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Dmora.edumx Capitulo 11 SOBERANIA E IMPERIO La Europa del siglo x1x y sus inmediaciones Entre la clausura del Congreso de Viena en 1815 y el estallido de la primera guerra mundial en 1914, Europa fue una especie de eampo cenairio de la competicién entre imperios. Las rivalidades ban la buisqueda de colonias en ultramar también transfor- maron cl mapa de Europa cn mis de una ocasién, En el siglo xix aparecia un nuevo imperio en Europa central (Alemania): por el este seguia la expansidn de otro (Rusia): un viejo imperio perdfa exten- siGn, pero conservaba y reestructuraba su ferritorio central (el oto~ mano); y la compleja monarquia de los Habsburgo se reorganizaba, una ver mas, de manera compleja, Los lideres imperiales afrontaban ut serie de nuevos desaffos a medida que nuevas ideologias y nuevos lazos sociales amenazaban con alterar los sistemas establecidos para controlar a stibditos y elites. Gran Bretaita, convertida en una super= potencia internacional. y otros imperios de la vanguardia capitalist ban sus mayores Tecursos para competir por territorios y pu blos de Europa y sus inmediaciones. Este capitulo estudia principal- mente In convergencia dindmica derivada de lis competiciones entre imperios y las reformas llevadas a eabo por éstos. principalmente los sos de! imperio ruso, otomano, alemiin y Habsburgo, pues todos ellos ajustaron su politica de la diferencia a los cambios de la geogr fia del poder imperial. La guerra —entre imperios y dentro de ellos, en Europa y fuera de ella—desempeiié un papel fundamental en esas recontiguraciones im= perialles. Rusos y otomanos, con In complicidad de rivales curopeos, ficron con su larga seric de guerras, a lax que ponfan fin con dos provisionales, Los prusianos se enfrentaron a danes 44s LON IMPLIIOS A LO LARGO DE LA HISTORIA, a los alemanes. tivales y a los otomanos. Las sublevaciones contra fa dominacién de Jos rusos, de los otomanos y de los Habsburgo. asi como varios inten-_ tos de revolucién, vinicron a poner en entredicho cl control de los so- ‘beranos sobre sus stibditos y representaron pura los imperios rivales: tuna oportunidad de Ia que sacar provecho, La guerra de Crimea, uno de los grandes conflictos armadox de mediados del siglo x1x en el que, participaron rusos, otomanos. britinicos y franceses, se sald con cit trocientos mil mucrtos. , Si por un lado Ia guerra cra el camino que con més rapidez, em- prendiun los imperios, por otro el poder econdmico resultaba crucial para conservar los dominios o intentar extenderlos. Por todo el conti- nente se expandieron de manera desigual nuevas modalidades de ri- queza, nuevos procesos de produccién y formas innovadoras de orgae nizacién de la mano de obra, altcrando las relaciones entre monareas) y sbditos, entre sibditos y entre imperios. El imperio br puiié Ia espada del «libre comercio» contra sus competidores mis -vulnerables de los confines de Europa. y ¢l Reich alemn canalizé el potencial de sus multiples regiones para convertirse en un centro, dustrial de referencia. Nuevas posibilidades politicas, culturales ¢ intelectuales comen=— zaron a traspasar las fronteras imperiales. Asi como integrantes de Jos movimientos anticsclavistas, liberales, socialistas, anarquistas, na cionalistas, reformadores religiosos y feministas pudicron establecer contacto unos con otros y difundir sus causas, «Por tu libertad y porla nuestra», era el lema de los polucos que se rebelaron contra Rusia en 1830, Este cruce de movilizaciones se convertiria en Ia pesadilla de las autoridades imperiales. para las que los vinculos verticales pant someter a la poblacién de sus teritorios eran el instrumento de contol favorito. Los fundamentos y las funciones de Ia soberania fueron puesto cen entredicho durante tado el siglo xix, La revolucién filosofica de s- glo Xvitt habia socavado las justificaciones tradicionales del poder es fatal, y tanto la Revolucién Francesa como la americana habfan ampli do cl imaginario politico. ,Qué supuso para emperadores y sultanes, como para sus reluciones con stibditos reales o potenciales, el hecho de que los ciudadanos franceses usesinaran a su monarea € ins una reptiblica parecida a la de Roma, aunque sélo fuera por aflos? Es evidente que la revolucin no acabé con el imperio —en el siglo xix dos Napoledn se autoproclamaron emperador de Francia, SOBEKANTA F IMPERIO 449 un principe aleman, ki ~ pero también es evidente que la lades imperiales y sus enemigos comenzaron a ser perfectamente cons- cientes de que muchas personas empezaban a considerar fuentes alter- de legitimidad y derechos politicos. Pero de quién eran los derechos que primaban cuando se recons- rufa o se construfa un Estado? En la Europa del siglo x1x habfa varias posibilidades, La religién, Ia historia, la clase social, la etna, la civili- zaci6n o la tradicidn politica ofreefan una base suficiente para que la gente hiciera causa comtin en sus demandas xt los monarcas o para de- fender su derecho a gobernarse. No eran tinicamente rebeldes 0 patrio- tas nucionalistas los que manifestaban este tipo de reivindicaciones, Unos frente a otros, los imperios también defendian su concepto de legitimidad y la mane surlo a su poblacién. La idea de derecho nacional o religioso era utilizada repetidamente para justi- ficar intervenciones en otros imperios Ante el poderfo militar y econémico de los imperios rivale: lideres del imperio ruso, del imperio de lox Habsburgo y del ano tomaron diversas medidas para revitalizar el Estado, como, por ejemplo, aumentar sus ingresos, renovar lealtades y reforzar el