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PSICOONCOLOGÍA. Vol. 13, Núm. 2-3, 2016, pp.

367-384
ISSN: 1696-7240 – DOI: 10.5209/PSIC.54442

EL ACOMPAÑAMIENTO ESPIRITUAL EN CUIDADOS PALIATIVOS

SPIRITUAL SUPPORT IN PALLIATIVE CARE

Enric Benito1, Mónica Dones2 y Javier Barbero2


1
Consultor senior en cuidados paliativos.
2
Unidad de Cuidados Paliativos, Fundación Instituto San José, Orden Hospitalaria San Juan de Dios, Madrid
3
Servicio de Hematología, Hospital Universitario La Paz, Madrid

Resumen Abstract

Los profesionales sanitarios y especialmen- Healthcare professionals, and specially


te los que trabajamos en oncología y cuidados the ones in oncology and palliative care, are
paliativos somos frecuentemente interpelados frequently questioned about our patients’
por el sufrimiento de nuestros pacientes. El suffering. The biomedical model is not enough
modelo biomédico, es insuficiente para enten- for understanding and caring for it. Therefore,
derlo y atenderlo. Para ello se requiere ampliar the perspective needs to be widened through
la perspectiva, hacia una visión más abierta a more open vision that includes our spiritual
que incluya nuestra dimensión espiritual. dimension.
La espiritualidad es un universal humano, Spirituality is a human universal, that
y se expresa como el dinamismo que impulsa expresses as the dynamism that boosts our
nuestro anhelo inagotable de plenitud y feli- infinite desire of plenitude and happiness, that
cidad, que caracteriza la condición humana characterizes human condition and that is
y que se expresa en la red de relaciones que expressed in the net of relationships stablished
cada persona establece. by each person.
La enfermedad grave y la proximidad de la Severe illness and proximity to death are
muerte son oportunidades de apertura a esta opportunities of an opening to this dimension
dimensión y de sanación. El profesional que and of healing. Professionals that know this
conoce este proceso puede acercarse desde la process can approach from hospitality,
hospitalidad, presencia y compasión y acom- presence and compassion, and accompany
pañar este itinerario.
patients in this journey.
En este articulo intentamos explorar de
In this paper, we try to explore in a
forma resumida qué entendemos por espiri-
synthesized way, what is understood by
tualidad, espiritualidad en clínica, necesidades
spirituality, clinical spirituality, spiritual
y recursos espirituales, el itinerario de la per-
resources and needs, the journey of a
sona que atraviesa un proceso de sufrimiento,
person going through a suffering, loose or
perdida y/o muerte y las actitudes y herra-
dying process, and the attitudes and tools of
mientas de los profesionales para explorar,
atender y acompañar en este espacio difícil y professionals to explore and accompany in this
hasta ahora poco transitado. difficult and not very busy path.

Palabras clave: Espiritualidad, cuidados pa- Keywords: Spirituality, palliative care, com-
liativos, compasión, presencia, hospitalidad, passion, presence, hospitality, dying process,
proceso de morir. end of life care.

Correspondencia:

Enric Benito
C/ Falconer nº 8 Portals Nous (CALVIA) Mallorca
E-Mail: benitoenric@gmail.com
368  Enric Benito et al.

EL ACOMPAÑAMIENTO ESPIRITUAL EN res (EB) fue consultado por un caso difícil,


CUIDADOS PALIATIVOS que estaba siendo atendido por otros com-
pañeros oncólogos en una clínica privada.
“Un encuentro en profundidad con Se trataba de Pablo, un joven de 24 años,
el que está muriendo puede llevarnos a que hubo de suspender su último curso de
un auténtico despertar, a una profunda biología en la universidad, tras el diagnósti-
transformación de nuestra forma de co de meduloblastoma. El tumor recidivado
entender y vivir la vida.” progresaba tras haber agotado todos los tra-
Sogyal Rinpoché tamientos (cirugía, quimio y radioterapia).
Lo que me llamó la atención al entrar en la
PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA habitación de la clínica donde Pablo estaba
ingresado, fue el ambiente de derrota del
Los profesionales sanitarios y más espe- entorno. En pleno día, las ventanas cerradas
cíficamente los que trabajamos en onco- … solo la luz indirecta, un joven alopé-
logía y cuidados paliativos somos frecuen- cico con signos de Síndrome de Cushing,
temente interpelados por el sufrimiento de encamado y enganchado a un suero. Allí
nuestros pacientes. Éste puede ser aliviado estaban -como más tarde supe- la novia y
ocasionalmente con intervenciones especí- algunos amigos, sentados en la cama y una
ficas, tratando un dolor o el insomnio o madre con niveles de ansiedad que inunda-
ayudando a adaptarse a las pérdidas…. En ban la habitación. Tras explorarlo y hablar
otras ocasiones nos enfrentamos no a un con él y la madre, comprobé que tenía ce-
problema, sino al misterio. A las preguntas faleas incontroladas, somnolencia, astenia,
existenciales, ¿por qué a mí?, ¿por qué debo impotencia funcional por inestabilidad de
morir?, ¿qué me espera?, no tenemos res- origen cerebeloso y una tristeza oceánica.
puestas contundentes. Aquí no podemos re- La familia estaba muy asustada ya que el
solver ni solucionar y, a veces, la tentación médico que pasaba cada dos o tres días, se
es abandonar, huir, argumentando que esta lamentaba de que no podía hacer nada más
parte más dura ya no es competencia nues- y que ¡ya llevaba mucha morfina! Ellos no
tra. O simplemente no sabemos qué hacer y veían salida a la situación. Tras comprobar
evitamos entrar en un territorio para el que con los oncólogos que lo trataban, la au-
no tenemos mapas y tememos perdernos o sencia de posibilidades de seguir más trata-
sencillamente hacer daño. En este articulo miento del que llaman “activo”, acordamos
intentaremos explorar de forma resumida con ellos y la familia el traslado de Pablo a
qué entendemos por espiritualidad, espiri- nuestra unidad de Cuidados Paliativos don-
tualidad en clínica, necesidades y recursos de pensábamos quedaban muchas cosas por
espirituales, el itinerario de la persona que hacer, probablemente las mas importantes.
atraviesa un proceso de sufrimiento, perdi- Allí hicimos una valoración integral y una
da y/o muerte y las actitudes y herramientas lista de problemas, físicos (control del dolor
de los profesionales para explorar, atender y el cuadro de hipertensión endocraneal,
y acompañar en este espacio difícil y hasta inmovilidad, etc.), emocionales (explorar la
ahora poco transitado. Vamos a empezar información pronostica e ir facilitando la
comentando un caso clínico. adaptación a la situación , intervención con
la familia para promover la aceptación del
EL CASO DE PABLO proceso), sociales (acabar con el aislamien-
to, trabajar el entorno de negación, ir ayu-
Por su condición de oncólogo dedicado dando a los padres y familiares a aceptar lo
a los cuidados paliativos, uno de los auto- que nos venía etc.) y espirituales (explorar
El acompañamiento espiritual en cuidados paliativos  369

