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Introducción

Esta obra, es la suma de las experiencias


exitosas que se presentan como testimonio
del resultado del emprendimiento, tesón, la
disciplina y la confianza en sí mismo, lo
compartimos con el lector para instarlo al
logro de sus metas.

Títulos como De balsero a millonario, Por


qué fracasa la gente, entre otros, muestran
que todo intento por lograr una
independencia económica es válido, que los
riesgos son necesario y las caídas
inminentes; que por duro que parezca el
camino, no hay que claudicar y por el
contrario, levantarse y seguir será lo que
temple el carácter del éxito alcanzado.

Después de leer este texto, su percepción


sobre las cosas será diferente, su horizonte
se aclarará por las diferentes preguntas que
aquí tendrán respuestas y su éxito cada vez
estará más cerca.

Hola, Buenos Días!

Este soy yo, acabo de nacer, hace unas


horas estaba allá adentro, un poco
intranquilo. Debía nacer a los nueve meses
pero decidí salir solo un mes antes ya que
estaba un poco afanado para º111
bverles la cara a ustedes.

Ya me enteré que me llamo Francisco


Eliecer. El nombre no me gusta mucho, en
cuanto pueda no duden que me lo voy a
cambiar, me dijeron que mi peso fue 2
libras, ¿poco verdad?, pero parece que estoy
bien de salud y eso es lo importante.

Este lugar no me gusta mucho, tiene olor


a medicina. Al salir de aquí me doy cuenta
que vamos hacia el campo y cuando
entramos a la casa, también me doy cuenta
que nací en una familia “Acomodada! Y nos
acomodamos todos en un cuarto.

El tiempo corre volando, estudiamos, nos


graduamos estudiamos más y nos volvemos
a graduar y volvemos a hacer lo mismo
parece que lo que hay que hacer es eso;
porque si haces eso, te va a ir bien.

Tengo 14 años y comienzo a pensar en


los por qué ¿Les parece conocido este
relato? Sí o no.

¿Por qué no puedo hacer negocios?


¿Por qué no puedo viajar?
¿Por qué tenemos que ganar todos lo
mismo?
¿Por qué…?

La época de las preguntas, el momento


de romper patrones, el momento de
cuestionar. Deberíamos tener esta edad
cada 5 años y fuéramos todos exitosos;
muchas veces pasamos demasiado tiempo
estancados y no nos tomamos ni el trabajo
de cuestionarnos.

Al comenzar a hacer negocios, te das


cuenta en que si crees y te va bien en algún
momento te va a ir mal con el sistema y el
que manda es el sistema (Fidel).

Tomando una decisión difícil, complicada


y riesgosa, comenzamos los preparativos
para completar esta travesía nos armamos
de todos los recursos para llegar.

La fe y la ignorancia.

Los recursos importantísimos para tener


éxito en este tipo de aventura son increíbles.
Hay gente que lo planificó y lo pensó todo
tan bien que todavía está allí esperando la
oportunidad ideal.

Algún amigo decía que el mejor recurso


con que cuentas para hacer algo, lo
descubres después que lo haces. Dicen que
es de locos hacer algo sin estar preparados;
dicen que es de pobres esperar a estar
preparados para hacer algo.

Se traza un plan del cual ya existió una


visión, un sueño, una obsesión. Hay algo
más fuerte que la realidad, más grande que
las condiciones reales, hay algo que cuando
se desea ardientemente y se visualiza
diariamente inevitablemente sucederá.

Haciendo malabares, logramos conseguir


una bicicleta acuática, lo cortamos el área
donde están los pedales y rellenamos el área
con fibra de vidrio. Este estaba fabricado
para dos personas pero como éramos seis
decidimos cambiar las especificaciones del
constructor, de todos modos, él no sabe que
la necesidad es la madre de las invenciones.

Hicimos una justa directiva para analizar


el proceso logístico de cómo nos íbamos a
escapar. Después de varias reuniones
decidimos en la última que nos íbamos el
próximo día, no importa que fuera luna
llena, tiempo de tormenta o lo que fuera,
una decisión bien pensada, por supuesto.
En ese momento alguien dio un puño arriba
de la mesa y dijo: “el bote es mío, se van o
se quedan, el que se vaya mañana va en el
bote, el que no, se pueda ir nadando”,
consecuentemente, todos estuvimos de
acuerdo, creo que fue una decisión unánime.

Un martes 9 de julio de 1992 a las 8h30


p. m., nos lanzamos al agua, ahí nos damos
cuenta que ninguno sabía remar, el bote
daba vueltas y más vueltas y no
avanzábamos. Unos disparos de la Guarda
Costas nos hicieron poner de acuerdo rápido
y remar todos para el mismo lado en forma
sincronizada, silenciosa y organizada como si
fuéramos un equipo profesional, con una
dirección clara, huyéndole a las balas.

Hace un tiempo pasé un curso de trabajo


en equipo y me acordé de la balsa, demoró 5
horas que nos alineáramos, con los disparos
de los Guarda Costas, hubiera sido más
rápido.

Comenzamos a remar avanzando hacia la


nada, hacía la oscuridad, es difícil ver que te
alejas de lo conocido, de lo seguro de tu vida
con tus propias manos, me pregunto hoy, en
cuántas áreas de nuestra vida estamos
detenidos sin darnos cuenta.
Avanzamos unas 5 millas y nos damos
cuenta que habían avisado al Guarda Costas
y nos estaban buscando por lo que
decidimos cambiar el rumbo y dirigirnos en
vez del Norte hacía el Este. Me pregunto
cuantas veces en la vida, por circunstancias,
tenemos que cambiar el rumbo, sabiendo
que vamos a tener que seguir remando;
conscientes que no vamos hacia ningún lado.

Y muchas veces nos quedamos en ese


mismo rumbo. Momentáneamente por 10
años posibles a usted no le haya pasado,
pero por si acaso asegúrese de que sepa
para dónde va, porque todo ese tiempo que
remamos hasta las 2:00 a.m., fue tiempo
perdido, en camino a ningún lado, evitando
que fuéramos capturados.

Me pregunto muchas veces esto, ¿si por


miedo a perder el carro, la casa y la
“seguridad” nos pasamos remando por años
hacía ningún lugar, triste verdad?

Ahora me doy cuenta que la vida es una


aventura llena de enseñanzas y de mensajes
que tienes que estar dispuesto a descifrar, a
disfrutar y vivir cada momento cada
experiencia como si fuera la última.
Enfocarnos de nuevo el Norte, por cierto
teníamos una pequeña brújula que jugaba
con nosotros. El Norte señalaba para
cualquier lado y como no teníamos más
nada, no podíamos contradecirle. Cuando
está totalmente oscuro, después que pierdes
las luces de la costa para cualquier lado es el
Norte.

Comienza a avanzar hacia la nada, sin


seguridad si está bien o no, pero sin pararte
porque muchas veces en la vida te paras y
no haces nada. Hasta que no aclares por si
acaso, sigue remando porque si te paras la
corriente te lleva hacia donde ella quiera; la
corriente es como la vida, que si no estás
remando hacían algún lado, ella te lleva a
cualquier parte, primo hermano de lo
anterior.

