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Revista Comunicación.

Volumen 12, año 24, números 1 y 2, enero-diciembre 2003 13

Métodos de lectura en
El Nombre de la Rosa

Pablo Hernández Hernández


plajota@racsa.co.cr

“Pensándolo bien, no eran muchas las razones que podían persuadirme


de entregar a la imprenta mi versión italiana de una oscura versión neogótica
francesa de una edición latina del siglo XVII de una obra escrita en latín por
un monje alemán de finales del XIV”

El nombre de la rosa. Umberto Eco

Resumen
En el presente artículo se analizan e interpretan las diferentes estrategias de lectura descritas en la novela del intelectual
italiano Umberto Eco titulada El nombre de la rosa. Dichas estrategias son tomadas en nuestro estudio tanto en cuanto
posibles explicaciones de la relación entre el ser humano y la realidad, como en cuanto complejos procesos epistemológicos.
Tras dicha descripción y análisis se puede concluir una vigencia palpable de la discusión de las posibilidades que la novela
describe en aspectos semióticos y cognoscitivos, desde el ciego pensamiento dogmático hasta el sacrificial pensamiento
crítico.
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El nombre de la rosa es una novela de voz, dirá el filósofo Guillermo de simbólico-alegórica del universo, este
de Umberto Eco. Pero ¿cuál es el nom- Occam, será todas las rosas y ningu- es el rasgo, por antonomasia, de los
bre del libro? El nombre del libro es el na, todas las rosas pasadas, presentes medievales, algo que, en lenguaje
nombre de la rosa. Y entonces ¿cual y futuras, y también ninguna de ellas. semiótico sería lo mismo que afirmar
es el nombre de la rosa? De todos Esto es lo que le aplico a este libro que los medievales hacen del mundo
modos no es una novela de Umberto cuyo autor parece ser Umberto Eco: un inmenso acto de palabra.
Eco, sino la adaptación al italiano El nombre de la rosa no es esta inter-
Al parecer esta tesis se puede ras-
que Eco hace de un texto de Dom J. pretación, ni este sentido, es todas las
trear desde tiempos del mismo San
Mabillon. Pero tampoco es un texto lecturas que de él se han hecho, todas
Pablo, cuando dice que “ahora mira-
de Mabillon puesto que éste último las que se hacen y todas las que se
mos por medio de un espejo en
no hace más que traducir un manus- harán, y ninguna de ellas.
una palabra oscura pero entonces
crito del Abate Vallet. Este abate pare-
Tenemos entre manos, por consi- estaremos cara a cara”, y en un tono
ce haberle impreso al texto algunos
guiente, un libro con una intención, menos beligerante y más estratégico-
adornos estilísticos de su propio puño
un libro cuyo principal objetivo es político se puede ver en la tradición
pero no hace más que basarse en otro
desorientar. Digo que su intención criptográfica, obligada a la traducción
manuscrito, el de Dom Adso de Melk,
es desorientadora porque lo que nos simbólica de los principios de la fe
que nos confiesa: “tengo casi la impre-
intenta infundir es extrañeza e inquie- dada la amenaza de persecución.
sión de que lo que he escrito en estos
tud, un gran desorden de todas nues- También se puede localizar en las
folios y que ahora tú, lector descono-
tras facultades, diría Rimbaud, un reto tesis hermenéuticas de los patrísticos,
cido, leerás, no es más que un cen-
a nuestra inteligencia, una serie de sobre todo en Orígenes y Clemente
tón, un carmen figurado, un inmenso
intentos de nuestra imaginación por de Alejandría. Lo cierto es que duran-
acróstico que no dice ni repite otra
apresar algún contenido firme, que te la Edad Media, dicha marca, llega
cosa que lo que aquellos fragmentos
sin embargo siempre termina salién- a constituirse en una base estética
me han sugerido, como tampoco sé
dose de nuestras manos. En fin, una de comprensión del mundo práctica-
ya si el que ha hablado hasta ahora he
novela policíaca y semiótica, históri- mente universal: son incontables las
sido yo, o en cambio, han sido ellos
ca y mágica. Estos rasgos que aquí le referencias en este período a una con-
los que han hablado por mi boca...
