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CENTRO DE ESTUDIOS PARA EL DESARROLLO RURAL

Tesis:

Caracterización, articulación y análisis del Sistema Normativo


Interno (Usos y Costumbres) del municipio de Santa María
Guienagati, Oaxaca. Claves para su fortalecimiento.

Que presenta:

Isrrael Juárez Claudio

Para obtener el título de:

Licenciado en Planeación para el Desarrollo Rural

Zautla, Puebla. Octubre de 2015.


INDICE

Pág.
INTRODUCCIÓN…………………………………………………………………. 4-9
CAPÍTULO 1: Contexto Socio – Histórico. 10
1.1. Orígenes de Santa María Guienagati…………………………………. 10-14
1.1.1. Guienagati: “Piedra, ahora te mueres” 14-15
1.2. Momentos históricos importantes……………………………………… 15-16
1.2.1. Santa María Guienagati durante la Revolución y post-
16-20
revolución Mexicana
1.3. Santa María Guienagati en el contexto actual……………………….. 20-28
CAPÍTULO 2: Configuración actual del Sistema Normativo Interno:
29
cambios y continuidades.
2.1. Pilares del Sistema Normativo Interno………………………………… 29-35
2.2. ¿Qué son los Usos y Costumbres?.................................................... 35-41
2.3. Cambios en el Sistema Normativo Interno………………….…………. 41
2.3.1. Negativos. 41-47
2.3.2. Positivos. 48-50
2.4. Demandas de grupos marginales……………………………………… 50
2.4.1. Mujeres. 50-51
2.4.2. Jóvenes. 51-52
2.4.3. Evangélicos/Protestantes. 52
2.4.4. Profesionistas. 52-53
2.5. Conflictividad interna...……… ………………………………………….. 53
2.5.1. Conflictos inter – generacional. 54-55
2.5.2. Conflictos inter – genéricos. 55-56
2.5.3. Conflictos Inter – étnicos. 57-58
2.5.4. Conflictos inter – religiosos. 58-59
2.5.5. Sistema Normativo Interno vs. Derecho Convencional…….… 59-62
CAPÍTULO 3: Ciudadanía comunitaria y participación ciudadana en el 63

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SNI de Santa María Guienagati, Oaxaca.
3.1. Ciudadanía comunitaria………………………………………………… 63-66
3.2. Participación ciudadana…………………………………………………. 66-68
3.3. Participación ciudadana, frenos y obstáculos……….………………… 68
3.3.1. Mujeres. 68-71
3.3.2. Jóvenes. 71-72
3.3.3. Evangélicos/Protestantes. 72-74
3.3.4. Profesionistas. 74-76
CAPÍTULO 4: Conclusiones: Claves para el fortalecimiento del SNI en
77
Santa María Guienagati, Oaxaca
4.1. Propuestas. 77-84
BIBLIOGRAFÍA…………………………………………………………… 85-87

3
INTRODUCCION:

El municipio de Santa María Guienagati, es uno de los 417 municipios del estado de
Oaxaca que se rigen por Sistema Normativo Interno (conocido comúnmente como
Usos y Costumbres), de un total de 570 que conforman la entidad. Desde sus
orígenes esta práctica ha sido su forma de organización político – social. Sin
embargo, con el paso de los años y con los cambios que se producen en la sociedad,
las formas en las que se vive esta práctica en el municipio también han ido
modificándose; algunos de estos cambios han sido positivos, pero otros han
impactado de forma negativa.

Por lo anterior, resulta muy importante realizar un estudio sobre este tema, toda vez
que al interior de los municipios que se organizan por esta vía, existen vivencias,
percepciones y posicionamientos comunes, diferentes o divergentes entre los
distintos actores respecto al sistema local de normatividad. También me interesa
contribuir a la comprensión de dicho sistema, en consideración del “poco”
conocimiento que se ha generado en el municipio de Santa María Guienagati. En
ocasiones se argumenta que es un asunto solo de ancianos en el que los jóvenes no
encajan; hay quienes dicen que es una justificación de la iglesia católica para
mantener sus tradiciones y rituales, o peor aún, que es un asunto solo de hombres
en donde las mujeres no tienen cabida. Estas percepciones despiertan mi interés por
abordar la temática.

Otra de las razones por la que se decide trabajar este tema, es que en el 2013 se
integró un grupo denominado Comité de Principales [o comité de usos y costumbres],
que surge con la finalidad de revalorar la importancia de mantener esta práctica
comunitaria, ante diversos factores de cambio que se han introducido en la vida
comunitaria, o las amenazas que supone la coexistencia de diversas posturas
políticas, o del “poco interés” de la población joven con respecto a este sistema
normativo, o de los retos que implica el crecimiento de la población en la que cada

4
vez resulta más difícil mantener esta práctica. Además del creciente descontento de
la población por su poca o nula inclusión en la toma de decisiones.

El comité funge como una representación del denominado consejo de principales y/o
consejo de ancianos ─que ha existido desde tiempos antiguos en el municipio─ y
que con el paso del tiempo y la dinámica de cambios viene perdiendo credibilidad y
trascendencia en la toma de decisiones. Luego entonces, se vuelve reto para este
órgano, poder incidir tanto en los principales, como en el grupo de autoridades y
sociedad en su conjunto, a fin de armonizar las posturas y relaciones, para rescatar
aquellas prácticas que han dado resultados aceptables para el municipio, y adecuar
otras a las condiciones actuales de la comunidad.

Para llevar a cabo este trabajo de investigación, se cuenta con el acceso a los
espacios en los que se desenvuelven los actores claves que puedan aportar al tema.
La disposición de tiempo y recursos es suficiente para lograr este fin. Hay acceso a
las asambleas y reuniones comunitarias, a las sesiones del comité de Usos y
Costumbres en la que el tesista tiene una participación directa, así como a las
sesiones del consejo de ancianos. Todo esto permite tener lo que podemos
considerar insumos básicos para la realización del presente trabajo.

Desde esta lógica se busca abonar a la discusión que se da en el ámbito académico


con respecto a este tema, desde la perspectiva de una persona originaria del
municipio de estudio, que le ha tocado vivir en el día a día este sistema de normas, y
que ha estado en acuerdo o desacuerdo con algunas prácticas y formas de toma de
decisiones, que está inmerso en el proceso de análisis y reflexión que se da de
manera local; pero también desde la mirada de un profesionista en desarrollo rural
que busca introducir nuevas formas de ver la vida y contribuir a las discusiones de
muchos investigadores que se han adentrado y aportado al campo de los SNI desde
la visión antropológica, etnográfica, sociológica, psicosocial, etc.

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Por último, este trabajo investigativo tiene el propósito de contribuir a los procesos de
reflexión y análisis de los actores comunitarios respecto a los desafíos que enfrenta
el SNI, revalorando críticamente los límites y los alcances de ciertas prácticas, y
definiendo otras que favorezcan la autorregulación comunitaria, la administración de
la justicia y la transformación de conflictos, como condiciones para la búsqueda y
consecución de la Vida Buena. Considerando que no se puede pensar en el
desarrollo rural, sin entender las prácticas locales de autorregulación, mismas que no
se reducen sólo a costumbres; sino que expresan los modos de vida de las culturas
originarias, además de que es un derecho que por mucho tiempo hemos
demandado.

En este orden de ideas, se busca en un primer momento caracterizar y articular el


Sistema Normativo del municipio de Santa María Guienagati, para tener elementos
que sustenten un análisis crítico e integral de lo que significa la vida interna del
municipio; y que posteriormente nos permita generar propuestas de fortalecimiento a
dicho marco normativo.

Este documento es el resultado de un trabajo realizado en el municipio de Santa


María Guienagati. Se trata de una investigación descriptiva, analítica e integral; pues
retoma la palabra y postura de sectores diversos en el municipio, a quienes no se les
había tomado en cuenta en la organización comunitaria.

Para su realización se emplearon distintas técnicas de acceso y recopilación de


información, como:
 Entrevistas abiertas para escuchar la voz de las personas consideradas
actores sociales importantes en el seno del municipio, entre ellos a señores
principales de la comunidad; a mujeres, jóvenes y profesionistas.
 Observación participante en reuniones del comité de principales, sesiones del
consejo de principales, en asambleas generales comunitarias; como también
en espacios de análisis “informales” como las pláticas de los señores
principales previo a reuniones y asambleas.

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 Grupos focales con mujeres (jóvenes y adultas) y hombres jóvenes; como
también con un grupo de señores principales; procurando en todo momento se
incluyentes, y por lo tanto, integrales en cuanto al análisis.
 Talleres temáticos que se realizan con motivo de la integración del Estatuto
Comunal, y del Bando de Policía y Gobierno Municipal en el municipio, en la
cual participan de manera activa tanto señores principales, como diferentes
sectores de la comunidad, entre ellos, jóvenes y mujeres.

Para construir el marco teórico – conceptual se recurrieron a trabajos de diversos


expertos en el tema, como Laura Carlsen, quien se adentra a analizar aspectos que
caracterizan a las comunidades usocostumbristas (el sistema de cargos, la
asamblea, cambios en el SNI, etc.), proponiendo la apertura a un debate nacional de
lo que implicaría el reconocimiento de los Usos y Costumbres; de la misma forma se
consultó a Gabriela Canedo Vásquez, quien en su trabajo hace un recorrido por la
historia del reconocimiento que en Oaxaca se ha dado a los Usos y Costumbres,
partiendo de la experiencia del municipio de Guelatao de Juárez, Oaxaca. Se recurrió
también al trabajo de Jorge Hernández, que desde el estudio de comunidades con
alto índice de migración, han tenido que adaptar sus prácticas de Usos y
Costumbres, a los retos que implica este fenómeno; de igual manera se acudió al
trabajo de Ignacio Iturralde Blanco, quien se adentra a analizar los conflictos
jurisdiccionales que existen entre los Usos y Costumbres mixes y el derecho estatal,
desde la experiencia de comunidades mixes en el estado de Oaxaca; entre otros
autores no menos importantes.

El presente documento quedo estructurado en cuatro capítulos principales, de las


que se hace reseña en los siguientes párrafos.

En el primero de ellos, se describe el origen prehispánico del municipio de Santa


María Guienagati; la conformación de la comunidad, haciendo referencia a
momentos históricos importantes ─como los acontecimientos relacionados a la
Revolución Mexicana─ que nos permiten entender la dinámica en la que se han

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configurado los Usos y Costumbres; así mismo se hace referencia al contexto actual
en la que se encuentra la comunidad. Apartado que creemos necesario para
entender el contexto socio-histórico de la comunidad de estudio, de modo que
podamos tener una referencia para abordar el tema que nos ocupa.

El capítulo segundo describe como están configuradas las prácticas


usocostumbristas de la comunidad, iniciando por señalar aquellos elementos que son
considerados pilares en el sistema de normas de Guienagati, pasando por una breve
conceptualización de lo que son los Usos y Costumbres desde el entender local.
Luego se analizan las demandas particulares de los grupos considerados
marginales; y posteriormente se abordan los conflictos internos que se suscitan en la
comunidad de estudio. Esto último con la intención de visualizar los aspectos en los
que hay que prestar principal atención. Nos daremos cuenta en este apartado que el
Sistema Normativo Interno de Santa Maria Guienagati, ha sufrido cambios
importantes, uno de los más visibles y que preocupa a los marillanos es la
desvaloración al sistema de cargos, la pérdida de confianza hacia el consejo de
principales; de la misma manera veremos que también se han realizado cambios que
se consideran aceptables como la no realización de campañas políticas para ocupar
cargos públicos, entre otros.

Un tercer capítulo, habla de lo que entendemos por ciudadanía comunitaria y


participación ciudadana, de cómo se aceptan estas condiciones o estatus sociales en
lo local, para posteriormente centrarnos en dimensionar cuál es la situación de la
participación ciudadana de los grupos que denominamos como marginales (jóvenes,
mujeres, evangélicos, profesionistas), y de los frenos y obstáculos que impiden su
participación activa. El propósito es darnos cuenta cómo se viven los Usos y
Costumbres en estos grupos, y con ello reorientar aquellos aspectos que no son tan
incluyentes. Entenderemos que las mujeres demandan mayor participación y
apertura de los espacios de servicio hacia ellas; los jóvenes demandan inclusión en
la toma de decisiones, pero también representatividad en los órganos existentes
(como en el consejo de principales); así mismo nos daremos cuenta que pese a

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algunas resistencias, los ancianos poco a poco van aceptando y permitiendo la
participación de sectores que hace tiempo no eran tomados en cuenta.

De este modo, cerramos el documento con un capítulo en el que presentamos


nuestras conclusiones. De manera concreta, hacemos algunas propuestas que
consideramos son claves para fortalecer la vida interna de la comunidad, como la
integración de representaciones de mujeres, jóvenes, evangélicos y profesionistas en
el consejo de principales; la conformación de un ente representativo de mujeres; que
los espacios de servicios no reconocidos, sean incluidos en el sistema de cargos,
etc. Estas mejoras serán posibles si logramos enlazar diálogos intergeneracionales,
interétnicos, interreligiosos e intergenéricos, considerando que todas las posturas e
ideas son importantes para concretar los planteamientos señalados. De la misma
forma nos posicionamos diciendo que la preservación de nuestros sistemas propios
de normatividad, son nuestra esperanza de persistir como pueblos originarios.

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CAPITULO 1:
CONTEXTO SOCIO – HISTÓRICO
“Conocer la historia del pueblo es importante para saber quiénes somos,
de dónde venimos, y quienes queremos ser; a fin de que, conociendo
nuestro pasado y presente, podamos planear el futuro.”
(Nemesio Velásquez Martínez.
Principal de Santa María Guienagati)

Para iniciar, es importante señalar que de Santa María Guienagati se han realizado
muy pocos estudios en cuanto a su historia, y como consecuencia no existen escritos
que puedan darnos información completa al respecto. El profesor Abisel Quintas
Cortes, es el único marillano que se atrevió a hacer un intento de recrear la memoria
histórica del municipio. En la actualidad se realiza un trabajo de investigación para
recuperar datos importantes1 para la historia del pueblo, este trabajo es realizado por
la Antropóloga María Cristina Velásquez Cepeda, con motivo de la integración del
documento de Bando de Policía y Gobierno Municipal.

De este modo, el presente trabajo se elabora en un contexto de carencia de


información escrita o fuentes secundarias. Por lo tanto, los relatos vivos y recuerdos
inolvidables de mujeres y hombres del pueblo de Santa María son la fuente principal
para este intento de recuperación de los momentos fundacionales del mismo. Su
sistematización es una modesta contribución a la comunidad y a la recreación de su
memoria histórica.

1.1. Orígenes de Santa María Guienagati.


“La configuración histórica de los zapotecos se dio en un principio por su arribo al
istmo oaxaqueño. Hacia el año 1400 D.C; como parte de la expansión del Señorío de
Zaachila, provenientes de los Valles Centrales, los zapotecos se asentaron en la
zona más rica y estratégica del Istmo, desplazando a los mixes hacia el norte y

1 La construcción y recuperación de datos históricos, se realiza mediante la consulta de escritos


(religiosos y administrativos) de los años cercanos a los inicios del pueblo; retomando también la
memoria oral de la comunidad, en voz de los señores principales.

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replegando a los huaves a los litorales, al sur de la región…” Acosta, (2007). Estas
líneas resumen la llegada de los zapotecas al Istmo de Tehuantepec, para
establecerse en esta región ─que históricamente ha sido considerada como
geoestratégica─ y con ello iniciar su dominio no sólo del espacio físico, sino del
conjunto de pueblos y culturas originarias con las que comparten dicho territorio
(huaves, mixes, zoques y chontales).

”Aun durante la irrupción española, aunque se redujo el control de los zapotecos en


el Istmo, éstos desarrollaron estrategias para compartir el poder con los
conquistadores y afianzar su predominio en la región” [Acosta, (2007)]. En este
sentido recalca Reina, (2011) que durante la Colonia, a diferencia de otras regiones
de la Nueva España, el istmo oaxaqueño no sufrió la dominación y sometimiento que
padecieron otros pueblos; lo que contribuyó a consolidar las formas de control
económico y político de la región que mantienen los zapotecas hasta el día de hoy.

Tuvieron que transcurrir aproximadamente entre 200 y 300 años (del 1600 al 1700
D.C) después del arribo de los zapotecas a la región del Istmo, para que habitantes
presumiblemente venidos de Zaachila, Mitla y Monte Albán llegaran a fundar la
comunidad de Santa María Guienagati, sin que exista registro de la fecha exacta.
[Quintas, (2000)]. Sin embargo, se sabe que los primeros pobladores se
establecieron en las riberas del río Los Perros (o río de las Nutrias), a la mitad del
camino a Lachivizá, conociéndose en ese entonces el poblado con el nombre de
Guiedxieu, palabra zapoteca que se traduce como "pueblo viejo o antiguo".

La tradición oral señala que este asentamiento fue abandonado y sus pobladores se
trasladaron a las tierras de un rancho ganadero que conocían como “La Hacienda”, y
que se dice fue propiedad de una familia de apellido Guzmán. Se sabe poco sobre
cómo sucedió esta reubicación, y en la actualidad conviven versiones distintas de
este desplazamiento. Por un lado, Quintas (2000) señala, que desde que inició la
construcción del templo católico la gente fue estableciéndose a su alrededor; y que
fue un proceso de años hasta lograr su terminación. Por otro lado, el señor M.

11
Venegas refiere:
“El pueblo estaba en Los Cocos, vieron que el lugar no alcanzaban
vinieron para acá, llegaron acá por la iglesia…”(Entrevista personal. 06
febrero 2015),
O sea que las personas poblaron este lugar precisamente porque ya estaba el
templo católico, lo que significa que la gente no vio ni participó de su proceso
constructivo; versión que contradice la anterior. Una tercera versión refiere, que
después de sufrir una inundación, los pobladores acordaron buscar un lugar mejor
para asentar la comunidad, eligiendo las inmediaciones de un templo católico
abandonado, y que un día 2 de febrero2 se inició la limpieza del lugar. Esta última
versión pareciera la más real, pues eso explicaría dos aspectos muy importantes
para la comunidad; primero, el 2 de febrero como día más importante para la
celebración de la asamblea de comuneros para tratar asuntos agrarios; y segundo, la
realización de la limpieza dentro de la cabecera municipal, como costumbre y en
memoria de la primera limpieza realizada para establecer la comunidad.3

De la construcción colonial del templo no se conocen mayores datos. Los ancianos


del pueblo a menudo refieren una historia mítica, en la que aseguran que este
edificio fue construido por los “encantos”;4 quienes tenían el encargo de terminar
dicho trabajo en una sola noche y antes del primer canto del gallo, pues de no ser
así, tenían que dejar inconclusa la construcción como sucedió en otros lugares.

Si bien, las generaciones actuales sabemos ─gracias a las fuentes historiográficas─


que estas construcciones son rastros vivientes del sometimiento que sufrieron los
pueblos originarios, en el ideal local esto no parece cobrar mucha importancia. Es
muy probable que se deba a que, como dijimos anteriormente, la cultura zapoteca no
sufrió el sometimiento drástico que experimentaron otros pueblos, de modo que no
hay un “recuerdo triste” vinculante con esta época; y por eso se le atribuye a los
"encantos" esta intervención, dejando claro la idea de que no fueron los

2 Se desconoce el año.
3 Trabajo comunitario conocido como tequio
4 Seres sobrenaturales.

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conquistadores los que edificaron ese templo.

