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Hornero 32(1):165–178, 2017

2017 ORNITO-SOCIOCOSMOLOGÍA QOM 165

ORNITO-SOCIOCOSMOLOGÍA QOM
O LAS AVES EN LA VIDA DE LOS TOBAS

CELESTE MEDRANO

Instituto de Ciencias Antropológicas (CONICET). Necochea 3929, 3000 Santa Fe, Santa Fe, Argentina.
celestazo@hotmail.com

RESUMEN.— En este trabajo se analiza la etno-ornitología de los indígenas qom (tobas) del Gran
Chaco argentino con el objetivo de iluminar ciertos aspectos del particular entramado de relaciones
que los unen con las aves. Se realizó trabajo etnográfico de campo en comunidades de la provincia
de Formosa, Argentina, combinado con la identificación de aves in situ y ex situ en colecciones de
museos y con guías de aves. Los resultados se organizaron partiendo de considerar las continui-
dades que existen entre los humanos y las aves con el fin de discutir la forma en que las mismas
se intersecan y definen un universo en el que el límite entre lo humano y lo animal se diluye.
Posteriormente se examinó cómo estas continuidades modifican las prácticas indígenas, retomando
un análisis clásico sobre los “usos de las aves”. Finalmente, se emplearon los resultados de estas
observaciones para delinear lo que se denomina la ornito-sociocosmología qom. Este concepto,
fundado en la noción indígena de fauna, conlleva impactos significativos en los potenciales pro-
yectos de uso, manejo y conservación de aves.
PALABRAS CLAVE: etno-ornitología, Gran Chaco, ontología, qom, tobas, uso de las aves.

ABSTRACT. QOM’S ORNITHO-SOCIOCOSMOLOGY OR THE BIRDS IN THE LIFE OF THE TOBAS.— In this paper
we analyze the ethno-ornithology of the qom (tobas) of the Argentine Gran Chaco in order to
illuminate certain aspects of the particular network of relations that unite them with birds. We
carried out ethnographic field work in communities of Formosa Province, Argentina, combined
with the in situ and ex situ identification of birds in museum collections and with bird guides. We
organized the results considering the continuities that exist between humans and birds in order
to discuss the way in which they intersect and define a universe in which the boundaries between
humans and animals is diluted. Subsequently, we examined how these continuities modify
indigenous practices, returning to a classic analysis on the “uses of birds”. Finally, we used the
results of these observations to delineate what we called the quom’s ornito-sociocosmology. This
concept, based on the indigenous notion of fauna, entails significant impacts on the potential
projects for the use, management and conservation of birds.
KEY WORDS: ethno-ornithology, Gran Chaco, ontology, qom, tobas, use of birds.

Recibido 10 mayo 2016, aceptado 28 agosto 2017

En las últimas décadas las zoologías indíge- mensajes con sus iguales, así como con los
nas fueron redefinidas a la luz de las formu- miembros de otras especies (Descola 1986). De
laciones de antropólogos que desplegaron esta forma, las diferencias entre hombres,
estudios en la región amazónica (Descola 1986, plantas y animales son de grado de socialidad
Århem 1993, Viveiros de Castro 1996, Surrallés y no de naturaleza; todos los seres comparten
2009). Especialmente influyente fue la pro- una misma “cultura” (concebida entonces
puesta de Descola, quién observó que los como lo dado) sobre la que configuran su
achuar ecuatorianos se vinculaban con las “naturaleza” (i.e., lo construido).
especies con las mismas reglas sociales con las La propuesta de Descola incluye cuatro
que ellos mismos se organizaban. Este autor ontologías definidas en función de las conti-
describió, por ejemplo, que la mayor parte de nuidades o discontinuidades entre lo que el
las plantas y los animales tienen un “alma” autor denominó como “fisicalidad” e “interio-
similar a la del ser humano, facultad que los ridad” adscriptas a humanos y no humanos.
alinea entre las “personas” en tanto que les La fisicalidad es “el conjunto de las experien-
confiere emociones y les permite intercambiar cias visibles y tangibles que adoptan las dis-
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posiciones propias de una entidad cualquiera resa entender cómo estas continuidades modi-
cuando se las considera resultantes de las fican la praxis indígena, retomando un análisis
características morfológicas y fisiológicas clásico sobre los “usos de las aves” aunque
intrínsecas de esa entidad” (Descola 2012). La pensándolo a través de un prisma acorde a la
interioridad es determinada como “aquella perspectiva qom.
gama de propiedades que solemos reconocer
como ‘espíritu’, ‘alma’ o ‘conciencia’ y que se L OS ANTECEDENTES DE LA
describen a través de la intencionalidad, subje- ETNO - ORNITOLOGÍA QOM
tividad, reflexividad, afectos, aptitud para sig-
nificar o soñar, pudiendo incluir principios Los qom o tobas (a lo largo del texto se usan
inmateriales causantes de la animación como indistintamente ambas denominaciones por-
el aliento o la energía vital” (Descola 2012). que es el modo empleado por los propios
Esta última característica sería, para los achuar hablantes) representaban una sociedad indí-
y otras sociedades indígenas como los qom gena cazadora–recolectora que, en el pasado,
(Medrano 2012a), compartida por humanos, desarrollaba una vida nómade en el Gran
animales y plantas, quedando así establecido Chaco, una región que ocupa más de un
el principio básico de la ontología animista millón de km2 en Argentina, Paraguay, Boli-
redefinida por Descola. via y Brasil (Morello et al. 2009). Luego de los
Este trabajo se sitúa dentro de un bosquejo procesos de conquista y colonización muchos
general de la zoología qom (toba) formulada de los grupos tobas, al igual que otros indíge-
en diálogo con la propuesta resumida arriba. nas de la región, modificaron su estilo de vida
Se concluirá aquí que la etnozoología de estos hacia dos grandes patrones de asentamiento.
indígenas debe ser entendida como una “zoo- Unos tendieron hacia la sedentarización en los
sociocosmología”; es decir, una forma de rela- territorios que el Estado les concedió en las
cionarse y conceptualizar a los animales que provincias de Formosa y Chaco, mientras que
no puede despegarse del trasfondo de dimen- otros migraron en los años sucesivos a la peri-
siones sociocosmológicas mediante las cuales feria de las grandes ciudades de Argentina
los humanos organizan sus prácticas y su uni- (Buenos Aires, Rosario y Santa Fe). El trabajo
verso simbólico (Medrano 2012a, 2014a). Uno agrícola en la propia tierra o como cosecheros
de los aspectos más relevantes de este estudio en las de los criollos y, en menor medida, la
se vincula con la existencia de continuidades caza, pesca y recolección, continúan hasta el
entre los humanos y los animales. Se identifica presente, aunque con muy diversos grados de
una continuidad respecto a la anatomía y a la desarrollo según las zonas.
fisiología en la medida en que los qom adjudi- Respecto de la relación entre los qom y la
can al cuerpo animal aptitudes y atributos fauna, hay datos históricos que, atomizados
similares a los que reconocen para sus cuerpos en diversas fuentes y etnografías sobre el área,
(Medrano 2014a). No obstante, la analogía más permiten acercarse particularmente al mundo
significativa se vincula con la semejanza que de la cacería, aunque es recién a partir de la
los indígenas, los animales y otros seres no década de 1980 que surgen las primeras
humanos ostentan respecto a la posesión de monografías específicas sobre la problemática.
un lqui’i (“alma”, en sentido general). En este Concretamente, Vuoto (1981a) y Balducci
contexto, surge la pregunta acerca de cómo (1982), trabajando con una parcialidad toba,
se vinculan los qom con las aves en una trama los taksek, observaron que estos indígenas les
sociocosmológica en la que existen tales conti- otorgaban a los animales ciertas característi-
nuidades. cas humanas que les permitían comunicarse.
