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La Biblia también dice que debemos alentarnos los unos a los otros recordándonos que si
creemos en Cristo, nos reuniremos nuevamente en el cielo para estar siempre con Él[1]. Así
que supera la tristeza porque verás de nuevo a tus seres queridos, aunque algunos se
adelanten. Incluso Jesús se adelantó para prepararnos una morada en el cielo.
Sabemos que hay un tiempo para todo; un tiempo para nacer y otro para morir, incluso un
tiempo para abrazar y otro para dejar de abrazar[2]. Eso nos indica que debemos pedirle a
Dios que nos dé sabiduría para aprovechar al máximo nuestra vida. Hay personas que
visitan más a sus padres en el panteón que cuando están vivos. Eso no es sabio. Los
cristianos no celebramos el día de los muertos porque celebramos la vida, eso sí es
sabiduría, porque le damos valor a lo que realmente lo tiene. Cuando nacemos somos
huérfanos en potencia, al igual que cuando nos casamos somos viudos y viudas en potencia,
pues algún día, nuestros padres y nuestra pareja morirán. Por ello, luchemos por ser felices
en vida, luchemos por vivir en armonía con nuestra familia, luchemos por nuestro
matrimonio, por nuestra pareja. Bendigamos y disfrutemos de nuestra relaciones. Hay
tiempo para el primer beso, para la luna de miel, para procrear hijos y educarlos, así como
habrá tiempo para la despedida. Nosotros no somos de esta vida, somos de la vida eterna
que disfrutaremos junto al Señor y a nuestros seres queridos que lo reconocieron con
Salvador. Hay esperanza no solo en lo porvenir en el cielo sino también en la tierra, porque
Dios te prestó a una familia durante un tiempo, pero llegará el día de partir a Su presencia.
Cuando alguien muere, lloramos, pero esa persona está disfrutando de la compañía del
Redentor.
¿Qué sucede con el ser que muere? Sabemos que tenemos cuerpo[3] y espíritu que le da
vida[4]. Cuando morimos, enterramos el cuerpo, no a la persona[5], quien está en la
presencia del Señor. Además, quedan los recuerdos, aunque lo importante no son esos
recuerdos, sino que realmente te extrañen. Todos recuerdan a Hitler, pero nadie lo extraña,
porque ese sentimiento de un espacio vacío solamente se percibe cuando la conducta de la
persona ha motivado cariño. Vive construyendo recuerdos entrañables con tus seres
queridos, cólmalos de afecto para que realmente valga la pena vivir. Si no lo estás haciendo,
hay que hacer ajustes en la vida, en el matrimonio, en la relación de padres e hijos.
Tengamos en cuenta que vivimos y morimos una sola vez[6]. Los cristianos creemos en la
vida futura luego de morir, pero no en la reencarnación para otra vida en la tierra. En la
Biblia no hay reencarnación, ya que se habla de resurrección[7]. Por eso, debemos vivir
conscientes de que el tiempo para sembrar el bien es ahora, ya que no sabemos en qué
momento seremos llamados a la vida eterna.
También debemos tomar en cuenta que hay cuerpo celestial y cuerpo terrenal, y la gloria de
uno y de otro es diferente. Si quieres disfrutar de un cuerpo celestial, inmortal e
incorruptible, primero tienes que sembrar el cuerpo terrenal como semilla que renacerá en
la resurrección. Nuestro cuerpo resucitado no tendrá cicatrices, ya que el único cuerpo que
conserva las marcas de la muerte es el de nuestro Señor Jesús,[8] para que cada vez que nos
acerquemos a orar, recordemos que Él, como Redentor, ya pagó el precio por nuestra
resurrección.
Nuestro Padre te ama y quiere darte al Espíritu Santo, el Consolador, para que te reconforte
si has perdido a un ser querido. Que las huellas de ese dolor no te impidan apreciar tu vida
y darle el valor que Dios le ha dado con el sacrificio de Su Hijo. Agradece Su amor y
entrega, porque la vida eterna es una hermosa promesa que nos anima a continuar por el
camino que Él nos ha trazado. ¡Ánimo, La vida eterna es Jesucristo!
