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GUSTAVO ARBALLO
1. INTRODUCCIÓN.
2
que pronunciar una resolución y no, como Bentham alguna vez
sostenía, declararse incompetente o referir los asuntos no
regulados por el derecho existente a la legislatura para que decida,
el juez tiene que ejercer su discreción y crear derecho para el caso,
en vez de aplicar meramente el derecho preexistente ya
establecido. De esta manera, en tales casos jurídicamente
imprevistos o no regulados el juez crea nuevo derecho y también
aplica el derecho establecido el cual confiere y constriñe sus
poderes de creación del derecho”.1
1
H. L. A. HART, Postcriptum al concepto de derecho, UNAM, 2004, p. 54 y ss.
2
Recordemos que Montesquieu –a todo evento, el ideólogo de la división de
poderes– decía en El espíritu de las leyes (LIV, XI, Cap. VI) que los jueces eran la
bouche qui prononuce les paroles de la loi: “la boca que pronuncia las palabras
de la ley, seres inanimados que no pueden moderar la fuerza de ésta ni su rigor”.
3
No se podrán aplicar métodos exegéticos ni recostarse en
literalismos. No basta con la “justificación interna” (aplicación
correcta de reglas de inferencia ya establecidas) sino que deberá
abordar el arduo trabajo de explicitar la “justificación externa”,
porque hay que establecer justificadamente las premisas y
enunciar los dispositivos de inferencia que corresponden al caso. 3
3
Conceptos de “justificación interna” y “justificación externa” tomados de
Rodolfo Luis VIGO, Interpretación jurídica, Rubinzal Culzoni, 2000, pág. 36, donde
glosa a Jerzy Wroblewski y a Robert Alexy.
4
Cf. Juan Antonio GARCÍA AMADO, Teorías de la tópica jurídica, Civitas, 1988, ps.
139 y ss., passim.
5
Rodolfo Luis VIGO, apunte propio sobre “catorce características del derecho
contemporáneo”, en clase del Módulo “El Derecho”.
4
1.2. El perfil del fallo escogido. Se trata de un caso
ciertamente atípico en la historia de la jurisprudencia de la Corte
Suprema, y que pocas veces ha sido analizado en profundidad a
pesar de que arroja pautas importantes que trascienden la cuestión
llevada a debate.
5
Desde la teoría del derecho, y como lo hemos anticipado, una
de las peculiaridades más ostensibles de este caso es la carencia a
priori de una base normativa para juzgar el caso. La Pampa entabla
la demanda basándose primordialmente en reglas del derecho civil,
pero la Corte rechaza su aplicación al caso, y recurre a los
principios de derecho que encuentra en jurisprudencia internacional
de litigios entre países corribereños y en fallos de la Corte Suprema
norteamericana donde se resolvía sobre reclamos entre estados de
la Unión. Así, la estructura normativa con que la Corte va a trabajar
no está “dada” sino que debe ser “descubierta” o “reconstruida”.
6
no merece mayor comentario, pero que aquí representa una
cuestión muy álgida y es –en el sentido dworkiniano aludido-
verdaderamente “difícil”.
7
Su transcripción completa es “Ninguna provincia puede declarar, ni hacer la
guerra a otra provincia. Sus quejas deben ser sometidas a la Corte Suprema de
Justicia y dirimidas por ella. Sus hostilidades de hecho son actos de guerra civil,
calificados de sedición o asonada, que el Gobierno federal debe sofocar y
reprimir conforme a la ley”.
8
A propósito del concepto de “queja” del art. 127, nótese que Sagüés ha
especulado que allí puede tener lugar “una jurisdicción peculiar de la Corte
Suprema -la dirimente- en función de reclamos provenientes no de actos
antijurídicos de una provincia a otra (conflictos de derecho tramitables por los
procesos ordinarios), sino de actos contrarios a la cortesía interprovincial (una
suerte de comitas gentium) o de diferencias políticas (de programas de acción)
realizadas por una provincia que aunque no sean ilegales, pueden perjudicar a
otra. En tal supuesto, la queja no tendría por meta la aplicación de un precepto
jurídico, sino la modificación de programas de gobierno, de actos opuestos a la
convivencia interprovincial o de ciertas actitudes estimadas inconvenientes.”
