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La cultura y la autogestión...

¿una especie en
extensión?

La problematización de los principales


determinantes de la viabilidad socioeconómica
de los emprendimientos culturales asociativos
autogestionados.
ÍNDICE

1. INTRODUCCIÓN.
2. MARCO TEÓRICO.
2.1. Autogestión.
2.2. Cultura.
2.3. Viabilidad.
3. MARCO METODOLÓGICO.
4. ANÁLISIS.
4.1. Viabilidad social.
4.2. Viabilidad económica.
5. REFLEXIONES FINALES.
6. ANEXOS: ENTREVISTAS.
6.1. La Mojigata.
6.2. Bizcocho Rengo.
6.3. Coro Decantarte.
6.4. Grupo Teatral Durazno.
6.5. Asociación Literaria Perfiles de Salto.
6.6. Proyecto Cilíndrico.
6.7. Entrevista Paulo Peixoto.
6.8. Entrevista Jorge Bertullo
1. INTRODUCCIÓN.

La motivación de este grupo comienza con una primera aproximación a la temática en el


marco del curso de cooperativismo de la UEC en el 2008, y se consolida como grupo de
investigación con la presentación al Programa de Iniciación a la Investigación para
estudiantes de la UdelaR hacia finales del mismo año.

En el curso, nos enfocamos en analizar los factores determinantes de la viabilidad


socioeconómica de emprendimientos autogestionados con carácter cultural. Nos centramos
tanto en los aspectos que permiten que un emprendimiento de estas características sea
económicamente sustentable, como en aquellos que posibilitan al mismo su funcionamiento
como grupo social y el cumplimiento de los objetivos que lo impulsaron.

En esta investigación profundizaremos sobre el modelo de autogestión considerando las


particularidades que hacen a las dinámicas de los emprendimientos culturales, con el
objetivo de identificar algunos elementos que nos permitan problematizar sobre los factores
que hacen a la viabilidad socioeconómica de los mismos. Nos motiva profundizar al
respecto ya que nos inquieta la escasa investigación existente en relación a este tema,
siendo la cultura una dimensión fundamental a la hora de pensar en el desarrollo de una
sociedad.

En una primera instancia, definiremos algunos conceptos clave sobre como lo son, el
concepto de autogestión, cultura, y viabilidad tanto social como económica, y la
metodología que utilizaremos en esta investigación.

En segundo lugar, realizaremos un análisis de los emprendimientos en base a los conceptos


anteriormente definidos, enfocándonos en algunas preguntas guías:

• En cuanto a la viabilidad social: ¿Cómo es el vínculo entre los integrantes? ¿Han


existido conflictos en el grupo? ¿Cómo los solucionaron? ¿Cómo repercutió en la
dinámica del grupo? ¿Cómo toman las decisiones? ¿Tienen algún tipo reglamento
interno?
• En cuanto a la viabilidad económica: ¿Existe algún aporte de los integrantes al gru-
po? ¿Tienen o han tenido algún crédito? ¿Logran cubrir los costos? ¿Logran distri-
buirse utilidades? ¿Está dentro de sus objetivos obtener utilidades?

Por último, plantearemos algunas reflexiones finales que entendemos se desprenden de


nuestro análisis, posibilitando el abordaje de futuras líneas de investigación, sin ánimo de
pretender agotar la temática.
2. MARCO TEÓRICO

2.1. Autogestión

Resulta difícil restringirse a una única definición de autogestión, por lo que en el presente
trabajo intentaremos un acercamiento al concepto a través de algunas acepciones que, a
criterio del grupo, resultan las más adecuadas.

En primer lugar, citaremos a Paulo Peixoto de Albuquerque, sociólogo brasileño, el cual


define la autogestión como “el conjunto de prácticas sociales que se caracteriza por la
naturaleza democrática de las tomas de decisión, y que favorece la autonomía de un
colectivo”. El autor afirma que esto conlleva, “en un ejercicio de poder compartido, que
califica las relaciones sociales de cooperación entre personas y/o grupos,
independientemente del tipo de estructuras organizativas o actividades, dado que expresan
intencionalmente relaciones sociales más horizontales”.

