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Nuestros Fundamentos
Introducción
En la Biblia se deja ver su Voluntad para los hombres y mujeres de todas las
edades y de toda la tierra. Creemos también en la libre interpretación de la
Palabra de Dios y, a su vez, creemos que es a la Iglesia toda a quien Dios le da su
Palabra para que Cristo, la Cabeza de la Iglesia, imparta vida imprescindible
para cada uno de sus miembros.
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cuerpo de Cristo, Cabeza del mismo. Creemos en la diversidad de dones y
ministerios, así que vemos en la Palabra de Dios los ministerios apostólicos,
proféticos, evangelísticos y el ministerio de pastores y maestros; . Estos
ministerios tendrán que ser (como todo) fundamentados en la Biblia y definidos
mediante los principios que rige la misma, siendo uno de los más importantes, :
la mutua colaboración y la sujeción al Espíritu Santo y a su Palabra, ya que el
Espíritu Santo jamás irá en contra de lo que la Biblia afirma.
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Las actividades de la estructura eclesial tal como se la entiende hoy en día es un
peso innecesario que termina agotando a los que lo sostienen y quitando tiempo
para ser de testimonio a los inconversos.
Capítulo I
Mateo 18:20 Porque donde dos o tres se reúnen en mi nombre, allí estoy yo en
medio de ellos.
Hechos 17:24 “El Dios que hizo el mundo y todo lo que hay en él es Señor del
cielo y de la tierra. No vive en templos construidos por hombres…”
Por esto, decíamos que creemos que una buena forma de reunirse es en nuestras
propias casas u hogares. Esto no es nuevo y tiene antecedentes en la Biblia que,
como es obvio, no son casuales.
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1:2 y a la amada hermana Apia, y a Arquipo nuestro compañero de milicia, y a
la iglesia que está en tu casa:
1:3 Gracia y paz a vosotros, de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo.
Creemos que Él, Jesús, está en nosotros, sus hijos, y que somos de Él.
De estos pasajes podemos concluir que Pablo consideraba iglesia a los que se
reunían tanto en la casa de Aquila y Priscila, como los que se reunían en la casa
de Ninfas, más allá del lugar de reunión, mientras que no afirma nada de
algunos requisitos que hoy se consideran imprescindibles para la
existencia de ésta.
1Corintios 14:26 ¿Qué hay, pues, hermanos? Cuando os reunís, cada uno
de vosotros tiene salmo, tiene doctrina, tiene lengua, tiene revelación, tiene
interpretación. Hágase todo para edificación.”
Mateo 18:20 "Porque donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí
estoy yo en medio de ellos."
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Hay un peso enorme en lo que se llaman “denominaciones cristianas” que por
otra parte NO son expresión de la Voluntad de Dios en su Palabra.
Si a alguno de nosotros se nos ocurriera pensar que aquellos eran otros tiempos,
estaríamos diciendo indirectamente que a Dios se le escaparon detalles o que su
palabra adolece de algo porque a Él no se le ocurrió ni lo pudo prever.
Sería este modo de pensar, por lo menos, una insolencia delante del Altísimo:
¡A Dios no se le escapó ningún detalle y en su Palabra Él ha dejado principios
para que sean cumplidos en todas las épocas de la historia!
Todo aquel que lo confiese y crea en su corazón -dice la Palabra- será salvo, y no
hay derecho a decir que alguien que hace esto no sea hermano nuestro.
Por gracia
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Efesios 2:8 Porque por gracia habéis sido salvados mediante la fe; esto no
procede de vosotros, sino que es el regalo de Dios,
2:9 no por obras, para que nadie se jacte.
Por medio de la fe
Romanos 5:1 Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por
medio de nuestro Señor Jesucristo;
5:2 por quien también tenemos entrada por la fe a esta gracia en la cual
estamos firmes, y nos gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios.
Siempre es por gracia; siempre es por fe; siempre la fe produce obras; siempre
las obras empezarán hacia los hermanos y hacia los más débiles; siempre las
obras serán también para presentar el Evangelio por Palabra y hecho, por gracia
por medio de la fe.
En definitiva: La gracia se acepta por fe y produce obra de Dios en nosotros y a
través de nosotros.
Dios da Gracia, la que se acepta por Fe y se pone en Acción (mutualidad) y
Acción por evangelismo de hecho y Palabra; y esto es por Gracia y así
sucesivamente con la dinámica que Dios le marque a cada uno de sus hijos en
consenso con los hermanos en amor.
En este consenso habrá de ponerse especialmente énfasis en el testimonio y el
peso de la palabra de aquellos que emitan su opinión.
Hay un peso en la Biblia que se manifiesta en las opiniones de los líderes que
Dios establece, y éstos la tienen que avalar, a su vez, con los hechos.
El autor de la carta a los hebreos nos insta a estar sujetos a nuestros pastores
(veremos más adelante con mayor detalle cada uno de los ministerios del cuerpo
de Cristo). Baste solamente agregar que la Palabra dice: “…porque ellos velan
por vuestras almas…”
Oremos a Dios para que cada uno de los pastores/maestros tenga un corazón
verdaderamente interesado en las ovejas que Dios le concede para su cuidado.
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cantidad de “iluminados”, quienes se han erigido con la pretensión de ser
considerados incuestionables.
Las grandes preguntas a ser contestadas en este tipo de planteos pueden ser las
siguientes: ¿En qué parte de la Palabra de Dios se encuentra lo que exponemos
o nos exponen? ¿En qué lugar de la Biblia se encuentra aquello que practicamos
y que consideramos como sagrado e irrenunciable? ¿En base a qué regla
exegética sostenemos aquello que sostenemos?
Volveremos sobre este ejemplo en este mismo capítulo más adelante.
Ahora bien, podemos decir una y mil veces que el Canon bíblico fue cerrado y
que quien agregue algo a la Palabra de Dios sea anatema.
Mas a la hora de las definiciones, la tradición tiene un peso que
puede hasta generarnos una culpa insostenible, como si estuviéramos
violentando reglas sagradas, cuando en realidad, a la luz de la Biblia no es así
y en algunos casos indica lo contrario.
Hoy es imprescindible desechar absolutamente todo aquello que no
es un claro principio bíblico.
Esto, por ejemplo, se puede apreciar en la relación inmediata que muchos hacen
entre la palabra iglesia con el edificio y, en segunda instancia, creer que si no
hay templo no hay iglesia. Algo más grave todavía, sería pensar que si
una congregación no pertenece a una denominación no es iglesia.
Volvemos y volveremos con esta pregunta: ¿En qué parte de la Palabra de Dios
se afirman los que piensan así? ¿En base a qué principio bíblico?
Reiteramos: es imprescindible en este tiempo y siempre que desechemos toda
tradición y apliquemos a nuestras vidas aquellos principios que se expresan con
toda claridad en la Palabra de Dios.
Muchas veces, muchos de nosotros somos tildados de demasiado exigentes e
idealistas en nuestro planteo. Pero cuando vemos que muchas de las
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cuestiones que nos causan rechazo son las mismas por las que el
común de la gente se aleja de la fe y no quiere saber nada con las iglesias,
entonces el planteo se hace una cuestión de peso en nuestras vidas y un
testimonio a dar, como una forma de expresión de la Voluntad de Dios.
Esta forma, una opción de congregarse por nosotros elegida, intenta ser la
manera de relacionarnos con Dios y con nuestro prójimo desde la forma más
natural y amigable posible:
-Desde lo cotidiano, desde el compartir una comida como un gesto de
camaradería y compañerismo, interesado en el otro en una comunión
natural, involucrada y responsable.
-Desde el simple llamado telefónico y del estar compartiendo las circunstancias
cotidianas.
-Desde el anonimato de los que coordinan los diferentes hogares para hacer
que así el mérito y el reconocimiento sea sólo para el Rey de reyes y
Señor de señores.
Una fe cotidiana, sencilla y testimonial, que haga de la ayuda mutua
y de la ayuda a los más débiles, una sana costumbre y un hábito
irreemplazable.
Mateo 25: 40 “…en cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos más
pequeños, a mí lo hicisteis.”
Posibles críticas
A lo largo de la historia se han visto unas cuantas formas de prácticas, que si
bien no van en contra de lo recomendado en la Palabra de Dios, por lo menos
no pueden ser tenidas en cuenta como única posibilidad.
Decimos esto ya que en la actualidad si alguien dice iglesia (mal interpretando
su significado) nos vendrán a la mente una serie de imágenes que
harán una composición mental de nuestro concepto de la misma.
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Dichas imágenes pueden ser las siguientes:
a- Un edificio
Con su acceso, su símbolo correspondiente (una cruz o algo alusivo al
cristianismo), y su correspondiente mobiliario: bancos dispuestos en una
dirección determinada, que tiene como fondo otro símbolo o algún texto que
nos remite a la fe.
Un púlpito que, por lo general, es instrumento utilizado por aquellos que están
autorizados a expresar ideas que se trasmiten como Palabra de Dios.
Generalmente, estos edificios pertenecen a instituciones que son avaladas por
gobiernos de las diferentes naciones y figuran en sus respectivos registros de
culto.
Hay una estructura de poder en dicha forma de congregarse, en la que el
edificio juega un papel simbólico de importancia. Esto hace que el
individuo, de alguna forma, se vea condicionado por un sin número de
prejuicios, que tiene que ver con la fuerza institucional y con la fuerza de UNA
forma de congregarse.
Esto NO se desprende necesariamente de la Biblia sino de la tradición y limita
el derecho de expresión de los miembros que forman parte del cuerpo de
Cristo que es la Iglesia.
Sobre el lugar de reunión, podemos decir que el Nuevo Testamento NO habla
de templo sino en lo referente al templo judío, ; que no había templos cristianos,
y que no es un requisito que la Palabra de Dios ponga para que exista iglesia.
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absolutamente ad honorem a Dios nuestro Padre, a nuestros hermanos de la
congregación y a nuestro prójimo, sobre todo a los más débiles.
b- Un pastor (profesional)
En cuanto al servicio, creemos que en principio debe haber un llamado claro de
Dios, que será confirmado por la iglesia a quien hablará Dios en su conjunto.
Si nos guiamos por el llamamiento que el Espíritu Santo hace a Pablo y a
Bernabé en la iglesia de Antioquía, podemos afirmar sin temor a equivocarnos,
que Dios primero llama a los directamente implicados en este
llamado, en este caso Pablo y Bernabé. Lo mismo hará con nosotros.
Esto es muy claro, el Espíritu Santo dice: “…para la obra a que los he
llamado.”
Dios ya los había llamado a ellos en primer lugar. Pero como esto es
corporativo, es decir, la iglesia es un cuerpo, Dios comunica a ésta el llamado
que les había hecho a ellos.
Dios confirma el llamado a la iglesia, pero ¿a quiénes? La respuesta
también está en el pasaje: A los profetas y maestros que estaban
ministrando y que estaban sirviendo al Señor. Además aclara que lo
buscaban negando sus propios intereses corporales: lo buscaban con ayuno.
Todo el pasaje expresa sentido de cuerpo y a Cristo como la Cabeza de la iglesia
comandando.
Esto no quiere decir que la iglesia de Antioquía fuera perfecta, NO.
Simplemente quiere resaltar que este pasaje nos fue dado para que
entendiéramos la forma en que Dios desea que su iglesia se mueva.
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¿Estamos diciendo con esto que los estudios teológicos no sirven? Nadie
entienda esto; estamos diciendo que pueden ser un excelente complemento
pero no más que esto.
Pedro el apóstol fue un simple pescador y sin embargo el Señor de Señores le
confió a sus propias ovejas.
Juan 21:15 Cuando hubieron comido, Jesús dijo a Simón Pedro: Simón, hijo
de Jonás, ¿me amas más que éstos? Le respondió: Sí, Señor; tú sabes que te
amo. Él le dijo: Apacienta mis corderos.
21:16 Volvió a decirle la segunda vez: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas? Pedro
le respondió: Sí, Señor; tú sabes que te amo. Le dijo: Pastorea mis ovejas.
21:17 Le dijo la tercera vez: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas? Pedro se
entristeció de que le dijese la tercera vez: ¿Me amas? Y le respondió: Señor, tú
lo sabes todo; tú sabes que te amo. Jesús le dijo: Apacienta mis ovejas.
Romanos 12:3 Digo, pues, por la gracia que me es dada, a cada cual que está
entre vosotros, que no tenga más alto concepto de sí que el que debe tener, sino
que piense de sí con cordura, conforme a la medida de fe que Dios repartió a
cada uno.
12:4 Porque de la manera que en un cuerpo tenemos muchos miembros, pero
no todos los miembros tienen la misma función,
12:5 así nosotros, siendo muchos, somos un cuerpo en Cristo, y todos
miembros los unos de los otros.
12:6 De manera que, teniendo diferentes dones, según la gracia que nos es
dada, si el de profecía, úsese conforme a la medida de la fe;
12:7 o si de servicio, en servir; o el que enseña, en la enseñanza;
12:8 el que exhorta, en la exhortación; el que reparte, con liberalidad; el que
preside, con solicitud; el que hace misericordia, con alegría.
12:9 El amor sea sin fingimiento. Aborreced lo malo, seguid lo bueno.
12:10 Amaos los unos a los otros con amor fraternal; en cuanto a
honra, prefiriéndoos los unos a los otros.
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En la iglesia debe haber un sentido de mutualidad como conclusión lógica. En
un cuerpo, las órdenes las da la cabeza y en la iglesia la cabeza es Cristo. Los
demás miembros del cuerpo colaboran los unos con los otros para llevar estas
órdenes adelante, cada uno en su lugar y haciendo lo que sabe y puede, de
acuerdo con los dones y talentos que Dios ha otorgado; siempre en beneficio y
para crecimiento del cuerpo.
Dios guarde que nuestra posición sea interpretada como una crítica destructiva
a los que de corazón sincero sirven a Dios.
Sin embargo, también queremos expresar que no vemos en la Palabra de Dios
una profesionalización del ministerio pastoral ni de ningún otro.
Lo importante de todo ministerio es el llamado y la forma como se responde al
llamado.
Las dos condiciones son importantes, ya que si alguien es llamado por Dios a un
ministerio y su respuesta hace que se entienda esto como una posición de
dominio sobre la congregación, tal llamado no estará acorde con los designios
del Señor.
Pastores y maestros
Ser pastor no es algo diferente de ser maestro, creemos que ambas palabras
forman un solo ministerio.
Notemos que el texto separa en grupos mediante los signos de puntuación a los
apóstoles; los profetas; los evangelistas; y une en un solo grupo a pastores y
maestros. No se puede ser pastor sin ser maestro y no se puede ser maestro sin
ser pastor.
Por más que se niegue, hay un rango clerical en las congregaciones de hoy en
día: éste existe aunque no abiertamente.
Aquél que es miembro de una iglesia, sabe tácita e implícitamente que su
opinión no vale lo mismo que la de un pastor o la de un “apóstol” por
más que el planteo sea bíblico. ¡Esto es lo lamentable!
No hay lugar para este argumento a la luz de la Palabra y no vale el peso de la
vida diaria.
De inmediato se le dirá: “¿Y vos quién sos? ¿Cuáles son tus frutos para
cuestionar?”
Si algún pastor tiene renombre, afirme lo que afirme, será aceptado como
verdad.
La sana práctica de los de Berea ha quedado muy atrás y quien hoy la
practique será tildado, cuando menos, de molesto o irreverente, mas el juicio de
Dios será otro y este juicio es el que vale.
Volvemos sobre el siguiente pasaje ya visto anteriormente:
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Así como en la Biblia no está de más ni una jota ni una tilde, tampoco este
pasaje.
Los de Berea hicieron un planteo muy sencillo y por sencillo es aún más
atractivo y sano y es el siguiente: Si está en la Palabra de Dios, creo y si no
está, no creo.
Sencillito, sabio, valiente.
Lo lamentable hoy es que este planteo no se hace y a aquellos que en una sana
actitud quieren hacerlo se los censura o se los trata de rebeldes e irreverentes.
Así avanzaron falsos profetas que le permiten a Satanás llevar adelante su
ataque final, el ataque implosivo, es decir desde adentro.
Cabe aquí aclarar que para saber si un planteo es bíblico o no, es necesario
conocer la Biblia e intercambiar opiniones acerca de ella, habiendo antes pedido
la iluminación que sólo puede darnos el Espíritu Santo.
San Pablo nos expone aquí cuatro ministerios y no cinco; estos son:
Apóstoles
Profetas
Evangelistas
Pastores y maestros
Se concluye de esto que no se puede ser pastor sin ser maestro, tanto como no
se puede ser maestro sin ser pastor.
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Alguien que está llamado a enseñar la Palabra habrá de serlo en el campo
“teórico” como en el campo práctico y pastoral, en cuanto al cuidado del
creyente se refiere.
Esto sin profundizar en la palabra teórico que describe a uno que “ve” y nadie ve
algo que no existe sino algo real. Es decir la enseñanza teórica, abstracta de
“palabra” no existe en la Biblia.
