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Ponencia para el XXIII International Congress of the Latin

American Studies Association. Washington, 6 - 8 de


Septiembre de 2001.

ANALISIS Y EVALUACION DEL IMPACTO DEL MODELO DE


DESARROLLO OBRAJERO - FORESTAL EN EL CHACO
SANTIAGUEÑO. EL CASO DE LOS JURIES

ARIADNA LAURA GUAGLIANONE


FLACSO. ARGENTINA
(mail: ariadnag@tutopia.com)

1
ANALISIS Y EVALUACION DEL IMPACTO DEL MODELO DE DESARROLLO
OBRAJERO - FORESTAL EN EL CHACO SANTIAGUEÑO. EL CASO DE LOS JURIES1

ARIADNA LAURA GUAGLIANONE2

1. INTRODUCCIÓN

En las últimas dos décadas se asiste a un proceso generalizado a nivel internacional


de toma de conciencia acerca del impacto que tiene sobre el medio ambiente y la sociedad
los patrones de comportamiento económico y las dificultades e inconvenientes que generan
los mismos en el desarrollo del bienestar de las generaciones futuras.

A pesar de este avance, en las discusiones a nivel internacional sobre medio


ambiente y desarrollo sustentable, no pueden mencionarse ejemplos claros de modelos de
desarrollo sostenibles, por lo tanto se considera factible que tanto el análisis o el estudio de
experiencias pueden aportar conocimientos que permitan lograr modelos más sostenibles en
el futuro.

La provincia de Santiago del Estero, ubicada al Noroeste de la República Argentina, se


caracterizó durante un largo período por el desarrollo de la actividad forestal como principal
rubro de la economía lo que dejó una marca no sólo en los aspectos ecológicos y
productivos sino también en las historias y comportamientos de los distintos actores
sociales.
El desarrollo del modelo obrajero - forestal tuvo lugar desde principios de siglo pasado a
partir de la expansión del ferrocarril que hace necesario la producción de durmientes para
las vías férreas y de postes de quebracho para alambrar los campos de la llanura
pampeana.

El modelo de desarrollo basado en los grandes latifundios forestales produjo una


combinación de los factores ambientales, económicos y sociales, que hasta el presente, han
afectado la configuración ecológica de la región disminuyendo la calidad de vida y del medio
ambiente, ambos considerados simultáneamente y con la misma importancia.

La Provincia de Santiago del Estero se encuentra en la región ecológica conocida con el


nombre de Región Chaqueña. La zona específica de estudio forma parte del Chaco
santiagueño, subregión que abarca los Departamentos al Nordeste del Río Salado que

1
Esta ponencia forma parte de la tesis de Maestría en Estudios Sociales Agrarios presentada en FLACSO - Sede académica
en Argentina el año 2001.
2
Licenciada en Sociología. Universidad de Buenos Aires (UBA). Magister en Estudios Sociales Agrarios. Facultad
Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO). Integrante del equipo de investigación en estudios agrarios de FLACSO.

2
conforman dicha área de la provincia. A partir de combinar las actividades productivas,
encontramos dos regiones preponderantes; la región de riego y la región basada en la
combinación de actividades ganaderas y forestales con agricultura de secano. El análisis toma
como referente el área geográfica de secano, más precisamente la localidad del Los Juríes,
ubicada en el Departamento de General Taboada.

Durante el período de desarrollo del modelo obrajero - forestal la tierra fue ocupada
por compañías obrajeras de origen extranjero que a partir de esta actividad eminentemente
extractiva produjeron la deforestación de la zona.

Una vez agotados estos procesos y a raíz de la disminución de la actividad obrajera en


el área se produjo una elevada desocupación de la mano de obra concentrada a su alrededor.
Si bien, por un lado, predominó la expulsión y migración de parte de la población inmersa en la
actividad forestal, por el otro lado se verificó el asentamiento definitivo de algunos trabajadores
del obraje en sus antiguas parcelas residenciales de autosubsistencia, quienes con el tiempo
se transformaron en campesinos productores de algodón en unidades de producción
minifundistas.

En la década del '30 vuelve a producirse una disminución de la producción forestal que
origina una campesinización de los asalariados del obraje. La expansión del mercado interno,
el crecimiento de la industria textil a partir de los años '40 y el estímulo a las producciones
regionales coadyuvaron en este proceso.

En la década del '60, con la definitiva crisis de la explotación forestal, la


campesinización parece consolidarse y se registra una mayor dedicación a la producción
comercializable.

En los últimos 20 años este escenario se modifica: la expansión de la frontera agrícola,


es acompañada de una serie de transformaciones ecológicas, económicas y sociales que
otorgan un nuevo dinamismo a la provincia produciendo modificaciones estructurales dentro del
agro santiagueño.
La incorporación de nuevos cultivos como la soja, el sorgo y el poroto junto con la incorporación
de nuevas tecnologías que permiten el desarrollo de inversiones seguras y rentables en corto
plazo, el desarrollo de la ganadería de cría, la expansión agrícola de riego y el crecimiento de
las ciudades más importantes, Santiago y La Banda, constituyen los rasgos más significativos
de este conjunto de transformaciones.

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La pregunta que constituye el eje central del análisis se basa en el interrogante sobre
¿cuál ha sido la sostenibilidad del modelo obrajero – forestal en la Provincia de Santiago del
Estero y cuál ha sido su impacto posterior en el desarrollo de la región?.

En este sentido, se considera que el modelo de desarrollo obrajero - forestal no fue


sostenible para el crecimiento de la región y que ha significado la depredación de los
recursos naturales, ha impedido el bienestar de la población y ha imposibilitado la equidad
intergeneracional del desarrollo.

Este deterioro responde por un lado a la toma de decisiones vinculadas a la pobreza y


la necesidad de subsistencia de los pequeños productores y por el otro, a los grupos de poder
que no contemplan en sus políticas la necesidad de conservación del medio ambiente y el
desarrollo del bienestar de las generaciones futuras.

2. ALGUNAS CONSIDERACIONES ACERCA DEL DESARROLLO SUSTENTABLE

El concepto de desarrollo sustentable comienza a ser discutido con más énfasis y


impulsado por algunos autores durante los años setenta. Después del Informe Brundtland
(1987) y posteriormente de la Cumbre de Río (1992) es que el concepto de desarrollo
sustentable se difunde ampliamente promoviéndose a niveles altos de decisión y
repercutiendo en las políticas gubernamentales.

La existencia de múltiples definiciones nos permiten comprender que aún no se


manifiesta un consenso respecto de lo que significa realmente el desarrollo sustentable y
considero que las numerosas interpretaciones existentes responden a las diversas
disciplinas que la estudian y principalmente al paradigma o ideología que le sirve de base
para definirlo.

Una visión globalizadora de las diversas definiciones del concepto permite enunciar
un extenso listado de componentes y elementos que se encuentran presentes en los
diferentes paradigmas. Podríamos enumerar como tales a la utilización de los recursos y
orientación de las inversiones hacia el desarrollo creciente de las actividades humanas por
tiempo indefinido, con continuidad y permanencia orientadas a la satisfacción de las
necesidades esenciales y al mejoramiento de la calidad de vida, el alivio al hambre y la
pobreza en una armoniosa relación con el medio ambiente a fin de no rebasar la capacidad
de carga de los ecosistemas manteniendo su integridad y articulando su conservación y su
desarrollo.

