son revolucionarlos solo si

afectan a grandes porciones de la población y alteran radicalmente sus hábitos de trabajo, de

transporte, de consumo y de comunicación. Por el contrario, en la historie Intelectual le etapa

revolucionarla en generalmente aquella en que unes pocas mentas poderosas acentúen ciertos

valoras y métodos hasta entonces desdeñados, y los relacionan, a través de nuevas formas,

con la vida de acción que deben canalizar Individuos y sociedades. Las Innovaciones son

llevadas a cabo, generalmente, por pensadores de excepcional vigor, por corazones

excepcionalmente inspirado. Hasta ahora la vida de la mente, en el sentido de esa vida

espiritual Interior que influye en la historie, no ha sido nunca la vida de masa de hombres y

mujeres. Ha influido directamente em aquellos que han sido capaces de participar en las obras

de los menos, leyéndolas, promulgándoles o coa-templándolas. Lo que ha determinado que las

nuevas Ideas fueran Influyentes ha sido el hecho de que considerable número de persones ha

compartido de esa manera las experiencias de los pensamientos más embrionarios, la

exaltación de los caracteres mea untos o el deleite de los más grandes artistas.

Estas Innovaciones, que han influido en la historia, no dejan de estar relacionadas

probablemente con el pensamiento y la labor de un número mucho mayor de hombres y de

mujeres. Parecería que debiera existir por lo menos une doble relación. Los innovadores

derivan tus ideas no solamente de la reflexión solitaria, sino, en no menor medida, de sus

experiencias con los otros, y algunos de estos otros, que Influyen sobre sus maestros tienen

experiencia propias que se reflejen en la obra de los. ciertos tipos de labor creadora, por

ejemplo, en le fundación de un orden religioso o en la concentración y embellecimiento de un

158
CATEDRA DE FILOSOFIA EDUCATIVA
edificio, como una catedral, une Iglesia, una casa de Ayuntamiento dependan no sólo de uno o

de unos pocos líderes, sino de un número considerables de asociados y colaboradores, que

conciben y crean y son el mismo espíritu, pero con gran porcentaje de iniciativa personal.

BIBLIOGRAFIA:
P A R K E R R . C : E l s i g l o X X ( C o l . Hi s t o r i a U n i v e r s a l ) E t í . S i g l o X X I . M a d r i d 1 9 7 9 .
WISKEMANN, E.; La Europa de los dictadores. (Hlst. de Europa. Ed. siglo XXI, Madrid 1979.
V a r i o s a u t o r e s ; C o t e w s l ó n O r i e n t a c i o n e s a c t ua l e s ( e n e c o n o mí a , e n p o l í t i c a , e n f í s i c a , e t e . ) .
E d . Tr o q u e l , B s , A s . 1 9 8 0 t a .
PLANCK, M. ¿Adónde va la ciencia? con prólogo de A Elnsteln. Loteda, 8 º. Año. 1947.
E I N S TE I N — I N F E L D : L a f í s i c a , a v e n t u r e r a d e l p e n s a mi e n t o . L o s a d a , B s . A s . 1 9 4 8 .
W H I TR O W , G . J . : L a e s t r u c t u r a d e l u n i v e r s o ( C o l . "B r a v i a r l o * ") F . C . E , M é x i c o .
O R T E G A y G A . S S E T J . : L a r e b e l ó n d a l e s ma s a » R e v . d e O c c i d e n t e , M a d r i d ,
L A C R O I X , J . : É l s e n t i d o d a ! « t e í s m o c o n t e mp o r á n e o .
M O E L L E R , C h , : L i t e r a t u r a d e l a l i j o X X y C r t e t t e n h mo . E d . G r t d o t , M a d r i d .
B U B E R , M . : C a m i n o s d e U t o p í a ( C o l . "B r e v i a r i o » ") . F . C . E . M é x i c o .
Verlo» autores: El hombre nuevo. Dételes. Silbe». 1953.
MARCUSE, H.: El hombre unidimensional
LERSCH, Ph.El hombre en la actualidad .

159
CATEDRA DE FILOSOFIA EDUCATIVA

VII

EL HOMBRE Y LA CULTURA

160
CATEDRA DE FILOSOFIA EDUCATIVA

Dr. RAUL A. NUÑEZ

INTRODUCCION.

1. A lo largo de las páginas precedentes hemos visto, a grandes rasgos, la obra del hombre

en diversas épocas de la cultura "occidental" y cuáles son las "cosmovisiones" que dan unidad y

sentido a dichas producciones. Es el momento de ahondar un poco más en aquel que es el

protagonista de estos procesos: el hombre. Algo se ha adelantado en el primer capituló, en el

que se hacía ver que solamente el hombre es capaz y necesita transformar lo natural para

poder subsistir y realizarse, debe valerse de lo dado para constituir "su" mundo. Se ha señalado

también que el hombre es, por un lado, el que hace ese mundo cultural, y por el otro lado, el

que lo condiciona y en cierto modo, lo configura.

En este capítulo final, volvemos en cierta manera a estas reflexiones iniciales con el

propósito de abrir nuevos horizontes que harán posible una comprensión más honda de lo que

significa "cultura". No es nuestra finalidad brindar una filosofía completa del hombre, es decir,

una "Antropología Filosófica", sino simplemente de prolongar ciertos análisis que permitan

situar mejor la problemática de la cultura en su núcleo central. Porque puede suceder que la

atención haya quedado aprisionada en el "mundo cultural" y haya olvidado al "hombre".

Desde luego esta primera apertura a una reflexión filosófica de la cultura deberá ser

proseguida luego, ganando nuevas regiones del ser humano (la libertad, el amor, su destino, su

161
CATEDRA DE FILOSOFIA EDUCATIVA
conducta, etc.). Los limites que nos hemos fijado para este capítulo hace que de ellas hagamos a

veces una simple mención, y a veces una breve referencia o sugerencia. Por todo esto, su

lectura debe ser atenta y cuidadosa, parando mientes en los matices y conexiones que el texto

expresa.

2. El tema del hombre es un tema de actualidad. Siempre lo fue, por lo demás. Pero en la

actualidad se plantea de un modo peculiar, a saber, a partir de las profundas transformaciones

que se han operado en una sociedad signada por la industria.

Las revoluciones industriales han significado algo más que revoluciones científicas y

tecnológicas; han repercutido en todos los ámbitos de la vida humana. La aporía que presenta

es, a grandes rasgos, la siguiente: por una parte, la humanidad tiene por vez primera, la

posibilidad cierta de resolver los problemas básicos de la existencia (alimentación, vestido,

habitación, salud, movilidad, conocimientos, etc.) y por otra parte, todo esto es posible gracias a

una organización sumamente rígida y cuasi-mecánica que priva al hombre de creatividad,

espontaneidad, libertad. En suma, lo que posibilita ser al hombre lo posibilita también a

destruirlo.

Estas antinomias han sido agudamente señaladas por escritores, científicos y filósofos. Se

trata sin duda de una simplificación que presenta aristas agudas, pero en el fondo el problema

es innegable. Existe el peligro de la deshumanización del hombre. Huxley señalaba

pesimistamente que el futuro del hombre es la del hormigueo: seres aumentados, abrigados,

Capacitados para tareas perfectamente orquestadas, pero privados de aquello que constituyó

durante siglos el orgullo del hombre y su signo distintivo: el espíritu.

4. No compartimos la opinión de Huxley, no porque seamos optimistas sino porque

tenemos otra concepción del hombre. Nuestra idea la resumimos así: lo que se organiza es el

trabajo y el trabajo es una actividad humana, así como la organización del mismo. Procede,

pues, del hombre mismo, en uso de su libertad, de su razón y de su imaginación. La

162
CATEDRA DE FILOSOFIA EDUCATIVA
deshumanización tiene otros orígenes, que es menester investigar. Pero previamente es

indispensable fijar nuestra atención en el hombre.

I. NATURALEZA DEL HOMBRE.

Nada más cercano a nosotros mismos que el hombre, puesto que somos hombres. Sin
embrago, frente a la pregunta: que es el hombre en definitiva nos sentimos sumidos en
una cierta perplejidad.
Trataremos antes que nada de trazar un itinerario de investigación, un método.
Creemos que el más apto es aquel que, a partir de lo que nos es más conocido y evidente,
nos conduzca por sucesivas aproximaciones al nudo de la cuestión.
-Como primera aproximación, podemos señalar que el hombre es un ser implantado
en la Naturaleza, es un ente natural observable en sus manifestaciones: nace y muere, está
dado de corporeidad y fisonomía, de vida y movimiento, de sensibilidad e inclinaciones
como muchos seres que componen lo que designamos globalmente con la palabra
"naturaleza". Pero en el hombre hay algo que le es exclusivo y que desde los orígenes
mismos de nuestra cultura se compendia, en una palabra: racionalidad.
¿Qué quiere decir esto? Que en el hombre hay una fuente o principio de actividades
propias:
- conocimiento abstracto, imaginación creadora, memoria histórica, experiencia
reflexiva;
- poder de elección, de decisión, de voluntad;
- capacidad de amor y amistad desinteresados;
- posibilidad de traducir sus ideas, sentimientos y quereres por el lenguaje
articulado;
- idoneidad para transformar la naturaleza de acuerdo a un proyecto y un
propósito, por el trabajo y la técnica;
- facultad para organizar su vida social y política;
-. conciencia moral, sentimiento del derecho y de! deber, etc.
Si remontamos cada una de estas vertientes, nos toparemos siempre con la presencia de
una potencia propia y exclusiva del hombre que podemos traducir apropiadamente con la
palabra "espíritu". El hombre es un ser mundano dotado de espíritu, y por ello es capaz de
ejercer todas las actividades que hemos apuntado.

3. Intentemos una segunda aproximación que nos acerque más a lo que


investigamos. Para ello valgamos nos dé un concepto que nos es familiar: el concepto de
mundo.

163
CATEDRA DE FILOSOFIA EDUCATIVA
Hablamos en efecto del mundo material, del mundo vegetal, del mundo animal, del
mundo humano. Dentro del último, hablamos del mundo político, del mundo laboral, del
mundo profesional, etc.
Aunque referido a cosas tan disímiles, el uso del mismo término se justifica si con él
designamos el conjunto de relaciones propios de cada ser. Es decir, el ser en cuanto
relacionado y constituyente de una totalidad, sin embargo, el termino mundo se lo reserva
hoy día al hombre.
Empecemos por la materia Inerte: las cosas carentes de vida forman una totalidad de
relaciones espaciales y temporales, sujetas a determinadas leyes. Estas cosas, carecen de
la posibilidad de establecer relaciones: simplemente están relacionadas. En rigor, no
tienen interioridad porque cuando hablamos, p.e, del interior del átomo, sólo queremos
contraponer un ámbito de investigación "hacia adentro" con otro ámbito de investigación
"hacia afuera". Pero, en definitiva, se trata de una estructura espacio-temporal definida en
la que los elementos están relacionados entre sí y esta totalidad, a su vez, está relacionada
con otras.
Cuando se ingresa al reino vegetal se perfila otra cosa: el ser se vale selectivamente
del medio eh que sata implantado, nutriéndose de él, asimilándolo a -sí mismo, es decir,
haciéndolo propio. Hay un bosquejo de inferioridad activa por la cual el vegetal w pone en
relación con otras entidades: el mundo del vegetal es el suelo, el clima, etc. Por supuesto
que se trata de un bosquejo que más que "mundo" es "medio ambiente". De todos modos,
el ser se organiza, se afirma y despliega desde sí mismo.
Demos un paso más hacia el reino animal y abreviando, hacia les animales
superiores. En ellos encontramos una capacidad nueva y estupenda de ponerse en
relación, de relacionarse., de establecer relaciones, gracias a sus sentidos, a sus instintos, a
su locomotividad. Podemos hablar de un bosquejo de conciencia de lo que lo circunda, de
una respuesta que ya no es cuasi-mecánica y estereotipada, sino espontánea y adaptada.
La conducta del animal es previsible, pero no de manera unívoca sino con un margen más
o menos grande de alteraciones. Sin embargo, subrayamos que se trata de un simple
bosquejo: cuando decimos que el animal se pone en comunicación con el medio, usamos
una analogía. En rigor, es la naturaleza del animal -más aún de cada especie animal- que lo
pone en relación.
Dada la proximidad del animal, sobre todo de ciertos animales, con el hombre, se
puede caer en un engaño. Como lo han demostrado fehacientemente, entre otros, yon
Uexkull y Buytendijk, no por tener ojos, oídos, etc., el animal percibe "objetos" o sea, ve,
oye, etc.. lo que los hombres vemos y oímos, o se quiere, "cómo" nosotros vemos y oímos.
Es propio el hombre enfrentarse a las cosas como OBJETOS, como totalidades poseedoras

164
CATEDRA DE FILOSOFIA EDUCATIVA
de ser, esencia y sentido. Cada especie animal está dotada por una sensibilidad que le
permite establecer la relación con lo otro en forma de "escenario" donde su vida se
despliega: sólo percibe lo útil para su vida (tomando la palabra "útil" en sentido amplio), o
sea, el perfil de las cosas desde un ángulo estrictamente y exclusivamente utilitario, p.e.
"lo" comestible, "lo" temible, etc. Por esto y que también, la palabra mundo le queda
grande: la palabra propia sería "contorno". Así, la planta tiene "medio ambiente"; el
animal tiene "contorno".

4.Cuando topamos con el hombre, entonces sí encontramos "mundo", campo da


rotaciones que el hombre advierta, tanto en sus niveles ontológicos cuanto valorativos, y
es capaz de crear nuevas relaciones. Es que para el hombre existe lo que lo rodea como
"circunstancia", algo que lo rodea, pero frente a lo cual, él se enfrenta. En suma, hay
objetividad. Como señala E. Caasirer, esta capacidad le permite no sólo advertir los nexos
existentes en las cosas sirio también las posibilidades de las mismas. Más aún, concebirlas
y proyectarlas cómo meramente "posible”. Este "tomar distancias", este "abstraerse" de lo
presente y de lo fáctico es la característica más saliente del hombre.
El hombre es el único ser que se relaciona, hablando estrictamente, desde, sí mismo.
Y este porque tiene interioridad: es el ser capaz de autoconciencia y autodecisión, en
surtís de-auto-posesión. Y as desde este yo que se peno en comunicación con los otros y
con lo otro. En rigor pues, existe el "mundo" porque existe el hombre, en el sentido que el
hombre es la única capacidad de descubrir las relaciones profundas de lar. cosas, de
plantarse frente a ellas de una determinada manera, de establecer conexiones nuevas
llevando las meras posibilidades a su realización, En el decir de Saint-Exupery, el hombre
es un tejido de relaciones en las que él mismo anuda y es anudado simultáneamente; el
mundo en que el hombre habita es el que el hombre mismo ha forjado y sigue forjando, el
de la ciencia, la técnica, el arte, la filosofía, la historia, etc., en suma, de la cultura.

5. Sintetizando lo antedicho, no podemos resistir la tentación de transcribir estas


palabras que, en los albores de la modernidad, Picó de Mirándola puso en boca del
Creador: '"Ni domicilio fijo, ni forma propia, ni ningún don en especial te he-dado, oh Adán, a fin de que cualquier

domicilio, formas o dones que escojas puedan ser tuyos. La naturaleza dada a las demás criaturas, dentro de las leyes señaladas
por" MI, las restringe. Tú, que no estás restringido por estrechos lazos, según tu propia y libre voluntad, en cuyo poder te he
colocado, definiré tu naturaleza por tí mismo. Te he colocado en al centro del universo para qué. así puedas contemplar del
modo más conveniente todo lo que existe en si mundo. Tampoco te hemos hecho celeste e terrestre, mortal o inmortal, pera que
tú seas, por decirlo, tu propio y libre creador y te des la forma que seas mejor. Tendrás poder para descender hasta las bestias o
para renacer entre los divinos, según la sentencia de tu mente. Así el Padre dio al hombre, al nacer, la semilla de toda variedad
y los gérmenes de cada forma de vivir" (Oración sobre la dignidad del hombre).

165
CATEDRA DE FILOSOFIA EDUCATIVA
Si después de escuchar estas palabras, volvemos la vista al mundo circundante, vemos
hasta que punto ellas se han hecho carne en la conciencia contemporánea. En síntesis, se
trata del hombre como un ser de infinitas posibilidades, potencias o capacidades que
emergen de su mismo ser constitutivo y que lo hacen originariamente distinto de le- otros
seres: conocimiento, libertad y poder sobre las cosas y sobre sí mismo.

