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Sociales
ISSN: 0185-1918
articulo_revmcpys@mail.politicas.unam.mx
Universidad Nacional Autónoma de México
México
Solares, Blanca
Aproximaciones a la noción de Imaginario
Revista Mexicana de Ciencias Políticas y Sociales, vol. XLVIII, núm. 198, septiembre-diciembre, 2006,
pp. 129-141
Universidad Nacional Autónoma de México
Distrito Federal, México
Resumen Abstract
Es este artículo, la autora analiza la In this article, the author examines the
concepción del imaginario, entendido notion of the imaginary understood as
como “dimensión constitutiva del Ser”, “constituent dimension of the being” in
a fin de contribuir a aclarar algunas de order to clarifying some of the common
Palabras clave: Imaginación simbólica, las cuestiones que se agolpan en el um- questions around any initial attempt of
hermenéutica de la imaginación, imáge- bral de cualquier intento de investiga- hermeneutic research of the imaginary in
nes y símbolos, imaginario, antropología ción hermenéutica de la imaginación en our day.
simbólica. nuestros días.
*
Universidad Nacional Autónoma de
México, Centro Regional de Investigacio-
nes Multidisciplinarias (CRIM), Av. Uni-
versidad s/n, Circuito 2, Col. Chamilpa,
C.P. 62210, Cuernavaca, Mor., México.
G. Durand
El término imaginario, en el ám- Ninguno de estos términos, sin telección analítica que inhiben su
bito de las ciencias humanas, no embargo, nos remite a la imagina- esfera afectiva.
sólo suele ser fuente de numero- ción como “dimensión constituti- El imaginario, pues, nos vin-
sas imprecisiones sino, general- va del Ser”, tal y como ha sido cula en principio con un conjun-
mente, de franco rechazo y malos fundamentalmente acuñada al in- to de imágenes y símbolos que, al
entendidos. Cabe notar que de terior de una tradición de pensa- formar una totalidad coherente en
hecho, tanto en español como en miento simbólico y hermenéutico el proceso de su encadenamiento,
francés, el término se inscribe de que, como anota Gaston Bachelard producen un sentido distinto al in-
manera muy reciente en el voca- en su Poética del Aire, relaciona a mediato o momentáneo aludiendo,
bulario académico mientras que la imaginación con la facultad de así, a la “prodigiosa facultad vi-
en inglés, hasta la fecha, no se librarnos de la impresión inmedia- sionaria nacida de la meditación”
tiene un equivalente preciso. ta suscitada por la realidad a fin de afín, por ejemplo, a la mística me-
Por una parte, en su uso co- penetrar en su sentido profundo. dieval pero también común a las
mún, el imaginario suele asociarse Es esta concepción del imaginario cosmovisiones tradicionales.
de manera banal con la “ficción”, la que nos proponemos bosquejar El imaginario puede ser estu-
el “recuerdo”, la “ensoñación”, la en esta ocasión. diado literalmente a través de
“creencia”, el “sueño”, el “mito”, el De hecho, no es sino a partir del temas, relatos, motivos, tramas,
“cuento”, lo “simbólico” en el sen- desarrollo de los trabajos de una composiciones o puestas en esce-
tido de lo irreal, etcétera, términos red de centros de investigaciones na, capaces de abrir un significado
éstos que se utilizan arbitrariamen- sobre el imaginario, vinculados a dinámico dando lugar siempre a
te para identificarlo y calificarlo de la Escuela Francesa de Grenoble nuevas interpretaciones dado que
una manera peyorativa con respec- fundada por Gilbert Durand, que sus imágenes y narraciones son
to a las facultades y productos “su- se han venido precisando ciertas siempre portadoras de un sentido
periores” de la razón. reglas de análisis derivadas de un simbólico o indirecto.
