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EL FUERTE DE

SAMAIPATA EN CONTEXTO:
ESTUDIOS HISTÓRICOS

Isabelle Combès y Albert Meyers

Santa Cruz de la Sierra


2018
Sumario

Introducción.............................................................................................. 2
La Relación Cierta de Alcaya(ga)............................................................. 5
Acerca de la crónica.............................................................................. 6
La Relación de Diego Felipe de Alcaya............................................. 17
Estudios históricos................................................................................. 27
Samaipata y las rutas prehispánicas del metal............................... 28
Grigotá y Vitupue. En los albores de la
historia chiriguana (1559-1564)......................................................... 48
Saypurú: el misterio de la mina perdida, del
Inca chiriguano y del dios mestizo................................................... 61
El “Fuerte de Sabaypata” durante la guerra toledana contra
los chiriguanos. Un documento sobre su abastecimiento
y los indios auxiliares, 1574-75.......................................................... 85
Siglas de archivos................................................................................... 97
Bibliografía.............................................................................................. 97

Lista de mapas:
1. Ubicación del Fuerte de Samaipata
2. Ubicación aproximada de los grupos indígenas del río Guapay
hasta el Pantanal en el siglo XVI y rutas del metal
3. Samaipata, Saypurú y alrededores - siglo XVI
Introducción

Isabelle Combès y Albert Meyers

El sitio arqueológico de Samaipata situado en las últimas estriba-


ciones de los Andes orientales de Bolivia, a unos 1900 metros de
altura, es comúnmente conocido como “El Fuerte de Samaipata”,
y con esta denominación fue inscrito en la lista de Patrimonio de
la Humanidad por la UNESCO. Sin embargo, lo más característico
y llamativo del sitio no son sus instalaciones defensivas, sino la
gigantesca roca de piedra arenisca en la cual se encuentran talla-
dos una gran cantidad de elementos geométricos como bandas de
rombos, triángulos, canales, peldaños, sillas y escaleras, además de
grabaciones figurativas como felinos y serpientes, todo lo que le da
un carácter singular a este sitio. Mientras el origen de muchos de
estos grabados se remonta hasta tiempos preincaicos, los nichos y
las puertas trapezoidales que marcan los flancos al Norte y Sur de la
roca son de clara simbología incaica y así pueden ser interpretadas
como los lados de edificios largos (templos) cuyos muros de funda-
mento en forma de piedras se pueden apreciar todavía hasta hoy.
Trabajando en el sitio en los años 1990, el Proyecto de Investigación
Arqueológica en Samaipata (PIAS) logró identificar y conservar a
más de 50 edificios situados en las terrazas, al lado y en los alre-
dedores de una gran plataforma central al Sur de la roca. Todo el
conjunto está acorde con el modelo de las capitales de provincia
distribuidas a lo largo del imperio incaico.
En muchas de las casas excavadas encontramos hasta tres o inclu-
so más pisos de ocupación superpuestos. De la misma manera, los
restos cerámicos encontrados provenían de estilos locales (pintados
y no pintados), varios tipos de cerámica inca (provincial e imperial)
así como de estilos típicos de las culturas de las tierras bajas colin-
Isabelle Combès y Albert Meyers

dantes, estos últimos normalmente entremetidos entre dos niveles


de aparente ocupación incaica. Lo interesante es que este contexto
arqueológico se corresponde estrechamente con la llamada Relación
Cierta del padre Diego Felipe de Alcaya, principal documento de
la época colonial sobre Samaipata y sus alrededores. Esta crónica
cuenta, entre otras cosas, que los incas hicieron de “Sabaypata” un
asiento real, poniendo como gobernador al capitán Guacane, pa-
riente del Inca del Cusco. Con la conocida política incaica de dones
y dotes, Guacane se hizo señor de toda la provincia de Grigotá, es
decir de la región de la actual Santa Cruz de la Sierra. Más tarde se
reunió con él su hermano Condori, que empezó a explotar las minas
de Saypurú en el piedemonte andino.
Sin embargo, tantas riquezas y prosperidad atrajeron de los pue-
blos de tierras bajas, entre ellos los “chiriguanaes” (guaraní-hablan-
tes) desde Paraguay, y los xarayes del Pantanal. En uno de sus ata-
ques, Sabaypata y la mina de Saypurú fueron saqueadas y Guacane
asesinado. Aunque Huayna Capac, que se encontraba en Quito,
mandó un nuevo ejercito que reconquistó el sitio, es bien conocido
que los chiriguanaes fueron un constante peligro para el flanco del
imperio incaico desde el llamado codo de los Andes hasta el Chaco
argentino –aunque las luchas no excluían, en ocasiones, el comercio
y el intercambio de bienes. Es así que, tanto para protección como
para comercio, fueron erigidos múltiples asientos incaicos, desde la
fortaleza de Parabanocito a unos 50 km. al Este de Samaipata hasta
la quebrada de Humahuaca. Entrando a la “cordillera chiriguana” a
inicios del siglo XVII, Rui Díaz de Guzmán mencionaba la existen-
cia de varios antiguos asentamientos incas en la zona:
- Pipi. Se trata del nombre de una actual comunidad guaraní, en
la provincia Cordillera.
- “El gran fuerte de Viavia, a seis leguas” (30 km.) de Pipi. Corres-
ponde posiblemente al sitio de Incahuasi.
- Cuebo, que podría ser el actual Cuevo en el límite entre el de-
partamento de Santa Cruz y el de Chuquisaca, ya llegando a los
llanos chaqueños; pero también es posible que se trate de otro
Cuevo, más cercano a Saypurú, mencionado en los documentos
sobre el “ángel Santiago” (cf. más adelante).

