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PISSOLITO
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Las FFAA en Operaciones Distintas a la Guerra Carlos A. PISSOLITO
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Las FFAA en Operaciones Distintas a la Guerra Carlos A. PISSOLITO
CARLOS A. PISSOLITO
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Las FFAA en Operaciones Distintas a la Guerra Carlos A. PISSOLITO
CONTENIDO:
PREFACIO 6
INTRODUCCIÓN 9
DESARROLLO:
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Las FFAA en Operaciones Distintas a la Guerra Carlos A. PISSOLITO
CONCLUSIONES 61
ANEXOS:
Anexo 1: Reglas de Empeñamiento 60
Anexo 2: Glosario de Términos ONU 63
Anexo 3: Glosario de Abreviaturas ONU 65
Anexo 3: Guía Bibliográfica 78
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Las FFAA en Operaciones Distintas a la Guerra Carlos A. PISSOLITO
PREFACIO
Finalidad
La finalidad del presente trabajo es la de ofrecer una guía doctrinaria que permita al personal
responsable del nivel estratégico realizar el planeamiento y la conducción de operaciones de
distintas a la guerra (ODG). La propia naturaleza imprecisa de las ODG, especialmente en la
asignación estricta de niveles de conducción, hace que este trabajo, también, pueda ser utilizado
como guía tanto por niveles superiores o inferiores al estratégico; así como ilustrativo para la
niveles de conducción política que deban emplear a estas fuerzas en las ODG.
Contexto
El contexto histórico en la que estas páginas han sido escritas se encuentra caracterizado por los
profundos cambios acontecidos en las relaciones internacionales a consecuencia del fin de la
Guerra Fría; y en la vida interna de varios Estados nacionales por la progresiva dificultad de la
autoridad estatal para ejercer el monopolio de la violencia y garantizar derechos humanos
mínimos a sus poblaciones. Estos cambios, han conducido a un creciente envolvimiento de las
fuerza militares en tareas no tradicionales; tales como: las operaciones de paz, la ayuda a
autoridades civiles en ocasión de catástrofes y desastres naturales y, también, en tareas de
ayuda humanitaria y de seguridad interior. Además, de colaborar en tareas de asistencia
humanitaria en países vecinos o amigos que lo soliciten.
Estructura
Terminología
1. Operaciones Distintas a la Guerra (ODG): Son aquellas que realizan las fuerzas
militares sin la presencia de un enemigo convencional perteneciente a las fuerzas
armadas otro Estado. Estas a su vez se clasifican en:
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Exigencias
El eficaz funcionamiento de las fuerzas militares en el marco de las ODG demanda las
siguientes exigencias:
1. Una clara voluntad política: Que exprese claramente la finalidad a alcanzar por las
operaciones a desarrollar; así como los medios (humanos y materiales) puestos a
disposición, las relaciones de comando con las fuerzas de seguridad y policiales, las zonas
de emergencia/responsabilidad y las limitaciones impuestas a las fuerza miliares.
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2. Un adecuado control civil: Las fuerzas militares actuarán en todo momento subordinadas a
la autoridad política que corresponda. Este control civil se basará en premisas objetivas de
obediencia y respetará la naturaleza particular del ethos militar.
3. Un marco legal acorde, coherente y completo: Que establezca con claridad las atribuciones
de las fuerzas militares y sus responsabilidades. Este marco legal incluirá las respectivas
Reglas de Empeñamiento, las que podrán variar de una operación a otra o dentro de una
misma cuando se lo considere necesario.
6. Un entendimiento del entorno cultural: Cuando se deba operar en el marco de otra cultura
resultará imprescindible una acabad comprensión de las coincidencias, diferencias y
matices culturales.
Uso y Experimentación
La obra ha sido pensada como un marco conceptual coherente, por lo que se aconseja la lectura
de sus capítulos en forma correlativa. Por el contrario, los anexos han sido incluidos para
satisfacer necesidades concretas por lo que pueden consultarse en forma independiente.
El carácter rápidamente cambiante de las ODG, no solo resta validez absoluta a lo que aquí se
encuentra escrito, sino que exige su permanente validación mediante experiencias reales. Por lo
tanto, se invita a los lectores a acercar sus críticas y puntos de vistas divergentes a:
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INTRODUCCIÓN
A partir de la derrota sufrida por las fuerzas armadas argentinas en el Conflictos por las
Islas del Atlántico Sur se inició en la década del 90 un fructífero proceso de transformación. La
vanguardia de este cambio la constituyeron los veteranos de Malvinas, especialmente los que
habían servido como jefes de unidad en las islas. Cuando esos jefes llegaron a los puestos
superiores de sus respectivas Fuerzas tomaron decisiones importantes y variadas. No querían
volver a rendirse otra vez. Algunas fueron trascendentes; tales como: reconocer lo que se había
hecho mal durante la represión del terrorismo en los años 70 y la decisión de participar de
misiones de paz. Unas eran lecciones aprendidas, como la de impulsar la acción conjunta. Otras,
tenían por objetivo común restablecer el orgullo perdido, como jerarquizar el rol de los
suboficiales y el adoptar nuevos uniformes de aspecto más combativo.
Hoy como aquel 14 de junio de 1982 nos preguntamos: ¿Qué hacer con nuestras fuerzas
armadas? Lo que ocurre es que ellas están anémicas de sentido porque carecen de una finalidad
que las justifique ante una sociedad que tiende, cada vez más, a considéralas irrelevantes. Años
atrás, el filósofo español, Ortega y Gasset, indagó sobre el problema de las misiones. Para él,
todas las instituciones se rigen por su finalidad. Las que no tienen una definida son descartadas.
Las fuerzas militares de un Estado no escapan a esta premisa; por lo tanto deben tener una
finalidad clara. Si su misión principal deja de ser trascendente deben buscar otra. En pocas
palabras: deben adaptarse para sobrevivir.
¿Cómo pueden superar esta impotencia? Muy sencillo. Haciendo algo útil para la
sociedad que las cobija. Por ejemplo nos preguntamos si ¿resulta lógico mantener ociosa las
capacidades de ingenieros, de transporte y de sanidad militar –solo por mencionar a algunas-
en un país con tantas falencias estructurales? ¿No sería más beneficioso aprovecharlas? Por
supuesto, no se trata de competir con las empresas privadas sino emplearlas en zonas
marginales y alejadas donde la rentabilidad sea nula o escasa. Con ello, se cumpliría una doble
finalidad: mantener activa a una costosa infraestructura bélica; que se beneficiaría con este uso
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dual; y por el otro, se prestarían servicios concretos a las poblaciones más necesitadas de
nuestro país.
Lo anterior, podría justificar alguna tarea secundaria, subsidiaria de estas fuerzas. Pero,
¿qué pasa con su misión principal? Antes de seguir avanzando en ese acertijo no debe perderse
de vista un elemento objetivo: toda fuerza armada se diseña para pelear contra un enemigo
concreto, preferentemente externo, y que como tal amenace la supervivencia del Estado; por lo
tanto ningún esbozo de diseño de estas fuerzas puede hacerse independientemente de lo que
sucede o pueda suceder mas allá de la voluntad política propia; vale decir hay que considerar
las intenciones de nuestros enemigos potenciales. En tal sentido, la defensa y la estrategia son
disciplinas absolutamente interactivas con respecto a su entorno; en consecuencia el proyecto de
una política de defensa y el diseño de las fuerzas necesarias para servirla, necesitan de una
prognosis sobre el futuro, expresado en la forma del tipo de conflicto a enfrentar.
Hoy, esta prognosis no es muy difícil de hacer. La guerra convencional entre Estados
parece haberse abolida a sí misma. Y está siendo reemplazada por conflictos interestatales
protagonizados, básicamente, por contrapoderes no estatales que están desafiando la
legitimidad, la legalidad y hasta el monopolio de la violencia al Estado: siendo eso último lo que
constituye –precisamente- la condición sine qua non para que éste exista. Por lo tanto, no
enfrentar a estas amenazas es condenarse a perecer como Estado libre y soberano. Entre ellos se
destaca por su peligrosidad el flagelo del narcotráfico, tal como ha sido caracterizado por un
claro documento emitido por la Conferencia Episcopal Argentina, seguido de otro similar de
nuestra Corte Suprema de Justicia.
Sigo con los temas objetivos necesarios y previos a un análisis subjetivo que nos lleve a
una propuesta concreta. Toda fuerza armada se compone de tres cosas fundamentales:
hombres, ideas y materiales. Y en ese estricto orden estriba su valor combativo. Creo que el
primero de ellos es de suyo obvio. Nunca será igual una fuerza armada conducida por un genio
militar que una comandada por personas normales o por incompetentes. Como muchas veces
ha sido el caso. En este sentido, no cabe duda de que un país en peligro y llegada la hora
suprema de enfrentar un conflicto armado debe apelar a sus mejores hombres. Aunque, en rigor
de verdad no se puede dejar de desconocer el carácter aleatorio que este factor conlleva. Los
napoleones no abundan.
El segundo de los factores, sin ser tan obvio, es más fácil de definir. Cuáles son las ideas
que gobiernan el funcionamiento de una fuerza armada. Esto técnicamente se denomina
doctrina y las hay para todos los niveles de conducción. Desde el político que se materializa en
un determinado sistema de control civil sobre las fuerzas armadas hasta la doctrina táctica que
esas fuerzas emplean cuando operan al menor nivel.
Finalmente, están los materiales. Los “fierros” como los llaman algunos. En otras
palabras el equipamiento. El que va desde la media del soldado hasta el satélite de
comunicaciones. Importante como es este factor y que como tal, requiere la mayor de las
atenciones, es el de menor trascendencia. No son raros los casos en la historia militar en que una
fuerza militar pobremente equipada, pero con las ideas claras y bien conducida derrote a otra
mejor equipada.
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Habiendo enunciado las condiciones objetivas para la excelencia de una fuerza armada
que pueda enfrentarse con éxito al narcotráfico. ¿En qué condiciones se encuentra la nuestra?
Empezando por lo más sencillo, vale decir por su equipamiento material. Digamos que
el mismo, a la par de obsoleto (la masa de sus sistemas superan los 30 años de antigüedad) hace
varias décadas que no es mantenido como corresponde. Esto que digo no debería ser una
sorpresa para nadie medianamente informado. Se sabe, por ejemplo, que faltan cuestiones
esenciales como repuestos para los principales sistemas de armas y hasta las respectivas
asignaciones de munición para que quienes la operan se entrenen.
No cabe duda que la guerra, como la definen algunos, es un “deporte caro”. Aunque, no
se trata aquí de tener equipos del primer mundo. Lo que no estaría mal. Sí, de tener algo acorde
con las capacidades del enemigo a enfrentar. Por ejemplo, una radarización completa de nuestro
espacio aéreo no garantiza –per se- que no ingresen vuelos narcos. Pero, constituye una primera
barrera ineludible a colocar para evitarlos.
Tomándonos del ejemplo anterior, podemos sostener que es tan importante como el
radar de tres dimensiones, su respectivo centro de control y las comunicaciones y las aeronaves
adecuadas; tener una doctrina acorde con el problema que plantea el ingreso a nuestro espacio
aéreo de una aeronave civil, la que puede ser considerada hostil y –eventualmente- derribada.
Esta doctrina, para ser coherente, debe arrancar desde un marco legal acorde y terminar
en reglas de empeñamiento claras para el piloto de combate que eventualmente intercepte a esa
aeronave, no termine preso 20 años después de terminado el conflicto.
Para empezar por uno de los problemas que este libro pretende solucionar. Afirmo que
el actual marco legal está prioritariamente preparado para que nuestras fuerzas armadas se
enfrenten en un conflicto armado contra otras fuerzas similares que pertenezcan a otro Estado
agresor. Dicho esto, no se puede negar que en dicha legislación se dejaron –maliciosamente-
“ventanas” abiertas para que estas fuerzas puedan ser empleadas en cuestiones de seguridad
interior. Pero, no se lo ha hecho en forma coherente. Por cuanto, le prohíben a esas mismas
fuerzas, tanto prepararse como equiparse para enfrenar estas situaciones. A la par, que se las
inhibe de hacer la inteligencia interna necesaria. En palabras sencillas: serían como un elefante
en un bazar y, para colmo de males, con los ojos vendados.
Antes de pasar al nivel inferior. Vale decir, al que está por debajo de la política que se
denomina estratégico, y que es el que tiene que traducir en acciones concretas la voluntad
política claramente expresada por las autoridades constitucionales. Hay que recalcar que esta
voluntad no solo deberá estar esclarecida respecto de los fines y de lo que quiere –
concretamente- de la estrategia. También, deberá estar consciente de las consecuencias que se
derivan de su empleo. Las que podrían no ser siempre agradables o aceptados por todos. El
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empleo del poder militar es, per se, un medio duro del poder. El más duro. Y que solo se
justifica su empleo cuando están en juego intereses vitales de la Nación, como su soberanía, la
vida, la propiedad o los derechos individuales de los argentinos. Aclaro esto, porque no faltarán
los preciositas de conciencia que argumentarán, a posteriori, de las operaciones. Si esto o
aquello no podría haberse hecho mejor.
Precisamente, la finalidad última de esta obra es preparar a los militares que sepan cómo
actuar y cómo evitar los abusos derivados del cumplimiento de su misión.
Me gusta el modelo brasileño. El que por otra parte es el que emplean nuestras fuerzas
de paz en Haití con éxito desde hace varios años. Se trata de un enfoque multidisciplinario, que
no considera al componente militar como el prioritario. Todo lo contrario, lo subordina a las
realidades sociales insoslayables que vienen asociadas al fenómeno del narcotráfico. Usa a lo
militar como un corset de apoyo que sostiene y protege a las fuerzas más blandas como las
policiales y las de acción social.
Siguiendo por lo primordial, cual es el tema de los hombres. ¿Tienen las fuerzas
armadas los hombres para la tarea? Difícil como es la respuesta conviene hacer algunas
distinciones.
Para empezar, no me cabe duda que a los conductores de estas operaciones, en lo que se
enfrentarán a dilemas y al uso proporcional de la violencia se les exigirá prudencia y aplomo, a
la par de finos conocimientos profesionales.