El objetivo del estudio es analizar la etno- Vuoto (1981a) concluyó que no puede estable-
ornitología qom, iluminando el entramado de cerse “una frontera precisa que separe a la
relaciones que une a estos indígenas con las naturaleza humana de la animal”.
aves. En primera instancia se analizan las con- Si bien estos trabajos resultaron significativos
tinuidades (e.g., fisiológicas, intelectuales, para entender la relación entre los qom y los
emocionales) con el fin de discutir la medida animales, la temática no fue retomada más que
en que la interioridad y la fisicalidad, en térmi- tangencialmente en las décadas siguientes. En
nos descolianos, se intersecan y vinculan a los este sentido, cabe nombrar los trabajos de
hombres con las aves. En segundo lugar, inte- Vuoto (1981b) y Martínez Crovetto (1995)
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sobre la zoonimia de los tobas, el de Cúneo y observaciones y relatos obtenidos en las comu-
Porta (2009) sobre el vocabulario de peces y nidades de Riacho de Oro (25°35'S, 60°03'O),
aves, el de Porta y Di Iorio (2010) sobre los San Carlos (25°36'S, 59°53'O) y Kilómetro 503
nombres de artrópodos, el de Medrano et al. (25°23'S, 60°13'O) del departamento Patiño, y
(2011) sobre los saberes relacionados a mamí- en El Desaguadero (26°19'S, 59°18'O), El
feros y los análisis generales sobre la zoología Naranjito (26°13'S, 58°40'O), los barrios tobas
qom de Medrano (2012a, 2014a). Particular- Nlaxayec (La Paz) (26°18'S, 59°21'O) y 12 de
mente importante resulta el libro de Arenas y octubre (26°19'S, 59°21'O), ubicados dentro del
Porini (2009) sobre los saberes relacionados a ejido urbano de la ciudad de El Colorado, del
las aves, estudio en el que está inspirado el departamento Pirané, así como en el barrio
título de esta contribución y al que se pretende periurbano Namqom (26°07'S, 58°13'O), ubi-
aportar de manera especial. cado a 11 km de la ciudad de Formosa (Fig. 1).
También se emplearon técnicas propias de
M ÉTODOS los enfoques biológicos, tales como la determi-
nación científica de aves y su identificación
El trabajo de campo etnográfico fue realizado junto a los qom en museos y colecciones cien-
en la provincia de Formosa, Argentina, entre tíficas, conformándose así el abordaje etno-
2008–2014 por un total de 11 meses. Ese ornitológico (Costa-Neto et al. 2009, Medrano
tiempo fue dedicado a aprender la zoología 2012b). Para esto se confeccionó un álbum de
indígena sin focalizarse en un taxón en parti- fotos con un elenco representativo de la avi-
cular, realizando observación participante, fauna del área inspirado en la lista de Di Gia-
entrevistas abiertas y extensas, mapeo colec- como (2005). Durante caminatas con los qom
tivo del territorio y acompañamiento de activi- al amanecer y al atardecer, se complementó
dades de caza y pesca. Los datos que aquí se esta técnica con observaciones directas de aves
reseñan se encuentran dispersos en un sin- (con el auxilio de binoculares y guía de aves).
número de registros que fueron sistema- Finalmente, se integró y revisó la ornitología
tizados en una base de datos. Se presentan qom en dos visitas al Museo de Ciencias Natu-

Figura 1. Mapa del área de estudio en la provincia de Formosa, Argentina, con la localización de las
comunidades qom con las cuales se realizó el trabajo de campo.
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rales “Florentino Ameghino” junto a Valentín potencialidades (la posibilidad de desarrollar


Suárez, un maestro bilingüe, líder político una facultad humano-animal, como se mos-
comunitario y dibujante indígena. trará más adelante).
La etnografía muestra que no existe una rup-
L AS CONTINUIDADES ENTRE LOS tura necesaria entre el mundo animal y el
HUMANOS Y LAS AVES mundo humano. Tola (2012) documenta, para
expresar aspectos de esta conexión fisiológica
La continuidad de la fisiología que se propone, que: “Al carnear a un animal
Analizando saberes qom relacionados a la los cazadores [qom] se cuidan, por ejemplo,
fauna se encuentran evidencias vinculadas a de no dejar caer gotas de su sudor en la carne
la semejanza entre la fisiología humana y la animal. Este contacto podría engendrar el
animal. Al respecto, cada vez que se iniciaba decaimiento, enfermedades y hasta la muerte
una conversación sobre si podían o no consu- del cazador. La mezcla involuntaria con la san-
mir determinada ave, surgía información gre del animal agonizante, (...) produce una
sobre lo que ésta consumía. Esto alertó sobre identidad en los procesos metabólicos”. Final-
la existencia de un aspecto relevante que mente, Timoteo Francia, un pensador qom,
remite a las conexiones en la alimentación. Por ilumina sobre la existencia en su sociedad de
ejemplo, Félix Suárez comentó: “huacolec “corazones conectados” (Francia y Tola 2011)
[Ardea cocoi], éste también se come, se come el para describir la relación entre los seres, lo que
huevo también, porque [la Garza] come da cuenta de esta conexión tanto fisiológica
mojarrita, después come cascarudo [un pez como corporal, emocional e intelectual que se
de la familia Callichthyidae], por eso se come establece no solo entre humanos sino también
eso”. Los animales que se pueden comer son con los animales y con otros no humanos.
aquellos considerados “limpios” y esto signi- Al respecto, Viveiros de Castro (1996) señala
fica que no se alimenten de víboras, ratas, que los amerindios reconocen una uniformi-
excrementos o de animales en descomposición dad básica de todos los cuerpos respecto a la
(incluyendo cadáveres humanos). La misma fisiología. Los cuerpos de los animales,
regla se aplica para lo que comen los anima- expresa, son diferentes del de los humanos,
les, como explicó el mismo interlocutor: no en lo que respecta a su fisiología sino en lo
“yareguenalo’ [Vultur gryphus], así se dice el referente a “los afectos, afecciones u otras
Cóndor cuando llevan [al pichón] algunos ter- capacidades que singularizan a cada especie
neros gordos o ovejas gordas, come tan sola- de cuerpo como: lo que come, cómo se mueve,
mente lo que no tiene mancha [son de pelaje cómo se comunica, dónde vive, si es gregario
uniforme], [porque] son sanos”. Esto indica o solitario”. Entonces, lo que diferencia a
que esta ave alimenta a sus crías solo con ani- humanos y animales no es la anatomía ni la
males sin manchas, los cuales se consideran fisiología sino su régimen de corporalidad que,
en buen estado sanitario. Los qom explicaron, semejándose a una “ropa” (Rivière 1994), es
por ejemplo, que no comen qañaxaye (Cara- exhibido por los existentes como una suerte
cara plancus) porque es un animal que come de etiqueta para relacionarse socialmente. En
carroña. tal situación: ¿la otredad queda delimitada por
Tola (2005, 2012) sugiere la existencia de múl- la interioridad de los seres? Este aspecto será
tiples conexiones que, tejidas entre los cuer- examinado a continuación.
