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El Libro de Enoc estuvo perdido durante mil años, aunque se lo menciona en innumerables
ocasiones citando pequeños fragmentos. Por ejemplo, fue citado por Justino Mártir,
Atenágoras, Taciano, Ireneo, Orígenes, Clemente de Alejandría, Tertuliano, Lactancio, y
muchos más. Incluso el Nuevo Testamento habla del Libro de Enoc en tres versículos: Lucas
3:37; Hebreos 11:5; Judas 1:14.
En hebreo se los conoce como Bnei ha'elohim, los Hijos de Elohim, nombre que los griegos
tradujeron por Grigori (Egregoroi), cuyo significado es Vigilantes u Observadores..
Las tablillas sumerias, también los mencionan..
El Libro de Enoc, así como otros textos hebreos, señala que los Vigilantes descendieron a la
Tierra cautivados por la belleza de sus mujeres.
La leyenda asegura que mantuvieron relaciones sexuales con estas mujeres, de cuyos vientres
nacieron los Nephilim, los Gigantes, seres infames que desataron violencia y ritos abominables
sobre el planeta..
La Primera Guerra de los “Ángeles”, tuvo un desarrollo desconocido, aunque con un final
rotundo:
Una de las facciones y sus huestes fueron expulsados del Cielo..
Donde se establecieron ?
Nos invitaron a un aparente inocente juego en donde dormiríamos mientras nuestro avatar en
el sueño jugaría papeles diferentes e inofensivos en un mundo de 3D..
Así Crearon granjas de engaño .
En un principio atraparon almas originales de luz, en mundos de ficción, regidos por un sistema
de engaño permanente, para sobrevivir con su energía brindada. Otras ingresaron aceptando
las reglas para poder ayudar..muchas de ellas perdieron la noción de donde se estaba luego.
Superpusieron una Realidad sobre otra, crearon mundos 3D por sobre los ya existentes.
Sumieron como en un gran juego-sueño, a los seres de luz, donde su avatar 3D, terminó
creyendo la ficticia realidad como real, reencarnando infinidad de veces, y así sin saberlo,
terminaron siendo la batería de la misma realidad en que viven y así también mas adelante, el
propio alimento de los Egregores….
Volviendo a Enoc..
la Segunda Guerra de los “Ángeles”, mucho menos conocida que la primera, no tuvo lugar en
las amplias planicies siderales, sino sobre el suelo áspero de la “nueva Tierra” 3D de
simulación.
Es entonces cuando los Vigilantes (Egrogores ), atraídos por las mujeres humanas,
descendieron al mundo para saciar sus apetitos.
Poco se sabe sobre esta raza de ángeles caídos. Sólo que son alrededor de doscientos, y que
nunca fueron enviados al infierno, a pesar de haber traicionado la misión por la cual habían
sido creados: “Vigilar y proteger”.
De estos 200 ángeles caídos apenas sobrevive un puñado de nombres. Así los define el Libro de
Enoc:
...Samyaza era su líder, Urakabarameel, Akibeel, Tamiel, Ramuel, Dan'el, Azkeel, Saraknyal,
Asael, Armers, Batraal, Anane, Zavebe, Samsaveel, Ertael, Turel, Yomyael y Azazel eran los
prefectos de los doscientos ángeles, y el resto eran todo con ellos.
Es importante aclarar que estos “ángeles” cayeron por propia voluntad, no fueron expulsados
del Cielo. Descendieron como un viento gélido y en las llanuras de oriente adquirieron cuerpos
hermosos. Así enamoraron a las mujeres más bellas de la Tierra, con las que engendraron a los
Nephilim, los gigantes de la antiguedad.
”Ellos devoraron todo el trabajo de los hombres hasta que estos ya no alcanzaron
alimentarlos. Entonces los gigantes se volvieron contra los hombres y los devoraron, y
empezaron a pecar contra los pájaros, contra las bestias y los peces, a devorar unos la carne de
los otros y a beber su sangre. Entonces la tierra acusó a los violentos por todo lo que se había
hecho en ella.”
Aquí aparece el arcángel Miguel acusando a los Vigilantes ((Egrogores guardianes) de haber
desviado su misión y encarnado la explotación, la opresión, la destrucción, la guerra, la
vanidad, la hechicería, la fornicación y el engaño..
El Libro de Enoc aclara que el clamor de los muertos acompañó el reclamo de Miguel. (8:1-3)
...y como parte de la humanidad era aniquilada, su clamor subió al cielo.
El arcángel logro reunir el viejo ejército que había desterrado a Satán y lo envió a la Tierra.
El arcángel Miguel, el mismo que había derrotado a Satán en combate singular, lideró las
“huestes celestiales”. A su derecha iba Sariel (Uriel), a su izquierda Rafael, y Gabriel, como en
otras ocasiones, se limitó a llevar noticias del frente a las filas que aguardaban en la
retaguardia.
La Segunda Guerra de los Ángeles, así lo asegura el Libro de Enoc, fue breve y despiadada. Los
Vigilantes y sus hijos, los Nephilim, fueron vencidos por las espadas flamígeras forjadas en
duro acero divino, y, sobre todo, por la mirada encendida de Miguel, cuyo fulgor y violencia
quemaron a los rebeldes.
Los actuales Egregores gobernantes de los sistemas 3D, cuidan sus espaldas de la estocada que
le quieren dar la facción destituida.
Estas últimas, prometen todo el tiempo a los avatares terrestres un mundo mejor… (una granja
con mas libertades !).
El Libro de Enoc fue ocultado y barrido del canon en el Concilio de Laodicea (364).
Posteriormente, la versión griega se perdió. La última cita occidental proviene del monje
bizantino Syncellus en el siglo VIII. Luego cayó en el olvido.
Convertido en mito durante mil años, aunque los francmasones escoceses siempre aseguraron
tener una copia, el Libro de Enoc reapareció en el siglo XVIII. James Bruce, célebre viajero,
obtuvo en Abisinia tres copias del libro, traducidos al inglés en 1821 por Richard Laurence. De
aquel desgastado manuscrito hemos recuperado la Segunda Guerra de los Ángeles, una
historia que, según afirman los estudiosos, aún nos reserva nuevos misterios.