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Hay mucha literatura sobre qué es inteligencia emocional. Y no sólo libros, horas de conferencias de
prestigiosos psicólogos, ensayos en universidades, páginas web y estudios sobre la materia en general.
Hay incluso películas que utilizan estas técnicas para mostrar los aspectos más destacados. En este
artículo, no pretendemos aburrir sobre conceptos ya explorados, sino que vamos a explicarte los
aspectos básicos y los vamos a poner en práctica con videos, guías, test inteligencia emocional, juegos e
incluso películas. Entonces, si además de aprender te quieres divertir y tomar hábitos, sigue leyendo 😉
Si una persona se enoja con facilidad, se entristece con frecuencia o no es capaz de retener sus
impulsos, esta persona seria alguien con mala inteligencia emocional. Por el contrario, alguien que se
conozca bien a sí mismo, que sea capaz de pensar antes de actuar, comprenda sus emociones y, además
los exprese con educación siendo franco pero, a la vez, logrando no afectar de manera negativa a la
gente que lo envuelva es decir que es capaz de relativizar y sentir las cosas de una manera sana, ésta
sería una persona con excelente inteligencia emocional.
Como hemos dicho, la inteligencia emocional (IE: inteligencia + emoción) es la capacidad que tienen las
personas para conducir de forma provechosa las emociones propias y ajenas. Todos los individuos
tienen inteligencia emocional, por lo tanto somos capaces de reconocer, expresar, regular, controlar y
dirigir emocionalmente nuestros pensamientos y la de los otros para adaptarse a las situaciones, lograr
metas y propósitos y encontrarse consigo mismas. El psicólogo estadounidense Daniel Goleman, quien
en el 1995 escribió el libro Emotional Intelligence, ha sido el principal impulsor del concepto, con más de
2.500.000 seguidores en Linkedin o 70.000 en Twitter.
Los test de inteligencia emocional tienen una base física en el tronco encefálico, que es el que se
encarga de gestionar las funciones vitales básicas. La persona tiene un centro emocional conocido
como neocórtex, cuya función debe ser incluso anterior a lo que es conocido como cerebro racional.
La amígdala cerebral y el hipocampo son igualmente imprescindibles en todos los procesos
relacionados con la inteligencia emocional. Basta decir que la amígdala segrega noradrenalina que activa
los sentidos. ¡Mira este divertido video de nuestro canal de youtube de cómo actuamos en función de
las situaciones!.
Goleman manifiesta que la inteligencia emocional es una expresión que incluye grandes patrones:
1. La Inteligencia Personal.
2. La Inteligencia Interpersonal.
INTELIGENCIA PERSONAL
Está formada por un número de capacidades que determinan la manera en que nos relacionamos con
nosotros mismos. Esta inteligencia integra tres componentes:
Es la aptitud de reconocer y entender los puntos fuertes de uno mismo, las debilidades, estados de
ánimo, emociones e impulsos, así como la reacción que éstos tienen sobre el resto de personas y sobre
el trabajo.
Para trabajar tu equilibrio interior, piensa lo siguiente cuando percibas que estás a punto de “caer” o de
“explotar”. Siéntate en un lugar relajado, con luz tenue. Visualiza una pequeña habitación tranquila y
aireada. Es tu palacio de pensamientos. Antes de actuar, piensa, razona y analiza la situación. Solo
después de haber conseguido esa auto-regulación, toma una decisión. Nunca actúes impulsivamente, es
el peor remedio para lograr este autocontrol. Saber manejar nuestras fases emocionales es importante
de la formación personal y en el crecimiento de nuestro intelecto.
AUTO MOTIVACIÓN:
La vida sin ilusión no es vida. Busca tu motivación cotidiana. Si cada mañana al despertar nos
motiváramos con afirmaciones y frases positivas, nuestro día sería más hermoso. ¡Mira este video!
INTELIGENCIA INTERPERSONAL
Según Goleman, describe las habilidades que determinan el modo en que nos relacionamos con los
demás, compuesta por:
EMPATÍA:
HABILIDADES SOCIALES:
Es el talento en el empleo de las relaciones con los otros, persuadiendo e influenciando en los demás.
Acertar la pregunta anterior es un claro ejemplo de empatía. Es decir, eres capaz de ponerte en lugar
del otro e interpretar cuál es su sentimiento en función de su expresión facial. ¿Quieres saber cuál es tu
nivel de empatía?. Haz ahora el test psicotécnico definitivo y logra tu estudio personalizado
absolutamente gratis gracias al testdeinteligencia.
La inteligencia emocional en niños es una tarea de largo recorrido. Merece la pena trabajar
las emociones para niños desde bien pequeños, aunque no es un trabajo fácil.
