LO QUE TODO ONCÓLOGO DEBERÍA SABER SOBRE
EVALUACIÓN GERIÁTRICA PARA PACIENTES
MAYORES CON CÁNCER: JOVEN SOCIEDAD
INTERNACIONAL DE PAPEL DE POSICIÓN DE
ONCOLOGÍA GERIÁTRICA
El envejecimiento es un proceso heterogéneo. La
mayoría de los cánceres recién diagnosticados se
presentan en adultos mayores, y es importante
comprender el estado de salud subyacente de un
paciente cuando se toman decisiones sobre el
tratamiento. Una evaluación geriátrica proporciona
una evaluación detallada de problemas médicos,
psicosociales y funcionales en pacientes mayores
con cáncer. Específicamente, puede identificar
áreas de vulnerabilidad, predecir la supervivencia y
la toxicidad, ayudar en las decisiones de tratamiento
clínico y guiar las intervenciones en la práctica de
oncología de rutina; sin embargo, la aceptación se
ve obstaculizada por las limitaciones de tiempo y
recursos, así como por la falta de interpretación de
los expertos. En esta revisión, describimos la utilidad
de la evaluación geriátrica mediante el uso de un
caso ilustrativo y proporcionamos un enfoque
práctico para la evaluación geriátrica en oncología.
Los adultos mayores son el segmento de más rápido
crecimiento de la población. Según los Informes
Internacionales sobre el Envejecimiento, los adultos
de 65 años o más representaron el 8,5% de la
población total en 2015, pero se prevé que aumente
al 12% en 2030 y al 16,7% en 2050.1 Más del 60% de
los pacientes recién diagnosticados con cáncer
tienen 65 años o más, lo que hace que esta sea la
población más común vista en una práctica
oncológica.2 Los adultos mayores son heterogéneos
y tienen diversos grados de comorbilidades,
deficiencias funcionales, síndromes geriátricos y
sistemas de apoyo social. Debido a que los adultos
mayores no están bien representados en los
ensayos clínicos y aquellos que están incluidos a
menudo son una selección de adultos mayores en
forma, puede ser un reto para los oncólogos aplicar
la medicina basada en la evidencia a esta población.
Esto puede conducir a un tratamiento insuficiente y
excesivo e impactar la morbilidad y la mortalidad del
paciente.
La evaluación geriátrica se ha defendido como una
forma de proporcionar una evaluación detallada del
estado de salud de un adulto mayor. Aunque
recomendado por la National Comprehensive
Cancer Network y la Sociedad Internacional de
Oncología Geriátrica (SIOG), la evaluación geriátrica
no se implementa rutinariamente en la práctica
oncológica, ya que se percibe como una cuestión de
tiempo y recursos.3,4 Aunque el tiempo com - la
preocupación y la carga para los pacientes y
cuidadores son inquietudes, las herramientas de
evaluación geriátrica desarrolladas recientemente
para el cáncer pueden reunir una gran cantidad de
información en un tiempo relativamente corto.5,6
En este trabajo, describimos brevemente la utilidad
de la evaluación geriátrica en el cuidado de adultos
mayores con cáncer y proporciona un enfoque
práctico para la evaluación geriátrica en oncología.
¿QUÉ ES UNA EVALUACIÓN GERIÁTRICA?
Una evaluación geriátrica es un proceso de
diagnóstico multidisciplinario que puede detectar
problemas médicos, psicosociales y funcionales que
no se identifican mediante la evaluación de rutina.
Esto puede guiar subsecuentemente la gestión de
los problemas identificados. Inicialmente se
desarrolló y se validó en la población geriátrica
general para detectar la vulnerabilidad y los
problemas relacionados con el envejecimiento
asociados con la mortalidad7. Posteriormente, estas
herramientas de evaluación geriátrica se
simplificaron y transfirieron a clínicas de oncología
para la evaluación de pacientes mayores con cáncer.