S nuevos conceptos de soberania imperi ron experimentos con sus instituciones pol: dos los parlamentos, y llevaron a cabo reajustes de los derechos de sus stibditos. Todos los imperios miraban con envidia, y tambign con rece- lo. kas politicas «coloniales» de britdnicos y franceses; todos dessrro- aban su propia misi6n civilizadora: todos concibieron nuevas varian- tes de Ia politica de la diferencia, Y todos los imperios se encontraron con respuestas inesperndas y desestubilizadoras a sus esfucrzos por modemizar al pueblo y los recursos. La combinacién de iniciativas centralizacloras con la defensa tipicamente liberal de una ciudadania y dotada de poder provocs turbulentas hostilidades en el 1pos reliziosos y éinicos y entre esos mismos grupos, Pero contrariamente a lo que dice la relectura convencional hecha desde el bando de los vencedores de la primera guerra mundial, los rusos, los ‘otomanos. los alemanes y los Habsburgo Hlegaron a 1914, lo mismo que sus rivales, con ejércitos modernizados. con la expectativa de que cl conficto iba a ser breve, convencidos del patriotismo de sus sibdi- tos y experando que aquel nuevo ciclo de guerra entre imperios fuera, en esta ocasién, 450 LOS IMPERIOS A LO LARGO DE LA HISTORIA NICIGN DEL IMPERIO Rusia y Bunora: REDE! Empecemos con kas escena nico. En marzo de 1814, 1os Rusias, y de Federico Guill le6n, como muchos otros monareas desde lox tiempos romanos, sido derrotado por la habilidad de las numeros: nente en reconfigurar sus alianzas contra un posible emperador uni sal, En esta ocasién, Rusia desemperis un papel fundamental en cha por remodelar Europa, A comienzos de su reinado (1801-1825), Alejandro, lina lu Grande, habia reestructuraco siguiendo las line:ts de los ministerios de Napoleén. En 1807, dey de que hubiera fracasado una slianza pluriestatal contra Franc Jandro firmé una paz tipicamente imperial con Napoleén, divi Europa en dos esferas de influeneia, una rasa y otra francesa, inales del drama del imperio nap ftos de Alejandro 1, zar de Te fas contribuciones de Rusia a la victoria aliada supusi i6n de las aspiraciones de Pedro I: habia quedado dem que el imperio era una gran potencia del escenario europeo.. En el Congreso de Viena, los imperios vencedores se rep Europa para proteger atin mas sus intereses; fue ast como se cr Reino Unido de los Pafses Bajos, Prusiat se anexion6 tertitorios. regiGn del Rin, Austria extendié su soberanfa al norte de ltaliny Alpes, se reajustaron las particiones de Polonia y fue restaurad berania prusiana y austriaea en varios reinos, principados y ducado Rusia conserv6 Finlandia y Besarabia, que habjan sido, anextonad antes de 1814, Polonia fue convertida en el Zarato de Polonia, un titere con Constitucién propia y con cl emperador ruso como sol No se llev6 a eabo una restauracién, sino una redistribucién tipi te imperial de un mapa europeo dificil de gobernar. Se subor soberania alli donde fue conveniente: se intercambiaron terrtorios a ‘gunos reinos se fusionaron; otros fucron divididos. Congreso produjo dos alianzas formales, fundament prineipios distintos. Alejandro, profundamente religioso ts Js mentos de In guct 5 través dela «Santa Alianza», Los firmanies aco intema y en las relaciones de unos con otros segu dictados de Ia «religin eterna de Dios nuestro Salvador» y «los SOBERANIA F IMPEIIO 451 cipios cristianos de justicia, caridad y paz». Semejante declaracién purecié absurda a algunos diplomsticos. No obstante, aparte del Vati- cano, el imperio otomano y el imperio briténico. Ia mayoria de las potencias curopeas se achiricron a los principios cristianos. Un segun- do pacto dio continuidad a la Cuddruple Alianza de Austria, Gran Bre- tafia, Rusia y Prusia, que habia sido ereads para combatir a Napolesn, Los representuntes de estas cuatro potencias acordaron celebrar confe- reneias periédicas para hablar de sus intereses comunes y considerar las medidas pertinentes para preservar la prosperidad y la paz en Euro~ pa Aunque sus integrantes no siempre serfan los mismos —Francia se 452 LOS IMPERIOS 0 LO LARGO DE LA HISTORIA unid en 1818, y Gran Bretafia dejé de serlo més tarde—, Ia alianza puso en marcha lo que se denominaria fa «Europa de lox congresos», in compromise de las grandes poteneias a celebrar reunjones y a inter- venir en los casos que consideraran oportuno. En conjunto, estos acuerdos expresaban Ta transformucién de Euro- pa—que habia dejado de ser simplemente un espacio geoerifico part Poavertirse en una cntidad politica—, y proporeionaron a unos euro~ poos conscientes de su identidad una plutaforma ideoldgica, cuya vi nea irfa més alld que la de los propios pactos, Li Santa Alianza, Sefondia los cimientos eristianos del nuevo orden en Europa. y el sis- tema de congresos reconocfa los peligros de las civersax politicas terti- toriales existentes dentro de! marco europea. El compromiso a mante- her una coordinacién tuvo su utilidad en la década de 1880, cuando los {curopeos trataron de regular sus Fivalidades cotoniales en Africa (Ca- pitulo 10). Los ejércitos de Alejandro habjan demostrado que Rusia era una eran potencia, pero grealmente formabs parte de Europa aquel imperio bigantesco? Los viajeros y fildsofos del siglo xvi habfan trazado una ca divisoria entre la supuesta civilizaciGn europea y ls sociedades me 7 ‘obre Napoledn y la ostentos pompa marcial del zar proyectaron una imagen militar de Rusia. El Fmperio de los Romanov era temido, exoreizade, pero no bienvenido en cl mundo curopeo. En Rusia, las adaptaciones de Alejandro de las formas y maneras europeas eran selectivas, y se vefan limitadas por fos