Professional Documents
Culture Documents
¿Cómo aprender filosofía en casa o por tu cuenta? Muchas personas no saben cómo hincarle el
diente a esta disciplina con fama de hueso, ya se trate de adultos autodidactas o de familias
homeschoolers. La filosofía les atrae y les repele a partes iguales. ¿Por qué?
La gente odia la filosofía
#Razón 1: Por su mala experiencia como alumnos en el instituto (ya es hora de que los profesores
de filosofía dirijamos la tan cacareada actitud crítica hacia nosotros mismos y hagamos borrón y
cuenta nueva. O, al menos, que dejemos de echar la culpa a todo quisqui antes de atrevernos a
cuestionarnos a nosotros).
#Razón 2: Porque la propia tradición filosófica se ha ido encargado de hacerse antipática al
alejarse de los problemas y necesidades reales de las personas corrientes (¿o la filosofía es sólo
para los muy listos y especiales?). El lenguaje de los filósofos resulta incomprensible para el
común de los mortales, y muchos filósofos se regocijan de ello, además de proclamar la presunta
inutilidad de la filosofía como su principal virtud (¿no entendéis por qué esto es bueno? Yo
tampoco).
Querer y no poder
Hace unas semanas me escribió un lector de la revista Filosofía Hoy que sigue mis artículos en la
sección de Filosofía Práctica:
1
Hola, mi nombre es J., tengo 42 años y me encanta la lectura y a raíz de esa pasión empece a
interesarme por la Filosofía. Me he planteado incluso matricularme en dicha materia por la uned,
pero en estos momentos mi situación familiar y laboral no hacen viable dicho sueño.
Me encanta leer y como en toda lectura uno sacas sus propias conclusiones, teorías, etc… pero
me siento incapaz de pasarlas a un papel, me bloqueo. De un tiempo para acá leo mucho y me
doy cuenta de que no profundizo, un ejemplo: me pongo a leer a Savater y este empieza a
nombrar filósofos y yo venga a cambiar de lecturas según autor y todas sin terminar. Tengo un
deseo de aprender, pero no llego a ningún sitio.
Ceo que tu me podrías ayudar.
Limita y selecciona.
2
Limita tu tiempo de lectura y escoge un par de blogs/webs para inspirarte y buscar recursos.
Sobre todo, deja de comportarte como un pato mareado y de pasar horas navegando yendo de un
sitio a otro (¿a que te he pillado? No te preocupes, nos pasa a todos :). Lo más probable es que al
final solo habrás logrado estar hecho un lío, pero aprendizaje poco. Recuerda preguntarte por el
sentido y por la finalidad de lo que estás haciendo en Internet (¿qué problema estás
investigando?) o serás uno de esos incautos que sucumben a las clónicas webs de profesores de
filosofía de secundaria.
Por ejemplo, la web de la revista Filosofía Hoy va publicando artículos de números pasados. Así
puedes acceder a artículos divulgativos de calidad gratis. Te dejo un par de artículos
recomendados:
Entrevista a André Comte-Sponville, uno de los filósofos actuales que venden más
(merecidamente).
Descubre a Diógenes, uno de los (muchos) filósofos interesantes excluídos de los
programas académicos (yo no lo estudié ni en la Universidad) y de los más injustamente
criticados. Te aseguro que merece toda tu consideración.
Y, claro, te invito a seguir este blog para estar al tanto de recomendaciones más específicas.
Puedes suscribirte via RSS, ingresar en nuestra comunidad de pensadores aquí, o permanecer
conectado a través de facebook o de twitter.
#5. Participa en comunidades de aprendizaje.
El que te invite a estudiar filosofía desde casa no quiere decir que te anime a encerrarte y a
convertirte en un ermitaño de la filosofía. No, por favor, no lo hagas. Ya hay suficientes ratones de
biblioteca y gente que usa la filosofía para refugiarse de la vida.
Al revés, te animo a que uses la filosofía para socializar y aprender en grupo, ya sea en simples
reuniones de amigos o participando en prácticas filosóficas colectivas. ¿Sabes que es un café
filosófico? Te invito a que investigues un poco y te acerques a uno, ya los hay en muchas ciuades.
