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Mitos y creencias

erróneas relacionadas
con la actividad física
Resumen
En el mundo de la Educación Física y el Deporte, existen una
serie de creencias o ideas que aún siendo equivocados persisten en
la práctica habitual de muchos practicantes de diferentes
actividades físicas. Estos mitos pueden suponer un peligro ya que
están asociados a comportamientos de riesgo para el organismo. De
esta manera, el artículo pretende aclarar diversos conceptos y
procedimientos relacionados con la actividad física y la salud.
Palabras clave: Educación Física, Creencia errónea. Mito.
Salud.

Introducción

Personas, corriendo muy abrigadas en las horas de mayor sol; bebiendo agua con azúcar para que no le salgan agujetas;
haciendo abdominales para perder la barriga; etc. Estas conductas son mitos, creencias erróneas, visiones equivocadas, sobre
distintos aspectos de la actividad física, que no quedan lejos de nuestra realidad cotidiana.

Los mitos o creencias erróneas se refieren a aquellos conceptos, procedimientos y actitudes, que siendo entendidos como
verdaderos por la población, tienen una comprobación empírica de su falsedad (Miñarro, 2000).

Estos mitos suponen un gran peligro, puesto que llevan asociados conductas nocivas y de riesgo para el organismo. Por
ello, es necesario que la población conozca los peligros que ciertas prácticas pueden generar, y de esta manera, poder
disfrutar de los beneficios de una actividad física, realizada de forma adecuada y correcta.

Dentro de la población en general, hay que destacar al grupo escolar, como centro de especial interés para el desarrollo de
contenidos que aclaren posibles prácticas que son peligrosas para la salud. Según Miñarro (2000), la prevalencia de creencias
erróneas en la población escolarizada de Enseñanza Secundaria Obligatoria y Bachillerato es alta en gran parte de los mitos
analizados por este autor.

Esto queda confirmado por la legislación educativa vigente, que establece dentro de sus contenidos mínimos el bloque de
“Condición Física y Salud” y en su objetivo nº 6 se expresa lo siguiente: “planificar y realizar, de forma habitual y sistemática,
actividades físicas y deportivas adecuadas a sus necesidades, conociendo sus contraindicaciones y adoptando hábitos de
alimentación e higiene con el fin de mejorar las condiciones de salud” (Decreto 148/2002).

Los mitos y creencias erróneas que conviven con nosotros son numerosos. A lo largo del artículo destacaremos algunos de
los más sobresalientes.

El mito del dolor muscular post-ejercicio

Las molestias dolorosas que aparecen a las 24-48 horas después de realizado un ejercicio no habitual se debe a la lesión de
un conjunto de fibras localizadas en la unión musculotendinosa. La percepción del dolor se debe a la aparición de un estímulo
nocivo, edema, productos de la respuesta inflamatoria, liberación de sustancias químicas, o lo que es más probable, a la
combinación de todos estos agentes. Los receptores de estos estímulos son las terminaciones nerviosas libres que se hallan
alrededor de las fibras musculares (Drobnic, 1989).

“La contracción excéntrica en la que se produce una elongación del músculo simultánea a la contracción, para una misma
carga de trabajo, utiliza mucho menos oxígeno, y se reclutan menos unidades motoras, por lo cual va a ser menor el número
de fibras que soportan la carga y por lo tanto será mayor la tendencia a lesionarse” (Miñarro y Medina, 1999).

“Para las agujetas no existe ningún tratamiento efectivo que las haga desaparecer” (Miñarro, 2002). Una buena opción
sería realizar al día siguiente una actividad similar y de menor intensidad, evitando los ejercicios de carácter excéntrico.
La única medida que se ha mostrado algo eficaz para atenuar el dolor de las agujetas es el tratamiento con
antiinflamatorios no esteroideos. Sin embargo, estos tomados antes del ejercicio, parece que no previenen ni atenúan el
daño muscular (Miñarro, 2002).

La natación de estilos como prescripción médica

Por todos es conocido, que la prescripción médica en caso de dolor de espalda suele ser en gran medida la práctica de la
natación. Por el contrario, no existen evidencias científicas que avalen el efecto corrector de la natación en patologías como
la escoliosis (Miñarro, 2002).

Según Benet (2002) no se trata de practicar el deporte de la natación con sus cuatro estilos, sino que se basa en una
variedad de actividades utilitarias, educativas, con habilidades acuáticas, juegos y alguno de los estilos de natación pero
modificados y adaptados a la desviación. A este tratamiento físico, esta autora lo denomina, Natación terapéutica.

Por lo tanto, la natación de estilos no parece ser la mejor prescripción para aquellas personas que tengan problemas de
espalda. Si sería más interesante el participar en un programa de rehabilitación acorde a la afectación particular que sufre la
persona.

Cualquier ejercicio produce pérdida de peso: pérdida localizada de tejido adiposo

La masa corporal podemos dividirla de forma sencilla en masa grasa y masa magra o libre de grasa (músculos, huesos, piel
y líquidos corporales). Los porcentajes óptimos de grasa corporal oscilan en el 15% en los hombres y en el 22% en las
mujeres. Se consideran obesos los hombres y mujeres que tienen más de 25% y el 33% de peso graso, respectivamente. La
acumulación excesiva de grasa corporal está relacionada con enfermedades cardiovasculares, diabetes tipo II y la
hipertensión arterial. La dieta y el nivel de actividad física, además de factores metabólicos y hormonales, son los elementos
reguladores más importantes de la composición corporal (Rodríguez, 1995).

