You are on page 1of 13

Derecho Procesal Civil. 16a ed.

, agosto 2017
Libro I. El proceso de declaración Título VII. Los recursos

Título VII. Los recursos Capítulo 19


Capítulo 19

1. LOS MEDIOS DE IMPUGNACIÓN: CONCEPTO Y FUNDAMENTO


En un sentido amplio, los medios de impugnación pueden conceptuarse como los
instrumentos legales puestos a disposición de las partes y destinados a atacar una resolución
dictada sobre la dirección del proceso o sobre el objeto del mismo, para que sea declarada su
nulidad, o sea anulada, o sea reformado su contenido.

Principalmente esa resolución será judicial, en el sentido de haber sido dictada por el titular
del tribunal, pero puede serlo también del LAJ, si la ley le atribuye potestad de dictarlas.

Quedan fuera de este concepto porque no son actos de parte, los actos de los tribunales
mediante los que ejercitan su potestad de oficio de declarar nulos actos procesales por ciertas
causas (p. ej., art. 48; art. 240.2 LOPJ).

1.1. CLASES DE MEDIOS DE IMPUGNACIÓN

a) Unos medios de impugnación consisten en nuevos procesos dirigidos contra la sentencia


de un proceso anterior, que ha adquirido firmeza y producido cosa juzgada. Es el caso de la
revisión (arts. 509 y ss.) y de la rescisión de las sentencias dictadas en rebeldía (arts. 501 y
ss.).

b) Otra modalidad consiste en incidentes de oposición, como la oposición a las medidas


cautelares decretadas sin previa audiencia del demandado (arts. 739 y ss.).

Art. 739 LEC: En los casos en que la medida cautelar se hubiera adoptado sin previa
audiencia del demandado, podrá éste formular oposición en el plazo de veinte días,
contados desde la notificación del auto que acuerda las medidas cautelares.

En estos supuestos el medio de impugnación compensa la falta o la insuficiencia de una


contradicción previa a la resolución impugnada, mediante una plena contradicción posterior,
cuya resolución es, incluso, recurrible.

1
c) Los medios de impugnación contra resoluciones del LAJ (arts. 451 y 454 bis), que han
acrecentado su importancia al aumentar la potestad resolutoria del LAJ sobre cuestiones
procesales. Se diferencian radicalmente de los recursos contra resoluciones judiciales.

d) Por fin, los recursos (Recurso de Apelación, Recurso Extraordinario por infracción procesal,
Recurso de Casación) –a los que se dedica parte de este capítulo y los tres siguientes– son
medios de impugnación dirigidos a producir una nueva cognición de cuestiones ya resueltas
mediante resoluciones que no son firmes y que se han dictado con las ordinarias posibilidades
de audiencia previa de las partes. Se diferencian de las modalidades anteriores por la falta de
firmeza, porque su objeto son resoluciones judiciales y porque no buscan compensar falta de
contradicción previa, sino mejorar la calidad de la resolución, mediante un nuevo examen de
la cuestión resuelta.

1.2. FUNDAMENTO DE LOS MEDIOS DE IMPUGNACIÓN


En el proceso civil no hay norma constitucional que le imponga al legislador ordinario el
establecimiento de medios de impugnación. El TC ha declarado en varias Sentencias que el
art. 24 CE no obliga al legislador a establecer recursos, ni esa obligación deriva del derecho
a la tutela judicial efectiva.

En consecuencia, su establecimiento se funda en razones de política legislativa, entre las que


se encuentran las siguientes:

1) Reducir las posibilidades de error en la aplicación de las normas procesales y materiales y


en los juicios de hecho que el juzgador debe realizar.

2) Al mismo tiempo que la razón anterior –en caso contrario el nuevo examen debería ser
instaurado de oficio–, mitigar la insatisfacción subjetiva de la parte que se ha visto
perjudicada por la resolución judicial.

3) Con algún medio de impugnación puede perseguirse especialmente la unificación de la


jurisprudencia y la evolución ordenada de la misma. Es el caso del recurso de casación,
principalmente si las resoluciones recurribles se determinan según el art. 477.2.3º.

2. CLASES DE RECURSOS
De los medios de impugnación en sentido estricto (o recursos) existentes en nuestro proceso
civil, pueden hacerse dos clasificaciones importantes.

