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“CONFLICTO ENTRE PODERES: LEGISLATIVO, EJECUTIVO, JUDICIAL,

CIUDADANO Y ELECTORAL: AÑOS 2016-2017”

1. Los valores y principios políticos sobre la regulación, limitación y control del ejercicio del poder
público, como fundamento a su separación o distribución en sistemas de gobierno bajo un criterio
orgánico-funcional.
2. Las ideas políticas formuladas sobre cómo se puede o se debe regular, limitar y controlar el
ejercicio del poder público.
3. Los arreglos orgánico-funcionales por los que se trata de regular, limitar y controlar el ejercicio
del poder público.
4. Los hechos ocurridos a partir de la elección de la nueva Asamblea Nacional en diciembre de
2015.
5. El conflicto interpoderes y el incumplimiento de las regulaciones constitucionales que pudieran
haber ocurrido.
6. La naturaleza y convocatoria de una Asamblea Nacional Constituyente, sus bases comiciales y
distintas posiciones al respecto.

CRONOLOGÍA DE LA ASAMBLEA NACIONAL


http://www.ghm.com.ve/wp-content/uploads/2017/01/rrghm-al-5-de-enero.pdf
EL CONTROL DEL PODER EN LA TEORÌA CONSTITUCIONAL

En el ámbito constitucional se observa un complejo de funciones y de órganos, que


actúan de manera autónoma e independiente y cuya nota común es la de limitar y controlar
el poder. Efectivamente, el control es un elemento inseparable del concepto de Constitución
si se quiere dotar de operatividad al mismo, es decir, si se desea que la Constitución se
“realice”, en expresión bien conocida de Hesse; o, en otras palabras, que sólo si existe
control de la actividad estatal puede la Constitución desplegar su fuerza normativa, y sólo si
el control forma parte del concepto de Constitución puede ser entendida ésta como norma.1
Visto de esta manera, se puede considerar una evidente e íntima relación entre
Constitución y control, que la teoría de éste deberá ser incluida en la teoría de aquella y a
la vez, cualquier intento de teorización del control ha de dotar a éste de un sentido unívoco
que sea capaz de englobar coherentemente las variadas formas que el control adopta en el
Estado constitucional. Tal sentido no es otro que el de considerar a los medios de control,
orientados de tal forma de responder objetivamente a un único fin: fiscalizar la actividad
del poder2 estatal para evitar sus abusos, pudiendo así la Constitución desplegar su fuerza
normativa a favor de la libertad y de la democracia.
Sin embargo, existe una gran variedad de significaciones que originan una
pluralidad de conceptos de control, bajo las diversas formas (parlamentario, judicial, social,
etc.) del control del poder y bajo las diversas facetas (freno, vigilancia, revisión, inspección,
regulación, limitación, etc.) que tal control puede revestir, yace una idea común y es la de
hacer efectivo el principio de la limitación del poder.
LOS PARADIGMAS DEL CONTROL DE PODER Y EL PRINCIPIO
DE DIVISIÓN DE PODERES EN LA TEORÍA CONSTITUCIONAL
En la siguiente Tabla Nº 1 se muestra un breve repaso de las diferentes teorías del control
del poder a través de la historia.

Constitución y control del poder


introducción a una teoría constitucional del control

1
Aragon, Manuel: CONSTITUCIÓN, DEMOCRACIA Y CONTROL, pp 81
2 Ibidem, pp. 84
 Aragón Reyes, Manuel

 ISBN: 9789586163972
 Editorial: Universidad del Externado de Colombia
 Fecha de la edición: 1999
 Lugar de la edición: Bogotá. Colombia
 Encuadernación: Rústica
 Medidas: 21 cm
 Nº Pág.: 148
 Idiomas: Español

De los “frenos recíprocos”, “controles recíprocos”, “retenciones o


reservas recíprocas”, equilibrium of powers, en suma, resulta el
gobierno libre o liberal. Controles que no son únicamente entre
órganos, sino también de los ciudadanos sobre las instituciones
públicas, mediante la opinión pública, un poder especial: el
“poder de censura”. También aparece, al menos tácticamente en
La teoría británica en el siglo XVIII: Hume, todo ello sin contar con la aportación de Locke.
El equilibrio, es requisito para que en esas relaciones humanas
la “Constitución bien equilibrada” exista libertad. El sistema de frenos y contrapesos, de controles
mutuos, se presentará así, como un delicado artificio producido,
poco a poco, por la historia de la teoría y de la práctica
constitucional británica está calculado para mantener la libertad
civil. En el momento en que cada órgano del Estado entra en
funcionamiento y afecta a la totalidad, su procedimiento es
examinado y fiscalizado por los otros órganos
Montesquieu sabía que la Constitución británica no “tiene por
objeto la gloria del Estado, sino la libertad política de los
ciudadanos”3. Se plantea el problema de la necesidad de
colaboración entre los poderes, pero lo hace de una forma
La interpretación de Montesquieu relativamente simple: “Estos poderes deberían conducir a una
situación de reposo o a una inacción (por los frenos mutuos); pero,
dado el movimiento necesario de las cosas, esos poderes se verán
forzados a moverse, y se verán forzados a concertarse”4. El
gobierno bien equilibrado es más complejo, y su funcionamiento
está regido más por “ artificios” jurídico políticos que por “ el
movimiento necesario de las cosas”
La desaparición, o mitigación, del control Frente al “liberalismo” de Locke, se ha dicho, el estatalismo” de
en la democracia “ rousseauniana” Rousseau ofrecerá al hombre muy escasas garantías frente a la
acción del poder una fuerte mitigación de los controles.
y algunas de sus consecuencias: la Mitigación acentuada por la misma idea rousseauniana de la
separación de poderes de la Constitución democracia que negaba el pluralismo de poderes, el equilibrio
francesa de 1791 y el régimen de entre ellos producto de frenos y controles, y sólo aceptaba, en
asamblea puridad, la autolimitación, es decir, el dogma de la voluntad de la
mayoría
El Federalista proclamará con toda claridad: la división de
poderes no es más que la garantía de la libertad5; la división es, al

3
Montesquieu, El Espíritu de las Leyes, París, Gallimard, 1970, libro XI, caps. 5 y 7, pp. 124, 125, 133 y 134.
4
Ibidem, p. 131.
5
Alexander Hamilton, James Madison y John Jay; El Federalista, Núm. XLVII, 1o. de febrero de 1788
mismo tiempo, interdependencia de poderes, de tal modo que se
garantice que unos pueden controlar a los otros6; la base
sustentadora del Estado es el “ equilibrio constitucional del
La influencia en el constitucionalismo sistema de gobierno”7 ; además del control del pueblo sobre el
norteamericano gobierno es preciso asegurar los controles de los distintos poderes
de la teoría del “equilibrio de poderes” entre sí 8; “han de organizarse y dividirse las autoridades de tal
manera que cada una pueda constituir un control sobre la obra de
la otra”9 ; “ el régimen republicano no sirve sólo para salvaguardar
a la sociedad de la eventual tiranía de su gobierno, sino también
para garantizar a una parte de la misma contra los eventuales
abusos de la otra parte”10
La idea de división y equilibrio entre poderes desaparece en esta
construcción y, por lo mismo, el control no será elemento ni de la
Constitución ni de su teoría. Ni el Estado ni su máxima expresión,
La situación en Europa: debilidad de la ley, tendrán límites externos que los frenen, pues la única
los instrumentos de control en el siglo limitación coherente con el sistema es la que resulta del
sometimiento de la administración a la ley (sometimiento no
XIX y recuperación de la idea de la enteramente completo, por otro lado, en virtud de la doctrina de la
Constitución bien equilibrada en el distinción entre ley en sentido material y ley en sentido formal). El
siglo XX corolario de todo ello no será sólo el entendimiento de la
Constitución como mera (y cualquiera) ordenación fundamental
del Estado, sino, sobre todo, la negación de la fuerza normativa de
la propia Constitución. Una teoría así no podía conducir, desde
luego, a otro resultado.
El sistema de “ restricciones efectivas al poder” que se potencia a
partir, de la segunda posguerra mundial se organizará bajo la
denominación de Estado de derecho democrático y social: Control
tanto más necesario en cuanto que en el Estado social se
El control como elemento clave en la manifiesta, además de una gran extensión del poder, una corriente
constitución del Estado de derecho recíproca de socialización del Estado y estatalización de la
sociedad que requiere, en mayor medida que en tiempos pasados,
democrático y social la efectividad de las limitaciones, y control, por lo demás,
estrechamente conectado con la concepción de la democracia
pluralista, de la manera muy bien expresada (pues en ella se
concilian el doble carácter legitimador e instrumental del
pluralismo democrático)
Tabla Nº1
Teorías del control del poder a través de la historia
(Fuente: Resumen del libro CONSTITUCIÓN, DEMOCRACIA Y CONTROL11)

Visto lo anterior, se puede argumentar que no es concebible, pues, la Constitución


como norma, si no descansa en la existencia y efectividad de los controles, los cuales se han
ampliado y enriquecido en la teoría y en la práctica constitucional de nuestro tiempo, como
garantías de una compleja división y limitación del poder, o, si se quiere, de un complicado
sistema pluralista al que la Constitución, preservando y regulando su equilibrio, es capaz de
dotar de unidad, en cuanto que ésta comprende, de un lado, la fijación de los fines del poder y, de

6
Ibidem, Núm. XLVIII, 1o. de febrero de 1788
7 Ibidem, Núm. XLIX, 5 de febrero de 1788
8 Ibidem Núm. LI, 8 de febrero de 1788.
9 Idem
10 Idem
11Aragon, Manuel: CONSTITUCIÓN, DEMOCRACIA Y CONTROL pp 86-97
otro, la regulación de su estructura de manera congruente con los fines que se pretende
alcanzar.12
Manuel Aragón cita varios autores que utilizan el concepto de control, relacionado
con la existencia del Estado social y democrático de derecho:
Se ha dicho (por ejemplo, entre otros, N. Bobbio) que la participación es
inescindible de la responsabilidad y del control; que la democracia pluralista sólo
es posible cuando se articula sobre un sistema general de controles (Sartori); que
la democracia “concordada” o “proporcional” no supone la aminoración del
control, sino su potencialización; que el Estado social no puede concebirse sin
control (García-Pelayo); que el Estado de derecho no significa sólo que el Estado
esté controlado por el derecho, sino que también existe el derecho a controlar al
Estado (Krüger). Sin los instrumentos de control, en suma, no es posible la
existencia del Estado social y democrático de derecho.13

De ahí que el control entendido en sentido general, al dotar con su existencia de


eficacia a las garantías, sea el elemento indispensable para asegurar la vigencia de los
principios y las reglas materiales de la Constitución democrática, es decir, para la
“realización” de los valores constitucionales propugnados como fines. El control es el
elemento que, al no separar los medios de los fines, pone en conexión precisamente el
doble carácter instrumental y legitimador de la Constitución, impide que ambos caracteres
puedan disociarse.
De la Tabla Nº1 puede observarse que uno de los supuestos constitucionales del
control es la división de poderes. Estos poderes, entendidos como órganos del Estado, entre
los cuales se divide la competencia del mismo, además de tener la facultad de ejercer el
poder público de acuerdo con su esfera competencial, tienen la obligación de funcionar
como órganos de control (“freno y contrapeso”) de los demás Poderes: el Legislativo
respecto del Ejecutivo, éste controla al anterior, y el Judicial a ambos.
Para Blanco Valdés14 esta división de poderes, así como la separación por las
distintas y especializadas funciones, son la “condición previa para el equilibrio de poderes,
que habrá de conseguirse mediante la disposición de su recíproco control, mediante la
disposición de toda una serie de mecanismos de coordinación, o lo que es lo mismo, de
frenos y contrapesos entre ellos”.
Por otro lado, Lucas Verdú sostiene que la separación de poderes es

12 Aragón, Manuel: obra citada, pp 116


13 Aragón, Manuel: obra citada, pp 119
14 Blanco Valdés, R. (1994): El valor de la constitución. Madrid: Alianza Editorial, pag. 70
“un principio dogmático del Estado constitucional liberal, puesto que considera
indispensable para asegurar la libertad de los ciudadanos, en la medida que limita
el poder político, atribuyendo a órganos distintos, correspondientes a
instituciones diferentes, el ejercicio de cada función estatal de modo que un
individuo, un grupo de individuos, o una asamblea, no puedan, al mismo tiempo
dictar leyes y aplicarlas por vía administrativa o judicial” 15

A modo de resumen con respecto a la evolución teórica de la doctrina de la división


de poderes, véase la siguiente Tabla Nº 2 comparativa:

Tabla 2
Comparación de modelos teóricos de la división de poderes16

Vista la Tabla y de acuerdo con lo establecido por Díaz Elías:

“La separación de poderes constituye, en efecto, el resultado histórico de la lucha


contra el absolutismo de los reyes en nombre de los derechos del pueblo:
legislativo popular, pues, intentando limitar el poder omnímodo del ejecutivo, en
amplia medida dominado por el rey. Y junto a ello, lucha por la independencia de
la función judicial. El sentido histórico e ideológico del principio de la separación
de poderes es, así, evitar la concentración de poder en manos, sobre todo, del
titular del poder ejecutivo, a fin de lograr el respeto a los derechos y libertades de

15 Lucas Verdú. Curso de derecho político, v. II, p. 133.


16
García Marín, Ignacio; Las relaciones entre el ejecutivo y el legislativo en el Perú (2001-2016), Tesis
Doctoral, Universidad Complutense de Madrid, Madrid, 2018; pp. 53
los ciudadanos que, representados democráticamente, constituyen ahora el poder
legislativo”.17

En este mismo orden de ideas y tal como sostiene Pérez Royo:

“En el proceso de imposición y de desarrollo inicial del Estado en el continente


europeo, a lo más que se llegaría es a la afirmación abstracta de los derechos
fundamentales, y de la división de poderes como condición necesaria, pero
también suficiente, para controlar el ejercicio del poder estatal, identificándose
con ellos el propio concepto de Constitución (art. 16 DDHC). El tránsito de la
política al derecho todavía estaba muy lejos.”18

En la opinión de Manuel Aragón,19 la división de poderes no es una separación, sino


la concurrencia, la cooperación funcional, con actos complejos, controles mutuos, frenos y
contrapesos; con la mezcla de división de poderes y una forma mixta de gobierno se logra
una Constitución bien equilibrada.
Desde el punto de vista epistemológico, Karl Schmitt sostiene el origen “racionalista” y
no “empirista” de la teoría del equilibrio de poderes, y la conecta inmediatamente con una
concepción mecanicista del mundo físico y moral. Es cierto, como dice el mismo Schmitt, que:
“... Con la diferenciación de varios «poderes» se anuda el ulterior
pensamiento orgánico de introducir más amplias divisiones en el seno de los
campos así diferenciados de la actividad del Estado para alcanzar un alto grado de
controles y frenos (checks and controls). La diferenciación no sirve sólo a la
separación, porque entonces surgiría una pluralidad de actividades estatales
aisladas, sin conexión ninguna, sino que tiene el fin de producir un equilibrio.
La idea del equilibrio, de un contrapeso de fuerzas opuestas, domina el
pensamiento europeo desde el siglo XVI; se manifiesta en la teoría del equilibrio
internacional; del equilibro entre importación y exportación en la balanza del
comercio; en la teoría del equilibrio de afectos egoístas y altruistas en la filosofía
moral; en el equilibrio de atracción y reacción en la teoría de la gravitación de
Newton.”20
En esta misma visión, para Loewenstein21 el modelo de estricta y rígida separación
de poderes que tanto en los Estados Unidos como en Francia se manifestó con fuerza:
“…el concepto de «poderes» tiene un sentido más figurativo que
estructural y debería ser sustituido por el concepto de «funciones», con lo que
quedarían designados los diferentes ámbitos de la actividad estatal. La
concepción defendida en la época de creación de los Estados Unidos sobre una
estricta y rígida separación de funciones, vigente tanto en la teoría como en la
práctica constitucional americana y francesa, se nos aparece hoy como un
producto artificial del racionalismo especulativo de la Ilustración, debiendo su

17
Díaz, Elías, Estado De Derecho y Sociedad Democrática, Ed. Taurus, Madrid. 1998, pp. 47.
18
Pérez Royo, Javier, "Del derecho político al derecho constitucional: las garantías constitucionales", Revista Del Centro
De Estudios Constitucionales, Nº 12, Madrid, pp. 236
19 Aragón, Manuel, “La función legislativa de los parlamentos y sus problemas actuales”, Perspectivas actuales del

derecho, México, ITAM, 1991, p. 38.


20
Schmitt, Teoría de la Constitución, Editora Nacional, 1961, nota 8, p. 213.
21
LOEWENSTEIN, Karl. Teoría de la constitución. Editorial Ariel, 1982; p. 131.
nacimiento al traspaso de los principios mecanicistas de la física de Newton a la
realidad sociopolítica. Este intento estaba inspirado por la creencia de que con el
establecimiento de un equilibrio entre los diversos detentadores del poder se
produciría una armonía permanente en la sociedad estatal. Pero esta suposición de
que detentadores del poder equilibrados se dedicarían voluntariamente a cooperar
al bien común no estaba fundamentada psicológicamente, y descuidaba
peligrosamente el carácter demoníaco de la dinámica del poder. La coexistencia
de diversos detentadores del poder rígidamente aislados fue una ilusión inútil,
como quedó demostrado claramente en la Constitución francesa de 1791, que
intentó poner en práctica la separación de funciones de Montesquieu.”

De esta manera desde el punto de vista ontológico el principio de separación de


poderes contribuye a construir dos tipos de sujetos interdependientes: un sujeto colectivo y
un sujeto individual. El sujeto colectivo que articula es un Estado antropomórfico
fragmentado alrededor de un flujo de información entre tres elementos que se
complementan, tal como se muestra en la siguiente Figura Nº 1.

División
tripartita del
poder público

Asignación de
funciones Colaboración
distintas a Principio de armónica para
cada una de separación que satisfagan
estas tres de poderes adecuadament
ramas del e sus funciones
Estado

Creación de un
sistema
de frenos y
contrapesos
para que se
limiten
Sujeto mutuamente

individual
Racional

Figura Nº 1
Ontología y el principio de separación de poderes
(Fuente: Elaboración Propia)
Visto desde esta perspectiva, se busca reflexionar sobre las diversas formas que
podría tomar el Estado para materializar el principio de separación de poderes, es decir,
se concentra sobre las características que tendrían distintas armazones estatales, así como
sus ventajas y desventajas, las combinaciones de frenos y contrapesos que se adecuarían de
mejor manera a las distintas comunidades políticas; en sus niveles de efectividad y las
consecuencias positivas o negativas que ha generado en comunidades jurídicas particulares;
así como también si sus interpretaciones dominantes encuadran bien con las nuevas
realidades sociales de un país o región particulares; si el principio debería interpretarse de
manera distinta para las democracias liberales consolidadas y para aquellas que están en
proceso de consolidación; si las diferencias entre el principio entendido idealmente y las
realidades sociales de los Estados contemporáneos deberían tener como consecuencia una
reinterpretación del principio o una transformación de los contextos en donde se aplica; y
cuál es la mejor manera de interpretar el principio de separación de poderes de manera que
sirva apropiadamente a los valores que dice proteger, entre otros, la democracia, la eficacia
estatal y los derechos fundamentales.
En opinión de Brewer Carías el principio de la separación de poderes es tan
importante para la democracia pues,
“…en definitiva, del mismo dependen todos los demás elementos y
componentes esenciales de la misma. En efecto, en definitiva, sólo controlando al
Poder es que puede haber elecciones libres y justas, así como efectiva
representatividad; sólo controlando al poder es que puede haber pluralismo
político; sólo controlando al Poder es que podría haber efectiva participación
democrática en la gestión de los asuntos públicos; sólo controlando al Poder es
que puede haber transparencia administrativa en el ejercicio del gobierno, así
como rendición de cuentas por parte de los gobernantes; sólo controlando el
Poder es que se puede asegurar un gobierno sometido a la Constitución y las
leyes, es decir, un Estado de derecho y la garantía del principio de legalidad; sólo
controlando el Poder es que puede haber un efectivo acceso a la justicia de
manera que ésta pueda funcionar con efectiva autonomía e independencia; y en
fin, sólo controlando al Poder es que puede haber real y efectiva garantía de
respeto a los derechos humanos. De lo anterior resulta, por tanto, que sólo cuando
existe un sistema de control efectivo del poder es que puede haber democracia, y
sólo en esta es que los ciudadanos pueden encontrar asegurados sus derechos
debidamente equilibrados con los Poderes Públicos…”22

EL CONCEPTO DEL CONTROL DEL PODER EN

22
Brewer-Carías, Allan: Sobre la mutación del principio de la separación de poderes en la jurisprudencia constitucional,
Revista de Derecho Público N° 132/2012 - 13-06-2013.pdf 201
http://www.ulpiano.org.ve/revistas/bases/artic/texto/RDPUB/132/rdpub_2012_132_201-2013.pdf
LA TEORÍA CONSTITUCIONAL MODERNA
Al hablar del control siempre será político, pues el objeto que tiene es limitar el
poder político23 mismo que se institucionaliza con la generación y organización del Estado,
a través de normas provenientes de una habilitación expresa de la Constitución, y esto es
debido a la tendencia de quien ostenta el poder político a aumentarlo y por lo tanto surge la
necesidad de restringirlo, de regularlo, de limitarlo y sujetarlo a medios de control, pues el
poder político que no es controlado degenera, no sólo a los hombres, sino también a las
formas de gobierno.
Para Karl Loewenstein24, el punto determinante de la función de control político
está en la posibilidad de exigir responsabilidad política. Existe responsabilidad política
cuando un determinado detentador del poder tiene que dar cuenta a otro detentador del
poder sobre el cumplimiento de la función que le ha sido asignada, por ejemplo el gobierno
al parlamento, el parlamento al gobierno y, en el último término ambos al electorado.
En consecuencia, es necesario para el buen funcionamiento de un Estado, que el
poder político sea controlado a través de la Constitución como ley suprema e instrumento
idóneo para articular sistemas de control, a través de un conjunto de disposiciones
encaminadas a limitar las esferas de competencia de los detentadores del poder y, a la vez
asegurar ciertos derechos a los ciudadanos y principios constitucionales.
Visto de esta manera, por virtud de la necesidad de limitar el ejercicio del poder
político, éste se convierte en objeto de control. Conocemos el objeto y sus características,
pero: ¿Qué es el control? ¿Cómo distinguir entre limitación y control? ¿Y entre control y
garantías?
Para Manuel Aragón, “el control... [es] el vehículo a través del cual se hacen
efectivas las limitaciones del poder”25.

23 Vidart Campos al referirse al poder político dice: “El poder del Estado es político porque la actividad que engendra y
desarrolla es política (política arquitectónica cuando dirige, política agonal cuando lucha, política plenaria cuando
comparte mancomunadamente la actividad de los gobernados en un quehacer común). El poder del Estado o poder
político es el centro de gravedad de la política, porque exterioriza, impulsa, conduce y despliega la dinámica política, que
es propia y esencial de todo estado o régimen político” (“Lecciones Elementales de Política”, Ed. Ediar, Bs. As., 1997,
pág. 209.
24
Karl Loewenstein: “Teoría de la Constitución”; Ed. Ariel, Barcelona, 1982, pág. 69 y ss..
25 Aragón, Manuel, “Interpretación de la Constitución y el carácter objetivado del control jurisdiccional”, Revista

Española de Derecho Constitucional, año 6, núm. 17, mayo-agosto de 1986, p. 87.


De acuerdo con Francisco Rubio Llorente, “…al quedar el poder sujeto al Derecho,
queda asegurado por un eficaz control jurídico…”26, por lo que la regulación del ejercicio
y control del poder político proviene del orden jurídico.
Por su parte para Manuel Aragón, “…la limitación resulta de una norma abstracta
y el órgano de control es actualizador de una limitación preestablecida.”27 En su opinión,
los límites buscan preservar la supremacía constitucional, y el control es la garantía del
acatamiento de las limitaciones.
Así, el control asegura la vigencia de la limitación. En efecto, el equilibrio de
poderes se apoya no sólo en la red de limitaciones sino en la existencia de múltiples
controles a través de los cuales las limitaciones se articulan. Por tanto, el poder limitado es
poder controlado. Las limitaciones están institucionalizadas cuando están vigiladas por
controles institucionalizados políticos y jurídicos. Por otro lado, las limitaciones que no son
institucionalizadas si sus controles no son institucionalizados, pero no por ello son
inefectivos. Por ejemplo, la opinión pública o los medios de presión social. Estos medios
son controles sociales28. En la Figura Nº 2 se muestra un resumen de las características de
los tres tipos de poder supra.
CONTROL POLITICO
.-Es subjetivo y voluntario por parte del poder u
órgano de control, y recae sobre razones
políticas, es decir, la oportunidad, la
conveniencia y la racionalidad
.-Quien limita es quien controla y puede poner
en marcha otros controles ejercitados por otros
agentes.
.-El agente de control limita, frena y manda.