y acompañar las necesidades y los recursos con él, después explicamos la conversa-
de Pablo y de la familia, y compartir nuestra ción a sus padres.
experiencia de que esta etapa puede ser Pasó los dos días siguientes llamando a
una de las mas intensas y ricas de la vida los amigos y despidiéndose de todos. Has-
de todos ellos). ta que, en un momento dado, tomamos de
En menos de 48 horas del traslado al nuevo la iniciativa para decirle:
entorno acogedor, luminoso y animado de
nuestra unidad habíamos conseguido un – Pablo es cierto que no te podemos
buen control del dolor, movilizaciones en curar y en algún tiempo esto irá peor, pero
silla de ruedas con salidas a la terraza de la de momento debes decidir si te quedas
habitación y, después, al jardín, un cambio esperando la muerte, desde la tristeza y el
de ánimo tanto de él como de la familia, que miedo o prefieres vivir este tiempo que te
empezó a sentir que se la hacían cosas y que pertenece con los tuyos de la manera que
Pablo estaba mejor. A los pocos días un Pablo tú mismo elijas.
mas abierto, confiado y esperanzado y que
nunca había tenido información pronostica A partir de este momento empezó un
clara, nos abordó con la pregunta del millón: cambio. La habitación y sobre todo la te-
“¿Cuándo me van a poner el tratamiento?” rraza de su habitación, donde sus amigos
Nos pusimos a la altura de sus ojos y, con- de la facultad habían traído una barbacoa,
movidos por su confianza y vulnerabilidad, se convirtió en una de las zonas más activas
le dijimos que ya le estábamos tratando, y festivas del hospital. Los fines de semana
pero insistió preguntando por la nueva qui- salía con sus padres y familia, que compar-
mioterapia. Le dijimos que no le podíamos tían la idea de vivir intensamente lo que les
poner más ya que iba a ser más tóxica que quedaba, iban a la casa de campo de los
eficaz… entonces, más preocupado dijo: tíos y algunas tardes, su novia traía de la
– Cirugía ya me han dicho que no me cuadras próximas al Hospital el caballo que
pueden hacer ¿y la radioterapia? su padre le había regalado a los 20 años y
– Ya se han puesto las dosis máximas que, como buen menorquín, había adies-
tolerables por tu cerebro, ahora te haría trado él mismo. Pablo ya no podía montar
daño, no vamos a tratar más el tumor, éste pero lo acariciaba y disfrutaba de ver a su
ya no puede ser nuestro objetivo, desafor- novia hacerlo. Pasaron casi 3 meses desde
tunadamente. Ahora vamos a tratarte a ti y aquella conversación tan difícil. Se había
a cuidar de ti. convertido en parte de nuestra historia, las
auxiliares y las enfermeras que le cuidaban
Hubo un silencio en el que nos mantu- y los médicos nos habíamos implicado pro-
vimos conectados con él y al poco tiem- bablemente mas allá de lo puramente pro-
po, mientras iba tomando conciencia de lo fesional. Y al mismo tiempo que nos impli-
que ocurría, preguntó bastante asustado: cábamos, nos hacíamos conscientes de que
– ¿Entonces, me voy a morir? la partida de Pablo nos iba a doler mucho.
Sus ojos estaban pidiendo ayuda y, des- Pablo empezó a perder visión, y equili-
de el vínculo de acogida y con la máxima brio, se pasaba el día encamado, al princi-
serenidad y ternura posible le dijimos: pio escuchando música y recibiendo vistas
– Pablo, ¿no lo habías pensado nunca? y, poco a poco, se fue encerrando en sí
mismo y me volvió a preguntar.
Aquí hubo una espacio largo en que – Esto ya está cerca, ¿Cómo será?.
fue confirmando sus intuiciones y, conmo- ¿Cómo sabré si lo hago bien?, ¿Tú me
vido, se puso a llorar. Estuvimos largo rato guiarás?.
370  Enric Benito et al.

– Sí Pablo, vemos que ya estás cada día cia de la muerte de una persona y en una
mas cansado y si , hemos visto muchas familia tan jóvenes y tan buenos, compar-
veces cómo va esto y aunque el camino timos nuestra impotencia por no poder ha-
lo vas a hacer tú solo, nosotros conoce- cer más y nuestra satisfacción por haber
mos el mapa, sabemos lo que ocurre, te podido conocerles y acompañarles. Fue
guiaremos y verás cómo todo está bien or- higiénico para nosotros poder – metafóri-
ganizado. Cuando llegue el momento no- camente- encender una hoguera en el cen-
sotros estaremos contigo para que puedas tro de la reunión donde ardieron nuestra
encontrar la forma de soltar, aflojar, dejarte frustración, nuestra tristeza y nuestro ape-
y comprobar que algo muy sólido y muy go a un paciente que nos había seducido
tierno a la vez te sostiene. con su sencillez y bondad.
Evidentemente tuvimos que trabajar Pablo, poco a poco, se fue confiando,
con la novia, los amigos, los padres y a relajando y abandonando. Acompañarle
todos irles pidiendo que dejaran partir a era fácil y gratificante, no había síntomas
Pablo, que le dieran permiso para irse, ya molestos a excepción de la astenia y som-
que se estaba acercando la hora y que nolencia progresivas, no hubo resistencia
todo iría con el menor sufrimiento posible. ni miedo. Se habían estado preparando
Los que empezábamos a estar inquietos durante meses, cada cena, cada noche de
éramos los profesionales, pocas veces ha- guitarras podía ser la ultima y Pablo sus
bíamos entrado en tanta intimidad con un padres y sus amigos se habían ido forjando
paciente y su familia y, sobre todo, durante la idea de una despedida triste pero plena,
tanto tiempo. habiendo vivido conscientemente lo que
Unos 8 días antes de que falleciera, se acercaba y con risas, música, y cenas
barruntando lo que se nos venia encima en la terraza. Ahora había llegado la hora
decidimos hacer una sesión de equipo de de soltar, dejarse y entrar en paz a lo que
las que llamamos “Grupo de apoyo”. Es venía. Los últimos días nos comentó a su
una dinámica sencilla tomada de los gru- madre y alguno de los más cercanos que
pos de duelo o terapias de apoyo grupal. sabía que iba a reunirse con su abuelo,
Hay unas normas de confidencialidad y la persona que tanto había querido y que
de respeto al tiempo de cada uno, que sabía que le estaba esperando, aquello le
recuerda el moderador si hace falta y en daba serenidad y confianza.
el tiempo de cada uno se expresa lo que Han pasado años de esta historia. La
está pasando y cómo uno se siente o calla madre de Pablo, una vez cerrado el duelo,
mientras los demás sin intervenir acogen dedicó algunos años posteriores a trabajar
como caja de resonancia lo que el que ex- en la asociación de Voluntarios de cuida-
presa pone en el centro. Los demás practi- dos paliativos y sentimos que haber acom-
can escucha activa sin intervenir y el que pañado a cerrar esta biografía nos había
se expresa tiene permiso para lo que con- transformado a muchos.
sidere: llorar, lamentar, blasfemar... Menos Como en todas las historias de acom-
agredir…todo está permitido. Convocamos pañamiento siempre hay tres actores. Un
la reunión explícitamente para hablar del protagonista: el que se va; y unos coprota-
caso de Pablo a una hora que pudieran gonistas, los familiares que intentan acep-
encontrarse los turnos de mañana tarde y tar, apoyar y dejar partir y, en tercer lugar,
que pudieran venir las personas del turno unos profesionales que además de cuidar
de noche que quisieran. Fue una sesión y acompañar deben saber cuidarse, tratar
muy intensa. Acudimos muchos. Algunos de no sobreimplicarse y, si lo hacen, saber
lloramos, expresamos la aparente injusti- elaborar -si es posible juntos- el reconoci-
El acompañamiento espiritual en cuidados paliativos  371

miento de la realidad y aceptar que somos nejo de fármacos, que en la desesperan-


