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doi: 10.11144/Javeriana.mys19-39.qtce
140 / Mem.soc / Bogotá (Colombia), issn 0122-5197, 19 (39): 140-155 / julio-diciembre 2015
Introducción guerras y «miniguerras» contabilizan un total de
63 conflictos armados solo en los primeros cien
La paz y el posconflicto han sido una constante de años de existencia como Estado-nación5.
las múltiples formas de la violencia que ha carac- La constante interpretativa de la historiografía na-
terizado a Colombia desde antes de su creación cional sobre las causas de los conflictos armados
constitucional como República (los comuneros y la continuidad de estos centra su atención en las
de 1781, los conspiradores de 1795, los junteros grandes luchas entre los Gobiernos dominantes
de 1810, etc.). Sin embargo, cuando se apela a re- y las organizaciones sociopolíticas que preten-
glas y procedimientos inadecuados para negociar den apropiarse o controlar el poder del Estado
los conflictos violentos precedentes y pacificar sin considerar entre los factores causantes de la
o moderar sus orígenes socioeconómicos resul- inequidad la pobreza y las contradicciones como
ta inevitable que sus efectos tiendan a convertir- nación, las acciones monopólicas, gremiales, bu-
se en razones para promover y justificar guerras rocráticas y bélicas que han realizado las socieda-
futuras1. El manejo equívoco de la guerra de las des o corporaciones para apropiarse y preservar
«quinianzas» por parte del Gobierno federal des- su dominio sobre los enclaves económicos más
de Bogotá, como del Gobierno estatal de San- importantes que ha tenido el país para la explo-
tander desde el Socorro, y consigo la transición tación de materias primas como tabaco, quina,
unilateral al centralismo regenerador y el domi- café, banano, petróleo, carbón, oro, etc.
nio de los empresarios extranjeros de los baldíos Un ejemplo de análisis en el que priman las gene-
que se estudian en este artículo resultado de un ralizaciones históricas, los intereses socioeconó-
proyecto de investigación, permite identificar micos que dinamizan la economía nacional y la
preliminarmente algunas de las razones que lle- ausencia de actores sociopolíticos concretos cau-
varon a las asonadas, insurrecciones, revoluciones santes de la gestación de los conflictos armados
y guerras que se promovieron y contrarrestaron es el siguiente:
por la vía armada desde finales del siglo xix en el
territorio de Santander. El conflicto colombiano es el resultado de una amal-
gama de elementos propios de los países de la región,
Los conflictos bélicos regulares de Colombia han y de otros elementos cuya especificidad y carácter en-
estado asociados con el reclutamiento, confor- démico no tiene precedentes. Entre los primeros, cabe
mación, financiación e institucionalización de destacar la debilidad del Estado, el histórico conflicto
por la posesión de la tierra, la existencia de diferencias
ejércitos para la solución de las diferencias po- económicas abismales, o los problemas de creación de
líticas y la imposición de la perspectiva consti- una identidad nacional; entre los segundos, sobre todo
tucional del grupo socioeconómico vencedor. destaca la permanencia de guerrillas de orientación
comunista a principios del siglo xxi, y la existencia
Específicamente los conflictos armados del si-
de una poderosa industria del narcotráfico que se ha
glo xix fueron las guerras de los estados eman- introducido en todos los sectores del Estado y la so-
cipados (1812-1815)2, la liberación republicana ciedad, y que ha sabido establecer una alianza con los
(1819-1824)3, la guerra de los supremos (1839- diversos grupos armados6.
1841), las guerras contra las reformas libera-
les (1851, 1854, 1876-1877) y las guerras contra En la segunda mitad del siglo xix también se pro-
los regímenes conservadores (1860-1862, 1885, dujo violencia y conflicto fuera del sistema polí-
1895, 1899-1902)4 que desde la condición de tico bipartidista al enfrentarse organizaciones de
empresarios extranjeros entre sí, respaldados por
diferentes gremios, grupos sociales, gobiernos y
partidos políticos. Así mismo se llegó a apelar
1 Otomar Bartos y Paul Wehr, Using conflict theory (Cambridge:
University Press, 2002).