.8-10
Como se muestra en la Tabla 1, una evaluación
geriátrica incluye una evaluación de varios
dominios, incluidos el estado funcional, la salud
psicológica, la polifarmacia, la comorbilidad, la
nutrición, el apoyo social y la cognición. Hay varias
herramientas bien validadas disponibles para
evaluar estos dominios. La mayoría de los
instrumentos pueden ser autoadministrados. La
elección de herramientas de evaluación geriátrica
específicas en la práctica clínica debe adaptarse a las
estructuras y los recursos de salud locales.
Si hay especialistas geriátricos disponibles, se deben
considerar herramientas de evaluación geriátrica
que sean familiares y utilizadas por ellos. Aunque no
forma parte de una evaluación geriátrica, los
objetivos del paciente y del cuidador, así como las
preferencias al final de la vida, también deben
discutirse antes de la implementación de un plan de
tratamiento.
¿POR QUÉ REALIZAR UNA EVALUACIÓN
GERIÁTRICA?
La evaluación geriátrica debe realizarse en pacientes
mayores con cáncer por múltiples razones.35
Primero, se ha demostrado que la evaluación
geriátrica puede identificar áreas de vulnerabilidad
que de lo contrario, se pueden perder en las visitas
de oncología de rutina. Por ejemplo, en pacientes
con un puntaje de estado de desempeño del
Eastern Cooperative Oncology Group (ECOG) de, 2,
el 38% requirió asistencia en actividades
instrumentales de la vida diaria, como tomar
medicamentos, transportación, usar el teléfono o
administrar finanzas.36 En Además, un estudio
reciente ha demostrado que, en el 51,2% de los
pacientes, una evaluación geriátrica puede
identificar anormalidades que no se detectan
durante la consulta regular, incluido el
funcionamiento físico deficiente (40,1%), estado
nutricional deficiente (37,6%), caídas (30,5 %),
depresión (27,2%) y deterioro cognitivo (19,0%) .35
Estas alteraciones se asociaron de manera
independiente con peores resultados en pacientes
con cáncer38-42.
En segundo lugar, la evaluación geriátrica puede
predecir la supervivencia y los eventos adversos del
tratamiento para ayudar en la toma de decisiones
clínicas. Las decisiones de tratamiento en pacientes
mayores con cáncer pueden ser un reto, ya que
otras condiciones comórbidas pueden limitar la
esperanza de vida y la capacidad de tolerar el
tratamiento oncológico. Una evaluación geriátrica
puede ayudar en este proceso, ya que puede
predecir el riesgo de morir por causas distintas al
cáncer, y puede predecir la toxicidad del
tratamiento. Una revisión sistemática de 51
estudios que evaluaron el valor predictivo de la
evaluación geriátrica sobre la supervivencia
concluyó que varios dominios de evaluación
geriátrica, incluido el estado funcional, la escala de
depresión geriátrica y el estado nutricional, eran
predictores independientes de mortalidad35,43-46.
La VGI también puede predecir la muerte temprana-
6 y 12 meses de supervivencia general-en pacientes
mayores.44,45 Varias herramientas que usan datos
de una evaluación geriátrica, como la Escala de
Evaluación de Riesgo de Quimioterapia para
Pacientes Mayores (CRASH) y la calculadora de
toxicidad para quimioterapia del Grupo de
Investigación del Cáncer y el Envejecimiento (CARG)
se ha desarrollado para ayudar a predecir la
toxicidad de la quimioterapia. El estudio de
evaluación preoperatoria del cáncer en el anciano
también demostró que la morbilidad posoperatoria
a 30 días podría predecirse por el número de
dominios alterados que se detectaron en una
evaluación geriátrica.47
En las neoplasias malignas hematológicas, el
deterioro funcional identificado en la evaluación
geriátrica fue asociado a hospitalizaciones.48
Además, se ha demostrado que una evaluación
geriátrica puede cambiar las decisiones de
tratamiento entre el 5% y el 50% de los pacientes
mayores49,9. En estos estudios, del 2% al 28% de los
pacientes había cambiado a más intensivo.
tratamiento, mientras que del 17% al 37% había
cambiado a un tratamiento menos intensivo.10,50-
53
En tercer lugar, la evaluación geriátrica identifica
las áreas donde se pueden realizar intervenciones,
como el asesoramiento dietético, la fisioterapia y el
apoyo social, que pueden ayudar a los pacientes a
tolerar y completar la terapia sistémica prescrita.