pos, los definen como cuerpos en relación. Así,
La continuidad interior
las aves que pueden o no ser consumidas se
ubican en una u otra categoría de acuerdo a De acuerdo a la redefinición que realizó
lo que consumen, según una teoría nativa que Descola (2012) de la ontología animista, para
indica que las fisiologías se ubicarían en un distintas sociedades indígenas la interioridad
continuo establecido entre la presa y su preda- sería compartida por humanos, animales y
dor. Por ejemplo, un sauaxaic (Puma concolor) plantas. Esta ontología o forma de organizar
que come palomas (Columbidae), entendidas las relaciones entre los existentes se caracteriza
como un alimento “limpio”, se torna un por humanizar a las plantas pero, sobre todo,
alimento apto para ser consumido por un a los animales, porque “el alma de la que se
humano, estableciéndose así una “red trófica” los dota les permite no solo comportarse con
por la cual circulan fluidos, pero también arreglo a las normas sociales y los preceptos
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éticos de los humanos, sino también estable- La alimentación
cer con estos y entre ellos relaciones de comu-
Del total del ensamble de aves incluidas en
nicación” (Descola 2012).
este estudio, el 26.3% fue mencionado como
En otros trabajos se describen aspectos de la un ítem alimentario por los interlocutores.
zoología qom que permiten delinear los alcan- Este resultado debe ser entendido conside-
ces de una interioridad compartida por huma- rando paralelamente a las especies de gran
nos y animales (Medrano 2012a, 2013, 2014a). importancia cultural. Entre ellas se encuentra
Particularmente entre las aves se encuentran el Ñandú (Rhea americana) (Medrano y Rosso
algunos ejemplos que señalan cómo lo men- 2016, Rosso y Medrano 2016). Esta ave es inva-
cionado perfila modos de relación. El mañic riablemente mencionada cada vez que los
(Rhea americana), por ejemplo, se comunica con
tobas se disponen a narrar las cacerías que
el piyo’ (Rupornis magnirostris), que le advierte
efectuaban antes de la degradación de la
de la presencia de los cazadores. Resumiendo,
sabana chaqueña y la sedentarización a la que
los datos de campo señalan que, de acuerdo a
los restringió el Estado. Estos indígenas men-
la manera en la que los qom componen el
cionan que “nosotros sin el ñandú no somos
mundo, los humanos intercambian informa-
gente” (Medrano y Rosso 2016). De ella los
ción con las aves y éstas lo hacen entre sí,
qom consumen la carne, el cuero, la grasa (que
debido a que todos estos existentes (anima-
tambien acopian), los huevos y los embriones.
les, humanos, no humanos) comparten la
Actualmente, otra de las especies frecuente-
posesión de un lqui’i (alma) semejante.
mente cazada es Ortalis canicollis, una presa
Cuando se sistematizan los saberes qom abundante y de fácil captura de acuerdo a los
sobre animales, se hace evidente la existencia qom. Los datos de campo reflejan que se con-
de una serie de rasgos sobre la forma de ver- sume la carne del total de las aves menciona-
los y concebirlos que se puede categorizar das como alimento, los huevos del 70% y los
como inherente a su “personalidad”. Por ejem- embriones del 30%. Estos últimos involucran
plo, los antiguos qom narraban que el quiyoc principalmente a la familia Ardeidae, pero
(el tigre o jaguar, Panthera onca) es similar a los también se registró como significativo el con-
humanos por su forma de observar y de pen- sumo de embriones de Myiopsitta monachus,
sar. Mauricio Maidana y Evaristo Alegre, dos información que puede leerse también en la
antiguos cazadores qom, saben que cuando narración sobre nsoxoe (“la mujer insaciable”)
el animal mira a una persona es para atacarlo. en Métraux (1946) y Terán (2005): “cuando lle-
Sin embargo, cuando la persona se anticipa y garon allá al monte ese hombre vio un nido
visualiza primero al quiyoc, éste escapa. Esta de cotorra, ellos tienen mucha hambre y quie-
misma relación se da entre el huoqo’ (Asio ren sacar las cotorritas hervir así y comer ”
clamator) y el tigre: quien mira primero al otro
(Mauricio Maidana), lo que da cuenta de lo
es el que finalmente vence. “Es una carrera
usual que resulta la práctica.
de velocidad”, declara Evaristo comparando
al humano con el ave y el felino. Entre las razones por las que no son consu-
midas algunas aves se encuentra el mal sabor
o el olor de su carne. Así, no son elegidas las
L OS USOS DE LAS AVES
que tienen sabor agrio, amargo o aroma desa-
Cuando se abordan las zoologías de otros gradable, como lo muestran los siguientes
grupos, especialmente de indígenas, los pri- ejemplos: “tetaxañi [un threskiornítido] dice
meros aspectos que suelen explorarse son los que ese bicho tiene la carne muy agria, no se
que remiten a los usos de las especies. Si bien puede comer ” y “el quiyasan [Zonotrichia
en el campo se realizó un extenso registro del capensis] es un pajarito que no se come, muy
empleo de las aves en diversos escenarios, se hedionda la carnecita” (Félix Suárez). Tam-
discutirán los que involucran saberes concer- poco son perseguidas como presas las aves de
nientes a la alimentación, la medicina, la pequeño tamaño por poseer poca masa mus-
comunicación (entendida como la socializa- cular y son poco apreciadas las especies
ción de anuncios), el empleo de mascotas y el magras (por razones que se explicarán más
comercio de aves, porque parecen los más pro- adelante).
ductivos para exponer la línea argumental que Ademas del mal sabor y olor, existen dos cau-
se desea desarrollar. sas relevantes que involucran a las aves en
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restricciones dietarias. La primera se asocia permanentes) de los lqui’i. El comer deja así
con lo que come el animal, en relación a la de ser un proceso meramente biológico
conexión fisiológica entre la presa y el preda- mediante el que se incorporan sustancias, para
dor ya discutida. La segunda, estrechamente ser también un proceso social a través del cual
vinculada con la primera y explicable mediante se deviene persona-cuerpo en interrelación
los mismos principios, remite al “contagio” con otros, entre los cuales se incluyen a las
indeseado de características que se produce aves.
entre el alimento y quien lo come. Numero- Como ya fue mencionado, durante el trabajo
sos etnógrafos (Karsten 1932, Balducci 1982, de campo se encontraron evidencias que indi-
Métraux 1996 [1946], Tola 2005) mencionan can que solo son apreciados positivamente o
que los indígenas chaqueños consideran que bien conceptuados como alimento las aves que
las propiedades que posee un animal son tienen grasa y que los tobas no cazan anima-
transmitidas a quienes consumen su carne. les cuando éstos no tienen reserva de sebo.
Los qom definen este fenómeno como nauoga. Arenas (2003) expresa que “la grasa representa
Balducci (1982) precisa que se trata de “una un gran atractivo para el consumo de deter-
sanción impuesta por el animal o su respectivo minadas presas. Una carne magra es mal con-
dueño, por haberse violado, en este caso, un ceptuada y hasta es descartada si se caza o se
tabú alimenticio durante ciertos períodos crí- pesca un animal con estas características”.