Nos llevamos dos botellas de agua y


nada de alimentos ya que alguien había
dicho que el alimento se dañaba con el agua
salada y el sol. Además, alguien dijo que
sólo eran 90 millas. “eso es rápido brother”,
nos dijo, pero él no vino. Muchas veces
encuentras gente positiva que te alienta
pero él no se lanza, él ve más posible que lo
haga otro a que lo haga él.
Comienza el mar a no ser tan amigable,
las olas de 8 a 12 pies, ya estamos dejando
la costa para entrar al océano, hasta ese
momento sentía cierta seguridad mezclado
con miedo, ya nos damos cuenta que la
decisión es más sería de lo que pensábamos.
El tiempo de la duda ya pasó, toca tomar la
decisión más dura, prepararse hasta morir si
es necesario; debes tener muy bien claro el
por qué, el cómo en ese momento no
importa.

Es increíble cómo la gente dedica tanto


tiempo estudiando el ¿CÓMO? Y tan poco
buscando el ¿por qué?

Si la gente supera el cuándo saber el por


qué hacer algo, a lo demás le queda poco el
cómo aparece haciéndolo. Él universo se
alinea delante de tus ojos atónitos mirando
lo que se puede lograr sólo diciéndolo.

Pero no todo es perfecto. Siempre va a


existir el que encuentra los problemas, el
que alimenta la duda y comienza a gritar
“están locos”, “no sabemos para dónde
vamos”, estamos a tiempo de virar, increíble
como el que se quiere bajar busca a otros
que se bajen con tal determinación, que si la
usaran para triunfar sería un ganador y
generalmente encuentra gente que no se ha
comprometido consigo mismo, otro que
necesita la a probación de los demás para él
sentirse aceptado y protegido.

Las palabras son como hechizos que


comienzan a envenenar los pensamientos.
La gente encuentra lo que piensa y obtiene
lo que él cree que merece. Somos quienes
pensamos que somos. Cuando escuchamos
a alguien le creemos, no le creemos o lo
ignoramos. Eso hicimos con esos
comentarios, lo ignoramos hasta que
comenzaron a volverse más poderosos,
entonces con la experiencia que habíamos
adquirido en la toma de decisiones: “el que
quiera regresar al agua y los demás en el
bote” y rapidito se volvieron positivos.

Si todo fuera así en la vida nos


moveríamos más rápido de donde estamos.
Existe como una ley creada por el que está
“pelao”; que quedarse donde está es más
cómodo; que andar sobre lo conocido lo
llevará hacia donde él quiere, que si no se
mueve nunca va a llegar.

La sensación de entrar en lo desconocido


es algo que no se puede expresar tan
absorto. Estábamos tan metidos en las
preocupaciones que no nos dimos cuenta
que si no cortábamos la ola, el bote se nos
podía llenar de agua y eso fue lo que pasó,
una ola entró por el lado izquierdo del bote y
a correrrrrrrr, a sacar agua todos con las
manos, con lo que sea, con la ropa, nos
movilizamos rápidamente y sacamos el
agua, pero no nos dimos cuenta que
perdimos el rumbo y no sabíamos hacia
dónde íbamos.

Alguien se dio cuenta y dijo para qué


remamos si no sabemos hacia dónde vamos,
puede ser que estaremos remando hacia
atrás”, y rápidamente otro dice: “tiene
razón, para qué vamos a remara para
atrás”, la lógica rápidamente actual. Yo
aprendí hace un tiempo a no seguir mi
razonamiento lógico, aprendí a seguir mi
instinto, apelando a él les dije:
“¡muchachos!, observen mi mano hacia
cualquier lugar de todos modos nadie sabía,
lo hice con tanta seguridad que me hicieron
caso.

Pero a poco rato uno preguntó: ¿cómo


sabes que está bien?;, he pasado varias
veces por aquí le contesto, no muy
convencido siguió remando, quizás pensando
que era mejor confiar en alguien por si salía
mal tener a quien echarle la culpa.

Muchas veces me pregunté qué me hizo


tomar esa decisión y qué me hizo tomar ese
rumbo. Sólo Dios tiene la respuesta, pero
por alguna razón El si sabe para donde
vamos, incluso cuando estamos perdidos. Él
nos puede guiar.

Pero en realidad, ese rumbo estaba


correcto. No, el que llevábamos.

Pero vamos a analizar si nos hubiéramos


quedado sin remos esa noche, la corriente
nos hubiera llevado hacia el golfo y quizás
nunca nos hubieran encontrado.

En el transcurso de mi vida, muchas


veces me he encontrado sin salida, en
problemas y situaciones siempre decido
seguir remando, no importa si voy mal o
bien no paro de remar, porque si sigo
remando en algún momento voy a llegar.

Tengo amigos que me dicen:” Frank,


estoy desmotivado, tú no sabes mi
problema, tú no sabes lo que estoy
pasando”, Yo les digo:”mira hermano,
tienes dos remos”, y me miran asombrados,
les digo: “ve a la tienda a comprarte dos
remos buenos y comienza a remar hasta que
yo te diga y después que resuelvas, todo nos
sentamos para que me cuentes el
problema2. No sé porque razón no regresan
a contarme el problema.

Es increíble como nosotros mismos, los


seres humanos, saboteamos nuestros
pensamientos, cómo llevamos a nuestro
peor enemigo por dentro, leyendo un libro
de un gran amigo el señor Alex Dey, un
ejemplo de los hispanos en el mundo decía:

“Tenía un enemigo que mis pasos seguía,


todos mis planes él me los destruía, un día lo
encontré y reclamé su cinismo, le destapé la
cara y me encontré a mí mismo”.

Pero es difícil, me dice un amigo, yo le


contesto que sí, es difícil. Es difícil toda la
vida lamentándose y sufriendo, el no haber
tomado la decisión que se debería; difícil es
saber que uno puede hacerlo y no hacerlo y
que por miedo no lo hizo. Difícil es tratar de
explicarle a los demás nuestros procesos
cuando en el fondo sabemos que son
excusas baratas y comunes, difícil es vivir
una vida rutinaria y común.
Me maravillo escuchando a la gente
quejarse, comentarse; ponerse en la
posición de víctima diciendo “hermano esto
no es fácil” y casi siempre el que se expresa
así se hace amigo del otro que también se
expresa. La verdad es como un imán que
atrae exactamente lo que eres, mucho
cuidado con quien eres, no vaya a ser que te
dupliquen.

Y hablemos de ser, no eres lo que tú


crees que la gente piensa que eres.
Tampoco eres lo que te han dicho que eres.
Inclusive tampoco eres lo que has hecho y lo
has hecho ha creado una imagen de lo que
eres delante de los demás, en realidad lo
que eres son tus pensamientos.

Seguimos remando con la incertidumbre,


las dudas, los miedos, el cansancio.
Seguimos remando todavía sin saber para
dónde íbamos. Todavía sin resultados y sin
precedentes, pero seguíamos y seguíamos y
todavía más cansados seguíamos a través
con la lluvia y con sol el fuerte. ¿Por qué te
paras amigo, sigue no te preocupes por los
resultados ya llegarán en abundancia aún
cuando tú no estés remando si ya has
remado lo suficiente.
Lo más seguro es que si en algún
momento quizás pienses que hay que estar
locos para remar hacía ninguna dirección
puede ser que tengas razón. En el camino al
éxito te encuentras con muchos locos,
porfiados y brutos remando hacia algún
lugar que nadie ve ni entiende, pero sólo
ellos pueden hablar de lo que están viviendo.

