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Elecciones 2010

El encuentro con Cristo genera un pueblo


protagonista de la historia
El próximo 4 de julio tendremos una intensa jornada
electoral en la cual se elegirán gobernadores,
diputados locales y presidentes municipales en 15
estados. En varios lugares, la circunstancia política
parece reducirse a la búsqueda del poder, incluso a
través de alianzas impensables, dejando a muchos
ciudadanos en la indiferencia, la desilusión y el cinismo.
Muchos pensamos que es inútil participar
en los asuntos públicos y algunos otros nos volcamos
sin reservas a apoyar al candidato más poderoso,
al que promete darnos más, al que más se adapta
a nuestros intereses particulares e ideas preconcebidas.

Esta manera de vivir la política nos afecta a todos,


no nos hace libres sino esclavos de quien detenta el
poder. Las elecciones no pueden ser la ocasión de
cambiar de amo sino de preguntarnos, ¿qué valor
tiene la política? ¿cuál es su finalidad? ¿la política,
tiene que ver con el deseo de felicidad que nos mueve
todos los días al trabajar, al estudiar, al cuidar y
educar a nuestros hijos? Si vamos al fondo de este
deseo, nos damos cuenta que no podemos responderlo
solos, aislados de los demás, indiferentes a
nuestros vecinos y compañeros de trabajo. Por naturaleza,
el yo necesita del nosotros . Por esto, la
dimensión política no es una actividad específica de
algunos los más capaces entre nosotros , sino una
dimensión fundamental de nuestra persona. Tan
fundamental que no nos satisface quedar reducidos
a meros votantes que se manifiestan sólo el día de
la elección para después regresar al anonimato. Tan
fundamental que no habrá nunca un aparato estatal
tan eficaz que logre sustituir la creatividad y el empeño
de cada uno.
Lo que nos permite descubrir y tomar en serio nuestras
exigencias humanas más profundas de amor,
belleza, justicia y felicidad y, por ello, salir del escepticismo
y mirar positivamente la circunstancia
política actual es el encuentro con Cristo presente
dentro de la Iglesia. Sin la fidelidad a este encuentro
caeríamos de nuevo en la indiferencia o en la trampa
de fincar toda nuestra esperanza en la política y
los políticos. Por el contrario, la relación con Cristo,
vivida todos los días, nos hace establecer incansablemente
relaciones con otros, construir familias,
escuelas, empresas, obras sociales, culturales y políticas,
descubriéndonos continuamente como un
pueblo vivo, libre, capaz de contribuir a una convivencia
más humana.
Conscientes de que no existe opción política perfecta,
invitamos a votar no por aquellos candidatos que
prometen librarnos mágicamente de todas nuestras
preocupaciones, sino por quienes muestran una disponibilidad
sincera hacia las realidades vivas que,
como la Iglesia, encarnan al pueblo donde la persona
expresa y desarrolla todo su potencial humano.
Al mismo tiempo, el carácter local de las próximas
elecciones reclama y exige nuestro trabajo e iniciativa
personal y comunitaria para que quienes resulten
electos vean de cerca nuestros problemas más
urgentes la pobreza, la violencia y la falta de servicios
básicos como el agua y la electricidad pero
sobre todo, valoren la riqueza humana y social que
brotan de nuestra pertenencia alegre y cordial a este
pueblo.
México D.F., junio 2010
Comunión y Liberación (México)
Aventura Humana, A.C.
aventurahumana.mex@gmail.com

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