Alguien que esté llamado a ser pastor y a cuidar a las ovejas con diligencia
también enseñará la Palabra; es decir que ambos términos son
complementarios de un solo ministerio.
Nosotros lo llamaremos pastores/maestros.
Desde que la Palabra fuera escrita han pasado casi dos mil años y en una franja
muy importante de este tiempo la iglesia no ha nombrado ni ha definido qué es
un apóstol y un profeta. Es en estos momentos cuando aparecen
repentinamente una cantidad de supuestos “hombres y mujeres de Dios” que se
autodenominan apóstoles y profetas.
Desde ya, la Palabra de Dios no autoriza absolutamente a nadie a
autodenominarse con ningún título; es el cuerpo de Cristo el que evalúa y son
los hombres y mujeres probos, en consenso y por la directiva del Espíritu Santo,
quienes los nombran.
Esto cuenta actualmente con el agravante de que los que se autodenominan, lo
hacen desde una posición de superioridad y de mando ligado a un poder carnal
y no del Espíritu Santo: pesan los factores de poder y de “poder” ejercer dominio
sobre los demás.
Tal situación requiere de un público que diga amén, pero muchas veces esos
“amén” (así sea) se dicen a afirmaciones que no figuran de modo alguno en la
Palabra de Dios, con lo cual quienes afirman están siendo cómplices (a
veces sin saberlo o sin quererlo) de los que dicen falsedades desde el
frente.
Reunidos en su Nombre
Reunidos en el Nombre que es la Roca de la Salvación
Una de las condiciones indispensables para que haya iglesia local es, sin duda,
el nombre que reúne a dicha congregación.
Podemos afirmar que habrá iglesia cuando los hijos de Dios en determinado
lugar se reúnan en el nombre de Cristo: Roca y fundamento sobre la que la
iglesia fue fundada.
1Corintios 3:11 Porque nadie puede poner otro fundamento que el que está
puesto, el cual es Jesucristo.
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Mateo 18:20 Porque donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí
estoy yo en medio de ellos.
Filipenses 2:9 Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un
nombre que es sobre todo nombre,
2:10 para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en
los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra;
2:11 y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios
Padre.
Es necesario comprender lo antes posible que cada vez que nos reunamos en el
Nombre de Jesús lo estaremos haciendo bajo la cobertura de su sello y de su
rúbrica.
Jesús mismo nos dice: “reúnanse en mi Nombre y yo responderé con mi sello y
con mi propia presencia en medio de ustedes”.
Si lo pensamos detenidamente, es algo conmovedor que nos debería llenar de
gozo y a su vez de un temor reverente ya que por cada cosa que hagamos será
Jesús mismo quien responderá por ellas. 1
1
“Hagamos uso de una ilustración. Supongamos que usted deposita una suma de
dinero en el banco. Y supongamos, además, que el retiro de cualquier cantidad de
dinero de dicho banco exige cierto sello de parte de usted. Un día encarga usted a un
amigo que le retire cierta cantidad de dinero, puesto que tiene el sello de usted en la
mano. Si él escribe, digamos, diez dólares en un cheque en blanco y estampa en él el
sello de usted, obtendrá los diez dólares del banco. De igual manera. “en el Nombre del
Señor Jesús”. Equivale a que el Señor Jesús le ha entregado a usted su propio sello. “La
oración” T. S Nee, página 82; Editorial Peniel.
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Este cuerpo, del cual Jesucristo es la cabeza, es “una comunidad encarnada de
aquellos que han recibido la Palabra de Dios en Cristo Jesús, y buscan encarnar
esa Palabra en sus propias vidas a través del poder del Espíritu Santo”.2
Una comunidad de creyentes, es decir de aquellos que han nacido de nuevo, de
aquellos que han recibido a Cristo y saben que son hijos de Dios y que tienen
derecho y potestad de Dios para llamarse de ese modo.
Juan 1:12 Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su
nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios;
1:13 los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de
voluntad de varón, sino de Dios.
Juan 6:35 Jesús les dijo: Yo soy el pan de vida; el que a mí viene, nunca
tendrá hambre; y el que en mí cree, no tendrá sed jamás.
Juan 11:25 Le dijo Jesús: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí,
aunque esté muerto, vivirá.
Juan 17:3 Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios
verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado.
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soportarse los unos a los otros, en el cumplimiento por medio de la fuerza que
da el Espíritu Santo de tener y ejercer el mismo sentir que hubo en Cristo Jesús.
Filipenses 2:3 Nada hagáis por contienda o por vanagloria; antes bien con
humildad, estimando cada uno a los demás como superiores a él mismo;
2:4 no mirando cada uno por lo suyo propio, sino cada cual también
por lo de los otros.
2:5 Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo
Jesús,
2:6 el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como
cosa a que aferrarse,
2:7 sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho
semejante a los hombres;
2:8 y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose
obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.
La iglesia es una comunidad encarnada que no mira por lo suyo propio sino por
lo de los otros. Esto no significa un desinterés por la vida propia ya que no es lo
que dice el pasaje de la Carta a los Filipenses anteriormente citado. Si miramos
bien dice “…también por lo de los otros…” con lo que nos está indicando que
tampoco tendremos que descuidar nuestra vida.
Jesucristo nos llamó a amarnos como Él nos amó y esto si no fuera posible no
habría sido pedido por Él.
Quizás alguien pueda considerar que esto es idealista y coincidiremos con dicha
apreciación ya que el mismo Señor nos llama a ser perfectos, ni más ni menos:
Mateo 5:48 Sed, pues, vosotros perfectos, como vuestro Padre que está en
los cielos es perfecto.
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Hay poder en Dios y es esperable por medio del Espíritu Santo que todo
creyente crezca cada día en la gracia y en el conocimiento de Dios y en amor
mutuo. Esto lo conocía bien el apóstol Pablo y es por eso, justamente, que
aconseja a los tesalonicenses en este sentido.
¿Por qué nos llama a tener el mismo sentir que Jesucristo?... ¿Porque pensaba
que no era posible?...¡ Todo lo contrario!: Porque pensaba que era posible y que
era de Dios el procurar vivir de este modo.
1Corintios 1:12 Quiero decir, que cada uno de vosotros dice: Yo soy de Pablo;
y yo de Apolos; y yo de Cefas; y yo de Cristo.
1:13 ¿Acaso está dividido Cristo? ¿Fue crucificado Pablo por vosotros? ¿O
fuisteis bautizados en el nombre de Pablo?
1:14 Doy gracias a Dios de que a ninguno de vosotros he bautizado, sino a
Crispo y a Gayo,
1:15 para que ninguno diga que fuisteis bautizados en mi nombre.
Lamentamos mucho que hoy se escuche a algunos, que pretenden ser llamados
apóstoles de Cristo, haciendo críticas a quienes consideran sus competidores
cuando se supone que son hermanos en la fe.
Cuánta falta hace hoy en día la humildad de un verdadero apóstol como San
Pablo cuando expresaba: “…para que ninguno diga que fuisteis bautizados en
mi nombre”.
No pretendía que su nombre figurara. Cuánta falta hace la humildad y la
decisión de un verdadero profeta, como Juan el Bautista, cuando decía que era
necesario que su ego disminuyera para que creciera Jesús.
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Juan 3:28 Vosotros mismos me sois testigos de que dije: Yo no soy el Cristo,
sino que soy enviado delante de él.
3:29 El que tiene la esposa, es el esposo; mas el amigo del esposo, que está a
su lado y le oye, se goza grandemente de la voz del esposo; así pues, este mi
gozo está cumplido.
3:30 Es necesario que él crezca, pero que yo mengüe.
1Corintios 14:26 ¿Qué hay, pues, hermanos? Cuando os reunís, cada uno
de vosotros tiene salmo, tiene doctrina, tiene lengua, tiene revelación, tiene
interpretación. Hágase todo para edificación.
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anticuerpos es por medio del funcionamiento corporal y de recibir órdenes de la
cabeza, en un contexto bíblico.
Obviamente, debe haber autoridad en la iglesia en algunos hombres y mujeres,
éstos serán los que solventarán su palabra de fe con hechos de fe
concretos y no fingidos. Llamaremos a esto autoridad espiritual.
El basar toda una congregación en manos de un solo hombre, que
supuestamente depende de Dios, impide el desarrollo de los dones del resto del
cuerpo.
La forma de colaboración que se ve en Timoteo hacia Pablo no es por miedo a la
persona de Pablo sino por un amor de hermano, que se percibe aún desde la
misma letra de la Biblia cuando Pablo se refiere a su ayudante. El vínculo
perfecto, y al que Dios aspira, es el amor y no se conformará con menos que
esto.
Todos nosotros, los creyentes, tendremos que dar de una vez un paso al costado
para que la Biblia nos hable en cada reunión, y que el Espíritu Santo nos hable a
cada uno de nosotros como cuerpo de Cristo, para darle cause a su perfecta
Voluntad.
Este será un ejercicio continuo en cada reunión y tendremos que aspirar a que
sea vivido como un presente continuo en nuestras vidas.
Su Voluntad nunca estará en contra de Su palabra ya que el Espíritu Santo no se
contradice y Él nos quiere guiar a la plena vivencia del Cristo en nuestras vidas.
La aceptación de un líder carismático ha generado un grado superlativo de
toxicidad en la iglesia y esto termina alejando a los no creyentes y a muchos
creyentes de las mismas.
No sólo esto es un error cuantitativo y muchos no son alcanzados por el
Evangelio, sino que el error es cualitativo.
Es un error cualitativo en que Dios no quiere que las iglesias se edifiquen en
derredor de ningún pecador sino de su Hijo Jesucrito; y es un error cuantitativo
en que si se hiciera un trabajo apostólico dejando encargados de cada obra en
los lugares en donde se predica el Evangelio, el crecimiento cuantitativo sería
muchísimo mayor que a través de estas denominadas “mega-iglesias”.
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En otro capítulo, más adelante, trataremos de exponer según nuestra
interpretación qué quiere decir cada ministerio.
¿Es que Dios no anhela que haya hijos suyos que se dediquen a conducir a su
iglesia? La respuesta es Sí. Mas Dios dio dones y en una sana relación, el pastor-
maestro respetará al apóstol, el apóstol al evangelista y al profeta.
Cada uno respetará y amará al otro, ya que el amor es el único vínculo que Dios
admite.
Lo importante es saber que cada ministerio es de un solo cuerpo y que
Jesucristo como Cabeza del mismo hablará para que el crecimiento sea bien
armónico.
Esto es para resaltar que nos demos cuenta de que el ministerio del otro es
importante y para que no se establezcan competencias entre los mismos.
Un ejemplo bien claro es el respeto que San Pablo demostró en su relación con
las mismas iglesias que él había levantado.
Una vez establecidas y habiéndose constituido en iglesias, San Pablo respetaba
cada una de sus decisiones como iglesias locales, no interviniendo en nada en
las determinaciones de las mismas a no ser por un expreso pedido de éstas.
Un apóstol puede ser pastor y maestro pero si ha sido enviado a fundar iglesias
en el Nombre de Cristo una vez cumplido este objetivo tendrá que establecer a
aquellos ancianos que queden a cargo de la misma y partir a otro lugar como
respuesta al llamado del Señor.
El otro aspecto al que tenemos que prestar nuestra atención es a la
profesionalización del “llamado” como una suerte de intelectualización del
servicio a Dios.
Nadie entienda mal, Pablo era un erudito en teología como pocos en la historia,
pero no fue esto lo que lo llevó a ser quien fue, sino su total entrega a la voluntad
de Dios.
Reunirse en Su Nombre es algo sagrado en el sentido más amplio y profundo
que pueda tener la palabra.
No es cuestión de lugares, ni de vestimentas ni de ritos: es respuesta de los hijos
fieles a Dios que quieren hacer su voluntad como cuerpo, conforme a lo que se
desprende del testimonio de Jesucristo, al cual nos guía el Espíritu de Dios por
medio de su Palabra.
La iglesia se reúne en su Nombre, y el Nombre de Jesucristo es el sello de la
autoridad universal que Dios Padre le ha dado a Su Hijo, ante quien se somete
todo lo que existe en los cielos, en la tierra y debajo de la ella.
Filipensaes 2:9 Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un
nombre que es sobre todo nombre,
2:10 para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en
los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra;
2:11 y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios
Padre.
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Capítulo III
La unidad de la iglesia
Juan 17:20 Mas no ruego solamente por éstos, sino también por los que
han de creer en mí por la palabra de ellos,
17:21 para que todos sean uno; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que
también ellos sean uno en nosotros; para que el mundo crea que tú me
enviaste.
17:22 La gloria que me diste, yo les he dado, para que sean uno, así como
nosotros somos uno.
17:23 Yo en ellos, y tú en mí, para que sean perfectos en unidad, para
que el mundo conozca que tú me enviaste, y que los has amado a ellos como
también a mí me has amado.
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10:9 que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres
en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo.
10:10 Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa
para salvación.
Mateo 9:5 Porque, ¿qué es más fácil, decir: Los pecados te son perdonados,
o decir: Levántate y anda?
Creemos que éstos son tiempos para volver a la Palabra de Dios y para
desechar de plano aquello que no veamos en ella, tenga los años de
práctica que tenga y lo avale la tradición que sea.
La iglesia puede definirse, quizás, como hombres y mujeres que habiendo sido
salvados por Jesucristo –a quien confiesan como Salvador- se congregan
fundamentados en Su Palabra y en su Presencia, para guardar la unidad de la
misma y ayudarse mutuamente en todo, predicando de palabra y con obras a
Su Salvador.
Es realmente muy notable que Jesús relacione la unidad de la iglesia con fines
que podríamos llamar evangelísticos, es decir, el mundo creerá más
fácilmente si ven amor y unidad en la iglesia. Esto parece “respirarse” en
el pasaje citado al principio de este capítulo.
Jesucristo suplicaba al Padre por la unidad inspirado por el Espíritu Santo y San
Pablo decía que la iglesia es un cuerpo, uno y sólo uno.
El peligro para la iglesia no es Satanás solamente, el peligro para la
iglesia es nuestro propio ego que toma el lugar de Dios y se
24
manifiesta con obras de la carne que terminan dividiendo al cuerpo
o por lo menos intentándolo. Es nuestro ego el que le da lugar al
diablo.
El Señor Jesús conoce el corazón de los hombres y sabe aquello que tenemos en
nuestro corazón. Él está deseoso de bendecir a su iglesia, pero es necesario decir
también que las leyes que estableció para el trato entre hermanos en la iglesia
son mucho más exigente que la ley de Moisés.
A veces hacemos de la Palabra de Dios una lectura selectiva y esquivamos
versículos que creemos demasiado duros o que no son para nosotros, sin
embargo estos versículos están para nuestro bien.
Anhelamos que los párrafos que hablan de algunas cuestiones que pueden ser
consideradas como negativas sean entendidos como una forma de prevención
hacia la realización de una visión optimista y de crecimiento para los lectores.
25
Tomamos estos pasajes que tienen apariencia de ser negativos por el sólo y
suficiente hecho de que están en la Palabra de Dios.
Dios ama a nuestro hermano con esos mismos defectos que a nosotros tanto nos
molestan, y Dios nos ama a nosotros con los mismos defectos que tanto les
molestan a nuestros hermanos.
La iglesia es una comunidad de imperfectos a los que Dios ama, que los está
perfeccionando, y que se reúnen en el Nombre del Señor.
Si no entendemos esto tendremos problemas para desempeñarnos
en la misma.
La unidad de la iglesia debe ser mantenida a toda costa y esto se hará por
amor a Cristo.
Esto es negarse a uno mismo y exponerse en sacrificio vivo.
26
¡Dios honrará a quienes queramos hacer su Voluntad y, especialmente, al ser
artífices e instrumentos de la respuesta de la oración de su Hijo Cristo, la
oración que clama por la unidad!
Romanos 12:1 Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios,
que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios,
que es vuestro culto racional.
Presentéis vuestros cuerpos puede traducirse como “os presenteis…”, que nos
presentemos en un todo como sacrificio, y muchas veces este sacrificio será
soportar al hermano como veremos más adelante.
Mateo 16:24 Entonces Jesús dijo a sus discípulos: Si alguno quiere venir en
pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame.
16:25 Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda
su vida por causa de mí, la hallará.
Quizás una buena oración podría ser: “Padre, no me cae bien la actitud de mi
hermana Fulana o de mi hermano Fulano, pero yo te ofrezco mi vida en
sacrificio para que tu Espíritu Santo me de las fuerzas suficientes y el amor para
soportarla/o en amor. Es más importante la vida del cuerpo de Cristo que mi
opinión y que mi ego, ¡Haz lo que tengas que hacer!”
Efesios 4:25 Por lo cual, desechando la mentira, hablad verdad cada uno
con su prójimo; porque somos miembros los unos de los otros.
4:26 Airaos, pero no pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo,
4:27 ni deis lugar al diablo.