adjudico a este texto no son tampoco, cepción del mundo de las cosas como
es muy duro para este viejo monje, ya
originales. El semiólogo Roland Bart- manifestación de Dios, de la naturale-
en el umbral de la muerte, no saber si
hes expresa que la lectura es un ejer- za como heraldo, signo mensajero de
la letra que ha escrito contiene o no
cicio de descomposición del cuerpo, una verdad superior, llegando hasta
algún sentido oculto, ni si contiene
y Eco dice, parafraseando a la vez al tesis epistemológicas tan serias como
más de uno, o muchos, o ninguno.”
pseudo Dionisio Areopagita, que la las del citado Guillermo de Occam.
Pues bien, la pregunta que nos alegoría es el arte de la elaboración En resumen, se puede decir que la
hacemos frente a tal, aparente, con- y construcción de sobre sentidos, que Edad Media presenta como rasgo rele-
fusión, es ¿qué estamos leyendo? Y si por su extrañeza encantan y que por vante, en la temática estética, la idea
además, llegamos al final del libro, su encanto llaman al delicioso ejerci- de que la cosa no es lo que parece,
que había comenzado como citamos, cio de la interpretación. Eso será ese sino que es signo de otra cosa.
el lector descuidado puede hasta frus- libro en este trabajo, una estructura
Es gracias a lo anterior que nos topa-
trarse cuando lee tras muchas horas, simbólico que encierra una concep-
mos con una evidencia. La ambienta-
muchos días y setecientas treinta pági- ción del universo en cuanto texto
ción de la novela en tiempos medieva-
nas: “Hace frío en el scriptorium, me simbólico.
les corresponde con los temas de la
duele el pulgar. Dejo este texto, no sé
Durante la Edad Media, hay una alegoría y la simbología, con el tema
para quién; este texto, que ya no sé de
idea que domina el ambiente cultu- de la lectura como ejercicio de inter-
qué habla”.
ral por entero. Esta idea o esta ima- pretación de signos que a la vez que
No es la rosa esta rosa que tengo en gen cultural no es tanto teológica descubren ocultan. Es una época en
mis manos, ni la que aparece en esa ni filosófica como estética, aunque la que las ciudades eran concebidas
foto que cuelga de la pared, ni es la tiene sus amplios matices teológicos como centros de decadencia, donde
rosa la que aparece dibujada en una y metafísicos. Según Eco, nada marca se inician procesos de abandono de
botella de crema. La rosa es un golpe mejor la Edad Media que la visión los campos, de grandes carestías e
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invasiones, “de pestilencias y morta- cer que estamos en el universo de las lecturas del libro del Apocalipsis.
lidad precoz”. Y las posibilidades de los simulacros, y que los simulacros Ninguna de esas posibilidades voy a
solución ante una realidad con esos pueden ser de muchos tipos y pueden elaborar en este trabajo. Aunque sí
rasgos tomaba, según Eco, dos cami- estar ordenados de muchas maneras. se tratarán de manera indirecta por el
nos. Por un lado, una solución social carácter de totalidad “microcósmica”,
Si se quisiera no se podrían abarcar alegórica, de la novela.
que se discute y expone con toda
las diferentes dimensiones en que
claridad en la novela, el monaquis-
se elabora, narrativamente, la temá- La cuestión a tratar es, entonces,
mo; y una reacción imaginativa, que
tica de la alegoría y el simulacro. el tema de la lectura de la letra, es
se une en el caso de la novela con la Tenemos, por ejemplo, la posibilidad decir de la lectura del signo escrito.
