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Ecología Histórica

Interacciones Sociedad - Ambiente a


Distintas Escalas Socio - Temporales

Carlos E. López y Guillermo A. Ospina


(Compiladores)
Ecología Histórica
Interacciones Sociedad - Ambiente a
Distintas Escalas Socio - Temporales

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Universidad Tecnológica de Pereira-Sociedad Colombiana de Arqueología-Universidad del Cauca, 2008
Ecología Histórica
Interacciones Sociedad-Ambiente a Distintas Escalas Socio-Temporales

Ecología Histórica: Interacciones Sociedad-Ambiente a Distintas Escalas Socio-Temporales.


Universidad Tecnológica de Pereira, Universidad del Cauca, Sociedad Colombiana de Arqueología. Pereira,
Colombia.©

Compilación y Edición:

López, C. E. y G. A. Ospina (Compiladores) 2008. ©

Carlos Eduardo López, Grupo Gestión de Cultura y Educación Ambiental, Facultad de Ciencias Ambientales,
Universidad Tecnológica de Pereira.
Guillermo Andrés Ospina, Grupo de Estudios Sociales Comparativos-GESC, Universidad del Cauca, Popayán.

Portada: Logo tomado de pieza cerámica excisa encontrada en la ciudad de Pereira.

Fotografía correspondiente a un aterrazamiento prehispánico en la vereda Mundo Nuevo, Pereira.

ISBN: 978-958-722-001-8

El Libro de Resúmenes Ampliados fue diseñado, diagramado e impreso por Postergraph S.A., Dosquebradas –
Colombia. (500 ejemplares)

Esta Versión electrónica en CD anexo a libro, con los artículos completos, fue diagramada por Martha Cecilia
Cano, Sociedad Colombiana de Arqueología, con la colaboración de Diego Cardona.

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Ecología Histórica
Interacciones Sociedad - Ambiente a
Distintas Escalas Socio - Temporales

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Universidad Tecnológica de Pereira-Sociedad Colombiana de Arqueología-Universidad del Cauca, 2008
Ecología Histórica
Interacciones Sociedad-Ambiente a Distintas Escalas Socio-Temporales

Compiladores

Carlos Eduardo López C.


Guillermo Andrés Ospina R.

Autores

Francisco Javier Aceituno Bocanegra


Silvia Helena Botero Arcila
Pedro José Botero Zuluaga
Martha Cecilia Cano Echeverri
Gonzalo Correal Urrego
Ruth Dickau
Franz X. Faust
Arleen Garcia-Herbst
Alba Nelly Gómez García
Juan Manuel González Castaño
Piedad Marcela Jaramillo Nieto
Alexis Jaramillo Justinico
José Luis Lanata
Nicolás Loaiza Díaz
Luis Francisco López Cano
Carlos Eduardo López Castaño
Juan Manuel Llanos Chaparro
Luis A. Martino
Willian Jairo Mavisoy Muchavisoy
María Almeira Navia Gómez
Ana Osella
Guillermo Andrés Ospina R.
Anthony J. Ranere
José Alfonso Realpe Quintero
Diana María Rodríguez Herrera
Elkin Rodríguez Triviño
Rocío Salas Medellín
Héctor Salgado López
Gustavo Santos Vecino
Lylieth Varela Fagúndez
Thomas van der Hammen

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Contenido

Presentación 7

Introducción
Problemas Abiertos a la Investigación sobre las Interacciones entre Sociedad y Ambiente.
Guillermo Andrés Ospina 13

1. La Escala del Poblamiento Temprano de las Américas

1.1. Ambiente y Demografía durante la Dispersión Humana Inicial en Sudamérica.


José Luis Lanata, Luis Martino, Ana Osella y Arleen García-Herbst 19

1.2. De Prometeo, Eva y los Pecadores Ambientales al Poblamiento de las Américas.


Franz X. Faust 39

1.3. Diversidad Cultural durante el Pleistoceno Tardío y el Holoceno Temprano en la Baja


Centroamérica y el Noroeste de Suramérica.
Carlos E. López y Anthony J. Ranere 45

1.4. Fauna Pleistocénica en un Depósito Cuaternario de la Formación Mondoñedo (Qmo):


Avances de Investigación.
Elkin Rodríguez, Pedro Botero, Thomas Van der Hammen y Gonzalo Correal 55

1.5. Cambios Paisajísticos y Localización de Evidencias Tempranas en el Valle Medio del Río
Magdalena.
Carlos E. López y José Alfonso Realpe 63

1.6. Poblamiento Temprano y Tecnología Lítica. Un Estudio en el Norte de Suramérica.


María Almeira Navia 85

2. Orígenes de la Agricultura en el Área Intermedia de las Américas

2.1. El Uso de Maíz y Cultígenos de Raíces en el Precerámico de Panamá y Colombia:


Evidencia de Almidones en Sitios Húmedos Subtropicales Premontanos.
Ruth Dickau 97

2.2. Rastreando los Orígenes de la Agricultura en la Vertiente Oriental del Cauca Medio.
Francisco Javier Aceituno y Nicolás Loaiza 107

2.3. Cazadores-Recolectores y Horticultores del Holoceno Temprano y Medio en la Cuenca


Baja del Porce.
Gustavo Santos 123

2.4. Ocupaciones Tempranas en el Valle de Aburrá. Sitio La Blanquita.


Silvia Helena Botero 139

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Ecología Histórica
Interacciones Sociedad-Ambiente a Distintas Escalas Socio-Temporales

2.5. Evidencias Precerámicas en el Municipio de Pereira: Efectos del Vulcanismo y


Colonización Temprana de los Bosques Ecuatoriales en el Abanico Fluviovolcánico
Pereira-Armenia.
Martha Cecilia Cano 149

3. Arqueología, Paisajes e Influencias Antrópicas

3.1. Reconocimiento Regional Sistemático Cuencas de los Ríos San Jorge y Uré.
Elkin Rodríguez y Rocío Salas
171

3.2. Una Aproximación al Proceso Histórico Prehispánico de la Planicie Cálida del Valle del
Magdalena Tolimense, Colombia.
Juan Manuel Llanos, Héctor Salgado y Alba Nelly Gómez 185

3.3. Arqueología Preventiva Frente al Crecimiento Urbano: Aplicación a la Ciudad de Pereira,


Colombia.
Carlos E. López y Diana María Rodríguez 209

4. Ecología, Territorio y Significados en Dimensión Histórica

4.1. Kabëngbe Lware “Nuestro Territorio” el Reflejo del Cambio Espacial en la Tradición Oral
Kamëntşá del Valle de Sibundoy, Putumayo.
Willian Jairo Mavisoy 219

4.2. El Páramo, el Fuego y la Humanidad.


Lylieth Varela 229

4.3. Los Observadores de Scorpius: Maíz, Astronomía y Sistemas Hidráulicos en el Humedal de


Jaboque-Engativá. Siglos X-XVIII d.C.
Luis Francisco López 235

4.4. Recursos Hídricos y Estrategias de Subsistencia en el Municipio de Tubará (Departamento


del Atlántico).
Piedad Marcela Jaramillo 249

4.5. El Hombre, Factor Determinante de los Desastres. Aportes desde lo Local, el Caso de
Pereira, Colombia.
Juan Manuel González 263

4.6. Aportes de la Ecología Histórica a la Cultura Ambiental.


Carlos Eduardo López y Martha C. Cano
267

4.7. Importancia de las Materias Primas en la Interpretación Cultural de los Yacimientos


Arqueológicos en la Cuenca del Rumblar (Jaén, España).
Alexis Jaramillo 273

Autores 299

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Presentación
E l cambio ambiental es considerado como uno de los grandes problemas que enfrenta la comunidad
global contemporánea: el calentamiento climático, los procesos de deglaciación, el aumento del nivel de los
océanos, la deforestación, la extinción de especies, los cambios acelerados en el uso del suelo, las poblaciones
en riesgo de desastres y la transformación a gran escala del planeta, como resultado de intervenciones
humanas, son sólo algunos tópicos comunes en torno a la idea de la fragilidad ecosistémica global, en la que
“todo tiene que ver con todo”.

En este sentido son oportunos los enfoques de discusión y análisis enmarcados contemporáneamente
en los ámbitos de la Ecología Histórica, la Historia Ambiental y de la Arqueología del Paisaje, pues consideran
la interacción entre sociedad y ambiente, desde distintas escalas de análisis espacio-temporales, vinculando,
tanto al pasado arqueológico e histórico, como al presente etnográfico, hacia el entendimiento y toma de
decisiones sobre problemas socioculturales y ambientales actuales. En pocas palabras como planteó Crumley
en 1994, la Ecología Histórica “traza los lineamientos para entender las relaciones dialécticas que existen entre
los actos humanos y los actos de la naturaleza que quedan manifiestos en el paisaje”.

Este libro surge a partir de la convocatoria efectuada a varios investigadores a participar como ponentes
en dos simposios desarrollados durante el IV Congreso de Arqueología en Colombia celebrado en la ciudad de
Pereira a finales de 2006. Por una parte se retomaron ponencias del simposio sobre “Ecología Histórica”
organizado por los editores, y por otra parte, se sumaron ponencias presentadas en el simposio denominado
“Arqueología y Paisaje”, coordinado por los antropólogos Rocío Salas y Elkin Rodríguez. Para fortalecer la
calidad de esta compilación, al llamado inicial se agregaron posteriormente otros autores con temas relevantes
a estas temáticas. El propósito ha sido propiciar el acercamiento entre distintos enfoques de trabajo, cada uno
desde escalas y territorios particulares, siempre interesados en abordar las interacciones sociales y biofísicas
implícitas en la transformación del paisaje a través del tiempo. La propuesta consiste en explorar casos y
conocer respuestas interdisciplinarias que están siendo hoy construidas frente a los procesos de cambio, desde
perspectivas complementarias, las cuales vinculan tanto el trabajo de las ciencias naturales y las ciencias
sociales, así como de comunidades contemporáneas, en la comprensión ambiental del territorio. Se consideran
problemas integrados a la construcción social de la realidad que compartimos como parte de la comunidad
global, desde los orígenes con temas centrales sobre poblamiento y el inicio de las prácticas agrícolas, hasta la
complejidad contemporánea.

Ecología Histórica y Arqueología del Paisaje

Distintos investigadores nacionales e internacionales aceptaron este llamado para presentar avances y
resultados de sus proyectos. Fue fundamental la presencia de investigadores que vienen trabajando a distintas
escalas sobre temas tan amplios como el poblamiento inicial de las Américas, los orígenes de la agricultura, o
sobre los cambios históricos del paisaje y el papel de las comunidades presentes y pasadas. En la primera
parte del libro, los investigadores José Luis Lanata, Luis Martino, Ana Osella y Arleen García-Herbst aportan un
artículo de gran importancia sobre el ambiente y la demografía asociada al poblamiento inicial de las Américas.
Al respecto se incluye una simulación en video en el CD adjunto, mostrando las posibilidades científicas de
“retro-predicción” a partir de métodos matemáticos y estadísticos. Por su parte el antropólogo Franz Faust
aporta con sus reflexiones teóricas acerca de los procesos de dispersión humana temprana, particularizando
sobre el papel de las quemas en la colonización de los continentes. El escrito de Carlos E. López y Anthony
Ranere constituye una síntesis sobre la diversidad cultural, presente ya durante el Pleistoceno Tardío y el
Holoceno Temprano en la baja Centroamérica y el noroeste de Suramérica. En este marco temprano, los
siguientes capítulos presentan datos y problemas puntuales de investigación: Elkin Rodríguez, Pedro Botero,
Thomás van der Hammen y Gonzalo Correal describen hallazgos de megafauna en la Sabana de Bogotá;
Carlos E. López y Alfonso Realpe discuten implicaciones de los cambios de paisaje en el Magdalena Medio.
Finalmente María Almeira Navia presenta un artículo acerca de tecnología lítica, efectuando una comparación
entre conjuntos del Magdalena Medio y “el paijanense” de la costa Pacífica peruana.

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Ecología Histórica
Interacciones Sociedad-Ambiente a Distintas Escalas Socio-Temporales

En la segunda parte, con respecto a los procesos holocénicos de uso de plantas, se cuenta con nuevos
datos y reflexiones teóricas, tanto en el ámbito de la baja Centroamérica como en territorio colombiano. En ese
sentido los trabajos de Ruth Dickau en Panamá y F. Javier Aceituno, Nicolás Loaiza, Gustavo Santos, Silvia
Botero y Martha C. Cano, en la región del Cauca Medio, constituyen valiosos aportes a esta temática relevante
para enfatizar el papel de los procesos de domesticación de plantas y las implicaciones en la transformación de
de paisajes generados en esta zona ecuatorial, caracterizada también por una fuerte influencia volcánica.

En la tercera parte los textos presentan una relación entre arqueología y paisaje a partir de
prospecciones regionales y consideraciones temporales que cubren amplios procesos temporales de ocupación
humana, incluyendo su aplicación actual ligada a la arqueología de rescate o a la arqueología preventiva. En
este contexto, se publican los artículos de Elkin Rodríguez y Rocío Salas, así como de Juan Manuel Llanos,
Héctor Salgado y Alba Nelly Gómez, los cuales se reseñan más adelante. Los investigadores Carlos E. López y
Diana María Rodríguez presentan una evaluación de impactos sobre recursos patrimoniales arqueológicos en
proyectos urbanos, mostrando su aplicación en el manejo arqueológico preventivo en Pereira.

La cuarta parte, la constituyen artículos donde se destaca el contexto antropológico de la ecología


histórica, en particular en su mirada al territorio y sus significados, a partir de diversos acercamientos, sea
desde la misma etnia, por ejemplo el aporte de los Kamëntşá del Valle de Sibundoy- (Willian Jairo Mavisoy), la
consideración de la complejidad ecológica y cultural de los páramos andinos (Lylieth Varela), la importancia
histórica y simbólica de los humedales, así como sus implicaciones contemporáneas (Luis Francisco López) y el
papel de los recursos hídricos en Tubará (Piedad Marcela Jaramillo). En todas estas contribuciones se destacan
enfoques diversos en perspectiva ecológica, ambiental e histórica. Finalmente es importante señalar desde una
mirada actual al ser humano, como factor determinante de los desastres (Juan Manuel González).

Se presentan además aspectos generales del la visión de la Ecología Histórica y Cultura Ambiental que
se viene fortaleciendo en la Universidad Tecnológica de Pereira (Carlos Eduardo López y Martha C. Cano).
Termina el texto con un aporte a nivel internacional, sobre materias primas en los yacimientos arqueológicos,
cuenca del Rumblar (España) por Alexis Jaramillo.

En el simposio sobre Ecología Histórica celebrado en Pereira, participaron también otros investigadores
como: Alexánder Herrera, Nayibe Jiménez, Ana Milena Perilla, Víctor Morcillo, Audrey Salazar, Yina Gómez,
Germán Morriones, Gaspar Morcote, Germán Peña y Santiago Mora. No obstante, algunos por ya haber
publicado su trabajo en otros textos, otros por no haber recibido los textos finales, no aparecen en este libro. De
todas maneras a todos nuestro agradecimiento por su valiosa participación.

Sobre el Simposio Arqueología y Paisaje1


El paisaje, como elemento estructurador, ha proporcionado al ser humano una base física para su
sustento y dinámica socio cultural. Para analizar las relaciones paisajes y sociedades humanas, es necesario
integrar tanto los elementos ambientales que los componen (clima, aguas, relieve, suelos, material parental y
2
organismos) como la dimensión social, sobre la cual se producen y reproducen las relaciones entre individuos
y grupos; igualmente la dimensión simbólica que corresponde al entorno pensado, o sea la construcción social
del paisaje (Criado 1991, 1999). Por esta razón se propuso generar un espacio de divulgación y discusión
relacionado con la temática del paisaje y las metodologías utilizadas para su estudio. Este texto recoge también
ponencias del simposio Arqueología y Paisaje, presentando algunos de los trabajos realizados desde esta
perspectiva, su aplicación y resultados, en la reconstrucción histórica de los ambientes y pueblos del pasado
arqueológico. La mayor parte de los trabajos presentados durante el Simposio, generaron un cuerpo de datos e
información exhaustiva sobre el espacio, presentando un potencial significativo para ser interpretado a la luz de
la antropología del paisaje, es decir, no como una realidad externa esperando a ser ocupada, sino como
constructores sociales, históricos, dinámicos y emergentes. Tratar de entender cómo los grupos percibieron,
usaron y otorgaron valoraciones y significados al entorno, permite acercarnos al reconocimiento de aquellos
lugares que presentan tanto modificaciones tangibles como también a aquellos sin evidencias, pero que
pudieron haber sido significativos en el pasado.

1
Este simposio fue presentado por los coordinadores Rocío Salas y Elkin Rodríguez, quienes hasta esa fecha formaban parte del grupo de
investigadores del Centro de Investigaciones Sociales Antonio Nariño CISAN. La reseña que aquí se presenta fue redactada por los
coordinadores de este simposio y por el arqueólogo Rafael Curtoni.
2
Paisajes Fisiográficos ORAM-Colombia-IGAC 1998:24.

8
La presentación de diversos tópicos que contempla el tema, alienta la orientación y profundización en la
investigación arqueológica sobre el estudio del paisaje, evidenciando una interesante apertura en la disciplina
por parte de investigadores de otros países sudamericanos. Los comentarios que se presentan a continuación,
fueron realizados por el arqueólogo argentino Rafael Curtoni, quien resaltó los aportes de los ponentes, no sólo
a la temática del simposio, sino sobre la investigación en el área del paisaje.

Es pertinente hacer mención a otras ponencias presentadas en el simposio de Arqueología y Paisaje,


pero cuyos textos no aparecen publicados en este volumen. Rafael Curtoni, mostró mediante el análisis de
diferentes manifestaciones simbólicas relacionadas con el paisaje arqueológico del área centro-este de la
provincia de La Pampa, configuraciones estilísticas regionales y extrarregionales. La identificación de estilos y
técnicas de producción artística, aportando a la discusión sobre la circulación de elementos iconográficos o
temas en escalas espaciales amplias, brindando información relacionada con territorialidad, agregación social y
contactos poblacionales generados durante el Holoceno tardío. El trabajo de Pedro Botero describió los
cambios que se han producido en las relaciones de los arqueólogos con los paisajes-suelos, enfatizando que
los suelos arqueológicos no deben ser vistos como anexos, sino que deben ser involucrados activamente en la
discusión arqueológica, destacando el concepto de que el suelo no contiene, sino que es parte del registro.
Mario Bermúdez presentó una aproximación, combinando variables de la arqueología ambiental, la
geomorfología y geoarqueología para investigar las distintas unidades que componen los valles en “V”,
considerando las causas naturales y antrópicas de la micro-geomorfológica y estratigráfica de los sitios
arqueológicos. Javier Giraldo trató sobre los desarrollos desiguales en el Alto Caquetá del sur occidente
colombiano, rompiendo con los modelos homogenistas de complejidad que fueron utilizados en la región. Rocío
Salas en su trabajo sobre las “mujeres de barro” de Montelíbano (Córdoba), realizó una reinterpretación de las
figurinas y de la iconografía asociada en relación con el paisaje. Utilizó para su aproximación el concepto de
identidad, los enfoques de género y aproximaciones conceptuales de la arqueología del paisaje. A modo de
síntesis, el relator Rafael Curtoni, destacó que los trabajos presentados representan temas en las distintas
dimensiones de los paisajes arqueológicos: es decir desde lo ecológico (ambiental), lo social y cultural, lo
simbólico e ideológico y lo político contemporáneo. El análisis de estas dimensiones ha sido propuesto como
una unidad, entre otros por reconocidos investigadores sobre el tema, tales como Ingold, Criado y Hirsch. Por
otro lado, se destacó la temporalidad cubierta con los trabajos presentados, variando desde el Pleistoceno
hasta el Holoceno tardío. También se llamó la atención acerca de los diferentes tipos de ambientes que
representan los trabajos, así como las diversas escalas de análisis espacial que han sido utilizadas, desde los
sitios propiamente dichos, hasta regiones enteras.

Señalemos para terminar que este libro aprovecha las nuevas posibilidades electrónicas al mantener el
texto impreso básico, la versión resumida de las ponencias, e incluye un CD complementario con los
documentos en extenso, debidamente ilustrados -con las posibilidades que brindan las figuras, gráficos y mapas
a color-, así como con sus distintas escalas de ampliación de detalles. El trabajo de compilación y edición ha
sido coordinado entre el Laboratorio de Ecología Histórica de la Universidad Tecnológica de Pereira (UTP), el
Grupo de Estudios Sociales Comparativos (GESC) de la Universidad del Cauca y la Sociedad Colombiana de
Arqueología en cabeza de Martha C. Cano.

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Ecología Histórica
Interacciones Sociedad-Ambiente a Distintas Escalas Socio-Temporales

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Agradecimientos

A los directivos de la Universidad Tecnológica de Pereira en cabeza del señor Rector Luis Enrique
Arango Jiménez, el Vicerrector Académico José Germán López Quintero, el Vicerrector de Investigaciones
Samuel Ospina Marín, el Decano de la Facultad de Ciencias Ambientales Samuel Guzmán López y los
Directores del Departamento de Estudios Interdisciplinarios Hugo López Martínez y León Felipe Cubillos
Quintero.

A la Sociedad Colombiana de Arqueología, bajo la Presidencia de Martha Cecilia Cano Echeverri,


durante la cual se desarrolló el IV Congreso de Arqueología en Colombia; agradecemos su acompañamiento en
el concepto y la revisión editorial del texto impreso, así como el montaje del CD final. A la Fundación de
Investigaciones Arqueológicas Nacionales del Banco de la República, al Instituto Von Humboldt, al Instituto
Colombiano de Antropología e Historia y otras entidades que apoyaron la realización del Congreso. Además,
destacamos la labor editorial realizada por el Administrador Ambiental Diego Cardona.

Nuestro reconocimiento al Departamento de Antropología de la Universidad del Cauca, en particular al


profesor Jairo Tocancipá, así como a la ecóloga Lylieth Varela de la Fundación Universitaria de Popayán. Por
supuesto a todos los autores, y a los ponentes en los simposios antes mencionados, por su apoyo, compromiso
y paciencia.

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Introducción
Problemas Abiertos a la Investigación sobre
las Interacciones entre Sociedad y Ambiente
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Guillermo Andrés Ospina

L a compilación de los artículos que integran este volumen, constituyen un esfuerzo de los autores y
los editores para aportar elementos de discusión y análisis a todos los interesados en explorar amplia y
críticamente algunos temas de la extensa variedad de campos abiertos a la investigación relacionados con las
dimensiones ambientales del cambio social, desde distintas escalas y enfoques teóricos, metodológicos y
prácticos. Actualmente, la producción cultural de discursos y prácticas en este campo es enorme, al hacer parte
constitutiva de un escenario global que reclama abiertamente la participación de distintas formas de
conocimiento y saberes en la construcción de formas de medición y estrategias más acertadas que conduzcan
a la toma de decisiones.

Desde los años 1970s el efecto de “bola de nieve” en términos de la cantidad de datos, el volumen de
información acumulada y la sofisticación de los instrumentos de medición y seguimiento, ha dado lugar a un
vasto campo de reflexión e investigación que sobrepasa hoy las limitaciones impuestas por campos de
conocimiento encerrados en fronteras disciplinarias. De este modo, hoy estamos reclamando la participación de
distintas formas de conocimiento y saberes, en la construcción de estrategias de investigación que conduzcan a
la toma de decisiones más acertadas, en torno a la viabilidad y sostenibilidad de los modelos, sobre los cuales
están sustentadas actualmente las ideas de lo “social”, “lo ambiental “ y lo “global”.

En un momento de grandes discusiones al interior de las ciencias y disciplinas académicas, con


relación a su capacidad para enfrentar problemas contemporáneos de gran escala, como ocurre con el cambio
ambiental global, es evidente la necesidad de adaptarnos de manera teórica, metodológica y práctica a
condiciones cada vez más impredecibles en donde interactúan una enorme variedad de enfoques, utilizados
para interpretar o explicar un mundo que cambia a una velocidad nunca antes experimentada y donde la
cantidad y calidad de la información ha sobrepasado los límites establecidos por los tradicionales campos de
conocimiento especializados.

Un espacio de reflexión sobre el papel de la producción de conocimiento en este contexto cambiante,


está emergiendo y consolidándose en torno a la recopilación de datos, el análisis y la toma de decisiones
respecto a los impactos causados por las sociedades humanas y sobre los ecosistemas, teniendo en cuenta
proyecciones sobre largos períodos de tiempo. Las nociones de impacto ambiental y de riesgo son
conceptualizaciones críticas en la que deberíamos profundizar desde el marco de referencia de la conservación
de los sistemas naturales y culturales del presente. En este sentido, podríamos preguntarnos por el papel de la

3
Grupo de Estudios Sociales Comparativos (GESC), Departamento de Antropología, Universidad del Cauca, Popayán.
gospina@unicauca.edu.co

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Ecología Histórica
Interacciones Sociedad-Ambiente a Distintas Escalas Socio-Temporales

ciencia como generadora de conocimientos frente a la necesidad de conservar, o en su defecto, restaurar la


estructura que soporta la diversidad del planeta.

Las implicaciones de la vertiginosa transformación de esta estructura en los últimos siglos, se articula a
un escenario específico de discusión sobre el lugar de la ciencia en el marco político de la conservación, como
una tendencia contemporánea de pensamiento y acción. El conocimiento, basado en “hechos científicos”,
sustenta hoy con mucha fuerza la toma de decisiones políticas en temas como el ordenamiento territorial, la
legitimación de categorías del espacio (topologías), la legalización de la propiedad y el uso de recursos
concretos.

La construcción conceptual y práctica de nociones tales como patrimonio colectivo, patrimonio histórico,
patrimonio arqueológico, patrimonio cultural y patrimonio natural se insertan en la disputa política de la polaridad
histórica entre naturaleza y cultura. ¿Qué es natural o cultural en las dinámicas de cambio y transformación
actuales de los ecosistemas? Este es un tema que “se calienta” cada vez más, al calor del debate sobre nuestra
responsabilidad como especie en el tema del cambio ambiental global, los procesos de extinción y la
sostenibilidad misma del modelo adoptado como “estilo de vida” por una parte sustancial de la humanidad,
basado en una economía de mercado, a medida que se reducen los recursos disponibles para soportar el
crecimiento de la población.

Está claro que existen múltiples formas de interpretar los problemas del mundo en el que vivimos a
partir de la manera como nosotros mismos los experimentamos, nuestras formaciones disciplinarias y las
adaptaciones político-discursivas entre otras. A continuación, desde mi propio entendimiento como antropólogo
interesado en la exploración de este escenario tan amplio que plantea las relaciones entre sociedad y ambiente,
quisiera hacer una breve reflexión sobre las brechas abiertas a la investigación a partir de la definición de
escalas de espacio y tiempo y la disponibilidad de fuentes de información registrada en el paisaje, en la cultura
material y en la memoria social.

Paleoambiente, Geoarqueología y Arqueología del Paisaje

Las fuentes de información paleoambiental y geoarqueológica proporcionan la escala de trabajo más


amplia dentro de una perspectiva histórica del paisaje abarcando rangos temporales de millones y miles de
años. Al estar interesados en los procesos de interacción entre la especie humana y el ambiente y los cambios
que ocurren en estos procesos sobre ciclos de larga duración, los análisis palinológicos y paleoclimáticos
proporcionan datos muy importantes para la reconstrucción de la historia del paisaje que depende de la
colaboración y dialogo entre campos especializados de las ciencias de la tierra, la biología (botánica y
zoología), la geografía, la ecología, entre otras, en un esfuerzo conjunto por identificar los cambios ocurridos a
escala regional y/o global, en aspectos como la forma del terreno, el clima, la vegetación y los usos de la tierra,
la migración de especies, la distribución de ecosistemas y sus respectivos ecotonos, etc.

La interpretación de los cambios ocurridos en la vegetación (coberturas) a partir de los estudios del
polen en suelos y sedimentos en áreas geográficas determinadas, nos permite ampliar la escala de detalle,
justo cuando los cambios ocurren sobre largos periodos de tiempo, permitiendo identificar las tendencias en los
regimenes de precipitación (periodos más secos o húmedos) y temperatura media (periodos más fríos o cálidos)
de tiempos pasados en relación análoga con las condiciones actuales. Aspectos más relacionados con las
dinámicas de la tierra tienen que ver con la identificación de eventos volcánicos, inundaciones, avalanchas,
deslizamientos, los cuales quedan registrados en los suelos y las geoformas, siendo muy importantes para
determinar indicadores como la fertilidad, el grado de erosión (pendiente), el drenaje, la biodiversidad y la
movilidad frente a las barreras geográficas (ecológicas).

En este sentido, la arqueología a escala de paisaje considera el análisis de la organización del registro
arqueológico a partir de las dinámicas relacionadas con la deposición de los restos arqueológicos. La
observación de estas dinámicas ocurren a tres niveles: 1. Información del emplazamiento fósil (Tafonomía), 2.
Los efectos de los procesos humanos y naturales interactivos en los emplazamientos arqueológicos, 3. Los
impactos de las estrategias de subsistencia en localidades del paisaje. La geomorfología en este contexto es
entendida como el estudio de la historia de formación de la tierra y constituye un sustento importante del trabajo
a escala regional. Esta escala permite definir el grado de interacción entre los “procesos naturales” y los
“procesos antropogénicos” y sus respectivas huellas en el paisaje.

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Aunque el tiempo geológico desde una perspectiva evolutiva escapa a las dimensiones humanas
haciendo parte de los denominados “procesos naturales” del planeta, es importante considerar que las huellas
en el paisaje geológico tiene una larga duración que se conserva como evidencia de eventos dinámicos en la
formación de la estructura física del ambiente. Un buen ejemplo para entender estos procesos creativos “sin
intervención humana” son los cambios climáticos que hacen parte de la historia evolutiva del planeta
condicionando las adaptaciones de la vegetación y la distribución de los ecosistemas (formas de vida) a partir
del avance-retroceso latitudinal y altitudinal que responde a cambios en la temperatura, la precipitación, la
humedad y la intensidad de la radiación solar.

