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Revista Mexicana de Ciencias Políticas y

Sociales
ISSN: 0185-1918
articulo_revmcpys@mail.politicas.unam.mx
Universidad Nacional Autónoma de México
México

Solares, Blanca
Aproximaciones a la noción de Imaginario
Revista Mexicana de Ciencias Políticas y Sociales, vol. XLVIII, núm. 198, septiembre-diciembre, 2006,
pp. 129-141
Universidad Nacional Autónoma de México
Distrito Federal, México

Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=42119807

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Aproximaciones a la noción de Imaginario
Blanca Solares*

Resumen Abstract
Es este artículo, la autora analiza la In this article, the author examines the
concepción del imaginario, entendido notion of the imaginary understood as
como “dimensión constitutiva del Ser”, “constituent dimension of the being” in
a fin de contribuir a aclarar algunas de order to clarifying some of the common
Palabras clave: Imaginación simbólica, las cuestiones que se agolpan en el um- questions around any initial attempt of
hermenéutica de la imaginación, imáge- bral de cualquier intento de investiga- hermeneutic research of the imaginary in
nes y símbolos, imaginario, antropología ción hermenéutica de la imaginación en our day.
simbólica. nuestros días.

*
Universidad Nacional Autónoma de
México, Centro Regional de Investigacio-
nes Multidisciplinarias (CRIM), Av. Uni-
versidad s/n, Circuito 2, Col. Chamilpa,
C.P. 62210, Cuernavaca, Mor., México.

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La verdadera libertad y la dignidad de la vocación ontológica de las
personas sólo se apoyan en la espontaneidad espiritual y la expresión
creadora que constituye el campo de lo imaginario.

G. Durand

El término imaginario, en el ám- Ninguno de estos términos, sin telección analítica que inhiben su
bito de las ciencias humanas, no embargo, nos remite a la imagina- esfera afectiva.
sólo suele ser fuente de numero- ción como “dimensión constituti- El imaginario, pues, nos vin-
sas imprecisiones sino, general- va del Ser”, tal y como ha sido cula en principio con un conjun-
mente, de franco rechazo y malos fundamentalmente acuñada al in- to de imágenes y símbolos que, al
entendidos. Cabe notar que de terior de una tradición de pensa- formar una totalidad coherente en
hecho, tanto en español como en miento simbólico y hermenéutico el proceso de su encadenamiento,
francés, el término se inscribe de que, como anota Gaston Bachelard producen un sentido distinto al in-
manera muy reciente en el voca- en su Poética del Aire, relaciona a mediato o momentáneo aludiendo,
bulario académico mientras que la imaginación con la facultad de así, a la “prodigiosa facultad vi-
en inglés, hasta la fecha, no se librarnos de la impresión inmedia- sionaria nacida de la meditación”
tiene un equivalente preciso. ta suscitada por la realidad a fin de afín, por ejemplo, a la mística me-
Por una parte, en su uso co- penetrar en su sentido profundo. dieval pero también común a las
mún, el imaginario suele asociarse Es esta concepción del imaginario cosmovisiones tradicionales.
de manera banal con la “ficción”, la que nos proponemos bosquejar El imaginario puede ser estu-
el “recuerdo”, la “ensoñación”, la en esta ocasión. diado literalmente a través de
“creencia”, el “sueño”, el “mito”, el De hecho, no es sino a partir del temas, relatos, motivos, tramas,
“cuento”, lo “simbólico” en el sen- desarrollo de los trabajos de una composiciones o puestas en esce-
tido de lo irreal, etcétera, términos red de centros de investigaciones na, capaces de abrir un significado
éstos que se utilizan arbitrariamen- sobre el imaginario, vinculados a dinámico dando lugar siempre a
te para identificarlo y calificarlo de la Escuela Francesa de Grenoble nuevas interpretaciones dado que
una manera peyorativa con respec- fundada por Gilbert Durand, que sus imágenes y narraciones son
to a las facultades y productos “su- se han venido precisando ciertas siempre portadoras de un sentido
periores” de la razón. reglas de análisis derivadas de un simbólico o indirecto.
Pero, por otro lado, desde una consenso significativo en torno al Ahora bien, desde principios
perspectiva más académica, se le estudio del imaginario. del siglo XX, el psicoanálisis de-
suele asociar también con nocio- De acuerdo a los distintos desa- sarrollado por Sigmund Freud se
nes “pre-científicas” tales como la rrollos explorados en esta amplia alza como una de las primeras
ciencia-ficción, las “creencias re- perspectiva, el imaginario remite vertientes en forjar un método re-
ligiosas”, las producciones artísti- tanto al aspecto representativo y lativo al análisis del imaginario y
cas en general, la novela, la rea- verbalizado de una expresión como su lenguaje simbólico en estrecha
lidad cibernética, entre otras. De al aspecto emocional y afectivo relación con la parte inconsciente
la misma manera, se le asocia con más íntimo de ésta. Expresiones de la psique. Los sueños noctur-
mentalidades, ficciones políticas, enraizadas en las percepciones y nos, pese a su contenido opaco o
estereotipos o prejuicios sociales, emociones que afectan al hom- absurdo, dice Freud, sugieren o en-
derivando todo ello en lo “subje- bre de modo más próximo que las cierran un sentido profundo en su fi-
tivo”, lo “falso” y lo “fantasioso”. concepciones abstractas de la in- guración que es fundamental para