2 Luis Pérez, Historia bicentenaria de un día de revolución (Bucara-
manga: Universidad Industrial de Santander, 2007). 1996); Luis Pérez, Narrativas del último postconflicto (Bucara-
3 Luis Pérez, Historiar la muerte II. Representaciones sociopolíticas manga: unab, 2014).
sobre el buen morir por la patria entre los revolucionarios de Co- 5 Beatriz Eugenia Sánchez Mojica, «Antecedentes del Conflicto
lombia (Bucaramanga: Universidad Industrial de Santander, 2013). Colombiano», en El conflicto de Colombia (España: Ministerio de
4 Indalecio Liévano, Los grandes conflictos sociales y económi- Defensa, 2006), 14.
cos de nuestra historia (Bogotá: Imprenta Nacional de Colombia, 6 Sánchez Mójica, «Antecedentes del conflicto colombiano», 12-13.
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a la violencia contra el sistema al ser conforma- los dos mayores negociantes de la quina en Santander.
dos, financiados y empleados ejércitos privados El alemán, Geo von Lengerke, que había dominado
el comercio del tabaco en Santander en la década de
u organizaciones paramilitares para defender los 1850, comenzó a explotar la quina. En la década de
interés particulares, e incluso atacar a los repre- 1880 surgió un conflicto con su mayor competidor, la
sentantes del Estado y destruir los bienes de la compañía de Cortissoz, porque el Gobierno nacional le
había vendido la licencia a este para explotar un terri-
nación. Ejemplo de ello fue la lucha por el con- torio que ya le había cedido el Estado de Santander a
trol del monopolio quinero en el occidente de Lengerke. Pero en todo caso el negocio repentinamen-
Santander a través de una guerra de guerrillas te se vino abajo en 1884, cuando el mercado interna-
cional recibió mucha quina cultivada en gran escala en
para expulsar, secuestrar, robar o impedir al opo-
Asia. A la larga, Bucaramanga dependía del café10.
nente comercial cumplir con sus contratos de ex-
tracción y explotación.
Los conflictos quineros y las bonanzas
Al optarse por una mirada específica sobre dos ban-
regionales
dos políticos interesados en el control territorial
y militar de un mismo enclave económico se re-
El enfrentamiento por la posesión territorial de
nuncia a perspectivas historiográficas que a par-
baldíos y el control oligopólico de las extraccio-
tir de generalizaciones sobre las luchas armadas
nes agroindustriales de las mejores variedades de
pretenden explicar los conflictos de toda Colom-
quina exploradas y explotadas en los Andes de
bia como consecuencia de las pugnas entre los
Colombia11 estuvo directamente relacionado con
generalatos, el bipartidismo bélico, la insurrec-
sus cuatro grandes momentos de auge y extrac-
ción guerrillera o la ofensiva narcotraficante. Se
ción. El conflictivo hallazgo de variedades nativas
resumen esos supuestos en afirmaciones como:
de quinas comparables con las peruanas por los
«Si durante el siglo xix y la primera mitad del
miembros de la Expedición Botánica de la Nue-
xx, la violencia se produjo “dentro del sistema”,
va Granada conllevó a su estanco y monopolio
entre dos grupos que habían ejercido el gobier-
estatal por parte de los gobernantes virreinales,
no y compartían la adhesión al principio de la
llegando a estar encargados de la administración
democracia formal, en este periodo [1958-1974]
y usufructo de esa renta criollos privilegiados,
surge una “violencia contra el sistema”»7.
como el empresario Antonio Nariño12.
Las razones del fugaz conflicto armado propicia-
El auge de 1849 a 1852 se caracterizó por un pro-
do por la extracción monopólica de las quinas de
ceso sistemático de exploración y explotación de
Santander fue descrito y advertido por dos tes-
los bosques de Cundinamarca, específicamente
tigos históricos expertos en la economía política
los de las provincias que se extendían hacía el va-
y los conflictos gremiales de la época como fue-
lle del Río Magdalena, como eran las de Tequen-
ron Salvador Camacho Roldán8 y Carlos Mar-
dama y Fusagasuga desde La Mesa, acorde a las
tínez Silva9. Sin embargo, desde una perspectiva
técnicas y prácticas tradicionales de los campesi-
historiográfica contemporánea como la de Frank
nos extractores13. Esa bonanza neogranadina en
Safford resulta pertinente contextualizarlo así:
los mercados europeos y norteamericanos es ex-
En la década de 1880, Bucaramanga disfrutaba de un
plicada como una oportunidad especulativa ante
auge comercial con la quina. Por la gran cantidad de
dinero que dejaría el negocio, hubo una refriega entre
10 Frank Safford, «1. Pautas en la vida empresarial de Colombia en
el siglo XIX», en Visión y actuación del empresariado en Colom-
7 Sánchez Mójica, «Antecedentes del conflicto colombiano», 15; Her- bia, 1820 – 1950, ed. Carlos Dávila (Bogotá: Universidad de los
nando Gómez, «La violencia contemporánea en Colombia: Un punto Andes, 2011), 33.