compromisos del tgobiemo autécrata (Capitulo 7). Su reinado habia eomenzacdo (ras un Scontecimiento teftide de sangre —los nobles habian asesinado & su pa ‘re, pero tambign con reformas, Los j6venes aristocratas de la edad de ‘Alejandro estaban familiarizados con fas insituciones y las teorius pol 's de Europa occidental. yal zar sc le propuso emaneipar 3 los sicrvox de la gleba y modificar la ConstituciGn, Los deeretos de Alejandro pusie- ton cieftos limites al poder terrateniente sobre [a mano de obra los si Vos fueron liberados de su condicién en las provincias biilticas. Se abr on nuevas universidades con el objetivo de que este proyecto redundara ten beneficio de In administracién, Peto en lo concemiente al poder ex ‘usivo e ilimitado del emperador, Alejandro y muchos nobles y altos cargos del gobierno trazaron la vieja linea divisoria. Como habfa venide Gcurriendo hasta entonees, fa configuracién patrimonial del poder —el gar asesorado por un grupo de Favoritos— impidié que la nobleza adop- ‘ara una misma postura en To tocante aka cesién de autoridad. SOBERANIA F IMPERIO 45. Las divisiones existentes entre la elite de servidores del zar se pu- sicron brutalmente de manifiesto en diciembre de 1825, cuando una conspiracin de oficiales, muchos de los cuales habjan regresado de Europa después de la victoriosa guerra entusiasmados con proyectos constitucionales. intentaron hacerse con cl poder 1 ka muerte de Ale- Jandro. ocurrida de manera repentina, Varios comandantes militares permanecieron fieles al zar, y los rebeldes «decembristas» fueron uplis- tados en poeas horas, Cinco lideres decembristas fueron ejecutados; otfos conspiradores fueron desterrados a Siberia, Este golpe de Estado Fallido fue interpretado por el nuevo zar, Nicokis I (1825-1855), como una sublevacin contra los principios de la autoeracit. La conviccién de que los comtactos con Occidente —el término era cada vex miis utilizado— cran los culpable de la insurreccién impuls6 a Nicolis a intensific: por medio de la infume ‘Tercera Seccién de la Cancilleria Imperial (un precedente del KGB de los so- Para controlar a los individuos potencialmente revolucior ta organizaciGn policial procedia a su detencidn, los enviaba al ‘pulsaba al extranjcro. Con el fin de combatir subvensivas Nicolis lanz6 una ofensiva ideolégica. En res- ya mitos de antiguas races nacionales gue circulaban por la Europa posnapotedniea. Nicokis decidié exaltar os que se consideraban los valores tradicionales de Rusia. 3 saber, «virtud, obediencia y espiritu cristiano», En Ia década de 1830, su vie ceminisiro de Educacién anuncié un nuevo lema: «Ortodoxia, Auto- eracia ¢ Identidad Nacional». En una serie de espectaculares ceremo- el zar presidia un culto emotive de Ia familia imperial como modelo de patrareado protector, de amor romiintico y de devocién gen prusiano de Ia madre y la esposa de Nico! sado. el presente y el futuro de Rusia, El culto imperial no pretendia sustituir reforma alguna, sino que sitvi6 para que Nicolis se ara de que cualquier ini ria del zar y sus ministros, no de un pueblo con poder para hacerlo. Entre 1830 y 1840 el emperador finaneié la codificacién y la publica i6n de las leyes de Rusia. Fue fundada una escuela de jurisprudencia para la preparacin de futuros funcionarios. Aunque Nicokis no abolié la servidumbre de la gleba, su gobiemo mejor6 las condiciones de los campesinos que vivian en tierrus del Estado —que nada tenian que ver con las fineas de los aristéeratas—, esto es, de aproximadamente la mitad de los campesinos del imperio. La Sociedad Geogrifica Impe- 454 LOS IMPLIIOS 4 10 LARGO DF L.A HISTORIAN rial comenzé una serie de estudios sistemdticos sobre los numerosos pueblos del imperio. En cuanto a la religién, Nicolis supo contenerse: permitié que la Iglesia ortodoxa abriera nuevas misiones en Siberia y en otras zonas del imperio, pero las «religiones» extranjeras siguieron bajo la proteccién y la dircecién del Estado. ‘A pesar del affin de Nicoliis por aplastar cualquier fuente posible de ‘én, la vida intelectual florecis en Las universidades, los salo- nes y las academins de Rusia, y tambign a través de la prensa burguesa, Los debates acerca del destino de Rusia y su pasado singular pusicron en marcha toda una scric de reconstrucciones histérie imaginativas. El lema difundido por el emperador evoe: dad nacional», aunque probablemente 1a traduccién mais exaeta sea «identidad de pueblo». como un principio del Estado. ;Hacfa rel cia al pueblo ruso, a los pueblos de Rusia a algo distinto? Los aeadé- micos defiendfan sus interpretaciones y se peleaban por recibir fondos imperiales. {Debia Rusia «avanzar> hacia los valores europeos Ia postura de los «occidentalizadores»—. 0 podia encontrarse una fuente de espiritu de comunidad y virtudes en las tradiciones de los antiguas eslavos como sostenfan los «eslav6tilos»? LA CONSTRUCCION DE NACIONES EN TERRITORIO IMPERIAL, Las discusiones acaloradas acerca de 1a esencia nacional y sus po- ilidades no fueron un fendmeno esirietamente ruso. En una época ‘como aguiella en la que los vinculos trascendian los limites imperiales, los pueblos de toda Europa busesban una combinacién adecuada de expresidn artistica, logros historicos y virludes populares para reivin- dicar su lugar en el mundo civilizado, como era redefinido. El interés pancuropeo por la lengua, la historia y las pricticas de grupos naciona- les distintos habia sido inspirado por las obras de Herder, Fichte y otros alemanes que consideraban Ia nacién alemana una cultura, no un Estado, Los curopeos también ponian mucho empefio en establecer conexiones con