“aquí van 6 locos que saben lo que


quieren y por qué lo quieren, pero no saben
cómo ni cuándo”

Hay momentos en la travesía que


algunos comienzan a tener visiones, dicen
que ven la tierra y los demás nos vemos
nada. Cómo puede la mente poner una
imagen tan clara de algo sin que exista
realmente. Recuerdo que un amigo decía
“ahí está la tierra, la veo clara, no estoy
loco” y la realidad eso no existía. Me doy
cuenta que para llegar a la meta la
preparación física no es tan importante como
la mental, y que muchas veces en la vida lo
que ves no es la realidad.

Un amigo me dice”mira, Frank tú hablas


muy lindo, pero la realidad es la realidad”,
yo le comento, “mire hermano, la realidad
no existe, todo cambia si tú cambias, en el
mismo lugar, en la misma casa, una pareja
ve la misma situación de forma diferente,
viviendo las mismas cosas y para ellas cada
uno tiene su propia realidad”.

La realidad es aquello en lo que creemos,


lo que creemos puede cambiara la realidad,
cuando crees en algo el universo se alinea
para que lo consigas.

Será la suerte?

Vemos un barco, ¡que alegría¡ todos


gritamos nos alegramos, dimos gracias,
estábamos tan positivos, tan seguros que al
fin había llegado al terminal de nuestra
odisea. Pero, fue una decepción, el barco no
nos, siguió de largo como si nada hubiera
pasado. Ese momento fue bien difícil.
Amigo, quizás usted ha creído que algo va a
suceder y no sucede muchas veces lo
supuesto que algo va a hacer de una forma;
le ha dado todas sus esperanzas a eso y al
final “la desilusión, el desengaño de la falsa
expectativa. Después de eso se deprime y
se echa a morir por un tiempo, pero amigo,
allí en el medio del agua, en el medio de ese
océano peligroso y tenebroso no hay tiempo
de deprimirse, sólo de seguir luchando.
Alguien dijo, “nunca nos van a ver”, una
persona así siempre va a estar en tu grupo,
quizás en tu familia. Ese que está
esperando que algo salga mal para
descargar todo lo qué es por dentro, toda la
carga negativa que trae acumulada a través
de los años.

En los momentos difíciles es donde se


prueba la voluntad de una persona. Mi
padre y mentor siempre me había enseñado
“Hijo, la voluntad es lo que cuenta”, el difícil
arte de escalar la montaña lo que más
cuenta es la voluntad.

Seguimos sin esperanza, sin fuerzas,


pero seguimos encontrando otro barco que
tampoco nos vio, pero seguimos, avistamos
un tercer barco que venía bien lejos y no
queríamos tomarnos el riesgo que no nos
viera, por eso decidimos ponernos delante
del barco, alguien dijo: “el barco tiene el
vigía en la parte de delante”, y otro rápido
dijo: “y si este no lo tiene”. Como no nos
poníamos de acuerdo en la decisión votamos
cuatro a favor y dos en contra, los dos que
no estuvieron de acuerdo se quedaban en el
agua o seguían en el bote rápidamente
también se alinearon.
El barco nos vio, porque si no usted no
estuviera leyendo este libro. Quizás en su
vida no tenga que llegar a tomar decisiones
tan difíciles y ojalá que nunca las tenga que
tomar. Pero si tiene que tomarlas, tómelas
y confíe, entregarse no es garantizado que
va a resaltar, tampoco, sin tomar ninguna
decisión es garantizado nada.
El guarda costas americano nos rescató,
que alegría ver la bandera ondulado al
encuentro de nuestros sueños y esperanzas,
nunca había sentido tanto amor por una
bandera extranjera.
La alegría invade nuestras almas, solo un
minuto de éxito es capaz de borrar años de
sacrificio. Que fácil se olvidan los fracasos
cuando llega el éxito. Si cada uno
entendiera que el precio de cumplir sus
sueños es tan pequeño, tan insignificante.
Nos daríamos cuenta de que todos los
sacrificios, los miedos, los riesgos, el pasado
se olvida cuando cumples tus metas; que
triste debe sentirse aquel que por miedo no
intentó, aquel amigo que por última hora se
quedó por tal o más cual excusa, que triste
es vivir una vida de miedo, vida de excusas
sólo por no tener el valor de tomar una
decisión.
Hermano, sé que vas a tener miedo, sé
que te va a intimidar, sé que no es el
momento indicado, sé que no cuentas con el
apoyo, sé todo y te entiendo, pero lánzate
de cabeza al agua y rema, no te canses, no
te rindas, no te detengas sigue y sigue un
poco más de los que gobierna tus sentidos!.
¿Hasta cuándo podré aguantar este
maratón” Y luego algunas otras.

¿Valdrá la pena este esfuerzo?

¿Será la forma de lograr todas esas


riquezas que tienen otros?

¿Habrá otro empleo que me paguen en 8


horas lo mismo que éste en 16?

Respondiendo esta última pregunta


comencé a preguntar a todos. Alguien me
dijo que estaban buscando un electricista a
US $ 8 por hora más beneficios, ilusionado
llamé para una entrevista y me dieron la
cita, yo había tenido una vasta experiencia
en electricidad (a los 9 años me había dado
un buen corrientazooooo); armado con la
ignorancia del desconocimiento, la
autoestima que va con el deseo de triunfar,
aplicando un poco de las mentiras que
parecen verdad que aprendimos en Cuba,
logré la posición. Comenzando la próxima
semana; ¡que felicidad; por fin saldría del
¿judío! Que me tenía jo..….!! También
dejaría la factoría de Hialeah, ¡al fin libre,
pensé!

Después de todo lo que pasa cuando tú


crees que sabes y no sabes me di cuenta
que la actitud cuenta cuando la lógica
pierde, que lo más importante no es lo que
sepamos hacer sino lo que deseamos hacer,
que la ignorancia que va con el
desconocimiento es más importante que el
mismo conocimiento.

Tres meses después estamos en la etapa


de inconformidad positiva. Nos damos
cuenta que no importa cuánto ganes la hora,
sigues siendo un esclavo, sólo cambias la
clave no la esencia. Las metas y los sueños
vuelan a tu mente, nuevamente las
preguntas y las dudas sólo que ahora tus
amigos dicen que tienes suerte, tus vecinos
te dicen que hay que cuidar lo que tienes y
la familia trata de hacer contigo lo que no
hicieron con ellos.

Decisiones difíciles han de tomarse;


siempre pasará por la mente si pudiéramos
adivinar que será lo mejor. Si alguien nos
pudiera decir si estamos bien o mal y
pudiéramos confiar totalmente en esa
persona, la única pregunta sería ¿Tiene esa
persona todo lo que yo quiero en el tiempo
que yo lo necesito?

Si la respuesta es no, ¿qué me hace


pensar que sus consejos me pueden ayudar?
De todos modos comentamos, Imagínense
que recibimos ´opiniones”, según un amigo
“son como el ombligo: todos tienen uno y no
sirven para nada”.