A su vez, el sociólogo realiza una distinción dentro del propio concepto incorporando
cuatro dimensiones: social, económica, política y técnica, dándole de esta manera un
carácter multidimensional. Esta característica es lo que lleva a pensar la autogestión como
algo más que una simple modalidad de gestión.
En este sentido Peixoto define:
• Dimensión social: como resultado de un proceso capaz de engendrar acciones y
resultados aceptables para todos los individuos y grupos.
• Dimensión económica: sistema de relaciones sociales de producción, que
privilegian el factor trabajo ante el factor capital
• Dimensión política: favorecer la toma de decisiones democrática y colectiva,
garantizando el respeto de los roles y el desempeño de los mismos dentro de la
organización.
• Dimensión técnica: referida a otras formas de organización y división del trabajo.

Una afirmación clave que este autor realiza, es el hecho de la significación del concepto de
autogestión como una nueva modalidad de gestión autónoma del conjunto social, que nos
remite a formas radicales de organización de la economía, de la educación y de la política.
En éstas, las decisiones concernientes al futuro del grupo son tomadas directamente por los
participantes, donde el colectivo dentro de cada actividad específica posee todas las
atribuciones. En este sentido el autor identifica dos determinaciones esenciales del concepto
de autogestión que parece necesario resaltar: “superar la distinción entre quien toma las
decisiones y quien las ejecuta” y la “autonomía decisoria de cada unidad de actividad”

Por otro lado, Leonel González Díaz señala el amplio poder decisorio del colectivo,
definiendo a su vez, la autogestión como un concepto que surge de: “los anhelos ancestrales
del ser humano consciente, de necesitar y desear participar en todas las decisiones que
puedan afectar su vida, es un modelo que privilegia la autonomía, la creatividad, la
responsabilidad, el colectivismo y la acción de los trabajadores y todo el pueblo, que son
los reales creadores de las riquezas de la nación”.
La nueva forma de trabajo autogestionaria se caracteriza porque la propiedad de los medios
de producción es colectiva, la gestión de la producción es democrática y el excedente se
distribuye de acuerdo con la opinión del colectivo.

El carácter radical expresado en su obra “Socialismo y Autogestión” surge de la idea de que


en el sistema capitalista estas formas de socialización no pueden alcanzar su pleno
desarrollo. Afirma que es en el Socialismo donde estas formas pueden mostrar todas sus
potencialidades, si cuentan con apoyo del Estado y se les libera de todas las trabas que le
interpone la burocracia en su lucha por subsistir e imponerse en el sistema socialista.

En este mismo sentido, Mendizábal y Erraste (2008 UPV) se refieren a la idea de


“aproximación dinámica” de la autogestión en un doble sentido. Por un lado, se trata de un
proceso transformador de las relaciones productivas que cuestiona las estructuras existentes
de división del trabajo en trabajo intelectual y trabajo manual y por otro lado, estamos
frente a un proceso que logra articular los emprendimientos productivos de forma tal que se
constituyen en una dimensión “supra empresarial”.

2.2. Cultura

Consideramos necesario conceptualizar algunos términos que analizaremos en el desarrollo


de esta investigación ya que la misma se ocupa de proyectos que, entre sus características,
se definen por trabajar la cultura en su sentido amplio, así como la producción cultural de
bienes intangibles.

En una primera instancia, vamos a desarrollar algunas ideas al respecto de qué entendemos
por cultura. Nos inclinamos hacia algunas definiciones de cultura que consideramos se
ajustan más a la concepción tanto del grupo, como de los objetivos de los diferentes
emprendimientos culturales a los que nos hemos acercado. Así la cultura puede ser definida
como el conjunto de todas las formas y expresiones de una sociedad determinada. Desde
otro punto de vista se puede decir que la cultura, es toda la información y habilidades que
posee el ser humano.

La Real Academia Española nos acerca a este concepto definiendo más concretamente la
cultura como el conjunto de conocimientos que permite a alguien desarrollar su juicio
crítico, como el conjunto de modos de vida y costumbres, conocimientos y grado de
desarrollo artístico, científico, industrial, en una época, grupo social, etc.