Los primeros tiempos del cristianismo y con el pasado romano. sta bdsqueda de una cultura nacional y de una genealogia cristae y conveniente se transformé en un arma en las tiv enire imperios. La apariciGn de un nuevo Estado «griego» puede servir de ejemplo ilustrativo, Tanto el imperio britinico como el ruso reivindi- con el pasado helénico: el primero con lo que Dmoraedumx SOBEKANIA F IMPERIO 455 cn aquellos momentos se definfa como eivilizacién griega ckisica, vin- culada, por supuesto, a Europa: el segundo, a través de su cristianismo ortodoxo, con Bizancio. Uno y otro imperio trataron de socavar el der de un rival comin, los otomanos, apoyando a los nacionalistas que se auloproclamabun griegos cuando éstos se sublevaron en Ia década de 1820, sta rebelién en el terreno de suma cero de Europa hizo ripida- mente que otros imperios quisieran participar en cl juego. En 1826 Ia autoridades russ y briténicas acordaron mediar conjuntamente en los conflictos entre los sublevados y el sultin otomano; un aiio més tarde los Iranceses se sumaron a esta version de coordinacién imperial. que Canning, ministro de Exteriores britdnico, denoming «intervencién pa- fica». Pero después de que los tres aliados bloguearan el paso a lat flota olomana en ta bahia de Navarino (hoy Pilos) y la destruyeran (1827), los britinicos empezairon a preocuparse porque les pareeia que estaban ayudando al imperio equivocado —Rusia, el mis fuerte— y decidieron que fucran otros los que libraran las batallas, Las topas francesas desalojaron a las fuerzas egipcias presentes en algunas zonas de lo que luego seria el Estado griego, y Rusia emprendié una campaiia diplomitica—su candidato fue elegido presidente de Grecia en 1827— ¥ un ataque militar, En 1828, las tropas rusas estaban preparudas para marchar sobre Constantinopla, pero cn el tltimo momento Nicol or- dené la retirada, Resultaba mucho mis propicio para sus intereses con servar el imperio otomano, arrebatiindole poco poco susi dominios, que destruir el sultanato y convertir la regién en un verdadero caos. En virtud del Tratado de Adriandpolis (1829), Rusia se anexioné unas regiones que venia ambicionando desde el siglo xvi (territorios en el Ciueaso, parte de lat costa del mar Negro y el control de la de= sembocadura del Danubio). También ocupé los principados de Mol- davia y Valaquia —atravesados por el Danubio— con una finalidad clara, proteger a los cristianos, y no tardé en instalar en ellos una ad~ ministracién dominada por grandes terratenientes. El presidente ruso fue asesinado en 1831, y los griegos pudicron tener un mo del rey de Baviera y, ademiis, eatdlico— en 1832, Pero no todos los territorios reivindicados por sus héroes de Ia patria, mor a fomentar més reivindicaciones problemiiticas sobre los stibditos otomanos, las grandes potencias insisticron en que el rey Ot6n fuera nombrudo «rey de Grecia», no «rey de los griegos”, y asi territo- rializaron una nacionalidad en interés propio. Las potencias europeas siguieron obs! findose decididamente 456 Los IMPE ALO LARGO DE LA HISTORIA unas a otras cualquier intento de dominacién, pero esta estrategia no sirvié parar proteger a sus gobernantes de lits consecuenciats de ls rebeliones politicas en el seno de sus imperios, En 1830 estallaron nu- merosas sublevaciones: los eatélicos y los protestantes belgas se rebe- laron contra la dominacién holandesa, el norte de Italia contra los Habs burgo y los franceses contra su propio rey. Para el zar el problema principal lo planted Polonia cuando ese aio la nobleza polaca intents ‘encabezar una sublevacién contra la dominacién rusa, Tras sofocar Ia rebelidn, Nicokis derogé la Constitucién de 1815 y convirtié Polonia En el Caiueaso, donde los rusos habian sutrido lo le tratando de someter a los pueblos de las montis, Shamil, un imdn de Daguestin y Chechenia, empez6 una campafia contra la agresién de Rusia que se prolongé desde la década de 1830 hasta su rendicién en 1859. Pras todos estos tumultos, los soberanos de Rusia, Austria y Prusia’ aeordaron ayudarse mutuimente en caso de sulrir «problemas inter nos» 0 verse «amenazados desde el exterior, Este pacto fue form zado con la firma del Convenio de Berlin de 1833. Ese mismo aio, las tropas rusas acudieron en ayuda det sultin otomano para frenar el avanee del arrogante enemigo de los turcos, Mehemet Ali de Egipto. La recompensa de Rusia fue el Tratado de Unkiar-Sklessi, en virtud del cual vio confirmado su papel como protectora de los € ticrras otomanas, y adem, a cambio de ta ayudu recibida, los otoma- nos aiceptaron cerrar el paso de buques de guerra por los estrechos en tiempos de guerra A mediados de la década de 1830 parecia que Nicokis habia asegu- ado ka soberanfa de los imperios basada en derechos dinisticos, aun- que su politica interior de contencién envi6 i viejos aliados derrotados especialmente polacos— y a intelectuales decepcionados —como Alexander Herzen— a Europ: occidental, donde reforzaron la reputa+ cidn de Rusia como pais represor y se unieron a los circulos de los aotivistas politicos, Fucron kts revoluciones que estallaron en Europa, no en Rusia, las que hicieron que Nicolis volviera a entrar en las lu- cchas de las politicas interimperiales, En 1848, cuando estallé en el cons tinente otro brote de sublevacién politica. Nicolis se presté a actuar como el «gendarme de Europa. Intervino en auxilio de los austriacos en los Baleanes y en Hungria, donde doscientos mil soldados rusos ayudaron a reforzar el control de los Habsburgo en estas regione, ‘A partir de 1848 quedaron restaurados en Europa los regimenes imperiales, pero Nicolis