ticos de las personas”. Estos lapsos se vincu- Perusset y Rosso (2009) y Rosso (2012) expli-
lan con el período mestrual femenino y el can el consumo de grasa al que eran afectos
embarazo, los primeros años de vida de un los mocovíes (grupo de la misma familia lin-
niño o la defunción de un familiar. güística que los qom), según las fuentes
El fenómeno del contagio se asocia princi- jesuíticas del siglo XVIII. Rosso (2012), citando
palmente a afecciones no deseadas por los al jesuita Florian Paucke, menciona que la
humanos, como lo muestran los siguientes grasa parece haber sido un elemento impor-
ejemplos: “la mujer joven si quiere tener tante en la dieta y que ésta “estaba relacionada
varios hijos no puede comer este pajarito con lo ‘poderoso’, ya que en las prácticas de
[Hymenops perspicillatus] porque si no va a consumo de carne humana se privilegiaba los
tener uno solo” (Paulino Rojas; citado en individuos valientes y con grasas corporales
Balducci 1982) y “shimiaxai’chi, el picaflor abundantes”. Los qom reconocen que la sus-
[Trochilidae], éste no se mata tampoco, la his- tancia condensa gran parte de las propieda-
toria dice que no se mata éste porque cuando des de los animales (como se verá en el
uno le mata a éste le agarra mal de vista” (Félix siguiente apartado), de manera que al ingerirla
Suárez). Sin embargo, cuando alguien desea se optimiza la adquisición de cualidades del
adquirir características deseables de determi- otro (en este caso, un ave), reforzando estos
nadas aves, también puede consumirlas: devenires que amalgaman a humanos y ani-
“cuando la pareje quiere tener solamente dos males.
hijos, entonces comen los huevitos de éste
[Columbina sp.], porque éstos siempre andan La medicina
dos juntitos… pero no les va a pasar nada por- En el contexto sociocosmológico qom, las
que vos copias la costumbre linda del anima- personas no humanas (e.g., dueños de anima-
lito” (Paulino Rojas; citado en Balducci 1982). les y fenómenos atmosféricos, alma de los
Como se observa, lo que se produce es un con- muertos) pueden cooperar con los humanos
tagio de las propiedades deseables del ave. así como perjudicarlos, arrebatándoles algu-
Tola (2008) define al contagio como “el pro- nos de sus componentes vitales como el lqui’i,
ceso de transmisión de las características for- el aliento o la sombra, provocando así la enfer-
males o de comportamiento” entre los lqui’i medad o el deceso (Susnik 1973, Salamanca y
(almas) de humanos y no humanas. Reto- Tola 2002). En tal situación, el padecimiento y
mando esta idea, se señala que, en el proceso la muerte son pocas veces pensados como
de devenir cuerpo, las fronteras entre los hechos biológicos; éstos se relacionan prepon-
humanos y los animales se desdibujarían si derantemente con la intervención de chama-
éstos pueden compartir propiedades, mol- nes y seres no humanos. Martínez (2007, 2010)
deándose unos a los otros a través de combi- sostiene que si bien el chamanismo ocupa un
naciones (parciales, totales, circunstanciales, lugar protagónico, no dejan de tener impor-
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tancia “la medicina casera, especialmente metamorfosis en un no-humano o la posibili-
mediante el empleo de plantas, las curaciones dad de que se transfieran (...) ciertas propie-
religiosas, en el marco de los cultos pentecosta- dades de los animales o plantas al enfermo
les y la biomedicina” en la búsqueda de la (Rhea americana, Dasypus, entre otros)” (Martí-
salud. El tema abre un abanico de posibili- nez 2010). Félix Suárez relataba:
dades analíticas, ya que se combinan los dis- “A mi hijo le entró, cuando era bebé, el
cursos indígenas con las nuevas prácticas espíritu del picaflor [Trochilidae]. Era chiqui-
surgidas del contacto con los doqshe (no indí- tito y buscaba siempre la florcita, lloraba y llo-
genas). La intención en este trabajo no es desa- raba y mi señora lo tenía en brazos pero él
rrollar extensamente esta materia, sino discutir buscaba la florcita. Entonces lo llevamos a un
algunos de sus aspectos que ayuden a deli- pi’oxonaq [chamán] para que cure eso pero
near la ornitología qom a la luz de los datos no pudo curar entonces lo llevamos a otro y
de campo. ahí sí se pudo curar. Nosotros vimos al pica-
Cuando se organiza el corpus relativo a flor, era chiquitito, el espíritu y el pi’oxonaq
saberes qom sobre aves, se alinea parte de la se lo sacó y ahí ya se curó, ya pudo dormir”.
información bajo la categoría de especies invo- Como se observa, durante la enfermedad el
lucradas en la medicina. No obstante, al inten- “espíritu” del picaflor entró en el niño y deter-
tar avanzar en el proceso de aprendizaje del minó que éste cambiara su comportamiento.
sistema salud–enfermedad toba aparecen Como lo hace el pájaro, el niño “buscaba la
resultados que problematizan los datos. Al florcita” y “no tomaba la teta”: estaba enfermo.
respecto, Mauricio relata: Lo que produce la transformación es la com-
“(…) cuando uno se enferma, el abuelo, la binación de los lqui’i del humano y del ani-
abuela, el papá o la mamá, cuando mira una mal, hecho que el chamán pudo revertir
enfermedad y empieza a pensar y por ahí sale desligando ambas interioridades para que
un pensamiento o ve una planta, para pro- cada uno continuara su curso exteriorizando
bar esa planta, o una hoja de un árbol o cor- el comportamiento que su fisicalidad presu-
teza de un árbol y empieza a escribir [en un pone. Martínez (2010), en su análisis sobre el
papelito] y entonces pone la herida, el dolor concepto qom de enfermedad, reflexiona res-
y si se cura, bueno, ese es el remedio. Enton- pecto del vínculo entre los humanos y los no
ces todo animalito sirve para remedio, pero humanos quienes “por compartir una misma
falta el conocimiento, falta la persona que naturaleza poseen la posibilidad existencial de
conoce y [falta] experimentar”. transferir los rasgos de un ser a otro y aún más,
de operar una metamorfosis”.
Sumado a esto, se documentó cómo un reco-
Si bien la literatura da cuenta que los proce-
nocido chamán, a raíz de la enfermedad que
sos de nauoga envuelven un perjuicio que la
padecía su caballo, había “pensado, hasta que
persona no desea (Vuoto 1981a, Balducci 1982,
probó con la grasa de gallina [Gallus gallus]”
Tola 2005, 2008, Medrano 2012c) y los qom lo
y, a raíz de que su animal sanó, el remedio
traducen como “daño”, se entiende que el uso
comenzó a formar parte de la farmacopea que
no solo de grasa sino también de plumas, picos
luego otros también emplearon. Estos hechos
y otros fragmentos de aves opera bajo la
conducen a pensar que si bien la recopilación
misma lógica del contagio cuando las personas
de la casuística ayuda a construir teoría, no es
desean adquirir premeditadamente un deter-
posible concentrarse exclusivamente en reunir minado atributo de una especie y logran su
datos sobre patologías y sus tratamientos: los anhelo mediante la ingestión o contacto con
esfuerzos deben encaminarse en pos de iden- partes de la misma. Ya fue mencionado que la
tificar el sistema médico que en el contexto mayor potencia terapéutica de los animales se
sociocosmológico qom le otorga sentido a los aloja en la grasa. Este hecho explica que repre-
saberes y a las prácticas terapéuticas. sente la sustancia con mayor número de men-
Una de las principales formas de entender ciones de uso. Por ejemplo, Clemente Tolli
la enfermedad para los qom es a través del relató que “la grasa del ñandú [Rhea americana]
fenómeno del contagio (nauoga), ya descripto [sirve] para cáncer de piel o para torcedura o
más arriba. Esto determina que sean frecuen- granos que no se curan, porque el ñandú no
tes los momentos “en los que se ve amenazada se enferma nunca, directamente se pone viejo
la propia humanidad qom, por el riesgo de y se muere”. Con esto, él da cuenta de que lo
172 MEDRANO Hornero 32(1)

que se busca al aplicar la grasa del ave es “conta- el pico, el corazón y algunas plumas pertene-
giarse” de su particularidad de no enfermarse. cientes a distintas aves; los órganos son dise-
El empleo de lqana’ (agujas) de aves, des- cados y al conjunto se le agregan otros
criptos en la literatura etnográfica como “esca- componentes con la creencia de que las par-
rificadores”, puede explicarse invocando la tes agregadas al iyaxaic afectan a los órganos
misma lógica qom. Vuoto (1981a) y Balducci homólogos del ser amado. Francisco Segundo
(1982) sostienen que éste es el ejemplo más del barrio La Paz explicó:
claro sobre la transmisión de cualidades y “Canta tonolec [Glaucidium brasilianum] y
Balducci (1982) aclara que “por medio de la viene el bichito, diferentes pajaritos, diferen-
utilización de todos los escarificadores que se tes pero él no larga al propósito [no ataca],
confeccionan, se pretende justamente acre- sino mira, eligiendo, allá los ojitos y canta [si-
centar la potencia del individuo, en determi- mula distracción]. Por eso cuando vos tenés
nadas actividades, adquiriendo la propiedad la plumita de caburé [Glaucidium brasilianum],
de los animales”. Los registros obtenidos en vos controlás. ‘Aquel es lindo’, vos estás eli-
este trabajo ilustran el uso de lqana’ de mañic giendo nomás. ¿Por qué? Te enseñó [mostró]
(el tibiotarso de Rhea americana), principal- la plumita. Porque por el poder de la plumita
mente vinculado a la caza y pesca, para adqui- empezaste a elegir cuál es lo bueno. Porque
rir características de caminadores incansables: así es el trabajo [comportamiento] del caburé.