Durante mucho tiempo a la comunidad se le conoció por el nombre de “La Hacienda”,


debido a que ahí habitó una familia ganadera ─proveniente del municipio de Jalapa
del Marqués─, como lo refiere M. Venegas
“… porque antes acá se llamaba pueblo de la Hacienda. El campo de
llano grande, la familia que estuvieron acá es de raza Guzmán, según
dicen no eran de acá, eran de Jalapa [del Marques], ellos tuvieron una
casa grande, ahí donde está el palacio, cuando nosotros fuimos jóvenes
nosotros lo tumbamos…” (Entrevista personal. 06 febrero 2015).

Es probable de que este lugar no fuera propiamente una hacienda; como lo señala
Gómez (2005:32), el nombre puede deberse a que el establecimiento de haciendas
fue una de las características de la región del Istmo de Tehuantepec, mismas que
tuvieron su origen en el período colonial. Las haciendas establecidas durante esta
época pertenecieron al Marquesado del Valle, descendientes de Hernán Cortes,
quien había recibido en 1529 el título de Marqués del Valle de Oaxaca [Reina,
(2011)]. Cabe mencionar, que el municipio de Jalapa del Marqués tuvo por largo
tiempo una relación directa con la comunidad, sobre todo por cuestiones religiosas,
pues de este lugar provenía el sacerdote referido en la "leyenda de la piedra".
Quintas (2000) señala que este religioso pertenecía al convento dominico
establecido en Jalapa del Marqués.

De hecho, “la primera descripción aparece en una relación geográfica de 1777 en la


cual, el párroco de Santa María Jalapa del Marqués, en cumplimiento a la Cédula
Real del 20 de Octubre de 1776, señala que: “Entre norte y oriente (la parroquia)
tiene otro pueblo que se nombra Santa María Guienagati, el que dista de la cabecera
(Jalapa del Marqués) doce leguas de llano y montaña, que vía recta serían siete. Y el
primer documento histórico con el nombre del municipio se localiza en una lista de
pueblos de 1720 en donde se registra “Guienagati”… (Borrador del Bando de Policía
y Gobierno Municipal. Datos no publicados).

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El cambio de nombre a Santa María, se produjo tras la llegada de la Virgen de
Asunción de María. Por eso, Santa María es en honor a dicha virgen considerada
actualmente por los católicos como la patrona del pueblo, aunque otros testimonios
(como la del señor M. Venegas) refieren que antes de ella, la Virgen de la Candelaria
era la patrona del lugar.
“…antes Candelaria es que estaba aquí, no Asunción [la virgen de
Asunción] porque antes acá se llamaba pueblo de la Hacienda…”
(Entrevista personal. 06 febrero 2015).

Podemos decir entonces que Santa María Guienagati es un pueblo de orígenes


prehispánicos, producto de la expansión del señorío de Zaachila, cuyo gobernante
fue Cosijoeza I. A la llegada de los conquistadores, Cosijopii -nieto de Cosijoeza I-,
quien era el señor de Tehuantepec, realizó pactos con la Corona Española para
compartir el poder. Para 1548, Tehuantepec se dividía en 27 pueblos sujetos y 49
barrios; y por la cercanía al lugar donde se encuentra el pasado de Guienagati, se
presume que Santa María Guienagati era un pueblo sujeto a Tehuantepec, en lo
eclesiástico estaba bajo la jurisdicción de la Parroquia de Jalapa del Marqués.
[Borrador del Bando de Policía y Gobierno Municipal, (2015). Datos no publicados].

Cabe mencionar que la historia oral centra su atención, a partir de la reubicación del
pueblo, dejando en segundo término a Guiedxieu (pueblo viejo), que es el primer
asentamiento marillano.

1.1.1. Guienagati: "Piedra, ahora te mueres"


Guienagati proviene de una de las variantes de la lengua zapoteca: guie: "piedra";
Naa: “ahora” y gatti: "muerta", que significa "piedra, ahora te mueres" o “piedra, te
vas a morir”; y tiene su origen en la "leyenda de la piedra".

La leyenda cuenta que un cura venía del municipio de Jalapa del Marqués, y se
dirigía a este lugar a oficiar misa, y al llegar al tramo comprendido entre Lachiviza y

14
Santa María, se encontró con una piedra que producía una luz sumamente brillante,
lo cual asustó al caballo que montaba, provocando que el cura cayera al suelo. Al día
siguiente, durante la celebración de la misa, el religioso contó a los fieles lo sucedido,
y pidió que un grupo de personas quemara la piedra que había asustado al caballo,
con el argumento de que tenía al "diablo por dentro", y mientras la quemaban, la
maldijeron con las palabras "Guie – Naa – Gatti".

Cabe referir que existen distintas versiones acerca de este suceso, sin embargo por
ser ésta la más conocida, la retomamos para el presente trabajo.

Actualmente podemos observar en la entrada al templo católico, la piedra que


protagoniza este viejo relato; es la misma que recibió la maldición y fue traída a la
comunidad en el año de 1976. [Quintas, (2000)].

Este relato cobra gran significado, no sólo por el hecho que de ahí deriva el nombre
del municipio y su cabecera, sino porque denota la relación estrecha que ha existido
entre la comunidad y la fe católica. De esta relación surgieron las normas morales
que hoy rigen al pueblo, y que regulan las relaciones de poder en el sistema de
cargos. Los ancianos argumentan que desde esta relación nació el consejo de
principales que estaba ligado a los cargos religiosos. De hecho se reconoce que la
legitimidad que tenían las autoridades y el consejo de principales era por su
vinculación con los cargos religiosos. Uno de los cambios actuales más notorios tiene
que ver precisamente con el proceso de desvinculación de lo religioso y de lo civil, es
decir, con la dinámica de secularización del gobierno y sistema de organización
política de Santa María Guienagati.

Además, la "leyenda de la piedra" muestra como las creencias y fe de los zapotecas


fueron suprimidas por los principios y normas religiosas impuestas por los
conquistadores. Pese a ello, los pobladores originales encontraron la forma de
“fusionar” esas creencias; pues si bien la leyenda se da en un contexto de visión
católica, también contiene elementos ─como la piedra─, que creemos era un símbolo

15
que representaba las creencias y deidades de la cultura zapoteca prehispánica; de
ahí la necesidad de satanizarla y quemarla.

1.2. Momentos históricos importantes


“Santa María Guienagati fue reconocido y elevado a categoría de Municipio unos
años después de la independencia de México, mediante el Decreto No. 47 de la Ley
de División y Arreglo de los partidos que componen el Estado Libre de Oaxaca, el día
15 de marzo de 1825. En el listado de pueblos de la División Política, Judicial,
Municipal y Estadística de 1826 el pueblo aparece registrado como perteneciente al
partido segundo Villa de Tehuantepec con el nombre de Santa María Quienagate”.
[Borrador del Bando de Policía y Gobierno Municipal. Datos no publicados].

Desafortunadamente para cualquier propósito historiográfico, no existen mayores


referencias para comprender la vida social de Guienagati después de la
Independencia; sobre todo, de los procesos de conformación de lo que hoy
conocemos como Usos y Costumbres.

“En el año de 1826 se edificó el curato de la Iglesia. Posteriormente, en la División


Permanente del territorio del Departamento de Oaxaca, de 1844, se registra en el
Octavo Distrito de Tehuantepec el pueblo de Santa María Guienagati, perteneciente
a la parroquia de Jalapa del Marqués con 573 habitantes. En 1847 se construyó la
cárcel. En la División de Oaxaca de 1891 se registra como Ayuntamiento Guienagati,
Santa María”. [Borrador del Bando de Policía y Gobierno Municipal. Datos no
publicados].

La historia oral de Guienagati hace referencia a tres títulos primordiales de la


comunidad, donde se establecían los linderos que delimitaban el territorio físico del
municipio. Sin embargo, durante el incendio provocado al palacio municipal en la
época revolucionaria, dos de ellos fueron destruidos, y se desconoce el destino del
tercero. Algunas voces de la comunidad refieren que éste se encuentra en el Archivo
General de la Nación. Estos títulos habrían sido elaborados en los años de 1710,

16
1713 y 1730.

1.2.1. Santa María Guienagati durante la Revolución y post-revolución


Mexicana
El periodo comprendido entre 1910 a 1930 es reconocido por la historia oficial de
nuestro país como la Revolución Mexicana; periodo de enfrentamientos armados que
tuvieron el propósito central de derrocar la dictadura de Porfirio Díaz e instalar un
nuevo orden constitucional y de derechos sociales en nuestro país. Tras casi 30 años
de "porfiriato", el acumulado de descontento social por la represión y control político y
por el empeoramiento crítico de las condiciones socioeconómicas de los trabajadores
y campesinos mexicanos, desató conflictos y movimientos armados en la mayor
parte del territorio nacional bajo los gritos de "Sufragio efectivo. No reelección" y "La
tierra es de quien la trabaja".

Esta revuelta tuvo diversas caras a lo largo y ancho del país; en aquellos años -
según la historia oral local- Santa María Guienagati era un pueblo pacífico, tranquilo
y de mucho respeto. Tenía aproximadamente mil habitantes; las personas vivían de
lo que producían en el campo, además de lo que podían aprovechar de la naturaleza.
Los pobladores de Santa María narran que esta tranquilidad fue alcanzada gracias al
movimiento armado, teniendo que sufrir la ola de violencia que se dio por los
constantes enfrentamientos entre maderistas y carrancistas (del Partido Verde)
contra los porfiristas (del Partido Colorado); los simpatizantes de uno u otro partido
se colocaban listones o trapos rojos o verdes, según el color distintivo del partido al
que pertenecían. [Quintas, (2000)]

Una de las escenas más dolorosas que persisten en la memoria y narrativa colectiva,
fue aquella que cobró la vida de 11 marillanos en la comunidad que hoy día es la
cabecera municipal, y que fue perpetrada por simpatizantes del partido colorado,
quienes además incendiaron las casas de los pobladores.

En el año de 1916, los carrancistas bajo el mando de Alfonso J. Santibáñez entraron

17
al poblado e incendiaron el palacio municipal, lo que provocó la pérdida de
documentos importantes para la comunidad. Al año siguiente, en 1917 los rebeldes
dirigidos por Santibáñez incendiaron en dos ocasiones más a la comunidad, matando
a hombres, mujeres y niños, dispersando al resto de los habitantes quienes se
refugiaron en los montes y en comunidades vecinas; esto sucedió cuando
Venustiano Carranza ocupaba la presidencia de México; por ello, los rebeldes se
sentían respaldados por el poder y cometían todo tipo de atropellos. Ante esta
situación, un grupo de 25 personas valientes y decididas se organizaron para
defender a Santa María Guienagati, aun a costa de sus vidas. [Quintas, (2000)]. En
la actualidad a estos hombres se les recuerda como héroes anónimos, y a menudo
son referidos para hacer énfasis en el costo humano que implicó defender y
reorganizar este municipio, y constituir el pueblo de Santa María Guienagati.

Transcurría el año de 1920, cuando una vez más la comunidad fue sitiada por
rebeldes, quienes entraban a matar, robar e incendiar las casas, ahora encabezados
por Isidoro Velásquez, quien se acompañaba de un grupo de 70 personas. Esta
situación no cesó hasta que Velásquez fue asesinado junto a varios de sus
seguidores.

Sin embargo, el pueblo de Santa María Guienagati estaba lejos aún de alcanzar la
tranquilidad, y en el año de 1928 la comunidad se vio nuevamente envuelta en
problemas, ahora a cargo de Nemesio Palacios, quien con sus hermanos y otros
individuos de la comunidad de Chihuitán asesinaron a personas que defendían la
integridad del pueblo.

La historia de muertes y quemazones que azotaron a Santa María Guienagati


durante las primeras tres décadas del siglo pasado, tuvo su término con el asesinado
de Nemesio Palacios en manos del general Moctezuma y otros 60 elementos del
ejército, enviados por el entonces gobernador del estado Francisco López Cortes.
Fue con la muerte de este personaje que finalizó una etapa sangrienta en la historia
del municipio. [Quintas, (2000)].

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Después de años de violencia y de constantes enfrentamientos, Guienagati volvió a
ser un pueblo tranquilo (como suelen describirlo los marillanos). Quienes se habían
refugiado en los montes y comunidades vecinas, regresaron a convocatoria de las
autoridades para poblar una vez más la comunidad y dar inicio a una nueva etapa en
la vida del pueblo.

Los conflictos y disputas vividos en la época revolucionaria lastimaron gravemente al


municipio; lo que explica en parte que desde hace mucho tiempo exista un consenso
en no permitir que los partidos políticos (cualesquiera que sean) se involucren en la
toma de decisiones, y que el sistema de gobierno local esté por encima de las
preferencias particulares.

Es importante resaltar que a pesar del momento difícil que se vivía por los constantes
actos violentos durante el período armado, la comunidad siguió creciendo y
ampliándose, y fue en este mismo período que inició la fundación de la comunidad
de Lachiviza5, ocurrida entre los años 1915 a 1920. Lachiviza más tarde fue
reconocida como Agencia de Policía Municipal. 6

Alrededor del año de 1930 se inició la fundación de San Isidro Lachiguxe 7; nombre
que recibió de manera oficial en el año de 1963 en honor a San Isidro Labrador8.
Esta localidad es una de las que tiene mayor antigüedad. Testimonios refieren que
incluso antes de la Revolución Mexicana, las personas tenían cafetales en este lugar
y que tales características favorecieron su uso como refugio, por lo que más tarde se
convirtió en Agencia de Policía Municipal. Otra de las comunidades que se fundó en
la misma década, fue la Agencia de Policía Municipal Las Botijas, que se presume

5Lachivizá (del zapoteco: Lachi - Llano y Vizá – Frijol; que traducido es: Llano de frijol). Según el
INEGI (2010) cuenta con una población total de 264 habitantes.
6Agencia de policía municipal, es una de dos categorías en las que se divide un gobierno municipal,

reconocido en el artículo 17 de la Ley orgánica Municipal del Estado de Oaxaca.


7Lachiguxe se traduce como:Llano de cacao o lugar donde se pesca y caza. Cuenta con una

población total de 264 habitantes [INEGI, (2010)].


8Patrono del pueblo.

19
ocurrió entre los años de 1930 y 1935.

En el año de 1954 se funda la población de Río Grande ─nombre que deriva de su


asentamiento en las riveras del Río de los Perroso Río de las nutrias─. La
comunidad tiene categoría administrativa de Agencia de Policía Municipal, y cuenta
con apenas nueve habitantes [INEGI, (2010)]. Ello se debe a que los pobladores de
dicha agencia, son en realidad habitantes de la cabecera municipal o de otras
comunidades. Esta misma situación se repite también en varios de los pueblos del
municipio, pues la gran mayoría de ellas están fundadas ante la necesidad de
encontrar espacios para la producción agrícola y ganadera.

Las comunidades que integran el territorio municipal, han sido a lo largo de los años,
parte importante en la práctica y conservación de los Usos y Costumbres; los
comuneros provenientes de estas comunidades forman parte de la Asamblea
General, y en ese sentido tienen una participación activa en las decisiones que
emanen de este órgano.
Las agencias y demás comunidades, se rigen bajo los mismos acuerdos que se
establecen en Asamblea general, hasta el día de hoy esta situación no ha provocado
conflictos o tensiones importantes que pongan en riesgo esta forma de organización,
por el contrario, cada día es más activa la participación de las comunidades, tanto en
las cuestiones agrarias como en las administrativas. En otras palabras, los Usos y
Costumbres se practican de forma homogénea tanto en la cabecera municipal como
en el resto de comunidades que integran el municipio.

1.3. Guienagati en el contexto actual


El municipio de Santa María Guienagati9se encuentra enclavado en la sierra Mixe–
Zapoteca, en la región del Istmo de Tehuantepec, estado de Oaxaca; al sureste de la
capital del estado. Actualmente, el municipio tiene una población total de 3, 286

9La cabecera municipal se ubica en las coordenadas 95º21' longitud oeste, 16º44' latitud norte, a una
altura de 310 metros sobre el nivel del mar.

20
personas; de las cuales 1,647 son mujeres, y 1,639 son hombres [INEGI, (2010)]. Es
el municipio número 412, de un total de 570 que integran el territorio del estado de
Oaxaca.

Santa María Guienagati

Mapa 1.

El INEGI (2010), registra un total de 52 comunidades que pertenecen al municipio de


Santa María Guienagati, sin embargo, varias de ellas son colonias adheridas a la
cabecera municipal; en tanto que la comunidad de Los Valles se segregó del
municipio en el año 2010, como consta en el decreto 2063, publicado en Diario
Oficial del Estado de Oaxaca, de fecha 11 de diciembre de 2010.

Los poblados que integran el municipio son: Santa María Guienagati (cabecera
municipal), Lachiguxé, Peña Blanca, Lachiviza, El Palmar, Algodón, El Mirador,
Nizavigana, Chayotepec, La Botija, El Caracol, Cerro Grande, Guiechona, Guishihui,
Llano Zapote, Ocote Solo, Xicalpestle, Arroyo Chino, Nizayula, Río Grande,
Cieneguilla, Llano Grande, Puente Nizavigana, Colonia Arroyo Obscuro, Colonia

21
Cheguigo, El Trapiche Guienagati, El Cardamomo, Loma de Tierra, Palenque. La
mayoría de ellas no supera los 50 habitantes. [INEGI, (2010)].

Aspecto agrario:
Santa María Guienagati cuenta con régimen de propiedad comunal, creado por
resolución presidencial el 20 de agosto de 1952, consignada en su plano definitivo
con fecha 6 de febrero de 1953. [Grupo Mesófilo A.C., (2007)]; ejecutada totalmente
el 2 de julio del mismo año; con una superficie total de 36, 215-56-00 hectáreas.
[Borrador del Estatuto Comunal. Datos no publicados]. Colinda al norte con el
municipio de Guevea de Humboldt, al sur con Santiago Laollaga, al este con el
municipio de Santo Domingo Petapa y al oeste con los municipios de Santiago
Lachiguiri y Jalapa del Marqués. Su extensión y forma de propiedad fue ratificada
con sentencia definitiva el 17 de abril del 2001.

Las principales zonas o áreas en las que se divide el municipio según el


Ordenamiento Territorial Comunitario realizado en el año 2004 son: zonas de
reservas que fueron certificadas de forma voluntaria en el 2004, zona de
conservación, y la zona de aprovechamiento, en esta última zona se ubica la
cabecera municipal, las agencias de Nizavigana, Lachiviza, Rio grande, entre otros.

La comisaria de bienes comunales es la autoridad inmediata en los que a asuntos


agrarios se refiere, este órgano está integrado, por el presidente del comisariado,
secretario y tesorero; el consejo de vigilancia está integrado por un presidente y dos
secretarios, todos ellos cuentan con su respectivo suplente.
El nombramiento de las autoridades agrarias se hace ─al igual que con la autoridad
municipal─ de acuerdo con los usos y costumbres de la comunidad; con la diferencia
de que sus ocupantes deberán también ser comuneros reconocidos por el Registro
Agrario Nacional

El problema más grande que vive el municipio en el aspecto agrario, se debe a que
en su territorio se encuentra asentada la comunidad de Guishixu de Díaz Ordaz y

22
que pertenece administrativamente al municipio vecino de Santiago Laollaga, por ello
se considera a sus pobladores como invasores de los terrenos comunales de Santa
María Guienagati, si bien, al inicio de su fundación esta comunidad pertenecía en lo
agrario a Guienagati, pero con el paso del tiempo y sobre todo porque sus
pobladores no son originarios de la comunidad, se terminaron separando del
municipio. Actualmente existe una disputa ante las instancias agrarias respecto a
esta situación.