Nestor Pedro SAGÜÉS, Elementos de Derecho Constitucional, 3ra. Ed., Astrea,
2001, t. 2, ps. 34-35.
7
Pero en este caso la forma no se corresponde exactamente
con la sustancia, y aunque tanto la demanda como su contestación
comparten un animus litigioso, la Corte no encarrila su intervención
sobre esa lógica y se posiciona como un poder federal casi
“mediador” entre dos pares que son (cuasi) soberanos.
2. EL PLANO LOGICO
9
Nestor Pedro SAGÜÉS, Elementos de Derecho Constitucional, 3ra. Ed., Astrea,
2001, t. 2, ps. 33.
8
en una formulación lógica en realidad son parasitarias o
dependientes de consideraciones propias de otros planos, y lo
cierto es que más de una vez apuntaremos la doble faceta o
naturaleza que revisten varios puntos clave que la Corte ha tratado.
- Los ríos interprovinciales (I) deben aprovecharse con derechos iguales por los Estados que
los comparten (C).
10
En la estructura del silogismo se llaman premisas a los dos juicios –
proposiciones- anteriores de los cuales se deduce un tercer juicio. Las premisas
son los antecedentes del raciocinio que dan lugar al consecuente o conclusión, y
son 1) la premisa mayor, que contiene el término mayor o término que sirve de
predicado a la conclusión, y 2) la premisa menor, que contiene el término
menor o término que es sujeto de la conclusión. (José FERRATER MORA, Diccionario
de Filosofía, Ariel, 1999 t. III, p. 2889).
9
CONSECUENTEMENTE ---------------------------------------------------------------------- En A corresponde C
La Pampa tiene derecho a reclamar una participación en los usos de las aguas del Río Atuel
CONSECUENTEMENTE ---------------------------------------------------------------------- - A NO ES R
- Los actos celebrados por el gobierno federal (A) son oponibles a las Provincias
ulteriormente creadas (P) en los territorios nacionales administrados.
- El derecho de Mendoza (M) se sigue de un (A) -convenio celebrado con la Nación sobre la
base de la ley 12.650-
10
- La ley y el consiguiente contrato, celebrado por el gobierno federal entonces administrador
del territorio de La Pampa, obligan a esta provincia
- Mendoza (M) tiene usos cronológicamente anteriores (UA) en la cuenca del Río Atuel
- Los usos de Mendoza tienen preferencia por su preexistencia con respecto a La Pampa
2. 3. LA TESIS DE LA CORTE
11
PREMISA MENOR ……………………………………………………………… … … A ES “COMÚN” POR SU CHN
CONSECUENTEMENTE -------------------------------------------------------------------- A ES RI
- Los actos pasados sobre el río Atuel (A) en la ley 12.650 no contemplaban expresamente los
fines del territorio luego provincializado ni hubo en ellos inequívoca manifestación de
voluntad (FMV) con respecto a los recursos.
11
Dice Ferrater Mora que si falta la premisa mayor el entimema es llamado de
primer orden y si falta la premisa menor, es llamado de segundo orden. Así, “los
búlgaros beben Kéfir; los búlgaros gozan de buena salud” es un entimema de
primer orden (donde falta la premisa mayor “los que beben Kéfir gozan de buena
salud) y “Todos los ingleses leen novelas; John Smith lee novelas” es un
entimema de segundo orden (donde falta la premisa menor “John Smith es
inglés”). (José FERRATER MORA, Diccionario de Filosofía, Ariel, 1999, voz
“entimema”)
12
CONSECUENTEMENTE -------------------------------------------------------------------------- EN A NO HAY AOP
- Los actos de cesión y autorización referentes al Rio Atuel (A) no son oponibles (AOP) a la
Provincia de La Pampa.