6. Demos un paso adelante en vistas de sistematizar los resultados obtenidos en esta


encuesta.
a) Ante todo, el hombre es una Unidad o totalidad diferenciada, estructurada y
centralizada. (Coreth). A) Diferenciada porque en esta unidad podemos diferenciar
diversos planos: el orgánico, el psíquico (sensaciones y tendencias elementales) y
espiritual (conocimiento intelectual teórico y práctico, voluntad, sentimientos
superiores). B) Estructurada: estos planos o esferas no están simplemente superpuestas
ni se comunican entre sí tangencialmente, sino que se imbrican mutuamente, tal como
puede constatarse en las "vivencias". C) Centralizada: todas las actividades tienen como
fuente y destino último aquel núcleo íntimo que es el "yo": mi cuerpo, mis sensaciones,
mis ideas, mis decisiones, etc.
b.) Es una unidad abierta al mundo natural y al mundo humano. El hombre es un ser
dotado de potencias o capacidades que se actúan en relación con "lo" otro y con "el" otro,
Esto es fácil constatarlo. Cuando el hombre conoce, quiere, ama, etc., conoce, quiere, ama,
etc. ALGO. Y es en referencia a este algo -técnicamente, el objeto- que se constituye la
actividad. Aún en el conocimiento o valoración de sí mismo, el hombre se desdobla, por
así decirlo, en sujeto-objeto. En términos generales, esta "abertura" es la abertura a la
totalidad del ser y del valor: el hombre se despliega en contacto con la realidad de las
cosas y persona, pero no perdiéndose en ellas, sino aprehendiéndolas y fijando una
posición.
Ciertamente que el hombre tiene también la posibilidad de dejarse llevar por las
opiniones, por las pasiones, por lo que se dice o se hace. Tiene la posibilidad de su
inautenticidad. Pero en el fondo se trata también de una opción más ó menos consciente.
Sin embargo, aún en este caso, el hombre busca "justificarse", mostrarse ante sí y ante los
demás como "auténtico". Esto es signo que en el hombre hay una inclinación —porque
hay una potencia o posibilidad— a desplegar su ser en la relación adecuada a los grandes
y específicos valores: la verdad, el bien, la belleza.
c) Es una unidad "reflexiva". Lo propio del hombre es su capacidad de reflexión, es
decir, de objetivarse en sus actividades a través del lenguaje, el trabajo, la acción y luego
de revertir Sobre sí mismo. Más exactamente: el hombre nunca se extraviarte totalmente.

166
CATEDRA DE FILOSOFIA EDUCATIVA
Mantiene la conciencia de sí durante las actividades, es consciente de que piensa y de lo
que piensa, de que quiere y de lo que quiere, etc., y todo esto simultáneamente, aun
cuando la atención pueda inclinarse a uno u otro polo.
Esta capacidad o modalidad tiene sus raíces en el ser mismo del hombre que lo capacita a
ello. No puede originarse de un principio o raíz que esencialmente es exterioridad,
dispersión en el espacio y tiempo, en suma, materialidad pura. Hay en el hombre algo,
llámese como se quiera que trasciende las posibilidades de lo material. Siguiendo el
lenguaje usual, de larga tradición filosófica por lo demás, llamamos el espíritu.

II EL HOMBRE COMO PERSONA


1. Dejemos por el momento una investigación más pormenorizada de las distintas
"dimensiones" del hombre, y hagamos, al menos una acotación, del hombre como
PERSONA
Evidentemente decir "hombre" y decir "persona" es hacer referencia al mismo ser.
Sin embargo, la noción de persona pone de relieve algo que queda en segundo plano en la
noción de hombre, a saber, la dignidad o valor en sí propio del hombre. Esto se traduciría
en aquella máxima de Kant: "el hombre, como persona que es, nunca puede ser medio sino
siempre debe ser fin". El hombre tiene valor en sí mismo, nunca un valor puramente
instrumental o medio para otra cosa.
Esto no quiere decir que los hombres que se asocian para fines útiles, prestándose
mutuamente servicios, desconocen este valor. Lo que se dice es que el ser humano nunca
es un simple recurso o material, para fines productivos ni para fines de dominio de
cualquier tipo que sea. Instrumentar al hombre (o mujer) para conseguir fines de
dominio, de utilidad, de placer y aún, lo que es actual, para fines ideológicos, es atentar
contra lo que el hombre y mujer tiene de más valioso: su carácter de persona.
Tenemos que dejar, muy a nuestro pesar, un análisis fenomenológico de la sociedad
contemporánea en su tendencia a la "masificación", ya que como equivalente a
"despersonalización" nos serviría para poner dialécticamente en relieve lo que significa
"persona". En cambio, diré al menos dos palabras sobre la historia y el destino de esta
palabra, ya que nos permitirá comprender mejor la cosa.

167
CATEDRA DE FILOSOFIA EDUCATIVA
2, Heimsoeth señala que la noción de persona se desarrolla teórica y prácticamente
en el cristianismo. Creo que antes de él Hegel y aún Marx eran de la misma opinión, si bien
este último añade sarcásticamente, que el cristianismo hizo de cada individuo un pequeño
dios es una afirmación un poco general y diría abstracta, pues no se toma debida cuenta
que tal concepto es el típico de la modernidad. Hagamos un poco de historia.
El uso y aplicación de la palabra "persona" -así como la de "señor" (dominus)-
sufrieron paulatinamente una amplitud y un contenido nuevo a partir de un germen
comuna En efecto, es cosa sabida que la palabra "persona" originariamente designa la
mateara que servía para amplificar la voz y caracterizar un actor o personaje del drama,
tragedia o comedia. Por lo tanto, cuando la palabra pasa a designar directamente al actor
que desempeña un papel (rotulus - rol) tal como está proscripto en un libreto,
inmediatamente se nos aparecen estas conexiones: escenario y pieza a representar. No es
el actor individual sino el actor en acción y en acto, en cuanto desempeña un papel
determinado. Sin embargo, en toda acción teatral hay papeles principales y secundarios,
así como también el "coro" o grupo anónimo que asiste, comenta, sufre q goza de lo que
acontece. De aquí que persona, es casi exclusivamente, el "personaje" Para el romano del
bajo imperio, "Persona" se denomina al que tiene linaje, bienes, poder, 9tc.: o sea. un papel
destacado en la sociedad y en general, al ciudadano que tiene derechos. En -tras palabras,
persona no es todo hombre, sino solamente aquel que tiene derechos y los puede hacer
valer; en suma, sujeto y objeto de derecho. De la caracterización del hombre en el "gran
teatro del mundo", como decía Calderón de la Barca, se pasa a la caracterización jurídico-
social-política. El trasfondo está avalado por la filosofía estoica, que recoge el tema de',
destino: cada uno tiene un lugar y una función asignada por la Naturaleza (autora del
libreto) y el hombre es feliz y la sociedad pacífica cuando cada cual desempeña bien su
papel
Al insertarse el cristianismo en el área de la cultura mediterránea greco-latina,
muchos de estos, elementos fueron naturalmente asimilados. Sin embargo, las disputas
teológicas para expresar adecuadamente la doctrina (los dogmas) obligaron a profundizar
aquello que en realidad significa e implica eso: la persona' Como X. Zubiri lo ha
demostrado en un hermoso estudio, los maestros reconocidos de las comunidades
cristianas (los llamados "Padres de la Iglesia" ss. II-V) elaboraron la dogmática cristiana
valiéndose del término "Persona", pero destacando unos -los de tradición helena- la
dimensión comunitaria como constitutivo de ¡a persona y otros -los de tradición romana-
la individualidad inviolable y digna en sí misma.
Los siglos subsiguientes, sobre todo en la baja Edad Media (ss. XII-XIII) asisten en el
que fuera Imperio Romano de Occidente o sea la actual Europa, a una elaboración

168
CATEDRA DE FILOSOFIA EDUCATIVA
escolástica que subraya el significado, por así decirlo, individualista. Así Tomás de Aquino,
recogiendo una definición anterior, expresa que persona designa "la entidad concreta y
singular de naturaleza racional", y, en otro contexto, aproximando persona y señor, "el
hombre es tal en cuanto es dueño de sus actos". La praxis social del cristianismo, que
extiende ambos términos a todos los seres humanos, se refleja en el pensamiento
filosófico escolástico medieval. Sin negar el aspecto relacional como constitutivo de la
noción de persona, lo que se subraya es el individuo dotado de tal dignidad.
En el procese de la Reforma que se opera en Europa Central con el luteranismo y el
calvinismo, se refuerza y exaspera el aspecto individualista de la persona con la
connotación de su soledad radical e insanable frente a Dios, a los hombres y a la
naturaleza. Un pensador con este talante luterano, como lo fue E. Kant, traslada esa visión
a la filosofía operando la oposición entre persona y cosa, libertad y necesidad, conciencia
y naturaleza. Allí es donde la persona se entiende antes que nada como una conciencia
que construye el mundo de la ciencia y afirma el deber, desvinculando el hombre del ser
real. En esta concepción, que por lo demás es la vivida por el espíritu burgués-capitalista
de la época y traducida políticamente en el liberalismo a lo Locke, p.e. es a la que se
refieren estos dos pensadores al comienzo citados que provienen ellos también del
ámbito de la cultura protestante La asignación al cristianismo, sin más. de esta concepción
es, como se ve, al menos bastante simplificada.
Actualmente, entre otros, por el pensador francés E. Mounier, se rescata el valor
originario del concepto expresado por la palabra persona, que implica simultáneamente
conciencia y trascendencia, soledad y comunicación, ser para sí y ser para otro. Y, por
consiguiente, la concepción cerradamente individualista de la persona no está
necesariamente ligada al concepto auténtico, rico y fecundo de la misma. Por ello he
querido hacer esta exposición histórica, mostrando brevemente sus hitos principales.

3. La consideración del hombre como persona nos ha conducido a destacar aquella


nobleza innata del ser humano que lo pone en una esfera infinitamente superior al animal.
Persona es todo hombre en cuanto ser espiritual. Como tal. es inviolable y digna de
respeto: jamás debe usársela para "experimentos" (biológicos, sociales, etc.), ni
suprimírsela (por motivos raciales, eugenésicos, etc.) ni "explotársela" (ni física ni
espiritualmente). El hombre es persona jurídica nata, es decir, posee derechos naturales
que le son propios y que por ningún motivo le pueden ser quitados o ignorados. Aun
cuando no pueda ejercer total o parcialmente sus facultades superiores (disminución
física, mental o cultural), siempre son persona: los niños, los ancianos, los enfermos, etc.

169
CATEDRA DE FILOSOFIA EDUCATIVA
son personas y deben ser tratadas como tales. Por consiguiente, todo lo que atente contra
su integridad física o psíquica es insanablemente malo.
La sociedad que no tenga en cuenta esto es una- sociedad "desalmada", no tiene
alma, ni sensibilidad, ni cordura, ni justicia; encierra al hombre en el horizonte de la
utilidad pura haciendo, haciendo de él un mero objeto y jamás un sujeto. Las relaciones
humanas auténticas son intersubjetivas, relaciones entre personas que valen por sí
mismas y no por lo-que "tienen" (riquezas, status social, cualidades naturales, etc.).
Por cierto, que el hecho de ser persona impone al hombre el deber de desarrollar
todas sus capacidades (y a la sociedad, el hacer posible este desarrollo). La persona tiene
la "vocación", o: séaj "está llamada" a ir plasmando progresivamente un perfil propio, una
personalidad que es, fruto de su esfuerzo sobre sus bases naturales psico-biológicas, cada
uno debe construir u ^concretar sus valores humanos, cultivando las cualidades morales,
intelectuales, artísticas, sociales, etc. Así pues, el hombre debe "responder" a su vocación
humana: es responsable de su destino. Si arriba hemos subrayado los derechos
inalienables del hombre como persona, aquí debemos subrayar los deberes. La persona es
sujeto derechos y deberes.
Hemos dicho que la persona es una unidad, pero una unidad compleja y rica en
dimensiones. Debemos pues explorar algunas de éstas, para hacernos cargo realmente de
lo que es el hombre. A la pregunta: ¿qué es el hombre?", debemos proseguir con: ¿qué
capacidades esenciales tiene el hombre? Evidentemente, de este enorme tema sólo
mostraremos algunas pistas: la dimensión social, la cognoscitiva, y la artístico-técnica.

III. LA DIMENSION SOCIAL DEL HOMBRE.


1. Hay dos corrientes de pensamiento con respecto a la naturaleza social del
hombre. Para unos, la condición natural del nombra así la da un ser solitario y
autosuficiencia, que por diversos motivos se asocia posteriormente con otros formando
las sociedades. En. los tiempos modernos (XVII-XVIII) esta corriente presentó dos
variantes: la primera representada por Hobbas que concebía originariamente al hombre
como un ser fundamentalmente egoísta y por lo tanto agresivo y dominante ("el hombre
es lobo para el hombre"), pero que luego, temiendo por el aniquilamiento mutuo, cede sus
derechos a un hombre que les garantice la vida. La sociedad; se hace posible gracias a esta
cesión originaria y el poder político1 es desde entonces la fuente de todo derecho. La
segunda, representada por Rousseau, también estima que originariamente el hombre es
un ser solitario pero, a diferencia de Hobbss, lo concibe poseído de una bondad natural.
Las naturales y periódicas reuniones van formando en los hombres un sentimiento de
supremacía de los unos sobre los otros, de tal manera que con el progresa de las artes,

170
CATEDRA DE FILOSOFIA EDUCATIVA
técnicas y ciencias se va produciendo una desigualdad que se traduce er4 antagonismos y.
luchas. Es menester pues un pacto social que ponga fin a esta situación y tal es el origen de
la sociedad. En suma, pues, para esta corriente individualista, el hombre no "es"
naturalmente un ser social, sino que "se hace" social por un pacto o contrato.
2. Una segunda corriente estima que el hombre naturalmente es sociable, si bien
las formas políticas, económicas, etc. se forman por un cierto consentimiento común.
Entre los primeros que elaboraron está concepción está Aristóteles: la naturaleza misma,
según él, inclina al hombre a convivir con otros, Y esto por dos motivos: por necesidad,
puesto que tanto en el orden de la procreación y educación de los lujos como en el orden
de la producción de bienes necesarios a la vida humana es indispensable el concurso de
otros; y por plenitud, ya que el hombre gusta de la compañía de sus semejantes y está
naturalmente inclinado a comunicarse con ellos en todos los terrenos. La tesis aristotélica
está actualmente, avalada por los estudios antropológicos, y la estimamos exacta en sus
líneas generales, Signo de la social ¡dad del hombre es el lenguaje. La estructura misma del
lenguaje es dialógica, ya que supone simultáneamente al que habla y al que escucha,
alternando unos y otros el uso de la palabra y su correlativa audición. En realidad, el
lenguaje humano es intercambio de ideas, proyectos, sentimientos, etc., a veces
concordantes y a veces contrapuestos. De esta manera el lenguaje muestra al hombre
como un ser que por un lado piensa, decide, sienta, etc. por sí, y por el otro, que comunica
con sus semejantes tales actividades psíquicas.
Otro signo de la sociedad del hombre es el trabajo. El trabajo desde siempre es una
actividad hecha en común, sobre todo cuando la división y especialización del trabajo
posibilita la variedad, abundancia y perfección de los productos. No obstante, esta
multiplicidad de trabajos especializados, todos ellos forman una unidad laboral que hace
el hombre en cuanto ente social y redunda socialmente en el mismo:
3. Pero una cosa es decir que el hombre es un ser social y otra cosa es afirmar que lo
social constituye la esencia misma del hombre, o sea que el hombre se agota en la
socialidad. Esta exageración ha sido propuesta por algunas filosofías (y ciencias humanas
inspiradas en aquellas). De hecho, el hombre tiene dos dimensiones fundamentales que, si
bien son en sentido distinto, concurren ambas a su desarrollo: la soledad y la
comunicación. El hombre, como ser pensante y libre, elabora sus ideas y toma posición
frente a las cosas, a los demás y sobre todo, frente a su propia vida. Es evidente que el
hombre necesita soledad no sólo para rehacerse frente al desgaste social, sino para
"recogerse" a sí mismo, para disponer de sí y elegir su destino. Sin este "diálogo del alma
consigo misma" -como define Platón al pensares imposible todo diálogo de hombre a
hombre. Pero, por otra parte, el hombre necesita abrirse a los demás, brindarse y acoger a

171
CATEDRA DE FILOSOFIA EDUCATIVA
los otros en la comunicación, que le permite no sólo poder subsistir materialmente con los
medios indispensables para una existencia humana, sino también para aprender,
perfeccionarse y confrontar sus ideas a fin de alcanzar la verdad, el bien y la justicia.
4. En tiempos recientes se ha hecho una distinción, que se hace comprensible dada la
realidad del Estado totalitario y la posibilidad cierta de que esta situación alcance a la
humanidad en su totalidad. Sin embargo, creemos que es una distinción, no obstante
mostrar aspectos ciertos de la realidad contemporánea, peligrosa, en cuanto cree que la
actual organización de la vida humana es fatal e irreformable. Ha sido propuesta en el
campo no sólo de la filosofía, sino también (e inicialmente) de la literatura. Se trata de
contraponer
individuo - persona
vida pública sociedad - comunidad vida privada
comunicación - comunión
En este esquema: el individuo es identificado a una función y por lo tanto es
reemplazable por otros; forma parte de un vasto mecanismo humano que es la
organización laboral, jurídica, etc. que constituye la sociedad. Su forma de relación es la
comunicación cuyo valor está en el vincular las actividades de cada uno en la producción
de algo, o sea, en su eficacia y economía. Frente a esto, la persona como ente poseído de
interioridad, autoconciencia y autodecisión, espontaneidad e irremplazabilidad; la
comunidad cuyos lazos se fundan no en la utilidad sino en la amistad desinteresada con
una fuerte carga emotiva y capacidad de sacrificio. Su forma de relación es la comunión de
los espíritus lograda no en la uniformidad sino en la unidad profunda de los altos valores
del espíritu, como lo son, la verdad, el bien y la belleza.
Decimos que, si bien responde a la situación del hombre contemporáneo, a su
desgarramiento y peligro de alienación (por los intereses, ideologías, etc.) sin embargo,
privan de toda posibilidad de informar la vida humana de lo que le es propio: valor
personal a su tarea profesional, eticidad y solidaridad en la vida social y por último,
sentido a la información y comunicación (sobre todo de los "medios sociales de
comunicación"). Además, la separación radical de la vida privada de la pública desdobla al
hombre en dos, con todas las consecuencias previsibles (lo cual no quiere decir que no
deban mantenerse ambos ámbitos como distintos. Justamente por lo dicho en el punto III,
5; el peligro está en contraponerlos como independientes y casi como enemigos).

