Antes de hablar de Personaje, hay

que distinguir algunos planos que

hacen, por suma y combinatoria, el
concepto que nos interesa.
Llamaremos Niveles de Presencia al
despeje funcional y tipológico
evidente y significativo, que se
impone para distinguir a

-La Persona Escénica

-Del Personaje Diegético
-y del Personaje Dramático
Llamaremos Persona Escénica al
actor despojado de misión
significativa
Es decir, cuando el actor no es otro que
él mismo, con sus características y
conductas habituales, antes de querer
convertirse en otra cosa
Llamaremos Personaje Diegético al
diseño conductual que se registra
literariamente dentro de una
historia X
También podemos llamarla Papel, y estaremos seguros de
referirnos a todas aquellos rasgos que un autor ideó para distinguir
a una de sus creatura de las otras que la acompañan en una
historia

Harry Poter –el de los libros-, El Principito, Zaratustra, Otelo, tanto

como Marie y Gustav, Bueras, Diana, Carlos y cualquiera de los
personajes que usteden han leído en las obras del curso,
pertenecen a este n
Nivel de Presencia
El Personaje Dramático sólo puede
ser aquel que resulta de la suma y
combinación de las características
que componen a una Persona
Escénica y la conducta diseñada
que es un Personaje Diegético
PE + PD = PDr

Donde Persona Escénica es el vehículo

Personaje Diegético el discurso
Y Personaje Dramático, mediante la relación alquímica de ambos, una
actualización concreta de la conducta diseñada, es decir, acción
 El Personaje, para nosotros, es una
serie de conductas diseñadas que
estarán sujetas a una serie de
interpretaciones. Dichas conductas se
diseñan para ser actualizadas, es decir,
llevadas a cabo, concretadas por
actores para producir Personaje
Dramático.
 Las conductas que producimos literariamente, es
decir, los Personajes Diegéticos, pueden ser
enormemente complejas, pero sólo serán completas
cuando el proceso interpretativo de la puesta en
escena las actualice.
No es que el Personaje –en tanto que conducta- no
goce de autonomía significativa en el Texto
Dramático, pero hay que considerar que forma
parte de un tejido significante muy vasto y
complejo, y que terminará de construirse en la
escena.
 Un asunto a considerar, cuando hablamos de
Personaje Diegético es que cada geografía y cada
época tiene procesos lectores distintos. Y que cada
Persona Escénica –es decir, cada actor- tiene
también distintas competencias lectoras. Por estable
que sea nuestra conducta diseñada, estará sujeta a
variantes. No da lo mismo que una u otra persona
asuman una conducta diseñada, la transformarán en
función de la persona que son y de la lectura que
puedan darle.
El Personaje Dramático es una entidad
fluctuante, sujeta a una importante
cantidad de variantes.
Sin embargo, hay algunos criterios
constructivos que sí funcionan como
constantes, y es a partir de ellos que
nosotros podemos trabajar.
 Dichos criterios constructivos que
distinguen y modifican las conductas
son:

• Atributo
• Posición
• Función
 Por Atributo, debemos aceptar todas las
secuencias adjetivas que distinguen a nuestro
personaje.
Cuando respondemos a la pegunta ¿cómo es el
personaje? Estaremos dando cuenta de sus
atributos, es decir, todas las características que
lo componen, y no solo que lo componen, sino
que lo particularizan, que lo hacen ser él mismo
y no cualquiera.
Estos atributos tiene que ver con su aspecto físico, con
su forma de hablar y con su configuración mental. La
adecuada –es decir, congruente- combinación de
atributos produce personajes notables, a los que
podemos llamar carácter, en tanto que consiguen ser
únicos, profundamente diferentes de los demás.

El ítem Atributo, pues, implica igualmente rasgos

internos como externos, mediatos e inmediatos, en la
composición de una conducta.
El ítem Posición se refiere al lugar
que el personaje ocupa en la red
de relaciones planteadas en una
obra o en una escena dadas.
La Posición de un personaje podremos saberla
al responder la pregunta ¿quién es él para los
demás? No nos referimos ahora a qué es lo que
los otros piensan de él, porque esa respuesta
caería inevitablemente del lado del ítem
Atributo, porque se estaría caracterizando,
llenando de adjetivos al personaje.
Nos referimos la posibilidad de ubicarlo en una
red de relaciones objetivas en la que se
encuentra inserto
. Es decir, un personaje, digamos, Hamlet, es hijo de un
rey muerto, amigo de Horacio y enamorado de Ofelia,
pero enemigo de Claudio, su padrastro.

Al saber esto, tenemos los elementos necesarios para

saber su Posición en las relaciones planteadas en una
obra.

Nuestro personaje es un príncipe huérfano, con amigos

y una amante. ¿Para qué nos sirve saber esto? Para
poder, al construirlo, modificar sus conductas en
función de quién es con y para los demás.
 El ítem Función se refiere a la acción
sustantiva que nuestro personaje lleva
a cabo dentro de la obra.

Se refiere a aquella cosa que hace, que

vuelve relevante su participación, y
por la cuál será recordado por los
lectores espectadores.
 Supongamos que en una obra hay un par de amigos:
Juan y Gabriel.
Ambos son adolescentes. Juan es hijo de un diputado y
Gabriel de un zapatero.
Juan es un muchacho inteligente, generoso y poco
atractivo, mientras que Gabriel es menos brillante,
guapo al punto de llamar la atención, pero
insufriblemente arrogante.

Con lo dicho, hemos atendido los ítems de Atributo y

Posición, podemos llegar a saber cosas de cómo son
cada uno y de quiénes son el uno para el otro. Incluso
sabemos quiénes son ellos para la sociedad (hijo de
diputado, hijo de zapatero).
 El ítem Función lo clarificaríamos al
decir que dentro de nuestra historia,
Juan traiciona la amistad de Gabriel,
cuando le declara su amor.
Ante traición a la amistad, Gabriel se
aparta, pero Juan, enloquecido, lo
busca, le ruega que le corresponda y
desesperado por lo lograrlo, lo
asesina.
 Traicionar y asesinar son acciones. En el caso
que describimos, son las acciones sustantivas de
un personaje dentro de una obra hipotética.
Cuando respondemos a la pregunta ¿qué hace el
personaje en la obra? Y en un esfuerzo de
síntesis, nombramos la acción que le da sentido
a la totalidad de su participación, estaremos
clarificando su Función dentro de la obra.