“mañic lqana’ se usa (...) vos sacás y ponés Canta, canta, canta, viene el pajarito, viene
puntudo para hincar las canillas y cuando uno uno un poquito gordo y viene uno flaquito
sale a caminar camina ligero y no se cansa, pero no agarra a cualquiera. Y cuando quiere
camina rápido, al kilómetro pero no cansa, comer uno, elige a la más gordita. Agarra
nunca siente cansancio, y ese sirve ese” (Félix [atrapa al ave], ahí ya come”.
Suárez). Canuto Ramírez (citado en Balducci Lo que se persigue con el uso del iyaxaic es,
1982) explica que no se puede hacer lqana’ de como se observa, contagiarse de los atributos
un gavilán (Accipitridae) porque “con este no del tonolec y, al igual que éste, agudizar la
sirve para hacer kana porque primero dispara observación para “agarrar” potenciales aman-
bien pero después se queda… así hace el kojol tes o cónyuges. Arenas y Braunstein (1981),
o’ [un gavilán no identificado], dispara [arre- quienes describieron la fabricación de estos
mete y ataca] y se queda y vuelve a disparar y amuletos, presentan un testimonio en el cual
se queda mirando”, en alusión al comporta- su interlocutor aclara que ata una planta a un
miento de caza al vuelo de esta ave. pañuelito y “se contagia ya [la mujer] y ya
El uso de iyaxaic (amuletos para la suerte piensa en mí”. Dicha información aporta un
amorosa, cinegética y lúdica) es otro de los ejemplo para validar la propuesta que radica
empleos que pueden explicarse a través del en entender el accionar de estos atados mági-
contagio de propiedades de las aves a los cos en el marco del contagio.
humanos. Arenas y Braunstein (1981) han rele- Finalmente, parece acorde conceptualizar el
vado “atados” (amuletos) destinados “a la uso de grasas, escarificadores y otras partes
magia amorosa —incluyendo la finalidad de de las aves en el marco general del cuerpo y
conseguir una mujer o separarse de ella y la persona qom. En este sentido, se retoma a
acciones correspondientes por parte de las Tola (2012) quien, con el fin de delinear las
mujeres—, a la magia cinegética, bélica, para ideas qom sobre el cuerpo como un “espacio
tener fortuna en los viajes, para la simpatía socialmente transformado y colectivamente
personal y para los juegos de azar”. Según Tola agenciado”, enuncia que “el cuerpo de una
(2012), estos artefactos consistirían en “paque- persona no suele constituirse individualmente
tes fabricados por los chamanes que tienen sino que requiere de un colectivo para
como fin generar acciones positivas para su crearse”. Dentro de este conjunto, que incluye
portador y que son elaborados con raíces de a los parientes, a los miembros del grupo local
plantas, flores, plumas y partes de pájaros”. y a los no humanos, se puede agregar la parti-
Según la información relevada en este trabajo, cipación de agencias (potencias de acción,
los iyaxaic pueden ser también confecciona- capacidad para modificar el entorno volunta-
dos por personas no chamanes y causan la riamente) animales.
misma efectividad. Balducci (1982) describe Vinculado a esto último, cuando conversaba
que para fines amorosos se emplean los ojos, sobre los “remedios” animales que se utiliza-
2017 ORNITO-SOCIOCOSMOLOGÍA QOM 173
ban en diferentes etapas de la vida, Valentín Tabla 1. Porcentaje relativo de aves que anuncian
Suárez comentó que los de los niños son dife- distintos tipos de tópicos en las comunidades qom
rentes a los de los jóvenes, los adultos y los estudiadas en la provincia de Formosa, Argentina.
ancianos, porque es en los primeros años de
vida cuando se “forma la persona”. Durante Tópico Porcentaje
este período, los adultos los contagian de pro-
Cambios en el clima 36
piedades de la fauna que los ayudan a cami-
Muerte o enfermedad 27
nar, a tener buena dentadura, talones fuertes, Visita 10
pero también moldean aspectos de la persona- Horas de la jornada 9
lidad, bridándoles partes de animales o Presencia de presas 9
plantas que los hacen menos vergonzosos, Peligros en el monte 9
valientes, buenos observadores. Así, el cuerpo-
persona se va transformando al estar imbri-
cado con la diversidad biológica según una
ontología que no parece establecer límites la lluvia, el advenimiento de la temporada de
entre los humanos, los no humanos, los ani- calor), funcionan como relojes (al anunciar la
males y las plantas. salida del sol, el mediodía o el atardecer),
comunican la presencia de presas abundan-
La comunicación tes (fundamentalmente peces), indican la pre-
En septiembre de 2010, al visitar a Maura en sencia de peligros en el monte, como la de
su casa en la comunidad Riacho de Oro, ésta jaguares, víboras o doqshe (no indígenas) y
comentaba lo siguiente: “sabía que ibas a venir, anuncian la llegada de visitas. Resulta claro
me avisó el chiviro [Cyclarhis gujanensis]; él que aunque algunos mensajes podrían resul-
cantó mashe tegueuo, mashe tegueuo [ya está tar anodinos, otros revisten gran importancia
cerquita, ya está cerquita] y por eso no me fui no solo para el individuo sino para el conjunto
a ningún lado, sabía que iba a venir visita”. La de la familia, por lo que prestarles atención
anécdota permite, en términos de Descola significa a veces optar por la vida o la muerte.