Versículos de Referencia:
[1] 1 Tesalonicenses 4:13-18 dice: Tampoco queremos, hermanos, que ignoréis acerca de
los que duermen, para que no os entristezcáis como los otros que no tienen esperanza.
Porque si creemos que Jesús murió y resucitó, así también traerá Dios con Jesús a los que
durmieron en él. Por lo cual os decimos esto en palabra del Señor: que nosotros que
vivimos, que habremos quedado hasta la venida del Señor, no precederemos a los que
durmieron. Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta
de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego nosotros
los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en
las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor. Por tanto,
alentaos los unos a los otros con estas palabras.
[2] Eclesiastés 3:1-8 explica: Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo
tiene su hora. Tiempo de nacer, y tiempo de morir; tiempo de plantar, y tiempo de arrancar
lo plantado; tiempo de matar, y tiempo de curar; tiempo de destruir, y tiempo de edificar;
tiempo de llorar, y tiempo de reír; tiempo de endechar, y tiempo de bailar; tiempo de
esparcir piedras, y tiempo de juntar piedras; tiempo de abrazar, y tiempo de abstenerse de
abrazar; tiempo de buscar, y tiempo de perder; tiempo de guardar, y tiempo de
desechar; tiempo de romper, y tiempo de coser; tiempo de callar, y tiempo de hablar;
tiempo de amar, y tiempo de aborrecer; tiempo de guerra, y tiempo de paz.
[3] 2 Pedro 1:13 explica: Pues tengo por justo, en tanto que estoy en este cuerpo, el
despertaros con amonestación.
[4] Santiago 2:26: Porque como el cuerpo sin espíritu está muerto, así también la fe sin
obras está muerta.
[5] Génesis 3:19 recuerda: Con el sudor de tu rostro comerás el pan hasta que vuelvas a la
tierra, porque de ella fuiste tomado; pues polvo eres, y al polvo volverás.
[6] Hebreos 9:27 dice: Y de la manera que está establecido para los hombres que mueran
una sola vez, y después de esto el juicio,
[7] 1 Corintios 15:35 comparte: Pero dirá alguno: ¿Cómo resucitarán los muertos? ¿Con
qué cuerpo vendrán?
[8] Juan 20:25 dice: Le dijeron, pues, los otros discípulos: Al Señor hemos visto. El les
dijo: Si no viere en sus manos la señal de los clavos, y metiere mi dedo en el lugar de los
clavos, y metiere mi mano en su costado, no creeré.
CATOLICOS
¿Qué sucede con nosotros cuando
morimos?
Por, Matt Slick
De acuerdo a la Biblia, dos cosas suceden cuando morimos. Vamos para estar con el Señor
o enfrentamos condenación. Tan simple como esto, o vamos al cielo, o vamos al infierno. Si
Ud. ha colocado su confianza en Jesús como su Salvador, entonces, todos sus pecados son
perdonados, y cuando muera, no tendrá que enfrentar el justo juicio de Dios, porque sus
pecados fueron quitados:
Efesios 2:8: "Porque por gracia habéis sido salvados por medio de la fe, y esto no
es° de vosotros, es el don de Dios".
Colosenses 2:14: "anulando el acta de los decretos que había contra nosotros, que
nos era contraria, quitándola de en medio y clavándola en la cruz".
El pecado es quebrantar la ley de Dios (1ª Juan 3:4: "Todo el que practica el pecado,
también practica la infracción de la ley, porque el pecado es infracción de la ley"). Nos
separa de Dios (Isaías 59:2: "Son vuestras transgresiones las que se interponen entre
vosotros y vuestro Dios; Son vuestros pecados los que os ocultan su rostro, e impiden que
os oiga"), y nos trae muerte (Romanos 6:23: "Porque la paga del pecado es muerte, pero la
dádiva de Dios es vida eterna en Jesús el Mesías, Señor nuestro"). Solo a través de Jesús
podemos ser perdonados, y sólo a través de Jesús podemos ir al cielo:
Hechos 4:12: "Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el
cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos".