Exponemos este pasaje a riesgo de que alguno que esté dispuesto a la contienda
lo mal interprete. En principio diremos que hay una ira santa, una ira sin
pecado. También hay una ira humana, que sí es pecado.
Santiago 1:19 Por esto, mis amados hermanos, todo hombre sea pronto para
oír, tardo para hablar, tardo para airarse;
1:20 porque la ira del hombre no obra la justicia de Dios.
Una de las características es que la ira santa ocurre muy de vez en cuando y la
ira humana muy a menudo.
La ira no debe dar lugar al enojo y si esto ocurriera la puesta del sol no debería
encontrarnos enojados. ¡No estamos autorizados a estar enojados ni por 24
horas con nuestros hermanos!
Negarse a uno mismo es algo muy práctico, no es represión interna, sino darle
paso al Espíritu de Dios para que actúe.
Esto es seguir a Cristo obrando para el cumplimiento de la oración por la unidad
de la iglesia en Juan 17.
27
Si alguien nos ha ofendido y nuestro ego se levanta en ira contra ese hermano,
hemos puesto a nuestro propio yo por encima de la Voluntad de
Dios.
¿Es esto fácil de hacer para nosotros? No, no es fácil ni difícil; es
sencillamente imposible.
Nuestras fuerzas no podrán lograr esto, ya que sería poder carnal, voluntad de
hombre que se cree “capaz de…”.
A esto llegaremos solo después de haber sido quebrantados y de haber
aprendido que es solo en el poder de Dios que se buscará la absoluta unidad de
la iglesia.
Es la llenura del Espíritu Santo buscada diariamente en su Palabra y con
mucha oración.
¡Es la única posibilidad! Recordemos que la Palabra nos dice “estad siendo
llenados”, en tiempo presente continuo.
4
San Pablo parece rememorar el llamado de Dios a Israel en el siguiente
pasaje:
Deuteronomio 6:4 Oye, Israel: Jehová nuestro Dios, Jehová uno es.
6:5 Y amarás a Jehová tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con
todas tus fuerzas.
6:6 Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón;
6:7 y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando
por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes.
6:8 Y las atarás como una señal en tu mano, y estarán como frontales entre tus
ojos;
6:9 y las escribirás en los postes de tu casa, y en tus puertas.
28
Si esta esperanza es la venida de Cristo y nuestra vida eterna junto a Él; y
nuestro fundamento está en su sacrificio infinito y expiatorio de nuestra maldad
¿Cómo podemos poner nuestro ego por encima de semejante sacrificio?
Hemos sido llamados a ejercer una vocación y esa vocación es la humildad y
la mansedumbre:
Saber que uno tiene que soportar al hermano nos libera de la carga pesada
de buscar la perfección en el otro, perfección que no tiene y que
nunca encontraremos.
Cristo lo practicó, Cristo soportó:
Si sabemos que un hermano tiene algo que no nos agrada, veamos el soportarlo
como una oportunidad para que cambie, como hacerle un “aguante” hasta
que Dios obre en él.
Pablo sufría como dolores de parto hasta ver formada en sus hijos espirituales la
vida de Jesucristo.
Gálatas 4:19 Hijitos míos, por quienes vuelvo a sufrir dolores de parto, hasta
que Cristo sea formado en vosotros,
29
Salmo 32:8 Te haré entender, y te enseñaré el camino en que debes andar;
Sobre ti fijaré mis ojos.
32:9 No seáis como el caballo, o como el mulo, sin entendimiento,
Que han de ser sujetados con cabestro y con freno,
Porque si no, no se acercan a ti.
La unidad del Espíritu tiene como vínculo la paz y el no soportarse tiene como
vínculo inevitable la contienda.
30
Aceptarnos tal como somos nosotros mismos, aceptarnos como pecadores, es
aceptar a su vez que Él mismo nos aceptó como tales y esto nos quita el gran
peso de intentar que todo se conforme a nuestra voluntad y solo así también
diremos con Pablo: ¡Gracias doy a Dios por Jesucristo!
Aceptémonos como pecadores aceptados por Dios, aceptemos al hermano como
pecador aceptado por Dios.
Entendamos que estamos en un Camino de perfeccionamiento por la obra del
Espíritu Santo, y pidámosle a Dios que nuestro ego mengüe para que Él crezca.
I.
Tal como soy de pecador,
sin otra fianza que tu amor,
a tu llamado vengo a ti,
Cordero de Dios, heme aquí.
II.
Tal como soy, buscando paz,
en mi desgracia y mal tenaz,
combate rudo siento en mí,
Cordero de Dios, heme aquí.
III.
Tal como soy, con mí maldad,
miseria, pena y ceguedad,
pues hay remedio pleno en ti,
Cordero de Dios, heme aquí.
IV.
Tal como soy, me acogerás;
perdón y alivio me darás,
pues tu promesa ya creí,
Cordero de Dios, heme aquí.
V.
Tal como soy, tu compasión
quitado ha toda oposición;
yo pertenezco todo a ti,
Cordero de Dios, heme aquí.
Este himno es muy cierto y es cierto para todos nosotros: ¿Quién de nosotros no
tiene combates interiores? ¿Quién de nosotros no tiene miserias, pena y
ceguedad como dice el himno?-
Entonces, ¿Por qué no pedirle a Dios que en su misericordia nos haga vivir una
vida plena en el Espíritu Santo y ocuparnos de nosotros mismos antes que estar
atentos a ver si alguien nos ha ofendido?
31
Solícitos en guardar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz.
Es notable que aún cuando procuremos la unidad, ésta no será nunca nuestra
unidad, y ¡Gracias a Dios por esto!
La unidad de la iglesia es la unidad del Espíritu, es decir que Él ya unió
y quien quiera desunir se encontrará lidiando contra el mismo Dios.
La unidad no debe ser procurada sino que debe ser mantenida. El Espíritu
Santo ya nos ha unido y quien busque otra cosa está yendo en contra de esa
unidad ya establecida.
El Espíritu Santo mora en cada uno de sus hijos y es Él mismo quien nos une.
Nuestra tarea es estar solícitos en guardar lo que ya fue hecho por el
Espíritu de Dios y el vínculo será la paz, sin fingimiento.
Un cuerpo
Un cuerpo cuyos miembros se vinculan con el vínculo de la paz, muchos
miembros y un cuerpo. Esto no admite divisiones ni rangos jerárquicos sino
sumisión a que cada parte haga su tarea en servicio mutuo buscando el beneficio
de todo el cuerpo.
Que tontería es cuando comenzamos a creer que somos los únicos y que el
mundo depende sólo de nosotros. En la vida estamos rodeados de personas y
cada uno tiene un papel vital que desarrollar.
Necesitamos aprender a considerar al otro y saber que cada uno es experto en
algo y cuando nos unimos, el barco de la vida puede marchar.
Dios nos ha dado dones y capacidades a cada uno, pero siempre dejemos que Él
sea el capitán del barco5.
Colosenses 2:2 Para que sean consolados sus corazones, unidos en amor,
hasta alcanzar todas las riquezas de pleno entendimiento, a fin de conocer el
misterio de Dios el Padre, y de Cristo.
Un Señor
Un Señor que no quiere que le digamos Señor si no hacemos lo que Él
manda.
Lucas 6:46 ¿Por qué me llamáis, Señor, Señor, y no hacéis lo que yo digo?
5
Tomado de : Maxwell, J. C. (2001 2003). Las 17 Cualidades Esenciales de un Jugador de
Equipo The 17 Essential Qualities of a Team Player (Page 55). Thomas Nelson, Inc.
33
Respuesta: La voluntad de Dios es que haya unidad en su iglesia, en palabras
de Cristo a Dios el Padre:
Juan 17: 22 “….para que sean uno, así como nosotros somos uno…”
Un bautismo
Un bautismo que es símbolo de unión. Aquí lo importante no es la forma de
bautismo, si es por aspersión o inmersión. Creemos que la Palabra de Dios
habla de inmersión pero esto no es lo medular en el pasaje.
1Corintios 1:13 ¿Acaso está dividido Cristo? ¿Fue crucificado Pablo por
vosotros? ¿O fuisteis bautizados en el nombre de Pablo?
Gálatas 3:27 porque todos los que habéis sido bautizados en Cristo, de Cristo
estáis revestidos.
Efesios 5:29 Porque nadie aborreció jamás a su propia carne, sino que la
sustenta y la cuida, como también Cristo a la iglesia,
5:30 porque somos miembros de su cuerpo, de su carne y de sus huesos.
Más adelante Pablo dirá, que es “…grande este misterio” y es cierto, la única
forma de aceptarlo y vivirlo es como todo en la vida del cristiano: Por gracia de
Dios por medio de la fe.
34
Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo es Un solo Dios: Un misterio que
escapa a nuestra razón y que solo puede llegar a comprenderse por la fe,
espiritualmente.
Dios Padre que ha enviado al Espíritu Santo para que el mundo crea, que nos ha
sumergido en el cuerpo de Cristo, que procura que guardemos la unidad en el
vínculo de la paz; un Señor, el Hijo de Dios, que diera Su vida por nosotros, que
terminara la obra redentora y que en su ministerio en la tierra oró a Su padre y
nuestro Padre para que seamos uno, como Dios mismo es Uno.
El mismo y Único Dios a quien su Hijo Cristo oró en los siguientes términos:
Juan 17:20 Mas no ruego solamente por éstos, sino también por los que
han de creer en mí por la palabra de ellos,
17:21 para que todos sean uno; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que
también ellos sean uno en nosotros; para que el mundo crea que tú me
enviaste.
17:22 La gloria que me diste, yo les he dado, para que sean uno, así como
nosotros somos uno.
17:23 Yo en ellos, y tú en mí, para que sean perfectos en unidad, para
que el mundo conozca que tú me enviaste, y que los has amado a ellos como
también a mí me has amado.
Sembremos unidad, amor de los unos por los otros, sembremos el guardar la
unidad del Espíritu en el vínculo de la paz, sembremos el negarnos a nosotros
mismos para que la plenitud de Cristo resplandezca, sembremos el dominio de
nuestras conversaciones, sembremos la falta de crítica hacia el hermano,
sembremos las sanas conversaciones exentas de chisme, sembremos la buena
voluntad.
¡Dios nos dará su fuerza para que esto suceda, ya que esto es su propósito para
nosotros en la vida de congregación como cuerpo de Cristo!
¡Jesucristo mismo oró por esta unidad; seamos parte del cumplimiento de la
misma!
Siembra
En cierta ocasión, un reportero le preguntó a un agricultor si podía divulgar el
secreto de su maíz, que ganaba el concurso al mejor producto año tras año. El
agricultor confesó que se debía a que compartía su semilla con los vecinos.
- ¿Por qué comparte su mejor semilla con sus vecinos, si usted también entra al
mismo concurso? preguntó el reportero.
-Verá usted, dijo el agricultor. El viento lleva el polen de un sembrío a otro. Si
mis vecinos cultivaran un maíz de calidad inferior, la polinización cruzada
echaría a perder la calidad del mío. Si siembro buen maíz, debo ayudar a que mi
vecino también lo haga.
Lo mismo ocurre en nuestra vida. Quienes decidan vivir bien, deben ayudar a
que los demás vivan bien, porque el valor de una vida se mide por las vidas que
toca. Quienes optan por ser felices, deben ayudar a que otros encuentren la
felicidad, pues el bienestar de cada uno está unido al bienestar común.
35
Gálatas 6: 2: "Sobrellevad los unos las cargas de los otros y cumplid así la ley
de Cristo."
Capítulo IV
Reunidos alrededor de Su palabra.
Salmos 119:8 Tus estatutos guardaré;
No me dejes enteramente.
119:9 ¿Con qué limpiará el joven su camino?
Con guardar tu palabra.
119:10 Con todo mi corazón te he buscado;
No me dejes desviarme de tus mandamientos.
119:11 En mi corazón he guardado tus dichos,
Para no pecar contra ti.
119:12 Bendito tú, oh Jehová;
Enséñame tus estatutos.
119:13 Con mis labios he contado
Todos los juicios de tu boca.
119:14 Me he gozado en el camino de tus testimonios
Más que de toda riqueza.
119:15 En tus mandamientos meditaré;
Consideraré tus caminos.
119:16 Me regocijaré en tus estatutos;
No me olvidaré de tus palabras.
119:17 Haz bien a tu siervo; que viva,
Y guarde tu palabra.
119:18 Abre mis ojos, y miraré
Las maravillas de tu ley.
Dios nos guiará siempre a que como iglesia nos reunamos en el Nombre de
Jesús de Nazaret según Su Voluntad; y también sabemos que por medio de su
Espíritu nos hará saber todas las cosas que siempre estarán en armonía con su
Palabra… reiteramos siempre estarán en armonía con su Palabra.
36
Juan 16:13 Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la
verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que
oyere, y os hará saber las cosas que habrán de venir.
16:14 El me glorificará; porque tomará de lo mío, y os lo hará saber.
Santiago 1:17 Toda buena dádiva y todo don perfecto desciende de lo alto, del
Padre de las luces, en el cual no hay mudanza, ni sombra de variación.
La Biblia: Palabra de vida
Juan 6:68 Le respondió Simón Pedro:
Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna.
Dios dará vida nueva si y solo si nosotros lo invitamos a que sea nuestro
Salvador. Este principio de dar vida es así aún para aquellos que rechazan el
mensaje, ya que por medio de la Palabra de Dios el Espíritu Santo estará
procurando por todas las formas posibles nuestro arrepentimiento y fe en
Cristo, condiciones imprescindibles para tener nueva vida. El Espíritu de Dios,
por medio de la Biblia, siempre querrá traer vida; solo que algunos la rechazan y
por esto, solo por esto, se condenarán a sí mismos.
Romanos 10:17 Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios.
37
Juan 3:5 Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere
de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios.
3: 6 Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu,
espíritu es.
3:7 No te maravilles de que te dije: Os es necesario nacer de nuevo.
Ahora bien, una vez ocurrido este nuevo nacimiento es necesario estar
nutridos continuamente por la Palabra de Dios, ya que un recién nacido
es un bebé, en este caso un bebé espiritual.
Por lo general, el recién convertido o, en las palabras del Señor Jesús, el recién
nacido espiritualmente, tiene una gran necesidad de alimentarse de la Palabra
de Dios. Muchas veces ocurre que este ejercicio se va perdiendo por
acostumbramiento, por negligencia, por indiferencia, etc. La lectura y estudio de
la Palabra de Dios nos sostendrá y alimentará nuestra fe, siendo uno de sus
frutos el nuevo nacimiento y la permanencia en cada uno de sus hijos fieles.
38
Salmo 42:7 Un abismo llama a otro a la voz de tus cascadas;
Todas tus ondas y tus olas han pasado sobre mí.
1 Corintios 2:14 Pero el hombre natural no percibe las cosas que son
del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede
entender, porque se han de discernir espiritualmente.
Lucas 9:59 Y dijo a otro: Sígueme. El le dijo: Señor, déjame que primero vaya
y entierre a mi padre.
9:60 Jesús le dijo: Deja que los muertos entierren a sus muertos; y tú ve,
y anuncia el reino de Dios.
En este pasaje podemos apreciar que un muerto puede enterrar a otro muerto.
¿Y cómo es esto posible? Esto es posible porque hay muerte espiritual
(separación de Dios por el pecado) y muerte corporal. Muerte sería equivalente
a separación en este sentido.
Hebreos 9:27 Y de la manera que está establecido para los hombres que
mueran una sola vez, y después de esto el juicio,
9:28 así también Cristo fue ofrecido una sola vez para llevar los pecados de
muchos; y aparecerá por segunda vez, sin relación con el pecado, para salvar a
los que le esperan.
39
Una muerte espiritual (separación de Dios) que se produjo en el Edén cuando
pecamos en Adán y esta muerte tiene como consecuencia la muerte física de la
que nos habla la Carta a los Hebreos. Así podremos entender el pasaje de Lucas
9: 59; un muerto espiritual entierra a alguien que murió físicamente.
El hombre natural, el que está muerto (separado) en espíritu de Dios, y que no
quiere proceder al arrepentimiento y a la fe, no podrá entender la Biblia porque
parte de su prejuicio de no arrepentirse, es decir, de su prejuicio de considerarse
justo delante de los ojos de Dios.
Juan 17:8 porque las palabras que me diste les he dado; y ellos las
recibieron y han conocido verdaderamente que salí de ti, y han creído que tú
me enviaste.
40
La palabra de Dios, en definitiva, cumplirá con aquel versículo que nos dejara el
apóstol Pablo: Se expresará a nuestro ser interior, a nuestro espíritu por medio
de Su Espíritu Santo.
1Corintios 2:11 Porque ¿quién de los hombres sabe las cosas del hombre,
sino el espíritu del hombre que está en él? Así tampoco nadie conoció las cosas
de Dios, sino el Espíritu de Dios.
2:12 Y nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo, sino el Espíritu que
proviene de Dios, para que sepamos lo que Dios nos ha concedido,
2:13 lo cual también hablamos, no con palabras enseñadas por sabiduría
humana, sino con las que enseña el Espíritu, acomodando lo espiritual a
lo espiritual.