4
Debemos admitir que no existe un estado de sustentabilidad, sino un proceso de
permanente búsqueda para alcanzarla. La sustentabilidad es un blanco móvil debido a las
cambiantes formas en que se satisfacen las distintas necesidades humanas. La búsqueda
permanente de la sustentabilidad es el esfuerzo por resolver la tensión entre los
comportamientos humanos y la capacidad del ambiente de proveer, sin degradarse, los
bienes y servicios necesarios.

2.1 Un acercamiento crítico al desarrollo sustentable. Límites y conflictos

Sin embargo, deberíamos aclarar, que la problemática ambiental no es


ideológicamente neutral ni ajena a los intereses económicos y sociales.

El problema que se plantea cuando buscamos una definición de sustentabilidad o


desarrollo sustentable es la existencia de serias incompatibilidades entre las necesidades de
corto plazo y el sostenimiento de los recursos a largo plazo, así como la incapacidad de los
sistemas de producción y tecnológicos de sostener la base de los recursos frente a la
presión competitiva de los mercados (IICA, Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural,
1995).

La idea de que “todos tenemos las mismas responsabilidades frente al desastre


ecológico” impide dar cuenta de las distintas ubicaciones de los países frente a las
responsabilidades y de la crisis y del agotamiento de un estilo de desarrollo que se
manifiesta ecológicamente depredador3.

En este contexto se generan prácticas discursivas que neutralizan los verdaderos


conflictos e intereses que se encuentran en juego. Al plantear la responsabilidad compartida
de todos los hombres que habitan la tierra se encubren las relaciones de poder y
desigualdad existente entre los hombres y los países.

El dilema que se plantea en la práctica del desarrollo sustentable es que convivimos


todavía con dos realidades contrapuestas. Por un lado, todos concuerdan que el estilo
actual se ha agotado y es decididamente insustentable, pero por el otro, no se adoptan las

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Una quinta parte de la población del planeta, habitantes del norte, consume cerca del 80% de las reservas disponibles de los
recursos naturales, produciendo el 75% de las emisiones más dañinas al ambiente global. El restante 80% de los habitantes,
en su mayoría pertenecientes a los países del Sur, un tercio de estos sufre el hambre o desnutrición y tres cuartos no tienen
satisfechas sus necesidades básicas. Cada sujeto de los países del Norte produce un impacto en la reserva de recursos
naturales 25 veces más elevados que los sujetos que habitan la porción sur del planeta.

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medidas indispensables para la transformación de las instituciones económicas, sociales y
políticas que dieron sustentación al estilo de desarrollo vigente.

3. LA CONFIGURACION ECOLOGICA DE LA REGION

3.1 El ecosistema

La Región Chaqueña es una extensa llanura que ocupa el centro - sud del
continente.

La región guarda suma importancia por su aporte de recursos de origen geológico,


por representar divisorias climáticas, por su influencia en la economía del agua y por la
presencia de especies vegetales, propias de las particulares condiciones de ambiente que
las determinan.

En cuanto al clima la zona se caracteriza por ser un área de confluencia. Penetran en


la región los diversos climas del territorio argentino, excepto los patagónicos. Esta
confluencia de diversos climas conforma, según los agrónomos, las causas más graves de
“la problemática del Chaco Seco”. Las lluvias, características de cada clima, tienen su centro
de origen en áreas exteriores, alejadas del Chaco. Los volúmenes pluviales disminuyen
progresivamente hacia el centro de la región. Las modalidades de sus respectivos
regímenes climáticos, se modifican gradualmente.
En lo más representativo del Chaco Seco se puede determinar un área de crisis climática,
siendo la semiaridez predominante en la región.

Toda la Región Chaqueña se encuentra cubierta por un ecosistema dominado por la


vegetación arbórea. Por la complejidad de su estructura, tiende a asemejarse más a una
selva que a un bosque. Podríamos afirmar que la región presenta las características de un
ecosistema forestal con vocación de selva, en una zona semiárida.

Las especies dominantes, en toda la Región Chaqueña, son los quebrachos,


representados por especies de los géneros Aspidosperma, el quebracho blanco y
Schinopsis, los quebrachos colorados.
En todos los niveles de vegetación se asocian armoniosamente especies de follaje
persistente y de follaje caduco.

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En cuanto a la fauna habita en el ecosistema forestal una abundante y variada fauna
integrada por representantes de toda la gama de la vida animal: terrestres, acuáticos y aves.

La estructura productiva de la provincia se encuentra representada por cuatro áreas


principales: el área de riego, agrícola de secano, ganadería vacuna y ganadería caprina.

En la primer área se encuentra la mayor proporción de explotaciones agrícolas de la


provincia, con tradición histórica como productores. En cuanto al tipo de productores que
predominan, se pueden distinguir cuatro grupos principales en función de tres formas de
organización de la producción.

Un sector campesino orientado hacia actividades de subsistencia combinadas con la


venta de su fuerza de trabajo en el mercado, un grupo de productores que integran el sector de
campesinos sin posibilidades de acumulación y transfieren valor a través de la no asignación
de salarios a la mano de obra familiar. Un tercer grupo de productores puede caracterizarse
como "farmer" ya que disponen de algún nivel de capitalización pero basan la organización del
trabajo de su explotación en la utilización de la mano de obra familiar. Por último, un sector
empresario con niveles tecnológicos adecuados, que organizan la producción en base a la
utilización de mano de obra asalariada, con predominio de contrataciones estacionales en los
momentos de cosecha o para tareas específicas. Este tipo de productor reside generalmente
en las ciudades principales del área de regadío de Santiago del Estero.

En la segunda área predominan los productores de subsistencia que representan el


86% del total de productores residentes en la zona rural, tanto la ocupación del padre como la
primera ocupación del productor son indicativas del origen asalariado de los mismos.
Predominan las tendencias precarias de las tierras, lo que ha sido un factor importante de
conflictos sociales.

Convive con este sector campesino un sector "farmer" y uno empresarial. En el primer
caso poseen hectáreas bajo riego en las cuales producen alfalfa y hortalizas, utilizando tracción
mecánica, o eventualmente requiriendo contratistas de maquinaria. No son demandantes de
empleo ya que utilizan trabajo familiar.

En el caso del sector empresarial podemos destacar que no residen en la provincia,


poseen un alto nivel de capitalización, disponibilidad financiera e integración con el sector
comercializador. Disponen de maquinaria especializada y contratan trabajo asalariado.

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El área de ganadería vacuna fue escenario de una fuerte expansión complementada
con cereales forrajeros basada en un tipo de productor empresarial, en muchos casos
provenientes de la llanura pampeana o de fuera del sector agropecuario. La agricultura
realizada por este sector se basa en la utilización de contratistas.

El sector "farmer" se concentra en la zona tambera (Dto. de Rivadavia) donde las


condiciones agroecológicas permiten el desarrollo de este tipo de producción. En cuanto a los
productores de subsistencia sus actividades se limitan a la cría de caprinos y aves.

El área de ganadería caprina, al igual que la anterior, se caracteriza por los antiguos
asentamientos de pequeños productores.
Aquí vuelve a repetirse el esquema vigente en el área ganadera vacuna: productores de
subsistencia con venta de artesanías en las áreas de secano, campesinos orientados al
mercado y algunos pequeños productores capitalizados en las pequeñas zonas con riego. En
cuanto al sector empresarial, su producción se basa en agricultura con riego y ganadería
vacuna.

4. SANTIAGO ANTES DEL ESTERO ANTES DEL MODELO OBRAJERO – FORESTAL


4.1 Características de la provincia

La provincia se caracterizaba por la existencia de campos de gran extensión, con


variedad de pastos y condiciones higiénicas para el ganado. Estos campos se extendían en
la banda oriental y occidental del Río Salado, desde Cejas hasta el fuerte Taboada.

