Professional Documents
Culture Documents
, agosto 2017
Libro I. El proceso de declaración Título VII. Los recursos
Principalmente esa resolución será judicial, en el sentido de haber sido dictada por el titular
del tribunal, pero puede serlo también del LAJ, si la ley le atribuye potestad de dictarlas.
Quedan fuera de este concepto porque no son actos de parte, los actos de los tribunales
mediante los que ejercitan su potestad de oficio de declarar nulos actos procesales por ciertas
causas (p. ej., art. 48; art. 240.2 LOPJ).
Art. 739 LEC: En los casos en que la medida cautelar se hubiera adoptado sin previa
audiencia del demandado, podrá éste formular oposición en el plazo de veinte días,
contados desde la notificación del auto que acuerda las medidas cautelares.
1
c) Los medios de impugnación contra resoluciones del LAJ (arts. 451 y 454 bis), que han
acrecentado su importancia al aumentar la potestad resolutoria del LAJ sobre cuestiones
procesales. Se diferencian radicalmente de los recursos contra resoluciones judiciales.
d) Por fin, los recursos (Recurso de Apelación, Recurso Extraordinario por infracción procesal,
Recurso de Casación) –a los que se dedica parte de este capítulo y los tres siguientes– son
medios de impugnación dirigidos a producir una nueva cognición de cuestiones ya resueltas
mediante resoluciones que no son firmes y que se han dictado con las ordinarias posibilidades
de audiencia previa de las partes. Se diferencian de las modalidades anteriores por la falta de
firmeza, porque su objeto son resoluciones judiciales y porque no buscan compensar falta de
contradicción previa, sino mejorar la calidad de la resolución, mediante un nuevo examen de
la cuestión resuelta.
2) Al mismo tiempo que la razón anterior –en caso contrario el nuevo examen debería ser
instaurado de oficio–, mitigar la insatisfacción subjetiva de la parte que se ha visto
perjudicada por la resolución judicial.
2. CLASES DE RECURSOS
De los medios de impugnación en sentido estricto (o recursos) existentes en nuestro proceso
civil, pueden hacerse dos clasificaciones importantes.
Los recursos no devolutivos, a los que parte de la doctrina –pero no la ley– denomina también
remedios, se caracterizan porque la competencia para conocer de ellos y resolverlos
2
corresponde al mismo tribunal que ha dictado la resolución impugnada. Pertenece a esta clase
la reposición contra resoluciones del tribunal (arts. 451 a 454 LEC).
Los recursos devolutivos se caracterizan por estar atribuida la competencia para conocer de
ellos y resolverlos al tribunal superior en grado del que dictó la resolución impugnada. Son
de esta clase la apelación, el recurso extraordinario por infracción procesal, la casación y la
queja.
No debe inducir a confusión que algunos de estos recursos se interpongan ante el mismo
tribunal que dictó la resolución impugnada (solo la queja se interpone directamente ante el
tribunal superior: art. 495), lo decisivo es la atribución de competencia para resolver el
recurso.
Recursos extraordinarios: son aquellos cuya admisión depende de que se interpongan con
alegación de unos motivos de impugnación determinados por la ley. Es el caso del recurso
extraordinario por infracción procesal (art. 469) y del recurso de casación (art. 477). Los
poderes del tribunal de estos recursos están doblemente limitados: primero, por la ley;
después por los concretos motivos articulados por el recurrente.
1. El recurso extraordinario por infracción procesal sólo podrá fundarse en los siguientes
motivos:
3.º Infracción de las normas legales que rigen los actos y garantías del proceso
cuando la infracción determinare la nulidad conforme a la ley o hubiere podido producir
indefensión.
3
Recurso de casación à Art. 477 LEC:
2. Serán recurribles en casación las sentencias dictadas en segunda instancia por las
Audiencias Provinciales, en los siguientes casos:
3.º Cuando la cuantía del proceso no excediere de 600.000 euros o este se haya
tramitado por razón de la materia, siempre que, en ambos casos, la resolución del recurso
presente interés casacional.
3. EL DERECHO DE IMPUGNACIÓN
La cuestión de mayor interés sobre el derecho a impugnar resoluciones judiciales es la de si
forma parte del contenido esencial del derecho a la tutela judicial efectiva, reconocido en el
art. 24.1 CE, y, consiguientemente, si es admisible el amparo constitucional fundado en la
violación de aquel derecho.
La ya amplia jurisprudencia del TC sobre esta cuestión permite sentar las siguientes
conclusiones:
1ª) En primer término, ni el art. 24 CE, ni el contenido esencial del derecho a la tutela judicial
efectiva, imponen al legislador el establecimiento de recursos en el proceso civil.