Etnohistoria, Registros Históricos y Archivos Institucionales

La etnohistoria puede ser definida como un método que nos permite acceder a información documental
como referencia descriptiva al presente de tiempos pasados. La revisión de crónicas de épocas coloniales en el
caso de América ofrece un buen ejemplo del tipo de registros basados en la observación y un marco cognitivo
para definir la realidad observada. Los registros históricos deben ser leídos siempre en su propio contexto ya
que entrañan tanto ventajas como desventajas para la investigación de los cambios en el paisaje: las ventajas
consisten en que a menudo los registros históricos dan cuenta de eventos sociales o ambientales que permiten
verificar otro tipo de evidencias como las arqueológicas o las huellas del paisaje. Las desventajas pueden
hallarse en los sesgos de la información debido a las equivalencias conceptuales de la época y las
connotaciones políticas de los registros documentales oficiales.

Por otro lado, es importante tener en cuenta que no siempre existen registros escritos y documentales
de los procesos que nos interesa investigar, lo que quiere decir que cualquier ejercicio de historia del paisaje
basado en la revisión de archivos para interpretar procesos de mediana y corta duración, debe confirmar la
existencia de bases documentales, los tipos de fuentes textuales y la posibilidad de acceso a los documentos
mismos. Problemas importantes abiertos a la investigación desde la revisión y análisis de fuentes documentales
en la historia del paisaje tienen que ver con el tipo de cambios demográficos, cambios en las coberturas y usos
de la tierra, la oferta y demanda de recursos y bienes ambientales (agua, tierra, alimento), el monitoreo de
eventos catastróficos debido a fenómenos geofísicos (avalanchas, erupciones volcánicas, etc.) o sociales,
cambios en los regimenes hidrometeorológicos, climáticos, etc.

Los archivos institucionales oficiales públicos y privados son una fuente de información muy importante,
a menudo desestimada por los académicos al considerarla como documentación técnica o burocrática. En
algunos casos, es posible encontrar bases de datos y registros de distinto tipo en secuencias temporales de
media y corta duración (siglos o décadas) muy valiosa y precisa para contrastar con otro tipo de evidencia
hallada en el terreno. Las instituciones suelen ser portadoras de una memoria documental del área geográfica
que tienen como jurisdicción al compilar un gran volumen de información que a menudo permanece
almacenada y sin analizar.

Cartografía, Memoria y Tradición Oral

La cartografía proporciona al investigador una fuente de información excepcional pero también una
herramienta para la sistematización, análisis y presentación de resultados. Los mapas y sus contextos de
elaboración constituyen en si mismos una valiosa forma de representación y descripción asombrosamente
precisa del espacio y el tiempo en el que son elaborados. Es por esto que siempre que se utilice información
cartográfica de carácter histórico, es necesario tener en cuenta que los mapas como documentos están
enmarcados en los parámetros preestablecidos por la época y la sociedad (cultura) desde la cual se lleva a
cabo la interpretación de la realidad y su elaboración.

Los archivos cartográficos generalmente guardan importantes documentos que permanecen


almacenados en anaqueles institucionales y que al ser puestos a la luz de nuevas técnicas como los Sistemas
de Información Geográfica (SIG) facilitan la aproximación de escalas y geo-referenciación, que permiten con
mucha precisión comparar los cambios ocurridos en un espacio determinado. Las fotografías aéreas son otra
herramienta importante para visualizar tanto las características de un área geográfica o región como los
cambios que quedan registrados en la estructura del espacio. Es importante decir que no siempre existen
registros de este tipo suficientes para análisis multitemporales o series históricas de larga duración

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Ecología Histórica
Interacciones Sociedad-Ambiente a Distintas Escalas Socio-Temporales

El paisaje cultural como texto (contexto) es socialmente construido por las acciones (unidades) y las
categorías mentales (cognitivas) de los actores sociales ubicados en un espacio y tiempo determinado. Así
como el paisaje puede ser leído a través de la observación directa de las características geomorfológicas, las
coberturas y usos, que nos permiten establecer una zonificación por unidades ecológicas del paisaje en un área
geográfica determinada, también puede ser leído a través de la memoria social y la tradición oral.

El paisaje es entonces un texto construido con discursos y acciones (intervenciones o huellas). Es muy
importante hacer claridad conceptual en las diferencias que entre las formas de aproximación propuestas por la
etnohistoria, la memoria social y la historia oral. Es preciso tener en cuenta que las dos dimensiones
corresponden con metodologías de trabajo más que con enfoques o desarrollos conceptuales y teóricos
definidos. Las fuentes orales pueden ser puntos de referencia interesantes para explorar en la “reconstrucción”
(restauración) de los ecosistemas en un pasado de mediana y corta duración. Los cambios experimentados por
la flora (coberturas vegetales), la fauna, la subsistencia, las formas de intercambio, las relaciones de poder, los
sistemas de creencias, etc., pueden ser temas de discusión durante una entrevista profunda.

Finalmente, el interés por comprender el comportamiento de la biosfera atrae cada vez más la atención
de las ciencias naturales y las disciplinas sociales generando enlaces discursivos y prácticos en campos
comunes de significación (lenguajes) basados en ideas, códigos y medios que permiten enlazar intereses
(interfase o afinidad) para generar y difundir la aplicación de nuevos conocimientos. Las nuevas tecnologías han
jugado un papel muy importante en estos desarrollos disciplinarios que algunos llaman “campos híbridos”.

Los procesos de adaptación al cambio ambiental son uno de los mayores problemas contemporáneos
que enfrenta la humanidad. La magnitud de las presiones ejercidas sobre los recursos del planeta durante los
últimos dos siglos ha conllevado a la extinción de especies y ecosistemas enteros, contribuyendo a la pérdida
de la capacidad de regeneración del suelo entre otros grandes desafíos relacionados con el sostenimiento de la
oferta de agua fresca y el asenso de los océanos por efecto del cambio climático. ¿Qué tipo de respuestas se
están dando a estos problemas y cómo nos adaptaremos los seres humanos en el futuro?, son dos preguntas
centrales que intentamos responder desde las ciencias naturales y las ciencias sociales: este es por cierto un
campo común de reflexión en la integralidad de las ciencias.

En la actualidad, una serie de discursos convergen en torno a conceptos clave como conservación y
restauración: Los intereses políticos actuales están comprometidos amplia y profundamente con discursos
ambientales que se ven reflejados en legislaciones nacionales, convenios y tratados internacionales con
distintos impactos en lo local. Respecto a las intersecciones conceptuales y prácticas de la conservación, es
necesario discutir los posibles sentidos en los cuales el análisis de datos geológicos, arqueológicos, históricos y
etnográficos pueden contribuir a la verificación de topologías locales relacionadas con las formas de apropiación
y transformación del paisaje a distintas escalas y de esta manera contribuir más efectivamente al diseño y
ejecución de alternativas basadas en el conocimiento local.

De cualquier manera, siempre es necesario considerar el contexto político en el cual se ubican los
discursos de la conservación para entender los roles posibles de una perspectiva de conocimiento o forma de
aproximación que contribuya a comprender los impactos y transformaciones de los ecosistemas derivados de
las actividades humanas durante largos períodos de tiempo y las posibles alternativas para la sustentabilidad de
la diversidad en el futuro. Por otro lado y finalmente, es necesario identificar las construcciones discursivas de
conceptos vinculados hoy a temas como la vulnerabilidad, el riesgo, el cambio y las estrategias de seguridad
que impactan desde distintos órdenes nuestra manera de relacionarnos con el ambiente.

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1.
LA ESCALA DEL POBLAMIENTO
TEMPRANO DE LAS AMÉRICAS

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1.1. Ambiente y Demografía Durante la Dispersión
Humana Inicial en Sudamérica

José Luis Lanata


Investigador Departamento de Antropología, Universidad de Buenos Aires-CEBBAD, F.F. de Azara-
CONICET.
jllanata@fibertel.com.ar

Luis Martino
Investigador CONICET-Departamento de Física, Universidad de Buenos Aires
lmartino@df.uba.ar

Ana Osella
Investigadora CONICET-Departamento de Física, Universidad de Buenos Aires
osella@df.uba.ar

Arleen Garcia-Herbst
Investigadora Department of Anthropology, University of California, Santa Barbara-ASM Affiliates, Inc.-
Carlsbad.
agarciaherbst@gmail.com

Resumen

Más allá del momento inicial en el cual se inicia la dispersión humana en Sudamérica es importante
conocer el dinamismo de la relación de esas poblaciones con los diferentes paleoambientes. Exploramos esa
dinámica en base a simulaciones que consideran las características de las ecoregiones del hemicontinente
durante el Pleistoceno Final y diferentes situaciones de crecimiento demográfico entre los cazadores-
recolectores. Los modelos tienen en cuenta también las capacidades de sustento de los distintos ambientes y
emplea datos etnográficos actuales, para jerarquizar la ocupación de cada hábitat. Los resultados de los
diferentes modelos permiten discutir el tempo y modo de la dispersión. En general, la tendencia parece ser la de
un proceso relativamente rápido, con una propensión a la jerarquización de hábitats, siendo un proceso más
rápido en la vertiente del Océano Pacífico debido a las características de sus corredores ambientales. Por otra
parte, considerando el cuello de botella espacial que representaron Costa Rica y Panamá, la dispersión humana
en Sudamérica parece ser un proceso con particularidades propias, no semejantes a las de Norte y Centro
América.

Palabras claves: Dispersión inicial humana, demografía, simulación, paleoambientes.

Abstract

To understand the dynamics of the initial expansion of human populations in South America, it is
important to consider the paleoenvironments through which these populations moved; the uncertainty of the
exact date for initial entry notwithstanding. We explore this dynamic by using simulations that incorporate the
characteristics of the ecoregions present during the Late Pleistocene and different annual demographic growth
rates for hunter-gatherer populations. The models allow us to examine the tempo and mode of dispersal. In
general, dispersal seems to be a relatively fast process where hunter-gatherer populations selected higher
ranked habitats, with more rapid movement occurring through the many environmental corridors on the Pacific
side of the continent than elsewhere. Because of the spatial bottleneck represented by Costa Rica and Panama,
human dispersal in South America appears to be a process that is distinct for those of North and Central
America.

Key words: Initial human dispersion, demography, simulation, paleoenvironments.

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Introducción dispersión global (Foley 1995, 1999). Según Foley


(1999) sabemos que la evolución de los Hominini
Más allá del momento inicial en el cual se se caracteriza por tener cuatro radiaciones
inicia la dispersión humana en Sudamérica es adaptativas. La última de ellas, la del Homo sapiens
importante conocer el dinamismo de la relación de posee una distinción particular, es el único
esas poblaciones con los diferentes homininae que tiene una dispersión geográfica
paleoambientes. Exploramos esa dinámica en base global. Aplicando una perspectiva dinámica de la
a simulaciones que consideran las características dispersión es posible modelar la utilización
de las ecoregiones del hemicontinente durante el diferencial del espacio a través de tiempo de
Pleistoceno Final y diferentes situaciones de manera tal que permita entender su rol dentro de la
crecimiento demográfico entre los cazadores- evolución humana.
recolectores. Los modelos tienen en cuenta
también las capacidades de sustento de los Fundamentalmente, la dinámica de la
distintos ambientes y emplea datos etnográficos dispersión humana puede caracterizarse por cuatro
actuales, para jerarquizar la ocupación de cada desarrollos interrelacionados que tienen lugar a lo
hábitat. Los resultados de los diferentes modelos largo de la historia de vida de una especie y que
permiten discutir el tempo y modo de la dispersión. son:
En general, la tendencia parece ser la de un
proceso relativamente rápido, con una propensión a Expansión ↔ Contracción
la jerarquización de hábitats, siendo un proceso Crecimiento ↔ Retracción
más rápido en la vertiente del Océano Pacífico Diversificación ↔ Homogenización
debido a las características de sus corredores Aislamiento ↔ Continuidad
ambientales. Por otra parte, considerando el cuello
de botella espacial que representaron Costa Rica y La interrelación entre y dentro de estos
Panamá, la dispersión humana en Sudamérica desarrollos -más los constrains ambientales
parece ser un proceso con particularidades propias, relacionados en cada caso- es lo que conforma el
no semejantes a las de Norte y Centro América. tempo y modo de los cambios genéticos (Hastings y
Harrison 1994) y culturales. Es por ello que la
Diferentes ciencias han comenzado a poner dispersión no es un rasgo simple; involucra
especial interés en los distintos aspectos aspectos fisiológicos, morfológicos, genéticos,
relacionados con los procesos de dispersión de las conductuales y culturales -entre muchos otros
especies (Gadgil 1971, Clobert et al. 2001) debido a componentes- de la trayectoria evolutiva de una
la relevancia que poseen en su historia evolutiva. especie (ver discusión en Roff y Fairbain 2001,
Desde un punto de vista ecológico, la dispersión Ronce et al. 2001).
repercute tanto en la dinámica y continuidad de
rasgos de una población como en su distribución, Analizando las Características de la Dispersión
abundancia y persistencia en un ambiente o región. Humana
Evolutivamente, entender los procesos de
dispersión tanto del pool genético y como del Los estudios de dispersión requieren considerar
cultural --intra y entre poblaciones-- nos ayuda a ciertas premisas. En primer lugar, las conductas
conocer los procesos de adaptación local, humanas son muy diferentes cuando estamos en
diversificación, extinción y modificación de rasgos presencia de ecoregiones (sensu Bailey 1995),
en la historia de vida de una especie. Estas ambientes y/o ecosistemas que no se conocen
peculiaridades han hecho que recientemente, los (Steele 2002). Es por ello que la dispersión en
estudios sobre los procesos de dispersión de espacios nuevos y/o vacíos requiere de estrategias
diferentes especies se transformen en integradores diferentes a aquellas utilizadas donde la
de distintos campos evolutivos y ecológicos información espacial y ambiental previa existe. Las
(Ferriere et al. 2000). características paleoecológicas del mosaico de las
ecoregiones son las que nos permiten conocer bajo
La dispersión de nuestra especie, entendida qué condiciones fue posible -o no- la dispersión.
como la suma de las diferentes conductas de Esto es muy importante pues existe una relación
movilidad y utilización del espacio (ver Dingle entre estas condiciones –i.e. la presencia de
1996), ha tenido importantes consecuencias en los barreras ecológicas y/o geográficas- y la reacción
cambios tanto genéticos como culturales. Y mucho de la población ante ellas. En el caso del Homo
más aún cuando consideramos que una de las sapiens, su dispersión a lo largo de y en diferentes
principales características del Homo sapiens es su ambientes parece haber sido el resultado de

20
“cruzar” barreras a lo largo de su historia. Esto nos
ayuda a conocer las condiciones en las cuales se Las situaciones enunciadas anteriormente
dan, por ejemplo, determinados ajustes y/o cambios muestran la multiplicidad de procesos involucrados
en los conjuntos instrumentales de las poblaciones. en la dispersión de una especie, en particular
cuando se efectúa en espacios vacíos o
La variabilidad demográfica y sus desconocidos. Adentrarnos en el conocimiento de
consecuencias sobre las poblaciones -i.e. cuello de la variedad de estos procesos nos ayudará a
botella, rescate adaptativo y efecto fundador- son conocer como tuvo lugar la diversificación genética
de vital importancia en los estudios de la dispersión y cultural así como también poder relacionar estos
humana (Foley y Lahr 2001). En este punto es con los efectos que tuvieron en la construcción y
importante considerar que estas situaciones no se modificación de nicho por parte de poblaciones
dan en la población en su totalidad, sino en humanas (Odling-Smee 1994, Odling-Smee et al.
fragmentos de ella. Abordar esta problemática 1996, 2003, Laland et al. 2000, Laland et al. 2001).
desde la perspectiva de las metapoblaciones Podremos así modelar como pudo haber sido el
(Hanski y Gilpin 1997, Hanski 1999) autoriza tempo y modo de la dispersión humana en una
acercarnos adecuadamente a conocer la situación particular.
variabilidad interna de las poblaciones humanas y
sus posibles respuestas a las presiones y los La Dispersión como un Proceso Bajo Múltiple
paisajes selectivos que enfrentaron. Por ejemplo, Presiones Selectivas
permite analizar si en determinadas circunstancias
los pulsos ambientales puedan ser considerados Estudios biológicos recientes han mostrado
como disparadores del cambio -cultural y/o que la dispersión responde a un sinnúmero de
genético. factores; en definitiva de múltiples presiones
selectivas (Gandon y Michalakis 2001). Entre ellas
Sin embargo, los pulsos ambientales pueden podemos mencionar el tipo de estructura de
tener efectos diferentes en las poblaciones (Neff y parentesco de la población, y sus costos generales.
Larson 1997). Un caso de esto puede ser el de las En este caso, la relación genética entre sus
situaciones de extinciones locales y no de la miembros no es necesariamente un parámetro fijo a
población en su totalidad. O que la existencia de lo largo del tiempo. Muy por el contrario, la forma,
refugios ecológicos permita que grupos o modo y tempo de la dispersión de individuos
poblaciones humanas persistan diferencialmente y influencia y modifica la estructura genética de un
sobrevivan mientras que otras no. En estos casos, grupo, teniendo resultados evolutivos inesperados
una población llegaría al número de individuos para una población humana.
mínimo viable, y posteriormente colonizar nuevos
espacios y/o recolonizar los conocidos Estudios en mamíferos no humanos han
anteriormente. Estas situaciones dejan improntas mostrado que en general los costos de la dispersión
genéticas (Wood et al. 1985) y también culturales. son muy bajos y que evitar la endogamia parecería
Otra situación está dada por la competencia ser uno de los factores selectivos dominantes
específica por determinados recursos o con otros (Cohen y Motro 1989, Ferriere et al. 2000). Sin
grupos humanos por estos y/o por la permanencia duda, las presiones selectivas son diferentes en
en algunos espacios. cada caso, siendo esperable que los costos más
bajos se den en aquellos de dispersiones cortas.
Los pulsos ambientales producen Por el contrario, serán altos para dispersiones más
reorganizaciones y reacomodaciones en los distantes, aún cuando los beneficios quizás sean
ecosistemas (Dieckmann et al. 1999). Estas mayores si se colonizan ambientes vacíos en
diferenciaciones tienen también consecuencias dónde la competencia sea menor. También
tanto en lo genético como en lo cultural. Por lo tanto debemos tener en cuenta que podría existir un
es posible que podamos reconocer o inferir cuáles sexbiased en dispersiones a larga distancia
puntos en el espacio y en el tiempo funcionaron (Ferriere et al. 2000).
como hot o cold spots co-evolutivos (Gomulkiewicz
et al. 2000). Debemos tener en cuenta que los El grado de heterogeneidad de los ambientes
diferentes procesos selectivos que actúan en una así como su productividad diferencial tienen una
población, no son sólo los darwinianos, sino que estrecha relación al seleccionar a la dispersión
también los no-darwinianos --i.e. mutación, errores como una conducta (Ims y Hjermann 2001). Esto es
en la transmisión y procesos estocásticos-- y que importante pues sin duda no podemos esperar que
también tienen efectos en la variación genética y la permanencia en un ambiente y/o patch sea
cultural de las poblaciones. temporalmente homogénea (Levin et al. 1984). Que

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la dispersión parezca actuar bajo un número otras, presentes en la historia de vida de la


variable de presiones selectivas (Crespi y Taylor población. Algunas de las relevantes son:
1990, McPeeck y Holt 1992) nos alerta de la
dinámica de los procesos de diversificación y a) la conducta de selección de hábitat –i.e.
homogenización a lo largo del tiempo. Como reduciendo o aumentando sus costos;
ejemplo y para el caso de espacios vacíos y/o b) las costumbre de fusión-fisión de grupos;
nuevos, la forma de la dispersión se relaciona con c) la forma azarosa o no de los asentamientos y
la capacidad de colonizar estos ambientes, uso de espacio, y
dependiendo de: d) si existe un patrón de co-dispersión con otras
especies.
i. Calidad de los ambientes
ii. Presencia de predadores y/u otros competidores Por ejemplo, es esperable que bajo ambientes
iii. Tasa de crecimiento de la población altamente impredecibles, la dispersión y el
iv. Conductas sociales intra e intergrupos asentamiento azarosos sean las prácticas más
v. Competencia entre familia y descendientes seguras para una población. Esto es esperable en
situaciones de variabilidad ambiental predecible. La
La Dispersión como una Conducta Co- relación co-evolutiva que una especie establece
Dependiente con otra contribuye en parte a la forma, tempo y
modo de la dispersión (Harrison et al. 2001). El
De acuerdo con estudios experimentales proceso co-evolutivo entre nuestra especie y
tanto en aves como en mamíferos no humanos, algunos vegetales muestra como grupos o sectores
existen condiciones internas y externas a una sociales de una población modifican sus pautas de
población que son necesarias para su dispersión movilidad, en tanto que otros no lo hacen.
(Hanski 2001). Una de ellas es su densidad en un
hábitat (Kokko y Lundberg 2001) y, en el caso Dispersión y Dinámica Poblacional
humano, el conocimiento tecnológico disponible
que posibilite y/o impulse conductas nuevas y/o Los estudios sobre la dinámica de
modifique las empleadas en espacios ya conocidos. poblaciones nos alertan de una serie de situaciones
Otra está relacionada con la presencia de a tener en cuenta a lo largo de su historia de vida
predadores, lo que se traduce en conductas (van Valen 1971). Aspectos a considerar son la
diferenciales siendo la de evadir y/o eludir espacios viabilidad y la persistencia de las poblaciones en el
una de ellas. Esto puede traer como consecuencia tiempo y en el espacio. La dispersión puede tener
una mayor movilidad y/o rango de acción. La efectos sobre estos aspectos, e incluso influenciar y
presencia de enfermedades parecería también mediar sobre distintos factores genéticos y
impulsar la colonización de hábitats nuevos, ecológicos como también culturales (Commins et al.
rehuirlos o retraerse (Silva et al. 2001). Asimismo, 1980). Por ejemplo, la acumulación de mutaciones
conductas sociales, como la expulsión de jóvenes en una población es un factor genético que puede
en edad reproductiva, tienen como consecuencia aumentar su riesgo de extinción. Como contraparte,
que la población se propague en el espacio. A poblaciones con una fuerte conducta de selección
estos simples ejemplos podemos sumarle las de hábitat y con reducción de los costos de
características de los ambientes. La relación entre elección, disminuyen sus riesgos de extinción. En
ambiente y el grado de complejidad tecnológica de general, es esperable que la dispersión reduzca el
una población determinan, en parte, el rango riesgo de extinción en las poblaciones y por lo tanto
temporal de permanencia en un espacio, y por lo permita que parte de un pool genético y cultural
tanto es un factor a tener en cuenta en los estudios persista, incluso bajo condiciones extremas (Olivieri
de dispersión. Por ejemplo, que una población et al. 1995).
cuente con una tecnología que le permita conservar
temporalmente alimentos puede aumentar su En general, la dispersión predomina en
permanencia en un espacio determinado y/o ambientes heterogéneos (Levin et al. 1984), por lo
permite rangos de acción más amplios. que es importante conocer las relaciones entre la
dinámica de las (meta)poblaciones por un lado y de
Dispersión y Rasgos Co-Evolutivos los feedback ecológicos, por el otro. Estas
relaciones son muy complejas pero pueden ser
La dispersión no es un rasgo único y analizadas a través de diferentes modelos, como
aislado dentro de una especie (Johnson y Gaines ser los de la Teoría de Juegos, aún cuando
1990). Depende de las características fisiológicas, simplifiquemos su estudio. Otra forma de analizar la
morfológicas, comportamentales, entre muchas dinámica adaptativa de la dispersión es teniendo en

22
cuenta las presiones selectivas y los cambios que c) comparar los diferentes casos, tanto a escala
producen en las poblaciones (Holt y McPeek 1996). continental como regional.
En definitiva, la relación entre la dispersión de una
población y su dinámica produce cambios, sean Algunos casos recientes de estos acercamientos
estos adaptativos, genéticos y/o culturales. (Steele 2002, Lanata y García-Herbst 2002, 2007,
Lanata et al. en prensa, Anderson et al. 1997) están
4
La Dispersión Humana en las Américas mostrando como es posible generar las
expectativas arqueológicas empleando diferentes
Durante los últimos años, varios autores tipos de datos, y no sólo los arqueológicos. De esta
han discutido la dispersión humana en América forma, la dispersión humana en las Américas podría
(Anderson et al. 1997, Steele et al. 1996, 1998, entenderse mejor si discutimos:
Morrow y Morrow 1999, Anderson y Gillam 2000,
Steele 2002, Surovell 2003) así como de otros a) la colonización de ambientes vacíos
casos (Young y Bettinger 1992, 1995, Young 2002, b) las distintas propiedades de los mosaicos
Ray 2005. Quizás uno de los aspectos en los que ambientales
hemos puesto menor atención los arqueólogos c) las condiciones paleoecológicas que permitieron
americanos es en la dinámica de los múltiples o no la dispersión
procesos relacionados con las condiciones, causas d) las contingencias paleodemográficas --i.e.
y consecuencias de la dispersión humana en las cuellos de botella, rescate adaptatico y efecto
Américas. Con contadas excepciones (Kelly y Todd fundador
1988, Martin 1973, Meltzer 1993, Anderson y e) los pulsos paleoambientales como disparadores
Gilmann 2000, Anderson et al. 1997, Steele et al. o causantes de extinciones locales y/o cambio
1998, Borrero 1999, Lanata 2000), el tema ha sido f) la relación entre la frecuencia de las
abordado utilizando la evidencia arqueológica para fluctuaciones ambientales y el surgimiento de
formular modelos de poblamiento, o bien evidencia innovaciones culturales y comportamentales
bioantropológica para postular diferencias y/o g) grado de competencia por los diferentes tipos de
relaciones entre grupos humanos y las posibles recursos
“oleadas” y/o “migraciones”. La dispersión humana h) la reorganización de ecosistemas y paisajes y su
en las Américas no sólo es un problema posible relación con los cambios y/o
arqueológico, también es un problema relacionado diferenciaciones genéticas y culturales, es decir
con la evolución de nuestra especie. Y determinar situaciones de hot y cold spots
sorprendentemente, no ha sido un tema que los coevolutivos.
arqueólogos orientados evolutivamente han
abordado -pero ver Borrero 1999. Esto es bastante La heterogeneidad espacial de Sudamérica
llamativo considerado del papel importante ha exige que entendamos las relaciones entre la
jugado en la Antropología y la Arqueología desde estructura y la función de un ambiente durante la
hace un cuarto de siglo (Dunnell 1980, Bettinger dispersión. Esto permite conocer las posibilidades
1980, Winterhalder y Smith 1981). Una perspectiva de irradiación del flujo humano dentro de la
evolutiva amplia da un armazón teórico- estructura de un paisaje. Una vía analítica
metodológico más adecuado para discutir la adecuada para ello es emplear el modelo Match –
dispersión humana en América. Por ejemplo, la Corridor – Matriz – PCM, parche – corredor - matrix
biología evolutiva, la geografía, la demografía, la (Forman 1990 y 1999, Hansen y di Castri 1992).
dinámica de poblaciones, la ecología y otras Cada mosaico ambiental -en distintas escalas- está
disciplinas están produciendo cambios importantes formado por estos tres elementos.
en los acercamientos evolutivos (Thompson 1999,
Czaran 1998, Gurney y Nisbet 1998, Hannon y Operativamente, el parche es definido
Ruth 1997, Hanski 1999, Laland et al. 2000), como "a relative homogeneous to nonlinear area
integrando diferentes disciplinas. Pensamos que es that differs from the surroundings", el corredor como
necesario discutir la dispersión humana en una "a strip of a particular type that differs from the
perspectiva evolutiva más adecuada y comprensiva adjacent land of both sides", y la matrix como "the
que permita a arqueólogos y antropólogos: background ecosystem or land-use type in a
mosaic, characterized by extensive cover, high
a) discutir el problema en escalas espacio-tiempo connectivity, and/or major control over dynamics"
apropiadas, (Forman 1999:38-39). El modelo PCM es flexible y
b) entender la dinámica de la dispersión humana, y puede aplicarse analíticamente en escalas
espaciales diferentes. En nuestro caso, vamos a
4
Ver mapas al final del artículo y videos de simulación digitales emplearlo en la escala continental, que es la
en la carpeta “Lanata et al. Videos”.