La estructura agraria de la época se encontraba configurada por estancias4,


establecimientos agrícolas o agrícolas - industriales5 y quintas6. La propiedad territorial se
subdividía en pequeña escala no existiendo gran cantidad de propietarios con grandes
extensiones.
Se observa que en el año 1879 existían importantes extensiones de tierras fiscales
oscilando entre 3.000 a 4.000 leguas cuadradas.

El clima de la provincia, considerando el término medio anual, se encontraba dividido


en tres zonas isotérmicas paralelas de este a oeste y de igual latitud entre sí. Al norte

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La estancia se destinaba casi exclusivamente a la reproducción y cría de las diferentes especies de ganado.
5
Se consideraba como establecimiento agrícola a todo terreno cultivado que no estuviera dentro de la categoría de quinta.
Fuera del Departamento Capital se aplica también el nombre de labranza o chacra a las plantaciones de cereales siempre que
no faltara el maíz.

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encontramos un clima cálido, suave al sur y ocupando el centro el término medio entre
ambas. Las lluvias se sucedían a menudo, siendo más copiosas y duraderas en verano.

Los ríos Dulce y Salado o Juramento que dividen el territorio de la provincia, en tres
zonas corren del noroeste al sudeste, siendo la zona central la más beneficiada por su rica
composición del suelo.

La agricultura que se desarrollaba en la provincia estaba compuesta por cereales


como el trigo, el maíz, el arroz y la cebada en pequeña escala. También se cultivaba toda
clase de legumbres7. Entre las plantas de huerta se destacan, en gran abundancia, el
zapallo, el anco, la sandía y el melón.
Asimismo se había producido, según las crónicas de la época, ensayos para el cultivo del
maní con resultados satisfactorio en los Departamentos de la Capital y la Banda, de tabaco
y de lino con buenos resultados.

Por otra parte se desarrollaba el cultivo de forrajes como la alfalfa y el cultivo del cáñamo
silvestre de abundancia en los montes.

El cultivo del algodón no se había desarrollado aún pero se habían obtenido muy buenos
resultados. Las cantidades producidas dieron origen a trabajos de tejidos que vendían las
mujeres del campo.

Según crónicas de la época el total de cultivos en cuadras era de 2.582; trigo 1.000;
maíz, zapallo (vegetales de huerta) 400; otro 200 y 582 de caña de azúcar.

Los instrumentos de labranza utilizados para el trabajo de la tierra eran las palas, las
azadas, las hachas, las ozas, los machetes, el cuchillo, las cuchillas, los arados del país y
los traídos de EEUU, la trilladora a vapor inglesa, las carretillas de mano, las carretas a
bueyes, los carros de dos ruedas, el duc cuatro, el descascarador de arroz de mano, los
desgranadores de maíz de mano, las horquillas de fierro y madera, las máquinas de cortar
alfalfa, etc.

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Las quintas eran terrenos con una superficie máxima de 15 cuadras cultivados en pequeña escala a inmediaciones de la
ciudad. Producían árboles frutales de varias especies, alfalfa, legumbres, cereales, etc.
7
Se producía en pequeña escala repollo de varias clases, coliflor, coles, lechugas, tomates, ají de varias clases, zanahoria,
remolacha, batatas, rábanos, porotos, pimientos, pepinos, espárragos, habas, achicoria, nabo, ajos, cebollas, orégano, perejil,
garbanzos, arvejas, papas, azafrán, etc.

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Sin embargo, uno de los cultivos que para finales de los años ’70 y principios de los
años ’80 había tomado gran impulso con resultados importantes era la caña de azúcar que
para esos años contaba con 981 hectáreas de cultivo.

Los ingenios más importantes fueron el Ingenio Contreras de Saint Germes y el


Ingenio Colonia Pinto de Luis G. Pinto. Sin embargo, estos no fueron los únicos que se
desarrollaron en la provincia ya que desde los años 1880 hasta 1900 se destaca la
existencia de otros siete, de menor importancia, junto a los agricultores independientes que
cultivaban en esa fecha y en forma intensa la caña de azúcar.

El desarrollo de la ganadería no tenía la importancia práctica en relación con la


impulsada en la Provincia de Buenos Aires y de Santa Fe.
En Santiago del Estero el ganado pastaba libremente ya que los campos eran libres o
comunales. No se practicaba el mejoramiento vacuno y el sistema de crianza era primitivo.
La cría del ganado ovino, caprino y porcino se encontraba muy descuidada.
El tipo de ganadería más desarrollada era el ganado vacuno, después el yeguarizo, el mular,
el asnal, el ovino, el caprino y el porcino.
El ganado mular era superior al de otras provincias y se exportaba entre 1.500 a 2.000
cabezas todos los años a Bolivia, Salta y Jujuy.
La alimentación de los animales se producía en los campos naturales que contenían
diversas clases de pastos forrajeros de excelente calidad que permitían un engorde más
natural.
El cultivo de alfalfa se realizaba cerca de la capital para el ganado de los establecimientos y
para vender o recibir animales de invernada. También se producía centeno y cebada.

El cultivo de la vid era de gran importancia favorecido por el clima y la composición


de los terrenos8. También se desarrollaron, en menor importancia, otras actividades
vinculadas con la abundancia de colmenas en los bosques, la caza comercial de la nutria y
de otros animales.
Pese a la gran importancia económica de la pesca, ésta no se realizaba en gran escala no
obstante la existencia de abundante y variado pescado que se encontraba en los ríos Dulce y
Salado.
No se observan, para esta época, políticas o reglamentaciones para la caza y la pesca.

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De 1870 a 1875 se cultivaban 10 cuadras o 17 hectáreas de vid, en 1885 eran 40 cuadras o sea 67 1/2 hectáreas
produciéndose un aumento de 30 cuadras. La proyección de la época para el año 1886 era de 100 cuadras de vid.

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Las industrias más importantes que se desarrollaron en la provincia en esta época
fueron la azucarera, la vinícola, del alcohol y otras varias en pequeña escala.

El comercio se encontraba regularmente desarrollado sostenido por los productos


que se cultivaban.
Las principales importaciones que se realizaban desde el Litoral eran los tejidos, los artículos
de bazar, los instrumentos de labranza, la ferretería, los útiles de escritorio, los comestibles, las
bebidas de toda clase, la yerba, el azúcar y el aguardiente, mientras que el ganado se
importaba desde las estancias de Salta y del Chaco.
Las exportaciones se basaban en los frutos, los cueros vacunos, los becerros, las suelas,
las pieles de cabra y cabrito, la lana y la cerda. Las cabezas de ganado vacuno se vendían
en Córdoba y los mulares en Cuyo y Tucumán. Los tejidos de lana (colchas, ponchos,
gergas, etc.) se exportaban a Santa Fe, Entre Ríos, Corrientes y Buenos Aires y el
quebracho colorado a Córdoba.

La provincia de Santiago del Estero disponía de recursos agrícolas valiosos y


abundantes, así como también de incipientes industrias textiles. La dinámica económica se
expresaba de manera cambiante, ágil y en camino de un desarrollo vinculado con la diversidad
regional y productiva, un importante mercado interno y una integración autosuficiente.