Kalsi y sus colegas54 compararon los resultados de
pacientes mayores que se sometieron a
quimioterapia y que recibieron intervenciones
sobre la base de problemas que se identificaron en
una evaluación geriátrica con los pacientes que
recibieron atención estándar de oncología. Los
pacientes de alto riesgo se definieron sobre la base
de la presencia de comorbilidad activa, calidad de
vida significativa o dificultades funcionales, y
vulnerabilidades detectadas en la evaluación
geriátrica. Aunque la tasa de toxicidad global no fue
significativamente diferente, los pacientes de alto
riesgo en el grupo de evaluación geriátrica tenían
más probabilidades de completar el tratamiento del
cáncer y requirieron menos modificaciones en el
tratamiento54.
CUANDO REALIZAR UNA EVALUACIÓN GERIÁTRICA
Debido a que la edad biológica a menudo no
corresponde a la edad cronológica, es difícil definir
la edad cronológica por encima de la cual se debe
realizar una evaluación geriátrica de manera
sistemática. Varios expertos en oncología geriátrica
recomiendan que todos los pacientes mayores de 75
años de edad reciban una evaluación geriátrica.55
Las organizaciones internacionales también han
recomendado que se realice una evaluación
geriátrica en todos los pacientes mayores, de 70
años o más, o al menos en aquellos pacientes
mayores antes del inicio de la terapia contra el
cáncer.3,4 La selección del límite de edad también
puede depender de los recursos disponibles.
HERRAMIENTAS DE CRIBADO GERIÁTRICO
Dadas las barreras de tiempo y recursos que están
asociadas con la evaluación geriátrica, el uso de una
herramienta de evaluación geriátrica para
identificar a los pacientes frágiles y / o vulnerables
que tienen más probabilidades de beneficiarse de
una evaluación geriátrica es atractivo. Se han
desarrollado múltiples herramientas de detección,
tanto en la población geriátrica general como en la
población con cáncer. Algunos de ellos han sido
específicamente probados en el entorno del cáncer.
Estos varían en los dominios evaluados, la duración
de la evaluación, el tiempo para completar y las
propiedades de prueba. Algunas de estas
herramientas de detección, tales como el Geriatric
8 (G8) y Senior Adult Oncology Program 2,56,57
están compuestas de ítems que muestran varios
dominios geriátricos, mientras que otros, como la
Evaluación Geriátrica Completa abreviada,
consisten en preguntas seleccionadas de
herramientas geriátricas validadas, como el
geriátrico
Pantalla de depresión y examen de estado mini-
mental. En la tabla 2 se enumeran las características
de las herramientas de detección más usadas y
probadas en adultos mayores con cáncer. La
elección de la herramienta de detección depende de
los recursos clínicos disponibles en un centro, los
objetivos de la detección y la familiaridad con la
herramienta. . Aunque las recomendaciones
actualizadas de SIOG sobre herramientas de cribado
sugieren que el G8 (que se muestra en el Apéndice
Tabla A1, solo en línea65) ha sido el mejor estudiado
con la mayor sensibilidad, la elección de las
herramientas de cribado depende del contexto y no
se recomienda ninguna herramienta sobre otra.
oncólogos con apoyo limitado del personal, una
herramienta de cribado geriátrico completamente
autoinformada, como la Encuesta de Ancianos
Vulnerables-13 (VES-13, que se muestra en la Fig. A1
del Apéndice, solo en línea67), que puede
completarse en 10 minutos (mediana, 4 minutos) se
puede considerar58,68. Para una revisión más
profunda de las herramientas de cribado geriátrico
probadas en la población de oncología, nos
referimos a una revisión sistemática reciente de
Hamaker y colegas oa las directrices de SIOG sobre
este tema66,69.