En el resto de comunidades que integran el núcleo agrario, no se han suscitado


mayores dificultades, salvo los conflictos particulares respecto a las colindancias de
parcelas, sitios solares, etc., que son ─en primera instancia─ retomado por el agente
municipal o en su caso el representante de núcleo, pues están facultados por la
Asamblea general ser coadyuvantes del Comisariado de Bienes Comunales,
posteriormente y en caso de no haber solución son turnados a Bienes Comunales, la
mayoría de los conflictos termina en este nivel, salvo casos extremos en los que se
decide poner a disposición de la Asamblea General el conflicto de que se trate, o en
su caso ser turnados a la Procuraduría Agraria.

Aspecto económico – productivo:


Históricamente ha sido la agricultura de autoconsumo la principal actividad
económica–productiva de la población; lo que se practica del modo tradicional, bajo
el esquema de roza y quema. De hecho, la agricultura fue la principal causa de
haberse fundado las comunidades que componen Santa María Guienagati, pues en
la búsqueda de espacios más viables para la producción de alimentos, se fueron
estableciendo asentamientos que con el tiempo se conformaron como comunidades.
Los cultivos principales son: maíz, frijol, calabaza, café, etc. En años recientes se
han ido introduciendo cultivos ─como la sandía, pepinos, papaya, etc.─ que tienen
como fin la comercialización.

Las actividades económicas de las que sobreviven las comunidades son variadas,
que a grandes rasgos se describen las principales:

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Lachiviza: actualmente esta comunidad vive de la agricultura de subsistencia en su
gran mayoría, sin embargo, en los últimos años se ha adoptado la siembra de
cultivos para la venta como es la papaya, sandia, entre otros; cuenta con terrenos de
riego que lo hacen apto para este tipo de siembra. Otras actividades a los que se
dedican sus pobladores son: transporte, comercio, ganadería intensiva, jornaleo, etc.
Santa María Guienagati: una gran mayoría de se dedica a la agricultura para el
autoconsumo, otros se dedican al comercio (abarrotes, carnes, ropa, etc.),
transporte, cría de aves domésticas; siendo la cabecera municipal existe mayores
oportunidades de jornaleo en comparación con las demás comunidades, sobre todo
en la construcción, o como campesino, entre otros.

Lachiguxe: además de la agricultura de autoconsumo, las familias que viven en esta


comunidad también son en su gran mayoría pequeños ganaderos, siendo quizá esta
su principal fuente de ingresos, pues de la ordeña de bovino se elaboran
principalmente queso y requesón, que posteriormente se venden tanto en la
cabecera municipal como en lugares aledaños.

Chayotepec: en los últimos años también se ha dedicado a la venta de servicios de


ecoturismo, pues los pobladores de esta comunidad gestionaron un proyecto de esta
naturaleza, en la búsqueda de conservar y al mismo tiempo aprovechar el bosque
con el que cuentan; claro está, que también se dedican a la agricultura de
autoconsumo, principalmente.

El resto de comunidades sobrevive principalmente de la siembra de cultivos básicos,


en ocasiones también de algunas especies que se destina para la venta, como
también de los que se describen en párrafos siguientes.

El comercio ha sido otra de las actividades económicas más antiguas, pues siempre
ha existido la necesidad de adquirir productos que no hay en la población;
seguramente esta actividad ha estado presente desde los inicios de la fundación de

24
la comunidad. La necesidad de establecer relaciones de comercio con otras
comunidades, permitió a que en la década de los setenta, se diera apertura al
camino carretero que comunica a la comunidad de Santa María Guienagati con las
ciudades del istmo de Tehuantepec, siendo actualmente la principal vía de acceso la
carretera que conecta con Ciudad Ixtepec. Y en décadas más recientes se
aperturaron los caminos que conectan la cabecera municipal con las agencias y
rancherías.

Al paso de los años, apareció el servicio de transporte y carga, que tuvo sus orígenes
con un camión autobús que era propiedad del pueblo. Dicho bien era administrado
por las autoridades agrarias; después fueron apareciendo los servicios particulares,
uno de los más conocidos fue el de la Unión de Comunidades Indígenas de la
Región del Istmo (UCIRI) que prestaba servicio no solo a Santa María, sino a todas
las comunidades de la región. En la actualidad existen en Guienagati cuatro sitios10
de taxis que prestan este servicio. Y más recientemente aparece el servicio de moto
taxis en la cabecera municipal y algunas agencias como Lachiviza y Nizavigana.

En la década de los noventa, durante el gobierno de Ernesto Zedillo llego a la


comunidad el programa Progresa (actualmente Prospera); posteriormente apareció
Procampo (que inicio en el año de 1993, después de la firma del TLCAN); en
“beneficio” de las personas. Tiempo después llegaron Procafé, Setenta y más
(implementado por el gobierno de Felipe Calderón), entre otros.
Estos programas de transferencias monetarias directas han aumentado el número de
espacios de cargos y servicios ─aunque no estén oficializados dentro del esquema
comunitario─. Sin embargo, debido a que las reglas de operación de éstos
establecen como requisito la integración de comités, se ha tenido la necesidad de
que los beneficiarios participen en estas representaciones. En la actualidad, también
las mujeres forman parte de estos comités, sobre todo en los programas dirigidos a
ellas, como Prospera.

10Sitio 15 de enero, El venado, Concepción y el Águila.

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Además de las actividades productivas y subsidios que sostienen la economía
familiar; ante la necesidad creciente de contar con recursos monetarios se han
desarrollado oficios como la carpintería, albañilería, carnicería, actividades
profesionales y de jornaleo. Los jornaleros han tenido que migrar a otros lugares (a la
capital del estado, a la ciudad de México, al estado de Sonora, etc.) en busca de
empleo y de mejores condiciones de vida; de la misma forma ha habido quienes
emigran hacia ciudades del país vecino del norte

Sin embargo, la migración ha impactado en la vida local, pues trae consigo, entre
otras cosas, cambios en la forma de pensar y de vivir, al tiempo que permite
establecer relaciones con personas no originarias del lugar.

La relación entre migrantes y la comunidad, hasta hace poco no había sido tema de
discusión, quizá porque anteriormente el número de los que migraban no había sido
significativo; sin embargo en los últimos años, ha incrementado la cantidad de
personas que deciden irse a otros lugares. Es cierto que las razones son variadas,
pueden ser en busca de trabajo, o por cuestiones de estudio, etc.

Por ello, durante la integración del Bando de Policía y Gobierno municipal, se


comenzaron a dar propuestas para reglamentar esta situación ─en términos
generales─ se propone que las autoridades (comunales y municipales) lleven un
control exacto del número de personas que migran, el tiempo que estarán fuera de la
comunidad.
La persona migrante tendrá que nombrar a un representante que pueda ─valga la
redundancia─ representarlo cuando sea necesario, así mismo se propone que la
condición de ausente no lo exime de responsabilidades como aportar su tequio o dar
cooperaciones económicas que se acuerden en Asambleas; también que podrán en
algunos casos poder buscar a una personas que lo supla en algún cargo o servicio
menor (policía de escalera o integrante del algún comité), no así en espacios de
mayor jerarquía (suplente o regidor, presidente municipal, etc.) Además se propone
que quienes se ausenten de la comunidad sin cumplir estas condiciones, podrán en

26
casos extremos perder su condición de ciudadano/comunero.

De la misma forma se contemplan los pasos que debe seguir una persona que llega
a la comunidad, y desee radicar formalmente en el municipio, ya sea por haber
establecido relaciones familiares con alguna persona de la comunidad, o por otras
razones.

En este sentido, es importante precisar que actualmente no existe un control o


registro de cuantas personas han migrado, durante cuánto tiempo, menos se sabe de
cuanto es la remesa que estas personas puedan estar enviando a la comunidad,
tampoco se sabe con exactitud de cuáles son los lugares más preferidos; lo podamos
saber es en términos generales, de pláticas entre personas, etc.; no contamos con
datos oficiales.

Aspecto político:
En Guienagati conviven diversas agrupaciones o partidos políticos; el más antiguo es
el PRI (Partido Revolucionario Institucional), que durante ochenta años
ininterrumpidos gobernó el estado de Oaxaca. Le sigue el PRD (Partido de la
Revolución Democrática) que tras su aparición en 1989 comenzó a tener
simpatizantes en la comunidad, muy probablemente tras la conformación de
organizaciones afiliadas a esta corriente partidista como la COCEI, en el istmo, que
rápidamente se extendió a las comunidades de la región. A partir del 2010 el PRD se
convirtió en el partido gobernante a nivel estado, que en alianza a otros partidos
(PAN, PT, Convergencia) derrotaron al PRI.

A partir de la entrada del segundo milenio, aparece el PAN (Partido Acción Nacional),
y posteriormente el PVEM (Partido Verde Ecologista de México). Más recientemente,
en el 2015 emerge localmente MORENA (Movimiento de Regeneración Nacional).

Afortunadamente para la comunidad, la presencia de estos grupos políticos no se ha


traducido en conflictos o enfrentamientos mayores que impacten de forma drástica,

27
sin embargo, poco a poco y con el paso del tiempo van introduciendo prácticas
ajenas a las costumbres locales, algunos de los cuales señalaremos en capítulos
siguientes.

Ante este escenario multipartidista, una característica que distingue a los marillanos
─en términos generales─ es que no son fanáticos de partido político alguno; si bien
existe cierta simpatía con ellos, eso no implica pelearse con los que no comparten
esa corriente, en ese sentido existe un respeto a las ideologías políticas; eso no
quiere decir que no hayan personas que busquen cambiar el sistema de normas
internas por la de los partidos políticos; pero hasta la fecha no se ha logrado ese
cometido.

Por lo anterior, podemos decir que existe un consenso de que la comunidad se siga
rigiendo por Usos y Costumbres, pues ha sido funcional para las generaciones
pasadas y presentes. En ese sentido, un aspecto muy importante a mantener son los
cargos y servicios que actualmente se configuran de la siguiente manera:

Principal

Presidente Municipal o Presidente de Bienes


Comunales
Síndico, Regidor propietario o Propietario en el
cabildo de Bienes Comunales
Agente Municipal o suplente de regidor y
equivalente

Integrante de algún comité (Centro de salud,


Diconsa o Casa del pueblo)

Teniente

Policía de escalera (Palacio Municipal o en Bienes


Comunales) o topil (iglesia católica)

Fuente: Elaboración propia.

Aspecto religioso:

28
En cuanto a lo religioso, existen diferentes credos, que en términos generales se
clasifican en tres grandes grupos: el de los católicos, el de las iglesias evangélicas
(Adventistas del Séptimo Día, Testigos de Jehová, Iglesia del Nazareno,
Pentecostés, entre otros), y los no profesantes. Evidentemente la primera iglesia en
llegar a la comunidad fue la católica; posteriormente ─señala Quintas, (2000)─
aparece la Iglesia Pentecostés en el año de 1948; casi dos décadas después (en el
1964) llegan los Testigos de Jehová, y en 1970 se funda la Iglesia del Nazareno,
entre otros que han llegado en décadas recientes.

En ese sentido, la historia oral no registra algún tipo de conflicto social significativo
que hayan sido propiciados por la presencia de estas denominaciones religiosas, de
hecho, el mismo autor señala que “…lo rescatable e importante es que aun de las
diferencias religiosas, todos los comuneros sin distingo de credos, brindan su tequio
en cualquier obra de beneficio social que la comunidad lleva a cabo, se participa en
asambleas generales que convoca la autoridad municipal o comunal, y ello es muy
importante para la buena marcha de la comunidad y para la sana y pacífica
convivencia social.” [Quintas, (2000)].

Aspecto socio-cultural y educativo:


Guienagati es un pueblo originariamente zapoteco, pero que en las últimas décadas
ha ido perdiendo su lengua. En la actualidad son pocas las personas que hablan
zapoteco; las personas ancianas y una población mínima de jóvenes y adultos son
quienes aún hablan Dadiznu (zapoteco). Son múltiples las razones que han
ocasionado la perdida de la lengua, pero se reconoce que comenzó a partir de la
aparición de las escuelas, los maestros prohibían a los niños a hablar en zapoteco, y
las personas aceptaron esa prohibición, de modo que ellos mismos no le enseñaron
la lengua a sus hijos; hasta la década de los setenta, las asambleas comunitarias se
realizaban en zapoteco, como reconoce L. Iglesias:
“… el pueblo marillano era en puro dialecto, y ese era lo que fregaba los
jóvenes, cuando empezó funcionar el castellano, el presidente hace junta
en castellano ahí es donde afecta a los ancianos y hasta los jóvenes,

29
porque para hablar se requiere una preparación… pues ahí como que se
chivea, porque desde más antes de 60 o 70 se hace en puro dialecto,
esto fue cambiando como en los 70… [Entrevista personal. 22 mayo
2015].
Y el cambio se debió precisamente porque ya había una población que no
entendía zapoteco, de ahí la necesidad de hacer las reuniones en español.

En cuanto a festejos, la celebración más importante es la que se realiza en el mes de


agosto, en honor a la Virgen Asunción de María. En esta fiesta participan -además de
feligreses de la iglesia católica- las autoridades municipales; su tarea es colaborar en
la organización del festejo, a la que también asisten personas de comunidades
vecinas.

Otras celebraciones que existen en la comunidad son: a la Virgen de la Candelaria;


Día de muertos, fiestas decembrinas. Algunos festejos laicos son las fiestas patrias,
como la Independencia de México y la Revolución Mexicana. Por su parte, las
iglesias evangélicas también realizan festejos propios, entre los más conocidos:
campañas evangelísticas y asambleas, además de las fiestas decembrinas, entre
otros.

En lo educativo, Santa María Guienagati cuenta con escuelas en los tres niveles
básicos (preescolar, primaria y secundaria), y en la educación media superior
(IEBO11). En términos generales podemos decir que los marillanos cuentan con
educación básica. La comunidad no cuenta con educación de nivel superior, pese a
ello, en años recientes se ha ido incrementado el número de profesionistas, quienes
tienen que ausentarse de la comunidad para lograrlo; después de concluir sus
estudios tienen que seguir estando ausentes pues son poco los espacios laborales
para ejercer la profesión.

A modo de resumen, podemos decir que los zapotecos de Santa María Guienagati,

11Instituto de Estudio de Bachilleres del estado de Oaxaca.

30
han tenido que enfrentar con los años, distintas situaciones que los han puesto a
prueba, y les ha dado lecciones de vida para consolidarse como una comunidad
usocostumbrista. Y que ante los cambios que se introducen con el tiempo, han
aprendido a armonizar los factores externos con las prácticas y costumbres locales.
Sin embargo, cada vez es mayor el número y la magnitud de los retos a superar; de
modo que si se quiere seguir viviendo como un pueblo regido por los Usos y
Costumbres, tendrán que encontrarse las formas y mecanismos que le permitan
seguir adecuándose para responder a la dinámica de cambios, o de lo contrario
─como dice un dicho común─ “morir en el intento”.

31
CAPITULO 2:
CONFIGURACIÓN ACTUAL DEL SISTEMA NORMATIVO INTERNO: CAMBIOS Y
CONTINUIDADES.
Los sistemas normativos internos, han enfrentado con el paso del tiempo cambios
constantes, provocados por situaciones y fenómenos de diversa índole, como son: la
pobreza, la migración, el crecimiento demográfico, la presencia de diversas iglesias
evangélicas, las políticas de asimilación, la crisis económica y otras formas de
exclusión social. [Carlsen, (1999)]. Otros aspectos importantes son el impacto del
sistema educativo y la imposición de formas culturales en las dinámicas locales. La
capacidad de responder a estas situaciones y fenómenos es el principal de sus
desafíos para mantenerse vigentes.

En Santa María Guienagati, existen sectores de la comunidad que reconocen la


necesidad de revisar ciertas prácticas consuetudinarias vinculadas a órganos de
autogobierno, que han sido cuestionadas en determinados momentos; esto ha
favorecido su reorientación para responder a las demandas de dichos sectores. Sin
embargo, existen otras que no han sido analizadas y son objeto de
cuestionamientos. A partir de este reconocimiento y con la finalidad de abonar a la
discusión, se analizarán los cambios y continuidades de las prácticas
consuetudinarias, tomando en cuenta los siguientes aspectos: pilares o fundamentos
del sistema normativo interno, lo que son los usos y costumbres, cambios en el SNI,
demandas de grupos marginales y conflictividad interna.

2.1. Pilares del Sistema Normativo Interno


Es importante hablar de cuáles son los ejes o pilares fundamentales de los UyC de
Santa María Guienagati, porque se trata de los modos de vida que generan
pertenencia, cohesión e identificación del pueblo; es hacer referencia a los aspectos
que caracterizan a su gente. Quizá haya elementos o aspectos que pueden cambiar
o incluso desaparecer; pero los aspectos pilares no deberían cambiar, o al menos no

32
sustancialmente, porque ello significaría perder nuestros referentes indentitarios,
seria trastocar el fondo mismo de sus Usos y Costumbres.
En los párrafos siguientes se hace referencia a los pilares que configuran la vida y la
historia de la comunidad.

El consejo de principales: Se llama así al conjunto de personas (entre 60 y 70


integrantes) que tienen un grado de “reconocimiento positivo” en la comunidad,
producto de una larga trayectoria de servicio en los diversos cargos que la
comunidad les encomendó, en el marco del sistema de cargos y servicios aceptado
por el pueblo.

Entre las cualidades de un principal, se distinguen:


o Ser persona de respeto (que merece respeto y respeta a los demás).
o Con valores éticos y morales aceptados en la comunidad (lo que le da
“peso moral” y sustenta un abanico de opciones que van más allá de lo
bueno y lo malo).
o Con capacidad de crítica y de generación de propuestas.
o Haber cumplido de manera satisfactoria los cargos que el pueblo le ha
conferido, y contar con la experiencia y autoridad necesaria para
conducirlo o cuidarlo.
o Tener interés por los asuntos comunes de la comunidad.
[Grupo focal 1. 11 octubre 2014].

Respecto a la edad que debe tener una persona para ser considerado un principal, 12
se tienen posturas diferentes. Esto ha generado un debate acalorado en la
comunidad; de un lado están quienes argumentan que para ser “principal” se debe
tener cuando menos 60 años, puesto que llegar a esa edad permite tener experiencia
de vida para tratar asuntos del pueblo; así mismo, es el tiempo necesario para haber

12Se reconoce como principal a una persona que ha cumplido de manera satisfactoria los cargos y
servicios que le han sido encomendados, están dispuestos a dar su opinión con respecto a diversos
temas; se les tiene en gran estima y están ubicados en el peldaño superior del sistema de cargos y
servicios.

33
prestado diversos servicios/cargos a la comunidad. Agregan además que una
persona de esta edad asume mayores responsabilidades y es más constante en sus
compromisos, entre otras cualidades atribuidas.

Por otro lado, hay quienes argumentan que si bien es cierto que la experiencia es un
elemento importante a considerar, en estos tiempos también se necesita tomar en
cuenta el conocimiento de realidades que van más allá de lo local; en este sentido
son los jóvenes quienes pueden aportar, puesto que les tocó vivir una época
diferente a los ancianos, y que además existen mayores niveles de escolaridad y
número de profesionistas de la misma comunidad. Se plantea también que limitar la
participación de los más jóvenes en este Consejo, es contraproducente, pues al
marginarlos y dejarlos sin representación se incita a que no respeten las decisiones
del Consejo. Por tanto, los acuerdos o decisiones que emanen de dicho órgano,
serán fácilmente desechados en la Asamblea General, donde existe un porcentaje
mucho mayor de jóvenes.

Así mismo, hay que tomar en cuenta que tener edad avanzada, no garantiza que una
persona tenga la capacidad requerida para realizar las funciones que implica ser
principal; como tampoco el ser joven significa no tener capacidad de análisis, y por
tanto realizar aportes valiosos en pro de la comunidad.