Dentro del cristianismo existe un debate sobre la inmediatez del juicio y la morada final,
pero el cielo y el infierno son términos usados genéricamente para describir la morada de
Dios (el cielo) y la morada de los condenados (el infierno). Hablando bíblicamente, la
morada final de aquellos que han sido salvos al creer en el sacrificio de Cristo, terminarán
en la presencia de Dios en el cielo. Aquellos que no, terminarán en el infierno, alejados de
la presencia de Dios.
La Biblia claramente enseña que el hombre muere una sola vez, y después viene su juicio.
Por lo tanto, la reencarnación no es cierta y la Biblia contradice esta enseñanza. No existe
un retorno en cualquiera otra forma. Piense acerca de lo siguiente. El propósito de la
reencarnación es ayudar a las personas a que aprendan cosas en la medida en que siguen
con sus vidas para perfeccionar su karma hasta que alcancen el nirvana y se reúnan con el
divino ser. Pero hemos visto los resultados de este supuesto estado de la reencarnación en
países donde la extrema pobreza es permitida porque las personas piensan que aquellos que
se encuentra en esas condiciones se la merecen debido a sus fracasos en sus vidas pasadas.
Este sistema apoya así la pobreza y la discriminación. Aún más, la reencarnación enseña
que las personas vienen del divino ser, y esto significa que en su primera encarnación, cada
alma tenía un karma perfecto. Por lo tanto, si cada alma tenía un karma perfecto, ¿por qué
no volvieron inmediatamente al ser divino? Si ellos no pudieron volver al dios de ellos con
un karma perfecto, ¿qué les hace pensar que alguna vez volverán?
¿Qué hay acerca de la no existencia?
Algunas personas creen que cuando morimos, dejamos de existir. Bíblicamente, esto no es
cierto. De acuerdo a las Escrituras, continuamos nuestra existencia, aun después de la
muerte. Pero si dejamos de existir, nunca lo sabremos. Por lo tanto, lo único que podríamos
“saber” es si continuamos. ¿Valdría la pena tomarse el riesgo sobre la eternidad en el más
allá, esperando que Ud. no exista más? Es un riesgo muy grande que piensa tomar.
Lucas 16:19-31: "Había cierto hombre rico que se vestía de púrpura y lino fino
blanco, haciendo banquete cada día con esplendidez. 20 Había también cierto
mendigo llamado Lázaro, el cual, lleno de llagas, había sido echado junto a su
puerta. 21 Y ansiaba saciarse con lo que caía de la mesa del rico, y hasta los perros
venían a lamerle las llagas. 22 Sucedió entonces que murió el mendigo y fue llevado
por los ángeles al seno de Abraham. Y murió también el rico y fue sepultado. 23 Y
alzando sus ojos en el Hades, estando en tormentos, ve a Abraham desde lejos y a
Lázaro en su regazo. 24 Y dando voces, dijo: ¡Padre Abraham, ten misericordia de
mí! y envía a Lázaro para que moje la punta de su dedo en agua y refresque mi
lengua, porque estoy atormentado en esta llama. 25 Abraham respondió: Hijo,
recuerda que recibiste tus bienes en tu vida, y Lázaro asimismo los males, pero
ahora es consolado aquí, y tú atormentado. 26 Además de todo eso, entre nosotros y
vosotros ha sido puesta una gran sima, de tal modo que los que quieran cruzar de
aquí a vosotros, no puedan, ni de allá pasar a nosotros. 27 Dijo entonces: Padre, te
ruego pues lo envíes a la casa de mi padre, 28 porque tengo cinco hermanos; para
que les advierta, a fin de que no vengan ellos también a este lugar de tormento. 29
Pero Abraham dice: A Moisés y a los profetas tienen: ¡Óiganlos! 30 Pero él dijo: No,
padre Abraham, pero si alguno llegara a ellos de los muertos, se arrepentirían. 31
Pero le dijo: Si no oyen a Moisés y a los profetas, tampoco se persuadirán si alguno
se levanta de entre los muertos".
NOTA: Las citas bíblicas de enlace son tomadas de la RV60; las escritas en el artículo son
de la Biblia Textual (BTX), 3ª Edición.