Podemos pensar en un niño o niña que pueda tener una incapacidad para aceptar la frustración o
incluso para someterse a una orden, pequeños que no respetan a sus compañeros y que en el
futuro están condenados a vivir el lado oscuro de la vida donde la infelicidad va a estar presente en su
día a día, al no ser capaces de comprender a los demás. El conocimiento, comprensión y control
emocional son fundamentales para que nuestros hijos se desarrollen adecuadamente en sociedad y
nuestro deber de introducirlos de forma regular en el desarrollo emocional para niños.
Hasta los 18 meses los niños precisan básicamente el afecto y el cuidado de sus progenitores, lo que les
aporta la seguridad para acomodarse en su medio, para explorar y también controlar sus miedos.
Aunque debemos tener presente que a partir de los 6 meses van a empezar a generar la rabia, de ahí lo
importante de corregirles cualquier acción negativa.
Nos encontramos con bebés que son capaces de golpear a sus hermanos o padres, gritar enfurecidos
cuando no se les da lo que desean, que inicialmente puede hacer gracia, pero es
imprescindible establecer límites desde su nacimiento y, especialmente, el hecho de hablar a los niños
continuamente conlleva mucho más de lo que aparentemente muestran, de ahí la necesidad de
razonarles y de frenar esas rabietas.
De los dos años en adelante es una edad óptima para enseñar a los niños en el campo del
reconocimiento emocional, y es en ese momento cuando ellos empiezan a interactuar con los adultos y
otros similares de forma más abierta. De esta manera, podemos educarles a realizar varios ejercicios con
ellos, como puede ser iniciar el trabajo en los pilares básicos: alegría, tristeza, miedo y rabia. ¿Cómo?
Enseñándoles fotografías de rostros, mediante dibujos, preguntándoles aspecto como:“Qué le pasa a
este niño?” “¿Tiene miedo?” “¿Por qué crees tú que está asustado?”Es un modo excelente para que
aprendan a descifrar no sólo sus emociones lentamente, sino también las del resto de personas, y en
especial, su empatía.
A partir de la edad de 5 años sería ideal que los niños supieran ya nombrarlas de forma habitual: “estoy
triste porque mi amigo está enfermo”, “estoy contento porque el jueves iremos a la playa”, “tengo
miedo de que no enciendas la luz porque no puedo ver a mis padres.”
Hay momentos en que el niño o la niña se colapsa por la fuerza de sus emociones. Debemos evitar
dramatizar ese momento y, cuando haya acabado podemos enseñarles que deben comunicar a sus
padres qué les molesta. Aprender a expresar sus sentimientos es algo que el niño debe expresar con
naturalidad y los padres seguir haciendo hincapié en esta conducta.
Para impulsar la habilidad de ponerte en la piel de otra persona, es necesario razonar con los
críos continuamente mediante este tipo de preguntas. “¿Cómo crees que se siente tu hermanita tras lo
que le has hecho?”“¿Por qué piensas que está llorando tu amiga?” “¿Crees que mamá está hoy
contenta?”
Los psicólogos, pedagogos, maestros y profesores consideran que una buena parte de los problemas de
los adolescentes a partir de los 10 o 11 años, y los jóvenes en particular, está relacionado con las
dificultades en la gestión de los sentimientos complejos, es decir, de la educación de las emociones
secundarias, que van a cobrar más peso en sus vidas, tales como el amor, la vergüenza, la ansiedad.
Como siempre, hablarlo abiertamente es fundamental y deben sentirse seguros ante esa nueva realidad
que asaltan su día a día, habrá situaciones que necesitan aprender a gestionar, como la ansiedad en los
exámenes.
La familia es un ejemplo de la sociedad y es un gran campo de aprendizaje. Cuando los niños se van
haciendo mayores, van a aparecer más exigencias y en especial se van a mostrar más firmes por su
sentimiento de reafirmación, de ahí que desde bien pequeños les hayamos enseñado la importancia de
expresar, dialogar, pactar y acordar de modo pacífico.
El espacio de expresión es algo que ya en la antigua Grecia se fomentaba, para que los filósofos,
políticos y pensadores de la época pudiesen exponer en en voz alta sus pensamientos y teorías. Con
nuestros hijos, la confianza necesaria para que expulsen de viva voz aquello que no les deja dormir, que
les hace infelices y también felices. El hogar y el colegio van a ser esos primeros sitios donde se va a
desarrollar su vida, si les ofrecemos libertad para que se puedan expresarse y comunicar, así mismo lo
harán a medida que crezcan, con la familia, sus amigos y compañeros.