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la salud psíquica del individuo. Con confundirse muy frecuentemente, desde la perspectiva marxista,
base en la descomposición de sus incurriendo con ello en un estre- “la lucha de clases” como mo-
elementos, asegura el padre del chamiento determinista de su com- tor de la historia; o “la pasión
psicoanálisis, existe la posibilidad plejo campo.1 Así, por ejemplo: de Cristo” como ejemplo del
de encontrar sus significaciones • Mentalidad. Término utilizado sufrimiento a través del cual,
primarias. El tiempo, el espacio, particularmente por la Escuela en su versión escatológica, es
los personajes, la acción en el histórica francesa de los Anna- posible alcanzar la liberación
sueño son todos elementos que les con el fin de comprender la de la humanidad bajo la tutela
pueden dar, a partir de la inter- historia. La imaginación no es de sus sacerdotes investidos.
pretación, indicaciones precisas vista como un proceso creativo • Ficción o invención a la cual no
sobre el sujeto que sueña o que sino como el resultado de actitu- corresponde ninguna realidad,
imagina, elementos de los que se des psico-sociales y efectos de aunque la ficción, por lo gene-
sirve el sujeto con el fin de ex- los comportamientos de los indi- ral, no lo es sino relativamente
presar sus afectos, ideas y valores viduos o grupos; en todo caso, y en cierto momento. Además,
sobrepasando los obstáculos que como un ethos que se explicita pueden existir ficciones que lue-
interpone la vigilia racionalizan- en habitus. go develan actividades racionales
te. Es sobre esta base que el es- • Mitología o narración sagrada no directamente vinculadas con
tudio del imaginario, como modo de una cultura alusivas a per- la imaginación en sentido estric-
de representación complejo de los sonajes divinos o semi-divinos to, ya por el ingenio práctico o
conflictos afectivos del incons- que traducen de manera sim- especulativo-experimental, o por
ciente, puede guiarnos a través bólica elaboraciones culturales falseamiento astuto o patológico
de un sistema de imágenes-texto sobre el origen, la naturaleza y “subjetivista”. En ambos casos
elaboradas en su dinámica crea- el cosmos y que, aunque cons- priva el criterio de su desviación
dora y pregnancia semántica. Lo tituye una de las formas más de lo real empírico.
imaginario revela así su eficacia y elaboradas del imaginario, en • Imaginería o conjunto de imá-
significado para la vida tanto in- su estricta construcción narra- genes sobre una realidad cuyo
dividual como colectiva siempre y tiva fundada en un conjunto contenido está pre-conformado
cuando no se reduzca su lenguaje coherente de imágenes tampo- en la modernidad —a decir del
simbólico, como en el caso de la co concentra o agota todas las filósofo francés, Paul Virilio—
dogmática freudiana, a mero sín- formas del imaginario. por la “industria del simulacro”,
toma de una pulsión libidinosa o • Ideología o interpretación dog- específicamente, por el negocio
señal de un deseo sexual reprimi- mática de ámbitos de la vida y circuito de los mass media
do, en última instancia, unilate- humana fundada en una serie cuya estrategia se basa en el
ralmente explicable. de explicaciones estereotipadas control literalizante de la ima-
Antes de proseguir, es necesa- y sin argumentación, “concien- gen y su conducción semiótica.
rio diferenciar, junto con el profe- cia falsa de la realidad” pero a El imaginario, por el contrario,
sor Jean Jacques Wunenburger, la la cual el sujeto se adhiere sin implica una emancipación con re-
noción de imaginario respecto de cuestionamientos decidiendo ac- lación a la determinación literal
otras nociones con las que suele ciones práctico-sociales, así, del lenguaje muerto o formal2, la