vulnerables, frágiles y recordar que el tra- za, en propiciar la reconciliación con la
bajo bien hecho no es resolver ni curar, propia biografía, en promover la búsqueda
sino acompañar desde la presencia y la de sentido o en facilitar la aceptación de
compasión. la muerte. Estos suelen ser escasamente
Las lecciones que aprendemos acom- atendidos, por considerarlos alejados de
pañando nos pueden abrir a una nueva nuestra competencia o por falta de recur-
perspectiva de nosotros mismos y de la sos personales para abordarlos. Entre tanto
vida, haciéndonos cambiar las prioridades diariamente somos interpelados por el in-
y madurar como personas y, en la medida somnio, la ansiedad y por el sufrimiento de
que podamos ir aceptando nuestra propia nuestros pacientes.
vulnerabilidad e incluso nuestra propia La persona con una enfermedad ter-
muerte, abrirnos con mayor intensidad al minal suele intuir la proximidad de la
gozo de la vida. muerte y el sufrimiento es la amenaza que
se cierne sobre todo lo conseguido, que
INTRODUCCIÓN, CONCEPTOS Y ahora parece que va a deshacerse. Para
DEFINICIONES. LA ESPIRITUALIDAD muchas personas, especialmente si no se
COMO UNIVERSAL HUMANO han preparado para ello, esta etapa puede
ser vivida como un asalto a la propia cons-
Aunque atender el sufrimiento de nues- trucción vital –todo aquello con lo que nos
tros pacientes forma parte de la esencia hemos identificado– y que ahora, se intuye
de los cuidados paliativos(1), en la práctica que acabará por desmoronarse.
clínica observamos dificultades para acer- La NANDA (North American Nurses
carnos a la persona que sufre y para reco- Diagnosis Association) hace referencia al
nocer, atender y acompañar este proceso. Sufrimiento Espiritual dentro de sus diag-
Nos cuesta diagnosticar y atender el su- nósticos desde 1978. Lo define como:
frimiento, en parte por falta de un marco “Deterioro de la capacidad para experi-
académico que nos permita una aproxima- mentar e integrar el significado y propósito
ción estructurada. También lo obviamos en de la vida mediante la conexión con el yo,
la medida en que pertenece al ámbito de los otros, el arte, la música, la literatura, la
lo subjetivo, mientras nuestro modelo bio- naturaleza y/o un poder superior al propio
médico y nuestra formación apenas con- yo”. En su diagnóstico Disposición para
templan la subjetividad como parte de la mejorar el bienestar espiritual (00068),
realidad clínica(2). hace referencia a la espiritualidad como
En las dos últimas décadas hemos la integración del significado y propósito
asistido a un incremento exponencial de de la vida(5).
publicaciones sobre la atención espiritual Aquí, desde la experiencia clínica y
en clínica, con diferentes propuestas para el estudio, tanto de la bibliografía como
explorar y atender las necesidades y acom- de las tradiciones de sabiduría, propone-
pañar los recursos de los pacientes. mos un reencuentro con lo que siempre
Hace años Cicely Saunders(3,4) puso én- ha sido nuestra naturaleza esencial como
fasis en la necesidad de abordar el “dolor seres humanos, nuestra dimensión espiri-
total”, reconociendo los aspectos psico- tual. Somos seres de naturaleza espiritual,
lógicos, sociales y espirituales del sufri- seamos o no conscientes de ello. La Vida
miento. Hoy la mayoría de profesionales nos sostiene, nos nutre y nos conecta con
de cuidados paliativos son todavía más nosotros, con los demás y con la natura-
expertos en el control de síntomas y ma- leza y el universo. Esta Vida que fluye en
372  Enric Benito et al.

nosotros aspira a su máximo desarrollo y Existe un itinerario personal para des-


expresión en cada uno, anhelando el pro- cubrir la propia espiritualidad. El ser hu-
gresivo despertar de nuestra conciencia. mano es un proyecto en construcción y
La espiritualidad es un universal hu- en la biografía de cada uno hay periodos
mano, expresión de ese dinamismo que especialmente fructíferos en el despertar
impulsa nuestro anhelo inagotable de ple- espiritual, experiencias cumbre(9,10), fre-
nitud y felicidad, que caracteriza la con- cuentemente asociados a situaciones de
dición humana y que se expresa en la red crisis, en los que la propia cosmovisión se
de relaciones que cada persona establece. desmorona y la persona, en medio del do-
Esta naturaleza espiritual, profunda, lor de la pérdida, puede revisar y recons-
íntima e intangible que nos caracteriza y truir a un nivel superior la percepción que
confiere nuestra humanidad, es el dinamis- tenía de la realidad y de sí mismo.
mo que pertenece y se experimenta a un Todos vivimos momentos de crisis/
nivel transracional, transpersonal y trans- oportunidad: La enfermedad, el sufrimien-
confesional. Es decir se descubre y se vive to y la proximidad de la muerte son oca-
en, pero sobre todo más allá de lo cog- siones especiales para la emergencia espi-
nitivo, de lo individual y de lo creencial, ritual, en ellas se abre la oportunidad de
trascendiéndolo e integrándolo. encuentro consigo mismo, con los demás
Las tradiciones de sabiduría y las reli- y con lo que nos trasciende y nos permi-
giones han reconocido esta dimensión hu- te experimentar lo que somos en nuestra
mana con diferentes nombres: el reino de profundidad.
los cielos en nuestro interior del evangelio,
el Cristo que vive en mí de S. Pablo, el LA ESPIRITUALIDAD EN CUIDADOS
espíritu en el alma del Maestro Eckart, la PALIATIVOS
conciencia sustrato del budismo, el secreto
del islam, la apertura original del taoísmo, El reciente interés en dotarnos de un
la kundalini del yoga tántrico, el Atman en marco conceptual ha generado definicio-
el hinduismo, el pedestal interior de Marco nes de espiritualidad en el entorno clí-
Aurelio, el Daimon de Sócrates etc. nico. La conferencia de consenso(11) de
Las tradiciones de sabiduría y las reli- 2008 define: “La espiritualidad es el as-
giones, han elaborado marcos conceptua- pecto de la humanidad que relaciona la
les, ritos y preceptos y han abierto caminos manera en que los individuos buscan y
para acceder a la experiencia espiritual. expresan un significado y propósito, y la
Todas indican el camino hacia la experien- manera en que experimentan su conexión
cia, aunque ninguna puede apropiarse con con el momento, consigo mismos, con los
exclusividad de esta realidad que inspira y demás, con la naturaleza y con lo signifi-
trasciende toda creencia. cante o sagrado.”
Las personas gozamos de distintos gra- Según el Spiritual Care Task Force de
dos de madurez espiritual, al igual que los la EAPC en 2011(12): “La espiritualidad es
humanos alcanzamos diferentes grados de la dimensión dinámica de la vida humana
desarrollo moral(6,7). Según Wilber(8) estas que relaciona la forma en que las personas
etapas son creencia, fe, experiencia direc- (individuos o comunidades) experimentan,
ta y adaptación permanente. El grado de expresan y/o buscan un significado, pro-
conciencia espiritual no modifica el valor pósito y transcendencia, con la forma en
ni la dignidad de cada persona, tan solo que conectan con el momento, consigo
indica el grado de apertura de cada uno mismos, con los demás, con la naturaleza,
a la propia esencia en un momento dado. con lo significante y/o con lo sagrado.”
El acompañamiento espiritual en cuidados paliativos  373

Según la conferencia de expertos de milia, con los demás, con la comunidad,


Ginebra de 2013(13): “La espiritualidad es con la sociedad, con la naturaleza, con lo
un aspecto dinámico e intrínseco de la significativo y con lo sagrado. La espiritua-
humanidad a través del cual las personas lidad se expresa a través de las creencias,
buscan un significado, un propósito y una los valores, las tradiciones y las prácticas”.
transcendencia últimas y experimentan La tabla 1 recoge un resumen de la Confe-
una relación consigo mismos, con la fa- rencia de 2008.