5. Para redondear este bosquejo, agreguemos que el hecho de estar juntos los
hombres, no conlleva necesaria y automáticamente al desarrollo humano. Es necesario
que todos se esfuercen por obtener o, al menos, aproximarse a la realización de los
VALORES que hacen posible y enriquecedora la convivencia social. Entre otros, señalemos

172
CATEDRA DE FILOSOFIA EDUCATIVA
los siguientes: la veracidad, que implica decir la verdad y cumplir la palabra empeñada; la
justicia, que incluye la disposición de dar a cada uno lo que en derecho le corresponde y
también que los legítimos derechos sean salvaguardados por la sociedad; el respeto al
otro, tanto a sus ideas y creencias como a sus decisiones personales, sociales o políticas; la
solidaridad que abarca el amor a los demás, por encima de sus defectos y limitaciones e
inclina a hacer el bien desinteresadamente; la responsabilidad que debe ejercerse en
todas las esferas de la vida humana; etc.

IV. EL CONOCIMIENTO HUMANO.


1. Hemos señalado (cf. supra, 6), como característica del hombre, su "apertura" al
mundo de las cosas y de las personas; más aún, su trascendencia a la comprensión del ser,
dé la verdad, de los valores últimos. Asimismo, se ha señalado que esta apertura no
significa dispersión o alienación total, puesto que las actividades psíquicas humanas
(conocer, sentir, querer, etc.) son ejercidas desde un yo y en una interioridad consciente
en sí misma y del mundo físico y humano. Por consiguiente, podemos hablar de una
apertura reflexiva o de una reflexión abierta.
En éste apartado vamos a concretar un poco más esta caracterización global,
cediéndonos al plano del conocimiento.
Desde los albores mismos del pensamiento científico-filosófico, en la Grecia del s, VII
a X., los pensadores distinguieron un saber de experiencia de un saber racional. Con esta
distinción no se quería negar que el saber de experiencia está desposeído de racionalidad
o que el saber racional está vaciado de experiencia: se quería señalar más bien dos niveles
de conocimiento, el primero de los cuales culmina con un conocimiento probable, y el
segundo culmina en la certeza. Al primero llamaron conocimiento de opinión (doxa) y al
segundo, conocimientos de la verdad (episteme). Este último goza de la universalidad
(válido para todos los hombres y todos los tiempos), de la necesidad lógica (coherencia
rigurosa) y causal (relación causa-efecto), en contraposición al primero que es un
conocimiento parcializado, contingente, puramente fáctico (en el mejor de los casos, sabe
que es así pero no sabe por qué). La, historia del pensamiento de Occidente ha transitado
por estos caniles. Sin embargo, se trata de un esquema, ciertamente válido, pero esquema
al fin.
El conocimiento humano plantea una serie de problemas que en sus niveles
superiores se agitan en la llamada "Teoría del conocimiento" o "Epistemología". Desde

173
CATEDRA DE FILOSOFIA EDUCATIVA
luego, éste no es el momento de abordarlos. A los fines que perseguimos en esta obra, sólo
nos, basta con mostrar algunos aspectos del conocimiento, a saber, aquellos que nos
ayudarán a conocer mejor al hombre.
2. Empecemos por el llamado saber de experiencia En general, llamamos experiencia
el conocimiento que obtenemos con el contacto vivo con las cosas y personas. Dentro de
esta caracterización, podemos distinguir distintos tipos de experiencia, que abren al
hombre distintas zonas de la realidad.
A) experiencia sensible: es aquella que se va formando en contacto sensitivo con la
realidad material. La información que nos van proporcionando la vista, el oído, el tacto,
etc. se va "procesando" con la ayuda de la memoria y de la fantasía, hasta obtener algunos
resultados generales. No es un proceso mecánico, sino un proceso vital con intervención
más o meaos profunda de la razón. En cuanto a los resultados, no son simplemente suma
de datos, ano conclusiones a partir de los mismos; por la experiencia sensible, el hombre
conoce "lo que suele suceder". "la regularidad de los fenómenos", p.e. la regularidad de
día-noche, la secuencia de las estaciones/los ciclos anuales, etc., las épocas propicias para
la siembra y la cría, las leyes más simples que rigen los procesos físicos, etc.
B) experiencia de la vida: es aquella que se va formando en contacto afectivo con la
realidad humana. Aquí son los hechos humanos que gracias a la memoria histórica se van
comprendiendo como sujetos a una cierta persistencia, obrando de un cierto modo, a la
larga o a la corta resulta tal o cual bien o mal que se revierte sobre el hombre mismo y
muchas veces, sobre el grupo social. Este tipo de experiencia brinda al que la tiene, una
cierta sabiduría que le hace prudente en sus juicios y en sus acciones. Es la que se traduce
en los dichos y refranes populares y. en un nivel superior, se expresa en las grandes obras
literarias. Acotemos que esta experiencia de la vida la va haciendo cada individuo, pero
también podemos hablar de una experiencia de los pueblos y aún. una experiencia de la
humanidad.
C) experiencia estética: es aquella que el hombre tiene emocionalmente en
contacto con la belleza. Los hombres que tienen esta experiencia la sienten como algo
extraordinario en el sentido que se sienten transportados del mundo de todos los días
hacia una región superior, más libre y sublime, Los grandes artistas, poetas y literatos son
los que han sido favorecidos de un modo especial por esta clase de experiencias, no
obstante, en general todos los hombres, en mayor o menor medida tienen esta clase de
experiencias, p.e. frente a un hermoso paisaje* a una pieza musical, etc.
D) experiencia religiosa: es lo más alto en el conocimiento humano ya que consiste
en el contacto con lo divino. En realidad, en los casos más típicos como lo constituyen los
grandes místicos, se trata de una gracia extraordinaria. Pero también, como en lo anterior,

174
CATEDRA DE FILOSOFIA EDUCATIVA
todos los hombres, en algún momento, a veces en las llamadas situaciones límites, se ven
sacudidos por estas experiencias.
Si repasamos estas diversas clases de experiencia, vemos lo siguiente:
La experiencia, en cuanto tal es intransferible. - sin embargo, pueden comunicarse los resultados de la
misma, para apreciarse estos resultados, debe tenerse cierta experiencia, el hombre puede hacer experiencia
porque nace y vive en una comunidad humana signada histórica y culturalmente.
Toda experiencia abre al hombre a un mundo de valores: la primera, a la verdad; la segunda, al bien; la
tercera a la belleza y la cuarta, a la trascendencia absoluta, el conocimiento de experiencia supone en el hombre
una actividad mediante la cual se apropia, por así decirlo, de la riqueza del ser y, al mismo tiempo, rompe sus
límites espacio-temporales.

4 Pasemos ahora a otro nivel del conocimiento el conocimiento científico y filosófico.


En líneas generales, este conocimiento se destaca por el grado de abstracción que se
alcanza, por la exigencia de rigor y crítica, por su aspiración a conocer las estructuras
fundamentales de la realidad y por la necesidad de explicar las cosas, o sea. de dar la
razón o porque de las cosas. En este nivel, el conocimiento humano busca el conocimiento
de las cosas por sí mismo, desea simplemente saber Tal era el sentido original de esa
actitud humana que se llamó en Grecia "filosofía" (amor al saber), y que comprende tanto
a lo que hoy llamamos la ciencia como la filosofía.
Sin embargo, razones históricas nos obligan a distinguir a ambas, no tanto por la
actitud del hombre frente a lo real, cuanto por el área o región que el hombre quiere
explorar con su pensamiento Dejando de lado problemas muy complejos, digamos que por
el avance de las ciencias (naturales o físicas, formales y humanas) el hombre, va
descubriendo más y más la realidad. Va aportando un elemento esencial a la cultura, y por
lo tanto, a la constitución del mundo humano. El hacer científico es a la vez penoso y
gratificante, el acervo actual es resultado del esfuerzo de muchas generaciones y por ende,
es una actividad del hombre individual pero también del hombre social. Por otra parte, la
filosofía aspira, como saber más amplio y profundo que el anterior, a encontrar la
respuesta de los problemas últimos y definitivos del hombre. Más que un área o zona de lo
real, su pregunta abarca a lo real en su totalidad, en sus articulaciones básicas, en una
palabra, en la esencia misma de las cosas (la pregunta: que es el hombre, que es el
conocimiento, que es el ser, que es la verdad, etc. son preguntas filosóficas).
5. El análisis del conocimiento humano, que a grandes trazos hemos efectuado, nos,
induciría a error si no intentáramos una breve síntesis. De lo contrario, creeríamos que se
tratan de compartimientos estancos cuando de hecho se imbrican unos y otros. En
realidad, el pensamiento humano se va desenvolviendo progresivamente y
especializando, hasta alcanzar de terminados niveles. Pero no como quien va pasando de

175
CATEDRA DE FILOSOFIA EDUCATIVA
un sector a otro, dejando definitivamente atrás, i los primeros, sino asumiéndolos,
penetrándolos, perfilándoles, cada vez mejor. En otras palabras, el conocimiento es un
proceso integrativo que va progresando por el dinamismo propio de la razón y por el
deseo innato del hombre de saber, tanto en el terreno teórico como en el práctico (sea en
el aspecto técnico como en el aspecto ético).
Si nos atenemos a lo que hemos designado como "saber de experiencia", podemos
constatar que la "experiencia de la vida" nos permite manejamos entre las cosas que nos
rodean, al brindar un cierto marco de referencia a nuestras acciones y por lo tanto, a
organizar nuestra propia vida. La "experiencia de la vida" supone por otra parte una
experiencia sencilla, si bien interpretada en sus valores humanos y enmarcada en una
cierta imagen o concepción del mundo. La "expártemela estetica" tampoco está
desvinculada de la experiencia sensible (pie. la maravilla del orden cósmico) ni de la
experiencia de la vida (p.e. la belleza que resplandece en ciertas leyendas o dichos
populares). Lo que sucede es que en esta experiencia aparece algo ó se pone de manifiesto
algo que permanece ocultó en la vida cotidiana; y ordinaria, en sus aspectos utilitarios y-
morales. Y, ¿qué decir de la "experiencia religiosa". Acaso ella no abre de improviso al
hombre a aquello que es la verdad, ¿la bondad y la belleza en su misma esencia? Acaso ella
no engloba y trasciende todo lo disperso y lo cambiante en la Unidad pura y simple,
¿constituyendo la sabiduría suprema?
6. La vida humana es posible gracias a su capacidad de conocimiento: el hombre
puede elegir libremente porque puede conocer alternativas y valorarlas; puede producir
cosas diversas porque puede conocer las posibilidades que le ofrecen las cosas y los
medios para transformarlas; puede conocer el valor de las personas porque puede
conocer el valor de las personas, etc.
Desdé luego, no basta conocer para actuar convenientemente o hacer o decir o amar,
como, corresponde. Sin la voluntad, el hombre quedaría inerte. Pero el conocimiento es
como la luz que abre caminos e ilumina los pasos, tanto al hombre individual como a la
humanidad en general.
La antigua definición del hombre como "animal racional" destaca esta nota sobre
todas las demás, no porque reduzca al hombre a pura racionalidad (cosa que hará el
racionalismo moderno) sino porque ve en ella la capacidad de emerger sobre el tras fondo
animal para llegar a su plenitud específica.
Frente a las corrientes irracionalistas contemporáneas, que reducen al hombre a la
"voluntad de poder".(Nietzche), al instinto rapaz" (Spengler), a "juego del inconsciente"
(Freúd)," a "libertad" absurda' (Sartre)," etc, debemos guardar la suficiente sensatez para

176
CATEDRA DE FILOSOFIA EDUCATIVA
ver las cosas como son: la auténtica sabiduría es la máxima posibilidad y la vocación a la
que él hombre está destinado.

V. EL ARTE Y LA TECNICA.

Tanto el arte como la técnica entran en las actividades humanas, en cuanto éstas tienden a

producir algo, sea un objeto determinado, sea un resultado buscado. Lo típico de estas

actividades reside en que por ellas el hombre no busca directamente su propia perfección

(como sucede en las actividades morales o éticas y sociales) sino lo que busca es la

perfección o construcción de algo. Son por; así decirlos actividades transitivas, ya que

apuntan hacia un objeto, "transitan" hacia un resultado, 'previsto y querido."

Decimos "previsto y querido" justamente porque aquí reside lo propio del hombre.

Muchas especies animales "transforman" lo dado naturalmente, en vista a fines, y en este

sentido, por extensión, podemos hablar dejarte o de la técnica, p.e. de las abejas en

construir sus panales, de los castores en construir diques, canales y hábitat, de los pájaros

en construir sus nidos, etc. Pero los animales construyen siguiendo los dictados de la

naturaleza; "modifican" el contorno' de una manera siempre igual y dentro de los estrictos

límites de sus necesidades vitales. El hombre no posee este "instinto"; tiene que inventar

soluciones a sus problemas (que pueden ser variadas) y elegir algunas "de acuerdo a

determinados criterios de valoración. Pero además de ello, puede hacer cosas al solo

efecto de disfrutar de su belleza: cosas-"inútiles" de por sí. El simple muestrario de lo que

el hombre ha ido haciendo en el tiempo y espacio, desde su aparición de la tierra, sería

imposible. Esta variedad y multiplicidad no es fruto del azar.

177
CATEDRA DE FILOSOFIA EDUCATIVA
El hombre primero "hace" la cosa en su mente y en su imaginación, calcula los

medios para lograr su producción, pone "manos" a la obra sin dejar por ello de fijar su

atención y regular lo que va haciendo, y por fin juzga de lo que ha hecho. Esto que en la

producción de las cosas más simples se puede fácilmente verificar, acontece también, a

grandes rasgos, en las cosas más complejas (en los procesos de producción industrial,

p.e.). El momento de la libertad y la decisión son fundaméntales, no sólo en cuanto a

"ponerse" a trabajar, sino también en lo que quiere hacer y en cómo quiere hacerlo. Así

pues, "previsión y decisión", conocimiento y voluntad, son: las dimensiones que aparecen

como características del hacer humano, sin olvidar por ello la mano que, al decir de

Aristóteles, es el instrumento de la razón práctica en el orden del hacer productivo.

2. Actualmente distinguimos arte y técnica, significando por arte aquella actividad

por la que se producen cosas bellas y por técnica, por la que se producen cosas útiles. A

pesar de lo que aparentemente es obvio, sin embargo la cosa no es tan sencilla. Todavía en

nuestro lenguaje quedan restos o vestigios de otra concepción de las cosas: hablamos del

"arte de curar", del "arte culinario", del "arte de la política", y de los "artesanos".

Asimismo, habíamos del técnicas del aprendizaje", de la "técnica de un ejecutante

(musical)", etc.. Para despojar las consideraciones, siguientes de un carácter puramente

académico, digamos que el tema tiene gran actualidad; la técnica contemporánea, aplicada

a la producción de bienes materiales, trata de lograr objetos no simplemente útiles sino

bellos, rescatando de este modo las profundas raíces de donde surge el trabajo humano

que tiende a usar de cosas útiles y bellas, (acuérdese por ejemplo, la importancia que tiene

una herramienta bien diseñada). Es que se está cerrando una brecha, abierta a principios

de la modernidad, y que tiene su máxima expansión en los comienzos de la revolución

industrial. La historia de esto es ilustrativa y a la vez, sugestiva para nuevas realizaciones.

3. Dejando simplemente señalado el común origen del arte y de la técnica ("ars" en

latín es el equivalente de "techné" en griego) para indicar aquella cualidad adquirida por

178
CATEDRA DE FILOSOFIA EDUCATIVA
¡a que a! hombre puede hacer bien una cosa, ciñámonos a ampliar lo que significa para el

hombre estas actividades.

Empecemos por el ARTE o BELLAS ARTES. El valor que el artista persigue es la

belleza, materializándola en una obra: un cuadro, una sinfonía, un edificio, etc. La obra de

arte será pues tanto más valiosa, cuanto más en ella resplandezca la belleza. Los

materiales, técnicas o unías podrán ser variables, pero la constante será siempre su

capacidad de expresar y comunicar lo bello. El artista incorpora con su actividad algo que

la naturaleza de suyo no produce: aporta a la constitución del mundo de la cultura. Por lo

mismo, el arte es auténtica manifestación del ser. del-hombre, como capaz de plasmar

objetivamente su intonsa experiencia estética.

Y no solamente esto: es capaz de transmitir a otros esta experiencia, suscitándola por

mediación de la obra. Así pues, tanto desde el punto de vista del artista como desde el

punto de vista de aquellos que disfrutan de las obras de arte, el hombre es capaz de

abrirse a la esfera de lo bello.