Por ejemplo:
Barcelona
Valladolid (en estos momentos, temporalmente suspendido, pero seguro que Óliver vuelve
al ataque pronto)
Campo de Criptana (Ciudad Real)
Granada
Madrid
Buenos Aires
Lima
Chiapas
San Luis Potosí
Hay muchísmos más repartidos por todo el globo (adelante que habrá especial sobre los cafés en
este mismo blog más adelante). Prueba haciendo una búsqueda en Google con le término “café
filosófico” o “diálogo filosófico” e indicando el nombre de tu localidad.
Inspirados en esta práctica, en EQUÁNIMA organizamos nuestros Open TalQ abiertos y gratuitos.
Si estás en Madrid, esta actividad te va como anillo al dedo. Suscríbete a nuestra newsletter para
3
recibir los avisos (y, tranquilo, que haremos un buen uso de tu mail: sólo recibirás información que
pensamos que puede resultarte de interés, sin agobiarte con constantes ofertas comerciales).
#6. Pon los libros a tu servicio
Pierde el “respeto” a los libros, son herramientas no las Tablas de la Ley. Abren mundos nuevos,
sí, pero ante todo son herramientas que tú tienes que aprender a usar en tu beneficio y en el de
los demás. Si eres de los que les da reparo hacer anotaciones o subrayarlos, tienes un problema.
– Comprar libros puede ser una forma de consumo como cualquier otra.
Y ya sé que esto no está muy bien visto decirlo. Te aconsejo ser pragmático y no con comprar
libros que no vas a leer. Piensa en el tiempo del que realmente dispones para la lectura (y en tu
familia!). Aunque luego los puedes usar para hace una barbacoa o calentarte en invierno, lo más
probable que no te atrevas y termines acumulando libros que no hacen más que coger polvo. En
ese caso, mejor regalarlos (y así otro tiene la oportunidad de acumular etc.; el ciclo de la vida :-P).
4
6. Heráclito y el arte de la contemplación cósmica.
7. Pitágoras y el arte de la memorización y del encantamiento.
8. Los escépticos y el arte de cultivar la duda.
9. Diógenes y el arte de la anarquía.
10. Platón y el arte de la justicia.
11. Plutarco y el arte del heroísmo.
12. Aristóteles y el arte de la plenitud.
Sugerente, ¿verdad? Este libro te va ayudar a aprender filosofía y sobre todo a aplicarla a tu vida
para ser más feliz, más sabio, más fuerte. Cada lección muestra una técnica filosófica
acompañada de historias y anécdotas de gente corriente, como tú y como yo, capaz de ponerla en
práctica en su vida cotidiana.
“Inspirador… demuestra que la filosofía va mucho más allá de las lecciones en clase soporíferas”
Financial Times
“Preciso y brillante” Tom Hodgkinson, escritor.
“Lleno de sabiduría clásica y a la vez muy vigente con ideas actuales” Tom Butler-Bowdon,
escritor.
“Riguroso, honesto y con mucho humor” Louise Chunn, editora de Psychologies Magazine
Cómpralo en tapa blanda por 17,95 y en versión Kindle a un precio muy bueno: 12,34 euros.
Nota: la trasparencia es importante para mí. Si compras el libro a través del enlace de arriba, yo
gano una pequeña comisión, pues soy afiliada de Amazon. Así que, si te animas, ¡GRACIAS! Me
ayudas a mantener mi trabajo en este blog dedicado a ayudar a otros a aprender y así puedo
seguir compartiendo gratuitamente contenidos que creo que son interesantes y originales. Y que
esto no te haga dudar de la calidad de mi recomendación, que es completamente libre, sincera y
personal. Lo he leído y es un gran libro, muy útil para iniciarse y más aún. De los que no cogen
polvo en tu biblioteca. Comprándolo ganas tú, gano yo, ganamos todos. Win-win
– Di no al copy&paste filosófico.
Que tu lectura sea un espacio tiempo para la reflexión personal, no un IKEA donde comprar ideas
prefabricadas con los que decorar tu mente. Es mucho más satisfactorio ser un artesano de ideas.
5
¡Craso y frecuentísmo error!
Todos tenemos una manera propia de estar en el mundo, de establecer relaciones y de interpretar
lo que sucede y eso constituye un material valiosísimo para la indagación filosófica.