Por otro lado la Unesco en 1982 amplía aún más este concepto y declara “que la cultura da
al hombre la capacidad de reflexionar sobre sí mismo. Es ella la que hace de nosotros seres
específicamente humanos, racionales, críticos y éticamente comprometidos. A través de
ella discernimos los valores y efectuamos opciones. (…) el hombre se expresa, toma
conciencia de sí mismo, se reconoce como un proyecto inacabado, pone en cuestión sus
propias realizaciones, busca incansablemente nuevas significaciones, y crea obras que lo
trascienden”.1

1
Unesco. Declaración de México, 1982
Es interesante mencionar también la noción de cultura que realiza el diccionario de
filosofía, el en cual se define desde dos significados fundamentales: el primero y más
antiguo la entiende como la formación del ser humano, su mejoramiento y
perfeccionamiento; mientras que el segundo hace referencia al producto de esta formación,
conocido como “el conjunto de los modos de vivir y de pensar cultivados, civilizados,
pulimentados a los que se suele dar también el nombre de civilización”2.

Ahora bien, el tema de la promoción cultural, tampoco puede dejarse lado, la promoción
cultural se da a través de la construcción de nuevos espacios que invitan a la sociedad a
compartir su gestión. La encontramos vinculada a la apertura de nuevas posibilidades en la
adquisición de bienes culturales, que amplían las perspectivas educativas, laborales, de ocio
y de participación social.
En este sentido nos planteamos la siguiente interrogante: ¿Desde donde se promueve la
cultura?
En este contexto, consideramos que la cultura se promueve desde diversos ámbitos,
formales o no. Entre ellos existen los institucionalizados por las políticas públicas como los
Centros Culturales e instituciones similares. Precisamente, los Centros Culturales son
espacios donde se expresan las más diversas manifestaciones culturales del lugar.
Desde los Centros Culturales se estimula a “producir cultura” porque se cuenta con
recursos económicos y principalmente porque se asegura al autor un lugar adecuado para
que su producción llegue a los destinatarios en las salas de teatro o cine, de exposiciones.3
Existen en nuestro país, diferentes ámbitos desde los cuales se promueven los proyectos
culturales, los cuales nos interesa mencionar. Estos pueden separase de acuerdo al órgano
que los lleva adelante o financia, en este sentido contamos con instituciones no estatales,
como los son por ejemplo, el Ateneo de Montevideo, el Centro comunitario Dodecá, el
Proyecto Antiteatro Cilíndrico, así como la Asociación Literaria Perfiles de Salto. Por otro
lado, dentro de los estatales contamos con los centros MEC que se viene desarrollando en
Montevideo y en muchas capitales del interior del país, así como la promoción realizada
desde los distintos gobiernos departamentales.

2.3. Viabilidad

En términos generales viable “se aplica a las cosas que por sus circunstancias tienen
probabilidades de ser realizadas”4. El concepto de viabilidad por tanto, hace referencia a la
idea de existir, de tener vida. “En términos empresariales, significa la posibilidad de
integrarse en las dinámicas de competencia en forma exitosa, esto es, un funcionamiento
saneado, con proyección, crecimiento y bienestar de sus trabajadores.”5 Es decir, como
primer paso, al enfrentarse a un proyecto, antes de llevarlo a cabo es necesario evaluar la
conveniencia o posibilidad de su realización y su mantenimiento en el tiempo.

2
Abaggnano, N. “Diccionario de Filosofía”. Fondo de Cultura Económica, México.1961
3
Perazza, Javier. “Un arte necesario”. En: Vientos del Sur. Revista trimestral del Centro Cultural Florencio
Sánchez. Año 1. Nº1. Montevideo, diciembre 1998.
4
Diccionario Kapelusz de la Real Academia Española.
5
J. Bertullo. “La asociatividad en las unidades económicas cooperativas”, 1999.
Profundizando en este concepto, encontramos dos dimensiones que la caracterizan: la
viabilidad social y la viabilidad económica, las cuales no se conciben desligadas.

En cuanto a la dimensión social del concepto, haremos referencia a los cinco elementos que
plantea J. Bertullo, que hacen a la viabilidad social de un emprendimiento asociativo:
• Capacidades específicas: conocimiento de la tarea.
• Involucramiento de los socios.
• Claridad y pertinencia del marco regulatorio de la organización.
• Funcionamiento orgánico formal e informal.
• Mecanismo de tratamiento y resolución de conflictos.

Este tipo de análisis respecto a la viabilidad hace referencia a lo perdurable del proyecto
hacia la interna, en el sentido de los lazos y vínculos que se forman dentro del
emprendimiento en si, y con sus integrantes. La existencia de esta relación resulta
inevitable dentro de cada grupo o cooperativa, y además es propiciada por la dinámica
misma, así como conducida para un mejor desarrollo del mismo.