1
Jean-Jacques Wunenburger, L’Imaginaire, pp. 7 y 8
2
Durand Gilbert, Figures mythiques et visages de l´ouvre. De la mythocritique à la mythoanalyse. Existe la versión al español: De la mitocrítica al
mitoanálisis. Figuras míticas y aspectos de la obra, Madrid, Antropos, 1993.

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posibilidad de suscitar un desfa- que por sus referencias semióti- en una obra a través de imágenes
zamiento en el significado habi- cas, empíricas o cuantitativas. Su visuales (cuadros, dibujos, foto-
tual de las palabras que, al intro- función primordial consiste pre- grafías), lingüísticas (lenguaje
ducir la dimensión simbólica en la cisamente en reelaborar o crear metafórico, literatura, narración),
expresión, hace emerger un con- de nueva forma las conminaciones acústicas o gestuales (perfomance)
tenido significativo nuevo y deci- histórico-sociales dadas y no me- dando lugar a conjuntos de imáge-
sivo para la vida del hombre en la ramente reflejarlas en una pasiva nes coherentes y dinámicas sobre
medida en que le permite, asimis- e imperfecta adecuattio. la base de la dimensión simbólica
mo, situarse y abordar su entorno Es irrelevante, en este sentido, de la expresión actuando en la di-
natural y social más allá de los asociarlo con un contenido real o rección de un enlace propio y figu-
condicionamientos de lo dado. irreal puesto que el término imagi- rado del sentido de la existencia.
El imaginario se define más nario alude a un conjunto de pro-
por sus estructuras antropológicas ducciones mentales materializadas

Dos concepciones relativas al imaginario

Con relación a la noción de imagi- fuerza de inscripción de la imagen, el mundo “premodernas” para las
nario, de la misma manera que con enraizada en las profundidades del que el lenguaje (símbolo y mito),
relación a la noción del lenguaje, alma, noción desarrollada a partir vinculado con una concepción re-
es necesario notar que se encuentra del romanticismo alemán. ligiosa de la naturaleza o enlace
atravesada por una tensión básica Desde la perspectiva de la lin- con la trascendencia, alude esen-
entre un polo tendiente a resguar- güística de Ferdinand de Saussu- cialmente a la iniciación personal
dar su expresión simbólica y espi- re, podríamos hablar de la tensión del individuo en el misterio uni-
ritualizante y otro tendiente a su entre signo (arbitrario, convencio- tario del anima mundi. Misterio
literalización o reducción a “signo” nal) y símbolo (forma necesaria de insondable y llamada existencial
lingüístico. Por un lado, tenemos apertura al Ser) de la expresión. irreductible que la modernidad
una “imaginación reproductora” o La cultura occidental, sobre todo dominante se empeña en abatir.
la “memoria” de un suceso que da a partir del predominio del discur- Es necesario subrayar que la
lugar a la imaginería fantasmagó- so pedagógico ilustrado positivo distinción entre estos dos niveles
rica, a la asociación arbitraria de como criterio de verdad, se es- del imaginario está planteada in-
representaciones subjetivas, ilu- fuerza en la reducción del lengua- cluso entre los racionalistas poco
sorias o delirantes (fantasy). Por je a consenso social muy acorde a favorables al reconocimiento del
el otro, en su nivel más profundo las tendencias filosófico-racionalis- imaginario como categoría antro-
y tal y como la entendemos aquí, tas y científico-técnicas del siglo pológica y/o gnoseológica. Así,
una imaginación como actividad XX. Sin embargo, es necesario no un reconocido racionalista como
simbólica en el sentido de la pa- perder de vista la pervivencia de Rene Descartes distingue entre
labra alemana Einbildungskraft o actitudes y formas de comprender “imágenes involuntarias” deriva-