- Los Estados corribereños (EC) tienen derecho a “una participación razonable y equitativa
(PRE) en los usos y beneficios de las aguas”.
- Refutación de una premisa que aparece como entimema en el silogismo base de La Pampa:
La igualdad de los Estados no supone que éstos deban tener siempre un derecho igual a
obtener los beneficios de las corrientes de agua naturales que dividen o atraviesan sus
respectivos territorios.
13
PREMISA MENOR …………..…………………………………………………………… LOS UM SON PYE
Las utilizaciones de Mendoza (UM) ameritan el respeto de los usos históricos (RUH).
12
Carlos ALCHOURRÓN y Eugenio BULYGIN, “Los límites de la lógica y el
razonamiento jurídico”, en Alchourrón y Bulygin, Análisis lógico y derecho,
Madrid, CEC, 1991, p.311.
14
contingentes (sintéticos) de la forma Fa, donde F es un
predicado y a un nombre propio, esto es, el nombre de un
objeto individual. Por ejemplo, la cuestión de si el contrato
firmado entre Y y Z se firmó o no en domingo, o si la bebida
contenía o no ácido carbólico.
15
Otros aspectos de subsunción individual están dados por una
cuestión que la Corte aborda al promediar el fallo, que es la de
determinar si los usos históricos de Mendoza encuadran en la
categoría admitida de usos “no ineficientes”.
13
Georges KALINOWSKI, Introducción a la lógica Jurídica, Eudeba, 1973, pág. 154.
14
Chaim PERELMAN y Lucie OLBRECHT-TYTECA, Tratado de la argumentación. La
nueva retórica, Gredos, 1989, pág. 223.
16
El inventario de las “analogías” en derecho suele ser
incompleto, pues algunas están adormecidas por el uso reiterado
(es difícil que caigamos en la cuenta de que “estado de sitio”,
cuando no hay plaza sitiada ni ejército invasor, no es otra cosa que
una metáfora constitucional cuya designación se explica así
etimológicamente). Otras veces se da que las analogías vienen
“encapsuladas” en los materiales tomados como relevantes, lo que
sucede por ejemplo cuando la Corte invoca jurisprudencia
norteamericana (en M.45) en la que las aguas navegables se
conceptuaban “public highways” (caminos públicos).
17
los territorios como “provincias en embrión” (opinión citada de un
debate parlamentario en M.35). Mas allá de la hipérbole, cierto es
que a los efectos de “precisar la condición jurídica de los
territorios” (M.33), la Corte transforma la analogía en “ficción
jurídica”15, llegando así a la conclusión de que independientemente
de que hay provincias originarias y otras sobrevivientes, las
mismas “nacen” en un pie de igualdad.
3. EL PLANO LINGUISTICO
15
Una ficción jurídica es una postulación donde el enunciado jurídico transforma
la analogía retórica en una categoría legal por la que al que al fenómeno o caso
no regulado se le atribuyen alguno de las propiedades, efectos y normas que
gobiernan a su homólogo: el caso más notorio es el de hablar de “personas
jurídicas”, que tienen domicilio, patrimonio y otros caracteres de las personas
naturales.
18
jurisprudenciales y atienden a la ratio juris. Algo como ello ocurre
en este caso, en el que la Corte va a resolver sobre la
interprovincialidad del río no desde el “ser”, sino desde el “debería
ser”.
19
operados en su territorio como lo han comprobado los elementos
probatorios analizados en los párrafos precedentes” (M.27).