Tabla 1. El acompañamiento espiritual como dimensión de los cuidados


paliativos: Informe de una conferencia de consenso(11)

• Los modelos de cuidados espirituales ofrecen un marco de referencia para que los profesionales de la sanidad
puedan conectar con sus pacientes, escuchar sus miedos, sueños y dolores, colaborar con sus pacientes como
aliados en su cuidado y proveer, a través de la relación terapéutica, una oportunidad de sanación.
• En este contexto, la sanación se distingue de la curación. Se refiere a la habilidad de una persona para encontrar
solaz, consuelo, conexión, significado y propósito en medio del sufrimiento, la desazón y el dolor.
• Los cuidados espirituales están cimentados en marcos teóricos importantes, uno de los cuales es el Modelo
Bio-psicosocial-Espiritual de Cuidados
• Otro de los fundamentos es un modelo de cuidados centrado en el paciente, en el que el enfoque de cuidados se
centra en éste y en su experiencia de la enfermedad, en vez de centrarse en exclusivamente en la enfermedad.
• La visión de la persona como ser-en-relación es piedra angular del acompañamiento.
• La vida es esencialmente relaciones; y relación como tal implica trascendencia, un ir más allá de sí mismo por
parte de aquello involucrado en la relación.
• La enfermedad puede ser comprendida como una disrupción en las relaciones adecuadas que constituyen la
unidad e integridad de lo que conocemos como ser humano.
• La profesión sanitaria es, intrínsecamente, una profesión espiritual. Cuando interactúan un profesional de la
salud y un paciente en una relación profesional, la transformación que tiene lugar es inherente al modelo pro-
puesto de cuidados espirituales.
• Al cuidar de las personas que sufren, para el profesional de la salud se abre la oportunidad de transformación
personal. Para estar abierto a ella, el profesional debe tener conciencia de las dimensiones espirituales en su
propia vida y apoyarse en un proceso de reflexión para la práctica de la presencia compasiva con los pacientes.
• Cuando los profesionales de la salud toman conciencia de sus propios valores, creencias y actitudes, espe-
cialmente respecto a su propia condición mortal, crean conexiones más profundas y significativas con sus
pacientes.
• La espiritualidad entendida como nuestra naturaleza esencial de donde surge nuestro anhelo inagotable de
plenitud es un universal humano. Se expresa a través de nuestra red de relaciones, las que establecemos con
nosotros mismos, los demás y lo que nos trasciende.
• “Los que sufren no son los cuerpos, son las personas”, El sufrimiento se da en el ámbito subjetivo: centrados
sólo en lo objetivo los profesionales no lo pueden explorar ni atender.
• Los clínicos nos encontramos sufrimiento evitable y no evitable. Hay un sufrimiento que forma parte de nues-
tra condición existencial, pertenece a la experiencia del misterio y se puede trascender y acompañar, pero no
resolver.
• Disponer de un modelo antropológico, que entiende a la persona como parte de la conciencia que aspira a la
integridad, a la integración y la plenitud, puede ayudarnos a entender y atender el sufrimiento.
• El itinerario del proceso de trascendencia del sufrimiento se reconocen tres etapas, identificadas como:
» CAOS, etapa muda, de enclaustramiento o de lucha.
» ACEPTACION, de entrega o etapa expresiva o de transición
» TRASCENDENCIA, maduración o de nueva identidad
• La trascendencia del sufrimiento, y disolución de la perspectiva limitada de la persona, abre un panorama
ampliado de sí mismo y de la realidad, y es el camino más poderoso para restaurar la integridad a un nivel de
conciencia superior.
• La sanación como proceso de recuperación de la integridad y armonía, a través de trascender el sufrimiento,
puede ser una propuesta clave de la intervención compasiva en el acompañamiento espiritual.
• Las herramientas del acompañante son HOSPITALIDAD, PRESENCIA Y COMPASION
• La presencia ecuánime y compasiva del terapeuta posibilita que el que sufre pueda adentrarse y atravesar y
trascender conscientemente la visión limitada de si mismo, y entregarse a la profundidad de su Ser.
• El acompañante debe desarrollar un nivel de conciencia, ecuanimidad y compasión y ser consciente de sus
limites para poder acompañar.
374  Enric Benito et al.

PROPUESTA DE UN MODELO PARA conceptualizar la persona, en su


NUESTRO ENTORNO CULTURAL. dimensión espiritual, como un ser
GRUPO DE ESPIRITUALIDAD DE LA en relación. Hay también acuerdo
SECPAL (GES) respecto a un mínimo de tres niveles
de estas relaciones: inter-, intra-, y
La SECPAL (Sociedad Española de Cui- transpersonal(15). Tal y como afirma
dados Paliativos) cuenta con un Grupo de Balfour Mont(16) “los humanos son
Trabajo sobre Espiritualidad en Cuidados intrínsecamente espirituales, puesto
Paliativos (GES) formado por clínicos que que todas las personas están en re-
han propuesto desarrollar una atención lación con sí mismos, con los otros,
integral, que contemple la atención al su- la naturaleza y lo significativo o sa-
frimiento y a las necesidades y recursos grado”.
espirituales de los pacientes y sus familia- b) Siguiendo a V. Frankl: “La espiritua-
res. Desde 2004 trabaja con una compo- lidad puede ser un recurso poderoso
sición multiprofesional, y una perspectiva para trascender el sufrimiento que
antropológica integral, humanista, y trans- acompaña la pérdida, así como para
confesional con la misión de: promover el desprendimiento y la
aceptación implicados en el proce-
“Promover entre pacientes, familia- so de morir”(17). El cuidado espiritual
res y profesionales la oportunidad de está basado en el modelo de cui-
transformar el proceso de morir en una dado bio-psico-social-espiritual pro-
experiencia compartida de crecimiento puesto por Sulmasy(18) y en la pers-
personal y de toma de conciencia de pectiva integral de la persona que
nuestros recursos y necesidades espi- nos ofrece Casell(19), mejorando los
rituales”. recursos de los pacientes y facilitan-
do la trascendencia del sufrimiento.
Desde el GES hemos definido Espiritua- c) El sufrimiento puede verse como
lidad como: “Nuestra naturaleza esencial una amenaza de pérdida de inte-
de donde surge un anhelo inagotable de gridad, coherencia y conciencia de
plenitud, que concretamos en la búsqueda pertenencia, pero también como
de sentido, conexión y trascendencia. Es una llamada a la plenitud. El mo-
un universal humano que nos caracteri- delo asume que la muerte es más
za a todas las personas y que puede estar que un hecho biológico. Es un he-
vivida y/o expresada, o no, a través de la cho humano, social y espiritual y
religión”(14). también una oportunidad especial
que presenta el reto de descubrir y
Modelo de Espiritualidad SECPAL sumergirnos en nuestra naturaleza
espiritual y crecer20. En este contex-
Para aproximarnos al territorio hemos to, el cuidado espiritual debería ser
construido un mapa, basado en estas asun- visto como un acercamiento pro-
ciones: fesional y ético a esta oportunidad
que se ofrece para la sanación.
a) Nuestra naturaleza esencial como d) La sanación ha sido definida por
seres humanos es espiritual. Todos Mount y Kearney(21,22) como un pro-
los grupos de expertos(10-13) coin- ceso relacional que implica mo-
ciden en la dimensión dinámica vimiento hacia la experiencia de
de la espiritualidad, así como en integridad y plenitud. Puede ser
El acompañamiento espiritual en cuidados paliativos  375