Pero, por otro lado, desde una consenso significativo en torno al Ahora bien, desde principios
perspectiva más académica, se le estudio del imaginario. del siglo XX, el psicoanálisis de-
suele asociar también con nocio- De acuerdo a los distintos desa- sarrollado por Sigmund Freud se
nes “pre-científicas” tales como la rrollos explorados en esta amplia alza como una de las primeras
ciencia-ficción, las “creencias re- perspectiva, el imaginario remite vertientes en forjar un método re-
ligiosas”, las producciones artísti- tanto al aspecto representativo y lativo al análisis del imaginario y
cas en general, la novela, la rea- verbalizado de una expresión como su lenguaje simbólico en estrecha
lidad cibernética, entre otras. De al aspecto emocional y afectivo relación con la parte inconsciente
la misma manera, se le asocia con más íntimo de ésta. Expresiones de la psique. Los sueños noctur-
mentalidades, ficciones políticas, enraizadas en las percepciones y nos, pese a su contenido opaco o
estereotipos o prejuicios sociales, emociones que afectan al hom- absurdo, dice Freud, sugieren o en-
derivando todo ello en lo “subje- bre de modo más próximo que las cierran un sentido profundo en su fi-
tivo”, lo “falso” y lo “fantasioso”. concepciones abstractas de la in- guración que es fundamental para
1
Jean-Jacques Wunenburger, L’Imaginaire, pp. 7 y 8
2
Durand Gilbert, Figures mythiques et visages de l´ouvre. De la mythocritique à la mythoanalyse. Existe la versión al español: De la mitocrítica al
mitoanálisis. Figuras míticas y aspectos de la obra, Madrid, Antropos, 1993.
Con relación a la noción de imagi- fuerza de inscripción de la imagen, el mundo “premodernas” para las
nario, de la misma manera que con enraizada en las profundidades del que el lenguaje (símbolo y mito),
relación a la noción del lenguaje, alma, noción desarrollada a partir vinculado con una concepción re-
es necesario notar que se encuentra del romanticismo alemán. ligiosa de la naturaleza o enlace
atravesada por una tensión básica Desde la perspectiva de la lin- con la trascendencia, alude esen-
entre un polo tendiente a resguar- güística de Ferdinand de Saussu- cialmente a la iniciación personal
dar su expresión simbólica y espi- re, podríamos hablar de la tensión del individuo en el misterio uni-
ritualizante y otro tendiente a su entre signo (arbitrario, convencio- tario del anima mundi. Misterio
literalización o reducción a “signo” nal) y símbolo (forma necesaria de insondable y llamada existencial
lingüístico. Por un lado, tenemos apertura al Ser) de la expresión. irreductible que la modernidad
una “imaginación reproductora” o La cultura occidental, sobre todo dominante se empeña en abatir.
la “memoria” de un suceso que da a partir del predominio del discur- Es necesario subrayar que la
lugar a la imaginería fantasmagó- so pedagógico ilustrado positivo distinción entre estos dos niveles
rica, a la asociación arbitraria de como criterio de verdad, se es- del imaginario está planteada in-
representaciones subjetivas, ilu- fuerza en la reducción del lengua- cluso entre los racionalistas poco
sorias o delirantes (fantasy). Por je a consenso social muy acorde a favorables al reconocimiento del
el otro, en su nivel más profundo las tendencias filosófico-racionalis- imaginario como categoría antro-
y tal y como la entendemos aquí, tas y científico-técnicas del siglo pológica y/o gnoseológica. Así,
una imaginación como actividad XX. Sin embargo, es necesario no un reconocido racionalista como
simbólica en el sentido de la pa- perder de vista la pervivencia de Rene Descartes distingue entre
labra alemana Einbildungskraft o actitudes y formas de comprender “imágenes involuntarias” deriva-
3
Monje dominico, teólogo, filósofo y místico, Johannes Eckhart (1260–1328), —o Eckhart von Hochheim, mejor conocido como Meister
(“maestro” en alemán)— fue uno de los teólogos más influyentes de la Edad Media y ejerció fuerte influencia en la posterior filosofía ale-
mana. (N.E.).
4
Ver, Victoria Cirlot y Blanca Garí, La mirada interior. Escritoras místicas y visionarias en la Edad Media.
5
Marcel Proust, Á la recherche du temps perdú. Versión española: En busca del tiempo perdido, Madrid, Alianza Editorial, 1998, 7 vols.
6
Jacques Le Goff, L´imaginaire medieval, p. I-II.
7
Evelyne Patlagean, “L´ histoire de l´imaginaire”, en Jacques Le Goff (dir), La nouvelle histoire, p. 249-269, citado por J.J. Wunenburger, op.
cit., p.13.
8
Joël Thomas, (dir.), Introduction aux méthodologies de l´imaginaire, p. 15, citado por ibid., p. 13.
9
Claude-Gilbert Dubois, L´imaginaire de la Renaissance, p. 17. El autor distingue, asimismo, entre un imaginario «especulativo» y un imaginario
«simbólico»
10
Gilbert Durand, La imaginación simbólica, p. 54.
11
Novalis, Himnos a la Noche, p. 47.