seguia temiendo que se procujera un nuevo @moraedumx SORERANIA E IMPERIO 45 contagio revolucionario. En los tumultos habjan participado estudian= tes y exiliados rusos. entre los cuales destaeé Bakunin, el cuyo Iema superradical det asin por la destruc: pasi6n creativan. En Paris, junto con otros miembros de Ia aristocra- jt usa, habia lanzado una proclima proponicndo la ereacién de una alianza de polacos y rusos contra el «despotismor ruso. Al final, Bakunin fue entregado a las autoridades zaristas por los austriacoss el eGlebre anarquista permanceié en las edireeles rusas hasta Ia muerte de Nicol: La represi6n de Tas ideas consideradas peligrosas fue una constante de los tiltimos aiios del reinado de Nicolis. El plan de estudios de las universidades asignaturas como derecho constitucional y filoso ictu6 con mano de hi ro. En una demostraci6n impactante y traumiitica del poder que tent sus sbditos, los intezrantes de un grupo de estudio liter rio progresista, entre los que figuraba Fedor Dostoyevski, fueron con- denados a muerte, pero su pena fue conmutada por otra de destierro sélo cinco minutos antes de que tuviera lugar la ejecucién. I bloqueo de contactos con Occidente fue una estrategia defensiva utilizada una Y otra Vez por las autoridades zaristas y, mis tarde, por las sovieticas, (que sirvié principalmente para empobrecer los recursos —politicos y materiales— del pai LA GUERRA IMPERIAL DE CRIMEA Nicos, que hubfa puesto tanto empefio en fortalecer el imperio uso, no supo después jugar bien su baza en el extranjero y meti6 a su pais en una guerra que, sorprendentemente, no podia ganar, La chispa salté por los conflictos entre los imperios cristianos por ejercer mayor influencia en territorio otomano. El emperador de Francia, Napoledn TIL, en un intento de ganarse el apoyo eatélico, prociamé su derecho a cus- todiar Ia iglesia de Belén y otros lugares sagrados de Palestina: por su parte, Nicolis se consideraba el singel guardidn de todos los cristianos del sultanato. Lo que provocaba esta rivalidad imperial del siglo x1x no tenia nada de nuevo: el control de los estrechos del Bésforo y de Dardanelos y el aceeso al Mediterrinco desde el mar Negro y viceversa. Nicokis espe~ raba que la Europa de los congresos confirmara sus derechos especia- les al respecto y que los emperadores a los que habia salvado el pellejo 458 LOS IMPEKIOS A LO LAKGO DE LA HISTORIA FiguRa 11.1, Retralo del sultin Abdulmeeid I (izquienda) y del zar Nicos | de Rusia {Getecha), lustraciones publieadas en el senuunarie Mlustrated London News, 23 (de agosto de 1853); 92-93, Falles Library, New York University, tras los brotes revolucionarios de 1848 apoyaran sus pretensions, pero lo cierto es que Gran Bretafa, Francia y Austria se pusieron de parte del sultanato de los tureos, Con ef imperio otomano, cuyo apodo era «el enfermo de Europa», amenazado desde el interior y el exterior, entré en juego una regis bisica del juego de la competicién interimpe- rial, Los imperios debilitados resultaban utiles para poner freno a rivae les potentes, especialmente a Ios rusos con su proximidad territorial a Jas conexiones més importantes que unian continentes y mares. En 1853, después de que los otomanos se negaran a reconocer a Nicolis como el verdadero protector de los cristianos ortodoxos orien- tales del imperio, el zar envié sus tropas a los prineipados de tos Bal- canes. Los otomanos declararon la guerra a Rusia. Al principio las. cosas fueron bien para el zar, cuyas fucrzas navales hundicron pricti- camente toda la fl batalla de Sinope, en aguas del mar Negro. Esta victoria en respuesta a un acto bélico fue publicitada en Gran Bretana y Francia como «la matanza de Sinope». La imaginacién imperial de la opiniGn pablica briténica se mostré may comprensiva con el enfermo que con el gendarme, a pesar de que el primero era musulmin y el segundo cristiano. Con su propio contingente de solda- dos. el imperio brit4énico entré en la guerra contra los rusos en 1854, 10 mismo que el imperio francés, Dmoraedu.mx SOBERANIA E IMPERIO 459 El escenario de los combates lo determinaron las inseguridades territoriales de unos imperios y el poderio naval de otros. Los austria cos, que comprendicron tos peligros que su participacién en la guerra podia comportar para las regiones del sur de su imperio, no qui unirse a ka coalicién contra Rusia. Los prusianos y los suecos, cuyos, territorios lindaban también con los rusos, opl:ron por Ia neutraliciad ‘Tras unas escaramuzas en el Baltico. britinicos y franceses decidieron embarvar a sus tropas y enviarlas a través de los estrechos de ka dis- cordia hasta la peninsula de Crimea y las fortificaciones rusas que la delendian, Lo que estaba en juego en Crimea era el control de las rutas co- merciales maritimas y terrestres, la primacia como civilizacién y el privilegio de intervenir en Ia economia de los otomanos, La velocidad de diyparo dc los fusiles y las innovaciones de Ia artilleria hicieron que Jos combates fueran particularmente cruentos; por otro lado, tener que librar batallas en territorios sumamente alejados durante tres aiiox supuso un esfuerzo sobrehumano para los dos bandos. EI conservadu- colds en la construccién de redes lerroviarias se revels un ‘gran error: las provisiones y los pertrechos de los rusos tenfan que ser rente. Los britsinicos y lox id teenolégica y logistiea. no podian mantener el suministro de agua que requerian sus ejércitos. Aproxi- madamente dos tercivs de los soldados que perecieron en el contlicio muricron por alguna enfermedad, La guerra fascinaba y conmocionaba a la opi otro bando, que kt