2:14 Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu
de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han
de discernir espiritualmente.
Para que sepamos lo que Dios nos ha concedido, dice el apóstol; sí, para que
sepamos, y nuestro saber que tenemos en Cristo acerca de aquello nos vendrá
mediante el estudio de su Palabra. Acomodando lo espiritual a lo espiritual. El
Espíritu Santo hablando a nuestro espíritu. Para esto es necesario que tengamos
una actitud humilde y desprejuiciada al entrar en contacto con Su palabra
y para hacer una sana interpretación de ella.
La misma actitud que tuvo el rey David cuando escribió:
Abre mis ojos para que vea las maravillas de tu ley… Si alguien pide que se les
abran los ojos para que vea algo, está diciendo que sin esa ayuda no está viendo.
Algo que parece tan simple y tan sencillo de entender es muchas veces nuestro
primer error. Creemos que por haber leído reiteradamente un pasaje ya
sabemos todo acerca del mismo y así invalidamos con nuestra actitud aquellas
cosas que quizás Dios quiere enseñarnos.
La palabra de Dios es Palabra infinita y no son meras letras que unidas de cierta
y determinada forma hacen sonido y sentido en nosotros. Es Otra la
dimensión de la Biblia. Es dimensión espiritual y cumple con las reglas que
Dios mismo ha establecido en ella.
Reiteramos:
2:14 Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu
de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han
de discernir espiritualmente.
41
Es una ley que Dios se impuso a sí mismo: Dios resiste a los soberbios; y si
nosotros nos aproximamos nada más y nada menos que a su Palabra creyendo
que ya conocemos demasiado, entonces Dios no nos la revelará con mayor
profundidad. Igualmente si partimos de algún prejuicio, seguramente éste
prevalecerá hasta que sea destronado como se destrona a un ídolo.
Mateo 4:4 Él respondió y dijo: Escrito está: No sólo de pan vivirá el hombre,
sino de toda palabra que sale de la boca de Dios.
Para esto es una buena cosa, ya desde el inicio de nuestra vida de fe, que
separemos por lo menos 30 minutos al inicio del día para leer y estudiar la
Palabra de Dios.
Si esto es así desde un inicio, se generará un buen hábito en nuestras vidas que
nos será útil tanto para el desarrollo de nuestra vida cristiana personal, como
para nuestra vida de fe comunitaria. Dios no nos va a revelar sus misterios y
enseñanzas más profundas acomodadas a nuestra vida si no nos alimentamos
diariamente de su Palabra.
San Pablo nos dice en la carta a los corintios que se espera que en nosotros
haya un crecimiento espiritual.
42
3:3 porque aún sois carnales; pues habiendo entre vosotros celos, contiendas
y disensiones, ¿no sois carnales, y andáis como hombres?
A los corintios todavía los dominaban algunas cuestiones que Pablo las llama
carnales, tales como celos, contiendas, iras y demás. Por estas cosas se ve
impedido de hablarles como cristianos crecidos y maduros y tuvo que darles de
comer, todavía, alimento para niños (leche) y no para adultos (vianda).
Ahora bien, es una verdad surgida de la lógica más elemental, que sus
respuestas requerían un conocimiento previo.
Es decir, para poder dar respuestas acerca de la Palabra de Dios, debía
conocerla y para conocerla debía antes haberla leído y luego estudiado y
escudriñado con fervor y gran dedicación.
43
Es decir que un pasaje alumbra a otro y la mejor forma de interpretarla es a la
luz de lo que la misma Biblia dice a través de todos los tiempos.
Así, esto alimentará también nuestra fe al ver cómo a través de toda la historia,
hombres de diferentes condiciones sociales han escrito, inspirados por el
Espíritu Santo, los diferentes libros que componen la Biblia y que remiten a
quien es el centro de la misma: Jesucristo.
Lucas 24:25 Entonces él les dijo: ¡Oh insensatos, y tardos de corazón para
creer todo lo que los profetas han dicho!
24:26 ¿No era necesario que el Cristo padeciera estas cosas, y que entrara en
su gloria?
24:27 Y comenzando desde Moisés, y siguiendo por todos los profetas, les
declaraba en todas las Escrituras lo que de él decían.
Enseñar, redargüir, corregir, instruir, todo esto para que el Hijo de Dios sea
enteramente preparado para toda buena obra.
Si recordamos aquello que dijera Jesús de sí mismo en cuanto a Pastor de las
ovejas, podemos afirmar, sin temor a equivocarnos, que la oveja es uno de los
animales que pierde con más facilidad el rumbo. La oveja extraviada es una
figura común para nosotros y es como para tomar en cuenta este tipo de
comparación ya que nosotros, como creyentes, también cumplimos con éstas
características.
Otro de los motivos para agradecer a Dios por su Palabra es que ésta nos ha sido
dada como una guía para nuestras vidas. David como pastor sabía de estas
situaciones en su oficio, aún desde muy niño. Es por esto que él decía: “El Señor
es mi pastor…” en el conocido Salmo 23. Y es el mismo David que tomaba a la
Palabra de Dios como guía, estatuto, ley.
Salmos 17:4 En cuanto a las obras humanas, por la palabra de tus labios
Yo me he guardado de las sendas de los violentos.
17:5 Sustenta mis pasos en tus caminos,
Para que mis pies no resbalen.
Esta Palabra de Dios será siempre para nuestro bien y su consejo nos evitará
problemas, al tiempo que nos dará también principios para actuar en nuestra
vida en situaciones concretas.
44
¡Dios nos dio su Palabra para que nuestros pies no resbalen! Buenas
resoluciones de hoy nos evitarán problemas mañana.
Lucas 11:28 Y él dijo: Antes bienaventurados los que oyen la palabra de Dios,
y la guardan.
Este querer ser guiados por la Palabra de Dios y el pedir fuerzas para cumplir
con lo que Dios nos demanda es una muestra de amor. Tanto es así que Jesús
nos dice que la muestra real de nuestro amor hacia Él es guardar su Palabra.
45
Es imprescindible que desde nuestro nacimiento espiritual tengamos un
concepto claro de lo que significa la unidad de la Palabra de Dios.
Jesucristo no vino para abrogar sino para cumplir, es decir que todo lo
dicho por los profetas, la Ley mosaica y los Salmos en Él tuvo cumplimiento. El
denominado Antiguo Testamento no fue despreciado por Él ni por los
Apóstoles. Estar en la gracia es estar en una ley mucho más exigente que
es la Ley de Cristo, la del Espíritu, la Ley por Él dada. Esto se ve
claramente cuando dice “…oísteis que fue dicho…mas Yo os digo…” Siempre el
“Yo os digo” es más exigente, pero para esta exigencia mayor ha dado de su
Espíritu Santo, el que obrará en nosotros para llevar adelante tal exigencia.
No entraremos en este tema en particular, solo diremos con San Pablo:
Romanos 7:7 ¿Qué diremos, pues? ¿La ley es pecado? En ninguna manera.
Pero yo no conocí el pecado sino por la ley; porque tampoco conociera la
codicia, si la ley no dijera: No codiciarás.
46
Cristo es superador de la Ley de Moisés: por medio de ella conocemos nuestro
pecado y somos quebrantados, mas la ley es santa y siempre el Espíritu nos
llevará a la santidad resumida en los dos mandamientos más importantes, que
al decir de Cristo son:
La Biblia entera habla de Cristo y esto, de tapa a tapa, sin división alguna.
Lucas 24:25 Entonces él les dijo: ¡Oh insensatos, y tardos de corazón para
creer todo lo que los profetas han dicho!
24:26 ¿No era necesario que el Cristo padeciera estas cosas, y que entrara en
su gloria?
24:27 Y comenzando desde Moisés, y siguiendo por todos los profetas, les
declaraba en todas las Escrituras lo que de él decían.
Volvemos otra vez sobre este pasaje con el solo propósito de dejar establecido
que en las propias Palabras de Jesús esto fue afirmado de modo contundente.
Lamentablemente nosotros hemos hecho una división de la Biblia en Antiguo y
Nuevo Testamento que, además de ser un agregado humano, nos ha llevado a
una división innecesaria.
Esto se ve claramente dicho por el mismo Hijo de Dios al afirmar que Él les
declaraba cómo aún desde Moisés y siguiendo por lo profetas la Escrituras
hablaban de Él. Indudablemente, Jesucristo es el centro del mensaje bíblico y
sin temor a equivocarnos podemos afirmar que el versículo central que
demuestra lo anteriormente expuesto es el siguiente:
Juan 3:16 Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su
Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga
vida eterna.
Este mensaje de salvación en Cristo que nos ofrece la Palabra de Dios era el que
predicaba Pablo y se espera que todo creyente esté dispuesto a compartirlo con
aquellos que no lo conocen. Por esto es necesario también conocer la Palabra de
Dios, ya que Él actuará en nosotros dándonos argumentos para comunicar su
mensaje.
Mateo 4:10 Entonces Jesús le dijo: Vete, Satanás, porque escrito está: Al
Señor tu Dios adorarás, y a él sólo servirás.
La Biblia es una espada de dos filos, eso es lo que el escritor de la carta a los
hebreos afirma que es la Palabra de Dios. Para poder manejar una espada por lo
menos hay que conocerla y luego aprenderemos a utilizarla. Aquí, una vez más,
Jesús es el maestro que enseña.
48
Efesios 6:17 Y tomad el yelmo de la salvación, y la espada del Espíritu,
que es la palabra de Dios;
Esto no termina aquí y sabemos que somos más que vencedores por medio de
Aquél que nos amó.
Romanos 8:37 Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por
medio de aquel que nos amó.
Dios tiene mucho que obrar en nosotros y lo hará en buena medida a través de
su Palabra: La Biblia.
Sabemos lo difíciles que están las cosas en nuestras vidas y en la tierra en
general, y sabemos también que en Su palabra Cristo nos avisó que en el mundo
tendríamos aflicción. Más también nos dio como esperanza y consuelo que
confiáramos en Él.
Esta confianza en Él tendrá mucho que ver con la importancia que le demos a
Su Palabra, ya que es Su propia Palabra la que nos da consuelo y esperanza.
Por todo esto y mucho más que no hemos escrito en el presente capítulo, es que
nos congregamos en el Nombre de Jesús y alrededor de Su mensaje expresado
en la Biblia.
Capítulo V
49
La oración personal6
La potencia de nuestra acción depende totalmente de nuestra entrega en la
oración.
50
remarcar el elemento fundamental de la oración del Hijo de Dios (Jesucristo) y
de los hijos de Dios (sus salvados hermanos menores): esto es, la búsqueda de
Su Presencia, el entrar en diálogo con el Padre, el buscar su compañía porque
nos agrada y nos da un inmenso gusto estar en intimidad con Él.
En su bautismo14
Lucas 3:21 Aconteció que cuando todo el pueblo se bautizaba, también Jesús
fue bautizado; y orando, el cielo se abrió,
3:22 y descendió el Espíritu Santo sobre él en forma corporal, como paloma, y
vino una voz del cielo que decía: Tú eres mi Hijo amado; en ti tengo
complacencia.
Lucas 6:12 En aquellos días él fue al monte a orar, y pasó la noche orando
a Dios.
6:13 Y cuando era de día, llamó a sus discípulos, y escogió a doce de ellos,
a los cuales también llamó apóstoles:
Lucas 9:28 Aconteció como ocho días después de estas palabras, que tomó
a Pedro, a Juan y a Jacobo, y subió al monte a orar.
9:29 Y entre tanto que oraba, la apariencia de su rostro se hizo otra, y su
vestido blanco y resplandeciente.
9:30 Y he aquí dos varones que hablaban con él, los cuales eran Moisés y
Elías;
9:31 quienes aparecieron rodeados de gloria, y hablaban de su partida, que
iba Jesús a cumplir en Jerusalén.
Nunca noté hasta hace unos pocos años que Cristo estaba orando en su
14
Juan 12:27 Ahora está turbada mi alma; ¿y qué diré? ¿Padre, sálvame de
esta hora? Mas para esto he llegado a esta hora.
12:28 Padre, glorifica tu nombre. Entonces vino una voz del cielo: Lo he
glorificado, y lo glorificaré otra vez.
En las madrugadas
Marcos 1:35 Levantándose muy de mañana, siendo aún muy oscuro, salió y
se fue a un lugar desierto, y allí oraba.
Evangelio según San Mateo: 5: 44; 6: 5; 6: 9; 14: 23; 17: 21; 21:13; 21: 22;
24: 20; 26: 41; 26: 53.
Evangelio según San marcos: 6: 46; 9: 29; 11: 17; 13: 18; 13: 33; 14: 38.
Evangelio según San Lucas: 1: 13; 6: 12; 6: 28; 9: 28; 11: 1; 18: 10; 19: 46; 22:
40; 22: 45; 22: 46.
Libro de los Hechos: 1: 14; 3: 1; 6: 4; 10: 31; 12: 5; 16: 13; 16: 16;
Romanos: 10: 1; 12: 12.
1º Corintios: 7: 5; 14: 13; 14: 15;
2º Corintios: 1: 11; 9: 14.
Efesios: 6: 18.
Filipenses: 1: 9; 1: 19; 4: 6.
Colosenses: 1: 9; 4: 2.
1º Tesalonicenses: 5:17; 5: 25.
1º Timoteo: 4: 5.
Santiago: 5: 13, 15, 16.
Hebreos: 13: 18.
52
1º Pedro: 4: 7.
Orar para que Dios nos responda es pasar por alto lo más preciado para Él, ya
que así como nosotros como hijos queremos estar en su Presencia, Él
como Padre quiere estar con sus hijos.
La sustancia de la oración es Su Presencia y la nuestra compartida en una
relación de Padre a hijo y de hijo a Padre, sustancia del diálogo de una relación
mutua entre Padre e hijo.
Alguien dijo alguna vez: “Yo no puedo vivir sin Él, pero Él no puede vivir sin
mi”, y esto es cierto porque la oveja no puede vivir sin el Pastor, pero tampoco el
pastor puede vivir sin las ovejas, y este pastor no pierde ni una de las que le
entregó su Padre.
La oración: un misterio
Hay que decir que a pesar de que la practiquemos o la hayamos practicado
durante años la oración será un misterio. Es un misterio en el que dos abismos
se encuentran y estos abismos son el Espíritu de Dios y nuestro espíritu.
53
Jeremías 33:3 Clama a mí, y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y
ocultas que tú no conoces.
Muchas son las preguntas que surgen acerca de la oración. Quizás la más
comunes sean: ¿Si Dios sabe todas las cosas para qué tenemos que orar?
¿Dios puede hacer su Voluntad Él solo? La respuesta es evidente: Sí, claro que
puede. ¿Y entonces por qué no la lleva a cabo?
54
Juan 3:30 Es necesario que él crezca, pero que yo mengüe.
Se espera que en nuestra oración Dios sea el centro así como en toda nuestra
vida. La oración es un misterio a ser develado paulatinamente por Dios a sus
hijos y ésta tiene principios en los que se afirma. Uno de ellos es lo dicho
anteriormente: el centro de nuestra oración es Dios mismo y su Voluntad, y
cuando lo conocemos sabemos que Él llenará nuestras necesidades siempre.
Dios sólo que quiere que no olvidemos que esto no es el centro sino la
añadidura, tal como el Señor lo dejara expresado.
Es necesario decir algo aún más importante que lo anterior: saber que Dios será
fiel y que no nos dejará en medio de dicho quebranto sino que nos guiará y nos
llevará a pastos tiernos y a fuentes de agua. Él será fiel y dará vida, no seremos
jamás abandonados porque su misericordia es para siempre. Seamos
perseverantes y sepamos que la destrucción de nuestro ego será algo doloroso
pero necesario para dar frutos para su gloria.
¿Qué tiene esto que ver con la oración? Absolutamente todo ya que por medio
de ella se espera que pidamos a Dios que él sea el centro de nuestras vidas y será
negando nuestra voluntad como conoceremos Su Voluntad, y todo esto será
mediante la comunión diaria con nuestro Padre en oración. Todo aquello que
sea pedido según su Voluntad será hecho, ¿lo creemos?
1Juan 5:14 Y esta es la confianza que tenemos en él, que si pedimos alguna
cosa conforme a su voluntad, él nos oye.
55
Queremos ser honestos y decir que esto no es lo común en estos tiempos. Sin
embargo, es algo a lo que tenemos que apuntar y orar a Dios en este sentido; no
es nada fácil orar a Dios sin ningún interés propio pero ¡qué bueno sería que
nosotros lo hiciéramos de este modo!
Siempre tendremos que negarnos a nosotros mismos para orar ya que nuestra
voluntad inicial será la animal, la carnal y ésta siempre se negará a la Voluntad
de Dios.
56
En definitiva la oración nos permitirá activar el reino de Dios y atraerlo aquí a la
tierra- . Es por esto que el enemigo está tan interesado en que la iglesia no ore,
porque sabe que la oración de acuerdo le causará una grave pérdida. Cuando
el reino de Dios tiene una victoria, el reino de las tinieblas tiene una pérdida y
viceversa.