5. EL CONTEXTO HISTORICO Y EL SURGIMIENTO DEL NUEVO MODELO DE


DESARROLLO OBRAJERO - FORESTAL EN EL CHACO SANTIAGUEÑO

El modelo de desarrollo adoptado por la Argentina, desde mediados del siglo pasado,
se basó en la utilización de sus ventajas comparativas derivadas de recursos naturales
abundantes.
Una de sus consecuencias ha sido el empleo de una parte de su potencial ambiental,
privilegiando el crecimiento de algunas áreas y en muchos casos su sobreexplotación a
expensas de otras cuyo crecimiento económico y social quedó postergado.

A partir de 1880 se consolida el Estado Nacional, es decir, se fortalece un poder


central capaz de mantener el orden institucional e integrar en él a la población del país.
Santiago del Estero queda así incorporada al régimen del centralismo liberal impuesto desde
Buenos Aires.

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Sin embargo, la provincia, todavía mantenía reservas de su antiguo esplendor,
exteriorizadas en un desarrollo industrial y agrícola - ganadero9.

A pesar del desarrollo adquirido por la provincia, la forma de integración al resto del
país se vinculo con la llegada del ferrocarril que produjo profundas modificaciones en la
configuración económica, social y espacial de la Provincia de Santiago del Estero. Decimos
esto, pues la construcción de miles de kilómetros de vías férreas impulsaron el proceso de la
tala indiscriminada de los quebrachales santiagueños con la finalidad de transformarlos en
durmientes. Entre 1906 y 1915 Santiago del Estero produjo 20.700.000 durmientes, con los
que se construyeron 1.600 kilómetros de vías férreas (Aparicio. S, 1986).

"...La explotación de los bosques comenzó a atraer decididamente a los capitalistas. La


vinculación con el ferrocarril fue evidente. La ecuación ferrocarril, explotación forestal, latifundio
comenzó a modularse..."; "...y las demandas de madera dura fueron en aumento. A partir de
1870, la introducción del alambrado para separar los potreros, deslindar la cada vez más
valiosa propiedad territorial de la Pampa húmeda, y la necesidad de los postes incentivó más
aún la explotación forestal..."(Dargolz, 1998).

5.1 El modelo de desarrollo obrajero - forestal

En el año 1884 ingresa, por primera vez, el ferrocarril a la provincia de Santiago del
Estero.
La mentalidad agroexportadora del capital extranjero orientó la política ferroviaria de
acuerdo a las necesidades del capitalismo europeo, de esta manera se construyó con forma
de abanico convergente en los dos grandes puertos: Buenos Aires y Rosario. El noroeste
sufrió el aislamiento y la destrucción de los viejos pueblos florecientes durante la época de la
colonia. Creó nuevos pueblos de vida efímera. Las vías férreas determinaron la localización
de los asentamientos humanos en tierras no aptas para el cultivo, sin pastos y sin agua.
"…A falta de agua para la agricultura y la hacienda, aquellos pobladores de la zona de
influencia del ferrocarril - como dio en llamarse pomposamente- se dedicaron a la
devastación del bosque" (Orestes Di Lullo, 1937).

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Trabajaban en la provincia 33 aserraderos, 38 atahonas, 33 molinos a vapor y agua que junto con las restantes casas
industriales ocupaban 16.439 empleados y mantenía un giro de artículos importados, nacionales o extranjeros por valor de
1.138.000 pesos fuertes anuales.

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El ferrocarril introdujo en la región los productos importados destruyendo las
artesanías locales y extrajo lo único importante a sus fines: la madera, los postes y
durmientes que expoliaron los bosques santiagueños.

La necesidad económica de producción de durmientes y posteriormente de postes


para alambrar las grandes propiedades de la Llanura Pampeana se expresó en una nueva
forma de organización social: el obraje.

5.2 El obraje

La primer etapa del proceso de explotación forestal se basó en la extracción de


quebracho para la producción de durmientes que permitieron la extensión de las vías
férreas. A partir de 1870 a la producción de durmientes se le incorpora la producción de
postes de quebracho para deslindar las valiosas propiedades de la pampa húmeda.
La actividad es en esta época fue embrionaria, sólo se conformaron algunos obrajes, la
mayoría propiedad de extranjeros, sin grandes capitales. Es recién en la década del ’80,
cuando llegan a nuestro país las ondas expansivas del capitalismo industrial, que el bosque
es percibido como fuente de riqueza y comienza el proceso de explotación irracional de los
recursos.

La industria forestal era dispersa, primitiva e inestable. La tecnología utilizada era


rudimentaria y se basaba en el uso de herramientas manuales de corte para la tala, limpieza
y labrado y en carros tirados por bueyes o mulas para el transporte. Sin embargo, la
concentración de población del obraje por su carácter de movilidad implícita en la constante
búsqueda de áreas vírgenes para la continuidad de la actividad, definió una forma de
ocupación de espacio precaria y transitoria.
Cuando se agotaba un sector del bosque el obraje desmontaba su estructura para
trasladarse hacia zonas aún no explotadas. Los cortes no se efectuaban de manera que
permitieran reconstruir el bosque a fin de permitir una explotación continua. Se sacaba de
una vez todo lo que tenía valor.

El quebracho, es por otra parte, un árbol de crecimiento lento. Si la industria forestal


regresaba después de un intervalo a terrenos ya explotados, no era porque disponía
nuevamente de una nueva generación de árboles, sino porque encontraba provecho al
haberse modificado las condiciones del mercado a raíz de la reducción de los precios del
transporte para extraer los ejemplares menores que antes había desechado.

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Los sujetos intervinientes de esta nueva configuración económica – social eran el
obrajero, el hachero, el contratista, el labrador y el carrero. La relación laboral entre el
obrajero y el hachero era de un régimen de trabajo casi forzoso basado en el perpetuo
endeudamiento del hachero con su empleador.

El obraje demandó en este período grandes contingentes de mano de obra. La


ubicación del obraje estaba íntimamente relacionada con el trazado de las vías férreas,
cuestión que determinó que la localización de los asentamientos humanos dejara de ser la
consecuencia del hallazgo de agua para la ganadería y se expresaran a lo largo del
recorrido de las vías.
Esta situación modificó los hábitos agrícolas y pastoriles de la región transformando a los
campesinos en peones errantes, sin sentido de pertenencia, dispuestos a dejarlo todo y
dirigirse a donde “ la Compañía” lo determinase.

El hachero y el peón fueron los más explotados. Un testigo de la época ilustra esta
situación: "una semana de estudios, entre las selvas, nos ha bastado para apreciar las
penurias que pasa el obrero en medio de esos bosques alejados de todo lo que significa
civilización, carentes de comodidad, alimentos, expuesto al frío y al calor (45º a la sombra en
enero y febrero), a los vientos y hasta ser devorados por las llamas de los continuos
incendios…"…" la mayoría de los trabajadores se limita a pasar el día con unos mates, que
es agua caliente con un poco de azúcar y otro de yerba, algunas veces maíz tostado y otras
con la llamada tortilla…. El peón sale por la mañana de su vivienda, que son cuatro palos
parados de metro y medio de altura con unas ramas encima a manera de techumbre, y
regresa recién a la noche cuando la oscuridad le impide seguir trabajando"… "A cada obrero
se le da una libreta en la proveeduría, establecimiento explotador de los mismos dueños del
obraje...en donde lo que vale 10 hay veces que vale 20 y hasta 30 y 40... La mayoría de los
peones debe tanto que se ven obligado a abandonar…puesto que el peón que debe al
obrajero, es como un esclavo, que está obligado a trabajar hasta que cubra la deuda que
cada día se hace más grande" (Orestes Di Lullo, 1937).