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das de la impresión de espíritus acotan, es importante pero no de las ciencias sociales, concebi-
animados por trazos externos (ta- refiere sino un “imaginario pa- das éstas como un campo sujeto a
les como los sueños nocturnos o sivo” y racionalizado con vistas férreas leyes causales.
en vilo) y las “imágenes elabo- a establecer un significado difí- 2) En un sentido más profundo, el
radas” deliberadamente, es decir, cil de variar. Ya Marcel Proust, imaginario se concibe como la
“cultivadas como un tesoro inte- siguiendo a Henri Bergson, ha- actividad misma de la imagina-
rior” en relación con las “pasiones bía distinguido en su célebre ción que lo genera, como una
del alma”. Y ya para el Maestro Ec- novela5 la diferencia entre el categoría de alcances ontológi-
khardt3, el alma era mujer.4 “recuerdo” como una reliquia o cos. Se trata aquí de la cons-
El imaginario, pues, oscila en- fotografía que fija para siempre tatación de grupos coherentes
tre dos concepciones principales: el tiempo ido y la durée o “re- de imágenes, comportando una
1) En un sentido restringido, como miniscencia” que revive en ca- suerte de principio de auto-or-
etimología académica, el imagi- taratas de imágenes imprevistas ganización o auto-poiesis, que
nario designa un conjunto “es- nuestra infancia como imagen permite sin cesar abrirse a la
tático” de contenidos cerrados que internamente nunca muere interpretación, la innovación
o consensuados producidos por en nosotros. de sentido, las transformacio-
una imaginación delirante, ten- Para Hubert Védrine, el imagi- nes y la recreación inagotable
diente a una cierta autonomía nario es, académicamente, “todo suscitada por la “vida elemen-
o cristalización de significados un mundo de creencias, de ideas, tal de las imágenes”, espacio
que, por repetición o asocia- de mitos, de ideologías, en las de libertad autárquico de donde
ción, conforman un conjunto de que se sumergen cada individuo surgen los símbolos de lo ine-
representaciones subjetivas; “sub- y civilización” por tradición o ha- fable, las estructuras que la
jetivismo” cognotado, como se bitualmente. Así también, en el comunidad privilegia a fin de
puede observar, en términos caso de los estudios históricos, orientar sus energías psíquicas
negativos y que patologiza a el imaginario no es ni una repre- (eros y thánatos) en el sentido
la conciencia individual como sentación de la realidad exterior, de un dinamismo equilibrante.
eminentemente delirante, desva- ni una representación simbólica, En este sentido, según J. Tho-
riante, afiebrada, tóxica, produc- ni una ideología6: “El dominio del mas, el imaginario es “un siste-
tora de incoherencias, ilusiones imaginario está constituido por el ma” o “dinamismo organizador
insensatas y anormalidades que conjunto de representaciones que de las imágenes, que a la vez
se toman por realidad. En el me- desbordan el limite establecido que les confiere profundidad,
jor de los casos, se le concede por las constantes de la experien- las vincula entre ellas”.8 Para C.
el papel de la “memoria” que, cia y los encadenamientos deduc- G. Dubois, el imaginario es “el
como conjunto de recuerdos tivos que estos autorizan”.7 Se resultado visible de una ener-
que definen una situación y la rechaza así su estudio del ámbito gía psíquica, formalizada tanto

3
Monje dominico, teólogo, filósofo y místico, Johannes Eckhart (1260–1328), —o Eckhart von Hochheim, mejor conocido como Meister
(“maestro” en alemán)— fue uno de los teólogos más influyentes de la Edad Media y ejerció fuerte influencia en la posterior filosofía ale-
mana. (N.E.).
4
Ver, Victoria Cirlot y Blanca Garí, La mirada interior. Escritoras místicas y visionarias en la Edad Media.
5
Marcel Proust, Á la recherche du temps perdú. Versión española: En busca del tiempo perdido, Madrid, Alianza Editorial, 1998, 7 vols.
6
Jacques Le Goff, L´imaginaire medieval, p. I-II.
7
Evelyne Patlagean, “L´ histoire de l´imaginaire”, en Jacques Le Goff (dir), La nouvelle histoire, p. 249-269, citado por J.J. Wunenburger, op.
cit., p.13.
8
Joël Thomas, (dir.), Introduction aux méthodologies de l´imaginaire, p. 15, citado por ibid., p. 13.