Hemos hecho toda esta relación para encontrar que, tal como
lo señala Ezquiaga Ganuzas, “la interpretación del hecho, su
calificación jurídica y consiguiente adecuación dentro del supuesto
recogido en la norma, y la interpretación de ésta, están
intimamente relacionados”. El “círculo hermenéutico” en el que se
desenvuelve la comprensión del intérprete no puede asimilar per
se el hecho bruto: para comprenderlo necesita conocer qué
caracteres del mismo son relevantes para el derecho y esa
determinación, regulatoria pero también lingüística, debe
retrotraerse hacia el caso particular. 16
16
Francisco J. EZQUIAGA GANUZAS, Los juicios de valor en la decisión judicial, en
“Anuario de
Filosofía del Derecho”, Nueva Época, Tomo 1 (1984), Madrid, págs. 38-39.
20
Otras veces, en cambio, las indeterminaciones lingüísticas no se
dan en “puros hechos” sino en conceptos, y allí la textura abierta
juega de otro modo.
21
3.4. La base lingüística de la disidencia de Fayt:
“Dirimir” no es “juzgar”. Entramos por primera vez a hacer un
análisis más minucioso de esta disidencia, que en fallos posteriores
va a ser citada muchas veces por la Corte a pesar de su filiación
minoritaria. Fayt toma nota que el art. 109 (hoy art. 127 CN) habla
de “dirimir” (“ajustar, fenecer, componer una controversia”) y no
de “juzgar” (“deliberar … acerca de la culpabilidad de alguno o de
la razón que le asiste en cualquier asunto, y sentenciar lo
procedente”).
22
4. EL PLANO FACTICO
19
Julio César CUETO RÚA, Factores axiológicos en el proceso de interpretación y de
selección de los métodos jurídicos, anticipo de “Anales de la Academia Nacional
de Derecho y Ciencias Sociales de Buenos Aires”, Año XLII, Segunda época, nº
35, 1997.
20
Rafael DE ASIS ROIG, Jueces y normas – La decisión judicial sobre el
ordenamiento, Marial Pons, 1995, pags. 222-223.
21
Karl LARENZ, Metodología de la Ciencia del Derecho, Ariel, 1994, pág. 273.
23
Traemos esto a colación al tiempo que apuntamos que hasta
el considerando 28 la mayoría de la Corte no va a considerar
aspectos normativos ni cuestiones de derecho. Se preocupa en
toda esa primera sección en determinar el carácter interprovincial
del río Atuel, para después plantearse cuáles son las consecuencias
que se seguirían de ello.
22
El medio de prueba es “el mecanismo a través del cual el órgano judicial
adquiere una serie de conocimientos sobre los hechos objeto de debate que
permiten, correctamente interpretados y valorados, llegar a una conclusión
acerca de la existencia de los hechos alegados por las partes”. (Valentín CORTÉS
DOMÍNGUEZ, citado por Ángel Santiago Martínez García, La prueba en el proceso
civil. Cuadernos de derecho judicial, 34, 1993, págs. 41 y ss.)
24
Corte utiliza un argumento de sentido común para zanjar las
conclusiones discrepantes de los peritos en cuanto a la influencia
de la obra en la dispersión del río que –en la versión de Mendoza-
habría anulado su interprovincialidad. Dice que “(p)areciera obvio,
si se atiende a la trascendencia que Mendoza asigna al hecho físico
denunciado y a las obras de reencauce, que el derrame del Atuel
mostrara diferencias cuantitativas antes y después de la
construcción de los trabajos”. Al no encontrar tales diferencias
significativas, la Corte resta entidad transformadora a tales obras y
desestima la posición mendocina.
25
La Pampa se debe a la intensidad de los usos consumitivos
operados en su territorio …”.
26
determinados, acotados, específicos. Los problemas de escala
surgen cuando la materia fáctica es imposible de ser recogida en
ese tamiz, y el juez adapta su lente de observación haciendo foco
en el nivel más general que necesita para componerse el factum
relevante del caso. En una causa de genocidio, puede que no sea
necesario conocer circunstancias concretas de cada uno de los
asesinatos; análogamente, vemos que en este caso la Corte se
maneja con un margen de detalle de escala hectárea, y desde
luego no busca una minuciosidad pantográfica en su
determinación.