En la búsqueda de unir estas posturas, se va consolidando la idea de que es


necesario aprovechar las capacidades que puede ofrecer cada generación, y
combinar la experiencia y la palabra de los ancianos, con los conocimientos y las
habilidades de los jóvenes. La propuesta que se visualiza en la práctica, es que poco
a poco se vayan integrando más jóvenes a este Consejo; lo cual se va logrando ante
la apertura ideológica de los grupos más conservadores. Desde luego, es necesario
entender que este cambio tiene que ser un proceso, y que seguramente implicará
otros retos.

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La sabiduría de los principales: Esta sabiduría está ligada a la experiencia de vida,
que fue adquirida después de haber servido en los distintos cargos en la comunidad.
Se concibe como un elemento fundamental en la configuración del sistema de
organización comunitaria. En referencia a ello G. Quiroz dice:
“…uno de los pilares fuertes es la sabiduría de los principales… es algo
fundamental para un pueblo, porque algo que no debemos olvidar, como
alimentar y sostener el consejo de principales, porque es el consejero de
un pueblo, eso es algo importante, porque no puedes avanzar por otro
lado tratando de hablar tu mucho de Usos y Costumbres sin tomarlos en
cuenta…” [Entrevista personal. 31 enero 2014].

La sabiduría o experiencia vital es necesaria para el pueblo, por ello la insistencia de


que los servidores comunitarios tengan trayectoria de cargos, es decir, crecer en el
escalamiento de peldaños hasta llegar al último, que es el de mayor jerarquía y de
reconocimiento; o como señala Carlsen, (1999) “Finalmente, después de asumir
todos los cargos, generalmente en un proceso de treinta o treinta y cinco años, un
miembro de la comunidad llega a nivel de pasante o principal, la cumbre de la
jerarquía”.

El peso moral: Los señores principales se refieren a ella como:


“…ser persona de mucho cuidado, ser de palabra; que ya fue autoridad,
prestó sus servicios, es de respeto y respeta a los demás…” [Grupo focal
1. 11 octubre 2014].

Tener peso o autoridad moral significa muchas cosas, pero consiste


fundamentalmente en tener valores aceptados por la gente del pueblo, lo cual se
traduce en un reconocimiento de la comunidad que se logra manteniendo un
comportamiento aceptable desde la juventud hasta la adultez, y en distintos ámbitos
de la vida cotidiana como son la familia, el trabajo, y los cargos o servicios. El peso
moral alcanza la cúspide cuando se reconoce a un individuo como “principal” de la
comunidad.

35
Generalmente el peso moral está ligado a la credibilidad de una persona ante el
pueblo; eso implica que cuando da su palabra, la gente le presta atención, se valora
su comentario, y cuando está en algún cargo, se le obedece.

Unidad: A lo largo de la historia de Guienagati, la unidad es un valor que ha existido,


“En 1944 ya tenía yo seis años, pegando a los siete, y vi cómo es que los
marillanos tuvieron esa unidad, porque tuvieron esos Usos y
Costumbres…” L. Iglesias [Entrevista personal. 22 mayo 2015].

Se le atribuyen distintos logros colectivos. Significa cohesión social, tomar acuerdos


comunes, realizar trabajos colectivos pensando en el bien de todos,
“…tuvieron ese costumbre de unirse, al hacer un trabajo así, se une
aquellos marillanos y lo hacen y lo quitan adelante, porque eso es lo que
hizo ellos para que ellos pudieron caminar…” L. Iglesias [Entrevista
personal. 22 mayo 2015];

De manera práctica, significa no estar divididos. La unidad es necesaria para que el


pueblo siga existiendo, para que los UyC sigan estando, para que vivamos en paz y
tranquilidad.

La Asamblea: Es difícil pensar en los UyC marillanos sin asamblea. Las personas
coinciden que es fundamental seguir realizando asambleas; es necesaria porque es
el espacio máximo de participación ciudadana,es la máxima autoridad del pueblo; y
en voz de G. Quiroz:
“…es parte importante pues de ahí emanan los acuerdos;…podemos
decir que son los espacios donde los señores [jóvenes y también mujeres]
pueden participar…” [Entrevista personal. 31 enero 2014].

Dada las funciones que tiene la Asamblea, podemos considerarla como un


mecanismo de consulta, debate, decisión y elección [González, (2011)]; Mecanismo

36
de consulta, porque si se desea hacer un trabajo, primero se tiene que dar a conocer
para saber si es procedente o no, una consulta a modo de sondeo para ver si habrá
respaldo o no. De debate, porque ahí se exponen los argumentos respecto a un tema
determinado y se inicia la discusión. Decisión, pues la Asamblea es la instancia
máxima para decidir. Elección, es ella quien designa a los que habrán de ocupar
cargos en la comunidad. Y también es “la máxima autoridad” del pueblo pues a ella
están sujetas las demás autoridades (agrarias o administrativas).

En Guienagati, la Asamblea la integran todas aquellas personas (en su gran mayoría


hombres) que son reconocidos como ciudadanos y/o comuneros, tanto de la
cabecera municipal como del resto de las comunidades; además del consejo de
principales, autoridades municipales y agrarias, agentes y representantes de núcleos
rurales de población.

Para formar parte de ella se requiere:


 Tener 18 años o ser jefe de familia.
 Cumplir con el servicio mínimo (policía de escalera o topil).
 Ser originario de Santa María Guienagati.
 Ser avecindado con domicilio13.
Es de observancia general que los ciudadanos y ciudadanas tienen la obligación de
asistir a todas y cada una de las asambleas generales convocadas por parte de las
autoridades; su incumplimiento amerita sanción económica según lo establezca la
propia Asamblea.

Es costumbre que el día anterior a la celebración de las asambleas ordinarias,


integrantes del consejo de principales, agentes municipales, representantes de
núcleos rurales de población, autoridades municipales y agrarias, se reúnen a fin de
discutir los asuntos que deben abordarse durante la Asamblea.

13Personaque la Asamblea General de Comuneros ha concedido permiso para radicar de forma


permanente en la comunidad, y que tiene la obligación de cumplir con los servicios requeridos.

37
Las asambleas ordinarias que tradicionalmente se celebran en el municipio son:

Fechas Quién convoca:


15 de enero Ayuntamiento Municipal
Comisariado de Bienes Comunales y Consejo de
2 de febrero
Vigilancia
Comisariado de Bienes Comunales y Consejo de
Mes de octubre
Vigilancia
Mes de octubre Ayuntamiento Municipal

Cabe mencionar que existen otras asambleas que pueden considerarse como
ordinarias, pero que se celebran solamente con fines específicos, como la que se
realiza en el mes de julio cada tres años, con motivo del nombramiento y remoción
del Comisariado de Bienes Comunales y Consejo de Vigilancia; también la que se
lleva a cabo en el mes de octubre cuando existen elecciones para nombrar el cabildo
del Ayuntamiento Municipal.

Cada una de las agencias y núcleos rurales de población que integran el municipio,
también realizan sus respectivas asambleas, a fin de tratar asuntos que competen a
esa comunidad. Todas las comunidades son libres de celebrar las asambleas que
consideren necesarias. Y cuando así se requiere, dan a conocer a la asamblea
general sus respectivos acuerdos, para armonizarlos con los que emanen de esta
última.

2.2. ¿Qué son los Usos y Costumbres?


Antes de iniciar la discusión, es importante retomar que en el ámbito intelectual
existe un debate respecto a si debe llamarse Usos y Costumbres o Sistema
Normativo Interno [indígena], o en su caso, cual es la diferencia entre estos. Para
algunos, llamarle Sistema Normativo Interno “…resulta desafortunado si lo que se
quiere demostrar es el carácter jurídico de las normas que los pueblos y
comunidades indígenas aplican en sus jurisdicciones territoriales.” [Díaz, (2006)];
contrariamente, ─nos sigue diciendo el autor─ llamarle usos y costumbres, es
reducida; pues de entrada ─valga señalar─ que esta expresión no denota, ni siquiera

38
implícitamente, estar constituidas por normas jurídicas.

Para Carlsen, (1999), “…es importante entender que el término “usos y costumbres"
no se refiere a un código informal de creencias religiosas, culturales y sociales sino a
un sistema de normas colectivas que ha sido integrado en las comunidades
indígenas tras los siglos -un sistema que como todos no es infalible pero que ha
probado su flexibilidad, coherencia y capacidad de coexistir con el Estado moderno.”
Por su parte, López Bárcenas [en Carlsen, (1999)] sostiene que "usos y costumbres"
es un término poco adecuado y mejor sería referirse a los sistemas normativos
indígenas para señalar su validez política y jurídica frente al sistema de derecho
positivo.

Como podemos notar, el debate es sumamente amplio, pues existen de momento


posturas encontradas con respecto a los términos. Hemos de aceptar que ese
debate supera los alcances del presente trabajo, cuyo principal objetivo no es el de
aportar definiciones intelectuales, sino el de analizar cómo se vive en la práctica esos
Usos y Costumbres o Sistema de Normativo Interno en el contexto de Santa María
Guienagati; agregando que más bien se analiza esta temática por su relación
estrecha con los procesos de planificación del desarrollo rural14 ─enfoque de este
trabajo de investigación─ y por los alcances que tiene en la vida cotidiana.

Por todo lo anterior, aclaramos que en el presente trabajo se usan de forma indistinta
los términos de Usos y Costumbres (o UyC) y el de Sistema Normativo Interno (o
SNI); dado a que el primero es un término comúnmente usado, en tanto que el
segundo es empleado de forma “oficial” en las leyes estatales.

Sobre la forma local de entender los UyC:


En el contexto local, existen formas distintas de interpretar o entender a lo que
llamamos UyC. Están los grupos que tienen mayor entendimiento o claridad tanto del

14Generar procesos, actividades y demás, que permitan el desarrollo de la comunidad, teniendo como
referente las ideas y visiones locales de a donde se quiere llegar, y de cómo se quiere construir la
comunidad; no desde la óptica capitalista y neoliberal de definir y planear el desarrollo de los pueblos.

39
concepto, como de la práctica; pero también existen sectores que debido al poco o
nulo involucramiento, tienen una conceptualización menos clara.

En este apartado se abordan las formas de entender a los UyC, desde tres
perspectivas locales distintas, desde las mujeres, desde los jóvenes y desde
ancianos/principales.

Ante la pregunta, ¿Qué son los Usos y Costumbres? Las mujeres responden:
Conservar nuestra ropa típica ¿no?, sin embargo ahora, digamos la
juventud de 1970 para acá, ya nos ponemos pura falda o vestido, ya de
los 90s para acá puro pantalón, ya se perdió la ropa típica de la
comunidad…
También la comida, antes no había quien sabe cuántas cochinadas, no;
antes, las mujeres se levantan temprano, hacen su tortilla, cuando el
hombre va a salir al campo, preparan su frijolito… [Grupo focal 3. 22 mayo
2015].
Como podemos notar, se hace referencia a la vestimenta, a la gastronomía local;
pero también, al rol que han jugado las mujeres en la sociedad, reducido a las
labores domésticas; y desde ahí comparten lo que para ellas es Usos y Costumbres.

Siguiendo la perspectiva de las mujeres, H. Lozano comparte,


“Pues todo nuestra cultura, la lengua indígena, la ropa típica, la comida, la
fiesta… todo eso… y también la forma de elegir a las autoridades, pero es
muy machista, no quieren que las mujeres lleguen ahí, que somos
argüenderas, hacen burla, podemos decir nos discriminan…” [Entrevista
personal. 8 junio 2015].

En una primera perspectiva, los UyC se entienden como un conjunto de elementos


de la cultura, sin que se remita a un aspecto principal, sino más bien, se le refiere
como “el todo propio”. Enseguida, se hace mención del procedimiento de elección de
autoridades, con una desaprobación muy fuerte porque “es muy machista”, pues es

40
un proceso al que las mujeres no han tenido acceso. Por lo tanto, existe de fondo un
resentimiento a las “formas” convencionales, porque han permitido la marginación y
discriminación hacia las mujeres.

Los jóvenes, tienen otra forma de entender a los UyC, un tanto más elaborada; por
supuesto depende de varios factores, como la preparación profesional, el
involucramiento en los procesos de análisis y discusión; y en algunos casos, hasta el
haber prestado algún tipo de servicio o cargo comunitario.

Para V. Salvador, de profesión contador público, los UyC son:


“La forma de vida que los comuneros encontraron, cómo organizarse,
cómo vivir, cómo convivir, cómo integrarse a su sociedad, la mejor forma
de vida que ellos pensaron en su momento, lo que quizá en su momento
funcionó a lo mejor con el tiempo puede que ya no...” [Entrevista personal.
5 febrero 2014];

Podemos notar que esta acepción es más general sobre todo en la primera parte,
pues no se refiere solo al marco normativo, sino a la “forma de vida”, lo cual es
mucho más amplio, pues incluye diversos aspectos como vestimenta, lengua,
tradiciones, costumbres, etc. La segunda parte insinúa que en determinado momento
los UyC ya no podrán funcionar como sistema normativo. Esta última idea, es quizá
una de las más presentes, sobre todo en los jóvenes que tienen un grado de
escolaridad más alto que el común.

Podemos suponer que esta última idea obedece a que no se conocen otras formas
de organización, o quizá porque se ve a los UyC como algo que no puede ser
modificado para ajustarse al contexto actual.

Para G. Quiroz, los Usos y Costumbres,


“...son las normas que tienen los pueblos, que han heredado de los
antepasados, y podríamos ver desde costumbre o como parte de ella, la

41
forma de como eligen sus autoridades, de cómo rigen sus propias
normas, por ejemplo: de cómo eligen sus autoridades, para mí por lo poco
que he investigado, antes era muy fuerte lo de los Usos y Costumbres,
hoy en día podríamos hablar de que ya no son Usos y Costumbres...”
[Entrevista personal. 31 enero 2014].
Esta forma de entender los Usos y Costumbres está vinculada más con el aspecto
normativo, de leyes locales y del proceso de elección de autoridades. Pero también
se hace referencia al debilitamiento de los UyC, de modo que incluso se llega a
pensar que ya no existen [los Usos y Costumbres]. Podríamos considerar que esta
frase final, es un tanto extrema, que se origina porque a menudo se piensa que los
UyC son algo que no debe cambiar con el tiempo, que son estáticos. Por tanto,
cuando éstos cambian, dejan de ser UyC.

Otros jóvenes, entienden que los Usos y Costumbres:


“Son las formas y normas que rigen al pueblo, digamos que la costumbre,
pues son aquellas ideas y acciones que realizaron los antiguos y que hoy
lo consideramos importante... Es algo que se practica en la población, el
tequio, las cooperación, las festividades, las prácticas antiguas...” [Grupo
focal 2. 1 junio 2015].

Como podemos notar, las dos anteriores definiciones de los jóvenes, coinciden en
que los UyC son "algo que se está perdiendo", y que de alguna manera tienen
“caducidad”. De manera contraria, la tercera definición sostiene que las ideas y
acciones que realizaron los antiguos están vigentes, coincidiendo con García
Maynes, [en Canedo (2008)], que “…la repetición de determinadas formas de
comportamiento acaba por engendrar, en la conciencia de quienes la practican, la
idea de que son obligatorias”. Para algunos jóvenes marillanos, esa obligatoriedad
está dada por la vigencia que tienen esas “prácticas antiguas” en el contexto actual,
de ahí que se siguen practicando en la población.

Al hablar de los UyC, los ancianos no se refieren a ella como conceptos simplificados

42
o relacionados con un orden. A la pregunta de cómo la definen, suelen referirse a la
importancia del sistema o jerarquía de cargos comunitarios, a la forma de elección de
autoridades; y sobre todo, a la participación que tenía el consejo de principales, de lo
importante que era para el “buen funcionamiento y entendimiento” en la comunidad.
Ante esa interrogante el señor L. Iglesias (presidente municipal en los años 1981 -
1983) responde,
“Cuando nombran una autoridad, como son muy poquitos, tú tienes que
ser autoridad, aquel tiene que ser, ya está elegido… y los que están acá,
están atento cualquier cuerno15 que oyen ellos, de inmediato a ver que es
la llamada que está haciendo la autoridad, esa es la costumbre que
tuvieron ellos...” [Entrevista personal. 22 mayo 2015].

Así mismo, se enfatiza la disposición que había de la población en general para


participar en las actividades convocadas por la autoridad, o para acatar ciertos
acuerdos. Es inevitable también para ellos, cuestionar el actuar de la sociedad en
estos tiempos, argumentando que se ha perdido respeto y humildad; que la sociedad
ya no acata las órdenes de la autoridad.
“Todo se hacía por el visto bueno de los principales, tenían la voz del
pueblo y los jóvenes respetaban lo que decían ellos. Antes había orden,
se respetaba a la autoridad. [Grupo focal 1. 11 octubre 2014]

Asimismo en diversas ocasiones se alude a los UyC como reglas que no pueden ni
deben cambiarse, sino por el contrario, que es necesario regresar y mantener las
normas antiguas.

Siguiendo la intención de definir qué son los UyC, retomaremos lo que propone el
antropólogo Salomón Nahmad Sithon, quien en entrevista personal con Canedo
(2008) señala, “Los usos y costumbres son los modos de vida de la gente; es la
forma de reproducción social que tienen los pueblos. Dentro de los modos de

15Instrumento de viento elaborado con cuerno de buey, que servía para convocar a reuniones o dar
algún aviso.

43
reproducción social, cultural, económica, hay una reproducción de la organización
social política. Desde la etnografía, son las formas de autogobierno de manejo de
esos sistemas de gobernabilidad”.

Esta propuesta, englobaría las ideas que tienen los distintos sectores marillanos, por
lo que para el presente trabajo se usará esta definición por considerar que se ajusta
a los conceptos locales.

2.3. Cambios en el Sistema Normativo Interno de Santa María Guienagati,


Existe una coincidencia en cada uno de los sectores de la sociedad marillana,
respecto a los cambios que ha sufrido el Sistema Normativo Interno. Estos cambios
son inevitables, pero en ocasiones también, necesarios. Algunos son intencionados
o inducidos, a fin de dar respuesta, solucionar o atender el reclamo de algún sector o
actor social; o bien, son producto de la evolución natural de la comunidad.

Luego entonces, podemos decir que las transformaciones están en virtud de las
demandas, necesidades o circunstancias particulares de los actores en la
colectividad. En este sentido, es importante señalar que esta forma de organización
socio–política, ha tenido y tiene la flexibilidad de adaptarse a las circunstancias
actuales de cada pueblo; sobre todo, si existe una búsqueda constante en la
armonización de las discrepancias o conflictos que se suscitan al interior de la
comunidad; y en gran medida, ello se debe al interés que la comunidad tenga para
seguir manteniendo esta práctica ancestral.

Por supuesto, cada cambio será catalogado por las personas o grupo de personas,
como positivos o negativos, según su posición y relación con el mismo, lo que de
ninguna manera quiere decir que sea verdad absoluta.

A continuación, se analizan estos cambios en función de su aceptación en la


comunidad marillana. Se sigue la propia perspectiva binaria de los actores
comunitarios que reconoce cambios positivos o negativos.

44
2.3.1. Negativos.
Cuando hablamos de cambios que se perciben como negativos, es casi imperativo
hablar del sistema de cargos, porque es uno de los que más ha sufrido
modificaciones en el SNI marillano.
Pero, ¿qué es el sistema de cargos? Para Carlsen, (1999): “…el sistema de cargos
es una forma compleja de autogobierno local que en muchas comunidades forma
parte de los llamados “usos y costumbres”. Consiste en los servicios dados por las
personas, iniciando en la parte baja de la escalera; al ser cumplidos de forma
aceptable para la comunidad, se va pasando al nivel siguiente superior, y así hasta
llegar al último peldaño donde se obtiene el mayor reconocimiento, y al que muy
pocas personas tienen acceso; de hecho el escalafón ─sigue diciendo la autora─
“…está conformado por un cierto número de cargos, o responsabilidades
comunitarias, reconocidos y respetados por los miembros de la comunidad…
Después del periodo del cargo, la persona regresa a sus actividades normales y no
tiene que responsabilizarse de otro cargo por un tiempo relativamente largo”.