Casi siempre los que opinan están


“pelados”, los que más saben trabajan como
empleado para un “bruto” que no fue a la
escuela, los inteligentes aconsejan a los
brutos que pueden pagar. Los amigos y
compañeros pierden su tiempo en el deporte
más popular de nuestra época “la queja”.

Tomar decisiones es una decisión difícil


pero más difícil es no tomar ninguna. La
mayoría toma decisiones cuando son
urgentes o imprescindibles, bajo presión
generalmente, viven la vida de forma
reactiva y no activa. Yo estaba dispuesto a
no ser parte de la estadística donde se
clasifican a las personas normales comunes
que nunca se habla de ellas porque no hay
mucho que decir.

Darnos el próximo pasó, renunciamos a


un “empleo seguro” después de cerrar las
dos orejas para no escuchar a los sabios.
Desafiando las predicciones de los expertos
con la sensación de encontrarnos caminado
en un terreno pantanoso.

Un negocio propio, el sueño de todo


migrante, “Al fin libres”, exclamamos de
nuevo, después de la euforia vuelven las
preguntas.

¿Qué voy hacer?


¿Cómo lo voy hacer?
¿Quién me puede ayudar?
¿Estoy preparado para desarrollar una
compañía?
¿Conozco las reglas y procedimientos estatales
y legales para hacerlo?.
¿He sido educado en desarrollar negocios
propios con anterioridad?
¿Tengo experiencia previa en este tipo de
trabajo?.
¿Cuento con los recursos necesarios?.

Y otras 200 más.


Lo menos que esperábamos es que
todas estas preguntas tuviesen una
respuesta. Lo único es que la vida se
encargaría de responderlas cobrando de tu
dinero, tu tiempo y tu salud tan rápido como
empieces.

Comenzamos con una compañía de


construcción la cual yo también había tenido
una vasta experiencia, en el año 1990 había
construido un muro de 8 pies de ese muro
para observar mi obra se cayó todo de una
vez, fue una experiencia tremenda, no se
volvió a repetir porque nunca lo volví a
levantar.

Algo interesante: empecé a adquirir


varias posiciones corporativas:

• Diseñador de Publicidad.
• Relacionista Público. Estimados y contratos.
contabilidad y Finanzas.
• Cobros.
• Gerente de Personal y Recurso Humanos.
• Obrero ejecutor de los trabajos.
• Control de calidad.
• Customer Services.

Lo más importante es que no estaba


preparado para ellas y tampoco podía
pagárselas a alguien porque el dinero que se
ganaba casi todo había que volverlo a
invertir de nuevo y cuando se ganaba un
poco más había que comprar una nueva
máquina o un nuevo camión o en el peor de
los casos alguien decidía dejarte de pagar
por alguna razón que todavía no entiendo; ni
he cobrado tampoco.

Después de tres años me di cuenta de algo:

- Tú no eres dueño del negocio; el negocio


es dueño tuyo.
- Ahora no tienes un jefe, tienes muchos
“todos los clientes”.
- Ya no trabajas 8 horas, ahora son 8 las que
no trabajas.
- Ya no tienes un buen estado físico, ahora
tienes un físico en mal estado.
- Antes la gente te parecía interesante,
ahora deja de interesarte la gente.

Casi todos los que admiras por su éxito se


han divorciado varias veces, sus hijos ni los
conocen ni respetan, padecen de artritis,
gastritis, reumatismo, diabetes, presión alta,
colesterol y muchas más, su familia actual
va de vacaciones sola mientras ellos
trabajan, viven en casa que no disfrutan,
tienen piscina que no usan, tienen carros
que sus hijos chocan, tienen agendas que no
le alcanzan las hojas, vidas que no se viven,
tiempo que no se disfruta.

Otra vez vuelven las dudas:

¿Para esto estoy yo aquí?


¿Es el éxito ese tipo de vida?
¿Realmente existirá algo diferente?

Todo este tiempo pasó como para un


huracán tan rápido, no hubo ni un pequeño
momento para reflexionar algunas cosas.

¿Hacia dónde voy?


¿Vale la pena el precio que estoy pagando
para tener lo que tengo? (¡NADA!)
¿Quién soy?
¿En quién me estoy convirtiendo?

Debe ser que le tenemos miedo a las


respuestas, pueden no gustarnos, o será que
queremos pensar de nosotros lo que piensa
nuestra familia de Cuba sobre nuestra
calidad de vida en el país de las maravillas,
donde según ellos estamos comiendo jamón
y tomando “champagne”.

Ahora hemos cambiado un poco,


tenemos una maravilla móvil que se llama
celular que nos persigue hasta en el baño
para causarnos estrés, hemos aprendido a
vivir con seguros de todos tipos (automóvil,
médico contra incendios, contra robos,
contra huracanes, contra la cuenta de
cheques).

Tener un negocio propio es una


falacia, ser empleado es una esclavitud, la
pregunta sería: ¿existe algo más?

Habrá otras opciones más rápidas con


menos inversión que de verdad esa vida de
recompensas exista?

“El maestro llega cuando el


alumno está preparado”, reza un
proverbio chino.

Se presenta una oportunidad donde


comienzo a escuchar cosas que me gustan,
hago cosas que disfruto, viajo y hago
relaciones muy bonitas, comienzo a invertir
en mi desarrollo personal, por primera vez
aprendo el arte de amarrar una corbata, de
combinar una ropa, la apariencia personal
empieza a tener prioridad y el despertar
interior se abre paso.

Me imagino que estoy en un proceso de


cambios, lo que no supuse es que todavía lo
estoy y por seguro lo seguiré haciendo
porque cuando el río no corre se estanca y
cuando se estanca muere.

Aparece la palabra multinivel en mi vida,


todo suena muy lindo hasta ahora, sólo que
un pequeño detalle después de tres años
invirtiendo aquello cada día dejaba menos
dinero, el crecimiento personal bien alto, el
bolsillo bien bajo, podíamos decir que
pagamos una excelente universidad esos
tres años, elegimos la mejor compañía, el
mejor plan de educación pero fuera de lugar,
de momento y de resultados.

¿Habrá otro empleo que me pague en 8


horas l

Creas que detrás de la esquina del último


fracaso, ahí está esperándote la más
interesante de las sorpresas. “El Éxito”.

Llegamos como muchos otros; una


expresión de asombro, la incertidumbre
apoderándose de nuestra mente sin que
existiese mucha diferencia entre la realidad
y la fantasía, lo real y lo soñado. Parecen
mezclarse en estos primeros días de nuestra
llegada a EUA en una pequeña balsa
cruzando el estrecho de la Florida, que por
cierto no sé quién le puso ese nombre de
“estrecho”.

Aparentemente ya se cumplió nuestro


gran sueño de muchos años, la alegría y la
celebración se apodera de nosotros esos
primeros días.

Amanece de nuevo en nuestra mente y


ahora podemos ver todo lo que no podíamos
distinguir anteriormente. Se fueron las
luces, las celebraciones, hemos comenzado a
vivir nuestra propia realidad, han comenzado
a aparecer los pequeños detalles que hacen
la gran diferencia.