Sin embargo, a pesar del auge de los obrajes, también existió el desarrollo de una
estructura productiva importante en extensiones cercanas a las vías férreas y en zonas con
posibilidades de riego. Las producciones más características fueron el maíz, el trigo y la alfalfa
para forrajes; incorporándose más tarde el algodón, el girasol y el lino, productos que se
colocaban en los mercados extraprovinciales a partir del desarrollo del ferrocarril.

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Hacia 1914 la actividad agropecuaria de la provincia se limitaba a la ganadería
extensiva, el obraje en las áreas que no habían sido totalmente depredadas y la agricultura
bajo riego en las zonas donde la existencia de cursos de agua lo hacía posible.

El inicio de la Primer Guerra Mundial y su correlato de dificultades de abastecimiento


por vía marítima, motivó un cambio cualitativo en los rubros de explotación forestal,
derivándose de la producción de durmientes y rollizos a la de extracción de leña y la
elaboración de carbón.
Este cambio en la demanda de rollizos por la leña y el carbón no respondió solamente a las
dificultades en la provisión de carbón mineral sino que también la disminución de durmientes
estuvo originada en la interrupción de la expansión de la red ferroviaria nacional.

La magnitud de la devastación forestal se evidenció a través de la degradación de las


tres cuartas partes de la superficie ocupada por bosques de la provincia entre 1906 y 1915.

Entre 1906 y 1918 se observa una recuperación de los agrosistemas de riego,


fenómeno que se debió a una coincidencia de intereses nacionales y provinciales ante la
depresión de los niveles de producción en las ramas más activas de la provincia. El riego
permitió lograr la diversificación en la producción y una mayor participación provincial en el
mercado nacional.

La producción agropecuaria provincial, durante el período que abarca de 1914 a


1937, crece a una tasa del 2,8 anual; este incremento se debe fundamentalmente al cambio
en la composición de la producción a favor de la agricultura, cambio que se efectúa sin la
incorporación de nuevas tierras, lo que implica un fuerte incremento de la productividad
(Aparicio. S, 1986).
A su vez, se produce el aumento del número de explotaciones agropecuarias que pasan de
6.351 a 23.141, este incremento se produce en los estratos de menos superficie, lo que
apoyaría la hipótesis de un asentamiento de ex-asalariados que se campesinizan ante la
caída de la actividad obrajera y ganadera.

Hacia 1937, la agricultura representaba el 40% del VBP provincial, siendo las
producciones principales el ajo (11,8%), la alfalfa (9,3%), el algodón (6,6%) y el trigo (5,7%).

Durante 1935 y 1937, la actividad forestal presenta un nuevo momento de


crecimiento, aunque nunca llega a tener la importancia que adquirió en el momento de la
expansión del ferrocarril.

15
Dos situaciones explican este resurgimiento. A partir de 1933 comienza el tendido de
la conexión ferroviaria que puso en explotación una vasta zona del sur santiagueño. En
numerosos departamentos, que hasta el momento no habían sido explotados, surgen
nuevos obrajes que se constituyen en polos de atracción para la mano de obra de la región.
El segundo elemento desencadenante no es ya la provisión de durmientes para el ferrocarril
sino la extracción de tanino.

El hecho de que el tanino extraído del quebracho chaqueño y santafesino superara


en rendimiento al santiagueño significó que la empresa más importante vinculada a la
extracción de tanino, la Foretal Limitada, se instalara y concentrara la extracción y sus
capitales en la región chaco - santafecina. Sin embargo, existieron relaciones evidentes
entre la Forestal Limitada y la Provincia de Santiago del Estero, vinculadas a las sucesivas
transferencias y ventas del ferrocarril.
La explicación de este nuevo auge forestal estuvo dada por la iniciación de la
Segunda Guerra Mundial que produce un proceso de demanda sostenida del tanino que
incluso se incrementa durante la post - guerra y más tarde con la Guerra de Corea.
Sin embrago, y coincidiendo con una entrada tardía en el mercado de tanino, el año 1962 la
Forestal decide reemplazar los quebrachales argentinos por las nuevas plantaciones de Asia
negra o Mimosa en las colonias británicas de Africa.

La explotación del bosque no se redujo sólo a la extracción de tanino, también se


incrementó la producción de leña y carbón para la combustión ante la imposibilidad de
abastecerse del insumo importado.
Este fue uno de los momentos de auge del negocio forestal y por lo tanto de la población
económicamente activa se encontraba ocupada en las tareas vinculadas con el obraje.

La última etapa de utilización del bosque se caracterizó por la utilización total del
mismo no ya para la extracción de tanino sino para durmientes, postes, vigas y carbón. Se
produjo la tala indiscriminada del bosque: el quebracho colorado, el algarrobo, el quebracho
blanco, el guayacán, etc. Aparte de los durmientes y los postes era necesario el carbón y la
leña.

16
La organización económica y social que estableció el obraje pudo desarrollarse con
tales características debido a la inexistencia de leyes sociales que ampararan el trabajo del
hachero y leyes vinculadas a la protección de los recursos naturales10.

Sin embargo, y a pesar de todos los esfuerzos11, de las 10.792.200 hectáreas de


bosques (la mayoría tierras fiscales) existentes a comienzos de siglo sólo quedaba en el año
1943 una 700.000 hectáreas de tierras fiscales. Esto significa que 8.489.371 hectáreas de
bosque habían sido desbastadas (Dargoltz. R, 1998).

7. CONSECUENCIAS DEL MODELO DE DESARROLLO OBRAJERO - FORESTAL

Nunca los obrajes cumplieron normas de racionalidad social y ecológica en sus


actividades. Los bosques se fueron talando progresivamente desde el norte de la Provincia
de Córdoba hasta el límite con la República del Paraguay. Cuando se acababa el bosque la
empresa se trasladaba, mientras tanto se explotaba todo lo que rendía ganancias.

El trazado del ferrocarril modificó la geografía y el paisaje del lugar, los bosques
talados fueron ocupados por la ganadería realizada en forma extensiva por los puesteros y
se desarrollaron distintas combinaciones de configuraciones sociales que incluyeron
establecimientos agropecuarios con obraje; estancieros que arrendaban las superficies con
bosque y obrajeros que incorporaban la ganadería y la agricultura.

A medida que los recursos forestales disminuían avanzó la ganadería. Los animales
se multiplicaron libremente.
Desde el punto de vista económico se estableció una economía de supervivencia,
estableciéndose los llamados puestos12.
A la larga se crearon las estancias. El efecto negativo de este tipo de explotación fue
múltiple: los animales sin control se alimentaban de los renovables de especies valiosas
como el quebracho, pisoteaban el suelo, lo comprimían y trastornaban su maduración.

El desarrollo del modelo obrajero – forestal junto con el ferrocarril cambiaron la


antigua cartografía de la región al constituir nuevas poblaciones sobre las líneas férreas

10
Con el advenimiento del radicalismo en 1920 se reglamentaron algunas situaciones como los accidentes de trabajo y
enfermedades profesionales, trabajo de mujeres y menores, pago de sueldos en moneda nacional, jubilaciones y trabajo
nocturno. Pero es recién en 1945, con la llegada al poder del peronismo, que se inicia una transformación más profunda, al real
cumplimiento de las leyes se le agrega la organización sindical de los hacheros y algunos intentos por generar mecanismos
que permitan la protección integral del bosque.
11
En 1950 se crea en la Dirección Provincial de Bosques como consecuencia de la adhesión de la provincia a la Ley Nacional
Forestal Nº 13.273 promulgada en 1948.
12
Los puesteros, por lo general, eran antiguos obreros forestales que retenían algunos animales

17
junto al despoblamiento de los pueblos históricos. Asimismo produjo el desarraigo y la
migración hacia las zonas urbanas a raíz de la pérdida de las antiguas costumbres agrícolas
– pastoriles, sin haberse desarrollado una nueva forma de desarrollo industrial permanente.