12
Alexandre Koyré, Mystiques, spirituels, alchimistes au XVI siècle allemand, pp. 96-99.
13
G. Bachelard, L´air et les songes. Essai sur l´imagination du mouvement.
14
Así para el filósofo G. Simondon “las imágenes aparecen como organismos secundarios en el seno del ser pensante: parásitos o coadju-
vantes son una especie de monadas secundarias habitando en el sujeto en ciertos momentos y abandonándolo en otros”. Ver, G. Simondon,
L´imagination et l´invention, Bulletin de psychologie, 1965.
El estudio de la imagen, de la ima- la tradición racionalista que se re- ciones culturales posteriores a la
ginación y del imaginario no son monta al menos al siglo XVII, la posguerra, entre ellas, la estética
pues objetos privilegiados de la filosofía contemporánea continúa surrealista, la difusión del psicoa-
filosofía contemporánea, ámbito concibiendo a la imaginación, en nálisis freudiano, la promoción de
donde suele dominar un vigoro- general, como una actividad pro- prácticas esotéricas vinculadas al
so intelectualismo que en Francia ductora de ficciones con legitimi- romanticismo y al ocultismo, el
culmina con el pensamiento estruc- dad si acaso en el dominio del arte, interés por la psico-sociología re-
turalista de Claude Lévi-Strauss y reputado éste último cual zona de ligiosa derivada de la sociología
Jacques Lacan, entre otros, progre- arbitrariedad subjetivista. de Emile Durkheim y el impacto
sivamente acompañado, no obstan- No obstante, a contracorriente, de los trabajos de la fenomeno-
te, de una escuela fenomenológica, también en Francia, y especial- logía de la religión de Mircea
preocupada por restaurar la prima- mente durante el último medio Eliade, por supuesto, en diálogo
cía de lo sensible a través de la siglo (1940-1990), se registran todas con la psicología desarro-
percepción. las contribuciones filosóficas más llada en torno del pensamiento
Pese a que Jean Paul Sartre y importantes relativas al estudio de Carl Gustav Jung. Todos estos
Henri Bergson consagran dos obras revalorizado del imaginario. Des- desarrollos, junto al del neokan-
al estudio de la imaginación y el tacan entre estas aportaciones las tismo vinculado al pensamiento
imaginario, prácticamente sus ar- de Gaston Bachelard, Roger Caillo- de Ernst Cassier y Martin Heide-
gumentos no modifican en nada is, Claude Lévy-Strauss, Georges gger, sientan las bases para una
los presupuestos epistemológicos Dumézil, Paul Ricoeur, Gilbert Du- exploración profunda del imagina-
con los que Occidente concibe a la rand y Henry Corbin, Pierre Brunel, rio como dimensión del anthropos
imaginación como mirada “néanti- Joël Thomas, Philippe Walter, Jean y el estatuto trascendental de la
sant” (vaciante) de la consciencia: Chevalier y Alain Geerbranth, cuyo imaginación en la constitución del
irrealidad emocional del mundo desarrollo se vio beneficiado por sentido simbólico de la existencia.
objetivo sólo alcanzable concep- un contexto intelectual favorable El estudio de la imagen y de
tualmente. En tanto heredera de a las nuevas tendencias y orienta- la imaginación ha venido, pues,
De la misma manera que la noción lólogo y un filósofo darán, por de las disciplinas, su separación
de “imaginario” suscita una serie ejemplo, una misma definición de artificial y la crisis teorética que
de malos entendidos, hablar de mito. En cierta medida, la diver- de ello se deriva.
mito y símbolo, en nuestros días, sidad de estos enfoques no hace Sectores enteros de la investi-
es estar expuesto a una serie de sino evidenciar divergencias teóri- gación en nuestros días no sólo se
confusiones. Difícilmente un his- cas profundas, explicables en gran siguen realizando sobre conceptos
toriador de las religiones, un fi- parte por la misma división formal anacrónicos sino que se continúan
Durand, Gilbert, Ciencia del hombre y tradición, trad. Agustín López y María
Tabuyo, Barcelona, Paidós, 1999.
-------------, Histoire des croyances et des idées religieuses, Paris, Payot, 1976-
1983.
Jung, Carl Gustav, L´homme et ses symboles, Paris, Robert Laffont, 1964.
Novalis, (Baron Friedrich von Hardenberg) Himnos a la Noche, Premiá, México, 1981.
Ricoeur Paul, De l´interprétation, Essai sur Freud, Paris, Éditions du Seuil, 1965.