facilitada por las intervenciones de llas áreas de necesidades a ser evaluadas


los cuidadores, pero depende de un y atendidas y los recursos disponibles para
potencial innato dentro del pacien- ello(28).
te(23). El cuidado espiritual basado El cuestionario GES(28) es una guía para
en la conexión espíritu-a-espíritu la evaluación de las tres dimensiones esen-
(entre paciente y cuidador) aspira a ciales: los aspectos más significativos de
facilitar la sanación. nuestras relaciones con uno mismo (nece-
e) La salud necesita ser entendida no sidad de sentido y coherencia), con otros
sólo como un constructo físico, sino (armonía en nuestras relaciones con las
también como un aspecto de nues- personas que más nos preocupan y nece-
tra red de relaciones, tal y como vie- sidad de sentirnos amados y amar) y con
nen sugiriendo muchos autores(24-27). lo trascendente (necesidad de tener espe-
ranza y dejar un legado que va más allá
Este marco conceptual de aproximación de nosotros mismos). Las preguntas son tan
a la espiritualidad coincide con la mayo- solo una orientación para abordar explorar
ría de publicaciones, así Reed en1992 la y atender aquellos aspectos de las relacio-
definió como “la propensión a dar signi- nes intra, inter y transpersonales que pue-
ficado a través de un sentido de relación den surgir como recursos o necesidades a
con las dimensiones que trascienden al ser validar o acompañar respectivamente. La
de tal manera que empodere y no deva- herramienta de acompañamiento nunca
lúe al individuo. Esta relación puede ser será un cuestionario sino el profesional o
experimentada intrapersonalmente (como la persona que encarnando la sabiduría y
una conexión con uno mismo que aspira la compasión, se acerca desde la humil-
a la coherencia y el sentido), interperso- dad, el respeto y la simetría moral, para
nalmente (en el contexto de otros y del acompañar el viaje del que se está despi-
entorno natural que aspira a la armonía diendo. Y para ello, conviene conocer el
y comunicación) y transpersonalmente, en siguiente apartado.
referencia al sentido de relación con lo
desconocido, el misterio, Dios, o un po- Itinerario del proceso de enfermar y
der más grande que uno mismo”(15). Veinte morir: del caos a la trascendencia
años más tarde, Meezenbroek(27) apunta
la necesidad de adoptar un acercamiento Kathleen D. Singh, desde su amplia
no-teístico, en el que la espiritualidad se experiencia en acompañamiento, des-
defina como el anhelo de experimentar la cribió(29) como un gran porcentaje de los
conexión con la esencia de la vida y sus pacientes, en el último tramo de su vida,
dimensiones de conexión con uno mismo, independientemente de que tuvieran o no
con otros y la naturaleza y la conexión con deseo consciente de trascendencia, pare-
lo trascendente. cían entrar en un estado modificado de
Partiendo de este modelo antropológi- conciencia que llamó: “experiencia de la
co que reconoce la naturaleza espiritual cercanía de la muerte” que, entre otros,
y la persona como ser en relación, el GES incluyen sentimientos de conexión y paz.
construyó y validó un cuestionario basado Esta autora recuerda que los pacientes des-
en los recursos y necesidades de conexión cribieron la transformación que se da al
en estos tres niveles (intrapersonal, inter- final de la vida como: “el descubrimiento
personal y transpersonal) para explorar el individual acelerado de sí mismo (self)”.
grado de plenitud alcanzado en la biogra- Singh indica que la experiencia de la
fía de cada paciente, y así identificar aque- proximidad de la muerte puede, por sí
376  Enric Benito et al.

misma, concentrar en pocos momentos la Una etapa de caos, que engloba las
oportunidad de crecimiento espiritual que fases descritas por Kübler Ross(31) caracte-
puedan dar años de intensa disciplina es- rizada por la lucha, la negación, la depre-
piritual.  sión, negociación, y por el miedo a perder
Shaver(30), propone una nueva defini- lo que consideramos nuestra integridad (es
ción de sufrimiento en la que expresa el el miedo a la pérdida del EGO) o el miedo
dinamismo del proceso de sanación: “El a la pérdida de los mecanismos compen-
sufrimiento es un proceso dinámico y trans- satorios descritos por Shaver(30). Posterior-
formador a través del cual la naturaleza in- mente, el enfermo llega a una fase que
completa y fracturada del self comienza a llama surrender o rendición, que podría-
re-emerger en la conciencia. El disconfort mos traducir como entrega, aceptación,
y la ansiedad asociados al sufrimiento ocu- soltar, dejarse, dejar de luchar, etc., lo que
rren como resultado de esta re-emergencia en la práctica coloquialmente decimos “
y también del intenso y progresivo anhelo tirar la toalla”, pero no como un plantea-
de las partes no integradas o asimiladas del miento de derrota, sino de entrega. Final-
self. El sufrimiento puede ser consciente- mente, cuando se ha hecho esta entrega,
mente transcendido a través de interven- la persona entra en un nuevo espacio de
ciones específicas orientadas a promover la conciencia que Singh llama trascendencia,
unidad del self. Éstas incluyen la atención un estado modificado de conciencia, un
consciente, reflejar y validar, así como el espacio de paz, serenidad, gozo, bienestar,
amor incondicional. La resolución positiva que podemos observar en las fases finales
del sufrimiento puede llevar hacia una uni- de algunos enfermos.
ficación reforzada del self, con un amplio Esta misma autora describe el proceso
cortejo de emociones, autoestima y hacia diciendo: “El único camino hacia el ámbito
una naturaleza trascendente. El sufrimiento transpersonal es a través del examen y en-
supone un desencadenante importante en trega completa del sentido personal del yo.
el despliegue de la conciencia individual”. No hay otra puerta de entrada. Solamente
Singh(29), partiendo de la observación del hay la puerta de la verdad del sufrimiento. 
proceso que frecuentemente siguen los Nuestra creencia de ser un ser separado de la
enfermos en los últimos días, propone un realidad es el origen de nuestro sufrimiento.
modelo para explicar la adaptación psico- Cuando en una enfermedad terminal uno
emocional al proceso y los pasos que se comprende que no tiene escapatoria de su
dan en esta etapa se exponen en la figura 1. sufrimiento, entonces empieza a compren-