Comienzan a parecer las preguntas que


han cambiado de respuesta al cruzar ese mal
llamado “estrecho” de la Florida.

¿Quién soy?
¿Cuánto valgo?
¿A qué me voy a dedicar?
¿Qué conocimiento tengo sobre la ciudad, el
país, sus costumbres, sus leyes; sus bondades o
dificultades?.
En el piso cuando no te puedes levantar, que
sólo estás perdido cuando lo decides,
comenzamos de nuevo en una.
¿Me servirá de algo haber vivido durante toda
mi vida como un ermitaño en una pequeña isla
sin conexión con el mundo?
¿Las cosas que hacía allá me serán de beneficio
o de perjuicio?.
¿Podré alcanzar realmente la riqueza?
¿Será necesario tener una ayuda de un tío rico
para poder triunfar?
¿Mi educación o conocimientos serán una ayuda
o un impedimento?.
¿Estoy realmente preparado para triunfar en
este monstruo de asfalto y hormigón?.
¿Podré adaptarme a un mundo de relaciones
frías y nulas?
¿Será necesario tener amigos y familiares que
te ayuden?.

Y otras muchas, pero muchas más.

Pero mientras estas preguntas llegan hay


una realidad acabamos de rentar un
pequeño apartamento entre dos en US
$265,00 al mes, el inicial lo dimos con la
ayuda que nos dio el gobierno de US$ 200
cada uno, ninguno de los dos tenemos
trabajo, sólo preguntas y todavía no se
pagan las cuentas con preguntas.

Discutimos la variedad de opciones que


tenemos para escoger a lo que vamos a
dedicar nuestra energía, tiempo y
conocimiento; por aprobación mayoritaria
decidimos que lo que nos gusta hacer es:

“lo primero que parezca, lo más cerca


posible del edifico que se pueda ir a pie”.

Increíblemente después de caminar varias


millas por 3 días aparece el primer trabajo:
lavar platos en un hotel a US $ 5,00 por
hora, nos lo rifamos y me tocó a mí, es la
primera vez que recibo un premio tan
especial en juego de azar.

Acepto después de pensarlo por 3


segundos, aceptando todas las condiciones
de trabajo después de un exhaustivo análisis
de otros 4 segundos.

Esa noche no dormí solamente pensando


qué tan emocionante sería mi primer día de
trabajo a la edad de 27 años con dos títulos
universitarios, un máster en supervivencia,
un Phd en negocios al estilo cubano
(comprar robado y vender escondido), una
maestría en remar en contra de la corriente
y otros títulos que no valen la pena recordar.

El primer día algo tremendo, la labor


fregar de platos en un hotel a la velocidad de
la luz dentro de un agua un poquito más
caliente que hirviendo, con un jefe mirando
todos tus torpes movimientos y para que
entres en calor esta primera semana debes
adquirir un poco de experiencia limpiando
unas pequeñas ollas del tamaño de una casa
pero sin que puedas vivir dentro de ellas. El
primer día en vez de pasar se arrastró y así
fueron todos los demás, llego de agua y
grasa de pies a cabeza. Rodeado de un
equipo de expertos en marcas de cervezas y
juegos de fútbol, dentro de mi sólo había un
pensamiento que mi padre y mentor me
había enseñado: “Dime con quién andas y te
diré quién eres”.

Muchas veces allí mojado, sucio,


humillado y maltratado me pasó por la
cabeza pensar sí para esto había yo
arriesgado mi vida en esa peligrosa travesía,
si de verdad este, el famoso país de los
carros lujosos que yo había soñado o
simplemente todo esto no era más que una
ilusión pasajera.

Ahora no son las preguntas, ahora son las


dudas las que gobiernan nuestra vida.

¿Será esto una etapa que debo pasar?.


¿Por qué tiempo debo estar haciendo lo
que no me gusta y no disfruto?
¿Esto será la vida?.
¿Podré ahorrar dinero con este
tremendo salario o los gastos lo
consumirán todo?.
¿El no tener historia de crédito me
limitará para triunfar?.
¿El no tener a nadie que te dé
información puede ser el problema?.

Y muchas, pero muchas más.

Hablando con los expertos (arrancados


inteligentes que saben mucho y ganan
poco), me aconsejaron buscarme un
segundo trabajo en una factoría como una
opción inteligente para ahorrar un poco de
dinero en pocos días.

Ya podíamos decir orgullosamente que


teníamos dos trabajos ó nos quedaba algún
momento para decírselo a alguien.

Después de 3 meses de 16 horas diarias, no


les puedo contar mucho porque no hay
mucho tiempo para pensar en algo, sólo
trabajar, comer y dormir, nunca se ha
odiado tanto el pequeño instrumento que se
coloca al lado de la cama como en esos
momentos. ¿Sólo una pregunta
Aprendimos algo en esta experiencia.
- Es mejor ganar dinero que tener la razón.
-Es mejor decir me equivoqué y hacer cambios
que no cambiar por temor a equivocarse.
-Las decisiones de negocio no deben estar
ligadas a las emociones.
-No todo lo que hizo rico a alguien puede
hacerte rico a ti.
-No todo lo que escucho es lo que debo hacer.
-Muchas veces lo que se predica es de lo que
se carece.
-Si no estás ganando dinero estás perdiendo
dinero.
-El tiempo es tu más preciado activo.
-No hay esfuerzo que se pierda en el universo.

En este trayecto abrimos varios


negocios, cerramos más de lo que abrimos.
Cuando el dinero no llega se afecta la
confianza, se crea el temor, las
preocupaciones matan el entusiasmo y la
creatividad. La falta de interés aparece
como el cierre de este cuadro clínico de un
paciente que ha sido contagiado con una
enfermedad que se llama “varios fracasos”,
(fracasitos muchitis, es la traducción en
italiano).

Qué difícil es levantarse cuando todo


sale como no esperabas, cuando la vida te
demuestra que has estado equivocado y te
lo cobra bien caro (en dólares), cuando los
sueños se apagan y la soledad invade tu
vida. En ese momento cuando parece que
todo está perdido (después nos dimos
cuenta en donde comienza el éxito).

Me di cuenta que habíamos elegido


una compañía equivocada para nuestra
cuenta de banco, pero ya estábamos
“montado en el burro”, ahora hay que “darle
los palos”, habíamos aprendido lo suficiente
como para triunfar en cualquier otra cosa en
el mundo.
Aparece una oportunidad cuando
menos preparados estábamos (“la
oportunidad cuando menos preparados
estábamos (“la oportunidad es calva y hay
que cogerla por los pelos”); la inversión
sobre $1,200; teníamos todas las excusas a
nuestro favor para no hacerlo, pero
entendimos que las excusas no producen
dinero, ni tampoco pagan las cuentas.

Haciendo lo que hacen los ganadores


cuando deciden algo conseguimos el dinero y
entramos, después de trabajar duro por tres
meses, la compañía cierra misteriosamente
sin aviso a no ser los del banco cobrándonos
los cheques que habían rebotado.

Aprendimos una lección:


- Debe conocerse una compañía antes
de comenzar a trabajar con ellos.
- Si es posible, sería muy bueno
conocer sus dueños, su trayectoria y sus
sueños.
- La compañía debe tener un producto
o servicio sólido y real.
- Debe existir una garantía de
devolución efectiva.
- También aprendimos que es
imposible saber si algo es bueno si uno no
lo prueba.

