You are on page 1of 13

ÁREAS PROTEGIDAS

Un área, término que procede del latín area, es un espacio o terreno que está
delimitado de alguna forma, ya sea física o simbólica. Protegido, por otra parte, es
aquello que cuenta con protección (amparo, resguardo).

Las áreas protegidas, en este marco, son


sectores especiales que se establecen con
el objetivo de cuidar su biodiversidad y sus
condiciones naturales. Estas áreas son
sometidas a un régimen legal particular
para asegurar su adecuada conservación.

Al establecer un área protegida, las


autoridades intentan minimizar el impacto
de la acción humana sobre el ambiente. Es posible que en un área protegida no
esté permitido construir, circular en automóvil o encender una fogata, por citar
algunas acciones que atentan contra la naturaleza.
Existen diferentes clases de áreas protegidas de acuerdo a la legislación de cada
país. Un paisaje protegido, por ejemplo, es un territorio natural que se conserva por
sus cualidades culturales y estéticas. En este caso particular, el ser humano puede
haber intervenido incluso de forma significativa en el ambiente; sin embargo, la
combinación resultante de su accionar y la respuesta de la naturaleza ha dado una
zona bien definida, con una belleza sin igual y un valor incalculable desde un punto
de vista cultural o ecológico.

Manejo efectivo y eficiente.

El manejo efectivo de las APs (Áreas Protegidas) dependerá, en gran medida, del
grado de conocimiento y complejidad de los ecosistemas que estas contienen. En
el caso de los trópicos, debido a la complejidad de sus ecosistemas, el administrador
se enfrenta con frecuencia a decisiones de manejo que no han sido previamente
probadas o que están sujetas a una considerable incertidumbre.

Agregan dificultad al manejo de un AP la complejidad de un sistema legal, los


valores culturales intrínsecos de una comunidad indígena, y los intereses y
desarrollo de actividades altamente productivas cercanas o dependientes de los
recursos de un AP. Podemos definir el manejo como el conjunto de acciones de
carácter político, legal, administrativo, de investigación, de planificación, de
protección, coordinación, promoción, interpretación y educación, entre otras, que
dan como resultado el mejor aprovechamiento y la permanencia de un AP, y el
cumplimiento de sus objetivos.
El manejo de un área protegida se mide a través de la ejecución de acciones
indispensables que conllevan el logro de los objetivos planteados para ella. La
efectividad del manejo es considerada como
el conjunto de acciones que, basándose en
las aptitudes, capacidades y competencias
particulares, permiten cumplir
satisfactoriamente la función para la cual fue
creada el área protegida.

El manejo es tratado de eficaz y eficiente en


diferentes casos. Así, UICN/PNUMA (1990) y De Faria (1993) hablan de una
evaluación de la “efectividad del manejo”; UICN/BID (1993) se refiere
indistintamente a “eficiencia o eficacia del manejo”; SEMARNAP (1996) menciona
la “toma de decisiones eficientes” y el “eficiente uso de recursos”; Godoy y Ugalde
(1992) hablan de “manejo efectivo”, “efectividad del manejo y “eficacia del manejo”;
Amador et.al (1992) se refieren a “efectividad del manejo”; Cayot et.al. (1998) trata
de “eficiencia del manejo”. El presente texto se referirá al manejo como efectivo y
eficiente.

Enfoque para evaluar el manejo.

Hasta el momento, y a pesar de las recomendaciones realizadas en los congresos


mundiales de parques nacionales, se ha avanzado muy poco en el desarrollo de
una metodología para evaluar la efectividad del manejo aplicable a cualquier
categoría de manejo (UICN/BID, 1993).

A partir de los conceptos de manejo, se llegan a identificar elementos importantes


que se traducen en indicadores. Los primeros ensayos de monitoreo del manejo se
han reflejado en una serie de preguntas relacionadas con las acciones que se deben
ejecutar en un AP para alcanzar sus objetivos de manejo (UICN/PNUMA, 1990).
Posteriormente, basándose en ensayos en APs de Centroamérica, se ha
presentado una serie de indicadores más específicos (legislación, objetivos de
manejo, límites, plan de manejo, apoyo local, personal disponible, infraestructura,
financiamiento, retroalimentación de información, amenazas e integridad del área),
calificados con una escala de cuatro niveles (0 a 3) (UICN/BID, 1993). Es importante
considerar que los indicadores para evaluar el manejo de las áreas protegidas
deberán ajustarse a los objetivos de manejo del área protegida, y al tipo de régimen
de manejo de éstas (municipal, comunal, estatal, privado, etc.).