Lo que denominamos "bello" ofrece, por lo demás, una riquísima gama que va desde

lo sublime hasta lo simplemente agradable, desde lo trágico a lo cómico, desde lo

sumamente elaborado hasta lo casí espontáneamente expresado. Es decir que el arte

permite al hombre asomarse desde asociarse a lo extraordinario hasta a brindarle un

pasatiempo. La misma incorporación del arte a la: estera práctica (p.e. la música funcional,

etc.) indican hasta qué punto el hombre necesita de la belleza para su vida. (La

comercialización del arte, la difusión del pseudoarte, la desvalorización social del artista,

el escaso lugar que se otorga en la educación al desarrollo de las capacidades estéticas,

sean creativas, sean fruitivas, son signos de decadencia y de amenaza de

deshumanización).

4. En cuanto a la TECNICA, tengamos presente los horizontes inmensos que abre al

hombre, como es patente en la actualidad. De comienzos muy modestos, loa

179
CATEDRA DE FILOSOFIA EDUCATIVA
conocimientos técnicos se han ido desarrollando y abarcando sectores cada vez más

amplios. Entendemos por técnicos aquellos hombres que han adquirido una serie de

conocimientos y habilidades que le permiten planificar y conducir Un proceso, cuyo

resultado está "medido en términos de utilidad. Aquí radica, la potencialidad y también la

limitación de la técnica. En concreto, el técnico "utiliza" sus propias capacidades humanas

y las ajenas, "utiliza" el mundo que lo circunda, mide todo con criterios utilitarios. Esto

permite focalizar adecuadamente los objetivos propuestos y perseguirlos hasta el final.

Pero lo hace a costa de estrechar su horizonte humano, puesto que tiende a dejar fuera

todo lo que no entre en el cálculo del hombres y cosas como "material" con que hacer o

producir (por eso se habla de "material humano" de "recursos humanos y naturales", etc.).

La pregunta que salta es: ¿para que? ¿para quién? ¿a que costo?. El objetivo es el

"tener más", que no siempre corre parejo con el "ser más". Sin embargo, no debemos

precipitarnos en una condena: la técnica puede proporcionar los medios indispensables

para una vida realmente humana. Presta un servicio grande al hombre: señal de esto es

cómo nuestros pueblos privados de técnica, están en condiciones de inferioridad para ser

ellos mismos en plenitud. Además, la técnica disciplina los hombres, los aboca a asumir la

responsabilidad de forjarse por ellos mismos los instrumentos o medios para su vida, sin

devaneos inútiles ó ensoñaciones fantásticas. En el hacer técnicamente calificado, el

hombre se expresa y aprende el lenguaje, austero de la realidad en la que está

esencialmente arraigado: es un ser corpóreo espiritual que debe asumir, por sí mismo, la

tarea que le compete como tal.

Los males que muchas veces arrastra consigo la técnica no es debido a ella misma,

sino al haber sido incorporada a fines escasamente éticos: (la técnica puede producir

maravillosos artefactos de destrucción masiva, de "lavados de cerebro", etc.). Es un poder

que el hombre tiene. Pero desgraciadamente el hombre también tiene la posibilidad del

mal, del mal uso de potencias y facultades.; De aquí que un desarrollo técnico es un deber

180
CATEDRA DE FILOSOFIA EDUCATIVA
para el hombre, pero vinculando la utilidad al bien o. si.se prefiere, buscando la

"verdadera" utilidad del hombre (de todo el hombre y de todos los hombres).

VI. CONCEPCIONES ACERCA DEL HOMBRE EN LAS DIVERSAS COSMOVISIÓNES.

1. No es posible ni pertinente hacer aquí una exposición amplia y detallada de las diversas

concepciones filosóficas acerca del hombre. Nos concretaremos pues a pergeñar algunas

concepciones significativas que se han dado en el transcurso de la historia del

pensamiento de Occidente. Ello nos hará ver, de paso, cuan problemática resulta la

cuestión del hombre y como el mundo cultural en el que el filósofo reflexiona incide

profundamente en sus concepciones.

2. El homo sapiens; concepción clásica elaborada por los grandes pensadores griegos

(Platón y Aristóteles en. especial) y de vigencia permanente en nuestra cultura. El hombre

es definido desde su más alta posibilidad, cual es la posesión de la sabiduría. Por sabiduría

se entiende la contemplación de la verdad del ser en su totalidad; o sea, frente al

espectáculo maravilloso del universo, el hombre es capaz de descubrir su íntima

estructura y las razones últimas de las cosas. Aunque pequeño en el tiempo y en el

espacio, el hombre es capaz de alojar en su mente contemplativa la totalidad del ser. en su

verdad, en su belleza y en su valor. La profunda felicidad que el hombre alcanza en este

potenciamiento de su inteligencia es signo de su máxima realización y al mismo tiempo,

de máximo alejamiento con el "mundo" animal; en la medida que el hombre adquiere la

sabiduría, se desprende de la animalidad y se acerca a la divinidad.

3. El homo religiosus: concepción elaborada por los grandes maestros del pensamiento

cristiano (S. Agustín y S. Tomás de Aquino en especial). La máxima posibilidad del hombre

es la santidad. El punto de arranque en esta concepción es la situación histórico-religiosa

dentro de la cual el hombre emerge y cuyos pasos más significativos son: creación, caída

original, redención y consumación final. De este modo, el hombre es llamado a la

existencia y destinado por Dios a una comunión plena y definitiva con El. De la "respuesta"

181
CATEDRA DE FILOSOFIA EDUCATIVA
que el hombre di a este llamado (vocación) depende la realización del hombre como ser

individual y social. El arquetipo del hombre será pues, el santo. La máxima capacidad del

hombre será no tanto en saber, sino el amar: capacidad de potencialidad infinita ya que lo

posibilita a identificarse en el Amor mismo esencial, cual es Dios.

4. El hombre como subjetividad racional: concepción desplegada en la modernidad y cuyas

raíces se encuentran en el Renacimiento. Los filósofos más importantes que sustentan

esta posición son Descartes, Leibniz, Kant y Hegel, aunque cada uno de ellos entiende la

subjetividad racional en forma distinta. En palabras sencillas, el hombre es entendido

antes que nada como un "yo" pensante y como tal, contrapuesto a la naturaleza. La

oposición persona-cosa, sujeto-objeto, libertad-necesidad, etc. se torna fundamental. De

este modo, el hombre no se lo define a partir de la naturaleza o del Creador, sino de su

capacidad de autoconocimiento y de autodeterminación, es decir, como ser consciente y

libre. Así. en el yo como sujeto pensante, descubre Descartes lo esencial y universal del

hombre; en el yo como sujeto libre que se realiza en la tarea moral, visualiza Kant lo que

constituye al hombre; finalmente, en el sujeto universal que se va constituyendo

dialécticamente en el proceso histórico, percibe Hegel el auto despliegue del espíritu

humano (hombre - humanidad). En general, la filosofía racionalista (s. XVII-XVIII) e

idealista (s. XIX) transitaron por estos caminos.

5. El hombre como ser natural: concepción que se elabora de diversas maneras en la

segunda mitad del siglo pasado y parte del presente siglo, por las escuelas naturalistas,

biologuitas, positivistas, etc. Con un sello marcadamente materialista. En general, niegan

el carácter espiritual del hombre y reducen al hombre a ocupar el vértice de la especie

zoológica. En una óptica evolucionista, hombre sería el último tramo del vasto proceso

evolutivo de la materia: la complejidad de su organización le permitiría una gama de

posibilidades superiores al resto de los animales, pero esencialmente no diferiría de ellos.

Para algunos (p.e. H, Spencer) el proceso evolutivo se continuaría indefinidamente en lo

que llamamos "historia"; para otros (p.e. Huxley) este proceso remataría en la fijación de

182
CATEDRA DE FILOSOFIA EDUCATIVA
la especie, una vez que haya logrado su perfecto ajuste a la Naturaleza. Las posiciones di-

Marx y de Freud, reducen esencialmente al hombre a instintos primarios indefinidos (en

el primero de subsistencia y en el segundo, sexuales) que se van estructurando en y por lo

que le ofrece oposición y resistencia: el hombre singular sería entontes el resultado o

producto (al mismo tiempo que productor) de lo social a su vez, sobre estructura de aquel

Juego instintivo.

6. El hombre como existencia: concepción forjada en este siglo por la escuela llamada

"fenomenología existencial" (Sartre, Heldegger y Jaspers, en especial). En síntesis; sé pone

de relieve la oposición entre las cosas, que simplemente "están allí" y el hombre que,

desde un allí fáctico se proyecta, se abre, se distiende, se trasciende, constituyendo su

"mundo" (cultural, social, histórico). La pregunta: que es el hombre?, según esta escuela,

está mal planteada, yá que solamente se puede definir lo que tiene límites claros é

invariables. El hombre., es un proyecto que se va autodefiniendo paso a paso por las

decisiones de su libertad, él un Ser que se. define por sus actos. Más que de esencia del

hombre, debemos interrogarnos acerca de su existencia.

7. Este rápido vistazo de las principales concepciones acerca del hombre nos confirman en

aquello que señalábamos al principio: que no obstante lo más cercano a nosotros somos

nosotros mismos, cuando preguntamos seriamente: que es el hombre? nos encontramos

perplejos. Las diversas respuestas podrían inducirnos a damos por" vencidos de hallar

una respuesta válida. Con todo, si reposadamente pensamos en cada una de ellas,

constatamos que d bien no hay ninguna que no muestre algo de verdad, unas penetran

más ampliamente qui otras en lo que es el hombre y cuál es su destino.

8. Una última Observación: a pesar que las diversas concepciones que hemos presentado

acerca del hombre se han ido originando en diversos momentos históricos, ello no quiere

decir que se han ido suplantando (como te va suplantando las teorías científicas) de tal

suerte que las más recientes anulen las Anteriores. En nuestro mundo cultural

contemporáneo todos ellas, en mayor o menor grados, en mayor o menor pureza teórica,

183
CATEDRA DE FILOSOFIA EDUCATIVA
confluyen formando una compleja trama de ideas que dan pie a distintas expectativas,

actitudes, procedimientos. La tendencia actual, en muchos círculos, de reducir al hombre á

sus aspectos materiales (biológicos, económicos, físicos, etc.) es signo de la pobreza y falta

de vigor del pensamiento. Negar en la teoría o en la práctica lo espiritual es negar al

hombre mismo, es desconocer su íntima esencia, verdad y valor. Por el contrario,

desconocer en el hombre sus aspectos y necesidades materiales es también desconocer

algo que le es Inherente y esencial. El hombre, como lo ha mostrado nuestro análisis, es un

ser corpóreo-espiritual dotado de potencias y capacidades que deben ser ejercitadas

rectamente para alcanzar su perfección. Claudicar de estas tarea que a cada uno le

incumbe equivale así no asumir responsabilidades se existencia y por consiguiente, a ser

juguete de las circunstancias.

VII. HACIA UNA ANTROPOLOGIA FILOSOFICA LATINO-AMERICANA.

1. Hasta hora hemos hablado del hombre en general. Trataremos de abordarlo ahora, en

particular. Este tratamiento ofrece un Interés teórico y un interés práctico. Teórico,

porque el ser humano en concreto no se agota en su materialidad cuantitativa individual

(p.e. Pedro, Andrés, etc. con su porción materia cada uno), sino se singulariza como

miembro de una comunidad histórico - cultural Identificaría (p.e. chino, alemán, peruano,

etc. en una coordenada espacio -temporal determinada). De este modo puede constituirse

como objeto de las llamadas ciencias del hombre". En nuestro sub-continente

latinoamericano, estos estudios se han acentuado en los últimos decenios, pero dadas las

dificultades inherentes a este tipo de investigaciones (con el agravante que se impone una

tarea interdisciplinaria), los resultados son aun provisorios. En cuanto a su interés

filosófico diremos que, a nuestra experiencia dé hombres que despliegan su existencia en

este ámbito histórico-cultural, unidos los resultados que se van obteniendo de las

Investigaciones antedichas, sirven de plataforma para una serie de reflexiones

trascendentes. La pregunta acerca del hombre cobra mayor concreción y urgencia: ¿qué

184
CATEDRA DE FILOSOFIA EDUCATIVA
somos nosotros y cuál es nuestro destino? Sin duda es un mérito de Hegel haber

planteado la pregunta a partir de una visión global de la humanidad, en la que se va

insertando el hombre. Y el, en parte al menos, desde esta perspectiva cómo puede

interrogarse filosóficamente acerca del "ser nacional". Con todo, esto no invalida, antes

bien la consideración precedente acerca del hombre, ya que, como se ha deducido al

hombre (de todo hombre) no se agota en sus instancias sociales, históricas, culturales, etc.

2. Dada la actualidad e importancia del tema presentamos un pantallazo de algunos ensayos

de interpretación del “ser” latinoamericano. Cada una de la interpretación hace uso de un

instrumento conceptual o categorías de interpretación, gradual al cual el fenómeno

humano busca ser esclarecido adecuamiento

a) La Interpretación positivista: el presupuesto para Interpretar nuestra realidad es que

toda cultura es producto de la geografía y da la raza. Aplicados a la realidad argentina,

resultado lo siguiente: poseemos un territorio de una amplitud y continuidad capaces de

desarrollar una comunidad autosuficiente; que posee el vasto mar, llanuras Inmensas y

montañas, condicione que históricamente se deben dar para e) nacimiento de una cultura

autóctona; población blanca, sea de proveniencia hispánica, sea de inmigración, que ha

demostrado ser la delantera de una civilización de avanzada. Por lo tanto, la Argentina es

naturalmente el país de América Latina, que estructurara para toda ella una nueva

civilización. Sin duda, toda la generación del 80 se manifiesta en esta Interpretación de J.

Ingeniero. Antes de él, otro representante buscaba Interpretar el ser nacional a través de

la oposición civilización o barbarie. Nos referimos naturalmente a Sarmiento. Con mayor

rigor científico y metodológico maneja el tema O. Bunge, aunque con los mismos criterios

básicos.

b) La Interpretación culturalista: podemos señalar como representantes al cubano J.

Martí y al uruguayo Rodó. El criterio de Interpretación es el "ethos", o sea, el modo de ser,

valorar y proceder de los pueblos en su configuración cultural, dado que la vida humana

se asume y orienta según determinado» valores. Así pues, el "ethos" de Sud-América es

185
CATEDRA DE FILOSOFIA EDUCATIVA
opuesto al de Norte-América (estamos en el momento de la reacción anti positivista): el

primero es idealista, espontáneo, humanista; el segundo es materialista, pragmático y

utilitario. Como consecuencia, no debemos tornar modelos ajenas sino afirmarnos en lo

propio, rescatando las raíces culturales propias de lo» pueblo» latino». Otra

Interpretación basada en los mismos presupuesto» ha sido en tiempos más cercanos

propuesta, entre otros, por Caturelli: América del Sur no es una sino dos, es "bifronte": la

Indoamérica y la hispano-américa. Son dos culturas superpuestas que coexisten sin aún

Integrarse. De aquí el desgarramiento constante en el Interior del subcontinente y la

dificultad de identificarse.

c) La Interpretación hegellana: Hegel había señalado en su "Filosofía de U.

Historia" que Sudamérica. aún no había emergido en la historia porque para ello es

menester la auto-conciencia plena, fruto de un proceso largo que se realiza a través de sus

expresiones espirituales materializadas en obra» de cultura. O sea, solamente cuando el

espíritu de un pueblo se plasma u objetiva en sistemas políticos, sociales, religiosos, etc. es

capaz de volverse a sí mismo y tener conciencia de sí. El hombre sudamericano es Incapaz

de esto precisamente porque aún no se ha expresado plenamente: recién comienza a-

ingresar en la historia. Entre nosotros, ha sido Nimio de Anquln el que, en un profundo

ensayo, (aún inédito) ha recorrido estos caminos» de interpretación.

d) La Interpretación marxista: es sabido la Importancia que otorga Marx a los

procesos económico». A su juicio, éstos constituyen la Infraestructura de toda sociedad y

el elemento determinante de toda realidad humana: arte, ciencia, filosofía, derecho, etc.

son reflejos (superestructura) de esta realidad básica. Así pues, con este presupuesto

nuestra realidad quiere ser interpretada a la luz deja oposición opresor-oprimido, a nivel

no ya de clases al interior de cada país (esto también, pero como fenómeno consecuente),

sino de países opresores-países oprimidos, y en nuestro caso, países desarrollados,

poseedores de la tecnología, capitales, etc. y países subdesarrollados, carentes de la

misma. América del Sur sería pues un campo de batalla, en el que los dos polos dialécticos

186
CATEDRA DE FILOSOFIA EDUCATIVA
actúan querer ser para sí mismos y no dejarlos ser, sino para otros. Entre nosotros, un

expositor inspirado primeramente en la filosofía de la existencia de Heidegger y

posteriormente, de Marx ha ensayado este camino. Nos referimos a Astrada. (En Latino-

américa hay varios, aunque todos se mueven con flexibilidad en el manejo de las

categorías interpretativas).

e) La interpretación cristiana: los documentos de Medellín (Colombia; y Puebla

(Méjico) elaborados por el Episcopado Latinoamericano, recogieron primero y dieron

lugar después, a un conjunto de trabajos orientados de "repensar" nuestra realidad a la

luz del mensaje cristiano. Muñidos del arsenal filosófico contemporáneo, numerosos

autores latinoamericanos han elaborado y están elaborando una antropología de

inspiración cristiana. Citaremos al respecto los trabajos de los argentinos Dussel y Pro y

del uruguayo Methol Ferré.