Perspectivas Teóricas 133


a nivel individual como a nivel en el vino dorado de la vida, designa una compleja procesua-
colectivo”.9 Como lo muestra lo gozaremos lidad autónoma y dinámica de la
la antropología, el inconscien- y seremos estrellas.11 intuición dando forma a las facul-
te no es ya como en Freud “el --------•-------- tades sensibles y cognoscitivas.
refugio inefable de las particu- La capacidad de las imágenes (y En virtud de su propia actividad,
laridades individuales, el depo- en consecuencia del imaginario) de la imaginación in-forma, modela
sitario de una única historia” vivir por ellas mismas y engendrar y reorienta a la razón, imagina sus
(complejo de Edipo) sino, como efectos propios es aceptada desde posibilidades abriéndola allende de
decíamos, el depositario de las la Antigüedad y revalorizada so- sus límites hacia inéditas territo-
“estructuras” que la colectivi- bre todo en el Renacimiento. Para rialidades de la experiencia.
dad privilegia “no ya sobre ese Paracelso: “El alma es una fuente Nos encontramos así, con re-
perverso polimorfo que sería de energía dirigida por ella misma lación al imaginario, en presencia
el niño, sino sobre este social y que se propone a través de la de dos tradiciones semánticas que de
polimorfo que es el niño huma- imaginación un objetivo a realizar. alguna manera podemos vincular
no”10, alternando sus relaciones Las ideas que nosotros concebimos a la diferencia bergsoniana entre
heredadas con el mundo. son centros de fuerza que pueden sistema estático cerrado y sistema
Interpretamos la realidad ob- cobrar vida y ejercer (una) influen- dinámico abierto. El imaginario de-
jetiva no sólo de manera racional cia (decisiva).”12 Los románticos signa unas veces a los productos
y abstracta sino afectiva, es decir, —Cudworth, por ejemplo— al re- o mensajes de la imaginación, en
a partir de una imagen inscrita en tomar esta concepción, hablan de tanto “facultad mental” a la que
las profundidades de la psique. La ella como de una fuerza plástica generalmente se le atribuye una
creatividad de la imaginación se (plasticpower). Coleridge, a su vez, pseudo-consistencia14, a la manera
alza sobre el reconocimiento de la reconoce que esta fuerza plástica de ilustraciones o exemplos de las
fuerza intrínseca de ciertas imá- esencial es capaz de formar formas; ideas imponiéndose fantasmática-
genes y su poder de animación, es en ese mismo sentido, más tarde, mente a una consciencia enajenada.
decir, dinamismo o alma que en Gaston Bachelard afirmaría: “el vo- Pero, por otra parte, el imaginario
el nivel más profundo el mito res- cablo fundamental que corresponde es concebido como la imaginación
guarda y el poeta des-ancla para a la imaginación, es el imaginario. misma en tanto “facultad dinámica
entregárnosla y hacernos crecer. Gracias al imaginario, la imagina- y abierta”; como el poder poético
--------•-------- ción es esencialmente abierta. Es en y tonificante de las imágenes, los
Confiada, la vida marcha el psiquismo humano la experiencia símbolos y los mitos.
hacia la vida perdurable; humana de la apertura, la experien- La imaginación es amplifica-
dilatada en el interno ardor cia misma de la novedad”13. ción poética de cada imagen con-
se transfigura nuestra mente. Así pues, en esta segunda acep- creta, dinamismo creador que al
El universo de estrellas así diluido ción más estricta, el imaginario aparecer lleva al crecimiento de

9
Claude-Gilbert Dubois, L´imaginaire de la Renaissance, p. 17. El autor distingue, asimismo, entre un imaginario «especulativo» y un imaginario
«simbólico»
10
Gilbert Durand, La imaginación simbólica, p. 54.
11
Novalis, Himnos a la Noche, p. 47.
12
Alexandre Koyré, Mystiques, spirituels, alchimistes au XVI siècle allemand, pp. 96-99.
13
G. Bachelard, L´air et les songes. Essai sur l´imagination du mouvement.
14
Así para el filósofo G. Simondon “las imágenes aparecen como organismos secundarios en el seno del ser pensante: parásitos o coadju-
vantes son una especie de monadas secundarias habitando en el sujeto en ciertos momentos y abandonándolo en otros”. Ver, G. Simondon,
L´imagination et l´invention, Bulletin de psychologie, 1965.