Como formadores, tenemos que ser capaces de fomentar ese espacio de diálogo y compartir, con
ejemplos y energía, sus inquietudes. Si así lo hacemos, habremos educado niños emocionalmente
inteligentes y les habremos facilitado una herramienta clave para ser felices en el futuro.
Mucho se ha escrito durante este 2006 acerca del nuevo futuro presidente de los Estados Unidos. Está
claro, que proyecta una imagen de éxito, que lo ha catapultado hasta ocupar la Casa Blanca arrasando
contra todo pronóstico por delante de su contrincante, la demócrata Hillary Clinton. Según todas las
encuestas, la victoria de Clinton era casi un hecho, algo que cambió una noche larga para unos y
frustraciones para el resto. En este artículo, no valoramos su educación o lo comentarios xenófobos del
Republicano, ni tampoco debe ser un repaso de su vida personal o profesional. Simplemente, ¿Quién es
Donald Trump y qué imagen proyecta el ya 45º Presidente de EE.UU.?.
Si nos basamos en el pensamiento clásico de inteligencia, es posible que no sea un líder con un gran
cociente intelectual. Según sus comentarios, no se ha destacado por decir frases célebres ni parece
tener un dominio de la actualidad internacional o las relaciones diplomáticas. Si hacemos este estudio
en función su inteligencia emocional, tampoco resalta en su vida personal como alguien que tenga una
gran autorregulación, por sus desafortunadas afirmaciones en su vida política pero también en los
negocios.
ENTONCES, ¿QUÉ TIENE QUE HAGA CONVENCIDO A MILLONES DE AMERICANOS A VOTARLE EN LUGAR
DE UNA CANDIDATA MUCHO MÁS PREPARADA Y CON EXPERIENCIA?
Si no destaca por su inteligencia emocional por sus repentinos impulsos a decir lo primero que le pasa
por la cabeza, sus luchas intestinas con senadores de su mismo partido, su ímpetu a demostrar su
riqueza personal por encima de cualquiera. ¿Qué magnetismo provoca el empresario que lo hace
irresistible y ganador?
La imagen que proyecta. Parece un tipo sin emociones. O mejor dicho, emocionalmente frío. Sin duda,
hay que tener en cuenta la manera cómo se proyecta al exterior y él lo conoce bien. Sabe que sus
afirmaciones polémicas rompen con lo establecido, huyen de convencionalismos y
del establishment que, por el contrario, Clinton representa. Su imagen de poder es excelente. Su
autoridad y fuerza, al mando de negocios, con más o menos éxito, está fuera de toda duda,
emocionalmente fuerte.
Toma decisiones rápidas y tiene claro lo que persigue. No duda y es creíble. No es tan importante el
resultado final, pero sí su determinación y su energía en llevarlo a cabo. Al final, quién es más
inteligente. El que emocionalmente tiene mejores argumentos sociales tanto interpersonales como
intrapersonales o el que tiene la inteligencia para escuchar al pueblo y hablar de las inquietudes que les
preocupa conectando así sus emociones.
En este artículo hacemos el estudio personalizado de inteligencia de Trump y esto lo comparamos con
otros líderes mundiales, como Putin, Rajoy o Santos. ¿Quién piensas que tiene una mejor inteligencia
emocional? ¿Qué político te transmite más emociones? ¿El Yes we Can de Obama piensas que
conectaba mejor con los votantes?
YA FINALMENTE, PARA TERMINAR CON LOS EJEMPLOS, VAMOS A ENTRAR EN EL FASCINANTE MUNDO
DEL CINE:
¿Alguna vez te has cuestionado por qué un actor desprendía tanto carisma en una película?. ¿O por qué
un personaje en cuestión conseguía brillar en todas las escenas y dominaba la cámara? Aunque
posiblemente sea difícil explicar de modo racional el motivo, el lenguaje corporal, la comunicación
emocional o las herramientas de persuasión que utilizan algunos actores en sus papeles logran un gran
poder a nivel inconsciente. En definitiva, el lenguaje emocional. A continuación encontrarás un listado
de 8 películas que te ayudarán a comprender mejor los fundamentos de las habilidades sociales y la
inteligencia emocional.
En la animación, las cinco emociones básicas (alegría, tristeza, ira, miedo y asco) se controlan desde una
sala de comandos en el cerebro el comportamiento de Riley, una chica en plena crisis existencial que
acaba de mudarse de ciudad con su familia. La película explica, con gran sentido del humor y de
corte magistral, el papel de las emociones en nuestra existencia y te hará ver que también las
emociones que consideramos tóxicas y que a menudo tratamos de reprimir, como el miedo o el enfado,
tienen su importancia vital.
