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HISTORIA (EVOLUCION DEL HOMBRE)

A partir del momento en que los fósiles homínidos de África comenzaron a superar en número
y en antigüedad a los asiáticos la hipótesis del orígen oriental del Hombre comenzó a perder
prestigio y, con ella, también los Pithecanthropus y Meganthropus que tanto fascinaron a los
primeros antropólogos. De hecho casi fueron olvidados y la mayoría de los especialistas ha
optado por abandonarlos en un impreciso taxón llamado Homo erectus, del cual han
segregado sin más al Homo ergaster africano. Quizá no hay una denominación que sea más
infeliz que la de Homo erectus ("El Hombre Erguido"), ya que aún es utilizada para catalogar a
cualquier fósil incómodo que no sea Neanderthal o Sapiens.

En 1891 Eugène Dubois descubre en Trinil, Java, restos de


un cráneo de homínido. Al año siguiente aparecen un fémur y un par de muelas. Fechó esos
hallazgos en 500.000 años y, a la hora de hacerlos públicos, ocultó convenientemente las dos
calaveras completas que encontró en Wadjak, a 100 km. de Trinil (Cráneos 1 y 2). Lo hizo
porque las calaveras parecían ser completamente humanas (de hecho se demostró más tarde
que son mucho más recientes y no tienen nada que ver con Homo erectus) y los huesos de
Trinil, en cambio, parecían pertenecer a un "hombre-mono" prehistórico, quizá el mismo
"Eslabón Perdido" (según la desdichada hipótesis de Ernst Haeckel) por el que suspiraban los
especialistas de entonces. Muchos llegaron a sospechar de que se trataba de un fraude, un
temor entonces muy latente (es la época del fraude de Piltdown). Tanto creacionistas como
evolucionistas en plena guerra no dudaban en recurrir al fraude para desprestigiarse
mutuamente o intentar forzar con evidencias falsas sus "verdades".
En 1892 Dubois llamó Pithecanthropus
erectus a la criatura por él descubierta. Entre 1930 y 1938 Ralpf von Koenigswald descubre
nuevos restos de unos doce especímenes en Trinil, Modjokerto y Sangiran. En 1940
Weidenreich reclasifica los fósiles de Java como Homo erectus iavanensis, pero en 1944
Dobzhansky lo bautizó definitivamente como Homo erectus erectus. Hubo nuevos hallazgos
hechos por Sastrohamidjojo Sartono en 1969 (cráneo Sangirán 17) y en 1979 el cráneo
Sangiran 31 (atribuído por otros autores a la especie paleojavanicus). Se lo describe como un
ser con características muy modernas, una estatura de 1,70 m., un peso de unos 70 kg. y una
capacidad craneana de 940 cc. Análisis de los cráneos han permitido al menos sospechar que
poseía bastante desarrollada el área del lenguaje. El macho de la especie parece una versión
robusta del ergaster africano (las hembras tiene rasgos mucho más suavizados): gran
desarrollo del torus supraorbital, bóveda craneal alargada y baja, base del cráneo ancha y
mayor grosor de los huesos y de las paredes craneanas. Aparece asociado a un instrumental
correspondiente al Modo 1 (olduvayense).

Los restos pertenecientes a Homo erectus


erectus (junto a los de otro posible género local conocido como Meganthropus, al que algunos
llaman paleojavanicus) pertenecen a las Formaciones Kalibeng (más de 1,8 millones de años),
Pucangan (entre 1,8 y 0,78 millones de años), Kabuh (entre 780 y 250.000 años) y quizá
Notopuro (entre 250 y 20.000 años aprox.). Si bien los hallazgos pertenecientes a esta última
Formación (Sambungmacnan y Ngandong, también Wadjak) son atribuídos a formas tardías
de erectus (soloensis).
Entre las Formaciones Pucangan y Kabuh se produce el evento paleomagnético Matuyama-
Brunhes. Aquí se produce una discontinuidad estratigráfica conocida como Formación
Grenzbank.
De Trinil proceden los hallazgos de Dubois (calota Trinil2 y fémur). Corresponden a la
Formación Kabuh. De Sangiran proceden fósiles de las Formaciones Pucangan, Grenzbank
(Meganthropus) y Kabuh (Sangiran 2,17, 31, 4, 12, 10). El niño de Modjokerto (de 3-5 años) y
capacidad craneal de 700 cc fué hallado en la Formación Pucangan, pero nuevas dataciones
lo ubican en los 1,9 millones de años (Formación Kalibeng). Finalmente los restos de
Ngebung, asociados a industria lítica olduvayense, pertenecen a la Formación Kabuh. Los
restos de Sambungmacan (S 1, 3 y 4) son de la Formación Notopuro y presentan una mayor
capacidad craneana (entre 890 y 1200 cc): podrían ser de otro género tardío de erectus, como
se ha señalado.

La antiguedad de los restos de Java, que han sido


elevados a 1,9 y 1,6 millones de años, unidos a restos igual de antiguos tanto de huesos como
de industria lítica olduvayenese en China, India, Pakistán e Irán, constituyen un auténtico reto
a la hipótesis de la migración africana de ergaster. En efecto los restos líticos de Riwat
(Pakistán) y Kashafrud (Irán) podrían tener 2 millones de años; el yacimiento de cueva
Longgupo (China) superaría los 1,9 millones de años; los restos de Modjokerto tendrían
también 1,9 millones de años y los de Trinil y Sangirán oscilan entre los 1,6 y 1,8 millones de
años. Se supone que los erectus de Asia descienden de un homínido que emigró quizá hace 2
millones de años desde África. En ese caso podría ser el Homo habilis o algún otro, y no el
ergaster, el ancestro de especies como Homo georgicus y Homo erectus. Por otro lado el
hecho de que no existe industria achelense en Extremo Oriente hasta fechas relativamente
recientes, sino que se utilizó la técnica olduvayense traída por los primeros colonos africanos
refuerza más la hipótesis de que el ergaster quizá no tuvo mucho que ver con el poblamiento
de Asia (al menos del Extremo Oriente).

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