Estudios Biblicos
“…Tampoco queremos, hermanos, que ignoréis acerca de los que duermen, para que no os
entristezcáis como los otros que no tienen esperanza…” 1 Tesalonicenses 4:13.
Este estudio biblico nace con el propósito de refutar las ideas que andan propagando la
muerte total del ser. Si usted cree sinceramente que después de morir estará inconsciente,
totalmente muerto, déjeme decirle que está equivocado.
La Biblia enseña otra cosa, y es precisamente a esa otra cosa a donde le quiero llevar.
Algunas sectas, como los testigos de Jehová, por ejemplo, afirman categóricamente la
muerte total y entera del individuo, y para ello se basan en algunos pasajes de la Biblia los
cuales vamos a explicar.
Cualquiera pudiera decir aquí que Pablo sólo quiere morir para ir más rápido a esperar la
resurrección, pues para muchos la muerte es un lugar de espera inconsciente; pero el
apóstol no sugiere eso por ninguna parte. Es indiscutible el afán del apóstol para morir
porque sabía que estaría con Cristo.
Si nos percatamos, Pablo dice que morir sería mejor. Si fuera verdad lo que dicen algunas
sectas, de que al morir iremos a un lugar de descanso donde estaremos inconscientes a la
espera de ser resucitados, ¿eso sería mejor que vivir? ¿Sería eso mejor para Pablo que estar
vivo predicando el evangelio? Obviamente no.
Algo que no pueden obviar las sectas es la palabra usada por Pablo para referirse a su
partida. En el griego, hay varias palabras que se usan para partir, pero la que usa el apóstol
es muy significativa. Pablo no se está refiriendo simplemente a partir desde un sitio a otro;
el apóstol no sólo habla de trasladarse.
La palabra usada por Pablo es “analuo”, (ana = arriba, u otra vez; luo = soltar, liberar,
desatar.).Vine nos dice acerca de este término, que ” significa partir, en el sentido de partir
de la vida, metáfora sacada del hecho de largar las amarras en preparación para zarpar, o,
según algunos, de levantar un campamento, o de sacar el yugo de unos animales.”
En conclusión, esta palabra sugiere quitar las amarras de un sitio para instalarse con las
mismas en otro. Un comentario acerca de esto, es que la palabra describe el acto de quitar
las estacas de una tienda para colocarla en otro sitio. Además de que significa morir, sugiere
continuar en un lugar la misma actividad que se llevaba en otro sitio.
El apóstol habla de dos cosas: 1) quedarse en la tierra, y 2) “partir para estar con Cristo lo
cual es muchísimo mejor.”. Ya vimos que la palabra usada por el apóstol significa quitar
algo para ir a otro sitio, y tiene la particularidad de que es un término o bien náutico, o bien
militar. Significa primordialmente “irse rápido para acampar en otro sitio”.
Ahora bien, ¿no notas que el apóstol dice “partir para estar con Cristo”? Pablo no dice que
morirá, sino “partir”. El hecho de partir quiere decir estar en otro sitio. Y añade: “para estar
con Cristo”. Pablo obviamente no dice que partirá para estar dormido, ni que partirá para
descansar inconscientemente hasta que se le resucite. Pablo dice que partirá para estar con
Cristo, “lo cual es muchísimo mejor”.
Ahora bien, esta última parte del texto habla mucho. Si Pablo estuviera diciendo aquí que
iría a dormir inconscientemente luego de su muerte, ¿sería eso muchísimo mejor que estar
aquí en la tierra salvando a las personas con el evangelio de Jesucristo y encargándose de la
labor de apóstol que tenía? Por supuesto que no! Pablo sabía que lo único por lo cuál él
dejaría su ministerio aquí en la tierra era por el estar con Cristo, porque eso era lo único
mejor para él!