El valor de utilizar herramientas de cribado
geriátrico si los pacientes que son positivos en el
cribado no pueden recibir una evaluación geriátrica
posterior se debate.
Una opción factible es el uso de la evaluación
geriátrica autorreferida desarrollada por la Alianza,
anteriormente llamada Grupo de Cáncer y Leucemia
B, que es principalmente autoinformada en aquellos
pacientes que tienen una prueba positiva. Las
herramientas de evaluación geriátrica pueden ser
completadas por pacientes y / o cuidadores usando
papel y lápiz o una computadora con pantalla táctil
en 15 a 20 minutos, y están disponibles en línea
(www.mycarg.org/tools) en inglés, español y chino9
(Fig 1) . Otras opciones son integrar la evaluación
geriátrica dentro de las clínicas geriátricas locales
existentes. Una característica útil de la herramienta
de evaluación geriátrica de CARG en línea es que,
una vez que el paciente finaliza la evaluación, se
puede visualizar e imprimir un conjunto de
recomendaciones que se adaptan a los problemas
identificados como un archivo PDF. Estos pueden
ayudar a un clínico ocupado a interpretar los
resultados y adaptar e implementar intervenciones
específicas para los pacientes.
Incluso si no se puede realizar una evaluación
geriátrica, las herramientas de detección génica
pueden proporcionar información útil, y los
resultados anormales en estas herramientas se han
asociado con los resultados del cáncer. Un G8
anormal, VES-13 y la herramienta de detección de
riesgo de triage se han asociado con una
disminución funcional y una peor
supervivencia.60,61,70 El índice de fragilidad de
Groningen también se ha asociado con una
supervivencia peor.46,71 Por lo tanto, puede no ser
irracional considerar la realización de una revisión
geriátrica incluso en aquellos centros en los que no
sería posible realizar una evaluación geriátrica
completa posterior. Las herramientas de evaluación
geriátrica proporcionan una visión aproximada,
pero objetiva, del estado de salud subyacente de los
pacientes, y las respuestas sobre los componentes
individuales de las herramientas de detección
pueden desenmascarar el deterioro subyacente.
OTRAS MEDIDAS BREVES Y HERRAMIENTAS
BASADAS EN LA EVALUACIÓN GERIÁTRICA
Además de las herramientas de evaluación
geriátrica descritas anteriormente, varias otras
medidas breves son predictivas de resultados
importantes que pueden influir en las decisiones de
tratamiento. El Timed Up and Go (TUG) es una breve
evaluación de la movilidad y el equilibrio de un
paciente que se puede administrar fácilmente con
una silla, un cronómetro y una pasarela de 3 m. El
probador le pide al paciente que se pare, camine 3
m, dé la vuelta, camine hacia atrás y se siente.19 No
se necesita capacitación específica para realizar esta
prueba. Un buen ejemplo de cómo realizar un TUG
se puede encontrar en un video gratuito en línea
producido por los Centros para el Control y
Prevención de Enfermedades.72 A TUG of. 13
segundos se asocia con un mayor riesgo de caídas
en adultos que viven en la comunidad.73 En
pacientes con cáncer, un TUG de. 20 segundos se ha
asociado con una supervivencia más corta y
probabilidades tres veces mayores de
complicaciones postoperatorias mayores.45,74 Un
puntaje anormal ($ 5) en la Escala de Depresión
Geriátrica-15, que es una medida autoinformada de
15 ítems, es también predictivo de un mayor riesgo
de deterioro funcional.75
Dos herramientas basadas en evaluaciones
geriátricas, la calculadora de toxicidad para
quimioterapia CARG (mostrada en el Cuadro A2 del
Apéndice, solo en línea76) y la puntuación CRASH
76, también pueden ser utilizadas por los
proveedores de atención médica para comprender
el riesgo de toxicidad del paciente y guiar la toma de
decisiones compartida al comenzar una nueva línea
de tratamiento en un paciente anciano78,79. Estas
dos calculadoras, a las que se puede acceder en
línea de manera gratuita, usan información de
evaluación de pacientes, tumores y geriátricos para
predecir la probabilidad de experimentar
toxicidades de grado $ 3. La herramienta CARG, por
ejemplo, utiliza datos que ya se habían obtenido
durante un encuentro clínico regular: edad, tipo de
tumor, quimioterapia planificada, peso, altura,
creatinina y hemoglobina, y agrega cinco preguntas
adicionales sobre caídas, sociales. apoyo, la
capacidad de tomar medicamentos, deterioro de la
audición y el rendimiento físico.80 Tanto los
puntajes CRASH como CARG han demostrado ser
superiores a otras herramientas que se usan
comúnmente para predecir la toxicidad en la
práctica oncológica, como el estado de rendimiento
de Karnofsky.36, 77,80 La Figura 1 contiene una lista
de recursos en línea gratuitos seleccionados que se
pueden utilizar en la práctica clínica diaria para
evaluar a los adultos mayores con cáncer.