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todos los seres en el sentido de la cer al “sujeto” como autor de sus del imaginario aluden, a menudo,
altura o la “verticalidad”, a decir representaciones específicas a fa- menos a una actividad autopoiéti-
de Bachelard, de su expansión es- vor de la autarquía de los “juegos ca (“experimenta en ti la estética
piritualizante. de lenguaje” (textos, imágenes, de la gracia”, diría Bachelard) que
Finalmente, con relación al palabras, etc.) y que por combi- a un modelo de juego aleatorio de
éxito del término imaginario al in- nación o reacomodo engendran “eventos” de lenguaje o imágenes
terior de la vertiente posmoderna, indefinidamente nuevos efectos fundamentalmente inertes o aco-
éste se explica por su tendencia, de significación. Desde esta pers- tadas en la realidad.
como sabemos, a hacer desapare- pectiva, sin embargo, los procesos

Teorías contemporáneas del imaginario

El estudio de la imagen, de la ima- la tradición racionalista que se re- ciones culturales posteriores a la
ginación y del imaginario no son monta al menos al siglo XVII, la posguerra, entre ellas, la estética
pues objetos privilegiados de la filosofía contemporánea continúa surrealista, la difusión del psicoa-
filosofía contemporánea, ámbito concibiendo a la imaginación, en nálisis freudiano, la promoción de
donde suele dominar un vigoro- general, como una actividad pro- prácticas esotéricas vinculadas al
so intelectualismo que en Francia ductora de ficciones con legitimi- romanticismo y al ocultismo, el
culmina con el pensamiento estruc- dad si acaso en el dominio del arte, interés por la psico-sociología re-
turalista de Claude Lévi-Strauss y reputado éste último cual zona de ligiosa derivada de la sociología
Jacques Lacan, entre otros, progre- arbitrariedad subjetivista. de Emile Durkheim y el impacto
sivamente acompañado, no obstan- No obstante, a contracorriente, de los trabajos de la fenomeno-
te, de una escuela fenomenológica, también en Francia, y especial- logía de la religión de Mircea
preocupada por restaurar la prima- mente durante el último medio Eliade, por supuesto, en diálogo
cía de lo sensible a través de la siglo (1940-1990), se registran todas con la psicología desarro-
percepción. las contribuciones filosóficas más llada en torno del pensamiento
Pese a que Jean Paul Sartre y importantes relativas al estudio de Carl Gustav Jung. Todos estos
Henri Bergson consagran dos obras revalorizado del imaginario. Des- desarrollos, junto al del neokan-
al estudio de la imaginación y el tacan entre estas aportaciones las tismo vinculado al pensamiento
imaginario, prácticamente sus ar- de Gaston Bachelard, Roger Caillo- de Ernst Cassier y Martin Heide-
gumentos no modifican en nada is, Claude Lévy-Strauss, Georges gger, sientan las bases para una
los presupuestos epistemológicos Dumézil, Paul Ricoeur, Gilbert Du- exploración profunda del imagina-
con los que Occidente concibe a la rand y Henry Corbin, Pierre Brunel, rio como dimensión del anthropos
imaginación como mirada “néanti- Joël Thomas, Philippe Walter, Jean y el estatuto trascendental de la
sant” (vaciante) de la consciencia: Chevalier y Alain Geerbranth, cuyo imaginación en la constitución del
irrealidad emocional del mundo desarrollo se vio beneficiado por sentido simbólico de la existencia.
objetivo sólo alcanzable concep- un contexto intelectual favorable El estudio de la imagen y de
tualmente. En tanto heredera de a las nuevas tendencias y orienta- la imaginación ha venido, pues,