2.1. RECURSOS NO DEVOLUTIVOS Y DEVOLUTIVOS

Los recursos no devolutivos, a los que parte de la doctrina –pero no la ley– denomina también
remedios, se caracterizan porque la competencia para conocer de ellos y resolverlos

2
corresponde al mismo tribunal que ha dictado la resolución impugnada. Pertenece a esta clase
la reposición contra resoluciones del tribunal (arts. 451 a 454 LEC).

Los recursos devolutivos se caracterizan por estar atribuida la competencia para conocer de
ellos y resolverlos al tribunal superior en grado del que dictó la resolución impugnada. Son
de esta clase la apelación, el recurso extraordinario por infracción procesal, la casación y la
queja.

No debe inducir a confusión que algunos de estos recursos se interpongan ante el mismo
tribunal que dictó la resolución impugnada (solo la queja se interpone directamente ante el
tribunal superior: art. 495), lo decisivo es la atribución de competencia para resolver el
recurso.

2.2. RECURSOS ORDINARIOS Y RECURSOS EXTRAORDINARIOS

Recursos ordinarios: aquellos cuya admisión (es decir, su tramitación y la toma en


consideración de su contenido) no depende de que se aleguen unos motivos de impugnación
determinados por la ley, sino que la parte recurrente puede hacer valer los que considere
fundados. Pertenecen a esta clase la apelación –principalmente–, la queja y la reposición.

Recursos extraordinarios: son aquellos cuya admisión depende de que se interpongan con
alegación de unos motivos de impugnación determinados por la ley. Es el caso del recurso
extraordinario por infracción procesal (art. 469) y del recurso de casación (art. 477). Los
poderes del tribunal de estos recursos están doblemente limitados: primero, por la ley;
después por los concretos motivos articulados por el recurrente.

Recurso extraordinario por infracción procesal à Art. 469 LEC:

1. El recurso extraordinario por infracción procesal sólo podrá fundarse en los siguientes
motivos:

1.º Infracción de las normas sobre jurisdicción y competencia objetiva o funcional.

2.º Infracción de las normas procesales reguladoras de la sentencia.

3.º Infracción de las normas legales que rigen los actos y garantías del proceso
cuando la infracción determinare la nulidad conforme a la ley o hubiere podido producir
indefensión.

4.º Vulneración, en el proceso civil, de derechos fundamentales reconocidos en el


artículo 24 de la Constitución.

3
Recurso de casación à Art. 477 LEC:

1. El recurso de casación habrá de fundarse, como motivo único, en la infracción de


normas aplicables para resolver las cuestiones objeto del proceso.

2. Serán recurribles en casación las sentencias dictadas en segunda instancia por las
Audiencias Provinciales, en los siguientes casos:

1.º Cuando se dictaran para la tutela judicial civil de derechos fundamentales,


excepto los que reconoce el artículo 24 de la Constitución.

2.º Siempre que la cuantía del proceso excediere de 600.000 euros.

3.º Cuando la cuantía del proceso no excediere de 600.000 euros o este se haya
tramitado por razón de la materia, siempre que, en ambos casos, la resolución del recurso
presente interés casacional.

3. EL DERECHO DE IMPUGNACIÓN
La cuestión de mayor interés sobre el derecho a impugnar resoluciones judiciales es la de si
forma parte del contenido esencial del derecho a la tutela judicial efectiva, reconocido en el
art. 24.1 CE, y, consiguientemente, si es admisible el amparo constitucional fundado en la
violación de aquel derecho.

La ya amplia jurisprudencia del TC sobre esta cuestión permite sentar las siguientes
conclusiones:

1ª) En primer término, ni el art. 24 CE, ni el contenido esencial del derecho a la tutela judicial
efectiva, imponen al legislador el establecimiento de recursos en el proceso civil.

2ª) En segundo lugar, la doctrina constitucional que se ha consolidado es la de que solo hay
vulneración del derecho de acceso al recurso, como manifestación del derecho fundamental
a la tutela judicial efectiva, cuando las resoluciones judiciales de inadmisión incurran en
irrazonabilidad, error patente o arbitrariedad (STC 37/1995, de 7 de febrero (RTC 1995, 37);
STC 265/2005, de 24 de octubre (RTC 2005, 265)).

4. REQUISITOS DE LOS RECURSOS


La admisión del recurso, es decir, la posibilidad de resolver sobre la cuestión que éste plantea,
depende del cumplimiento de determinados requisitos establecidos por las leyes procesales,

4
cuyo control procede de oficio en la generalidad de los casos (véanse, p. ej., los arts. 449,
452, 457.3, 470 y 479).