de vista liberal», en Pasado y presente de la violencia en Colombia, 11 Nicolás Osorio, Estudio sobre el cultivo de las quinas (Bogotá: Im-
ed. Gonzalo Sánchez y Ricardo Peñaranda (Bogotá: Iepri y Cerec, prenta de Medardo Rivas, 1880).
1995), 376. 12 Antonio Nariño, «Antonio Nariño solicita permiso para extraer, de
8 Salvador Camacho Roldán, «Artículo en el Diario La Unión (Bogotá, los montes de Fusagasuga, 3.000 arrobas de quina para remitir-
9 de agosto de 1881)», en Escritos Varios (Bogotá: Editorial Incu- las a España», Archivo Nariño, T. 1, comp. Guillermo Hernández
nables, 1983). p. 665-674 de Alba (Santafé de Bogotá: Biblioteca de la Presidencia de la
9 Carlos Martínez Silva, «Revistas Políticas (31 de octubre de 1880)», República, 1990), documento 44.
en El Repertorio Colombiano, T. 1 (Bogotá: Imprenta Nacional, 1934). 13 Felipe Pérez, Geografía física y política de los Estados Unidos de
p. 337-338 Colombia, T. 2 (Bogotá: Imprenta de la Nación, 1863).
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procesar directamente las cortezas y raíces de sus mixtos regulada por Wilches desde su condición
propiedades, así como les resultaba más fácil, se- como presidente del Estado soberano. Esa ren-
guro y rentable especular y traficar con grandes ta le permitió armar un ejército estatal, defensor
volúmenes de sulfatos de alta calidad y concen- del régimen radical liberal, con el cual se preten-
tración de quininas y chinchonaminas22 extraídas dió contener la expansión regeneradora del parti-
de las mejores variedades de quinas. do nacionalista de Núñez y sus aliados federales.
De allí el interés de los empresarios nacionales y ex- En la medida que la demanda de la quina de mejor
tranjeros por obtener y preservar a toda costa los calidad fue mayor, la devastación y ampliación de
bosques de baldíos donde se hallaba la materia la frontera agrícola se extendió desde los bosques
prima para la nueva fuente de riqueza deman- de la cordillera de La Paz hacia los bosques más
da por el mercado internacional, mientras que los distantes y malsanos de la cuenca del río Opón,
gobernantes y la gente del común asumían que siendo las comunidades indígenas las primeras
esas selvas y sus suelos solo eran tierras malsanas, en reaccionar al actuar como «flecheros» y «sal-
improductivas y sin ninguna fuente de produc- vajes» ante el impacto que les generaba la pérdida
ción agroindustrial conocida. Son de destacar los de sus territorios de circulación y aprovisiona-
procesos de concesión, monopolio y apropiación miento vertical y estacional. Sin embargo, la res-
de baldíos nacionales y estatales a cambio de la puesta del Estado fue respaldar a los empresarios
construcción de caminos hasta el río Magdalena. autorizando su exterminio físico o, en su defecto,
Este fue el caso del camino al puerto de Santan- la concentración en colonias para que fuesen re-
der (Barrancabermeja) a través de la cuenca del ducidos a misiones de evangelización26.