Figura 1. modelo para explicar la adaptación


psico-emocional al proceso de final de vida
Equipo! 5/11/1
Eliminado:
mac! 23/11/16
CHAOS SURRENDER TRANSCENDENCE Eliminado: F
explicar la ada
proceso 1de fin
Equipo! 5/11/1
Con formato
SUFRIMIENTO ACEPTACION SANACIÓN Times New R
Equipo! 5/11/1
Con formato
Times New R
Equipo! 5/11/1
MNO>PQ>NFMGN####FGDLKAMQK# Con formato
Times New R
!
Equipo! 5/11/1
Con formato
Interlineado:
El acompañamiento espiritual en cuidados paliativos  377

der. Las intuiciones que abren nuestra nue- nos, sus obstáculos y posibles salidas. Este
va comprensión solo llegan a través de los modelo es una propuesta que nos puede
agujeros que se producen cuando se agota ser útil para su acompañamiento.
nuestra resistencia, entonces empezamos a
percibir la verdadera naturaleza de nuestro El acompañamiento espiritual como
SER, entonces empezamos a disolver nues- intervención terapéutica
tra mente ordinaria.
Lo que ocurre al ir disolviendo nuestra Este supone una intervención compa-
mente ordinaria es que la Luz empieza a siva hecha desde el corazón, en sintonía
entrar a través de las brechas de su ausen- con el sufrimiento del enfermo, donde el
cia. Este es el principio de la plenitud de profesional comparte al mismo tiempo su
conciencia, es el principio de la apertura vulnerabilidad, y su propia experiencia
espiritual. Es la entrega de la lucha, del trascendente y aporta su presencia como
apego, del desespero”. sanador herido. Esta intervención puede
No se trata de una cuestión de renun- ayudar al enfermo a cruzar el puente que
ciar al ego, es una cuestión de explorarlo lleva del sufrimiento a la aceptación, la
manteniendo sus competencias y elimi- entrega y hacia la trascendencia y con ello
nando su exclusividad. En el cristianismo a la sanación. Entendida ésta como recu-
se describe como experimentar y aceptar peración de la integridad y coherencia a
la presencia y cercanía de Dios: “Padre un nivel de conciencia superior al previo.
hágase tu voluntad y no la mía”. A través de la intervención compasiva,
Este es un modelo muy interesante ya el que sufre y el que la acompaña acaban
que, aunque solo sea tomado como una en un espacio distinto caracterizado por el
hipótesis de trabajo, es un mapa que nos crecimiento y la visión más madura de la
guía hacia dónde debemos orientar la bús- realidad.
queda interior de los enfermos, cómo faci- Es crucial para atender el sufrimiento,
litar el proceso. la disponibilidad del clínico para diagnos-
El que no sabe a dónde va no pue- ticarlo, su interés y disponibilidad para
de acompañar a nadie y nosotros como conocer sus causas, identificar el grado y
profesionales necesitamos referencias de los recursos, estrategias y posibilidades del
cómo es el proceso, mapas del territorio enfermo para afrontarlo.
por el que transcurren los últimos días de Es decir que, de forma esquemática, los
nuestros pacientes, para poder acompañar, pasos para la intervención se exponen en
orientar o sugerirles determinados cami- la tabla 2.

Tabla 2. Intervención Compasiva

Intervención Compasiva
✓ Establecer una relación de confianza y un vínculo terapéutico
✓ Identificar el sufrimiento 
✓ Identificar las causas del sufrimiento 
✓ Intentar resolver o desactivar las amenazas que puedan resolverse
✓ Explorar los recursos y capacidades del paciente para trascender su sufrimiento
✓ Intervención Compasiva, orientando al paciente hacia la búsqueda de una visión
transcendida de lo que percibe como amenaza.
378  Enric Benito et al.

Las herramientas del clínico que La mayoría necesitamos la ayuda y el


acompaña: hospitalidad, presencia y acompañamiento necesarios para atre-
compasión vernos a mirar el miedo, la muerte o la
amenaza a los ojos y quitarle su poder, el
Nuestro modelo propone una interven- poder que equivocadamente antes se les
ción en el sufrimiento y la herramienta por había dado, y retirárselo y retomarlo para
excelencia es la propia persona del profe- sí mismo.
sional, que dispone de unas actitudes que Un símil del acompañamiento sería re-
le pueden ayudar a facilitar el paso hacia la conocer que una de las formas menos ame-
aceptación. A estas actitudes les hemos lla- nazantes que tiene un niño de entrar en
mado hospitalidad, presencia y compasión. una habitación oscura es ir de la mano de
Henri Nowen(32) nos dejó el paradigma alguien que no tenga miedo; el acompaña-
del “sanador herido” que describe muy miento de los enfermos se hace desde la
bien cómo el acompañamiento espiritual confianza, el coraje, la sabiduría y la com-
parte de compartir la misma condición pasión. Y desde aquí crear el entorno donde
frágil y vulnerable. Viene a decir que para el otro no se encuentra solo, ni aislado y
acompañar hay que crear un espacio don- si el coraje que percibe el enfermo junto
de el otro pueda sentirse acogido, a esto lo con su intuición de que algo interesante
llama hospitalidad como respuesta básica le espera, son superiores a sus miedos y se
a la condición humana de soledad. atreve con cierto respeto a cruzar esta fase
Dice: “La hospitalidad es la virtud que para llegar mas allá, entonces puede tras-
nos permite romper la estrechez de nues- cender (atravesar y ascender) y descubrir lo
tros miedos y abrir nuestras casas al extra- que siempre ha estado allí, a un nivel de
ño, con la intuición de que la salvación conciencia más profundo y más vívido, su
nos llega en forma de un viajero cansado” propio SER.
[…] “¿Qué exige la hospitalidad para con- Debemos recordar que ante la perso-
vertirse en poder curativo? En primer lugar na que sufre hay un poder terapéutico de
que el que hospeda se sienta en su pro- nuestra presencia, entendida como pre-
pia casa” (es decir que se encuentre bien sencia en plenitud.
consigo mismo, sin miedo, en paz) “y, en Como dice Javier Barbero(33), “cuando
segundo lugar, que cree un lugar libre y estamos en medio del sufrimiento, somos
sin miedo para el visitante inesperado”32 co-responsables no solo en eliminar sus
(un espacio de serenidad y confianza don- causas, sino también en la actitud frente a
de el otro pueda sanar, una posada donde él. Y, en último término, no será tanto un
reponerse de las heridas). problema que requiera explicación, cuan-
La búsqueda debe hacerse profundi- to un misterio que demanda presencia”.
zando en el sufrimiento, atravesándolo, no Ver la tabla 3.
rechazándolo. Dicen los toreros que la for- El trabajo del profesional en este mo-
ma de superar el miedo al toro es mirarlo mento es el de estar presente, desde la
a los ojos. En el momento que miras el serenidad, la confianza y su propia paz in-
miedo a los ojos, desde la conciencia ple- terior, viendo y entendiendo el sufrimien-
na, puedes tomar conciencia de cual es su to (la amenaza a la integridad) como una
verdadero poder y desactivar el miedo. En forma estrecha e incompleta de verse a sí
el momento en que el paciente es capaz mismo por parte del enfermo. Desde la
de afrontar, dejando de luchar y ver la rea- visión del terapeuta, que reconoce al mis-
lidad con otros ojos, es el momento en que mo tiempo la vulnerabilidad pero también
está en condiciones de poder trascenderlo. la trascendencia del ser que tiene delante
El acompañamiento espiritual en cuidados paliativos  379

