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En este caso se utiliza arcilla en polvo diluida en agua. Este polvo de arcilla puede encontrarse
en comercios dietéticos o herbolarios. Puede prepararse de dos maneras:
– Agua arcillosa. Se vierte una cucharadita rasa (de las de café) de arcilla en polvo en un vaso
de agua mineral de mineralización débil. Mezclar bien.
Agua de arcilla. Se vierte una cucharada rasa de arcilla en polvo en un vaso de agua, se mezcla
bien y se deja reposar varias horas, hasta que la arcilla se deposita en el fondo del vaso. El agua
que queda en la parte superior, es lo que se llama agua de arcilla o leche de arcilla. Este líquido
se bebe lentamente, para impedir que la arcilla depositada en el fondo se mezcle con el agua
de arcilla.
Tanto el agua de arcilla como el agua arcillosa se toman en ayunas, media hora o una hora
antes del desayuno, o bien una o dos horas antes de la cena o al menos 4 horas después de la
cena. No debe tomarse durante la digestión. Es conveniente prepararla un rato antes de
tomarla, pues aparece una radiactividad transitoria al mezclar la arcilla con el agua. En casos
de tendencia al estreñimiento es preferible tomarla por la noche.
Si tras estas tres semanas es necesario seguir la cura, se descansará durante una semana y se
iniciará otra cura de tres semanas y así sucesivamente hasta la curación completa.
Es un remedio muy antiguo, uno de los primeros que usó la humanidad para curar todo tipo de
afecciones, heridas y problemas inflamatorios, incluso empleado por los animales. Suelen
revolcarse en el barro cuando están heridos e, incluso, en ocasiones lo ingieren a fin de
encontrar alivio.
La clave de su eficacia parece estar en sus componentes minero-medicinales y
energéticos que contribuyen a poner en marcha los mecanismos que ayudan al cuerpo a
Utilizado ya por Hipócrates -considerado el padre de la Medicina- así como por Dioscórides,
Galeno y Avicena. Además personajes tan dispares como Aristóteles o Mahatma Gandhi
Fue de hecho su utilización terapéutica en humanos lo que hizo célebre al abad Sebastian
Kneipp cuyos trabajos serían continuados por otros investigadores como Adolf Just -el primero
en crear, en 1896, un sanatorio en que se aplicaba la arcilla tanto de forma tópica ( de uso
externo y local) como sistémica- o, más recientemente, Raymond Dextreit, naturópata francés
autor -entre otros títulos- de El poder curativo de la arcilla (Ibis) y Nuevo tratado de Medicina
Natural , Nuestra tierra, nuestra cura (Edaf) en los que se exponen las propiedades e
indicaciones de este elemento natural.
http://naturalhygienesociety.org/int-esp/images/manual_espanol_INHS.pdf
Rafael Lazaeta en su libro La salud por la naturaleza cuenta las experiencias del doctor Adolf
Just.
El naturópata francés Raymond Dextreit afirma que la arcilla es una sustancia viva que actúa
con discernimiento y frena la proliferación de cuerpos parasitarios, microbios o bacterias
patógenas, a la vez que favorece la reconstitución celular sana. La arcilla actúa en el foco de la
enfermedad y efectúa una limpieza completa y la evacuación de elementos indeseables como
pus. Por su poder de absorción neutraliza y drena las impurezas de los tejidos, retiene todo
tipo de líquidos y absorbe los malos olores y decolora.
http://www.herbogeminis.com/usos_y_propied.html
radiaciones negativas. Según Dextreit la arcilla estimula la radiactividad de los cuerpos sobre
Lo más singular, en todo caso, es que a pesar de tantos siglos de uso y estudio aún no se
conoce con exactitud cómo actúa la arcilla en los organismos vivos.
Según los expertos su composición química no basta para explicar sus excelentes resultados en
múltiples aplicaciones terapéuticas. De ahí que algunas voces planteen la hipótesis de que la
arcilla está cargada de las energías de la Tierra y de que en esa carga reside su capacidad de
reactivar y estimular las funciones naturales del organismo.
“La arcilla -afirma por ejemplo el naturópata Michel Abehsera en La arcilla curativa (Edaf), uno
de los más fieles defensores de su utilización terapéutica- es un poderoso agente de
estimulación, transformación y transmisión.