río Sogamoso por parte de la compañía comercial El temor a los ataques de los indios permitió a los
de Geo Von Lengerke y el «comercio» de Buca- empresarios contar con un aliado externo para
ramanga23; el camino a través de la cuenca del río la protección de sus baldíos más distantes27, así
Carare por los empresarios asociados con el pre- como fue muy importante el papel que cumplie-
sidente federal Aquileo Parra y el «comercio» de ron las haciendas compradas o establecidas por
Vélez24; y el camino a los llanos del Casanare di- los empresarios constructores de los caminos
rectamente relacionado con los empresarios del que resultaron beneficiados con la abundancia de
departamento de García Rovira, particularmente quinas de alta calidad en los baldíos adjudicados
el presidente estatal Solón Wilches y sus socios a lado y lado de estos. Desde allí se organizaron,
comerciales del «círculo» de Concepción25. entrenaron y regularon las redes humanas de tra-
Estos últimos no solo monopolizaron la extracción bajadores y capataces armados que se abrían paso
de las quinas del occidente de la cordillera orien- hacía las nuevas fronteras agrícolas, en núcleos
tal y su exportación a través de la próspera ruta de concentración de mano de obra, insumos lo-
comercial que intercomunicaba el Zulia con Ma- gísticos, almacenamiento de cargas, regulación
racaibo, pues se aliaron con Lengerke y sus asocia- de tráfico y rentas estatales, así como en los re-
dos para controlar las extracciones, el comercio y la ferentes legales para defender la propiedad y
producción agroindustrial de sulfatos de las explo- monopolio de sus extracciones frente a las pre-
taciones en los bosques del centro de Santander tensiones de empresarios quineros foráneos que
al constituir una sociedad industrial de capitales pretendían incursionar en los bosques de su pro-
piedad apelando a sus propios títulos estatales o
federales de concesión y explotación de esos mis-
22 Sandoval y Echandía, «La historia de la quina», 185. mos baldíos. Así mismo, desde las aldeas y cam-
23 Clara Carreño y Cyntia Maldonado, «¿Espíritu visionario? Geo Von
Lengerke: Proyectos comerciales y de caminos en la segunda mi- pamentos de extracción fueron dadas las órdenes
tad del siglo xix», Anuario Colombiano de Historia Social y de la
Cultura, 36, n.° 2, (2009).
24 Aquileo Parra, Memorias 1825 a 1875 (Bogotá, Editorial Incuna-
bles, 1982). 26 Rafael Velásquez y Víctor Castillo, «Resistencia de la etnia Yare-
25 Clara Carreño, «Búsqueda de nuevas rutas comerciales. Solón Wil- guíes a las políticas de reducción y “civilización” en el siglo xix»,
ches y las redes de poder en García Rovira, segunda mitad del siglo Historia y Sociedad, n.° 12 (2006).
xix», Historia Crítica, n.° 46 (2012); Gustavo Otero Muñoz, Wilches y 27 Pedro Gómez Valderrama, La otra raya del tigre (Bogotá: Oveja
su época (Bucaramanga: Imprenta del Departamento, 1936). Negra, 1983).
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Acorde con el presidente de la asamblea legislativa, cualquiera otro respecto; y los productos de la explo-
esa insinuación «hija de elevados móviles» aso- tación de bosques y montes contenidos en aquellas,
formarán un fondo especial destinado a las empresas
ciados con el incremento en el progreso mate- materiales del Estado33.
rial del Estado demostraba que mientras algunos
distritos podrían beneficiarse con la libre compe- Apelando a la soberana propiedad de Santander so-
tencia y el progreso comercial que traería consi- bre sus baldíos desde la ley que creó el Estado y
go la construcción de los ferrocarriles de Cúcuta definió sus límites en 1857, el presidente Wil-
y Soto, en los demás distritos de Santander las ches, como representante del Gobierno estatal
gentes pobres solo podrían acceder a parte de de Santander y en cumplimiento de las faculta-
esa prosperidad si contaban con el proteccionis- des otorgadas por la Ley 29, decidió finalmente
mo extractor y las inversiones directas del Esta- contratar de manera directa con los empresarios
do para la explotación de las riquezas vírgenes y alemanes. Hasta entonces ellos habían sido sus
desconocidas entre la naturaleza. socios secretos en la extracción y exportación de
Una semana después de estudiada y discutida la pro- quinas desde las cuencas de los ríos Chicamocha
puesta de Lengerke el presidente de la Asamblea, y Suárez hasta el Sogamoso.