Aunque se han desarrollado muchos modelos para
la prestación de servicios de oncología geriátrica, un
tamaño no se ajusta a todas las prácticas o entornos
clínicos36,81; sin embargo, independientemente de
los recursos disponibles, los proveedores de
atención médica que atienden a pacientes mayores
con cáncer deben esforzarse por fomentar la
colaboración con recursos institucionales o externos
disponibles, como geriatras, trabajadores sociales,
fisioterapeutas y terapeutas ocupacionales,
farmacéuticos y nutricionistas, y Trabajar juntos
para brindar atención a los pacientes con déficits
que se identificaron utilizando herramientas de
evaluación o evaluaciones geriátricas.55,82 El
fomento de estas colaboraciones multidisciplinarias
puede permitir la derivación de pacientes
vulnerables a un proveedor de medicina geriátrica o
un oncólogo geriátrico, que, a su vez, podría tener
un efecto positivo en los resultados de los
tratamientos contra el cáncer.
EVALUACIÓN GERIÁTRICA PARA RADIACIÓN Y
ONCOLOGÍA QUIRÚRGICA
Aunque existe una gran cantidad de trabajo sobre
evaluación geriátrica para pacientes mayores que
recibieron tratamiento sistémico de cáncer, una
revisión sistemática encontró que los componentes
de la evaluación geriátrica, como el estado
funcional, la cognición y la depresión, se asociaron
de manera constante con peores posoperatorios.
resultados.83
84 La investigación en oncología de radiación es
escasa, pero un estudio prospectivo ha sugerido que
el puntaje alterado en VES-13 se asoció con una
mayor probabilidad de no completar la radiación.85
Los lectores son referidos a una revisión de mejores
prácticas en oncología de radiación para adultos
mayores con cáncer por SIOG.86
NUESTRO ENFOQUE RECOMENDADO
Todos los oncólogos deben esforzarse por incluir
algún tipo de evaluación geriátrica en su práctica
clínica diaria (Tabla 3). Creemos que no solo es
factible, sino que es necesario para proporcionar a
los pacientes de mayor edad una atención
oncológica de alta calidad. Durante la última
década, se ha realizado un gran esfuerzo para que la
evaluación geriátrica sea menos onerosa y accesible
para los no geriatras, y las herramientas actuales de
evaluación geriátrica específicas para el cáncer son
fáciles de realizar, incluso en entornos clínicos muy
concurridos. En los centros de cáncer en los que los
recursos están más ampliamente disponibles, se
debe realizar una evaluación geriátrica completa en
todos los pacientes mayores con cáncer de 70 años
o más que son considerados para cualquier
tratamiento de cáncer, así como pacientes más
jóvenes con problemas de salud relacionados con la
edad. Las herramientas exactas pueden diferir
siempre que la evaluación geriátrica incluya los
siguientes dominios: estado funcional, salud
psicológica, polifarmacia, comorbilidades, nutrición,
apoyo social y cognición (Tabla 1). En estos entornos
de altos recursos, la disponibilidad de equipos
multidisciplinarios hace factible la implementación
de intervenciones multicomponente cuyo objetivo
es mejorar o resolver los déficits identificados.