Nos dimos cuenta que el riesgo es una


característica necesaria e incondicional del
éxito, que sólo se puede ser conservador
cuando uno tiene dinero a la hora de
invertirlo, pero cuando no lo tienes el primer
paso es buscarlo.

Cuando fracasas en un negocio todos los


que te conocen sienten la obligación y el
derecho de darte sus consejos sabios. Te
dirán que te consigas un trabajo serio y
estable, que todos esos negocios son
iguales, que en este país hay que tener algo
seguro. Te dirán muchas cosa pero te
aseguro que ninguna solución o propuesta
real.
Después que fracasas lo lógico y real es
que te deprimas, que las dudas te invadan
de nuevo, que sientan una tendencia a
detenerte a no tomar decisiones pensaba
que quizás pueda ocurrir lo mismo otra vez,
la preocupación, la frustración invade tus
sentidos, están a un punto crítico económica
y moralmente.

Estamos en el fondo del hueco, las


paredes están altas y no tenemos fuerzas
para volver a subir y cada paso que damos
tal parece que bajamos un poco más en este
hueco. La vida es implacable para el que
está abajo, todo parece un obstáculo para
encontrar la salida.

“Cuidado”, dijo:

“El éxito casi siempre se esconde detrás


de la próxima esquina en que obtuvimos el
mayor de los fracasos”.

La mayoría pasa tanto tiempo


haciendo preguntas ¿Por qué?, en vez de
¿Cuándo?, “preocupándose” en vez de
“ocuparse”, “quejándose” en vez de
“actuar”, que sería imposible descubrir la
nueva oportunidad estando tan ocupado en
todo lo que no resuelve los problemas.
Armado con el deseo de triunfar, un
espíritu indomable de guerrero, la certeza de
que la perseverancia es más poderosa que el
conocimiento, con un solo pensamiento en la
mente:

“Triunfar o triunfar”.

En las próximas 12 semanas el éxito llega


en abundancia, todo cambia, el dinero
parece fluir con tal rapidez que uno se
pregunta: ¿dónde estaba antes?, la vida
cambia; era tan fácil; acá todo es tan
distinto, amistades positivas, viajes, dinero,
la autoestima crece, la confianza se
restablece, la energía y el entusiasmo te
precede.

Somos el resultado de nuestros


pensamientos, ahora entendemos que si no
hubieran existido esos fracasos tampoco
hubiéramos llegado hasta aquí, tal vez no
habría la urgencia y el enfoque necesario,
tampoco tendríamos la experiencia para
poder saber todo lo que no funciona, los
errores son mínimos, parece que donde los
demás e paran ya avanzó.

Comienza la expansión: Miami, Newport,


Orlando, Tampa, California, New York,
Texas, New Jersey y Atlanta, en vez de
caminar, se vuela. Entre las ideas y la
acción se estrecha el tiempo. Te conviertes
en un imán para atraer gente, dinero y
circunstancias, todos quieren estar a tu lado:
el reconocimiento te empuja hacia la
excelencia. Las horas pasan y no sientes
cansancio o fatiga, la adrenalina está al
máximo, el miedo y la inseguridad parecen
haberte abandonado. Seguro que tuvieron
serios problemas de supervivencia dentro de
ti, ahora los consejeros visitan tu casa y
montan en tu mercedes. Algo ha cambiado
en ellos, ahora en vez de dar consejos te los
piden, ahora en vez de opinar se asombran,
dicen que tienes suerte, que sabían que lo
ibas a lograr; sólo uno sabe la verdad y
quizás sólo uno sabe la verdad y quizás sólo
uno pueda entender que el éxito ha llegado
sólo cuando tú lo deseaste tanto como al
oxígeno para poder respirar.

Qué linda es la vida de esta forma, nos


preguntamos por qué la mayoría no lo logra.
Miramos hacia atrás a nuestros amigos:
tienen los mismos carros, viven en los
mismos apartamentos y curioso, siguen
reuniéndose para hablar las mismas cosas,
están tan ocupados en estar desocupados
que para qué molestarlos con el éxito.
Muchas veces en estos lujosos hoteles en
los más de 100 viajes a diferentes partes del
mundo reflexionamos un poco y pensamos
“cómo ha pasado esto en nuestra vida, cómo
nos hemos separado de vivir una vida común
a una vida extraordinaria.

Pero si nos analizamos nos damos cuenta


que nos hemos transformado, que nuestro
físico se parece pero nuestra mente no, que
ahora hablamos diferente, pensamos
diferente, reaccionamos diferentes,
actuamos diferente, ¡ahora somos
diferentes¡ pensamos diferente,
reaccionamos diferente, actuamos diferente,
¡ahora somos diferentes……!
ANTES DESPUES

En vez de:
Hablar Hacemos planes
Quejarnos Resolvemos
Ver televisión situaciones
Vemos el plan
Actividades de acción
Actividades
placenteras
Resultados productivas
Resultados
mediocres
Pocos amigos placenteros
Muchos amigos
Escuchar noticias Escuchar
negativas
Tener gastos casetes
Tenerde
desarrollo
inversiones
Tratar de Cambiándose
personal
cambiar a los
Tener la razón Tenermismo
uno dinero
demás a nuestra primero
Discutir
forma Negociar
Tener ideas Realizar
Consultar con los proyectos
Consultar con
amigoslas
Comprar los expertos
Invertir en
cosas que nos
Reaccionar a lo cosas que
Adelantarnos nosa
que gustan
nos pase ayuden
lo que pueda
Corriendo de un Corriendo hacia
lado a otro pasar
elCambiando
lado señalado
Siguiendo una el
misma rutina
Obteniendo lo curso a la
Pidiéndole
que Fracaso
la vida nos constantemente.
vida lo que
Retos
trae queremos
Han cambiado las cosas porque hemos
cambiado nosotros, ahora no es tan
importante la cantidad de trabajo sino el
nivel de enfoque; los problemas no nos
preocupan, nos ocupan las opiniones no nos
afectan, nos engrandecen, la falta de
comprensión en vez de debilitarnos nos hace
esforzarnos más, la crética no nos irrita, nos
engrandece, el éxito sale de dentro y no de
fuera.

Sigue la expansión: República


dominicana, Puerto Rico, costa Rica,
Panamá, México, seguramente cuando leas
este libro estemos de nuevo creciendo
porque como el río cuando crece corre y
cuando es estable se estanca.

A 30.000 pies de altura escribiendo este


libro en una gira a 4 países me pregunto
por qué mis amigos balseros han quedado
tan lejos, por qué siguen en esos empleos
que odian, en esas factorías que los
destruyen, por qué siguen viviendo una vida
de mediocridad cuando la excelencia está a
la vista, por qué se han conformado
usando el destino como excusa para no
triunfar.

S er

U til

E nfocado

T rabajador

E ntusiasmado.

¿Será que algunos están destinados para


triunfar y otros para perder?

Si es así, ¿dónde está escrito?; me


gustaría ver el mío a ver qué dice y si no lo
has leídos, no crees que deberías visualizar a
dónde quieres llegar, cuándo y cómo hacer
todo lo necesario para lograrlo, es un
poquito más fácil que pasar toda la vida
tratando de descifrar un destino que nadie
conoce.
Será que se nació con unos dones?