A la fecha se han hecho varios intentos para evaluar y/o monitorear el manejo de
las áreas protegidas de Latinoamérica: Reporte de Calificaciones: criterios de
consolidación de Áreas Protegidas (Scorecards: consolidation criteria): este
mecanismo ha sido utilizado por The Nature Conservancy (TNC) para monitorear el
avance del manejo de áreas protegidas en algunos países de América Latina dentro
del Programa Parques en Peligro.

El procedimiento presenta una serie de 16 indicadores preestablecidos. Para cada


indicador existe un juego de 5 condiciones, las que son valoradas del 1 al 5, siendo
5 la condición óptima. Estos indicadores se agrupan en 4 grandes "estándares de
consolidación": a) Actividades para una protección mínima; b) Manejo a largo plazo;
c) Financiamiento a largo plazo; d) Circunscripción del área.

Metodología numérica para evaluar sistemas de áreas protegidas (Rivero y


Gabaldón, 1992): esta metodología ha sido aplicada al sistema de áreas naturales
de Venezuela para establecer la sensibilidad intrínseca de las áreas naturales e
identificar aquellas que requieren pronta atención.

Alcances de la Medición

El procedimiento presentado en este documento permite medir la efectividad del


manejo de áreas protegidas a tres niveles: áreas
protegidas individuales, sistemas (o subsistemas)
de áreas protegidas y la gestión de la
administración de áreas protegidas hacia sus
zonas de influencia.

Aplicado a una sola área, el procedimiento ha


demostrado ser una herramienta valiosa que permite no solo conocer el grado de
manejo general del área (entre insatisfactorio y muy satisfactorio), sino también
identificar aquellos ámbitos con atención o desarrollo desbalanceado y, dentro de
los ámbitos y con mayor detalle, los factores o componentes específicos del manejo
que requieren mayor atención. Esta condición permite a la administración del área
planear mejor su trabajo, buscar el apoyo necesario y, finalmente, lograr un manejo
balanceado y satisfactorio.

En el caso del Parque Nacional Galápagos (Amador et.al., 1998) la evaluación del
manejo permitió tener un diagnóstico preciso de la situación y, por tanto, consignar
en el nuevo plan de manejo las acciones y programas específicos tendientes a
corregir las falencias.

El conocer en forma precisa dónde se encuentran las debilidades, permite a la


administración enfocar sus acciones inmediatas y solicitudes de fondos y apoyo
técnico, hacia aquellos “nudos críticos” reflejados en las distintas tablas de
evaluación. Los indicadores de manejo utilizados han probado ser aplicables a
cualquier área protegida, independientemente de su categoría de manejo. Frente a
las actuales circunstancias, es esencial conocer también qué tan efectivamente la
administración de las APs proyecta su gestión hacia las zonas de influencia.
Los indicadores específicos que permiten medir esa proyección fueron identificados
por Izurieta (1997) en el proceso de validación de la metodología para el subsistema
de áreas protegidas del Área de Conservación Osa en Costa Rica y se incluyen en
el presente documento.

El procedimiento ha sido validado principalmente en áreas pro t e g idas bajo un


régimen administrativo estatal. Sin embargo,
los indicad o res y criterios de calificación para
medir la efectividad del manejo presentados
en el presente manual, podrán adaptarse y
modificarse fácilmente a las realidades de
cada régimen de manejo, 13 E sean estos
municipales, comunitarios, privado s, etc.

La metodología no pretende ser estática ni menos aún dogmática; por el contrario,


ha sido elaborada y validada visualizando un amplio espectro de situaciones y
categorías de manejo, por lo que nuevos indicadores que se ajusten a la realidad
particular de un área protegida pueden ser incorporados y evaluarse con las mismas
herramientas que comprende el procedimiento.
DASONOMÍA

Concepto.

La palabra dasonomía procede del griego δάσος, bosque, y -nomía.


Se denomina etimología al estudio del origen de la
palabras y sus cambios estructurales y de
significado.

La dasonomía es el conjunto de disciplinas que


estudian los bosques respecto de su formación,
manejo, reproducción y aprovechamiento buscando
la máxima renta del capital forestal en calidad y cantidad a perpetuidad.

Ciencias Auxiliares de la Dasonomía.