2ª) En segundo lugar, la doctrina constitucional que se ha consolidado es la de que solo hay
vulneración del derecho de acceso al recurso, como manifestación del derecho fundamental
a la tutela judicial efectiva, cuando las resoluciones judiciales de inadmisión incurran en
irrazonabilidad, error patente o arbitrariedad (STC 37/1995, de 7 de febrero (RTC 1995, 37);
STC 265/2005, de 24 de octubre (RTC 2005, 265)).
4
cuyo control procede de oficio en la generalidad de los casos (véanse, p. ej., los arts. 449,
452, 457.3, 470 y 479).
Vamos a considerar ahora estos requisitos con carácter general y no según el régimen jurídico
propio de cada recurso en particular.
La posibilidad procesal de recurrir corresponde, en principio y sin duda, a quienes son parte
en el proceso por ser demandantes o demandados en él. No es necesario que las partes estén
personadas al dictarse la resolución impugnada, sino que pueden personarse posteriormente
y recurrir dentro del plazo (p. ej., art. 500 LEC: Rescisión de sentencias dictadas en rebeldía).
Las partes deben tener integrada la capacidad de postulación en el modo que se exija para la
interposición de cada recurso. La jurisprudencia del TC se inclina por la subsanabilidad de
los defectos de postulación en los recursos.
4.3. EL GRAVAMEN
Además de que el recurrente tenga la condición de parte es necesario que haya sufrido
gravamen por la resolución recurrida (art. 448.1: «contra las resoluciones judiciales que les
afecten desfavorablemente (la cursiva es mía), las partes podrán interponer los recursos
previstos en la ley»).
5
El gravamen es cualquier diferencia en perjuicio entre lo que una parte ha pretendido y lo
que la resolución ha concedido o entre lo que una parte ha admitido o reconocido y lo que la
resolución ha decidido.
Los supuestos del gravamen pueden ser muy diversos en la realidad, pero, en general, puede
decirse:
2º) Hay gravamen aunque la diferencia solo afecte a cuestiones accesorias, como las costas
procesales.
3º) En los supuestos de acumulación eventual, tanto de pretensiones como de defensas, hay
gravamen aunque haya estimación, pero ésta no se refiera a las pretensiones y defensas a las
que la parte ha dado prioridad.
La admisión del recurso depende también de que la resolución contra la que se dirige sea
impugnable y lo sea precisamente mediante el recurso que se trate de interponer.
Cuáles son las resoluciones recurribles lo determina la ley, con cláusulas amplias (p. ej., art.
455.1) o con cláusulas estrictas (p. ej., art. 477.2).
RECURSO APELACIÓN à Artículo 455.1 LEC: Las sentencias dictadas en toda clase
de juicio, los autos definitivos y aquéllos otros que la ley expresamente señale, serán
apelables, con excepción de las sentencias dictadas en los juicios verbales por razón de la
cuantía cuando ésta no supere los 3.000 euros.
Serán recurribles en casación las sentencias dictadas en segunda instancia por las
Audiencias Provinciales, en los siguientes casos:
3.º Cuando la cuantía del proceso no excediere de 600.000 euros o este se haya
tramitado por razón de la materia, siempre que, en ambos casos, la resolución del recurso
presente interés casacional”
6
4.5. PLAZO DE INTERPOSICIÓN
4.6. FORMA
Por regla general, el acto de interposición del recurso debe ser escrito y, en algún caso, la ley
da especiales indicaciones sobre su contenido (p. ej., arts. 452, 458.2, 470, 471, 481). En este
último aspecto lo único que en todo recurso es esencial es la identificación de la resolución
recurrida, variando el resto del posible contenido según cada clase de recurso. Como
excepción, algunos recursos pueden interponerse oralmente y tramitarse del mismo modo (p.
ej., arts. 285 y 287.2).
Si las partes actúan representadas por procurador y asistidas por abogado, el acto de
interposición y los restantes actos de tramitación «escrita» del recurso deben realizarse por
medios electrónicos (arts. 135, 162, 273, disp. adic. 1a Ley 42/2015). Lo mismo deberá
hacerse si, por razón distinta a la postulación profesional, las partes tienen el deber legal de
utilizar esos medios o han manifestado su opción por hacerlo. Para que todo eso sea así es
condición de hecho ineludible que existan y funcionen los medios técnicos necesarios y
oficialmente utilizables para esta forma de actuación.