D ecide

O cuparte

N o.

E speres.

S uceda

S olo

Osea que, los médicos, ingenieros, abogados


y arquitectos no debería estudiar pues ya
nacieron con esos dones.
O será que los fracasados encuentran las
excusas cuando los exitosos encuentran las
razones, será que cuando los mediocres se
quejan los exitosos ponen acción.
Que es más fácil preguntar ¿por qué?,
¿cómo? O será que no hemos encontrado el
negocio ideal. Lo más seguro debe ser eso
que hemos intentado muchas veces y hemos
fracasado.
F R A C A S A R
u e C o c o p e
e s T n t l a s
r u I s u o r u
t e V i a e l
e l O s c t
t t e a
o e r d
n á o
t n s

e
El fracaso: Evento fallido sin oportunidad
de cambiar, registrado de por vida en el
subconsciente de una persona.

La pregunta sería si estás leyendo este


libro debes estar vivo porque que yo sepa
los muertos no leen, si estás vivo puedes
hacer cambios, puedes volver a intentar de
nuevo cuantas veces sea necesario hasta
tener éxito y a la vez que tengas éxito la
palabra fracaso o subconsciente la olvida.

Levántate y triunfa, resístete a ser


mediocre, no te conformes con menos
cuando la grandeza está a tu alcance, no
pongas excusas si primero no encuentras las
soluciones, sé un ganador no un llorón.

Hazlo porque tienes el derecho de vivir


una vida de felicidad y abundancia, eres
único, especial entre 6 billones de personas,
no hay nadie igual a ti, reclama tu opción de
ser libre y feliz, de crecer y cambiar, de no
vivir para trabajar, de no trabajar por
dinero, deja que el dinero trabaje para ti.

Te digo algo “tú puedes” porque yo lo hice


y si yo lo hice sin amigos, sin el idioma, sin
dinero y sin conocimientos, dame una sola
razón por qué no tú, por qué no ahora,
podrás encontrar muchas excusas pero
ninguna de ellas por real que sea podrá
resolver tus problemas financieros.

“El fracaso tiene mil excusas, el


éxito no requiere explicación”.

Nos mantenemos creciendo, haciendo


nuevos proyectos con los pies bien puestos
en la tierra pero nuestra mente volando.
Estamos viviendo tiempos de cambios, es
preciso estar dispuesto a escuchar
atentamente para visualizar hacia dónde va
el mercado. Se están necesitando líderes en
vez de jefes, creativos en vez de expertos,
soñadores en vez de inteligentes, personas
que estén dispuestas a entender que lo que
saben hasta ahora la próxima semana puede
quedar obsoleto.

Nos han educado en que obtengamos un


título universitario como la solución de
nuestros problemas y ahora nos damos
cuenta que mientras tú estudias en la
universidad adquiriendo una deuda casi de
por vida cuanto te gradúas debes entregarle
un resumen a un “bruto” que no estudió que
es el dueño del negocio donde tú vas a
trabajar, que tener un título no resuelve,
que quizás ganas más dinero y seguro
gastas más de lo que ganas, hemos estado
educados al consumo y no a la inversión, he
visto pelados con televisores de 52’ en su
sala y no tienen una cuenta de reserva para
emergencias, un fondo mutuo o una
inversión de Real State.

Estamos más preocupados por cuánto


ganan los artistas y peloteros que por cuánto
ganamos nosotros, hablamos de la vida de
todo el mundo excepto la de nosotros,
vivimos mirando lo que hace el vecino y
nunca analizamos lo que hacemos nosotros,
le decimos a los demás lo que ellos deben de
hacer y nosotros no hacemos nada, vemos
películas en vez de leer libros y escuchar
casettes de desarrollo personal, hacemos
mucho con la boca y poco o nada con
nosotros.

“¡Detente un momento y piensa!”

¿Hacia dónde voy?


¿Cuáles son mis metas y mis sueños?.
¿Estoy dando pasos para lograrlo?
¿Estoy creciendo mental y espiritualmente?
El trabajo que tengo me llevará a cumplir mis
metas y sueños?.
¿Si sigo haciendo lo mismo podré alcanzar lo que
yo quiero?
¿Los amigos que tengo pueden ayudarme a
alcanzar mis metas?.
¿A quién le estoy pidiendo consejos?
¿Quién que yo conozco tiene lo que yo quiero?
¿Estoy aprovechando mi tiempo al máximo?
¿Estoy visualizando mis metas y sueños diarios?
¿Existirá un propósito en mi vida¿?

Y muchas más.

El día que no estés haciéndote preguntas no


estás creciendo, el día que no tengas retos
estás estancado, el día que no haya
problema no hay vida, el día que dejes de
creer en ti, que pierdas la fe y el
entusiasmo, el deseo y las ganas, has
muerto, aunque todavía demores un tiempo
en enterarte.

Nos damos cuenta que necesitamos


hablar menos y escuchar más, dejar de
tratar de impresionar a los demás con la que
creemos que sabemos y darnos cuenta que
lo que debemos hacer es aprender cada día,
ser lo suficiente humilde para reconocer que
alguien nos puede ayudar, que la economía
es un proceso cambiante, que nuevas
tecnologías comienzan mientras leemos
estas líneas y nosotros podemos estar
quedando atrás sin darnos cuenta.

Nosotros, esta generación de balseros


criados en un sistema en que la inteligencia
en los negocios predominaba sobre la
calidad del servicio, el ganar ahora es más
importante que el cliente satisfecho; la
supervivencia más fuete que la convivencia,
comenzamos a entender que debemos
cambiar nuestra mente primero y luego el
dinero llegará en abundancia como si
siempre hubiera estado esperándonos.

Los pequeños logros no deben


deslumbrarnos. Encontrar un propósito en
la vida quizás sea nuestro mayor propósito.
Podemos crecer mucho más si vemos a los
demás como colaboradores de nuestros
planes y los integramos a nuestra vida.

Es importante comenzar a cambiar


nuestra mente ya que cambiando nuestra
forma de pensar cambian las circunstancias
que nos rodean; un amigo me dice “oye
chico que tiene que ver la mente con los
dólares”; la respuesta es todo; tu forma de
pensar te lleva a unas acciones y las
acciones te llevan a unos resultados, los
resultados te dan una confianza y la
confianza te mantiene accionando de nuevo
en la dirección correcta. Estar en la
dirección correcta por un tiempo puede
transformar la vida completamente.

Cuando llegamos de cuba buscamos


desesperadamente los consejos de los
amigos y familiares, después de un tiempo
nos damos cuenta que muchos de sus
consejos no se ajustan a nuestro sueños de
grandeza y de éxito, muchos de estos
consejeros han sido atrapados en la crisis de
la realidad, han conseguido un trabajo que
según ellos les paga bien, tienen un auto
nuevo y una casa propia, visten con
elegancia ya aparentemente han alcanzado
el éxito, pero cuál es la verdad.
La casa la financiaron a 40 años, por
tanto el verdadero dueño es el banco, el
carro lo sacaron a 5 años porque nunca va a
ser propio; una razón es que cuando se
termina de pagar no vale nada y otra que el
mismo “status” no le va a permitir que siga
montado en un carro viejo, su tremendo
salario está comprometido en más de un
90%, sus tarjetas de crédito han aprendido
a conformarse con los pagos mínimos, como
dice un amigo hemos encontrado una
historia de “Disney” con una coreografía
preciosa confeccionada en cartón y papel,
dos materiales poco sólidos incapaces de
resistir los primeros vientos en una posible
tormenta que por seguro llegará en algún
momento de la vida de cualquier persona.