solución social, la creación y elabo- de abordar las discusiones teológicos Veíamos arriba que la novela misma
ración de un complicado y respeta- acerca de las lecturas de la realidad es letra, bastante diluida, ruidosa y
do repertorio simbólico. Tal como lo y de las Escrituras en torno a las escurridiza, paro letra al fin. Y que
realiza Adso al escribir los hechos de experiencias heréticas de la época su carácter principal está en lo que
un pasado remoto, el medieval busca medieval que se ven reflejadas en la uno de los narradores iniciales de la
su ambientación (monasterio) y crea novela; podemos abordar las descrip- novela, que no parece ser Adso, pero
personajes, referencias y sentidos a ciones iconográficas que se narran que no sabemos si es Eco, puesto que
su alrededor. Pues bien, la novela que en las visiones, arquitectura y sueños no se identifica, nos dice: “transcribo
leemos es un conglomerado de todos de los personajes como portadores sin preocuparme por los problemas
estos elementos, es un libro que com- de un mensaje implícito que necesita de la actualidad. En los años en que
pone un mundo, es un libro signo de ser interpretado; podemos abordar la descubrí el texto del abate Vallet exis-
un mundo, un mundo que a la vez se temática necrológica de lectura de tía el convencimiento de que sólo
concebía como signo de otro mundo los cuerpos muertos y de la muerte debía escribirse comprometiéndose
verdadero y perfecto. Por todo lo cual como mensaje; y se podrían ver las con el presente, o para cambiar el
al leer El nombre de la rosa e intentar congruencias e incongruencias entre mundo. Ahora, a más de diez años de
analizarlo no se puede evitar recono- los hechos ocurridos en la abadía y distancia, el hombre de letras puede
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resuelve en una visión semiótica del hasta la misma escritura, como se nos
universo que interrumpe la secuencia dice de Adso: “escribe en latín... y
de causas y efectos de la gran cade- como se deduce del desarrollo mismo
na del ser para explicar los saltos de del texto, su cultura pertenece a una
la producción del sentido. Esto se suma plurisecular de conocimientos
puede explicar en cuanto que el reco- y de hábitos estilísticos vinculados
nocimiento del alegorismo universal con la baja Edad Media Latina. Adso
desplaza la razón inquisitiva en bene- piensa y escribe como un monje que
ficio de la imaginación fabulosa o de ha permanecido impermeable a la
la forma mágica y alucinada de mirar revolución de la lengua vulgar, ligado
consolarse considerando que también el universo no por lo que parece, sino a los libros de la biblioteca que des-
es posible escribir por el puro deleite por lo que podría sugerir. El método cribe, formado en el estudio de los
de escribir. Así, pues, me siento libre entonces es el de una descodificación textos patrísticos y escolásticos; y su
de contar, por el mero placer de fabu- retórica que reconoce que todo discur- historia... habría podido escribirse en
lar...” ¿Se puede entender ese fabular so se expresa por figuras, hasta el mis- el siglo XII o en el XIII.”
como la actividad por la cual un libro mo Verbo divino. Queda establecido
es historia de libros? ¿o que no hay que lo alegórico es una elaboración y Si Adso está, están Mabillon y
historia más que de libros? Adso tam- construcción de sobre sentidos; y que Vallet, y si estos están está Eco; y
bién nos dice algo al respecto, pues la naturaleza no es original, sino arte nosotros entramos con todo gusto,
aunque nos recuerda a cada paso que y que en cuanto tal es un vivo reperto- con ellos, en el delicioso ejercicio de
tan sólo hará y hace un registro de rio de figuras. la interpretación, en el juego del des-
hechos y que no ha de faltar a la ver- ciframiento de la letra.
dad ni va a sucumbir ante la omisión, La primera consecuencia de lo ante-
lo cierto es que ve en eso un recurso rior es que la poesía se coloca en el
retórico de verosimilitud por medio lado de la inteligencia, y fomentando EL SCRIPTORIUM,

del cual quiere demostrar más bien, el mayor deleite concebible: “La reve- LA LITERALIDAD DE LA LECTURA
que “la verdad, antes de manifestarse lación per speculum etim aenigmate”.