Y eso es así porque se obtiene de la misma tierra de donde también extraemos gran parte de
nuestros alimentos”.
FUENTE DE MINERALES
Uno de los factores que hacen de la arcilla un elemento interesante desde el punto de
vascular, nervioso y respiratorio que además actúa sobre las fibras elásticas y en la
regeneración
de los tendones y la piel), magnesio (fundamental para el crecimiento de los huesos al permitir
la correcta asimilación del calcio drena además el hígado, estimula la bilis, es antiséptico y
coagulación sanguínea y en la regulación del sistema nervioso), sodio (junto al potasio regula el
TIERRA CURATIVA
Aunque aún no se han desvelado sus mecanismos de acción está comprobado que la arcilla
…se trata de uno de los más eficaces antisépticos y antibióticos que existen en
…es un poderoso desintoxicante. Posee gran potencial tanto de absorción de las impurezas
contenidas en los tejidos -y que son captadas, neutralizadas y drenadas- como de adsorción -
mediante el drenaje y eliminación de las toxinas que se encuentran en suspensión en los
líquidos orgánicos-. Además reduce la toxicidad de las sustancias dañinas y neutraliza los
venenos.
…mantiene la salud del aparato digestivo. Ingerida alivia los dolores estomacales,
…actúa como agente depurador. Como ya hemos mencionado, capta las impurezas
suspendidas en los líquidos corporales, las absorbe y ayuda a expulsarlas.
…absorbe las radiaciones nocivas. Los expertos creen -aún lo están investigando- que
la arcilla podría ayudar a proteger los organismos debilitados por la exposición continuada a
radiaciones ionizantes.
“La arcilla -explica Raymond Dextreit- tiene polaridad positiva y eso explica por qué atrae
primero y elimina después todo elemento que en el interior del cuerpo emita radiaciones
negativas”.
…ejerce una acción reguladora. Sobre el organismo en general y sobre las glándulas endocrinas
(tiroideas, suprarrenales, sexuales, etc.) en particular. Las estimula o calma según sea
necesario.
...destruye las células enfermas. “No sólo las elimina -afirma el citado naturópata
francés- sino que además estimula la reconstrucción de otras células sanas“. Esta cualidad la
convierte en un elemento interesante para el tratamiento de numerosas dolencias, entre ellas
el cáncer.
En suma, la arcilla previene, cura, descongestiona, alivia, desinflama, tonifica, calma, cicatriza,
purifica, mineraliza, absorbe y desinfecta además de revitalizar. Sin duda, un remedio natural
de lo más completo.
Como el lector sabe, la arcilla puede administrarse tanto por vía interna -ingiriéndola
oralmente- como por vía externa -mediante cataplasmas y compresas-. Para ambos usos las
conseguir un polvo aún más fino que las destinadas a uso tópico.
En cuanto a los recipientes y utensilios a utilizar para su preparación sepa que no deben
ser metálicos o de plástico sino de vidrio, porcelana o madera. Además se debe procurar que
el agua que se mezcle con la arcilla sea lo más pura posible y nunca clorada. Una vez añadida el
agua necesaria para cubrir ligeramente la arcilla (fría o tibia en función del uso que se le vaya a
dar), se deja reposar hasta que se empape y, siempre que sea posible, se expone la mezcla al
sol para que la arcilla se “recargue” con la energía solar. Si se prefiere, en el momento de la
preparación se pueden añadir otros elementos (extractos, aceites esenciales, plantas, etc.) que
refuercen aún más su acción terapéutica.
Si la va a ingerir deberá preparar con ella una especie de “leche de arcilla”. Por sus
cualidades nutritivas y energéticas basta con una dosis diaria relativamente pequeña para
obtener los beneficios terapéuticos reseñados. En casos agudos pueden aumentarse las
“La regla general -afirma Marie-France Muller, autora de Cómo cura la arcilla (RBA)- es tomar
una cucharadita diaria en el caso de los adultos y media en el caso de los niños menores de
diez años. Se disuelve en medio vaso de agua mineral sin hervir. La dosis puede aumentar a 2 o
3 cucharaditas al día en algunas infecciones intestinales o úlceras estomacales. Es preferible
tomar esta bebida inmediatamente después de levantarse o por la noche al acostarse. Lo
recomendable es hacer una primera cura de agua arcillosa muy diluida, mucho líquido y
alimentación sana durante tres semanas. Luego se suspende la toma de arcilla durante siete
días y se vuelve a empezar. Pasado un tiempo la arcilla podrá tomarse en semanas
alternativas. Esta cura puede seguirse durante meses o toda la vida”.