CONTROL JURIDICO
CONTROL SOCIAL
.-Es objetivo y necesario, por parte de un órgano
independiente e imparcial, y se ejerce sobre bases Son generales y difusos. Por su carácter difuso y
jurídicas, como la constitucionalidad, la legalidad y la su condición genérica, en las limitaciones no
responsabilidad institucionalizadas, unas veces el agente que
limita es a su vez el sujeto que controla. Otras
.- Se ejerce sobre la base de una norma abstracta y el veces el sujeto de control es el que garantiza las
sujeto de control actualiza la limitación preestablecida limitaciones producidas por terceros o las
por otro agente, el constituyente o el legislador, para establecidas en abstracto.
asegurar que las limitaciones del poder se cumplan.

26 “El control parlamentario”, Revista Parlamentaria de Habla Hispana, Madrid, núm. 1, Cortes Generales, 1985.
27 Aragón, Manuel, “ Interpretación de la Constitución y el carácter objetivado del control jurisdiccional” , Revista
Española de Derecho Constitucional, año 6, núm. 17,
28 Duque Corredor, Román, Temario de Derecho Constitucional y de Derecho público; Editorial Legis. 2008, pp. 132
Figura Nº 2
Características de los tres tipos de poder
(Fuente: Resumen a partir del libro CONSTITUCIÓN, DEMOCRACIA Y CONTROL29)

Ahora bien, el control es una garantía pero no es todas las garantías existentes.
Unas veces opera como única garantía. Otras hace efectivas garantías preexistentes y otras
pone en marcha garantías subsiguientes. El término garantía, por tanto, es más amplio el de
control. Por otro lado, las limitaciones del poder se garantizan y se regulan a través de la
consagración de diversos principios, como la reserva legal, la rigidez constitucional, la
universalidad, indivisibilidad y preeminencia de derechos humanos, la independencia entre
poderes, los diversos tipos de ley, las competencias constitucionales, los procedimientos de
control, etc.; pero son los diversos instrumentos de control los que aseguran la efectividad
de esas garantías. En concreto, las limitaciones al poder descansan precisamente en las
garantías generales y constitucionales.30
Ahora bien, Huerta Ochoa elabora un concepto de control como sistema, al decir
que es “…el conjunto de medios que garantizan las limitaciones establecidas al ejercicio
del poder; la forma en que se asegura la vigencia de la libertad y de los derechos
fundamentales del ser humano. El control es, pues, un sistema de vigilancia que asegura la
observancia del sistema jurídico.”31
De esta manera el control puede ser ejercido por la sociedad misma y por los
órganos de poder, lo cual se expondrá infra cómo se articulan los mecanismos de control
entre los órganos del Estado, que por el sistema de frenos y contrapesos en ocasiones se
configurarán como órgano controlante y en otras como órgano controlado, dependiendo de
la función desempeñada. Así, para que dichos mecanismos actúen en forma eficiente es
necesario, además de la atribución de funciones estatales y la delimitación de facultades en
el orden jurídico (potestad que tiene un órgano para limitar los actos de otro o de intervenir
en él), la existencia de una interrelación de estructuras constitucionales que faciliten el
establecimiento de controles recíprocos entre los órganos del poder y la Sociedad, para
lograr el equilibrio entre poderes, para evitar que la autoridad se exceda en el ejercicio del
poder, y no permitir que abusen de sus facultades en perjuicio de los gobernados,

29 Aragón, Manuel: CONSTITUCIÓN, DEMOCRACIA Y CONTROL pp. 129-131)


30 Duque Corredor, Román, obra cit., pp. 133
31
Huerta Ochoa, Carla; Mecanismos constitucionales para el control del poder político, Universidad Nacional Autónoma
de México, México 2010, pp.29
manteniendo así el equilibrio de fuerzas entre los poderes.
Visto de esta manera, se observa la forma en que se han venido utilizando los
conceptos y categorías propias de la Teoría de Sistemas32 y la Cibernética en la disciplina
académica del derecho constitucional. Tales teorías aparecen como los mejores
instrumentos analíticos para dar cuenta de lo complejo de la realidad política-
constitucional, en la medida que nos permitirá considerar la relación, articulación e
intercambio entre los tres principales poderes o subsistemas (Ejecutivo, Legislativo y
Judicial).
En ese sentido, el análisis sistémico representa un espectro amplio que al menos
posibilita una visión global de los elementos centrales de un modelo analítico de estas
características, como son: el sistema, el ambiente, la respuesta y la retroalimentación.
Como señala Alberto Montbrun: 33
“…el pensamiento sistémico plantea una teoría del conocimiento que en
vez de orientarse hacia las cosas o los objetos se orienta hacia las relaciones,
interacciones y procesos. Postula que la realidad no se puede escindir o
fragmentar para entenderla, porque la realidad no está hecha de elementos que
interactúan, sino de procesos en retroalimentación dinámica y multinivélica. La
realidad es percibida como un todo integrado y no como una discontinua
colección de partes aisladas…”

En cuanto a la cibernética:
“…lo que estabiliza y coordina el funcionamiento de sistemas complejos
como los seres vivos o las sociedades y les permite hacer frente a las variaciones
del ambiente y presentar un comportamiento más o menos complejo es el control
que le permite al sistema seleccionar los ingresos (inputs) para obtener ciertos
egresos (outputs) predefinidos. Este control está compuesto por una jerarquía de
regulaciones interrelacionadas que tienen como función el arbitraje entre ellas. La
regulación está constituida por los mecanismos que permiten al sistema mantener
su equilibrio dinámico y alcanzar o mantener un estado. La clave para el
entendimiento de los sistemas cibernéticos es tener muy presente que son siempre
muy superiores a la simple suma de sus partes constitutivas. Sólo son inteligibles
en cuanto sean sistemas en funcionamiento. Un concepto muy importante, casi
diríamos fundamental, en cibernética es el de la retroalimentación. La
retroalimentación (o feedback) parte del principio de que todos los elementos de
una totalidad sistémica deben comunicarse entre sí para poder desarrollar
interrelaciones coherentes. Sin comunicación no hay orden y sin orden no hay
totalidad, lo que rige tanto para los sistemas físicos como para los biológicos y
los sociales. La retroalimentación es negativa cuando su función consiste en
contener o regular el cambio-fuerza estabilizadora (p. ej. frenos en un automotor).
Es positiva si amplifica o multiplica el cambio en una dirección determinada-
fuerza desestabilizadora (ejemplo: la carrera armamentista). Por tanto la

32 Grün, Ernesto, Una visión sistémica y cibernética del Derecho; Abeledo Perrot, Bs. As., 1996; Sistema jurídico y
sistema ecológico, Suplemento Actualidad Rev. L.L., 19 de agosto de 1993; Un nuevo enfoque para la teoría general del
derecho, LL 1988-A-789; Un enfoque sistémico-cibernético de la mediación, en La Ley 1996-E,112.
33 Grün, Ernesto: La aplicación de la sistémica y la cibernética al derecho; Panóptica, ano 1, n. 7, mar. – abr. 2007, pp 161
retroalimentación negativa disminuye -y la positiva aumenta- las desviaciones del
sistema de lo que podría admitirse como su logro adaptativo o meta viable. Se
habla de la retroalimentación compensada cuando un regulador ejerce
alternadamente retroalimentaciones positivas o negativas, según las necesidades
del mantenimiento de la estabilidad dinámica del sistema o subsistema
regulado…”34

De acuerdo con lo inmediato anterior, el paradigma sistémico permeó notablemente


en la ciencia política hasta finales de los años sesenta, en donde Deutsch35 con su modelo
de sistema cibernético, plantea que el propósito del análisis sistémico es entender cómo un
sistema político persiste ante tensiones que el ambiente ejerce sobre él. El que un sistema
político tenga capacidad para mantener su integridad así como auto conducirse, requiere de
un flujo completo de información acerca del mundo exterior, del pasado, sobre sí mismo y
sobre sus partes. Este proceso de permanente aprendizaje le devuelve al sistema político la
capacidad para producir reordenamientos internos que posibiliten la readecuación de su
comportamiento con el ambiente. La información, entonces, constituye el factor energético
del sistema político y, en esa medida, el poder concentrado en la estructura burocrática se
refleja en la eficacia con que se toman las decisiones gubernamentales.
Por su lado Easton36 propone que el objetivo del análisis sistémico, es revelar
cómo un sistema político puede persistir en un mundo de cambio. Se trata de un enfoque
interdisciplinario que permite un análisis integral al relacionar el sistema con el ambiente.,
en donde no existe una forma única de conceptualizar toda la diversidad y complejidad de
la conducta política. En ese sentido, el análisis sistémico representa un espectro amplio que
al menos posibilita una visión global de los elementos centrales de un modelo analítico de
estas características, como son: el sistema, el ambiente, la respuesta y la retroalimentación,
tal como se muestra en la Figura Nº 3.

34 Grün, Ernesto, obra cit., pp. 164


35 Deutsch, K. W., Los nervios del gobierno. Modelos de comunicación y control político, México, Paidós. 1985, pp. 158
36 Easton, David, Esquema para el análisis político, Buenos Aires, Amorrortu. 1999
Figura Nº 3
Modelo de Sistema Político de respuesta dinámica
(Fuente: Easton, pp. 154)

Visto lo anterior es forzoso determinar qué es el concepto de un sistema de control y


para ello es bueno exponer la teoría del control como una teoría que se preocupa del
comportamiento de los sistemas dinámicos, en donde el output (salida) deseado en un
sistema, se le denomina referencia. Así cuando uno o más output pueden variar en un
sistema, se necesita que cada cierto tiempo, los output sigan una cierta referencia, así un
controlador lo que hace es manipular los inputs de un sistema para obtener el efecto
deseado en el output del sistema. De esa forma aplicando dicha teoría en el control
constitucional, podemos decir que lo que hace un control es ver si el output del Poder
Público (Políticas Públicas, decisiones, leyes y reglamentos, sentencias) del sistema
(jurídico-político) ha alcanzado la referencia (libertad y división del poder). Si no se ha
alcanzado la referencia (peligro de la democracia) dicha información debiese realimentarse
y transformarse en un input, tanto en el sistema (jurídico-político) como en la Sociedad, lo
cual debería generar un nuevo output (Corrección de Políticas Públicas, decisiones, leyes y
reglamentos) para así con este nuevo output, alcanzar la referencia (fundamentos
constitutivos de libertad y división de poderes), todo lo cual puede observarse en la Figura
Nº 4.
Figura Nº 4
Modelo de Sistema Control Constitucional del Poder Público
(Fuente: Elaboración Propia)

Consecuentemente, podemos concluir que controlar tiene que ver con cómo se
cumplen en la práctica los objetivos (principios constitucionales) previamente definidos.
Se debe estudiar el output del sistema y ver si este es el output deseado previamente. En
otras palabras, se debe determinar si los órganos del Poder Público cumplen los objetivos
planteados en la parte material de la Constitución o no. Cuestión que el controlador debe
informar, tanto a los diferentes Poderes (quiénes son los que gestionan, si usamos la
terminología de administración) para corregir sus decisiones: Políticas Públicas, decisiones,
leyes, reglamentos o sentencias; como a la Sociedad en general, para que así decidir si
mantiene o hace cambios en la organización del Poder Público.
Desde el punto de vista del mecanismo de control entre los órganos del Poder
(intraorgánico), la ubicación constitucional es independiente de la relación de control, pues
esta última se manifiesta ante conductas concretas que están sujetas a ser controladas. Si el
principio de “división de poderes” implica una división equilibrada del poder estatal, el
ejercicio del control no significará que el órgano controlante “sea más poderoso” que el
órgano controlado, sino que se encuentra habilitado por la Constitución para ejercer “su
poder” con mayor intensidad en esta relación. No debe existir en la estructura
constitucional la subordinación de un órgano al otro, sólo existe una relación de
subordinación en todo aquello que pueda ser materia de control, con la subsiguiente
limitación al poder llegado el caso y lo cual no solo resulta de impedir que se realice un
acto no prestando colaboración o consentimiento, o impidiendo que se efectivice sino
también interviniendo en la integración del órgano controlado.
Por lo tanto para que el control sea eficaz, la independencia del órgano controlante
es entonces un presupuesto básico, y debe resultar de una estructura funcional autónoma,
que sus miembros puedan actuar sin presiones ni interferencias con amplia autonomía
frente al órgano controlado y que cuente con los medios necesarios para hacer efectivo el
control.
Respecto independencia del órgano controlante, para Carlos Ignacio Salvadores37
implica el presupuesto de no-identidad. Es decir,
“No basta que los órganos sean diferentes sino que substancialmente no tengan la
misma naturaleza política tanto en composición como en atribuciones. El órgano
que por si o por otros con los que tiene identidad no crea una relación de control.
El presupuesto de no-identidad entre los órganos que componen la relación de
control tiene inmediata relación con la periodicidad de los mandatos en cuanto
mantiene vivo y actual los intereses o inquietudes sociales y evita que se
consoliden situaciones que conspiran contra la diferenciación de la
representación. La periodicidad en las funciones con elecciones parciales,
constituye un mecanismo no solo para asegurar las libertades sino también para
garantizar la relación adecuada entre los intereses del electorado y el órgano
conforme con el dinamismo que esos intereses reflejen, de tal manera que si
existe identidad política en la composición de los órganos surgirá de la voluntad
popular y se mantendrá en la medida que dicha circunstancia tenga consenso.
Este supuesto de identidad no afectará la relación de control mientras existan
mandatos periódicos con renovaciones parciales.”