En relación a la viabilidad económica la entendemos como la condición que evalúa la


conveniencia de un sistema, proyecto o idea, atendiendo a la relación que existe entre los
recursos empleados para obtenerlo y aquellos de los que se dispone.

En muchas ocasiones, los recursos de los que se dispone para evaluar la viabilidad
económica vienen determinados por los que produce el propio sistema, proyecto o idea que
se está evaluando, realizando un análisis de rendimiento o rentabilidad interna.

De esta manera, se enfrenta lo que se produce con lo que se gasta, en términos económicos.
Para que este nuevo proyecto, sistema o idea goce de plena viabilidad, debe cumplir con los
requisitos establecidos al momento de hacer el estudio y complementarlo con la necesidad a
ser cumplida o llevada a cabo.

“La evaluación de proyectos implica un análisis multidimensional. Esto es así porque


siendo varios los objetivos que se buscan alcanzar, las técnicas de evaluación deberían
priorizar las inversiones en función de criterios múltiples adecuadamente ponderados.
Sin perjuicio de lo anterior, cuando el enfoque es el de la empresa privada actuando en un
sistema económico capitalista, la medida fundamental del mérito de un proyecto es su
valor económico, expresado en términos de su capacidad de producir utilidades.”6

El proceso productivo en términos generales, consiste en la transformación de insumos (por


ejemplo materia prima), a los que se les generará valor agregado a través del empleo de los
factores capital y trabajo, para obtener un producto que será distribuido y por el cual se
percibirá un ingreso.

Para que un emprendimiento sea económicamente viable, debe llegar al punto de equilibrio,
el cual se logra cubriendo los costos de los insumos y la retribución de los factores, con los
ingresos percibidos por la venta o difusión del bien o servicio. Para que pueda crecer y

6
Porteiro, J. “Proyectos de Inversión” Tomo II. FCU, 2ª Edición,1994.
desarrollarse, además de lograr el punto de equilibrio debe generar un excedente económico
que permita reinvertir en él. De esta manera nos estamos asegurando la cobertura del
proyecto, sus impactos (beneficios o perjuicios) y su efectividad en la relación con algunas
de las variables económicas.

“Esta preocupación por la productividad del capital pone de manifiesto que la empresa
tiene una meta lucrativa, lo que no implica necesariamente que los proyectos deban ser
examinados exclusivamente desde ese mismo punto de vista, factores sociales, humanos,
ecológicos, condiciones de seguridad y de prestigio, intervienen en la selección de los
proyectos.”7

Del mismo modo, la viabilidad de los proyectos asociativos se evalúa desde una perspectiva
multidimensional. De su viabilidad económica depende su persistencia en el tiempo y con
ello la posibilidad de cumplir sus objetivos, que van más allá de la acumulación de
ganancias como un fin en sí mismo.

Ma. Jesús Vara, en su artículo “¿Qué significa hoy la reforma de la empresa?" 8, señala en
este sentido que si bien es importante el ingreso monetario, no es la única pretensión en este
tipo de emprendimientos. Existen también “los ingresos llamados no tangibles” los cuales
pueden ser: un buen ambiente laboral, mayor tiempo libre, la satisfacción de compartir la
toma de decisiones, la promoción cultural, las relaciones interpersonales, entre otros.

De este modo, dentro de las cooperativas, existen características básicas del funcionamiento
como el trabajo en equipo, la solidaridad y la horizontalidad en la toma de decisiones. Esto
último especialmente, genera una dinámica a la interna del emprendimiento totalmente
distinta al de las empresas privadas, generando una participación directa de los
emprendedores y haciéndolos responsables de sus decisiones.

3. MARCO METODOLOGICO

Ahora bien, desde el punto de vista puramente científico, la investigación es un proceso


metódico y sistemático dirigido a la solución de problemas o preguntas científicas,
mediante la producción de nuevos conocimientos, los cuales constituyen la solución o
respuesta a tales interrogantes.

La investigación, de acuerdo con Sabino, se define como “un esfuerzo que se emprende
para resolver un problema, claro está, un problema de conocimiento”9, por su lado Cervo
y Bervian la definen como “una actividad encaminada a la solución de problemas. Su
Objetivo consiste en hallar respuesta a preguntas mediante el empleo de procesos
científicos”10.