Vamos a considerar ahora estos requisitos con carácter general y no según el régimen jurídico
propio de cada recurso en particular.

4.1. TRIBUNAL COMPETENTE

Depende de diversos factores: principalmente, de la clase de resolución recurrida, del tribunal


que la haya dictado y de la clase de recurso; pero también puede depender de los motivos en
que se funde el recurso y de la clase de procedimiento en que se hubiera dictado la resolución,
entre otros factores.

La competencia para conocer de los recursos es competencia funcional y no es disponible


por las partes (art. 62.1 LEC; art. 238.1º LOPJ).

En todos los recursos devolutivos, salvo el de queja, la competencia funcional se distribuye


entre el tribunal a quo –así es llamado el que dictó la resolución recurrida– y el tribunal ad
quem –es el nombre del tribunal superior en grado, al que se atribuye el definitivo control
sobre la admisión del recurso y el poder de resolución sobre su objeto–.

4.2. REQUISITOS DE LAS PARTES

La posibilidad procesal de recurrir corresponde, en principio y sin duda, a quienes son parte
en el proceso por ser demandantes o demandados en él. No es necesario que las partes estén
personadas al dictarse la resolución impugnada, sino que pueden personarse posteriormente
y recurrir dentro del plazo (p. ej., art. 500 LEC: Rescisión de sentencias dictadas en rebeldía).

La debatida cuestión de si el interviniente adhesivo simple puede recurrir con independencia


de la parte principal, al éxito de cuya pretensión coadyuva, es resuelta afirmativamente por
el art. 13.3, párrafo tercero. Si la intervención de tercero puede producirse precisamente
mediante la interposición de recursos también merece una respuesta afirmativa, porque la
intervención es admisible mientras dure la litispendencia (art. 13.1).

Las partes deben tener integrada la capacidad de postulación en el modo que se exija para la
interposición de cada recurso. La jurisprudencia del TC se inclina por la subsanabilidad de
los defectos de postulación en los recursos.

4.3. EL GRAVAMEN

Además de que el recurrente tenga la condición de parte es necesario que haya sufrido
gravamen por la resolución recurrida (art. 448.1: «contra las resoluciones judiciales que les
afecten desfavorablemente (la cursiva es mía), las partes podrán interponer los recursos
previstos en la ley»).

5
El gravamen es cualquier diferencia en perjuicio entre lo que una parte ha pretendido y lo
que la resolución ha concedido o entre lo que una parte ha admitido o reconocido y lo que la
resolución ha decidido.

Los supuestos del gravamen pueden ser muy diversos en la realidad, pero, en general, puede
decirse:

1º) No hay gravamen si la divergencia se produce, estrictamente, entre argumentaciones de


las partes y motivación de la resolución, pero no afecta a lo efectivamente decidido.

2º) Hay gravamen aunque la diferencia solo afecte a cuestiones accesorias, como las costas
procesales.

3º) En los supuestos de acumulación eventual, tanto de pretensiones como de defensas, hay
gravamen aunque haya estimación, pero ésta no se refiera a las pretensiones y defensas a las
que la parte ha dado prioridad.

4.4. RESOLUCIÓN IMPUGNABLE

La admisión del recurso depende también de que la resolución contra la que se dirige sea
impugnable y lo sea precisamente mediante el recurso que se trate de interponer.

Cuáles son las resoluciones recurribles lo determina la ley, con cláusulas amplias (p. ej., art.
455.1) o con cláusulas estrictas (p. ej., art. 477.2).

RECURSO APELACIÓN à Artículo 455.1 LEC: Las sentencias dictadas en toda clase
de juicio, los autos definitivos y aquéllos otros que la ley expresamente señale, serán
apelables, con excepción de las sentencias dictadas en los juicios verbales por razón de la
cuantía cuando ésta no supere los 3.000 euros.

RECURSO DE CASACIÓN à Artículo 477.2 LEC:

Serán recurribles en casación las sentencias dictadas en segunda instancia por las
Audiencias Provinciales, en los siguientes casos:

1.º Cuando se dictaran para la tutela judicial civil de derechos fundamentales,


excepto los que reconoce el artículo 24 de la Constitución.

2.º Siempre que la cuantía del proceso excediere de 600.000 euros.