El tiempo promedio hasta la finalización de una
evaluación geriátrica oscila entre 15 y 30 minutos
sobre la base de los estudios publicados.8,9,87
Recomendamos enviar por correo las partes
autoadministradas de la evaluación geriátrica a los
pacientes antes de su cita para que puedan
completarlos en el hogar para limitar las
interrupciones en el flujo de trabajo de la clínica y
para permitir que los pacientes completen la
evaluación geriátrica en su tiempo libre. Si no
pueden completar la evaluación en el hogar, los
pacientes pueden completarla en la clínica mientras
esperan ser atendidos por su oncólogo. Después de
eso, una enfermera capacitada o un técnico de
atención al paciente puede realizar la evaluación
objetiva de la cognición y la función física
(aproximadamente de 5 a 10 minutos).
Alternativamente, la evaluación de la cognición y la
función física puede incorporarse en el examen
físico realizado por el oncólogo. Si una evaluación
geriátrica integral se usa principalmente para guiar
las intervenciones de atención de apoyo durante el
tratamiento del cáncer, también se puede realizar
durante múltiples visitas a la clínica.
También realizamos la evaluación en el centro de
infusión mientras los pacientes recibían tratamiento
para el cáncer o intervenciones de atención de
apoyo, como fluidos intravenosos.
Los oncólogos que practican en entornos con menos
apoyo deberían aprovechar varias de las
herramientas descritas en este artículo e incluirlas
en su flujo de trabajo clínico diario. Las herramientas
de detección podrían usarse para identificar
pacientes mayores que no requieren evaluaciones o
intervenciones adicionales y destacar los dominios
que pueden requerir más atención, así como
aquellos pacientes que pueden estar en alto riesgo
de toxicidad por quimioterapia o mortalidad
temprana. Muchos de estos pueden ser realizados
por oncólogos y solo requieren varios minutos.
Recomendamos que los oncólogos consideren
utilizar el G8 o el VES-13 para evaluar a los
pacientes, ya que estas son las dos herramientas
más comúnmente estudiadas (Tabla 2, Tabla A1 del
Apéndice y Figura 1). Si hay una enfermera
practicante u otro miembro del personal disponible,
la herramienta G8 se puede administrar antes de la
consulta de oncología. En las prácticas donde esto
no es posible, los pacientes también pueden
completar una herramienta de evaluación
autoinformada, como el VES-13, mientras esperan
ver al oncólogo. El próximo paso para los pacientes
que tienen una pantalla positiva depende de los
recursos existentes en la práctica y en la comunidad.
Si un geriatra está disponible, los pacientes que
obtienen un resultado positivo para una evaluación
geriátrica completa deben ser remitidos a un
geriatra para que se haga cargo del paciente durante
el tratamiento. Si un geriatra no está disponible, los
pacientes podrían someterse a TUG y la evaluación
geriátrica CARG auto-informada en línea, que
proporcionará al oncólogo un conjunto de
recomendaciones que podrían discutirse con el
paciente e implementarse utilizando los recursos
disponibles en la comunidad, como el examen físico.
terapeutas, trabajadores sociales, nutricionistas o
farmacéuticos. Si la evaluación geriátrica
autoinformada por CARG en línea no es posible, al
menos se debe considerar una evaluación de la
actividad de la vida diaria, la actividad instrumental
de la vida diaria y el uso de mini-Cog
cognitivo.17,18,28
Finalmente, los oncólogos deben usar calculadoras
basadas en la evaluación geriátrica-puntaje CARG o
CRASH-para determinar los riesgos de toxicidad de
la quimioterapia en todos los adultos mayores con
cáncer. Aunque no se ha demostrado que las
modificaciones al tratamiento basadas en estas
herramientas mejoren los resultados, la información
puede ser útil cuando se discuten los riesgos y
beneficios del tratamiento, promoviendo en última
instancia la toma de decisiones compartida.