5. EL PLANO REGULATORIO
27
5.1. Inexistencia de un derecho “dado”. Ya habíamos
adelantado que éste era uno de los factores centrales en el caso.
En M.69 se dice que “estas cuestiones, de naturaleza muchas
veces compleja, concernientes a las relaciones políticas entre los
estados (…), requieren para su solución que se otorguen al Tribunal
amplias facultades para determinar el derecho aplicable al litigio”.
Luego de desestimar la solución puramente “civil” que propusiera
La Pampa (ver M.70 a M.72, y supra punto 4.8 in fine), la Corte ha
encontrado una laguna y se ve obligada a recurrir a un sistema
abierto de fuentes.
27
Carlos ALCHOURRÓN, Sobre Derecho y Lógica, en “Isonomía”, nº 13, págs. 11 a
33.
28
“common law federal” 28 y también al derecho internacional público
en reglas que tienen una particularidad específica: no son derecho
“positivo” sino, en buena medida, doctrina vinculante, prácticas
internacionales “reportadas” por el Instituto de Helsinski y la
International Law Association, que, como se dice al pasar en la
demanda de La Pampa, “puedan ser consideradas como fuente de
derecho en el sentido del art. 35 del Estatuto de la Corte
Internacional de La Haya”.29
28
Precisamente, y lo enunciamos en nota al pie aunque es premisa necesaria
para sostener muchas enunciaciones normativas en el fallo, está una premisa
que se revela como una afinidad ya consolidada en la doctrina de nuestra Corte:
la de entender algún grado de vinculación hacia la jurisprudencia del “modelo
constitucional” americano. Más allá del razonamiento ex authoritate, hay allí una
visión que se sustenta en la analogía existente –“histórica” y “filosófica”- entre
las líneas generales de los dos sistemas. En M.64 se recuerda que Joaquín. V.
González hace cita de las opiniones de Hamilton y Story, “lo que indica, como los
datos de la experiencia lo confirman, que era en el estudio de los antecedentes
norteamericanos donde podían encontrarse los fundamentos de esta
intervención de la Corte como árbitro final de semejantes conflictos y la
naturaleza misma de los alcances de aquélla”.
29
La palabra “fuente”, en este contexto, puede dar pie a equívocos, y los
internacionalistas suelen aclarar que se trata de “fuente de conocimiento” del
derecho. Dice, por todos, Diez de Velasco, que en aquella materia la referencia a
la jurisprudencia y doctrina científica “no está hecha en el sentido de que ellas
sean capaces de crear, modificar o extinguir una norma jurídica, sino,
simplemente, la de cumplir una misión estrictamente auxiliar de ayudar al Juez y
al intérprete a determinar el exacto contenido de las normas jurídicas,
principalmente la costumbre y los principios generales del Derecho” aclarando
que “no son verdaderas fuentes de producción de normas” (el subrayado es
nuestro). Cf. Manuel DIEZ DE VELASCO, Instituciones de Derecho Internacional
Público, 12ª ed., Tecnos, 1999, p. 99.
30
En el plano regulatorio pueden darse otras situaciones: la de la respuesta
“contradictoria”, donde se encuentren normas que admiten o preceptúan
soluciones diferentes e incompatibles; la de la respuesta “inequívoca”, que
resulta en una única solución posible; la respuesta “ambigua”, donde el caso
está previsto pero el consecuente jurídico no está definido con precisión.