7
Ibidem.
8
Colomer Viadel, A. (coord.) “Sociedad solidaria y desarrollo alternativo”. Ed. Fondo de Cultura Económica.
México.1993
9
Sabino, C. El Proceso de Investigación. Caracas.1992. Pág.47.
10
Cervo, A. Bervian, L. Metodología científica. Brasil. 1983. Pág. 52.
Cabe señalar que el tipo de investigación que se llevo adelante fue de carácter exploratoria.
La investigación exploratoria, es aquella que se efectúa sobre un tema u objeto desconocido
o poco estudiado, por lo que sus resultados constituyen una visión aproximada de dicho
objeto, es decir, un nivel superficial de conocimiento. El objetivo primordial de este tipo de
investigación es facilitar una mayor penetración y comprensión del problema que enfrenta
el investigador.

En lo referente a las técnicas metodológicas recurrimos a aquellas de carácter cualitativo.


En esta oportunidad se utilizo la técnica de la entrevista, entendiendo a la misma como “un
evento dialógico, propiciador de encuentros entre subjetividades que se conectan o
vinculan a través de la palabra permitiendo que afloren representaciones, recuerdos,
emociones y racionalidades pertenecientes a la historia personal, a la memoria colectiva y
a la realidad socio-cultural de cada uno de los sujetos implicados”. 11 Nos exige el
desarrollo de la capacidad de la escucha, para captar los mínimos detalles y la capacidad
dialogante. Esta técnica es un instrumento que nos permite obtener e intercambiar
información, siendo una herramienta fundamental para el ejercicio profesional. En la
entrevista como instancia de interacción se distinguen dos roles diferentes: el entrevistador
– quien guía la entrevista en función del motivo de la misma - y el entrevistado – quien
brinda la información solicitada.

Una de las modalidades que se utilizó fue la entrevista abierta, sin cuestionario o pauta de
preguntas preestablecidas. Esta técnica de carácter cualitativo pretende ser un espacio
comunicacional, donde entrevistado y entrevistador interaccionan mediante formas de
lenguaje hablado, corporal, gestos y actitudes, conformando un conjunto de mensajes que
nos permiten “descifrarnos” mutuamente.12 El entrevistador debe ir desarrollando la
escucha activa y la empatía hacia el otro, en un clima de respeto mutuo. Esto quiere decir
que vamos construyendo el espacio con la otra persona, construcción que requiere de un
vínculo de confianza y se va convirtiendo en una relación que nos personaliza a ambos. Al
momento que se hace posible, que emerjan las representaciones del entrevistado.

Se emplearon preguntas abiertas, siendo “entrevistas no estructuradas que dejan mayor


libertad a la iniciativa del entrevistado y del entrevistador, quien puede preparar
simplemente una lista de preguntas sobre temas o asuntos generales o específicos, de
acuerdo a los propósitos de su entrevista.” 13Otra técnica utilizada fue la entrevista a
profesionales e informantes calificados, entre ellos Bertullo, Peixoto. El instrumento que se
utilizó para realizar esta técnica fue la formulación previa de pautas de entrevista. En las
mismas se tuvo en cuenta los objetivos perseguidos como forma de orientar nuestra
investigación. A su vez se hizo una selección de los entrevistados en función de la temática
de interés, ya que estos nos proporcionaron información y herramientas para nuestra
investigación.

11
Vélez Restrepo, Olga. Capítulo III. La caja de herramientas: mutaciones dialogantes, o de lo positivo a lo
interactivo. En: “Reconfigurando el Trabajo Social: Perspectivas y Técnicas Contemporáneas”. Colombia.
Pág. 104.
12
Brandâo, Carlos. s/d “Descifrando Misterios”. Repartido Nº 35.
13
Cáceres, Leticia y otros. “La entrevista en Trabajo Social”. Cap. IV. Propósitos y Modalidades de la
Entrevista. Editorial Espacio. Buenos Aires, 2000. Pág. 42.
Para el registro de las entrevistas se recurrió a dos modalidades diferentes: grabación y
registro escrito. Este último se realizó de forma exclusiva en el caso en que el entrevistado
así lo solicitó y como modalidad complementaria a la grabación. Todos los casos implican
una transcripción de la entrevista del lenguaje oral al escrito, que según Bourdieu 14 toda
transcripción es una traducción y hasta una interpretación de la misma. En la tarea de
transcripción se dan dos “coacciones” distintas que pueden resultar en cierta forma
bastantes contradictorias. Por un lado se encuentra la exigencia de la fidelidad, esta se
refiere al objetivo o intento de expresar de manera lo más parecida y fiel posible lo
manifestado por el entrevistado. Pero, por otro lado, esta aspiración se ve perjudicada por la
exigencia de legibilidad, relacionada a las reglas y limitaciones del lenguaje escrito que
imposibilitan que a través de la escritura y transcripción se puedan expresar elementos
fundamentales del discurso, como pueden ser los gestos, la voz, el ritmo, etc.