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apropiada para discutir la dispersión humana en las capacidades de sustento -pero ver Dockery et al.
Américas. Nos centraremos en especial en las 1998).
propiedades del corredor. Los corredores tienen
funciones -i.e. filtro, barrera, conductor, contenedor- Como se ha mencionado recientemente
y efectos -i.e. embudo, expansión, cerco- diferentes (Lanata 1996, Anderson et al. 1997, Steele et al.
en la dispersión humana (Saunders y Hobbs 1991, 1998, Borrero 1999), la dispersión humana no es un
Forman 1999). A escala continental podemos proceso unidireccional que implica que deben
sostener que los corredores poseen una cualidad agruparse poblaciones humanas en los ambientes,
de hábitat. Son espacios caracterizados por su colonizarlos y luego desplazarse hacia uno nuevo.
forma, en general más alargada que ancha, y por La dispersión puede tener lugar a través de los
tener propiedades ecotonales. Cuando un corredor corredores ambientales, y estos no tienen que estar
ambiental funciona como hábitat para una completamente colonizados para que la dispersión
población tiene ventajas importantes. Una de ellas continúe. La perspectiva defendida aquí es
es que permite a los humanos que están en él tener diferente al tradicional modelo de Ola de Avance de
acceso a una diversidad mayor de recursos. Esto Martin (1973) para el poblamiento de América, así
se debe a que los ambientes que conecta están como también a los modelos posteriores. En base a
relativamente cercanos. Esta peculiaridad, conocida la reconstrucción y diversidad paleoambiental de
como edge-effect -ver Forman y Godron 1986- Adams (1998) para Norte y Sud América es posible
admite el empleo de estrategias de explotación de ver que nos enfrentamos a un proceso con una
recursos más flexibles. Por ejemplo, facilita a los dinámica particular en cada ambiente. Esto trae
humanos no tener que depender de un número consecuencias demográficas particulares en cada
reducido de recursos alimenticios. Pero el edge- caso.
effect no siempre es ventajoso. Aunque la
diversidad de recursos potenciales fuese mayor, a En suma, la dispersión humana es un
veces su densidad tiende a ser más baja que proceso dinámico que de ninguna manera necesita
dentro de los parches que bordean el corredor, que un ambiente o parche se encuentre
haciendo riesgosa una permanencia prolongada en completamente ocupado para tener lugar. En
el mismo. cambio la dispersión humana, en América o
cualquier otro continente, parecería caracterizarse
Sin embargo y bajo situaciones de stress, mejor por una forma dendrítica y no direccional,
una población puede reducir el riesgo fácilmente como resultado de una suma de expansiones y
desplazándose hacia uno de los parches o retracciones que aprovechan diferencialmente los
ambientes lindantes. Otra calidad importante de los bajos costos de movilidad, las ventajas de los
corredores ambientales es que pueden aumentar corredores ambientales usados como hábitat, y la
las tasas de dispersión hacia los diferentes estructura de las ecoregiones, ambientes y/o
ambientes que lo circundan, ayudando la parches en dónde tiene lugar.
colonización de nuevos espacios, y de esa forma la
persistencia de la población (Harris 1984). Así, los Un Modelo Estocástico para Entender la
corredores juegan un papel importante en la Dispersión Humana Inicial en Sudamérica
supervivencia en un mosaico ambiental.
A fin de simular la dispersión humana en
Una regla ecológica general indica que los las Américas y poder conocer el role de los
ambientes son seleccionados por las poblaciones corredores ambientales durante la dispersión
de acuerdo con su percepción de la capacidad de humana inicial en Sudamérica, emplearemos la
sustento. Siguiendo esta regla, Steele et al. (1998) ecuación de Fisher (1937, ver también Skellman
han simulado el crecimiento demográfico durante la 1951), que es de uso generalizado en dinámica de
dispersión inicial en América. Entre otros, sus poblaciones. En Antropología ha sido empleado por
resultados parecen indicar que las poblaciones Steele et al. (1998) para modelar el poblamiento de
humanas se dispersaron rápidamente y Norteamérica. La ecuación de Fisher se expresa
estableciéndose en ambientes con capacidades de como:
sustento altas, como lo fue el sudeste
norteamericano. Si esto fue así, y tal como Steele
(com. pers.) sugiriera, los corredores ambientales dn (1)
pudieron haber jugado un papel muy relevante, = f (n,K) + D∇²n
incluso acelerando el flujo humano en busca de dt
aquellos ambiente o parches con mayores

24
Donde n (r; t) corresponde a la densidad de la se activa únicamente cuando el individuo es mujer y
población local en un tiempo t y lugar r = (x; y). D, da cuenta la su capacidad reproductiva. En este
es un parámetro de difusión y K, es la capacidad de caso asignamos un 90 % de probabilidades que
sustento del ambiente que expresa la potencialidad cada una de ellas sea una mujer activa
que tiene un ambiente para sustentar una especie reproductivamente en tanto que el 10 % restante no
dada, en este caso la humana (ver Dewar 1984). La lo es. El tercer parámetro define la expectativa de
función logística f (n, K), ampliamente utilizada en vida de cada individuo. Para ello usamos un
ecología (Murray 1990), describe el incremento generador de números al azar con una distribución
poblacional y posee una expresión: gausiana con un valor promedio de 25 años ± 5
años de diferencia. El período de vida reproductiva
f (n, K) = (2) activa de una mujer abarca entre los 12 y los 30
n años de vida; y las posibilidades de tener éxito
αn(1- ) reproductivo se determina a través de método
K probabilístico Monte Carlo utilizando la expresión
equivalente de la ecuación (2). Si un nacimiento
En donde α es la tasa máxima de tiene lugar, se considera que la mujer tiene un
crecimiento poblacional, siendo D∇²n el término de período de latencia mínimo de dos años. Para la
que define el movimiento de la población de modo difusión se realiza el siguiente proceso. De acuerdo
difusivo. Lanata y García-Herbst (2005) han con la solución obtenida para el caso anisotrópico
propuesto que el uso de los corredores ambientales (Martino et al. en revisión) se definen
no puede ser interpretado considerando la probabilidades de transición de cierto individuo
propuesta de Steele et al. (1998, ver también hacia las celdas vecinas, luego sorteando un
Hazelwood y Steele 2004) ya que se asume que el número al azar, el individuo migra.
coeficiente de difusión es constante. El resultado es
que la dispersión tiende a verse como una oleada, Más allá de la controversia que pueda
muy semejante a la que se produce si los existir en relación a cuando comienza la dispersión
ambientes son homogéneos y las conductas humana en Sudamérica, podemos decir que hay un
humanas son siempre iguales. Por el contrario, la cierto consenso que la misma pudo haber tenido
propuesta de Lanata y Garcia-Herbst (2005) es que lugar ca. 15.000 y 14.000 rcybp (ver discusión en
la dispersión humana dependería no sólo de las Dillehay 2000, Fiedel 2000, etc.). Esto es
características de los ambientes en los que se coincidente con el resultado obtenido por Steele et
produce dispersión sino también de aquellos hacia al. (1998) en donde partiendo de los 18.000 rcybp
los que se quiere desplazar. A fin de poder probar en Beringia se alcanza el sur de Centroamérica en
esta propuesta, se digitalizaron mapas los el 15.400 rcybp. Es por eso que se usará ese
paleoambientales de Sudamérica en donde cada momento como el de la posible entrada humana.
5
celda equivale a 125,5 Km² y se resolvió la
Para considerar la variabilidad paleoambiental y
ecuación (1) utilizando el método de diferencia
paleoecológica y su variación temporal durante la
finitas en un medio anisótropo a fin de reproducir
dispersión inicial tomaremos como base las
conductas que dependan del ambiente en la
reconstrucciones de Adams (1998) del Pleistoceno
elección de la dirección hacia dónde expandirse
Final-Holoceno Temprano (Figura 1).
(Martino et al. en revisión). Estas conductas, hacen
que las tasas de dispersión en cada uno de los
Uno de los principios ecológicos que
ambientes sean diferentes en función de las resultan del teorema de la permanencia en el patch
propiedades diferenciales de cada una de las
es que las poblaciones persisten en él hasta tanto
ecoregiones –ver detalles en Lanata et al. 2007.
no perciban que los recursos disminuyen (Stephens
Este tipo de solución determinista -dadas las
y Krebs 1987). Durante los momentos iniciales de la
condiciones iniciales, existe una único modo de
dispersión u ocupación de nuevos hábitats, las
dispersión- es adecuado para describir el avance
poblaciones humanas pueden moverse en él antes
poblacional como un todo pero no tiene en cuenta
de alcanzar el límite de la densidad poblacional que
la variabilidad individual.
5
Con el objetivo de tener en cuenta las Para el caso de estas simulaciones, no entraremos a discutir
cuál exactamente puede ser el momento inicial en el que hubo
variables individuales, se adaptó la solución
poblaciones humanas en Beringia, y si pudieron haber dos o
obtenida para realizar una dispersión al azar, por lo más dispersiones. A nuestros fines es importante tener un punto
que fue necesario definir parámetros estocásticos inicial que pueda servir para modelar la dinámica de la
que caractericen a la población. El primero es el dispersión en base a datos paleoambientales concretos. Nos
encontramos trabajando en modelos que toman en cuenta otros
sexo, en el cuál cada individuo tiene las mismas
momentos de inicio así como también si las entradas de
oportunidades de ser hombre o mujer. El segundo poblaciones fueron dos o más.

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el mismo permite, es decir antes de llegar al esto, el modelo sólo depende de un único
máximo de su capacidad de sustento. En este parámetro, la tasa de crecimiento poblacional α.
sentido, los espacios entre esos ambiente, los
corredores ambientales, presentan ventajas
importantes para una especie que se encuentra en
expansión. Una de las ventajas de los corredores
ambientales es que los individuos que viven en
ellos, poseen acceso a una mayor diversidad de
recursos ya que pueden explotar los de los
diferentes ecosistemas que rodean a los corredores
ambientales. Así, cuando algún recurso disminuye
en un hábitat, los individuos pueden rápidamente
tener acceso a otro semejante y/o complementario
en alguno de los hábitats cercanos al corredor
ambiental. Esta es una característica que favorece
la dispersión humana cuando la población se
encuentra en los corredores ambientales e incluso
puede acelerarlas. Y en el caso de Sudamérica
esto puede ser muy importante cuando
consideramos las particularidades de sus Tabla 1. Valores de K y D para cada hábitat
corredores ambientales. Recientemente, Lanata y
García (2002) mencionan el uso de los tres En este caso, presentaremos diferentes
corredores ambientales muy cercanos ubicados simulaciones considerando valores de α iguales a
sobre el Océano Pacífico; uno estrictamente 2, 3 y 4 % de crecimiento demográfico anual,
costero y otros dos en cada una de las vertientes empleando (1) y (2), sobre los mapas de las
oriental y occidental de la Cordillera de Los Andes. reconstrucciones paleoambientales de Adams
Estos corredores, tan próximos uno de otros –en (1998) (Figura 1) digitalizados –para mayores
escala continental-, se orientan norte-sur. Por otro detalles ver Lanata et al. en revisión.
lado, sobre la cuenca del Amazonas existen
también corredores ambientales pero más Nuestro modelo para Sudamérica comienza
separados y con orientación Este-Oeste (ver Figura en el mismo momento en el que Steele et al. (1998)
1 y detalles en Lanata y García 2002). Si realmente finalizan el suyo para el resto de las América, y bajo
los corredores ambientales jugaron un rol sus mismos parámetros, Steele et al. (1998)
importante en la dispersión inicial de nuestra asumieron que D = 900 y α = 3 %, para su modelo
especie en Sudamérica, es posible pensar que de América del Norte. En nuestro caso también
aquellos localizados sobre el Océano Pacífico asumimos que la dispersión es isotrópica al incluir γ
pudieron producir un efecto diferente a los de la i = 1 con los mismos valores de D y K –ver Tabla 1.
cuenca amazónica. La cercanía entre ellos y su Asumimos que el momento inicial de la dispersión
orientación Norte-Sur pudieron contribuir a acelerar en las Américas en Beringia es ca. 18.000 rcybp,
6
la dispersión. Debemos considerar en este caso semejante a lo empleado por Steele et al. (1998) .
que datos craneométricos (Pucciarelli et al. 2006) y Partiendo de este momento tentativo, obtenemos
genéticos (Fuselli et al. 2003, Lewis com. pers.) un momento estimado para el comienzo de la
parecen mostrar una mayor afinidad entre las dispersión inicial en Sudamérica cercano a los
poblaciones que se sitúan a lo largo de Los Andes 15.000 rcybp. La Figura 2 muestra los resultados de
por una lado y en la Cuenca Amazónica por el otro. la simulación asumiendo que el crecimiento
poblacional anual es α = 2 %. Puede observarse
En trabajos anteriores (Lanata y García- que el continente es cubierto en ca. 4.500 años
Herbst 2002, 2005, Lanata et al. 2006 y en prensa) pero los datos de Monte Verde (Dillehay 1989,
hemos comentado sobre los modelos isotrópicos 1997) y las ocupaciones tempranas de Tierra del
que Steele et al. (1998) produjeron para América
del Norte. A fin de tener valores aproximados para 6
Para el caso de estas simulaciones, no entraremos a discutir
las capacidades de sustento (K) y el parámetro de cuál exactamente puede ser el momento inicial en el que hubo
difusión (D) de los paleoambientes, utilizaremos los poblaciones humanas en Beringia, y si pudieron haber dos o
estimados por Binford (2001) para grupos nativos más dispersiones. A nuestros fines es importante tener un punto
inicial que pueda servir para modelar la dinámica de la
en Sudamérica en ambientes similares En la Tabla dispersión en base a datos paleoambientales concretos. Nos
1 se muestran los diferentes valores resultantes encontramos trabajando en modelos que toman en cuenta otros
para cada uno de las 18 paleoecoregiones. Con momentos de inicio así como también si las entradas de
poblaciones fueron dos o más.

26
Fuego (Massone 1987) no parecen ajustarse al de menor densidad del continente. Destacamos
modelo. Existen pequeñas diferencias entre las además que con un 1 % más de crecimiento
demografía de las poblaciones a lo largo de Los poblacional anual se requieren 2.000 años para que
Andes, la Cuenca Amazónica y el Cono Sur. La las poblaciones humanas lleguen a Tierra del
forma de avance de las poblaciones es muy Fuego, lapso que no sustancialmente diferente al
semejante a la de una oleada, similar al modelo ejemplo anterior de α = 4 %.
propuesto por Martin (1973), en el que los
ambientes con bajos valores de K no son Ecología, crecimiento poblacional mínimo
colonizados en este momento. viable y dispersión exitosa en Sudamérica.
Estimaciones recientes del número mínimo de
Al cambiar los valores de α a un población humana necesaria para que la dispersión
crecimiento demográfico anual del 3 % (Figura 3) en las América fuese exitosa calculan que le mismo
podemos ver que el lapso temporal para cubrir todo debió ser entre 80 y 200 individuos (Hey 2005,
el continente es de 3.000 años. Y que se González-José com. pers.). Las simulaciones
diferencian dos situaciones diferentes en cuanto a presentadas se inician bajo esos parámetros –ver
la forma de la dispersión. Por un lado hay un frente también Lanata et al. en prensa. En todos los
de dispersión a lo largo de los corredores del casos, nuestras simulaciones arrojan que un
Océano Pacífico y otro por la Cuenca Amazónica. mínimo de 600-700 individuos debieron
Las dataciones de los sitios arqueológicos más arribar/estar a/en El Darién en el momento de la
antiguos del extremo sur se cubren en este caso. entrada a Sudamérica. Este número refleja la
importancia que Costa Rica y Panamá poseen para
Una de las ventajas de las simulaciones es entender la dinámica de la dispersión en nuestro
que nos permite explorar situaciones con tasas de continente. Para nosotros, los ecosistemas y la
crecimiento demográfico diferentes. A fin de ver qué constricción espacial que tuvieron lugar en esos
sucedía con valores mayores a los casos países en el momento de la dispersión inicial
anteriores, realizamos una simulación con α = 4 % conformaron un cuello de botella poblacional
anual (Figura 4). En este caso, el continente se importante, quizás más importante que el de
cubre en ca. 2.200 años cumplimentando los Beringia; con importantes consecuencias en las
diferentes fechados arqueológicos más tempranos trayectorias culturales, genéticas y biológicas para
del extremo sur. Es interesante que tanto para α = las poblaciones que se dispersan en el continente
3 % como α = 4% las tendencias en las formas de sudamericano. A fin de explorar cuál pudo haber
la dispersión son diferentes en Los Andes y en la sido una tasa de crecimiento poblacional anual que
Cuenca Amazónica. Los paleoambientes permitiera una dispersión exitosa, efectuamos
ecuatoriales y/o tropicales experimentan un mayor ejemplos en los que los valores de α fuesen
crecimiento poblacional desde el momento en que menores a los que presentamos anteriormente
las poblaciones humanas ingresan en los mismos. (Figura 6). Con α = 1 % y siempre estando 600-700
Esto se aprecia cuando vemos que, si bien en Los individuos en El Darién ca. 15.400 rcybp, las
Andes la densidad salta de 2.5 a 3.1 habitantes por simulaciones muestran que los humanos se
Km², cuando modificamos el valor de α, en el caso hubiesen extinguido muy rápidamente (Figura 6,
de la Cuenca Amazónica, este salto es de 9 a 14 curva a). Si aumentamos un poco el valor de α (α =
habitantes por Km². Aún cuando el crecimiento 1,5 %) vemos que la población en el continente si
vegetativo sea semejante, es esperable que las bien persiste más, se extinguirá en
consecuencias culturales y genéticas no lo sean en aproximadamente 4.000 años (Figura 6, curva b).
ambas regiones, independientemente de las Bajo estas últimas circunstancias, seria posible que
características de los paleoambientes. En otras algunos grupos llegasen a Tierra del Fuego, pero
palabras, el efecto fundador, las trayectorias sólo bajo un número mínimo de población viable
culturales, genéticas y biológicas son diferentes en que no permitirá la efectiva colonización del
ambas macro regiones de Sudamérica, así como lo continente. En ambos casos –pero especialmente
pudieron ser también en el Cono Sur. en b- vemos las grandes fluctuaciones que
experimentan las poblaciones, con pocos
Con una tasa mayor –i.e. α = 5 % (Figura momentos de estabilidad.
5)- se ve fácilmente que la región andina no
experimenta un crecimiento poblacional importante La situación es diferente cuando los valores
pero que si es importante en los ambientes de α son del 2 y 3 % (Figura 7). Sudamérica es
ecuatoriales de la Cuenca Amazónica. Y como completamente colonizada, obviamente con
sucede en los modelos anteriores, la región de diferentes tempos. En este sentido, es fácil
Pampa-Patagonia se mantiene constante como la observar que una tasa de crecimiento poblacional

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entre los cazadores-recolectores sudamericanos ecoregiones, y d) como se reestructuran las


que se dispersan inicialmente en el continente del 2 ecoregiones y paisajes a lo largo del tiempo y que
% anual sería la mínima requerida para comprender conllevan a dar lugar a hot y cold spots evolutivos.
su colonización. Dentro del actual debate del En nuestras simulaciones de la dispersión humana
“poblamiento” de América aquellos sitios muy en Sudamérica pueden observarse tres zonas
tempranos pueden ser la señal arqueológica de principales; la Cuenca Amazónica, Los Andes y el
dispersiones con crecimiento poblacionales Cono Sur (ver también Lanata y García-Herbst
menores al 2 % que, si bien crecieron, no pudieron 2002, 2005), que parecen reflejar trayectorias
llegar a la mínima población viable requerida en evolutivas poblacionales diferentes. La Cuenca
relación con los ecosistemas para producir una Amazónica es la que más rápidamente presenta las
colonización que persistiera en el tiempo y en todo mayores densidades poblacionales y tiene los
el continente. La Figura 8 muestra el caso de crecimientos demográficos más constantes, en
crecimientos de 4 y 5 % anual. En este caso como especial a la altura del Ecuador. Sus ecoregiones
en el anterior es posible que no haya fluctuaciones se encuentran orientadas Este-Oeste y son las de
como en los casos de α= 1 y 1,5 %. Comenzando mayor extensión del continente, y las poblaciones
con 600-700 individuos en El Darién vemos como la humanas pudieron tomar ventajas de los corredores
tendencia es a un crecimiento constante luego de rivereños para dispersarse. En virtud de los
los primeros 1.000-1.500 años. resultados de las simulaciones en relación con la
densidad poblacional y su crecimiento, es posible
Las Peculiaridades de las Dispersión Humana proponer que la Cuenca Amazónica con
en Sudamérica características de una source-population.

Las Américas, y especialmente La zona andina es la más larga, delgada y


Sudamérica, son las últimas masas continentales la única orientada norte-sur, cruzando todo el
ocupadas por el Homo sapiens a lo largo de su extremo occidental del continente. Aquí, los
historia. Su cercanía temporal, variabilidad corredores ambientales están más cercanos uno de
ambiental –desde el ártico hasta el peri-antártico-, otro. Además estuvo, desde el punto de vista
7 ambiental y ecológico, mucho más fragmentada y
su orientación general norte-sur y siendo la única
especie de Homo que la ocupa, hace de las con menor capacidad de sustento que la Cuenca
Américas –y sobre todo Sudamérica- un particular Amazónica. Pero esas mismas características
laboratorio antropológico para entender cuáles produjeron una serie de microambientes con mayor
pudieron ser los diferentes mecanismos K a lo largo de los corredores ambientales, en
relacionados con la dispersión del género en especial en el del Océano Pacífico y de los
diferente momentos de su evolución. Así las piedemontes andinos. Estos corredores
simulaciones de la dispersión humana en ambientales pudieron permitir una mayor velocidad
Sudamérica presentadas son útiles para entender en la dispersión humana debido a estas
cuáles pudieron ser algunos de los mecanismos peculiaridades. En toda esta zona, el crecimiento
que tendrían mayor influencia en la dinámica de las poblacional es mucho más errático y parece estar
poblaciones –ver detalles en Martino et al. 2005 y más relacionado con aquellos parches con mayor
Lanata et al. 2006 y en prensa), aunque es sin duda productividad ambiental y baja densidad de
es un esfuerzo conjunto entre paleoantropólogos, población, constituyéndose quizás algunos de ellos
genetistas, arqueólogos, paleoecólogos, geólogos y en refugios poblacionales. El Cono Sur es la zona
otros científicos afines al tema. que presenta siempre la menor densidad
poblacional como reflejo de ambientes desérticos y
La dispersión humana en Sudamérica –o semi-desérticos. Las excepciones a esto parecen
en cualquier otro continente- puede ser ser aquellos microambientes dónde la riqueza de
caracterizada cuando consideramos a) la recursos marinos y rivereños son los altos así como
variabilidad en la velocidad de la dispersión a través otros que se ubican en cercanos a los piedemontes
de diferentes ambientes desde el momento de andinos. El Cono Sur puede ser caracterizado
entrada; b) el uso de los corredores ambientales como una sink population zona. La ausencia de
que conectan diferentes ecoregiones, c) la algunos haplogrupos en las actuales poblaciones
contingencias paleodemográficas que se producen Mapuche –haplogrupo A- y Yamana –haplogrupo A
cuando las poblaciones humanas entran en las y B- (Moraga et al. 2000) pueden ser indicadores de
ello.
7
A diferencia de lo que sucede en otros continentes, la
trayectoria evolutiva de la adaptación humana en las Américas Es esperable que durante la dispersión
es de climas fríos a templados a climas fríos nuevamente, algo inicial en estas tres zonas mayores de Sudamérica,
característico en el continente.

28
los corredores ambientales hayan tenido un rol de dispersión de nuestra especie. Más información
importante. Aquellos ubicados a lo largo de Los bioantropológica y arqueológica es necesaria para
Andes –Océano Pacífico- pudieron acelerar la continuar realizando modelos semejantes a los aquí
dispersión hacia el Cono Sur antes que aquellos propuestos –y estamos trabajando en ello. Pero en
corredores ambientales orientados Este-Oeste general, la dispersión humana inicial en
ubicados más al norte de la Cuenca Amazónica. Sudamérica no parece ser similar a la de América
Las peculiaridades de los corredores que separan del Norte y Central, y quizás puede ser mejor
las tres mayores zonas sudamericanas aquí entendida bajo la perspectiva de una especie
propuestas parecen ser más permeables entre la invasora –ver Loockwood et al. 2007- y no como un
zona amazónica y el Cono Sur. Esto pudo resultar simple proceso de colonización u ocupación de
en una mayor mezcla genética inicial en la región espacios.
del Gran Chaco que en entre Los Andes y la
cuenca Amazónica, y quizás estableciendo pool Aún cuando no lo exploramos en detalle
genéticos diferentes. Esperamos además que las aún, las principales características antropológicas y
tasas de innovaciones culturales en cada una de biológicas de las (meta)poblaciones de las tres
las zonas sea diferentes, en especial a partir del zonas sudamericanos que diferenciamos aquí,
momento en que se colonicen todos es espacios – parecen estar fundadas desde los primeros
límite Pleistoceno-Holoceno momentos de la dispersión. La zona andina ha sido
la que más ha experimentado el impacto de los
Sintetizando, la dispersión de nuestra procesos de construcción de nicho –sensu Olding-
especie en Sudamérica fue un proceso rápido que Smee et al. 2003- quizás por la influencia de lo
pudo demandar entre 2.800 y 2.000 años –y quizás estrecho de las ecoregiones, la cercanía de los
menos-, y tal vez con características de un proceso corredores ambientales y la heterogeneidad de sus
invasivo y no tanto de colonización y/o poblamiento ambientes, que pudieron favorecer e incrementar la
como se lo considera normalmente, si es que tuvo conectividad inter-poblacional desde muy temprano.
un promedio anual de crecimiento poblacional Como resultado de esto, son esperables
cercano y/o superior al 4 %. Si bien no poblaciones genética y culturalmente más afines
comparamos con la dispersión en otros lugares del que en las otras zonas.
planeta, la ocurrida en Sudamérica parecer ser más
rápida por ejemplo que la de Out of Africa –ver En contraste con esto, la Cuenca
Cavalli-Sforza y Feldman 2003, Ray 2003, Field et Amazónica, la de mayor extensión en el continente
al. 2007) y quizás que la de América del Norte. experimentó el mayor crecimiento demográfico pero
sin necesidad de producir una interconectividad
Nuestros modelos estocásticos apoyan la poblacional semejante a la de Los Andes. El
presencia de al menos dos (meta)poblaciones, una resultado de esto puede explicarse como un menor
andina y otra amazónica, en concordancia con impacto de los procesos de construcción de nicho
modelos craneométricos (Pucciarelli et al. 2006) y en las poblaciones que vivieron en ella, con muchas
genéticos (Fuselli et al. 2003, Lewis et al. 2007), las poblaciones locales genética y culturalmente más
que probablemente se diferenciaron cuando entran heterogéneas entre ellas y con las otras dos zonas
al continente sudamericano en dos flujos mayores sudamericanas. Para terminar, el Cono
poblacionales mayores. Estudios recientes en Perú, Sur –conjuntamente con el Gran Chaco-
Chile y Norte de Argentina pueden ser aplicados a presentaría el menor efecto de la construcción de
nuestro modelos de dispersión (García et al. 2006, nicho, quizás como producto de su baja densidad
Carnese pers. com., Lewis et al. 2007). Un poblacional con el empleo de estrategias
resultado importante de nuestras simulaciones es cazadores-recolectoras con baja tasa de
que las regiones tropicales presentan las mayores innovaciones culturales a lo largo del tiempo. Es
densidades poblacionales, lo que parece ser una esperable que el Gran Chaco tenga una mayor
constante a lo largo de la historia evolutiva de mezcla genética que el resto del Cono Sur debido a
nuestra especie, razón por la cuál la hemos su proximidad con la cuenca Amazónica. Creemos
propuesto como una zona con características de que las trayectorias evolutivas y los cambios
source population desde los primeros momentos de culturales en las tres zonas aquí propuestas podrán
la dispersión en Sudamérica. ser mejor comprendidas si se tienen en cuenta las
peculiaridades de las dispersión inicial humana es
De acuerdo con nuestras observaciones y nuestro continente.
el cuello de botella espacial que significaron Costa
Rica y Panamá, nos parece que Sudamérica posee Referencias Bibliográficas
sus propias particularidades en cuanto al proceso

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Universidad Tecnológica de Pereira-Sociedad Colombiana de Arqueología-Universidad del Cauca, 2008
Ecología Histórica
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Figura 1. Regiones paleoambientales de Sudamérica según Adams (1998)

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Ecología Histórica
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Figura 2. Simulación para Sudamérica con un crecimiento poblacional anual de α = 2 %

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Figura 3. Simulación para Sudamérica con un crecimiento poblacional anual de α =3 %

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Interacciones Sociedad-Ambiente a Distintas Escalas Socio-Temporales

Figura 4. Simulación para Sudamérica con un crecimiento poblacional anual de α = 4 %

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Figura 5. Simulación para Sudamérica con un crecimiento poblacional anual de α = 5 %

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Interacciones Sociedad-Ambiente a Distintas Escalas Socio-Temporales

Figura 6. Crecimiento poblacional negativo en la dispersión inicial en Sudamérica con un tasa promedio anual de crecimiento de
α = 1 % (a) y α = 1,5 % (b)

Figura 7. Crecimiento poblacional en la dispersión inicial en Sudamérica con un tasa promedio anual de crecimiento de α = 2 % (a)
y α = 3 % (b)

Figura 8. Crecimiento poblacional en la dispersión inicial en Sudamérica con un tasa promedio anual de crecimiento de α = 4 % (a)
y α = 5 % (b)

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1.2. De Prometeo, Eva y los Pecadores Ambientales al
Poblamiento de las Américas

Franz Xaver Faust


Departamento de Antropología, Universidad del Cauca, Popayán

Resumen

Sacar a los seres humanos aparte de los demás seres vivientes parece ser parte de cada cultura.
Históricamente los regalos divinos más preciados fueron los del fuego y de la conciencia. Con frecuencia se
establece la diferencia a través de un acto, en lo cual el hombre excede su espacio apropiándose de algo que
tendría que pertenecer únicamente al mundo de los dioses. No obstante, el mundo moderno ve la destrucción
de la vegetación por el fuego, como un pecado. Sin embargo, ser humano, implica ser pecador, pues, la historia
de las quemas intencionales de los paisajes identifican los actuales seres humanos. El estudio de esos paisajes
transformados por el fuego es importante, por ejemplo, para examinar la expansión temprana de los primeros
suramericanos.

Palabras claves: Modificaciones ambientales, quemas, paisajes culturales, poblamientos tempranos.

Abstract

Setting humans apart from other living organisms seems to be a part of every culture. Historically two of
the greatest divine gifts bestowed on humans were the gifts of fire and consciousness. It is ussualy established
the defference through the action, in which human beings go beyond their space taking as their own something
that would have to belong only to the gods’ world.Nonetheless, the modern world views the destruction of the
natural vegetation by burning as a sin. However, to be human is to be a sinner. Furthermore, the history of
intentionally burned landscapes identifies the presents of humans and the study of such landscapes is important,
for example, in examining the expansion of the first South Americans.

Key words: environmental transformations, cultural landscapes, early peopling of South America, Intentional
burning.