29
5.3. De dónde vienen las normas. Huelga decir que para
dotar al caso de una base normativa la Corte pivotea en torno al
llamado argumento a completudine31 o de la “completitud” del
sistema jurídico, que se complementa con el argumento
sistemático32 del ordenamiento. Dice Cueto Rúa que cuando las
normas jurídicas no pueden dar respuesta a un determinado caso,
“el jurista procura lograr una respuesta lógica y objetiva que
preserve la consistencia y la unidad del sistema jurídico”, buscando
“el orden y la seguridad de la comunidad en otro nivel normativo,
por ejemplo en el nivel de los conceptos básicos y principios
jurídicos generales”33.
30
consecuente con su idea de que la Corte no es “Juez” de la causa,
sino una especie de componedor institucional que la Constitución
previó para las causas interprovinciales, Fayt eludirá las
consideraciones que importan sujeción a un plano regulatorio
estricto. Articula su voto con la pretensión de “llevar a los litigantes
a cobrar cabal conciencia de que son partes de una misma Nación”,
y por ello dice que “importará más en definitiva a sus intereses la
solución en común de sus problemas que la satisfacción de sus
pretensiones primarias” (F.5 in fine).
6. EL PLANO AXIOLOGICO
31
y el talante de la sentencia los recoja en una visión “estandarizada”
que proviene de principios del derecho internacional.
36
Juan IGARTÚA SALAVERRÍA, Márgenes y límites en la aplicación del derecho,
Carmelo, Donostia, 1992, págs. 145-146, donde ejemplifica a continuación: “es
probable que la propiedad privada preceda, en la escala de valores, a la
eficiencia en los transportes públicos; pero hay circunstancias en las que tanta es
la gente afectada por el transporte público que es aconsejable invertir el peso
concreto de los dos valores en cuestión”.
32
debe atender prioritariamente a los intereses de los estados
comprometidos y de sus comunidades, en el marco de la unión
nacional”.
33
y su “resultado” social. 38
38
Gustavo ZAGREBELSKY, El derecho dúctil. Ley, derechos, justicia (1992), 2ª. ed.,
Trotta, 1997, ps. 136 - 137.
Manuel ATIENZA, Las razones del derecho - Teorías de la argumentación jurídica,
39
34
encuentra que las consecuencias no serían beneficiosas. La idea
implícita es que ese disvalor material -de desarrollo económico-
reviste naturaleza axiológica.
35
Nos preguntamos, entonces, de qué “valiosidad” carecería. La
Corte, por supuesto, evitó el “mal mayor” -la perpetuación de la
queja irresuelta, o su escalada- y ha clarificado algunos puntos de
la discordia.
36
sin que se cumpla el reparto equitativo de los recursos.
7. CONCLUSIONES
41
Datos de la nota firmada por Flavio Frangolini en el diario “La Nación” de
Buenos Aires, 16.9.2002.
42
Isabel LIFANTE VIDAL. La interpretación jurídica en la teoría del Derecho
contemporánea, Centro de Estudios Políticos y Constitucionales, 1999, págs. 22-
23.
37
que el Derecho es fundamentalmente un mecanismo de resolución
de conflictos, cuyo principal problema es el de reconstruir los
distintos materiales, provenientes de una diversidad de
autoridades, para buscar una solución jurídica al caso) el fallo
claramente adopta este último.
38
agua y a las distintas cuestiones que con relación a cada una de
ellos puedan plantearse.”
39
historia ulterior del caso nos confirmará que la intervención de la
Corte no resultó del todo exitosa, en tanto el conflicto sigue
presente.
40
Fayt y construir desde allí una generalización tentativa proyectada
a los cinco planos. Lo que queremos sugerir, concretamente, es que
la opción dirimir/juzgar se puede corresponder con dos maneras de
enfocar la actividad judicial que ciertamente no se agotan en las
causas del art. 127 C.N., sino que corresponden a dos “tipos puros”
(en sentido weberiano) de resolver cuestiones de derecho.
41
de la letra de la ley frente al giro lingüístico y la resemantización
del enunciado que hace del derecho una ciencia sujeta a la
dialéctica de la obra abierta.
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www.saberderecho.blogspotcom
42