(2012), “despojar al hombre de la exclusividad Vinculado a esto, durante una visita a El
de ese precioso patrimonio”, el de la comuni- Desaguadero, donde ya no se marisca y el
cación. Gracias a éste y a otros relatos, se bosque desapareció hace varias décadas, se
advierte que la trasmisión de mensajes entre observó una noche a uno de los anfitriones
los qom y los animales es una acción corriente arrojar palos a un ave que sobrevolaba. Al día
que resulta altamente significativa debido al siguiente, cuando se le preguntó por lo ocu-
tipo de información que se intercambia. En rrido, contestó que ese pájaro, chishit (Athene
este apartado se describe el tipo de comuni- cunicularia), “anuncia el mal” y que por eso
cación que los qom no chamanes establecen había que espantarlo. Más tarde, en la misma
con las especies animales; para un análisis comunidad, en ocasión de compartir unos
sobre la comunicación entre las distintas espe- mates en familia, una qomlashe (mujer toba)
cies y los chamanes ver Medrano (2014b) y hizo callar a todos los presentes e indicó apa-
para una lectura sobre las aves y sus augurios gar la radio. Luego de permanecer unos
en la región Noreste de Brasil ver Marques segundos en silencio exclamó: “escuché que
(1998) y Galvagne-Loss et al. (2013). cantaba la chuña [Cariamidae], ésa es impor-
Los datos obtenidos durante este trabajo y tante escuchar, anuncia”. Ambas escenas ense-
los de la mayoría de los autores coinciden en ñan que, a pesar de que las relaciones
que son las aves las que predominantemente mediadas por las prácticas de subsistencia se
actúan en la transmisión de mensajes (Vuoto hayan desmantelado hace tiempo, la matriz
1981a, Balducci 1982, Arenas y Porini 2009), en simbólica que une a los qom con los animales
relación al resto de los animales. En la tabla 1 persiste como poderosa evidencia de una
se muestra la participación relativa de las mis- sociocosmología que subyace y funda los vín-
mas de acuerdo a los “mensajes” que comuni- culos entre los existentes.
can. Los tópicos de los mensajes pueden En este contexto, un ave, de acuerdo al
informar sobre la muerte o la enfermedad de ambiente en el que se encuentre, puede comu-
un miembro de la familia o de la familia entera, nicar distintos mensajes. Por ejemplo, Félix
sobre cambios en el clima (e.g., la llegada de Suárez describió que: “ése es tucán, coto’ lta’a
174 MEDRANO Hornero 32(1)

[Ramphastos spp.]. Éste cuando aparece en una y al otro mes ya falleció. Estaba anunciando,
comunidad, vuela o cruza o queda en algu- pero otro canto [estaba emitiendo] nomás,
nos árboles anuncia algo, peste grande, como había sido que estaba anunciando muy feo.
que abarca toda la gente, viene peste de toda Ahí me di cuenta que ese me llegaba toda la
la comunidad. (...) Pero cuando vos encontrás noche, (…) Por eso yo cuando escucho que
en la costa del salado o el río ahí no hace nada canta, otro canto no pasa nada, pero cuando
porque vos encontrás nomás”. Anastasia canta otra forma del canto, ya…”.
Molina y Alejando “Chopa” Molina también Al mismo tiempo, interesa resaltar que la lista
reflexionaron acerca de la vez que llegó un de las aves que “anuncian” y sus tópicos de
Ñandú a la colonia: “anuncia el mal cuando injerencia no conforman un inventario clausu-
llega cerca de la colonia [comunidad indí- rado, así como tampoco está cerrado el censo
gena]”. Como se observa, si ciertas aves mero- de aves que curan. Éstas son listas que se reac-
dean un espacio diferente al monte, si rondan tualizan a través del contacto entre los qom y
por el ambiente típicamente humano, su pre- la avifauna del entorno y continúan siendo
sencia presagia desgracia. enriquecidas, discutidas, trasmitidas conforme
Por último, Nora Molina trasmitió: “viyen devienen las generaciones.
[Euphonia chlorotica], ése anuncia algo malo, es
pajarito, por eso yo le corro o le mato”. La pre- Las mascotas
sencia no premeditada de aves del monte en Buckwalter y Litwiller de Buckwalter (2001)
el espacio peridoméstico es un signo de la ocu- traducen el término nlo’ como “animal domés-
rrencia de infortunios y estos infelices contac- tico”, en tanto los qom mencionaron que se
tos terminan cuando los qom las ahuyentan o puede interpretar tanto como animal domés-
las matan, aspecto que se vincula con una for- tico o como mascota. De esta manera, un
ma de relacionarse con la avifauna que habili- perro, un gato, las gallinas, los chivos son nlo’
ta la violencia como modo de queja o sanción. pero también lo son todos los animales que,
Y si bien hombres y animales comparten ras- traídos del monte, desarrollan su vida en al
gos de interioridad definiendo una ontología ámbito de la comunidad. Antes que aludir a
en la cual la frontera entre ambos parece una categoría animal, el término refiere a una
difusa, los ámbitos donde estos desarrollan su relación. Como expresa Félix: “este elé [Myiop-
vida difieren claramente. Tanto la incursión sitta monachus] sirve también para mantener
de los animales en los espacios típicamente la casa el pichoncito como nlo’, éste al correr
humanos como la incursión de los hombres el tiempo se puede hablar, sabe pronunciar
en los espacios típicamente animales signifi- todo en la idioma [qom]”.
can relaciones, a veces peligrosas, mediadas Sin embargo, según el punto de vista toba,
por el intercambio de información y por el el proceso de “mascotización” no responde-
respeto de normas sociales y preceptos éticos. ría a la pretensión de antropomorfizar a un
Finalmente, para participar de estos escena- animal, como propone Ingold (2000) que ocu-
rios de vínculos es necesario estar informado. rre en las sociedades occidentales, sino a un
Los qom con los que se trabajó resaltan la deseo de conocimiento del otro para crear un
importancia no solo de conocer las distintas vínculo. Si bien esta relación puede desenca-
especies sino también de aprender sus distin- denar procesos de transformación o adopción
tos comportamientos o sus diferentes cantos, de nuevas conductas, éstos no son unidirec-
cargados de mensajes. Como narra Félix cionales. Por ejemplo, se documentó que las
Suárez en relación a la necesidad de adquirir mujeres embarazadas no deben acariciar ni
saberes y los procesos, a veces traumáticos, castigar a los animales silvestres que son nlo’
mediante los que éstos se obtienen: porque su bebé podría adquirir sus caracterís-
“Este chiquiriquic [Bubo virginianus], unas ticas. En el ambiente doméstico, estos anima-
cuantas noches me llegó. La primera noche les permanecen cargados de la agencia que los
me llegó, gritaba, pero no dice el canto [nor- hace otros. Justamente, a pesar de los peligros
mal] de ése sino otra forma del canto, ese y desórdenes que implican, se los incorpora
cuando canta dice qui, qui y cuando anuncia como manera de informarse y negociar con la
algo dice vie…, vie…, toda la noche, hasta el alteridad.
amanecer. Yo no sabía ese momento, enton- Para los qom, los animales que son tenidos
ces llegué en casa y mi hermano se enfermó en cuidado no se despojan de sus particulari-
2017 ORNITO-SOCIOCOSMOLOGÍA QOM 175
dades esenciales pero sí se involucran en un información de campo que, contextualizada
nuevo colectivo social. Alejados de su familia entre 1960 y 1970, informa sobre las relacio-
de origen comienzan a formar parte de una nes que se desplegaban a través del comercio
familia qom, reconociéndola como tal. Como de aves.