Paz, y el presidente del Estado, Wilches, aproba- Ello requería excluir y limitar de los territorios de
ron la Ley 29 Especial de Fomento de 1880, me- baldíos a los demás empresarios quineros, espe-
diante la cual el Gobierno de Santander quedaba cialmente su antiguo socio quinero Cortissoz,
autorizado para restituir a nombre del Estado las quien era respaldado por el presidente federal
hectáreas de baldíos nacionales existentes, es- Núñez al contar con la recomendación y el apo-
pecialmente aquellas «en que existan bosques y yo gremial de los comerciantes de la costa caribe y
montes que contengan sustancias, como quinas, el «comercio» de Bucaramanga. El 2 de septiem-
y cualesquiera otros productos vegetales de reco- bre de 1880, un mes después de la expedición de
nocido valor»31. la ley, Wilches selló su alianza con la Sociedad In-
De igual manera, al presidente de Santander se le dustrial de los empresarios alemanes a través de
autorizaba a que esos bosques y montes recupe- una sociedad mixta denominada «Compañía In-
rados fuesen «convenientemente explotados por dustrial de Santander», reclamaron su privilegio
administración o por contratos, o de cualquier de hallazgo y dominio de las quinas de primera
otro modo, a juicio de aquel funcionario que dé clase en los baldíos «estatales» de la Cordillera de
en el particular seguros e inmediatos rendimien- la Paz, y limitaron monopólicamente la extracción
tos para el Erario público»32. Si bien los más in- y acceso a las mejores quinas solo a los capataces
dicados para esa contratación eran los hábiles y peones enviados desde la hacienda Montebello.
empresarios alemanes que ya exportaban la quina Para advertir a todos los funcionarios públicos y a
y el añil a los mejores precios, en la ley se orde- los miembros de la guardia del Estado sobre su
nó prevenir los errores cometidos con las cesiones obligación de respaldar la labor extractora y co-
de baldíos hechas a esos mismos empresarios ale- mercial de la compañía de Lengerke, y la de sus
manes al actuar como contratistas constructores representantes en El Socorro, Piedecuesta y Za-
de caminos, para lo cual se dispuso que: patoca al ser los únicos autorizados para esa ta-
rea, Wilches ordenó publicar en la portada del
Art. 3º. Las tierras baldías que obtenga el Estado en
virtud de lo dispuesto en esta ley, no podrán ceder-
periódico de Santander el siguiente aviso:
se luego en propiedad a ningún particular que pueda
tener derecho a concesiones de hectáreas de tierras El Gobierno del Estado ha celebrado contrato con la
baldías por contratos celebrados con el Gobierno del casa comercial que representa el señor Geo von Len-
Estado sobre apertura de vías de comunicación o por gerke, uniéndose en sociedad industrial, para explotar
los terrenos baldíos y los que fueren de la propiedad
de dicho Gobierno y que están situados en los Depar-
25 enero, 1881, 244. tamentos de Guanentá y Socorro; por consiguiente,
31 Estado Soberano de Santander, «Ley 29 especial de fomento (3 los funcionarios le darán protección a esta importante
de agosto de 1880)», Gaceta de Santander [Socorro] 5 agosto,
1880, 255.
32 Estado Soberano de Santander, «Ley 29 especial de fomento», 255. 33 Estado Soberano de Santander, «Ley 29 especial de fomento», 255.
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de quince días, y cinco mil pesos ($5.000) dentro de dirigida por Lengerke y sus socios. Incluso, se au-
cincuenta días contados desde la fecha de la celebra- torizó a Lengerke antes que a cualquier otro em-
ción de este contrato; suma de la cual dispondrá el
Gobierno en la capital del Estado, sin pagar otros in- presario a acaparar y monopolizar el total de las
tereses líquidos para la casa de Lengerke & Cía. que extracciones para «abrir negociaciones con los
el del tres por ciento anual por el término de un año. dueños particulares de bosques explotables para
6º.—Para todas las operaciones de la empresa se to-
mará por base la siguiente equivalencia en monedas:
ampliar las operaciones de la misma empresa»40.
Una libra esterlina equivale a $ 5 de ley. La principal molestia de los comerciantes de Buca-
Un franco, a 20 centavos. Un dollar americano (oro), ramanga, aliados al grupo empresarial represen-
a $1 de ley.
tado por Cortissoz y los comerciantes del Caribe,
Un marco alemán, a 24 centavos.
7º.—La casa Lengerke & Cía. es la parte contratante estaba asociada con las advertencias que el Go-
encargada de todos los trabajos de la empresa, y en bierno estatal había hecho al empresario quinero
consecuencia está obligada además del suministro de al recordarle su condición de extranjero que de-
fondos, a proveer de herramientas, tambos, depósitos,
medios de acarreo y demás elementos de explotación bía respetar al Gobierno como contraprestación
y exportación, teniendo derecho a que la empresa le de la hospitalidad recibida, acceder a la riqueza
abone todos los gastos hechos, apropiados a la misma de las quinas solo a través de la contratación di-
empresa, y a que se le pague el arrendamiento equi-
tativo por los locales que de su propiedad tiene en el
recta con el Estado, y, consigo, la advertencia a no
Estado y que se ocuparen para esta empresa; arrenda propiciar ningún tipo de conflicto con los nacio-
miento que se irá fijando previamente39. nales o extranjeros, especialmente a no impedir
con sus pleitos las rentas necesarias para cons-
Hasta entonces el desinterés del «Comercio de truir el ferrocarril de Soto. Valga señalar que el
Soto» por la quina había sido recurrente, Lenger- status migratorio de Cortissoz era el de un vene-
ke había trasladado sus actividades empresariales zolano con ascendencia judía y holandesa en Cu-
y comerciales a Piedecuesta al ser designada tem- razao, residente de Barranquilla.