Por lo demás, es fácil tratarse con arcilla. Como vemos, la preparación es simple,
podemos tenerla en casa, es barata, natural, versátil, en las dosis oportunas no conlleva
peligro
Laura Jimeno
Indicaciones
Abscesos.
Acidez de estómago.
Acné.
Afecciones intestinales.
Aftas.
Amigdalitis.
Anemia.
Arrugas.
Artritis.
Arteritis.
Artrosis.
Asma.
Astenia.
Bronquitis.
Calambres.
Cálculos renales.
Cáncer.
Cansancio.
Cistitis.
Colitis.
Contusiones.
Dermatosis.
Descalcificación.
Diarrea.
Dismenorrea.
Dolores musculares.
Eccemas.
Estados depresivos.
Estreñimiento crónico.
Fibromas.
Fiebre.
Fístulas.
Flebitis.
Flemones.
Forúnculos.
Gastroenteritis.
Gingivitis.
Gota.
Hemorroides.
Hepatopatías.
Heridas.
Herpes.
Hiper o hipotiroidismo.
Hiperuricemia.
Hipotensión.
Inflamaciones locales.
Intoxicación alimentaria.
Llagas.
Lumbago.
Meteorismo.
Micosis vaginales.
Migraña.
Nefritis.
Osteoporosis.
Otitis.
Parásitos intestinales.
Piel grasa.
Piorrea.
Prostatitis.
Psoriasis.
Quemaduras.
Quistes ováricos.
Sinusitis.
Sudor excesivo.
Supuraciones.
Trastornos digestivos.
Úlceras estomacales.
Varices.
Tipos de arcilla
Los diferentes tipos de arcilla poseen en general las mismas cualidades pero en proporciones
diferentes. Esto explica que una arcilla pueda ser particularmente eficaz para una dolencia
determinada o para una persona concreta y no para otras. De ahí que se recomiende consultar
con un especialista antes de decidirse por una u otra.
Sepa, en todo caso,que las más solicitadas en los herbolarios por su versatilidad, eficacia y
disponibilidad son las siguientes:
–Arcilla verde. Es la más utilizada. La mejor es la montmorillonita o bentonita (que suele ser
verde pero que puede también ser blanca y hasta azul). Es muy rica en magnesio y contiene
silicio, potasio, cal y fosfatos, entre otros elementos. Es, a la vez, desintoxicante,
remineralizante y absorbente.
En forma de cataplasma sirve como antiinflamatorio y analgésico e ingerida calma las úlceras
de estómago y regula las funciones del intestino, entre otras propiedades.
–Arcilla blanca. También llamada caolinita. Está compuesta principalmente por silicio y
aluminio. Ingerida resulta especialmente interesante para la protección de las mucosas
gástrica e intestinal por su acción antibacteriana, antiinflamatoria y cicatrizante. Disuelve las
fermentaciones, absorbe las toxinas y ayuda a combatir el estreñimiento.
–Arcilla roja. La atapulgita -que también puede ser blanca o verde- es muy utilizada por sus
virtudes medicinales debido a su fuerte poder absorbente en curas gástricas, úlceras, colitis,
etc. El color rojo se debe a su mayor contenido en óxidos de hierro.
http://www.dsalud.com/alimentacion_numero98.htm
natural.
contrarios a su uso”.
Como sea que la arcilla resulta ser antibacteriana, o sea que destruye
tonos, rosa, amarilla, verde, etc. Todas son buenas, pero generalmente la
En los casos urgentes puede emplearse cualquier creta, pero solamente para
uso externo.
La pasta resultante debe ser bastante compacta. Se pone sobre la masa una
Esta compresa debe ser bastante más ancha que la parte que debe tratar.
Se lava bien la parte enferma con agua pura, antes de aplicar la compresa.
una pasta menos densa y se dejará la compresa durante dos o tres horas como
arcilla y la piel.
inmediatamente.
olla con agua hirviente o sobre una fuente de calor, pero nunca directamente
cuerpo.
que actúa.
maternidad.