Para comprender el valor de este pasaje, aquí está lo que dicen varias traducciones acerca
del mismo:
“Me siento presionado por dos posibilidades: deseo partir y estar con Cristo, que es
muchísimo mejor…” (Nueva Versión Internacional)
“Porque de ambas cosas estoy puesto en estrecho, teniendo deseo de partir y estar con
Cristo, lo cual es muchísimo mejor…” (Reina Valera 1960)
“Me es difícil decidirme por una de las dos cosas: por un lado, quisiera morir para ir a
estar con Cristo, pues eso sería mucho mejor para mí…” (Versión Dios habla hoy)
“En realidad, no sé qué es mejor, y me cuesta mucho trabajo elegir. Si sigo viviendo, puedo
serle útil a Dios aquí en la tierra; pero si muero, iré a reunirme con Jesucristo, lo cual
prefiero mil veces.” (La Biblia en lenguaje sencillo)
“pues de ambos lados me siento apremiado, teniendo el deseo de partir y estar con Cristo,
pues eso es mucho mejor…” (La Biblia de las Américas)
“Unas veces quisiera vivir, y otras veces no, pues mi verdadero anhelo es irme para estar
con Cristo, lo cual es mucho mejor que quedarme aquí…” (Versión Castillan)
“La palabras del original griego son bien enfáticas: “Sunexomai de ek ton duo, tin
episumian ekon eis to analusai kai sun Xristo einai pol-lo yap mal-lon kreisson.”
Literalmente: “Estoy apretado de dos partes, teniendo el deseo de ser soltado y estar con
Cristo, lo cual es muchísimo mejor
En medio de un pasaje que habla acerca del papel que Jesucristo desempeñó al ofrecerse
voluntariamente como un sacrificio por nuestros pecados, encontramos esta declaración: “Y
de la manera que está establecido para los hombres una sola vez, y después de esto el
juicio” (Hebreos 9:27). Ya que la muerte nos espera, saber qué sucede después de la
muerte, es algo que vale la pena conocer.
El profeta Daniel también confirma este hecho de que todos morirán e irán al
sepulcro. “Y muchos de los que duermen en el polvo de la tierra serán despertados,
unos para vida eterna, y otros para vergüenza y confusión perpetua” (Daniel12:2).
Se nos dice que la muerte es semejante a un sueño y que aquellos que mueren
simplemente están durmiendo en sus tumbas.
¿Qué es el Infierno?
Algunos temen a la creencia popular del infierno. Otros
se preguntan cómo un Dios amoroso podría torturar
a las personas eternamente por sus fechorías y mal
obrar. ¿Qué es el infierno en realidad?
Uno de los temores más comunes de los seres humanos es lo que va a ocurrir con ellos
después de la muerte. Muchas religiones enseñan el concepto generalizado de que después
de morir, las personas “malas” son enviadas a un lugar llamado infierno. Dentro del
cristianismo tradicional hay diferentes ideas acerca de lo que es el infierno y a lo que éste
se parece. Algunos piensan que el infierno es un lugar de “fuego y de tormento” en el que
los pecadores son quemados y torturados eternamente.
Dante Alighieri, el poeta italiano del siglo XIV, escribió La Divina Comedia, con la idea de
que los pecadores eran torturados de varias formas que representaban la justicia definitiva
por sus pecados. En épocas recientes, muchas iglesias cristianas han enseñado acerca de un
infierno menos duro—con frecuencia descrito como una separación eterna de Dios. El
entendimiento generalizado entre muchos cristianos tradicionales es que las personas malas
y los incrédulos van a vivir para siempre en un estado de tormento.
Tal vez le sorprenda saber que estas ideas de lo que ocurre después de la muerte no es lo
que la Biblia enseña. La Biblia no dice que los incrédulos son atormentados para siempre o
en un lugar aterrador de tortura o en un lugar oscuro en el que están separados de Dios.
Estas ideas contradicen directamente una de las afirmaciones más claras de la Biblia acerca
del resultado del pecado en la vida del hombre. Al final del capítulo que describe los
resultados del pecado en contraposición a los resultados de la justicia, el apóstol Pablo
escribió: “Porque la paga del pecado es muerte, más la dádiva de Dios es vida eterna en
Cristo Jesús Señor nuestro” (Romanos 6:23).
