La intensidad y grandeza de tratar de definir la ética y sus componentes
relativos, es realmente apasionante tomando en cuenta el punto de varios autores, lo que no da la posibilidad de envolverse y tratar de ejecutar, como aporte a nuestra sociedad siendo profesional ante cualquier circunstancia. Desde tiempos inmemorables la conducta humana ha sido objeto de estudio para poder normarla y de esta manera tener una mejor convivencia, según Hernandez, Z. T. (2014). En su libro, Introduccion a la Ética . Mexico: Patria. La historia de la humanidad es la historia de la moral, desde siempre, los seres humanos han hecho actos buenos y actos malos en lo que cabe destacar que cuando un individuo ejecuta una buena acción puede, desde su interior, preguntarse si lo que ha hecho es bueno o es malo, pero quien ejecuta una mala acción inconscientemente, puede también considerar que el acto que ha realizado es bueno porque se adapta a las costumbres del resto de la sociedad donde se desenvuelve. Rafael Gambra (1,9989), incluso sostiene que el estudio de la conducta es una de las tres ramas generales de la filosofía, y es así como poco a poco se comprenderá parte de la extensidad sobre lo que es ética y las proyecciones hacia otras ciencias, ahora bien, se puede mencionar que cuando en tiempos remotos se ofrecían sacrificios, asesinando a personas inocentes para alabanzas divinas, los crímenes eran aplaudidos y considerados, por la mayoría de los individuos, como algo normal dentro de las reglas de la tradición y las costumbres del pueblo. Otra cosa era la necesidad de matar para defenderse de las invasiones de ejércitos, que asesinaban o quemaban poblados enteros con el propósito de obtener beneficios a expensas de los demás. Estudios realizados sobre el tema, concluyen en que, desde la prehistoria, los humanos se unieron como especie con el fin de sobrevivir y protegerse de las amenazas de la naturaleza. Los primeros hombres y mujeres cazaban o recolectaban, unidos en grupos, pero el hecho de compartir estrechaba aún más los lazos de hermandad y compañerismo que los unía como familia humana. Todo acto que hicieron, en favor de ellos mismos, era bueno aunque mataran para sobrevivir. Pero la historia de la vida en el planeta ha sido la historia de una lucha a muerte entre las diferentes especies por la supervivencia, donde cada individuo, o ser vivo, actúa según sus reglas o leyes biológicas, establecidas internamente en su código genético según sea su especie. La conducta moral del hombre prehistórico era la de asociarse en estrecha ayuda mutua, cooperación, compañerismo y hermandad. Sus enemigos no eran los de su misma especie. Los bienes eran sociales, es decir pertenecían a todos. Los humanos eran libres y no conocían fronteras. Desconocían la propiedad privada como tal, aunque no la propiedad individual, pues cada uno de ellos pudo haber sido dueño de su herramienta favorita para cazar, o del lugar donde dormía, pero con seguridad se afirma que compartían, con sus semejantes, los bienes comunes producto del trabajo colectivo. En el texto, Sánchez (1984) nos plantea en primera medida, que los problemas prácticos son problemas morales, es decir, los problemas que vienen desde los vínculos con los demás nos ponen en una situación en la que debemos ajustar nuestra conducta entorno a las normas que son socialmente aceptadas y que se nos presentan como una carta de navegación para distinguirnos de otras formas de conducta humana. En este tiempo predominaba una sola moral, regla o costumbre dictada por su código biológico, que los humanos consideraron eran las acciones correctas. Los fenómenos naturales como el rayo, relámpagos, lluvias y truenos, llamaron la atención del hombre. Pues si en la naturaleza los objetos, como las piedras, permanecen estables hasta que una fuerza exterior los mueva, ¿Quién puede hacer bulla y mover cosas allá arriba, además de prender y apagar las luces todos los días? Los humanos creyeron que seres sobrenaturales, que no habitaban la tierra, sino más allá, eran los responsables de tales fenómenos. El hombre primitivo sintió respeto por ellos y los adoró. Con el nacimiento de los dioses, surge un conjunto de normas o reglas morales recogidas en un Código Religioso, que anexado al Código Biológico, rige también el comportamiento humano. Así que según Francisco Romero, Activador Cultural, en 2006, que por violación a la moral religiosa, se apedreaban a las mujeres, se quemaba a la gente en una hoguera, o simplemente se les crucificaba. En el siguiente paso de la evolución humana, se impuso la voluntad del más fuerte y surgió un nuevo sistema que esclavizó al hombre, que lo maltrató y lo llenó de rabia. Se conoce como el Sistema Esclavista, donde el hombre llegó a odiar, a muerte, al mismo hombre o al compañero de su misma especie. La esclavitud contradecía el código religioso, pero la clase dominante de esclavistas la impuso como moral o reglas a seguir. Dentro de la moral romana, por ejemplo, ver a los cristianos devorados por fieras era bueno, y recibían ese castigo, por no aceptar a los dioses, que les imponía Roma, o por actuar contrarios a las reglas imperiales. El odio que los humanos sintieron, por sus opresores, se reflejó en el resto de la sociedad originando la lucha de clases y la confusión, de cada individuo dentro de ella, convirtió al humano en un ser individualista y en enemigo de sus semejantes. Ahora bien desde el punto de vista etimológico, ética y moral tienen un mismo significado. Ética proviene de la palabra griega “ethos” y significa “costumbre, hábito”. Moral proviene de la palabra “mos” y significa lo mismo. Rizo, Y. D. (2014). Problemas éticos. Así que la Moral de asesinar, robar, violar, maltratar o castigar al hombre, impuesta por los esclavistas, se convirtió en moral dominante a seguir y se hizo costumbre, en las generaciones posteriores, desconociendo éstas su origen. Diferentes pueblos, que tuvieron distintas maneras de interpretar la concepción del mundo, o que tuvieron diferentes formas de producir lo que la sociedad necesitaba para su sustento, aunado además a