La caída de las posibilidades medieva- Este encabezado no debe tomarse
a cara descubierta, se muestra en frag- en sentido estricto. Es decir, no todo
les de la interpretación alegórica del
mentos” y que estos fragmentos están lo que se narra en la novela sobre el
mundo, que se ubica en los finales del
dominados por el Verbo que era en scriptorium lo describe como el espa-
siglo XIII, está asociada, en la novela,
el principio y que posiblemente sea cio de la literalidad, pero en eso es en
al auge de una visión racional del
lo único que es; así se nos compone lo que me centraré.
fenómeno. Aun cuando es el mismo
por parte de dos de los cuatro autores
momento en que resurge el prototi- “Los anticuarios, los copistas, los
de este libro, un universo sobre el
po poético, literario, de los poemas rubricantes y los estudiosos estaban
universo, “signo de signos sobre el
alegóricos y la lectura alegórica de sentados cada uno ante su propia
que pueda ejercerse la plegaria del los poetas paganos, entre los que se
desciframiento”. mesa, y cada mesa estaba situada
encuentra como ejemplo paradigmá- debajo de una ventana. Como las
Resulta innegable que las caracterís- tico Alano de Lille con su Roman de ventanas eran cuarenta los espacios
ticas alegórico-simbólicas pertenecen la Rose. para monjes estudiosos serían de igual
a la letra tanto como al mundo, al Tenemos ahora algo parecido a un número (número verdaderamente per-
mismo Verbo divino, a los cuerpos y cuadro temático: desde las luchas por fecto, producto de la duplicación del
a las figuras iconográficas. Tenemos establecer el sentido de los versos de cuadrágono, como si los diez man-
entonces, que la alegoría poética, o Homero, en la Grecia clásica, hasta la damientos hubiesen sido magnifica-
las posibilidades de representación criptografía de los primeros cristianos, dos por las virtudes cardinales)”. Este
y creación de tipo figurativo que se y las interpretaciones de las escrituras texto pertenece a la descripción que
realiza a través de la letra y la palabra de los patrísticos se abre una posibi- realiza Adso al entrar por primera vez
escrita, deben ser analizadas en el lidad imaginativa y didascálica de en el scriptorium de la abadía que los
contexto medieval desde la tesis base interpretar el mundo, desde un siste- hospeda. Lo que nos interesa de él,
de la analogía entis, es decir, desde la ma pedagógico y una cultura política, es esa referencia a los que trabajan
tesis por la que se creía que todo se ahí. Hay anticuarios, es decir cono-
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cedores de las cosas antiguas, que dora del pecado y de toda amenaza dan el saber de la amenaza diabólica
determinan la declaración, datación contra la fe. de la herejía. En palabras del mismo
y procedencia de los textos antiguos, Eco el scriptorium es “una reserva de
y en algún sentido el que las coleccio- “Los sitios mejor iluminados esta- saber, pero sólo puede preservar ese
na; copistas, los que escribían en una ban reservados para los anticuarios, saber impidiendo que llegue a cual-
parte lo que está escrito en otra y, en los miniaturistas más expertos, los quiera, incluidos los propios monjes”
otro sentido, los que imitan servilmen- rubricantes y los copistas. En cada y esto sólo es posible porque se tiene
te el estilo o las obras de escritores y mesa había todo lo necesario para ilus- conciencia de que el saber se va des-
artistas; rubricantes, o rotuladores que trar y copiar... otros, en cambio, sólo gastando y se ensucia, como un traje,
se encargaban de dar un rasgo que leían libros y tomaban notas en sus dice el mismo Adso. Porque saben
