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Monografía – Historia del Ecuador Republicano

Juan José Castro

00131843

11/05/2017

Profesor: Carlos Freile

La Cédula Real de 1802: Antecedentes, Análisis y Consecuencias

Durante el presente trabajo, se pretende desmembrar los hechos que suscitaron a

la Cédula Real del 15 de julio 1802 que suponía entregar la soberanía sobre la región de

Mainas al Virreinato del Perú. Esta declaración ha tenido varios estudios y ha sido un

acontecimiento de carácter polémico en la historia limítrofe del Ecuador. La polémica

yace sobre las razones y el carácter del documento, pues este documento sería

originalmente militar y eclesiástico, mas no de carácter administrativo. Finalmente, este

evento afectaría más tarde al Ecuador durante el gobierno del general Francisco Robles

en su afán por acabar con la deuda externa ecuatoriana.

En primera instancia, hay que reconocer los allegados e involucrados a la Cédula

Real de 1802. El principal interesado en destinar la soberanía de Mainas al Virreinato

peruano, fue el ingeniero y coronel español Francisco Requena. Este había sido nombrado

gobernador de Mainas, debido a su “vasta experiencia”, así como también el Cuarto


Comisario de la división de los límites del Virreinato. Este había dedicado 10 años a una

expedición que tuvo el fin de delimitar la zona (esta sería de interés para la corona

española por motivos de comercio y de conflictos entre España y Portugal) que luego

sería principal clausula para la cédula en 1802. Esta expedición se realizó desde 1780

hasta 1790 y delimitaría el territorio de Mainas. Cabe mencionar que existieron informes

de los cuales Porras redacta que “cuando se exponía en Quito sobre la ruinosa constitución

de Mainas y de los crecidos gastos que había demandado la expedición de límites, se

señala que llegó hasta tal punto que esta había enriquecido a Requena con más de 200000

mil pesos” (Porras, 1987, p.79). Es por esta razón, que los límites de la zona, a más de

tener motivos por la frágil relación entre las dos coronas (española y portuguesa) tendría

también motivos de carácter económicos y personales por parte del encargado de la

misión, el mismo que resultaba ser Comisario de Límites, gobernante de Mainas y,

además, allegado al presidente de la Audiencia de Quito quien velaba por los intereses de

la corona, el ingeniero y coronel, Francisco Requena.

Con respecto a la situación religiosa de la región, esta pertenecía al Obispado de

Cuenca por la Cédula Real del 13 de junio de 1776 por razones administrativas, mas cabe

recalcar que no existió ningún interés que no fuera el de facilitar las movilizaciones del

Obispo y las tropas hacia la zona de Mainas.

Ahora, una vez expuestos muy resumidamente los precedentes al decreto de la

Cédula Real de 1802, se analizará en qué consistía este documento, sus problemas y

finalmente sus consecuencias. Según Julio Tobar y Alfredo Luna, este documento, está

principalmente basado en los informes de Requena emitidos en 1799. Dentro de estos


informes, se presentan una serie de razones para que se le otorgue el gobierno y

Comandancia general de Mainas al Virreinato de Lima. Este decreto extendería el

territorio del Virreinato no solo por el río Marañón abajo (actual río Amazonas) sino

también por todos los ríos “navegables” que desembocan en este. (Tobar, Luna, 1994,

p.28). A este decreto también se incluían los pueblos aledaños a los ríos que sean de

fácil acceso y a pocos días de camino. De esta manera, este territorio, cabe recalcar muy

extenso en relación al actual tamaño del Ecuador, pasaría a formar parte como una

unidad dependiente del Virreinato del Perú dejando así de ser parte de la jurisdicción de

la Audiencia de Quito. Estas jurisdicciones, según propone Requena, serían netamente

la eclesiástica y militar. Esto significaba que los pueblos propuestos por Requena,

pertenecientes a la región de Mainas, serían ahora agregadas al nuevo Obispado.

Según Requena, este decreto ayudaría al desarrollo de la región. Sin embargo,

Porras sustenta que “Requena veía preciso que se incorporen estas zonas, tanto por la

permanencia de su cargo como por el mantenimiento de su poder en el distrito” (Porras,

1987, p. 115). Nuevamente, se evidencia un interés personal tras la Cédula Real de 1802

por parte de su gobernador Requena. Ahora, la razón de que se agregue a este decreto

un carácter eclesiástico es nuevamente un motivo estratégico con el fin de tener un

mayor control sobre el territorio, ¿de qué forma? evangelizando a las tribus cercanas

para que estas dejen de ser una amenaza para las tropas de Requena en su misión de

defender las tierras para así sacar el mayor provecho de carácter económico por el “alto

comercio de la zona”, como lo establecía Requena. Esto le convenía al Virreinato del

Perú, pues sacaría provecho territorial, económico y político de este decreto.


Ahora, una vez planteado el decreto de la Cédula Real de 1802 con sus

antecedentes y a lo que con este se lograría, se presentará el problema surgido con

respecto a la cláusula. Primero, la fijación de territorios. Si bien en los informes se

señalaron criterios, no se establecieron límites territoriales. ¿El problema? Fijar los

límites territoriales sería un problema debido al escaso conocimiento geográfico de toda

la región que se incluiría en la Cédula Real (no solo Mainas sino todo el territorio

incluido en los informes de Requena). Este problema abarcaría a su vez otros como la

navegabilidad. En sus informes, Requena señala que las delimitaciones estarían dadas

por los ríos “hasta donde estos fueran navegables” pero esto no puede servir como base

de delimitación, señalan Tobar y Luna (1994, p. 36). Pues los ríos son un medio

demasiado irregular como para que sirva como delimitante, más aún una delimitación

tan poco específica como la señalada en el informe de Requena. Estos problemas

afectarían de manera directa la posesión territorial del Virreinato del Perú sobre el

territorio actualmente ecuatoriano.

Como último problema con respecto a la Cédula Real de 1802, la manera en que

esta concluye no es la que se esperaría tras el poder que tenían tanto el Virreinato del

Perú como el Virreinato de Santa Fe, tras su influencia directa por la corona española,

sobre la Audiencia de Quito. El problema principal, mencionado antes, era el tema

limítrofe. En consecuencia, no se logró constituir una nueva provincia que esté

delimitada y diferenciada correctamente de las demás. Por esta razón, no se logró

atribuir el territorio descrito en el informe de Requena al Virreinato de Lima, por lo que

este seguiría siendo parte de la Audiencia de Quito. De esta manera, el territorio no se

desmembraría del distrito de Quito, pues sería la falta de límites lo que le restringiría al

informe de Requena el delimitar a la Audiencia de Quito territorialmente, pues logró


hacerlo con sus fines eclesiásticos y militares. Así, la misión eclesiástica encargada del

nuevo territorio bajo la jurisdicción del Virreinato del Perú sería la de Ocopa, bajo la

separación de las diócesis. Sin embargo, años después en 1811, el gobernador de Quijos

(territorio que formó parte del informe de Requena) desconocería autoridades reales,

proclamando así, al igual que en Quito, la independencia. De esta manera, este territorio

formaría parte de la Junta Suprema que había sido creada en Quito, mas no se eliminaría

lo ya establecido con referente a la jurisdicción eclesiástica y militar; esta sería

eliminada tras la independencia y quedaría en la historia como la Erección del obispado

de Mainas.

Finalmente, a esta resolución se regresaría años más tarde, ya en tiempos de la

república

Polémica: pg 38, nombre: erección del obispado de Mainas

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