La LO 1/2009, de 3 de noviembre, ha introducido en la LOPJ una disp. adic. 15ª que restaura,
con más amplio ámbito de aplicación, un requisito formal que estuvo previsto para los
7
recursos extraordinarios y, hasta la ley mencionada, solo regía en el juicio de revisión: el
depósito para recurrir.
El requisito consiste en el ingreso de una suma de dinero (de cuantía diferente según la clase
de recurso) en la cuenta de depósitos y consignaciones judiciales. Hay que cumplirlo al
interponer el recurso, aunque es subsanable tanto la falta de acreditación del cumplimiento,
cuanto el incumplimiento. La cantidad será restituida si el recurso es total o parcialmente
estimado, pero el recurrente la perderá en caso contrario.
Subjetivamente, deben cumplirlo todas las partes procesales, salvo el MF, Estado,
Comunidades Autónomas, corporaciones locales, organismos autónomos dependientes de las
administraciones mencionadas, y las partes que tengan reconocido el derecho a asistencia
jurídica gratuita (art. 6.5 LAJG).
4. En los procesos en que se pretenda la condena al pago de las cantidades debidas por un
propietario a la comunidad de vecinos, no se admitirá al condenado el recurso de
apelación, extraordinario por infracción procesal o casación si, al interponerlos, no
acredita tener satisfecha o consignada la cantidad líquida a que se contrae la sentencia
condenatoria. La consignación de la cantidad no impedirá, en su caso, la ejecución
provisional de la resolución dictada.
8
5. EFECTOS DE LOS RECURSOS; EN ESPECIAL, LA PROHIBICIÓN
DE LA «REFORMATIO IN PEIUS»
5.1. OBSTÁCULO A LA FIRMEZA DE LA RESOLUCIÓN
Efecto esencial y constante de todo recurso es el de impedir que la resolución sujeta al mismo
produzca cosa juzgada formal, adquiera firmeza; es decir, pase a ser una resolución inmutable
en el proceso en que ha sido dictada (art. 207.2, 3 y 4).
Correlativamente con el efecto anterior, todo recurso crea una expectativa de reforma o de
anulación de la resolución impugnada y abre una nueva posibilidad de conocimiento y
decisión sobre lo ya resuelto, sea por el mismo tribunal que dictó la resolución recurrida –
que, desde la firma, perdió la potestad de modificarla (art. 267.1 LOPJ)–, sea por otro tribunal
superior en grado.
En los recursos extraordinarios un primer límite viene dado por los motivos legales del
recurso. Pero dentro de estos motivos y, en todo caso, cuando no existe limitación de los
mismos, es el recurrente quien, con sus peticiones de reforma o de anulación de la resolución,
pone los límites a la potestad del tribunal competente para resolver el recurso. Es una
manifestación más del principio dispositivo que informa al proceso civil.
Esta prohibición tiene como excepción la de aquellas cuestiones de fondo o procesales que
el tribunal del recurso deba resolver de oficio (art. 227.2, párrafo segundo; art. 240.2 LOPJ).
9
Pero no es una excepción que, a consecuencia de haber recurrido también la parte contraria,
se estime el recurso de ésta y con ello empeore la posición del otro recurrente (art. 465.4). El
recurso de la contraparte hace que esa resolución sea congruente.
En todo caso, sí que hay que advertir que el efecto suspensivo no puede concebirse solamente
como suspensión de la ejecución de la resolución, porque ésta no siempre tiene eficacia
ejecutiva propiamente dicha. Hay que entenderlo también referido a los efectos no ejecutivos
de las resoluciones. El efecto suspensivo puede consistir, también, en la suspensión del
procedimiento (de los efectos procedimentales de la resolución) en la medida en que su
continuación dependa de los efectos de la resolución impugnada, en la suspensión de la
finalización de la litispendencia –si se trata de resolución final del proceso– o en la
suspensión de los efectos declarativos o constitutivos de la sentencia –si atendido el objeto
del proceso tuviera esos efectos la estimación de la pretensión–.
6. EL RECURSO DE REPOSICIÓN
6.1. CONCEPTO
Puede considerarse poco útil, porque es improbable que el tribunal rectifique sus propias
resoluciones. No obstante, si se trata de resoluciones de importancia menor y que, por la
carga de trabajo, han podido ser dictadas con menor atención, esta posibilidad de
reconsideración contribuye realmente a reducir errores, sin llegar a recursos más complejos.
Como regla general, son recurribles todas las providencias y los autos no definitivos –es
decir, aquellos que no ponen fin al procedimiento– (art. 451.2).
10
1. El auto que desestima un incidente de previo pronunciamiento (art. 393.5 LEC),
porque la cuestión ha sido suficientemente debatida en el incidente
2. El auto que acuerda la suspensión del proceso por prejudicialidad (arts. 41.2, 43,
párrafo segundo LEC), por ser directamente recurrible en apelación.