Introducción Prometeo

La mitología griega como la génesis bíblica Prometeo, dio al hombre el dominio sobre
de los hebreos relata de un evento en el cual los el fuego. Como el único animal que no le teme al
humanos adquieren algo del espacio divino. fuego, nos sentimos atraídos por él y lo
Prometeo les entrega el fuego y Eva se apodera de encendemos nosotros mismos. Esos tres pasos
la conciencia; también la visión científica moderna fueron parte de un largo proceso, los primeros
observa un proceso en el cual el hombre sobrepasa pasos le corresponden a nuestro antecesor el
el espacio correspondiente a él. Consiste en la Homo erectus hace 790.000 años según el hallazgo
modificación de sistemas naturales básicos como el más antiguo (Goren-Inbar et al. 2004). Las pruebas
clima regional o global. Este texto se dedica a la sobre el uso del fuego son muy dudosas, lo único
cronología de los tres pasos de la humanidad, contundente es el resultado: el Homo sapiens.
dominio del fuego, conciencia y modificaciones de
sistemas regionales y globales. El desarrollo de su cerebro depende de dos
condiciones relacionadas con la alimentación, tiene

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que ser rica en proteínas y blanda para masticar. centenas de milenios de su existencia no redujo ni
Las proteínas dan la materia prima, la alimentación la musculatura de masticar ni la dentadura (Stringer
blanda facilita la formación del cráneo, ella permite y Mckie 1996), eso contradice su continuo uso del
la reducción de la dentadura como la musculatura fuego, la razón fue probablemente su vida tierra
de masticar (Stringer y Mckie 1996), que en el caso adentro, que exigía mucho movimiento y mucho
del Homo erectus se extendía desde la corona traslado.
hasta la mandíbula inferior.
Eva
De esta manera, liberado de la presión Al principio del Homo sapiens está, tanto
estática fue posible que se levante la frente detrás como para la génesis como para la ciencia, una
de la cual se podía desarrollar la parte más mujer llamada Eva. Eva es, tanto para la Biblia
moderna del cerebro. El tratamiento de la como para la genética, la madre de toda la
alimentación con el fuego, facilitó que adultos humanidad actual. Según la genética vivía hace
puedan mantener de por vida el cráneo redondo de 170.000 (Cann et al. 1987, Ingman 2000) años en
los bebes, un procedimiento de la evolución en el África, según la Biblia Eva trae la conciencia y el
camino hacia el Homo sapiens. La preparación de sufrimiento en el trabajo al mundo. En la historia
la alimentación al fuego también, facilito que el bíblica se unen en ella dos eventos que, según la
portador de la mutación del gen foxp2 sobreviviera. arqueología tienen una distancia de por lo menos
Esa mutación modifico el aparato bucal y desplazó 70.000 años, el uso de adornos y las primeras
la laringe al sitio donde se encuentra hoy entre los huellas de cultivos. Quien se adorna tiene que
Homo sapiens (Enard 2002, Pearson 2002). Con reconocer que, en el reflejo de un charco, se ve a si
alimentación sin ablandar, el portador mismo e intenta atraer con adornos la atención de
probablemente se hubiera atrancado con la los demás y mostrar quien es dentro de la
alimentación dura. Esa misma mutación fue básica sociedad.
para el desarrollo de la lengua, facilitó la
pronunciación de todos los sonidos necesarios para Los más viejos testimonios del uso de
ella. adornos provienen de la cueva Blombos, en la
costa de sur África, son las cuentas de un collar
En esa evolución tenían la ventaja aquellos hecho de cáscaras de caracoles. En la misma
que podían mantener continuamente el fuego. No cueva se encontró un pedazo de ocre con un
pueden haber sido los recolectores de carroña ni diseño de rombos. Ocre para pintarse el cuerpo,
los cazadores, esa ventaja le corresponde a los que se usa hasta hoy (Henshilwood et al. 2004,
recolectores de conchas, ellos, al tener una base Henshilwood et al. 2002, Henshilwood et al. 2001a,
alimenticia bastante sólida se convierten en Henshilwood et al. 2001b). La famosa punta de
sedentarios, necesidad indispensable para poder arpón de Katanda (Yellen y Brooks 1995) no sólo
mantener una fogata en llamas. Conchas es un testimonio de alta funcionalidad, sino también
enterradas en la ceniza son fáciles de cocinar, por de un sentimiento estético. Todos esos artefactos
esa razón los más viejos hallazgos de la presencia tienen una edad entre 75.000 y 100.000 años,
del Homo sapiens se encuentran en las orillas de quien lo ha hecho fue capaz de desarrollar un
lagos o en las costas (Deacon y Shuurman 1992, pensamiento planeado y abstracto. Encender el
Henshilwood et al. 2004, Henshilwood et al. 2002, fuego no tiene que haber sido un problema para
Henshilwood et al. 2001a, Henshilwood et al. esa gente.
2001b, Leakey 1983, Manino y Thomas 2002,
Niemitz 2004, Stringer 2000, Walters et al. 2000, La Biblia atribuye a Eva el cambio en la
White et al. 2003, Yellen y Brooks 1995). Allá existencia de cazadores y recolectores a la
encontraron también estabilidad necesaria para dependencia de los cultivadores, ese cambio
desarrollar una actitud que consiste en el enlace de empezó hace aproximadamente 10.000 años, pero
una secuencia de diferentes pasos: La de prender eso significa que, según esa versión, Eva era la
fuego ya sea por chispas, por fricción o por gran pecadora ambiental porque para el cultivo se
compresión, pero eso exige un ser comunicativo y deforesta el bosque en grandes extensiones.
consciente. La conciencia también, la
comunicatividad probablemente no surgió antes del Pecadores Ambientales
Homo sapiens.
Prometeo condujo a Eva y ella a los
El modelo competitivo al Homo sapiens, el pecadores ambientales, pero como el fuego y la
Homo neardenthaliensis, no ha participado en los conciencia son características para la existencia
procesos evolutivos ligados al uso del fuego. En las humana, también lo es nuestra capacidad de
40
modificar sistemas básicos en el funcionamiento de años más de lo que Ruddiman ha postulado
la superficie de la tierra. Quemas, son una (Ruddiman 2003).
herramienta ancestral para criar el artefacto mayor
que caracteriza a toda sociedad humana, su paisaje Antecedentes a ese proceso en Australia
cultural especifico. Los paisajes culturales merecen pueden haber ocurrido en el desierto de Calahary,
la atención de los arqueólogos como cualquier en la cuenca del lago Turkana y en el Triangulo de
artefacto de tiempos pasados. Afar. En el Calahary se podría comprobar una
historia de las quemas de más de 60.000 años.
Después del máximo bioclimático de los Según Deacon (citada en Spektrum der
primeros milenios, después de la última glaciación, Wissenschaft 15, 2005) estos incendios
el nororiente canadiense no se volvió a cubrir con antropogénicos se hicieron con el propósito de
hielo como era de esperar, Ruddiman atribuye ese aumentar en la vegetación, el porcentaje de plantas
desarrollo a la deforestación masiva por los con tubérculos subterráneos; Estas sobrevivían al
agricultores neolíticos de Euroasia, según él eso fuego (Deacon 1992, 1993, Deacon et al. 1992).
causo el primer efecto de invernadero Para el hombre fue de gran interés que muchos de
antropogénico (Ruddimann 2003). La deforestación estos tubérculos fueran comestibles.
con el fuego no la hacen únicamente los
cultivadores, también cazadores y recolectores Los dos grandes lagos de África meridional,
queman bosques como estrategia de cacería, para el Etosha y el Makarikari, se convirtieron, como el
limitar o favorecer a ciertas plantas y animales, y lago Eyre en Australia, en lagos periódicos o
para atraer con la vegetación nueva que aparece esporádicos, probablemente como consecuencia de
después de la quema, las presas. las quemas, teniendo en cuenta el largo periodo de
asentamiento del Homo sapiens en el triangulo
Hace aproximadamente 60.000 años los geográfico de Afar (Herto 160.000 años), en África
antepasados de los aborígenes australianos meridional (Klasies 120.000 años) y en la cuenca
alcanzaron el continente isla (Bailey 1999, 1975, del lago Turkana (Omo-Kibishmas 100.000 años),
Davidson and Noble 1992, Fullagar et al. 1996, es también probable que la historia de las quemas
Jones 1989, O’Connell y Allen 1998, Roberts et al. antropogénicas extensa en esas regiones, se
1990, 1994a, 1994b, 1998, Singh et al. 1981, remonte a más de 100.000. Así se puede explicar el
Thorne et al. 1999). Con eso empieza un nuevo sigiloso principio de la glaciación Würm, antes de la
capitulo en la historia del fuego en Australia, a erupción del volcán Toba (Chesner y Ros 1991,
través de las quemas repetidas los bosques se Gibbons 1993, 1995, Rampino y Self 1993), que no
convierten en sabanas, las sabanas en desiertos y solo conllevo a un invierno volcánico, sino también
eso combinado con la extinción de la mega fauna a la casi extinción de la especie humana.
del continente (Butlin 1989, Miller et al. 1999,
Murray 1984), bosques, sabanas y desiertos La aquí expresada hipótesis del efecto invernadero
difieren en su humedad, en su evapotranspiración, causado por el hombre paleolítico fue presentado
en la temperatura del piso, en su albedo, etc. en el foro climatológico Deutsche klima-Tagung, el
11 de Octubre de 2006 en Munich, por el
Los incendios causaron un cambio meteorólogo Herman Mannstein y el autor. A raíz
climático regional, el monzón trajo menos de ese simposio el instituto climatológico de
precipitación, con la consecuencia que grandes Potsdam se ofreció a elaborar la simulación
lagos como el Eyre se secaran (Johnson et al. computarizada de los procesos y eventos aquí
1999), con eso los tempranos australianos descritos. Los resultados van a dar una visión más
sabotearon su propia base de alimentación, clara de esos sucesos que ocurrieron en tiempos
entonces se comportaron como verdaderos tan remotos.
pecadores ambientales. Al mismo tiempo, con esos
eventos australianos, ocurrió un cambio climático El Poblamiento de las Américas
global; La glaciación Würm fue dividida por una
fase caliente de 10.000 años (Adams 1997, La simulación computarizada dio también
Berglund y Björck 1994, Chappell y Shackleton nuevos enfoques en la discusión del tema del
1986, Lambeck y Chappell 2001). ¿La poblamiento del continente americano. Por ejemplo,
sincronización de esos dos eventos hace suponer resultó que durante el máximo de la última
una relación causal? ¿Hizo el efecto invernadero, glaciación, precisamente en Alaska, el clima fue
causado por los incendios de bosques en Australia más caliente que hoy, mientras que Canadá fue
esa fase caliente? Si es así la historia del Efecto cubierto por glaciares de costa a costa.
invernadero antropogénico se prolonga por 45.000

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Ecología Histórica
Interacciones Sociedad-Ambiente a Distintas Escalas Socio-Temporales

Con el arte de prender fuego, el hombre


tenía en su mano un método que facilitaba Referencias Bibliograficas
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Interacciones Sociedad-Ambiente a Distintas Escalas Socio-Temporales

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1.3. Diversidad Cultural durante el Pleistoceno Tardío y el
Holoceno Temprano en la Baja Centro América y en el Noroeste
de Suramérica

Carlos Eduardo López


Profesor Asistente Universidad Tecnológica de Pereira, Colombia.
Director Grupo de Investigación en Gestión de Cultura y Educación Ambiental.
cel@utp.edu.co

Anthony J. Ranere
Professor Department of Anthropology, Temple University, Philadelphia, USA.
ranere@temple.edu

Resumen
Las poblaciones de cazadores recolectores vivieron en diferentes entornos geográficos en América y no es de
extrañar que desarrollaran amplios rangos de subsistencia, asentamiento y patrones de organización a través
del tiempo. Esta variabilidad es evidente incluso observando áreas restringidas del Noroeste de Suramérica y
baja Centroamérica. Para los periodos tempranos, distintas trayectorias culturales han sido documentadas al
final del Pleistoceno en algunas localidades, mientras otras permanecen inexploradas. Este artículo resume
estas diferencias regionales y busca dar explicaciones en términos de contextos ambientales, cambios en las
condiciones climáticas, arribo de nuevas poblaciones y domesticación de paisajes.

Palabras Claves: Baja Centroamérica, Noroeste de Suramérica, Cazadores-recolectores, Pleistoceno final y


Holoceno Temprano, diversidad cultural.

Abstract

Hunter-gatherer populations lived in wildly different geographic settings in the Americas and, not
surprisingly, developed a wide range of subsistence, settlement and organizational patterns over time. This
variability is evident even looking only at a restricted geographic area – Northwest South America and lower
Central America. Distinctive cultural trajectories are already documented at the end of the Pleistocene in some
localities, while others remain unexplored at this early period. This article summarizes these regional differences
and attempts to account for them in terms of the environmental settings, changing climatic conditions, arrival of
new populations and landscape domestication.

Keywords: Lower Central America; Northwest South America; Hunter-gatherers; Late Pleistocene and Early
Holocene; Cultural Diversity.

Introducción periodos tempranos, distintas trayectorias culturales


han sido documentadas en algunas localidades al
Las poblaciones primigenias de cazadores final del Pleistoceno, mientras otras permanecen
recolectores vivieron en diferentes entornos inexploradas. Este artículo resume estas
geográficos en América y no es de extrañar que diferencias regionales y busca dar explicaciones en
desarrollaran amplios rangos de subsistencia, términos de contextos ambientales, cambios en las
asentamiento y patrones de organización a través condiciones climáticas, arribo de nuevas
del tiempo. Esta variabilidad es evidente, incluso poblaciones y domesticación de paisajes.
observando áreas restringidas en la baja
Centroamérica y el noroeste de Suramérica -la El registro arqueológico relacionado con los
denominada “Área Intermedia” o “Central”-. Para los primeros asentamientos en baja Centroamérica y el

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norte de Suramérica durante épocas tempranas,


permite reconocer al menos dos episodios Considerando datos recientes publicados
tempranos de migraciones provenientes de por van der Hammen y Correal (2001) y Correal et
Norteamérica (Figura 1). Por una parte, existen al. (2005), la presencia humana más temprana en
evidencias de la bien documentada tradición Clovis, Colombia se ha reportado en el sitio Pubenza en
y por otra parte, una migración y dos tradiciones las tierras bajas del valle del río Bogotá, cerca a su
tempranas (El Jobo y la Abriense). Hacia el décimo desembocadura al río Magdalena. Doce artefactos
milenio es posible reconocer varias tradiciones líticos -incluyendo una lasca de obsidiana
líticas en la región, las cuales se extienden incluso (procedente de la Cordillera Central)- fueron
más allá del área analizada en este artículo. encontrados cerca a restos de mastodonte,
Identificar patrones de subsistencia/asentamiento a contextos que fueron fechados hacia 16.000 a
esta profundidad temporal es ciertamente riesgoso, 16.500 AP. Estos artefactos fueron reportados
no obstante, es posible notar que la manipulación y como provenientes del mismo nivel de los restos de
domesticación de plantas, comenzó en algunas mastodonte, el cual se plantea pereció después de
partes de la región hacia el noveno milenio antes quedar estancado en un área pantanosa (Correal
del presente. Hacia el séptimo milenio antes del 1993, Correal et al. 2005). Un conjunto lítico
presente ya hay una amplia variedad de cultivos en abriense antes excavado, fue el de Tibitó,
la región, algunos domesticados localmente, otros localizado en la Sabana de Bogotá (Correal 1981).
traídos de largas distancias. Allí huesos de mastodontes (Cuvieronius and
Haplomastodon) y caballo (Equus Amerhippus), así
Antes de Clovis como ciervo (Odocoileus) y zorro (Cerdoycon)
fueron recuperados con lascas e instrumentos
Las evidencias pre-Clovis no son simples y datados hacia 11.740 ± 110 AP.
especialmente abundantes en la denominada Área
Intermedia. Sin embargo, es posible identificar la
presencia humana temprana en el área antes de
11.500 AP (se mencionan todas las Fechas C14
calibradas) en el noroccidente de Venezuela, a
partir de asociaciones de industrias líticas (las
puntas bifaciales de El Jobo) con megafauna, así
como en Colombia, una industria lítica temprana
caracterizada por lascas simples, conocida como
Abriense. Saber si esas dos industrias provienen de
un común ancestro llegado a la región por una
única migración Pre-Clovis, o si representan
industrias llegadas por dos migraciones separadas,
es una pregunta aún sin respuesta con los datos
disponibles (Figura 1).

Figura 2. Puntas de proyectil El Jobo, Taima-Taima, Venezuela.

Por otra parte, se han identificado varios


sitios en Venezuela donde delgadas puntas tipo El
Jobo han sido encontradas en asociación con fauna
extinta. El sitio de Taima Taima provee las mejores
evidencias sobre estas asociaciones. Allí fue
excavado un Haplomastodon juvenil con media
punta El Jobo incrustada dentro de su cavidad
púbica. Cuatro fechas radiocarbónicas sobre restos
de ramas consumidas en el sitio, parecieron
provenir del estómago o intestinos del mastodonte.
Estas evidencias fueron datadas hacia el 12.980 ±
85 AP, 13.000 ± 200 AP, 13.880 ± 120 AP y 14.200
± 300 AP. Otros sitios en el norte de Venezuela
Figura 1. Mapa de la Baja Centroamérica y norte de Suramérica, (Figura 3) con fauna extinta asociada con puntas El
señalando los principales sitios ubicados, fechados hacia el Jobo incluyen los sitios Cucuruchú y El Vano
décimo milenio AP.
(Jaimes 1999).

46
instrumentos líticos Paleoindios sobre la superficie
en la pendiente de una colina. El sitio con
actividades mejor documentadas es el de
manufactura de puntas bifaciales. Se recuperaron
más de 80 fragmentos bifaciales en total, la
mayoría rotos durante el proceso de fabricación.

Doce de entre 15 fragmentos proximales


muestran acanaladura o adelgazamiento basal
extensivo (Figura 4). La secuencia de reducción
representada en Mula-West es muy cercana a la
documentada en los talleres Clovis de
Norteamérica (Morrow 1996:201-215, Ranere
2000). En el sitio vecino de Cueva de los Vampiros,
depósitos en caverna se encuentran entre niveles
fechados hacia 11.550 ± 140 AP (ca. cal 11.460
Figura 3. Pelvis de mastodonte juvenil, Taima-Taima, Venezuela. BC) y 8.970 ± 40 AP (ca. cal 8.150 a.C.)
conteniendo la porción de hoja de una punta
acanalada cola de pescado (Figura 5) y lascas de
adelgazamiento sobrepasadas características de
las técnicas de reducción Clovis (mas no reducción
con técnicas cola de pescado “Fishtail) (Cooke
1998, Ranere and Cooke 1991, 1996, 2003).

Figura 4. Paisaje de la Península de Paraguaná, Venezuela.

Clovis: Sus Contemporáneos y sus


Descendientes Directos

La tradición de puntas acanaladas Clovis Figura 5. Localidades con hallazgos de puntas acanaladas en
está relativamente bien representada en la Baja Baja Centro América
Centroamérica (Costa Rica y Panamá) donde El sitio Paleoindio más grande hasta ahora
aparece como la más antigua y ha sido reportada reportado en Centroamérica es Turrialba (Finca
en varios contextos (Pearson y Cooke 2002). Guardiria), localizado a una altura cercana a los
Puntas acanaladas y sin acanaladura están 700 msnm en las terrazas del río Reventazón, en la
ampliamente distribuidas en Suramérica, vertiente Atlántico de Costa Rica (Castillo et al.
incluyendo sitios en Venezuela, Colombia y 1987, Pearson 1998a, 1998b, Snarskis 1979).
8
Ecuador . Un taller lítico donde se fabricaban Cherts de grano grueso, los cuales son muy
puntas Clovis fue identificado en Panamá Central abundantes en formas de guijarros e incluso
cerca de la actual línea costera de la Bahía de grandes piedras provenientes del lecho del arroyo
9
Parita . La Mula Oeste está localizada en una aledaño, fueron usados en la producción de una
pequeña colina en inmediaciones de un arroyo gran cantidad de instrumentos y desechos de talla
intermitente. Los procesos erosivos dejaron asociados. Snarskis (1979) reportó la recuperación
sistemática en superficie y en excavaciones poco
8
profundas de unos 28.000 especimenes líticos,
Una posible excepción es un fragmento medial de una posible incluyendo 18 puntas acanaladas (Figura 7), un
punta El Jobo recuperada en superficie en inmediaciones del
Lago Alajuela en Panamá. número alto de preformas bifaciales, e instrumentos
9
La línea costera habría estado a unos 50 Km de distancia hacia a menudo encontrados con otros conjuntos de
el 11.000 AP (Ranere and Cooke 2003).

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puntas acanaladas, i.e., raspadores terminales con lago (el sitio Westend; Ranere and Cooke 1991).
salientes laterales, hojas largas, buriles, cuchillos Este sitio cubre más de 1 ha, y contenía
bifaciales y unifaciales y raspadores laterales bien instrumentos en piedra y cerámicas de periodos
terminados. Como en el caso de La Mula Oeste, la más tardíos y restos de talleres de origen
secuencia de reducción bifacial en Turrialba es muy Paleoindio. Se encontraron bastantes lascas de
cercana a la definida por Morrow (1994) para los adelgazamiento bifacial, muchas con plataformas
sitios Clovis en Norteamérica. preparadas por abrasión y con labios, así como
largas hojas trabajadas como preformas
lanceoladas. Desafortunadamente no se
recuperaron puntas completas. Probablemente era
un taller para la fabricación de puntas
pedunculadas cola de pescado.

Figura 7. Fragmento de hoja de punta acanalada de la Cueva de


los Vampiros (Panamá).

Figura 6. Artefactos de La Mula Oeste (Panamá). a y b.


preformas. c y f. lascas sobrepasadas. g-i. fragmentos de puntas Puntas de proyectil pertenecientes a la
de proyectil. tradición acanalada han sido encontradas en otras
localidades de Centro América en una amplio rango
Otra localidad Paleoindia importante está de contextos ambientales (Pearson and Cooke
localizada en inmediaciones del Lago Alajuela 2002). Igualmente importante es el hecho de que
(Madden Lake), una represa formada al inundar el los conjuntos de estos sitios cuenten con fechas
río Chagres para proveer agua para el canal de radiocarbónicas anteriores a 10.000 años y son
Panamá. Durante la estación seca -Diciembre a parte de esta tradición; (1) Los Tapiales,
Abril-, el lago se vacía gradualmente para mantener Guatemala, (2) El abrigo de Corona, Panamá, y (3)
el nivel del Lago Gatún en cuya superficie los el abrigo de Aguadulce, Panamá. Por consiguiente
barcos navegan atravesando la ruta del canal. La no solamente es la tradición de puntas acanaladas
acción de las olas durante la subida y descenso de (i.e., Clovis y cola de pescado), bien representada
las aguas ha erosionado las líneas costeras, tanto en América Central, es la única tradición visible al
del lago como de las numerosas islas que fueron final del Pleistoceno. Las puntas acanaladas
antes cimas de colinas. Al final de la estación seca, recuperadas en Cayude y Siraba en la Península
se hallan expuestos en la superficie restos de Paraguaná, Venezuela (Figura 7) representan la
culturales de origen del periodo Paleoindio hasta el penetración hacia el sureste de la tradición Clovis,
presente. El examen periódico de estas superficies hasta ahora documentada (Jaimes 1999). Puntas
erodadas ha permitido la recuperación de siete acanaladas y no acanaladas están ampliamente
puntas acanaladas (Bird and Cooke 1977,1978). distribuidas en Suramérica, incluyendo sitios en
Seis son pedunculadas y acanaladas en distintas Venezuela, Colombia y Ecuador. Consideramos,
variedades de cola de pescado (Figura 6). La como la mayoría de arqueólogos, que la tradición
séptima punta del Lago Alajuela parece un de acanalar evolucionó una sola vez, y que la
espécimen Clovis. Un taller para la producción de tradición cola de pescado representa una
bifaces fue localizado en una pequeña isla en el continuidad de Clovis.

48
Colombia. En los valles de Calima y el Cauca
(sector medio: Eje Cafetero, Medellín y Porce), los
conjuntos líticos se caracterizan por azadas talladas
bifacialmente, lascas en cuarzo y basaltos, e
instrumentos simples sobre guijarros. También
hacia sectores de las cuencas Amazónica y del
Orinoco se han reportado otros conjuntos líticos con
lascas simples. En el sureste de Ecuador, en la
península de Santa Helena, y al norte del Perú,
varios sitios demuestran el desarrollo de industrias
unifaciales.

Los conjuntos líticos recuperados en el alto


valle del río Cauca en los sitios La Elvira y San
Isidro también aparecen relacionados con la
tradición cola de pescado y no están acanaladas,
Figura 8. Puntas “cola de pescado” de Gran Coclé (a) Lago con la excepción de una punta de La Elvira
Alajuela (b-d); Punta Clovis del Lago Alajuela (f); comparable (Gnecco 1994). La ausencia de acanalamiento en
con Turrialba, Costa Rica (g); preforma grande del sitio
occidental, Lago Alajuela (h). el pedúnculo y las puntas con hombros en San
Isidro, con fechas radiocarbónicas de 10.050 ± 100,
10.030 ± 60 y 9.530 ± 100 AP indican que para este
En el noroccidente de Venezuela, esta tiempo el acanalamiento ya no era parte de la
tradición está representada en los sitos Los Planes tradición cola de pescado-pedúnculo. Por otra
de Giosne, La Hundición y Siraba (Jaimes 1999). parte, a diferencia de otros conjuntos antes
La hoja de una punta sin pedúnculo procedente de descritos, el conjunto de San Isidro contiene
La Gloria en el noroccidente de Colombia (Correal instrumentos de molienda y restos macrobotánicos
1983) probablemente encaja también en esta que indican un viraje hacia el uso más intensivo de
misma tradición. plantas alimenticias, posiblemente incluyendo
horticultura (Gnecco y Bravo1994, Gnecco 1994).
Este tipo de punta cola de pescado-pedunculada es
el más diagnóstico artefacto paleoindio en las
tierras altas del Ecuador, mejor conocidas por el
sitio El Inga (Mayer-Oakes 1986). Esta tradición,
está por lo tanto, bien representada en el Cono Sur
de Suramérica, donde fue inicialmente reconocida.

La tradición Abriense o "edge-trimmed tool


tradition (Hurt 1977, Correal 1986), puede ser
reconocida desde el doceavo milenio antes del
presente (Figura 9) y posiblemente antes, en la
Sabana de Bogotá (2.600 msnm) particularmente
en los sitios de Tibitó y El Abra. Ejemplos del
desarrollo de esta tradición durante el Holoceno
temprano (ca. 10.000 a 7.000 AP) se han
encontrado en sitios a campo abierto como Galindo
y en abrigos rocosos como los de Tequendama,
Nemocón, los abrigos de El Abra y Sueva (Correal
1986, Correal y van der Hammen 1977).

Aprovechando la disponibilidad de chert, y no


obstante su baja calidad, el estudio de Nieuwenhuis
(2002) sobre función de los instrumentos de
Figura 9. Localización de sitios tempranos en el Magdalena algunos conjuntos abrienses indicó que pese a ser
Medio y las cordilleras colombianas.
tecnológicamente simples, los instrumentos
abrienses fueron usados para una amplia gama de
Por otro lado, una tradición distinta, propósitos, incluido el uso como puntas. Los
fechada hacia el décimo milenio AP, se ha escasos instrumentos bifaciales –u otros
reportado en las cordilleras Central y Occidental de

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instrumentos cuidadosamente tallados- o materiales más secos y abiertos hacia el interior del
de grano fino, pueden ser considerados continente, recorriendo la planicie aluvial y
importaciones del valle del Magdalena, es decir de siguiendo el eje de un amplio sistema fluvial
las adyacentes tierras bajas intercordilleranas. trenzado y anamostasado, incluyendo depresiones
que generaron lagos. Las evidencias de estos
A partir de la década de los noventa un pobladores primigenios fueron en su mayoría
centenar de puntas bifaciales triangulares borradas por los complejos procesos
pedunculadas, así como raspadores plano- geomorfológicos del valle del Magdalena (ver López
convexos fueron recuperados en superficie y y Realpe en este volumen). Aún están por
excavaciones adelantadas en el valle del descubrirse conjuntos detallados de estos
Magdalena (Figura 9). Las excavaciones en los cazadores-recolectores que pudieron recorrer este
talleres de Nare, Penoñes y Vuelta Acuña valle antes del décimo milenio AP.
contenían numerosas lascas de adelgazamiento
bifaciales, otro tipo de reducción simple y talla Con dataciones que alcanzan 10.400 AP y
bipolar, logrando en particular raspadores e otras más tardías hasta por lo menos el quinto
instrumentos cuidadosamente retocados datados milenio AP, se considera que se encuentra
hacia 10.400 hasta el 5.000 AP e incluso más ampliamente representada la presencia humana.
tardíamente (López 1995, 1998, 2004, Otero y Pese a que estos sitios fueron interpretados
Santos 2002). Los sitios están localizados en inicialmente como evidencias de cazadores-
terrazas aluviales terciarias cubiertas por depósitos recolectores (enfatizando en la cacería) operando a
holocénicos (150 msnm) mirando hacia las tierras campo abierto, en ecosistemas de sabanas, las
bajas del valle del Magdalena y como la mayoría de investigaciones recientes sugieren un panorama
sitios de tierras bajas tropicales con dificultades en más boscoso (algunas zonas con bosques secos,
la preservación de restos de fauna. otras con bosques húmedos) y en escenarios en los
cuales la fauna ribereña (peces, tortugas, manatíes,
caimanes, etc.) hubieran tenido preponderancia
sobre la fauna terrestre (López 1999, 2004, López y
Realpe 2006, López y Realpe en este volumen).

Además, otro tipo de tradición distinta se ha


reportado en sitios de la Cordillera Occidental y la
Cordillera Central de Colombia datados tan
tempranos como 10.000 AP. En el valle de Calima y
en el Cauca Medio, con conjuntos líticos
caracterizados por azadas talladas bifaciales,
lascas en cuarzo producidas por percusión bipolar e
instrumentos sobre guijarros (Cano et al. 2001,
Cano 2002). Más al norte en la Cordillera Central,
cerca a la ciudad de Medellín, y en el valle medio
del Porce, otros sitios precerámicos con similares
tecnologías han sido excavados (Aceituno 2002a,
2002b).