Tabla 3. Sufrimiento

EVALUACIÓN DEL SUFRIMIENTO

CATEGORÍA CONDICIÓN ESTRATEGIA


PROBLEMA EVITABLE RESOLVER O PALIAR
MISTERIO INEVITABLE/CONDICIÓN EXISTENCIAL ACOMPAÑAR

sufriendo, se puede, poniendo el espejo La compasión a la que nos referimos


de su presencia consciente delante, faci- no es una emoción, sino una actuación a
litar que el paciente descubra esta visión favor del otro para aliviar su padecer. Está
más amplia y profunda que la que tiene excelentemente expresada en la parábola
de sí mismo. Es un momento de intentar del buen samaritano: “ pero el samaritano
recordarle su naturaleza esencial, que pue- que iba de viaje, paso por su lado, lo vio
da verse con los ojos que miran mas allá y se compadeció, se acercó a él, le puso
de la contingencia de la enfermedad y la aceite y vino en las heridas, se las vendó y
fragilidad y orientarle en la búsqueda de cuando acabó, lo subió a la montura y lo
la dirección adecuada para que él pueda llevó al hostal y se ocupó de él.” 
verse con estos nuevos ojos que le permi- Esta compasión, comienza por la con-
tan trascender la estrecha percepción de sí moción interna del terapeuta que percibien-
mismo, causante de su sufrimiento. do el sufrimiento del otro se siente movido
El profesional debe ser un acompañan- a actuar y transforma la conmoción en un
te del proceso en esta búsqueda, man- “ocuparse de él”, en un actuar, empleando
teniendo la conexión empática y con su la cabeza, movida por el corazón para ayu-
presencia plena creando el espacio de dar eficazmente a disminuir el dolor y el
seguridad donde comparte el proceso na- sufrimiento del otro que es percibido como
rrativo del enfermo, mientras mantiene su un igual, como un hermano. Es ofrecer
compasión. nuestra presencia en plenitud y, desde ella,
La compasión es, en nuestro entorno darle poder para que él se descubra a sí
cultural, un término bastante desprestigiado mismo conectado a su propia profundidad.
por mal comprendido. Es importante enten- El mensaje no verbal que el enfermo
derlo y diferenciarlo de la lástima. Dice So- debe recibir del profesional que le acom-
gyal Rimponché en el Libro tibetano de la paña es: “Tú no estás solo en este pro-
vida y la muerte(34): “todo lo que se ha dicho ceso y tu idea de estar solo y separado
sobre la asistencia a los moribundos podría de los demás es un sueño de tu mente,
resumirse en dos palabras: amor y compa- del que debes despertar para encontrar
sión. ¿Qué es la compasión? No es sola- tu integridad como persona”. “Estoy aquí
mente una sensación de lástima o interés para recordarte que somos iguales, que tú
por la persona que sufre, ni es solamente un eres mucho más de lo que quizás habías
afecto sincero hacia la persona que tenemos sospechado durante toda tu vida y mien-
delante, ni solo un claro reconocimiento de tras tu cuerpo se deteriora y tus fuerzas
sus necesidades y su dolor; es también la físicas disminuyen, vas a ir descubriendo
determinación sostenida y práctica de hacer una vida interior, una profundidad en ti
todo lo que sea posible y necesario para ali- mismo, que va a estar cada vez más des-
viar su sufrimiento […]. La compasión no es pierta y te transportará hacia otro espacio
auténtica compasión si no es activa.” de conciencia, lleno de paz y serenidad.” 
380  Enric Benito et al.

Esta compasión es consecuencia de la El ser humano, entonces, se sitúa des-


unión entre el profesional como persona y nudo frente a sí mismo y esa desnudez, en
los demás seres humanos a los que acom- principio, provoca temor, incertidumbre y
paña. Y es posible transmitir confianza y sensación de desprotección. Es ahí donde
seguridad en este espacio en la medida los recursos espirituales le pueden ayudar
en que el terapeuta ha visto, ha vivido en a renombrarse a sí mismo, a re-situarse en
algún momento en sí mismo, la experien- lo esencial frente a lo accesorio.
cia de este espacio de profundidad que Ese proceso, que tiene mucho de re-
se percibe en momentos cumbre. Cuando gresivo, de vuelta al estado original, no
se para la percepción y se vive sin tiem- es fácil hacerlo sin ayuda, bien sea de sus
po, cuando se ha traspasado alguna zona propios recursos espirituales y su trabajo
de sufrimiento y se ha comprobado cómo interno exploratorio y atrevido, bien sea
la conciencia continúa y se expande. La del apoyo espiritual de su entorno o de
compasión no es una actitud psicológica, los profesionales. Es ahí donde se puede
es más bien fruto de la conciencia madura, producir el paso del desnudo al vínculo.
un fruto obtenido de la práctica del silen- Uno puede acabar encontrándose pro-
cio y de la experiencia de ejercerla. fundamente con uno mismo en la medi-
Eckart Tolle, un maestro espiritual de da en que se vincula con alguien que le
nuestros días, ha descrito muy bien cómo sostiene en su experiencia de búsqueda-
opera esta compasión, cuando explica(35): sufrimiento. De hecho, parte de nuestro
“Hay dos aspectos en la compasión, este trabajo de apoyo espiritual estriba en la
aspecto dual es la conciencia de com- capacidad de sostener en el dolor, durante
partir con cada ser humano nuestras dos el viaje que el propio sujeto va haciendo
condiciones, la mortal y la inmortal. En el en el interior de sí mismo. Una vez que
nivel de la forma, usted comparte la mor- llega, también paradójicamente, es cuan-
talidad y la precariedad de la existencia. do puede transcender su self y encontrarse
En el nivel del Ser usted comparte la vida con lo que le vincula más allá de su propia
radiante, eterna. Estos son los dos aspec- existencia. 
tos de la compasión. En la compasión, los El problema es que el profesional, para
sentimientos aparentemente contrapuestos acompañar, también se encuentra desnu-
de tristeza y alegría se mezclan en uno y do, pues la desnudez humana del paciente
se transmutan en una profunda paz inte- le vincula con su desnudez más profunda
rior. Esa es la paz de Dios. Es uno de los y eso suele ser temido. En otros ámbitos
sentimientos más nobles de los que el ser tenemos herramientas terapéuticas que
humano es capaz y tiene un gran poder nos hacen sentirnos seguros: analgésicos
curativo y transformador”. para el dolor, ayuda económica y social,
cuidados que proporcionan confort…etc.
Un encuentro entre el que sufre y el que Pero el terreno espiritual es el encuen-
le acompaña desde la simetría moral tro persona a persona. Esto no significa
una relación privada de amistad, pero sí
La aparición de la enfermedad del fi- un encuentro entre la persona-paciente y
nal de la vida sitúa a la persona ante la la persona-profesional, un encuentro por
necesidad de desbloquear aquellas capas tanto personal. Y aquí es donde nos pode-
de su self: su estatus, sus roles, las preocu- mos sentir im-potentes, es decir, sin poder,
paciones cotidianas intranscendentes, etc. que es una de las claves habituales que
que le han hecho ir perdiendo su identidad conforma la relación. El encuentro perso-
más primaria.  nal-espiritual nos coloca en condiciones
El acompañamiento espiritual en cuidados paliativos  381

de simetría moral y nos enfrenta a nues- el sufrimiento, depende de la calidad de