3.º Cuando la cuantía del proceso no excediere de 600.000 euros o este se haya
tramitado por razón de la materia, siempre que, en ambos casos, la resolución del recurso
presente interés casacional”

6
4.5. PLAZO DE INTERPOSICIÓN

Es característica de los recursos la carga de interponerlos dentro de un breve plazo


establecido por la ley. La falta de interposición en dicho plazo implica ipso iure (es decir, sin
necesidad de resolución judicial que lo determine) que la resolución impugnable «quedará
firme y pasada en autoridad de cosa juzgada» (art. 207.4), es decir, se convierte en firme,
produce cosa juzgada formal, y, en su caso, según el objeto sobre el que verse, cosa juzgada
material.

Dies a quo del plazo de impugnación es el día siguiente a la notificación de la resolución


recurrible, salvo que se hubiera pedido aclaración, en cuyo caso el plazo comienza el
siguiente día a la notificación de la resolución sobre la misma (art. 448.2). La solución es la
misma si ha sido solicitada complementación, porque la contradicción entre el art. 269.9
LOPJ y el art. 215.5 LEC (según el cual el plazo inicial reanudaría su cómputo, suspendido
desde que se presentó la solicitud) debe resolverse a favor de la primera disposición citada,
porque ha regulado la materia como propia de ley orgánica.

Es posible que no coincidan en el tiempo la firmeza, como cualidad objetiva de la resolución,


y la pérdida por la parte del derecho al recurso. Esta última se produce para cada parte según
el momento en que haya sido notificada e incluso puede producirse antes, y con
independencia del transcurso del plazo, si la parte consiente expresamente la resolución.

4.6. FORMA

Por regla general, el acto de interposición del recurso debe ser escrito y, en algún caso, la ley
da especiales indicaciones sobre su contenido (p. ej., arts. 452, 458.2, 470, 471, 481). En este
último aspecto lo único que en todo recurso es esencial es la identificación de la resolución
recurrida, variando el resto del posible contenido según cada clase de recurso. Como
excepción, algunos recursos pueden interponerse oralmente y tramitarse del mismo modo (p.
ej., arts. 285 y 287.2).

Si las partes actúan representadas por procurador y asistidas por abogado, el acto de
interposición y los restantes actos de tramitación «escrita» del recurso deben realizarse por
medios electrónicos (arts. 135, 162, 273, disp. adic. 1a Ley 42/2015). Lo mismo deberá
hacerse si, por razón distinta a la postulación profesional, las partes tienen el deber legal de
utilizar esos medios o han manifestado su opción por hacerlo. Para que todo eso sea así es
condición de hecho ineludible que existan y funcionen los medios técnicos necesarios y
oficialmente utilizables para esta forma de actuación.

4.7. CONSTITUCIÓN DE UN DEPÓSITO PARA RECURRIR

La LO 1/2009, de 3 de noviembre, ha introducido en la LOPJ una disp. adic. 15ª que restaura,
con más amplio ámbito de aplicación, un requisito formal que estuvo previsto para los

7
recursos extraordinarios y, hasta la ley mencionada, solo regía en el juicio de revisión: el
depósito para recurrir.

El requisito consiste en el ingreso de una suma de dinero (de cuantía diferente según la clase
de recurso) en la cuenta de depósitos y consignaciones judiciales. Hay que cumplirlo al
interponer el recurso, aunque es subsanable tanto la falta de acreditación del cumplimiento,
cuanto el incumplimiento. La cantidad será restituida si el recurso es total o parcialmente
estimado, pero el recurrente la perderá en caso contrario.

En el aspecto objetivo, el requisito es exigible en todos los recursos previstos en el proceso


civil (salvo en los que tienen tramitación oral), en el recurso de revisión contra resoluciones
del LAJ y en los medios de impugnación procesales civiles contra sentencias firmes.

Subjetivamente, deben cumplirlo todas las partes procesales, salvo el MF, Estado,
Comunidades Autónomas, corporaciones locales, organismos autónomos dependientes de las
administraciones mencionadas, y las partes que tengan reconocido el derecho a asistencia
jurídica gratuita (art. 6.5 LAJG).

4.8. REQUISITOS ESPECIALES

La admisión de determinados recursos en procesos sobre ciertas clases de pretensiones


depende, además de los anteriores, de los requisitos especiales establecidos en el art. 449
LEC:

1. En los procesos que lleven aparejado el lanzamiento, no se admitirán al demandado los


recursos de apelación, extraordinario por infracción procesal o casación si, al
interponerlos, no manifiesta, acreditándolo por escrito, tener satisfechas las rentas
vencidas y las que con arreglo al contrato deba pagar adelantadas.