Otra de las técnicas utilizadas es la revisión de fuentes de información secundaria y revisión


bibliográfica, la primera “engloba tanto datos brutos elaborados por distintos organismos
(públicos o privados) para sus propios propósitos, como los proporcionados y analizados en
distintas publicaciones”15; mientras que la revisión bibliográfica implica la búsqueda de
“investigaciones teóricas y empíricas sobre el tema concreto de estudio”16.

Para finalizar es importante destacar la utilidad de ciertas instancias informales que, si bien
no forman parte de estos procesos metodológicos formales, sirvieron como insumos para
una mayor comprensión de esta realidad.

14
Bourdieu, Pierre: “La miseria del mundo”. Argentina, Editorial Akal, 1999. Pág 540.
15
Cea D´ancona, María Ángeles: “Metodología cuantitativa: estrategias y técnicas de investigación social”,
Editorial Síntesis, Madrid 1996. Capítulo 6, pág. 222
16
Ibidem, pág. 219.
4. ANÁLISIS.

El análisis se centrará en entrevistas realizadas a emprendimientos que desarrollan


actividades culturales: Murga Cooperativa La Mojigata, Banda Bizcocho Rengo, Coro
Decantarte, Grupo Teatral Durazno, Asociación Literaria Perfiles de Salto, y agentes
calificados en el tema (Paulo Peixoto, Jorge Bertullo).

4.1. EN CUANTO A LA VIABILIDAD SOCIAL

• Vínculo entre sus integrantes y sentido de pertenencia

Los emprendimientos entrevistados fueron especialmente enfáticos en el rol que juega en la


viabilidad del emprendimiento la solidez del grupo. Vemos esto como una característica
particular de los emprendimientos autogestionados, en los que cada individuo juega un rol
único en el colectivo que es fundamental preservar, ya que de ello depende su existencia.

Analizando algunas de las entrevistas, una de las características comunes que se manifiesta,
es el hecho de que los integrantes se conocen previamente a comenzar con el
emprendimiento. Consideramos que este es uno de los factores que fortalece el sentido de
pertenencia y el compromiso con el mismo.

Otro factor que incide, es el trabajo hacia la unidad del grupo, en lo que hace a la
horizontalidad en la toma de decisiones. La preocupación por la inclusión de todos los
integrantes en los lugares de decisión y participación, genera un sentido de pertenencia en
los integrantes del proyecto, porque son parte fundamental de la vida cotidiana del
emprendimiento, apropiándose de él.

Un reflejo de esto se plasma en la entrevista realizada a uno de los murguistas de La


Mojigata: “El destino de la murga pasa por todos”. En cuanto a los integrantes de la banda
Bizcocho Rengo, se conocen desde la escuela y ya en ese entonces estaba presente la idea
de formar una banda, que se consolida en el 2007. En la transcripción de la entrevista al
Grupo Coral de Decantarte, se refleja el sentido de preservación del grupo: “quienes se
incorporan son conocidos de otros integrantes… entre todos deciden si aceptan o no al
interesado en unirse.”A su vez, si bien hoy en día el grupo Teatral de Durazno no está
funcionando, algunos integrantes del mismo entienden que las relaciones interpersonales en
el emprendimiento son importantes para la construcción de la viabilidad.

• Los procesos de toma de decisión.

En el marco teórico señalamos que ser parte de un emprendimiento autogestionado implica


horizontalidad en la toma de decisiones y democratización de la información entre todos los
miembros del proyecto. Estas decisiones al ser tomadas en forma grupal, encuentran una
solidez mayor que las decisiones impuestas. Al conocer los emprendimientos de nuestra
investigación, confirmamos este supuesto. Observamos que existe una relación entre la
distribución de roles y la toma de decisiones. Es así que la separación de roles en los
emprendimientos, se da asociada a las cualidades personales. Ser parte de un colectivo no
implica anular las individualidades, sino optimizar las capacidades de cada uno en pos del
grupo. De esta manera, cae la idea de que en este tipo emprendimientos, “todos hacen todo”
y que en ello radica la horizontalidad.

