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“gastar el césped”
Después de ver Zeitgeist: The Movie, de Peter Joseph, una producción del 2007,
deseas que el mundo entero tenga acceso a la información que maneja el film. Las
secuelas que dejan para la sociedad las industrias farmacéuticas y los sistemas
penitenciarios, por sólo mencionar algunas de las problemáticas abordadas en la
película, bastan para echar por tierra la mayoría de los discursos políticos actuales, así
como buen número de modelos educativos. La manera en que gobiernos, empresas,
transnacionales, y monopolios, engrosan réditos económicos sacando partido de flagelos
sociales y humanos relacionados con estas esferas, da crédito para entregar post mortem
un reconocimiento mundial a Beuys, por el sólo hecho de precaver el cultivo de la
iniciativa personal y la voz ciudadana en los procesos formativos de la enseñanza
educativa. Su concepto de “escultura social”, basado en la necesidad de renovar las
nociones que fraguó el mundo moderno acerca del progreso, la naturaleza, el arte,
afincadas en el cientificismo y el sentido instrumental del conocimiento, fue también lo
primero que vino a mi mente cuando tuve noticias del trabajo que han estado realizando
los artistas Carlos Vaca (Guayaquil, 1972) y Falco, Fernando Falconí, (Cuenca, 1979)
en cárceles y correccionales ecuatorianos.
Falco es uno de esos artistas que hace tiempo decidió dejar atrás el cómodo espacio
galerístico o museal para utilizar el espacio público, -aparentemente vitrinal-, como foro
para cuestionar disímiles situaciones: la extracción petrolera, el carácter fraudulento de
las elecciones, la situación de los emigrantes, y en los últimos meses, el perverso
tratamiento de los niños en la frontera México-Estados Unidos. Como analizara
Foucault en su texto El ojo del poder, conceptos como contacto, contagio, proximidad y
amontonamiento resultan el caldo de cultivo de la instauración de la vigilancia en
hospitales, prisiones y escuelas, sobre todo, a partir del siglo XVIII, y a través de esta
“invención” “se articula la idea técnica del ejercicio de un poder "omnicontemplativo"1.
Y es justo eso lo que intenta desarticular el artista cuando se presenta en cualquier plaza
pública, parque o calle, al generar un contragolpe a esta aséptica noción de lo ciudadano
entendido como plataforma donde impera el control y la quietud. Desde estos espacios
aprovecha la capacidad de los conceptos antes mencionados y a través del performance
alude a diversas situaciones que forman parte de causas y luchas sociales de grupos
vulnerables o vulnerabilizados, violaciones de los derechos humanos, a la naturaleza, o
por razones de género u orientación sexual.
1
Foucault, Michel. El ojo del poder, p.15
no videntes y, en la última ocasión, con dos invasiones del sur quiteño. Su último
trabajo ha estado encaminado a la colaboración con personas que se encuentran en
situaciones frágiles por asuntos de movilidad migratoria. Recientemente, en el momento
en que se habilitaron cárceles para niños en la frontera México-E.U, Falco, en compañía
de artistas y otros colaboradores se dispusieron sedentes frente a la embajada de esta
nación en Quito, y cubrieron sus cuerpos con mantas de aluminio, reproduciendo la
circunstancia de incertidumbre de los infantes. No le interesa que exista un visible
reconocimiento de su trabajo en tanto autor, y tampoco le preocupa que se diluyan los
límites que separan lo que puede ser su idea primera, y los aportes futuros de todo el
que se suma a la acción. En la deconstrucción de la lógica autoral se encuentra también
su sentido de convocatoria, que desestabiliza visiones unilaterales, academicistas o
autoritarias.
Quise acercarme al trabajo de éste último y de Carlos Vaca, después de su paso por
la cárcel de Turi los días 9 y 10 de julio del presente año a partir de la residencia
artística “Huésped Nativo”, que para esta ocasión tuvo lugar a través de dos talleres
educativos desarrollados por los artistas. Fueron convocados por la performer María
José Machado desde la Dirección Municipal de Cultura, Cuenca. El taller de Carlos se
tituló El cuerpo: la existencia, la señal, y el de Falco, Arte, cuerpo y memoria. La cárcel
de Turi en los dos últimos años ha sido denostada por numerosos eventos negativos
derivados de los malos manejos existentes en todo el sistema carcelario ecuatoriano.
Todo comenzó con el supuesto ajusticiamiento de un reo, quien murió bajo turbias
circunstancias; y de ahí pasó a convertirse en un espacio de atropello hacia los internos
del pabellón de mediana seguridad por parte de miembros de la Policía Nacional.