Nuestra oración sube con el incienso al estrado de Dios y Él está deseoso de ver
como nosotros, sus hijos, nos reunimos a solas con Él y nos reunimos también
como iglesia para buscar que su reino se extienda en el mundo a través de
nosotros.
¡No tenemos real conciencia de cuánto anhela Dios que oremos a Él cada día!
¡Un día sin haber orado y estado en su Presencia es habernos negado Su
Compañía y haberle negado nuestra compañía a Él!
Apocalipsis 8:3 Otro ángel vino entonces y se paró ante el altar, con un
incensario de oro; y se le dio mucho incienso para añadirlo a las oraciones de
todos los santos, sobre el altar de oro que estaba delante del trono.
8:4 Y de la mano del ángel subió a la presencia de Dios el humo del incienso
con las oraciones de los santos.
La oración nuestra abrirá camino a la Voluntad de Dios en la tierra. Dios está
buscando y espera de sus hijos que le abramos el camino en oración, que cada
día busquemos Su Voluntad y no la propia, tal como lo expresara su Hijo:
La raíz de la oración será otra de las claves: si esa raíz es la Voluntad de Dios
será una oración aceptada por Dios, Él responderá por medio de Su Palabra y a
través de nuestra paz interior y de las circunstancias. Mas será un grave
problema que la oración haya nacido en nosotros y que por medio de ella
intentemos convencer a Dios de lo fabuloso de nuestros planes. ¡Son dos
oraciones muy diferentes, diríamos opuestas!
Muchas veces nos encontramos en lucha en nuestras oraciones en lugar de
entrar en Su calma y pedirle que abra nuestro entendimiento para que sepamos
cual es Su Propósito.
Como principio podremos decir que Dios quiere que nosotros estemos
permanentemente en oración y que por este medio se ejecuten sus planes en la
tierra.
57
3- Los hijos de Dios devuelven la Voluntad de Dios ofreciéndole oraciones,
pues la oración es como respondemos a la Voluntad de Dios
4- Dios llevará a cabo esa misma cosa
T. S. Nee, “Oremos”, Pág. 34
Ezequiel 36:37 Así ha dicho Jehová el Señor: Aún seré solicitado por la
casa de Israel, para hacerles esto; multiplicaré los hombres como se
multiplican los rebaños.
¿Cómo puede ser esto? Esto es posible si estamos en el Espíritu de oración. Esto
sólo es posible si se vive en su Espíritu Santo, en su Presencia diaria y en su
Palabra, que son prácticamente lo mismo.
58
Mateo 6:13 No nos expongas a la tentación, sino líbranos del maligno.
Líbranos del mal, algunos lo traducen, para nosotros con más coherencia, como
“líbranos del malo o del maligno”. Y decimos con más coherencia porque el mal
no es una abstracción ya que Satanás, a pesar de moverse desde lo oculto y
disfrazado, es concreto en su accionar.
Cristo nos advierte en su misericordia de esto y nos da la oración como un modo
de prevenir y combatir esta posibilidad.
¡Muchos menos serían los males recibidos por los creyentes si oráramos cada
día en este sentido y con lujo de detalles!
Dios es Dios de la historia y ésta es dominada finalmente por Él, pero es
necesario tener claro que en la tierra hubo una modificación radical cuando la
caída en el Edén. La caída en el Edén abrió puertas a Satanás para que tomara
posesión de la tierra como ladrón y salteador que es, viniendo para robar, matar
y destruir. Su nombre es adversario, su nombre quiere decir adversario y
adversario que lleva la destrucción como estandarte.
No podremos tener una idea cabal de cuánto nos odia Satanás y cuánto desea
nuestra destrucción con sus maquinaciones.
Por supuesto esto sólo es una parte del significado de la oración. El resto lo
aprenderemos en nuestro Camino, de la mano de nuestro Padre, a quien
anhelamos y buscamos por este medio.
La oración de la iglesia
Todo lo expuesto anteriormente también se aplica a la oración de la iglesia,
desde ya. Sin embargo, aclaramos que en la oración de la iglesia hay una
potencia que tiene que ver con el acuerdo entre los hermanos que la componen.
La armonía y el estar de acuerdo es algo agradable a Dios y ha dado promesas a
aquellos que unidos en oración pidieran conforme con su Voluntad.
Mateo 18:14 Así, no es la voluntad de vuestro Padre que está en los cielos,
que se pierda uno de estos pequeños.
18:15 Por tanto, si tu hermano peca contra ti, ve y repréndele estando tú y él
solos; si te oyere, has ganado a tu hermano.
18:16 Mas si no te oyere, toma aún contigo a uno o dos, para que en boca de
dos o tres testigos conste toda palabra.
18:17 Si no los oyere a ellos, dilo a la iglesia; y si no oyere a la iglesia, tenle
por gentil y publicano.
18:18 De cierto os digo que todo lo que atéis en la tierra, será atado en
el cielo; y todo lo que desatéis en la tierra, será desatado en el cielo.
18:19 Otra vez os digo, que si dos de vosotros se pusieren de acuerdo
en la tierra acerca de cualquiera cosa que pidieren, les será hecho
por mi Padre que está en los cielos.
18:20 Porque donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy
yo en medio de ellos.
El contexto de este acuerdo propuesto por Jesucristo está dado por algo que es
primordial en la familia de Dios. No hay posibilidades de orar esperanzados en
ser oídos por Dios si no hay un acuerdo de amor en las relaciones entre los
hermanos en la fe. ¡A esto apunta verdaderamente Jesucristo en este pasaje! Al
amor y a la relación armoniosa de unos y otros.
Antes de ponernos de acuerdo en alguna cosa que exponer ante Dios en oración,
deberemos ver si el acuerdo está en amarnos, o incluso como en las palabras de
Pablo, en soportarnos los unos a los otros en amor. Soportándoos en amor
para guardar la unidad que se transmitirá en oración y que será contestada, sin
dudas, por Dios para la extensión de su reino.
Efesios 4:1 Yo pues, preso en el Señor, os ruego que andéis como es digno de
la vocación con que fuisteis llamados,
60
4:2 con toda humildad y mansedumbre, soportándoos con paciencia los
unos a los otros en amor,
4:3 solícitos en guardar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz;
4:4 un cuerpo, y un Espíritu, como fuisteis también llamados en una misma
esperanza de vuestra vocación;
4:5 un Señor, una fe, un bautismo,
4:6 un Dios y Padre de todos, el cual es sobre todos, y por todos, y en todos.
Luego, recién entonces detallaremos en el Espíritu Santo los motivos que Dios
en su agrado pondrá en oración. Esto mismo ocurrirá con nuestras ofrendas,
Dios las aceptará si hay armonía y amor entre los hermanos que son sus hijos.
Mateo 5:23 Por tanto, si traes tu ofrenda al altar, y allí te acuerdas de que tu
hermano tiene algo contra ti,
5:24 deja allí tu ofrenda delante del altar, y anda, reconcíliate primero con tu
hermano, y entonces ven y presenta tu ofrenda.
¿Qué buen padre de familia sería indiferente a las peleas de sus hijos? Y si un
buen padre terrenal no admitiría esto y se dolería en su corazón… ¡¿Cuánto más
se dolerá Dios?!
Así que este es un principio más que tendremos que saber: la oración es
importante, mas antes es el amor que nos lleve a la unión en oración.
61
Zacarías 4:6 Entonces respondió y me habló diciendo: Esta es palabra de
Jehová a Zorobabel, que dice: No con ejército, ni con fuerza, sino con mi
Espíritu, ha dicho Jehová de los ejércitos.
Esto a los ojos de alguno parecerá ideal, y una cosa diremos: Parece ideal lisa y
llanamente porque es ideal. Es el ideal al que Dios apunta y que registró por
medio de Su Espíritu Santo en Su Palabra y al que nos llama su Hijo Jesucristo.
A primera vista esta afirmación nos choca ya que a nuestro pensamiento vienen
frases como la siguiente: “¿Cómo va a querer Dios que nosotros les demos
órdenes si Él es perfecto y nosotros pecadores? Pero es necesario decir que éste
no es el pensamiento de Dios. En la caída, el hombre había sido engañado por la
serpiente con gravísimas consecuencias; aún así Dios se propuso que la victoria
también fuera del hombre: De Jesucristo, el Hijo del Hombre y el Hijo de Dios.
1Corintios 15:21 Porque por cuanto la muerte entró por un hombre, también
por un hombre la resurrección de los muertos.
62
15:22 Porque así como en Adán todos mueren, también en Cristo todos serán
vivificados.
Sin ánimo de entrar en un tema doctrinal que demandaría un texto muy extenso
para desarrollar, diremos que Dios –como antes vimos- quiere hacer Su obra
con la colaboración de sus redimidos, es decir Su iglesia.
Cuando dice “Mandadme acerca de mis hijos, y acerca de las obras de mis
manos” se refiere a que Él sabe que la obra del Espíritu Santo hará en los hijos
fieles que la Voluntad de Dios y la voluntad de los hombres sea una sola. Este es
un elemento. El otro elemento importante en este pasaje verifica lo dicho: Dios
quiere que por la oración su obra se active. Podríamos decir que Dios se ha
impuesto esta limitación y este principio: trabajar con Sus hijos y activar Su
Obra acá en la tierra cuando éstos oren y reclamen Su reino en oración.
Por otra parte vemos en el pasaje de Isaías antes citado que Dios nos manda que
lo mandemos es decir que la primera orden es de Dios. Dios nos dice: Yo te
mando que me mandes.
Este principio se aprecia claramente en uno de los pasajes más llamativos de las
afirmaciones de Cristo.
Volvamos sobre el pasaje citado:
Mateo 18:18 De cierto os digo que todo lo que atéis en la tierra, será
atado en el cielo; y todo lo que desatéis en la tierra, será desatado
en el cielo.
18:19 Otra vez os digo, que si dos de vosotros se pusieren de acuerdo
en la tierra acerca de cualquiera cosa que pidieren, les será hecho
por mi Padre que está en los cielos.
18:20 Porque donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy
yo en medio de ellos.
Ezequiel 36:37 Así ha dicho Jehová el Señor: Aún seré solicitado por la
casa de Israel, para hacerles esto; multiplicaré los hombres como se
multiplican los rebaños.
63
¡Dios obra a través de su iglesia y de sus oraciones de acuerdo! El versículo 18 de
Mateo es una continuación temática del 17 y en éste habla de la iglesia.
Por último diremos que el Señor Jesús está esperando hombres y mujeres de fe
sencilla y humilde, que vivamos su palabra y permanezcamos unidos a Él.
Juan 15:5 Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí,
y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis
hacer.
15:6 El que en mí no permanece, será echado fuera como pámpano, y se
secará; y los recogen, y los echan en el fuego, y arden.
15:7 Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid
todo lo que queréis, y os será hecho.
Capítulo VI
Nuestra relación con el dinero
1Crónicas 21:24 Entonces el rey David dijo a Ornán: No, sino que
efectivamente la compraré por su justo precio; porque no tomaré para Jehová
lo que es tuyo, ni sacrificaré holocausto que nada me cueste.
Con mucho temor de Dios nos animaremos a enfrentar este tema y a exponer
nuestra forma de verlo en la Biblia y en la Gracia del Altísimo, ministrarlo y
administrarlo de acuerdo a su Voluntad. ¡El Señor conceda esto a su iglesia!
64
El administrar ofrendas fue una práctica de Cristo y de la
iglesia neotestamentaria y será una práctica de las iglesias
de las casas.
Lo expuesto en el recuadro anterior se desarrollará en el presente escrito.
Se presentarán una serie de argumentos que quizás en otra época fueron
innecesarios, pero en el presente las cosas tendrán que hablarse con toda
claridad y con fuertes fundamentos en la Palabra de Dios.
Mucho también es el debate que se oye en relación con el tema; algunos hablan
de no administrar dinero, otros hablan sólo de ofrendas, algunos hablan sólo de
diezmos, otros no tocan el tema.
Saber que Cristo tuvo en su grupo apostólico una “bolsa” grupal para las
necesidades materiales y saber que la iglesia de los primeros tiempos administró
dinero, deja sin efecto la posición de no tocar el tema y de esquivarlo.
Queremos aclarar, ya desde el principio del tratamiento de este tema, que en las
casas en las que intervengamos nadie recibirá salario al modo
que hoy es entendido.
No se cobrará por ningún servicio a Dios, ni se “profesionalizará” ningún
servicio.
Se podrán hacer ofrendas de amor entre los hermanos en la fe de Cristo al modo
descripto por la Palabra de Dios, más no se pagarán sueldos al modo que se
entiende en el presente.
Dios anhela que administremos bien los bienes materiales que Él puso en
nuestras manos.
Esta administración estará sujeta a los principios que creemos se desprenden de
la Palabra de Dios, que nos anticipamos a escribir y detallar, ya que sabemos
que este es un tema urticante en el que conviene abundar en detalles y en
medidas de control que hagan que no se mal entienda lo expuesto.
Trataremos de no caer en mal entendidos (así como en juicios apresurados de
parte del lector), a fin de evitar las usuales malinterpretaciones que abundan
sobre esta cuestión.
Este tema generalmente es criticado con toda razón, en base al mal
desempeño de aquellos que, diciéndose siervos de Jesucristo, son nada
más que servidores de sí mismos.
Son falsos profetas que hacen que por ellos el Evangelio sea criticado y
blasfemado; y hacen de la gente mercadería, sobre ellos, el apóstol Pedro hizo la
siguiente descripción:
2Pedro 2:1 Pero hubo también falsos profetas entre el pueblo, como habrá
entre vosotros falsos maestros, que introducirán encubiertamente herejías
destructoras, y aun negarán al Señor que los rescató, atrayendo sobre sí
mismos destrucción repentina.
2:2 Y muchos seguirán sus disoluciones, por causa de los cuales el
camino de la verdad será blasfemado,
2:3 y por avaricia harán mercadería de vosotros con palabras fingidas. Sobre
los tales ya de largo tiempo la condenación no se tarda, y su perdición no se
duerme.
Punto uno
65
Fue una práctica de Cristo y esto se ve claramente en los Evangelios y fue una
práctica neotestamentaria. Basten tres versículos para argumentar lo
anteriormente dicho.
El grupo apostólico liderado nada menos que por el Señor administraba dinero.
Este sólo argumento es más que suficiente: Si Él, Señor de señores y Rey de
reyes lo hizo es que hay que hacerlo.
Sea esto más que suficiente argumento, mas haremos otros por si no alcanzaran
al lector; no dejando de decir que esto es y será un acto voluntario, acto
voluntario que practicaremos en nuestras iglesias que se levantan desde
nuestros hogares.
Juan 12:1 Seis días antes de la pascua, vino Jesús a Betania, donde estaba
Lázaro, el que había estado muerto, y a quien había resucitado de los
muertos.
12:2 Y le hicieron allí una cena; Marta servía, y Lázaro era uno de los que
estaban sentados a la mesa con él.
12:3 Entonces María tomó una libra de perfume de nardo puro, de mucho
precio, y ungió los pies de Jesús, y los enjugó con sus cabellos; y la casa se
llenó del olor del perfume.
12:4 Y dijo uno de sus discípulos, Judas Iscariote hijo de Simón, el que le
había de entregar:
12:5 ¿Por qué no fue este perfume vendido por trescientos denarios, y dado a
los pobres?
12:6 Pero dijo esto, no porque se cuidara de los pobres, sino porque era
ladrón, y teniendo la bolsa, sustraía de lo que se echaba en ella.
Biblia al día
Juan 12:6 Dijo esto, no porque se interesara por los pobres sino porque era un
ladrón y, como tenía a su cargo la bolsa del dinero, acostumbraba a robar lo
que echaban en ella.
Quizás hayamos pasado por alto este tema en la Palabra de Dios pero lo cierto es
que el grupo apostólico de Jesucristo llevaba una “bolsa” de dinero común que
como es lógico estaba aprobada por Jesucristo.
El administrador de esto era Judas el Iscariote, el que también le traicionó.
A primera vista nos resulta un tanto desconcertante que el Señor le diera a un
ladrón (Jesús sabía quién era Judas) para administrar dinero.
66
Nosotros encontramos como razón más valedera y reveladora que el Señor
Jesús confrontó a Judas con su propia debilidad para que éste tuviera la
posibilidad de administrar bien el dinero y no robar, o en todo caso si había
robado pudiera arrepentirse de su pecado y ser perdonado.
Punto dos
En la vida de la iglesia de Jerusalén lo practicaron y… ¡Vaya de qué forma!
67
Nótese que hace referencia a la distribución diaria. ¿Distribución diaria de qué?
Respuesta: de los bienes materiales que santificados por la oración eran
redistribuidos para que a nadie le faltase nada.
La iglesia apostólica de los primeros tiempos en Jerusalén sabía perfectamente
de esto y para la administración de las necesidades materiales de los más débiles
establece a varones llenos de fe y del Espíritu santo.