3. El simple pantallazo que presentamos da una idea, al menos, del movimiento

cultural de nuestros países que. no es ya una simple promesa, sino que se va haciendo

realidad. Queremos subrayar que ninguna corriente "copia" o "usa mecánicamente" los

modelos o categorías de interpretación; más bien, se inspiran o recogen elementos que se

estiman válidos y aún se crean otros nuevos, para una reflexión profunda y de valor

universal, Así pues, podemos hablar de una filosofía y de una antropología

latinoamericana. Siendo ellas un capítulo, momento o concreción de la Antropología (sin

aditamentos), el esfuerzo que se realiza constituye un aporte, significativo al "saber del

hombre".

BIBLIOGRAFIA ( a l g u n o s c a p í t u l o s ) :
BUYTENDIJK, F.J.: El hombre y «I animal. Ensayo de piicolagía comparada. Bs. As. Nova.
BUBER, M.: Qui ti al hombre? México, F.C.E. (Coi. "Breviario*")
CASSIRER, E.: Antropología Filosófica. México FCE.
COLOMBER, E.: Hembra e Historia, Hender, Barcelona (Peq. Biblioteca)
GyARDINI, R.: Mundo y persone. Guadarrama, Madrid.
SCHEL5R, M.: El puesto del hombre en el cosmos. Bs. As. Losada.
SCHOEPS, A.: Quien si hombre?. Madrid.
FROMM, E.: Marx y e! concepto del hombre. F.C.E. México.

187
CATEDRA DE FILOSOFIA EDUCATIVA
MOUNIER, E.: El personalismo. EUDEBA, S Bs. As.
ROMERO, F.: Filosofía de la persone. Losada, Bs. As.
ORTEGA Y GASSET, J.: La rebelón de las masas. Espasa. Bs. At.
ORTEGA Y GASSET, J.: Meditación sobre la técnica. Espesa. Bs. As.
ARVON, H.: Filosofía del. trebejo. Tauais. Madrid.
JASPE RS, K.: Razón y existencia. Nova, Bs. As.
JASPERS, K.: La situación espiritual de nuestra época. Madrid.
PARIS, C: Mundo técnico y existencia auténtica. Guadarrama, Madrid,
VILLEGAS, : Filosofía Latinoamericana. Bs. As.
VARIOS AUTORES: Antropología del siglo XX. Sígueme. Salamanca.
VARIOS AUTORES: Cultura popular y FU. da la liberación. G. Cambeyro. B». As.
DE ZAN, J.: Idea integral del hombre.,Fec. O Jurídicas. Santa Fé.

188
CATEDRA DE FILOSOFIA EDUCATIVA

EL HOMBRE EN EL MUNDO CULTURAL GRIEGO

INTRODUCCIÓN
Una larga historia
Detrás de nosotros existe un tiempo fabuloso en el cual se desarrolla la larga historia
humana. Se va acumulando en ella un legado que llega hasta nosotros y en gran parte no
explica.
Alguien podría pensar que ya no existe ninguna vinculación entre el hombre del siglo XX y
nuestros antepasados que comenzaron a utilizar el fuego como instrumento defensivo y de
dominio ante una naturaleza desconocida, poderosa y temible. Tal interpretación no hace
justicia la esencial historicidad del hombre y a la experiencia humana acumulativamente
histórica.
La distancia entre nosotros y el mundo primitivo obviamente es profunda. Sin embargo,
podemos encontrar sus huellas en nuestra conformación biológica, psíquica y espiritual.
Muchos de nuestros miedos, por ejemplo, encuentran allí su origen. La actitud mágica ante los
acontecimientos del mundo también procede de aquel pasado arcano. Asimismo en ese tiempo
se configuró la interpretación religiosa de la existencia, con una riqueza simbólica expresada
en los grandes mitos; ellos también aparecen en los repliegues de nuestra conciencia.
Por ello es importante poseer conciencia histórica. Torna posible mirar el futuro
partiendo de una autoconciencia reflexiva.
En los estudios históricos, es necesario advertirlo, hay que realizar u esfuerzo para no
interpretar con categorías y valores actuales un pasado que se desarrolló en un horizonte
espiritual distinto. Pero también es necesario rescatar el aporte del legado que de algún modo
está contenido en el presente.
El tiempo humano, si lo comparamos con los dos mil años transcurridos después de Jesucristo,
es sorprendentemente largo. El vestigio más antiguo de un homínido que utiliza el fuego nos
lleva a la lejanía de 3.750.000 años (restos hallados en Tanganika).
El hombre pre-neandertelensis desarrolla su vida entre los 150.000 y 100.000 años antes
de nuestra era. Los datos arqueológicos nos lo muestran enterrando a sus muertos con
ofrendas en Asia Menor, África, Siberia, España, y el Norte de América. El hombre que ya pinta
las cavernas y se ha esparcido por todos los continentes se ubica en los 35000 años. En este

189
CATEDRA DE FILOSOFIA EDUCATIVA
tiempo sobresale un área y la cultura que allí se crea: el área caucásica y la cultura
indoeuropea. De este tronco saldrán diversas etnias: helénica, romana, iraní, celta, filistea.
Recién 2500 años antes de Cristo comienza la escritura; esta permite a los historiadores
dividir el tiempo humano en historia y prehistoria.
LAS GRANDES CULTURAS
Grandes civilizaciones precedieron a la griega. Algunas tuvieron en ella una influencia
directa; otras operaron por vía indirecta.
Aproximadamente 10000 años antes de Cristo se produce en Europa la revolución
agrícola; el hombre de mero cazador y recolector pasa a la domesticación de animales, al
cultivo de las plantas, la invención de la cerámica y varios instrumentos. En el tercer milenio (
a. De Cristo) se produce lo que se ha llamado el " milagro egipcio" y el "milagro sumerio". En un
tiempo relativamente corto se desarrollan estas culturas con un notable desarrollo intelectual,
artístico y un complejo sistema social; como núcleo de todo ello: un sistema de creencias y
valores religiosos ( la inmortalidad del alma, el juicio final que reinstaura el orden y la justicia,
el respeto a la dignidad humana y el ensanchamiento de la vivencia de la responsabilidad
personal, el deber de asumir a lo Divino en el centro de la conciencia, son algunos elementos
básicos de esta religiosidad).
El descubrimiento de la escritura por los egipcios marca un hito histórico, pues permite al
pensamiento distinguir entre el signo y la cosa significada, así como objetivarse en un producto
cultural, manejarlo y de algún modo pensarse a sí mismo. No es difícil comprender la
importancia de este hecho del cual los griegos fueron herederos a través de los fenicios. No
obstante fueron conscientes del costo que implicaba la utilización de dicho instrumento.
Platón en su diálogo Fedro (274,d), pone en boca de Sócrates un mito egipcio según el
cual, uno de los antiguos dioses, Theuth, inventor de los números y el cálculo, la geometría y la
astronomía, dio también a los hombres la escritura. Theuth ante un rey egipcio pondera las
virtudes de este don: " Este conocimiento hará más sabio a los egipcios y vigorizará su
memoria: es el elixir de la memoria y de la sabiduría, lo que con él se ha descubierto". Ante ello
Platón comenta: "La escritura producirá el olvido en las almas al hacerles despreciar la
memoria; confiando en la escritura, tratarán de suscitar sus recuerdos desde fuera por
caracteres extraños, y no desde dentro, del fondo de sí mismas"; será el instrumento "no de
retener, sino de renovar el recuerdo", llevará a "la presunción de la ciencia, no a la ciencia
misma";" porque cuando los hombres hayan leído mucho, se creerán muy sabios, aún sin haber
aprendido nada; se convertirán en presuntuosos ignorantes, porque se creerán sabios sin
serlo". Por eso no hay que olvidar, continúa Platón, que el auténtico discurso es "el discurso
vivo y animado", el que se escribe y escucha desde el centro del alma, del que el escrito es
solamente una imagen muda (Fedro 274,e). Según ello, el libro es un instrumento de un filo

190
CATEDRA DE FILOSOFIA EDUCATIVA
peligroso: o posibilita el diálogo en el espíritu o se convierte en el objeto de un aprendizaje de
palabras sin posibilidad de obtener sabiduría alguna. (La historia de la educación, en nuestro
caso latinoamericano, da sobradas razones a la advertencia platónica). El legado egipcio
naturalmente que es más amplio que la escritura. Las matemáticas y la astronomía, la
concepción moral y religiosa, tuvieron profundas repercusiones en la cultura griega.
Si ahora la mirada se dirige a la cultura sumeria (a orillas del Eufrates, 5000años antes de
Cristo), aparecen densos "Universos Simbólicos" de los mitos originarios que llegan hasta
nosotros(el paraíso terrestre, la caída del hombre, el diluvio, el destino del alma humana
inmortal). En el período neosúmero (aproximadamente 2000años antes de Cristo) utilizan
diversos géneros literarios (himnos, textos sapienciales, lamentaciones, etc.)que luego
aparecerán en la Biblia del Pueblo de Israel. El padre de este pueblo, Abraham, vive hacia el
1700 a.c. esta tradición, como se sabe jugará un papel decisivo en la historia de Occidente.
En el Oriente las culturas hindú y china ponen en evidencia un sabiduría más que
bimilenaria que también llegan al siglo XX por sus propios caminos y, hoy, posibilitan un
fecundo diálogo intercultural.
Como puede observarse la cultura griega relativamente tardía y hay en ella la confluencia
de una larga historia y el aporte de varias culturas.

La categoría "Occidente"
En este capítulo y en los siguientes estudiaremos la Civilización de Occidente en su
secuencia histórica. Es conveniente aclarar, de entrada, el significado del término
"OCCIDENTE" para evitar equívocos y rápidas generalizaciones ideológicas. Dicho concepto es
sólo una categoría histórico-cultural y se le debe despojar de la carga valorativa con la cual se
la usa muchas veces.
Esta categoría histórico-cultural significa a)un contorno geográfico, b) un tiempo histórico
(aproximadamente 28 siglos); y c) una diversidad de etnias unificadas en cierto modo por una
historia espiritual común.
Dentro de este contorno geográfico y tiempo, se desarrollan diversos pueblos (sajones,
latinos, germanos, latinoamericanos, esclavos, etc.), con sus particularidades e incluso
antagonismos. Sus culturas también son distintas. Estos pueblos evolucionan por períodos
cuyos contrastes a veces resultan asombrosos. Así por ejemplo, pertenece a Occidente un
Francisco de Asís, pero también pertenecen a Occidente las empresas multinacionales; es obra
de Occidente la Divina Comedia o las sinfonías de Beethoven, pero también es occidental el
espíritu de lucro de la empresa colonial de la Europa Moderna.

191
CATEDRA DE FILOSOFIA EDUCATIVA
No obstante, la diversidad señalada, existe rasgos unitarios que hacen que lo "diverso"
pertenezca a una misma civilización. Es lo que intentaremos poner de relieve a lo largo del
curso.
Esta unidad y pluridad de Occidente es puesta de manifiesto por filósofo alemán
contemporáneo en los siguientes términos: "En el sentido espiritual pertenecen
manifiestamente a Europa los Dominios Británicos, los Estados Unidos, etc. pero no los
esquimales, ni no los indios de las exposiciones de las ferias, ni los gitanos que vagabundean
permanentemente por Europa..." "Es la unidad de un vivir, obrar, crear espirituales: con todos
los fines, intereses, preocupaciones y esfuerzos, con los objetivos, las instituciones, las
organizaciones..." "Aunque las naciones europeas se hallen tan enemistadas como se quiera,
tienen ellas un peculiar parentesco interior que las penetra a todas, que trasciende los
intereses nacionales. Es algo así como una fraternidad que nos da , en esa esfera, una
conciencia patria" (texto de Husserl traído por M. Casalla en "Crisis de Europa y reconstrucción
del hombre ", pag,133, Edit. Castañeda, Bs.As., 1977). Husserl es un testimonio de la unidad de
Europa, y más precisamente: de la profunda teología de las distintas instancias históricas de
Occidente, desde los griegos hasta el siglo XX.
El término "Occidente" o civilización occidental" ha suscitado y suscita apasionadas
polémicas. A menudo se lo utiliza acompañado del calificativo "cristiano" para señalar un
modelo de vida más o menos acabado y perfecto, esta visión no tiene en cuenta que bajo el
amparo de la "civilización occidental y cristiana" se han cometido, muchas veces, las mayores
iniquidades. En el bando opuesto con la categoría "occidental" se quiere significar el foco
histórico del poder, la ambición y la injusticia, el sometimiento de los pueblos ante llegar a su
aniquilación.
Tales tipos de discursos no solamente impiden ver la complejidad de los procesos
históricos, sino que, y esto es lo más grave, impiden el reconocimiento de la pluralidad de las
experiencias humanas, el posible y necesario diálogo entre las culturas, y los rasgos unitarios
que recorren la diversificada historia del género humano. Los discursos ideológicos se mueven
en la bipolaridad excluyente: bueno-malo, justo - injusto, y así con los demás valores. El
maniqueísmo de la historia parece no compadecerse con la polivalente experiencia humana,
personal y social.
La "satanización" de Occidente no solamente no le hace justicia, sino que en la actualidad,
impide reconocer la propiedad identidad. Así como su "canonización" imposibilita reconocer a
los otros, en la riqueza de su alteridad.
En el pensamiento latinoamericano (en algunos tipos de "indigenismo", en ciertas teorías
de la "dependencia radical" y en otras corrientes que luchan por la identidad cultural) es

192
CATEDRA DE FILOSOFIA EDUCATIVA
posible encontrar esta condena en bloque de Occidente. Así como también su ideológica
defensa.
Es necesario el análisis de este complejísimo proceso histórico para poder repensarlo
desde nuestra situación latinoamericana. Es una manera de comenzar a pensar por nosotros
mismos. Y lo que es más importante: reconocernos en nuestra complejidad y diferencia de
otros pueblos y culturas
EL ESPÍRITU GRIEGO
El espíritu griego o helénico, o también denominado "clásico" es quien ha dado origen a la
Civilización de Occidente. Este origen no es algo que ha quedado en el pasado, sino que
podemos hallar a lo largo de la historia de Occidente, incluidos naturalmente nosotros,
latinoamericanos y argentinos.
Lo dicho merece una reflexión especial. Se debe despojar al estudio del mundo griego de
una finalidad bastante habitual, la de obtener una "cultura general". Grecia constituye, así como
más tarde el judeo-Cristianismo, una de las raíces históricas del mundo al que pertenecemos.
Sus mejores creaciones culturales, el arte y la filosofía, permanecen "vivas" a lo largo de la
historia. En la instancia griega, espíritu humano logra tomar distancia de la realidad
circundante, logra romper las ataduras que lo mantenían preso en la naturaleza (mitos, magia y
una estructura anímica - espiritual análoga a la del niño); comienza a entender objetivamente
lo que le rodea y a entenderse a sí mismo. Pero con solo esto, Grecia no hubiera podido crear la
magnífica cultura que nos ha legado. Había en el espíritu helénico otro aspecto de cultura no le
importa plasmar en el mármol el ciudadano tal como es en su realidad concreta (con sus
virtudes y defectos); sino que plasma lo esencial (la fuerza, la ira, el poder que se concretizan
en esta figura humana la que a su vez es perfecta). Cuando hace política y escribe sobre ella
está pasando en la "Ciudad ideal" es decir en la Comunidad Política tal como el acento en Cómo
son las cosas sino que su preocupación es lo que son, quiere saber lo último y radical. Del
mismo modo la educación griega no está dirigida a brindar algunos elementos conceptuales
para que los "individuos salgan a flote en la vida", sino que su finalidad es la configuración de
un hombre perfectamente armonioso, en cuerpo y espíritu, con sus potencias específicamente
humanas desarrolladas, pues sólo así se puede contribuir a la grandeza, el poder y la gloria de
la Comunidad Política. Término Castellano "lógica" disciplina que por otra parte, fue elaborada
por Aristóteles. Y una mención especial debe hacerse sobre un término que tal vez sea el mejor
que testifique el espíritu griego: "Logos(de ahí viene el no resulta fácil traducir el término. Con
algunos ejemplos ilustraremos su rico significado en castellano hablamos de lógica de discurso,
del poder de la naturaleza, de las leyes del pensamiento, de la existencia humana, etc." Todo
eso significa logos, como así también Principios, Fundamentos, Origen de las cosas.