 Dendrología: estudio de la estructura micro y macroscópica de la madera,


contemplando también los aspectos sistemáticos y fitogeográficos.

 Ecología forestal: estudia el bosque como comunidad biológica partiendo de


la interrelación entre los organismos y su medio físico.

 Silvicultura: disciplina que se ocupa de la plantación, desarrollo, cuidado,


manejo y reproducción de los bosques.

 Dasometría: estudia principalmente la cuantificación del recurso forestal,


mediante la medición del volumen y edad de las masas forestales y de sus
componentes. Abarca también:

 Epidometría: mide el crecimiento en volumen y edad de los árboles y su


espaciamiento.

 Dendrometría: es la cubicación de árboles y masas boscosas.

 Dasocracia u Ordenación florestal: es organizar un bosque conforme a las


leyes económicas sin infringir las biológicas que la investigación silvícola y
epidométrica recomiendan.

 Dasotomía o Aprovechamiento forestal: disciplina que contempla la


planificación y los trabajos concernientes a la utilización del recurso forestal.

 Sanidad forestal: estudia lo concerniente a las plagas, enfermedades y


agentes perjudiciales del bosque y sus tratamientos.
 Industrias florestales: estudio de las diversas posibilidades de
industrialización de las masas boscosas y sus productos.

 Economía Política y Legislación florestal: contemplan el desarrollo y


administración del sector florestal desde el punto de vista legal, económico y
político de una nación o de un estado.

Importancia de la Dasonomía.

En la conferencia celebrada en Rio de Janeiro en 1,992 con la participación de178


países, se aprobó la Agenda 21. Ella contiene un
capitulo sobre cuestiones forestales, el cual
representa el marco para la Cooperación
Internacional en materia de protección y manejo
sostenible de los recursos forestales, en conjunto
con la Declaración de Bosques, también aprobada
en Rio. Las resoluciones de Rio, sirven como base
para una reforma progresiva de las políticas
nacionales con el objetivo de promover el
desarrollo ecológicamente racional y sostenible en los países industrializados y en
vías de desarrollo.

El modelo de desarrollo sostenible contiene tres principios centrales, en base a los


cuales deberían orientarse todos los ámbitos de la política: eficiencia económica,
justicia social y sostenibilidad ecológica. Para el manejo de los recursos naturales,
ello significa que su aprovechamiento a nivel mundial no debe perjudicar las
posibilidades de desarrollo de las generaciones venideras.

Los bosques de todas las zonas climáticas representan, a través de sus múltiples
funciones, uno de los más importantes fundamentos de vida para el ser humano.
Además contribuyen a la conservación global de la diversidad biológica, por lo tanto
es necesario gestionar, conservar y desarrollar los recursos forestales y áreas
boscosas en forma sostenible ya que solo de esta forma se puede asegurar a largo
plazo y en forma ecológicamente racional la obtención sostenible de productos
forestales como madera, forrajes, alimentos, medicamentos, leña, o carbón,
además de otras funciones del bosque como la protección contra la erosión, la
preservación de biotopos o la captura y almacenamiento de CO2, responsable del
efecto invernadero.
Concepto del árbol.

El árbol es una planta robusta y fuerte, con tallo de carácter leñoso que tiene la
capacidad de ramificarse a una distancia considerable del suelo, el termino de árbol
es otorgado a todas esas plantas que superan un crecimiento de 2.5 más de altura,
aparte de que poseen ramas nacientes de las anteriores cada año y todas estas
tiene una base en común que es el tronco.

Un árbol es una planta de gran porte, de tronco único leñoso y que se ramifica a
cierta altura del suelo.
La planta será considerada como árbol si ya en
su madurez, su altura, supera los 6 metros de alto
y además produce ramas secundarias año tras
año, diferenciándose por estas condiciones de
los arbustos.
Por otra parte, la longevidad resulta ser otra
característica propia de este tipo de planta, por
ejemplo, algunas especies, tales como las
secuoyas gigantes californianas, las cuales
pueden superar los 100 m de altura y más de seis
mil toneladas de peso.
Otra característica importante de los arboles es que poseen una duración eterna en
el tiempo, es decir, una gran “longevidad” algunos de estos pueden medir más de
110 metros y poseer una vida por miles de años, los arboles cumplen diferentes
funciones en el ecosistema del planeta, principalmente es un potente protector
contra la erosión o los incendios forestales, al proporcionar buena sombra permiten
el crecimiento de más especies pertenecientes a la fauna de una región, esto debido
al metabolismo encontrado en los tallos y las hojas permite la reducción y el
aumento exponencial del oxígeno y del dióxido de carbono respectivamente, así
como también los árboles son importantes para la regulación de la temperatura en
el suelo, por otra parte son ideales para el paisajismo de un sector y si los mismos
son capaces de originar frutos, juegan un papel importante en la agricultura de un
país.