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EL FUERTE DE SAMAIPATA EN CONTEXTO: ESTUDIOS HISTÓRICOS

- Macharetí: actual provincia Luis Calvo de Chuquisaca, al pie de


la serranía del Aguaragüe.
- Guacaya, también en la provincia Luis Calvo de Chuquisaca
- “El valle que llaman de los Sauces”, donde intentó poblar luego
Juan Lorenzo Machuca desde Charcas. Aunque Sauces evoque
el antiguo nombre del actual pueblo de Monteagudo en la pro-
vincia Hernando Siles de Chuquisaca, es poco probable que
se trate del mismo lugar. En efecto el “río de los Sauces” era
también el nombre del río Parapetí o Condorillo en el siglo XVI,
y Lizárraga (1968 [c. 1600] : 84) indica que fue el lugar donde
quiso poblar Andrés Manso, ya entrando a los llanos chaqueños
al Este de la Cordillera chiriguana. De la misma manera el mapa
del licenciado Cepeda, de 1588 (AGI Charcas 16) muestra que la
población de Juan Lorenzo Machuca, Torremocha, estaba ubica-
da al Este de los ultimos estribos del piedemonte andino.
- Un valle llamado Caracarane, “que fue antiguo fuerte de los
indios del Perú”: corresponde sin duda la aldea chiriguana
Caracara señalada en 1584 al Sur del río Guapay1, y al actual pe-
queño pueblo llamado Caracara, a unos 35 kilómetros al Norte
de Saypurú.
(Díaz de Guzmán 1979 [1617-18]: 72, 77, 85)
A consecuencia de los asaltos chiriguanaes y de la presencia inca, se
presentó también lo que podría llamarse un despoblamiento de toda
la zona, o sea de los creadores de estilos y complejos cerámicos Mo-
jocoya, Presto Puno y otros, y una repoblación con mitimaes, es decir
trabajadores trasplantados desde múltiples regiones del incario.
Hace poco publicamos en esta misma colección un compendio
de estudios arqueológicos sobre el Fuerte de Samaipata (Meyers
y Combès eds. 2015). Sin embargo, el Proyecto de Investigación
Arqueológica en Samaipata también tuvo un componente más
netamente histórico, del cual participó por ejemplo la historiadora
Catherine Julien (2008). Faltaba entonces complementar el primer
tomo publicado con estudios de corte más histórico. El Fuerte de
Samaipata no fue siempre el mismo según las épocas y según la

1 AGI Pat. 235 r.8: 28; en Mujía 1914 tomo 2: 416-417.

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Isabelle Combès y Albert Meyers

gente que se interesó o vivió en él: existe una historia preincaica de


Samaipata, de la cual sabemos demasiado poco; una historia inca,
mejor documentada; una historia chiriguana, que podemos recons-
truir en parte; y una historia española del sitio, que le dio además su
nombre de “El Fuerte”.
De esta manera, los artículos aquí reunidos se esfuerzan por es-
tudiar a Samaipata en su espacio y en su(s) tiempo(s). Todos ellos
fueron publicados anteriormente, pero fueron readecuados para la
presente publicación, para evitar fastidiosas repeticiones. La prime-
ra parte presenta el texto más importante para la comprensión de
Samaipata: la Relación Cierta de Diego Felipe de Alcaya. La segunda
parte reúne varios ensayos de corte histórico sobre Samaipata y su
contexto en época prehispánica y colonial.

Mapa 1. Ubicación del Fuerte de Samaipata

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