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Pensamiento administrativo
Ensayo
La soledad
Profesor
Guillermo Rodriguez
Las personas, como seres sociales, necesitan convivir en compañía de los otros.
No obstante, es frecuente encontrar a individuos que presentan un gran sentimiento
de aislamiento a pesar de poder estar rodeados por un amplio círculo social. Es por
ello que en este ensayo, la tesis que se va a definir es “si el ser humano es social
por naturaleza, entonces que causa el sentirnos solos incluso estando rodeados de
muchas personas”.
Hasta hace pocos años, el sentimiento de soledad ha sido vinculado a patologías
como la depresión, considerándolo un subproducto o una consecuencia de la
misma. No obstante, en esta misma línea, autores como Karnick afirman que la
soledad es una problemática que tradicionalmente ha carecido de una atención
seria debida a que no ha sido considerada una posible raíz de otras dolencias o
porque no se ha percibido como una problemática independiente. Asimismo, el autor
informa que parte de esta situación se debe a que las personas que experimentan
este sentimiento de forma desmedida no suelen reconocerlo, en su mayoría, debido
a la vergüenza y la dificultad para superar la sensación de aislamiento.
Una persona que se siente sola suele estar más angustiada, deprimida y hostil, y
tiene menos probabilidades de llevar a cabo actividades físicas. Como las personas
solitarias tienden más a tener relaciones negativas con otros, el sentimiento puede
ser contagioso. Las pruebas biológicas realizadas muestran que la soledad tiene
varias consecuencias físicas: se elevan los niveles de cortisol —una hormona del
estrés—, se incrementa la resistencia a la circulación de la sangre y disminuyen
ciertos aspectos de la inmunidad. Y los efectos dañinos de la soledad no se acaban
cuando se apaga la luz: la soledad es una enfermedad que no descansa, que
aumenta la frecuencia de los microdespertares durante el sueño, por lo que la
persona se levanta agotada.
Los familiares y amigos suelen ser los primeros en detectar los síntomas de soledad
crónica. Cuando una persona está triste e irritable, quizá está pidiendo en silencio
que alguien la ayude y conecte con ella. La paciencia, la empatía, el apoyo de
amigos y familiares, compartir buenos momentos con ellos, todo eso puede hacer
que sea más fácil recuperar la confianza y los vínculos y, en definitiva, reducir la
soledad crónica.
El remedio para la soledad siempre ha sido la familia. Nadie está realmente solo si
hay una familia detrás que le acoge, aunque sea mucha la distancia que les separe.
El sentir que somos la preocupación de alguien, que alguien está pensando en
nosotros o que alguien ríe o sufre con nosotros, nos hace más humanos, más
humildes y alimenta nuestra esperanza y nuestro equilibrio.