El bosque y sus funciones:

Se denomina con el término de bosque a aquellas áreas que cuentan con una alta
densidad de árboles. Los bosques son algo similar a una comunidad, pero de
plantas, que cubren una importante porción del planeta tierra y que además
funcionan como el hábitat de algunos animales, como moduladores de los flujos
hidrológicos y ostentan una función tan determinante como importante, como es la
de conservar el suelo.
Un bosque puede desarrollarse y encontrarse en todas aquellas regiones capaces
de mantener el crecimiento de los árboles hasta
la llamada línea de árboles, exceptuando
aquellas en las cuales la frecuencia de fuego
natural es muy alta o bien en aquellos lugares
en los cuales el ambiente fue perjudicado o
dañado por la acción de agentes naturales o
por la actividad humana.

a. Funciones protectivas
o protección del suelo por absorción y desviación de las radiaciones,
precipitaciones y vientos;
o conservación de la humedad y del dióxido de carbono al reducir la
velocidad del viento;
o hábitat natural, tanto para otras plantas como para los animales.

b. Funciones reguladoras
o absorción, almacenamiento y generación de dióxido de carbono,
oxígeno y elementos minerales;
o absorción de aerosoles y sonidos;
o captación y almacenamiento de agua;
o absorción y transformación de energía radiante y termal.

c. Funciones productivas
o almacenamiento de la energía en forma utilizable por la fitomasa;
o autorregulación y proceso regenerador de madera, corcho, fruta;
o producción de químicos: resinas, alcaloides, aceites, látex, productos
farmacéuticos, etcétera.

Clasificación del bosque

Los bosques pueden clasificarse de diferentes maneras, y en diferentes grados de


especificación. Una forma, es determinar el
ecosistema en el que existen, junto con la
longevidad de las hojas de la mayoría de los
árboles (sea de hojas perennes o caducas).
Otra clasificación se establece por la
composición predominante de los bosques,
de tipo de hoja ancha, coníferas (pinos), o
ambos.

Los Bosques Boreales: ocupan la zona subártica, y son por lo general de árboles
con hojas perennes.
Los Bosques de las Zonas Templadas: en ellos se encuentran bosques
caducifolios de hoja ancha, y bosques perennifolios coníferos. En las zonas
templadas cálidas hay árboles perennifolios de hojas anchas, como el bosque
mediterráneo y la laurisilva (bosque de laurel).

Los Bosques tropicales y subtropicales: incluyen a los bosques tropicales y


subtropicales húmedos, los bosques tropicales y subtropicales secos y los bosques
tropicales y subtropicales de coníferas.

La Fisionomía, clasifica los bosques por su estructura física total o etapa de


crecimiento. Los bosques pueden también ser clasificados más específicamente por
las especies dominantes presentes en los mismos. Desde el punto de vista de su
historia y grado de alteración, los bosques pueden ser clasificados en:

Bosques primarios: También llamados nativos; son los que no han sufrido
intervenciones antrópicas. Los bosques naturales sólo tienen los patrones originales
de la biodiversidad. Esta biodiversidad y sus procesos no han sido afectados por los
humanos con una frecuencia o intensidad que se pueda considerar grave.

Bosques antropogénicos, sí han sido afectados por los humanos con una
frecuencia o intensidad suficiente para marcar grandes cambios en los patrones del
bosque. A menudo, en estos tipos de bosques se encuentran especies exóticas.

Bosques secundarios: los que se han regenerado después de una primera tala,
parcial o total.

Bosques artificiales o plantación: los que han sido plantados por el hombre, para
cualquier cosa o caprichos.

El Bosque, Clima y los suelos

Los bosques son ecosistemas imprescindibles para la vida, formados


predominantemente por árboles. Son el hábitat de multitud de seres vivos, regulan
el agua, conservan el suelo, la atmósfera y suministran una gran diversidad de
productos útiles para satisfacer las necesidades humanas. Muchas culturas han
utilizado los productos obtenidos del bosque, como la madera de los árboles para
combustible, para la construcción de viviendas y elaboración de herramientas y
mobiliario, el carbón vegetal como insumo para la metalurgia del hierro, las resinas
y frutos de los árboles, entre otros.

