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UNIVERSIDAD SANTO TOMAS

BUCARAMANGA

Manuel Yesid Sierra Ayala


Agosto de 2018

ANALITICA VII

PINILLA OREJARENA CESAR


ARNULFO
1-¿Falta alguna etapa por plazo razonable?

A partir de la lectura del artículo 317 de la ley 906 de 2004 “Causales de libertad”,
se evidencian los distintos supuestos que permiten la libertad del indiciado, en caso
de que se lleguen a dar. Destaca el numeral 3 del presente artículo donde se
establece como causal de libertad: “Como consecuencia de las cláusulas del
acuerdo cuando haya sido aceptado por el juez de conocimiento”, este numeral tal
y como lo evidencia Paolo Francisco Nieto Aguacia en su obra “La
constitucionalización y convencionalizacion del derecho penal”, presenta un
problema jurídico ya que el legislador no establece el plazo que debe transcurrir
entre el acuerdo que suscribe la fiscalía junto con el procesado y la verificación y
aprobación de dicho acuerdo por el juez de conocimiento generándose así un vacío
legal, es decir una etapa que a diferencia de los otros numerales del artículo 317,
carece de plazo para concretarse.
Gracias a la constitucionalizacion y convencionalizacion del derecho penal, se
incorpora el concepto de “plazo razonable” concepto que reposa en distintos
convenios internacionales como en el “Convenio para la protección de los derechos
humanos y de las libertades fundamentales” en Europa y “La convención Americana
sobre derechos humanos”, siendo esta última ampliamente desarrollada
jurisprudencialmente por la Corte Interamericana de derechos humanos;
jurisprudencia que respecto a la incorporación, interpretación y aplicación del plazo
razonable ha adoptado la Corte Constitucional Colombiana mediante sentencia C-
1154 de 2005, determinándose entonces que los elementos necesarios para
determinar si ha vencido el plazo razonable son; a) la complejidad del asunto, b)
actividad procesal del interesado; y c) conducta de las autoridades judiciales;
preceptos establecidos en el artículo 7° numeral 5° de la Convención Interamericana
de derechos humanos.
De esta manera así la ley procesal penal colombiana, no establezca el plazo
razonable en el artículo 317 numeral 3° del código de procedimiento penal. En
ejercicio de la constitucionalización y convencionalización ejecutada por la corte
constitucional colombiana es posible apelar al bloque constitucional donde se
encuentran equiparados a nivel constitucional los distintos convenios
internacionales ratificados por el juez superior, para dirimir y subsanar vacios
jurídicos de esta índole, aplicándose en este caso lo dispuesto por la Corte
Interamericana de derechos humanos en ejercicio de la interpretación de la
Convención Americana de derechos humanos sobre el plazo razonable.

2-¿Hay alguna medida del artículo 307 del código de procedimiento penal
literal B, que prive de la libertad?, ¿Cuánto duran?

El artículo 307 del código de procedimiento penal literal B, establece las medidas
de aseguramiento no privativas de la libertad; entre las cuales están el sometimiento
a la vigilancia mediante un mecanismo electrónico o la obligación de someterse a la
vigilancia de una persona o institución determinada. Particularmente destacan,
desde mi punto de vista, medidas como la del numeral 5° del citado literal: “La
prohibición de salir del país, del lugar en el cual reside o del ámbito territorial que
fije el juez.”, numeral 9°: “La prohibición de salir del lugar de habitación entre las
6:00 p.m. y las 6:00 a.m.” Para mi estas medidas transgreden el derecho
fundamental a la locomoción de cierta manera, ya que si bien el sujeto sobre el cual
recaen no se encuentra privado del bien jurídico de la libertad personal en un
establecimiento penitenciario, si se encuentra mermado del goce de este. Desde mi
punto de vista el título de “no privativas de la libertad”, del literal B, no es el más
adecuado para titular las medidas del numeral 5 y 9; Respecto a esto, considero
que me parece adecuada la aclaración de la Corte Constitucional en Sentencia
C-469/16 al establecer que:

“Las no privativas pueden ser, sin embargo, limitativas o restrictivas de la


libertad, como la obligación de someterse a un mecanismo de vigilancia electrónica
o a una persona o institución determinada, la prohibición de salir del país, del lugar
en el cual reside, del ámbito territorial que fije el juez o del lugar de habitación en
horas de la noche y la prohibición de concurrir a determinadas reuniones o lugares.”

Tal y como lo establece la Corte Constitucional, estas medidas pueden llegar a


limitar o restringir el goce de la libertad en vez de no privarla tal y como lo establece
el título del literal B del artículo 307 del Código de Procedimiento Penal. Aunado a
esto, el mismo artículo 307 en su último inciso establece que estas medidas podrán
ser acumuladas a criterio del juez, lo que representaría entonces desde mi criterio,
más que unas medidas “no privativas de la libertad”, medias limitativas o
restrictivas de la libertad, que podrían degenerar en medidas que priven la libertad.

Respecto a la duración de las medidas no privativas de la libertad, el artículo 307


se pronuncia solamente respecto a las privativas de la libertad, estableciendo que
estas no podrán exceder de (1) año, siendo prorrogables, en las situaciones del
parágrafo 1 de este artículo. Respecto a las medias no privativas de la libertad, el
termino deberá obedecer al plazo razonable, y hasta el anuncio del sentido del fallo
de primera instancia, en casos seguidos por la ley 906 de 2004. (Auto AP4711-2017,
del 24 de julio de 2017, Radicado 49734 Sala Penal Corte Suprema de Justicia).

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