Seguimos con dibujos animados, quienes a menudo trabajan con grandes equipos de psicólogos para
transmitir un mensaje a los más jóvenes. La película está ambientada en el espacio exterior, donde un
robot de limpieza sigue en marcha en la Tierra pese a que ésta fue abandonada por la humanidad
tiempo atrás. La película amaga muchas moralejas modernas: desde los peligros de una dependencia
excesiva de la robótica, al problema del consumismo y la gestión de residuos. Sin embargo, nosotros nos
centramos en que la comunicación entre las máquinas protagonistas se transmite de manera exclusiva
mediante el lenguaje corporal y la entonación de sus sonidos robóticos, ya que carecen de voz. Es un
claro ejemplo de comunicación no verbal a través de las microexpresionesde sus protagonistas (en
especial de los ojos) y los gestos que son necesarios para interaccionar entre ellos. En resumen, los
robots a pesar de ser máquinas, pueden aprender a mostrar un estado emocional.
Esta película, que logró un Óscar al mejor guión original por el personaje interpretado por Matt Damon,
pese a tener unas altísimas capacidades intelectuales, padece un trastorno de oposición desafiante
producto de una infancia traumática, lo que le dificulta empatizar, otorgándole un comportamiento
muy agresivo y poco emocional. Encontramos varios casos de conducta poco asertiva pero, a su vez, y
como contraposición existencial a su conducta, demuestra como con motivos (por qués) y objetivos
(para qués) a los mensajes, es posible derrocar cualquier tipo de confrontación oral limitando la
capacidad de maniobra de tu interlocutor.
4. HITCH – SEDUCCIÓN
Sin duda, un claro referente del arte de seducir alejado de los clichés. Mientras otras películas no
desarrollan en profundidad la psicología subyacente en el arte de seducir, en Hitch podrás
comprender algunas de las conductas más poderosas para atraer sentimentalmente a alguien. Will
Smith interpreta el papel de un coach de seducción focalizado en conseguir que hombres de
prestigio pero con limitadas habilidades emocionales logren encontrar a la mujer soñada. Y, al final, él
mismo prueba de su propia medicina sufriendo para conquistar la chica que le ha enamorado. El
resumen final podría bien ser este: la mejor habilidad emocional es la confianza para ser uno mismo.
A Beautiful Mind (Una Mente Maravillosa en español) es un filme de drama americano del año 2001. La
película describe los primeros años de vida de un adolescente universitario y genio de las matemáticas
de nombre John Nash (Rossell Crowe), quien empieza a desarrollar una esquizofrenia de cariz paranoide
y a sufrir delirios, lo cual trae problemas a su circulo social y desequilibrios emocionales. A pesar
del consejo del doctor, el protagonista no se toma la medicación, pensando que él puede afrontar los
síntomas de otra manera. Finalmente, y gracias a su tenacidad y su brillante inteligencia, logra ganar el
Premio Nobel.
Cuenta la manera como uno puede auto-superarse en las condiciones personales más adversas, y
también una verdadera carrera por la vertiente más introspectiva de la inteligencia emocional.
7. DIPLOMACIA | PERSUASIÓN
Ambientado durante la Segunda Guerra Mundial, un cónsul de Suecia se reúne en un hotel con Dietrich
von Choltitz, un importante gobernador militar nazi de París. En ese momento, el objetivo del
diplomático consiste en convencer a los demás para que no ponga en práctica el mandato de explotar
los monumentos más destacados de París.
Esta película ilustra la gran relevancia de las habilidades emocionales en la política y la guerra: las
competencias, la negociación, la inteligencia, la información, la insistencia, la cautela o la habilidad
social.
Un largometraje único e irrepetible: Tim Robbins y Morgan Freeman son dos presos en una cárcel de un
estado. Pese a que Andy no es culpable, ve como su vida en ese momento se reduce a malvivir en una
prisión dominada por personal corrupto.
Gracias a la ayuda de otro reo, vivirán momentos de compañía en esas difíciles condiciones de vida. Por
suerte, el grado de optimismo y emoción de Andy le permitirá ingeniar una vía de escapar del infierno,
salvar su salud a base de una increíble dosis de esperanza y darse cuenta de sus ganas de vivir.
Completa estos divertidos Quiz de inteligencia emocional y demuestra a todo el mundo lo que sabes.
Estos test son un compendio de buenas representaciones gráficas de los conceptos citados
anteriormente, a modo de juego. No pretenden medir tu inteligencia, pero si invitan a reflexionar sobre
preguntas con componentes emocionales.
Fíjate en los detalles…¡1, 2, 3…¡Empieza! pero recuerda que hay preguntas trampa e ir rápido puede ser
contraproducente. Antes, permítenos que insistamos en recomendarte el Test de Inteligencia definitivo
y la guía que hará de ti una marca absolutamente irresistible.