Por otro lado, los integrantes de estas fuerzas hace una década que vienen sufriendo un
ninguneo continuo. Sucesivas administraciones del Ministerio de Defensa han buscado eliminar
su espíritu de cuerpo. Por considerarlo corporativo. No han visto o no han querido ver que es –
precisamente-, este ethos particular es el que separa una fuerza armada de una mesnada de
improvisados. Han hecho lo posible por convertirlas en un instrumento inservible. Pues, más
que destruirlas se puede afirmar que han buscado domarlas. Hacerlas a su imagen y semejanza.
Cambiándolo todo, aún lo que estaba bien. Lo que ha tenido y tiene resultados desastrosos. En
función de ello, han querido disponer de dóciles funcionarios de uniforme; pero, lo que hoy
necesitan son estrategos y guerreros. Esperemos que ellos estén a la altura del desafío.
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Hay que tener cuenta que aun con la conducción política y militar correcta demandará
un tiempo que estas fuerzas recuperen su orgullo y su moral de combate.
En consecuencia, este libro pretendes transpolar esas experiencias a nuestro país. Ante la
eventualidad de que sus fuerzas armadas sean, como todo parece indicarlo, empleadas para
luchar contra el flagelo del narcotráfico y del contexto socio-político que lo rodea.
Seguramente, que las objeciones serán muchas. Que esto no es una misión de paz, que
las fuerzas armadas están para otra cosa, etc. En última instancia les puedo decir que es lo que
tenemos. Probablemente, no sea suficiente para algunos. Veremos.
En peores condiciones estaba el Coronel San Martín cuando llego a Cuyo como
gobernador intendente. No tenía casi nada y lo tenía todo por hacer. Debía crear y preparar un
ejército, cruzar una de las cordilleras más altas del globo y derrotar a un adversario formidable.
Pero, era dueño de una verdad y de una voluntad. La verdad era que sabía que debíamos ser
libres y que los demás no importaba nada. Puso su voluntad titánica al servicio de esta empresa.
Solo se detendría 8 años después con su tarea concluida. En camino le había dado la liberad a
tres países.
Esperemos que los conductores militares de hoy puedan hacer un balance similar al de
nuestro héroe máximo.
Carlos A. Pissolito.
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CAPITULO I
Aun las formas más conocidas de conflicto armado están siendo relegadas al arcón de los
recuerdos, mientras que formas radicalmente nuevas están elevando sus cabezas listas para tomar su
lugar.
Martin van Creveld, La Transformación de la Guerra.
La guerra es una forma de conflicto en la que intervienen, por lo general, Estados que
mediante el uso de sus fuerzas militares buscan imponer su voluntad política. Sin embargo, por
causas que explicaremos más adelante, asistimos hoy a la difusión de conflictos que no siguen el
patrón tradicional de la guerra entre Estados. Por el contario son, hoy, las entidades no
estatales; tales como el ejemplo clásico del narcotráfico las que protagonizan la mayor parte de
los conflictos.
En términos generales podemos afirmar que los conflictos modernos han abandonado el
carácter trinitario previsto por las doctrinas de la guerra y estratégicas basadas en Carl von
Clausewitz, donde fuerzas armadas estatales se enfrentaban a otras fuerzas similares en el
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marco de una guerra convencional.1 Por el contrario, asistimos a la proliferación de actores no-
estatales, algunos de carácter positivo (ONGs, organismos regionales, organizaciones
humanitarias, etc.) y a otras de carácter negativo (bandas criminales, organizaciones terroristas,
etc.) que intervienen decididamente tanto en la solución como en la profundización de los
conflictos.
En forma tentativa y previa a una clasificación más exacta. Podemos clasificar a las
operaciones militares en dos grandes grupos. Primero, a aquellas directamente vinculadas con
la guerra convencional, y segundo, a aquellas no vinculadas a ella y que podrían denominarse,
ya sea operaciones no convencionales u operaciones distintas a la guerra. Siendo, esta última
denominación la que emplearemos en los sucesivo por considerarla más adecuada que “no
convencionales.”
Si consideramos que la guerra convencional solo tiene unos 300 años de existencia.
Concretamente, de la Paz de Westfalia hasta fines de la 2da GM. Y que en la mayor parte de la
historia, esto equivale a decir desde los albores de la historia, digamos unos 7.000 años,
adquiríos diversas formas. Desde el pillaje a la conquista imperial, pasando por guerras
punitivas, guerras de conveniencia, dinásticas, solo por mencionar a lagunas de las más
conocidas. Podemos, razonablemente deducir que en el futuro podrá adquirir una forma
completamente nueva o repetir una de las tantas del pasado. De lo que podemos estar seguros
es que no adoptará, necesariamente, la conocida y aceptada forma clausewitziana. Ergo, este
libro pretende dar un marco conceptual que permita establecer un lineamiento doctrinario que
sirva de referencia para la toma de decisiones operacionales en el marco de los nuevos
conflictos. En consecuencia, está especialmente destinado a los conductores de esas operaciones
de nivel estratégico militar, operativo y eventualmente táctico.2 A las que denominamos como
operaciones distintas a la guerra o por su sigla ODG.
1
Clausewitz caracteriza a la guerra como una “Notable Trinidad”. Esta trinidad está compuesta por tres elementos
básicos; a saber: el pueblo (“violencia primordial, odio y enemistad”), las fuerzas militares (“el rol del azar y
la probabilidad con los cuales el espíritu creativo está libre para vagar”) y el Estado (“la racionalidad
instrumental”). En el marco de ella se espera que el Estado ejerza la conducción política de las operaciones
militares y que el pueblo sea mantenido al margen. Su valor actual radica en que ha aportado las bases
filosóficas para la formulación de la doctrina de la masa de las FFAA modernas. Paralelamente, ha influido
en la elaboración de las normas y usos de la guerra previstos en el Derecho Internacional actualmente
vigente, a través de las Convenciones de Ginebra y de La Haya.
2
En nuestro organización actual (2006) podríamos identificar al nivel político con el Poder Ejecutivo Nacional que
acompañado por el Congreso adopta la determinación política emplear a las FFAA en determinada misión.
Por su parte, el EMCFFAA interviene en este nivel mediante el asesoramiento, el alistamiento, el
adiestramiento y el despliegue de la fuerza de que se trate. Siendo el nivel estratégico, representado por
el Comando Operacional Conjunto, el responsable de que las operaciones sean planeadas, conducidas y
apoyadas para la obtención de los objetivos estratégicos. Finalmente, a nivel táctico tendremos al
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comando de los elementos que se encuentre efectivamente sobre el terreno, lo que podrán variar de una
división, una brigada o un regimiento.
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El término “asymmetric conflict” fue utilizado por primera vez por Andrew Mack (“The Concept of Power and Its
Use Explaining Asymmetric Conflict”, Londres: Richardson, Institute for Conflict and Peace Research, 1974).
Desde un punto de vista conceptual, otras denominaciones han sido utilizadas para abarcar fenómenos
tales como el terrorismo, la guerra de guerrillas y otras tácticas insurrecciónales. Por ejemplo, el término
“small wars” fue popular durante el proceso de descolonización que siguió a la Ira GM; el de “low intensity
conflicts” fue usado por los manuales del US Army de la Guerra Fría. En todos los casos, la idea central era
la de que hay conflictos que son diferentes a los convencionales, que tienen sus propios principios,
doctrina, estrategia y tácticas.
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. Antes de la Paz de Westfalia (1648) que marca el surgimiento de los Estados nacionales muchas entidades
diferentes libraban lo que hoy denominaríamos, conflictos armados. Organizaciones familiares o clanes lo
hacían, así como tribus, grupos étnicos y razas. También, sectas religiosas, culturales y hasta empresas
comerciales defendían sus intereses mediante el empleo de la violencia organizada. Esta violencia no
adquiría la forma de lo que hoy denominaríamos un ejército o una armada de características
convencionales. Por el contrario, se recurría a mercenarios, en otros casos, especialmente en las luchas
tribales, los “ejércitos” se componían de todos los varones aptos y en las sociedades de tipo feudal de
aquellos con capacidad económica para afrontar la compra de las armas y vituallas necesarias.
Operativamente las campañas “militares” eran libradas mediante incursiones, emboscadas, y hasta con la
ayuda de asesinatos, traiciones y casamientos dinásticos. Por lo tanto, la separación entre lo civil y lo
militar, entre crimen y guerra era inexistente.
Autores como Martin van Creveld sostienen que así como han existido conflictos armados antes de la existencia
formal de los Estados, en el futuro ante una eventual nueva forma de organización política, los conflictos
podrían a llegar adquirir “nuevas” formas, en alguna medida, similares a las anteriores a la creación misma
del Estado. Específicamente, William Lind sugiere como posible modelo de los conflictos del futuro los de la
Baja Edad Media y recomienda la lectura del libro: “Distant Mirror The Calamitous 14th Century” de la
investigadora Barbara W. Tuchman.
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física; ya que el uso de la fuerza –por si solo- es incapaz de restaurar la legitimidad del Estado,
aspecto que en la mayoría de los nuevos conflictos constituye la raíz del problema a resolver.
Por lo tanto, la primera decisión que un decisor político y del conductor militar que
tenga subordinado es la establecer la naturaleza de la misma. Parafraseando a Carl von
Clausewitz podemos decir que:
El mayor reto intelectual que un estadista y un comandante tienen que hacer es establecer la clase
de guerra en la cual se está embarcando; sin confundirse, ni tratar de convertirla en algo contrario a su
naturaleza.
De la Guerra.
De arriba y hacia abajo y en forma arquitectónica se encadenan los tres niveles. Todo se
inicia en el superior que es el político, quien es el responsable de determinar el o los objetivos a
alcanzar, a la par de fijar –si fuera necesario- las limitaciones para los niveles subsiguientes.
Debajo de todo se encuentra el nivel táctico. El que como tal es el que ejecuta las acciones
concretas necesarias para alcanzar los objetivos decididos por la política con los medios
seleccionados y las condiciones creadas por la estrategia. En ese sentido, es el que libra los
combates y la batalla que los engloba.
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Otra salvedad necesaria es la de resaltar que en esta clase de operaciones, en las ODG, se
produce una superposición geográfica de los niveles de conducción, superposición que implica
que toda acción táctica debe estar en armonía con los objetivos estratégicos y hasta con los
políticos de la operación. Consecuentemente, aun una acción táctica exitosa que no esté en
consonancia con los niveles superiores puede llegar a tener efectos contraproducentes. Por
ejemplo, el uso de una fuerza militar abrumadora contra un objetivo local seguramente
garantizará la conquista del mismo; pero a su vez, producirá una sensación de rechazo en la
población, lo que en definitiva terminará teniendo consecuencias estratégicas negativas para
con el logro de los objetivos de la operación.
En una operación convencional, por lo general, para cumplir con esta tarea, el nivel
estratégico buscará facilitar la ejecución de hechos tácticos orientados a debilitar un centro de
centro de gravedad previamente determinado en el dispositivo del enemigo.5 El problema
comienza cuando comprobamos que la mayor parte de los centros de gravedad en las ODG son
de carácter intangible; tales como: lealtades personales, determinadas conexiones dentro de
organizaciones mafiosas, etc.6 Y en consecuencia muy difíciles de operacionalizar.
5
En un contexto clásico el término enemigo se usa para designar a las fuerzas militares del Estado con el cual nos
encontramos en guerra; en uno más amplio sirve para englobar a un grupo que amenaza al otro grupo
nacional, étnico o religioso en el marco de un conflicto. También, podría hablarse de “oponente” u
“opositor” según el caso; por su parte, la ONU utiliza el termino spoiler (arruinador) cuando quiere
referirse a cualquier voluntad adversa. Por su parte, el proceso ideológico por el cual se arriba a la
determinación de un “enemigo” es denominado “marginalización”; mientras que su difusión mediática se
denomina “demonización”.
6
El propio Clausewitz, autor de la idea, nos dice sobre el concepto de centro de gravedad que:
“Uno debe mantener en mente las características dominantes de ambos beligerantes. Fuera de esas
características se desarrolla un centro de gravedad, un nudo de poder y movimiento, de lo cual todo
depende. Este es el punto contra el cual todas nuestras energías deben ser dirigidas.” (De la Guerra)
Como vemos en este razonamiento todo se ordena hacia la búsqueda constante del centro de poder del enemigo,
lo que en la práctica se traduce en una estrategia del fuerte contra lo fuerte; lo que termina siendo
contraproducente. Actualmente, si bien el concepto de centro de gravedad se mantiene, se orienta el mismo
-como leemos en el manual Warfigthing del Cuerpo de Infantería de Marina de los EEUU- hacia: “…aplicar
nuestras fortalezas contra las debilidades. Aplicado a la guerra moderna, debemos dejar claro que el centro
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de gravedad enemigo no significa su fuente de poder, sino una vulnerabilidad crítica.”( US Marine Corps,
Warfighting)
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Además, debe remarcarse el hecho de que todos los factores estarán presentes en todos
los niveles de conducción y viceversa. Gráficamente podría ilustrarse el concepto anterior con
un esquema tridimensional, tal como se lo muestra en la figura 1, donde tres planos paralelos
(los niveles de conducción) son intersectados por tres vectores verticales (los factores). Así como
ya lo señalamos, si un hecho táctico puede tener consecuencias estratégicas, con certeza un
acontecimiento simplemente físico tendrá consecuencias mentales y morales. Asimismo, debe
remarcarse la supremacía del factor moral por sobre los otros dos; de tal modo que toda
contradicción con este factor en un determinado nivel; también, influirá en su interrelación con
los otros niveles, ya sean estos superiores o subalternos.
Por supuesto, que lo que es aplicable a nosotros lo será para nuestros oponentes. Por lo
tanto, deberemos buscar explotar toda incoherencia en ellos. Por ejemplo, si nuestro oponente
es un grupo criminal organizado y se produce el asesinato de uno de sus miembros por parte de
integrantes del mismo grupo, lo que constituye un hecho táctico menor; si utilizamos los
medios de difusión a nuestra disposición para señalar como nuestros oponentes no respetan ni
siquiera la vida de sus propios seguidores, tendremos una “bomba moral” que operará en el
nivel estratégico; ya que producirá desconcierto en las filas del oponente que eventualmente
facilitará que sus integrantes defeccionen.