Unos temas nos importan, otros no. Unas cosas nos resultan interesantes y placenteras, otras
odiosas. El significado que otorgamos al amor, la verdad, el yo y tantos otros grandes conceptos
varía, porque cada individuo tiene un modo propio de encarnar y conjugar estas ideas, de hacerlas
suyas.
Estas creencias nos permiten habitar el mundo, construir una identidad, comunicarnos y
relacionarnos con el entorno y, sin embargo, no siempre nos son conocidas ni somos conscientes
de ellas. Y es que sucede que una cosa es lo que uno piensa o dice que piensa y otra lo que su
día a día realmente muestra. Pongamos un ejemplo:
Laura es una chica joven que estudia sociología. Asiste a cursos de feminismo y siempre dice que
ella tiene las ideas muy claras. Sin embargo, mantiene una relación con un hombre que, si bien
también se autocalifica como feminista, de hecho no la trata en un plano de igualdad y ejerce una
figura paternal y autoritaria sobre ella: es condescendiente, toma decisiones por ella, aspira a
educarla y, como él dice, a “sacar lo mejor de ella”. La vida de Laura muestra una realidad distinta
a lo que su discurso sostiene y a las ideas que ella defiende con vehemencia. ¿A qué se debe
esta discordancia? Laura es feminista sólo en el plano teórico, lo que podemos llamar filosofía
teórica o ideal, pero el feminismo no forma parte de su filosofía de vida real, de su filosofía
operativa, la que se manifiesta en el encuentro de la persona con el mundo. Laura, además, lo
desconoce.
Recuerda: no te quedes sólo en la esfera del pensamiento abstracto. Que no te pase como a
Laura: ¡presta atención a tu filosofía de vida!
#9. Déjate entusiasmar y disfruta del viaje
Si en tu aprendizaje no hay placer, hay algo que no estás haciendo bien. La filosofía no es un
artefacto teórico con el que amargarte la vida. Es cierto (ya te lo aviso y es bueno que lo
consideres) que muchas veces filosofar exige valor. Es también cierto que te surgirán retos, no
sólo intelectuales sino existenciales, pero de ahí a asumir una posición de amargura hay un
trecho. Yo al menos no creo en eso. Creo que la filosofía debe estar al servicio de la vida y ser
una vía de disfrute, de descubrimiento, de comprensión, de transformación. Pensar mejor para
vivir mejor. Permite que la razón se alíe con el placer.
6
– Empieza un Diario filósofico. No te asustes, es una manera un poco rimbombante de llamar a
un cuaderno donde apuntas tus ideas. Así puedes ir depurándolas y precisándolas (hasta los 140
caracteres ;-)). Muchas veces, escribir es la mejora forma de clarificar tus ideas sobre un tema.
– Analiza tu filosofía de vida. Ya te hablado de la importancia de esto más arriba. Puedes usar
tu cuaderno filosófico para ello. El estudio de la propia filosofía de vida, su análisis crítico y el
contraste con otras teorías permite un sano distanciamiento respecto a las propias ideas, una
desidentificación, lo que ya supone una ganancia de libertad y una ampliación de posibilidades: no
solo es posible esto que siempre he hecho/pensado/dicho/etc sino también esto otro. Permite
entender la existencia de cosmovisiones diferentes, facilita un estado de apertura, la percepción
de una realidad más grande.
CÓMO PROCEDER. Vais a indagar en grupo sobre la cuestión planteada, partiendo de vuestras
propias ideas y experiencias vitales. No es necesario ningún tipo de formación filosófica previa.
– Moderación: te sugiero que tú mismo hagas el papel de filósofo-facilitador (aunque un
profesional con experiencia haría cosas que posiblemente a ti no se te van a ocurrir, tú también
puedes velar por la buena marcha del diálogo). En cualquier caso, el moderador deberá:
¿Te atreves?
– Sal de la tradición occidental. ¿Y por qué no? Particularmente, si estás muy bloqueado, te
sugiero apagar el ordenador y despejar antes que nada tu mente, a través de dos experiencias
nada ortodoxas en nuestra tradición filosófica occidental: la meditación y la relajación. Puedes
realizar estos ejercicios guiado por la voz de Ramiro Calle, que sabe de lo que habla. De nuevo,
un recurso totalmente gratuito que, por raro que resulte, puede suponer un punto de inflexión en tu
manera de aprender filosofía.