La enorme riqueza extraída por la explotación forestal tampoco significó un ingreso


de capitales para la provincia, sólo representó grandes ganancias para los capitales de
origen nacional y extranjero. Esta forma de distribución de los recursos se reflejó en una
distribución de la tierra desigual, abalada y consolidada por un sistema político caudillista
que establecía un convenio tácito y expreso con los dueños de las tierras.

El uso de la tierra en gran escala, justificado por la inversión de capitales, produjo la


degradación de los ecosistemas en proporciones gigantescas. Se perdió el equilibrio ecológico
y se alteraron los parámetros del medio físico: se incrementó la evaporación del agua13 y se
aceleró la erosión de los suelos. Se produjo la extinción de especies y la perdida de parte del
tesoro genético de la zona. Lamentablemente la tendencia hoy, sigue siendo la explotación
irracional del recurso.

La crisis ambiental que vive la provincia de Santiago del Estero, producto del
desarrollo de un modelo depredador de explotación de los recursos naturales, no sólo se
manifestó en la destrucción del medio físico y biológico, sino sobre todo, en la degradación
de la calidad de vida, tanto en el ámbito rural como urbano. Asimismo la degradación del
ambiente y la destrucción de la base de recursos naturales ha conllevado a la
desintegración de los valores culturales, de las identidades étnicas y de las prácticas
productivas de las sociedades tradicionales.

Las prácticas productivas, surgidas después de la desaparición de los obrajes,


generaron diversas estrategias de sobrevivencia en las comunidades rurales que inducieron al
uso ineficiente de las fuentes energéticas naturales y en muchos casos llevaron a la
destrucción y desaprovechamiento del potencial productivo de los ecosistemas.

La explotación de los recursos del bosque fue generando daños irreversibles en la


productividad de los ecosistemas naturales, impidiendo el desarrollo de una parte importante de
su potencial productivo y obstaculizó las alternativas sociales de organización de un proceso
productivo más igualitario, equilibrado y sostenible.

13
Los efectos de la tala indiscriminada de los bosques santiagueños a determinado el cambio climático expresado, por
ejemplo, en la modificación del régimen de lluvias de la región produciendo como consecuencia abundantes sequías.

18
7. SANTIAGO DEL ESTERO DESPUES DEL MODELO OBRAJERO - FORESTAL

7.1 Características del nuevo modelo de acumulación

El fracaso del modelo de sustitución de importaciones y de expansión del mercado


interno planteo la necesidad de repensar y reelaborar el nuevo régimen de acumulación.

En esta línea de acción se enmarco la dictadura militar y posteriormente, con algunas


semejanzas y diferencias específicas, a nivel económico, continuaron profundizando los
gobiernos democráticos. Durante ambos gobiernos del Dr. Carlos Menem (1983 - 2000), la
concepción del desarrollo se basó en un concepto clave, la competencia. En el caso de la
Argentina paso por insertarse en un mercado mucho más amplio e integrarse a la economía
mundial explotando sus ventajas comparativas, reconvirtiendo sectores y haciendo más
eficientes los grupos productivos rentables.

Las grandes transformaciones encaradas se basaban en: la preeminencia del ajuste


fiscal, la apertura y liberalización de los mercados de bienes, financiero y de cambio; el fomento
a las privatizaciones, la reducción del gasto público y el aumento de la recaudación tributaria.

En el marco de estos objetivos surge en el año 1991, el Plan de Convertibilidad basado


en la convertibilidad de la moneda nacional con respecto al dólar a un tipo de cambio fijo. El
plan de estabilización avanzó en las privatizaciones con énfasis en los servicios y mostró una
ausencia de políticas volcadas al sector industrial.

En el sector agropecuario, a partir de la implementación de este modelo, se produce un


crecimiento heterogéneo que acentúa las diferencias regionales ya existentes. Los sectores
vinculados al mercado externo crecen en producción y tecnología mientras que los sectores
dedicados al mercado interno disminuyen su actividad.

Estas transformaciones, vinculadas a este nuevo modelo de acumulación, originan en


Santiago del Estero un proceso de expansión de la frontera agrícola que significó un reemplazo
de producciones extensivas (ganadería de monte) por actividades de mayor productividad,
acompañado de una serie de transformaciones económicas y sociales que además de
otorgarle cierto dinamismo a la provincia producen modificaciones estructurales dentro del agro
santiagueño.

19
Los procesos de modernización abarcan gran parte del área de secano permitiendo la
sustitución de las producciones menos rentables en detrimento de la expansión de las
producciones agroexportables y ganaderas. En la franja este donde se encuentra el
Departamento de General Taboada se produce la expansión de la ganadería vacuna y de las
pasturas necesarias para dicha producción.

Estas profundas modificaciones estructurales permitieron, por un lado, la expansión de


un tipo de producción basada en una combinación de capital y tecnología posibilitando la
consolidación de un sector empresarial agrícola; pero por otro lado significó, para los
pobladores de la zona, una marginación creciente del sistema productivo debido a la
incapacidad de los mismos de generar una producción destinada al mercado externo.

8. LOS JURÍES

8.1 (1990 – 1996)

La localidad de Los Juríes esta ubicada en el Departamento de General Taboada, al


este sud - este de la Provincia de Santiago del Estero en el noroeste argentino y forma parte de
la región conocida como el Chaco Santiagueño. La ciudad de Añatuya, cabecera del
Departamento, se encuentra a 80km de la comunidad. Su zona rural esta dividida en lotes, en
los que se encuentran las distintas unidades productivas y abarcan una superficie aproximada
de 7.500 has, distribuidas entre el Departamento de General Taboada y el Departamento de
Ibarra.

Se observa una estructura agraria heterogénea donde conviven parcelas con rasgos
campesinos y extensiones con características de mediana y gran explotación empresarial.

El área de secano, en donde se encuentran localizados los productores de Los Juríes,


se ubica en el centro - este de la provincia; la agricultura tiene un peso relativamente importante
siendo el 60% del VBP, donde el maíz, el algodón y la alfalfa constituyen las producciones
principales tanto en términos del VBP como de demandas de mano de obra.

En la última década se asiste a una creciente modernización observándose un


considerable aumento del nivel tecnológico y la expansión de cultivos agroexportables.
A pesar de la existencia de este proceso, en el área predominan los campesinos que
constituyen el 86% de las familias rurales. Estos productores, en su mayoría, no son dueños de
las tierras que ocupan sino que mantienen una tenencia precaria de la misma. En su mayoría

20
las tierras son propiedad del Sr. Massoni a través de las empresas Los Mimbres, Sarónica y
Jungla.

El origen social de la comunidad es fundamentalmente de ex-asalariados de la industria


de extracción forestal.

Ante las transformaciones tanto en la provincia como a nivel nacional, en la década del
'40, los pobladores de Los Juríes comienzan a asentarse en las tierras desmontadas o
abandonadas por las empresas forestales y, lentamente, se ven implicados en un proceso de
campesinización el cual supuso distintas instancias en las que se combinan diferentes
actividades como el desmonte, el cultivo de subsistencia, la producción para el mercado y las
migraciones estacionales.