identificara cada texto, casi siempre cuadernos o tablillas personales”. A que el saber está sujeto a la interpre-
de color rojo y, en otro sentido, los lo largo de las partes de El nombre de tación y a la manipulación, como la
detentadores, en el scriptorium, de la la rosa que se refieren al scriptorium misma palabra, y de ahí parten para
conservación y la escritura de cada Adso admite cierto desinterés por los negar un ejercicio de la lectura que
una de las reglas que enseñan la eje- estudiosos. Porque no sólo debían posibilite esas prácticas hermenéu-
cución y práctica de las ceremonias y tener a entera disposición de las auto- ticas. La lectura en el scriptorium
ritos en los oficios divinos y funciones ridades esas notas y apuntes, sino por- está regida por la imposición de la
sagradas; los estudiosos, no estudian- que al trabajar por encargo, era muy literalidad, es decir por la copia y la
te sino estudioso, los que no cursaban difícil que dichas notas tuvieran algún conservación con el único sentido de
estudios, sino que se dedicaban al sentido interesante por sí mismas y no la acumulación, cuantitativa y profi-
estudio, a la lectura y a la verificación sólo por los libros a que hacían refe- láctica, de saber. Bajo esa perspectiva
del sentido de un texto en su relación rencia. También hay que recordar que la abadía no podía abrirse al mundo,
con la fe y el dogma cristiano, no es se nos narra que la particularidad de al mundo de las ciudades, las univer-
el simple empleo del intelecto sino la biblioteca es la de contener libros sidades y las escuelas catedralicias,
la fijación de éste de acuerdo a la de un valor incalculable, lo que quie- sino a través de su propia quema, de
verdad revelada, en otro sentido, los re decir que la mayor actividad dentro la quema de ese saber simplemente
estudiosos teológicos. del scriptorium se centra en la copia, acumulativo que es mejor dar al fue-
ya sea para la simple acumulación de go que compartir con los demás. Un
Todos estos nombres y aclaraciones la biblioteca o para poder dar a cono- saber inútil, tremendamente inútil e
son especies de profesiones, artes que cer lo que de hecho ya acumula en inflamable.
se ejercitan y para cuyo ejercicio se sus paredes y estantes1.
les admiten en la abadía algunos privi-
legios respecto a la regla. Es claro que Dentro de eso habitual del scripto- EL PELIGRO DEL LIBRO,
no estamos hablando de una forma rium hay que apuntar algo más. Hay
EL VENENO Y LA EXPLOSIÓN
de apertura de los saberes al estilo un personaje que relaciona y unifica
humanista, sino de un trabajo en una esta interpretación de este espacio La atribución simbólica que se le
línea, casi siempre teológica y con la dentro de la abadía, su nombre es Jor- hace a los textos en la Edad Media,
intención de constituir un armamento ge de Burgos: “...la memoria misma y en El nombre de la rosa, decíamos
contra la amenaza herética y profana. de la biblioteca y el alma del scripto- que parte de tres momentos y tres
Por lo que me parece que hay que rium”, que como buena alma cristia- aspectos sincrónicos que se dan en
inscribir la práctica de la lectura en na “a veces amonestaba a los monjes todo aquello que significa, es decir,
el scriptorium dentro del contexto cuando los oía charlar: ¡Apresuraos en todo aquello que no es Dios mis-
de oposición y de discusión de las a dejar testimonio de la verdad! ¡Los mo y que, en cuanto no lo es, es todo
verdades de fe. Tenemos en el texto tiempos están próximos!, y aludía a lo que significa o puede significarlo.