Esta práctica de autoridad tiene diversas dimensiones: “… político-judicial,


económica, religiosa, y social, las cuales, por supuesto, están fuertemente
interrelacionadas…” [González, (2011)]. Es importante mencionar que si bien estas
dimensiones están relacionadas, también es cierto que han tenido cambios con el
devenir del tiempo, y que algunos de ellos han contribuido a debilitarlos.

El debilitamiento del sistema de cargos en Guienagati, obedece a factores diversos


que han surgido con el paso de los años, originados en situaciones distintas, y sobre
todo, con los cambios en la manera de pensar de las generaciones actuales.

En múltiples ocasiones, los señores principales han argumentado que dicho


debilitamiento se debe al incremento de la población joven que cuestiona las
prácticas ancestrales, y que los considera como “cosa de los viejos” o algo
“anticuado”. Si bien es cierto que los jóvenes usan esta expresión; podemos

45
encontrar que en el fondo esta postura se da porque consideran que a lo largo de los
años, han sido excluidos de las decisiones comunitarias, y señalados (dado su
juventud) como personas incapaces de formular acuerdos, o de proponer soluciones
a los conflictos, o peor aún, como personas que no tienen formalidad y no asumen
los compromisos en los mismos términos que los ancianos.

Por otro lado, se percibe que otro factor de debilitamiento se dio a partir de que el
municipio comenzó a recibir recursos económicos del Estado. Este argumento
coincide con lo que expresa Canedo, (2008) cuando dice “…anteriormente el
presidente municipal no tenía honorarios, ni cobraba viáticos; ahora sí goza de
viáticos y algunos municipios presupuestan honorarios para el cabildo. Todo esto ha
repercutido en contra de los “usos y costumbres”; ha trastocado los “usos y
costumbres” en las comunidades”.
En Guienagati el único recurso que recibía el municipio, eran las cooperaciones
económicas que acordaba la Asamblea General para determinada actividad, entre
ellos el pago al secretario municipal. Los integrantes del cabildo del ayuntamiento
prestaban el servicio de manera gratuita, luego entonces,
“… cuando la Asamblea elegía a una persona para servir a su pueblo,
había quienes lloraban, porque eso implicaba que tenía que abandonar su
trabajo personal, y para los que están en las agencias y rancherías,
también implicaba distanciarse por largos periodos de tiempo de sus
familias; en muchos casos terminaban gastando el poco dinero que tenían
y hasta vendían sus propiedades, era pesado ser autoridad; pero también
eso te hacia persona de respeto. Pero ahora ya no es así, ahora
cualquiera quiere ser autoridad, porque saben que ya hay dinero…”
[Grupo focal 1. 11 octubre 2014].

Es importante resaltar esta situación, puesto que no solo se trata de la gratuidad de


los servicios, o de lo que cuestan en términos económicos las percepciones de
quienes realizan servicios, sino porque como bien señalan los principales, en la
actualidad cualquiera quiere “servir a su pueblo”, pues representa ─para nuestro

46
caso─ tres años de contar con un ingreso estable. El hecho de que una persona
considere ocupar un cargo para asegurar un periodo de estabilidad económica, y no
por razones reales de servir a la comunidad, es preocupante porque generalmente
se traduce en una administración ineficiente y con limitadas capacidades para
gestionar, conciliar, unificar, es decir, para gobernar.

Otro de los factores que ha contribuido al debilitamiento del sistema de cargos, es la


influencia que ejercen los partidos políticos al interior del municipio, fomentando el
divisionismo por medio de prácticas ajenas a la comunidad, como es el dar algún
“apoyo” solamente a los afiliados del partido. Estos apoyos se traducen en
despensas, dinero, materiales para construcción, artículos de labranza, etc., como
señala L. Iglesias:
“… hace unos años, yo como viejo, me pare una vez en una junta cuando
yo vi a los partidos políticos están avanzando… traen mentira, y por un
kilo de maseca están dando su voto, están trayendo al pueblo una
enfermedad como los de allá arriba… y los seducen y al rato se ponen en
contra de su gente…” [Entrevista personal. 22 mayo 2015].

Y van inyectando la idea de que es importante proponer algún candidato del partido
para ocupar cargos de elección popular, aun dentro del propio sistema interno de
elección de autoridades que es mediante Asamblea General.

El desprestigio de personas que ya han desempeñado algún cargo, y la posibilidad


de que se les otorgue uno mayor, también favorece el debilitamiento del sistema de
cargos. También influye la idea de que no es necesario haber realizado diversos
cargos para tener capacidad de gobernar a un pueblo, aunque se refleje lo contrario
en la práctica.

En el municipio de estudio se reconoce que anteriormente el nexo entre la iglesia


católica y el sistema de cargos era “muy fuerte”, como lo señala G. Quiroz:
“…y haciendo un poco de plática con los señores principales se hacía

47
mucho desde la iglesia católica, de ahí se tiraban las líneas sin ningún
interés de decir, porque este es mi amigo, porque había calidad moral…”
[Entrevista personal. 31 enero 2014].

Aludiendo a que era el espacio donde se tomaban los acuerdos en relación a


quienes eran las personas idóneas para ocupar los cargos municipales y agrarios. En
este sentido, la Junta Católica se constituía como órgano principal en donde se
debatían los asuntos consideradas de suma importancia para el pueblo, y desde
donde se formulaban acuerdos de gran trascendencia; y que posteriormente eran
respaldados por el consejo de principales. Aunque en la actualidad la junta católica
sigue influyendo en estas formas, también es cierto que ya no lo hace con la misma
fuerza que años atrás.

Ello se debe a que en décadas recientes se han introducido diversas


denominaciones evangélicas, que cuestionan la preponderancia de la iglesia católica.
Es importante señalar que las iglesias evangélicas (o al menos la mayoría de ellas),
no están en contra del sistema de cargos, sino más bien cuestionan que la junta
católica se considere el único órgano que proponga las formas en las que se deba
llevar a cabo, y que los ocupantes de los cargos públicos estén comprometidos a
celebrar las fiestas patronales (organizada por la iglesia católica) y a destinar
recursos para las necesidades de la misma, ignorando a los demás grupos
religiosos. Y si bien es cierto que existe una desvaloración del sistema de cargos,
esto no es exclusivo de los evangélicos, sino que se da en la población en general.

El papel que juega el consejo de principales, tanto en la toma de decisiones como en


la generación de propuestas, es otro de los aspectos que ha sufrido cambios
negativos significativos. En décadas pasadas, este consejo era quien tenía las
riendas de la comunidad, por lo que los acuerdos que se tomaban en su interior eran
trascendentales en la vida comunitaria; en ese sentido, el papel que asumían los
principales era:
o Guiar a las autoridades ─municipales y comunales─ en su desempeño como

48
representantes de la comunidad.
o Dar respuestas de solución a situaciones consideradas delicadas para la
comunidad.
o Fungir como vigilantes de las acciones del gobierno municipal y comunal.
o Mediar en situaciones de conflicto o discordia entre autoridades, etc.

Ante los cambios que se observan, L. Iglesias argumenta:


“Ha cambiado por la misma rebeldía, porque ya no se respeta lo que un
viejo dice, en el pasado si, un comentario o algo…”[Entrevista personal.
22 mayo 2015].

Y las mujeres secundan la idea de que va mermando la influencia que tiene el


consejo de principales, al señalar:
“Pues nada más los tienen ahí… vamos a decir para taparle el ojo al
macho, porque ni siquiera son tomados en cuenta las decisiones del
consejo, y el presidente [municipal] toma otra decisión y los ancianos se
enojan… Antes, los principales son la voz del pueblo, nadie puede
oponerse a lo que dicen, pero dan buena idea de lo que se va a hacer, o
cómo se puede resolver tal problema… nomás que ahora hay unos que ni
dicen nada, a veces ellos mismos se echan de cabeza, y contradicen lo
que acuerdan en el consejo. [Grupo focal 3. 22 mayo 2015].

Resulta pues evidente, que el “peso” (como suelen decir los marillanos) de los
principales ha ido disminuyendo paulatinamente.

Otro aspecto que no podemos dejar de lado es la pérdida de ciertos principios como
el respeto. Existe una coincidencia generalizada de que se han venido perdiendo.
Las mujeres, los jóvenes y los ancianos, admiten que vivimos en una sociedad
"irrespetuosa"; la señora H. Lozano ejemplifica:
“…cuando los ancianos caminaban en la calle, los jóvenes se paraban a
la orilla del camino, pero ahora, si no te sales te atropellan… También

49
antes se saludaba los ancianos, que buenas tardes abuelito, que abuelita,
que tío, que padrino, porque antes se tomaban mucho en cuenta los
padrinos, son como un segundo papá vamos a decir”. [Entrevista
personal. 8 junio 2015]
Y esa falta de respeto de persona a persona trasciende a lo colectivo, de tal manera
que ya no se respeta a las autoridades; no hay orden durante la celebración de las
asambleas; hay en general una falta de respeto a los procedimientos de los UyC
locales.

Las causas de estos cambios no siempre quedan del todo claras; pero se entiende
que han sido múltiples. Algunos cambios son provocados por el sistema educativo,
como lo reconocen los principales:
“Con la educación formal ya no hay analfabetas, pero se perdieron
valores y la lengua”. [Grupo focal 1. 11 octubre 2014].

De hecho, F. Díaz [en Carlsen (1999)] señala al sistema educativo como factor
principal en la pérdida de algunas costumbres.

Por el uso de las tecnologías de información.


“…ahora la juventud conoce más cosas, les tocó vivir, podríamos decir
que en otro mundo, porque los ancianos ya no conocen lo de ahora, si le
pides a un anciano que busque algo en internet, no lo va a hacer, ni sabe
que es eso, pero los jóvenes, pues rápido, es su momento, así como los
viejos tuvieron su momento… [Grupo focal 2. 1 junio 2015].

O hasta fenómenos sociales como la migración.


“…Cuando los hijos del pueblo salen a trabajar a otras ciudades… ya al
rato vienen cholos, ya están haciendo escándalo, están imitando lo que
hacían en otros lugares donde estaban trabajando”. [Grupo focal 3. 22
mayo 2015].

50
Lo cual da lugar a que se vayan modificando las formas de pensar y de concebir las
cosas, y con el paso del tiempo provoca cambios significativos en la forma de vida
local.

2.3.2. Positivos.
Mencionamos anteriormente que el SNI marillano ha ido cambiando con el paso del
tiempo, provocando percepciones diferenciadas entre los grupos sociales. Si bien es
cierto, que muchos de esos cambios son valorados como negativos; también es
importante mencionar que existen otros que se consideran y se aceptan como
positivos. En ese mismo sentido es importante señalar, que ante la pregunta expresa
de cuáles son los cambios positivos que han tenido los UyC de Guienagati, las
personas no son tan precisas en su forma de responder, a diferencia de los cambios
negativos.

En las líneas siguientes, se analizan los cambios que desde nuestro propio criterio,
son importantes porque han dado fortaleza al Sistema Normativo Interno.

Respecto al proceso de nombramiento de autoridades (municipales o agrarias), en


las últimas elecciones se ha realizado ajustes en el afán de mejorar las formas de su
realización. Una ellas consiste en que si alguien propone a algún candidato a cargos
de elección popular, debe también decir por qué lo propone, cuáles son cualidades y
logros, y la asamblea tiene el poder de aceptar o rechazar.
Asimismo un aspecto a tomar en cuenta, es que quienes con anterioridad a la fecha
de asamblea electiva realizan alguna especie de proselitismo o campaña política,
son nombrados para ser integrantes de la mesa de los debates16, lo cual significa por
supuesto, que no pueden ser electos para algún cargo. Lo anterior se debe a que en
la comunidad está prohibido realizar este tipo de acciones de promoción personal, y
esta medida permite respetar dicho acuerdo.

16La mesa de los debates está integrado por un presidente, secretario y 4 o más escrutadores, como
se retoma en el borrador del Bando de Policía y Buen Gobierno que actualmente se elabora; la mesa
de los debates es la encargada de conducir el proceso de elección, y es propuesta por la Asamblea.
Su característica principal es que funciona solamente el día de la elección.

51
Otro de las medidas ─menor pero no menos importante─ consiste en que en el día
de la elección al momento de realizar la votación17, los candidatos tienen prohibido
hacer un listado18 de quienes están votando por ellos, para no dar pie a que
posteriormente concedan beneficios sólo a unos cuantos, o dicho de otra manera, se
presenten conflictos de interés.

También se acordó que los ganadores del proceso de elección, no pueden realizar
celebraciones por el triunfo obtenido, a fin de evitar provocaciones o malestar en los
otros postulantes y quienes les apoyaron.

Otro de los cambios importantes inicio a partir del año 2013, en el que se estableció
un comité representativo del consejo de principales (también llamado comité de Usos
y Costumbres), que tiene el propósito de mejorar el funcionamiento de dicho consejo,
pero también para armonizar las relaciones que han decaído. Si bien es cierto que
tiene poco tiempo de haberse conformado, se visualiza como una entidad positiva
que puede detonar cambios favorables. Entre ellos:
 La integración de jóvenes y profesionistas a los procesos internos de análisis,
propuestas, decisiones, etc.
 Buscar mecanismos que permitan la participación de las mujeres.
 Retomar o revalorar la importancia del buen funcionamiento del consejo de
principales, entre muchas otras necesidades que existen.

En esta idea, se comenzó a realizar a partir del año 2014, la integración de dos
instrumentos internos con validez jurídica, en la búsqueda de establecer reglas y
normas claras. El primero de éstos es el estatuto comunal, “…documento jurídico
que describe un conjunto de normas formuladas por la asamblea, con la finalidad de

17Cabe aclarar que los votos se realizan pintando una raya al lado del nombre del candidato de su
elección, los cuales se ubican en una pizarra y que permanecen al escrutinio público.
18 En la comunidad existe la costumbre de enlistar a las personas que apoyan o acompañan en

determinado evento o festejo; esta lista sirve para saber con quienes existe un compromiso directo.
Cuando se trata de haber invitado a las personas para participar de algún festejo, y éste a su vez
obsequio algún regalo, es casi obligatorio que cuando esa persona realice festejo alguno, se debe
llevar un regalo del mismo valor.

52
ordenar la vida interna de la comunidad, reglamentar los derechos y obligaciones de
los comuneros y las comuneras y sobre todo, establecer reglas para proteger los
recursos naturales de la misma. Elaborar el estatuto comunal es una de las
atribuciones de la asamblea general de comuneros y comuneras, establecido en la
legislación agraria vigente”. [Tequio Jurídico A.C, (2013)]

El segundo instrumento jurídico, es el Bando de Policía y Gobierno Municipal,


documento que regula la vida del municipio, en los distintos aspectos como: la
división territorial y política, derechos y obligaciones de los ciudadanos y ciudadanas,
de la seguridad pública, de la participación ciudadana, delitos y sanciones, entre
muchos otros. La expedición de este documento es una atribución del Ayuntamiento,
contemplado en el artículo 43, fracción I, de la Ley orgánica municipal del estado de
Oaxaca.

Es importante referir que la integración de estos documentos, se dio en un contexto


amplio de participación ciudadana, por medio de talleres participativos, buscando
retomar las propuestas de jóvenes, mujeres y principales mayoritariamente. Se tiene
contemplado que se convocaran a asambleas extraordinarias para discutir los
resultados y en su caso ser aprobados por la misma, a fin de proceder a registro ante
el Registro Agrario Nacional y ante el Congreso Local, respectivamente.

2.4. Demandas de grupos marginales: lo que debe cambiar o permanecer.


Si bien es cierto que el Sistema Normativo marillano, ha sido en ocasiones adecuado
a ciertas demandas de los actores o grupos marginales; también es cierto que siguen
habiendo situaciones que no han sido atendidas o encausadas para dar atención y
superarlas.

De modo que en el contexto actual, existen demandas muy particulares que se


detallan a continuación.
2.4.1. Mujeres.

53
Para las mujeres una cosa es cierta, no han tenido participación directa en la vida
pública, y esta situación debe cambiar:
“Estaría bien que se vayan integrando las mujeres para escuchar sus
inquietudes, y se vayan acercando… para que participen en este tipo de
actividades…” [Grupo focal 3. 22 mayo 2015].

Aunque también se reconoce que poco a poco se ido permitiendo la participación de


las mujeres en [por lo menos] las asambleas comunitarias:
“Antes las mujeres no iban a las asambleas, ya apenas hace como 10 o
15 años, ya como quieren ingresarse de comuneras, pues ya somos más,
ya somos bastante…” [Grupo focal 3. 22 mayo 2015].

Lograr que las mujeres tengan mayor participación en las asambleas, en la toma de
decisiones, ocupar cargos de elección popular, etc.; representaría un logro
trascendental. Porque por encima de cualquier descripción o adjetivo, estaríamos
aceptando dar a cada persona el valor que merece, y de paso estaríamos
estableciendo precedentes para que otras comunidades uso costumbristas realicen
esta práctica.

Del mismo modo, se requiere que existan espacios de servicio que permitan a las
mujeres mostrar sus capacidades; para ello se necesitan discutir las formas que
permitan la participación femenina. Una de estas propuestas es la integración de un
comité representativo de mujeres; esta figura sería el puente para lograr su
participación activa o directa.
“Yo digo que hay que formar un comité de mujeres para participar, y con
el tiempo se va a lograr involucrar a las más jóvenes.” [Grupo focal 3. 22
mayo 2015].

En general existe un consenso entre las mujeres de que las prácticas


consuetudinarias locales deben permanecer si éstas favorecen su integración; entre

54
ellas, la forma de elección de autoridades, la realización de las asambleas, la
prestación de servicios a la comunidad, los tequios, principalmente.

2.4.2. Jóvenes.
La demanda principal de la juventud marillana es que se le permita involucrarse en la
toma de decisiones; para ello deben tener representación dentro del consejo de
principales, en las asambleas, en los cargos, en cada uno de los espacios de poder
existentes en la comunidad.
“…la gente grande tiene que resignarse, tiene que entender que ya
tuvieron su tiempo, cuando decía yo algo en las sesiones de consejo,
luego me decía que iba a saber si soy un chamaco…” [Grupo focal 2. 1
junio 2015].
Hay que tomar en cuenta que en la actualidad, hay procesos que se encaminan a
lograr estos propósitos, pero que es necesario fortalecerlos, y también adecuarlos.

2.4.3. Evangélicos/Protestantes.
A lo largo de la historia de Santa María Guienagati, la religión católica ha sido la
dominante; sin embargo, en la actualidad existe un cambio en la composición
religiosa de la comunidad y conviven diferentes iglesias evangélicas. La demanda de
estos últimos consiste en que se vaya eliminando la situación de marginación o
discriminación en la que se encuentran.

Lo anterior, en dos puntos principales: por un lado, que sus miembros tengan las
mismas oportunidades para ocupar cargos de elección popular, en todos y cada uno
de los niveles existentes. Cabe mencionar que hasta la fecha no ha habido un
presidente municipal evangélico, aunque sí han ocupado el cargo de presidente de
Bienes Comunales.