Escenario:
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El conflicto se inició con la crisis económica del 2015. En la última década el gobierno de
Santa Fe ha combatido sin mucho éxito contra diversos grupos delictivos por el control
territorial de amplias zonas del Gran Rosario. Más mil personas han muerto en episodios
vinculado a la violencia que genera el narcotráfico y se considera que el número de personas
que vive por debajo del nivel de la pobreza alcanza al 40% de la población.
Operación “Goliat”
Unos días antes al arribo de los contingentes militares de acción cívica a su área de
despliegue en el Gran Rosario habían ocurrido diversos actos hostiles contra personal e
instalaciones de la Policía de Santa Fe. A la par que se habían realizado saqueos contra
supermercados y otros comercios del Gran Rosario. Así como contra otras reparticiones del
gobierno provincial. Ante esta escalada de violencia el Jefe de Policía de Santa Fe le solicitó
autorización al Gobernador de la Provincia para poner en ejecución “Operación Goliat” con la
certeza de que la superioridad en efectivos y en tecnológica pronto eliminaría, o al menos
reduciría en gran medida, el accionar de los diversos grupos narcos a los que se le atribuía la
autoría de los hechos; a la vez que les proporcionaría una mayor seguridad a sus tropas.
José es un inmigrante peruano y dueño de una pequeña tienda en la afueras de la Villa Gardelito,
la mayor de la ciudad. A los pocos días de la llegada de las tropas del ejército, se instaló próximo a su
negocio lo que le dijeron era un “check point” temporario. A medida que los días transcurrían, a la par
que se superaban los temores iniciales, también se reestableció el suministro eléctrico y la provisión de
agua potable, por lo que José pensó que pronto todo mejoraría. Por supuesto que los grupos narcos estaban
inquietos y lo habitual era escuchar por las noches corridas, gritos y hasta disparos de armas de fuego,
seguramente producto de alguna pelea entre las distintas bandas que disputaban el control del barrio.
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Las FFAA en Operaciones Distintas a la Guerra Carlos A. PISSOLITO
Pero cuando esa noche José escuchó una serie de varios disparos tan próxima a su casa supo que
esa no sería una normal. Desde la ventana pudo ver a un móvil policial en llamas y a dos policías que
parecían estar heridos de gravedad. Pensó que eso estaba mal; ya que él no aprobaba ningún tipo de
violencia. Al poco rato, otros ruidos llamaron su atención: policías con cascos, bastones y chalecos
antibalas, luego de bajar de camiones, se dirigían a todas la viviendas de su vecindario, luego de golpear o
simplemente derribar las puertas, sacaban a todos los vecinos a la calle –algunos estaban aun en sus ropas
de dormir- para conducirlos hacia el centro comunitario en el centro del barrio... Junto con su familia, y
cuando se aprestaba a sentarse en el suelo como le habían ordenado.
Repentinamente, un grupo de jóvenes locales, a los que conocía porque varias veces los había visto
vender droga frente a su negocio, armados con tumberas y armas de puño desataron una tormenta de
fuego contra los policías. La noche se iluminó con los destellos de las armas de fuego; incluso José vio como
uno de los helicópteros iluminaba la zona con su reflector sobre todo lo que se movía en la vecindad. Al
acallarse los disparos varios policías ingresaron al local. Instintivamente quería mantener a su familia
reunida; pero un policía lo tomó del brazo para colocarlo junto con los otros hombres que comenzaban a
ser reunidos. Cuando quiso hablar recibió un culatazo en la cara y fue arrojado al suelo. Jamás había sido
humillado así en frente de su familia.
Al día siguiente del incidente en frente as u casa/negocio, José recibió la visita de su sobrino
Quispe. Este le dijo cuan dolido estaba por lo sucedido y le ofreció dinero para reconstruir su casa y su
pequeño negocio que habían sido incendiados esa fatídica noche. José le agradeció la ayuda y le dijo que si
bien el no era un hombre violento quería colaborar con ellos en el control de la villa. El hijo de 17 años de
José dijo que con gusto haría las entregas de droga que le pidieran y que estaba dispuesto a matar a los de
la “yuta” con tal de verlos fuera de su barrio
A lo cual el jefe de regimiento respondió, que tanto él mismo como toda su gente tenían
bien en claro el carácter subsidiario y temporal de su misión y que no estaban en Rosario para
quedarse sino para ayudar por un tiempo a los vecinos a solucionar sus problemas. El Jefe de
Policía que lo acompañaba y que hasta el momento no había intervenido, le retrucó que todos
estaban de acuerdo con eso; pero le pidió precisiones sobre sus métodos. El Jefe le contó que
durante su adiestramiento, habían sido muy importantes las clases de negociación, control de
disturbios y otras que había recibido. Especialmente, remarcó les habían enseñado respecto de
que en estas situaciones: siempre es mejor desescalar que escalar; y que los militares tendemos a
solucionar todo con mayor potencia de fuego y que esto puede ser un error. También, recordó
24
Las FFAA en Operaciones Distintas a la Guerra Carlos A. PISSOLITO
que la ejemplificación que les hizo el Capellán de la pelea bíblica entre David y Goliat, les sirvió
a todos para entender porque la opinión pública siempre estará del lado de los débiles. Y que,
por lo tanto, es contraproducente abusar del uso de la fuerza.
El jefe policial contraatacó diciendo que cuando había problemas lo que los militares
tenían que hacer es limitarse a cumplir lo que estaba reglamentado en las Reglas de
Empeñamiento, a lo cual el Jefe de Regimiento respondió que las mismas debían estar reguladas
por el principio de proporcionalidad y que sino no servían de nada; es decir que si un chico
disparaba con una gomera contra un móvil policial no le podían contestar con el disparo de
armas de fuego.
El Jefe, refirió luego que los ataques contra las instalaciones del Regimiento habían
disminuido a partir de que adoptaron una política de puertas abiertas; que comenzó con la
compra de los alimentos localmente; pero que la situación mejoró substancialmente, cuando
luego de un ataque, en que un soldado del batallón resultó herido junto con varios civiles. Los
heridos civiles fueron evacuados en nuestro helicóptero, junto con nuestros hombres al Hospital
Militar Reubicable, donde recibieron una excelente atención médica. Agregando, que aun
mayor fue el impacto cuando él personalmente visitó a los heridos y a sus familiares. También,
remarcó que en cada oportunidad que pudieron socorrer a la población lo hicieron: con sus
especialistas, con su equipamiento, dejando siempre en claro que estaban allí para ayudar.
A continuación, el jefe de regimiento explicó que tenía un equipo especial listo, tipo
comando, con sus mejores hombres para actuar ante una situación violenta. Intrigado el jefe de
policía inquirió sobre cuántos “enemigos” había “aniquilado” este grupo; a lo que el Jefe de
regimiento le contestó que a ninguno; ya que, como los narcos no tiene mascaras anti-gas, el uso
de gases les permitía ingresar a los locales sospechosos con tranquilidad y sin causar bajas.
Interrogado el jefe de regimiento, de cómo y dónde obtenía la inteligencia para hacer todo esto,
respondió simplemente que de la misma población, con la cual conversaban durante las
patrullas o charlaban cuando acudían al mercado a comprar sus alimentos. Sorprendido, el jefe
de policía cuestionó que las patrullas militares “tomaran contacto” con los vecinos durante una
actividad operacional como el patrullaje. El jefe de regimiento le explicó que había incluso
patrullas desarmadas y diseñadas específicamente “para tomar contacto”; reconoció que
obviamente, existía el problema de la mutua desconfianza inicial; pero que lo estaban
solucionando con el paso del tiempo.
El ministro, por su parte, interesado por cómo utilizaban el material inquirió sobre la
utilidad de los nuevos equipos de visión nocturna y de radio recientemente provistos; el jefe de
regimiento explicó que los visores eran muy útiles para montar puestos de observación
nocturnos; ya que al no haber toque de queda podían en pocos días determinar el “quien es
25
Las FFAA en Operaciones Distintas a la Guerra Carlos A. PISSOLITO
quien” de su localidad. También enfatizó que los scanner de las radios nuevas eran muy útiles
para escuchar todo lo que estaba en el aire, y que no es raro captar una transmisión de las radios
Handy que usaban los narcos y así enterarse de los que estaba pasando.
Finalmente, el jefe de regimiento cerró su exposición diciendo que ellos no podían ser
emboscados ya que no seguían patrones predecibles; no podían ser sorprendidos pues estaban
siempre vigilantes y que nunca tomaban represalias contra la población civil puesto que eso
alineaba a los más jóvenes con los narcos. En pocas palabras dijo: “nos hemos convertido en
parte de la solución y no del problema”.
Para dar por terminado con la visita el ministro de seguridad, le agradeció al jefe de
regimiento por lo que consideraba había sido una exposición “muy interesante”; agregando
estar muy complacido con la forma de operar del regimiento; y que impartiría las directivas
pertinentes para implementar cambios substanciales en “Operación Goliat”; y que siguiendo la
metáfora del capellán argentino consideraba que “Operación David” sería un mejor nombre
para la nueva operación.
BIBLIOGRAFÍA:
Van Creveld, Martin. “La Transformación de la Guerra”. Trad. C. Pissolito. Ed. Uceda,
Buenos Aires 2007.
Pissolito, Carlos. “El Dilema de Goliat”. Revista Seguridad y Defensa, Nro 38.
http://www.deyseg.com.ar/notas/actualidad/aanota38-goliat.htm
William S. Lind, Mayor John F. Schmitt y Coronel Gary I. Wilson. “The Four Generations of
Modern War." Marine Corps Gazette, Octubre, 1989. (solo disponible en inglés)
Seminario “The Four Generations of Modern War” dirigido por William Lind durante el
2002 y 2003 con Oficiales del US Army y del US Marine Corps del que participara el Cnl
Carlos Pissolito como invitado.
26
Las FFAA en Operaciones Distintas a la Guerra Carlos A. PISSOLITO
CAPITULO II
El caos, el azar y la fricción dominan las operaciones terrestres mucho más que cuando Clausewitz
hablo de ellas luego de las Guerras Napoleónicas.
Manual militar moderno.
1. El Ethos Guerrero.
Desde tiempos inmemoriales los guerreros se han preparado para la guerra. Lo han
hecho de las más diversas formas y casi siempre buscando adaptarse al tipo de conflicto al que
se enfrentaban. De esta manera, al imponerse el ideal de guerra clausewitziano a fines del siglo
XVII se fundaron las primeras academias militares para la formación de aquellos hombres que
dejaron de ser meros guerreros para convertirse en soldados. El modelo para la formación
fueron las normas caballerescas aun vigentes en aquella época. Vale decir, se los transformó en
guerreros sometidos a una disciplina externa. Esta disciplina les imponía nuevas exigencias,
extrañas a los guerreros del pasado, por ejemplo, que no abusaran de sus prisioneros o que no
ejercieran violencia contra la población civil. Pero, tenían las manos libres para ejercer una
violencia casi ilimitada contra los combatientes enemigos con los que se toparan en un campo
de batalla.
Hoy, la evolución del conflicto hace necesaria una nueva adaptación del ethos7 guerrero.
Como todo ethos anterior se basa en una educación permanente destinada a desarrollar los
hábitos que permitan enfrentar con éxito la fricción, la incertidumbre y las incomodidades
propias que rodean a toda operación militar. Este se particulariza por la necesidad de
desarrollar criterios para el empleo de la fuerza. Si antes, un soldado no tenía dudas respecto de
7
Ethos es una voz griega que significa “lugar donde se vive” que puede ser traducida como punto de partida,
disposición y carácter. La palabra castellana ética (ethikos) deriva de la misma raíz y significa “teoría de la
vida”.
27
Las FFAA en Operaciones Distintas a la Guerra Carlos A. PISSOLITO
quienes eran sus enemigos y sobre los cuales podía ejercer la violencia. Hoy, esa distinción no es
tan clara. Por ejemplo, ¿un centinela que custodia un depósito de alimentos en una operación de
ayuda humanitaria puede abrir fuego contra los saqueadores?
Podríamos poner otros ejemplos, creemos que con este basta para marcar un punto.
Cual es que hoy las fuerzas militares deben capacitar a sus integrantes para un empelo gradual
de la fuerza. Desde la que podrá ir de una de carácter disuasivo a otra de carácter mortal.
Estas RE son un sencillo código de procedimientos que regula la forma en que todo
integrante de una fuerza puede y debe emplear la fuerza, ya sea para su autodefensa, la defensa
de otros y para el cumplimiento de su misión.
Entre las particularidades de los niveles de conducción en las ODG hemos señalado
en el capítulo anterior el proceso de interceptación que sufren los mismos entre sí y la
influencia de los factores físico, mental y moral sobre cada uno de ellos. Se suman a esta
28
Las FFAA en Operaciones Distintas a la Guerra Carlos A. PISSOLITO
principal diferencia en el planeamiento entre una operación convencional y una ODG, los
siguientes:
También el hecho de que en una ODG se encontrarán presentes, además, de las fueras
militares, las fuerzas de seguridad y policiales (las que podrán estar o no bajo nuestro
comando o control operacional); a la par de otras organizaciones significativas; tales
como: funcionarios de gobierno, los representantes de fuerzas vivas; y personal y
medios de ONGs. Este aspecto remarcará la necesidad de una gran coordinación tanto
vertical como horizontal.
Finalmente, en una ODG la influencia de los medios de comunicación social será mucho
mayor que en una convencional. Esto se deberá a que los reducidos medios disponibles
en pos de un objetivo estratégico, generalmente de carácter difuso, operando en un
ambiente caracterizado por la incertidumbre, impondrá un enlace muy ajustado con
estos medios y un empleo muy correcto de la comunicación institucional propia.
Por estos y otros motivos las ODG no pueden ser consideradas en forma estática, donde
una rigurosa técnica de planeamiento permita la previsión casi absoluta de lo puede ocurrir.