"HABÍA UNA VEZ UN HOMBRE MUY RICO, QUE VESTÍA ROPAS MUY LUJOSAS. HACÍA
FIESTAS TODOS LOS DÍAS, Y SERVÍA LAS COMIDAS MÁS CARAS. EN CAMBIO, JUNTO A LA
ENTRADA DE SU CASA HABÍA UN HOMBRE POBRE, LLAMADO LÁZARO, QUE TENÍA LA
PIEL LLENA DE LLAGAS. UNAS PERSONAS LO SENTABAN SIEMPRE ALLÍ, Y LOS PERROS
VENÍAN A LAMERLE LAS LLAGAS. ESTE POBRE HOMBRE TENÍA TANTA HAMBRE QUE
DESEABA COMER, POR LO MENOS, LAS SOBRAS QUE CAÍAN DE LA MESA DEL HOMBRE
RICO.
11. Todos los que continúan cumpliendo con los ritos de ley de
Moisés, (Diezmos, Primicias, Promesas, Séptimo Día, Guardar
el Sábado, Circuncisión y otros) niegan a Cristo el Hijo de Dios.
Y los que niegan a Cristo son los Anticristos como dice Juan
en.1ra. Juan 2:21 al 25. Por eso les escribo, porque sé que
ustedes conocen la verdad y saben que quien la conoce no
puede mentir. Entonces, ¿quién miente? Pues el que dice que
Jesús no es el Mesías. Ese es el Enemigo de Cristo, pues
rechaza tanto a Dios el Padre como a Jesús el Hijo.
Cualquiera que rechaza al Hijo, también rechaza al Padre. Y
si alguien acepta al Hijo, también acepta al Padre. Por eso,
no dejen de hacer ustedes lo que se les enseñó desde que se
hicieron cristianos. Si continúan haciéndolo, entonces vivirán
siempre unidos al Hijo y al Padre, pues Cristo nos ha
prometido la vida eterna. La biblia explica que los que no
cumplen estrictamente con los mandatos descritos en el
evangelio de Cristo no tienen a Dios Padre ni a Dios Hijo.
OTRO
¿CUANDO MORIMOS A DÓNDE VAMOS?
Gracia y Paz en Cristo Jesús para todos mis hermanos que seguimos la
poderosa palabra de Dios.
Muchas personas hoy en día le temen a la muerte, y lo hacen por la sencilla
razón, que estos saben que su alma podría estar, o simplemente será
condenada.
Y esto sucede porque ellos voluntariamente no han querido reconocer a Cristo
como su único Salvador, y esto sucede porque no han querido estudiar la
palabra de Dios, sino que simplemente, la han rechazado, aceptando ideas y
filosofías vanas, llevándolos así a una vida llena de tinieblas y perdición.
Cuando Dios pronuncio sentencia contra Adán, dijo: “Polvo eres y al polvo
volverás” (Génesis 3:19).
Antes de que Dios lo formara del polvo del suelo y le diera vida, Adán no
existía.
Cuando murió, retornó a ese estado.
Su castigo fue la muerte, no la transferencia a otro mundo.
Pero ¿qué puede decirse del relato de Génesis 35:18 sobre el trágico
fallecimiento de Raquel mientras daba a luz a su segundo hijo?
El texto dice: “Al ir saliendo el alma de ella (porque murió), lo llamó por nombre
Ben-oní; (hijo de mi tristeza) pero su padre lo llamó Benjamín”. Que significa
(hijo de mi mano derecha)
¿Implica este pasaje que Raquel tenía un ser interior que a su muerte la
abandonó? No.
Recordemos que el término alma también puede referirse a la vida
que posee la persona.
Así, en este caso, el “alma” de Raquel sencillamente denota su vida.
El Apóstol Pablo dijo que nuestra vida estaá “escondida en Cristo”, quien “se
sentó a la diestra de Dios” en las alturas.
El Apóstol Pedro dice que la tenemos reservada en el cielo para nosotros. Qué
hermosa armonía se ve en esto.
En el momento en que aceptamos a Cristo, la vida eterna es nuestra.
Jesuá s lo repitioá una y otra vez, “Aquel que cree en el Hijo, tiene la vida
Eterna” Juan 3:36.
Tambieá n es cierto que no podemos disponer de ella hasta un momento en el futuro.