Al Este de los Andes se encuentran otras


industrias tecnológicamente simples. Un conjunto
datado hacia 9.250 AP procedente del sitio Peña
Roja a orillas del Río Caquetá en la cuenca del
Amazonas. En este conjunto predominan las lascas
obtenidas de guijarros, por lascamiento bipolar y
usadas con poco o nada de retoques (Cavelier et
al. 1955). Otros tipos de instrumentos incluyen
Figuras 10a y b. Fragmentos de puntas de proyectil del choppers bifaciales, rompecocos y hachas.
Magdalena Medio. Fragmentos de nueces de palma de una amplia
gama de especies fueron los principales restos
López y Realpe (2007) aportan argumentos botánicos recuperados en el sitio. Más al norte en la
para plantear que los primeros pobladores del margen venezolana del Orinoco, cerca a su
Pleistoceno Final se desplazaron por corredores confluencia con el río Meta, Barse (2003) identificó

50
una industria lítica precerámica, compuesta fueron afectados por los cambios del nivel marino.
básicamente por lascas de cuarzo, muchas No es de sorprender que es en estos sectores,
producidas por percusión bipolar. El conjunto donde se han podido recuperar evidencias del uso
temprano recuperado en Pozo Azul Sur-2 datado de recursos costeros desde épocas tempranas.
hacia 7.000 AP, mientras otro conjunto similar del Seguramente en las Costas de Colombia y la Baja
sitio Provincial podría ser tan temprano como 9.000 Centroamérica, pudo haber desarrollos culturales
AP. Los fragmentos de nueces de palma fueron los costeros similares, pero sólo es posible especular lo
restos macrobotánicos dominantes en ambos sitios. que pudo haber existido debido a que estos
territorios se encuentran sumergidos.
Una industria tecnológica simple también
caracteriza los sitios en Las Vegas, en la Provincia Del Forrajeo a la Horticultura
de Santa Elena, en el Sur Oeste del Ecuador. El
estilo de vida de Las Vegas se conoce a partir de Las evidencias indican que al final del
restos encontrados en 34 sitios ocupados entre Pleistoceno en los trópicos americanos, pueblos
10.000 a 6.600 años atrás (Sin calibrar). Los forrajeros con economías de amplio espectro
ocupantes de Las Vegas usaron lascas simples e intensificaron el uso de especies resultando en
instrumentos retocados unifacialmente y una serie producción de plantas comestibles. Posiblemente
de pesados instrumentos fabricados de grandes no se dio un único centro de origen de la
lascas y guijarros. En general, este conjunto de agricultura, sino más bien un proceso de
instrumentos es como el contemporáneo Amotape domesticación y cultivo por diversos pueblos
(11.000-8.000) y el sitio Siches a lo largo de la interconectados por formas complejas
costa del Perú. Los pobladores de las Vegas fueron integrándolos a su sistema de subsistencia. Esto ha
cazadores, recolectores y pescadores no sido particularmente bien documentado para los
especializados que explotaron el entorno sitios Las Vegas en la Costa Ecuatoriana (Piperno y
caracterizado por bosque seco tropical estacional, Stothert 2003, Stothert y Piperno 2003) y para sitios
bosques de Galería densos, pantanos con mangle, como el abrigo de Aguadulce (Piperno et al. 2000)
estuarios, playas y un productivo ecosistema en Panamá Central, y para otros sitios en distintas
marino. Una comparación entre los restos de fauna regiones de Colombia; e.g., San Isidro (Gnecco
de Las Vegas temprano con los depósitos tardíos, 1994), Peña Roja (Cavelier et al. 1995). El sitio
muestra una progresiva intensificación de la pesca precerámico del Valle de Zaña en el norte de Perú,
y una disminución de comportamientos de cacería. podría adicionarse a esta lista (Dillehay and Rosen
En tiempos tardíos de Las Vegas, los animales 2002). Las primeras especies cultivadas incluyen
terrestres (principalmente venado y conejo) calabazos, sagú, lerén y batata. Es interesante
representaron un 54 % de las calorías (obtenidas a señalar que estos registros de plantas (polen,
partir de recursos animales) en la dieta, mientras almidones y fitolitos) están asociados a diferentes
que el pescado contribuyó cerca de 35 % y los tradiciones líticas.
mariscos cerca de 11 %.
Es interesante destacar que este registro
Es posible que las plantas alimenticias de cultivos tempranos aparece en asociación con
contribuyeran principalmente a la dieta. El análisis variedad de tradiciones líticas, con (Panamá, Cauca
de plantas microfósiles reveló que durante el Medio), o sin (Force Valley, Las Vegas, Zana
Pleistoceno Final, las gentes del periodo Vegas Valley), reducción bifacial. Hacia el final del
estaban explotando especies silvestres de Holoceno Temprano, estas formas tempranas de
Cucúrbita, y que para el décimo milenio estaban horticultura tropical prepararon la vía hacia la
cultivando un tipo de Cucúrbita inicialmente intensificación de la agricultura, basada tanto en
domesticada, cuyos fitolitos eran más grandes que cultivos de raíz como con semillas, los cuales
los de la moderna taxa silvestre. estaban en importantes procesos de desarrollo
Subsecuentemente los pobladores de Las Vegas hacia el sexto milenio AP. Para este tiempo el maíz,
adicionaron otros cultígenos a su sistema de domesticado en Mesoamérica, ya era una parte
subsistencia (Calabazos “bottle gourd”, tipos de significativa de la dieta en Panamá Central y la
Cucúrbitas con frutos y semillas más grandes, un Costa del Ecuador, entre otras regiones. La yuca,
rizoma llamado lerén y finalmente maíz, cerca de domesticada, en el suroeste de Brasil, ya era
7.000 años atrás (Stothert y Piperno 2000, Piperno cultivada en la Cordillera Central colombiana,
y Stothert 2003, Stothert, Piperno y Andres 2003). Panamá Central y la costa del Golfo de México.

La costa Pacífica de Ecuador y Perú Conclusiones


conserva sitios del Pleistoceno Tardío que no

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Ecología Histórica
Interacciones Sociedad-Ambiente a Distintas Escalas Socio-Temporales

Durante el Pleistoceno Tardío y el Referencias citadas


Holoceno Temprano se encuentran diversas
tradiciones líticas en el Área Central o Intermedia. • Aceituno, Francisco J. 2002a. Ocupaciones
Las evidencias provienen de rangos distintos de Tempranas del Bosque Tropical Subandino en la
sitios localizados desde el nivel del mar hasta más Cordillera Centro-Occidental de Colombia. Doctoral
de 3.000 metros en los Andes. En estos periodos, Thesis, Dpto of Prehistoria de la Universidad
Complutense de Madrid. España. Unpublished.
los contextos ambientales estuvieron sujetos a
• Aceituno, F. J. 2002b. Interacciones fitoculturales en
fluctuaciones y cambios abruptos. Faltan datos más el Cauca Medio durante el Holoceno Temprano y Medio.
completos de distribuciones espaciales y Arqueología del Área Intermedia. 4:89-113. Sociedad
temporales para este periodo. Las evidencias líticas Colombiana de Arqueología – Instituto Colombiano de
existentes reflejan tanto orígenes diversos, como Antropología e Historia, Bogotá.Barse, William. 2003.
divergencias temporales. Las industrias bifaciales Holocene Climate and Human Occupation in the Orinoco.
de El Jobo y Clovis preceden y fueron ancestrales In Under the Canopy: The Archaeology of Tropical Rain
de amplios rangos de industrias bifaciales Forests, Mercader, Julio (Ed). Pp. 249-270. Rutgers
documentadas para el área central durante el University Press. New Jersey.
Holoceno temprano. Las industrias unifaciales
pudieron desarrollarse como respuestas locales • Bird, J. B., y R. G. Cooke 1977. Los Artefactos Más
Antiguos de Panama. Revista Nacional de Cultura 6:7-31.
para incrementar el sedentarismo, o pudieron
• Bird, J. B., y R. G. Cooke 1978. The Occurrence in
derivarse de tradiciones que entraron por el Panama of Two Types of Paleo-Indian Projectile Points.
océano. Estamos de acuerdo con otros In Early Man from a Circum-Pacific Perspective, A.L.
investigadores, e.j., Dillehay, Rosen, y Bryan (Ed). Pp. 263-272, Occasional Papers No. 1.
Nieuwenhuis, quienes insisten que cada industria Department of Anthropology, University of Alberta,
unifacial puede ser considerada independiente por Edmonton.
sus propios atributos, características, y • Cano, M., C. López y J. Realpe 2001. Diez Mil Años
asociaciones económicas, en vez de asumir que de Huellas Culturales en los Suelos del Eje Cafetero.
están relacionadas. Suelos del Eje Cafetero. Proyecto UTP-GTZ, Pereira. Pp.
183-197.
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Ocupaciones Tempranas en América Tropical. Fundación
Área Central o Intermedia reflejan la diversidad Erigaie - ICAN, Bogotá.
ambiental predominante, así como la naturaleza • Cooke, Richard 1998. Human Settlement of Central
oportunista de las adaptaciones pioneras, y el América and Northern South America: 14000-8000 BP.
poder de la gente para adaptarse exitosamente por Quaternary International. 49-50:177-190.
sus propios medios. De particular interés es el • Correal, G. y Van Der Hammen, T. 1977.
hecho de que al final del Pleistoceno diversas Investigaciones Arqueológicas en los Abrigos Rocosos
poblaciones en esta región, comenzaron a enfocar del Tequendama. Banco Popular, Bogotá.
su atención a las plantas generando la instauración • Correal, Gonzalo 1981. Evidencias Culturales y
de la agricultura en América. La distribución de Megafauna Pleistocénica en Colombia. Fundación de
especies de plantas (en sus progresivas formas Investigaciones Arqueológicas Nacionales, No. 12, Banco
de la República, Bogotá.
domesticadas) a través de vastas regiones de
• Correal, Gonzalo 1983. Evidencia de Cazadores
América tropical constituye evidencias de
Especializados en el Sitio de la Gloria, Golfo de Uraba.
interconexiones sociales de los pueblos del Revista de la Academia Colombiana de Ciencias Exactas,
Holoceno Temprano. Llama la atención que no Fisicas y Naturales 58:77-82.
todas las poblaciones del Área Intermedia tomaron • Correal, Gonzalo 1986. Apuntes sobre el Medio
el camino de la agricultura, sino que algunas Ambiente Pleistocénico y el Hombre Prehistórico en
continuaron siendo cazadores-recolectores, hasta Colombia. In New Evidence for the Pleistocene Peopling
bien entrado el Holoceno Medio. of the Americas, Alan Bryan (Ed) Pp. 115-131, Center for
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Nota: Una versión preliminar de este paper fue • Correal, Gonzalo 1993. Nuevas Evidencias Culturales
presentada por los autores y la Arqueóloga Karen Pleistocénicas y Megafauna en Colombia. Boletín de
Stothert durante el SAA Archaeological Congress Arqueología 8(1):3-12. FIAN, Bogotá.Correal G., J.
en Milwakee USA en 2004. Posteriormente la Gutiérrez, K.J. Calderón y D. Villada 2005. Evidencias
versión revisada en inglés y base de este artículo Arqueológicas y Megafauna Extinta en un Salado del
fue publicada en el International Journal for South Tardiglacial Superior. Boletín de Arqueología 20:3-60.
American Archaeology 1: 2007. Agradecemos a FIAN, Bogotá.
Ernesto Rodríguez y Carlos Armando Rodríguez de
Syllaba Press, por el permiso para su publicación
en español.

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Ecología Histórica
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54
1.4. Fauna Pleistocénica en un Depósito Cuaternario de la
Formación Mondoñedo (Qmo). Avances de Investigación

Elkin Rodríguez
Investigador Corporación Fénix
corpofenix@yahoo.es

Pedro Botero
Investigador Fundación Terra Preta
pedrobotero_pb@yahoo.es

Thomas Van der Hammen


Profesor Emérito de la Universidad de Ámsterdam. Fundación Tropenbos

Gonzalo Correal
Profesor Emérito de la Universidad Nacional de Colombia
gocorreal@etb.net.co

Resumen

Este artículo resume los resultados preliminares de dos actividades de arqueología preventiva
realizadas en marco del “Proyecto de construcción del Relleno Sanitario Nuevo Mondoñedo”, localizado en la
10
vereda El Fute, jurisdicción del municipio de Bojacá, departamento de Cundinamarca, Colombia . La primera
correspondió a un Reconocimiento y Prospección Arqueológicas donde se contempló la posibilidad de hallar
evidencias culturales y/o de megafauna que, por procesos de desplazamiento, arrastre y sedimentación que ha
sufrido este sector, se encontraran sepultadas (Rodríguez et al. 2004). La segunda fue la ejecución de dicho
acompañamiento, donde las expectativas generadas por eventuales hallazgos arqueológicos y/o
paleontológicos se ratificaron con el descubrimiento de varios restos óseos de fauna pleistocénica en un sector
de dicho relleno, localizados entre 2 m y 2,50 m de profundidad (Navas 2006), correspondientes a fragmentos
óseos y dentarios, posiblemente de Caballo Americano Equus sp. (metápodos mesocarpos, metacarpos,
escápulas, vértebras, molares e incisivos) asociados a un horizonte Bt perteneciente a un Natrustalf.

Abstract

This article summarizes the preliminary results of two activities of preventive archaeology made in frame
of the “Project of construction of the Sanitary Filling New Mondoñedo”, located in the vereda El Fute, jurisdiction
of the township of Bojacá, Cundinamarca, Colombia. First it corresponded to an Archaeological Recognition and
Prospection where the possibility was contemplated of finding cultural evidences and/or of megafauna that, by
displacement processes, drags and sedimentation that undergone this sector were buried (Rodriguez et al.
2004). Second it was the execution of this support, where the expectations generated by possible archaeological
and/or paleontological findings were ratified with the discovery of several bony rest of pleistocénica fauna in a
sector of stuffed saying, located between 2,00 meters and 2,50 meters of profundity (Navas 2006),
corresponding to bony and dental fragments, possibly of American Horse Equus sp. (metapode, mesacarpal,
metacarpal, scapulae, vertebrae, molar and incisor teeth) associated to a Bt horizon pertaining to a Natrustalf.

Keywords: Quaternary, Pleistocene megafauna, Savanna of Bogota, Mondoñedo Formation, American Horse
Equus.

Palabas Claves: Cuaternario, Fauna Pleistocénica, Salados, Sabana de Bogotá, Formación Mondoñedo,
Caballo Americano Equus.

10
Este proyecto de la Gobernación de Cundinamarca se realiza a través del Consorcio Relleno Sanitario Nuevo Mondoñedo.

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Navas, presidente de la Sociedad Colombiana de


Introducción Geología, quienes comprobaron en campo la
En el 2004 se llevó a cabo una prospección importancia de este hallazgo; luego el ICANH
detallada sobre un sector plano en la conocida enviaría una segunda comisión ratificando lo
localidad de Mondoñedo, donde se tenía prevista la anterior. Finalmente con la colaboración del
construcción de un relleno sanitario para solucionar profesor Pedro Botero, se realizó un análisis físico y
el manejo de las basuras generadas por cerca de químico de los suelos presentes en uno de los
11
40 municipios del departamento de Cundinamarca. perfiles estratigráficos expuestos . En resumen las
Para el 2006, este proyecto sanitario fue observaciones hechas por cada uno de estos
concretado, iniciándose su construcción en tres especialistas permitieron establecer una clara
fases de las cuales la primera, involucra los relación entre la estratigrafía reconocida y las
avances de investigación que se presentan en este evidencias de fauna pleistocénica. Los resultados
artículo. de estudios anteriores y los aportes de los
Los datos obtenidos durante la prospección investigadores visitantes, se presentan en este
arqueológica realizada en el 2004 señalan la artículo.
identificación de 14 bloques erráticos con pinturas
rupestres y cuatro (4) yacimientos arqueológicos Ubicación
ubicados fuera del área de construcción del
proyecto sanitario, destacándose el hecho de que
no se identificaron evidencias materiales
prehispánicas en el sector que sería removido
mecánicamente. De las observaciones hechas
durante este estudio, una fue no descartar la
presencia de evidencias culturales que por
procesos de desplazamiento, arrastre y
sedimentación, se encontraran sepultadas; otra era
la posibilidad de hallar evidencias referidas a fauna
extinta igualmente enterradas. Esta última
observación fue argumentada por hallazgos de
restos de mastodonte que han sido reportados para
zonas aledañas al área de estudio, con la
particularidad de encontrase redepositados en
Figura 1. Localización del área de estudio
sedimentos lacustres del Cuaternario de la
formación Mondoñedo (Qmo) a una profundidad
estimada de 3 metros (Porta 1961). Ante tales El área de estudio está localizada hacia el
eventualidades, se recomendó que durante la etapa sector sur occidental de la Sabana de Bogotá,
de construcción y remoción de suelo de la primera próxima a la vía que comunica a la Capital con la
fase, se practicara un acompañamiento población de La Mesa. En sus alrededores existen
arqueológico permanente con el objeto de remanentes de antiguos lagos que aún hoy pueden
recuperar y registrar estas posibles evidencias observarse en inmediaciones de la Sabana de
(Rodríguez et al. 2004). Bogotá, entre ellos: Laguna del Juncal, Laguna
Larga, Laguna de La Sierra, Laguna de La Herrera
A mediados del 2006, las expectativas de y Laguna Blanca, esta última localizada dentro del
un hallazgo paleontológico se confirmaron con el área prevista para la construcción del relleno
descubrimiento de varios restos óseos de fauna en sanitario y actualmente desecada (Figuras 1 y 2). El
un sector del denominado Vaso C, a una depósito de materiales de la Laguna Blanca
profundidad promedio entre 2.00 metros y 2.50 corresponde al cuaternario y sus sedimentos son
metros, correspondientes a diferentes fragmentos de origen pantano-lacustre y coluvial con
de huesos que fueron inicialmente asociados a profundidades de más de 25 m que señalan la
Caballo Americano (Equus sp.) (Navas 2006). Ante existencia de este depósito. Éste se halla limitado
tales circunstancias, se solicitó una comisión de por sus flancos con laderas coluviales donde se
acompañamiento a los investigadores Thomas Van identifican acumulaciones de las Formaciones
der Hammen, Gonzalo Correal, Pedro Botero y Plaeners, Labor y Balsillas, testificadas por la
Rocío Salas, estando complementada dicha presencia de grandes bloques erráticos producto
comisión por la paleontóloga Tatiana Gaona, en
11
ese entonces directora del Museo Paleontológico y Estos análisis fueron realizados en el Laboratorio de Suelos de
la Fundación Terra Preta y estuvieron a cargo del agrólogo Julio
Geológico del Ingeominas y por el profesor Orlando César Moreno.

56
del transporte de sedimentos por estas pendientes Descripción Estratigráfica y Pedológica del Área
(Porta 1961). de Estudio

Las condiciones del paisaje: clima frío seco,


material parental, cenizas volcánicas y coluvios
derivados de rocas sedimentarias, durante miles de
años de pedogénesis condujeron a la formación de
horizontes pedológicos bien diferenciados tales
como un horizonte E cementado por sílice
(duripanes) cubriendo un horizonte Bt Nátrico de
color negro arcilloso y duro perteneciente a
Alfisoles que se pueden clasificar como Natrustalfs.

Los sedimentos que cubrieron el horizonte


paleontológico (Bt-Nátrico) de acuerdo con la
interpretación de la Figura 2, se acumularon en un
paisaje de cubeta de origen sinclinal con diferencias
notables entre sí, señalando un paisaje antiguo
formado durante la transición Pleistoceno-Holoceno
y depositado en ambientes coluviales y de
denudación, que junto con inundaciones periódicas,
fueron modelando el paisaje actual. Esta
Figura 2. Detalle geológico y geomorfológico del área de estudio. interpretación se deduce de la columna
Obsérvese el remanente que atestigua el lecho de la Laguna estratigráfica presentada en las Figuras 3 y 4.
Blanca y el sector del hallazgo paleontológico12

Tal como lo describe Van der Hammen


(1978), en esta parte de la Sabana de Bogotá se
han identificado varias lagunas antiguas, las cuales
se encuentran asociadas con arcillas caoliníticas,
arenas, capas delgadas de turba y cenizas
volcánicas, según ha sido registrado para la Laguna
de La Herrera (2.550 msnm) y “probablemente en
13
alrededores de la Laguna Blanca (2.640 msnm)” ,
el autor menciona además que “la parte superior de
la formación, con sedimentos coluviales
frecuentemente intercalados con paleosuelos
negros/grises se atribuye a procesos de erosión
inducidos por cambios climáticos del Tardiglacial y
Holoceno, por la caída repetitiva de cenizas
volcánicas y por actividad del hombre” (1992).
Figura 3. Detalle de la columna estratigráfica que muestra un
El área estudiada se inscribe en un clima horizonte Bt Nátrico (Natrustalf)
ambiental frío (2.600 msnm) y seco (precipitación
De acuerdo con los resultados del análisis
anual entre 500-600 mm), presentando un relieve
físico y químico (Tabla 1), se puede concluir de
plano a casi plano (en los sectores más profundos y
manera general que los depósitos corresponden
de mayor depositación-eje sinclinal), ondulado (la
con suelos desarrollados en un ambiente árido,
mayor parte de la zona se considera “plana” y
denotado por muy bajas cantidades de carbón
asociada a la Formación Mondoñedo), inclinado
orgánico en todos los horizontes del perfil de suelos
hacia el contacto con los depósitos de pie de ladera
analizado. Por debajo de los 400 cm corresponde a
y escarpado a fuertemente escarpado en el
un suelo rojizo profundo, probablemente
contacto entre los depósitos de pie de ladera y las
desarrollado en condiciones más cálidas, que se
laderas estructurales y erosionales medias y altas
conservó sin erosionarse, pese al levantamiento de
de la Formaciones Plaeners, Labor y Balsillas.
la Cordillera Oriental. Entre los 380-400 cm
corresponde a un depósito de color gris oscuro a
12
Fotomapa facilitado por el Consorcio Relleno Sanitario Nuevo negro que es el relicto de un fondo de depresión
Mondoñedo.
13
Comentario nuestro.
donde se acumuló material principalmente fino

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arrastrado por coluviación difusa. Aquí se relativamente seco y frío que predomina en los
acumularon por translocación dentro del perfil del alrededores del Altiplano Cundiboyacense. Fue
suelo, los productos de formación de un Natrustalf formado por lluvias de ceniza volcánica que
que se lavaron hacia el horizonte subyacente, cayeron sobre la región durante el Holoceno
impregnándolo de Ca, Mg, K, Na, C.O. y temprano y que al descomponerse, indujeron pH
seguramente Fe y Mn, lo que explica su coloración mayores de 9.0, lo cual originó “álcalis negros” que
oscura. destruyeron minerales y plantas, constituyendo un
coloide que bajó por las grietas y poros del suelo,
formando gruesos cutanes (películas sobre los
agregados del suelo), algunas veces hasta de más
de un centímetro.

Sobre los horizontes E y Bt Nátrico,


cayeron nuevos coluvios que alcanzaron a
desarrollar algunas características de un horizonte
A, con mayor desarrollo estructural, un poco más
de materia orgánica y un color gris más oscuro que
el de los horizontes supra e infrayacientes.
Posteriormente todo esto quedó nuevamente
sepultado por gruesas capas de coluvios de un
color blancuzco, que no alcanzaron a desarrollar
características que permitan asociarlos a suelos
superficiales. Sin embargo, sí se presentan en
condiciones áridas y frías, indicadas por la muy
baja presencia de carbón orgánico y/o suelos
desarrollados con características que indiquen
pedogénesis.

Descripción de los Restos de Fauna Reportados

Como ya se mencionó, durante la etapa de


remoción de suelo final para la conformación del
vaso C, se registró el hallazgo de un conjunto de
depósitos de restos óseos de fauna a un intervalo
de profundidad entre 200 cm a 260 cm, asociado al
horizonte Bt (Natrustalf) el cual está probablemente
relacionado a paisajes de Antiguos a Subrecientes
referentes a la transición Pleistoceno – Holoceno.
Figura 4. Columna estratigráfica general señalando sedimentos Aquí es importante recalcar sobre dos aspectos: en
propios de un paisaje de cubeta sinclinal (Navas 2006) primer lugar no se encontró un esqueleto completo
o medianamente completo, por cuanto los restos
Luego de que el Alfisol fuera degradado por fueron hallados dispersos y, en segundo lugar, no
su propio lavado, quedó en esta superficie del se reportaron evidencias de cultura material
fondo de la depresión, un residuo que todavía asociada a estos depósitos.
contenía cantidades mayores de cationes, materia
orgánica y humedad que los suelos de las colinas Por otro lado, la mayoría de los restos
de los alrededores. Por eso este sitio se pudo están relacionados con el taxón Equus sp. (caballo
convertir en una especie de “salado” en un clima americano), caracterizado por sus patas cortas, con
árido donde la fauna existente durante la transición metápodos anchos y relativamente cortos, el
Pleistoceno-Holoceno encontraría allí agua, sales y cuerpo y cuello robusto y la cabeza grande. De
plantas (aunque en pequeñas cantidades) mayores igual manera se registró fuera de contexto una
que las que se presentaban en las colinas. Esto cabeza de fémur muy posiblemente asociada a
ayuda a explicar por qué la gran cantidad de restos Mastodonte (Haplomastodon) o Megaterio y otros
de fauna observados en este horizonte. fragmentos óseos relacionados a mamíferos más
pequeños, como podría ser el caso del venado
El Natrustalf se encuentra en todas las (Odocoileus virginianus). En un estudio previo se
áreas de colinas y piedemontes con clima llevó a cabo una aproximación mediante anatomía

58
comparada y basada en documentos bibliográficos
(Navas 2006) que llegó a esta conclusión. Sin
embargo es necesario profundizar en este aspecto
con estudios más detallados, estableciendo
comparaciones a partir de los caracteres
morfológicos de cada una de las evidencias
halladas con colecciones de referencia.

B
Figura 7. A- Fragmento de escápula, B- Fragmento de Ulna;
ambos eventualmente asociados a Equus sp.

B
Figura 5. Fragmentos de metatarsianos eventualmente
asociados a Equus sp.14

A B
Figura 6. Fragmentos de piezas dentarias. A. vista lingual de una
de las piezas. B. vista oclusal donde se observan en detalle los A
caracteres morfológicos más diagnósticos como el protocónido,
el protostílido, el metastílido y el pliegue caballino (estos
elementos fueron eventualmente asociados a Equus sp.)

14
Según Hoffstetter (1952).

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humanos primigenios, así como tampoco es posible


estimar si la presión ejercida por la caza haya sido
la que desencadenó un desequilibrio generacional
en estas especies hasta descastarlas.

Para nuestro caso esta afirmación no tendría


sustento, pues no se hallaron evidencias asociadas
que indicaran actividades de cacería en ninguno de
los depósitos identificados. Aquí surge entonces
como interrogante por qué se descubrieron restos
de fauna extinta dispersos en un área relativamente
pequeña y donde la mayoría de estos restos han
sido asociados a caballo americano (Equus sp.)
especie que por demás, requería de amplias zonas
para su movilización. En primer lugar hay que tener
en cuenta que el área excavada por las palas
mecánicas no tiene ninguna relación directa con el
hallazgo, pues ella obedece a criterios de diseño, lo
cual nos estaría induciendo a pensar que en toda el
B
Figura 8. A- Fragmento de metápodo15, B- Vértebra cervical, área que forma el paisaje de cubeta sinclinal
ambos eventualmente asociados a Equus sp.16 señalada en la Figura 2, es posible hallar más
depósitos de este tipo. Por otro lado también es
Consideraciones Finales prudente considerar el hecho de que si no se
hallaron evidencias de actividad humana asociadas,
Evaluando el conjunto de la información este lugar pudo ser un coto de caza de especies
aquí presentada se puede concluir, sin lugar a predadoras que acechaban a sus presas cuando
duda, que los restos óseos de fauna hallados éstas se acercaban a beber o en búsqueda de
durante la construcción del proyecto sanitario en la sales necesarias para su supervivencia.
localidad de Mondoñedo, corresponden a especies Recordemos que de acuerdo a los resultados
ya extintas que habitaron el área de estudio en el obtenidos del análisis físico y químico de los suelos,
periodo de transición Pleistoceno – Holoceno, una estos indican que el horizonte asociado a esta
época de condiciones climáticas secas y áridas, fauna extinta corresponde a un depósito de material
afirmación soportada por diferentes estudios fino que se fue acumulando por coluviación difusa a
paleoclimáticos y arqueológicos realizados en la medida que iba absorbiendo minerales de calcio,
Sabana de Bogotá (Van der Hammen 1992, Van magnesio, potasio, sodio y muy probablemente
der Hammen y Correal 2001) y por el análisis físico hierro y manganeso, además de materia orgánica.
y químico junto con las descripciones del suelo Esta situación pudo haber favorecido la
arriba precisados. conformación de un gran “salado” que seguramente
atraía fauna de diversas especies. Ahora si
El fenómeno de las extinciones de fauna asumimos que los restos hallados fueron el
durante este periodo de transición afectó producto de una actividad predadora, el hecho de
principalmente a las especies de mayor tamaño, encontrarse dispersos puede obedecer a la acción
muy probablemente debido a los fuertes cambios de especies carroñeras, esto explicaría el por qué
climáticos que tuvieron una incidencia de no se localizaron esqueletos completos.
dimensiones continentales y en diferentes
momentos de fines del Pleistoceno (a este respecto A lo anterior es igualmente válido evaluar
ver discusión de Martín et al. 1984). Obviamente las las severas condiciones climáticas registradas para
causas de estas extinciones pueden ser múltiples, esta época, que necesariamente tuvieron que
incluyendo entre ellas, la participación humana con incidir en las formaciones vegetales, ocasionando el
sus actividades de caza, teniendo en cuenta que no retiro de especies de un clima semihúmedo para
existen suficientes datos que sustenten el hecho de darle paso a especies características de climas
que todas las especies pleistocénicas que secos de tipo xerofítico y semiabierto, lo que pudo
cohabitaron con los cazadores especializados del favorecer que durante las escasas lluvias corriera
Paleoindio, hayan sido explotadas por estos grupos por las pendientes material coluvial fino, que junto
con la evaporación típica de un clima seco,
propiciara la concentración de ciertos minerales
15
16
Fotos 4, 5 y 6 A según Alberdi y Prado (2004). (Van der Hammen y Correal 2001), lo cual daría
Foto 6 B según Hoffstetter (1952).

60
más peso a la afirmación de que allí pudo haber • Hoffstetter, Robert. 1952. “Les Mammiféres
existido un “salado”. En unas condiciones climáticas Pléistocénes de la République de L’Equateur”. Mémoires
muy secas, la sola presencia de un espejo de agua de la Société Géologique de France. Mémoire 66 (228-
como lo fue la laguna Blanca y además de tipo 312). París
“salado”, se convierte en un atractivo para muchas • Martin P. y Klein, R. 1984. “Quaternary Extinctions: A
Prehistoric Revolution”. University of Arizona Press.
especies de fauna.
• Navas, Leonardo. 2006. “Informe de actividades de
campo del monitoreo arqueológico durante las obras de
En síntesis, aunque se debe contar con un mayor excavación del vaso C”. Gobernación de Cundinamarca.
conjunto de información paleoclimática, Consorcio Relleno Sanitario Nuevo Mondoñedo. Bogotá
paleontológica y arqueológica, los breves Ms.
planteamientos expuestos en este artículo apuntan • Porta, J. de. 1961. “La posición Estratigráfica de la
a reconocer que no sólo fue la actividad humana la Fauna de Mamíferos del Pleistoceno de la Sabana de
causante de la extinción de estas especies, también Bogotá”. En: Boletín de Geología, Bucaramanga, 7:37-54.
hubo incidencia de los fuertes cambios climáticos • Rodríguez T., Elkin y Lenin Pescador P. 2004.
ocurridos en la transición Pleistoceno – Holoceno “Manifestaciones de Arte Rupestre en la vereda El Fute,
Municipio de Bojacá. Reconocimiento y Prospección
que pudieron abarcar varios miles de años
Arqueológica en el Relleno Sanitario Nuevo Mondoñedo”.
sometiendo a fuertes tensiones a algunas especies Gobernación de Cundinamarca. Consorcio Relleno
que formaban parte de una trama singularmente Sanitario Nuevo Mondoñedo. CISAN. Bogotá Ms.
apretada que al extinguirse, ocasionaron un • Van der Hammen, Thomas. 1978. “Stratigraphy and
desequilibrio en otras especies que dependían de environments of the Upper Quaternary of the El Abra
ellas, hasta hacerlas desaparecer. corridor and rock shelters (Colombia)”. En: El Cuaternario
de Colombia 6 (Hugo de Vries Lab., Ámsterdam).
- 1992. “Historia, Ecología y Vegetación”. Fondo FEN.
Referencias Bibliográficas Corporación Araracuara. Fondo de Promoción de la
Cultura del Banco Popular. Bogotá.
• Alberdi, María Teresa y Prado, José Luis. 2004. • Van der Hammen, Thomas y Correal U., Gonzalo.
“Caballos fósiles de América del Sur. Una Historia de tres 2001 “Mastodontes en un humedal pleistocénico en el
millones de años”. Investigaciones arqueológicas y valle del Magdalena (Colombia) con evidencias de la
paleontológicas del cuaternario pampeano – INCUAPA. presencia del hombre en el pleniglacial”. En: Boletín de
Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Arqueología, Fundación de Investigaciones
Buenos Aires. Olavarría (Argentina). Arqueológicas Nacionales del Banco de La República.
• Botero, Pedro y Moreno, Julio César. 2006. “Análisis 16(1):4-36. Bogotá.
Físico y Químico de los suelos presentes en la localidad
de Mondoñedo”. Fundación Terra Preta. Bogotá Ms.

