Introduccion.- A la hora de responder a pensamientos y emociones las personas empleamos 3 reglas según la teoría de los marcos relacionales. En general un estímulo o situación A, da un comportamiento B que llevara a una consecuencias C. Las tres reglas son: - Cuando la persona que controla las consecuencias es externa: “si haces los deberes toda la semana el domingo iremos al cine”. El niño con el tiempo aprenderá que si quiere ir al cine tiene que hacer los deberes. Hay 2 aspectos la credibilidad de la madre y el niño tenga experiencia de ir al cine y le guste. En este tipo de regla la persona busca la aprobación del otro, depende del otro y no de uno mismo. Las consecuencias son incontrolables e impredecibles y pueden no llegar. Para eso hay que cambiar a consecuencia natural que seria. “que bien, como has hecho los deberes toda la semana, tenemos la tarde libre y podemos ir al cine” - Cuando las consecuencias se da de forma natural: “vas al baño antes de salir de casa y así no tendrás ganas durante el viaje”. Estable una coordinación entre sus reglas y el funcionamiento del mundo. Hay que evitar las metas a corto plazo que son placentera pero a la larga son negativas como: “no levantarse de la cama por pereza” que inhiben ver las consecuencias a largo plazo. Sino siempre buscar metas a largo plazo que beneficien en mayor grado “como un objetivo anual con una consecuencia agradable en vacaciones”. También hay que evitar el pensamiento mágico o supersticioso como: “si me pongo la misma polera y apruebo se puede aprender que la camiseta influye”. Hay que promover el valor del esfuerzo: Mira a Messi, qué bien juega y cuántos goles marca… ¿Sabes? Messi de pequeño era un niño normal como cualquier otro, pero decidió que quería jugar a fútbol, y se esforzó para conseguirlo. Y había días que no le apetecía jugar, o que estaba perezoso, era el cumpleaños de un amigo, o pensaba que nunca lo conseguiría por ser bajito, pero él seguía con determinación y seguía esforzándose para conseguir su sueño. Por eso me preocupa que hagas los deberes, para que consigas esforzarte como Messi y así tu también podrás conseguir tus sueños de mayor. Promover el valor de la ayuda a otros: Un señor que se llamaba Fleming era muy listo de tanto estudiar, y gracias a eso descubrió una medicina que salvó la vida de muchas personas, de niños pequeños, de padres y madres, de mayores… ¡Hasta de animales! ¿Te imaginas? Poder ayudar a tanta gente a curarse y poder salvar vidas? ¡Qué contentos estarían al ver que su enfermedad tenía medicinas para curarse! ¡Es genial porque ahora podemos tener un resfriado y curarnos en dos días! - Modifica las propiedades. Popeye “si comes espinacas, te pondrás fuerte y grande”. Se altera la propiedades de la espinaca, para muchos desagradable y dando un valor. Los 7 hábitos de la educación emocional infantil 1. Para empezar, usar comportamiento de tipo 1 “si haces esto, pasara lo otro” para empezar a reconocer las consecuencias de sus actos. 2. Pasar del tipo 1 al tipo 2: “lávate los dientes y te leo un cuento” a “lávate los dientes, ¡Mira que blancos han quedado!” se empieza a quitar que la persona funcione dependiendo de los otros a actuar a base de sus experiencias de sus entorno. 3. Promover curiosidad y flexibilidad. Fomentar diferentes maneras de atender una situación o problema. 4. Cultivar valores y relacionar lo que se hace con un significado personal. “comer saludable para crecer sano y estar en forma” 5. Señalar comportamientos indeseables responsabilizando al niño de poder cambiarlos, en bueno señalar las distintas consecuencias y evitando etiquetándolas. 6. Hacer espacio a pensamientos y emociones, sin etiquetarlos. ¿qué te pide esta emoción/pensamiento? ¿qué posibles consecuencias tendría obedecerle? ¿te ayudan en tu intención de ser (un amigo honesto, responsable, ayudar a otros…) o son una trampa? 7. Promover experiencias en que actuar a largo plazo sea más beneficioso.