Perspectivas Teóricas 135


abriéndose paso a través de desa- da la referencia al mito y la utopía servar una revalorización del lugar
rrollos filosóficos diversos que, pese en los procesos socio-políticos de del mito y de la imagen simbólica
a sus postulados propios y modelos la modernidad sin olvidar, por su- como determinantes centrales de
de análisis específicos, coinciden puesto, las significativas contri- nuestra interpretación del mundo.
en dotar al estudio de la imagen de buciones en torno a las fuentes A través de una síntesis multi-
un carácter ontológico. Así, en la míticas e históricas griegas de la disciplinar de teorías y métodos
fenomenología de Edmund Husserl, civilización occidental desarrolla- antropológicos, filosóficos, socio-
la imaginación se concibe como das por Jean Pierre Vernant, Pie- lógicos, históricos, psicológicos y
intencionalidad capaz de una mi- rre Vidal-Naquet, Marcel Detienne literarios, la investigación herme-
rada eidética de la esencia de las y Nicole Loraux. néutica de la imaginación simbó-
cosas; la hermenéutica atribuye a Pese a que por mucho tiempo la lica se funda en el análisis compa-
las imágenes una función expresi- reflexión en torno a la imagen ha rativo de los procesos simbólicos
va del sentido más fecundo que el sido asumida de modo marginal en como elementos determinantes de
concepto. En los debates introdu- las ciencias humanas, en los más la creación literaria y artística,
cidos por la Escuela de Frankfurt recientes trabajos de filosofía del como elementos sintomáticos de
(Ernest Bloch, Walter Benjamín, lenguaje, teoría del arte, ciencia actitudes socioculturales, en torno
Theodor Wiesengrund Adorno y cognitiva y critica de la moderni- del sentido de la existencia.
Max Horkheimer), resulta obliga- dad, sin embargo, podemos ob-

Convergencias básicas en torno al estudio del imaginario

A partir de las contribuciones rea- en conjuntos empíricos vincula- de cohesión” antagónicas en el


lizadas en torno a una antropo- dos por simples leyes de asocia- devenir histórico de la especie
logía de la imaginación, particu- ción arbitraria. Por el contrario, humana.
larmente por Bachelard, Durand, el imaginario obedece a una “ló- • El imaginario, arraigando en es-
Ricoeur y Corbin entre los aportes gica” que se organiza de acuer- tructuras (corporales, elementos
más significativos, podemos trazar do a “estructuras” de las cuales neurobiológicos y componentes
aquí, pese a sus divergencias es- derivan determinadas leyes. De afectivos) y superestructuras
pecíficas, los acuerdos principales acuerdo a Gilbert Durand, el (significaciones intelectuales)
que orientan los trabajos actuales desarrollo de las estructuras an- es obra de una especie de ima-
en torno a una nueva teoría del tropológicas de la imaginación ginación “trascendental”, inde-
imaginario y de la imaginación. (esquizomorfas, sintéticas y mís- pendiente de los contenidos
Las grandes líneas de este proceso ticas) permiten incluso definir accidentales de la percepción
podrían sintetizarse de la manera un “estructuralismo figurativo” empírica y capaz de dotar de
siguiente: de la imagen. La imaginación significación a la existencia
• Las representaciones de la ima- aparece como un lenguaje de en su unidad con el mundo.
ginación no pueden agruparse símbolos que organiza “fuerzas Los sueños, para Gaston Ba-