Por otro lado, que se tenga el mismo criterio aplicado a los católicos, en cuanto a los
beneficios o apoyos materiales y económicos que en determinados momentos se le
destinan, es decir, si se destina dinero para las fiestas, construcción o remodelación

55
del templo de los católicos, también tendrían que ser beneficiados las iglesias
evangélicas.

2.4.4. Profesionistas.
Hace algunos años, esta situación no era tema de discusión. Sin embargo a raíz del
nombramiento de dos presidentes municipales profesionistas cuya administración no
fuera bien calificada, se generó algún tipo de marginación del sector. También es
importante señalar que si bien no es un tema de mucha preocupación en la
actualidad, puede ser detonador de ciertos conflictos si no se atiende de manera
adecuada. Ante esa situación V. Salvador expone.
“Pertenezco a las minorías, me refiero de que somos pocos los
profesionistas, y en una democracia se gana con las mayorías,… lo que
nosotros podemos decir nos lo puede aplacar la mayoría, entonces y
como minoría digamos que no respetan nuestro derecho…” [Entrevista
personal. 5 febrero 2014]
Podemos pues notar que una demanda importante es el derecho a la representación,
el ser tomado en cuenta y que su voz sea escuchada.

Sigue diciendo el entrevistado:


“…los principales representan la experiencia, sin embargo no el
conocimiento, experiencia pero locales; les falta el conocimiento actual y
ello sencillamente no permite; no quieren que cierta minoría pudiera
apoyarlos, les cierran las puertas y desde una perspectiva lógica, uno los
comprende y los entiende, los podemos cuestionar pero los entendemos,
están en su momento...”

De involucrar pues a este sector, habrá una mayor diversidad de ideas, de


propuestas ante los conflictos, o respuestas a necesidades que la comunidad espera
superar. Es importante encontrar mecanismos para aprovechar las potencialidades
que cada sector puede ofrecer, de manera que se fomente la unidad que tanto se
habla. Considerando además que conforme trascurre el tiempo, se incrementa el

56
número de personas que logran obtener alguna profesión, de ahí que es importante
establecer condiciones que permitan a los profesionistas llegar alcanzar una
participación activa.

2.5. Conflictividad interna.


No podemos dejar de lado cuando hablamos de cambios y continuidades, los
conflictos o roces que existen al interior de las comunidades; estos pueden darse de
distintas formas y maneras. Señalamos los más comunes en Santa María
Guienagati.

2.5.1. Conflictos inter – generacionales.


Hay situaciones críticas que no han sido abordadas en la sociedad marillana; tal vez
hay quienes visualizan estas situaciones, pero no procuran mediar o generar
entendimiento ante lo que en este apartado señalaremos como conflictos. Como tal,
los conflictos implican la desalineación de visiones, objetivos o intereses, pero a
partir del diálogo pueden reconciliarse visiones diferentes que de ninguna manera
expresa contradicción.

A menudo cuando se analizan las pérdidas que en algunos aspectos han tenido los
UyC marillanos, se argumenta que es debido a la rebeldía de los jóvenes, y se usan
expresiones como:
“…pero como la rebeldía los está pegando, ya no pueden aguantar como
dejaron los antiguos, los usos y costumbres en si se está perdiendo…” L.
Iglesias. [Entrevista personal. 22 mayo 2015].

A lo que la juventud refiere:


“…la gente grande tiene entender que ya tuvieron su tiempo… porque si
viviéramos lo que dicen los de 60 o 70 años, estaríamos en otro mundo,
ya caducaron algunas cosas, claro, en otras cosas tienen razón, por la
experiencia…” [Grupo focal 2. 1 junio 2015].

57
Para ambas visiones, hay una cosa a tomar en cuenta y quizá de ahí el origen de las
posturas; entender que los UyC en sí mismos son dinámicos y cambiantes, no son
estáticos, por ello la antropóloga María Cristina Velásquez Cepeda19 aclara:
“…los Usos y costumbres no están en un papel… y como no están en
papel por eso nosotros le llamamos la tradición oral. ¿Qué significa eso?,
que Don Jacinto [principal de la comunidad] le cuenta a sus hijos, y
demás… los usos y costumbres llegan y van cambiando…” [Taller
participativo. 17abril 2015]

Más allá de los casos específicos de conflictos generacionales, existe una


problemática que los agudiza, y tiene que ver con la falta de comunicación, la falta de
escucha activa, la falta de entendimiento, y tristemente ─en ocasiones─la falta
voluntad para superar retos.

Sin embargo, también hay coincidencias; los adultos y ancianos quieren un pueblo
en paz, en armonía; o como se suele decir en la comunidad, un "pueblo de respeto";
y pensándolo bien, es el mismo pueblo al que aspiran los jóvenes, en donde además
haya justicia, oportunidades de desarrollo personal, etc.

2.5.2. Conflictos inter – genéricos.


Señala Carlsen (1999) “La discriminación en contra de la participación política de la
mujer indígena es una preocupación real, como se ve reflejado en las estadísticas
sobre usos y costumbres del Estado de Oaxaca”. Y en ese sentido, Guienagati no es
la excepción.
Hay diferentes voces que ─al menos en el discurso─, argumentan que la
participación política de las mujeres no está prohibida, o mejor aún se les está dando
prioridad:

19Actualmente responsable de la elaboración del Bando de Policía y Buen Gobierno y del Estatuto
Comunal; en el municipio.

58
“…ahorita se les está dando un poquito más de prioridad, por ejemplo en
la asamblea general, antes era un poquito prohibido…” [Grupo focal 2. 1
junio 2015].
O se minimiza la situación, “era un poquito prohibido” y de ahí la problemática
siguiente; no se admite que sea un problema.

Por su parte los señores principales señalan:


“Hay derecho para las mujeres, pero primero tiene que ser comuneras…”
[Grupo focal 1. 11 octubre 2014].

Sin embargo, este argumento es ambiguo. Si bien es cierto que se acepta la


participación de la mujer en la vida política; también se condiciona cuando dice que
primero tiene que ser comunera; el problema es que para ser comunera o ciudadana
─tema que se analizará en el siguiente capítulo─, existen una serie de requisitos que
deben cumplirse primero antes de ser reconocidos como tal. Entonces ¿si no se
permite su participación inicial, cómo es que pueden alcanzar el estatus de
comunera? Esta situación la podríamos comparar con el tan conocido dilema popular
de qué es primero, ¿el huevo o la gallina?

Agregar además que si bien un grupo de principales dice aceptar la integración de


las mujeres, siguen existiendo otros que se oponen de forma explícita, como se
evidenció en un taller realizado con motivo de la integración del Estatuto Comunal.
“Tal vez la ley dice que también a las mujeres se les da autoridad, pero
como usos y costumbres a los hombres se les da autoridad, son
responsables…” [Taller participativo. 17 abril 2015].

Todo ello ocasiona confusiones entre las mismas mujeres:


Las mujeres no van a la asamblea porque no se les permite, de veras, hay
que decir la verdad... [Grupo focal 3. 22 mayo 2015]

Otras más comparten:

59
Pero tampoco las mujeres van a las reuniones, tenemos miedo a que nos
critiquen, por un lado los señores no dejan participar pero también las
mujeres tienen miedo de hablar. [Grupo focal 3. 22 mayo 2015]

De este modo notamos que la principal causa de desencuentro entre mujeres y


hombres, es a lo que se le ha denominado “machismo”; por ello, si se desea lograr
cambios significativos en cuanto a la inclusión de las mujeres en la vida pública, a la
par tendrán que animarse “procesos” de sensibilización respecto al cambio necesario
de actitudes y conductas patriarcales que subordinan a las mujeres y las reducen a
los espacios domésticos.

2.5.3. Conflictos Inter – étnicos.


En realidad la relación interétnica en Santa María Guienagati, es relativamente
reciente. La presencia de un grupo aproximado 15 familias de origen mixe20 que
radican en la cabecera municipal se remonta a por lo menos 40 años atrás.

Es cierto que hasta esta fecha no existe conflictividad alguna con los zapotecos de la
comunidad, como refiere S. Sánchez:
“La gente de acá es tranquila, ahí no hay problema... Pero a ver como
seguimos nosotros, porque el problema todavía no acaba… [Entrevista
personal. 10 junio 2015].

Sin embargo, es importante abordar este aspecto, pues toda relación implica la
posibilidad de que surjan conflictos con el paso de los años.

En el tenor de este análisis, se mira como posible punto de desencuentro lo


siguiente:
Bueno, ahorita están trabajando un Bando de Policía y su Estatuto, ahí
pusieron que los avecindados no podemos ocupar cargos ni eso, no solo
nosotros sino otros también; tal vez en ese aspecto nos pueden marginar

20Que debido a un conflicto social y agrario, fueron desplazados de su comunidad de origen.

60
un poco… pero si estamos en la lista general, nos reconocieron ahí, no sé
cómo va a ser después…” S. Sánchez. [Entrevista personal. 10 junio
2015].

Este es percibido ahora como el asunto más visible que puede suscitar algún tipo de
conflicto. Aunque será el tiempo y la relación quien determine lo que ocurrirá.

Uno de los argumentos empleados por aquellos mixes que tomaron la decisión de
pertenecer a un municipio diferente, tiene que ver precisamente por la falta de
atención a sus necesidades. De hecho, poco antes de concretarse la segregación,
acudieron ante una asamblea general, y manifestaron que se separaban de Santa
María Guienagati por que no eran tomados en cuenta.

Es importante señalar que lo anterior no es la única causa de la segregación, sin


embargo, nos parece importante colocarlo ante la posibilidad de resurgir debido a las
formas de marginación que persisten. Considerando además que la forma de vida
mixe, es muy diferente a la de los zapotecos.

Otro de los escenarios posibles puede ser lo que se denomina como


zapotequización;“…término que se ha utilizado para explicar la conformación de una
cultura regional de estilo zapoteca” [Acosta, (2007)]. Tiene que ver con adoptar la
ideología y cultura zapotecas, dicho de otro modo, consiste en volverse zapoteco; en
este caso se iniciaría con la negación, y posteriormente la desaparición de lo mixe,
con el propósito de lograr su integración a la comunidad marillana zapoteca.

2.5.4. Conflictos inter – religiosos.


Se señaló en apartados anteriores, que en Santa María Guienagati conviven
actualmente diversas iglesias evangélicas, entre las más conocidas: Adventistas del
Séptimo Día, Testigos de Jehová, Iglesia del Nazareno, Católicos, Nuevo Pacto,
entre otras.

61
Podemos decir en términos generales que la relación es cordial y respetuosa; salvo
algunos señalamientos que se hacen hacia los Testigos de Jehová, respecto a su
doctrina de no emitir su voto cuando se realizan elecciones a cargos comunitarios.
Este señalamiento no sólo se da por parte de las otras iglesias hacia la referida, pues
también es compartida por quienes no se identifican con ninguna de ellas.

Otro de los desacuerdos que se observan en la comunidad, es respecto a las


festividades tradicionales dirigidas por la iglesia católica. Para su realización se
acuerdan en asamblea general los montos de cooperación económica que permitirán
el desarrollo de la misma; ante esta situación las iglesias evangélicas que no
participan de dichas celebraciones, se niegan a realizar esta aportación. Si bien es
cierto que ocasiona la molestia de los católicos, hasta de quienes no pertenecen a
alguna religión, también podemos decir que es una situación que no ha provocado
más que la misma molestia, o en su caso algunas restricciones como la de "quien no
coopere no puede disfrutar de la fiesta".

Los mayores “conflictos” se remiten a cuestiones de carácter doctrinal, en donde la


profesión de una iglesia no es coincidente con la doctrina de las otras. Sin embargo
esta situación no ha detonado conflictos sociales significativos; salvo el impacto que
tiene la presencia de diversas religiones en el Sistema Normativo Interno.

2.5.5. Sistema Normativo Interno vs. Derecho Convencional.


Es obligado abordar el tema de lo que algunos autores llaman “conflictos
jurisdiccionales” (Ignacio Iturralde Blanco); en este caso entre el Sistema Normativo
marillano y el derecho estatal

Precisamos que no es propósito del presente trabajo, ahondar en los conceptos


legales o alcances jurídicos de ciertas situaciones, sino el señalar puntos en los que
existe alguna especie de conflicto, pues deben ser tomados en cuenta cuando
hablamos del Sistema Normativo Interno.

62
Quizá uno de los aspectos que más preocupa, tiene que ver con el tema de la
impartición de justicia, pues desde la concepción local existen formas que
tradicionalmente se han aplicado, que en ocasiones no se sujetan o contravienen a lo
establecido en las leyes estatales.

Hay en este tema dos cosas a considerar. En primer lugar, los responsables de
impartir la justicia en la jurisdicción local, desconocen el mínimo de las leyes
estatales a tomar en cuenta (sobre todo en cuanto a procedimientos), para realizar
sus funciones de manera adecuada, de tal forma que no entren en contradicción con
éstos.
Sucede también que en ocasiones, cuando los demandados tienen mayor
conocimiento de las leyes estatales, prefieren no sujetarse a las locales, y apelan a
las del Estado.

El caso más común es cuando una persona, después de que el síndico municipal le
aplica las sanciones correspondientes a su falta, acude ante la Visitaduría Regional
de los Derechos Humanos a interponer una queja en contra de la autoridad local, por
considerar que fueron violados sus derechos; o peor aún, tan solo por tomar alguna
represalia en contra de la autoridad. En ocasiones la autoridad recibe
recomendaciones de dicho organismo, sobre todo cuando por desconocimiento
(como dijimos anteriormente) no sigue los procedimientos que debiera.

Igualmente sucede cuando hablamos de conflictos de tipo agrario, en ese caso, las
personas tienden a solicitar la intervención de la Procuraduría Agraria.

El impacto que se provoca en ambos casos, es que la autoridad siente algún temor
cuando debe impartir la justicia, lo cual conlleva a que en ocasiones se pase por alto
alguna demanda; o busque evadir esa atribución, de modo que en ocasiones no se
resuelve el conflicto y no se aplica la justicia.

63
Otra situación que se ha ventilado en asambleas, es que al momento de impartir la
justicia no existen normas escritas que respalden su determinación, ello merma su
capacidad de actuar; si bien existen actas de asambleas en las que se especifican
ciertas sanciones, no hay criterios o parámetros que puedan ser empleados para
otros casos; sólo existen sanciones muy específicas. O también sucede que las
sanciones acordadas en asambleas, no embonan con los criterios estatales.

En cuanto al aspecto electoral, es de reconocerse que hasta la fecha no ha existido


conflicto alguno con las instancias estatales encargadas de velar el proceso; en este
caso las elecciones se realizan bajo el derecho local; y posteriormente son validadas
por el organismo estatal21 correspondiente.

Con el propósito de atender las problemáticas actuales; y de prevenir conflictos


futuros; se trabaja actualmente en el municipio la elaboración del Estatuto Comunal
(para lo agrario), y del Bando de Policía y Buen Gobierno (para lo municipal); en las
que se procura retomar posibles situaciones de conflicto entre el SNI y el derecho
estatal. Entre ellas:
 Lo relacionado al uso y usufructo de los bienes naturales.
 Equidad de género, entre otras.

Es cierto que hasta el momento no han existido fricciones significativas con el


derecho estatal, sin embargo, existe la inquietud, y sobre todo la incertidumbre tanto
de los gobernantes locales, como de las personas en general, pues cada vez se
evidencia que el derecho estatal no toma en cuenta las practicas consuetudinarias
para resolver conflictos y aplicar la justicia; sobre todo preocupa que cada vez se dé
un alto grado de corrupción en las instancias procuradoras de justicia del estado, lo
que provoca desconfianza.

21Instituto Estatal Electoral y de Participación Ciudadana de Oaxaca. Organismo público, autónomo,


responsable de organizar, desarrollar y calificar las elecciones, plebiscitos, referendos y revocación
del mandato en el Estado. Recuperado de http://www.ieepco.org.mx/index.php/ieepco/quienes-
somos.html. 09 octubre 2015.

64
Como respuesta ante esa preocupación, es que se busca consolidar los reglamentos
antes descritos, que aparte de fijar normas internas, tienen también por objeto
establecer un referente a las instancias del estado, de modo que conozcan las
normas que regulan la vida de la comunidad, y existan argumentos cuando haya que
exigir a que se respete el Sistema Normativo Interno.

De este modo, procuramos en el presente capitulo, evidenciar los conflictos y roces


que se viven en el interior de la comunidad, en relación a la práctica de los UyC; por
considerar que es necesario para hacer un análisis de los mismos, de modo que
permita ─como dijimos inicialmente─ re direccionar aquéllos que sean contrarios o
insuficientes a las necesidades de los distintos grupos comunitarios; sobre todo a los
llamados al tenor de este trabajo como “marginales”. Teniendo siempre presente,
que si buscamos una mejora en las relaciones internas, se tiene que tomar en cuenta
las opiniones y percepciones diferenciadas, en el afán de ser incluyentes y justos con
quienes han sido excluidos de una u otra forma en la gestión de la vida comunitaria.

65
CAPITULO 3:
CIUDADANIA COMUNITARIA Y PARTICIPACION CIUDADANA EN EL SNI DE
SANTA MARIA GUIENAGATI.
Uno de los temas a considerar cuando hablamos de los Sistemas Normativos, es el
involucramiento de las personas en los diversos procesos políticos internos. Desde
luego, la poca o nula participación que una persona o actor social pueda tener,
estará condicionada a su estatus social dentro de la comunidad; de ahí que sea
necesario abordar conceptos como el de participación ciudadana y ciudadanía
comunitaria, para comprender la dinámica con respecto a ello.

A fin de tratar de manera adecuada el tema de la participación ciudadana, y de lo que


llamaremos ciudadanía comunitaria, presentaremos en los siguientes párrafos lo que
entendemos por cada uno de estos conceptos.

3.1. Ciudadanía comunitaria:


El término de ciudadanía comunitaria, tiene su raíz en el concepto de ciudadanía.
Gimeno [en López, (2013)] plantea que ciudadanía: es una “condición de los
individuos, por la cual se reconoce y garantiza una serie de derechos, en función de
los cuales ellos pueden hacer determinadas cosas, impedir que les hagan otras y
exigir que se les proporcionen ciertos bienes”. Es un reconocimiento de pertenencia
que tiene la persona con respecto a un grupo o comunidad, lo que le da
determinados derechos y garantías, los cuales conllevan responsabilidades y
obligaciones.

Señala López (2013) que de acuerdo con la tradición histórica, “ser ciudadano es
disponer de un estatuto jurídico como persona que se adquiere por la pertenencia a
un territorio geográfico, cultural, legal y políticamente determinada…”. En este
entendido, la ciudadanía es conferida a los individuos por el hecho de pertenecer a
una comunidad, la cual se define por unos derechos, garantías y por ende, unas
diferencias reconocidas con aquellos que no pertenecen a esa comunidad.
[Toureinen López, (2013)].

66
O como señala Flores, (2002): “Aquí, se es ciudadano por la pertenencia a la
comunidad y a la familia; y por su grado de compromiso con la sociedad de la que es
parte”.

En el Sistema Normativo marillano, se reconoce a una persona como ciudadano


siempre y cuando cumpla con los requisitos que quedan recuperados en el Bando de
Policía y Gobierno Municipal:

Artículo 15. Son ciudadanos y ciudadanas del municipio de Santa María Guienagati:
 Todas las personas mayores de 18 años, hombres y mujeres, nacidos en
cualquiera de los asentamientos del municipio de Santa María Guienagati.
 Hijos o hijas de madre o padre originarios del municipio, siempre y cuando
decidan radicar en el territorio municipal.
 Comuneros y comuneras reconocidos conforme a lo establecido en los Artículos
41, 42, 43 y 4422 del Estatuto Comunal.
 Avecindados con residencia mínima de un año que hayan solicitado ser
incorporados como ciudadanos(as)
 Jóvenes que sin tener aún la mayoría de edad se encuentran casados o sean
responsables de una familia.
 Y en general, hombres y mujeres mayores de 18 años, que cumplan con sus
obligaciones comunitarias, respeten las instituciones y ejerzan los derechos que
marcan el Sistema Normativo Interno, los usos y costumbres y el presente Bando.