Aclaramos que lo mismo, estar llenos de fe y del Espíritu Santo, tendrá que ser
para todo servicio a Dios y para todo en nuestra vida en general. Dios no se
conformará con menos que esto en nuestro camino de aprendizaje. Ser llenos
del Espíritu Santo no es una opción, es una orden.
Acá vemos a la iglesia, en forma muy práctica, utilizando seguramente el precio
de las propiedades que habían sido vendidas y puestas al servicio de la iglesia
para que nadie tenga necesidad de nada.
Punto cuatro
El cuarto punto tiene que ver con su relación con los siervos enviados de Dios.
Un siervo de Dios que se somete a su Voluntad nunca querrá ser una carga para
la iglesia ni para nadie. Pablo lo demostró plenamente en su relación con la
iglesia de Corinto.
Pablo no buscaba dádivas y sabía que mejor es dar que recibir y que Dios no
será deudor de nadie. En este sentido, considera al dinero juntado como
68
ofrenda y entregado a él como algo que producía olor fragante y que
era sacrificio acepto y agradable a Dios.
Aclara este pasaje que no está mal tomar lo material, es decir dinero, si se toma
honestamente. Mas San Pablo ve que con los corintios las cosas no estaban
claras, entonces decide no aceptarlo para no ser un obstáculo para el Evangelio.
Punto cinco
La ayuda a otras congregaciones locales que puedan estar pasando necesidades
La ofrenda era para los santos de Jerusalén que estaban pasando momentos de
dificultad. Pablo se dirige a los corintios, que eran sello de su apostolado, para
que por medio de dos o tres personas sea llevada desde allí la ofrenda a
Jerusalén.
Claro como el agua, ayuda mutua entre las iglesias, por medio de más de un
hermano para control y con el apóstol como nexo.
69
Punto seis
La administración en la iglesia local
1Timoeo 5:17 Los ancianos que gobiernan bien, sean tenidos por dignos
de doble honor, mayormente los que trabajan en predicar y enseñar.
5:18 Pues la Escritura dice: No pondrás bozal al buey que trilla; y: Digno es el
obrero de su salario.
La iglesia y los siervos de Dios se moverán en oración con Dios, el siervo dará a
conocer a su Padre sus necesidades y Dios moverá a sus hijos para que suplan
en amor las necesidades de sus siervos que son dignos de su salario; pero este
salario será regalo de sus hermanos, un donativo agradable a Dios y
absolutamente voluntario.
Una cosa es un salario abonado por un trabajo al modo que se entiende hoy y
otra muy distinta es aceptar un donativo o una ofrenda que Dios haya puesto en
el corazón de alguno de sus hijos o en una congregación para ser de bendición a
alguno de sus obreros.
San Pablo aceptaba ofrendas de los hermanos y de las congregaciones, y las
entendía como una bendición no solamente hacia él sin también hacia quien
daba dichas ofrendas pero no tenía esto como una renta por tiempo
regularmente determinado como hoy lo entendemos.
Cabe aclarar que el apóstol Pablo aceptaba dichas ofrendas si estas no
comprometían de ninguna forma el mensaje del Evangelio.
1- La libertad en el Espíritu.
70
Ninguno de nosotros está autorizado a meterse con el bolsillo ajeno a no ser
para darle una ofrenda guiado por Dios, mas no para decir ni sugerir
aquello que el hermano tiene que hacer con su dinero.
Dios no nos guiará jamás a decirle al otro lo que tiene que hacer con el dinero
que administra ya que eso sería ponernos en el papel de jueces del hermano.
Dar para la obra y dar a un hermano una ayuda económica cuando la necesita es
algo que Dios ve con agrado, mas no ve con agrado que nos metamos en las
decisiones ajenas.
Nadie debería por otra parte pensar que da más que el otro o que algún
hermano tendría que dar más o menos, y en esto, es útil el consejo del
Señor que aunque referido a otro tema bien puede aplicarse en este caso
cuando decía:
O el consejo paulino:
¿Tienes tú fe? Esta muy bien tener fe pero esta fe será siempre para con
nosotros mismos delante de Dios.
Por otra parte serán solamente las obras de nuestra propia vida
aquella por las que daremos cuenta.
Esto es para que nadie caiga en la tentación de juzgar al hermano, ya que
a nuestros ojos, muchas veces, las cosas son de una manera cuando a los
ojos de Dios son de otra muy diferente.
71
Por ejemplo, según un criterio equivocado, la viuda había puesto como
ofrenda muy poco a los ojos de los hombres y los fariseos habían puesto
más según este criterio. Pero a los ojos del Señor, la viuda había puesto
mucho más que el resto ya que en su ofrenda iba su vida, todo su
sustento.
Marcos 12:41 Estando Jesús sentado delante del arca de la ofrenda, miraba
cómo el pueblo echaba dinero en el arca; y muchos ricos echaban mucho.
12:42 Y vino una viuda pobre, y echó dos blancas, o sea un cuadrante.
12:43 Entonces llamando a sus discípulos, les dijo: De cierto os digo que esta
viuda pobre echó más que todos los que han echado en el arca;
12:44 porque todos han echado de lo que les sobra; pero ésta, de su pobreza
echó todo lo que tenía, todo su sustento.
Dios ve con una profundidad que nosotros no vemos, y tiene tiempos que
nosotros no manejamos; por esto: ¡No juzguemos!.
Juan 13:27 y tan pronto como Judas recibió el pan, Satanás entró en su
corazón. Jesús le dijo:
–Lo que vas a hacer, hazlo pronto.
13:28 Pero ninguno de los que estaban cenando a la mesa entendió por qué le
decía eso.
13:29 Porque algunos pensaban, puesto que Judas tenía la bolsa, que
Jesús le decía: Compra lo que necesitamos para la fiesta; o que diese algo a los
pobres.
4- Se buscará lo mejor
72
Simplemente decir algo anunciado por Cristo y luego invocado por San Pablo,
cosa que pretendemos sea una práctica concreta en nuestras vidas.
Un solo agregado al respecto: Sabemos que estos versículos son expuestos por
algunos aprovechadores para quedarse con el dinero ajeno.
De todas formas, los exponemos porque están en la Biblia y porque nuestro
proceder es no recibir sueldo alguno por servir al Señor pero sí ejercer
mecanismos de control del dinero ofrendado por varios hermanos idóneos y
honestos, para que nuestro accionar sea más que transparente, ofreciendo a
todo aquel que participe de forma escrita y auditada internamente los
movimientos de dinero que haya en cada congregación.
73
Sería algo muy agradable presentarnos delante de Dios con alguna ofrenda en
nuestras manos en señal de agradecimiento.
Deuteronomio 16:16 Tres veces cada año aparecerá todo varón tuyo delante
de Jehová tu Dios en el lugar que él escogiere: en la fiesta solemne de los panes
sin levadura, y en la fiesta solemne de las semanas, y en la fiesta solemne de los
tabernáculos. Y ninguno se presentará delante de Jehová con las
manos vacías;
16:17 cada uno con la ofrenda de su mano, conforme a la bendición que
Jehová tu Dios te hubiere dado.
Aún así tomaremos como costumbre que esto sea de modo que nadie se
incomode no aceptando ofrenda de ningún inconverso, acentuando que primero
es necesario que entregue su corazón a Cristo, que es lo que verdaderamente
importa.
No aceptar ofrenda de los gentiles para no hacer que Dios quede en deuda con
ellos por nuestro accionar.
3Juan 1:5 Amado, fielmente te conduces cuando prestas algún servicio a los
hermanos, especialmente a los desconocidos,
1:6 los cuales han dado ante la iglesia testimonio de tu amor; y harás bien en
encaminarlos como es digno de su servicio a Dios, para que continúen su viaje.
1:7 Porque ellos salieron por amor del nombre de El, sin aceptar nada de
los gentiles.
Romanos 12:10 Amaos los unos a los otros con amor fraternal; en cuanto a
honra, prefiriéndoos los unos a los otros.
12:11 En lo que requiere diligencia, no perezosos; fervientes en espíritu,
sirviendo al Señor;
12:12 gozosos en la esperanza; sufridos en la tribulación; constantes en la
oración;
12:13 compartiendo para las necesidades de los santos; practicando la
hospitalidad.
Jamás Dios nos dirá que lo administremos solo en nuestro propio provecho
porque estaría en contradicción con su Esencia de Dios dador.
Esto será prioridad, lo primero que se ofrendará será para beneficio de los más
necesitados.
Esto en principio se hablará con los encargados de recibir estas inquietudes,
quienes lo presentarán a la iglesia y la iglesia a los tesoreros, así se establecerá
de qué forma y a quienes se ayudará.
No se admitirán ningún tipo de abusos de la generosidad de la iglesia.
Esto quiere decir que si alguien hace abuso de la ayuda se llevará el tema al
encargado de la obra hasta que la iglesia quede consolidada, y a los ancianos
cuando ya esté consolidada.
Esto le ocurrió al Señor Jesús y muy posiblemente nos ocurra a nosotros.
74
La idea central de nuestro accionar será siempre tratar de ganar al otro para
Cristo, pero advertirles que tienen que trabajar por la comida que a vida eterna
permanece. Esto será desarrollado más adelante.
Juan 6:26 Respondió Jesús y les dijo: De cierto, de cierto os digo que me
buscáis, no porque habéis visto las señales, sino porque comisteis el pan y
os saciasteis.
Se hablará en amor pero con claridad como lo hizo el Señor cuando lo seguían
solamente para alimentarse de los panes y los peces que Él multiplicó.
Romanos 12:10 Amaos los unos a los otros con amor fraternal; en cuanto a
honra, prefiriéndoos los unos a los otros.
12:11 En lo que requiere diligencia, no perezosos; fervientes en espíritu,
sirviendo al Señor;
12:12 gozosos en la esperanza; sufridos en la tribulación; constantes en la
oración;
12:13 compartiendo para las necesidades de los santos; practicando la
hospitalidad
Mateo 25:40 Y respondiendo el Rey, les dirá: De cierto os digo que en cuanto
lo hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños, a mí lo hicisteis.
75
y perecen a los pies del apóstol Pedro (Hechos 5); baste con estos ejemplos
para el presente trabajo.
Hay un riesgo muy grande en cuanto a tomar este tema como algo menor y es
necesario poner todo el énfasis posible en no subestimar el poder que yace
detrás del dinero, es decir, en la tentación satánica de procurarlo
indecentemente o de abusar de la generosidad de otros en cuanto a relación
eclesial se refiere.
Nuestra relación con el dinero es una de las cuestiones más espirituales de
nuestra vida. Dios no se maneja en abstracto y así como Él es Dador por
excelencia, espera que nosotros también lo seamos.
Juan 3:16 Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo
unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida
eterna.
Juan 6:24 Cuando vio, pues, la gente que Jesús no estaba allí, ni sus
discípulos, entraron en las barcas y fueron a Capernaum, buscando a Jesús.
6:25 Y hallándole al otro lado del mar, le dijeron: Rabí, ¿cuándo llegaste acá?
6:26 Respondió Jesús y les dijo: De cierto, de cierto os digo que me buscáis,
no porque habéis visto las señales, sino porque comisteis el pan y os
saciasteis.
6:27 Trabajad, no por la comida que perece, sino por la comida que a vida
eterna permanece, la cual el Hijo del Hombre os dará; porque a éste señaló
Dios el Padre.
6:28 Entonces le dijeron: ¿Qué debemos hacer para poner en práctica las obras
de Dios?
6:29 Respondió Jesús y les dijo: Esta es la obra de Dios, que creáis en el que
él ha enviado.
76
Jesucristo fue claro y concreto, dijo: “…me buscáis, no porque habéis
visto las señales, sino porque comisteis el pan y os saciasteis.”
Buscar a Dios por interés en ser saciados no es cosa agradable a Sus ojos y
abusar de la ayuda que pueda brindar una congregación, tampoco.
Parece también que hablarlo con el fin de ser claros y de no ser tomados por
tontos es algo que el Señor se encargó de dejar establecido. El relato, más
adelante, registra que algunos le recriminan a Jesucristo haber dicho palabras
duras.
Nuestra relación con el dinero reviste mucha gravedad, mas también es una
gran posibilidad para ver manifestarse la gloria y el poder de Dios en
su iglesia.
Veremos a continuación un caso acontecido en relación con la ayuda a la iglesia
de Jerusalén y la colaboración entre hermanos de diferentes lugares.
Expondremos este pasaje ya que será uno de los pilares sobre el que se asentará
nuestra forma de manejarnos con el dinero en la congregación.
Sobre todo, el versículo siete, al que asociamos otro versículo escrito por San
Pablo:
77
¡Cada uno de nosotros tiene absoluta responsabilidad sobre sus actos delante de
Dios!
Pero cada uno es responsable del cuidado del hermano, y este cuidado se tendrá
que ver en la administración de nuestras vidas y decisiones y en el no juzgar la
vida ni las decisiones ajenas. Abrir juicios sobre la vida del hermano
puede generar abismos, que de persistir, pueden llegar a ser
infranqueables, cosa que es del absoluto desagrado de Dios para sus
hijos.
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9:12 porque la entrega de este servicio22 no solamente suple lo que a los santos
falta, sino que también abunda en muchas acciones de gracias a Dios.23
9:13 Ellos, por la experiencia de este servicio glorifican a Dios por la
obediencia que profesáis al evangelio de Cristo, y por la generosidad de vuestra
contribución para ellos y para todos.
9:14 De igual modo, en su oración a favor de vosotros, os aman a causa de la
superabundante gracia de Dios en vosotros.
9:15 ¡Gracias a Dios por su don inefable!
22
9.12 La entrega de este servicio: es decir, llevar esta ayuda: u oficiar en este
servicio sagrado. La expresión es propia de un acto de culto a Dios.
23
9.11-12 2 Co 1.11; 4.15.
79
d. No con tristeza ni por obligación: Dar con tristeza es querer retener
para nosotros lo mismo que estamos dando, la tristeza no es un buen
síntoma sino un indicador de que algo está mal.
e. Tampoco está aprobado el dar por obligación, no es por ley sino
voluntariamente.
f. Porque Dios ama al dador alegre.
Este es el dar que Dios aprueba y es producto de la plena expresión del Espíritu
Santo en nosotros.
La teología de la prosperidad.
No entendemos a la prosperidad económica necesariamente como una
bendición, así como tampoco entendemos a la pobreza o a una circunstancia de
necesidad como una consecuencia del pecado.
Lázaro el pobre:
Lucas 16:20 Había también un mendigo llamado Lázaro, que estaba echado a
la puerta de aquél, lleno de llagas,
16:21 y ansiaba saciarse de las migajas que caían de la mesa del rico; y aun los
perros venían y le lamían las llagas.
16:22 Aconteció que murió el mendigo, y fue llevado por los ángeles al seno de
Abraham; y murió también el rico, y fue sepultado.
En palabras de Pablo:
Exponemos aquí las palabras previas de uno de los versículos más conocidos de
San Pablo, a saber:
80
Buscar dinero o seguridad o “un nombre” bajo la apariencia de servir a Dios no
es aquello que nos legaran sus verdaderos siervos en la primera iglesia, por más
defectos que esta tuviera.
Sostenemos que la riqueza no es mala en sí misma: Abraham era riquísimo
según lo expresa la Palabra, pero sometió todo lo material y aún a su propio
hijo Isaac en busca de la Voluntad de Dios. Entre Abraham y los supuestos
siervos de Dios de hoy hay un abismo de distancia.
En palabras de T.S. Nee podríamos juntamente decir que…“Este buscar la guía
del Señor cuando estamos en realidad guiados por el deseo de las ganancias,
es una cosa despreciable”24.
No vale aquí decir que alguien se encargue del dinero exclusivamente ya que
podría caer en tentación y lazo que dañaría a dicho hermano y a la
congregación.
Por lo demás, alguien honesto pedirá él mismo ser auditado y se negará a ser
administrador exclusivo de los bienes materiales que maneje la congregación
para la extensión del reino de Dios.
Veamos:
2Co 8:16 Pero gracias a Dios que puso en el corazón de Tito la misma solicitud
por vosotros.
8:17 Pues a la verdad recibió la exhortación; pero estando también muy
solícito, por su propia voluntad partió para ir a vosotros.
8:18 Y enviamos juntamente con él al hermano cuya alabanza en el evangelio
se oye por todas las iglesias;
8:19 y no sólo esto, sino que también fue designado por las iglesias como
compañero de nuestra peregrinación para llevar este donativo, que es
administrado por nosotros para gloria del Señor mismo, y para demostrar
vuestra buena voluntad;
8:20 evitando que nadie nos censure en cuanto a esta ofrenda abundante
que administramos,
8:21 procurando hacer las cosas honradamente, no sólo delante del
Señor sino también delante de los hombres.
8:22 Enviamos también con ellos a nuestro hermano, cuya diligencia hemos
comprobado repetidas veces en muchas cosas, y ahora mucho más diligente por
la mucha confianza que tiene en vosotros.