Hoy el conductor de una ODG debe mandar, con frecuencia, en medio de realidades dinámicas
y diversas que se le imponen imprevistamente. Sólo un conductor formado profesionalmente en
los hábitos operativos para la toma de decisiones puede resolver este tipo de situaciones y
reconocer la diferencia entre lo que debe y puede ser planificado y lo que debe quedar librado a
su golpe de vista.
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Las FFAA en Operaciones Distintas a la Guerra Carlos A. PISSOLITO
La filosofía realista ha sostenido siempre que es el ser antes que la verdad y la verdad
antes que el obrar bien; 8 lo que en términos militares podría traducirse como que las
realidades operacionales están antes que su conocimiento y que este conocimiento debe
preceder a toda decisión operacional. Ergo, nadie puede actuar si antes no ha conocido la
realidad. En función de lo expresado, el conocimiento al que nos referimos en las ODG reconoce
dos orígenes distintos: el primero, concerniente a los principios doctrinarios que rigen a estas
operaciones; y el segundo, a la situación particular que rodea al caso concreto que tenemos
entre manos. En otras palabras: ante un problema a resolver, no solo se debe apelar a los
axiomas generales que regulen las operaciones y que son explicados en este manual; sino, y por
sobre todo, se debe analizar y valorar el caso concreto.
Todo ello se fundamenta en que toda acción correcta, solo puede ser tal, cuando
responde a los principios universales que la encuadran y a las circunstancias particulares que la
rodean. Para que esto funcione es necesario que el comandante tome decisiones. Y que
mediante ellas vayan poniendo en acto a conocimiento mediante decisiones correctas. En tal
sentido, no existirá en las ODG una metodología de planeamiento, por perfecta que sea, que
pueda reemplazar este acto de mando.
Antes que en una metodología, el comandante deberá confiar en una pedagogía basada
en el hábito operativo de la prudencia. La prudencia tiene en el propio comandante a su sujeto
psíquico y como tal, busca ejecutar con prontitud, facilidad y eficacia las acciones tendientes
para la obtención del objetivo impuesto. Por sujeto psíquico entendemos a la inteligencia y a la
voluntad del comandante. Las que deberán estar educada para permitirle al comandante obrar
según la situación y el marco de los principios universales que la rigen.
Son cuatro los actos en que puede dividirse el acto prudencial que conduce al
comandante a tomar una decisión:: la observación, la apreciación, la decisión y el mando. Por el
primero, al que denominamos observación se procede a reunir la información disponible; por el
segundo, que es la apreciación se buscan y se evalúan los medios disponibles para el logro del
objetivo; 9 por el tercero que es la decisión, se especifica cuál de todos los medios es el mejor; y
en el cuarto, el mando, se aplica la voluntad para la ejecución de las acciones necesarias.10
8
El filosofo Josef Pieper sostiene que: “Solo aquel que sabe como son y se dan las cosas puede considerarse
capacitado para obrar bien.” (Prudencia y Templanza, p. 15)
9
Cuando se habla de apreciación es necesario hacer algunas precisiones conceptuales. La primera es señalar que
los métodos intelectuales utilizados para realizar este proceso son el análisis y la síntesis. Por análisis se
entiende al proceso que parte de las cosas obvias y cercanas, que nos presentan nuestros sentidos, para
ascender hasta la más lejanas para los sentidos, pero más entendibles para nuestra inteligencia. Por su
parte, la síntesis procede en una forma simétricamente opuesta. Tanto el análisis como la síntesis pueden
ser de tres tipos: holológico, ascenso o descenso del todo a las partes; etiológico, del efecto a la causa y
teleológico del fin a los medios.
30
Las FFAA en Operaciones Distintas a la Guerra Carlos A. PISSOLITO
DECISIÓN ACCIÓN
SITUACIÓN
Los cuatro pasos señalados en la toma de una decisión son meramente esquemáticos. Lo
que no implica que siempre se den en ese orden o que todos deban darse tal como son
descriptos. Pues, es en la profundidad de la interioridad humana que los mismos tienen lugar.
En el marco del esquema señalado pueden agruparse en dos etapas diferenciadas: una
que es propia del conocimiento intelectual denominada deliberación, y que comprende las
actividades de observar y apreciar; y una etapa ejecutiva, propia de la voluntad del
comandante y que implica la toma de la decisión y el ejercicio del mando.
Particularmente la versión teleológica es la que nos interesa ya que es la que se aplica en la resolución de
problemas operativos; ya que éstas buscan determinar los mejores medios para obtener un fin (objetivo).
Como tal, se inicia con el uso del análisis de los medios disponibles y continúa con la resolución sintética
que recae sobre uno de ellos; pero no empieza ni termina allí porque no hay un método intelectual que
permita seleccionar entre dos fines; ya que esto es una actividad propia de nuestra voluntad.
Por lo tanto, en forma previa a la selección de los medios debe darse la determinación del fin u objetivo. La
elección del objetivo como fin de la acción está enmarcada en el proceso volitivo que realiza el
comandante para elegir un fin determinado. El fin, como tal, se establece una doble relación con el
comandante; ya que no solo es lo primero en ser concebido, sino también, lo último en ser concretado. En
consecuencia, entre el fin como objetivo a ser conquistado y el fin como objetivo ejecutado se ubicarán
los medios.
10
Las condiciones del mando, que es la fase donde se ejecutan las acciones son tres: la previsión que implica la
anticipación del desarrollo de la ejecución para prever las consecuencias y establecer las previsiones
necesarias para cumplir con la misión; la cautela, que consiste en precaverse contra los obstáculos que
eventualmente puedan presentarse y las circunspección, que es la habilidad para conocer las
circunstancias que rodean las acciones.
31
Las FFAA en Operaciones Distintas a la Guerra Carlos A. PISSOLITO
Esto distinción no es solo conceptual, sino que impone, a cada una de las etapas,
características esencialmente diferentes. Mientras que la deliberativa puede ser lenta, siempre
en función del tiempo disponible; la etapa ejecutiva debe ser siempre fulminante. Ello se
fundamenta en que un firme asentimiento de la inteligencia sólo deviene del grado de certeza
que el sujeto perciba sobre su propia decisión. Pero, siendo lo normal en las ODG la
incertidumbre derivada de la ausencia de certezas, será necesario un acto de la voluntad del
comandante para sobrellevar lo que se conoce como la angustia de la decisión,11 lo que
impondrá la superación rápida de este estado negativo mediante el uso del mando; el que a la
vez, deberá incluir la supervisión y el control permanente de la acción.
Si como hemos explicado el proceso para la toma de decisiones en una ODG no puede
limitarse a seguir una metodología en particular y que su sujeto psíquico no es otro que el
propio comandante, ya que toda decisión presupone siempre un acto de su voluntad; es en este
sujeto psíquico donde deben encontrarse las aptitudes necesarias para una decisión correcta.
Por lo tanto, lo realmente necesario es un proceso de aprendizaje para que el comandante
adquiera el hábito de la prudencia para la toma de decisiones.
Al respeto y en relación con el tema que nos ocupa la pedagogía del comandante se
orientará a obtener conocimientos doctrinarios teóricos adecuados.
“…adquirir un amplio entendimiento de la propia cultura, su desarrollo y los principios sobre los
cuales está fundada. La educación desarrolla la habilidad de poner a las situaciones actuales en un
amplio contexto construido con la historia, la filosofía y el entendimiento de la naturaleza humana.
Inherente a la educación es la habilidad para pensar lógicamente, para llegar metódicamente a la
solución de un problema, pero sin una predeterminada gama de soluciones.” (Guerra de
Maniobras, p. 75.)
11
Los problemas derivados de la certeza son complejos, pero baste decir que existen varios tipos de certezas, a
saber: 1) la certeza objetiva propia del mundo físico que no plantea problema, ya que es
experimentalmente comprobable y 2) la certeza moral que deriva de la recta intención en el obrar y como
tal no es cognoscible a priori, sino sólo cuando las consecuencias de una determinada actitud se han
hecho evidentes. De este ultimo hecho deriva la falta de certeza de las decisiones operacionales y la
“angustia” de quienes deben tomarlas.
32
Las FFAA en Operaciones Distintas a la Guerra Carlos A. PISSOLITO
1. Conducción descentralizada: Una vez que el fin u objetivo de las operaciones haya
sido determinado por el comandante se deberá proceder a la ejecución descentralizada
de dichas operaciones; donde se establecerá la siguiente relación entre el comandante y
sus elementos subordinados:
Los comandos subordinados, por su parte, ejercerán la iniciativa para obtener los
objetivos impuestos. Ante la ausencia de órdenes o detalles procederán siempre
según la orientación de su comandante.
33
Las FFAA en Operaciones Distintas a la Guerra Carlos A. PISSOLITO
2do Los subordinados comprenden los efectos que deben obtener y la finalidad
última de ellos.
3ro Los comandos subordinados reciben los medios suficientes para el cumplimiento
de sus respectivas misiones.
12La velocidad mental tiene por objeto reducir el ciclo de la decisión (Observar-Apreciar-Decidir-Mandar); ya que
todo acortamiento en la duración de dicho ciclo redundará en una más rápida ejecución de la tarea
ordenada y en consecuencia, permitirá reiniciar un nuevo ciclo con cierta anticipación de quien realice el
suyo en forma más lenta. La suma de sucesivos anticipos brindará, entonces, una mayor velocidad para la
adopción de decisiones y será la condición necesaria para la obtención y mantenimiento de la propia
iniciativa.
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Las FFAA en Operaciones Distintas a la Guerra Carlos A. PISSOLITO
3. Operación conjunta, integrada y combinada: Las ODG, por lo general, son de carácter
conjunto; pues participan bajo un comando único elementos de las fuerzas armadas
(Ejército, Armada y Fuerza Aérea); fuerzas de seguridad (Gendarmería Nacional y
Prefectura Naval) y fuerzas policiales provinciales. También, se podrán integrar
elementos gubernamentales; tales como: direccione de defensa civil, secretarías o
ministerios de salud, acción social y otros. En todos los casos la reunión de estos
medios debe responder al aprovechamiento mutuo de las capacidades como a la
disminución de las limitaciones especificas.
4. Flexibilidad y sentido común: La ejecución de ODG exige una actitud mental abierta
desarrollada a través de la educación, el adiestramiento específico y conjunto y en lo
posible la experiencia personal. También requiere una alta dosis de creatividad e
imaginación que permitan al comandante, a su estado mayor y a sus comandos
subordinados encontrar formas alternativas para el cumplimiento de la misión. Todo
ello exigirá una actitud flexible que se materializará: primero, en una permanente
evaluación y retro-alimentación de las acciones para que las mismas estén siempre
acordes con los efectos estratégicos deseados; y segundo, la capacidad de juicio critico
que puede ser asimilada al concepto vulgar del criterio y o sentido común, o más
correctamente con la aptitud de la circunspección, entendida como la habilidad
necesaria para conocer, por intermedio de la razón, las circunstancias que rodean las
consecuencias de una decisión. Este conocimiento será especialmente crítico respecto
de:
Al respecto nos dice el general británico Francis Tuker que: “Nunca podrá repetirse con
demasiada frecuencia que en la batalla lo que cuenta es el hombre…” (Preliminares de la
Batalla). Por su parte, cuando los historiadores han hecho referencia a las cualidades
necesarias de estos hombres han dicho cosas como esta: “La cualidad mas extraordinaria de
Rommel era indudablemente su capacidad de reacción.” “Su mente era extraordinariamente
ágil y poseía un golpe de vista excepcionalmente rápido para captar la realidad de cualquier
situación militar.” (Young, D. Rommel); o “El general Patton era un gran psicólogo. Su
habilidad para hacerse cargo de una situación difícil y poner inmediatamente en acción los
medios necesarios con sus propios recursos era extraordinaria.” (Wallace, B. Patton y el 3er
Ejército).
35
Las FFAA en Operaciones Distintas a la Guerra Carlos A. PISSOLITO
BIBLIOGRAFÍA:
Good, Ken J. Got a Second? “A Journey into the OODA Cycle”, Strategos International.
(solo disponible en inglés)
Lind, William S. La Guerra de Maniobras. Ed. Círculo Militar, Buenos Aires.
Pissolito, Carlos A. La Prudencia y el Arte Militar: Una Pedagogía para la Toma de
Decisiones. Ed. Dunken, Buenos Aires 2000.
White, Charles E. The Enlightened Soldier. Ed. Praeger, Londres, 1989. (solo disponible en
inglés)
36
Las FFAA en Operaciones Distintas a la Guerra Carlos A. PISSOLITO
CAPITULO III
Principios de Empleo
Debemos tener a la población de nuestro lado, no activamente, pero lo suficiente como para que no
nos traicione con el enemigo. Las rebeliones se hacen con un 2 % de fuerza y un 98 % de pasividad
complaciente.
T.E. Lawrence, La Evolución de la Revuelta.
a. Una Clara Legitimidad Legal y Moral: La legitimidad legal para una ODG generalmente
tendrá su origen en una orden o ley emanada por las autoridades constitucionales.
Obviamente cuanto más amplio sea el consenso político para llevar a cabo las acciones
que se le ordenan a las fuerzas armadas, mayor será su base de legitimidad; aunque,
como contrapartida, mayor será el tiempo necesario para obtener tal nivel de consenso.
La legitimidad legal original podrá mantenerse, incrementarse o desaparecer en función
de los resultados que con el tiempo la conducción de la operación militar pueda obtener.
En este sentido, será de gran importancia la percepción que tanto la población como las
autoridades locales, las partes en conflicto y la opinión pública, en general, tengan al
respecto. En última instancia, el consenso estará basado en una adecuada legalidad de
origen que deberá sustentarse en el tiempo por una legitimidad derivada de un eficiente
desempeño de la misión para el logro de los objetivos impuestos por el mandato.