relata Vilo Viejo explicando el nombre de un El que sigue es un relato de Félix Suárez de
topónimo: “esa anécdota queda siempre. Otra la comunidad Riacho de Oro, quien transmi-
vez, cuando la gente de acá se fue a la cose- tió esta información en el marco de una con-
cha del algodón, Palmira dejó un pájaro pero versación sobre los lugares a los que acudían
cuando llegaron, el pajarito volvió a la casita, los qom en busca de diversos productos del
como que extrañaba a su dueña. Por eso le entorno que les permitieran establecer inter-
pusieron así, no’onqa qoyo [lugar lindo para cambios económicos con los recién llegados
los pájaros]”. habitantes dogshe de la región:
En no’onqa qoyo Vilo Viejo también narró “Cuando se compraba el coyo lairaxai
que “vivía un anciano que cuando los chicos [Gnorimopsar chopi], la gente siempre se iba
matan a los pajaritos lloraba por esos pajaritos. ahí a [ese palmar] buscar ese pajarito porque
Hasta que los chicos entendieron” y Carlos los troncos de las palmeras estaban llenos de
López agregó que “ahí también había tolderías nidos. La gente trepaba y agarraba los picho-
y en las tolderías los qom criaban diferentes nes que luego vendía. Nosotros fuimos a
clases de aves como reinamora [Cyanoloxia mariscar ahí cuando vivía mi hermano Babi
brissonii], zorzal [Turdus rufiventris] y loro Segundo, yo tenía como nueve años, era chi-
[Myiopsitta monachus]. Se hallaban ahí los pája- quito, liviano, entonces era el encargado de
ros, por eso no’onqa [lugar lindo]”. Como se subir a revisar las cuevas o los huecos del chaic
observa, los vínculos que se entablaban con [Copernicia alba]. No importa si los pichoncitos
las especies de pájaros también pueden ubi- estaban peladitos, igual los juntábamos. Mi
carse en la esfera de la emocionalidad. Incluso mamá también iba (…) a juntar pajaritos. Ella
los qom de Kilómetro 503 reclaman las tierras los criaba alimentándolos con los pichones de
donde se emplazaba no’onqa qoyo argu- lechiguana [Brachygastra lecheguana], de
mentando la pérdida de este enclave de rela- cabichuí [Polybia occidentalis] hasta que se
cionamiento con los qoyo (pájaros) que ponían grandes. Después estos pajaritos se
desaparecieron cuando un criollo (Sabino vendían, porque al gringo parece que le gus-
Merele), hacia finales de la década de 1980, taba mucho tener pájaros de distinta clase;
alambró el sitio y taló los algarrobos (Prosopis algunos compraban loritos, calandrias o car-
spp.) despojando a los indígenas no sólo de denales. Cuando Ojalito, el tío de mi mamá,
su territorio sino también de una parte de sus se iba a vender le avisaba a la gente [de la
lazos con las aves. comunidad] para que prepare todo, enton-
ces él salía caminando, se iba mariscando
El comercio hasta Sáenz Peña donde cambiaba los pajari-
Luego de la conquista de las tierras america- tos por ropa, pantalón, según lo que la gente
nas, las sociedades indígenas buscaron obte- le había encargado, y alguna platita para el
ner un excedente de determinados bienes que pasaje de vuelta. Era un rebusque”.
les permitieran participar de intercambios no El despliegue de la actividad implica saberes
solo con los otros grupos étnicos sino también sobre el comportamiento del ave. Gnorimopsar
con los nuevos actores que poco a poco se iban chopi es un ave gregaria frugívora e insectívora
apoderando de porciones del territorio. Estos que nidifica en pequeñas colonias en palma-
“recién llegados” introdujeron ciertos materia- res de caranday (Copernicia alba) o en forma
les que empezaron a figurar dentro de las solitaria en sitios abiertos y expuestos (Di
novedosas lógicas comerciales. Entre los pro- Giacomo 2005). Estos datos no solo se encuen-
ductos codiciados por la sociedad hispano- tran en las ornitologías académicas sino tam-
criolla figuraban las plumas de aves de bién entre los saberes qom. Inclusive, otro
distintas especies como el Ñandú y las garzas nombre que se le da a esta ave es coyo lairaxai
(Ardeidae). El tema se encuentra extensa- chaic lashi (Cúneo y Porta 2009), literalmente
mente desarrollado en Medrano y Rosso “el pájaro negro propio de la palma”. Además,
(2012) y Medrano (2014a) para el siglo XVIII. los indígenas tienen saberes sobre la alimenta-
No obstante, se analizará a continuación cierta ción de las aves que les permiten mantener-
176 MEDRANO Hornero 32(1)

las hasta la venta. El relato también da cuenta las aves no disponen de lenguaje oral, poseen
de prácticas de socialización de la marisca, la capacidad de trasmitir y recibir mensajes.
reflejando cómo los pequeños qom participan La analogía respecto de la interioridad no
de actividades que les permiten obtener mer- solo implica que los humanos y las aves son
cancías del entorno al tiempo que aprenden semejantes en lo relativo a sus lqui’i, sino tam-
sobre el mismo junto a los mayores. También bién que lo que los vincula no son meramente
se observa cómo los tobas se ajustaban a las procesos biológicos. Procesos de orden social
exigencias de los intercambios recolectando están implicados en la semejanza de interio-
aquellos productos que “los gringos” aprecian. ridad en la medida en que es a través de múl-
Este período de aprovechamiento de fauna tiples conexiones corporales, emocionales e
con fines comerciales finalizó aproximada- intelectuales que se deviene persona-cuerpo
mente a mediados de la década de 1970 humano en interrelación con otros no huma-
cuando se fomentó la fuerte participación de nos (entre los que se incluye a los represen-
los indígenas en actividades agrícolas como tantes de la avifauna).
parte de las políticas que pretendían termi-
Ahora bien, a pesar de que humanos y aves
nar de sedentarizarlos.
comparten rasgos de interioridad a raíz de la
existencia de fronteras difusas entre ambos
R EFLEXIONES FINALES : HACIA UNA colectivos, los ámbitos en los que ellos desa-
ORNITO - SOCIOCOSMOLOGÍA rrollan sus vidas difieren claramente. Tanto la
incursión de las aves en los espacios típica-
Para el análisis de la ornitología qom hay que mente humanos como la incursión de los
adentrarse en una sociocosmología en la que hombres en los espacios de las aves significan
existe una continuidad entre los humanos y relaciones mediadas por el intercambio de
las aves respecto de sus anatomías en la información y por el respeto de normas y pre-
medida en que los qom adjudican al cuerpo ceptos que vulneran la dicotomía establecida
de las mismas aptitudes y atributos similares entre lo naturalmente dado y lo culturalmente
a los que reconocen para sus cuerpos. La fisio- construido.
logía humana y la de las aves manifiestan
semejanzas y continuidades que se constata- La conclusión es que si para entender a la
ron al analizar la utilización de las aves. El acto ornitología qom hay que remitirse continua-
de la alimentación implica, de hecho, un con- mente a la sociocosmología, ésta puede ser inter-
tinuo entre el consumido y el consumidor. El pretada como una “ornito-sociocosmología”;
uso terapéutico de las aves sugiere un traspaso en síntesis, una forma de ver, relacionarse,
de propiedades que da cuenta de la adquisi- comprender, conceptualizar a las aves que no
ción de atributos animales por parte de los puede despegarse del trasfondo de dimensio-
humanos. Inclusive, la enfermedad es consi- nes institucionales e ideológicas mediante las
derada como la incorporación no deseada de cuales los humanos organizan sus prácticas y
comportamientos animales. Todas estas conti- su universo simbólico.
nuidades indican que los atributos que carac- La ornito-sociocosmología qom supone seres
terizan a las aves no son interpretados por los que existen-en-devenir y en relación con otros
qom como “salvajes” (i.e., propios de una existentes. Así, humanos y aves construyen en
naturaleza que requiere de la acción humana comunión los procesos transformacionales
para ser domesticada). Tanto los humanos que les permiten conformarse como tales.
como las aves, otros animales y seres no huma- Entonces puede preguntarse: ¿qué ocurrirá
nos definen sus regímenes corporales eligiendo con esta ornito-sociocosmología en los nue-
de un fondo común de aptitudes y comporta- vos contextos ambientales de degradación de
mientos, aquellos que los identifican como un los ecosistemas chaqueños? Se puede aventu-
colectivo diferenciado (al menos por momen- rar que los qom, cuando se enfrentan a la dila-
tos) y les permiten relacionarse con otros. pidación de lo que occidente denomina como
Ahora bien, estos atributos y comportamientos “naturaleza”, sufren un doble despojo: pier-
no pueden ser definidos como típicamente den a las aves como recurso (y al conjunto de
humanos ni como típicamente animales en la los otros taxa) pero también pierden las rela-
medida en que todos los existentes pueden ciones sociales con ellas. Aves y humanos se
coincidir en su posesión. Por ejemplo, si bien enfrentan en definitiva a la posibilidad de
2017 ORNITO-SOCIOCOSMOLOGÍA QOM 177
dejar de devenir tales y es, en este contexto, B IBLIOGRAFÍA C ITADA
donde la conservación del entorno cobra una
ARENAS P (2003) Etnografía y alimentación entre los Toba-
urgencia renovada.