Para este mismo autor la efectividad del control institucional se cuando produce un
resultado, por lo tanto el órgano será controlante si puede hacer tal o cual cosa solo,
independientemente del controlado o de otro órgano. “En el caso que no obre un resultado
será por voluntad del mismo órgano y no del controlado o de un tercero.”

37
Salvadores de Arzuaga, Carlos Ignacio: El Poder Público nacional: su división y control Provincia, , 2005, pp. 113-133
Universidad de los Andes Mérida, Venezuela (Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=5550990)
DEL PODER PÚBLICO EN VENEZUELA
El Poder Público es la potestad constitucional, basada en la soberanía popular de la
cual deriva, para el ejercicio de la voluntad colectiva por parte del Estado, a través de
legítimos representantes elegidos para tal fin por medio del sufragio, consagrado lo
expresado en la Constitución venezolana de 1999 (CRBV), en su artículo 5, expresado en
los términos siguientes:
Artículo 5. La soberanía reside intransferiblemente en el pueblo, quien la ejerce
directamente en la forma prevista en la Constitución y las leyes, e indirectamente
mediante el sufragio por los órganos que ejercen el Poder Público. Los órganos
del Estado emanan de la soberanía popular y a ella están sometidos.
Así mismo la CRBV denomina el Título IV de su parte orgánica: "Del Poder
Público", y establece la distribución, organización, asignación de competencias y
funcionalidad de los órganos del Estado, como el desarrollo del principio fundamental
contenido en el Artículo 5, quedando así claramente establecido el soporte constitucional
del Poder Público, y como todo Estado de Derecho moderno también establece los
principios que rigen la manera en cómo se ejerce dicho Poder Público, los cuales se
encuentran expresamente plasmados en la Tabla Nº 2.
Principios CRBV
El principio de competencia Artículo 137
El principio de separación y de colaboración entre los Artículo 136
poderes
El principio de responsabilidad del Estado Artículo 139, Artículo 140 y artículo 259
El principio de legalidad Artículo 137

Tabla Nº 2
Principios constitucionales relativos al ejercicio del Poder Público
(Fuente: Elaboración Propia)
Ahora bien, la CRBV se diferencia de la distribución funcional tripartita y adoptó
un novedoso sistema de separación orgánica del Poder Público Nacional, al hacerlo entre
cinco Poderes, agregando a los tradicionales Poderes Legislativo, Ejecutivo y Judicial, dos
nuevos, los Poderes Ciudadano y Electoral. Por lo tanto son cinco manifestaciones de
funcionalidad del poder, “funciones propias” que deben colaborar “en la realización de los
fines del Estado” (art. 136 CRBV). Las atribuciones de los órganos las “definen” la
Constitución y la ley (art. 137 CRBV). De esta forma corresponde su ejercicio a cinco
complejos orgánicos diferenciados y separados. Estos son, respectivamente, la Asamblea
Nacional; el Presidente, sus Ministros y el resto de los órganos del denominado “Ejecutivo
Nacional”; el Tribunal Supremo de Justicia y los demás tribunales de la República, así
como la Dirección Ejecutiva de la Magistratura y los otros órganos de gobierno y
administración del Poder Judicial; el Ministerio Público o Fiscalía General de la República,
la Contraloría General de la República y la Defensoría del Pueblo; y el Consejo Nacional
Electoral, sus Comisiones y Juntas.
Estos cinco conjuntos orgánicos se encuentran separados, son autónomos e
independientes entre sí, y en virtud del principio de legalidad cada uno de ellos tiene sus
competencias constitucionales y legales específicas, es decir, el Estado se vale del Derecho
para organizarse, fijar los límites de la actuación de sus órganos y ejercer el control de los
mismos, tal como se establece en los Artículos 7 y 137 de CRBV:
MECANISMOS CONSTITUCIONALES DE CONTROL
DEL PODER PÚBLICO EN VENEZUELA
Tradicionalmente, el objeto central del control es el Poder Ejecutivo. Sin embargo
veremos como en el sistema de controles en la CRBV, se prescriben mecanismos de control
intra-órganos, inter-órganos y de control social (extraorgánicos).
La Constitución venezolana de 1999 establece; una compleja red de normas de
control y equilibrio institucional, a través de las limitaciones al ejercicio del poder y la
garantía de que los órganos que lo representan se mantengan dentro del marco jurídico.
En el Cuadro 1, Cuadro 2 y Cuadro 3 se intentan descifrar de manera objetiva y
meramente descriptiva, ese sistema de controles contenido en la CRBV, resaltando la
importancia que para el Estado de Derecho tiene el apego de la actividad pública al orden
normativo integrador que es la Constitución.

Cuadro 1
Control Político de acuerdo a CRBV
(Fuente: Elaboración Propia)
Cuadro 2
Control Jurídico de acuerdo a CRBV
(Fuente: Elaboración Propia)

Cuadro 3
Control Social de acuerdo a CRBV
(Fuente: Elaboración Propia)
En este punto debemos anotar la presencia constitucional del Poder Ciudadano, el
cual es autónomo y con poder de actuación a escala nacional y está destinado a prevenir,
investigar y sancionar los hechos que atenten contra la ética pública, la moral
administrativa, así como velar por la buena gestión y la legalidad en el uso del patrimonio
público, y el cumplimiento y la aplicación del principio de la legalidad en toda la actividad
administrativa del Estado. Como parte del control inter-órganos, en la Ley Orgánica del
Poder Ciudadano (25 de octubre de 2001 Gaceta Oficial Nº 37.310) se establece en su
Artículo 10 las competencias, entre otras, de: a) Efectuar la segunda preselección de los
candidatos o candidatas a magistrados o magistrados del Tribunal Supremo de Justicia, la
cual será presentada a la Asamblea Nacional; b) Postular ante la Asamblea Nacional a un
miembro principal del Consejo Nacional Electoral y a sus dos suplentes; c) Calificar las
faltas graves que hubieren cometido los magistrados o las magistradas del Tribunal
Supremo de Justicia, para luego enviar a la Asamblea Nacional para su posible destitución;
d) Intentar por órgano del Ministerio Público las acciones a que haya lugar, para hacer
efectiva la responsabilidad de los funcionarios públicos o funcionarias públicas que hayan
sido objeto, en ejecución del control parlamentario de declaración de responsabilidad
política por la Asamblea Nacional.
En la Figura Nº 5 se observa en forma gráfica el Modelo de Sistema Control
Constitucional del Poder Público establecido en CRBV. Es evidente la existencia de
múltiples controles inter-órganos y los controles sociales, a través de los cuales las
limitaciones podrían articularse. Agregar dos poderes hace el sistema sea de alta
complejidad, siendo necesario un monitoreo constante de los grados de libertad del
ciudadano, de la calidad de la democracia, de respuestas “sin retardos” a emergencias o
desafíos y de capacidad de anticipar con eficacia nuevas realidades, de tal manera que
alguna falla en cualquiera de los controles tienda a desestabilizar el sistema en general y
alejarlo de un equilibrio de poderes aceptable como objetivo estratégico, es decir, que estas
cinco ramas actúen coordinadamente de manera eficaz. Cuando esto último no se logra nos
encontramos en presencia de una patología que es tanto o más peligrosa que el mal que la
división de poderes pretendía evitar: anular la base garantista de la libertad, de los derechos
fundamentales y de la democracia.
Figura Nº 5
Modelo de Sistema Control Constitucional del Poder Público en CRBV
(Fuente: Elaboración Propia)

La Sala Constitucional, en su decisión aporta una concepción relacionada con la


Figura Nº 5 y ha considerado el principio de la separación de poderes como uno de los
principios tradicionales del derecho público venezolano al afirmar en 2009, que el
Constituyente de 1999:
“ha ensayado una distribución del Poder Público en niveles político-territoriales, así como
una división en cada nivel. Esta distribución y división se cumplen mediante una
asignación de tareas de diverso orden. Hay, por supuesto, potestades (legislar o resolver
conflictos mediante actos con autoridad de cosa juzgada), tareas (satisfacer en lo concreto
necesidades públicas), fines (denunciar la violación de derechos fundamentales), que
caracterizan a dichos conjuntos de órganos. Pero ello no debe confundir al estudioso o al
intérprete. En algunos casos, los efectos del acto que se emite sólo son propios de un grupo
de órganos (la cosa juzgada); en otros la potestad es exclusiva (dirigir las relaciones
exteriores de la República); y en no menor medida, la potestad es de uso común, aunque
puede darse el caso que domine las tareas de un órgano en particular (por ejemplo, el
control de la Administración Pública que comparten tanto la Asamblea Nacional como la
Contraloría General de la República).
Pero de lo que no caben dudas es que todos los Poderes, según el caso, comparten
mecanismos, instrumentos, métodos y fines. El Poder Legislativo nacional no sólo legisla,
sino que también controla, con lo cual se acerca a la función contralora y a la judicial al
mismo tiempo (art. 187.3); interviene en la discusión y aprobación del presupuesto, lo que
ha sido catalogado como una tarea propia de la Administración (187.6), e interviene en el
proceso judicial de destitución del Presidente de la República (art. 266.2). El Presidente de
la República debe regular el ejercicio del derecho que se restrinja mediante decretos de
estado de excepción (236.7 y 339), con lo cual ejerce una potestad normativa; concede
indultos, incidiendo así directamente en la función judicial (236.19). El Poder Ciudadano
puede investigar y sancionar los hechos que atenten contra la ética pública y la moral
administrativa, para lo cual tendrá que valerse de técnicas que se asemejan a las que utiliza
el Poder Judicial (274). El Poder Electoral dicta Reglamentos, los cuales contienen
normas, es decir, es una técnica similar a la que usualmente ejerce el Poder Legislativo
(293.1). Por último, el Poder Judicial se subroga a la Administración Pública en los casos
que resuelve la Jurisdicción Contencioso-Administrativa.”38

En relación al modelo de Sistema Control Constitucional del Poder Público en


CRBV de la Figura Nº 5, realizamos las siguientes preguntas: En la actualidad ¿Se
cumple el principio de separación en la práctica? ¿Hay tendencia a un equilibrio entre
los Poderes Públicos? Es importante advertir como anotamos supra, controlar tiene que
ver con cómo se logran en la práctica los objetivos (principios constitucionales)
previamente definidos; sin embargo no podemos dar por descontados los objetivos de
las autoridades de los Poderes Públicos, tal como establece David Easton39:
No es necesario que éstas se muestren siempre deseosas de alentar el apoyo a un
sistema; aunque por lo común se identificarán con el sistema existente, hay casos
en que están interesadas en modificarlo radicalmente o en destruirlo por
completo. Convenía a las intenciones de Hitler llegar al poder aprovechando el
sistema de la República de Weimar, pero tenía prisa por reducirlo a cenizas y
reemplazarlo por el Tercer Reich. Desde su posición de autoridad, De Gaulle
logró acabar con el apoyo residual prestado a la Cuarta República y transformarla
en un régimen que invirtió las relaciones entre los poderes legislativo y ejecutivo.
En casos como ésos, la información retransmitida a las autoridades se emplea
para socavar el orden antiguo, más que para apoyarlo.