¿Qué clase de cuerpo recibirán los muertos justos? Filipenses
3:21 Él tomará nuestro débil cuerpo mortal y lo transformará en un cuerpo
glorioso, igual al de él. Lo hará valiéndose del mismo poder con el que pondrá
todas las cosas bajo su dominio.
El apoá stol Juan dijo, “cuando EÉ l aparezca nos pareceremos a EÉ l”
(1ªJuan 3:2). Queridos amigos, ya somos hijos de Dios, pero él todavía no nos
ha mostrado lo que seremos cuando Cristo venga. Pero sí sabemos que seremos
como él, porque lo veremos tal como él es.
Juan dice de los muertos “que todos descansan de sus labores” (Apocalipsis
14:13).
¡A la muerte se le llama suenñ o 54 veces en la Biblia!
Evidentemente, hay una definida relacioá n entre la muerte y el suenñ o.
Cuando Jesuá s vino al hogar donde una pequenñ a joven habíáa muerto, EÉ l dijo: “No
lloréis, no está muerta, sino duerme” (Lucas 8:52).
La historia de Laá zaro en Juan 11 confirma lo mismo. Jesuá s dijo: “Lázaro duerme,
pero iré para que yo le despierte de su sueño.”
Sus discíápulos pensaron que EÉ l estaba hablando del suenñ o natural. “Entonces Jesús
les dijo claramente, Lázaro está muerto” (versículos 11-14).
Finalmente déjame decirte que mucha gente ha sido educada
creyendo que vamos inmediatamente al cielo cuando morimos (o al
infierno si hemos sido malos).
La verdad es, que ni los buenos van al cielo ni los malos van al infierno al morir, sino a
la tumba, donde dormirán hasta el día de la resurrección.
Iglesia, con una voz potente Jesuá s llamoá , “¡Lázaro, sal fuera!” y este sale
respondiendo al llamado del Salvador, Lázaro salió de la tumba todavía
envuelto en el sudario mortuorio.
Jesús no dijo: “Mira, Lázaro, has estado en el cielo cuatro días. Regresa
aquí y entra de nuevo en tu pobre y degradado cuerpo.”
Tampoco dijo: “Lázaro, sal de esas llamas del infierno. Voy a darte una
segunda oportunidad”.
Él simplemente dijo: “Lázaro, sal fuera”.
Laá zaro no teníáa nada que contar; tampoco ninguá n otro de los que Jesuá s resucitoá .
Asíá que cuando alguá n demente le diga a usted que fue al infierno y volvioá ,
Mire hermano, repreá ndalo y salga de allíá.
Porque este es un mentiroso hijo de satanaá s.
Los muertos nunca regresan de su tumba, sino hasta cuando Dios de la orden.
Déjame finalizar con estos dos versículos.
Juan 7:17 El que quiera hacer la voluntad de Dios, conocerá si la
doctrina es de Dios, o si yo hablo por mi propia cuenta.
2Juan 1:9 Cualquiera que se extravía, y no persevera en la doctrina de
Cristo, no tiene a Dios; el que persevera en la doctrina de Cristo, ése sí
tiene al Padre y al Hijo.
Iglesia, No existe la trinidad, ni el falso dios triuno, mucho menos un Solo
Jesus.
En el cielo esta Dios Padre y Su Hijo Jesucristo.
Dos seres celestiales, Uno mayor que el otro.
La palabra de Dios, nos anuncia constantemente: Mirad que nadie os
engañe.
El rapto
¿Qué es el “arrebatamiento”?
Aunque la expresión “arrebatamiento” no se utiliza ni una sola vez en la Biblia, es el
nombre que se ha dado a la ocasión en que Jesús descenderá del cielo a buscar a los que le
han amado por sobre todo en esta tierra, y han sido sus fieles discípulos.
“Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios,
descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego nosotros los que
vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes
para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor. Por tanto, alentaos los
unos a los otros con estas palabras.” 1 Tesalonicenses 4:16-18.
Los discípulos de Cristo que ya han muerto resucitarán primero, y los que aún viven en
Cristo se unirán a ellos. Todos juntos serán arrebatados en cuerpos incorruptibles para
encontrarse con Jesús en el aire.