61
Universidad Tecnológica de Pereira-Sociedad Colombiana de Arqueología-Universidad del Cauca, 2008
Ecología Histórica
Interacciones Sociedad-Ambiente a Distintas Escalas Socio-Temporales

62
1.5. Cambios Paisajísticos y Localización de Evidencias
Tempranas en el Valle Medio del Río Magdalena.

Carlos E. López
Profesor Asistente Universidad Tecnológica de Pereira.
Director Grupo de Investigación en Gestión de Cultura y Educación Ambiental.
cel@utp.edu.co

José Alfonso Realpe


Geólogo, Universidad Nacional de Colombia, Sede Medellín.
petrageologist@yahoo.com

Resumen

La historia del Cuaternario del río Magdalena, principal río internadino del Nor-Oeste de Suramérica, y
su poblamiento temprano, es interpretada, basada en observaciones de distintos sitios y contextos
arqueológicos del Pleistoceno Tardío y el Holoceno Temprano, referenciados en distintas posiciones
geomorfológicos de las terrazas del río Magdalena y sus tributarios. Se muestra que los cambios climáticos del
Pleniglacial al calentamiento holocénico, tuvieron fuerte incidencia en las Cordilleras Andinas, y estuvieron
ligados a la historia deposicional y erosional del río Magdalena. Se presenta un acercamiento en el marco de la
ecología histórica y la geoarqueología, buscando analizar los cambios de paisaje en larga duración. Reiteradas
evidencias culturales entre el décimo milenio y el tercer milenio antes del presente, -particularmente en
paleoterrazas y colinas de piedemonte-, muestran un patrón espacial y temporal distinguible.

Palabras claves: Pleistoceno Tardío, Holoceno Temprano, río Magdalena, sedimentación fluvial, cambios
climáticos, tecnología bifacial, ecología histórica.

Abstract

The late Quaternary history of the main inter-Andean valley (Magdalena River Valley) of NorthWestern
South America and its early peopling is interpreted, based on observations of different archaeological sites and
contexts located in distinct geomorphologic positions (radiocarbon dates, sedimentological analyses and
paleoecological analyses) of the Magdalena River terraces and other close tributaries. It is shown that the Late
Pleistocene and Holocene climatic changes that took place in the Andean Cordilleras, were related to the
depositional and erosional history of the Magdalena River in the inter- Andean lowlands.

Key words: Late Pleistocene, Early Holocene, Magdalena River, fluvial deposits, climatic changes, lithic
assemblages, bifacial technology, historical ecology.

Introducción de sobrevivencia y las transformaciones culturales


de las comunidades allí asentadas (Figura 1). El
En este artículo se presenta un actual paisaje es consecuencia de al menos dos
acercamiento en el marco de la ecología histórica grandes transformaciones durante el Cuaternario:
buscando analizar los cambios de paisaje en larga 1) de una parte los procesos de erosión y
duración del sector medio del valle del río depositación, asociados al aumento de régimen de
Magdalena, corredor estratégico del noroeste de lluvias, el vulcanismo y la deglaciación vinculada al
Suramérica. Se destaca cómo desde finales del cambio climático holocénico (van der Hammen
Pleistoceno, así como durante el Holoceno, se 1992); 2) de otra parte, se ha llamado también la
dieron importantes cambios en el paisaje atención sobre significativos procesos de erosión
fisiográfico, los cuales determinaron las estrategias asociados a la deforestación de los bosques

63
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Ecología Histórica
Interacciones Sociedad-Ambiente a Distintas Escalas Socio-Temporales

andinos durante el auge de la agricultura en aluviales (López 2004, López et al. 1999, 2001,
distintos sectores de la cuenca durante el Holoceno López y Botero 1993).
Tardío (Bray 1990).
Es fundamental considerar que distintos
procesos de sedimentación ocurrieron durante el
Holoceno (para el bajo Magdalena que refleja el
impacto de toda la cuenca ver Berrío et al. 2001,
Herrera et al. 2001, Martínez 1981), debido a
cambios climáticos en el sistema andino,
básicamente a causa de aumentos considerables
de la precipitación. Estos también produjeron
cambios en la vegetación, así como una respuesta
interna del sistema fluvial con cambios en caudal y
capacidad de arrastre de sedimentos. Se plantea
que dstintos yacimientos arqueológicos de edad
holocénica temprana estarían enterrados en la
paleollanura aluvial del Magdalena y en algunos de
sus tributarios. Varios factores intervinieron -
incluyendo los efectos del vulcanismo activo en la
Cordillera Central- dando como resultado una
historia ambiental particular del gran valle del
Magdalena. Su morfología actual es producto de
aspectos concretos de evolución temporal del
sistema y los principales patrones de cambio
afectaron el record arqueológico de manera
sistemática. Las colinas fueron sometidas a erosión
y sedimentación mientras que otros sectores como
los abanicos fueron incisados. Como resultado, los
sedimentos holocénicos tempranos y medios fueron
parcialmente removidos, y los relictos de la llanura
aluvial y la superficie actual hacen parte de un
paleopaisaje mayor (López 2008, López et al. 1998,
1999, 2001, López y Realpe 2006).
Figura 1. Localización de la cuenca del río Magdalena en
Colombia. Se destaca la región del Magdalena Medio. Las investigaciones vienen estableciendo
que las áreas de mayor potencial para estudiar las
La ecología histórica de los ocupantes evidencias culturales más antiguas, están
precerámicos del valle medio del río Magdalena en asociadas a las áreas de confluencia del río
el centro interandino colombiano, se comienza a Magdalena con sus principales tributarios. Este
inferir a partir de un análisis multiescalar del hecho ha venido siendo documentado por los
paisaje, basado en prospecciones amplias, autores en las confluencias de los ríos San
muestreos y excavaciones en sitios localizados en Bartolomé y Nare con el Magdalena, siendo
distintas unidades fisiográficas de paisaje. Allí también estos sectores estratégicos aún
reiteradas evidencias culturales, entre el décimo actualmente, como vías de penetración hacia la
milenio y tercer milenio antes del presente, - Cordillera Central en territorio de Antioquia (López
particularmente en paleoterrazas y colinas de 1999, López et al. 1999, 2000). Otro tanto se puede
piedemonte-, muestran un patrón espacial y afirmar de los valles de los ríos Cesar, Sogamoso-
temporal distinguible. En las vertientes cordilleranas Chicamocha, Opón, Carare, Ermitaño y Negro,
–en muchos casos cubiertas aún por bosques-, los provenientes de la Cordillera Oriental. Vale la pena
sitios arqueológicos muestran un patrón disperso, resaltar que más al norte, la zona de confluencia de
presentes principalmente en cimas y escalones. En los río Cauca-Nechí-San Jorge (Mojana Caucana)
los sectores bajos del valle medio del Magdalena, con el Magdalena, es de fundamental importancia
los artefactos líticos y contextos precerámicos se para la comprensión de este modelo. Allí varios
encuentran expuestos en superficie -en áreas investigadores han aportado datos fundamentales,
disturbadas por procesos erosivos-, o se hallan bien que aunque no reportan evidencias precerámicas,
preservados dentro de yacimientos en los valles muestran el gran valor que ha tenido esta
aluviales, remanentes de terrazas y en los abanicos característica del paisaje de humedales para el

64
desarrollo de estrategias económicas y culturales auspiciado por las empresas encargadas de obras
de duración milenaria (Bray 1990, Plazas y Falchetti de infraestructura energética y vial (Entre otros
1988, Berrío et al. 2001). Probablemente las Bermúdez et al. 2001, Castillo et al. 1997, CAIN-
confluencias de ríos principales estén asociadas a OCENSA 1997, ICAN-ODC 1994, ISA 1994, López
controles geológicos estructurales, que fueron las 1995, 1999, 2004, López et al. 1994, 1998, 2000 ,
vías por las cuales los macizos montañosos Piazzini et al. 1997, Otero y Santos 2002,
andinos drenaron sus aguas durante los Universidad de Antioquia 1996).
prolongados periodos secos pleistocénicos. En las
áreas de confluencia se generaron zonas de Es importante recordar que desde la
humedales, con alta diversidad biológica de fauna y década de los cuarenta se ha venido recopilando
flora, que constituyeron atractores para los primeros distinto tipo de información arqueológica a lo largo
pobladores (López y Realpe 2006). Actualmente del valle del Magdalena, en particular con
estos sectores se localizan por el estrechamiento referencias a su sector Medio. Los primeros
del canal central del río Magdalena, el cuál cambia eruditos y arqueólogos que se interesaron en la
de un régimen trenzado o anastomosado con región, identificaron y describieron objetos en
numerosos canales y ciénagas, a un único canal. relación con su localización espacial y los rasgos
estilísticos de los materiales dentro de un marco de
Desde el descubrimiento de conjuntos interpretación histórico-cultural (Reichel-Dolmatoff
líticos superficiales por G. Reichel Dolmatoff en la 1944, 1965). A finales de los años sesentas,
década de 1960 y G. Correal en los 1970s, y el arqueólogos como Gerardo Reichel-Dolmatoff y
reporte de depósitos culturales estratificados Wesley Hurt propusieron el valle del Magdalena
durante los años noventa en Yondó, Puerto Berrío, como ruta de poblamiento inicial y temprana
Puerto Nare, Barrancabermeja, Cimitarra y Puerto colonización, ubicando y describiendo algunos
Boyacá, en la cuenca media del valle del sitios en colinas erosionales, caracterizados por
Magdalena, se comenzaron a aportar importantes altas densidades de instrumentos tallados en piedra
datos al estudio de los cazadores recolectores sin asociación cerámica (Hurt 1977, Reichel-
tempranos, los que se pudieron relacionar con los Dolmatoff 1965, 1986). Pero fue desde comienzos
hallazgos en las tierras altas de la Cordillera de los años setentas, que el arqueólogo Gonzalo
Oriental andina (Ardila 1991, 1992, Correal 1981, Correal de la Universidad Nacional, paralelamente
1986, Correal y van der Hammen 1977, López con sus excavaciones en las tierras altas de la
1989, 1995, 1998, 1999, 2004, López et al. 1999, Sabana de Bogotá, comenzó a explorar el valle del
2000, Reichel.Dolmatoff 1965). río Magdalena, en busca de evidencias que dieran
pistas acerca de los primeros pobladores (Correal
Paralelamente se han venido planteando 1976, 1981).
relaciones entre paleopaisajes, cronología y el
carácter de los cambios ambientales y culturales en Durante la década de los ochenta se
la región. Los siguientes datos y reflexiones realizaron nuevas investigaciones a lo largo del río
presentan correlaciones para inferir la edad de Magdalena (Castaño y Dávila 1984, López 1991).
varios elementos que comprenden el paisaje y Algunas puntas de proyectil pedunculadas y
particularmente su dinámica, para explicar la raspadores plano-convexos, instrumentos
disposición de superficies durante el Pleistoceno tipificadores de tecnologías muy antiguas, fueron
Final y Holoceno, en las que se encuentran descritos entonces en algunos reportes (López
depósitos preservados hasta hoy. También ha sido 1995, 1998). El panorama investigativo cambió a
fundamental la definición de áreas donde el registro partir de la década de los noventa, pues distintos
original fue alterado o destruido por procesos equipos de arqueólogos desarrollaron investi-
posteriores. Asumimos que la densidad de gaciones en el valle del Magdalena y se
población pudo haber fluctuado, durante este largo comenzaron a dar pasos significativos en la
periodo de varios milenios, no obstante los estudios comprensión del poblamiento temprano. La
arqueológicos aún son poco informativos en cuanto cantidad y calidad de artefactos líticos recuperados
a demografía temprana. ha permitido definir una clara tradición temprana
17
que se extiende por varios milenios (Bermúdez et
Antecedentes Arqueológicos
17
Esta tradición temprana del Magdalena Medio, con sus puntas
En los últimos años, en el marco de la de proyectil bifaciales pedunculadas, raspadores plano-convexos
“arqueología de rescate” o “salvamento”, ha habido y otros artefactos muy bien terminados, aparece en marcado
contraste tradiciones contemporáneas descritas para las tierras
un incremento en el número de estudios altas de la Sabana de Bogotá, El Jobo del occidente de
arqueológicos en la región del Magdalena Medio, Venezuela y la tradición de puntas acanaladas tipo "cola de
pescado" del valle del Cauca, Ecuador y Centroamérica (Gnecco

65
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Ecología Histórica
Interacciones Sociedad-Ambiente a Distintas Escalas Socio-Temporales

al. 2001, ICAN-ODC 1994, López 1991, 1995, Andes han sido adelantados en su mayoría en los
1998, 1999, 2004, López et al. 1998, 2000, últimos 50 años por Thomás Van der Hammen y
Nieuwenhuis 2002). sus colaboradores detallando una secuencia de
climas y cambios paleoambientales descrita para
En cuanto a los desarrollos agroalfareros a los últimos 100.000 años. Los climas del
lo largo del valle, se han definido dos períodos Pleistoceno y su historia permiten entender
cronológicos con mayores densidades de cambios en el sistema andino y las tierras bajas
materiales. Por una parte, hacia la época de Cristo adyacentes. De la mayor importancia es discutir la
se ha establecido el desarrollo de aldeas ribereñas historia y la evolución del paisaje del valle del
(Bermúdez et al. 2001, Piazzini 1998), Magdalena entre el Pleniglacial 22.000 a 13.000 AP
caracterizadas por restos cerámicos muy -hasta el Holoceno Medio- ca. 5.000 AP, e incluso
decorados, y por otra parte, posterior al siglo octavo hasta 3.500 AP. Además de las investigaciones
de nuestra era, es notoria la recurrencia de paleoambientales lideradas por Van der Hammen et
hallazgos atribuidos a grupos emparentados que al., (ver síntesis en texto de 1992) se han producido
ocuparon una considerable extensión lineal de las otros estudios, que se encuentran dispersos y no se
márgenes de río Magdalena y cuya expresión ha dado una integración que permita revelar en una
arqueológica se ha denominado como Horizonte de escala mayor las dinámicas ambientales. En
Urnas Funerarias del Magdalena Medio (Castaño y particular, interesa conocer sobre cambios en la
Dávila 1984, López 1991, López et al. 1998, 2001, magnitud, frecuencia y estacionalidad de la
Piazzini 1997). precipitación, y los efectos en la vegetación, así
como en la red hidrológica y la evolución
Aspectos Teórico-Metodológicos: Ecología geomorfológica específica del centro interandino
Histórica y Geoarqueología colombiano.

Es posible plantear modelos de cambios


del paisaje, subsistencia y asentamiento para el
periodo Precerámico al preguntarse: 1. ¿Cómo se
conoce el registro arqueológico?, particularmente
con qué acercamientos teóricos y metodológicos se
identifica, registra, analiza e interpreta, 2. ¿Cómo
se ha preservado?, y 3. Sí el registro preservado
refleja realmente los patrones de asentamiento, y
permiten por ejemplo inferir movilidad. La validez de
las interpretaciones de los datos que soportan estas
preguntas dependen de conocer cómo se ha
abordado la investigación arqueológica, cuáles son
las escalas y los tipos de registros culturales, cómo
se han preservado ciertos sitios, así como sobre la
magnitud de los impactos antrópicos y la
preservación del registro. Como lo han expresado
varios autores, los aspectos centrales de la
dinámica geológica y ambiental de cada región
necesitan ser entendidos, antes del análisis de
otros aspectos antropológicos del registro
arqueológico (Bettis III 1995, Waters 1992).

Los acercamientos teórico-metodológicos


de la Ecología Histórica y de la geoarqueología,
permiten considerar cambios ambientales y
culturales a escala de larga duración, desde el
arribo de los primeros Paleoamericanos. Distintos Figura 2. Principales sitios arqueológicos tempranos estudiados
estudios paleoambientales para el norte de los por los autores en el Magdalena Medio.

Varios autores han señalado de qué


1990, 1998). Por otra parte, puntas de lanza triangulares
similares a las recuperadas en el Magdalena Medio han sido manera las escalas espaciales y temporales a la
halladas recientemente en los Llanos del Orinoco, la cuenca del que se observan los paisajes, afectan la manera
bajo Amazonas y en baja Centroamérica (López 1995, Mora et como los percibimos e interpretamos, determinando
al. 1995, Roosevelt et al. 1996).

66
2
la importancia de los fenómenos que han comprende áreas mayores a 10 Km y considera
intervenido en su desarrollo (Bettis III 1995, Butzer miles de años en el tiempo.
1984, Dincauze 2000, Waters 1992). La pertinencia
de las preguntas de investigación arqueológica que
nos formulamos dependen de la consideración y
resolución de la escala, así como de la correlación
de las variables ambientales. De acuerdo con la
aproximación desde la geoarqueología, la
consideración de la escala es fundamental en
cualquier análisis del registro arqueológico, pues es
claro que el registro es un palimpsesto de distintas
ocupaciones culturales (con escalas en la duración
e intensidad de las ocupaciones), por ejemplo
transformaciones físicas (a escala regional y local)
y procesos geoquímicos (a escala puntual).
Figura 4. Terrazas en la llanura aluvial disectada

En cuanto a la escala media, puede


considerar caracterizaciones y zonificaciones entre
tierras altas, vertientes y pisos de valles, así como
zonas de transición o bordes entre unidades de
paisaje (afloramientos geológicos, tipos
vegetacionales y localidades antrópicas). Incluye
2 2
áreas de 100 m hasta algunos km y cambian en el
tiempo en el transcurso de siglos o milenios. En
términos de la escala mediana ocurren aspectos
tales como alteraciones significativas del régimen
hidrológico, respuesta del comportamiento de ríos o
quebradas, modificación de paisajes, formación de
Figura 3. Panorámica del río Magdalena en cercanías a Puerto suelos, sucesión vegetacional, entre otros. Esta
Berrío. escala encuadra y considera el marco de duración
de tiempo tan larga como la vida humana y
En la actual región interandina del valle considera paisajes mayores a la escala áreal que
intermedio del Magdalena, el paisaje moderno es puede ver la gente y el uso que le da al paisaje
resultado de una sobreimposición de depósitos (Bettis III 1995).
sedimentarios que forman el contexto en el cual el
registro arqueológico se ha preservado. Los
depósitos y los paisajes que “se acumulan” pueden
ser considerados multi-escalares, en términos
temporales y espaciales. Nuestras investigaciones
han considerado 3 escalas de aproximación y
análisis (grande, media y pequeña, o, regional,
zonal-local y de sitio), buscando determinar
variabilidad y contrastes geomorfológicos y
estratigráficos (López et al. 2001, López y Realpe
2007, López 2004).

Cómo lo plantea Bettis III (1995), la escala


grande, o mayor, consiste en patrones o macro-
patrones a nivel regional, incluyendo aspectos
geográficos, tales como el macroclima, el relieve, la Figura 5. Corte de carretera en la vía Puerto Berrío-Remedios,
geología; así mismo los cambios altitudinales, las donde se observan distintos estratos sedimentarios.
distintas zonas de vegetación, considerando
cambios climáticos por milenio (variables en el En cuanto a la escala pequeña o menor, es
curso de varios siglos), así como la evolución posible determinar unidades o sub-unidades de
regional del paisaje e influencias antrópicas en el paisajes particulares, tales como los abanicos, las
contexto de registro arqueológico. Esta escala cimas, las terrazas, las vegas, etc. Estos pueden
ser distinguidos e individualizados, por ejemplo

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Ecología Histórica
Interacciones Sociedad-Ambiente a Distintas Escalas Socio-Temporales

ciertos árboles, acumulaciones de conchas, así Acercamiento Regional


como eventos precisos en el tiempo, como lo fueron
como sequías estacionales, avalanchas y Con el fin de aportar al mosaico regional,
desbordes de ríos y quebradas. La escala detallada hemos considerado pertinente presentar a escala
aborda la dimensión en que la gente vive su pequeña el registro físico y cultural de los periodos
proceso de tiempo. En esta escala se puede tempranos en dos sitios o áreas tipo localizadas en
preservar o destruir la evidencia de las actividades el valle del Magdalena. A esta escala la evolución
humanas, primer paso para la formación del de los paisajes predominantes y de los sistemas
registro arqueológico a nivel de sitio. Bettis III culturales puede ser examinada con cierto detalle
(1995) plantea además que se puede considerar buscando revelar patrones espaciales y temporales
que las escalas mayores consisten en un mosaico significativos que alimenten nuestra compresión a
de escalas menores y son estas las que mayores escalas.
potencialmente pueden contener detalles del
registro sedimentario perdido a causa de varios
factores, por ejemplo la erosión. Incluyen
igualmente un amplio rango de registros
sedimentarios preservados en pequeñas escalas.

Figura 7. Investigaciones geológicas en campo en terrazas


disectadas de Nare. Nótese la presencia de niveles de cementos
ferruginosos, posiblemente de origen pleistocénico.
Figura 6. Terrazas sector La Suiza en municipio de Nare.
La región del Magdalena Medio antioqueño
El espacio, particularmente concebido se ubica en el centro interandino de Colombia y
como territorio mentalizado por las comunidades, está conformada por 6 municipios: Puerto Triunfo,
aparece como recurso esencial y es a su vez un Puerto Berrío, Puerto Nare, Yondó, Maceo y
producto de procesos socioculturales. Seguramente Caracolí, los cuáles se extienden en un área de
desde el poblamiento inicial, los ecotonos, las 4.416 Km². Los límites altitudinales de esta región
topografías especiales (sectores claves), la son cercanos a los 1.000 msnm en las colinas más
hidrografía, concentración de recursos faunísticos, altas y los 100 msnm en las riveras del río
aparecieron como espacios o puntos claves para Magdalena (IGAC 1979) (Figuras 1 y 2). El macro-
observar, acorralar y matar presas. Estos sitios sector en consideración se ubica entre el curso
pueden tener mayor densidad de rasgos y actual del río Magdalena y la Cordillera Central, y
actividades y pudieron tener redundancia presenta las geoformas referidas a las unidades
ocupacional. Es un hecho que la variabilidad del fisiográficas de piedemonte cordillerano, llanura
registro arqueológico, .no depende sólo de factores aluvial de piedemonte y llanura aluvial (Figuras 3 a
naturales, sino de las decisiones humanas y su 7).
percepción del entorno.
La región de estudio corresponde al piso
Es pertinente preguntarse ¿Cómo era el cálido con una condición climática general de
entorno predominante y los tipos de subsistencia - trópico húmedo y temperatura promedio anual
en períodos aún poco conocidos- hace 10.000, mayor de 24º C. Se presenta una formación de
5.000 o 3.000 años en la región? Cuestionamientos 18
bosque húmedo tropical (bh-T) , la cuál se
fundamentales están relacionados con la actividad extiende sobre el valle del Magdalena Medio
central de subsistencia de las comunidades,
particularmente si su fuente principal de alimentos
se basaba en mayor proporción en los productos de 18
De acuerdo con Espinal (1992) esta formación se define bajo
la caza o la recolección, así como las tecnologías los límites climáticos de una biotemperatura superior a 24ºC y un
en uso. promedio anual de lluvias entre 2.000 y 4.000 mm, ocupando
una faja que va desde el nivel del mar hasta unos 900 m
aproximadamente.

68
bordeando el piedemonte cordillerano y de bosque natural intervenido en la llanura aluvial
adentrándose en los valles interandinos que incisan de piedemonte y en el piedemonte mismo (Figura
el macizo central antioqueño. Las precipitaciones 8).
medias con régimen bi-estacional están
comprendidas entre 2.000 y 4.000 mm, para las
zonas más secas y entre 4.000 y 8.000 mm para
Forested Area
N

las más húmedas. 1S 2S 3S


11E

10E
9E

Toward the Main House

Road

0N0E
N
1W
2W
1S 2S
0 2m

Aerial Photograph IGAC (48) - 2224, 1985 Excavated Area during 1998 Season

Figura 9. Detalle del área prospectada y excavaciones, sitios La


Palestina 1 y 2

Descripción de Sitios Tipo

La selección de los sitios para sondear y


excavar con mayor detalle estuvo ligada a la
importancia otorgada a ciertas unidades de paisaje
teniendo en cuenta su recurrencia, así como la
densidad de materiales y rasgos arqueológicos.
También se consideraron aspectos de acceso
actual y posibilidades de trabajar con adecuadas
19
condiciones :

- Sector de Confluencia de los Ríos San


Bartolomé y Magdalena: Sitios 05YON001 y
05YON002 Hacienda La Palestina
Figura 8. Localización del sitio la Palestina en relación con los Los sitios que denominamos 05YON001 y
ríos San Bartolomé y Magdalena.
05YON002 están localizados sobre la margen
izquierda del Caño Regla, cerca a su
Desde el punto de vista ecológico se
desembocadura al río San Bartolomé, en una
encuentran áreas dentro del bosque húmedo
terraza fluvial depositada por este mismo curso de
Tropical (bh-T) en las riberas del río Magdalena y el
agua durante el Cuaternario (Figuras 8 y 9). En
bosque muy húmedo Premontano (bmh-PM). Esta
prospecciones y excavaciones anteriores,
región se caracteriza por su riqueza hídrica y está
realizadas por C. López (1989, 1999) y por otros
comprendida entre los ríos Magdalena, San
colegas, en el marco de proyectos de rescate
Bartolomé, Ité, Alicante, Cupiná, Nare y Cocorná
(Ocensa 1997), se determinó la presencia de
Sur (IGAC 1979).
evidencias de una ocupación temprana. Los
Localización y Aspectos Ambientales de dos
Localidades Tipo en el Magdalena Medio 19
Se estudiaron sitios con características comparables, cuyas
Antioqueño similitudes y diferencias brindan información sobre cambios
ambientales y uso humano del territorio. Los recursos obtenidos
En particular se presentan los datos de los del CODI-CORANTIOQUIA durante 1999 fueron utilizados para
lograr una mirada de conjunto de los diferentes paisajes y
sitios denominados 05YON001 y 05YON002 (La evidencias arqueológicas presentes en la región (escala
Palestina) y 05PNA005 (Nare), los cuales poseen regional, trabajada en planchas 1:100000 y 1:25.000), los cuáles
en 5 Km a la redonda una gran variedad de se sumaron a los logros obtenidos en un proyecto inicialmente
ambientes geológicos y ecológicos, que van desde financiado por la FIAN en 1998 en el sector sur de Yondó (López
1999). Los recursos de la segunda fase aportados por CODI-
humedales, en los bajos de la llanura de inundación CORANTIOQUIA se destinaron a lograr una visión detallada
del río Magdalena, hasta colinas con remanentes tomando como referencia nuevos sitios tipo (Escala local).

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sondeos y excavaciones sugieren al menos dos condiciones de alta precipitación y a la influencia de


eventos importantes de ocupación (el más profundo la vegetación que prosperó sobre ellos; una vez
fechado hacia 10.400 AP a 9.820 AP) (López 1999, cesó el proceso de sedimentación, luego de la
2004, Ocensa 1997). En la parte superior algunos desecación de la cuenca y el abastecimiento del
fragmentos cerámicos se asociaron a una nivel freático.
ocupación más tardía (3.560 AP) (Ocensa 1997)

Figura 11. Excavación realizada por los arqueólogos de Ocensa


en 05YON01 (Foto cortesía de Francisco Aldana). En los
extremos muestra de los análisis sedimentológicos por niveles
cada 5 cm.

Para el sitio 05YON002 se cuenta con una


descripción detallada publicada en López (1999,
2004), por lo que aquí no se presentarán estos
datos. En al figura 12 se presentan los resultados
de 7 muestras analizadas por radiocarbón (para
detalles ver López 1999, 2004) Se analizaron
sedimentológicamente las muestras excavadas y
también se tomó el sitio como referente
Figura 10. Detalle de la columna tomada para análisis
comparativo con los demás descritos.
sedimentológicos del sitio 05YON001

Dado el interés del sector, se tomaron


muestras de un perfil para ser analizadas
detalladamente (Figuras 10, 11 y 12). El proceso de
análisis y los resultados ofrecieron interesantes
informaciones, tales como una marcada secuencia
de color, particularmente en la fracción fina (arcillo-
limosa). Esta transición de colores, de tonos
amarillo pálido a naranja rojizo y luego de amarillo
pálido a marrón oscuro, ayuda a la diferenciación
de cinco unidades definidas con base en estas
variaciones, las que tienen implicaciones para la
interpretación de los procesos de formación del
20
sitio . Se puede observar una sucesión de eventos
deposicionales, que se interpreta como la
alternancia de épocas secas y húmedas. En la
parte superior, donde la variación se hace oscura,
corresponde a los sedimentos depositados bajo
Figura 12. Columna estratigráfica del sitio 05YON002 y esquema
20
del corte geológico entre los dos sitios excavados.
En la intepretación que puede hacerse de esta secuencia,
podría pensarse que las variaciones de color estarían reflejando
el grado de exposición de los materiales a sus agentes de
meteorización química; los tonos naranja-rojizo corresponderían
a aquellos sedimentos superficiales, en tanto que las
coloraciones amarillo pálido-crema a aquellos sedimentos
enterrados, aislados de la atmósfera.