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Las FFAA en Operaciones Distintas a la Guerra Carlos A. PISSOLITO
Más allá de ello, todo el resto del personal de la operación deberá tener siempre presente
que ningún objetivo particular podrá ser alcanzado en aislamiento y sin el concurso de
la masa de los actores afectados. Los responsables políticos de la misión tendrán la tarea
de mantener esta unidad de esfuerzo especialmente con todos los actores externos;
mientras que el comando de la operación, lo tendrá hacia adentro con la organización
propia.13
13
A pesar de que del carácter multinacional y multidisciplinario de las fuerzas que participan de OP complejas, la
conducción de la misión hará todo lo posible para que mas allá de los diferentes caracteres nacionales, la
fuerza sea percibida como un todo. Se pondrá especial atención en que unidades nacionales no reciban un
tratamiento diferente al resto por parte de alguna de las partes.
38
Las FFAA en Operaciones Distintas a la Guerra Carlos A. PISSOLITO
e. La Separación del Oponente de su Causa y Apoyos: Ante el caso de tener que operar
contra un oponente, como sería el caso de una operación de seguridad. Y aunque, por lo
general, serán militarmente más débiles que las propias fuerzas, en contrapartida gozarán,
al menos inicialmente, de una primacía moral y psicológica. A los efectos de contrarrestar
estas ventajas y tornarlas en nuestro favor será necesario, desde el punto de vista moral,
colocarlos fuera de la ley y desde el punto de vista psicológico, aislarlos de la población de
la cual se nutren y obtienen apoyos. En este sentido, un compromiso a largo plazo con los
objetivos políticos de la operación resultará de gran ayuda; ya que por lo general las ODG
timen lugar en el marco de conflictos con raíces profundas y que solo se solucionan luego
de lapsos prolongados.
f. Una Fuerza con Capacidades Adecuadas: En condiciones ideales las fuerzas propias
deberán estar proporcionadas y tener las capacidades adecuadas para el cumplimiento de
las tareas derivadas de la orden recibida. Sin embargo, serán normales las situaciones que
por diversas causas esto no sea siempre alcanzable. En consecuencia, la habilidad para
hacer mucho con poco y la de adaptarse en forma permanente a las cambiantes exigencias
de la operación redundarán en un efecto multiplicador de las propias acciones.
En ese sentido, será de vital importancia un mando descentralizado que permita a los
menores niveles operar sin órdenes detalladas y en función de una orientación general.
Pese a lo enunciado existirá un mínimo de efectivos y de capacidades más debajo de los
cuales no solo resultará imposible aun el cumplimiento de las exigencias básicas del
mandato, sino que será una tentación para la acción de nuestros oponentes.
Por ejemplo, en una ODG podrán coexistir individuos y hasta grupos deseosos de cubrir
ese rol. Algunos con las buenas intenciones de cambiar una situación de exclusión o
solucionar un problema concreto y, también, otros impulsados por una diversidad de
motivos. Entre ellos interesan, especialmente aquellos que están dispuestos a emplear
39
Las FFAA en Operaciones Distintas a la Guerra Carlos A. PISSOLITO
medios violentos para alcanzar sus objetivos. Los que, por lo general, pertenecerán a
alguna de las siguientes categorías y/o a una combinación de las mismas:
Dada la distinta naturaleza y de objetivos de cada uno de estos grupos, antes de enfocar
nuestros esfuerzos en su tratamiento como un todo y en una persecución individual
destinada a la captura; habrá que centrarlos en la prevención de las conductas que los
llevan a actuar de esa manera. De tal modo, de impulsarlos a que abandonen sus
procederes ilícitos. Incluyendo, a aquellos que así procedan y acepten las reglas de
convivencia, al proceso de estabilización.
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Las FFAA en Operaciones Distintas a la Guerra Carlos A. PISSOLITO
principio de masa se opone al de dispersión, en las ODG el arte del conductor estará, no en la
simple aplicación de un principio aislado, sino en encontrar el balance entre todos ellos. A titulo
de ejemplo se presentan las siguientes situaciones paradójicas:
a. Respecto de quién es el más fuerte: Un error de apreciación común es creer que nuestra
organización, la militar, al disponer de armas modernas, vehículos todo terreno,
comunicaciones radiales y otras ventajas tecnológicas es el lado fuerte en caso de una
confrontación con oponentes locales que tengan un equipamiento bélico rudimentario y
un bajo nivel de adiestramiento.
Por el contrario, la lógica de las ODG sostiene que nuestras supuestas ventajas no son
tales cuando nos enfrentamos a un oponente físicamente más endeble, pero decidido y
que desprecia, no solo las normas de la guerra convencional, sino los derechos humanos
más elementales. En pocas palabras: la primera paradoja que debemos comprender es que
nosotros, pese a nuestras fortalezas, somos el lado débil de la confrontación.
b. Respecto al uso de la fuerza: Es natural que nuestra aparente superioridad física nos lleve
a considerar que el empleo intensivo de la fuerza militar redundará en grandes beneficios
psicológicos y morales para nuestra causa. Todo lo contrario, ya que todo uso excesivo de
la misma no hará más que reforzar moral y psicológicamente a nuestros oponentes. Por lo
tanto, cuando deba decidirse el uso de la fuerza, además de verificarse que su uso se
encuentre justificado14 y que esté acorde con las RE de la operación, se empleará la
mínima fuerza posible.
14
En términos generales se sostiene que la legitimidad para el uso de la fuerza está dado por:1) una amenaza que
lo justifique, 2) ser el último recurso disponible, 3 el uso adecuado de la fuerza, 4) el uso de medios
proporcionales y 5) una razonable probabilidad de tener éxito con su empleo.
15
La mediación implica la intermediación entre dos o más partes de una situación conflictiva; mientras que la
negociación es el dialogo directo con una o más de las partes. El objetivo final de ambos procedimientos es
alcanzar un libre acuerdo entre las partes.
41
Las FFAA en Operaciones Distintas a la Guerra Carlos A. PISSOLITO
d. Respecto a la Dualidad Nosotros o Ellos: Otra paradoja consiste en creer que mientras
más acciones de naturaleza humanitaria o de acción cívica nuestra fuerza lleve a cabo
mayor será su eficiencia y el consenso por parte de la población local. Por el contrario,
estas acciones se deberán emprender bajo el concepto de subsidiaridad respecto de las
autoridades y los medios locales. El crear una dependencia de las organizaciones locales
respecto de nuestra fuerza no hará más que prolongar las situaciones que dan sustento al
conflicto. Por lo tanto, siempre será mejor que las autoridades locales dirijan y realicen las
acciones que por sí mismas puedan hacer; quedando para nuestra misión aquellas que por
su especificidad o complejidad escapen a los primeros.
BIBLIOGRAFÍA:
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Las FFAA en Operaciones Distintas a la Guerra Carlos A. PISSOLITO
CAPITULO IV
Procedimientos de Empleo.
1. Infantería Ligera.
Las características particulares de las ODG señaladas en el capítulo anterior referidas a
las diferentes dualidades posibles determinan que existan tropas con una mejor aptitud que
otras para estas operaciones. En este sentido, las denominadas unidades de Infantería ligera son
particularmente útiles; de hecho aquellas que originariamente no pertenecen a esta especialidad
–normalmente- se deben organizar como éstas para una ODG.
Obviamente, las tropas de Infantería ligera no son las únicas útiles para una ODG. Las
de Ingenieros, tanto en su versión de combate como de construcciones, los hospitales
reubicables, los escuadrones de helicópteros y elementos de Policía Militar se encuentran entre
los más requeridos. Pero solo las primeras pueden conformar la masa de una ODG; ya que ellas
tendrán a su cargo el cumplimiento de las tareas principales, en lo atinente a la seguridad.
Las ventajas de la Infantería ligera para desempeñarse en una OPC son las siguientes:
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Las FFAA en Operaciones Distintas a la Guerra Carlos A. PISSOLITO
local. En este sentido, es la más apta para tareas de protección de la población civil,
entrenar fuerzas locales, proveer ayuda humanitaria y muchas otras más.
Finalmente, desde el punto de vista del transporte estratégico, es más transportable que
fuerzas más pesadas.
Otra versión muy útil de la Infantería ligera son las Fuerzas Especiales y los Comandos;
ya que además de compartir las ventajas de éstas tienen el plus de un adiestramiento y un
equipamiento superior.
La potencia de fuego del tirador individual –por lo general- será más que suficiente para
solucionar la masa de las situaciones de combate de una ODG. Si fuera necesaria reforzarla se
podrá acudir a lanzacohetes antitanque, morteros y las ametralladoras y cañones montados en
los vehículos de combate de infantería. En todos los casos, esta solución será preferida al apoyo
de fuego aportado por la artillería de campaña y aun más por la aviación táctica; ya que estos
dos últimos son muy propensos a producir daños innecesarios en la población civil.
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Las FFAA en Operaciones Distintas a la Guerra Carlos A. PISSOLITO
En caso necesario se proveerá a las fracciones con dinero en efectivo para la compra de víveres,
etc.
Todos los aspectos señalados tienden a la poli-funcionalidad del integrante de una ODG
para adaptarse al ambiente operacional con los siempre escasos medios disponibles.
Por lo general, el escalar una situación solo otorga ventaja a nuestro oponente. Sin
embargo:
Puede haber situaciones donde se requiera escalar en el nivel táctico, para obtener un
desescalamiento en los niveles estratégicos y operacionales. Por ejemplo, cuando se
ordena la captura de un jefe de banda local para negociar un acuerdo a un nivel
superior.
También, habrá situaciones donde será necesaria una respuesta mediante el uso de la
fuerza. En este caso, se preferirá, siempre que sea posible, que la misma sea llevada a
cabo por las fuerzas locales y si estas no existieran o no estuvieran en capacidad,
mediante el empleo de una parte mínima de las propias. 16
Si se mantiene firme la premisa de que el objetivo esencial de una fuerza militar que
interviene en una ODG, especialmente en una de seguridad interior, es proveer un entorno
de seguridad que permita el normal desarrollo de las actividades sociales de una
16
El cumplimiento del principio de mínimo uso de la fuerza no debe limitar el empleo de la violencia para prevenir,
detener la reacción eficaz frente a crímenes de guerra y genocidio, como fueron los casos de Ruanda y
Srebrenica). Las buenas intenciones para negociar y/o mediar no pueden sustituir la capacidad
fundamental de proyectar una fuerza militar “creíble”, para que una operación de paz sea exitosa. La
credibilidad operacional depende de la valoración que hacen las partes beligerantes sobre la capacidad de
fuerza del componente militar de lograr la misión. Un enfoque en exceso timorato de contingentes
desplegados, puede dañar la credibilidad, evolución y el futuro de toda una operación de paz.
45
Las FFAA en Operaciones Distintas a la Guerra Carlos A. PISSOLITO
Por ejemplo, la experiencia de Estados fallidos como el caso de Haití, Congo, Timor
Oriental y otros demuestra que si el desafío de crear un entorno de seguridad no abarca la
seguridad interna o pública, los viejos hábitos y estructuras continuarán por mucho tiempo,
socavando cualquier esfuerzo dirigido a mejorar los acuerdos post-conflicto. Las secuelas
de cualquier guerra civil provocan crimen organizado, ataques de venganza, la proliferación
de tráfico de armas, saqueos y robos.
Por otro lado, el marco legal limita al uso de las fuerzas militares en tareas
vinculadas con la imposición de la ley. Por ejemplo, se sabe que es preferible que la policía
sea la responsable de llevar adelante el arresto de criminales que son acusados formalmente.
Pero, ocurre, que muchas veces la ausencia de personal policial en cantidad suficiente haga
que el componente militar colabore y/o participe en arrestos. Con la limitación que estas
fuerzas no siempre tienen el adiestramiento y el equipamiento adecuado para llevarla cabo.
En este sentido, podemos concluir que existe una necesidad para que las fuerzas
militares colaboren con las policiales mediante el funcionamiento armónico de la seguridad
interior, la protección de derechos humanos y los objetivos de la operación. Por lo tanto, es
una posibilidad que se le asignen al componente militar tareas policiales; por lo que es
conveniente que se lo eduque, instruya y equipe en tareas policiales básicas; tales como el
control del orden público y la detención temporaria de personas.
El próximo interrogante es: ¿Bajo que parámetros debe operar una unidad de
combate como ser un batallón de infantería ligera en tareas de seguridad interior, hacerse
cargo de los refugiados, alimentar y salvaguardar a la población y operar sus servicios
públicos? Analicemos un caso hipotético:
46
Las FFAA en Operaciones Distintas a la Guerra Carlos A. PISSOLITO
Los Jefes de Compañía: Establecerán vínculos con los jefes de los barrios de la
ciudad.
El Oficial de Asuntos Civiles: Restablecerá los servicios públicos (luz, gas, agua
potable, redes viales, etc.) para mejorar las condiciones de vida de la población local.
3. El Resultado Final: Lograr con sus acciones que las diversas tareas (militares, policiales y
civiles) tengan lugar en forma simultánea y que las mismas contribuyan a crear un
ambiente estable y seguro y que garantice las vidas, la propiedad y los derechos
individuales de los habitantes de “Z”. Además, tendrá especialmente en cuenta de evitar
a toda costa los daños colaterales y se asegurará de que sus fuerzas operen en forma
permanente apegadas a la Ley y el respeto de los DDHH.
5. Comunicación Institucional.
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Las FFAA en Operaciones Distintas a la Guerra Carlos A. PISSOLITO
siempre más efectivo influenciar sobre las facciones locales en conflicto que intervenir
directamente con el uso de fuerza. La razón es simple, mientras las fuerzas militares
regresan a sus asientos de paz, las facciones permanecen; hecho que juega a su favor en pos
de lograr el apoyo de la población local.
El rol de la comunicación institucional será siempre vital para los logros políticos y
militares de la operación. Como tal tendrá una finalidad doble: por un lado, difundir y
reforzar los logros de la operación; y por el otro señalar las contradicciones del oponente.
Para que se cumpla con la primera de las finalidades, es generalmente útil, que las
agencias locales y medios de comunicación social, participen y verifiquen los hechos con los
comunicados oficiales de la operación antes de difundir las noticias. Para ello, el periodismo
debe tener acceso ilimitado a las tropas y a sus jefes y comandantes, con posibilidad de
presenciar los eventos de cualquier tipo de operación en directo. Por tal motivo, se debe
prever preparar a comandantes, jefes de subunidades y hasta los soldados a presentarse en
televisión o en medios radiales para sostener debates, reuniones con autoridades locales,
entidades religiosas y étnicas en las cuales se discutan asuntos de suma urgencia de interés
para sus representados.