tra propia condición humana. Por eso es tu vida interior y, en este sentido, el au-
tan difícil, por eso estamos ante un reto tocuidado espiritual del profesional debe
personal y profesional de hondo calado. verse como un imperativo ético”. El acento
sobre el “ti mismo” del mensaje de “ama
El cultivo de la espiritualidad del al prójimo como a ti mismo” resume esta
profesional como oportunidad de ayuda y necesidad.
de crecimiento La integridad de la persona que tú
como terapeuta eres, cuando entra en con-
Aunque el acompañamiento espiri- tacto con el paciente, puede ayudarle a sa-
tual debería estar disponible para todas nar, a trascender el sufrimiento, a facilitarle
las personas que se enfrentan al proceso aceptación, entrega, rendición y entrar en
de morir, no todos los profesionales po- el espacio de trascendencia que describe K
drán acompañar. No es algo que se pue- Dowling Singh. Tu presencia, tu madurez
da aprender leyendo un manual, está más espiritual, tu compasión y tu paz interior
relacionado con lo que somos que con lo pueden ayudar a cambiar la experiencia
que sabemos y mas con el grado de madu- del que tienes delante de ti, seas tú cons-
rez espiritual que con los conocimientos. ciente o no de este efecto.
Estamos refiriéndonos a la sabiduría del Si estamos de acuerdo con esta visión,
corazón. La capacidad de mantener la ac- debemos entonces aceptar que uno de
titud compasiva y ecuánime en el entorno los aspectos que podemos modificar en
del sufrimiento no es innata. Aunque todas el proceso, es el despertar a la dimensión
las personas tenemos un fondo compasivo trascendente o espiritual a los profesiona-
y, especialmente los profesionales sanita- les que cuidan pacientes al final de la vida.
rios, un corazón compasivo, éste debe cul- Esto implica ayudar a formarse en pro-
tivarse y equilibrarse con un cierto grado fundizar en sí mismo para ir perdiendo
de sabiduría para no verse arrastrado por nuestros miedos, nuestras sombras, ir tras-
el dolor del otro. cendiendo nuestras cuestiones pendientes
El profesional que quiera trabajar esta y apegos que frecuentemente interfieren
dimensión de la realidad del morir debe en la relación terapéutica. Y desarrollar
proveerse de las herramientas adecuadas, nuestra capacidad para ser compasivos y
cultivando su propia dimensión espiritual ecuánimes en el entorno del sufrimiento.
y promoviendo su hospitalidad, presencia La decisión de hacernos sanitarios suele
y compasión. Afortunadamente hoy dispo- ser la respuesta a una llamada de nuestro
nemos de evidencia de que éstas pueden interior, una intuición que nos lleva a sen-
cultivarse de forma eficiente(36). tir que nuestra vocación es la de ayudar a
En su conferencia plenaria en el con- los que sufren y esto es tener un corazón
greso europeo (EAPC) de Lisboa en mayo compasivo. Hasta hace poco los profesio-
de 2011, Michael Kearney comenzó recor- nales que trabajamos en el entorno del su-
dando cómo forjó su vocación de paliati- frimiento lo hemos hecho intuitivamente,
vista en el Hospice de St Cristhopher, fun- sin formación especifica, sin herramientas
dado por Cicely Saunders y que él bautizó y arriesgándonos al contagio emocional,
como “un lugar de sanación” y acabó di- al estrés post traumático secundario a lo
ciendo que “la calidad de la presencia que que se ha llamado fatiga por compasión o
como profesional aportas a la cabecera del al burnout.
enfermo y que puede ayudarle a restable- Recientemente hemos comenzado a
cer sus conexiones sanadoras y trascender explorar el curriculum interior de los pro-
382  Enric Benito et al.

fesionales que trabajan con el sufrimiento necesidades de las personas y el acompa-


y hemos evidenciado la relación signifi- ñamiento de los momentos de máxima vul-
cativa y positiva entre el grado de auto- nerabilidad pueden entenderse como una
conciencia, el autocuidado, la satisfac- oportunidad de un cierre armónico de la
ción de la compasión y la capacidad de biografía y una oportunidad de sanación.
afrontamiento ante la muerte. Así mismo Existen modelos y cuestionarios como
la autoconciencia en estos profesionales el del GES que pueden orientar cómo
se relaciona negativamente con la fatiga acercarnos a esta dimensión de nuestros
de compasión y el riesgo de burnout(37). pacientes si bien el autentico instrumen-
Sabemos por otra parte que la atención to de evaluación y acompañamiento es el
plena, puede cultivarse y desarrollarse e propio profesional.
igualmente nuestra capacidad de ser com- El profesional que ha tenido la ex-
pasivos. Esto abre el camino, ya intuido, periencia personal de afrontar y aceptar
para poder cultivar la espiritualidad del su propio sufrimiento o cuando su expe-
profesional y conseguir profesionales más riencia de vida le ha llevado a aceptar
ecuánimes, compasivos y que puedan de- su mortalidad domesticando el miedo o
sarrollar de forma gozosa su trabajo en un cuando su compasión hacia los enfermos
entorno para el cual hasta ahora había más y sus ganas de aliviar su sufrimiento es
riesgos que satisfacción. mayor que su miedo a morir, entonces
Se ha dicho que nadie puede acompa- puede acercarse a acompañar a los pa-
ñar a otro más allá de donde uno mismo ha cientes. Y deberá hacerlo a través de su
llegado y por ello, los que quieran adentra- tristeza y su dolor por tener que morir
se en el ámbito del acompañamiento espi- y una vez atravesado este espeso cam-
ritual deben dotarse de la consistencia in- po, puede encontrar el gozo de compar-
terna, la humildad, la confianza y el coraje tir la condición eterna de la dimensión
que surgen de una mente serena , sabia y inmortal. En este nivel más profundo, la
compasiva. Hoy sabemos que estas cuali- compasión es sanadora, repara y disuelve
dades pueden cultivarse. El reto es crear y el miedo a través de traspasar la visión
difundir las oportunidades para este cultivo. estrecha y amenazante que nos da nuestra
condición mortal.
CONCLUSIONES: LAS CLAVES PARA Se trata de que el profesional, traba-
ACOMPAÑAR je desde la confianza y el coraje, desde
su experiencia de haberse entregado y
Cuidar personas- pacientes y sus fami- comprobado que solo gana, aumenta y
liares- en el proceso de morir nos obliga crece cuando rebaja las expectativas del
a hacerlo desde un modelo integral que yo. Desde esta confianza, debe atreverse
incluya la espiritualidad. a acompañar y ayudar al enfermo a re-
En clínica disponemos de modelos que cordar que el sufrimiento se encuentra en
integran la dimensión espiritual como un la superficie de nuestra conciencia y que,
universal humano, que entendemos como en una dimensión más profunda, estamos
nuestra naturaleza esencial de donde surge siempre sanos e íntegros. 
nuestro anhelo inagotable de plenitud. Se Con este modelo en mente, queda evi-
expresa a través de la red de relaciones dente que la capacidad de sanar depende
que establecemos, intra inter y transper- también en parte del sanador, de la madu-
sonalmente. rez y experiencia del propio profesional,
El acompañamiento espiritual entendi- ya que nadie puede acompañar a otro mas
do como la evaluación de los recursos y allá de donde uno mismo ha llegado.
El acompañamiento espiritual en cuidados paliativos  383

El psicooncólogo tiene herramientas 11. Puchalski C, Ferrell B, Virani R, Otis-Green


muy útiles –lo da su profesión–, de ámbito S, Baird P, Bull J, et al. Improving the Qua-
comunicativo, para acompañar los procesos lity of spiritual care as a dimension of pa-
espirituales. Ahora bien, esas herramientas lliative care: The report of the consensus
son condición necesaria, pero no suficiente conference. J Palliat Med 2009:12:885-90.
para dicha tarea. Eso sí, tiene un ámbito te- Doi: 10.1089/jpm.2009.0142.
rapéutico privilegiado que facilita el encua- 12. Nolan S, Saltmarch P, Leget C. Spiritual care
dre y la posibilidad de acompañar el viaje. in palliative care: working towards an EAPC
Tiene mucho de responsabilidad, pero tam- Task Force. Eur J Pal Care 2011;18:86-9.
bién de experiencia apasionante, deseamos 13. Puchalski CM,Vitillo R, Hull S.K, Reller N.
que esta revisión pueda ayudar a facilitarla. Improving the spiritual dimension of whole
person care: Reaching national and inter-
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