El determinante principal del peso suele ser el balance calórico. Este balance consiste en la diferencia entre la ingesta
calórica (el equivalente energético de la comida ingerida) y el gasto calórico (equivalente energético de trabajo biológico
realizado).

De esta manera, se pierde peso cuando el gasto calórico supera la ingesta calórica y se gana en caso contrario. Un
equilibrio calórico negativo conseguido a través del ejercicio físico aeróbico produce fundamentalmente la pérdida de tejido
adiposo, manteniendo el peso magro constante.

La mejor pauta para rebajar peso en la mayoría de las personas consiste en combinar una restricción de la ingesta calórica
y la práctica de ejercicio aeróbico regular (Rodríguez ,1995).

De esta manera, para perder peso es necesario instaurar programas de ejercicio de carácter aeróbico, donde intervengan
grandes grupos musculares, a una intensidad moderada, de 3 a 5 sesiones a la semana, e incluso diariamente con un día de
descanso (Miñarro y Medina, 1999).

De ninguna manera, es posible perder peso con actividades de carácter analítico y no existe ningún ejercicio que sea capaz
de hacer desaparecer la grasa de una zona concreta.

Existe también otra falsa creencia en relación con la pérdida de peso. Esta falsa idea está vinculada a la práctica de ejercicio
con prendas impermeables o a la realización de actividad física en ambientes calurosos (correr a las tres de la tarde en pleno
verano) e incluso con restricción en la ingesta de líquidos.

“Sudar para adelgazar provoca deshidratación, que a grandes niveles puede llegar a provocar la muerte si no se toman las
precauciones adecuadas”(Miñarro, 2002). La deshidratación causa alteraciones en el sistema cardiovascular, metabólico y
endocrino. Es importantísimo hidratar nuestro organismo antes, durante y después del ejercicio (Alarcón y Ureña, 2006).
Todos estos aspectos adversos aún cobran más importancia en personas con sobrepeso, ya que generan más calor interno
debido a que la grasa actúa como aislante y no permite la disipación del mismo (Italo y cols., 1994).

El entrenamiento de fuerza considerado como elemento estético

El sedentarismo, como factor de riesgo para la salud, involucra a más del 70% de la población. Esto significa que la
población en general posee una característica, que guarda una relación directa con este factor de riesgo: posee una mala
capacidad funcional del tejido muscular. Esto puede llegar a producir una sarcopenia (pérdida de sarcómeros: unidad
contráctil del tejido muscular). La tendencia actual es pensar que éste es un grave problema estético y por lo tanto el
ejercicio es considerado como un elemento cosmético (Saavedra, 1999).

Pero esa idea queda claramente rebatida por estudios (Calderón, 1993; Casimiro, 1999; Vera y cols, 2000) que confirman la
importancia del fortalecimiento de diversos músculos para prevenir o tratar diversas patologías. Por ejemplo, unos músculos
abdominales fuertes juegan un papel importante en la protección de la columna lumbar, mientras que una musculatura
abdominal débil es un importante factor de riesgo en la generación de dolor lumbar (Miñarro, 2000). Tercedor (1995) afirma
que el trabajo de musculación es primordial como actividad preventiva de los problemas de espalda.

La inactividad física produce una disminución en las funciones y en la dinámica de nuestra biología y de esta manera se
entorpecen los mecanismos de circulación sanguínea, incluyendo presión y acumulación de grasas. Afecta a los mecanismos
de regulación de los niveles de azúcar en sangre y provoca pérdida de densidad mineral y calcio, dando lugar a una etapa
preliminar a la osteoporosis llamada osteopenia (Saavedra, 1999).

Expón tu opinión personal y sincera sobre los siguientes aspectos (marca con una cruz
la respuesta que creas correcta):

1. ¿Crees que la realización de ejercicios de abdominales, es el mejor método para


perder “barriga”?

 Si

 No

 Ns/Nc

2. ¿Crees que el dolor muscular post-ejercicio es provocado por el ácido láctico?

o Si
o No
o Ns/nc

3. ¿De qué forma podemos combatir ese dolor una vez establecido?

o bicarbonato
o agua+azúcar
o mismo ejercicio
o ejercicio diferente
o Ns/nc

4. ¿Qué tipo de ejercicio físico es el adecuado para perder peso?

o Ejercicio físico continuo o aeróbico


o Ejercicios de musculación
o La combinación de ambos
o Otros: ______________

5. ¿Aumentar la sudoración durante el ejercicio favorece la pérdida de peso?

o Si, sudar adelgaza


o No
o Ns/nc

6. ¿Cuándo crees que es adecuado beber agua?

o En todo momento, excepto antes del ejercicio.


o Antes, durante y después del ejercicio.
o Ns/nc

7. ¿Crees qué un aumento en la actividad de un punto localizado del cuerpo


facilita un uso mayor de las grasas almacenadas en esas zonas?

o Si.
o No.
o Ns/nc

8. Si realizas ejercicios de abdominales, ¿con qué objetivo o cuál es la razón


principal por la que los realizas?

o Para perder barriga


o Para marcar los músculos
o Para proteger la columna vertebral
o Otras razones: _____________________

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