Clima:

El clima afecta al bosque y determina donde se desarrollará y que especies lo


habitarán. Simplemente, los bosques no pueden existir donde no hay suficiente
precipitación o donde las temperaturas son excesivamente bajas: estas áreas son
ocupadas por el desierto y la tundra. El clima es la razón por la cual los árboles de
abeto no crecen en la Amazonia, y por la cual los
jaguares no viven en los bosques boreales. El clima
de la Tierra está siempre cambiando pero, en el
pasado, lo ha hecho lentamente, permitiendo que
los bosques se adapten a esos cambios. Y así
como el clima afecta al bosque, también el bosque,
hasta cierto punto, afecta el clima.

La diversidad climática ayuda a crear diversidad en


el bosque. Debido a las grandes variaciones, dependiendo de la localidad, en la
temperatura anual promedio, precipitación y duración de la estación de crecimiento,
los tipos de plantas y animales también varían. A lo largo de miles de años, las
especies se adaptan al clima en áreas particulares, y la variedad en climas locales
crea diversidad de especies.

Suelos:

Los bosques y los suelos forestales desempeñan un papel complejo e interactivo en


el medio ambiente

Durante millones de años, los suelos han sido la


base para los árboles y los bosques. El suelo es un
componente importante de los bosques y los
ecosistemas forestales puesto que ayuda a regular
importantes procesos ecosistémicos, como la
absorción de nutrientes, la descomposición y la
disponibilidad de agua. Los suelos proporcionan
anclaje, agua y nutrientes a los árboles. A su vez,
los árboles y otras plantas y tipos de vegetación son un factor importante en la
creación de un nuevo suelo cuando las hojas y la vegetación se deterioran y
descomponen.

Los Bosques de Guatemala

Guatemala es conocido por una de sus características más importantes es que una
de las selvas más grandes del mundo se encuentra en el país y cuenta con una
gran cantidad de árboles y estos se juntan en bosques que se encuentran
esparcidos por todo el país. Es por eso que Guatemala cuenta una diversidad de
bosques, entre los cuales se encuentran:

Bosque Latifoliado de baja elevación

Ubicado en los Departamentos de Petén, Izabal, Alta Verapaz y parte del Quiché,
este bosque, el cual no supera los 600 metros sobre el nivel del mar, es un
considerado como uno de los hábitat de una gran cantidad especies en amenaza.
Tal es el caso de los árboles de caoba o cedro y de animales como el jaguar, los
tucanes, el quetzal, entre otros varios. En cuanto a la madera, es importante
mencionar que las caobas y el cedro son maderas muy preciadas a nivel nacional
e internacional, por lo que este tipo de bosques es de suma importancia para
Guatemala.

Bosque de Coníferas

Conocidos como los bosques de los pinos se


encuentra en varias zonas de Guatemala,
específicamente en la región central, a través
de la cadena montañosa del país. La región,
conocida como el altiplano guatemalteco,
abarca desde San Marcos, Huehuetenango
hasta Chiquimula y Zacapa. En esta región
se encuentran más de 5 especies de pinos.

Bosque Mixto

El bosque mixto, como su nombre lo indica, es una mezcla de dos tipos de árboles,
los coníferos o pinos y los bosques de hojas anchas. Es decir, los bosques mixtos
son aquellas que tiene una composición mixta entre árboles como el roble o el
encino con las distintas clases de pinos que se encuentran. Se considera que los
bosques mixtos abarcan la cantidad de 1,270.00 km2

Bosques Latifoliado de altura

Los bosques latifoliado de altura, al igual que los bosques latifoliados cuentan con
maderas preciosas a nivel nacional e internacional, como el roble o el encino. A
diferencia de los bosques de baja elevación, estos se encuentran ubicados a más
de 2,000 metros de altura sobre el nivel del mar.

Bosque Fragmentado y árboles dispersos de costa sur

Este tipo de bosque, tiene como característica su gran humedad. Se encuentra en


el área del pacífico, como su nombre lo indica, en la Costa Sur de Guatemala. Posee
como árboles más representativos (por su gran valor en madera) con el palo blanco
y la caoba. Estos bosques surgen del los bosques transformados por la actividad
ganadera y agrícola en la región.