Reiteramos: No solo hace falta, según el pasaje, hacer las cosas honradamente
delante de Dios sino también delante de los hombres.
Creemos sinceramente que este pasaje es más que suficiente y más que claro
para que entendamos la manera que Dios quiere que nos manejemos en cuanto
al control de las finanzas en la iglesia.
¡Damos gracias a Dios por su siervo Pablo, por su humildad, por su honradez,
por su entrega y por su conocimiento de Dios!
82
Comenzamos con este versículo ya que creemos que donde está el Espíritu de
Dios hay libertad, como vimos anteriormente, y cada uno sabrá qué hace con el
dinero que Dios depositó en sus manos.
83
Lucas 11:42 Mas ¡ay de vosotros, fariseos! Que diezmáis la menta, y la ruda,
y toda hortaliza, y pasáis por alto la justicia y el amor de Dios. Esto os era
necesario hacer, sin dejar aquello.
Lucas 18:12 ayuno dos veces a la semana, doy diezmos de todo lo que gano.
Hebreos 7:5 Ciertamente los que de entre los hijos de Leví reciben el
sacerdocio, tienen mandamiento de tomar del pueblo los diezmos según la ley,
es decir, de sus hermanos, aunque éstos también hayan salido de los lomos de
Abraham.
Hebreos 7:1 Porque este Melquisedec, rey de Salem, sacerdote del Dios
Altísimo, que salió a recibir a Abraham que volvía de la derrota de los reyes, y
le bendijo,
7:2 a quien asimismo dio Abraham los diezmos de todo; cuyo nombre significa
primeramente Rey de justicia, y también Rey de Salem, esto es, Rey de paz;
7:3 sin padre, sin madre, sin genealogía; que ni tiene principio de días, ni fin
de vida, sino hecho semejante al Hijo de Dios, permanece sacerdote para
siempre.
Los argumentos que dicen que Jesús no lo estableció como una norma o como
una ley y que no fue una práctica de la iglesia son ciertísimos: En ninguna parte
de los Evangelios se puede ver un solo versículo que diga que Jesucristo instó u
ordenó dar el diezmo; en ninguna parte del Nuevo Testamento se ve que
ninguna iglesia diezmara, ni hay ninguna orden apostólica al respecto.
Ahora bien, si de afirmaciones se trata tampoco podemos obviar que Jesucristo
dijo: “…sin dejar der hacer aquello…”, según Mateo 23: 23.
El Señor Jesucristo no lo dio como orden pero dijo que no había que dejar de
hacerlo.
Reiteramos: Les dijo “…sin dejar de hacer aquello…”
84
Mateo 5:21 Oísteis que fue dicho a los antiguos: No matarás; y cualquiera
que matare será culpable de juicio.
5:22 Pero yo os digo que cualquiera que se enoje contra su hermano,
será culpable de juicio; y cualquiera que diga: Necio, a su hermano, será
culpable ante el concilio; y cualquiera que le diga: Fatuo, quedará
expuesto al infierno de fuego.
Las nuevas leyes que estableció Cristo fueron más exigentes que las de Moisés.
En la gracia hay más exigencia, en la fe de Jesucristo hay más exigencia, en el
Nuevo Pacto está la Presencia y el poder del Espíritu Santo para encaminarnos
al cumplimiento de dicha ley.
Sólo a modo de pregunta: ¿Será esto diferente respecto de nuestra relación con
el dinero y en nuestra generosidad al darlo?
Lucas 11:42 Mas ¡ay de vosotros, fariseos! Que diezmáis la menta, y la ruda,
y toda hortaliza, y pasáis por alto la justicia y el amor de Dios. Esto os era
necesario hacer, sin dejar aquello.
Lucas 18:12 ayuno dos veces a la semana, doy diezmos de todo lo que gano.
Hebreos 7:5 Ciertamente los que de entre los hijos de Leví reciben el
sacerdocio, tienen mandamiento de tomar del pueblo los diezmos según la ley,
es decir, de sus hermanos, aunque éstos también hayan salido de los lomos de
Abraham.
Pero no fue prescrito a los cristianos ni por Cristo ni por los apóstoles.
Bajo la economía de la gracia, se espera de todo creyente que aporte
con corazón bien dispuesto “…como propuso en su corazón: no con tristeza,
ni por necesidad, porque Dios ama al dador alegre” 2 Corintios 9: 7
El creyente es exhortado a dar no por una norma impuesta, sino presentándole
el ejemplo de gracia del mismo Señor Jesucristo, “…que por amor a vosotros se
hizo pobre, siendo rico” 2 Corintios 8: 9.
No es el diezmo del cristiano lo que corresponde al Señor, sino todo su ser,
puesto que ha sido comprado “por precio”.
1Corintios 6:20 Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues,
a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios.
Y debe así venir a ser eficaz administrador de todo lo que el Señor ha puesto en
sus manos para la gloria de Dios”.25
25
Nuevo Diccionario Bíblico, Escuain-Vila, página 257
85
En realidad para ser más estrictos en cuanto al eje de este tema no tendríamos
que centrarnos en el diezmo sino en el dar.
Quizás alguien que lee estas líneas se pregunte: ¿Por qué tanta argumentación
en el dar? ¿Cuál es el interés encubierto detrás de dicha insistencia? Queremos
decir que entendemos plenamente a quienes cuestionan todo escrito que se
quiera arrogar estar en la voluntad de Dios. Esto es el cumplimiento de un
mandamiento paulino.
Hechos 2:44 Todos los que habían creído estaban juntos, y tenían en común
todas las cosas;
2:45 y vendían sus propiedades y sus bienes, y lo repartían a todos
según la necesidad de cada uno.
2:46 Y perseverando unánimes cada día en el templo, y partiendo el pan en las
casas, comían juntos con alegría y sencillez de corazón,
2:47 alabando a Dios, y teniendo favor con todo el pueblo. Y el Señor añadía
cada día a la iglesia los que habían de ser salvos.
Cuando leemos este pasaje, nos preguntamos: ¿Los hermanos que tenían esta
práctica estarían preocupados por saber si el diezmo debía ser una práctica o
no?
Si Dios Padre dio a Su Hijo y el Hijo dio su vida ¿Cuál debería ser nuestra
predisposición al dar ofrendas de nuestros ingresos?
¿No debería en nuestro corazón estar la tendencia a dar algo más?
Y si dicha tendencia no está, ¿No deberíamos pedirle a Dios que nos cambie
para que hagamos lo mejor? Recordemos que mejor es dar que recibir:
Se espera también que un creyente crea, aunque parezca una obviedad no lo es.
Si un cristiano debe buscar las cosas mejores y la bendición de Dios ¿No
deberíamos poner esto en oración para que la generosidad sea una de nuestras
características?
Queremos dejar nuevamente expresado que ninguno de los que sirvamos a Dios
en las iglesias que se levanten en las casas cobrará salario según lo ya expresado;
queremos también expresar que cada hermano de la congregación tendrá tres
86
números asignados a sus ofrendas que solamente serán conocidos por los
tesoreros de la congregación que serán por lo menos dos personas.
Cada uno podrá ejercer el control de su propia ofrenda mediante el número de
su sobre de ofrendas y del importe que figurará en la planilla de cada día de
reuniones.
Por ejemplo: Si el sobre Nº 08 contienen $ 10, en la planilla figurará, sobre Nº
08 = $ 10; y así quien lo haya ofrendado sabrá que ese dinero ofrendado llegó a
buen destino.
Como los gastos se harán solo con facturas y comprobantes que figurarán en un
balance semanal, el recuento de los ingresos menos los egresos debería dar la
existencia neta de lo ofrendado.
Diremos también que las ofrendas se contarán por medio de los dos tesoreros y
de un tercero que irá rotando en el recuento de cada reunión, diremos que cada
ingreso será registrado por medio de una forma contable expresada
semanalmente con los egresos avalados por las facturas o recibos
correspondientes, y diremos finalmente que dichos informes semanales estarán
a disposición de cada uno de los hermanos pertenecientes a la congregación
cuando lo soliciten.
Solo pretendemos ser dadores y generosos siguiendo las pisadas de Dios y de su
Hijo Jesucristo, dejando de lado toda posibilidad de mala administración y de
toda posible mala interpretación. Dios también reclama de nosotros claridad y
transparencia.
Juan 3:16 Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo
unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida
eterna.
Capítulo VII
Las reuniones
Reiteraremos algo ya dicho con el solo fin de insistir en la importancia que el
teme requiere. Una reunión es un encuentro o un reencuentro, es decir que
cuando nos congregamos nos re-unimos en el nombre de Cristo.
Somos llamados a la asamblea según lo que hiciera Dios con el pueblo de Israel.
Este encuentro es un encuentro entre seres vivientes, el Ser Viviente por
excelencia, Dios Eterno y su pueblo salvado por Jesucristo su Hijo.
¡Es decir que todo encuentro de la iglesia reunida, en principio, es un encuentro
viviente, en el que se transmitirá vida!
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Cualquier elemento o hecho que no transmita vida no contará con la aprobación
de Dios, ya que en su iglesia Dios no admitirá ningún indicio de muerte en
ninguna de las formas en que ésta puede aparecer.
Las reuniones de las iglesias tienen, como antes vimos, algunas características
que también estaremos recordando en este capítulo.
Reunidos en su Nombre
La primera de ellas es que dos o más hijos de Dios se reúnan en su Nombre, en
el Nombre de Jesús.
Es decir que la congregación es el cuerpo en la casa o localidad en la que se
reúne y siempre la Cabeza será Jesucristo.
Con esto queremos decir que ninguno, reiteramos, ninguno puede tomar el
lugar del Señor.
Reunirse en su Nombre es reunirse en su autoridad como vimos en otro de los
capítulos.
Esta es una característica singular que toda congregación debe tener como
primordial.
En donde alguien quiera establecerse como único vocero de la Palabra de Dios
habrá, cuando menos, una distorsión de la voluntad de Dios expresada en su
Palabra y, en los casos más extremos, estaremos en presencia de algo totalmente
ajeno a ella.
88
1:16 Porque en él fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las
que hay en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean
principados, sean potestades; todo fue creado por medio de él y para él.
1:17 Y él es antes de todas las cosas, y todas las cosas en él subsisten;
1:18 y él es la cabeza del cuerpo que es la iglesia, él que es el principio,
el primogénito de entre los muertos, para que en todo tenga la preeminencia;
Para que haya iglesia tiene que haber espíritu de cuerpo y en ese espíritu de
cuerpo tendrá que haber sentido de mutualidad. Es decir, que cada miembro no
tiene razón de ser en la iglesia sin el otro, así como cada miembro del cuerpo
humano, aislado o separado del cuerpo ya no es el cuerpo.
Como es de suponer, no todos quizás tomen participación directa, ni sean voz
activa o ejecutores directos de algo que se lleve adelante en las reuniones, pero
esto será de acuerdo con lo que Dios diga a cada uno.
Lo importante aquí será saber y estar enseñados en que una reunión de iglesia
tiene como una característica principal y primordial la posibilidad de que cada
89
miembro se exprese en libertad y para edificación del cuerpo de Cristo, sea
quien sea, así haya “nacido de nuevo” en esa misma reunión . Entendiendo
nacer de nuevo el aceptar a Jesucristo como Salvador y Señor de nuestras vidas.
Este sentido de mutualidad, que invita a la participación, hará que las reuniones
a veces sean aburridas, comparadas con los shows que últimamente se ven en
algunas congregaciones en las que hay uno o varios “iluminados” y
aproximadamente un 90% de los congregados lucen como simples espectadores
pasivos.
Creemos que sus promesas son cumplidas por medio de la fe, pero esta fe no
tiene que ver con el futuro sino con el pasado. Concretamente con el
cumplimiento del plan de redención en Cristo mediante su muerte y
resurrección.
En Cristo está el cumplimiento de las promesas y una de ellas es que Él estará
en medio de dos o tres que se reúnan en Su Nombre.
No solamente creemos que Él está en medio nuestro sino que sabemos que Él
está en medio nuestro.
¿Por qué?, es muy sencillo porque Él lo dijo y nosotros le creemos.
90
Si observamos detenidamente, veremos que el versículo 19 habla de una
oración de acuerdo en la que, para nuestra sorpresa, Jesús dice que
cualquiera cosa que pidiéremos nos sería hecha. Esta es una de las claves de la
oración de la iglesia que cuenta con promesas muy fuertes y con algunas
condiciones para ser respondidas.
Es notable la importancia del acuerdo y de la armonía, el buen espíritu que se
espera domine a la iglesia y en la iglesia de Jesucristo.
Así que, si bien este punto en particular lo veremos en otro capítulo, podemos
decir que en toda reunión de la iglesia la oración es imprescindible. Porque no
solamente Dios quiere estar en medio de nosotros, sino que quiere que le
hablemos a Él sin más intermediarios que su Hijo Jesús de Nazaret.
Es importante remarcar que la presencia de Dios es prometida en las reuniones
y es imprescindible aplicar a esto nuestra fe para ver el obrar de Dios en
nuestras vidas, porque sin fe es imposible agradar a Dios.
Dios no subestima a ninguno de sus hijos, así que se espera que en el cuerpo que
es la iglesia y en sus reuniones, cada uno pueda decir con absoluta libertad su
opinión teniéndose en cuenta que toda Palabra específica (palabra Rhema) dada
a alguien en particular traerá unidad y armonía; y en este caso será el liderazgo
de la iglesia en autoridad espiritual de quien se requiera humildad y
discernimiento para escuchar y ejecutar la voluntad de Dios.
Este liderazgo nunca será personalizado sino que estará a cargo de tres ancianos
(entendiendo que anciano es alguien que tiene un crecimiento mayor en la fe
respecto de otro) . Decidimos que sean tres encargados solventados en el
siguiente versículo:
91
Eclesiastés 4:12 Y si alguno prevaleciere contra uno, dos le resistirán; y
cordón de tres dobleces no se rompe pronto.
2Pedro 2:1 Pero hubo también falsos profetas entre el pueblo, como habrá
entre vosotros falsos maestros, que introducirán encubiertamente herejías
destructoras, y aun negarán al Señor que los rescató, atrayendo sobre sí
mismos destrucción repentina.
2:2 Y muchos seguirán sus disoluciones, por causa de los cuales el camino de la
verdad será blasfemado,
92
2:3 y por avaricia harán mercadería de vosotros con palabras fingidas.
Sobre los tales ya de largo tiempo la condenación no se tarda, y su perdición no
se duerme.
La iglesia no puede darse el lujo de perder de vista que somos un cuerpo y que
cada uno de nosotros somos seres humanos con virtudes y defectos, con
sentimientos y necesidades, con miedos e inseguridades, con circunstancias que
a veces son insostenibles sin el apoyo del hermano.
La iglesia no puede darse el lujo de planificar actividades y sostener
una estructura deshumanizada en la que la vida del otro no tiene
cabida ni es tenida en cuenta como prioridad.
Santiago 2:14 Hermanos míos, ¿de qué aprovechará si alguno dice que tiene
fe, y no tiene obras? ¿Podrá la fe salvarle?
2:15 Y si un hermano o una hermana están desnudos, y tienen necesidad del
mantenimiento de cada día,
2:16 y alguno de vosotros les dice: Id en paz, calentaos y saciaos, pero no les
dais las cosas que son necesarias para el cuerpo, ¿de qué aprovecha?
2:17 Así también la fe, si no tiene obras, es muerta en sí misma.
93
Si decimos: “Id en paz que el Señor proveerá, yo tengo fe que así será”, o la tan
mentada frase “estaré orando por vos…” pero no activamos absolutamente
nuestro ser para suplir sus necesidades materiales, más que espirituales somos
hipócritas o, por lo menos, insensibles.
Si tenemos un dolor de estómago todo el cuerpo se duele; si nos duele la
espalda, todo el cuerpo se duele; si nos duele un brazo, todo el cuerpo está
dolido e incómodo. ¿Cómo se llega a esto? ¿Cómo se hace para llegara a tal
práctica en la realidad? ¿Puede ser esto posible?
La respuesta es:
Esto no se logrará haciendo cosas, no dependerá del que quiera y del que corra,
sino de Dios. Será resultado de muchísima oración de los unos por los
otros a favor del crecimiento del cuerpo y del reino de Dios en la tierra.
Poniéndonos a un lado y dejando que el Espíritu Santo sea el centro de las
reuniones, como consecuencia lógica de que es el centro de nuestras vidas, es
que la iglesia crecerá armónicamente.
Sólo con oración intensa y ferviente, con compromiso con la Biblia y en ayunos
será que la iglesia crecerá en gracia y en conocimiento de Dios.
La libertad y el mover del Espíritu Santo nada tienen que ver con el histrionismo
ni con el desorden. Cabe aclarar que el histrionismo es un desorden psicológico
en este caso, que en muchas oportunidades sale a relucir en congregaciones que
dan lugar a este tipo de manifestaciones.
