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patrimonio, lo que en ningún caso minusvalora la pu- paso del tiempo. Todo lo contrario. Se trata de un arte
ramente sociocultural, siempre que se realice con cri- realizado con una técnica simple pero eficaz: agua,
terios de sostenibilidad y calidad. ocre y carbón aplicados sobre la roca; por tanto su fra-
La gestión de la cueva de Altamira y del nuevo gilidad es extrema, y su conservación a lo largo de
Museo de Altamira puede servir de ejemplo concreto milenios se debe a las condiciones favorables y parti-
de la incorporación de este nuevo tipo de gestión a un cularmente estables que se dan en el interior de una
destino de éxito, con soluciones no habituales como cueva.
la reproducción facsímil: la Neocueva. Desde comienzos del siglo XX, para el incipiente
turismo, que en aquellos años era minoritario, un pri-
vilegio para unos pocos, la entonces provincia de
ANTECEDENTES Santander era uno de los destinos favoritos, entre
otros factores porque era el lugar elegido por los
Para entender la dimensión del Proyecto para Al- reyes para su residencia de verano (el palacio de la
tamira hay que comenzar hablando del arte paleolí- Magdalena).
tico, de su razón de ser. El arte paleolítico, el arte Las postales de los años veinte y treinta, y las de
rupestre, es el primero de la humanidad, el más anti- los sesenta y setenta, ilustran el cambio en el turismo
guo. Hablamos de una antigüedad de hace más de y su aparición en España como fenómeno de masas.
35 000 años, según resultados de las últimas investi- De hecho, Santillana del Mar se convirtió en uno de
gaciones que se están llevando a cabo. los destinos más visitados a partir de los cincuenta.
Altamira, la primera cueva en que se descubrie- Los registros de visitas a Altamira muestran cómo a
ron estas manifestaciones artísticas,1 es una de las mediados de los setenta la cueva recibía más del
obras maestras del arte paleolítico, que se ha conver-
tido, después de haber sido conocidas en Europa unas
400 cuevas con arte rupestre, en un icono cultural, en
un hito en la historia del arte y en la prehistoria uni-
versal.
El arte rupestre, sobre todo la técnica de la pin-
tura, un arte tan antiguo, tan longevo, que ha perdu-
rado hasta nuestros días, podría parecer resistente al
1
Fue descubierta en 1879 por Marcelino Sanz de Sautuola, y
él fue el primero en atribuir el arte rupestre a la época paleolítica.
La polémica surgió de inmediato cuando las instancias científicas ta-
charon de fraude el hallazgo; su aceptación se produjo cuando Sanz
de Sautuola ya había fallecido, en 1902, tras descubrirse otras cue-
vas con arte rupestre en Francia. Fig. 2. El rey Alfonso XIII en una visita a la cueva.
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Fig. 3. Una postal de Altamira de los años setenta muestra el turismo masivo.
doble de visitantes que museos como el MAN o el marcha mecanismos tendentes a la preservación de la
MEAC.2 cueva de Altamira, priorizando la conservación frente
Esa explotación masiva para el turismo llevó a al turismo. En 1977, y tras la evaluación de una co-
grandes transformaciones tanto en el entorno como en misión investigadora, la cueva fue cerrada totalmente
el interior de la cueva, para acondicionarla, hacerla al público. Un año más tarde el Ministerio de Cultura
más cómoda para los visitantes.3 El número de perso- asumió la titularidad del bien,4 y en 1979 se creó me-
nas que diariamente accedían cambió radicalmente las diante orden ministerial el Museo Nacional de Alta-
dos premisas fundamentales para su conservación: mira como institución para la correcta gestión del
desaparecían las condiciones favorables (debido al monumento en todas sus facetas: investigación, con-
cambio en la humedad, la temperatura y la fauna mi- servación y difusión. Desde él se impulsaron, como
crobiológica en el interior de la caverna) y además se objetivo prioritario inicial, una serie de medidas im-
hacían fuertemente inestables (con grandes oscilacio- prescindibles para su preservación. Ese mismo año se
nes de humedad y temperatura en ciclo diario y en puso en marcha un estudio de conservación para de-
ciclo anual). El riesgo fue más que serio: las pinturas terminar la situación en la que se encontraba la cueva.
estuvieron en peligro de desaparición. A partir de estos análisis se plantearon los requisitos
Ante este riesgo, y en medio de una fuerte polé- que el régimen de visitas debía cumplir para, en todo
mica entre diferentes agentes sociales, se pusieron en caso, asegurar las mejores condiciones de conserva-
ción.