En La Mojigata, los procesos de toma de decisión tienen un lugar muy importante en la


dinámica grupal. Existe un esfuerzo particular, según percibimos en las entrevistas, para
lograr este objetivo, el cual implica un trabajo cotidiano que no siempre es sencillo. Esto
tiene como consecuencia una dinámica propia que busca democratizar la información entre
todos los participantes, dando lugar a procesos de intercambio a partir de los cuales obtener
decisiones colectivas. Por otra parte, en la murga, las decisiones se toman en las reuniones
periódicas, las cuales son más frecuentes a medida que se acerca el carnaval. Allí se toman
la mayoría de las decisiones que hacen a la murga, tanto en lo artístico como lo relacionado
a la gestión. Hace unos años surgió frente a las dificultades en la toma de decisiones, la
necesidad de crear una comisión directiva integrada por tres miembros electos por un año.
Por su parte, Bizcocho Rengo define a la organización como “bastante caótica”, y no
presentan estructuras claras de toman de decisión. A su vez, en la Asociación Literaria
Perfiles de Salto, el principal mecanismo de toma de decisiones es mediante una asamblea
que se reúne frecuentemente, decidiendo las cosas entre todos. Poseen personería jurídica,
por lo que debe existir un Presidente y un Secretario, pero en los hechos la que decide es la
Asamblea.

• La resolución de conflictos.

Este tipo de emprendimientos son particularmente vulnerables a los conflictos internos


presentes en toda dinámica grupal, por lo que se hace necesario el contar con mecanismos
de resolución de los mismos. Esto guarda relación con lo subjetivo de los grupos, es decir,
habilitar maneras para que cada miembro se sienta parte y encuentre respaldo del resto.

Por ejemplo la Mojigata, decidió la creación de un fondo de reserva generado por lo


percibido en las actuaciones, una parte del cual se podía dar en préstamo para cubrir
necesidades de los miembros de la cooperativa. Esto refleja la importancia que en los
emprendimientos asociativos tiene cada individuo y la voluntad del grupo de asegurar su
permanencia y bienestar. El uso de este fondo no fue sencillo, generando algunos
problemas que llevaron a la necesidad de reglamentarlo, dando cuenta de la capacidad del
grupo de integrar sus conflictos y reorganizarse a partir de ellos. Los integrantes de la
banda Bizcocho Rengo nos plantean que existieron algunos conflictos que se resolvieron
por la partida de un integrante del grupo. En la entrevista con un integrante de la
Asociación Literaria Perfiles de Salto, nos transmiten con no consideran que existan
conflictos significativos en el grupo.

4.2. EN CUANTO A LA VIABILIDAD ECONÓMICA

En términos generales, percibimos que estos emprendimientos culturales plantean la


voluntad de dirigirse hacia la autonomía financiera, teniendo esto como trasfondo una
perspectiva ideológica. Podríamos decir que un proyecto de autogestión que no se dirija
hacia la autofinanciación, correría el riesgo de desaparecer o perder su autonomía, ya que el
ente o persona que financie el proyecto tendría la potestad de decirle al grupo
autogestionado qué es lo que debe hacer, dirigir su accionar, influir en sus objetivos.
Entendemos que la autonomía es una característica de la autogestión, y al decir de Robert
P. Wolf, “El individuo autónomo, en la medida en que lo es, no está sujeto a la voluntad de
otros. Puede hacer lo que el otro diga pero no porque se lo hayan dicho. Por lo tanto es
una persona libre en sentido político.”17 Es decir, prima en este sentido la libertad de
elección del colectivo. En nuestro encuentro con Peixoto, comprendimos que la idea de
libertad se encuentra asociada a la capacidad de optar por “otras lógicas” que son distintas
de las lógicas de mercado, de enriquecimiento, de competencia.

La Mojigata se financia en parte mediante sponsors, no permitiendo que éstos condicionen


los contenidos que abordan, limitando así su libertad de expresión. Si bien comenzó siendo
deficitaria, luego los miembros de la cooperativa pudieron percibir un ingreso por las
actuaciones, el cuál ha ido aumentando a medida que la murga va creciendo. Desde el
comienzo, la distribución de lo percibido por ellos fue distribuido en partes iguales para
todos sus miembros.