6. Apoyo Humanitario.
Las emergencias o desastres que puede ser de origen natural o humano17 se agravan
notablemente cuando tienen lugar en sociedades que se encuentran incapacitadas para
proveer a las necesidades básicas humanas.
Más allá del hecho de que la provisión de ayuda humanitaria es una tarea a cargo de
organismo estatales específicos,18 debe reconocerse que existirán circunstancias por las cuales
dichas agencias no se encontrarán en capacidad para proveer esta ayuda. En tales
17
Los desastres naturales son causados por las fuerzas incontrolables de la naturaleza. Pueden ser: de tipo
geológico (terremotos, tsunamis, erupciones volcánicas, etc.) o climáticos (huracanes, inundaciones,
sequías prolongadas, etc.). Por su parte los desastres humanos pueden ser de tipo industrial (derrames
tóxicos, fugas radioactivas, etc.) o de tipo poblacional (migraciones, deportaciones, etc.).
18
Entre los principales se puede citar al Comité de la Cruz Roja Internacional, al Movimiento Internacional de la
Cruz Roja y la Media Luna, a la Federacion Internacional de las Sociedades de la Cruz Roja y la Media Luna y
sus respectivas sedes nacionales.
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Las FFAA en Operaciones Distintas a la Guerra Carlos A. PISSOLITO
circunstancias y en el marco de una ODG puede darse el caso de que el componente militar
tenga a su cargo tareas vinculadas al apoyo humanitario. Dichas tareas podrán ir desde la
complementación de capacidades existentes, mediante el apoyo a tareas específicas
(transporte, comunicaciones, seguridad, etc.), hasta el planeamiento y ejecución de acciones de
apoyo humanitario a gran escala.
Por lo tanto, cuando una fuerza militar de paz deba participar en tareas de apoyo
humanitario deberá hacerlo en estrecha coordinación con las agencias estatales y no estatales
correspondientes y entregar la responsabilidad de dichas tareas a la agencia responsable ni
bien esto sea posible.
7. Operaciones.
Las ODG, independientemente del tipo de que se trate, por lo general, implican el
desarrollo de muchas actividades simultáneas y concurrentes; tales como: DDR,
adiestramiento de fuerzas policiales locales, distribución de ayuda humanitaria, etc. Lo que
hace difícil encuadrarla en una clasificación pura. Por ejemplo, no será raro que en una
operación de apoyo a la comunidad ante un desastre natural, sea necesario realizar
operaciones de seguridad para prevenir saqueos.
La conducción política del nivel del que se trate (municipal, provincial o nacional) será
la responsable de establecer la estrategia general; mientras que el comandante militar se
mantendrá dentro de los límites impuestos por esta estrategia y operará siempre usando el
mínimo de fuerza necesario para crear y mantener un ambiente estable y seguro. En todo
momento, las fuerzas militares trabajarán estrechamente con las de seguridad y las policiales;
así como con las ONG que pudieran estar presentes en la zona.
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Las FFAA en Operaciones Distintas a la Guerra Carlos A. PISSOLITO
Operar con éxito en una ODG implica la capacidad de desplegar pequeñas fracciones y
operar con ellas en forma descentralizada. Ello conlleva la reunión permanente de
información, la utilización de recursos locales, tanto materiales como humanos, y la conquista
del corazón y las mentes de la población local.19
Dado que los desestabilizadores dependen de la población local para encubrirse, obtener
recursos y reclutar seguidores; por lo tanto, resultará imperativo separarlos del resto de la
población empleando todos los medios a disposición de la misión. Una de las medidas más
eficaces son el patrullaje intenso y el uso de check-points móviles, así como la obligatoriedad de
portación de credenciales de identidad.
Las fronteras deberán asegurarse a los efectos de restringir el apoyo externo a los
desesabilizadores, a la vez de reforzar la soberanía estatal. Esto podrá realizarse mediante una
combinación de barreras físicas y fuerzas móviles que puedan patrullar y dirigirse a los
lugares de paso fronterizo ilegal.
19
Diversos ejemplos históricos muestran desarrollos exitosos para ganar las mentes y corazones de la
población del país en conflicto, su fidelidad y apoyo a su gobierno. Dado que este es un objetivo
político, debe ser dirigido por líderes políticos del país en cuestión. La seguridad de la población debe
ser garantizada junto a sus necesidades básicas. Generalmente, el fracaso de una OP así como las
causas del conflicto mismo, pueden ser vinculados a la falta de respeto y del reconocimiento por parte
del gobierno de los derechos humanos básicos de su pueblo. Por ejemplo, durante la emergencia
malaya en 1950, el alto comisionado británico, Sir Gerald Templer, un antirracista declarado, se esforzó
en obtener la igualdad política y social de todos los malayos, aumentó el rol público de las mujeres,
construyó escuelas, clínicas y comisarías, llevó la red eléctrica a las zonas rurales e instituyó milicias
locales para proteger a sus propias comunidades. En ese ambiente, el terrorismo insurgente solamente
sirvió para impulsar a la población a alejarse de los rebeldes y acercarse al gobierno.
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Las FFAA en Operaciones Distintas a la Guerra Carlos A. PISSOLITO
a. Factores de éxito:
b. Factores de fracaso: 20
20
Por ejemplo, la intervención de EEUU en Vietnam y la ocupación soviética de Afganistán son experiencias
evidentes de malas prácticas. Durante las fases cruciales, al principio de estos conflictos, los militares
dirigieron las operaciones con poca injerencia civil. Operaron con grandes unidades de combate con
el objetivo de matar o capturar a los insurgentes más que colaborar con la población. Se emplearon
masivamente la artillería de campaña y el apoyo de fuego aéreo sin considerar los riesgos colaterales
sobre la población civil y sin conseguir los resultados propuestos.
Los ejércitos nativos, más numerosos y motivados para la lucha, fueron subordinados a las fuerzas de
intervención, quienes las adiestraron sin considerar las diferencias culturales, obteniendo malos
resultados. Las Fuerzas Especiales, quienes eran las tropas más aptas, fueron mal empleadas,
asignándoles misiones de economía de fuerzas en zonas despobladas.
En Vietnam, la conducción política de Saigón no tenía autoridad moral por su altísimo nivel de corrupción.
Además, el criterio de apoyo de los EEUU estaba dividido entre su embajador, el jefe de la CIA en la
región y el comandante de las fuerzas militares en la zona. Se aplicaron métodos de
contrainsurgencia en base a las experiencias de los conflictos de Grecia y Malasia, sin percibir las
diferencias en el terreno y la población. Otro error fue ignorar la mala experiencia de los franceses en
Indochina, acerca de la ineficacia de operar con grandes unidades.
Replegarse en forma precipitada, sin una estrategia de salida, parece ser otro error cometido cuando los EEUU
y Unión Soviética replegaron las tropas de Vietnam y Afganistán respectivamente, puesto que los
gobiernos nativos no estaban sólidamente afirmados para mantenerse en el poder sin el apoyo
internacional. Después de la salida del régimen soviético, los talibanes desplazaron rápidamente al
gobierno en Kabul y en Vietnam del Sur, cuando los EEUU retiró su apoyo militar, el Norte invadió y
derrocó al régimen de Saigón.
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BIBLIOGRAFÍA:
The Joint Doctrine and Concepts Centre. Media Operations (JWP 3-45). United
Kingdom, 2001. (solo disponible en inglés)
The Joint Doctrine and Concepts Centre. Humanitarian/Disaster Relief Operations
(JWP 3-52). United Kingdom, 2002. (solo disponible en inglés)
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Las FFAA en Operaciones Distintas a la Guerra Carlos A. PISSOLITO
CAPITULO V
Inteligencia Cultural
1. Inteligencia cultural
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Las FFAA en Operaciones Distintas a la Guerra Carlos A. PISSOLITO
Por ejemplo, en un país cuya cultura prohíba a las mujeres manejar vehículos. Se
evitará, en la medida de lo posible, que los propios vehículos sean conducidos por
mujeres. Pero, no se permitirá otras acciones; tales como: el maltrato a la mujer.
2. Estructura social
Las ODG se desarrollarán en el seno de una sociedad determinada. Una que tendrá
su propia historia cultural. Como tal, será una sociedad compuesta por una
población que obedece a una autoridad política común, que ocupa un territorio y
que tiene una cultura dominante con la cual se identifica. Los siguientes factores
deben ser especialmente tenidos en cuenta:
Toda sociedad tiene una estructura que le da forma y la sostiene. Se conforma sobre
la base de las relaciones más o menos permanentes entre los distintos grupos que la
componen. Tiene que ver con: la relación de los grupos con la sociedad, su
organización social y con la distribución de las personas en relación a los grupos y a
la sociedad. Esta estructura se compone de:
a. Los Grupos: Los grupos son una reunión de personas que interactúan entre sí en
forma más o menos constante mediante roles más o menos fijos. Existen una
amplia variedad de grupos. Estos pueden ser: étnicos, (basado en una cultura
común), religiosos (basados en un religión común), funcionales (basados en una
actividad común) o tribales (basados) en un ancestro común). También,
presentan distintos tamaños, desde familias, clanes, tribus o provincias.
b. Las Redes: Las redes son conexiones que se establecen por diversos canales de
comunicación. Recientemente, han adquirido importancia las redes sociales
virtuales (como la de Facebook o Twitter); pero existen otras más antiguas como,
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Las FFAA en Operaciones Distintas a la Guerra Carlos A. PISSOLITO
por ejemplo, las que se generan en una cárcel o en el seno de una misma
profesión, rama de comercio, etc. Las redes son importantes porque permiten
comunicarse muy rápidamente por canales, generalmente informales, con una
gran cantidad de personas y de grupos que tienen un interés común.
c. Las Instituciones: Las instituciones son grupos sociales que tienen finalidad
vinculadas al bien común de una comunidad. Existen instituciones de nivel
global, como la Iglesia Católica, de nivel nacional, como las FFAA o los sindicatos
y de nivel local, como puede ser un club de futbol.
Además de una estructura una sociedad tiene normas de funcionamiento. Estas son
las siguientes:
a. El status social y los roles: Los integrantes de una sociedad interactúan entre sí
desde una posición encuadrada por su status social y por el cumplimiento de
uno varios roles dentro de la misma. El status social, normalmente, está en
relación a varios criterios vigentes en esa sociedad. Pueden ser vínculos
familiares, políticos, económicos en las sociedades modernas y religiosos o
étnicos, en las más tradicionales. Cada status se relaciona con determinados
roles. Por ejemplo, aquellos que tienen el status de padres de familia se espera
que cumplan el rol de mantener y proteger a las mismas.
b. Las normas sociales: la asunción de los diversos roles por los individuos
produce el entramado de las normas sociales. Las que pasan a ser las conductas
esperadas para cada una de los roles. Su violación, casi siempre, acarrea una
sanción social. Son especialmente importantes aquellas normas relacionadas
con el concepto de honor, el tratamiento de los más débiles (mujeres y niños),
las normas de educación y cortesía y las prácticas profesionales y comerciales.
3. Cultura
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Las FFAA en Operaciones Distintas a la Guerra Carlos A. PISSOLITO
La cultura puede ser definida como una “red de significados” que recubre a la
estructura social y que le otorga a ella una visión de sí misma en contratación con las
otras culturas. Como tal está conformada por ideas, normas, rituales y códigos de
comportamiento que proveen de un sentido, tanto a las acciones individuales como a
las sociales. Por ejemplo, la familia es el núcleo básico de la estructura de cualquier
sociedad; pero conceptos como monogamia, cantidad de hijos, obligaciones maritales
cambian notablemente en cada una de las culturas.
a. Una identidad: Cada individuo pertenece a uno o a varios grupos, ya sea por
nacimiento, asimilación o decisión personal. Al ser su grupo básico quien lo
relaciona con la cultura imperante. Al menos en su etapa de vida inicial, es este
grupo el que genera un sentido de identidad a esa cultura a la par de uno de
pertenecía a ese grupo.
b. Las creencias: Las creencias constituyen el núcleo sobre lo que se apoya todo el
resto del andamiaje cultural. Versan sobre aspectos fundamentales de la vida,
como el nacimiento, la muerte, la salvación y la condenación en la vida. Como
tales, es muy difícil que un individuo o grupo acepte cambiar o tan solo ponerlas
en duda. Ya que por lo general su adhesión no está basada en criterios racionales
que puedan ser puestos a prueba. En muchos casos se trata de creencias
religiosas. Las que conforman un todo coherente denominado doctrina.
Especialmente, en las sociedades tradicionales no se admite un apartamiento,
individual y social, de estas normas. Produciendo una actitud que se conoce como
fundamentalismo. A la par, los sostenedores de esta postura no admiten otras
formas sociales que no sean las de sus creencias. A ellos se los conoce con el
nombre de integristas.
c. Los valores: los valores se derivan directamente de las creencias. Como tales
expresan una realidad positiva vinculada al bien, la verdad y la belleza.
Conforman un orden jerárquico que va desde los valores más fundamentales
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d. Las actitudes y las percepciones: Las actitudes son las postura que adopta un
individuo o un grupo frente a cualquier estimulo externo. La misma se basa en la
percepción que tengan él o ellos de la cuestión de que se trate.
f. Las formas culturales: cada sistema de creencias busca expresarse mediante una
determinada forma cultural. La misma se compone de narrativas, mitos, relatos,
ceremonias, símbolos y de expresiones artísticas que buscan expresar y
reproducir a los componentes principales de una cultura.
Por ejemplo, las leyendas expresan los mitos profundos de una comunidad. La
que los expresa a través de diversas formas artísticas mediante las cuales las
creencias subyacentes son expresadas y difundidas.
4. Lenguaje
El lenguaje es un sistema de símbolos, sonidos y gestos que los individuos usan para
comunicarse. Como tal, forma parte de los componentes más elementales de toda
cultura. Una efectiva comunicación no solo requiere el entendimiento de la lengua
oral y/o escrita, también de la comprensión de las formas culturales y del status
social hacia quien la comunicación está dirigida.