citado las referencias claves para esta la llegada del Anticristo”. Bajo esta Estos tres aspectos son: la concor-
interpretación. No sólo las disciplinas engañifa, mantenía en regla la activi- dancia, la analogía esquemática y la
y profesiones un tanto tecnológicas dad diurna del scriptorium, lo que no relación esencial. La concordancia se
e instrumentales, sino también las era otra cosa que el intentar a toda da a un nivel sensible, el nivel de las
virtudes y mandamientos vigilantes a costa mantener la dedicación de los percepciones. La analogía esquemá-
su cumplimiento y omnipresentes en estudiosos dentro de los límites de los tica establece conexiones entre las
la práctica de lectura como posibilita- temas propios de monjes que resguar- percepciones, y en ese momento se
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da también la producción de concep- biar significados, mediante la ironía, que el tejido cultural no tenga más
tos e ideas como hipotéticos puntos la metáfora, la metonimia y la exage- significados que las posibilidades de
de contacto entre mis percepciones y ración. En otras palabras, está repre- relación de sus productos al interno
el objeto significante. Y por último, la sentada por la posibilidad de abrir y de ese mismo tejido, unas relaciones
relación esencial, que no es otra cosa romper la literalidad y provocar una más excéntricas que otras pero nunca
que el momento intuitivo en el que se explosión de atribuciones simbólicas realmente trascendentes. El peligro
establece la relación entre el mismo en donde la última referencia, Dios, el que se oculta detrás de cada lectura
proceso de la significación y la fuente tercer momento de la adecuada signifi- que hacemos o de cada lectura que
primera de sentido, Dios. cación, se torne prescindible. no nos dejan hacer es el de encontrar-
nos a cada paso con un Jorge de Bur-
Es evidente por esta concepción, “Aristóteles les había hablado de
gos dispuesto a dictaminar e imponer
más o menos fiel a lo que se pensaba los chistes y de los juegos de palabras
las alternativas únicas de su interpre-
en la Edad Media, que cabe dentro de como instrumentos para descubrir
tación. Lo que equivale a destruir la
las posibilidades humanas y sus con- mejor la verdad y que, por tanto, la
misma posibilidad de interpretación
diciones naturales el prescindir del risa no debía ser algo malo si podía
y negar la licitud del esfuerzo interpre-
tercer momento simultáneo. Pero no convertirse en vehículo de la verdad...
tativo como camino al conocimiento
nos metamos a consideraciones psi- Jorge añadió que el segundo motivo
y al deleite.
cológicas o epistemológicas densas. para inquietarse era que el estagirita
Dejémonos nada más la idea de que se refería ahí a la poesía, que es una
ese proceso por el que las cosas signi- disciplina sin importancia y que vive GUILLERMO: LA LECTURA
fican no es certero ni único, porque de figmenta... Jorge montó en cólera ASTUTA
la condición necesaria para que se de porque, dijo, los salmos son obra de
dicha certeza es la incongruencia del inspiración divina y utilizan metáforas Guillermo de Baskerville no es un
símbolo con lo simbolizado, y esto para transmitir la verdad, mientras develador de la verdad, ni su guar-
es lo que posibilita el placer de la que en sus obras los poetas paganos dián, menos su impositor o su dueño,
interpretación: el significado implica utilizan metáforas para transmitir la es simplemente un buscador de ver-
una relación en la que el “engaño” mentira y sólo para proporcionar delei- dad y en esta búsqueda emprende
es posible. te...” Este pasaje no sólo es la clave caminos aventurados, largos viajes
por la cual se puede, luego, resolver que lo llevan a parajes remotos e
La letra no está exenta de estas con- insospechados. Es lo que contempo-
el dilema de las extrañas muertes en
sideraciones. Por eso es que existe, si ráneamente es llamado un pensador
la abadía, pues presenta una clarísi-
lo que se busca es el momento tercero nómada, aquel al que la ansiedad
ma contradicción cuando Jorge de
de intuición y apreciación del último intelectual puede conducir a lugares
Burgos habla de un texto de Aristóte-
referente, del referente primero, la desolados, a mar abierto o al centro
les que luego afirma que no existe;
posibilidad, también, del terror. Terror de un desierto, pero también aquel
además, este pasaje nos muestra esa
de que no haya última puerta, o de pensador que en tales parajes no
diferencia entre la poesía pagana y la
que esta esté cerrada, de que no nos teme, sino que más bien es ahí en don-
adecuada. Se trata de distinguir una
quieran abrir o de que no hallemos de encuentra las mejores razones para
de otra gracias a la relevancia que
detrás de ella lo que buscábamos. Lo pensar, la posibilidad pura, el grado
cada uno de esos tipos de poesía le
que peligra es Dios. Y bajo tal ame- cero del saber, la reconstrucción del
de al momento de hacer la referencia
naza la medida de emergencia es la mundo, poder emprender cualquier
al último referente, Dios. Es decir, la
medida dogmática por excelencia: ruta a cambio solamente de antes
discriminación entre lecturas se hará
la prohibición. Esto es lo que pode- haberla imaginado, es decir, recrea-
de acuerdo al criterio según el cual la
mos interpretar de la amenaza de la do. Veamos cómo se expresan estos
atribución simbólica excluye a Dios
lectura del libro que envenena. Pero rasgos en su manera de leer:
como referente o más bien lo tiene
la cuestión no sólo es que el libro
como última finalidad.