Bosque de manglar

Ubicada en el pacífico del país, el manglar, que puede ser rojo, negro o blanco, ya
que dichas especies se encuentran el bosque, forma una franja no continua o
interrumpida por la actividad humana. Puede encontrarse el bosque de manglar muy
densas o muy poco densa, dependiendo de la actividad humana que se realiza a
las proximidades del mismo.

Monte espinoso

En el oriente del país, específicamente en los Departamentos de Chiquimula,


Zacapa y El Progreso, el monte espinoso es un tipo de bosque caracterizado por
precipitaciones entre 400 y 600 milímetros anuales y por ser arbustos de pequeño
tamaño. Este tipo de bosque cuenta también con plantas espinosas tales como el
cactus. A pesar de ser mayormente arbustos y plantas espinosas, el monte espinoso
cuenta también con especies arbóreas tales como el guachimol.

Viveros Forestales y sus objetivos

Vivero forestal, es un lugar de permanencia de las plantas en su proceso de


multiplicación de cuyas características manejo
y atención dependerá en gran parte de calidad
de los individuos producidos.

Los viveros forestales tienen como finalidad el


desarrollo de trabajos encaminados a obtener
los objetivos que se relaciona a continuación:

 Conservación y mejora de
recursos genéticos forestales de Extremadura:
 Planes especiales de conservación de especies y ecotipos
amenazados en Extremadura.
 Recogida de semillas y otros materiales forestales de reproducción.
 Instalación, mantenimiento y explotación de huertos semilleros.
 Ensayos de procedencia.
 Creación de bancos de germoplasma de especies forestales.
 Desarrollo de técnicas para la producción de material de alta calidad
genética:
 Estudio del manejo de semillas, contenedores, substratos,
fertilización, riego y manejo de la planta desde la salida del vivero y la
plantación.
 Desarrollo de técnicas de micorrización.
 Actividades de educación ambiental y divulgativas de los trabajos
desarrollados en las materias de conservación y mejora genética y de
técnicas de producción.
 Producción de planta forestal y en menor medida ornamental.
Obtención y almacenaje de semillas

La expresión “recolección de semillas” es cómoda y se utiliza de manera habitual,


hay que señalar que lo que se recoge de los
árboles es el fruto, solo en una fase posterior
en algunas especies se extraen las semillas y
se desechan los frutos; en otras especies no
se extraen las semillas. Cuando los frutos se
recolectan del suelo es frecuente que surjan
dudas sobre la identidad del árbol padre. Los
árboles aislados no presentan problema
alguno a este respecto (aunque es posible que
sean padres no convenientes debido al riesgo de autofecundación), pero en los
monocultivos densos, en los que las copas se entrelazan, los frutos pueden
mezclarse mucho. Esto no tiene importancia cuando se recolectan cantidades
comerciales de semilla, siempre que la calidad genética del rodal corresponda al
promedio o más.

Se puede definir el almacenamiento como la conservación de semillas viables desde


el momento de la recolección hasta que se necesitan para la siembra. Cuando las
semillas destinadas a forestación se pueden sembrar inmediatamente después de
la recolección, no se precisa almacenamiento. La fecha idónea para sembrar las
semillas de una determinada especie en vivero depende de (a) la fecha prevista de
plantación, que a su vez depende de las condiciones climáticas estacionales, y (b)
el tiempo que se necesita en el vivero para que el material de plantación de esa
especie alcance el tamaño adecuado para su plantación en el campo. Es muy poco
frecuente que la fecha idónea para la siembra coincida con la fecha idónea para la
recolección de la semilla. Lo más habitual es que sea necesario almacenar la semilla
durante períodos de tiempo diversos, períodos que cabe clasificar de la manera
siguiente:
1. Hasta un año, cuando tanto la producción de semilla como la forestación se
efectúan con periodicidad anual, pero es necesario esperar a la temporada
idónea para la siembra.
2. De 1 a 5 años o más, cuando una especie fructifica en abundancia a
intervalos de varios años y debe recolectarse en un año bueno semilla
suficiente para satisfacer las necesidades anuales de forestación en los años
intermedios, en los que la producción de semilla es escasa.
3. De largo plazo, con fines de conservación de recursos genéticos. El período
de almacenamiento varía en función de la longevidad de la semilla de la
especie de que se trate y las condiciones del almacenamiento; no obstante,
en especies que se almacenan bien el tiempo de almacenamiento se suele
medir en decenios.

You might also like