Nachilamole#ek y Wichí-Lhuku´tas del Chaco Central.
Finalmente, la propuesta ornito-socio- Edición del autor, Buenos Aires
cosmológica pretende instaurar un prisma ARENAS P Y BRAUNSTEIN J (1981) Plantas y animales
conceptual a través del cual puedan ser obser- empleados en paquetes y otras formas de magia
vadas las relaciones aves–humanos en otros amorosa entre los toba taksik. Parodiana 1:149–169
pueblos indígenas e, inclusive, puedan ARENAS P Y PORINI G (2009) Las aves en la vida de los
reconsiderarse los presupuestos de la ornitolo- tobas del oeste de la provincia de Formosa (Argentina).
gía ejercida en el contexto de la ciencia Tiempo de historia, Asunción
moderna (en especial aquellos aspectos vin- ÅRHEM K (1993) Ecosofía makuna. Pp. 109–126 en:
culados a la conservación y al manejo de CORREA F (ed) La selva humanizada: ecología alternativa
entornos donde conviven más de una manera en el trópico húmedo colombiano. Instituto Colombiano
de Antropología, Bogotá
de concebir a la “naturaleza”, más de una
BALDUCCI MI (1982) Códigos de comunicación con el
ontología). Así, uno de los desafíos que este
mundo animal entre los Toba-Taksik. Tesis de licencia-
trabajo encara es el de reconciliar los estudios tura, Universidad de Buenos Aires, Buenos Aires
etnozoológicos con los de corte ontológico. El BUCKWALTER A Y LITWILLER DE BUCKWALTER L (2001)
estudio de las ontologías, integrado en el lla- Vocabulario toba. Mennonite Board of Missions,
mado “giro ontológico” (Pedersen 2012, Vivei- Elkhart
ros de Castro 2015), ha renovado el campo COSTA-NETO EM, VARGAS CLAVIJO M Y SANTOS FITA D
etnográfico y etnológico en los últimos años. (2009) Introducción. Pp. 15–20 en: COSTA-NETO EM,
En semejante marco y tal como proponen VARGAS CLAVIJO M Y SANTOS-FITA D (2009) Manual de
otros autores dedicados a reflexionar sobre Etnozoología. Una guía teórico-práctica para investigar
la interconexión del ser humano con los animales. Tundra
abordajes etnobotánicos (Daly et al. 2016),
Ediciones, Valencia
discutidos a la luz de naturalezas plurales
CÚNEO P Y PORTA A (2009) Vocabulario toba sobre
emergiendo y objetando el privilegio episte- peces y aves. Pp. 237–252 en: BRAUNSTEIN J Y
mológico de la ciencia moderna, no puede más MEESINEA C (eds) Hacia una nueva carta étnica del Gran
que cuestionarse el accionar científico y rede- Chaco VIII. Centro del Hombre Antiguo Chaqueño,
finirse sus categorías. Retomando el tema que Buenos Aires
convoca este trabajo, si la etno-ornitología es DALY L, FRENCH K, MILLER T Y NIC EOIN L (2016) Inte-
el estudio de cómo otros pueblos se vinculan grating ontology into ethnobotanical research. Jour-
práctica y simbólicamente con las aves y si el nal of Ethnobiology 36:1–9
entendimiento de esos “otros pueblos” ha DESCOLA P (1986) La nature domestique: symbolisme et
girado drásticamente, es menester entonces praxis dans l’écologie des Achuar. Éditions de la Maison
que el científico gire. Así, la ornito-sociocosmo- des Sciences de l’Homme, París
logía o la ornito-ontología (como resulte más DESCOLA P (2012) Más allá de naturaleza y cultura.
práctico llamarla) debe permitir explorar rela- Amorrortu, Buenos Aires
ciones con las aves en universos plurales y DI GIACOMO AG (2005) Aves de la Reserva El Bagual.
Pp. 201–465 en: DI GIACOMO AG Y KRAPOVICKAS SF
debe permitir dialogar con otras epistemologías
(eds) Historia natural y paisaje de la Reserva El Bagual,
construyendo puestos de entendimientos.
Formosa, Argentina. Aves Argentinas/Asociación
Ornitológica del Plata, Buenos Aires
A GRADECIMIENTOS FRANCIA T Y TOLA F (2011) Reflexiones dislocadas. Pensa-
mientos políticos y filosóficos qom. Rumbo Sur, Buenos
Al CONICET por financiar esta investigación a Aires
través de una beca de posgrado y el posterior
GALVAGNE-LOSS AT, COSTA-NETO EM Y FLORES FM
ingreso a la carrera de investigadora científica. A
(2013) Ornitoáugure no povoado de Pedra Branca,
los qom, quienes me enseñaron con paciencia su
Santa Teresinha, estado da Bahia, Nordeste do Bra-
ornitología y me albergaron en sus viviendas y en
sil. Etnobiología 11:45–53
sus corazones. A Florencia Tola por guiar generosa-
mente mis derroteros zoo-sociocosmológicos por INGOLD T (2000) The perception of the environment.
el Gran Chaco. A Julio Medrano, David Jiménez- Essays in livelihood, dwelling and skill. Routledge,
Escobar y Fernando Zamudio por leer con inteli- Nueva York
gencia cariñosa versiones previas del manuscrito. KARSTEN R (1932) Indian tribes of the Argentine and
A Raúl Carman por inspirar la pasión por descu- Bolivian Chaco. Societas Scientiarum Fennica, Hel-
brir con bondad de hombre sabio. sinki
178 MEDRANO Hornero 32(1)
MARQUES JGW (1998) “Do canto bonito ao berro do MORELLO J, RODRÍGUEZ A Y SILVA M (2009) Clasifica-
bode”: percepção do comportamento de vocaliza- ción de ambientes en áreas protegidas de las eco-
ção em aves entre os camponeses alagoanos. Revista rregiones del Chaco Húmedo y Seco. Pp. 53–91 en:
de Etologia Número Especial:71–85 MORELLO J Y RODRÍGUEZ A (eds) El Chaco sin bosques:
MARTÍNEZ G (2007) La farmacopea natural en la salud la Pampa o el desierto del futuro. Orientación Gráfica,
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Kurtziana 33:39–63 PEDERSEN MA (2012) Common nonsense: a review of
MARTÍNEZ G (2010) Enfermedad y entidades anímicas certain recent reviews of the “Ontological turn”.
del entorno natural. Etiologías religioso-rituales y Anthropology of this Century 5:art3
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tral, Argentina. Revista de Antropología Iberoamericana venganza: una aproximación a los casos mocoví y
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