70
- La Confluencia del Río Nare al Río Magdalena:
El Sitio 05PNA005 y sus Inmediaciones

El sitio 05PNA005, denominado


inicialmente como Torre 46 (López et al. 1994,
1998) se encuentra localizado en el municipio de
Puerto Nare, departamento de Antioquia, 05PNA005

constituyendo la cima de una colina, ubicada en el


paisaje definido como llanura aluvial antigua de
Excavation
piedemonte. Esta colina se localiza a 700 m al sur Datum
de la confluencia de la quebrada Soná con el río Pits

Nare. El sitio está ubicado sobre la margen derecha m above sea level

del río Nare, a 50 m de la carretera Troncal de la River and streams

Paz. (Figuras 2, 13 y 14). Roads

Figura 14. Localización de la colina sondeada y excavada, sitio


05PNA005 (Basado en López et al. 2001)

Para el nivel 3, con una profundidad de 10-


15 cm, asociado a fragmentos cerámicos y líticos el
resultado se obtuvo la siguiente datación:
(Beta – 144079) 05PNA005-3 1.120 ± 70 BP
2 Sigma Calibration Cal AD 765 to 1.025 (Cal BP
1.185 to 925).

Figura 15. Excavación Nare 05PNA005

Para el nivel 5, 20-25 cm asociado a


materiales líticos se obtuvo una cronología de:
(Beta – 144080) 05PNA005-5 5.040 ± 60 BP
Figura 13. Sectores del bajo río Nare y bajo río Ermitaño.
2 Sigma Calibration Cal BC 3.970 to 3.685 (Cal BP
5920 to 5635).
Como resultado de los sondeos y un corte
(Figura 14), al menos tres componentes culturales u
Para el nivel 40–45 cm se obtuvo una
ocupaciones diferenciadas fueron identificados. 22
antigüedad pleistocénica de :
Estas ocupaciones se dieron en épocas
(Beta–146798 AMS) 05PNA005-14 10.400 ± 40 BP
precerámicas y cerámicas, y se caracterizan en el
2 Sigma Calibration Cal BC 10.845 to 10.000 (Cal
sitio por mayores densidades y concentración de
21 BP 12.795 to 11.950).
materiales cerámicos y líticos en ciertos niveles
(Figuras 15, 16, 17 y 18).
distribución de materiales, efectuando pozos de sondeo
sistemáticos de 50 x 50 cm cada 5 m en dirección norte y cada
21
La cima plana de la colina tiene una extensión aproximada de 10 m en dirección este-oeste, ver Figura 14.
22
70 m de largo por 16 m de ancho en dirección este-oeste en su Este resultado (10.400 AP), corrobora otra fecha obtenida con
máxima extensión, con un área cercana a 1200 m². Buscando anterioridad, resultado de un sondeo efectuado en la terraza de
definir los posibles límites, establecer densidades de artefactos y 05-PNA-005 (López et al. 1994, 1998), cuya antigüedad ratifica
cambios estratigráficos, se llevó un control preciso de la la importancia del sitio.

71
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Interacciones Sociedad-Ambiente a Distintas Escalas Socio-Temporales

Figura 16. Distintos niveles de la excavación en área del sitio 05PNA005 (Basado en López et al. 2001, Dibujó Juan Carlos Forero)

Figura 17. Perfil norte de la excavación en área del sitio 05PNA005 (Basado en López et al. 2001, Dibujó Juan Carlos Forero)

72
Para uno de los niveles culturales más profundos, evidencias (Bermúdez et al. 2001, López et al.
el 16, se encontraron algunos fragmentos de 1999, 2001, Piazzini 2001).
carbón, los cuáles fueron unidos y fechados
obteniendo el siguiente resultado:

(Beta–146799AMS) 05PNA005-16 6.200 ± 40 BP


2 Sigma Calibration Cal BC 5.285 to 5.035 (Cal BP
23
7.235 to 6.985) .

La presencia a alturas diferenciables de


grava y gravilla en los niveles más profundos de
toda la excavación en área, sustentaría la presencia
de paleocanales y por tanto la influencia de una
paleocorriente relativamente suave que depositó
estos materiales. Artefactos arqueológicos
claramente tallados, se encontraron sobre el nivel
de gravas y dentro de este mismo en varios
sectores. En la época de formación del sitio 05-
PNA-005, el proceso de aporte de materiales
estaba vinculado a la existencia de un arroyo o
posiblemente de brazos del paleo-río Nare, el cual
dejaba barras con lentejones de gravas. Se
lograron obtener tres dataciones coherentes con el
modelo expresado (Figura 16, 17, 18 y 19).

Figura 19. Modelo explicativo de la antigua superficie de la


paleollanura, visto desde 05PNA005 (López et al. 2001).

Figura 18. Esquema simplificado de una sección geológica


transversal y de los horizontes pedológicos en el sitio 05PNA005
(Basado en López et al. 2001).

Vale la pena anotar que en inmediaciones


al río Magdalena, se encuentran niveles más bajos
de terrazas de origen reciente, sobre las cuales se
han hallado otro tipo de componentes
arqueológicos, principalmente cerámicos. Estos Figura 20. Desembocadura de la quebrada La Zoná al Nare.
Nótese la diferencia con el nivel actual del río Nare.
espacios en su mayoría ribereños a ríos, quebradas
y ciénagas fueron ocupados por grupos
agroalfareros de los cuáles se preservan aún las

23
Este resultado, más tardío de lo esperado, lo ponemos en
duda para este estrato. La inversión temporal que se presenta,
podría interpretarse como algún tipo de contaminación o
resulado de carbones procedentes de la época de mayor
densidad habitacional; los que hubiesen sido de alguna manera
removidos o mezclados por la dinámica de formación del sitio.
Ver Figura 19.

73
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Interacciones Sociedad-Ambiente a Distintas Escalas Socio-Temporales

24
Análisis de Materiales Líticos se extiende desde finales del Pleistoceno hasta
cerca del Holoceno medio, y probablemente hasta
Durante las fases de investigación el Holoceno tardío con cambios sutiles. La
realizadas nos hemos hecho preguntas que buscan bifacialidad, o tecnología de reducción bifacial está
relacionar análisis intra-sitio con el entorno regional, presente desde los niveles más profundos hasta los
tomando como marco la escala temporal de larga niveles superiores; no obstante, el énfasis en su
duración (milenios) y el uso humano del espacio y utilización posee marcadas diferencias temporales.
fauna a través del tiempo. El estudio detallado de
los artefactos líticos además de la información
implícita sobre tecnología y subsistencia, ha dado
elementos para comprender el proceso
deposicional y la influencia de los agentes
acumuladores.

A nivel superficial fueron encontrados


decenas de artefactos terminados entre los
municipios Nare y Remedios (ver López 2004 para
frecuencias, Figuras 21 a 23). No obstante, los
conjuntos artefactuales excavados de los sitios de
Nare y La Palestina que se aquí se detallan,
consiste principalmente en lascas no retocadas
Figura 21. Lascas de adelgazamiento en cuarzo y chert
algunas de las cuales fueron eventualmente usadas excavadas en el sitio 05YON002, La Palestina.
sin modificaciones o preparaciones anteriores; los
artefactos bifaciales son escasos, y entre los Este énfasis diferencial, visible sólo en las
hallados, ninguno presenta un estado completo de densidades de artefactos característicos de estados
terminación, casi todos fueron abandonados en de reducción bifacial, podría encontrar explicación
proceso de elaboración o descartados por daños en en la relación a las necesidades funcionales y/o a
la manufactura; sin embargo, la alta densidad de los cambios acaecidos en la composición de los
lascas de adelgazamiento bifacial atestigua su ecosistemas, como consecuencia de los cambios
25
existencia en diferentes estados de reducción . climáticos asociados con la transición Pleistoceno–
Holoceno, que pudieron tener algún efecto sobre
En el sitio de Nare, no se observan las decisiones de los seres humanos a través de
interrupciones en la presencia de materiales una larga secuencia ocupación del sitio y la
culturales, que pudieran sugerir un proceso 26
región .
discontinuo de ocupación del lugar; por el contrario,
la dominancia de materia prima local, la intensiva
utilización de las materias primas de mejor calidad y
la redundancia en la ocupación del sitio, sugieren
un modo de explotación del ecosistema en el que
hubo un buen conocimiento de los recursos locales.

En este sitio la tecnología lítica muestra un


cierto grado de estabilidad, por lo menos en
aspectos relacionados con las estrategias de
elaboración de artefactos, las cuales se
mantuvieron por un largo período cronológico que

24
En esta sección se conserva buena parte del texto inicial
escrito por el antropólogo Jorge Iván Pino Salazar en 2001.
25
Las evidencias recuperadas demuestran una tecnología Figura 22. Raspadores Plano-convexos encontrados
básicamente unifacial (puesto que la mayoría de los superficialmente entre los sitios de La Palestina y San Juan de
instrumentos usados corresponden con este tipo de técnica); sin Bedout (ICAN-ODC 1994)
embargo una alta densidad de desechos de talla con
plataformas de reducción bifacial y caras dorsales
cuidadosamente reducidas, así como la presencia de preformas
26
bifaciales (artefactos que no alcanzaron un proceso técnico Se plantea un énfasis cambiante en una estrategia de
completo, sino que fueron abandonados durante el proceso de reducción que se mantiene activa, lo que pudo ser resultado de
manufactura) demuestran que la reducción bifacial fue una selecciones conscientes o inconscientes bajo un ambiente
estrategia igualmente implementada; desafortunadamente no se cambiante, obviamente sin descartar valores de orden social
hallaron estratificados instrumentos acabados. como son los valores sociales y/o simbólicos.

74
posible establecer un paralelo entre la tecnología y
las tendencias encontradas en los sitios
multicomponentes 05YON001 y 002 con el
05PNA005 (Figura 8).

Materiales Cerámicos

A continuación se hace mención


brevemente a los hallazgos cerámicos tempranos
de uno de los sitios, con el fin de contextualizar
estos hallazgos en términos estratigráficos y poder
extrapolar su presencia. Al prospectar con detalle y
efectuar una excavación en área en Nare, sitio
Figura 23. Puntas de proyectil recuperadas superficialmente en 05PNA005, se tuvo en cuenta la importancia de la
los municipios de Puerto Berrío y Yondó (Cortesía Carlos estratificación del sitio y particularmente la
Gómez).
presencia de materiales cerámicos en el
componente superior. En 6 de los 30 pozos de
sondeo y todas cuadrículas excavadas en el corte
1, se recuperaron fragmentos cerámicos no
diagnósticos, muy frágiles y fragmentados. La
2
mayoría aparecieron de un tamaño inferior a 4 cm ,
sin corresponder a bordes, ni presentar
decoraciones.

El artefacto cerámico más notable hallado


fue en la cuadrícula 10N30W entre13 y 14 cm de
profundidad donde se excavó un volante de uso en
arcilla cocida, de 4 cm de diámetro y 2,5 cm de
altura. Este presenta decoraciones de líneas incisas
aunque en general están muy deterioradas por
erosión, lo que sugiere que estuvieron expuestos a
la intemperie.

Toda la muestra cerámica de 05PNA005 se


destaca por su color de rojizo a marrón y la
presencia de desgrasante de grano grueso. De
acuerdo a la cronología obtenida de 1.120 AP,
pueden establecerse vínculos con el tipo de
Figura 24. Raspadores excavados en el nivel cultural más cerámica hallada en los yacimientos de Piamonte
profundo de Nare 05YON005 (López et al. 2001) (Piazzini 1998), El Castillo (1999) y El Vergel (Uribe
1999). Los inicios del llamado Horizonte de Urnas
Tanto la presencia de lascas de Funerarias del Magdalena Medio se dan hacia el
adelgazamiento como un raspador plano-convexo siglo octavo de nuestra era y aún no se sabe cuál
excavado en el sitio 05PNA005 en los niveles es la real relación con la cerámica más temprana
culturales más profundos, demuestran el uso de de grupos ribereños.
tecnologías relativamente complejas, hacia la
búsqueda de ciertos instrumentos tipo En el sitio 05YON002 no fueron
predeterminados (Figura 24). encontradas evidencias cerámicas que nos
permitan establecer comparaciones. En 05YON001
Cómo se ha planteado, extensivas fueron encontrados fragmentos fechados hacia el
actividades de tallado de artefactos ocurrieron en el primer milenio antes de Cristo (CAIN-OCENSA
Magdalena medio por lo menos durante 8.000 1997). Desafortunadamente no se pudo tener
años, donde el chert de buenas calidades está en la acceso a ellos para establecer comparaciones.
superficie, o cerca de esta; sin embargo en el sitio Anotemos finalmente, que la cerámica
05PNA005 se encuentra representados por los correspondiente a grupos tardíos (del 800 AD hasta
menos tres periodos culturales donde el uso de el contacto con los europeos), en general se
esta materia prima tuvo cambios significativos. Es

75
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encuentra en terrazas ribereñas al actual curso del los Andes y en las partes bajas del sistema
río Magdalena (Castaño y Dávila 1984, López hidrológico de la Amazonía” (van der Hammen
1999) 1992:31). Es necesario enfatizar que actualmente la
parte media norte del valle del Magdalena mantiene
Discusión: Paleoecología de las Tierras Bajas selva húmeda y la parte sur, vegetación xerofítica o
Tropicales al Norte de Suramérica bosque seco tropical.

En el caso particular del Norte de Pese a que se plantea que la cacería hubiera
Suramérica y para comprender los ecosistemas en sido la actividad de mayor rango económico,
que se desarrollaron las primeras poblaciones simbólico y político durante el Tardiglacial y
humanas, se ha planteado la necesidad de conocer Holoceno Temprano, cada vez cobran mayor fuerza
los cambios del nivel del mar y su influencia en las los datos sobre el manejo de plantas. En este
zonas bajas, así como la extensión de sabanas o sentido los paleoecólogos vienen brindando nueva
bosques, especialmente durante el Tardiglacial información a partir de los estudios de polen fósil,
(14.000 a 10.000 AP). Durante el Pleistoceno tardío fitolitos y diatomeas principalmente, así como
y Holoceno se han podido identificar fases más utilizando marcadores cronológicos relativos como
húmedas y otras muy secas que parecen incidir en el advenimiento del uso del maíz (Cooke 1992,
los cambios de las proporciones de sabana con Piperno et al. 1991, 1998).
respecto a bosques (van der Hammen 1992).
Sería lógico que la combinación de sequías
prolongadas, fuegos frecuentes y poblaciones humanas
Por el momento, las evidencias del estudio
concentradas alrededor de recursos naturales
paleoclimático en la región del Bajo Magdalena geográficamente circunscritos hubiera estimulado la
constituyen la secuencia disponible que puede ser domesticación de grupos taxonómicos de plantas
de mayor utilidad al extrapolarla a nuestra área de tolerantes de largos períodos faltos de agua (Cooke
1992:41)
interés. Como lo plantea van der Hammen
(1992:30) al referirse al río Magdalena, se trata de
un geosistema muy dinámico y complejo sujeto a Inicialmente primó la idea evolutiva del paso
constante cambio; su dinamismo refleja los de un sistema de producción “vegecultor” a uno
procesos y sucesos que ocurren en el geosistema “semicultor” con base en el cultivo de la yuca y el
andino. maíz (Reichel-Dolmatof 1986). Los estudios
recientes demuestran la domesticación en los
En el estudio mencionado, por medio del bosques tropicales de tubérculos autóctonos y uso
análisis de polen y la correlación de las fechas, fue de distintas especies de palmas desde principios
posible reconstruir las secuencias de las fases con del Holoceno, tanto para alimentación como para
tasas relativamente altas y bajas de precipitación otras actividades cotidianas. Las modificaciones
efectiva en los 8.000 últimos años. Además de los humanas del bosque tropical (húmedo y seco)
periodos secos ya mencionados, hubo fases pueden ser descritas como sistemáticas durante el
marcadamente secas entre ca. 2.600 y 2.000 años Holoceno y estuvieron asociadas a intervenciones
AP, 4.100 y 3.800 años AP, ca. 4.700 años AP y en pequeña escala (Aceituno y Loaiza en este
entre 5.500 y 7.000 años AP. También fue claro volumen, Cooke 1992, Gnecco 2000, Piperno et al.
que los 30 metros superiores de sedimentación 1991, 1998).
fueron depositados durante los pasados 8.000 años
aproximadamente, lo cual corresponde con un En síntesis, los aportes de la paleobotánica
promedio de sedimentación de 3,75 mm por año. han sido de fundamental importancia en términos
La tasa de precipitación varió considerablemente: de definición de paisajes, coberturas vegetales del
una tasa alta poco usual fue registrada (en varias pasado y uso de plantas útiles a las comunidades
secciones de perforación) para el período entre ca. humanas en América Tropical. Para el caso de la
5.500-4.700 años AP, entre 14 y 15 mm por año región del Magdalena Medio, son pocos los datos
(van der Hammen 1992:29). reportados en cuanto al procesamiento de plantas
durante el Holoceno Temprano y Medio. En el sitio
Se ha planteado además una similitud entre Peñones de Bogotá (López 2004, López y Botero
los periodos más secos en el valle del Bajo 1993), se encontraron buena cantidad de artefactos
Magdalena, las sabanas orientales y los Andes. posiblemente asociados a prácticas con plantas, los
Esto se explica además porque “las cabeceras de cuáles se encuentran en estudio. Solo a partir del
estos grandes ríos se encuentran en los Andes y estudio detallado de la estratigrafía comparada,
por tanto los sedimentos registran acontecimientos utilizando metodologías refinadas, será posible
ligados a los cambios en la precipitación efectiva en obtener nuevas evidencias sobre la selección,
producción y el consumo de productos del bosque

76
en las principales unidades paisajísticas del pastizales, las cuales se pudieron extender como
Magdalena Medio. transiciones de los bosques secos a las áreas
27
semidesérticas del piedemonte y la cordillera . De
En cuanto a los estudios faunísticos, por el esta manera, cambios ambientales, pudieron incidir
momento es muy poca la información en desarrollar diferentes estrategias para la
zooarqueológica temprana disponible para la región sobrevivencia humana.
del Magdalena Medio. Con relación a la
megafauna, tan sólo se cuenta con un molar de La corelación de los datos recuperados
mastodonte hallado fortuitamente por mineros en el permite proponer que los niveles inferiores en los
sector de Remedios, nordeste antioqueño (López sitios de Puerto Nare y Yondó, localizados sobre la
1992) y los únicos datos de excavaciones terraza antigua, corresponderían a una ocupación
correlacionables en el eje del Magdalena provienen de fines del Pleistoceno, teniendo en cuenta los
del trabajo de G. Correal (1993), unos 200 Km al materiales y la resolución arqueológica observada.
sur de los sitios que nos ocupan en este estudio, en Aún no estamos seguros de si se trató de eventos
los municipios de Tocaima y Girardot puntuales de ocupación o si se dio una continuidad
(Cundinamarca). En el Totumo (Tocaima) se relativa. Respecto a los primeros eventos de
excavaron restos de mastodonte (Haplomastodon) ocupación, las condiciones ambientales pudieron
y de megaterio (Eremotherium sp.). ser muy diferentes de las posteriores, aunque
guardando un patrón ribereño. Actualmente el valle
Considerando el consumo de otro tipo de del río Magdalena presenta interesantes ejemplos
presas asociado a patrones ribereños, el texto de de estos contrastes, por ejemplo el ambiente mu
Otero y Santos (2002), aporta interesantes seco en las zonas del Huila (Desierto de la
reflexiones al respecto. Por otra parte, en cuanto a Tatacoa), a zonas selváticas como las del Carare-
fauna asociada al bosque húmedo tardío se pueden Opón.
retomar datos arqueológicos detallados en el
estudio de Piazzini et al. (1997), en el sector de El conjunto de artefactos líticos muestra
Piamonte, Santander y en el estudio en el variaciones relativas que deben ser analizadas con
corregimiento de La Sierra, Antioquia, efectuado más detalle al efectuar comparaciones de varios
por Castillo y Cadavid (1997). En estos textos se sitios en la región. Se hace necesario preguntarse
destaca el carácter ribereño de sus habitantes y la dónde y cuándo puede haber cambio en las
importancia del ambiente fluvial. En la Sierra, tendencias económicas, y, cómo se pudo dar la
corregimiento de Nare, se recuperó un número apropiación del territorio en cada una de las épocas
considerable y variado de materiales arqueológicos de ocupación. Aún falta identificar y excavar con
consistentes en cerámica, artefactos líticos usados detalle áreas de actividad, lugares de faenamiento y
en actividades de corte, raspado, maceración y talleres de fabricación y reactivación de filos de
trituración; restos de semillas de palmas y maíz, instrumentos.
restos óseos de venado, armadillo, bagre, tortuga y
babilla. El contexto de los componentes
arqueológicos de la base de los sitios tempranos
Estrategias de Sobrevivencia, Entorno y excavados como 05PNA005 y 05YON002 permite
Cronología sugerir que la primera ocupación, así como la
ocupación intermedia estuvieran ligadas a
A finales del Pleistoceno y comienzos de estrategias especializadas, más que a estrategias
Holoceno, la cobertura vegetal en el sector del oportunistas, implicando actividades de caza
Magdalena Medio, debió ser característica de los programadas con escogencia de determinados
climas secos y semi-desérticos, con asociaciones tipos de presa, en un paisaje básicamente abierto.
húmedas concentradas alrededor de los Esto se reafirmaría por la presencia de tecnología
humedales; estas asociaciones se constituyeron en bifacial y curación especializada de instrumentos
azonalidades, en las cuales ocurrieron los procesos tipo. Por el contrario, se plantea un cambio
de conservación de las comunidades y ecosistemas marcado de las condiciones ambientales en épocas
de bosque húmedo, los cuales, milenios más tarde más recientes, las cuales a su vez conllevaron a
constituirían las franjas de bosque húmedo tropical distintas adaptaciones que pueden correlacionarse
que interrumpen la zona de vida de bosque seco
característico del alto y bajo Magdalena. Para la 27
Un elemento que se desarrolló en esta época está
época de finales del Pleistoceno, la alternancia de representado por los palmerales de la especie Attalea
franjas desérticas y semidesérticas en la llanura butyraceae (Palma de vino), que en el presente, perduran en el
aluvial, debió presentar también amplias áreas de paisaje sabanizado por el hombre para el establecimiento de
áreas de pastoreo.

77
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Ecología Histórica
Interacciones Sociedad-Ambiente a Distintas Escalas Socio-Temporales

con la presencia de materiales cerámicos y A nivel de cronología, un análisis de un centenar de


diferente tecnología lítica. Es de anotar que en dataciones C14 obtenidas en distintos sitios de la
recolección superficial se encontraron diversos región (Bermúdez et al. 2001, Piazini 2002),
tipos de yunques y piedras con caras golpeadas o muestra un alto porcentaje de evidencias de la
con algún desgaste. Desafortunadamente, en el presencia humana en sitios con resultados
área excavada con más detalle y sondeos en Nare inferiores a 3000 años de antigüedad. Esto
y Yondó, este tipo de instrumentos fueron poco sugeriría inicialmente aceptar una mayor densidad
comunes. de ocupación humana en épocas tardías, pero de
acuerdo a nuestro análisis paleoecológico, puede
En cuanto a los instrumentos con reducción representar màs bien, el hecho de la pérdida del
bifacial, encontrados en los niveles superiores, registro anterior (Figura 25 a y b).
éstos se explicarían por procesos de remoción,
alteración y mezcla producidas por los ocupantes A Manera de Conclusión: Caracterización del
tardíos que reocuparon los sitios, más que por un Potencial Arqueológico
conocimiento y práctica de tecnologías de Los procesos de cambios ambientales en el
reducción especializadas de estos nuevos Magdalena Medio han sido importantes e
habitantes. Respecto a las ocupaciones implicaron reacomodamientos ecológicos ligados al
precerámicas, se plantea que el uso del espacio de calentamiento de la corteza terrestre, el ascenso
estas llanuras se centró en actividades de cacería del nivel del mar, la extinción de la megafauna y
en los ecotonos, fundamentalmente a orillas de particularmente los cambios en las cuencas
paleociénagas, dónde se dieron reiteradas interiores. Estas nuevas condiciones generaron la
actividades de faenamiento, consumo selectivo y necesidad de estrategias que de manera eventual
descartes en el sitio. Surge la pregunta si ¿Estos podrían ser observadas en la redundancia de
depósitos son resultado de acciones antrópicas ocupación a corto o largo plazo, así como en las
más que otros agentes acumuladores? actividades estacionales, en distintas unidades de
paisaje.
FechaAP / BP

1750
0
1700
0
1650
0
1600
0
1550
0
1500
0
1450
0
1400
0
1350
0

- Microcuencas Tributarias al Magdalena


1300
0
1250
0
1200
0
1150
0
1100
0
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0
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50
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0
0 10 20 0
3 40 50 60 70 0
8 90 10
0
Numero deFec a
hs

A partir de los resultados obtenidos de


prospecciones amplias adelantadas por los autores
y otros colegas en la década de los noventa, nos es
posible de manera preliminar efectuar algunas
generalizaciones sobre las características de
existencia o recurrencia de sitios tempranos.

Cierto tipo de depósitos culturales


tempranos no pueden ocurrir en la superficie de la
llanura activa del valle del Magdalena, ya que la
superficie más antigua expuesta, tiene menos de
a 2.000 años de antigüedad en su formación. Se
plantea entonces que algunos depósitos del
Período Precerámico podrían estar contenidos en
algunos sectores enterrados, o también podrían
aflorar en superficie en ciertos sectores de las
vertientes. Los depósitos tempranos asociados a un
período de erosión del valle pudieron no
preservarse y dejar un hiatus arqueológico; no
obstante, en otros sectores podrían estar
enterrados. Un registro sedimentario más o menos
continuo puede ser ubicado en algunos pequeños
tributarios al Magdalena o a sus afluentes (tales
b como el Caño Regla). Por consiguiente importantes
conclusiones sobre el potencial del registro
Figura 25 a y b. Relación porcentual del número de fechas
tempranas y tardías en el Magdalena Medio. El gráfico a) fue
arqueológico presente en pequeños valles en el
tomado de Bermúdez et al. 2001. área se plantean a partir de este modelo, tales
como:

78
muestra una sección del valle donde el potencial
1) El registro arqueológico de periodos del registro preservado varia en cortas distancias.
tempranos no es detectable sólo a partir de Una serie de terrazas pleistocénicas flanquea el
investigaciones en superficie o subsuperficiales valle y se extiende cerca del canal moderno,
poco profundas. Los rellenos aluviales en estos sobretodo en la parte suroccidental del actual
valles son espesos y las tasas de sedimentación sector medio.
fueron relativamente rápidas.
Los depósitos que conforman la Formación
2) Ciertos hiatus deposicionales que se Mesa y las terrazas de origen pliopleistocénico son
extendieron por periodos largos pudieron ocurrir en demasiado antiguas para contener depósitos
estos valles. Estos hiatus fueron de naturaleza precerámicos profundamente enterrados. Al sur de
erosional, lo que significa que el record de actividad La Dorada, un área paralela al canal moderno,
humana de estos periodos ha sido destruido, cerca del piso del valle Holocénico, en las partes
excepto en costados de esos valles pequeños (1er altas de la cuenca fue cubierta por depósitos de
orden) donde el record sedimentario es más origen volcánico que son muy jóvenes para
continuo. contener record del precerámico temprano o medio.
Artefactos diagnósticos del temprano y medio
En este sentido, es importante darse arcaico fueron localizados en investigaciones de
cuenta que la ausencia de cierto tipo de depósitos superficie solamente al norte de La Dorada, en las
en los valles relacionados con periodos tempranos, terrazas Pleistocénicas y Holocénicas tempranas y
no refleja necesariamente una baja población o en los sectores altos de las vertientes.
abandono del área por condiciones ambientales
adversas, sino más bien, es el producto de Depósitos precerámicos enterrados han
procesos geológicos que ocurrieron con sido descubiertos en vertientes del abanico coluvial
posterioridad a las actividades tempranas en esta como el sitio de Nare y en la terraza media en
área. unidades sedimentarias (Peñones y Vuelta Acuña).
En las terrazas más jóvenes como El Castillo, todos
los depósitos fueron menores a 3.500 AP. De los
Cuenca del Sistema Fluvial Medio Magdalena casos estudiados se colige que el registro del
periodo Arcaico se preserva en el valle del
Los acercamientos geoarqueológicos Magdalena y sus afluentes, pero la preservación no
permiten proponer un modelo que integre los es uniforme en todas las áreas. Gran parte del
cambios en la red de drenaje del Magdalena con la registro arqueológico potencial en la parte alta de la
estratigrafía y cronología aluvial del Holoceno; así cuenca fue destruido por la actividad del río, no
mismo la cronología cultural regional permite obstante un alto porcentaje del relleno holocénico
predecir la ocurrencia de depósitos culturales temprano y medio del valle se preserva en la parte
precerámicos o de ciertos periodos en el paisaje del central de la cuenca. El registro precerámico es
valle dentro de depósitos que cubren el paisaje detectable en tierras altas y terrazas pleistocénicas,
moderno. El modelo consiste en un cronograma pero este está poco preservado a causa de la
mostrando líneas de tiempo, periodos culturales y la intemperie y la actividad pedogenética ambiental, el
estratigrafía aluvial variando desde las partes más ganado y la erosión.
altas de la red de drenaje de los grandes valles.
Potencial Cultural Multitemporal en el Valle del
Depósitos de los periodos precerámico Magdalena Antioqueño
temprano y medio, están ausentes en pequeños
valles, debido a la remoción durante el Holoceno Las investigaciones en la sub-superficie
Tardío en los ciclos de estrechamiento y realizadas en el marco de una serie de distintas
profundización; por el contrario están preservados investigaciones arqueológicas en el sector medio
en las partes altas de la red de drenaje, en del Magdalena antioqueño entre 1990 hasta la
abanicos aluviales, así como en remanentes de la actualidad han permitido definir distintas unidades
paleollanura en los valles extensos. geomorfológicas, edades, ambientes
deposicionales, distribuciones y relaciones
Las investigaciones geológicas y los mapas estratigráficas de esas unidades, las cuales pueden
muestran áreas donde el Magdalena y otros ser usadas para predecir donde existen sitios
tributarios cortaron la llanura Pleistocénica donde arqueológicos tempranos. El mapa presentado
se han identificado varios conjuntos de sedimentos tomando como base la cartografía a escala
en distintas unidades de paisaje. La Figura 23 1:200.000 ilustra el potencial para contener el

79
Universidad Tecnológica de Pereira-Sociedad Colombiana de Arqueología-Universidad del Cauca, 2008
Ecología Histórica
Interacciones Sociedad-Ambiente a Distintas Escalas Socio-Temporales

recurso arqueológico y los cambios en el potencial percibimos en el registro del pasado humano
y su profundidad de acuerdo a diferentes periodos regional es una variable dependiente en el contexto
culturales. amplio de un paisaje cambiante.