Además, estas herramientas podrían ayudar a los
clínicos a identificar a los pacientes de alto riesgo
que pueden requerir un seguimiento o seguimiento
más cercano, lo que permite un uso más eficiente de
los recursos disponibles.
VOLVER AL CASO
En nuestro paciente de 73 años de edad, se realizó
una herramienta de detección del G8, y obtuvo un
puntaje 10 de un total de 17; por lo tanto, fue
enviado a un geriatra para una evaluación geriátrica
completa. Él es independiente de todas las
actividades de la vida diaria, pero requiere ayuda
para comprar. Tuvo dos caídas y ha perdido
aproximadamente 5 libras en los 6 meses anteriores
a su diagnóstico. Se evaluó negativamente el
deterioro cognitivo (un puntaje de 26 de 30 en la
Evaluación Cognitiva de Montreal), pero se detectó
una depresión positiva (un puntaje de siete de 15 en
la Escala de depresión geriátrica-15). Informó buena
audición y visión. Él vive con su esposa en casa.
Como resultado de un deterioro en su estado
funcional, fue derivado a un fisioterapeuta y se le
aconsejó que se ejercitara con más frecuencia y de
manera consistente. Para su pérdida de peso, se lo
remitió a un nutricionista para que le dieran
consejos dietéticos. Para su depresión, se
administró mirtazapina y también se lo remitió a un
psiquiatra. Se discutió el beneficio de la
quimioterapia adyuvante, y se le dijo al paciente que
su supervivencia global a 5 años podría mejorar en
un 7% sobre la base de un análisis conjunto de siete
ensayos aleatorizados en adultos mayores con
cáncer de colon.88 Su puntuación de toxicidad
CARG se tradujo en una probabilidad del 82% de
toxicidades de grados 3 a 5 con la quimioterapia de
dosis estándar de agente único (Apéndice Fig A2,
solo en línea); este riesgo
puede ser algo menor para el fluorouracilo,
específicamente, el puntaje solo tiene en cuenta la
quimioterapia individual versus la quimioterapia
combinada, pero es probable que sea sustancial. La
información se discutió con el paciente y su familia,
y finalmente decidió no someterse a la
quimioterapia dado el alto riesgo de toxicidad.
Entendió que el riesgo de recurrencia del cáncer de
colon es mayor y estaba dispuesto a aceptar esta
posibilidad.
INSTRUCCIONES FUTURAS Y CONCLUSIÓN
En resumen, comprender el estado de salud de un
adulto mayor es tan importante como comprender
la biología tumoral subyacente. Una evaluación
geriátrica puede identificar áreas de vulnerabilidad,
predecir la supervivencia y la toxicidad, ayudar en
las decisiones de tratamiento clínico y guiar las
intervenciones en la práctica de oncología de rutina.
Idealmente, todos los pacientes mayores que están
siendo considerados para tratamientos contra el
cáncer deberían recibir una evaluación geriátrica
como parte de su evaluación; sin embargo, en
entornos de tiempo y recursos limitados, se podría
utilizar una herramienta de detección geriátrica. Se
está llevando a cabo una investigación activa para
evaluar si las intervenciones guiadas por evaluación
geriátrica mejoran los resultados en adultos
mayores con cáncer (identificadores
ClinicalTrials.gov: NCT01915056 y NCT02107443).
Para diseminar el uso de una evaluación geriátrica y
las diversas herramientas de detección disponibles,
se necesita la educación de oncólogos y geriatras
sobre herramientas que sean validas, eficientes y
predictivas de los resultados. Finalmente, la
colaboración entre oncólogos, médicos de atención
primaria / geriatras, enfermeras, trabajadores
sociales, fisioterapeutas, terapeutas ocupacionales,
nutricionistas y farmacéuticos es crucial para
aumentar la utilización de la evaluación geriátrica y
las intervenciones dirigidas por la evaluación
geriátrica.