En ese sentido y en el contexto de afectación de la separación de poderes, en


algunos casos y tal como veremos infra, han sido las decisiones de la propia Sala
Constitucional el vehículo utilizado por los otros poderes del Estado para secuestrar y
tomar control directo de otras ramas del Poder Público, a través de los supuestos de
invasión o injerencia ilegitima: la Obstrucción, la Inhibición, la Conducción o el
Congraciamiento.
Las sentencias de la Sala Constitucional: N° 3 de 22 de enero de 2003 (Caso: Darío
Vivas y otros), Nº 32 de 19 de marzo de 2003 (Caso: Darío Vivas y otros), Nº 2073 de 4 de
agosto de 2003 (Caso: Hermánn Escarrá Malaver y otros) y Nº 2341 del 25 de agosto de

38
Ver http://www.tsj.gov.ve/decisiones/scon/Julio/1049-23709-2009-04-2233.html
39
Easton, David, Esquema para el análisis político, Buenos Aires, Amorrortu. 1999, pp. 177
2003 (Caso: Hemann Escarrá y otros), son prueba suficiente que significaron en la
práctica, la parálisis total y absoluta del Poder Electoral, y la consecuencia de todo ello ha
sido que las elecciones que se han celebrado en Venezuela durante los últimos quince años,
han sido organizadas por una rama del Poder Público supuestamente independiente pero
tácticamente controlada por el gobierno, totalmente parcializada. Ello es explica que se
pudiera sancionar la Ley Orgánica de los Procesos Electorales en 2008, para materialmente,
en fraude a la Constitución, eliminar la representación proporcional en la elección de los
diputados a la Asamblea Nacional, al punto de que en las elecciones legislativas de
septiembre de 2010, con una votación inferior al cincuenta por ciento de los votos, el
partido oficial obtuvo casi los 2/3 de diputados a la Asamblea Nacional.
En este mismo sentido, a partir de su sentencia de fecha 2004, la Sala
Constitucional40 ha afirmado que el principio de la separación de poderes “no es un principio
ideológico, propio de la democracia liberal, sino un principio técnico del cual depende la vigencia
de la seguridad jurídica como valor fundante del derecho.” En agosto de 2008 el propio
Presidente de la República llegó a decir simplemente: “Yo soy la Ley. Yo soy el Estado,”41
repitiendo así las mismas frases que él mismo ya había dicho en 2001, cuando entonces
dijo “La Ley soy yo. El Estado soy yo”42 -, al referirse también en aquella oportunidad a la
sanción inconsulta de cerca de 50 decretos leyes violando la Constitución.
Luego, cinco años después la misma Sala Constitucional dictó la sentencia Nº 1049
de 23 de julio de 2009,43 reafirmando el carácter instrumental de “la llamada división,
distribución o separación de poderes,” en el sentido de que “la Constitución de 1999 no refleja
una estructura organizativa en la que la distribución de tareas entre los distintos Poderes corra
paralela a una asignación de potestades homogéneas, exclusivas o excluyentes entre los mismos .”,
también afirmó que
“…la llamada división, distinción o separación de poderes fue, al igual
que la teoría de los derechos fundamentales de libertad, un instrumento de la
doctrina liberal del Estado mínimo,” concebido no como “un mero instrumento
de organización de los órganos del Poder Público, sino un modo mediante el cual
se pretendía asegurar que el Estado se mantuviera limitado a la protección de los
intereses individualistas de la clase dirigente…”

40
Sentencia Nº 3098 de la Sala Constitucional (Caso: Nulidad artículos Ley Orgánica de la Justicia de Paz) de 13-12-
2004, en Gaceta Oficial Nº 38.120 de 02-02-2005
41
http://lasarmasdecoronel.blogspot.com/2008/10/yo-soy-la-leyyo-soy-el-estado.html
42
Ver El Universal, Caracas 4–12–01, pp. 1,1 y 2,1.
43 Ver http://www.tsj.gov.ve/decisiones/scon/Julio/1049-23709-2009-04-2233.html
La misma Sala Constitucional emitió la sentencia 1.049 de 23 de julio de 2009 en
donde negó los fundamentos liberales de la CRBV44.
Estas afirmaciones de la Sala Constitucional, se consideraron el comienzo de un
viraje anti democrático de la jurisprudencia constitucional a tal punto que en el mes de
diciembre de 2009 la propia Presidenta45 de la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de
Justicia, afirmó a la prensa en diciembre de 2009, simplemente que “la división de poderes
debilita al Estado”, y que “hay que reformarla.” Para esa misma época, la Comisión
Interamericana de Derechos Humanos destacó la gravedad del problema, al punto de que
en su Informe Anual de 2009, después de analizar la situación de los derechos humanos en
Venezuela y el deterioro institucional que ha sufrido el país, apuntó que todo ello “indica la
ausencia de la debida separación e independencia entre las ramas del gobierno en
Venezuela.”46
Ahora bien, ¿Qué significó en la práctica este proceso tendiente a desvirtuar y
reducir el principio de la separación de poderes a ser un mero instrumento técnico?
Es de notar de la Figura Nº 5, entre otra observaciones, que del Poder Ciudadano
fluyen lazos de control hacia los otros cuatro Poderes, a través de su competencia
establecida en el Artículo 274 CRBV: “Prevenir, investigar y sancionar los hechos que
atenten contra la ética pública y la moral administrativa; velar por la buena gestión y la
legalidad en el uso del patrimonio público, el cumplimiento y la aplicación del principio de
la legalidad en toda la actividad administrativa del Estado...”. Por su parte en el Artículo
222 CRBV, en ejercicio del control parlamentario la Asamblea Nacional podrá ejercer su
función de control mediante el mecanismo de las investigaciones, pudiendo declarar la
responsabilidad política de los funcionarios públicos. Entonces, aparentemente existe una
duplicidad de funciones entre estos dos Poderes, debido a que en la práctica jurídica
procesal la separación entre el concepto de la Responsabilidad Política y el concepto
Responsabilidad ética pública y moral administrativa es difusa, lo que podría originar la
intromisión de subjetividades e ideologías en las investigaciones, causando la
interferencia efectiva del Poder Ciudadano en el normal funcionamiento del Poder

44 Herrera Orellana y otros; Del Estado social de derecho al Estado Total, Ediciones Funeda, Caracas 2010
45 Ver http://www.tsj.gov.ve/informacion/notasde prensa/notasdeprensa.asp?codigo=7342
46 IACHR, 2009 Annual Report, pag. 472, en http://www.cidh.oas.org/annualrep/2009eng/Chap.IV.f.eng.htm.
Legislativo; que en opinión de Jorge Malem Sena47 ocurre la patología de la obstrucción, es
decir:
“La obstrucción se caracteriza por la interferencia efectiva de un poder en el normal
funcionamiento de otro. Existe interferencia cuando un poder del Estado de modo
deliberado impide que otro adopte ciertas decisiones que deberían —de acuerdo con la
distribución de funciones— quedar libradas a su arbitrio. De este modo, la obstrucción se
caracteriza por dos elementos: requiere la acción de un poder estatal y tiene por finalidad
evitar que otro poder actúe dentro de su ámbito de competencia…”

En este mismo orden de ideas el numeral 10 del Artículo 9 de la Ley Orgánica del
Poder Ciudadano (25 de octubre de 2001 Gaceta Oficial Nº 37.310), el Consejo Moral
Republicano como órgano de expresión del Poder Ciudadano tiene la competencia de
calificar las faltas graves que hubieren cometido los magistrados o las magistradas del
Tribunal Supremo de Justicia.”, a través “Del Procedimiento por Falta” establecido en los
artículos 32, 33 y 34, ejusdem. De esto informará por escrito a la Asamblea Nacional los
hechos pormenorizados de la conducta del magistrado o magistrado. Es evidente que ni con
la Asamblea Nacional anterior (2010-2015) y menos con la actual Asamblea, a ninguno de
los Magistrados ha sido sometido por el Poder Ciudadano a este Procedimiento por Falta, y
en caso de haberse sometido, la decisión siempre será desestimada configurándose el
Congraciamiento48 con el Poder Judicial, la cual es una patología donde “…el poder de
interferencia que un poder estatal tiene sobre las decisiones de otro, provoca que este ultimo
adopte decisiones que considera pueden ser del agrado del primero…”. Así la mera posibilidad
de interferencia es lo que determina que un poder intente congraciarse con otro alineando
sus decisiones con las preferencias de este último.
Unido a lo anterior, ni la Asamblea Nacional 2010-2015, ni el Poder Ciudadano de
esa fecha ni el actual, ejercieron sus respectivos controles en lo referente al Artículo 296
CRBV, en donde el Consejo Nacional Electoral no puede estar integrado por miembros
vinculados a organizaciones con fines políticos. Así mismo sucedió (y sucede) con el
Artículo 256 (CRBV) donde se niega rotundamente que “los magistrados, jueces, fiscales
del Ministerio Público y defensores públicos, desde la fecha de su nombramiento y hasta su
egreso del cargo respectivo, no podrán, salvo el ejercicio del voto, llevar a cabo activismo
político”.

47
Malem Sena, Jorge: Patologías de la división de poderes, DOXA, Cuadernos de Filosofía del Derecho, 36 (2013), pp.
286
48
Ibidem, pp. 290
Brewer Carias anunció en su momento la desmantelación progresiva del principio
de la separación de poderes, a pesar de su uso frecuente, por la propia Sala Constitucional
del Tribunal Supremo al reducirlo a un simple principio de organización, pretendiéndole
quitar su base garantista de la libertad, de los derechos fundamentales y de la democracia.
Por lo tanto;
“No es difícil, por tanto, que ha sido precisamente por la ausencia de una efectiva
separación de poderes Venezuela, que la democracia haya sido tan afectada en la
última década, período en le cual se ha producido un proceso continuo y
sistemático de desmantelamiento de la democracia, mediante el proceso paralelo
de concentración del poder, y que ha conducido, entre otro aspectos graves, al
desmantelamiento de la autonomía e independencia del poder judicial en su
conjunto, y en particular, al control político por parte del Ejecutivo nacional del
Tribunal Supremo y de su Sala Constitucional, los cuales han sido puestos al
servicio del autoritarismo,23 afectando su rol de garantes de la Constitución y de
los derecho humanos…”49

Visto desde el paradigma del sistema de control constitucional, el principio de


división de poderes debe considerarse el como objetivo a lograr (output deseado), en caso
contrario, todo proceso tendiente a desvirtuarlo y reducirlo a ser un mero instrumento
técnico, maleable por el poder, permitirá su concentración en uno de los poderes del
Estado, lo cual es el signo más característico de todos los autoritarismos.

LOS HECHOS OCURRIDOS A PARTIR DE LA ELECCIÓN DE LA NUEVA ASAMBLEA


NACIONAL EN DICIEMBRE DE 2015.

El resultado electoral del 6 diciembre de 2915 reflejó que la Mesa de la Unidad


(MUD) tuvo un total de 7.707.422 de votos (56,5%) y quedó sobrerrepresentada en la
Asamblea Nacional con 67% de los curules (incluyendo la representación indígena),
mientras la coalición del oficialismo, Gran Polo Patriótico (GPP), liderada por el PSUV,
tuvo 5.599.025 de los votos (41,0%) y 33% de los curules. Las otras opciones, al margen de
los dos grandes bloques políticos, recibieron .5% de la totalidad de los votos pero no
tendrán representación en la Asamblea Nacional.