193
CATEDRA DE FILOSOFIA EDUCATIVA
La totalidad de la comunidad griega está impregnada de un profundo HUMANISMO, es
decir, es la concreción de un ámbito donde el hombre puede hacerse plenamente hombre; es
una cultura hecha, digámoslo así, a su medida. (Lo dicho explica porque Europa ha mirado
siempre hacia el Humanismo greco - latino, especialmente en sus períodos de crisis. En sus
momentos de transición se ha vuelto a nutrir del espíritu clásico con el peligro de imitarlo
servilmente).
Este espíritu griego se desarrolla aproximadamente desde el siglo X. A.C. hasta el siglo VI
de la era cristiana. Pero logro su madurez y realizó sus grandes obras dentro de los siglos VI
hasta el III antes de nuestra era. En este corto período de tiempo se percibe la "cosmovisión"
Helénica en toda su densidad, objetivada en las grandes obras filosóficas, científicas, artísticas y
plasmada en las instituciones políticas En estos 16 se perfilan los siguientes períodos:
1- La Edad Homérica: Constituye el primer período de la historia Helénica y se extiende
desde el 1200 hasta el 700 aproximadamente antes de Cristo. En estos siglos se forja la raza
griega y se sientan las bases de las etapas políticas. Hacia el 1500 se inicia la invasión de los
"Helenos" a la península balcánica del Mar Mediterráneo, situada a igual distancia de Asia y
África, y en una posición geográfica que permite la comunicación con los diversos pueblos
civilizados de la época.
Esta invasión fue llevada a cabo por cuatro tribus: asqueos, jonios, dorios y eolios según la
tradición, descienden de "Heleno" (un ser equivalente al Noé de la Biblia, que también salva al
hombre de un gran diluvio). Sólo después del 1200 se producen las grandes invasiones dorias
que logran el predominio y fusionan las tribus. Perviven dos tipos dominantes: ios dorios,
toscos, robustos, belicosos, habitantes de las montañas, celosos de su libertad.
Y los jonios, intelectuales, artistas, inclinados al mar y la aventura marítima. Se agrupan en
dos comunidades: Esparta, Metrópoli de los primeros; Atenas, de los segundos.
"Los griegos de la edad homérica, dicen E. Mc Burns, poseían esencialmente la misma cultura,
que tenía un carácter relativamente primitivo". Hasta los dos últimos siglos del período no
existió un conocimiento general de la escritura; "si bien hay prueba de que algunos jonios
emigrados a la costa del Asia Menor adoptaron el alfabeto fenicio ya en el año 900 A.C no lo
utilizaron hasta mucho tiempo después. Por lo tanto, debemos considerar a los griegos de la
edad Homérica como un pueblo prelitario como la mayor parte de su historia, pues sus
realizaciones intelectuales no fueron más allá de la creación de canciones y coplas populares y
breves poemas épicos que cantaban y embellecían los bardos a su paso por las aldeas. Gran
parte de este material fue finalmente reunido en un gran ciclo épico por uno o varios poetas y
puesto por escrito en el siglo IX A.C. Aunque no todos los poemas de ese ciclo han llegado hasta
nosotros, los dos más importantes, la Ilíada y la Odisea, nos proporcionan el material de

194
CATEDRA DE FILOSOFIA EDUCATIVA
información abundante con respecto a los ideales y las costumbres de la edad homérica"
(E.Mc.Nall, Las Civilizaciones de Occidente, pag. 160-161, Ed. Peuser, Buenos Aires, 1964).
Los rasgos más salientes de esta edad son los siguientes:
a) Las instituciones políticas eran sumamente primitivas. Existían pequeñas comunidades
de aldeas en las que, la autoridad política era tan tenue "que no sería exagerado decir que a
apenas existía el Estado", dice Burns. El rey no dictaba las leyes ni administraba justicia (la
costumbre ocupaba el lugar de la ley, y la justicia era particular); sus funciones eran militares y
sacerdotales.
b) En lo social podría decirse que no existía una estratificación de clases rígidas. El trabajo
manual no se consideraba degradante y según parece, no había ricos ociosos "de las epopeyas
Homéricas se deduce que había labradores dependientes que cultivaban las tierras de los
nobles y servían a estos como guerreros, es dudoso que fueran realmente esclavos, pues eran
tratados como miembros de las familias del noble y no podían ser vendidos a personas ajenas".
La economía se basaba en el trabajo y en el trueque.
c) En lo religioso - moral, durante este período se logra una cierta "sistematización".
Homero y Hesiodo elaboran doctrinas complejas y de gran profundidad sobre el origen de los
dioses y del mundo, el sentido y valor del trabajo, el sentido ético de la existencia, etc.,
recogiendo de este modo la experiencia religiosa - moral vivida en la comunidad. Esta
sistematización pretendía ser a su vez una explicación del mundo físico y del mundo humano,
descartando todos los misterios aterradores y "seres omnipotentes y sobre naturales" como es
común en las religiones de Oriente. Por ello las divinidades de la religión homérica son seres
humanos endiosados, con quien el hombre puede tratar de igual a igual.
d) Los griegos de esta edad mostraban una indiferencia casi completa por lo que pudiera
sucederle después de la muerte. Poseían una visión optimista de la vida, la que merecía vivirse
por si misma y la muerte no tenía por qué considerarse como una liberación.
El período clásico: (siglo VII A.C. siglo IV A.C) los tres siglos que siguieron a la edad
homérica se caracterizaron por grandes cambios sociales. "La vida rural cedió el lugar a una
sociedad urbana cada vez más completa". Surgen las "Ciudades - Estados" que son las unidades
políticas más famosas que crearon los griegos (Atenas, Tebas, Megara, Esparta, Corinto, Mileto,
etc.) y que sellan la cultura de esta época. Las Ciudades -Estado tienen diversas evoluciones y
logran diversos esplendor. El ocaso de la Ciudad-Estado está marcado por la conquista que
hace de Grecia el pueblo macedónico, un pueblo bárbaro (año 338A.C el rey Filipo vence en
Queronea y obtiene el dominio de Grecia, con excepción de Esparta, a Filipo le sucede su hijo,
Alejandro Magno.) En este período como ya hemos dicho, el genio griego logra su madurez. Y
entre sus rasgos más salientes deben destacarse:

195
CATEDRA DE FILOSOFIA EDUCATIVA
A. La creación de la Ciudad - Estado. Pareja a esta creación existe toda una elaboración,
teórica, una autentica filosofía política que perdura a través de los siglos. La cultura griega
alcanza su madurez y esplendor dentro de la vida social de la "Polis"(Ciudad - Estado) "entre
nosotros se conservan vivas las palabras políticas y político, derivados de la polis, que nos
recuerdan que con la polis griega surgió por primera vez, lo que nosotros denominamos Estado
aún cuando la palabra griega pueda traducirse lo mismo por estado que por ciudad"(Jaeger).
No se puede comprender la cultura griega, en cualquiera de sus manifestaciones, si se la
despoja de la raíz unitaria de la vida de la comunidad, si se la separa de las polis. Por ello, como
dice, Jaeger, describir la ciudad-estado griega equivale a describir la vida espiritual de los
griegos en su totalidad.
El hombre griego creaba obras de cultura para su ciudad, pues ella era el ámbito donde el
hombre se educaba se hacía griego.
Por ej. las obras de los grandes trágicos representada en la plaza de la ciudad, cumplían
una función esencialmente configuradora del ciudadano ya sea en el orden moral, político, ya
sean en el orden religioso. El arte, la religión, las instituciones sociales, las ciencias y la filosofía
nacían dentro de una comunidad política y se desarrollaba para perfeccionar al ciudadano,
para prepararlo para la vida de la ciudad. Una comprensión más acaba de la polis, cuyo máximo
esplendor se da en el siglo V, exige tener en cuenta dos de sus componentes fundamentales: la
convicción de la libertad del ciudadano y la vinculación de esta con la democracia. La libertad
del ciudadano constituyo una lenta y progresiva conquista de la historia Helénica hasta lograr
que el "demos" (pueblo) emita por si una ley constitucional, elija a sus magistrados y
administre justicia reunidos en asambleas. La participación activa del pueblo en todos los
asuntos de la Comunidad Política es esencial; y en eso consiste la democracia, tal como fue
entendida y vivida por los griegos, (probablemente ningún ateniense del siglo V reconociese el
sistema democrático en los regímenes políticos imperantes en Latinoamérica; para ellos el
"voto" no era suficiente y el desfasaje entre la clase dirigente y el pueblo constituiría el mayor
síntoma de una crisis profunda). Más adelante, en el desarrollo de la cosmovisión griega, se
volverá sobre este punto. Con respecto a la organización social son destacable los siguientes
aspectos:
La Ciudad - Estado pequeña en territorio y población (Atenas llego a tener un poco de más
de 300 mil habitantes), estaba compuesto por tres clases sociales: los esclavos constituían el
grado más bajo de la escala social; los extranjeros o metecos, generalmente comerciantes, eran
libres, pero no participaban en la vida política de la ciudad; y finalmente el "demos" o grupo de
ciudadanos que tenían derecho a la participación en la vida pública y conducción de la misma.
Con respeto a la esclavitud mucho es lo se ha escrito. Era una institución universal en el mundo
antiguo, también en el mundo indígena americano. Los pueblos vencidos eran tomados como

196
CATEDRA DE FILOSOFIA EDUCATIVA
esclavos en el régimen oligárquico anterior a la instauración de la democracia, los pequeños
productores libres podían ser vendidos como esclavos en el caso que no hubiesen podido pagar
una deuda. La falta de perspectiva histórica ha generado ciertos mitos en el tratamiento de la
esclavitud griega como por ej. Aquel que interpreta la producción artística e intelectual como
fruto de una clase ociosa alimentada por el trabajo de los esclavos. La gran mayoría de los
ciudadanos atenienses(en el siglo V las dos terceras partes, aproximadamente)estaba
compuesta por comerciantes, artesanos y agricultores que vivían del producto de lo que hacían,
(lo dicho no significa justificar tal sistema, sino solamente ubicarlo históricamente; es
interesante asimismo comprender que entendían por "esclavo"; para ello puede verse la
política de Aristóteles, 1254 y siga; quizás una de las conclusiones sea que existen en la historia
diversas formás de esclavitud, algunas de las cuales, y no de las más bondadosas, son propias
de época moderna y contemporánea.
La educación poseía un rol decisivo en la formación del ciudadano. No tenía una función
utilitaria ni preparaba para el "ejercicio de una profesión". Su finalidad era la formación de un
hombre fuerte de cuerpo, enérgico de ánimo noble y virtuoso en su interior. Solamente así se
podía ser ciudadano. Sin esta fortaleza del carácter y nobleza interior el hombre es
denominado por las pasiones, en palabras platónicas, "es un bandido". "Que no se permita,
pues, a las pasiones reinar sin medida, ni se consienta, a fin de satisfacer su avidez insaciable,
en llevar una vida de bandido. Hombre semejante no puede ser amado ni por los demás
hombres ni por los dioses. Es un ser incapaz de entrar en comunidad; pues bien, ahí donde
existe comunidad, no puede haber amistad" (Platón, Gorgias, 507).
Las dos formas básicas de llevar a la práctica el fin de la educación eran la gimnástica
(cultura física) y la música (conjunto de artes formativas del mundo interior). La educación en
Esparta era estatal y transcurría desde los siete hasta los treinta años; en cambio en Atenas era
de orden privado, aunque el Estado debía realizar una función de vigilancia y control, así como
dictar las normás que debían regular la actividad educativa. En aquella el acento estaba puesto
en la formación del ciudadano como soldado; en está la educación comprendía varios aspectos:
corporal (de allí la importancia de los juegos), intelectual, estético y moral.

B- El surgimiento de la filosofía y otras ciencias particulares (aproximadamente en el siglo


VII A.C. indudablemente esta fue la creación más revolucionaria del espíritu griego, la que
determinara más hondamente la evolución del Occidente posterior. La filosofía y la ciencia no
existieron siempre, sino que es una creación histórica del hombre griego; él logra elaborar
"estructuras racionales" que, mediando la experiencia y el análisis explican lo enormemente
desconocido de la realidad a partir de poquísimos datos conocidos.

197
CATEDRA DE FILOSOFIA EDUCATIVA
Constituyen hitos fundamentales del pensamiento filosófico no solo de Grecia sino de
Occidente, Sócrates, Platón y Aristóteles.
En matemáticas debe destacarse el movimiento Pitagórico y la academia Platónica. En
física cabe mencionar la teoría Atómica - Mecanisista de Demócrito y Leucipo, así como la
interpretación teleología de Aristóteles (la física moderna y contemporánea, y de modo
particular la biología, se moverán enteramente entre los polos brindados por aquellas dos
teorías griegas).
A Hipócrates se lo conoce como el padre de la medicina, fundo la anatomía comparada, la
cirugía y es notable la precisión y el rigor de las técnicas que usa. Cabe destacar también la
aparición de grandes historiadores (Herodato y Tucidides) que forjaron la base de la ciencia
histórica.
Los griegos de este período, en síntesis, no solo construyeron las diversas ciencias filosóficas
(filosofía de la naturaleza, antropología, metafísica, ética, estética, filosofía política,
epistemología, etc.), sino que también delinearon las ciencias positivas de la naturaleza (física,
anatomía, astronomía, botánica, zoología) y estructuran tal como se conservan hasta hoy las
ciencias formales (lógicas y matemáticas).
B- El surgimiento de la filosofía y otras ciencias particulares (aproximadamente en el siglo
VIII A.C ). Indudablemente esta fue la creación más revolucionaria del espíritu griego, la que
determinará más hondamente la evolución del Occidente posterior. La filosofía y la ciencia no
existieron siempre, sino que es una creación histórica del hombre griego; él logra elaborar
"estructuras racionales" que, mediando la experiencia y el análisis, explican lo desconocido de
la realidad a partir de poquísimos datos conocidos.
La filosofía griega está presente en la historia europea de todos los tiempos, y por
diversos caminos llega a nosotros.
La reflexión sobre las categorías mentales con las cuales el hombre occidental piensa la
realidad permite una rápida visualización sobre la impronta de la filosofía griega sobre esta
civilización. Términos tales como "lógica", "demostración", "axioma", "postulado", "ley",
"teoría", "casualidad", "materia", "átomo", "espíritu", "naturaleza", ""ciencia", "teología", etc.
Fueron acuñados y moldeados por la filosofía griega. Sobre su significación posterior es la
historia de la filosofía y de la ciencia quien rinde cuentas. Dicho universo mental no es
originario de Oriente, ni Oceanía, ni de Africa; tampoco de América. Es el legado de la
inteligencia griega.
Pero, además el pensamiento griego abrió la problemática filosófica en todas sus
direcciones (Dios, el hombre, el mundo, el universo moral, social y político; el lenguaje; las
leyes del pensamiento; el arte y la belleza, la educación, etc.), y estructuró las disciplinas

198
CATEDRA DE FILOSOFIA EDUCATIVA
pertinentes para su tratamiento. Problemás y disciplinas sobre los cuales transcurre el
pensamiento posterior, incluido el nuestro.
El significado etimológico de la palabra "filosofía" es emblemático y pareciera caracterizar
al hombre en una de sus dimensiones nucleares. Ningún hombre es "sophós" (sabio) ni nunca
podrá llegar a serlo, a pesar de todos sus esfuerzos. Cualquier pretensión de "sabiduría"
instalada en un individuo o en una cultura conlleva necesariamente a la ceguera y a los
distintos tipos de fundamentalismos de los que la historia da sobradamente cuenta.
El ser humano, en el mejor de los casos, puede llegar a ser "amigo" (philía=amistad) de la
Sabiduría; puede llegar a tener amor por ella, siempre y cuando supere una serie de
dificultades individuales y socio-culturales.
Magistralmente describe Platón a "Eros" (Amor) en el Dialogo El Banquete, poniendo su
pensamiento en boca de Diótima de Mantinea que le había enseñado las cuestiones del amor.
Para ello Platón recurre a un hermoso y profundo mito (en boca de Diótima) según el cual el
Amor no es bello ni feo, ni bueno ni malo, en contraposición a la opinión corriente.
"¿Entonces es feo y malo?", había preguntado Sócrates. - "¿No hablarás con respeto? ¿Es
que crees que por necesidad lo que no es bello es por necesidad feo?", reprende Diótima. "...en
lo que al Amor atañe no es bueno ni bello, pero tampoco creas que deba ser feo y malo, sino
algo intermedio entre dos extremos".
El Amor es un Genio, por el cual se aman las cosas bellas y buenas y si se las ama es
porque no se las posee. Si hubiese posesión no habría amor...no habría tendencia a poseer lo
que resulta objeto del deseo. Lo bello y bueno.
Por tal motivo, dice Platón, el Amor, es algo intermedio entre mortal e inmortal, sin llegar
a ser dios.
Cuenta la leyenda o el mito que estaban reunidos los dioses en un gran banquete, al nacer
Afrodita. El dios Poros (Poder y Recurso) se había emborrachado; en la puerta del banquete,
estaba Penia (La Escasez), mendigando. El Recurso como estaba borracho salió al huerto y se
quedó dormido. La Escasez, movida por su escasez de recursos, tramó hacerse un hijo de Poros.
Se acostó a su lado y concibió al Amor. "Por esta razón el Amor es acólito y escudero de
Afrodita, por haber sido engendrado en su natalicio....y enamorado de la belleza por ser
Afrodita bella. Pero como es hijo de Poro y Penia quedó en la situación siguiente: en primer
lugar, es siempre pobre y está muy lejos de ser delicado y bello; por el contrario es rudo y
escuálido, anda descalzo y carece de hogar; duerme siempre en el suelo y sin lecho,
acostándose al sereno y en las puertas y en los caminos, pues por tener la condición de su
madre, es siempre compañero inseparable de la pobreza. Más, por otra parte, según la
condición de su padre, acecha a los bellos y a los buenos, intrépido, valeroso y diligente;