envenena, sino que él mismo está “Mi querido Adso -dijo el maestro-,
envenenado. Porque contiene en sus El peligro se encuentra, siguiendo durante todo el viaje he estado ense-
páginas letra maldita (mal dicha). Esa esta interpretación, en la posibilidad ñándote a reconocer las huellas por
letra maldita está representada por la de que un libro sea expresión de un las que el mundo nos habla como por
posibilidad de lo cómico de intercam- universo textual inmanente. Es decir, medio de un gran libro”,
bro”, y cita el poe-
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ma de Alain de Lille, “pero el univer- en la que los universales no son más principios. Y tampoco es como reco-
so es aún más locuaz de lo que creía que declaraciones, expresiones, expli- ger un montón de datos particulares
Alain, y no sólo habla de las cosas últi- caciones, referencias o significacio- para inferir después una ley general.
mas (en tal caso siempre lo hace de nes de las substancias de las cosas, es Equivale más bien a encontrarse con
un modo oscuro), sino también de las decir, palabras. uno, dos o tres datos particulares que
cercanas, y en esto es clarísimo.” al parecer no tienen nada en común...
Bajo estas condiciones, Guillermo debes tratar de imaginar una serie
Tenemos aquí el primer esbozo de de Baskerville cuando lee elige rasgos de leyes generales que aún no sabes
cómo lee Guillermo. No hay ningún pertinentes a una utilidad que es ante- cómo se relacionan con los hechos en
eco de Dios y de trascendentalismo rior a la lectura, y los aborda desde cuestión...” Estamos hablando de la
en su opinión, pues esas cosas últimas la convención lingüística: “Así era mi abducción, de ese método que Adso
serán siempre cosas y no Lo Ultimo. maestro. No sólo sabía leer en el gran mismo describe como el método por
Esto mientras Adso insiste en referir libro de la naturaleza, sino también en medio del cual llegamos a una verdad
en último término a Dios: “Alabado el modo en que los monjes leían los probable a través de una serie de erro-
sea Nuestro Creador, que como dice libros y pensaban a través de ellos... res seguros.
Agustín, ha establecido el número, el dotes de gran utilidad.” En este caso
peso y la medida de todas las cosas.” lo que se hace es buscar o construir Así Guillermo de Baskerville nos
Para el novicio y narrador de la novela un marco de referencias pero no enseña una lectura astuta que al mis-
el conocimiento último será “el cara una ley universal, o sea leyes válidas mo tiempo burla los peligros del vene-
a cara” del que habla San Pablo, la únicamente para determinados con- no y, el aburrimiento y la sumisión del
destrucción del espejo. Mientras que textos discursivos. Luego, se podría scriptorium. Una lectura que se atreve
para Guillermo el conocimiento ple- aplicar lo que el padre de la semió- a reír y a pasearse de noche. Una
no será “la intuición de lo singular.” tica, Charles Sanders Peirce, explica: lectura que parte del razonamiento
O, “cuando no poseemos las cosas, que las conclusiones (de la filosofía analógico y de la adivinación para afir-
por ejemplo) siempre son de carácter mar la verosimilitud sobre la verdad,
los signos y signos de signos”.