poralmente entre el 20 de julio y el 6 de diciem- El secretario de hacienda Teófilo Forero, al enviar-
bre de 1880 como capital del departamento de le a Cortissoz copia de los documentos que re-
Soto (Ley 21 y Ley 94 de 1880) ante la descon- afirmaban la soberanía del Estado de Santander
fianza generalizada que se tenía con Bucaraman- sobre todos los baldíos de su jurisdicción (Ley
ga y sus sociedades democráticas desde 1879. Al 86 especial, Decreto y contrato con Lengerke &
ser lesionada la fuente de ingresos más impor- Compañía, Ley nacional de 19 de mayo de 1865
tante que tenían los empresarios quineros de Bu- y Ley nacional de 1857), le advertía que:
caramanga al intervenir, proteger y centralizar el
Estado desde El Socorro esa fuente de explota- Como el Poder Ejecutivo tiene conocimiento de que
usted emprende también la explotación de quinas, tie-
ción y riqueza exportadora, la reacción unánime
ne esta nota pues, entre varios objetos sustanciales, el
fue respaldar política y gremialmente los intere- de evitar colisiones y exclusiones que en manera alguna
ses y derechos del más prestante, querido y respe- puedan aparejar conflictos entre los particulares y el Go-
tado de los comerciantes y empresarios residentes bierno, ó cualesquiera otra responsabilidades que usted
pueda prever, mediante su buen juicio, claro discerni-
en Bucaramanga, el venezolano Manuel Cortis- miento, elevada posición y distinguida respetabilidad.
soz, al ser desconocidos sus títulos de dominio Se propone también el Gobierno ofrecer a usted la
federal sobre los baldíos circundantes a los que ya oportunidad para que si lo tiene a bien, entre a celebrar
con él alguna negociación análoga a lo que se ha con-
poseía la compañía comercial de Lengerke. Ae- feccionado con el señor Lengerke, lo cual sería para el
más, rechazaron la inherencia y abuso de poder ciudadano Presidente de positiva satisfacción41.
del presidente Wilches al anteponer sus intereses
personales como socio privado de los alemanes al
promover una sociedad extractora y proteccionis-
ta estatal que limitaba toda producción quinera
solo para beneficio del oligopolio de la compañía 40 Estado Soberano de Santander, «Contrato de explotación de
quinas», 311.
41 Estado Soberano de Santander, «Explotación de quinas notas
39 Estado Soberano de Santander, «Contrato de explotación de cruzadas (Socorro, 21 de septiembre de 1880)», Gaceta de San-
quinas», 311. tander [Socorro], 26 de octubre, 1880, 359.
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impedían ingresar o salir a abastecerse de víve- Increpado por el presidente del Estado sobre la ne-
res en los puntos de acceso a las zonas quine- cesidad de buscar soluciones a ese inminente
ras al establecer retenes armados de segregación conflicto en su jurisdicción, el jefe departamen-
empresarial. Otros crímenes eran: ser amenaza- tal de Guanentá, Federico Muñoz, convocó por
dos, expulsados y perseguidos de muerte al ocu- intermedio del Dr. Vicente Serrano a las partes
par y extraer las quinas de los bosques estatales en conflicto a la «Conferencia de Montebello»
que se hallaban libres siendo expropiados de las el 14 de octubre en el caserío de Chucurí, cerca-
cargas almacenadas y ocupados esos lugares por no a la hacienda de Lengerke. El bando buman-
partidas de trabajadores de la compañía rival; ser gués que apoya a los venezolanos sugirió un lugar
invadidos y ocupados los tambos donde se alma- más neutral, razón por la cual un día después se
cenaba la quina extraída especialmente por los llevó a cabo la «Conferencia del Boquerón del
peones de Lengerke, argumentando que se ha- Cerro de la Paz». Hasta allí llegó el general For-
bía extraído de baldíos «nacionales» a los que el tunato Bernal como representante de la compa-
Gobierno federal no reconocía aún la validez de ñía de Cortissoz, quien permanecía en el puerto
la adjudicación por el Gobierno estatal; y ser li- de Marta en espera de noticias. En representa-
mitados en el libre tránsito a través de los cami- ción de la Compañía Industrial de Santander
nos públicos al impedirse a trabajadores, arrieros se presentó el coronel Juan Nepomuceno Prada,
con abastos y recuas de mulas cargadas con quina inspector de la Sociedad Industrial del Estado
de la compañía de Lengerke poder movilizarse a y representante de los intereses de la compañía
través del camino entre Zapatoca y Barrancaber- de Lengerke, quien permanecía atento en su ha-
meja construido por ese mismo empresario. cienda de Montebello.