Mientras conversaba con Carlos sobre su experiencia en varios centros penitenciarios
me acordaba de James Brown, quien literalmente logró salvarse gracias a la música y su
talento; luego de ser abandonado por su madre en la infancia, y más tarde llevado por su
padre a vivir en un prostíbulo. Y aún salvado (como lo definimos al menos en
Occidente cuando de incorporarse socialmente se trata) sufría de unas intensas
manifestaciones de violencia en sus relaciones interpersonales. ¿Qué esperar de niños,
adolescentes y jóvenes llegados al mundo en hogares disfuncionales, donde delinquir se
estabiliza como el único modo de sobrevivencia posible en un ambiente de drogas,
robos y prostitución? Formar parte de una pandilla urbana o street-gangs es la carrera de
oficio de estos jóvenes. Generalmente acuden a esta opción porque forma parte de las
necesidades de reafirmación y pertenencia de grupo que caracterizan el paso de la
infancia a la adolescencia. En el peor de los casos su accionar está mediatizado por
adultos que integran, o no, su núcleo familiar. Y para estos fines, la mirada de Carlos
resulta pertinente, pues él es una suerte de border line, despreocupado de lo académico,
pero ocupado y observador de lo que sucede a nivel social y político. Su paso por el
Colegio de Bellas Artes Juan José Plaza, sus estudios avanzados de Diseño Gráfico en
el Tecnológico de Arte y Comunicación (ITSU), también en Guayaquil, su fogueo en
cursos de capacitación y gestión, más su aprender haciendo en disímiles proyectos,
montajes de exposiciones, mediación, y como tallerista, le han valido para conocer de
cerca los procesos inherentes al sistema del arte sin sentirse, ni vanagloriarse, de ser un
artista con todas las de la ley.
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Entrevista de la autora a Carlos Vaca, sábado 11 de agosto de 2018
Blum y Patricia Rodríguez Umanante, quienes se encargaron de realizar el mapeo de los
participantes, realizó un taller en el Correccional de Menores de Guayaquil. Como los
reclusos no pueden tener contacto con personas externas a la cárcel buscó papel
desechable del Ministerio de Justicia y sobre ellos escribieron sus memorias. Los
convirtieron luego en barcos de papel que fueron colocados en la vereda en el horario de
visita del día viernes. Cuando sus familiares se acercaban al lugar podían acceder a las
cartas realizadas por los penados. En la última experiencia en la cárcel de Turi utilizó
similares metodologías pulsando esta vez a los talleristas a que trabajaran sobre tres
ejes: memoria, vivencia y proyección. Volvió a trabajar a partir de generar cartas,
animaciones, dibujos, desde su experiencia con la música y los videos. Un resumen del
resultado se expondrá al público en audios, porque el material derivado de este trabajo,
fotos, dibujos, ni ningún otro tipo de registro, se permite que circule públicamente,
como consecuencia de las políticas restrictivas que prescribe el régimen penitenciario.
Las problemáticas de estas personas son comunes y diversas a un tiempo por lo que
se impone trabajar con ellas en sesiones personales y grupales para abordar
indistintamente situaciones íntimas, sociales, y del contexto donde están recluidos.
Desde el arte terapia, que permite la apertura de canales energéticos y emocionales que
3
Entrevista de la autora a Falco (Fernando Falconí), sábado 4 de agosto de 2018
deben ser debidamente manejados, sostenidos y proyectados, el artista generaba catarsis
para liberar miedos reprimidos y cargas tóxicas que podían llegar a lo virulento. Para
estos efectos el performance o lo performativo se utiliza en la transmutación de dichas
energías. Hay sesiones de charlas, movimientos corporales, métodos de relajación, que
conducen a la realización de ejercicios donde usan sus cuerpos, al menos,
temporalmente desintoxicados. El cierre es traumático tanto para el tallerista como para
los procesados. No falta quien se acerque a Falco para rogarle que busque a su familia y
le entregue una carta. Él, por su parte, nunca omite en sus talleres la oportunidad de
reiterarles “que cada ser humano es escultor de su propia vida”4.
4
Entrevista de la autora a Falco (Fernando Falconí), sábado 4 de agosto de 2018
5
Foucault, Michel. Vigilar y castigar. Nacimiento de la prisión, p. 215
priorizaba lo cotidiano y la utilidad práctica a ultranza. Quedaba atrás entonces el
humanismo cívico planteado por Isócrates. En torno a este tema resulta puntual la
siguiente observación respecto a cómo opera en la actualidad la educación:
Referencias:
6
Delgado de Colmenares, Flor: “Humanismo cívico y educación: una aproximación”, p. 311
- Delgado de Colmenares, Flor: “Humanismo cívico y educación: una aproximación”,
Universidad de Zulia, Vicerrectorado Académico, Encuentro Educacional Vol. 9, No. 3,
2002,http://www.produccioncientifica.luz.edu.ve/index.php/encuentro/article/download/
4348/434.pdf
- Foucault, Michel. El ojo del poder, Entrevista con Michel Foucault, en Bentham,
Jeremías: “El Panóptico” Ediciones La Piqueta, Madrid, España, 1978,
https://iedimagen.files.wordpress.com/2012/02/bentham-jeremy-el-panoptico-1791.pdf