“Porque se tocará la trompeta, y los muertos serán resucitados incorruptibles, y nosotros
seremos transformados. Porque es necesario que esto corruptible se vista de incorrupción, y
esto mortal se vista de inmortalidad.” 1 Corintios 15:52-53.
“Estos son los que siguen al Cordero por dondequiera que va… en sus bocas no fue hallada
mentira, pues son sin mancha delante del trono de Dios.” Apocalipsis 14, 4-5.
Estos son los que, por la gracia de Dios, han seguido las pisadas de Jesús. Han hecho lo que
es correcto y bueno, y se han convertido en aquello a lo cual estaban llamados a ser: luz y
sal en este mundo. (Mateo 5:13-16) Esto significa que ni injusticia, ni insatisfacción o
queja, ni ansiedad, ni desánimo, ni pereza, ni mundanidad o vanidad, etc., se ha encontrado
en ellos.
Todos juntos son llamados “la esposa de Cristo.” Han mantenido firme sin fluctuar lo que
es correcto, bueno y verdadero en cada circunstancia, así como su esposo lo hizo en sus
días en la tierra, de modo que son puros y dignos de ser “esposa.” “Gocémonos y
alegrémonos y démosle gloria; porque han legado las bodas del Cordero, y su esposa se ha
preparado. Y a ella se le ha concedido que se vista de lino fino, limpio y resplandeciente;
porque el lino fino es las acciones justas de los santos.” Apocalipsis 19:7-8.
Se han conformado con sólo tener un buen testimonio delante de los hombres, con victoria
sobre el visible, pecado exterior. Quizás fueron muy activos realizando buenas obras. Pero
no tuvieron victoria sobre el pecado interior. Los celos, la ira, el orgullo, etc., todo esto que
estaba sólo en el interior no había sido purificado. Jesús viene por una esposa que se ha
purificado a si misma – ¡una esposa que es pura en el interior!
“… a fin de presentársela a sí mismo, una iglesia gloriosa, que no tuviese mancha ni arruga
ni cosa semejante, sino que fuese santa y sin mancha.” Efesios 5:27.
Pero en Mateo 24 Jesús habla de diversas señales que podemos observar para saber cuándo
vendrá el Hijo del Hombre. Podemos ver que algunas de estas cosas suceden en este tiempo
que vivimos ahora, por lo que probablemente podemos esperar que no falte mucho tiempo.
El tiempo marcha inexorablemente hacia adelante, y mientras el mundo se hunda más
profundamente en la oscuridad, sabemos que la medianoche que Jesús habla en la parábola
de las diez vírgenes no está muy lejos. Debemos tomar la exhortación de Pablo en Efesios
5:16 en el corazón: “… aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos.”
Pero para los que andan en la luz, así como Él está en luz (1 Juan 1:7), no hay ninguna
razón para preocuparse, sino que solamente esperar aquel día con gozo y expectativa. Esta
es la meta de toda su existencia mientras están aquí en esta tierra: prepararse para cuando su
esposo venga a buscarlos. Viven por lo eterno.
“Y todo aquel que tiene esta esperanza en él, se purifica a sí mismo, así como él es puro.” 1
Juan 3:3. ¿Haces solamente lo que es correcto, bueno y verdadero, y te purificas a ti mismo,
y mantienes puro?
¿Haces todo esto actualmente? Entonces serás parte del arrebatamiento. Y si no lo estás
haciendo, ¡entonces puedes comenzar ahora! Aún vivimos en un tiempo en que la
asombrosa gracia de Dios es efectiva, y todavía estamos en condición de seguir a Jesús en
este camino donde nos negamos a nosotros mismos y vencemos el pecado. Esta vida oculta
nos da comunión con él, entonces el Esposo te reconocerá el día que descienda del cielo
para recoger a los que le pertenecen. (Filipenses 3:8-10)
Es más que un cuento de hadas. ¡Será una realidad inconcebible para aquellos que han
amado a su Esposo celestial tanto que han estado dispuestos a seguirlo en este camino que
lleva a la vida eterna!