Serán estas mismas personas las que


estamos usando como modelo, serán estas
mismas personas las que nos están
aconsejando a alcanzar nuestros sueños y
metas. Quizás estas mismas personas ya
han bloqueado nuestras ilusiones, sueños y
aspiraciones que traíamos cuando llegamos,
con sus expertos consejos diarios han
apagado nuestro avance. Tampoco podemos
culparlos, ellos han tratado de hacer lo
mejor posible de acuerdo a sus
conocimientos, sus vivencias y sus
experiencias, tampoco tiene ninguna
obligación de ayudarnos ya que el éxito es
una responsabilidad personal de cada uno de
nosotros.

Muchos amigos me dicen, “Frank, es que


mi esposo(a) no me ayuda”, estimado
amigo(a) déjame decirte que es una bonita
excusa para satisfacerte solamente y
exclusivamente a ti, que ya encontraste una
razón para justificar tu mediocridad y tu
vagancia. Ya puedes convencer a los demás
que la culpa de tus problemas es tu pareja,
inclusive hasta tú mismo puedes
convencerte después de repetirlo varias,
veces, lo único que no puedes hacer es tener
éxito porque eso no se logra con excusas.

En una reunión con varios amigos alguien


me preguntó a qué me dedicaba, yo
comencé a hablar sobre el tema pero unos
20 segundos después el que me preguntó
interrumpió la conversación con un conocido
“ahhh ya yo sé de eso” y siguió contando lo
que cualquier oyente hubiera calificado una
explicación científica y profesional de alguien
que tiene una vasta experiencia en ese
campo. En ese momento me pregunté cómo
alguien que sabe tanto de lo que yo hago no
está cobrando más que yo, ¿por qué?.
Estará pelado entonces, aparentemente es
un experto sin dinero, sin resultados y poco
dispuesto a que nadie le enseñe algo que él
no sabe, está demasiado ocupado en tratar
de enseñarle a los demás lo que él no sabe
ni aplica, que sería incapaz de usar sus dos
orejas en algún momento de su vida.

Por desgracia nos encontramos muchas


personas así. Pero la más triste es el daño
que le hacen a los demás, tenemos que
comenzar a cuidar nuestra alimentación
mental al igual que cuidamos nuestro
estómago, comenzar a ser celosos con
nuestro tiempo; es una prioridad controlar la
información que entra a nuestra mente o la
información nos controlará a nosotros, dejar
de hacer lo trivial y hacer lo qe nos acerque
a nuestros sueños debe ser urgente.

Hace un tiempo atrás un amigo me


cuenta que tiene muchas ideas y varios
proyectos en mente, lo más seguro dentro
de un año lo vuelvo a encontrar y nos dice lo
mismo, ya que en otros anteriores así ha
pasado, las ideas, valen un centavo la
docena, sólo son válidas las ideas que han
sido probadas y que cuentan con un sistema,
los demás todavía están a prueba hasta que
las hagas y las puedas duplicar.

Encontramos personas que un excelente


potencia, una capacidad y una inteligencia
tremenda sentada en el banquillo de la
mediocridad y el conformismo esperando
que el supuesto “destino” les abra las
puertas, que la suerte les llegue o que la
lotería resuelva todos sus problemas.

Seguir tratando ya no es una opción, es


una condición indispensable para tener éxito.
Estar demasiado ocupado trabajando no es
suficiente, tampoco garantiza tu éxito, ni te
asegura que no vas a fracasar, sólo
comenzar a dar pasos que contribuyan a la
consecución y el desarrollo de tus metas y
sueños es la forma más segura y directa de
alcanzar tu éxito.

Mi querido campeón (a), levántate y


resuelve comenzar de nuevo hoy. Hoy es el
primer día de tú vida, comienza a leer libros
de auto superación personal, a escuchar
CD’s, encuentra una buena oportunidad, sólo
va a aparecer cuando los busques sin
descanso. Aparecerán muchas falsas en el
camino, debes tener la capacidad de
reconocer la diferencia, va a caer varias
veces antes de encontrarla, no te preocupes,
estás bien, no hay éxito sin fracasos, a todas
las personas que tienen éxito les ha pasado
con anterioridad.

Hace un tiempo atrás un amigo balsero


me dice: ¡Qué Brother, yo quiero triunfar
igual que tú! ¿Qué tengo que hacer?.

Una pregunta difícil de responder en tan


corto tiempo, me gustaría haberle dicho todo
lo que yo sabía, todos los errores que he
cometido, todas las malas decisiones que he
hecho, todo lo que he aprendido en los
seminarios, en los CD’s que he escuchado y
los libros que he leído, todo lo que he
aprendido de tanta gente que quizás ni sabe
que me ha enseñado algo valioso, el único
problema es que no encontraba cómo decirle
todo eso en tan corto tiempo y que pudiera
asimilar todo, qué difícil se me hizo poder
contestar esa pregunta tan simple de hacer
peso, tan compleja y profunda de entender.

Después de pensarlo por un momento le


dije;

Mi querido amigo, el éxito es como ese


viaje en balsa, debes definir primero hacia
dónde vas, luego conseguir el vehículo y
luego hermano remar en contra de la
corriente, en contra de la lógica, en contra
de los pronósticos, en contra de las
opiniones, de los consejos y de las dudas
¡rema amigo, no te detengas! Ni un solo
memento, no mires hacia atrás nunca, el
oleaje es alto y te puede derrumbar, mantén
la dirección correcta, vendrán muchas olas
que te harán cambiar el rumbo, cuando
hayas pasado vuelve enfocar tu destino,
comienza de nuevo cuando te sientas
cansado y nunca pierdas la fe, no importa lo
que suceda, acuérdate mi querido amigo que
el éxito sólo parecerá cuando no le quede
más remedio que hacerlo porque tú tomaste
esta decisión de forma definitiva.

Y recuerda cuando creas que has


llegado, no te detengas, sigue remando en
algún momento sin darte cuenta ya habrás
dejado de remar e irás en un lujoso yate que
se llama éxito hacia algún lugar que a los
demás les gustaría ir.

Otra cosa amigo:


“No te detengas” que ese hermoso yate
también hay que conducirlo y controlarlo.

¡Oye Brother, pregunta el amigo!


¿Pero hasta cuándo?
Hasta siempre amigo, hasta siempre, el
éxito es el total involucramiento de un ideal
valioso.
El amigo sonríe, da la espalda camino a
su auto con una mirada diferente, una
sonrisa dibujándose en su rostro, antes de
irse me mira y me dice:

Nos vemos Brother, lo más seguro del otro


lado de la travesía.

Yo rápido le contesto:
Acuérdate hermano

¡Rema Fuerteeeeee!.

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