49
Brewer-Carías, Allan: Sobre la mutación del principio de la separación de poderes en la jurisprudencia constitucional,
Revista de Derecho Público N° 132/2012 - 13-06-2013.pdf 201; Allan R. Brewer-Carías, Dismantling Democracy. The
Chávez Authoritarian Experiment, Cambridge University Press, New York 2010
El triunfo de la oposición representó un sismo político. El resultado final tras la más
alta participación histórica en Venezuela del 74% de la población habilitada para votar en
elección parlamentaria fue: 112 Diputados por la Oposición (Mesa Unidad Democrática) y
55 por las listas del régimen. Resultado abultado e incontrovertible que superó todas las
encuestas y los mismos cálculos tanto del gobierno como de la oposición.
Con artimañas, fuera de todo su aparato oficial y dinero el oficialismo había tenido
éxito en elección anterior de 2011 --configurando a su amaño e interés las circunscripciones
electorales de modo que el oficialismo obtuviera mayor número de diputados donde era
minoritario en número de votos y viceversa, a la oposición se le redujeran sus diputados
donde era fuerte--. Así se obtuvo un resultado claramente paradójico y contradictorio, pero
persistente en la composición ventajista de la actual Cámara parlamentaria hasta ese 6 de
diciembre 2015.
Al conocerse y reconocerse oficialmente por el CNE la realidad electoral, casi todo
el país reventó en alegría y festejos, que duraron todo el día lunes 7 con ejemplar disciplina
y tolerancia, sin que hubiera que lamentar hechos violentos fuera de unos muy pocos pero
controlados como fue la irrupción de un grupo de ´chavistas´ exaltados que interrumpió una
mesa redonda de dos ex ministros del comandante Chávez que parecía estaban aceptando la
“derrota” y sus errores cometidos.
En términos institucionales, la mayoría calificada de los dos tercios lograda por la
MUD le otorgó amplios poderes. En Tabla Nº 2 se observa claramente lo que se puede
hacer con ese umbral, según la Constitución (CRBV):
Poder para: CRBV
Someter a referendo proyectos de ley en discusión por la
Asamblea Nacional, si el referendo concluye en un sí aprobatorio
(se necesita la concurrencia del veinticinco por ciento de los Artículo 73
electores en el referendo), el proyecto correspondiente será
sancionado como ley
Someter a referendo los tratados, convenios o acuerdos
internacionales que pudieren
comprometer la soberanía nacional o transferir competencias a Artículo 73
órganos supranacionales
Admitir y modificar las Leyes Orgánicas. Las leyes Orgánicas son
aquellas que se dictan para organizar los Poderes Públicos o para
desarrollar los derechos constitucionales, así como las que sirvan Articulo 2003
de marco normativo a otras leyes. Las leyes que la Asamblea
Nacional haya calificado de orgánicas serán remitidas, antes de su
promulgación a la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de
Justicia, para que éste se pronuncie acerca de la constitucionalidad
de su carácter orgánico
Delegar poderes de Ley Habilitante al Presidente o Presidenta de Artículo 203 y 236
la República, que podrá decretar con fuerza de ley
Remover a los Magistrados del Tribunal Supremo de Justicia,
previa audiencia concedida al interesado, en caso de faltas
graves ya calificadas por el Poder Ciudadano Artículo 265
Escoger los titulares de los órganos del Poder Ciudadano
(Defensor del Pueblo, el Fiscal General y el Contralor General)
que sean propuestos a su consideración por parte del Comité de Artículo 279
Evaluaciones de Postulaciones del Poder Ciudadano convocado
por el Consejo Moral Republicano. En caso que no esté
convocado el Comité de Evaluación de Postulaciones del Poder
Ciudadano, la Asamblea Nacional procederá independiente y
asignará los titulares de los poderes dentro de los lapsos que
define la Constitución
Tener la iniciativa de convocar una Asamblea Nacional Artículo
Constituyente. El Presidente o Presidenta de la República no
podrá objetar la nueva Constitución, tampoco los poderes 348 y 349
constituidos no podrán en forma alguna impedir las decisiones de
la Asamblea Nacional Constituyente
Aprobar una moción de censura al Vicepresidente Ejecutivo que Articulo 240
implica su remoción por una votación no menor de las tres quintas
partes de los integrantes de la Asamblea Nacional.
Aprobar la moción de censura a los Ministros, la cual implicará su Artículo 246
remoción
Designar a los integrantes del Consejo Nacional Electoral Artículo 296

Tabla Nº 2

El famoso escritor Mario Vargas Llosa, premio Nobel, conocido por sus
comentarios políticos sobre países latinoamericanos, dedicó en su momento (“Venezuela
libre”, 12 diciembre 2015, El País) a Venezuela tras las elecciones del 6 diciembre de 2015,
en donde sentenció:
“…El chavismo y su arrogante etiqueta ideológica (“el socialismo del
siglo XXI”), han comenzado a desmoronarse luego de las elecciones del domingo
pasado y la aplastante victoria de las fuerzas de oposición agrupadas en la Mesa
de la Unidad Democrática (MUD). Un viento de libertad corre ahora por la tierra
venezolana, devastada por 17 años de estatismo, colectivismo, represión política,
demagogia y corrupción que han llevado a la ruina y al caos a uno de los países
potencialmente más ricos del mundo…”
“Aunque, como ocurre siempre con las alianzas en el seno de una
democracia, hay entre las fuerzas de oposición tendencias diversas, lo peor que
podría ocurrirle a Venezuela en estos momentos es una querella interna en la
MUD. Una oposición dividida sería un verdadero regalo de los dioses para el
régimen chavista que, a consecuencia de la brutal derrota electoral que acaba de
recibir, comienza a dar síntomas de divisiones y discordias internas...Lo peor que
podría ocurrirle a Venezuela en estos momentos es una querella interna en la
MUD”

Ante esta situación la Asamblea Nacional del período 2010-2015, en connivencia


con el Poder Ciudadano y el Poder Judicial, designó 13 nuevos magistrados del TSJ en
sesión extraordinaria, a través de un procedimiento calificado como un “fraude a la
Constitución” por juristas y especialistas, quedando la Sala Electoral de dicho Tribunal
Supremo integrada en su totalidad por magistrados miembros del partido oficial (alguno,
incluso recién nombrado, luego de ser candidato perdedor de dicho partido en las
elecciones del 6 de diciembre)50 y tras finalizar el período legislativo establecido en la
Constitución, el 23 de diciembre de 2015 con la mayoría de los diputados del bloque del
PSUV y sus aliados, la Sala Constitucional del Tribunal Supremo, en intento de golpe judicial
electoral publica la sentencia de la Sala Constitucional Nº 1.758 de 22 de diciembre de 2015,
al “interpretar” sobre la convocatoria a sesiones extraordinarias de la Asamblea Nacional
después del 15 de diciembre de 2015, “decretó” de antemano, como se lo había solicitado el
Presidente de la Asamblea que terminaba su período constitucional el 4 de enero de 2016,
la posibilidad inconstitucional de que el mismo se extendiera, sugiriendo que podía hasta
ser más allá de esa fecha, hasta “el día inmediatamente anterior al que se instale la nueva
Asamblea Nacional.”
De esta manera la Sala Electoral que había entrado en vacaciones judiciales luego
de las elecciones parlamentarias, resolvió como por arte de magia suspender “sus
vacaciones para recibir los recursos del Partido Socialista Unido de Venezuela,” y proceder
a dar despacho “los días 28, 29 y 30 de diciembre;” todo ello a los efectos de admitir las
acciones interpuestas y proceder a decidir sobre los amparos cautelares y medida de
suspensión de efectos, formulados contra los actos de votación de las elecciones de
diputados, por miembros del partido de gobierno el día 28 de diciembre de 2015, ante la
Sala Electoral, impugnando las elecciones parlamentarios en siete circuitos electorales en
los cuales los candidatos a diputados de la oposición habían ganado por estrecho margen
(Circunscripción 01 del estado Amazonas, la Circunscripción 02 en el estado Yaracuy, para
la representación indígena de la región Sur y para la Circunscripción 02, 03 y 04 del estado
Aragua), y el día 29 de diciembre de 2015, al impugnarse la totalidad de la elección de
diputados en el Estado Amazonas.
A pesar que los representantes de la Mesa de la Unidad Democrática recusaron a
los magistrados antes de dictar sentencia y dicha recusación fue ignorada en la misma51,
el día siguiente, 30 de diciembre de 2015, la Sala Electoral del TSJ a través de la sentencia

50
En la Sala Electoral se designó como magistrado al ex diputado por el Partido Socialista Unido de Venezuela, Christian
Zerpa. Véase en http://versionfinal.com.ve/politica-dinero/calixto-ortega-ychristian- zerpa-entre-magistrados-principales-
del-tsj/.
51
“MUD recusó a magistrados de la Sala Electoral en el caso de impugnaciones,” en Beatriz Arias Contreras, El Nuevo
País. Zeta, 30 de diciembre de 2015, en http://enpaiszeta.com/11669-2/
Nº 260 (Caso: Nicia Marina Maldonado Maldonado vs. Elecciones Estado Amazonas) la
declaró procedente y ordenó como medida cautelar:
“…de forma provisional e inmediata la suspensión de efectos de los
actos de totalización, adjudicación y proclamación emanados de los órganos
subordinados del Consejo Nacional Electoral respecto de los candidatos electos
por voto uninominal, voto lista y representación indígena en el proceso electoral
realizado el 6 de diciembre de 2015 en el estado Amazonas para elección de
diputados y diputadas a la Asamblea Nacional.”

La decisión afectó a tres diputados electos de la MUD en el estado Amazonas y uno


del PSUV, hasta que se investiguen los hechos. Pero consecuencialmente se deduce de la
sentencia referida que la Sala Electoral lo que había hecho en la práctica, para lo cual
carecía de competencia, era “suspender la proclamación” de los cuatro (4) diputados electos
en el Estado Amazonas, que ya habían sido proclamados y gozaban incluso de inmunidad
parlamentaria (art. 200 CRBV), por lo que así sea “provisionalmente” el Estado Amazonas
quedó sin representación popular, lo que de por sí es contrario al principio democrático. Por
ello, con razón, la Mesa de la Unidad Democrática calificó las impugnaciones formuladas
que originaron la sentencia como un “golpe judicial” contra la democracia venezolana,
considerando que con ello se buscaba poner en peligro la mayoría calificada que había
logrado la oposición democrática en la Asamblea nacional.
Sin embargo, a pesar de que lo que se pudo haber querido era arrebatarle para el
momento de la instalación de la Asamblea Nacional, la mayoría calificada logró en las
elecciones 112 diputados de un total de 167, frente a 55 del gobierno; si se hubiera acatado
la viciada sentencia, la oposición quedaría “provisionalmente” con 109 diputados de un
total de 163, frente a 54 del gobierno. Con este resultado la Asamblea Nacional debió
comenzar por todos los medios constitucionales a restablecer el principio de separación de
poderes en el país, abriendo la posibilidad de controlar el ejercicio del poder y evitar correr
el riesgo de que el oficialismo bloqueara sus actuaciones y detuviera la necesaria
reconstrucción del régimen democrático, que fue lo que efectivamente ocurrió desde los
primeros meses del año 2016 hasta el presente.
En efecto, el 6 de enero de 2016, se juramentaron a los Diputados electos en el
Estado Amazonas, en virtud de que los mismos habían sido debidamente proclamados por
las autoridades electorales, hecho que se consideró desacato de la sentencia número 260,
del 30 de diciembre de 2015, de acuerdo a la sentencia Nº 1 de 11 de enero de 2016
emanada de la misma Sala Electoral, que nada menos declaró:
“nulos absolutamente los actos de la Asamblea Nacional que se hayan dictado o
se dictaren, mientras se mantenga la incorporación de los ciudadanos sujetos de
la decisión N° 260 del 30 de diciembre de 2015 y del presente fallo.”

Para Brewer Carías era difícil de imaginar mayor conflicto entre los poderes
públicos en Venezuela,
“…pues con la sentencia N° 1 de 11 de enero de 2016 de la Sala
Electoral del Tribunal Supremo, con falsa motivación y errada en derecho,
simplemente se buscó paralizar al órgano legislativo. No hay otra forma de
entender esta sentencia, por supuesto, que no sea entendiendo que en Venezuela
no existía un sistema de gobierno basado en el principio de la separación de
poderes, que ante todo exige que el órgano judicial sea realmente independiente y
autónomo…”52

En consecuencia, al controlar la oposición la nueva Asamblea Nacional, con un TSJ


maleable al servicio del Ejecutivo y del partido de gobierno, comenzarían a decidir
conforme a las peticiones del partido de gobierno, como ocurrió con la sentencia Nº 1 de la
Sala Electoral, mediante la cual dicho Tribunal Supremo irrumpió contra la voluntad
popular, desconociéndola y privó a un Estado de la República de representación en la
Asamblea Nacional; la paralizó totalmente al declarar nulos todos sus actos pasados y
futuros que pudieran haber sido o fueran dictados con los diputados cuestionados.

La sentencia de la Sala Electoral del Tribunal Supremo, en todo caso, por la parálisis
inconstitucional que en la práctica provocó en el país al materialmente impedir que la
Asamblea Nacional pudiera funcionar, condujo a que la misma, como órgano político, con el
objeto de desbloquear la parálisis institucional impuesta, terminara aceptando la decisión de
los diputados electos por el Estado Amazonas que se habían juramentado de dejar sin efecto
la juramentación que habían hecho. Ello ocurrió el 13 de enero de 2016 al
realizarse una
sesión ordinaria de la Asamblea, en la cual se dejó sin efecto la juramentación de los tres
diputados del Estado Amazonas.