Ante personas que hablen una lengua distinta se podrá apelar al uso de traductores,
cartillas de comunicación y el lenguaje de señas. Pero, nada reemplazará en
efectividad al uso de la lengua madre del interlocutor.
57
Las FFAA en Operaciones Distintas a la Guerra Carlos A. PISSOLITO
También, se pueden agregar a esta lista poderes concretos que no son potestades. A
saber:
b. El consenso: se refiere a la capacidad que tienen los individuos y los grupos para
concitar la aceptación voluntaria de sus acciones por parte de otros; ya sea en
forma parcial o total. Como tal, es un importante reforzador de la autoridad de
toda potestad.
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Las FFAA en Operaciones Distintas a la Guerra Carlos A. PISSOLITO
d. La autoridad moral: la autoridad moral deriva del uso del poder con fines de
bien común. Puede ser de tres tipos:
6. Beneficios
Uno de los justificativos históricos para la fundación del Estado moderno fueron,
por un lado, el ejercer el monopolio de la violencia y dar por terminado con las
disputas entre los señores; y por el otro, garantizarle a los súbditos una serie de
derechos. Hoy esa concepción se encuentra bajo erosionada. Desde arriba por parte
de organismos regionales e internacionales que reivindican para sí mismos parte de
la soberanía estatal; y por debajo, por parte de actores no estatales que le disputan a
ese Estado diversas funciones y hasta el control efectivos de sus territorios.
En consecuencia, todo vacío que deja el Estado en sus funciones básicas será cubierto
por arriba o por abajo. Ergo, toda ODG tendrá presente que su finalidad ulterior no
será otra que colaborar a restaurar las funciones estatales a los efectos que esos
espacios vacios no sean ocupados.
a. La seguridad física: Será una función primordial del Estado ejercer el monopolio
de la fuerza y garantizar la seguridad física de sus ciudadanos. Ello se logrará
mediante el establecimiento de un entorno seguro y estable. En el cual, los
ciudadanos no sufran la acción y la coerción violenta por parte de grupos. El
funcionamiento de su sistema legal y judicial mediante lo que se conoce como el
“imperio de la ley” será la mejor garantía para conformar este ambiente de
tranquilidad.
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Las FFAA en Operaciones Distintas a la Guerra Carlos A. PISSOLITO
d. Los derechos políticos: Por último, toda población deberá tener un acceso
razonable a los mecanismos de decisión política. Por ejemplo, elecciones
democráticas para elegir sus autoridades o cualquier otro sistema de
representación política como puede ser un consejo tribal. Lo que deberá evitarse
es que existan grupos que se encuentre excluidos –a priori- de toda forma de
representación política. Ya que ello producirá tensiones y conflictos.
BIBLIOGRAFÍA:
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CONCLUSIONES
“Sólo el que está bien preparado tiene alguna oportunidad de improvisar."
Ingmar Bergman
Es costumbre que en las conclusiones el autor haga el resumen de la obra que el lector
acaba de terminar de leer. Como tal es una síntesis de ideas centrales que el primero quiere que
el segundo recuerde. Pero, no será éste el caso. Estas conclusiones tienen por finalidad evitar las
malas interpretaciones que de su lectura pudieran seguirse.
Toda doctrina militar parte de una cosmovisión del conflicto. Como tal, necesita de un
marco conceptual. Uno que enmarque su desarrollo, proporcionándoles a sus usuarios criterios
que puedan guiar sus acciones en la innumerable cantidad de variadas circunstancias en que
éstas tendrán lugar. En este sentido es una forma de obrar que está precedida por una forma de
conocer. Ya que nadie puede actuar bien, si antes no ha conocido la verdad de la realidad en la
que pretende operar.
Por un lado la guerra convencional se ha casi abolido a sí misma. Y por el otro, las
sociedades ya no aceptan el empleo irrestricto de la violencia. Especialmente cuando una
poderosa fuerza militar formal se enfrenta a un grupo de desarrapados. No importa que estos
últimos quieran tomar por asalto a esa misma sociedad. Su empleo será siempre visto como un
abuso.
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Hoy, a este imperativo del respeto por la población se suma el inconveniente de que los
oponentes violentos a los que nos enfrentamos han perdido su carácter unitario y distintivo. Ya
no se trata de un grupo ideológicamente uniforme que bajo una firma conducción persigue un
claro objetivo político. Y con el cual, en última instancia, se puede negociar o firmar un acuerdo
de paz.
Como natural contrapartida de los señalado, eventualmente y con el paso del tiempo,
ante la apatía del Estado, también, se erigirán diversas organizaciones ad hoc que pretenderán
responder a la violencia con violencia para defenderse a sí mismas. Como es el caso de los
grupos de autodefensa mexicanos y peruanos. Todo ello generará el escenario descripto como
“guerra civil molecular”. En el cual los individuos regresan al “estado de naturaleza” del que
hablaba Thomas Hobbes. En pocas palabras: una guerra de todos contra todos.
Ante ello, el Estado no solo deberá ocupar el espacio perdido. Lo deberá saturar con su
presencia. Abandonando su neutralidad, pero no su imparcialidad. Restaurando las distintas
actividades sociales. Desde la libre circulación hasta la libertad de expresión.
Para terminar. Así como un médico de guardia en una sala de emergencias no puede
elegir a sus pacientes. Las fuerzas armadas no pueden elegir a sus adversarios solo basados en
el estrecho marco conceptual en el que vienen siendo educadas desde hace mucho tiempo. El
carácter interactivo de la estrategia las obliga a adaptarse a las nuevas amenazas que tiene
enfrente.
Por su parte el Estado no puede negarse a usar todos sus recursos disponibles, incluidos
los militares, cuando su propia existencia está siendo amenazada. No hacerlo sería simplemente
suicida.
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ANEXO I
Nada en estas reglas puede limitar el derecho individual relacionado con la legítima
defensa.
1. Usted tiene el derecho a usar la fuerza para repeler una agresión contra usted,
contra otro integrante de su fuerza o del personal bajo su custodia o ante una
amenaza de agresión contra los mismos.
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ANEXO 2
TÉRMINO DESCRIPCIÓN
Acuerdo Sobre El
Documento que se confecciona entre las autoridades de ONU, acerca de la
Status De La Misión.
situación política, y socioeconómica del país anfitrión.
(SOMA)
Acuerdo del Status Documento que se confecciona entre las autoridades de ONU, las partes que
de la Fuerza (SOFA) intervienen y el país anfitrión, acerca del status legal y administrativo de las
fuerzas.
Apoyo del País Asistencia civil y militar proporcionada por el país anfitrión a las fuerzas de las
Anfitrión. (parte del Naciones Unidas desplegadas dentro del país o en puntos de escala; incluye
SOFA) ayuda médica: recursos e infraestructura del país anfitrión que está disponible
para las fuerzas para el mantenimiento de la paz.
Área de
Amortiguación o También llamada Buffer Zone es un área entre la línea de contacto alcanzada por
Desmilitarizada (BZ, los beligerantes, en la que se ha acordado no desplegar fuerzas militares o un
DMZ). mínimo de ellas y que puede encontrarse bajo el control de un PKO.
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C
Cadena de La sucesión de los comandantes desde un superior a un subordinado a través de
Comando. los cuales se ejerce el comando y el control de una fuerza. También llamada canal
de comandantes.
Carta de Documento contractual por el que las Naciones Unidas autorizan a que un
Asignaciones o de gobierno proporcione suministros o servicios especiales a una operación de paz a
Asistencia. (LOA) cambio de un reembolso por parte de las Naciones Unidas. Puede implicar tanto a
equipos de propiedad de las Naciones Unidas como a equipos de propiedad de
los países contribuyentes de tropas.
Cascos Blancos Organización humanitaria gubernamental argentina conformada por equipos de
(White Helmets) respuesta rápida de voluntarios en el campo de la ayuda humanitaria para el caso
de emergencias naturales o causadas por el hombre.
Centro de Centro conformado por elementos civiles y una estructura cívico-militar integrada
Operaciones Cívico- de servicios de apoyo. Puede ser establecida para llevar a cabo la coordinación
Militares; (CMOC) entre la estructura de apoyo militar, las ONG y las autoridades locales.
Código de Conducta 1. Conjunto de principios que deben seguir las fuerzas de paz, como evitar el uso
de violencia, respetar la imparcialidad, transparencia y claridad de propósitos,
trabajar con firmeza, seriedad, anticipación de las situaciones que puedan llevar
a la violencia, respetar la integración de diferentes nacionalidades; 2. El CICR y
varias ONG también han promulgado sus propios códigos de conducta para
regular sus actividades en situaciones de emergencia.
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Cuartel General La instalación militar desde la cual el comandante lleva a cabo su función.
(HQ) También se refiere a los elementos ejecutivos y administrativos de un comando.
D
Daños Colaterales. Daños no intencionados producidos a recursos tanto humanos como materiales,
ya sean militares o civiles, causados por el uso excesivo de la fuerza.
Demostración de Despliegue de fuerzas militares tanto para disuadir a un agresor potencial, como
Fuerza para demostrar la determinación de las fuerzas de paz de hacer uso de las armas
si fuera necesario.
Departamento de Organización dentro de la ONU, dependiente del Secretariado General, encargada
Operaciones de de la generación de fuerzas, así como la planificación, organización, despliegue y
Mantenimiento de operación, y supervisión de las fuerzas de paz desplegadas bajo comando de la
la paz. (DPKO) ONU en concordancia con las exigencias del mandato específico de cada una,
como lo determine el Consejo de Seguridad.
Diplomacia
Acción preventiva que emplea medios complementarios diplomáticos, civiles y -
preventiva
de ser necesarios- militares para monitorear e identificar las causas del conflicto y
(Conflict Prevention
tomar acciones a tiempo para prevenir la ocurrencia, escalada o reasunción de
or Preventive
hostilidades.
Diplomacy)
Doctrina Compendio de conceptos, procedimientos y metodologías que sirven de guía para
Operacional guiar las operaciones y para resolver problemas cuando una fuerza militar
enfrenta una voluntad adversa.
E
Emergencia Según el Departamento de Asuntos Humanitarios es a una crisis humanitaria de
Compleja naturaleza esencialmente política que implica una total alteración de la autoridad
nacional y del orden estatal, causados por conflictos internos o externos y que
requiere una respuesta internacional para su solución.
Equipo de las Equipos organizados ad hoc para responder a las necesidades particulares de un
Naciones Unidas de país en términos de mantenimiento de la paz. Los miembros específicos del
Asistencia a la UNTAT son seleccionados, debido a sus habilidades especializadas, a partir de una
Capacitación; lista de personal militar destacado en sus países de origen, pero que ha sido
(UNTAT) capacitado por la ONU en temas relacionados con el mantenimiento de la paz.
Equipo Propiedad O Contingent Owned Equipment. Es el equipo militar traído al área de la misión
del Contingente, por un contingente de tropas y por el cual la ONU se compromete a pagar una
(COE) cuota de amortización por su uso mientras dure la misión.
Escolta de Convoy Se refiere tanto a la unidad asignada para acompañar y proteger a un convoy de
vehículos con el fin de brindarles seguridad como a la misión confiada a la
unidad..
Estado de Alerta Situación crítica en la que las fuerzas de la ONU suelen tener tres niveles de
preparación: guardia normal, guardia mayor, y alerta total. El sistema permite
una intensificación gradual de la reacción de las fuerzas de la ONU, según se
vayan desarrollando las circunstancias, respondiendo al aumento de las
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Las FFAA en Operaciones Distintas a la Guerra Carlos A. PISSOLITO
F
Fuerza de Se define así a las fuerzas de contingencia que operan con un breve preaviso. Se
Despliegue Rápido; pueden formar unilateralmente o bien mediante la colaboración de organismos
FDR/RDF regionales o coaliciones. Se despliegan en contextos en los que su organización
militar, formación y equipo les permitan enfrentarse a una situación de
emergencia. Sus actividades incluyen la asistencia en desastres naturales, ayuda
humanitaria, operaciones de mantenimiento o de imposición de la paz.
Función Policial Función transitoria asignada al componente militar en una operación de paz en
ausencia de un sistema policial y
judicial para que lleve a cabo procedimientos policiales.
G
Grupo de Tareas; Agrupación temporal de unidades, dirigida por un comandante y formada con el
(Task Force) objetivo de llevar a cabo una operación o misión específica.
Fuerzas de Reserva O UN Stand –by Forces Agreement. Fuerzas de despliegue rápido que son puestas
de la ONU (UNSAS) a disposición del DPKO por parte de los países contribuyentes de tropas para
desplegar en situaciones de emergencia. Generalmente están integradas por
fuerzas de paz, medios de despliegue y personal jerárquico para integrar los staff
de nuevas OP.
I
Informe de Disparos Informe que incluye la fecha, la hora y el lugar del incidente que implica el uso de
(SHOOTREP) armas de fuego, así como la identidad del autor del informe, número y clase de
armas utilizadas, naturaleza del disparo (tiros, estallidos, irregulares o continuos),
etc. En caso de 'actividad intensa' del oficial administrativo, los informes de
disparo se realizan sólo cuando se llega a un 'límite', quiere decir, cuando los
disparos exceden cierto número de tiros.
Informe de Informe inmediato mediante el cual se comunica de la forma más rápida posible a
Incidentes la fuerza o al cuartel general de la misión sobre un posible o real
(INCREP) quebrantamiento de un acuerdo de paz o de cese de fuego.
Informe de Informe de rutina que es enviado como resumen de los acontecimientos diarios.
Situación Puede incluir: número de disparos, actividad por ambas partes y fuerzas
(SITREP) irregulares, acciones de fuerza para el mantenimiento de la paz, y actividad civil
relevante; pueden complementarse con informes especiales sobre incidentes
concretos; y, a veces, pueden emitirse por la red de radio del batallón.
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J
Jefe de Asuntos Director de Asuntos Civiles; normalmente es un Representante Especial del
Civiles (HCA) Secretario General Adjunto.
Jefe de Misión O Chief of Mission. Es el representante Especial nombrado por el Secretario
(COM /SRSG) General, con el consentimiento del Consejo de Seguridad. Es la máxima autoridad
para una misión determinada.