Se pone una cucharadita de café de este polvo en medio vaso de agua, por la
prepara por la mañana , para beberla por la noche, un cuarto de hora antes
de la cena.
estreñimientos pertinaces.
El hombre es un ser natural, hecho físicamente de los mismos elementos que forman la
naturaleza, aire, agua, tierra, fuego, ahora mejor conocidos en las terapias alternativas como
agentes curativos. La naturaleza tiene un poder curativo que ha sido heredado por el hombre,
este principio fue muy claro para El Sabio de Cos, Hipócrates, quién en su Doctrina sobre la
salud, hizo una recopilación de los preceptos que eran del dominio común, y que en la
actualidad nos sirven de recordatorio para no perder la perspectiva.
1) “Sólo la naturaleza cura” (la palabra Curar, es una voz latina que significa; cuidar, proteger,
conservar, renovar, restablecer, reponer, restaurar)
Ante todo es importante saber que la enfermedad es un proceso natural que surge cuando el
cuerpo pierde su equilibrio.
La medicina formal detecta anomalías, las ataca y se limita a contrarrestar los síntomas
utilizando métodos invasivos con medicamentos químicos, que provocan efectos colaterales
en ocasiones irreversibles.
También existen testimonios históricos del empleo de la tierra con fines medicinales en la gran
mayoría de las culturas antiguas. En la historia contemporánea, la recuperación del valor
medicinal de la arcilla emerge con fuerza a mediados del siglo XIX en Europa Central,
especialmente en Suiza y Alemania, de la mano de naturistas e higienistas, que investigan los
múltiples usos la arcilla. Entre los más destacados tenemos a: Kneipp, Khunne, Just; Felke,
Julius Stumpf y otros además fue en ésta época que dejando a un lado las cualidades un tanto
mágicas que se le atribuían, se hizo un análisis científico y se abordó de forma seria y
sistemática su aplicación terapéutica.
Se utilizó con éxito en el tratamiento de heridas, contra el cólera asiático, la gangrena, la
tuberculosis, en algunos lugares de Francia se utilizaba como resolutivo contra las quemaduras
de primero hasta de tercer grado, también para neutralizar venenos, e incluso en la primera
guerra mundial se suministraba arcilla a los soldados rusos y franceses para evitándoles
contraer la disentería.
En 1946 Mahatma Gandhi cita en su obra La Curación Natural un capítulo dedicado al uso de la
tierra como elemento curativo.
Así, pues, ¿qué es la arcilla?, ¿qué la hace tan especial? ¿Cómo logra resultados tan
sorprendentes?
Caolita o caolín de color blanco, es la arcilla de mayor pureza. Empleada a menudo por vía
interna en forma de agua arcillosa, bactericida y protectora de la mucosa gástrica e intestinal.
Y fabricación de vajillas, lozas y refractarios; se le conoce como “tierra de porcelana”
Bentonita: arcilla de origen volcánico. Tiene gran poder de absorción, a nivel terapéutico se
utiliza como soporte de medicamentos y cosméticos al favorecer la penetración de principios
activos a través de la piel, sustituyendo de forma ventajosa a la lanolina y la vaselina, se la
incorpora en ciertos jabones en los cuales mejora su emulsión y poder espumoso. En la
industria se utiliza como barro de perforadora, para la fabricación de explosivos, y para
purificar aceites vegetales y margarinas grasas.
Illita: rica en calcio, a nivel terapéutico es muy apropiada para los traumatismos y contusiones
por su gran poder de absorción. Se emplea en la fabricación de ladrillos y alfarería.
Atapulgita: además de aluminio contiene hierro, por su poder absorbente se indica para
úlceras gástricas, colitis, gastritis, hiperácidez, a nivel industria para fabricar camas para gatos.
PROPIEDADES DE LA ARCILLA:
Remineralizarte: esta propiedad varia en función de los oligoelementos que posee, siendo
algunas clases de arcillas más remineralizantes que otras.
Cicatrizante: asegura la regeneración de los tejidos y permite reducir las cicatrices gracias al
silicato de aluminio que existe en su composición.