Podemos pues en base a lo anterior, argumentar que en Santa María Guienagati, la


ciudadanía se adquiere y se va construyendo conforme se asumen
responsabilidades, obligaciones y derechos con la comunidad, lo cual va generando
pertenencia al pueblo.

22Estos capítulos especifican las características o requisitos a cumplir para ser comunero, de sus
derechos y obligaciones, etc.

67
Asimismo, señala Vásquez (2011) que existe una relación estrecha entre ciudadanía,
género y derecho a la propiedad; de tal modo que no se puede disfrutar de una
ciudadanía plena sin el acceso a la tierra o sin el ejercicio de derechos económicos
[Deere y León, (2000) en Vásquez, (2011)]. Por ello cuando las mujeres no tienen un
acceso equitativo a la propiedad de la tierra, ejercen una ciudadanía incompleta
[Altamirano, (2004) en Vásquez, (2011)]. Es muy importante tomar en cuenta esta
relación que se menciona, porque como veremos más adelante, tiene ciertos
impactos al momento de ejercer la ciudadanía y la participación.

Para referirnos a lo que implica o significa ciudadanía comunitaria, emplearemos en


el presente trabajo, la configuración que retoma UPNA, (2006): “ciudadanía
comunitaria, se define por el hecho de sentirse miembro de una comunidad, de un
grupo, y compartir una serie de virtudes cívicas, como el respeto por los otros y el
reconocimiento de la importancia del servicio público. Desde la perspectiva
comunitaria, los derechos de los grupos pueden tener significados legales y
políticos”. Pero no solo sentirse miembros, sino también que ese grupo o comunidad
lo acepte como tal.

De este modo, cuando en Guienagati hablamos de ciudadanía o de ser ciudadano,


se emplea también el término comunero y en ese sentido, señala el señor M. Iglesias
durante un taller participativo con motivo de la elaboración del Estatuto Comunal:
“… antes no había distinción de concepto entre comuneros y ciudadanos,
todo es igual. [Taller participativo. 26 febrero 2015].

Fue que a partir del año 2004, después de la implementación del PROCEDE23 que
se comenzó a hacer distinción entre estos términos; de hecho se reconoce -al menos
en la teoría-, que existen dos tipos de comuneros:
 Comuneros y comuneras legalmente reconocidos: Son aquellos que están
registrados en el padrón general y cuentan con certificado de uso común,

23Programa de Certificación de Derechos Ejidales y Titulación de Solares, implementado por el


Gobierno Federal.

68
sentencia del Tribunal Agrario o han sido reconocidos por la Asamblea General
mediante un acta que ampara legalmente sus derechos.
 Comuneros y comuneras de hecho: Son personas originarias de la comunidad,
aspirantes a ser comuneros legalmente reconocidos, los cuales no están
registrados en el padrón general, pero son reconocidos por la Asamblea.
[Borrador del Estatuto Comunal. Datos no publicados]

Pese a que se hace una separación, sin embargo de manera interna no existe
diferencia en cuanto al ejercicio de los derechos y obligaciones; más bien, esta
distinción se da solamente para aclarar que existen comuneros que están
reconocidos ante el Registro Agrario Nacional. No obstante, ello tiene repercusiones
en quienes asumen cargos de tipo agrario, pues uno de los requisitos para ser
aceptado ante el Registro Agrario Nacional (RAN), como representante agrario del
municipio, es tener el estatus de “legalmente reconocido”, y por ende contar con el
certificado de uso común.

Cabe aclarar que en este trabajo se usan de forma indistinta los términos de
ciudadano y comunero, pues tradicionalmente así ha sido en la comunidad.

3.2. Participación ciudadana.


En principio, participar significa “tomar parte”, ser parte de una organización que
integra a más de una persona; así mismo implica “compartir” algo con otro u otros.
De modo que participar es siempre un acto social: nadie puede participar de manera
exclusiva, privada, para sí mismo. [Merino, (1995) en Guillen y Cols. (2009)].

Nuevamente retomando a Merino (1996) [en Guillen y Cols., (2009)], la participación


ciudadana significa intervenir en los centros de gobiernos de una colectividad,
participar en las decisiones en la vida colectiva, de la administración de sus recursos,
del modo como se distribuye sus costos y beneficios. Siguiendo en esta lógica, es
posible señalar que para los marillanos, el ámbito máximo del ejercicio de la
participación ciudadana es la asamblea, pues desde este espacio se toman

69
decisiones trascendentales en la vida comunitaria, que influye sobre el gobierno
local; y como se dijo anteriormente, esta agrupación de comuneros y/o ciudadanos
se constituye en la máxima autoridad del municipio.

Si bien es cierto, que la participación ciudadana en términos generales se refiere a la


influencia que los ciudadanos puedan tener en la toma de decisiones que afectan a
la vida comunitaria, es también importante señalar que existen distintos niveles o
fases de participación.

A lo largo de los años, se han publicado diversos trabajos [Arnstein, (1969); Brager y
Specht, (1973); Hambleton y Hogget, (1994)] enfocados a explicar cuáles son los
niveles de la participación ciudadana, y en qué consiste cada uno de ellos. Los
investigadores coinciden en que hay por lo menos tres categorías en las cuales se
agrupan los distintos niveles de la participación, y que en términos generales son:24

No participación: Consiste en que la ciudadanía es si acaso, informada de las


decisiones que han tomado los gobernantes. En muchos casos, las personas ni se
enteran que si hubo acuerdos. Se usa para legitimar las acciones públicas. “Ideados
para sustituir la genuina participación, cuyo objetivo real es no permitir que la gente
participe en el diseño y gestión de los programas, sino conseguir que los poderosos
estarían “educando” a los participantes”. [Guillen y Cols., (2009)]

Participación simbólica: “Ascienden a niveles en los que se le permite a la


ciudadanía, escuchar, tener voz, e incluso, ser escuchada, Sin embargo, bajo esas
condiciones, carece de poder para asegurarse de que sus ideas se tomen en
cuenta”. [Guillen y Cols., (2009)]

Poder ciudadano o participación activa: “En esta sección la ciudadanía participa en la


toma de decisiones, mediante mecanismos de negociación y acuerdo. Los

24 Para profundizar en el tema de la Participación, véase: Guillen, Amalia y cols., (2009). Origen,
espacio y niveles de participación ciudadana (Origin, space and levels of participation) en Daena:
International Journal of GoodConscience. Volumen 4. Núm. 1. Octubre 2008 - Marzo 2009:179-193.

70
ciudadanos que participan en esta área están dispuestos a ejercer el control, así
mismo cuentan con la capacidad de llevar a cabo programas y encargarse de ellos
de una forma total”. [Guillen y Cols., (2009)]

Retomando estos niveles de participación, abordaremos en las siguientes líneas la


situación en la que se encuentran los distintos sectores de Santa María Guienagati,
respecto a su participación.

3.3. Frenos y obstáculos de la participación ciudadana.


Cuando hablamos de los niveles de participación que la ciudadanía pueda tener, es
imperativo abordar cuáles son los mecanismos, situaciones, ideologías, prácticas u
otras, que frenan y/o obstaculizan el ejercicio de este derecho. En este trabajo
retomaremos la visión de los sectores o grupos que son de nuestro particular interés.

3.3.1. Situación de las mujeres.


Carlsen (1999) señala que la discriminación en contra de la participación política de
las mujeres, es una situación real que preocupa y que se refleja en las estadísticas
sobre Usos y Costumbres en el estado de Oaxaca. Es quizá este el mayor obstáculo
al que se enfrentan las mujeres cuando se trata de tomar parte en la vida pública.

Sin embargo, también hay que reconocer que este problema no es un acto exclusivo
de las comunidades que se rigen por Sistema Normativo Interno; es una situación
que involucra a la sociedad en su conjunto. No pretendemos con esta idea justificar o
relativizar la marginación que sufren las mujeres, pero sí queremos señalar que en
ocasiones se puede insinuar que es un problema propio de los pueblos o
comunidades regidos por UyC.

En Santa María Guienagati, el derecho de las mujeres a ser posesionarias de las


tierras comunales, es limitado. Han sido históricamente los hombres los dueños de
las tierras; aunque existen casos excepcionales en los que una mujer se acredita
como posesionaria de las tierras de la familia, aun cuando el responsable de ésta

71
sea hombre. Generalmente esto se da a falta de un cónyuge o hijo varón; de igual
modo, cuando se trata de heredar las tierras a los descendientes, se hace a hijo o
hijos varones. Son pocas las ocasiones en que un padre hereda a ambos sin
distinción.

Pero, ¿qué tiene que ver la tenencia de la tierra con la participación ciudadana de las
mujeres? En la sociedad marillana, las cuestiones agrarias no están separadas de
las políticas; pues como señalamos en párrafos anteriores existe una relación
estrecha entre el ejercer la ciudadanía y el acceso a la propiedad; por lo tanto, si una
persona o grupo incide sobre la cuestión agraria, también lo hace sobre lo político,
siendo quizá este último el ámbito más relacionado con el ejercicio de la participación
ciudadana. Asimismo hay que considerar que la asamblea juega un papel
determinante en la comunidad, y sean cuestiones agrarias o políticas, éstas se
retoman en asambleas. De ahí que se considere un obstáculo de la participación
femenina el no tener acceso a la tierra.

Un obstáculo más a considerar, tiene que ver con que no hay espacios de servicio en
los cuales las mujeres puedan iniciar su trayectoria política, que sean aceptados en
el sistema de cargos local. Si bien es cierto que en la actualidad existen distintos
comités en los que participan las mujeres, éstos no están considerados como
importantes.

Otra situación que podemos relacionar con la poca o nula participación de las
mujeres es lo que señalan ellas mismas:
“Yo creo que sí, pero tendríamos que hacer servicio y eso es bueno, pero
es difícil porque tenemos que cuidar a nuestros hijos, tenemos que
atender la casa, no es fácil como mujeres. [Grupo focal 3. 22 mayo 2015].

Desafortunadamente, la división sexual del trabajo tiene un impacto sobre el ejercicio


de la participación ciudadana, en este caso como mencionan las propias mujeres, el
hecho de que deban dedicarse al cuidado de los hijos les impide tomar parte en los

72
asuntos del pueblo. Sobre todo porque los espacios de servicio, las formas de ejercer
la participación están establecidos y acomodados para los hombres, que tienen
actividades distintas a las mujeres, de modo que esta situación frena la participación
femenina.

Es de resaltarse, que si bien en el discurso oficial se argumenta que la participación


de las mujeres no está prohibida ni restringida de ningún modo, también es cierto
que hasta hoy no se han hecho intentos significativos por retomar esta cuestión; más
bien pareciera que el discurso se da solamente para ocultar el problema. Por otra
parte, hay que mencionar que no existe figura alguna que pueda coordinar la
participación de las mujeres, y que tampoco existe suficiente sensibilidad social
respecto al tema. Por tanto, la ausencia de órganos propios de representación
femenina, dificulta la visualización de la problemática y la generación de alternativas.

La antropóloga María Cristina Velásquez, sostiene que aun cuando en lo visible o en


lo público la mujer no tenga participación; esto no quiere decir que no incida de una u
otra manera, porque hay que tomar en cuenta que en los UyC la participación no se
da de forma individual, es más bien colectiva. De ahí que en la gran mayoría de las
veces, lo que el varón pueda exponer a la comunidad, está de alguna manera influido
por las percepciones y posicionamientos de la esposa; en la comunidad marillana
uno de los papeles del varón es la de representar a la familia. Es cierto que pueda
darse esta situación, sin embargo también la realidad nos dice que debemos pugnar
por una participación directa; considerando que si bien pueden existir parejas o
familias en las que el diálogo es motor de la familia; también existen aquéllas en las
que la opinión de la esposa o cónyuge no es tomada en cuenta.
En lo general podemos señalar que en la gran mayoría de las familias no existe una
comunicación activa, que nos haga pensar que efectivamente son tomadas en
cuenta. Las mismas mujeres señalan al respecto:
“… es que ahora ya es diferente, antes aunque las mujeres no
participaban en las asambleas, pero sabían de lo que se trataba en la
junta. Acabando de cenar ya se van a acostar, y dijeran por ahí, en platica

73
de la cobija, ahí están platica y platica de lo que hablaron en la junta, que
si esto se va hacer, que si se va pagar, etc., que si se acordó tal cosa, o
todo lo que se trató. Pero ahora, ya se perdió la comunicación, los
hombres cuando llegan a la casa no dicen ni pio, ya cuando uno pregunta
si se va a pagar el agua o una cooperación, entonces dicen, ah sí, así se
acordó en la junta…” [Grupo focal 3. 22 mayo 2015].

A manera de conclusión, podemos decir que hasta la fecha la participación


ciudadana de las mujeres está en el nivel de la no participación, puesto que en el
mejor de los casos, son solamente oidoras de las decisiones tomadas en los distintos
espacios de participación, y en otras ocasiones ni por enteradas se dan de lo que
sucede en la vida política. Queda pues el reto de establecer mecanismos que
permitan la integración de las mujeres y su participación activa como sujetas que
aportan sustantivamente y fortalecen la gestión de la vida comunitaria.

3.3.2. Situación de los jóvenes.


La población joven ─al igual que las mujeres─ enfrentan obstáculos diversos que no
permiten su inclusión adecuada en los procesos y mecanismos de participación. Si
bien podemos ubicarlos en algunas circunstancias en el nivel de la participación
simbólica, existen situaciones que les ubican en un nivel inferior.

Como referimos en apartados anteriores, la juventud ha sido señalada por los


ancianos y principales como rebelde y desobediente, que no acatan los UyC; y
aunque esta visión es de entrada un primer obstáculo, el siguiente tiene que ver con
su exclusión de espacios como del consejo de principales. Cabe aclarar que no
estamos planteando que los jóvenes asuman de forma completa el papel de un
principal, pues como señalamos en el capítulo anterior, se tienen que cubrir ciertos
requisitos para ser considerados como tal, pues de otro modo se pierde el sentido de
reconocimiento de sabiduría por la trayectoria de vida que supone ese papel. Pero sí
creemos que se debe permitir a los jóvenes, estar en estos procesos de toma de
decisión importantes para la comunidad e implicarse de una u otra forma en su

74
ejecución y evaluación. Porque de no ser así, ¿cómo pueden adquirir esa sabiduría
y/o experiencia que se demanda una vez que se llega a ser principal?, y ¿cómo se
puede decir que tienen representación en la gestión de la vida comunitaria?

Por lo anterior, es necesario redimensionar la idea del consejo de principales, y de


manera específica, redefinir su estructura, replantear los mecanismos tradicionales
para tomar acuerdos; que permitan una integración no sólo de los jóvenes, sino en
general, de todos los sectores que hasta el momento han sido marginados ─en
mayor o menor grado─ de este espacio.

3.3.3. Evangélicos/Protestantes.
Hemos señalado que la historia de Guienagati ha estado fuertemente relacionada
con la iglesia católica, y desde ella se han configurado varias de las características
que hoy identifican a la comunidad (consejo de principales, compromiso con las
festividades tradicionales, etc.). Sin embargo, éstas han sufrido cambios importantes
a partir de la entrada de diversas iglesias como la del Pentecostés, los Testigos de
Jehová, la iglesia del Nazareno, posteriormente, los Adventistas del Séptimo Día y
los Seguidores de Cristo, entre otras [Quintas, (2000)].

Carlsen (1999), refiere que uno de los aspectos cuestionados de los llamados UyC,
tiene que ver con la intolerancia religiosa; en Guienagati esta cuestión no pasa
desapercibida, aunque con el paso de los años se ha aprendido a vivir en pluralidad
religiosa. Lo anterior no significa que no exista cierto grado de intolerancia, por ello
es importante mejorar los aspectos que se abordan en las líneas siguientes, y que
permitan gozar de una ciudadanía plena más allá de las diferencias meramente
doctrinales.

En relación a lo anterior, podemos señalar que un obstáculo para los religiosos no


católicos, que frena su participación activa, es que no participan de las festividades
tradicionales, organizadas y dirigidas por la iglesia católica. De ahí que hasta la fecha
no haya habido ningún presidente municipal evangélico, pues puede suponerse que

75
se “pone en riesgo” la celebración de las fiestas patronales. Aunque como señalamos
antes, la comunidad ha ido aprendiendo a armonizar las diferencias religiosas, de tal
modo que en la actualidad los evangélicos han formado parte del cabildo municipal,
ya sea como regidores propietarios o suplentes.
Contrariamente a lo que ocurre en el ámbito municipal, de los últimos cinco que han
ocupado el cargo de presidente de bienes comunales25, tres han sido evangélicos.
Esta situación nos hace pensar que el marginar a los no católicos del cargo de
presidente municipal, tiene como causa un supuesto riesgo de interrumpir o
entorpecer la realización de las festividades patronales.

Por supuesto que también es entendible que no podemos cambiar las circunstancias
de un día a otro; que se trata de procesos de aceptación de la diversidad religiosa
existente, o de la participación de otros grupos comunitarios, como el de las mujeres.

Otro aspecto en el cual evangélicos han sido marginados, tiene que ver con la
distribución de los recursos económicos, quizá sea el aspecto más visible. Para las
festividades patronales y otras actividades de la iglesia católica se destinan cierta
cantidad de recursos del municipio, mientras que las demás iglesias evangélicas sólo
disponen de sus propios ingresos. Por esta razón los evangélicos reclaman el
derecho a ser tratados iguales, pues argumentan que cuando se trata de
responsabilidades y obligaciones comunitarias, no se les exime de las mismas.

Pero también hay que tomar en cuenta que varias iglesias no muestran interés por
ser parte en los espacios de participación y decisión. El argumento más común, es
que no se toman en cuenta las opiniones o propuestas que puedan dar, y que por
tanto, no tiene caso asistir, sugerir o plantear. Sin embargo, más allá de que en algún
momento un sector o actor social haya sido marginado, no se debe tomar una actitud
apática, más bien se tiene que buscar ser tomado en cuenta; de lo contrario, las
decisiones quedan en manos de aquellos que sí participan, profundizándose el
círculo vicioso de la no participación y acceso a los espacios de toma de decisión.

25Representantes agrarios.

76
Es importante señalar que actualmente y en términos más estrictos, existe una
población mayor de evangélicos que de católicos; aunque también es cierto que es
mayor el número de personas que no profesan ninguna religión. Se trata de personas
no practicantes, que generalmente tienen simpatía por alguna iglesia, ya sea porque
tenga familiares ahí, o porque alguna vez fue miembro de esa denominación.

Luego entonces, la participación de los evangélicos salta de momentos entre la


simbólica y la activa, y por momentos también puede ubicarse en la de no
participación. Ante esta situación es importante darse cuenta de que sea cual sea la
preferencia religiosa que se tenga, eso no debería ser obstáculo para que todas y
todos sean tomados en cuenta, y puedan tener una participación activa en la gestión
de la vida comunitaria.

3.3.4. Profesionistas
En la actualidad son pocos los profesionistas que existen en la comunidad. Varios de
ellos y de ellas deciden, para poder ejercer su profesión, salir de la comunidad
cuando concluyen su carrera profesional.