La última y más importante de las denuncias de los Considerando la «honorabilidad y alta posición so-
empleados de la Compañía Industrial, al ser la cial» que felizmente gozaban esos personajes y
causa de todos los excesos y crímenes cometidos, sus asociados, a Muñoz le interesaba que la ri-
fue la contratación y la financiación secreta del queza incalculable de los bosques quineros de
general Fortunato Bernal por los miembros de Guanentá permitiera «consolidar la paz, dar vida
la Sociedad Cortissoz & Cía. para «[…] levantar a los pueblos y engrandecer a este Estado eleván-
fuerzas sin permiso o autorización de ningún po- dolo a la altura a que él se merece». Sin embar-
der público, organizando un cuerpo, según es voz go, la resistencia del bando de Cortissoz a buscar
general, hasta de 300 hombres con armas de pre- salidas negociadas con el Gobierno estatal y con
cisión y algunos con uniforme militar»44. sus representantes de la Compañía Industrial le
Todo ello representaba la imposibilidad del Esta- llevó a considerar desfavorables los resultados de
do de Santander de obtener las ganancias espe- esa conferencia, y les recordó que «todos tienen
radas, al ser expropiada, retenida y perdida en libertad de explotar los bosques de la nación en
menos de un año tonelada y media de la quina provecho propio» recibiendo todo empresario la
extraída por los empresarios alemanes. Se de- protección y amparo del Gobierno estatal.
mostraba la incapacidad de los gobernantes es- Al siguiente día notificó a las partes haber corrobora-
tatales liberales de conformar una fuerza militar do los informes del corregidor de Chucurí y dicta-
para enfrentar a las compañías extractoras y sus do las medidas policivas necesarias sobre los excesos
fuerzas de asalto o custodia ilegales ante el te- que se cometían en los bosques considerados exclu-
mor de provocar una guerra con el Gobierno sivos de Santander, informes según los cuales
federal regenerador y las fuerzas militares de la
Unión, y consigo de los estados soberanos con- Algunos agentes del señor Manuel Cortissoz se han
apoderado en unos puntos y en otros, detenido poco
servadores que lo respaldaban. más o menos el número de dos mil arrobas de quinas
de propiedad de la Sociedad Industrial del Estado,
del señor Geo von Lengerke, del señor N. Muller y
44 Francisco Azuero, «Informe del Agente General de la Compañía del señor doctor Ignacio Gómez Durán: que impiden
Industrial de Santander (Zapatoca, 13 de octubre, 1880)», en el libre tránsito de víveres, y de las quinas que pasan
Exposición en el importante asunto de tierras baldías (Socorro: por el camino público que de «Montebello» conduce
Imprenta del Estado, 1880), 127. a Barranca-bermeja; y que se manifiestan que a pesar
45 Azuero, «Informe del Agente», 363. de noviembre de 1880)», Gaceta de Santander, [Socorro] 25 de
46 Solón Wilches, «Mensaje del presidente del Estado de Santander noviembre, 1880, 392-393.
a la Asamblea Legislativa, Extraordinaria, de 1880 (Socorro, 20 47 Paz, «Circular del Jefe», 459.