La solución planteada fue la determinación de un
2
valor crítico de temperatura que marcara el número
El récord lo ostenta el año 1973 con la entrada de 177 000
personas a la cueva.
3
Ya desde los años veinte se construyeron caminos y muros,
y se instaló una iluminación artificial muy agresiva con las pinturas,
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de manera que se alteró no solo la arquitectura cavernaria, sino tam- Mediante cesión de su pleno dominio por el Ayuntamiento
bién su química (al modificarse su microclima interior). de Santillana del Mar a este Ministerio en 1978.
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máximo de personas por tiempo y día según un mo- cierto que se produjo un freno en el desarrollo turís-
delo matemático. Así, en 1982 la cueva fue reabierta tico regional, hay que enmarcarlo en un momento de
con un patrón de visitas establecido en un máximo de crisis de la economía española por los problemas
8500 personas al año, con visitas de entre 20 y 30 per- de adaptación estructural de España a la Unión Euro-
sonas al día, siempre en grupos compuestos por un pea y particularmente de la cántabra por la pérdida de
máximo de 5 personas y una estancia en el techo de la rentabilidad de la ganadería tradicional y la difi-
polícromos de entre 5 y 7 minutos. cultad de adecuación de la industria a la liberaliza-
La eficacia de esta nueva gestión del régimen de ción económica.
visitas a la cueva permitió la recuperación de sus va- En todo caso, se reclamaba la citada alternativa,
lores, lo que favoreció su inclusión en la lista de Pa- y la construcción de la réplica de la cueva de Lascaux
trimonio Mundial en 1985. en Francia en 1983 avivó esta posibilidad. Siguiendo
Pero, si estas medidas fueron aceptadas de buen el modelo francés y con los antecedentes de las re-
grado por las instancias culturales y científicas del país producciones parciales del techo de las pinturas de
y, sobre todo, cumplieron con el objetivo prioritario Altamira para Múnich y el Museo Arqueológico Na-
de preservación de este bien patrimonial, la polémica cional, se presentaron varios proyectos. Algunos eran
surgió desde otras esferas sociales, fundamentalmente radicalmente inviables; otros, muy parciales (por
la de la industria turística. La conservación era en- tener un enfoque exclusivo para la explotación turís-
tendida como «necesaria», pero se reclamaba una al- tica), y en ningún caso se consideraron adecuados
ternativa ante lo que se consideró como la gran crisis para el monumento, por lo que no se planteó su eje-
del desarrollo turístico en la región.5 Y, si bien es cución.
5
Hay que decir que la conciencia de la necesidad de una ges-
tión sostenible sobre el patrimonio, tanto cultural como natural, ha dando en el XXI gracias al papel jugado por organismos como la
llegado al mundo del turismo a fines del siglo XX y se está consoli- UNESCO, la Organización Mundial del Turismo, etcétera.
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aplicación de nuevas tecnologías también ha contri- servicio cultural Museo de Altamira»8 y responde a
buido a la obtención de datos. Así, se ha realizado un preguntas básicas: qué queremos contar, a quién se lo
modelo digital de la cueva y se ha llegado al conoci- queremos contar y cómo lo queremos contar.
miento de la arquitectura original cavernaria antes El discurso busca la socialización del conoci-
de que sufriera las alteraciones naturales o artificia- miento actualizado a través del fomento de la activi-
les que la han convertido en la cueva que hoy cono- dad intelectual y el deseo de saber como fuente de
cemos. satisfacción, de la presentación y transmisión de los
Y, respecto a la divulgación del conocimiento, el datos más actuales sobre la prehistoria y los métodos
renovado museo nació con vocación comunicadora, de investigación de una manera amena y asequible
con la voluntad de convertirse en un centro para todos. para todos. Y con criterios de divulgación, es decir, de
A partir de un recurso cultural de primera magnitud, un modo comprensible para todos los visitantes, sin
Altamira, se plantea el conocimiento de la prehistoria
peninsular, del origen del hombre y el de un patrimo-
nio exclusivo del Homo sapiens: el arte. Esta vocación
del nuevo Museo de Altamira requiere unas líneas que 8
Utilizamos la terminología habitual de la mercadotecnia por
permitan perfilar uno de los principales objetivos es- la orientación de la actual museología, y también de las adminis-
traciones públicas, hacia una gestión de calidad que plantea sus ob-
tratégicos de la institución. El proceso de comunica- jetivos desde la perspectiva de sus clientes, en nuestro caso
ción estuvo en la base de la creación del «producto y visitantes y usuarios de museos.
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