3. En los procesos en que se pretenda la condena a indemnizar los daños y perjuicios


derivados de la circulación de vehículos de motor no se admitirán al condenado a pagar
la indemnización los recursos de apelación, extraordinario por infracción procesal o
casación, si, al interponerlos, no acredita haber constituido depósito del importe de la
condena más los intereses y recargos exigibles en el establecimiento destinado al efecto.
Dicho depósito no impedirá, en su caso, la ejecución provisional de la resolución dictada.

4. En los procesos en que se pretenda la condena al pago de las cantidades debidas por un
propietario a la comunidad de vecinos, no se admitirá al condenado el recurso de
apelación, extraordinario por infracción procesal o casación si, al interponerlos, no
acredita tener satisfecha o consignada la cantidad líquida a que se contrae la sentencia
condenatoria. La consignación de la cantidad no impedirá, en su caso, la ejecución
provisional de la resolución dictada.

8
5. EFECTOS DE LOS RECURSOS; EN ESPECIAL, LA PROHIBICIÓN
DE LA «REFORMATIO IN PEIUS»
5.1. OBSTÁCULO A LA FIRMEZA DE LA RESOLUCIÓN

Efecto esencial y constante de todo recurso es el de impedir que la resolución sujeta al mismo
produzca cosa juzgada formal, adquiera firmeza; es decir, pase a ser una resolución inmutable
en el proceso en que ha sido dictada (art. 207.2, 3 y 4).

Este efecto ya se produce durante la pendencia del plazo de interposición, y se consolida,


después, con la realización de todos los actos para hacer admisible un pronunciamiento sobre
el fondo del recurso. Permanece hasta que no se resuelva la inadmisibilidad del recurso, o se
tenga por desistido al recurrente.

5.2. EXPECTATIVA DE NULIDAD, ANULACIÓN O REFORMA DE LA


RESOLUCIÓN IMPUGNADA

Correlativamente con el efecto anterior, todo recurso crea una expectativa de reforma o de
anulación de la resolución impugnada y abre una nueva posibilidad de conocimiento y
decisión sobre lo ya resuelto, sea por el mismo tribunal que dictó la resolución recurrida –
que, desde la firma, perdió la potestad de modificarla (art. 267.1 LOPJ)–, sea por otro tribunal
superior en grado.

El problema fundamental de este efecto es el de la extensión o amplitud de esa nueva


posibilidad de conocimiento y decisión, cuestión que está ligada con la de la prohibición de
la reformatio in peius.

En los recursos extraordinarios un primer límite viene dado por los motivos legales del
recurso. Pero dentro de estos motivos y, en todo caso, cuando no existe limitación de los
mismos, es el recurrente quien, con sus peticiones de reforma o de anulación de la resolución,
pone los límites a la potestad del tribunal competente para resolver el recurso. Es una
manifestación más del principio dispositivo que informa al proceso civil.

Lo que se acaba de decir explica la prohibición de la reformatio in peius en los recursos; es


decir, la prohibición de que la resolución del recurso empeore la posición en que dejó al
recurrente la resolución impugnada. Si la resolución no puede ser modificada más que en la
medida de lo pretendido por el recurrente, y si el recurrente no puede pretender
admisiblemente una reforma que empeore su situación, porque faltaría el gravamen, la
resolución que, de oficio, introdujera una reforma peyorativa incurriría obviamente en
incongruencia.

Esta prohibición tiene como excepción la de aquellas cuestiones de fondo o procesales que
el tribunal del recurso deba resolver de oficio (art. 227.2, párrafo segundo; art. 240.2 LOPJ).

9
Pero no es una excepción que, a consecuencia de haber recurrido también la parte contraria,
se estime el recurso de ésta y con ello empeore la posición del otro recurrente (art. 465.4). El
recurso de la contraparte hace que esa resolución sea congruente.

5.3. EFECTO SUSPENSIVO

Es nota esencial de los recursos afectar a la estabilidad de la resolución impugnada, pero, en


cambio, es contingente que esta resolución desarrolle o no, durante la pendencia del recurso,
los efectos jurídicos que le son propios. El legislador puede optar entre suspender estos
efectos, a la espera de lo que se resuelva en definitiva, o permitir que se desarrollen
inmediatamente, aunque su consolidación dependerá de la resolución del recurso.