199
CATEDRA DE FILOSOFIA EDUCATIVA
cazador temible...es apasionado por la Sabiduría y fértil en recursos...filosofa siempre...Se
encuentra en el término medio entre la sabiduría y la ignorancia" (El Banquete, 202d/204c).
Detrás de este mito se pueden encontrar varios caminos que recorrió el espíritu griego: la
búsqueda de la racionalidad y de su fundamentación, el esplendor de las formás en el arte sin
agotar jamás su perfección inaccesible, el diálogo como vía antropológica para discurrir sobre
la verdad y los valores, la constante tensión entre lo que hoy podemos llamar lo "finito" y lo
"Infinito", y así muchas cosas por el estilo.
La filosofía griega se despliega en tres momentos:
el presocrático, cuyo problema central fue la determinación del principio explicativo del
mundo. Aristóteles les llamó los "físicos" (con el alcance que hoy se le da pero que lo trasciende
en gran medida).
Sócrates y los Sofistas con la problemática antropológica (especialmente el tema del
conocimiento y la cuestión ética; pero también el lenguaje, el derecho, la política, en síntesis: la
cultura. El período de los grandes sistemas, es decir, Platón y Aristóteles.
Con posterioridad viene una larga etapa, a saber, la filosofía Helenística. Pero en lo
sustantivo ya está todo dicho.
Sobre estas corrientes de pensamientos, especialmente el platonismo y el aristotelismo,
transcurren la historia de la ciencia y filosofía europeas. Sirvan tres ejemplos como ilustración:
a) La física galileana, base de la física contemporánea, es presentada por el mismo Galileo
en su libro "Diálogos sobre el sistema del mundo" como el triunfo del platonismo sobre el
aristotelismo, y ello no por una cuestión caprichosa o por carecer Galileo de sentido histórico.
Por el contrario: acerca de si la realidad física es cantidad y número es sostenida por Platón; y
así parece confirmarlo la física galeana con su nueva noción de naturaleza (ley entre relaciones
medibles).
b) Heisemberg, uno de los importantes físicos de nuestros tiempos, en su libro "la imagen
de la naturaleza en la física actual", narra parte de su trayectoria intelectual con estas palabras:
"Estábamos en Julio de 1919" (como soldados acuartelados en el Seminarios eclesiásticos de
Munich)... "En una de las tales mañanas, se me ocurrió, al encararme al techo, llevarme para
leer un tomo de Platón. Deseando leer algo distinto de los diálogos que estudiábamos en clase,
me lancé, a pesar de mi conocimiento relativamente escaso del griego, a la filosofía a descifrar
el timeo; de este modo entré por primera vez en contacto directo con la filosofía atómica de los
griegos. Gracias a esta lectura, comprendí con mucha mayor claridad los conceptos
fundamentales de la teoría atómica..." "Me convencí de una cosa, a saber, de que apenas es
posible cultivar la física atómica sin conocer sin conocer la física natural de los griegos"
(Heisemberg, W, "La imagen de la naturaleza en la física actual", pag,50,51, Ariel, Barcelona,

200
CATEDRA DE FILOSOFIA EDUCATIVA
1976). En las lecturas complementarias de este capítulo se anexa un texto de este ilustre físico
sobre el mismo tema.
c) El tercer ejemplo lo constituye el aporte de Aristóteles para la elaboración de la síntesis
filosófico-teológico llevada a cabo por Tomás de Aquino y que, de algún modo, se convierte en
la síntesis doctrinal más abiertamente reconocida por la Iglesia Católica. Obviamente que la
influencia de Aristóteles no se reduce a ello sino que recorre todos los campos de la cultura y
del pensamiento, desde la lógica hasta la metafísica, pasando por la ética y la filosofía social y
política.
Solamente son ejemplos. Naturalmente que la fecundidad del platonismo y el
aristotelismo no se reduce a ellos.
El otro gran aporte del pensamiento griego lo constituye la creación del mundo de las
ciencias. Sobre esto habría mucho por decir. Sin embargo se señalara solamente un aspecto: la
creación del primer paradigma de lo que es el conocimiento científico. Según el, la ciencia es el
conocimiento riguroso, sistemático y demostrativo de las causas operantes en las cosas, en el
hombre y en el pensamiento. El saber científico no es un conocimiento cualquiera, no es mera
opinión subjetiva del hombre, sino que es un conocimiento demostrativo, público y que debe
ser puesto a prueba. Los paradigmás posteriores aceptan en parte o incluso en todo este ideal
científico, agregando o sacando partes de sus elementos componentes.
En matemáticas debe destacarse el movimiento pitagórico y la Academia Platónica. Dicho
sea de paso, la Academia es la primera universidad de la historia occidental. En su pórtico se
leía: "Nadie entre aquí si no es geómetra". (El sentido de la Academia fue la creación de un
ámbito de discusión crítica donde todos los problemas se planteasen; lo "académico" tiene
como condiciones la libertad y la discusión teórica. Y en eso consistió la Academia Platónica: un
ámbito donde se podían investigar y discutir todas las cuestiones importantes, incluidas por
supuesto las referentes al destino de la propia comunidad).
Las matemáticas que surgen de la inteligencia griega tienen una índole peculiar si se la
compara, por ejemplo, con la egipcia. Ahora es un saber desligado de los intereses prácticos y
se constituye en un sistema teórico cuya fecundidad acarrea consecuencias prácticas. Se
convierte en una ciencia propiamente dicha.
A Hipócrates se le conoce como el padre de la Medicina; fundó la anatomía comparada, la
cirugía , y es notable la precisión y el rigor de las técnicas que usa.
Conocimientos médicos y algunos de gran alcance, existieron a lo largo de la historia
humana. Pero aquí también acontece algo particular: se funda la medicina como ciencia, o si se
prefiere, como conocimiento teórico que indaga las razones y mecanismos de la salud y de la
enfermedad. Ya en Grecia surgen dos tipos de teorías sobre estás, que podrían denominarse
"naturalista" y "somática", respectivamente. La primera hace depender el estado del hombre de

201
CATEDRA DE FILOSOFIA EDUCATIVA
los alimentos, deportes, y modo de vida; cualquier desajuste puede reestablecerse mediante la
ingestión de elementos naturales curativos o cambiando el estilo de vida. En cambio la segunda
sostiene que la enfermedad es el resultado de una desarmonía interna del organismo, la falta
de equilibrio en las cualidades (químicas) genera la "monarquía" de una sobre las otras; y eso
es la enfermedad.
Los griegos de este período no solo elaboraron las diversas áreas del saber, sino que
también desarrollaron obras provenientes de otras dimensiones de la experiencia e
interioridad humanas.
Una admirable creación artística que, como se ha dicho muchas veces, tienen una validez
universal, en líneas generales puede decirse que el ARTE GRIEGO no es descriptivo de las cosas
como son en realidad, sino que por el contrario, plasma en la materia lo que debe ser, es decir,
la perfección ideal. Así por ejemplo los cuerpos de la escultura plasma en el mármol o en el
bronce "hombre armónico" a lo que aspira todo hombre pero en realidad no es. Por otra parte,
el arte griego está impregnado de un profundo "humanismo", es como una "glorificación" del
hombre como el ser del cosmos material. La religiosidad mística del arte oriental, o el
teocentrismo del arte medieval, están ausentes del arte griego.
La arquitectura del siglo V manifiesta un esplendor (proporción y equilibrio de las
formás) al que muy pocas veces se ha llegado en la historia de la humanidad. De esta época
datan los monumentos del Acrópolis, el Partenón, y el Erecteón y los diversos templos en sus
estilos dóricos, jónicos y corintios.
La escultura maravilla hoy por su perfección y gran belleza. El escultor más destacado es
Fidias junto a él trabajaron destacados artistas que embellecieron Atenas. Dentro de la
escultura sobresale el famoso Discóbolo de Mirón.
La literatura de este período se diversifica en múltiples géneros: la elegía, poesía lírica, tragedia
y comedia. Sin lugar a dudas el género literario en que más se destacaron los griegos fue la
tragedia.
En primer lugar debe destacarse el valor intrínseco de las obras, que no solo han
perdurado en el tiempo sino que son obras maestras de la literatura. En segundo término, hay
que señalar la potencia educadora de la literatura en Grecia, particularmente la tragedia. Como
dice Jaeger "el arte se sitúa en el centro de la vida pública". Ello explica en gran medida la
cantidad de poetas de 2°y3° orden que aparecían junto a los maestros y el fomento por parte
del estado de estas creaciones humanas que permitían configurar al ciudadano, del mismo
explica el control social de esta actividad para que no perdiese profundidad.

La cosmovisión del Período Clásico

202
CATEDRA DE FILOSOFIA EDUCATIVA

Ya hemos dicho que en el período clásico el espíritu griego llega a su madurez.


Intentaremos describir ahora la "visión del mundo" de este período, la que pareciera estar
determinada, básicamente, por dos elementos: el descubrimiento del cosmos y el
descubrimiento de la racionalidad del hombre, a esto se debe agregar el modo de entender al
hombre con relación a lo Divino y a la Comunidad Política.
El descubrimiento de la racionalidad del hombre: en el lapso de tiempo que va desde fines
del siglo VIII A.C. al siglo VI A.C. se produce un acontecimiento espiritual simultaneo y paralelo
al descubrimiento del cosmos, y por los demás estrechamente relacionado al mismo.
El hombre percibe el poder del pensamiento, su capacidad sin límites. No es que el
hombre anterior o de otras culturas no haya percibido y valorado el pensamiento como una de
sus características distintivas. Pero lo que sucede en la Grecia de estos siglos es algo distinto se
cae en la cuenta que el pensamiento está sujeto a las leyes, que si se respetan estas leyes se
puede descifrar el enigma de las cosas, como si fueran dos semicírculos que encajan
perfectamente el uno en el otro. Con el pensamiento se puede recorrer el tiempo y el espacio y
penetrar hasta la esencia de lo real. Lo dicho significa que hay correspondencia entre
inteligencia y ser (que es inteligible) o lo que es lo mismo entre Razón y lo Real (que es
racional). La inteligencia logra su perfección y su plenitud con lo inteligible. En la medida que la
inteligencia se aleja de lo inteligible se pierde en el caos y en lo irracional. De aquí surge el ideal
del sabio, que no es una vocación que sólo tienen algunos; todo hombre está inclinado por
naturaleza a la sabiduría. Todo hombre potencialmente es sabio. Pero la sabiduría no es un
regalo que viene de arriba, sino que es una conquista que el hombre debe hacer desde sí mismo
y por sí mismo. A verdad se accede por un esfuerzo trabajoso y lento, con avances y retrocesos.
Sin otra garantía que la "evidencia".
La actitud judía, en cambio, fue muy distinta. La verdad se abre desde lo alto, por
revelación.
Este doble descubrimiento que realiza el espíritu griego le posibilita construir esos
admirables sistemas constituidos por la Filosofía y las demás ciencias particulares. No es
azaroso el hecho que los pueblos orientales (algunos de ellos de largas y sabias tradiciones,
como el hindú o el chino) ni los del Medio Oriente (como el hebreo) no hayan descubierto la
filosofía ni las ciencias particulares. El modo de despertar al mundo del hindú o el hebreo les
imposibilita la admiración y el acto cognoscente que lleva a la ciencia, actitud típica, por otro
lado, del hombre griego y del Occidente posterior.
El descubrimiento de la racionalidad no significa una valoración implícita sobre las
culturas no occidentales como carentes de racionalidad. Significa solamente lo dicho, el

203
CATEDRA DE FILOSOFIA EDUCATIVA
descubrimiento de una dimensión de la razón humana que, desplegada, posibilita la
construcción de los sistemás teóricos (ciencia y filosofía).
La cosmovisión griega del hombre es más amplia y profunda que el descubrimiento
aludido. Sus líneas básicas son, entre otras, las siguientes:

El ideal heroico de la vida

El desarrollo sociocultural depende en gran medida de la conciencia de los valores que rigen la
vida humana y de la autovaloración que la comunidad tiene de si misma. Platón en la República
afirma que hay tres partes en el alma humana: una parte que desea, otra que razona y una
tercera que denomina "thymos" ("animo" o "coraje") Gran parte de las acciones humanas
puede explicarse por el deseo y la razón, el deseo impulsa a la búsqueda afanosa de cosas
externas al hombre, la razón indica la forma y métodos para lograrlas, así como juzga acerca de
los valores que las mismas poseen. Pero la vida humana no puede explicarse totalmente sin el
tercer elemento, o sea sin el ánimo o coraje para vivir según un ideal que, llevado a cabo,
genere la autoestima, y la admiración y reconocimiento de los otros. Y ello a nivel individual y a
nivel colectivo.
Quien se deja dominar por el deseo es esclavo de las pasiones y de la "avidez insaciable".
No puede ser amado y está impedido de vivir comunitariamente. El ideal es el dominio de si
mediante la fortaleza del cuerpo, la fortaleza del carácter y la nobleza interior. Ello genera el
autorespecto y es posible el amor y la amistad, y la vida comunitaria. Para ello hay que ser
heroico. El hombre que estima a si mismo según lo afirma Aristóteles, debe ser incansable en la
defensa de los amigos, sacrificarse hasta dar la vida si es necesario en honor de la patria y
apropiarse con vehemencia de la "belleza del alma".
Sin el "thymos", la actitud heroica ante la vida, es imposible la formación de una
personalidad armoniosa que sintetice diversos aspectos, : robustez y armonía del cuerpo(para
ello estaban los gimnasios y las palestras; no les interesaba formar "atletas" por el atletismo, el
ejercicio físico, los juegos y la competencia además de incrementar la resistencia física permitía
el desarrollo de otros valores: hábitos de disciplinas, ánimo forjado para resistir fatigas y
sufrimientos, sensibilidad ante la aprobación o desaprobación de los amigos y ciudadanos,
acrecentamiento del sentimiento del honor, etc.
Robustez de la vida moral; solamente el hombre virtuoso puede ser libre y vivir libre y
vivir dignamente en la ciudad. La robustez de la vida moral hace al ciudadano obediente y
respetuoso de la ley en cuyo cumplimiento se obedece a sí mismo; tiene fidelidad a la palabra
empeñada, ama la justicia, es incansable en la defensa de los amigos, y fundamentalmente: está

204
CATEDRA DE FILOSOFIA EDUCATIVA
dispuesto a los mayores sacrificios para el agradecimiento y el honor de la comunidad;
desarrollo de la inteligencia y de la conciencia histórica (en todas las Ciudades - Estados se
cuidaba este aspecto, especialmente la formación de la conciencia histórica; en Atenas el
"gramatista" enseñaba escritura, lectura y matemáticas;; hacía leer a los poetas griegos,
especialmente Homero y Hesíodo, para la incorporación de las grandes gestas de la comunidad
y de sus héroes dentro de la propia personalidad); desarrollo estético (la formación musical,
como ya se dijo poseía una gran importancia, el ideal consistía, en este aspecto, en formar una
sensibilidad abierta a las cosas bellas como camino para "la belleza del alma").
El coraje de vivir según estos ideales produce la autoestima y respeto personal y colectivo. El
desprecio de sí lleva a la autodestrucción (es interesante comparar este elemento de la
cosmovisión griega con la ideología de la barbarie latinoamericana tan extendida en el siglo
pasado y de hondas repercusiones en el nuestro.
Quien se sienta impregnado de la propia estimación, dice Aristóteles, preferirá vivir en el
más alto goce que una larga existencia es indolente reposo, preferirá vivir un año sólo por fin
noble, que una larga vida por nada, preferirá cumplir una sola acción grande y magnífica, a una
serie de pequeñeces insignificantes". Y Jaeger comenta: "En estas palabras se revela lo más
peculiar y original del sentimiento de la vida de los griegos: el heroísmo" (W. Jaeger, Paideia,
pag 28-29, F.C.E, México, 1967).
Como puede advertirse, este aspecto de la cosmovisión helénica es el "regulativo de la
acción", tal como se ha analizado en el primer capítulo.

El sentido de la libertad
Esta es otra ladera del espíritu griego, naturalmente vinculada a los demás elementos de
esta cosmovisión.
Una pequeña obra del P. A.J Festugiere, "Libertad y Civilización" entre los griegos ",
constituye un admirable análisis sobre este punto. Con cierta libertad, seguiremos su
exposición.
De entrada señala con razón el autor que "la idea griega y la idea cristiana de libertad son,
indudablemente, dos de las piedras fundamentales de la civilización occidental" (Festugiere
A.J.,Libertad y Civilización entre los griegos, pag7, Eudeba, Bs.As., 1972) en el próximo capítulo
se analizará la idea cristiana.
¿En qué consiste la peculiaridad de idea griega de la libertad humana? En primer lugar es
necesario advertir que, según esta concepción, la libertad no es un valor absoluto, sino relativo:
es decir, se es libre de algo y para algo. Ser hombre libre significa estar liberado, ¿pero liberado
de que o de quién? . En principio, liberado de toda tutela ajena para poder disponer de sí ni de
sus cosas son libres, sino esclavos. En segundo lugar, es necesario tener presente que la idea de

205
CATEDRA DE FILOSOFIA EDUCATIVA
la poli (op. Cit. Pag. 9). El ciudadano de los estados griegos, orgulloso de la libertad que poseía
dentro de su comunidad, combatió con todas sus fuerzas " por la libertad de su patria, la cual
no forma más que una sola cosa con su propia libertad".
De este modo la libertad, tal como fue experimentada y concebida por los griegos,
esencialmente es la libertad política y civil.
Por eso la noción de la libertad se halla directamente ligada a la democracia, una "bella
conquista del hombre clásico", (para entender mejor lo dicho hay que tener en cuenta que en el
período homérico el pueblo no cuenta; los pequeños campesinos libres tenían un libertad
precaria; podían ser vendidos como esclavos con su familia incluida si no pagaban una deuda a
la despótica "oligarquía”. De este modo la libertad la tenían solamente los ricos. Pero
lentamente se fue constituyendo un "demos" o pueblo, solidario en metas e intereses, e impuso
la democracia.). Este régimen de gobierno exige la participación activa del pueblo en todo lo
referente a la vida comunitaria. La relación entre libertad y democracia implica dos cosas: por
un lado, el ciudadano tiene garantías para con su persona y sus bienes mientras no transgreda
la ley; es la libertad civil. Por otro lado, todo ciudadano puede
Acceder a cualquier cargo público, y de hecho es quién accede; es la libertad política. Este
ideal de vivir libremente en comunidad es radicalmente distinto al régimen oligárquico o
aristocrático como el régimen monárquico o tiránico (aquel reconcentra en poder a la clase de
los ricos o de los que se llaman los mejores, éste concentra en poder en uno solo , lo que
necesariamente conduce a llenarlo de insolencia y de envidia , según expresión de
Heródoto).(La teoría política de Platón y Aristóteles formulan distintas clasificaciones de los
regímenes políticos, y en el caso platónico se propone un modelo no coincidente con el ideal
clásico de la cultura griega.) La libertad no consiste en vivir como a cada uno se le ocurra, sin
límite alguno, sino en ser al mismo tiempo "súbdito" y "gobernante",siervo de la ley que ha
dictado la comunidad , es decir uno mismo; solamente así se es gobernante de sí mismo (En el
próximo ítem se ampliará este tema ).
En la obra LOS PERSAS de esquilo, ante la pregunta de un persa: ¿dónde se halla Atenas?
¿Quiénes son pues esos atenienses? ¿Qué jefe los guía al combate y los gobierna como déspota?
, los ancianos contestan : los griegos no se dicen esclavos de ningún hombre , ni obedecen a
nadie.
He aquí el legítimo orgullo griego: no ser esclavo de ningún hombre. Disponer de sí y de
sus cosas, sujeto a la ley: tal es el sentido de la libertad.