seguia a través de la floreciente prensa escrita, Los britinicos pensaban que iban a ganar riipidamente una guerra contra Jos rusos, a Ios que consideraban unos retrézrados; pero se equiv ron, Los rusos se jactaban de ta fortaleza de sus soldados, que habian conseguido derrotar al ejéreito napolednico; pero la entrega y la lealtad de sus hombres no bastaron ante ta superioridad de las armas bri cas, Leén Tolstoi. que participé como oficial. escribid sobre los horro- res y los terribles sufrimientos de la guerra; fue en Crimea donde volvié pacitista, En los periédicos britinicos el verdadero héroe seri una enfermera, Florence Nightingale. Los hospitales de campaiia que organiz6 para los soldados heridos fueron el modelo que més tarde Ja creacién de Ia Cruz Roja Intemacional. La camicerfa de Crimea dio lugar a una nueva perspectiva de la regulacién interimperial y sus usos. Cuando finalizé el conflicto béli- £0, los diplomiticos rusos fueron los primeros: en abogar por la erea- wr de su capaci (én pabliea de uno y 460 LOS IMPERIOS A LO LARGO DE 1X HISTORIA cidn de un cédigo de guerra y por el trato humanitario de los comba- tientes enemigos. La declaracién de San Petersburgo de 1868 exhortaba alos estados a la no utilizacién de armas que caustran espantosas he~ ridas, La I Convencién de Ginebra sobre el trato que debia dispensarse a los heridos fue firmadsi en 1864, tras otro sungriento choque entre imperios. la batalla de Solferino, que enfrenté a tropas francesas y aus- triacas en el norte de Italia, El derecho internacional empez6 1 apare- cer timidamente por aquel entonces como especialidad profesional, Las rivalidades entre imperios estaban creando kus condiciones nece- as no solo para iniciar guerras, sino también para limitarlas y dete- nerlas en lugares que los imperios pudicran considerar una amenuzt importante para su desarrollo y prosperidad, Sélo la muerte del zar en 1855 consiguié poner fin a kx guerra de Crimea, Ante la posibilidad de que Austria devidicra al final intervenir en el conilicto. el hijo de Nicol. Alejandro Hl, manifest6 su disposi- cidn a llegar a un acuerdo con otras condiciones para resolver el pro- blema con los otomanos. El Tratado de Paris, firmado en 1856, fue fruto de Ia primera convencién general celebrada por las potenciis im- periales de Europa después de 1815. Participaron representantes de Gran Bretafia, Francia, Rusia, Austria, Cerdefia (que habia entrado en guerra en el titimo momento), cl imperio otomano y. en algunas sesio- nes, Prusia, El resultado fue un duro revés para los rusos, y una demos- tracién del orgullo y el poderio de los paises de Europa occidental. El mar Negro fue desmilitarizido. pero se abrié a todas las naves mercan- tes, lo que supuso una rotunda victoria para los imperios del libre co- mercio, Los rusos se vieron privados de su papel especial como protee- tores de los cristianos otomanos; en su lugar, Ins potencias europeas asumirian conjuntamente la responsabilidad en este sentido. asi como Jade mantener Ia desembocadura del Danubio abierta a la navegacién. Rusia perdi6 territorios que habia ganado anteriormente aquel mismo iglo, Besarabia, varias istas del Biltico y diversos fuertes situados en a costa del mar Negro dejaron de estar bajo su esfera de influencia. La n de Paris ordené la proteceién de tas actividades comercia- les incluso en tiempos de guerra. Aunque los acuerdos de Paris fueron tomados con el objetivo de poner reno a Rusia, cuyas ambiciones cn el Mediterrineo oriental se vefan como una seria amenaza, el tratado sents las bases para que Francia, Gran Bretafia y Austria puclieran tener cada vez m: cia en tertitorio otomano a través de politicus de «libre comercion y la Dmora.edu.mx SOBERANIA E IMPERIO 461 sos y otomanos, Ia guerra de Crimea supuso la exacerbacién de otro litigio, ta lucha por el control de Tas poblaciones de las esteras de in- fluencia en disputa, Dos tercios de los tértaros musulmanes de Crimea abandonaron Rusia al final de la guerra para dirigirse al imperio oto- mano. Como los que emigraban buseaban amparo o una vida mejor en el imperio al que habian decidido trasladarse, rusos y olomanos opta- ron por reasentar a los recién legados y desplazar a otros, Este proceso se intensified, dando lugar a una serie de alteraciones en las fronteras de los Balcanes y de las regiones del mar Negro. Aunque algunos gru- pos salieron ganando, pues cada imperio trataba de conserv: -mentair Sus recursos humanos, est dinsimica de reasentamientos y vio~ lencia fue en sumento hasta bien entrado el siglo Los AIUSTES DEL IMPERIU OFOMANO. Los otomanos compurtian con sus rivales, los rusos, un problema de imagen en Oceidente. gHabfa que sanar al enfermo de Europa, despedazarlo para que un Organismo europeo mis robusto lo engulle- sntras los dos imperios situados junto al extremo en liza de Eu- ropa se esforzaban por igualar el poderio de los ejércitos y las flotas —y por combatir mejor en los campos de batalla en los que se enfrentaban—, y mientras cran relegados a los mirgenes de kat diplomacia entre imperios, ambos tenfan que alrontar también la pode- rosa ret6riea del progreso y Ia civilizacién. Ello llev6 a las elites des- ncluidos os su era el lugar que ocupaban en el mundo y qué podian hacer al respect Desde los tiempos gloriosos de Solimin el Magnilico. el imperio ‘otomano habia logrado sobrevivir a rebeliones locales, a golpes de Es- tado de los jenizaros y a la pérdida de territorios (Capitulo 5). Las ¢ impuestos. delegar Ia ad a individuos notables del lugar y dejar que las distintas co munidades religiosas resolvieran diversas cuestiones