La regulación de este denominado efecto suspensivo está muy diversificada en nuestro


Derecho y no es conveniente exponerla ahora, sino al tratar de cada recurso.

En todo caso, sí que hay que advertir que el efecto suspensivo no puede concebirse solamente
como suspensión de la ejecución de la resolución, porque ésta no siempre tiene eficacia
ejecutiva propiamente dicha. Hay que entenderlo también referido a los efectos no ejecutivos
de las resoluciones. El efecto suspensivo puede consistir, también, en la suspensión del
procedimiento (de los efectos procedimentales de la resolución) en la medida en que su
continuación dependa de los efectos de la resolución impugnada, en la suspensión de la
finalización de la litispendencia –si se trata de resolución final del proceso– o en la
suspensión de los efectos declarativos o constitutivos de la sentencia –si atendido el objeto
del proceso tuviera esos efectos la estimación de la pretensión–.

6. EL RECURSO DE REPOSICIÓN
6.1. CONCEPTO

Es un recurso ordinario contra ciertas resoluciones de dirección procesal, que se interpone


ante el mismo tribunal que dictó la resolución impugnada y se resuelve por el mismo.

Puede considerarse poco útil, porque es improbable que el tribunal rectifique sus propias
resoluciones. No obstante, si se trata de resoluciones de importancia menor y que, por la
carga de trabajo, han podido ser dictadas con menor atención, esta posibilidad de
reconsideración contribuye realmente a reducir errores, sin llegar a recursos más complejos.

6.2. RESOLUCIONES IMPUGNABLES

Como regla general, son recurribles todas las providencias y los autos no definitivos –es
decir, aquellos que no ponen fin al procedimiento– (art. 451.2).

A pesar de ser resoluciones de la clase mencionada no son recurribles en reposición:

10
1. El auto que desestima un incidente de previo pronunciamiento (art. 393.5 LEC),
porque la cuestión ha sido suficientemente debatida en el incidente

2. El auto que acuerda la suspensión del proceso por prejudicialidad (arts. 41.2, 43,
párrafo segundo LEC), por ser directamente recurrible en apelación.

3. Las providencias que acuerdan tener por interpuestos los recursos de apelación,
extraordinario por infracción procesal y de casación (arts. 458.3, párrafo tercero, 470.2,
párrafo tercero y 479.2, párrafo tercero LEC), porque el defecto puede hacerse valer al
oponerse al recurso admitido.

6.3. EFECTOS DEL RECURSO

Aunque la reposición no produce efecto devolutivo, sí que abre un procedimiento con


alegaciones y nueva resolución del mismo tribunal que dictó la resolución impugnada. No
produce efecto suspensivo (art. 451.3).

6.4. PROCEDIMIENTO Y RESOLUCIÓN

La regla general es la tramitación escrita y por medios electrónicos del procedimiento,


compuesto por los actos siguientes:

1) Interposición en el plazo de cinco días, mediante escrito firmado por abogado y procurador
–si su intervención es preceptiva en el proceso–, en el que se formulen las alegaciones
adecuadas (sin limitación) para fundar la petición de reforma o anulación de la resolución y
en el que se exprese la infracción que hubiera producido la resolución impugnada. El
incumplimiento de los requisitos de plazo y de expresión de la infracción (art. 452) y de
postulación, da lugar a la inadmisión de oficio. La falta de constitución de depósito para
recurrir determina la inadmisión, de acuerdo con la disp. adic. 15a LOPJ.

2) Traslado a las partes no recurrentes, que pueden oponerse al recurso (pero no impugnar en
este momento la resolución, aunque también les hubiera causado gravamen) mediante escrito
a presentar en el plazo de cinco días común para todas ellas (art. 453).

3) No hay con posterioridad más trámites (art. 453.2), es decir, ni actividad probatoria o de
acreditamiento, ni conclusiones.

4) Resolución, mediante auto, del juez o la Sección o Sala (art. 453.2), que debe ser
congruente con las peticiones del recurrente.

Contra el auto que resuelve la reposición no cabe ningún recurso (art. 454), ni siquiera el de
queja (véase art. 495), aunque en algún supuesto excepcional el auto es recurrible en
apelación (arts. 41. 1 y 2 y 43, párrafo segundo).