94
La opinión del Espíritu Santo que inspiró a San Pablo a decir lo siguiente no
dice lo mismo:
1Corintios 14:23 Si, pues, toda la iglesia se reúne en un solo lugar, y todos
hablan en lenguas, y entran indoctos o incrédulos, ¿no dirán que estáis locos?
1Corintios 14:18 Doy gracias a Dios que hablo en lenguas más que todos
vosotros;
14:19 pero en la iglesia prefiero hablar cinco palabras con mi
entendimiento, para enseñar también a otros, que diez mil palabras
en lengua desconocida.
Las reuniones, se puede decir que estarán regidas por los dos mandamientos
más importantes que fueran anunciados por Cristo:
95
Espíritu Santo y nos hará ver que nuestro hermano requiere, en principio, de
nuestra misericordia, tal como está escrito:
En resumen
Mateo 18:20 Porque donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí
estoy yo en medio de ellos.
Juan 6:63 El espíritu es el que da vida; la carne para nada aprovecha; las
palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida.
Esto será por medio de la comunión y el mutuo sentido de servicio entre sus
hijos, vistos solo como personas y no como individuos que cumplen una función
o que ocupan un lugar para que seamos más.
Juan 13:34 Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros; como
yo os he amado, que también os améis unos a otros.
13:35 En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los
unos con los otros.
La Palabra de Dios será nuestra Roca y confiamos que el Espíritu Santo nos
guiará a toda verdad, según su promesa.
Hechos 1:7 Y les dijo: No os toca a vosotros saber los tiempos o las sazones,
que el Padre puso en su sola potestad;
1:8 pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el
Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en
Samaria, y hasta lo último de la tierra.
96
Las reuniones no tendrán metodología alguna.
Capítulo VIII
Nuestras reacciones y nuestra lengua.
Oración: ¡Señor, enséñanos a hablar!
Estos dos aspectos de nuestra vida son de una muy significativa relevancia.
Ambos están íntimamente relacionados ya que nuestras reacciones derivan en
una manifestación verbal que nos daña, que dañará sin lugar a dudas a la iglesia
y daña a nuestro prójimo.
Si resolvemos esto…tendremos ganado más del 90% de nuestras batallas en la
vida cristiana.
Nuestras reacciones
Nuestras reacciones son mucho más numerosas que las acciones de nuestra
vida. Reaccionamos a cada cosa que nos ocurre en la vida, ya desde el inicio del
día: suena el despertador, nosotros reaccionamos; nos hablan, nosotros
reaccionamos; recibimos una noticia, nosotros reaccionamos; nos hacen algo
bueno, nosotros reaccionamos; nos hacen algo malo, nosotros reaccionamos y
así en la mayoría de las circunstancias de nuestras vidas.
Ahora bien, ¿qué es lo que demanda Jesús de nosotros en cuanto a la forma de
responder a las actitudes, dichos y hechos que nos acontecen?
97
Se espera de nosotros los cristianos, de los hijos de Dios, que hagamos las obras
de nuestro Padre como las hizo nuestro Salvador. Él no podía ni quería hacer
otra cosa que la Voluntad de su Padre y lo mismo demandará Dios de nosotros.
Juan 5:19 Respondió entonces Jesús, y les dijo: De cierto, de cierto os digo:
No puede el Hijo hacer nada por sí mismo, sino lo que ve hacer al Padre;
porque todo lo que el Padre hace, también lo hace el Hijo igualmente.
Dios el Padre es perfecto y hace salir el sol sobre justos e injustos. A pesar de ver
la maldad de la humanidad y la rebelión del pecado, Él fue paciente con
nosotros y nos salvó en Cristo por medio de la fe, y también es paciente con el
mundo entero porque quiere que todos procedan al arrepentimiento.
Y no solo por esto, sino por todas las cosas en las que ha venido trabajando
hasta ir conformando en nosotros la imagen y la vida plena de Cristo, por medio
de la llenura de su Espíritu Santo. A Dios Padre solo lo satisface plenamente la
vida de su Hijo Cristo en nosotros y aspira a que nosotros podamos ir repitiendo
cada vez con más fuerza y espontaneidad aquello que dijera San Pablo:
Gálatas 2:20 Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas
vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de
Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí.
En realidad lo que está demostrando el hermano que tiene dominio propio es,
en primer lugar, un componente del fruto único del Espíritu Santo que consta
de nueve aspectos. Para ejemplificarlos, éstos son:
Gálatas 5:22 Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia,
benignidad, bondad, fidelidad,
5:23 mansedumbre, dominio propio; contra tales cosas no hay ley.
98
El “mundo” contradice a Dios en su razonamiento y muchas veces los creyentes
tenemos el mismo razonamiento en nuestras actitudes y en nuestra forma de
comportarnos. Pensamos que tener “carácter” es pegar cuatro gritos o hablar
con tono de voz elevado y pasar al otro por encima en actitudes avasalladoras,
atropelladoras e invasivas.
No se sienta mal si esta frase anterior le recuerda algún hecho en su vida.
¡A todos nos ha pasado! Lo importante es que nos arrepintamos de nuestras
anteriores malas decisiones y cambiemos el rumbo de nuestra vida, adoptando
desde el presente y hacia el futuro medidas acertadas conforme con la Voluntad
de Dios.
Biblia de Jerusalén
Proverbios 16:32 Más vale el hombre paciente que el héroe, el dueño de sí
que el conquistador de ciudades.
1- La ira es pecado:
Eclesiastés 7:9 No te apresures en tu espíritu a enojarte; porque el
enojo reposa en el seno de los necios.
Gálatas 5:19 Y manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio,
fornicación, inmundicia, lascivia,
99
5:20 idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas,
disensiones, herejías,
5:21 envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a estas;
acerca de las cuales os amonesto, como ya os lo he dicho antes, que los que
practican tales cosas no heredarán el reino de Dios.
Notemos que ira está en la misma categoría que homicidios y hechicerías; y por
lo general, nosotros tenemos como tendencia el tomar como algo muy pesado y
muy grave a estas dos manifestaciones de la carne antes nombradas y a
relativizar la gravedad de nuestra ira y de nuestro enojo. Para Dios tienen
exactamente la misma gravedad.
Efesios 4:29 Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que
sea buena para la necesaria edificación, a fin de dar gracia a los oyentes.
4:30 Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para
el día de la redención.
4:31 Quítense de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería y
maledicencia, y toda malicia.
4:32 Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos
a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo.
Colosenses 3:8 Pero ahora dejad también vosotros todas estas cosas: ira,
enojo, malicia, blasfemia, palabras deshonestas de vuestra boca.
Una buena actitud básica para este tipo de situaciones en las que tendemos a
reaccionar intempestivamente, es dejar pasar la ofensa, hacer de cuenta que
nada fue dicho o que nada ha ocurrido.
Si cada vez que alguien hiciera algo que nos desagradara buscáramos nuestra
“justicia”, estaríamos reaccionando a cada instante y queriendo “ubicar” a todo
el mundo en los parámetros de la medida de nuestro juicio.
El condicionamiento del mundo dice: Si pasa tal cosa hacemos tal otra, como
reacción lógica. Si nos golpean, golpeamos; si nos aman, amamos; si nos
insultan, insultamos; si nos quieren, queremos; si nos lastiman, lastimamos.
100
¡Dios quiere de nosotros algo más que esto! ¡Dios quiere que hagamos lo que Él
hace! ¡Dios quiere que seamos como Él es, y esto solamente se logra
entendiendo que nuestro ego fue crucificado con Cristo!
¡La Buena Nueva del Evangelio de la Salvación es que ya fuimos crucificados
con Cristo hace dos mil años!
¡Y esto también se acepta por fe!
Colosenses 3:8 Pero ahora dejad también vosotros todas estas cosas: ira,
enojo, malicia, blasfemia, palabras deshonestas de vuestra boca.
101
Dios nos dio la soberanía de nuestras vidas al darnos libre albedrío, libre
elección de nuestros actos. Pero si nosotros anhelamos dejar las reacciones, no
ser apresurados en nuestro espíritu para enojarnos…. ¿Cómo no creer que Dios
dará de su ayuda y de su fortaleza para lograrlo?
Es necesario remarcar una vez más que todo esto debe ser derramado en
oración, en entrega y reclamando la llenura del Espíritu Santo, sometiendo
nuestra voluntad a la suya.
La decisión es nuestra. Dios nos guiará a su Voluntad pero estará en nosotros el
ser obedientes; obedecer a Dios y a su Palabra es siempre un acto volitivo.
Es algo que cada uno decide día a día.
La vida de Jesucristo nos muestra que Él nunca hizo nada apresurado, que
nunca reaccionó ante las circunstancias que lo rodeaban.
Se ve en el relato siguiente:
Lucas 8:41 Entonces vino un varón llamado Jairo, que era principal
de la sinagoga, y postrándose a los pies de Jesús, le rogaba que
entrase en su casa;
8:42 porque tenía una hija única, como de doce años, que se estaba muriendo.
Y mientras iba, la multitud le oprimía.
8:43 Pero una mujer que padecía de flujo de sangre desde hacía doce años, y
que había gastado en médicos todo cuanto tenía, y por ninguno había podido
ser curada,
8:44 se le acercó por detrás y tocó el borde de su manto; y al instante se detuvo
el flujo de su sangre.
8:45 Entonces Jesús dijo: ¿Quién es el que me ha tocado? Y negando todos,
dijo Pedro y los que con él estaban: Maestro, la multitud te aprieta y oprime, y
dices: ¿Quién es el que me ha tocado?
8:46 Pero Jesús dijo: Alguien me ha tocado; porque yo he conocido que
ha salido poder de mí.
8:47 Entonces, cuando la mujer vio que no había quedado oculta, vino
temblando, y postrándose a sus pies, le declaró delante de todo el pueblo por
qué causa le había tocado, y cómo al instante había sido sanada.
8:48 Y él le dijo: Hija, tu fe te ha salvado; ve en paz.
8:49 Estaba hablando aún, cuando vino uno de casa del principal de la
sinagoga a decirle: Tu hija ha muerto; no molestes más al Maestro.
8:50 Oyéndolo Jesús, le respondió: No temas; cree solamente, y será salva.
8:51 Entrando en la casa, no dejó entrar a nadie consigo, sino a Pedro, a
Jacobo, a Juan, y al padre y a la madre de la niña.
8:52 Y lloraban todos y hacían lamentación por ella. Pero él dijo: No
lloréis; no está muerta, sino que duerme.
8:53 Y se burlaban de él, sabiendo que estaba muerta.
8:54 Mas él, tomándola de la mano, clamó diciendo: Muchacha, levántate.
8:55 Entonces su espíritu volvió, e inmediatamente se levantó; y él mandó que
se le diese de comer.
8:56 Y sus padres estaban atónitos; pero Jesús les mandó que a nadie
dijesen lo que había sucedido.
102
Veamos las presiones que tuvo Jesús desde su exterior en este pasaje:
n. Jesucristo “no les pasó factura” a los incrédulos sino que siguió su
Camino
103
Santiago 1:19 Por esto, mis amados hermanos, todo hombre sea pronto
para oír, tardo para hablar, tardo para airarse;
1:20 porque la ira del hombre no obra la justicia de Dios.
Dios nos dice con toda claridad, a través de la Carta de Santiago, que hay una
secuencia bien definida en la manifestación de la ira que está relacionada con
aquello que escuchamos y con lo que posteriormente hacemos.
La secuencia es la siguiente:
a. Pronto para oír: Estar solícitos en oír aquello que los demás expresan
pero no hablar con ligereza. No hablar ligeramente, rápidamente sino…
b. Tardo para hablar: Ser tardo en hablar es tardar en hablar, no hablar
como si nuestra vida o nuestro diálogo fuese un partido de ping pong o
un programa de radio que no admite ningún silencio.
Juan 19:6 Cuando le vieron los principales sacerdotes y los alguaciles, dieron
voces, diciendo: ¡Crucifícale! ¡Crucifícale! Pilato les dijo: Tomadle vosotros, y
crucificadle; porque yo no hallo delito en él.
19:7 Los judíos le respondieron: Nosotros tenemos una ley, y según nuestra ley
debe morir, porque se hizo a sí mismo Hijo de Dios.
19:8 Cuando Pilato oyó decir esto, tuvo más miedo.
19:9 Y entró otra vez en el pretorio, y dijo a Jesús: ¿De dónde eres tú? Mas
Jesús no le dio respuesta.
104
19:10 Entonces le dijo Pilato: ¿A mí no me hablas? ¿No sabes que tengo
autoridad para crucificarte, y que tengo autoridad para soltarte?
19:11 Respondió Jesús: Ninguna autoridad tendrías contra mí, si no te
fuese dada de arriba; por tanto, el que a ti me ha entregado, mayor pecado
tiene.
19:12 Desde entonces procuraba Pilato soltarle; pero los judíos daban
voces, diciendo: Si a éste sueltas, no eres amigo de César; todo el que se hace
rey, a César se opone.
El sabio “hace”: ser prudente al hablar es una acción, es algo que pertenece a la
esfera de lo activo.
Biblia al día
Proverbios 15:28 El corazón del justo medita sus respuestas, pero la boca
del malvado rebosa de maldad.
Biblia de Jerusalén
Proverbios 15:28 El corazón del justo recapacita para responder, la boca
de los malos esparce maldades.
105
Proverbios 15:28 El corazón del justo medita cómo responder, mas la
boca de los impíos habla lo malo.
No es difícil sacar una conclusión acerca de la actitud del impío y aquello que
desparrama con su boca a la luz de este último versículo.
La muerte no es solamente dejar de tener los signos vitales en nuestro cuerpo,
sino que se refiere a aquello que no transmite la Vida del Espíritu. Un necio o un
impío transmiten muerte con su lengua.
106
3:12 Hermanos míos, ¿puede acaso la higuera producir aceitunas, o la vid
higos? Así también ninguna fuente puede dar agua salada y dulce.
3:13 ¿Quién es sabio y entendido entre vosotros? Muestre por la buena
conducta sus obras en sabia mansedumbre.
3:14 Pero si tenéis celos amargos y contención en vuestro corazón, no
os jactéis, ni mintáis contra la verdad;
3:15 porque esta sabiduría no es la que desciende de lo alto, sino terrenal,
animal, diabólica.
3:16 Porque donde hay celos y contención, allí hay perturbación y toda obra
perversa.
3:17 Pero la sabiduría que es de lo alto es primeramente pura, después pacífica,
amable, benigna, llena de misericordia y de buenos frutos, sin
incertidumbre ni hipocresía.
3:18 Y el fruto de justicia se siembra en paz para aquellos que hacen la paz.
1. Admite que este es un mal en todos los seres humanos, pero no se queda
allí “llorando sobre la leche derramada” como veremos más adelante.
2. Relaciona el no ofender en palabra con el ser perfectos, es decir, con la
plenitud del Espíritu Santo o con aquello que diría San Pablo:
107
vivas y seas multiplicado, y Jehová tu Dios te bendiga en la tierra a la cual
entras para tomar posesión de ella.
30:17 Mas si tu corazón se apartare y no oyeres, y te dejares extraviar, y te
inclinares a dioses ajenos y les sirvieres,
30:18 yo os protesto hoy que de cierto pereceréis; no prolongaréis vuestros días
sobre la tierra adonde vais, pasando el Jordán, para entrar en posesión de ella.
30:19 A los cielos y a la tierra llamo por testigos hoy contra vosotros, que os he
puesto delante la vida y la muerte, la bendición y la maldición; escoge,
pues, la vida, para que vivas tú y tu descendencia;
30:20 amando a Jehová tu Dios, atendiendo a su voz, y siguiéndole a él;
porque él es vida para ti, y prolongación de tus días; a fin de que habites sobre
la tierra que juró Jehová a tus padres, Abraham, Isaac y Jacob, que les había
de dar.
108
Juan 12:47 Al que oye mis palabras, y no las guarda, yo no le juzgo; porque
no he venido a juzgar al mundo, sino a salvar al mundo.
Parece que los corintios tenían este pecado por costumbre y parece
también que emitían su juicio contra el mismo apóstol que les había
predicado el Evangelio.
El apóstol les escribe su opinión que puede sintetizarse en tres puntos
Lucas 6:45 El hombre bueno, del buen tesoro de su corazón saca lo bueno; y
el hombre malo, del mal tesoro de su corazón saca lo malo; porque de la
abundancia del corazón habla la boca.
6:46 ¿Por qué me llamáis, Señor, Señor, y no hacéis lo que yo digo?
109
Celos, contiendas y mentira, producto de nuestras erradas decisiones,
sirven a nuestro enemigo y le dan lugar a Satanás: lastimando al cuerpo
de Cristo que es la iglesia, a nuestro prójimo y a nosotros mismos si la
utilizamos mal. Celos y contiendas producen muerte y Dios es Dios de
Vida.
10. Por último, el sabio que sabe hablar como Cristo ordena y quiere, tendrá
pureza, paz, amabilidad, benignidad, misericordia, buenos frutos, tendrá
certidumbre, seguridad y transparencia.
Sembrará en paz y será de bendición para aquellos que hacen la paz.
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