Cubriente: la arcilla humedecida forma una película en la superficie de la piel, siendo suave,
cremosa y de fácil extensión. Hemos de recordar que una de las cualidades más destacadas de
la arcilla es su plasticidad (capacidad para ser moldeada) y fue por esta cualidad que, según la
Biblia, Dios la eligió para dar forma al cuerpo del hombre.
Sedante: calma dolores, inflamaciones, edemas y úlceras, siendo muy eficaz en el tratamiento
de golpes, heridas, quemaduras, picaduras e irritaciones así como en contracturas musculares.
Poder radiactivo y revitalizador. Según los especialistas, la arcilla tiene dos radiaciones
naturales; la radiación solar y la de los componentes que forman el terreno donde se
encuentra. Según Romolo Mantovani, “cuando se afirma que la arcilla es radioactiva,
entendemos con esto que, su poder de absorción, ha captado la radioactividad del sol
(magnetismo, electricidad, energía), del agua y del aire, y que puede , en consecuencia,
irradiarlas sobre el órgano enfermo, transmitiéndole vitalidad y fuerza”.
Según relata el biólogo Guiseppe Ferraro, tras el desastre ocurrido en la central nuclear de
Chernóbil (ucrania) en abril de 1986, un investigador italiano dividió a las vacas en dos grupos;
al primer grupo les dio de comer heno radiactivo y al segundo grupo, también heno radiactivo
junto con arcilla. Este segundo grupo eliminaba en 24 horas el 80% de la radiactividad. Con
esto confirma el beneficioso efecto regulador y equilibrante de la arcilla. Raymond Dextreit
escribió: “parece que la arcilla posee, entre otras, la propiedad de estimular la radiactividad de
los cuerpos sobre los que se aplica si esta es deficitaria, o de absorverla si es excesiva”. Por ello
cuando no puede evitarse un tretamiento de radioterapia, señala, la aplicación de arcilla entre
sesión y sesión facilita la aceptación del mismo por el paciente y evita quemaduras cutáneas.
El profesor Juno estima que la acción positiva de las tierras medicinales sobre el intestino se
debe en parte al hecho de que los mohos del suelo se desarrollan fácilmente en el ambiente
cálido y húmedo que encuentran en el intestino.
Dextreit está seguro de los poderes antisépticos y antibióticos de la arcilla, se sabe que la tierra
contiene gran cantidad de mohos (hongos microscópicos) utilizados en la fabricación de
algunos antibióticos como la penicilina, en el caso de la arcilla no actúa específicamente sobre
una o más variedades de bacterias; más bien previene su proliferación reforzando las defensas
del organismo.
Otro argumento a su favor es que se trata de un recurso económico y asequible, que puede
obtenerse con relativa facilidad por su amplia distribución geográfica y su sencilla aplicación.
Para este fin la geoterapia nos ofrece varias alternativas de uso que describimos a
continuación:
Métodos de aplicación externa; como las compresas y las cataplasmas, que en general si hay
inflamación son más beneficiosas si se aplican frías. (Mencionar indicaciones con tablas).
Otra alternativa de uso es por vía oral arcilla bebida y enjuagues y gárgaras, en esta técnica
aunque la absorción intestinal de algunos de los componentes de la arcilla puede tener efectos
terapéuticos, normalmente la arcilla que se administra diluida por vía oral basa su acción
curativa en la gran capacidad de adsorción que tienen sus partículas. La dosis recomendada es
una cucharadita de arcilla en medio vaso de agua, media hora antes de cada comida (depende
de que tipo de afección se trate, serán las veces que se tome).
La arcilla en uso interno resulta de gran utilidad para el tratamiento de diversas afecciones de
la boca, del estómago e intestinos. Ahora bien, debe utilizarse con moderación, pues su abuso
pude impedir la absorción de determinados nutrientes como la grasa, y provocar desnutrición
y delgadez.
En conclusión podemos decir que: en los últimos tiempos se esta consolidando una medicina
natural con firmes bases científicas, impulsada por la investigación acuciosa de prestigiados
naturistas.
En esta medicina, basada en el conocimiento del cuerpo humano, sus potencialidades y sus
mecanismos defensivos y regenerativos, se pueden utilizar una gran variedad de remedios
naturales estructurados con criterios racionales y científicos.