En cuanto al ejercicio de la participación de los profesionistas, V. Salvador señala:


“… al pertenecer a las minorías no tenemos mucha representación, lo que
nosotros podemos decir nos lo puede aplacar la mayoría, entonces y
como minoría digamos que no respetan nuestro derecho y estamos a la
voluntad de ellos y a las tradiciones que se han manejado…” [Entrevista
personal. 5 febrero 2014]

La mayoría de los profesionistas son jóvenes, y al igual que los demás jóvenes,
enfrentan obstáculos para tomar parte en los asuntos de la comunidad. Aparte de los
señalamientos que ya sufre este sector, a los profesionistas se les acusa además de
"traer ideas" que dividen al pueblo. Sus estudios y capacidad crítica explican este
señalamiento, pero de ninguna manera justifica su marginación. No participar y

77
desconocer los procesos del Sistema Normativo Interno, seguramente traerá
impactos negativos mayores, y esta desvinculación puede tener un impacto mayor
en el debilitamiento del sistema mismo.

Por otro lado, la preparación profesional de un individuo puede contribuir a fortalecer


aspectos de la vida comunitaria; de ahí que si no se toma en cuenta a este sector,
además de marginarles, se pierden recursos valiosos para el municipio.

En otro orden de ideas, es necesario mencionar que existen situaciones o


fenómenos que implican un reto a las formas comunes de definir la ciudadanía o
comunero. Uno de estos fenómenos es la migración, que en lo local ha despertado el
debate respecto a cuál debe ser la postura ante ello, pues no se puede impedir que
eso suceda antes bien se tienen que buscar las formas en que deben ser
encausadas. En ese sentido señala Hernández, (2013), que el fenómeno de la
migración implica transformaciones importantes en la organización comunitaria, para
nuestro caso esas transformaciones se ponen de manifiesto mayoritariamente en lo
que a continuación se describe.

Por un lado se discute sobre cómo debe ser la relación entre los que “se van” y la
comunidad, principalmente en lo relacionado con la asunción de responsabilidades y
obligaciones, pues como se dijo en apartados anteriores, tiene implicaciones en el
estatus del individuo en la comunidad marillana. Una forma de atender esta situación
es que quien sale de la comunidad lo haga con el pleno conocimiento de los
representantes, con el compromiso de aportar las cooperaciones económicas que se
establezcan, así como de prestar los servicios comunitarios básicos -policía de
escalera o en algún comité- por medio de otra persona. Sin embargo, para cargos
considerados de mayor importancia, no es posible buscar un reemplazo.

El otro aspecto tiene que ver con los “que llegan”, y más claramente con el cuidado
de que no se introduzcan ideas o prácticas ajenas que afecten la dinámica cotidiana.
Por ejemplo, aquellas personas que pueden estar vinculadas con grupos

78
delincuenciales, y que por razones obvias no “convienen” al pueblo. También se
valora si la persona tiene la voluntad de adaptarse a la forma de organización local, y
por tanto, de respetar los UyC. Algunos de los requisitos para integrarse a la
comunidad son: presentarse ante la autoridad municipal y comunal para exponer la
situación que lo tiene en la comunidad, mostrar documentos personales, carta de
buena conducta o de antecedentes no penales, realizar una aportación económica
establecida por la asamblea, cumplir con los servicios 26 que se le requiera, entre
otros; después de un “periodo de prueba”, finalmente se expone su situación ante la
asamblea, y ahí se determina si se le acepta o no.

En resumen, podemos concluir que en Guienagati queda mucho hacer, sobre todo
porque existen ciudadanías diferenciadas que ponen de manifiesto ciertas acciones
de marginación que se han cometido contra algunos sectores. Hace falta establecer
reglas y prácticas claras que ayuden a generar condiciones de igualdad en derechos
y oportunidades, considerando que a más de la mitad de la población se le ha
restringido en mayor o menor grado. Es necesario entender que las diferencias de
credo, grado de escolaridad, género, edad, etc., no deben ser condiciones que
mermen la calidad de ciudadanía, pues muy por encima de todo eso, hay
capacidades que aprovechar, personas que valorar; de modo que podamos con
plena seguridad decir que vivimos en “comunidad”.

26Estos servicios son independientes de los considerados dentro del sistema de cargos y servicios.

79
CAPITULO 4:
CONCLUSIONES: CLAVES PARA EL FORTALECIMIENTO DEL SNI EN SANTA
MARIA GUIENAGATI
En los capítulos anteriores nos hemos referido a la situación actual en que se
encuentran los UyC de Santa María Guienagati. Como pudimos notar si bien existen
prácticas tradicionales que deben ser salvaguardadas; también existen otras que
deben ser redefinidas a fin de fortalecer el Sistema Normativo Interno; y con ello
contribuir a consolidar una comunidad equitativa y justa, en la búsqueda constante
de una vida digna en la que todas y todos podamos ─no solo vivir─ sino convivir en
un ambiente de paz, de respeto, de inclusión y justicia social, de modo que podamos
materializar aquello que en otras palabras se conoce como la Vida Buena.

En este capítulo procuraremos retomar ideas o propuestas que de forma implícita o


explícita se han propuesto, sugerido o insinuado a lo largo del trabajo, pues no
tendría mucho sentido tomarnos tiempo para analizar la situación en la que se
encuentran los UyC marillanos, si no aterrizamos en lo que podemos considerar
como propuestas clave para el fortalecimiento del Sistema de Normas Internas.

4.1. Propuestas:
De entrada es sumamente importante tener claro, que los UyC ─como señala la
antropóloga María Cristina Velásquez─ no son estáticos, sino cambiantes, en tanto
que la sociedad también lo es; y conforme se transmite de generación en generación
se van insertando nuevas ideas y visiones. Esta perspectiva debe transmitirse a
todos y cada uno de los sectores de la población marillana; lo cual podría lograrse
fomentando talleres de diálogo en los que se aborde entre otras cosas, la
importancia y características de los UyC, teniendo como punto de partida las ideas y
propuestas diferenciadas en torno a visiones intergenéricas, intergeneracionales,
interétnicas, interreligiosas, etc. Se trata de diálogos que permitan conciliar posturas
que en ocasiones son o parecen contrarias, pero sobre todo, de que sean incluidos al
debate todos aquellos sectores, personas o grupos que viven de una u otra manera
los impactos de nuestro Sistema Normativo Interno, o no participan directamente de

80
su definición.

En el capítulo segundo nos referimos a los pilares del SNI en Guienagati. Uno de
ellos es el consejo de principales, y a criterio personal, resulta importante mantener
este “órgano”, pero es necesario trabajar en su fortalecimiento. Retomando la
petición de los sectores consultados, a este consejo deberían integrarse
representantes de cuatro grupos comunitarios que hasta hoy han jugado un papel
marginal o han quedado excluidos de este órgano en la vía de los hechos: jóvenes,
mujeres, profesionistas y evangélicos. Respecto a las funciones que asumiría cada
representación, nos parece adecuado que pueda determinarse precisamente en una
sesión conjunta. Cada grupo asumiría el compromiso de aportar desde su propia
visión y posicionamiento en la comunidad, enriqueciendo el debate y la construcción
de acuerdos en las distintas temáticas o aspectos que se aborden.

Es importante señalar que no se plantea que los que sean considerados


representantes de cierto grupo o sector, alcancen de facto el estatus de “principal”,
pues la tradición marca que deben cubrirse ciertos requisitos para ello. Además,
estaríamos trastocando el sentido profundo de una práctica ancestral, lo cual
seguramente sería el primer cuestionamiento que enfrente la propuesta. Claro está,
que también tendrían que definirse mecanismos y requisitos para que un individuo
pueda ser considerado representante de un sector determinado, y que muy
probablemente pueda hacerse desde las formas locales establecidas, teniendo como
referencia aquellos principios o características que en lo local se pide siempre a
quienes fungen como representantes. Entre dichos principios figuran: ser persona
que merece respeto y que respeta a los demás, que muestre interés por los asuntos
del pueblo, que sea sensible con los y las demás, entre otros.

Desde esta lógica, estaríamos respondiendo a uno de los reclamos actuales que se
hacen al consejo de principales, y es su dificultad para proponer alternativas de
solución a problemas contemporáneos. La combinación de experiencias y
capacidades, de habilidades y conocimientos técnicos, puede contribuir

81
significativamente a generar propuestas y alternativas a los problemas comunitarios.

Por otro lado, respecto a la celebración de las asambleas comunitarias, hay dos
situaciones que planteamos mejorar. Por un lado, la prolongación del tiempo
destinado a las mismas, que en gran parte obedece a la falta de ideas claras con
respecto a cierto tema o problema, lo cual podría mejorarse atendiendo la propuesta
anterior. Ello permitiría ─entre otras cosas─ tener propuestas claras y concretas ante
determinadas circunstancias o problemáticas, un respaldo técnico de ciertas
actividades, inclusión de ideas de los sectores representados, tener informes
detallados, entre otros.

Asimismo, es importante reducir el tiempo que se absorbe con el pase tradicional de


lista ─que sin exagerar, alcanza o supera dos horas de tiempo─. Es aquí donde vale
la pena aprovechar los nuevos conocimientos tecnológicos, como el uso de equipos
y software diseñados para verificar y llevar un registro detallado ─en este caso de los
asistentes a la asamblea─, sin la necesidad de enlistar nombre por nombre (como se
hace actualmente); lo cual permitiría agilizar este punto que en la actualidad es
molesto para muchas de las personas asambleístas. Teniendo en cuenta que si
estamos pensando en incluir a mujeres a la lista de comuneros ─estaríamos por lo
menos─ duplicando el número de personas, y con ello también la cantidad de tiempo
destinado para este punto.

Estas dos mejoras cuando menos facilitarían el proceso de las asambleas, sin
afectar su sentido y propósitos.

Otra propuesta de mejora que surge es la que plantean las mujeres, de consolidar
una entidad de representación propia y con funciones bien precisas, como mantener
una comunicación constante entre mujeres y los distintos órganos ya existentes,
como el consejo de principales, autoridades municipales y agrarias, y otros. Con ello,
se quiere contribuir a convertir en hábito, costumbre y derecho, el que las mujeres
tengan acceso a todos y cada uno de los espacios de participación en igualdad de

82
condiciones que los hombres. Entendiendo que es un proceso que debe formularse
desde la comunidad, sin esperar que una ley externa obligue a realizar este acto. En
este sentido existe la preocupación planteada por distintos actores, sectores y
organizaciones de la sociedad civil en el estado de Oaxaca, que piden al congreso
local, promover y aprobar la Ley de Paridad de Género27 ─que en otros estados del
país ya es un hecho─. Este cambio legislativo trastocaría los UyC, generando un
ambiente de tensiones y conflictos, tanto internos como con el estado. Por ello,
manifestamos que este tipo de procesos deben ser endógenos y autogestionarios,
pues la imposición de leyes y acuerdos genera conflictos internos y profundiza una
mayor división en las comunidades.

En este mismo sentido, es necesario abrir espacios de servicio en los que las
mujeres puedan ejercer funciones reconocidas como de servicio al pueblo.
“Yo creo que hay espacios donde las mujeres podemos dar nuestro
servicio, como en el centro de salud, en la casa del pueblo, en la tienda
Diconsa”. [Grupo focal 3. 22 mayo 2015].

Recordemos que en la actualidad las mujeres ya prestan servicios, sea en las


escuelas, en comités de determinados programas de asistencia social; pero que no
son reconocidos como servicio a la comunidad, pese a la importancia que tienen en
la vida cotidiana.

Pero además, estos servicios tendrían que tomar en cuenta la división sexual del
trabajo y acomodarlos como en el caso de los hombres, a sus propias formas y
tiempos; pues de lo contrario sería difícil para las mujeres cumplir con los servicios.
“Yo creo que sí… pero es difícil porque tenemos que cuidar a nuestros
hijos, tenemos que atender la casa, no es fácil como mujeres. [Grupo
focal 3. 22 mayo 2015].
En ese mismo sentido tendríamos que reorganizar las tareas que socialmente se han

27Igualdad de proporción de mujeres y hombres en la postulación a cargos de elección popular.


[Recuperado de http://www.condistintosacentos.com/paridad-de-genero-en-mexico-anverso-y-
reverso/. 01 septiembre 2015]

83
designado por género, de modo que se permita a que las mujeres vayan accediendo
al sistema de cargos y servicios comunitarios, al mismo tiempo que permita equilibrar
la carga de responsabilidades.

No pretendemos con ello, seguir limitando a las mujeres a ejercer roles tradicionales
en las comunidades, pues coincidimos en que tanto hombres como mujeres
podemos realizar las mismas actividades. Sin embargo, cambiar los roles y espacios
socialmente asignados a mujeres y hombres no es un proceso rápido; es necesario
partir de reconocer y visibilizar las diferencias y desigualdades en el seno de las
familias y comunidades, a fin de trazar rutas y tiempos realistas y respetuosos de los
procesos comunitarios.

Por ello, proponemos que los actuales espacios de servicio ─como los comités de las
distintas escuelas, de programas sociales como “Prospera”28─, y de otros que se
proponen en este trabajo ─como la entidad de representación de mujeres─ sean
considerados y reconocidos dentro del sistema de cargos y servicios, de modo que
existan espacios donde las mujeres puedan iniciar su “trayectoria política”.

Respecto al procedimiento empleado para la elección y nombramiento de las


autoridades (municipales y agrarias), existe consenso en que debe mantenerse, pues
ha sido funcional para la comunidad. A diferencia de otros municipios, en Santa
María Guienagati no se han dado casos de conflictos post-electorales, y es el deseo
de la población que permanezca así. Sin embargo, es necesario tomar medidas para
que no se pierda esta práctica, pues debido a la influencia y presión que ejercen las
leyes estatales, y sobre todo, las prácticas de los partidos políticos, se corre el riesgo
de caer en lo que los marillanos conocen como “error” o “fracaso”, que se traducen
en divisionismo, competición por el poder, corrupción, conflictos y enfrentamientos
que en muchas ocasiones terminan cobrando la vida de las personas.
Por lo anterior quizá valga la pena comenzar a trabajar con el Estatuto Electoral

28Programa de Inclusión Social que implementa el Gobierno Federal, destinado a combatir la pobreza
en el país.

84
Comunitario, en la cual se pueden establecer las normas y reglas que regulen el
proceso electoral de nuestros Usos y Costumbres, que si bien se retoma dentro del
Bando de Policía y Gobierno Municipal, no se hace de forma completa, pues solo se
habla del procedimiento de elección.

En este tenor, a partir del año 2014 se inició el proceso para la elaboración de dos
leyes internas, el Estatuto Comunal y el Bando de Policía y Gobierno Municipal.
Buscandomejorar el SNI marillano, con la normalización o institucionalización de
ciertas prácticas, o dicho de otro modo, la importancia y necesidad de establecer
reglas claras para poder encausar las aspiraciones de la comunidad.
Estos instrumentos jurídicos permitirán a la comunidad definir con claridad aspectos
como: derechos y obligaciones de los ciudadanos y/o comuneros; faltas y sanciones
(ciudadanía y de autoridades); requisitos de elegibilidad para ocupar cargos de
elección popular; regulaciones del uso y usufructo de la riqueza natural; cuidados y
preservación del medio ambiente; mecanismos de participación ciudadana e
inclusión de las mujeres a la vida pública, entre muchos otros.

Nuestro trabajo reconoce, valora y documenta las prácticas ancestrales de la


comunidad, retomando los UyC del municipio, buscando en la medida de lo posible
armonizar las leyes, normas y reglamentos locales, con las estatales. Estamos
conscientes de que existen principios del derecho positivo o estatal que de entrada
son contrarios, pues por un lado los Sistemas Normativos Internos, como señala
Hernández, (2013), privilegian los intereses y derechos colectivos, en tanto que el
Estado, se inclina por darle mayor importancia a los derechos e intereses
individuales.

Por ello, reafirmamos que cuando se presenten pugnas entre sistemas normativos
(local vs estatal) será importante apelar a tratados y acuerdos internacionales29 sobre
derechos de los pueblos originarios. En aquellos puntos de fricción con el derecho

29Convenio 169 de la OIT, la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos
Indígenas, El Foro Permanente para las Cuestiones Indígenas de la ONU.

85
estatal, habrá que dirimirlos bajo el fundamento de la libre determinación de los
pueblos y comunidades indígenas, consagrados en el Artículo Segundo 30
Constitucional. Tomando en cuenta que la libre determinación toma forma en la
autonomíaque los pueblos deben gozar; entendiendo ésta como: “la capacidad de
decidir no sólo sobre nuestro destino, sino también sobre las cuestiones y acciones
más inmediatas y diarias en las comunidades, con una identidad y conciencia
propias, y con la suficiente capacidad de apertura para comunicarse con los demás
ciudadanos del país y del mundo…” Regino, Adelfo (2006).

Siguiendo esta idea, recalcamos la necesidad que existe de clarificar los alcances
que suponen los sistemas normativos, y de las implicaciones que estos tienen sobre
los otros. Hoy por hoy, pese al reconocimiento que se le ha dado a los UyC -sobre
todo en el contexto oaxaqueño-, las leyes estatales siguen ejerciendo una
dominación sobre los sistemas de normas internas de los pueblos y comunidades
indígenas; situación que desafortunadamente se ha ido agravando, en tanto que se
imponen intereses capitalistas y occidentales, lo que ha llevado a cambios
sustanciales en el ámbito jurídico (y en general de todos los aspectos). Esta situación
ha ido reduciendo el margen de la aplicación de las normas internas, generando
conflictos y divisionismo con quienes acuden a los instrumentos del derecho estatal y
por encima de los marcos internos.

Por lo anterior, nos sumamos a las voces que pugnan por una relación más
consciente, teniendo como punto de referencia lo que distintos autores (De Souza,
Panikkar, entre otros) llaman hermenéutica diatópica, que implica tener la conciencia
de que no existen sistemas normativos “completos”, sino que se trata precisamente
de reconocer la incompletud de ambos sistemas, de modo que puedan establecerse
relaciones armónicas, no contrarias ni dominantes.

Por último, consideramos la viabilidad y pertinencia de recrear o reformular los


30En la que se reconoce el derecho a la libre determinación, y en consecuencia, a la autonomía para:
decidir sus formas internas de convivencia, aplicar sus normas internas para la resolución de
conflictos, etc.

86
Sistemas Normativos Internos o Usos y Costumbres, porque son un elemento
fundamental para nuestra persistencia como pueblos originarios; pues la
desaparición de estos y sobre todo la adopción de sistemas de normas occidentales,
terminaría por llevar a la desaparición de las culturas que existen desde tiempos
inmemoriales.
Por ello, en Santa María Guienagati se busca consolidar tanto el Estatuto Comunal,
como el Bando de Policía y Gobierno Municipal, como mecanismos de blindaje de
nuestras prácticas ancestrales, lo que de ninguna forma implica cerrarse a procesos
─como dijimos anteriormente─ que permitan armonizar y respetar visiones, pues
hemos señalado la necesidad de realizar cambios. Antes bien, “blindar” nuestras
prácticas ancestrales, significa establecer normas y regulaciones claras para
subvertir las distintas formas de subordinación y de opresión que impone el sistema
neoliberal, es decir, evitar imposiciones externas; considerando que los cambios que
requiere la comunidad deben ser desde la perspectiva local, en apego a la historia
pasada y presente, cambios que respeten los tiempos y formas tradicionales; pues
inicialmente dijimos que los Usos y Costumbres no deben ser estáticos, sino
cambiantes, esa debe ser una principal fortaleza.
Desde esta lógica, creemos que la aprobación del Estatuto Comunal y Bando de
Policía y Gobierno Municipal, serían instrumentos que permitan “blindar” nuestro SNI,
pues éstos serían reconocidos por el Congreso del Estado, dándole validez jurídica,
tomando en cuenta que estas leyes internas estarían acordes a los Usos y
Costumbres.

87
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