En la década del '60, con la definitiva crisis de la explotación forestal, la


campesinización parece consolidarse y se registra una mayor dedicación a la producción de
cultivos comercializables.

Sus parcelas ya no pueden ser consideradas como meramente residenciales por el tipo
de mano de obra utilizada en la explotación, mayoritariamente familiar; por el uso de
herramientas de trabajo precarias, no mecanizadas que implican un muy bajo componente de
capital y por la imposibilidad de acumulación de capital, estos pequeños productores empiezan
a reunir las características principales de los actores de "tipo campesino".

El producto principal que constituye el mayor ingreso económico es el algodón, con


mejores o peores precios de venta, según las condiciones del mercado.

Las explotaciones funcionan como una unidad económica compleja. Una finca típica de
la zona posee las siguientes características: la superficie total esta dividida según las distintas
actividades realizadas por la familia. El sector del predio que se encuentra desmontado se
utiliza para las actividades agrícolas y para la construcción del rancho. El otro sector, es en
general, superficie de monte utilizada para la extracción de leña para carbón y para pastoreo de
los animales. El desmonte para la obtención de mas hectáreas, que les permita una mayor
producción de algodón, es realizado en el invierno y la cantidad promedio de superficie
desmontada no suele llegar a las 2 has, debido a la falta de maquinaria apropiada que
sustituya las herramientas manuales que implican un esfuerzo y un tiempo de trabajo superior
al disponible. La mayoría de los productores no posee agua de riego, la de consumo es

21
obtenida de aljibes o de pozos comunitarios ubicados a mas de 3 Km de las explotaciones.
Estos pozos han sido construidos a partir de la organización de los productores.

Éstas actividades se complementaban con otros productos elaborados en la


explotación. En el caso del jefe de familia éste realiza trabajos en madera, como los postes,
con cuero de vaca; mientras que la mujer colabora elaborando productos comestibles cuyos
excedentes pueden venderse en la zona.

Son familias numerosas, lo que les permite contar con la mano de obra necesaria para
las tareas del predio, no teniendo que introducir dentro de sus cálculos económicos un gasto
más como sería la contratación de asalariados para las tareas de siembra y cosecha. Cuando
la mano de obra familiar no alcanzaba, por ejemplo en la cosecha, recurren a arreglos con los
vecinos, generándose formas de contraprestación semejantes a la "mano vuelta" del
campesinado andino.

Los productores de Los Juríes se encuentran ante la imposibilidad de realizar


actividades productivas rentables, por las cuales obtengan una ganancia que les permita
acumular capital debido a la escasez de recursos (tierra y capital) que les impide encarar
producciones más rentables destinadas al mercado. Su recurso abundante es la mano de obra
familiar, y en consecuencia desarrollan estrategias de ingreso complementarias que les
permitan asegurar su supervivencia a través de maximizar las posibilidades de empleo del
grupo doméstico.

Dentro de las estrategias de hogares desarrolladas por los campesinos se distinguen:


las estrategias agrícolas de subsistencia, las estrategias de acumulación y las estrategias de
sobrevivencia. Estas últimas "...identifican un proceso de empobrecimiento en el cual los
campesinos no son capaces de obtener de la tierra un ingreso suficiente para vivir y deben
diversificar sus actividades buscando otras fuentes de ingreso, por lo general precarias".

Las familias campesinas de Los Juríes desarrollan estrategias complementarias


basadas en la asalarización de uno o varios integrantes de la unidad familiar fuera de la
parcela14. Otras producciones complementarias incluyen la elaboración de postes de madera a
pedido de distintas estancias y el desmonte realizado durante el invierno que les permiten
obtener madera para vender como leña o para quemarla produciendo carbón que
generalmente es vendido a los camioneros que entran en la zona.

14
Las migraciones estacionales se dirigen principalmente hacia las cosechas de papa y al desflore del maíz. Las permanentes
tienen la mayoría de las veces, como centro a Buenos Aires.

22
La mayoría de los productores se encuentran en un proceso por el cual logran
mantenerse en el mismo lugar, complejizando el funcionamiento de su unidad productiva a
partir de la combinación de diversas actividades vinculadas a la inestabilidad de la producción
en base a un solo cultivo estacional, a sus posibilidades de manejo de recursos y a su inserción
en la economía provincial.

8.2 (1997 – 1999)

A partir del año 1997 se produce una declinación del cultivo de algodón, producto de
la caída de su precio y de la disminución de la demanda en el mercado internacional. Este
contexto provoca en los productores de Los Juríes un marcado deterioro, con una tendencia
evidente de igualación hacia abajo y un acentuado retroceso tanto en los aspectos
económicos como sociales.

Algunos de los procesos de diferenciación entre los productores, que se observaban


en el período anterior, vinculados a la posibilidad, en un tiempo pasado de haber producido
algún tipo de capitalización, por la obtención en propiedad de la tierra que ocupaban o por la
existencia de orígenes familiares distintos y de gestiones económicas diferenciales que les
habían permitido un mejor posicionamiento dentro de la estructura económica – productiva
no se observan en este período.

La mayoría de los productores se encuentran en un proceso por el cual logran


mantenerse en el mismo lugar, adoptando las estrategias de sobrevivencia típicas del
pequeño productor que les permite la reproducción familiar en la misma escala.

Debido a la caída de los precios del algodón y de, en la mayoría de los casos, no
contar con otra producción destinada a la comercialización los productores han dejado de
producir y solo realizan actividades vinculadas con la autosubsistencia como el maíz, el
zapallo, la sandía y, en algunos casos, la producción de huertas. Asimismo se está
tendiendo, a través de las instancias de organización que tienen los productores15, al
desarrollo de una producción silvo – pastoril que consiste en el aprovechamiento del monte
y de los pastos.
Se observa un importante promedio de animales, considerando la existencia de 25.000
cabras en la zona, concentrándose éstas en los pequeños productores.

15
Cooperativa de campesinos y Movimiento Campesino de Santiago del Estero. Ambas organizaciones surgieron a partir de la
lucha por las tierras en el año 1986.

23
Junto con estas actividades se está difundiendo la incorporación del poroto como
producto de subsistencia y la siembra de pasturas en 1 a 2 has que permita alimentar los
animales en el invierno con la utilización del monte y en el verano con las pasturas.

Se advierte, como fenómeno incipiente y con una tendencia a incrementarse, el


arrendamientos de campos de más de 20 hectáreas, en algunos casos, para la producción
de siembra directa de soja y en otros para la producción de algodón. Esta opción se
transforma, por un lado, en un paleativo que le permite a los productores obtener una
ganancia segura, pero por el otro lado, incrementa el problema de la degradación del suelo
debido a una mayor utilización de agroquímicos.

Las actividades productivas son realizadas por el conjunto de la familia y cuando


reparamos en las estrategias de sobrevivencia que realizan los productores observamos que
se ha producido un incremento del trabajo extrapredial. En los último tres años más del 90%
del ingreso de las familias fue producto del trabajo extrapredial vinculado con el desmonte
de predios de medianos y grandes productores que adquirieron tierras en la zona.

El conjunto de los ingresos se complementa con la venta de carbón, ladrillos y


animales; no persiviendo, en la mayoría de los casos, salario familiar, pensiones o
jubilaciones.
Si bien continúan las migraciones temporales al desflore del maíz y las permanentes hacia
la ciudad de Santiago del Estero, la provincia de Tucumán y de Buenos Aires, las mismas
han mermado debido a la escasez de oportunidades laborales.