La banda Bizcocho Rengo obtiene sus ingresos a través de toques, demos, y auspiciantes.
Sin embargo, no ha logrado consolidar la independencia financiera, debiendo realizar
aportes a la cooperativa y contando con acreedores varios. El objetivo principal en este
sentido es el de poder cubrir los costos de funcionamiento, no descartando la posibilidad en
un futuro de que el emprendimiento genere algún ingreso para distribuir utilidades entre sus
integrantes.

A su vez, el Coro Decantarte cubre sus escasos costos de funcionamiento a través de


aportes mensuales en efectivo de sus integrantes, no existiendo otros canales de ingresos ya
que sus presentaciones suelen ser gratuitas. La generación de utilidades para redistribuir
entre sus integrantes no parece estar entre los objetivos del grupo. En este sentido, la
permanencia en el tiempo de este emprendimiento no se vería amenazada por factores
económicos.

El Grupo Teatral Durazno financiaba sus actividades a través de los aportes de los socios,
de las entradas a las obras y de auspiciantes. Se generaron ingresos por la formación de una
escuela de teatro, pero estos se destinaban a los costos de funcionamiento de la misma, sin
generar ganancias para el grupo. En el 2007, el Grupo contó con el apoyo del MEC a través
de un convenio, lo que les permitió recibir por única vez un salario por su trabajo como
actores. También, contaron con la Intendencia Municipal de Durazno, la cual colaboró con
parte del alquiler del local de ensayos y los traslados de grupo. Hacia fines del 2007, el
grupo deja de contar con la sala, perdiendo el lugar de ensayos y de referencia para sus
miembros. Por lo tanto, al no lograr consolidar un espacio físico propio, el mismo deja de
funcionar. De esta forma, la viabilidad económica se vio comprometida fracasando la
sustentabilidad del proyecto.

Por su parte, la Asociación Literaria Perfiles de Salto financia sus actividades mediante un
aporte mínimo mensual que realizan sus integrantes, la venta de rifas, la venta de pasteles, y
alguna colaboración que realiza la Intendencia Municipal de Salto y plantean que “lo

17
R. P. Wolf “En defensa del anarquismo”. Uruguay, 1998.
nuestro no es monetario”. En ocasiones deben buscar financiación para viajar que no
siempre consiguen pero esto no parece ser un problema: “Si no tenemos, no lo hacemos. Y
cuando lo hacemos lo festejamos como loco”. Si bien presentan dificultades para poder
cubrir los costos de funcionamiento, esto no parece estar poniendo en juego la
sustentabilidad del grupo.

5. REFLEXIONES FINALES.

Consideramos que en los emprendimientos culturales autogestionados, la viabilidad


depende, en gran medida, de los objetivos que el proyecto se haya planteado. Si bien en la
mayoría de los casos el emprendimiento entendido como colectivo de integrantes se
encuentra consolidado y logra generar ingresos mínimos que sostienen su funcionamiento,
estos no son suficientes para asegurar la sustentabilidad del proyecto (como quedo explícito
en el caso del Grupo Teatral de Durazno). En la mayoría de los casos, los integrantes no
viven de las ganancias que generan los emprendimientos, pero si logran desarrollar algunas
actividades autofinanciadas.

Podríamos decir que los emprendimientos culturales en la actualidad son muy frágiles y
difíciles de sostener sino se tiene un apoyo económico de algún actor externo. En este
sentido, consideramos que los emprendimientos culturales estudiados han tenido algunas
veces que transar con el sistema para poder sobrevivir, sin que por esto se traicione su
ideología. Todo “sistema o proceso” distinto debe adaptarse a algunas políticas que la
sociedad actual le impone, sociedad en la cual estamos insertos. Sin duda esta viabilidad
dependerá a su vez de la fuerza del propio emprendimiento, de la capacidad de salir
adelante del colectivo, del fortalecimiento del grupo y de sus capacidades específicas.

En estos emprendimientos, el carácter autogestionario no es tan solo otra forma de gestión,


sino que involucra otros aspectos sociales, ideológicos, políticos, en donde el centro del
emprendimiento es la persona. Todos estos emprendimientos podrían elegir otra forma de
gestionarse que pueden ser más eficiente económicamente, en la forma tradicional que
usamos este concepto, y que implican menos “desgaste” en la colectivización de los
procesos. Sin embargo, existe una ideología de los miembros del grupo que los lleva a
elegir esta forma.

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