especulativo. el error sobre la certeza, el proceder
Y acá no podemos hacer más que de semejanza en semejanza sobre el
Si aceptamos los postulados del que determina identidades, la extrañe-
reflejar en Guillermo de Baskerville al
nominalismo de Guillermo de Occam za y la incongruidad como punto de
otro Guillermo medieval, Guillermo
en relación con el tema de los univer- partida de cualquier estudio; porque
de Occam, quien afirma la absoluta
sales y negamos con él la posibilidad en toda extrañeza y en toda incon-
contingencia de las cosas creadas,
de un orden en el universo (tesis que gruencia se produce un encanto, y
debido a que no hay, para él, ideas
acepta Guillermo de Baskerville al sólo los encantos dan placer. Se trata
eternas reguladoras negando así la
final de la novela), tendremos que de un tipo de lectura que desdeña la
hipótesis del Ordo Naturalis, es decir
negar que los métodos inductivo y fuerza probatoria concluyente para ir
de un ordenamiento divino del univer-
deductivo determinan o aseguran el en busca del juego y el ejercicio de
so por medio del cual la racionalidad alcance de alguna verdad última res-
sería un rasgo de la realidad que infor- lo que el Seudo Dionisio Areopagita
pecto de las cosas. El proceder que llama “el deleitoso esfuerzo de la inter-
ma todas sus partes haciéndonoslas conviene es el que Peirce llama la
accesibles. Occam afirma que no hay pretación”.
lógica del descubrimiento o lógica de
más allá de las partes, por lo que lo la adivinación: la abducción, un pro- Siguiendo esta lectura astuta jamás
único que nos queda es, como en la ceso de razonamiento inferencial, se podrá decir de nosotros lo
novela lo dice Guillermo de Basker- pero con carácter conjetural, que Guillermo de Bas-
ville, la intuición de lo singular, que en la que se arguye bajo kerville dice a Adso
es analizable en sus proporciones el único respaldo de la de Melk frente
visibles y de la que sólo se pueden posibilidad, es decir a la biblioteca
extraer ideas ejemplares individuales del “podría ser así”. ardiendo por
temporales, y no universales. En el las llamas:
fondo, la propuesta semántica de los “Adso -dijo Gui- “...era tal la
Guillermos podría ser resumida como llermo-, resolver un lujuria con
la asimilación de una teoría del cono- misterio no es como que amaba
cimiento a una teoría del significado, deducir de primeros
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su verdad que se atrevió a todo para Rimbaud, A. (1986) Poesía completa. Edi-
destruir la mentira. Quizá la tarea del torial letras y artes, La Habana.
que ama a los hombres consista en Scoto, Duns (1960) Obras del Doctor
lograr que éstos se rían de la verdad, Sutil Juan Duns Escoto. Dios Uno y Tri-
lograr que la verdad ría, porque la no. B.A.C., Madrid.
única verdad consiste en aprender a
(1981) Tratado del primer principio. Agui-
liberarnos de la insana pasión por la
lar, Buenos Aires.
verdad.”

BIBLIOGRAFÍA NOTAS
1 El scriptorium parece ser, por lo descrito
Abbagnano, N. (1973) Historia de la filo-
hasta ahora, un centro de trabajo indus-
sofía. Vols. I y II. Montaner y Simón,
trial. Aunque esto es sólo una fachada
Barcelona.
es en lo que nos concentramos para
Barthes, R. (1996) El placer del texto y interpretar la regla de lectura que en él
Lección inaugural. Siglo Veintiuno edi- se aplica. Porque la trama de la novela
tores, Madrid. nos va revelando la intensidad y clan-
destinidad de la actividad más importan-
Bayer, R. (1993) Historia de la estética. te en este lugar. En las noches, con tex-
F.C.E., México. tos prohibidos, con escrituras secretas
y escondidas, con lecturas marginales,
(1993) Biblia de Jerusalén. B.A.C.,
el sciptorium renace. Pero no es esto la
Madrid.
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