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chelard, como los mitos, para sus acciones y de sus experien- sin críticos pero no sin poetas y
Durand, confirman el poder de cias coloreadas de determinacio- artistas.
una “fantástica trascendental” nes personales e histórico-con- • El imaginario alude a una esfe-
o poder figurativo de la imagi- cretas. Desde esta perspectiva, ra de representaciones y afec-
nación que excede los limites las imágenes simbólicas visuales tos profundamente ambivalente:
del mundo sensible. y/o lingüísticas contribuyen a pue-de ser fuente de errores e
• Las obras de la imaginación enriquecer las representaciones ilusiones, pero también revela-
producen representaciones sim- del mundo y elaborar, simultá- ción de una verdadera metafísi-
bólicas en las que el sentido neamente, la identidad del Yo. La ca. Su valor no reside únicamente
figurado original activa pensa- imaginación simbólica es nega- en sus producciones sino en el
mientos abiertos y complejos, ción vital de la nada de la muerte uso que se hace de las mismas.
que sólo la racionalidad agrupa y del tiempo; el símbolo aparece Una antropología del imaginario
en un sentido unívoco, referen- como factor de restablecimiento (de una época, de una cultura,
cial y pragmático. La imagina- del equilibrio vital. Todo símbolo de una obra), es de por sí una
ción es una actividad a la vez es doble, dice Durand, como sig- ética de la imagen, del sabio
connotativa y figurativa que da nificante se organiza arqueológi- y paciente conocimiento de la
a pensar más de lo que la cons- camente entre los determinismos imagen, por ello mismo obliga-
ciencia elabora bajo el control y encadenamientos causales, es da a continuar la diferenciación
de la razón abstracta y/o digi- “efecto” o “síntoma”, pero como crítica entre la mixtificación que
tal, es decir, más allá de la es- portador de un sentido se orienta degrada los símbolos y los redu-
tructuración científico-técnica hacia una escatología inalienable ce a meros signos ideológicos,
y conceptual de la actividad o hacia una “teleonomía” propia dispositivos de un dogma o es-
pensante. de los símbolos, según Mirciade tructura de poner y la creativa
• El imaginario es inseparable de Eliade. La escatología o proyec- emergencia del auténtico sermo
las obras mentales y materiales ción de sentido prevalece sobre myticus que activa el hombre
que sirven a cada conciencia para lo arqueológico, el devenir sobre para dar sentido abierto a los di-
construir el sentido de la vida, de lo sedimentado, hay sociedades lemas de su vida y de su época.

La separación artificial de los saberes

De la misma manera que la noción lólogo y un filósofo darán, por de las disciplinas, su separación
de “imaginario” suscita una serie ejemplo, una misma definición de artificial y la crisis teorética que
de malos entendidos, hablar de mito. En cierta medida, la diver- de ello se deriva.
mito y símbolo, en nuestros días, sidad de estos enfoques no hace Sectores enteros de la investi-
es estar expuesto a una serie de sino evidenciar divergencias teóri- gación en nuestros días no sólo se
confusiones. Difícilmente un his- cas profundas, explicables en gran siguen realizando sobre conceptos
toriador de las religiones, un fi- parte por la misma división formal anacrónicos sino que se continúan

Perspectivas Teóricas 137


subestimando las permanentes re- sin la más mínima conexión de sus Las fronteras entre los sabe-
estructuraciones del saber que se ámbitos. Fraccionamiento arbitra- res saltan sin cesar e incesantes
operan en la investigación día tras rio de los saberes que pretende reevaluaciones del conocimiento
día. Ni la historia, ni la filología, ni ignorar el rol mediador de la antro- se derivan de su cruce pluridisci-
la sociología pueden hoy pretender pología en la redefinición actual plinario. Las nociones de mito e
erigirse como disciplinas autóno- de los métodos de investigación. imaginario permiten justamente
mas y cerradas con respecto al de- Para las ciencias humanas el esta transferencia útil de cono-
sarrollo de las disciplinas vecinas y, mito es un medio privilegiado de cimientos entre los diversos do-
sin embargo, nuestros planes de es- conocer al hombre y a la sociedad minios del saber en la medida en
tudio insisten en ese reduccionismo a la vez. La forma más acabada y que abren a la comprensión nueva
y análisis parcial de lo social. compleja del imaginario que para de un objeto huidizo, en prime-
Incluso una vez quitada de su ser comprendida necesita de la ra y última instancia ¿qué es lo
medio la lápida iluminista que colaboración de diversas discipli- humano?, cuestión indiscernible
condenaba a mero oscurantismo al nas. Interesarse en el mito no es desde un solo enfoque disciplina-
inmenso y complejo tesoro mítico sólo explorar la sustancia misma rio. Es este el reto al que los tra-
de las culturas antiguas, el estu- del imaginario humano sino pre- bajos sobre el imaginario quieren
dio de los mitos y de los símbolos, pararse para comprender mejor el responder.
por mucho tiempo, ha sido víctima desarrollo de la historia y de la
también de esas fronteras arbitra- cultura, dado que los móviles del
rias entre las diversas disciplinas hombre son de orden mítico más
—la historia, la filología, la litera- frecuentemente de lo que se pien- Recibido el 14 de agosto del 2006
tura— que pretenden “explicarlos” sa y acepta. Aceptado el 13 de julio del 2006

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