Jefe de Personal y O Chief of Personnel and Logistics. Funcionario a cargo de Personal y del
Logística, (CPLO) Departamento de Logística (CPLO). En algunos casos, esta responsabilidad puede
estar dividida entre dos funcionarios.
L
Línea del Cese de
Límite de las posiciones alcanzadas por las tropas beligerantes al momento de
Fuego,
concretarse el cese al fuego.
(CFL)
M
Mandato de Dicha expresión hace referencia a las operaciones que actúan siguiendo el
Consentimiento Capítulo VI de la Carta de la ONU.
Mando Nacional Mando organizado y cuyas funciones se hallan bajo la autoridad de una nación
específica, y puede o no ser puesto bajo el mando de un comandante de la ONU.
Mantenimiento de Actividad con elementos políticos, militares y policiales, destinada al control de
la Paz; conflictos, que implica la presencia de la ONU con el consentimiento de las
(Peacekeeping) partes, para poner en práctica o controlar la puesta en práctica de los planes
relacionados con el control de conflictos (cese del fuego, separación de fuerzas,
etc.) y su resolución (acuerdos de paz completos o parciales), y/o para proteger la
entrega de ayuda humanitaria.
Memorando de
Acuerdos o arreglos provisionales firmados entre la ONU y el país contribuyente
Entendimiento;
con tropas o personal policial.
(MOU)
Evacuación de las Evacuación de un paciente, generalmente por helicóptero, desde el punto donde
Heridos (MEDEVAC) se produjo el accidente a un lugar donde se disponga de recursos médicos
básicos. Se diferencia del CASEVAC en que no existe una situación táctica a
resolver.
N
Negociación de Paz Proceso diplomático para la tramitación del fin de un conflicto, principalmente a
través de la mediación y la negociación, como está previsto en el Capítulo VI de la
Carta de la ONU. Las actividades militares que contribuyen a las negociaciones de
paz incluyen contactos de militares a militares, asistencia de seguridad, muestras
de fuerza y despliegues preventivos.
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Negociador de Paz; En sentido estricto, "negociador de paz" puede incluir a personal civil, militar y
Cascos Azules. policial que presten servicios en una operación de paz. Es más frecuente el uso
(Peacekeeper). del término inglés “peacekeeper”. Mientras que "casco azul" hace referencia al
componente miliar o policial.
Normas o Reglas de O Rules of Engagement. Son directivas publicadas por el Departamento de
Empeñamiento Operaciones de Mantenimiento de la Paz (Department of Peacekeeping
(ROE) Operations, DPKO) y aprobadas por los contingentes nacionales, donde se
especifican el modo, la forma y las circunstancias en el cual las unidades
desplegadas pueden hacer uso de la fuerza.
O
Observadores Oficiales desarmados que se apostan en los puestos de observación para
Militares de la ONU; controlar los acuerdos de cese del fuego o los armisticios. Sus tareas principales
(UNMO; MILOB) son supervisar, vigilar, verificar e informar de los acuerdos de cesación del fuego,
separación y retirada de fuerzas y cesación de la ayuda externa; vigilar puestos de
control, puntos de acceso/salida y puertos marítimos o aéreos; vigilar el
reagrupamiento, acuartelamiento y los procesos de desarme o desmovilización;
localizar y confiscar depósitos ocultos de armas; mantener un estrecho contacto
con otras facciones, ONG, organismos de la ONU y países vecinos; ayudar en
actividades humanitarias (intercambio de prisioneros de guerra, distribución de
alimentos, etc.). En algunos casos, los UNMOs están al servicio de un Grupo de
Observadores Militares (formado por UNMO y dirigido por un Jefe de
Observadores Militares -CMO); en otros casos forman parte de la fuerza para el
mantenimiento de la paz.
Oficial de Asistencia Funcionario civil que está a cargo de la ayuda humanitaria, la que a su vez podrá
Humanitaria (HAO) estar dada por grupos de civiles (UNHCR, UNICEF, UNDP y ONG): Asiste al jefe de
la oficina en la coordinación de la ayuda humanitaria
Oficial de O Public Information Officer. En su forma más común, el título se refiere a un
Información pública; miembro civil del personal de la ONU asignado al comandante de las fuerzas que
Oficial de sirve de enlace entre las fuerzas de mantenimiento de la paz y los medios de
Información y de comunicación, como asesor en lo concerniente a asuntos de relaciones publicas
Prensa; (PIO) y que también, a veces, asume las funciones de portavoz. También, la
denominación puede referirse a veces al oficial de información de un
contingente (MPIO), quien es responsable de informar al público de su país de
las actividades de su contingente.
Operaciones Este término solía hacer referencia exclusivamente a las acciones militares
Especiales semejantes a las de los comandos, contra objetivos estratégicos o tácticos. En la
actualidad engloba también cualquier tipo de acción que persiga un objetivo sin
la necesidad de recurrir al uso de la fuerza necesariamente. Forman parte de los
aspectos civiles de una operación especial actividades tales como: recuperar la luz
eléctrica y el suministro de agua, limpiar la calle, proporcionar equipo escolar,
reestablecer la autoridad legítima local con intención de subir la moral de la
población civil y evitar el descontento público y los disturbios y, por tanto, la
inestabilidad política y la violencia.
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P
País Contribuyente
con Tropas o
Estado Miembro que contribuye con tropas o con personal policial.
Personal Policial
(TCC - PCC)
Policía de las Uno de los componentes de las operaciones de paz, con responsabilidades en
Naciones Unidas; relación al monitoreo, la capacitación y la formación de la policía local, el sistema
(UNPOL UNCIVPOL). carcelario y otras actividades.
Z
Zona desmilitarizada Zona entre la línea defensiva de las partes, en la que han acordado no desplegar
(DMZ, DZ) fuerzas militares y la cual puede ser puesta bajo el control de un PKO.
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ANEXO 3
ABREVIATURA DESCRIPCIÓN
A
AAR After Action Review: Post- evaluación/ Crítica y Análisis.
C
CASEVAC Casualty Evacuation. Evacuación de una baja.
CAO Chief Administrative Officer – Oficial en Jefe Administrativo
CFL Cease Fire Line: Línea de Cese de Fuego
CIMIC / CMCoord Civilian and Military Coordination/Cooperation: Coordination / Cooperación
Cívico-Militar.y Policial
CMO Chief Military Observer : Jefe de Observadores Militares.
COA Course of Action: Curso de Acción.
COE Contingent Own Equipment. Equipo perteneciente al Contingente
COM Chief of Mission: Jefe de la Misión.
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ICRC International Committee of the Red Cross and the Red Crescent: Comité
Internacional de la Cruz y Media Luna Roja.
M
MEDEVAC Medical Evacuation: Evacuación Sanitaria.
MFO Multinational Force and Observers: Fuerzas Internacional de Observadores.
MINUSTAH Mission des Nations Unies pour la Stabilisation en Haiti : Misión de Estabilización
de las Naciones Unidas en Haití
MO - MILOB Military Observe:. Observador Militar.
MOLO Military Observer and Liaison Officer: Oficial Observador y de Enlace.
MOMEP Misión de Observadores Militares Ecuador-Perú.
MONUC Mission des Nations Unies en République Démocratique du Congo : Misión de
Naciones Unidas en la República Democrática del Congo.
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MONUP/ UNMOP United Nations Mission of Observes in Prevlaka: Misión de Observadores de las
Naciones Unidas en Prevlaka.
MONUT / UNMOT United Nations Mission of Observers in Tajikistan: Misión de Observadores de las
Naciones Unidas en Tayikistán.
MOU / MOU Memorandum of Understanding: Memorándum de Entendimiento/ Documento de
Acuerdo.
MP Military Police: Policía Militar.
MSA Mission Subsistance Allowance: Ración de Subsistencia/Viáticos para la Misión.
MTAP Military Assistance Training Programme: Programa de Entrenamiento de
Asistencia Militar.
N
NGO Non-Governmental Organizations: Organizaciones no Gubernamentales.
NATO North Atlantic Treaty Organizatio: - Organización Tratado Atlántico Norte.
O
OCHA UN Office for the Coordination of Humanitarian Affairs: Oficina de Coordinación de
Asuntos Humanitarios.
ONUB UN Operation in Burundi.
ONUDI Organización de las Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial.
ONUMOZ United Operation in Mozambique: Operación de las Naciones Unidas en
Mozambique.
ONURC / UNCRO United Nations Confidence Restoration Operation in Croatia: Operación de las
Naciones Unidas para el Restablecimiento de la Confianza en Croacia.
ONURS Oficina de las Naciones Unidas para la Región Sudanosaheliana.
ONUSAL United Nations Observer Mission in El Salvador: Misión de Observadores de las
Naciones Unidas en El Salvador.
ONUSOM/ United Nations Operation in Somalia: Operación de las Naciones Unidas en
UNOSOM Somalía.
ONUV UN Verification Office: Oficina de Verificación de Naciones Unidas.
ONUVEH United Nations Observer Group for the Verification of the Elections in Haiti: Grupo
de Observación de las Naciones Unidas para la Verificación de las Elecciones en
Haití.
ONUVEN United Nations Observer for the Verification of the Elections in Nicaragua: Misión
de Observadores de las Naciones Unidas encargada de Verificar el Proceso
Electoral en Nicaragua.
ONUVT / UNTSO United Nations Truce Supervision Organization: Organismo de las Naciones Unidas
para la Vigilancia de la Tregua en Palestina.
OP Observation Post: Puesto de Observación.
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UNHCHR United Nations High Commissioner for Human Rights: Alto Comisionado de
Naciones Unidas para Derechos Humanos.
UNHCR United Nations High Commissioner for Refugees: Alto Comisionado de las
Naciones Unidas para los Refugiados.
UNHQ United Nation Headquarters: Cuartel General de Naciones Unidas.
UNIC United Nations Information Centre: Centro de Informaciones de Naciones
Unidas.
UNICEF UN Children´s Emergency Fund: Fondo para Ayuda a la Infancia de las Naciones
Unidas.
UNIIMOG United Nations Iran-Iraq Military Observer Group: Grupo de Observadores
Militares de las Naciones Unidas para Irán e Iraq.
UNIKOM United Nations Iraq-Kuwait Observation Mission: Misión de Observación de las
Naciones Unidas para el Iraq y Kuwait.
UNIPOM United Nations India-Pakistan Observation Mission: Misión de Observación de
las Naciones Unidas para la India y Pakistán.
UNITAR-POCI United Nations Institute for Training and Research. Programme of
Correspondence Instruction: Instituto para el Entrenamiento y Programa de
Investigación por Correspondencia de las Naciones Unidas.
UNLB United Nations Logistics Base: Base Logística de Naciones Unidas.
UNLO United Nations Liaison Office: Oficina/Oficial de Enlace de Naciones Unidas.
UNLOA United Nations Liaison Office Amman: Oficial de Enlace de las Naciones Unidas
en Amman.
UNPA United Nations Protected Area: Área Protegida por las Naciones Unidas.
UNPKO United Nations Peace-Keeping Operation: Cualquiera de las operaciones de Paz
de las Naciones Unidas.
UNPOL United Nation Police. Policía de Naciones Unidas. Antes CIVPOL.
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ANEXO 4
BIBLIOGRAFÍA SUGERIDA
1. Libros:
b. Dallaire, Roméo. Shake Hands With de Devil. Ed. – Carroll & Graf Publishers,
Canada, 2004. Experiencia vivida por el Force Commander de la UNAMIR, en Ruanda.
(solo disponible en inglés)
e. Enzensberger, Hans M. Civil Wars. From LA to Bosnia. Ed. The New Press. Una
explicación sobre las “guerras civiles moleculares”. (Solo disponible en Inglés)
h. ----------. The Culture of War. Ed. Ballantine Books, Explica la evolución del arte de la
Guerra y anticipa su futuro. (solo disponible en inglés)
i. -----------The Rise end Decline of the State. Ed. Cambridge University Press, 1999,
Nueva York. Explica el surgimiento la declinación actual que sufre el Estado. (Solo
disponible en inglés).
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j. White, Charles E. The Enlightened Soldier. Ed. Praeger, Londres, 1989. Explica la
evolución del pensamiento militar alemán en aras de un mando descentralizado. (solo
disponible en inglés)
2. Artículos:
d. Pissolito, Carlos. “El Dilema de Goliat”. Revista Seguridad y Defensa, Nro 26,
Jul/Ago 2005.
g. William S. Lind, Mayor John F. Schmitt y Coronel Gary I. Wilson. “The Four
Generations of Modern War." Marine Corps Gazette, Octubre, 1989. (solo disponible
en inglés)
3. Páginas WEB:
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4. Otros:
a. Seminario “The Four Generations of Modern War” dirigido por William Lind durante
el 2002 y 2003 con Oficiales del US Army y del US Marine Corps para discutir sus
experiencias en Afganistán y en Irak del que participara el Cnl Carlos Pissolito como
invitado.
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EL AUTOR
Egresó del Colegio Militar de la Nación en 1979. Como oficial de Infantería ha ocupado todos
los puestos desde jefe de sección a jefe de regimiento de una unidad mecanizada. Durante su
permanencia en la Escuela de Infantería se desempeñó como instructor de los cursos de
“Comandos”, “Paracaidismo”, “Infantería Mecanizada” y “Formación de Oficiales de
Seguridad y Servicios”.
Además, es un expositor habitual en seminarios sobre operaciones de paz, tanto a nivel nacional
como internacional. Formó parte del Challenges Project auspiciado por la Folke Bernardote
Academy de Suecia y fue el representante argentino ante la International Association
Peacekeeping Training Centres (IAPTC). También, es uno de los fundadores de la ALCOPAZ
(Asociación Latinoamericana de Centros de Operaciones de Paz).
También, es responsable por la primera traducción al castellano del libro “La Transformación
de la Guerra” del Profesor Martin van Creveld, recientemente publicado en la Argentina.
Además, ha colaborado en la última obra publicada por Emilio Magnaghi: “El ABC de la
Defensa Nacional en el Siglo XXI.”
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