legales. habian Tuncionado mejor o peor durante siglos. En el siglo xviti, los otoma- ros, lo mismo que sus enemigos rusos. quisieron introducir la tecnolo- gia militar europea. Selim IIL, sultdn de 1789 a 1807, abrig escuelas militares e, inspirindose cn Francia, se propuso reformar las armas y las ticticas de su ejército, El imperio otomano contrajo euantiosas deti- das para financiar sus: guerras contra Rusia, de las que en su mayori salié derrotado, 462 LOS IMPERIOS A LO LARGO DE LA HISTORIA, Como en épocas anteriores. cl cuerpo de jenizaros fue un elemento perturbador, Aunque eran reclutados a la fuerza lejos del centro del imperio para garantizar su independencia de las fuerzas sociales e tentes en dicho centro (Capitulo 5), los jenizaros eran capaces de poner cn peligro la dominacién otomansi al menos de dos manerus distintas. En las regiones mis apartadas, su violencia y su corrupeién podian deseneadenar sublevaciones, como ocurrid con los serb la capital, podian conspirar contra un sultin cuya politiea supusicra tuna amenaza para sus intereses corporativos. En 1807, después de po- ner en marcha sus revolucionarias reforms, Selim III fue depuesto por los jentzaros, muriendo asesinado en 1808, Poco después del asesinato de Selim I, tras el breve reinado de Mustafa LV, ocup6 el trono Mahmud II (1808-1839), Con el pretexto de que habia quedado demostrada In debilidad del ejéreito del sulin, Mahmud se atrevi6 a abolir la institucién de los jenizaros en 1826 y 2 ‘cmprender otra serie de reformas militares, El nuevo ejercito se basaria cen el reclutamiento por parte del gobierno central de hombres del cam- po. a las drdenes de unos oficiales cuya preparacidn seguiria los mode- los europeos. Pasé de contar con veinticuateo mil hombres en 1837, a disponer de ciento veinte mil en Ii déeadkt de 1880. La humillacién piiblica y la ejecucidn de jenfzaros Tue uno de los elementos de aque! Gristico de la organizacién militar; las unidades movilizadas por individuos locales influyentes fueron sustituidas por los regimien- los de un ejército controlado de manera mis direeta por un alto mando centralizado, iS que tuvieron que alrontar los otomanos venian terior (los méltiples ataques de los rusos, las ambiciosas campa- as y ocupaciones de Nupolesn y las subsiguientes rivalidades de los imperios cuando éste fue derrotado). En el siglo elites de algu- nas regiones del imperio vislumbraron Ia posibilidad de liberarse del yugo olomano con ayuda extranjera. Tras décadas de contTictos conti- huos, Serbia se convirtié ch un principado con plena autonomia en 1830, el mismo allo que las potencias europeas declaraban la indepen- deneia de Grecia. Pero lo mis grave para el sultan era que. en el estilo imperial mis clisivo, sus subordinados pudieran aspirar a apropiarse de territorios otomanos. Durante el periodo de caos posterior a la funesta camp: de Napoledn en Egipto, el sultin habia delegado en Mehemet Al ‘militar impresionante de origen albangs, Ia restauracién de la autoridad olomana, Tras su nombramiento como gobernador en 1805. Mehemet Dmoraedum SOWERANEA F IMPERIO 463 Alf reformé el ejéreito y renové la flota de Egipto, ayudé a sofocar Ia sublevacién de Grecia, extendié el poder otomano hasta Sud década de 1830. invadié Siria, Movido por su gran ambiciGn, amenaz6 ‘con ocupar Estumbul. Los rusos, y posteriormente otros imperios cu- ropeos, obligaron al sultin a egar a un compromiso, en virtud del etal Ia familia de Mehemet Alf adquirié el derecho hereditario de goberna Egipto, lo que supuso un duro varapalo para lox otomanos y sts prin= cipios patrimoniales. fc grave revés impulsé a los lideres otomanos a reforzar su poder central, en detrimento de los notables de lax provineias y de otros in- termediarios, La burocracia vio aumentar sus responsabilidades all te- ner que ejercer un control mis directo de la poblacién: lox ministros asumieron funciones hasta entonces reservadas a las autoridades reli- La presencia del Estado en ta sociedad se hizo cada vez mis invasiva; los funcionarios y oficiales espiaban a nativos y extranjeros como haefan los organismos policiales de los paises de Europa occi- dental. El ntimero de estos servidores piiblicos pasé dle unos dos mil a finales del siglo xt a treinta y cinco mil en 1908, Una burocracia y un ejército mejorados exigian unos modelos de prepatacisn superiores. El aprendizaje administrative pasé de las res dencius de los grandes visires y notables a instituciones de ensefianza, concebidas para crear un nuevo tipo de funcionario que pudiera cone lar con mis efieacia a la poblacién con el poder central. Los funciona rios otomanos adquirfan conocimientos de lenguas extranjer ban y estudiaban en Europa para luego aplicar su experienci ‘conocimientos en los proyectos de su imperio, En Ia déeada de 183 Jos otomanos abrieron academias militares y escuelas de medicina en las que Ia ensenianza corria a cargo de profesores extranjeros, Como en otras ocasiones, el objetivo principal era mejorar la calidad del ejército (y la preparacidn de médicos para ese ejército en el eso de lus escue~ as de medicina), pero estas iniciativas estarfan estrechamente rel nadas con otros cambios mis generailes que iba a experimentar la so- edad olomana. El franeés se convirti6 en la lengua favorita de muchas instituciones superiores y de numerosos periddicos que empezaron a publicarse cn la décadu de 1830, Rompiendo con viejas normas de vestimenta coneebidas para evi- denciar el estatus de kis personas, los otomanos regularon el atuendo tendiendo a 1a uniformidad, al menos el de los varones, En 1829, un decreto