11
Ahora bien, sobre la cuestión resuelta por la reposición no se produce cosa juzgada formal,
sino que la cuestión puede ser replanteada en el recurso contra la sentencia u otra resolución
final (art. 454), a condición de que este recurso permita articular la cuestión procesal como
causa de impugnación –no lo permite, p. ej., la casación– u ofrezca posibilidades para
corregir el error denunciado por la reposición –p. ej., la apelación da una nueva oportunidad
de practicar prueba indebidamente denegada o no practicada–. En todo caso, la parte solo
interpondrá ese recurso si, al dictarse la sentencia, conserva el interés en recurrir –p. ej., no
existirá ese interés, ni gravamen, si, aunque la parte recurrió en reposición por inadmisión de
prueba, la sentencia final le ha sido favorable–.

Un procedimiento oral de tramitación de la reposición está previsto para algunas resoluciones


que se dictan en el contexto de actos de juicio o vista y que mencionamos antes, al tratar de
las resoluciones recurribles. El recurso se formula oralmente, inmediatamente después de
conocer la resolución judicial –que se ha expresado del mismo modo–, los no recurrentes
puede alegar oralmente y el tribunal resuelve, también de viva voz; la parte gravada por esta
resolución tiene la carga de formular protesta y puede, según los casos, tener derecho a
posteriores recursos.

1) Protesta: La parte gravada por esta resolución tiene la carga de formular protesta.
2) A continuación se formula el recurso oralmente.
3) Los no recurrentes pueden alegar oralmente
4) El tribunal resuelve también de viva voz.
5) El recurso se formula oralmente, inmediatamente después de conocer la resolución
judicial.

7. MEDIOS DE IMPUGNACIÓN CONTRA RESOLUCIONES DEL


LETRADO DE LA ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA
7.1. CONSIDERACIONES GENERALES

La ampliación de las potestades de resolución del LAJ ha hecho necesaria la regulación de


la impugnación de sus resoluciones.

Además, sin perjuicio de estos medios de impugnación, el titular del tribunal tiene potestad
para controlar de oficio si el LAJ ha ejercido su potestad de resolver en los supuestos que la
ley se la atribuye. Si el resultado del control es negativo, debe declarar de oficio la nulidad
de la resolución y de los actos y efectos que traigan causa de ella (arts. 225.6a, 227.3 y 230).
Este control opera tanto si no ha sido interpuesta una impugnación, como si lo ha sido, pero
la parte no ha hecho valer la falta de potestad de resolución del LAJ.

12
7.2. RECURSO DE REPOSICIÓN

Este recurso es admisible contra determinadas resoluciones del LAJ y se interpone ante - y
resuelve por- el mismo LAJ que dictó la resolución impugnada. Su régimen jurídico es el
mismo que el de la reposición contra resoluciones judiciales (arts. 451-454), aunque con
normas especiales sobre las resoluciones impugnables (diligencias de ordenación y decretos
no definitivos) y sobre los efectos de la resolución, que, de una u otra forma, siempre es
impugnable ante el tribunal (art. 454 bis .1; STC, Pleno, 17 mayo 2016).

7.3. RECURSO DE REVISIÓN

La LOPJ y la LECiv denominan recurso de revisión al medio de impugnación que posibilita


someter al titular del tribunal una resolución del LAJ, para que la declare nula, la anule o la
reforme. La denominación es absolutamente inapropiada porque induce a confusión con el
medio de impugnación de los arts. 509 y siguientes, que no se parece en nada a éste.

Son impugnables las resoluciones que la ley expresamente establezca, bien sea previa
reposición, bien sea de manera directa (arts. 452.2, 454 bis. 1, párrafo tercero). En todo caso
lo son los decretos del LAJ que pongan fin al proceso o impidan su continuación (art. 454
bis. 1, párrafo segundo). Y también los que, de cualquier otro modo, afecten a los derechos
fundamentales procesales.

La competencia para resolver la impugnación es una competencia funcional: corresponde al


tribunal que está conociendo del proceso en la instancia o recurso en cuya tramitación ha sido
dictado el decreto impugnable.

El procedimiento del recurso de revisión –incluido el plazo de interposición y su eficacia no


suspensiva de los efectos de la resolución impugnada– es similar al del recurso de reposición
(art. 454 bis .2).

Se resuelve mediante auto, contra el que en algunos supuestos cabe recurso de apelación (art.
454 bis .3).

13

You might also like