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compensación por el uso de los caminos públi- Al apelar a una instancia superior, el Senado de ple-
cos; este consistía en la cancelación de un dere- nipotenciarios de Colombia, influenciado por el
cho de peaje gravado en 10 pesos por cada carga Gobierno federal respaldado por el bloque eco-
de quina de 125 kilogramos por parte de los em- nómico caribeño al que pertenecían los socios de
presarios particulares que no contrataban con el Cortissoz y Díaz Granados, la decisión fue con-
Gobierno del Socorro (Ley 87 fiscal de 1880). traria a los intereses del Gobierno de Santan-
Así mismo, se dispuso que el presidente del Es- der al ser aprobada una resolución que declaraba
tado podía «declarar exentos del derecho de peaje nula la ley que creaba un peaje para el transpor-
a las quinas a los individuos o casas comerciales te de las quinas en Santander. Ante esa decisión
que exploten sociedad con el Gobierno del Esta- superior, y en aras de evitar una guerra civil entre
do» (Ley 105 fiscal de 1880), siendo Lengerke el el Estado y la Unión, el Gobierno de Wilches el
gran beneficiado de esa exención al no pagar los mismo 27 de abril expidió un decreto mediante
nuevos impuestos ni cambiarse los gravámenes el cual ordenó cesar el cobro del derecho de peaje
previamente contratados. –estatal– para las quinas, reafirmó los privilegios
Para cumplir con la Ley 87 de manera inmedia- de los peajes particulares y derogó los decretos
ta, evitando así «el desfalco que por un retar- ejecutivos que reglamentaban la Ley 87. En un
do pudiera sufrir el Erario del Estado» a través manifiesto público también denunció la reitera-
de los puntos y puertos con los estados limítro- tiva inherencia y limitaciones de las institucio-
fes, Federico Muñoz, como jefe departamental nes federales en la soberanía de los estados, que
de Guanentá, expidió el Decreto 67. Con este conllevaría a las insurrecciones y guerras civiles
se ordenaba al corregidor de Chucurí recaudar y posteriores (1885, 1895, 1899) engendradas en
hacer efectivo el nuevo impuesto «en los puntos Santander49, al expresar: «La resolución del Se-
del puerto de Santander, Tablazo y cualesquie- nado ha venido a limitar las legítimas y naturales
ra otros puntos de las márgenes de los ríos Soga- prerrogativas de Santander, haciéndolo de peor
moso y Magdalena, que pertenezcan al territorio condición que los demás Estados»50.
del Corregimiento de su mando»48. Si bien las relaciones sociales y políticas continua-
La respuesta defensiva de los socios de la compañía ron empeorando respecto a los tratos económi-
de Cortissoz fue solicitar la suspensión de la Ley cos y la acumulación de capitales quineros, todo
87 ante la Corte Suprema Federal al considerarla volvió a la calma. Un año después, y muerto Len-
una norma anticonstitucional. Dicha petición fue gerke, se reestableció el Banco Santander y Wil-
rechazada el 11 de enero de 1881 al no encontrar ches, con su círculo económico en el poder, volvió
los magistrados fundamentos para no imponer los a contratar y aliarse comercialmente con su ar-
Estados soberanos gravámenes a los productos chirrival Cortissoz para acaparar, extraer y ex-
de exportación trasladados a través de los cami- portar las quinas de los baldíos del Opón a través
nos públicos, específicamente las cortezas, sulfatos del puerto y los comerciantes de Barranquilla51.
o sales derivadas de la quina con el propósito de
refaccionar o construir otras vías de utilidad pú- Conclusión
blica. De tal manera, el Gobierno estatal podía es-
tablecer y cobrar un derecho de peaje adicional a Los procedimientos inadecuados de paz y poscon-
los cobros permitidos sobre las vías con privile- flicto, al no conflagrar las causas del conflicto
gios particulares, como era el caso de los caminos
y puentes administrados por Lengerke, y los dere-
49 Luis Pérez, «El General José Santos: Héroe y villano de la Rege-
chos de aduana por la exportación o importación neración», en Una familia Santos de Santander y Colombia, coord.
de las cargas a través de las bodegas que regulaban Armando Martínez (Bucaramanga: El libro total, 2013).
50 Solón Wilches, «Manifiesto del presidente de Santander a sus
el tráfico de los vapores en los puertos. conciudadanos (Socorro, 27 de abril de 1881)», Gaceta de Santan-
der [Socorro], 4 mayo, 1881, 525.
51 Alejandro Ramírez, «Los efectos de la extracción y explotación de
la corteza de quina en el departamento de Soto, Estado Soberano
48 Federico Muñoz, «Decreto 67 (San Gil, 29 de noviembre de 1880)», de Santander, 1876-1884» (Trabajo de grado en Historia, Univer-
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