52
Brewer-Carías, Allan: El desconocimiento judicial de la elección popular de diputados, Revista de Derecho Público,
No. 145-146, (enero-junio 2016), Editorial Jurídica Venezolana, Caracas 2016, pp. 285- 318.
LA NATURALEZA Y CONVOCATORIA DE UNA ASAMBLEA NACIONAL
CONSTITUYENTE, SUS BASES COMICIALES Y DISTINTAS POSICIONES AL
RESPECTO.
INTERPRETACIÓN LÓGICO LITERAL
Si el Ejecutivo pretende que el Decreto se justifique racionalmente ante todo aquél
que la escuche o la lea; esto quiere decir, que sea comprensible y explicable a partir de su
propia estructura lógico formal y de sus fundamentos de hecho y derecho; significa una
adecuada y suficiente motivación del mismo, tal como lo exige un Debido Proceso y lo
establecen nuestra norma constitucional y los stándares mínimos de derechos
fundamentales reconocidos por la mayoría de declaraciones de derechos humanos y pactos
internacionales.
En ese orden de ideas, en la presente sección nos aproximaremos con los conceptos
teóricos y técnicos esenciales, que nos ayuden adetectar si la decisión del Ejecutivo en el
Decreto es lógica, es decir si se corresponde lógicamente con las premisas que se proponen
como su sustento en un primer nivel denominado Justificación Interna, y otro segundo
nivel denominado Justificación Externa, que tiene que ver con la corrección o
fundamentación racional del contenido de las premisas usadas en la justificación interna53.
De acuerdo con la lecturadel Decreto N° 2.830, las premisas menores (o
fundamentos de hecho) establecidas en el mismo son lascircunstancias sociales, políticas y
económicas actuales, en las que“… severas amenazas internas y externas de factores
antidemocráticos y de marcada postura antipatria…”, se ciernen sobre el orden
constitucional establecido; y las premisas mayores (o fundamentos de derecho) del Decreto
N° 2.830 es, en primer lugar, el artículo 348 de la Constitución de la República Bolivariana
de Venezuela, en concordancia con los artículos 70, 236 numeral 1 y 347 ejusdem.
En esta tarea, el Ejecutivo intenta hacer uso del SILOGISMO como estructura
mínima de razonamiento lógico-formal, para lograr la JUSTIFICACION INTERNA o
lógica de su decisión de “…convocar una ASAMBLEA NACIONAL CONSTITUYENTE,

53ALEXY, Robert: TEORIA DE LA ARGUMENTACION JURIDICA, Palestra Editores, Lima, 2010, pp. 306.
tomando como fundamento el proceso popular constituyente, Legado del Comandante
Hugo Chávez, y la Constitución pionera y fundacional de 1999, para que nuestro pueblo,
como Poder Constituyente Originario, exprese su férrea voluntad y máxima garantía de
defensa de los sagrados derechos y logros sociales conquistados…” (subrayado nuestro).

I
De las premisas menores (o fundamentos de hecho)
De lo anterior se evidencia que el término “severas amenazas internas y externas”
sintetiza el conjunto de circunstancias que justifican el acto (la convocatoria a una
ASAMBLEA NACIONAL CONSTITUYENTE). Sin embargo, en el Decreto estas amenazas
en ninguna parte están enumeradas de forma sintética y sistemática, así como tampoco se
hace referencia a la seguridad ciudadana establecida en el
artículo 55 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, el cual establece que:
Toda persona tiene derecho a la protección por parte del Estado a través de los órganos de
seguridad ciudadana regulados por ley, frente a situaciones que constituyan amenaza,
vulnerabilidad o riesgo para la integridad física de las personas, sus propiedades, el
disfrute de sus derechos y el cumplimiento de sus deberes.
La participación de los ciudadanos y ciudadanas en los programas destinados a la
prevención, seguridad ciudadana y administración de emergencias será regulada por una
ley especial.
Los cuerpos de seguridad del Estado respetarán la dignidad y los derechos humanos de
todas las personas. El uso de armas o sustancias tóxicas por parte del funcionariado
policial y de seguridad estará limitado por principios de necesidad, conveniencia,
oportunidad y proporcionalidad, conforme a la ley. (Subrayado nuestro)

Tampoco hace referencia sobre la seguridad de la Nación establecida en la LEY


ORGÁNICA DE SEGURIDAD DE LA NACIÓN (Gaceta Oficial Número:37.594 del 18-
12-02), la cual dictamina:
Seguridad de la Nación
Artículo 2.
La seguridad de la Nación está fundamentada en el desarrollo integral, y es lacondición,
estado o situación que garantiza el goce y ejercicio de los derechos y garantías en los
ámbitos económico, social, político, cultural, geográfico,ambiental y militar de los
principios y valores constitucionales por la población, las instituciones y cada una de las
personas que conforman el Estado y la sociedad, con proyección generacional, dentro de
un sistema democrático, participativo y protagónico, libre de amenazas a su sobrevivencia,
su soberanía y a la integridad de su territorio y demás espacios geográficos.
(…Omisis…)
Zonas de Seguridad
Artículo 47. Se entiende por Zonas de Seguridad, los espacios del territorio nacional, que
por su importancia estratégica, características y elementos que los conforman, están
sujetos a regulación especial, en cuanto a las personas, bienes y actividades que ahí se
encuentren, con la finalidad de garantizar la protección de estas zonas ante peligros o
amenazas internas o externas. El Reglamento respectivo regulará todo lo referente a la
materia.
(…Omisis…)
Zona de Seguridad Fronteriza
Artículo 49.
A los efectos de esta Ley, se entiende por Zona de Seguridad Fronteriza, un área
delimitada que comprende una franja de seguridad de fronteras, así como una extensión
variable del territorio nacional, adyacente al límite político territorial de la República,
sujeta a regulación especial que estimule el desarrollo integral, con la finalidad de
resguardar las fronteras y controlar la presencia y actividades de personas nacionales y
extranjeras, quienes desde esos espacios geográficos, pudieran representar potenciales
amenazas que afecten la integridad territorial y por ende la seguridad de la Nación.

En este mismo orden de ideas, en el Decreto se estipula que las severas amenazas
internas y externas se ciernen sobre el orden constitucional, sin determinar lo que
constituye tal amenaza, tales como por ejemplo la de disidentes violentos o grupos
terroristas o las amenazas potenciales al desorden social que surgen de programas extremos
contra ciertos grupos de la sociedad, tales como grupos étnicos particulares (generalmente
llamados "discursos de odio") u otros países ("propaganda de guerra"); y lo más importante
a considerar es el tipo y el alcance de la amenaza percibida contra la violación de los
derechos humanos y civiles de libertad de conciencia, de expresión, de asociación y de
reunión.
Dadas estas imprecisiones acudiremos al Diccionario de la Real Academia de la
Lengua Española ( RAE 2001), libro al cual debemos referirnos cuando queremos saber
fundadamente, en nuestra lengua española, el origen de una palabra o concepto, el cual
señala que Amenaza se define como: i) Acción de amenazar; ii) Dicho o hecho con que se
amenaza y iii). Delito consistente en intimidar a alguien con el anuncio de la provocación
de un mal grave para él o su familia. Ahora bien, Amenazar, verbo provenientedel
concepto de amenaza se define como: i) Dar a entender con actos o palabras que se
quiere hacer algún mal a alguien y ii). Dar indicios de estar inminente algo malo o
desagradable.
De esta primera aproximación podemos deducir claramente lo siguiente: primero,
que para que exista la amenaza debe haber una voluntad o un actor que está dispuesto a
llevarla a cabo; segundo,que ese actor considera en ese acto producir un daño a otro actor,
o al menos mostrar la intención de hacerlo; y tercero, que la amenaza no es banal
sinoque tiene la intención de hacer o provocar un mal o daño grave, para el otro actor y
actoresrelacionados con él, lo suficientemente seria que se pueda percibir como una
intimidación.
La Declaración de Bridgetown, adoptada en la Asamblea General de Junio del 2002
por la Organización de los Estados Americanos (OEA), reconoce los siguientes tres grupos
de amenazas:
1. Las amenazas relacionadas con la seguridad convencional o defensa clásica,
lo relativo al empleo de fuerzas militares en sentido tradicional de defensa,
contra la agresión externa de un Estado. Este grupo incluiría las disputas
territoriales, la agresión armada, la proliferación de armas de destrucción
masiva, entre otras.
2. Las amenazas a la seguridad: afectan de forma importante los niveles de
seguridad de los Estados. Su tratamiento es a través del fortalecimiento de la
democracia, de la gobernabilidad y del desarrollo económico y social. Como
ejemplo: la pobreza extrema, la inestabilidad económica, la fragilidad de los
gobiernos democráticos, los abusos contra los Derechos Humanos, las
enfermedades endémicas, los desastres naturales, entre otros.
3. Las amenazas no tradicionales a la seguridad, se originan en actores no-
estatales pero que constituyen un peligro que expone al Estado, a sus
instituciones y a la ciudadanía a grandes riesgos, como, por ejemplo: el
terrorismo, el narcotráfico, la corrupción, el tráfico ilícito de armas, los
niveles elevados de violencia e inseguridad pública.
Según nuestro Consejo de Defensa de la Nación (CODENA) las amenazas serían:
 Pobreza extrema
 Latifundio (inequidad en la Tenencia de tierra)
 Dependencia Agroalimentaria
 Corrupción
 Exclusión social
 Narcotráfico y crimen organizado
 Violencia social
 Confrontación entre Estados
 Intervención militar
 Golpes de estado, subversión, separatismo, conflicto regional
Ahora bien, el término “amenazas internas y externas” también podría encontrarse
disgregadas en los discursos del presidente y demás voceros de la iniciativa, enumeradas en
los considerandos de los sucesivos decretos de estado de excepción y emergencia
económica promulgados hasta el presente. Paso a enumerar, grosso modo, en particular las
circunstancias políticas:
 La hostilidad de sectores privados de la economía nacional e internacional;
 El desconocimiento por parte de los partidos políticos opositores que hacen
mayoría en la Asamblea Nacional de los restantes poderes públicos y sus
reiterados intentos por defenestrarlos;
 La injerencia del gobierno de EE.UU. y otros países en la vida nacional;
 y, por último, la existencia de grupos criminales y paramilitares vinculados a
los mencionados factores de oposición, tanto externos como internos.
De todo lo anterior, del Decreto se desprende que la situación ante la cual quiere
responder la medida, es decir, la severas amenazas internas y externas, puede definirse
como de hostilidad sobre el orden constitucional y a los poderes establecidos, sin
determinar los actores (activos) dispuestos a llevarla a cabo, sin clasificar ni precisar la
magnitud de los actos de agresión, llevados a cabo por esos actores, que en adelante
pueden ser calificados como enemigos o como sujetos fuera-de-ley, en contra de otro actor
(pasivo) y actores (pasivos)relacionados con ellos y los cuales tampoco son determinados.
Respecto a la marcada postura antipatria de los actores agresores, debemos
referirnos al concepto de Patria54, de lo cual Cabanellas nos dice que es:
Lugar, ciudad o nación en que se nace. El conjunto sagrado de la tierra, la
historia, la vida presente y las nobles aspiraciones del país y del pueblo al que nos
unen el nacimiento ola sangre de los padres. Políticamente, sinónimo de nación.

Ahora bien,al intentar establecer precisiones y límites al concepto de patria, entran


en juego nociones y políticas que, incluso, pueden modificarse con los años. De acuerdo a
ciertas posturas, la patria siempre está asociada a un Estado nación; esto es lo mismo que
decir que el territorio de la propia nación está fuertemente vinculado con todos los valores
de la patria55.

54
Cabanellas de Torres, Guillermo: Diccionario Jurídico Elemental EDITORIAL HELIASTA S.R.L.. Edición 2006
55https://definicion.de/patria/
Pero estas nociones olvidan que la patria la conforman las personas que en ella
viven y que sin personas no hay patria. Por tanto,
“…el patriotismo debe expresarse sobre todo en el cuidado y el bienestar de las personas
que conforman una nación. Entender así la patria es consecuente con la prioridad que tiene
la persona humana en la concepción cristiana de la vida. Y ello cambia la noción de lo que
es patriótico. Y lo será todo lo que colabora para que un pueblo tenga vida y vida en
abundancia; por el contrario, será antipatriótico todo aquel acto que atente contra la vida
de un pueblo…”56

Tiene la patria su teología, como su teoría política y jurídica. En esto el cristianismo


ha superado al mundo clásico, por cuanto los valores sobrenaturales superan a los
meramente humanos y naturales. Así, León XIII enseñaba que el amor patrio no es
obligación impuesta por la ley positiva, sino deber de la ley natural que ha de ser uno de
nuestros principales afectos, que ha de llevarnos a defender el suelo natal hasta rendir la
vida57.
El autor Argotti58 expresa que el valor ético del patriotismo no consiste en defender
la patria “por la defensa en sí misma”, sino cuando dicho patriotismo tenga un fin moral en
sí mismo, el cual consiste, por ejemplo, en la lucha por la reinvindicación de los derechos
del pueblo soberano, tal como lo expuso Bolívar al señalar los objetivos de servir la
gloriosa carrera de las armas en función del pueblo: “…Yo sigo la carrera gloriosa de las
armas sólo por obtener el honor que ellas dan; por libertar a mi patria; y por merecer las
bendiciones de los pueblos…”59
Sin embargo, los personeros del gobierno promueven el patriotismo con valores
bolivarianos, al afirmar que:
No se es patriota por capricho, porque retóricamente se proclame esa condición.
Se es en condiciones en que es notable la diferencia con aquellos a los que el concepto no
parece importarles y lo desprecian. La diferencia entre ser patriota y no serlo está en los
hechos. En el comportamiento cotidiano. En la manera como se asumen ciertos valores. Es
lo que definió con claridad en su extraordinaria intervención en la OEA la canciller Delcy
Rodríguez. O se está de acuerdo con los valores que ella exaltó, que no son otros que los
bolivarianos -compartidos por la mayoría de los venezolanos-, o con los antivalores que

56
http://uca.edu.sv/noticias/texto-555
57https://revistas.upb.edu.co/index.php/upb/article/viewFile/3759/3351
58Argotti Córcega, Hugo: Ética del Libertador Simón Bolívar, Edición Monte Ávila 2012
59Carta escrita desde Mompox el 9 de febrero de 1815 a su amigo el Letrado Pedro Gual
denunció con lucidez y coraje. El dilema, a la luz de los hechos y de la actual realidad, es
categórico: Patria o antipatria.60

Visto lo anterior, estamos ante un concepto difuso, de carácter moral e ideológico y


que en el Decreto no identifica y menos determina cuál sector de los actores agresivos
(activos) es antipatria y en qué grado sus actos de agresión quebrantan el orden
constitucional, manifestando más bien una retórica en la concepción sobre la estructura de
la realidad en base a la ontología polar nación-antinación o antipatria y de marcada
tendencia segregacionista.

