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DESARROLLO

TRANSPARENCIA DE INFORMACION

El término transparencia deriva del latín ‘trans’ (más allá de, a través de) y de
‘parere’ (aparecer, mostrar o mostrarse) es por lo tanto, realizar las
actividades de manera que puedan ser profunda y detalladas para ser
conocidas.

Cuando hablamos de transparencia es dable pensar que no contamos con


ella o que no podemos accesar jurídicamente a ella, por lo que no somos
capaces de dar merito, en virtud de que parece tan lejana la idea de que
podamos conocer los informes financieros de nuestros gastos públicos,
situación que hace que no ejercemos nuestro derecho de acceso a la
información libre. En los antecedentes de México no resultaba ser común que
los ciudadanos obtuviesen información relacionada a los gastos públicos, lo
cual resultaba prácticamente nulo, eso significó un retroceso en la sociedad,
la forma de ver al gobierno de una manera descontenta, toda vez que
reflejaban una manera de ser incapaz de ser transparentes. Legalmente no
existía forma obligar a las dependencias a que proporcionaran toda la
información que solicitaban. Los informes financieros del gobierno federal se
entregaban a la Cámara de Diputados, responsable de su autorización, pero
los detalles del gasto público pocas veces se conocían por los ciudadanos.

La transparencia abre la información al escrutinio público para que aquellos


interesados puedan revisarla, analizarla y, en su caso, utilizarla como
mecanismo para sancionar. El gobierno democrático debe rendir cuentas
para reportar o explicar sus acciones y debe transparentarse para mostrar su
funcionamiento y someterse a la evaluación de los ciudadanos. No es
engañoso que en nuestras épocas pasadas en México se tenían que hacer
trámites burocráticos larguísimos, y aun cuando se pedía la información de
nuestros servicios públicos carecíamos de información lo que provoco los
trámites burocráticos con los que se contaba.

La democracia es un nacimiento de nuestra cultura moderna Vivimos en un


estado libre y soberano, donde es nuestro derecho es elegir gobernantes,
conocer cuál es el objetivo de nuestros impuestos es la libertad que tenemos
como mexicanos. Es por lo tanto que surge el derecho a la información y con
ello surge la trasparencia, la cual constituye recibir y dar información de
nuestros servidores públicos. Es frecuente que cuando queremos saber
acerca de datos o contratos en México nos den una retunda negación a pesar
de los avances de la ley de transparencia, a un estamos atascados en la
simulación en algunas dependencias públicas no tenemos la delicadeza de
instruirnos en cuanto a redención de gastos públicos.

Como sostiene Doyle (kate, 2003) la administración pública implica favorecer


la redención de cuentas a los ciudadanos de manera que puedan evaluar el
desempeño de las entidades del gobierno y contribuir a la democratización
de México.

La Ley Federal de Transparencia y Acceso a la Información Pública


Gubernamental fue aprobada por unanimidad en el Congreso de la Unión y
hoy existen 28 entidades de la federación que ya cuentan también con sus
propios ordenamientos legales. Ambos hechos muestran que la
transparencia es un auténtico acuerdo nacional para transformar y
democratizar al Estado en todos sus niveles.

A un estamos con la mentalidad si llegamos a alguna secretaria o


administración publica nos digan que no se puede recibir la información la
cual solicitamos siendo un derecho debemos exigir que se cumpla como dicta
la ley.

Como menciona María Marvan. “México atraviesa por una crisis o conjunto
desafortunado que nos obliga a recapacitar sobre los límites a los que pueda
llegar la perdida de legitimidad del gobierno” (Laborde, 2014). Es congruente
que el gobierno pueda ser hincapié en esta circunstancia, hacer frente de
manera honorable que desarrollo un frente a la corrupción y a la falta de ética
por sus funcionarios públicos, tiene hoy un papel central en el proceso por el
necesitamos transitar, es compromiso de todos y todas reconstruir lo perdido,
rendir cuentas a los ciudadanos de manera que cada uno se sienta parte de
una sociedad comprometida.

Sin embargo, el artículo 6 constitucional establece que “toda la información


en posesión de cualquier autoridad (…) que reciba y ejerza recursos públicos
o realice actos de autoridad en el ámbito federal, estatal y municipal es
publica y solo podrá ser reservada temporalmente por razones de interés
público y seguridad nacional.

RENDICION DE CUENTAS

Rendir cuentas es una idea que puede parecer sencilla a primera vista. En
realidad es un concepto que no solo es teóricamente complejo, sino que su
definición práctica y operación suponen la muy elaborada y fina articulación
de un amplio conjunto de cormas, actores, instituciones y procedimientos.

Pedir que rindan cuentas es cosa fácil; diseñar y operar una política pública
con ese propósito es mucho as difícil. Sabemos que rendir cuentas significa
literalmente “entregar” o dar cuentas ante alguien, de ahí que rendir cuentas
sea siempre una acción subsidiaria de una responsabilidad previa, que
implica una relación transitiva y que atañe a la manera en que se dio
cumplimiento a esa responsabilidad.

La verdadera rendición de cuentas implica necesariamente un marco jurídico


y político, es decir, un marco de responsabilidad que se desprende a la vez
de obligaciones legales y públicas; del principio de legalidad y de un propósito
democrático.

Por eso conviene advertir que la rendición de cuentas no equivale al derecho


de acceso a la información pública ni es sinónimo de transparencia. Se trata
de conceptos que se refuerzan recíprocamente, pero que no significan lo
mismo; así un régimen transparente es, uno en el que no hay obstáculos para
ver y saber, uno en el que cualquier persona puede observar que decisiones
está tomando el gobierno, que recursos está empleando, como está usando
los medios que tiene a su alcance y que resultados está obteniendo.

Sin embargo la auténtica rendición de cuentas es algo más que la


transparencia: es una tarea obligada y permanente, con actores claramente
identificados que llevan a cabo la vigilancia, el control y la sanción sobre los
contenidos sustantivos del ejercicio gubernamental, en todas sus facetas, en
un entorno legal y democrático explícito y abierto, que identifica con claridad
las obligaciones que cada servidor público debe cumplir.

Asimismo, es también un ejercicio de información pública; un medio a través


del cual los gobiernos informan al público de sus actividades, de los recursos
que han ejercido y de los resultados que han obtenido. La rendición de
cuentas en México esta apenas en sus primeros momentos de formación.

Las reformas constitucionales recién promulgadas obligan a completar la


tarea legislativa y buscar la implementación más rápida, coherente y viable
de una política pública articulada con ese propósito.
El cimiento constitucional recién concluido es ya un buen punto de arranque,
pero las tareas legislativas pendientes y los desafíos organizacionales son
muchos y muy variados.

Incluyen a los 3 poderes, a los tres ámbitos de gobierno y a todas las


autoridades públicas. De modo que todavía estamos lejos, muy lejos, de
rendir cuentas claras, objetivas, comparables, confiables y transparentes en
México

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