El hombre v la comunidad política


Se ha hecho referencia en varios puntos anteriores. Pero es conveniente ahondar en algunos de
sus aspectos.

206
CATEDRA DE FILOSOFIA EDUCATIVA
En sociedades como la nuestra, donde los lazos comunitarios se han debilitado o donde el
individualismo impera con fuerza, resulta dificultoso comprender el modo como la Grecia
clásica entendía y vivía la relación entre el hombre y la Comunidad Política. Las posibilidades
del desarrollo humano solamente se dan en el ámbito de la vida comunitaria. No es nada el
hombre sin la Polis. La grandeza, el honor, la libertad de la Polis es la misma grandeza, honor y
libertad de los ciudadanos que la integran. El ciudadano es el hombre libre que vive según su
propia determinación; pero ello significa algo muy preciso: esta determinación no puede tener
una orientación cualquiera (vivir como a cada uno le plazca), pues conduciría al caos y a la ley
de la selva; sino que debe estar orientada por la ley del Estado; y esta ley no es cualquier tipo
de ley, dictada por un tirano o una oligarquía, sino que es la disposición de la misma
comunidad y a través de la cual expresa su ideal de vida ( debe recordarse que las leyes se
proponían a la Asamblea y todo ciudadano tenía el derecho y la obligación de discutirlas, y hoy
diríamos consensuarlas).
Es la misma Comunidad la que ha hecho del individuo un hombre libre asegurándoles las
libertades civiles y políticas. Por ello solamente obedeciendo a la ley el hombre se obedece a sí
mismo.
Cuando la asamblea ateniense condena injustamente a Sócrates, este lleva al extremo su
heroísmo de acatamiento a la ley. Ante la posibilidad de la huida, preparada por alguno de sus
discípulos, Sócrates asumió su destino manifestado en la ley de su patria. Platón narra en el
Criton este hecho, analizado a la luz del cumplimiento del deber. Todo un símbolo del espíritu
helénico.
De allí que el exceso de libertad, el vivir como a cada uno le viene en ganas en sentido
absoluto, genera desorden y quiebra el "cosmos humano", es decir, la comunidad
política. Conduce a regímenes despóticos en los cuales el bien e interés del pueblo
desaparecen; es el reino del interés de los que gobiernan.
El divorcio entre comunidad y dirigentes es síntoma de un sistema corrupto.
El gobierno del pueblo por el pueblo se ha eclipsado. Contra estas tendencias
disolventes lucho el hombre griego. Y plasmo en las ciudades estados su bello ideal de
democracia.
La filosofía política aristotélica expresa este modo peculiar del espíritu griego de entender la
relación entre el hombre y la Comunidad. Vemos algunos de sus rasgos: Valoración de la
Comunidad Política y la esencial inserción en ella del individuo.
El hombre solitario que se basta a sí mismo, no existe por ser algo antinatural; sería un
Dios o una bestia, dice Aristóteles, pero no un hombre.
En la misma naturaleza individual de cada hombre hay una tendencia innata a lograr su
propia perfección, es decir su bien y felicidad.

207
CATEDRA DE FILOSOFIA EDUCATIVA
Pero esta perfección no puede lograrla el hombre en el estado de aislamiento. El hombre,
como se ha dicho, no es bestia ni dios; es decir, no está hecho para la vida de gozo, como los
animales, ni para la vida contemplativa, como es la vida divina; la una se encuentra por debajo
de él y le es indigna, la otra le está por encima y no puede vivirla, dada su condición humana. La
vida propiamente humana es la vida social y política.
¿ Qué significa esto? Aristóteles lo ha explicado magistralmente.
La sociedad no es algo artificial, sino natural, de tal modo que pueda definirse al hombre
como animal sociable por naturaleza, o mejor: como "animal político", es decir, como un animal
que está hecho para vivir en la "Polis" y solo en ella puede vivir humanamente,
Existen diversos tipos de agrupaciones como la familia, la aldea y la ciudad (Polis) o sea la
Comunidad Política. Históricamente esta apareció como ultima, sin embargo, estaba implícita
en todas las formas anteriores de sociedad. Es decir, la Polis es el fin a quien tienden las demás
agrupaciones, por ser la Polis la "Sociedad perfecta, independiente y que se basta así misma".
La Comunidad Política es un todo integrado por partes heterogéneas. El todo se divide en
partes, y estas en sus elementos atómicos (indivisibles); las partes pueden ser los diversos
grupos sociales, y los elementos atómicos son las familias y los individuos. Por ello dice
Aristóteles que la Comunidad Política, por naturaleza es anterior a la familia y al individuo, ya
que el todo es necesariamente anterior a la parte. Cuando el todo se destruye o se suprime ya
no se puede hablar de partes, así como sucede con el cuerpo humano que, destruido, ya no haya
manos ni pies, salvo en sentido equivoco. La Comunidad Política debe tener una unidad de tipo
orgánico, de orden, en la cual permanezcan sus partes distintas con funciones propias y
diferentes. ¿Que finalidad posee la Comunidad Política? El fin debe ser naturalmente algún
bien, pues toda la comunidad se constituye en vista de algún bien; y siendo la Ciudad la
Comunidad perfecta debe tender a un bien máximo o más importante que las demás
asociaciones.
La Comunidad Política tiene por fin no solo vivir, sino vivir bien. Por "vivir bien" no hay
que entender solamente la abundancia de bienes materiales, sino la vida conforme a la virtud,
especialmente a la Justicia, que es la virtud fundamental de la Comunidad Política.
Las familias y los individuos participando de estos bienes comunes pueden vivir bien,
obrar bien, o sea lograr la felicidad posible a la naturaleza humana. Esta concepción de la
Comunidad Política, orgánicamente expuesta por Aristóteles, responde al espíritu de la
tradición helénica. No se puede hablar de un individualismo griego, como se habla por ejemplo
de un individualismo moderno. El hombre griego creaba obras de cultura para la ciudad, pues
ella era el ámbito donde el hombre se educaba, se hacía griego.

208
CATEDRA DE FILOSOFIA EDUCATIVA
Todos los sectores de la cultura griega, religión, arte, ciencia, costumbres, instituciones,
etc., son manifestaciones de la vida de la Comunidad Política, y al mismo tiempo son obras
realizadas para configurar al ciudadano, para hacerlo más hombre y más griego.

El hombre y la historia
El pueblo griego ha poseído un modo de ver la historia, en muchos aspectos emparentado
con la comprensión del tiempo de las grandes culturas antiguas incluidas las americanas. Esta
semejanza existente en la visión del tiempo que llega a muchos pueblos de nuestros días, posee
una excepción en la antigüedad: el pueblo de Israel. Este hecho es de una importancia decisiva
para la historia de occidente y de América latina, como se verá más adelante.

¿Cuál es la comprensión del tiempo del cosmos visión helénica?


Una observación aguda de los procesos de la naturaleza permiten detectar un orden que
se manifiesta en todo; también en la sucesión temporal y en la alternancia de estados y
procesos (día- noche; invierno - verano; nacimiento - desarrollo -muerte) que se repiten del
mismo modo. La naturaleza es un orden permanente cuyo movimiento y desarrollo se dan en
ciclos (desde los pequeños , como la eterna sucesión de día y noche , hasta los más grandes
como la periodicidad del año "solar" , o el movimiento perfecto y circular de las estrellas
entorno al eje de la tierra.).
El hombre también es naturaleza. La vida humana está sujeta a este tiempo que se da en
ciclos.

¿Por que no entender la historia con el mismo esquema?


Surge así una visión del devenir histórico como proceso circular en él Cual eternamente se
repite lo mismo. Quienes de forma directa o indirecta tienen sobre nuestras espaldas la
modernidad europea, la compresión cíclica nos resulta bastante extraña. Sin embargo la
circularidad de la historia es el primer gran paradigma histórico de occidente
Que eternamente se repita lo mismo no quiere decir, por supuesto, que el acontecimiento
que " hoy se vive " ya se haya dado el mismo en los ciclos pasados. La historia es la sucesión de
hechos, personas, generaciones. Pero el futuro no producirá nada nuevo en sentido absoluto o
radical será un futuro según el modelo que nos brinda toda la historia humana.

Nada nuevo hay bajo el sol; en apariencia las variaciones y los cambios son muchos, sin
embargo, todos se realizan dentro de un proceso idéntico.

209
CATEDRA DE FILOSOFIA EDUCATIVA
Siempre es la misma naturaleza humana que lucha con las mismas cosas.
La mitología y religiosidad griega condensan en el tiempo original de los comienzos
toda la historia humana.
Por ello si se corta el hilo con el pasado se produce un "hibris" (orgullo insolente, fuerza
destructiva); el desorden y el caos que ella genera es convertida nuevamente en orden por la
ley cósmica de compensación; el equilibrio de las fuerzas histórico-naturales es restaurado por
némesis (diosa de la venganza; incoercible vengadora de la maldad, del orgullo y del amor
ultrajado; diosa: fuerza que está más allá de la voluntad del hombre).
En el pasado está el sentido del presente y del futuro. El pasado es el centro o foco de la historia
y nos enseña lo que va a acontecer.
Una segunda característica de la interpretación helénica de la historia consiste en que es
esencialmente política. En el sentido que lo significativo de lo histórico está dado por los
acontecimientos y gestas de la polis o comunidad, así como por sus proyectos. Para que haya
comunidad tiene que existir participación en un proyecto común y una cierta igualdad dentro
de sus miembros. No es posible la amistad entre desiguales. Por ello no es concebible para un
griego la amistad con el extranjero (con el bárbaro) si no solamente con el ciudadano.
Con el extranjero se pueden entablar relaciones diplomáticas, de conveniencia, pero
nunca de amistad.
Y menos aún si es poderoso.
No se trata aquí de la amistad como virtud personal, sino como virtud política
(relación de los ciudadanos entre sí, y de la ciudad con otras naciones).
Si en Grecia alguien hubiese afirmado que el enemigo es el ciudadano y amigo es el
extraño, seguramente hubiese sido juzgado por la asamblea y condenado a muerte por
traición a la patria. Habrían violado la legalidad primaria de la historia. (En los
fenómenos de dominación de una nación sobre otra se puede llegar a alterar estos
términos como puede advertirse, algunas veces, en la mentalidad latinoamericana
colonizada).
Y la tercera característica del tiempo histórico es la experiencia e idea del destino, como
ley ineluctable que todo lo rige de forma inviolable. El acontecer está fatalmente pre-ordenado;
el futuro está oculto para la inteligencia humana, pero los oráculos y los presagios pueden
develarlo. La ley del destino se transmutará en providencia en la segunda gran concepción de
la historia que poseyó occidente.

El hombre y lo divino

210
CATEDRA DE FILOSOFIA EDUCATIVA
Otra característica esencial a la visión del mundo de los griegos es su "religiosidad." Nos
encontramos con una religiosidad popular, que viene desde los orígenes de la comunidad. Esta
religión es esencialmente mística.
El mito no es sinónimo de leyenda o falsa imaginería que la ciencia se encargaría de
destruir, tal nos acostumbró el positivismo del siglo pasado.
El mito es un modo de acceder a la realidad y especialmente a las cuestiones primordiales.
Su lenguaje es simbólico y no es el lenguaje ni de la ciencia ni de la filosofía. Así por
ejemplo, San Juan dirá que Dios es "Luz y en él no hay "tinieblas" alguna; o la imagen de Zeus, el
hacedor inmortal, padre de dioses y del cielo; o la imagen de "Eros (amor) en cuya base está la
experiencia que la vida nace el amor; por ello el amor tiene que estar antes de la vida.
En los mitos griegos siempre nos hallamos con cierta humanización imaginada de lo
divino. La distancia entre el hombre y lo divino es recorrido por el mito, pues el hombre
necesita representarse lo divino, necesita personificaciones. Unidad de lo divino y diversidad
en su manifestación.
La experiencia religiosa de todas las culturas se centra en la experiencia de lo sagrado
como valor definitivo y articulador de todos los demás de-tedes-les demás. Lo mismo acontece
en el cosmos visión griega. Al respecto es ilustrativo la vinculación que establece platón entre
la formación del hombre político y la religión; para formar a un hombre superior hay que
desembocar en la "naturaleza de lo divino "; "debe poseer los lineamientos fundamentales de la
teología ".
Es interesante ver cómo un marxista contemporáneo llega a una conclusión similar, y por
las mismas razones: "piense Ud. -. Dice Max horkheeimer en un diálogo en lo que nosotros,
adorno y yo, hemos escrito en la "Dialéctica de la ilustración ". Allí decíamos: toda política que
no se conserva en sí misma nada de teología, aunque sea de forma sumamente imprecisa, es y
será en el fondo, por muy acertada que resulte, un negocio (texto traído por Hans Kung en,
¿Existe Dios?, pag. 655, edit, cristiandad, Madrid, 1979)
Dentro de la historia de la religiosidad griega debe señalarse también al movimiento de la
"religión" cuyos orígenes se diluyen en Oriente y que entra en Grecia durante el siglo VIII A.C.
Esta religión traía motivos nuevos, como, por ejemplo: la inmortalidad del alma, la concepción
del cuerpo como algo negativo, la visión de la muerte como liberación, etc. Esta religión
repercute hondamente en el espíritu griego y especialmente en algunos filósofos.
Los filósofos a menudo emprendieron una dura crítica a estas representaciones mitológicas de
la religión popular, hasta el punto de ser considerados a veces, "ateos" por sus
contemporáneos. Sin embargo, en ellos se manifiesta una religiosidad mucho más depuradas,
además del esfuerzo de llegar "racionalmente" a demostrar la existencia y naturaleza de lo
Divino (Platón, Aristóteles).

211
CATEDRA DE FILOSOFIA EDUCATIVA
Para la cosmovisión griega lo Divino no es "otro" del mundo como lo es por ejemplo para
el judaísmo donde existe Yavhé reinando en su infinita soberanía y por otro lado sus creaturas.
Entre el mundo, el hombre, y lo Divino hay una cierta unidad.
De lo dicho se desprende que el mundo clásico no distinguió taxativamente "lo natural" de
lo "Divino". Por ello no podía desarrollarse en Grecia el espíritu de "dominio" sobre el mundo,
no obstante, el desarrollo de las ciencias. Debían esperarse nuevos principios espirituales para
que esto fuese posible.

Conclusión
Dijimos en la Introducción que en Occidente se han sucedido tres grandes visiones del
mundo. Hemos descripto la primera. Pero ello no quiero decir que cuando la gran Civilización
griega entró en su ocaso haya desaparecido con ella esta visión del mundo. De algún modo
perdura en las instancias posteriores.
De esa visión del mundo se desprenden tres actitudes que de algún modo u otro
aparecerán siempre en hombre de Occidente.
a) Sentimiento de autonomía de la existencia. Lo que realiza el hombre lo realiza desde sí,
por sí y para sí.
b) Sentimiento de que el mundo histórico-cultural es el mundo propio del hombre. El
destino del hombre es la realización de un mundo humano en el cual se pueda vivir bien y ser
feliz.
c) Percepción de que las cosas jamás responden de forma adecuada a su esencia. Así, por
ejemplo, el hombre esencialmente es un ser racional, sin embargo, en la realidad. El hombre
por su naturaleza o esencia debe querer bien y la justicia, sin embargo... La esencia el círculo es
perfecto, sin embargo, los círculos que existen en la naturaleza son imperfectos.
Este último punto señala una brecha en la conciencia griega. La vocación de Infinito de la
inteligencia y la voluntad, por un lado, y por otro, la condición humana inserta en lo finito. La
síntesis medieval pretenderá suturar esta brecha.

212

You might also like