3. Las providencias que acuerdan tener por interpuestos los recursos de apelación,
extraordinario por infracción procesal y de casación (arts. 458.3, párrafo tercero, 470.2,
párrafo tercero y 479.2, párrafo tercero LEC), porque el defecto puede hacerse valer al
oponerse al recurso admitido.
1) Interposición en el plazo de cinco días, mediante escrito firmado por abogado y procurador
–si su intervención es preceptiva en el proceso–, en el que se formulen las alegaciones
adecuadas (sin limitación) para fundar la petición de reforma o anulación de la resolución y
en el que se exprese la infracción que hubiera producido la resolución impugnada. El
incumplimiento de los requisitos de plazo y de expresión de la infracción (art. 452) y de
postulación, da lugar a la inadmisión de oficio. La falta de constitución de depósito para
recurrir determina la inadmisión, de acuerdo con la disp. adic. 15a LOPJ.
2) Traslado a las partes no recurrentes, que pueden oponerse al recurso (pero no impugnar en
este momento la resolución, aunque también les hubiera causado gravamen) mediante escrito
a presentar en el plazo de cinco días común para todas ellas (art. 453).
3) No hay con posterioridad más trámites (art. 453.2), es decir, ni actividad probatoria o de
acreditamiento, ni conclusiones.
4) Resolución, mediante auto, del juez o la Sección o Sala (art. 453.2), que debe ser
congruente con las peticiones del recurrente.
Contra el auto que resuelve la reposición no cabe ningún recurso (art. 454), ni siquiera el de
queja (véase art. 495), aunque en algún supuesto excepcional el auto es recurrible en
apelación (arts. 41. 1 y 2 y 43, párrafo segundo).
11
Ahora bien, sobre la cuestión resuelta por la reposición no se produce cosa juzgada formal,
sino que la cuestión puede ser replanteada en el recurso contra la sentencia u otra resolución
final (art. 454), a condición de que este recurso permita articular la cuestión procesal como
causa de impugnación –no lo permite, p. ej., la casación– u ofrezca posibilidades para
corregir el error denunciado por la reposición –p. ej., la apelación da una nueva oportunidad
de practicar prueba indebidamente denegada o no practicada–. En todo caso, la parte solo
interpondrá ese recurso si, al dictarse la sentencia, conserva el interés en recurrir –p. ej., no
existirá ese interés, ni gravamen, si, aunque la parte recurrió en reposición por inadmisión de
prueba, la sentencia final le ha sido favorable–.
1) Protesta: La parte gravada por esta resolución tiene la carga de formular protesta.
2) A continuación se formula el recurso oralmente.
3) Los no recurrentes pueden alegar oralmente
4) El tribunal resuelve también de viva voz.
5) El recurso se formula oralmente, inmediatamente después de conocer la resolución
judicial.
Además, sin perjuicio de estos medios de impugnación, el titular del tribunal tiene potestad
para controlar de oficio si el LAJ ha ejercido su potestad de resolver en los supuestos que la
ley se la atribuye. Si el resultado del control es negativo, debe declarar de oficio la nulidad
de la resolución y de los actos y efectos que traigan causa de ella (arts. 225.6a, 227.3 y 230).
Este control opera tanto si no ha sido interpuesta una impugnación, como si lo ha sido, pero
la parte no ha hecho valer la falta de potestad de resolución del LAJ.
12
7.2. RECURSO DE REPOSICIÓN
Este recurso es admisible contra determinadas resoluciones del LAJ y se interpone ante - y
resuelve por- el mismo LAJ que dictó la resolución impugnada. Su régimen jurídico es el
mismo que el de la reposición contra resoluciones judiciales (arts. 451-454), aunque con
normas especiales sobre las resoluciones impugnables (diligencias de ordenación y decretos
no definitivos) y sobre los efectos de la resolución, que, de una u otra forma, siempre es
impugnable ante el tribunal (art. 454 bis .1; STC, Pleno, 17 mayo 2016).
Son impugnables las resoluciones que la ley expresamente establezca, bien sea previa
reposición, bien sea de manera directa (arts. 452.2, 454 bis. 1, párrafo tercero). En todo caso
lo son los decretos del LAJ que pongan fin al proceso o impidan su continuación (art. 454
bis. 1, párrafo segundo). Y también los que, de cualquier otro modo, afecten a los derechos
fundamentales procesales.
Se resuelve mediante auto, contra el que en algunos supuestos cabe recurso de apelación (art.
454 bis .3).
13