II
De las premisas menores (o fundamentos de hecho)
Un proceso constituyente está en el origen de todo sistema verdaderamente
democrático y tiene como fin una nueva constitución adaptada a las necesidades actuales de
la población. El Proceso Constituyente, por definición, es general y amplio, con carácter
deliberativo e inclusivo, y tiene como objetivo obtener una legitimidad democrática lo más
amplia posible. Por ello, debe brindar a toda la ciudadanía las mayores opciones posibles
para participar libre y democráticamente en todo el proceso, ya sea optando a candidato a la
Asamblea Constituyente, influyendo en la elaboración de la nueva constitución o
participando en la ratificación definitiva del texto constitucional.
Visto de esta manera en el plano temporal, un proceso constituyente constaría de las
siguientes etapas que pasamos a describir ordenadas cronológicamente.
Fase pre-constituyente
En la fase pre-constituyente, la ciudadanía despierta del letargo. En ella, los ciudadanos más
activos manifiestan y transmiten la necesidad de implementar cambios en la organización
política. En esta fase de concienciación pública, además de explicarse las causas del
descontento, deben contemplarse las características y la naturaleza del proceso que se
pretende iniciar así como sus pilares.

Fase decisoria / Activación del proceso


Cuando buena parte de la sociedad adquiere un determinado nivel de conciencia sobre la
necesidad de establecer profundas reformas en el sistema político vigente de un país, sus
ciudadanos toman la decisión de promoverlas a través de un acto formal y específico con
características procedimentales consensuadas.

Fase de desarrollo del proceso constituyente


La fase de desarrollo del proceso constituyente es la más compleja. Establece un periodo
de debate donde los ciudadanos y los actores políticos reflexionen, deliberen y discutan
sobre las principales cuestiones a la hora de configurar esta nueva estructura político-
jurídica y sobre las diferentes metodologías para llevar a cabo los cambios deseados.

60Rangel, José Vicente; Resumen Latinoamericano/ 18 de mayo 2016


http://www.resumenlatinoamericano.org/2016/05/18/patria-o-antipatria
Visto lo anterior y con apoyo en el criterio sistémico de interpretación, la Fase
decisoria/Activación del procesodel proceso constituyente estaría conformado de
acuerdo con la interpretación conjunta de los artículos constitucionales 348 y 347, en
concordancia con el artículo 5 de la Constitución, norma que, extrañamente, no es
invocada en el Decreto, tal como se muestra en la siguiente Figura N° 1:

El pueblo es el
titular de la
Artículo Artículo soberanía y es
5 347 depositario del
poder
constituyente

Artículo
•Alude al poder
348
•Proceso
originario
•Iniciativa de constituyente
•Convocar una convocatoria a
Asamblea la asamblea
Nacional nacional
Constituyente Fase de desarrollo
constituyente del proceso
Artículo constituyente
347

Figura N° 1
De acuerdo con la Figura N° 1, se establece lo siguiente:

 El artículo 348 solo puede interpretarse luego de la interpretación del artículo 347.
Esto es lógico pues el artículo 348 es una norma procedimental que regula el
ejercicio del artículo 347. Es decir, el artículo 348 regula el procedimiento a través
del cual podrá solicitarse al pueblo que ejerza el derecho declarado en el artículo
347, es el pueblo quien “puede convocar una asamblea nacional constituyente”.
 Por lo tanto, el orden de los artículos responde a una clara decisión de la
Constitución: otorgarle prioridad al artículo 347 sobre el artículo 348. Así, el
artículo 347 regula quién convoca la asamblea nacional constituyente, y el artículo
348 regula el procedimiento para llevar a cabo esa convocatoria. Así, el artículo
347, al declarar el derecho del pueblo a convocar la asamblea nacional
constituyente, parte del artículo 5 de la Constitución, que declara al pueblo como
titular intransferible de la soberanía.
 Mientras que el artículo 347 regula la convocatoria de la asamblea nacional
constituyente, el artículo 348 regula la “iniciativa” para tal convocatoria, o sea, la
competencia para solicitar esa convocatoria.La diferencia entre “convocatoria” o
ejercicio de un derecho, y la “iniciativa” para esa convocatoria, o lo que es igual, la
solicitud para que tal derecho sea ejercido, fue claramente tratada por la doctrina
venezolana con ocasión al proceso constituyente de 199961.

Visto de esta manera, es evidente que el Decreto confunde la “iniciativa” con la


“convocatoria”y no analiza cuál es la interpretación dada al artículo 348 CRBV. En todo
caso, se parte de la interpretación según la cual dicho artículo, al otorgar a la Presidencia de
la República en Consejo de Ministros la competencia para adoptar la iniciativa de convocar
a la asamblea nacional constituyente, le permite decidir directamente la convocatoria de esa
asamblea sin necesidad de consulta popular, lo que indica que tal interpretación del artículo
348 constitucional es errada, pues ignora la interpretación del artículo 347, en concordancia
con el artículo 5 de la Constitución, por lo tanto, el Decreto N° 2.830 interpretó
erradamente el artículo 348 de la Constitución, al considerar que la “iniciativa para la
convocatoria” de la asamblea nacional constituyente equivale al derecho a convocar tal
asamblea.

III
De la conclusión del silogismo
De todo lo anterior se desprende la decisión establecida en el Decreto de
“…convocar una ASAMBLEA NACIONAL CONSTITUYENTE, tomando como fundamento
el proceso popular constituyente, no proviene de las premisas menores y mayores utsupra
señaladas, ya que las primeras son imprecisas por su carácter ideológico, y las segundas
son erradas, incurriendo en un argumento falaz para lograr que se acepte una conclusión
apelando a las emociones del pueblo o de la mayoría, quienes independientemente de las
razones aducidas (o sin ellas) se persuaden de aceptarla.
Estamos en presencia de una Falacia de atinencia del tipo ad populum, cuya
incorrección o invalidez está en que la conexión entre las premisas y conclusión no es
lógicamente adecuada, no es pertinente, y la conclusión no se sigue o infiere de las
premisas, pero, como toda falacia formal, se vuelven "convincentes", porque debido a la
multifuncionalidad y emotividad del lenguaje, se logra una conexión psicológica entre las
premisas y la conclusión como válida a pesar de que no proviene de esas premisas.

61
Escarrá, Carlos, Proceso político y constituyente: papeles constituyentes, Caracas, 1999, pp. 39 y ss.
Por lo tanto el Decreto esta infestado de un error del razonamiento y, por lo tanto,
de la argumentación, lo cual lo hace nulo de nulidad total.

INTERPRETACIÓN POLITICO CONTEXTUAL (Semiótica)


El Decreto convoca una ASAMBLEA NACIONAL CONSTITUYENTE, “…tomando
como fundamento el proceso popular constituyente, Legado del Comandante Hugo Chávez, y la
Constitución pionera y fundacional de 1999, para que nuestro pueblo, como Poder Constituyente
Originario, exprese su férrea voluntad y máxima garantía de defensa de los sagrados derechos y
logros sociales conquistados…”(Subrayado nuestro)
De acuerdo con Piacenza62,el Decreto incurre sin dificultad en las “paradojas
pragmáticas” cuando pretende aplicar –y más aún, defender un orden jurídico político
basado en una Constitución- y simultáneamente apela a la noción de poder constituyente
originario (que presupone la inexistencia de talorden).
En este sentido realizamos la pregunta al estilo del autor citado: ¿en qué medida el
papel que desempeña la noción de poder constituyente originario presente en el Decreto
afecta el valor de su decisión?
De acuerdo con el planteamiento de Piacenza , el uso en un discurso del concepto de
poder constituyente originario no es un puro sinsentido, ya que, intenta justificar, sobre la
base de premisas provenientes en parte de la misma Constitución, artículo 348, en
concordancia con los artículos 70, 236 numeral 1 y 347, una conclusión que le atribuye al
cuerpo Ejecutivo una competencia constituyente originaria, produce una situación
pragmáticamente paradójica, con lo cual es suficiente para descalificar dicho discurso
desde el punto de vista argumentativo. Pues para que pueda reconocerse en alguna situación
una competencia constituyente originaria es preciso que no se tenga por válido ningún

62
PIACENZA, EDUARDO: INTERPRETACIÓN JURÍDICA Y ARGUMENTACIÓN(y otros ensayos filosóficos)
Universidad MetropolitanaCaracas, Venezuela, 2015
orden jurídico; pero, sin orden jurídico válido, no hay poder Ejecutivo, ni órganos
jurisdiccionales ni derecho positivo.
Este tipo de planteamiento argumentativo acaba con la intención político discursivo
del proceso revolucionario que establece:
El poder constituyente luego de poner en vigencia una nueva constitución ya no
entra en letargo ni en hibernación, porque teniendo la soberanía en su ser (Art.5º
CRBV), el pueblo continua ejerciendo en todo momento su poder soberano, de
modo que el poder constituyente originario no está nunca en un estado de letargo
sino que permanecepermanentemente activado.
Parece que la memoria de algunos reaccionarios académicos, abogados
desprevenidos y políticos ignaros, no les da para recordar la constituyente
educativa, la constituyente económica, la constituyente universitaria, pero
además, el Proceso Constituyente que forma parte del Plan de la Nación para el
período 2013-2019.
En el 2012, no era llamar a una Asamblea Constituyente para reformar la Carta
Magna; el presidente Hugo Chávez decidió darle el nombre de Constituyente al
proceso que consistía en "jornadas de debate del proyecto de la patria", en las que
invitó a los sectores que "no son revolucionarios", a que participaran en el plan
socialista. Informó además el comandante Hugo Chávez, que ese proyecto seria
presentado ante la Asamblea Nacional, y dijo: "Vamos a utilizar el término
constituyente, vamos a comenzar a utilizarlo porque es parte del proceso
constituyente".
Llamar a un proceso constituyente, no necesariamente debe entenderse que es
para transformar el Estado, crear un nuevo orden jurídico o redactar una nueva
Constitución, es para la puesta en marcha, en escena de actores que intervienen en
campos de fuerzas, en escenarios sociales, culturales y políticos en un momento
histórico transformativo de la República.
Convocar a un proceso constituyente es activar un conjunto complejo de acciones,
organizaciones, conductas, creencias, desplegadas con permanencia en el tiempo,
para enfrentar situaciones de opresión, explotación, alienación o exclusión a las
que puede ser sometido un actor colectivo, no es más que una acción colectiva con
estabilidad en el tiempoy alto grado de organización orientada hacia la
transformación social o de alguna de sus esferas; una respuesta a las tensiones o
contradicciones especificas de la sociedad, de una comunidad. No es más que el
portador del sentido histórico y es el principal agente de cambio y transformación
social de un pueblo.63
Visto de esta manera, el aporte en este sentido del escrito de Piacenza basándose en
la obra de CARRIÓ64, hace evidente las falacias de las intenciones de facto del
pensamiento antes transcrito y la ilegitimidad del Decreto N° 2.830, pues desconoce el
derecho exclusivo del pueblo venezolano de decidir si quiere o no convocar a la asamblea
nacional constituyente. Por el contrario, el Decreto considera que la Presidencia de la
República en Consejo de Ministros puede imponerse al pueblo la decisión de convocar la

63
http://euclidesquevedoubv.blogspot.com/
64CARRIÓ, G. R., Notas sobre derecho y lenguaje (Buenos Aires: Abledo-Perrot, 1990
constituyente. Pues ello es lo que hace tal Decreto: impone al pueblo la convocatoria de la
constituyente, impidiéndole decidir si en efecto quiere o no acudir a tal mecanismo

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