ordené que todos los hombres, con la excepeiGn de tos cléri- gos, debian llevar el mismo tipo de gorro, El fez, Ilevado con un traje 464 LOS IMPERIOS A LO LARGO DE L.A HISTORIA de estilo curopeo, se convirtis en una especie de uniforme de los fun- cionarios, Las mujeres de la elite otomana siguieron vistiendo sus pro- versiones de elegantes ropajes y no perdieron sus normas de con- ducta, evitando los contactos con individuos de clase inferior y dando lugar a prohibiciones esporidicas y poco efectivas. El impulso centralizador se ocultaba tras una serie de leyes y eédi« 9s, sancionades durante el periodo de reestructuracién que se cono- ee como la Tanzimat, la «Reorganizaciény (1839-1871). En 1839, el sulin Abdulmecid I (1839-1861) promulgé un edicto garantizando la seguridad de la vida, el honor y las propiedades de sus stibditos, declarando que éstos debian tributar cada uno segtin sus posibilidades y que todos eran iguales ante Ta ley, fuera cual fuese su religién, En la década de 1840 se promulgé un nuevo cédigo penal y otro mercantil, yen 1847 se crearon tribunales nuevos, basiidos en pricticas curopeas, En 1858, el Estado aprob6 una ley de tierras que estableciu que todos los varones tenfun derecho a la propiedad privada. La idea era que las ticrras, sus productos y sus duefios quedaran mais atados al Estado para climinar la figura del intermediario. Las reformas de la Tanzimat fueron emprendidas por sultanes muy activos y sus visires para poder estar 2 Ia altura de los retos que supo- nian los rusos y las potencias europeas. No tenia nada de excepcional que los lideres de un imperio que se sentfa amenazado adoptaran estrae tegias utilizadas por sus enemigos, Sin embargo, los otomanos tuvie~ ron que hacer frente a dos graves obsticulos para poder modemizar sus sistemas de control. En primer lugar. los imperios rivales tiraban de las areas del Estado ineluso con mayor voracidad que ellos, y en segundo lugar, algunos de sus enemigos ya estabun dentro del imper enemigos como misioneros, inmigrantes o individuos que practicaban el libre comercio, cuyos conceptos de soberunia ehocaban de manera impalpable con la proteccién dispensada tradicionalmente por los oto- manos a la diferencia y con sus tiltimas reformas centralizadoras. En lo concemiente a la economia, los otomanos se encontraron con un problema que ya habia tenido en China la dinastia Qing: britinicos y franceses cerraron el grifo, y dej6 de Muir el capital, El siglo xvun habia sido una época de prosperidad para los otomanos, pero antes de que comenzara el x1x el Estado ya habia recibido de los europeos nu- merosos préstamos que no era capaz de devolver. En 1838, los britini= os impusieron un acuerdo en virtud del cual se puso fin a los mono- Polios estatales y a los gravamenes sobre el comercio exterior, lo que supuso para el imperio olomano tina dristica rebaja de sux ingresos, dmora.edu.mx SOBERANEA IMPERIO 465 Con el tiempo, los britanicos y otras potencias extranjeras fucron con= virtiendo Is priictica otomana de ceder en su territorio jurisdieeién le- gal autoridades de otros paises (Capitulo 5) en ventajas comerciale tanto ellos como para sus clientes. En 1881. Gran Bretana y Francia crearon una administracién de la deuda publica sumamente interven cionista, Entre las armas utilizadas por los extranjeros habia diversos con- ceptos que podian poner seriamente en entredicho la soberania del sul- tin; conceptos como el liberalismo, la solidaridad étnica y cultural. el feminismo o cl avance del progreso. Al igual que kas russ, las clites otomanas edueadas en Europa o en instituciones europeas estaban im buidas de este extenso repertorio de ideas politicus, La de 1860 fue la década de una nueva generacién de intelectuales que se consideraban iembros de un movimiento transnacional que abogaba por los dere- chos humunos y un gobicmo representative; una generacién que se impacientaba por la lentitud del ritmo de los cambios y que exigia una reconfiguracién radical de la administracién otomana. Los «Nuevos Otomanos» (mis tarde Hamados los «J6venes Otomanos») eran suma- mente criticos con los burdcratas de Ia Tanzimat, pues consideraban que sus reformas del Estado resultabun insuficientes para estar a la ale tura de Occidente, Activos tanto en Estambul como en Europa, desde su periddico editado en Londres reclamaban una Constitueién y un Parlamento, Como muchos funcionarios reformistas, eran purtidarios de la igualdud politica, garantizada por la ley. Entre 1869 y 1878, cl gobiemo otomano dio varios pasos mis en su proceso de reestructuracién, En 1869 se concedié formalmente la ciu= dudania a todos los sibditos del imperio, y en 1876 el sultin Abdul Hamid II (1876-1909) aprobé una Constitueién y, en virtud de sus dis posiciones, instauré un Parlamento. Aunque el primer Parlamento ape- nas duré dos ufos —cl sultan lo disolvi6, como era su derecho, al es tallar Ia guerra contra Rusia—, dejé su impronta en los posteriores movimientos politicos. Como institucién imperial, el Parlamento puso de manifiesto Ia creatividad absorbente de In politica otomana. Los delegados, incluso los de Is eran representantes de los consejos de administracién (rganos electives que habfan sido creados con anterioridad para la remodelacién de los gobierno pro- vinciales). El pleno de Is edmara, formada por setenta y sicte diputa- dos musulmanes, cuarenta y cuatro cristianos y cuatro judios, diseutia cuestiones como la lengua que debia utilizarse en la administracion, los impuestes y el sistema de cleccién de la mesa del Parlamento. Sus

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