Este conjunto de estrategias, que generan ingresos visibles, se complementan con


otro tipo de ingresos no visibles expresados en las relaciones de parentesco y vecindad.
Estas generan acuerdos de corto plazo entre vecinos basados en préstamos de
herramientas, canje de alimentos por trabajo, ladrillos y cruza de reproductores.

Las familias son numerosas y en los últimos años se ha producido un incremento en


la composición de las mismas a partir del nacimiento de nuevos hijos. En cuanto al nivel de
educación, la mayoría de los integrantes adultos de cada familia, no han concluido los
estudios primarios.
Las condiciones de vida son precarias, el agua es de pozo, no hay electricidad, las escuelas
están a un promedio de 5 km de las viviendas y las postas sanitarias se localizan a un
promedio de 6 km.

24
Los caminos son malos resultando intransitables en épocas de lluvia.

La mayoría de los productores participan de distintos programas sociales como el


PROINDER, el PROHUERTA y del Programa Social Agropecuario (PSA)16.
Además de las formas de organización vinculadas a las estrategias individuales de
sobrevivenvia se desarrollan formas de organización colectiva en las que participan los
productores como la Cooperativa de Campesinos y el Movimiento Campesino de Santiago
del Estero (MOCASE). Ambas organizaciones surgieron a partir del reclamo de las tierras en
el año 1986 y constituyen, en este momento, espacios que no solo refieren a la problemática
de la tierra en Los Juríes sino que se extienden a cuestiones vinculadas a mejoras
productivas, acceso a créditos, capacitación, educación, comercialización de los productos,
etc.
Con relación a los aspectos ambientales, tierras degradadas, desmonte,
reforestación y prácticas de conservación, la zona se caracteriza por tener entre 5000 a
7000 hectáreas en estado importante de erosión. En promedio cada pequeño productor
tendría entre 5 a 10 hectáreas erosionadas tanto en nutrientes como en infección de
malezas producto de la siembra sostenida de algodón. Sin embargo, en la mayoría de los
casos, a partir del desmonte de 1 a 4 hectáreas se han habilitando tierras nuevas que les
permitirían poder desarrollar las prácticas de cultivos en tierras aptas.

Si bien los productores realizan actividades de desmonte, éstas se desarrollan de


manera racional. El problema grave del desmonte, en este momento, lo constituyen los
propietarios medianos y grandes que desmontan extensiones de más de 100 hectáreas sin
cumplir con las exigencias legales17.

No se desarrollan prácticas de reforestación en la zona a pesar de la posibilidad que


otorga el gobierno de acceder gratuitamente a diversas variedades de árboles. Si bien, los
pequeños productores tienen conciencia de la importancia del monte y de las prácticas de
conservación no aparece como un problema ya que visualizan la existencia de monte en
abundancia en la zona y dada las características del desmonte que realizan no incluyen la
problemática de la reforestación y conservación entre sus prioridades.

16
El PROINDER es un subsidio para mejorar la situación económica de los productores a través de proyectos de desarrollo
tanto para la producción agrícola como ganadera. En cuanto al PROHUERTA es un programa asistencialista que beneficia a
aproximadamente 1000 familias necesitadas y que les permite garantizar la autoproducción de alimentos, fundamentalmente
verduras, hortalizas, gallinas, producción de huevos, carne de pollo y frutales. Por último el PSA brinda al productor, a través
de la conformación de grupos, la posibilidad de acceder a créditos de bajo interés con un plazo de devolución de 4 a 5 años.
17
Cada productor debe dejar cortinas de monte cada 500 metros.

25
Sin embargo, a partir de la incorporación del sistema silvo – pastoril y dadas las
características del mismo, se han comenzado a desarrollar prácticas de conservación del
monte.

El sistema productivo de la zona carece de tierra, infraestructura, maquinaria, los


medios de producción y en particular se advierte la falta de la cultura característica del
agricultor. Los pequeños productores de Los Juríes no tienen tradición de agricultores, sus
abuelos han sido hacheros que tuvieron que asentarse en las tierras a raíz de la disminución
de las actividades vinculadas a la producción forestal. Si bien, a lo largo del tiempo y a partir
del cultivo sistemático del algodón, han logrado “cierta cultura algodonera”, no han adquirido
aún las prácticas del productor agropecuario. Esta situación es producto, no solo del tipo de
configuración económica y social que se dio en la provincia, sino también de la falta de un
contexto que le permita al productor disponer de las condiciones necesarias para el
desarrollo de la producción agropecuaria y ganadera.

A MODO DE CONCLUSIONES

Al examinar los procesos que se desarrollaron en la provincia de Santiago del Estero


durante su historia, observamos un incipiente desarrollo autónomo que luego, a partir de la
integración de la provincia al Estado Nacional y del surgimiento del modelo de desarrollo
obrajero – forestal, se interrumpe con una fuerte tendencia al estancamiento y al deterioro.

Dentro de este problema complejo debemos tener en cuenta que inciden factores de
distinta índole, que podrían clasificarse en exógenos y endógenos.

En el primer caso se corresponden con la forma subordinada de incorporación de la


Argentina al mercado mundial a partir de la utilización de sus ventajas comparativas
derivadas de sus recursos abundantes que incidió, indudablemente, en el mayor o menor
desarrollo de las distintas áreas del país, en donde a su vez, se produjo una nueva división
interna en la que se priorizaron ciertas regiones en desmedro de otras. En esta división
regional del territorio nacional, Santiago del Estero, se constituyó en una provincia “inviable”,
quedando dentro del sector más desprotegido dentro del contexto de la República.

El modelo de desarrollo, que caracterizó a la provincia a partir de 1884, produjo la


explotación de los bosques suponiendo que éstos eran inextinguibles, con la idea de
explotar un yacimiento se extrajeron los árboles de todos los tamaños sin mediar una
política de reforestación. Esta práctica produjo la degradación de los ecosistemas en

26
proporciones gigantescas. Se perdió el equilibrio ecológico alterándose los parámetros del
medio físico: lluvias, vientos, suelos, produciendo la extinción de especies y del tesoro
genético de la región.
Esta modificación en la configuración ecológica también produjo graves consecuencias en
los sujetos sociales, en su hábitat, en sus valores y en sus prácticas políticas y económicas.

En cuanto a los factores endógenos, puede observarse desde el punto de vista


político la prevalecencia de formas de organización caudillistas y clientelísticas que
colaboraron, a través de la venta de las tierras públicas, la falta de leyes sociales y de
conservación y protección de los recursos naturales a la generación de daños irreversibles
en la productividad de los ecosistemas naturales y en el empeoramiento de las condiciones
sociales de los pequeños productores.

En el aspecto económico se advierte que, luego de la desaparición de los obrajes, no


ha habido un desarrollo agrícola y ganadero sostenido. Tanto la agricultura como la
ganadería, en un porcentaje elevado de productores, se desarrolla en forma de actividades
de subsistencia sin contar con los avances científicos y tecnológicos que permitan generar
producciones más rentables.

En cuanto a los aspectos sociales y culturales se observa una pérdida de tradición en


las prácticas agrícolas de los productores vinculada a las exigencias de los obrajes que
pudieron revertirse en parte con la sistematización en el cultivo del algodón pero que hoy
comienzan a profundizarse a partir de la inexistencia de condiciones políticas, económicas y
sociales tendientes al logro de una producción agrícola - ganadera que garantice el
bienestar de la población y la equidad intergeneracional del desarrollo.

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