determinadas condiciones donde los poblados se desarrollaban, hombres y mujeres, por la fuerza, se amoldaron a la moral de la clase dominante y perdieron la calidad de humano. Así que lo que un pueblo creía que eran buenos actos, para otros con cultura diferente, eran actos horrorosos. La Moral se convirtió así en un conjunto de normas, o reglas impuestas por la clase social dominante, transmitidas como costumbre, de generación en generación, entre la misma clase social dominada. Pero la Moral ha cambiado según los modos de producción de la sociedad. La clase social que ha dominado sobre los medios de producción, como fuente de vida para el sustento social, ha impuesto su moral y ha logrado que la clase dominada, con su carga de necesidades, piense y actúe según los deseos de la clase social que los domina. Así, a través de las siguientes relaciones de producción o sistemas sociales, las costumbres morales han atravesado la historia perdurando en el tiempo. Es por eso que la filosofía de la moral dominante, en la sociedad actual, basada en las relaciones de explotación de millones de seres humanos, para beneficio de un puñado de capitalistas, tiene mucho en común o ha cambiado muy poco, con relación a los anteriores sistemas de similar forma de producción y explotación humana. Es por eso que la moral es clasista, tal como la definieron los creadores del Socialismo Científico, porque se relaciona con la forma de producción de la sociedad. La moral propagada, en estas condiciones, no es la más justa, ni es la más correcta, sino que sirve para resguardar, proteger y garantizar, en el poder, a la clase social dominante. De allí que los sistemas de explotación, al apropiarse de la fuerza del trabajo social, establecen las normas de los actos humanos, que aunque sean realizados por los mismos individuos, no son propios del individuo mismo sino que le son impuestos, desde afuera, por la clase que los domina y explota. Un ejemplo de ello es que, desde tiempos remotos hasta hoy, la misma mujer se ha creído que su papel fundamental, dentro de la sociedad, es netamente reproductora de la especie humana, o que es simplemente un objeto de placer propiedad de los hombres. Los estamentos legales, que se han hecho en el transcurso de la historia, fueron hechos por los hombres para beneficio del hombre, como género con moral dominante, apartando a la mujer a un segundo plano. Ninguna ley protegió a la mujer sino que cercenó sus derechos y la condenó a permanecer en un estado, de desigualdad e injusticia, al margen de la sociedad. Eso mismo ha sucedido, a través de los tiempos, con los esclavos, los campesinos, los obreros, y más recientemente con los jóvenes, que obedecen leyes, reglas y normas morales dictadas por la clase social, que ha controlado los medios de producción y ha dominado a la sociedad, a través de medios de comunicación, para beneficio de una sola clase social. Así que en el transcurso de la historia, quienes han controlado el poder, en los diferentes sistemas sociales, se han aprovechado de la ignorancia, de los pueblos dominados, y los han explotado imponiendo la moral dominante. Con este fin ha predominado la moral religiosa, como moral que ha dominado en los anteriores Sistemas Sociales (Esclavismo, Feudalismo, Capitalismo); impuesta para defender los sagrados intereses de quienes se han apropiado, y se siguen apropiando, de los bienes sociales y del trabajo de todos, logrando transformar, a los seres humanos, en una sociedad de esclavos psicológicos desadaptados, de las buenas acciones humanas, y adaptados a la sumisión de una moral contraria, llena de malas acciones, y de ejemplos que contradicen lo que predican, pero que beneficia al pequeño grupo social que controla el poder. Muchos enredos se han tejido sobre este tema, y los explotadores lo han presentado, más confuso aún, al imprimirle un origen religioso. Descifrar la moral de los diferentes pueblos, a través de la historia, solo es posible con la ciencia que estudia la Moral conocida como Ética, y los estudia como actos, buenos o malos, del comportamiento humano según la costumbre, transmitidos en el tiempo, de generación en generación a través de los diferentes sistemas sociales. Contraria a la moral, como conducta impuesta desde afuera que hace que el individuo actúe de manera inconsciente, la Ética se considera como el conjunto de valores internos que adquiere el ser humano cuando se eleva estudiando y analizando, los diferentes tipos de moral y reflexionando sobre ellas, tomando para sí, de manera consciente, las normas a seguir, ya esclarecidas por la ciencia, bajo la óptica de la lógica y la razón. La libertad como valor de la ética profesional es medular dentro de las leyes del mercado global que rigen en la actualidad distintos ámbitos de la vida económica y, por ende, social en el mundo entero, según Rodriguez, D. (2014). Campo de la ética general. España, centro de estudios universitarios. Las sociedades han colapsado porque no son los valores éticos los que prevalecen. Desde este punto de vista, la Ética es un conocimiento que se preocupa por construir ciudadanos de ambos géneros. Su objetivo final, es lograr la mayor suma de felicidad para la especie humana. En cuanto a la ética y la filosofía se comprende que lo esencial de la conducta es manifestarse en actos, y tener conciencia de elle equivale a percibir sus factores constitutivos, a saber: la esencia, el fin y los medios de la acción, que representaremos por las partículas que, para que y como. Así, pues, en la conducta consciente el hombre se percata de sus actos; sabe que actúa, para que actúa y como actúa. En esos tres elementos se funda la conciencia de la acción, y por consiguiente, el problema de la ética. Hablando en rigor, no se tiene jamás una conciencia perfecta, que sería capaz de explicarlo todo. Para concluir, se indica que la ética se desenvuelve como filosofía de la conducta implicando una triple relación que es necesario atender. Dicha relación concierne: la filosofía, porque la ética es una rama filosófica y sus doctrinas están conectadas con los sistemas filosóficos.