Los abanicos aluviales cubren las terrazas Ciertos sitios, muestran cambiantes tasas
cuaternarias y tienen un alto potencial para cubrir de agradación y diferenciales alteraciones
con sedimentos más recientes los materiales pedogenéticas. Los depósitos arqueológicos -
arqueológicos tempranos. En algunos sectores especialmente los depósitos enterrados fechables y
(sensu Caño Regla 05YON001), bajo la superficie que arrojen edades diagnósticas- pueden proveer
de llanuras de inundación de ríos y quebradas los datos necesarios para entender mejor la
existe una capa de alrededor 2,5 m de espesor que naturaleza y tasas de los procesos de agradación,
corresponde a cuerpos de materiales sedimentados enterramiento, erosión, en esas posiciones del
durante el Holoceno tardío. paisaje. Los depósitos arqueológicos deben ser
relacionados de forma individual, a veces sutil, con
El modelo en construcción permite proyectar la los componentes geomorfológicos, relaciones
identificación de potenciales depósitos suelos geomorfología y potenciales características
arqueológicos, tanto en superficie, como estratigráficas de los suelos. El presente enfoque
enterrados, así como a escala mayor, la locación del concepto de sitio debe ser desenfatizado a favor
potencial y utilización del espacio de grupos de un enfoque que considere conjuntos “clusters”, o
culturales específicos. También conlleva noción la agrupación de materiales de las actividades del
sobre paleopaisajes y territorios a escala regional. pasado humano en contexto, así como los
Es en este contexto que es fundamental considerar subsecuentes cambios que se dan en el registro
la preservación diferencial de los materiales de los arqueológico.
distintos períodos representada en el Magdalena
Medio con su visibilidad diferencial. Perspectivas
de Investigación

Nuestra comprensión de la evolución del


paisaje holocénico en el actual sector medio del
valle del Magdalena ha avanzado mucho con
relación a hace unas décadas. Ahora tenemos una
idea bastante coherente - a escala amplia e
intermedia- de los patrones básicos de los
paleopaisajes y en general de la secuencia de los
depósitos bajo el paisaje actual, así como
argumentos para sustentar cómo los cambios en la
precipitación-clima, y vegetación han afectado los
cambios geomorfológicos. Hemos tomado clara
conciencia de que una parte significativa del
registro arqueológico fue removida y otra enterrada,
por lo que no es suficiente usar tan sólo técnicas de
superficie. Este es un claro ejemplo de que lo que

80
Figura 26. Mapa de potencial arqueológico para el sector antioqueño del Magdalena Medio.

81
Universidad Tecnológica de Pereira-Sociedad Colombiana de Arqueología-Universidad del Cauca, 2008
Ecología Histórica
Interacciones Sociedad-Ambiente a Distintas Escalas Socio-Temporales

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Los resultados que se presentan en éste Bonnichsen y K. Turnmire (Eds). Pp. 261-282. Center for
artículo hacen parte de datos y reflexiones producto the Study of the First Americans, Corvallis, Oregon.
de varios proyectos de investigación. Estos han • Ardila, G. 1992. El Norte de América del Sur:
sido financiados por Oleoducto de Colombia- Diversidad y Adaptaciones en el Final del Pleistoceno. In
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entre 1990 y 2003. Los autores han recibido ayuda,
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sugerencias y estímulo intelectual de varias Colinvaux and Bush. American Anthropologist 93:160-
personas e instituciones a quienes manifestamos 162.
nuestro agradecimiento. • Bailey, R.C. and T.N. Headland. 1991. The tropical
rain forest: is a productive environment for human
Durante los trabajos de campo, Laboratorio foragers? Human Ecology 19:261-285.
y montaje de informes se contó con la participación • Bettis, E.A.III (Ed). 1995. Archaeological geology of
de varios colegas, pero destacamos la participación the Archaic Period in North America. Boulder: Geological
de los antropólogos Jorge Iván Pino, Francisco Society of America Special Paper 297.
Aldana, Martha Cecilia Cano, Juan Carlos Forero • Bray, Warwick. 1990. Cruzando el Tapón del Darién:
Arturo Jaimes y Luz Marina Mora, así como del una visión de la arqueología del Itsmo desde la
perspectiva colombiana. Boletín Museo del Oro 23:3-52,
Administrador Ambiental Diego Cardona. El Bogotá.
antropólogo Jorge Pino fue co-investigador principal • Butzer, K. 1989. Arqueología una Ecología del
en dos fases de investigación y fue quien tuvo a Hombre. Bellatera, Barcelona.
cargo los análisis detallados de los conjuntos líticos. • Castaño, C. y C. L. Dávila. 1984. Investigaciones
Agradecemos sus valiosos aportes. Arqueológicas en el Magdalena Medio: Sitios Colorados y
Mayaca. FIAN, Bogotá.
Queremos aclarar que una parte de este • Castillo, N. 1998. Los Antiguos Pobladores del Valle
artículo se había escrito inicialmente para Medio del Río Porce. Empresas Públicas de Medellín
CORANTIOQUIA, pero no llegó a ser publicado. E.S.P. - Universidad de Antioquia, Medellín.
Consideramos importante su difusión, por lo que • Castillo, N. y F. Cadavid. 1997. Rescate y monitoreo
agregamos nuevos datos a esta versión, los que arqueológico en el área de influencia del proyecto de la
Termoeléctrica de la Sierra, Puerto Nare, Antioquia.
fueron compilados en una fase siguiente vinculada
Informe Final sin Publicar. Empresas Públicas de
a la disertación doctoral de C. López. Algunos de Medellín-Universidad de Antioquia CISH.
los mapas y dibujos presentados consisten en • Cavelier, I. y S. Mora (Ed.). 1995. Ámbitos y
modificaciones y actualizaciones de la base de Ocupaciones Tempranas en América Tropical. Fundación
datos de los autores, preparadas en distintas Erigaie - Instituto Colombiano de Antropología, Bogotá.
investigaciones citadas en bibliografía. • Corporación Antropológica para la Investigación
(CAIN) – OCENSA. 1997. Monitoreo Arqueológico
En Puerto Nare y Puerto Berrío contamos Oleoductos Cusiana-La Belleza y Vasconia-Coveñas.
con la colaboración de las administraciones OCENSA, Medellín. Ms.
municipales y con la permanente ayuda de los • Correal, G. 1977. Exploración arqueológica en la
Costa Atlántica y en el valle del Magdalena: Sitios
encargados de las Casas de la Cultura.
precerámicos y tipologías líticas. Caldasia 11(55):35-111.
Manifestamos igualmente nuestro reconocimiento a Universidad Nacional, Bogotá.
los propietarios y administradores de las Hacienda • 1981. Evidencias Culturales y Megafauna
La Unión en Puerto Nare, así como a los Pleistocénica en Colombia. Fundación de Investigaciones
administradores de la Hacienda La Palestina en Arqueológicas Nacionales, No. 12, Banco de la
Yondó. A todos ellos y a las demás personas no República, Bogotá.
mencionadas, agradecemos sus aportes para la • 1986. Apuntes sobre el Medio Ambiente Pleistocénico
buena marcha de esta investigación. y el Hombre Prehistórico en Colombia. In New Evidence
for the Pleistocene Peopling of the Americas, Alan Bryan
(Ed). Pp. 115-131, Center for Study of Early Man,
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84
1.6. Poblamiento Temprano y Tecnología Lítica. Un Estudio en el
Norte de Suramérica

María Almeira Navia Gómez


Antropóloga. Egresada Universidad del Cauca, Popayán.
nalmeira@hotmail.com

Resumen

En este artículo se comparan dos conjuntos líticos; Paiján y Magdalena Medio, que en la literatura
arqueológica han sido considerados como similares. El análisis consistió en comparar las secuencias de
reducción bifacial de ambos conjuntos a partir de ejercicios experimentales, con el fin de hacer una crítica a los
postulados Clovis imperantes en las explicaciones al poblamiento temprano de América.

Palabras claves: Reducción bifacial, poblamiento América, tecnología lítica, Paiján, Magdalena Medio

Abstract

This article presents a comparison of two lithic complexes, Paiján and Magdalena Medio, which have
been considered similar to each other in the archaeological literature. The analysis involves the comparison of
bifacial reduction sequences in both complexes, through the use of replicative experiments, with the goal of
critically evaluating the role of the Clovis complex in the early population of the Americas.

Key words: Bifacial reduction, peopling of America, lithic technology. Paiján, Middle Magdalena.

Introducción altas de los andes (Dillehay 2000). El conjunto lítico


Paiján ha sido considerado como un posible
La llegada de los primeros grupos humanos horizonte, con hallazgos de bifaces triangulares y
al continente americano es un tema que ha pedunculados, tanto en la costa norte del Perú,
generado controversia entre los investigadores, como algunos similares en el Magdalena Medio en
respecto al tiempo en que estos primeros grupos Colombia.
arribaron y en la manera como estos se dispersaron
por el continente. En esta discusión la teoría Clovis Las hipótesis del poblamiento temprano se
es la más aceptada, la cual postula una expansión han basado sobre las similitudes halladas entre los
rápida que se dio alrededor de 11.200 años atrás, diferentes conjuntos líticos, en tanto que las
por un mismo grupo y en dirección norte sur diferencias entre éstos han sido ignoradas y
(Dillehay 2000). Las similitudes morfológicas considerada sin importancia (Dunnell 1986). Las
presentes entre los artefactos líticos que fueron similitudes en el acanalamiento y hoja lanceolada
dejados por este grupo, observadas principalmente entre las bifaces cola de pescado halladas en El
en el acanalamiento de las bifaces Clovis Inga (Ecuador) con las bifaces de la Cueva Fell en
norteamericanas y de las bifaces cola de pescado la Patagonia, son el principal argumento de Junius
halladas desde Ecuador hasta Patagonia, son una Bird para aplicar la teoría del poblamiento rápido
prueba de esta rápida expansión que duró Clovis en esta región (Dillehay 2000). Un número
alrededor de 500 años. Otros posibles horizontes creciente de investigadores han empezado a rebatir
basados en las similitudes morfológicas han sido los imperativos postulados Clovis a partir de
planteados entre las bifaces del Jobo en trabajos arqueológicos, los cuales muestran a
Venezuela, con las bifaces de Monte Verde en el Clovis como una forma adaptativa más, entre
sur de Chile, además de las bifaces triangulares de muchas que se dieron en tierras Americanas.
pedúnculo ancho y las subtriangulares de las tierras Evidencia de esto son los sitios pre-Clovis de aprox.

85
Universidad Tecnológica de Pereira-Sociedad Colombiana de Arqueología-Universidad del Cauca, 2008
Ecología Histórica
Interacciones Sociedad-Ambiente a Distintas Escalas Socio-Temporales

13.000 años de antigüedad y la ausencia de cortadores, herramientas lascadas y cantos como


artefactos bifásicos (Dillehay 2000). El presente un horizonte de pre-puntas de proyectil. Estos sitios
trabajo compara dos conjuntos bifásicos que en la fueron rechazados por los escépticos a causa de
visión arqueológica clásica han sido considerados las evidencias poco confiables.
como similares y como un posible horizonte al
conjunto lítico Paiján, basados en la similitud de La aceptación de nuevos sitios,
hoja triangular y presencia de pedúnculo. La especialmente en Suramérica, es un proceso difícil
comparación se basa en los procesos de que cuenta con muchos detractores. Sin embargo,
manufactura de las bifaces a partir de trabajos no es posible desconocer la evidencia proveniente
experimentales de talla lítica, estableciendo de sitios investigados por A. Roosevelt et al. (1996),
estadios de reducción bifacial para las bifaces del N. Guidon (1994), en Brasil y C. Gnecco (2000) en
Magdalena medio y comparándolos con los de Colombia, que demuestran la existencia de
bifaces Paiján. El principal objetivo es el analizar ocupaciones tempranas en sitios de bosque
hasta que punto las similitudes entre conjuntos tropical; demostrando que no solo las tierras de
bifásicos nos indican una relación directa entre sabana fueron ocupadas por los primeros grupos
ambos. humanos en América. Con la evidencia proveniente
del sitio Monte Verde en Chile, recopilada por T.
Desde Clovis hasta los Nuevos Aportes Dillehay, se demostró por primera vez la existencia
Teóricos sobre el Poblamiento Temprano ocupaciones pre-Clovis en el cono. Estos aportes
han sido las claves para desarmar el modelo de
El paradigma Clovis considera que la migración rápida en dirección norte sur.
llegada de la primera oleada humana al continente
americano, se llevó a cabo por el estrecho de Las Raíces Esencialistas de la Teoría Clovis y la
Bering, y estos habitantes poblaron todo el Alternativa desde una Ontología Materialista
continente desde el norte hasta el sur hace aprox.
11.200 años. Tradicionalmente la escuela La conformación de las unidades
norteamericana no aceptó evidencias proveniente tipológicas dentro de la teoría Clovis se ha hecho a
de sitios con fechamientos mayores, ni posibles partir de una ontología esencialista, desde la cual
rutas de poblamiento diferentes a Bering (por las unidades son reales, discretas y no
ejemplo a través del océano Atlántico y/o el contingentes a tiempo y espacio, sin conferirle
Pacífico), amparados en la premisa de la no importancia a la diferencia entre ellas, que es
confiabilidad de estos datos. Esta posición se ha considerada como ruido (Dunnell 1971, Mayr 1982).
ido debilitando a raíz de recientes hallazgos de Por tanto las similitudes entre los artefactos (en
sitios tempranos que han sido bien documentados, este caso las bifaces) hablan por si solos y no
como Monte Verde en Chile. requieren ser interpretados, puesto que su
naturaleza los define, y lo que hace el arqueólogo
La teoría Clovis tuvo su origen con la es agruparlos según sus atributos. Estas
excavación de J. Bird en 1930 en las cuevas Fell, y consideraciones no han permitido otro tipo de
de los trabajos de Tom Lynch en la Universidad de aproximación, como analizar las diferencias entre
Cornell (Dillehay 2000:35). Para estos autores el los conjuntos bifásicos, las variaciones intraclase y
acanalamiento en las bifaces cola de pescado y las los acercamientos a la manufactura de
Clovis norteamericanas probaban la ocurrencia de herramientas. Esto a hecho que las afirmaciones
una migración rápida en dirección norte-sur. Esta sobre el poblamiento temprano estén sesgadas y
hipótesis se consolidó con las investigaciones del favorezcan la teoría esencialista Clovis, en tanto
ecólogo P.S Martin (1967) las cuales postulaban la que los horizontes tipológicos para épocas
extinción de la megafauna debido a la caza por tempranas en América han tenido como parámetro
parte de los humanos, a finales del pleistoceno. básico las similitudes de dichos artefactos líticos.
Como afirmó Thomas Lynch: que las bifaces
La primera crítica hacia los postulados lanceoladas, acanaladas y pedunculadas al igual
Clovis fue realizada por Alex Krieger en 1960, quien que otras herramientas bifaciales dispersas en el
demostró la existencia de sitios pre-Clovis con nuevo mundo eran variantes de la tecnología de
fechas superiores a 13.000 años que presentaban acanalamiento Clovis (Dillehay 2000:100)
herramientas simples diferentes a las sofisticadas
bifaces Clovis. Esto también dejó sin argumentos la Una alternativa para rescatar información
supuesta especialización de los grupos humanos que conduzca a nuevas interpretaciones al
en caza de mega mamíferos, y se interpretó la momento de construir horizontes tempranos es a
amplia presencia otros instrumentos como través de la perspectiva ontológico-materialista,

86
desde la cual los tipos son ilusorios, arqueológicos en la margen izquierda del río
configuraciones transitorias en las cuales se Magdalena en la vertiente de la cordillera central.
observa variación que tiene significación explicativa Las recolecciones superficiales y los cortes
(Dunnell 1986). Desde esta perspectiva las realizados en este tramo evidenciaron artefactos
variaciones de los artefactos, tanto intraclase como líticos bifaciales, unifaciales y lascas de
interclase, no se observan como ruido sino como adelgazamiento. La datación con carbono 14
variaciones que quizá están implicando indicaron ocupaciones hacia el 11.000 AP. Los
significaciones culturales y cambios que merecen fechamientos se realizaron en los sitios Palestina y
ser interpretados (Gnecco 2000). A diferencia de San Juan de Bedout (ICAN 1994:64-72)
las ontologías esencialistas, las materialistas
permiten realizar tipologías que dan información de
las acciones que pudieron darse alrededor de estos
artefactos y de las formas de razonar de los
individuos que los elaboraron, tanto a nivel de la
escogencia de los mejores procesos de
manufactura como también si estos estuvieron
mediados por tradiciones culturales.

La perspectiva materialista fue utilizada en


el presente trabajo para analizar horizonte lítico
temprano denominado Paiján. Este horizonte se
planteó por la similitud morfológica de las bifaces
del Magdalena Medio de Colombia con las del norte
del Perú, en dos de sus características; ser 1 2
pedunculadas y hoja de forma triangular. También
han sido planteadas similitudes con las bifaces
pedunculadas del norte de Brasil, norte de Ecuador
y Costa Rica (cf. López 1999:112). La concepción
del horizonte Paiján posee un sesgo esencialista
basado en similitudes, sin cuestionamientos por las
diferencias o por procesos de elaboración. Aquí, los
conjuntos líticos Paiján son comparados en sus
estadios de reducción bifacial, desechos producidos
en dichos estadios, forma y medidas en ambos
conjuntos.

3 4

Tabla 1. Universo total de la muestra

Descripción de las Colecciones Comparadas


Conjunto Arqueológico Magdalena Medio

Estos materiales líticos tempranos fueron


hallados en las labores de rescate arqueológico
llevados acabo por el Instituto Colombiano de 5 6
Antropología ICAN en la década de los 90’ en las
obras de construcción del oleoducto Vasconia y
Coveñas (ICAN 1994), que comprendió para el
tramo sur los municipios de Puerto Berrío, Yondó y
Remedios; en los cuales se identificaron 36
localidades de importancia arqueológica. Estos
trabajos permitieron el hallazgo de yacimientos

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Interacciones Sociedad-Ambiente a Distintas Escalas Socio-Temporales

2000:145). Entre 1969 y 1970 P. Ossa investigó en


el Valle del Moche y halló dos sitios de gran
importancia como son la Cumbre y el refugio
Quirihuac, las fechas para el refugio Quirihuac son
de 13.000 AP que es una estimación que se ha
asumido para el complejo Paiján en general, (P.
Ossa 1978:295). En el desierto del Cupisnique C.
Chauchat en 1973 llevó a cabo trabajos
arqueológicos ubicando sitios Paiján en La pampa
de los Fósiles y concluye que corresponden a la
primera adaptación sobre recursos marinos en la
costa peruana en la transición pleistoceno-
Holoceno. Los trabajos tecnológicos realizados por
7 Chauchat desde los años 90’ sobre las bifaces
halladas en estos sitios representan los estudios
Figura 1 (1 a 7). Variabilidad en la forma de las bifaces del recientes de los conjuntos Paiján, que desde la
Magdalena Medio. arqueología experimental han aportado al
conocimiento de los procesos de manufactura de
Estos hallazgos precerámicos motivaron las estas bifaces (Chauchat et al. 1992, Chauchat 1990
futuras excavaciones llevadas a cabo por Carlos y Chauchat et al. 2004).
López en el sitio Peñones de Bogotá en Puerto
Berrío (López 1990). Los materiales provenientes El análisis de estas bifaces pedunculadas
de esta excavación fueron utilizados en esta del Magdalena medio desde un punto de vista
investigación para determinar las fases de esencialista dio origen a la hipótesis de un posible
reducción de las bifaces del Magdalena Medio, horizonte Paiján, por la aparente similitud que estas
como son los desechos de talla, fragmentos de bifaces muestran con aquellas del norte del Perú
preformas halladas en excavación y bifaces (López 1999). En este trabajo se comparan ambos
terminadas halladas en superficie. También se conjuntos con el fin de dilucidar lo que estas
analizaron las bifaces halladas en superficie en el similitudes puedan significar, vistas dentro de la
marco del proyecto de rescate liderado por el ICAN problemática del poblamiento temprano del norte de
antes mencionado. Sur América, y hacer así un aporte a estas
explicaciones desde una ontología materialista.

Secuencias de Reducción Bifacial Magdalena


Medio a Partir de un Ejercicio Experimental

Para realizar la comparación tecnológica de


los conjuntos líticos fue necesario establecer las
Tabla 2. Rangos de variación en longitud, ancho y Delgadez de secuencias de reducción bifacial para Magdalena
Medio a partir de la talla experimental,
las bifaces del Magdalena medio
considerando las piezas terminadas y desechos de
talla hallados en contextos arqueológicos. De esta
Conjunto Arqueológico Paiján Norte del Perú manera se obtuvieron piezas comparables a las
secuencias de reducción bifacial establecidas por
Los primeros autores en hablar de C. Chauchat para las bifaces Paiján del Perú,
ocupaciones precerámicas sobre las costas del también mediante talla experimental
Perú fueron, Junius Bird y Rafael Larco Hoyle en
1948 en el desierto del Cupisnique (Chauchat Los estadios de reducción de las bifaces
1988:43). Dichas bifaces elongadas y con del Magdalena Medio fueron determinados a partir
pedúnculos angostos vinieron a conocerse como de los desechos de talla y preformas hallados en
cultura Paiján. Esta es una de las culturas excavación, así como de las bifaces recuperadas
tempranas de sur América mejor registrada, cuyos en superficie. Los experimentos de talla se hicieron
sitios se hallan especialmente en la costa norte del en chert, que es la materia prima de la mayoría de
Perú sobre los valles del Zaña, Cupisnique, las bifaces del Magdalena medio. La
Chicama y Moche. La mayoría de estos sitios experimentación consistió en elaborar bifaces que
poseen un amplio rango de artefactos y desechos, reunieran patrones morfológicos semejantes a las
que indican que ellos fueron sitios de campo o sitios halladas en contextos arqueológicos, partiendo
menores de vivienda de familias pequeñas (Dillehay

88
desde la consecución de la materia prima hasta
llegar a la obtención de la pieza terminada, a lo
largo del cual se llevó un registro escrito y
fotográfico del proceso de elaboración. Este
ejercicio experimental permitió definir cinco estadios
para la secuencia de reducción de las bifaces del
Magdalena Medio:

ESTADIO 1: Corresponde a la pieza inicial


desde la cual se elaboró la biface; se trata de una 4 5 6
lasca desprendida de un guijarro de Chert, cuarzo Figura 3 (1 a 6). Preformas Estadio 3, desde contextos
lechoso o cuarcita que excede poco el tamaño de la
arqueológicos
herramienta terminada. (Medidas aproximadas de
15 cm de longitud, 9 cm de ancho y 10-15 mm de
grosor). ESTADIO 4: en esta etapa se realiza la
formatización de la pieza, es decir, se da la forma
final y se define la punta aguzada, aunque no
refinada en su totalidad. También se define el
pedúnculo de la pieza, aunque de manera
esquemática.

Figura 2. Estadios de reducción en bifaces del Magdalena Medio


(Fuente: Tesista)

ESTADIO 2: decorticación de piezas con


cortex o biselado de los bordes de la lasca inicial
con la intención de dejar un solo borde sobre el 1 2
centro plano de la pieza. El desconche se hace con
martillo duro para retirar todo el cortex. El resultado
de este estadio es una pieza con la mayor cantidad
de cortex retirado, de contorno ovoide y bordes
regulares.

ESTADIO 3: la pieza es adelgazada y se


trabaja gran parte de la forma con el fin de
aprovechar al máximo la pérdida de masa ocurrida
en la etapa de decorticación o biselado. Al final se
obtiene una pieza delgada, con el grosor final de lo
que será la pieza acabada.
3 4
Figura 4 (1 a 4). Preformas Estadio 4, desde contextos
arqueológicos

ESTADIO 5: en este estadio se hacen los


retoques finales a la biface: formatización del
pedúnculo, aguzamiento de la punta y
perfeccionamiento de los bordes cortantes, todo
con retoques a presión.

1 2 3

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1 2 3
Figura 8. Preformas bifaciales experimentales

1 2

1 2
Figura 9. Formatización de las preformas experimentales

Secuencias de Reducción Bifacial Paiján, norte


del Perú

El más reciente trabajo publicado por


Chauchat en el 2004 “Projectile Point; Technology
and Economy. A Case study from Paiján, North
Coastal Peru” fue utilizado para realizar las
3 4 comparaciones de los procesos de manufactura
Figura 5 (1 a 4). Puntas Terminadas. Estadio 5, contextos planteados en esta investigación. Los procesos de
arqueológicos. Incluye también aquellas de la Figura 1 (1 a 7) manufactura para Paiján detallados en este trabajo
son igualmente producto de la experimentación.
Chauchat describe 4 estadios de reducción bifacial,
y no incluye la pieza inicial como un estadio. Para
efectos del presente trabajo es necesario incluir
toda la información acerca de esta pieza soporte.

1 2 3
Figura 6. Lascas iniciales experimentales

1 2
Figura 7. Decorticación de las lascas experimentales Figura 10. Bifaces Paiján del norte del Perú (Chauchat et al.
2004:14)

90
C. Chauchat describe 4 estadios de posible sacar lascas mediante técnica bipolar y no
reducción bifacial, y no incluye la pieza inicial como permite la preparación de un núcleo, ya que las
un estadio. Pero para efectos de este trabajo era plataformas de golpe superan los 90 grados. Las
necesario incluir toda la información acerca de esta bifaces Paiján están hechas en riolita que por su
pieza soporte. La pieza inicial (o estadio 1) en estructura vítrea permite preparaciones de núcleos
Paiján se trató de bloques, lascas grandes y placas e inicios desde grandes bloques. La riolita presenta
delgadas con cortes. La materia prima utilizada fue mejor calidad para la talla lítica que el chert por su
la riolita. fácil rompimiento y permite mejores acabados.

La fase 1 (correspondiente al estadio 2) En el estadio 2 para Magdalena Medio, se


ocurre en la cantera. Se hace la reducción del hizo un biselado de bordes cuando se trató de una
bloque, lasca o placa que se utilizara hasta obtener lasca de bordes rectos y sin cortex sobre la
una tosca biface con superficies totalmente superficie. Si había presencia de cortex sobre la
lascadas. superficie dorsal, la lasca era decorticada. En
Paiján la tarea consistió en formatizar una biface
En la fase 2 (o estadio 3) se inicia el tosca, conocida como biface Chivateros. La
adelgazamiento y se remueven las lascas dejando diferencia radica en que la pieza obtenida: para las
casi la delgadez final de la pieza. Finalmente se bifaces del Magdalena Medio era una lasca que
obtiene una pieza foliacea casi posee la delgadez final de la pieza terminada y
sin lascamientos que cubran la totalidad de la
En la fase 3 (estadio 4) se sigue superficie de la preforma, en tanto que en la
adelgazando y regularizando los bordes a la pieza, reducción de las bifaces Paiján se obtiene una
se obtiene una preforma foliacea alargada pero ha tosca biface totalmente lascada y sin cortex.
perdido parte del ancho del anterior estadio.
En ambos conjuntos se hicieron tareas de
La fase 4 (estadio 5) define la punta adelgazamiento en el estadio 3 y formatización en
aguzada y el pedúnculo de la biface haciendo el estadio 4. Pero en Magdalena medio se inicia la
presión sobre los bordes, reduciendo el ancho de la formatización de punta y pedúnculo de la preforma
pieza pero no su delgadez. El objetivo de este desde el estadio 4. La diferencia es más clara en el
estado es lograr una punta y un pedúnculo bien estadio 5 y radica en que para Magdalena medio el
definidos así como una pieza esbelta. acabado a presión se hizo sólo para refinar y
moldear el contorno y bordes de la pieza; los
lascamientos no afectaron el ancho sino sólo los
bordes. En cambio, en las bifaces Paiján se redujo
el ancho de la pieza mediante presión; la delgadez
permaneció hasta que la pieza fue acabada; y solo
en este estadio se elaboran la punta y el pedúnculo.

En ambos conjuntos se hicieron tareas de


adelgazamiento en el estadio 3 y formatización en
el estadio 4. En Magdalena medio se inicia la
formatización de punta y pedúnculo de la preforma
Figura 11. Estadios de reducción en bifaces Paiján del Norte del desde el estadio 4. La diferencia es más clara en el
Perú (Chauchat 2004:18) estadio 5, durante el cual el acabado a presión de
las bifaces del Magdalena medio se realiza sólo
Comparación de los Estadios de Reducción para refinar y moldear el contorno y bordes de la
Bifacial Paiján y Magdalena Medio pieza, de esta manera los lascamientos no afectan
el ancho de la pieza.. En contraposición, el ancho
En el estadio 1, la pieza inicial para las de las bifaces Paiján es reducido mediante presión,
bifaces del Magdalena medio fue una lasca la delgadez (no será mejor el grosor) permanece
desprendida desde un guijarro, mientras que en hasta que la pieza es acabada y solo en este
Paiján Chauchat describe bifaces que iniciaron a estadio se elaboran la punta y el pedúnculo.
partir de lasca, bloques o placas. Hay que notar que
la materia prima es diferente e influye en la pieza La comparación de los estadios de
inicial y en la elaboración de la pieza. El chert, la reducción de los conjuntos líticos Paiján y
materia prima predominante en el Magdalena Magdalena Medio evidencian diferencias en los
Medio, se halla en guijarros de los cuales solo es procesos de manufactura. Las bifaces del

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Interacciones Sociedad-Ambiente a Distintas Escalas Socio-Temporales

Magdalena medio propenden por piezas de hoja


ancha con una pequeña punta aguzada y
pedúnculo. Diferente a estas, las piezas terminadas
de las bifaces Paiján son largas y estrechas, con un
pedúnculo largo y una punta aguzada larga
también. Claramente el objetivo de la manufactura
de las puntas Paiján es la reducción del ancho de la
pieza, en tanto que las bifaces del Magdalena
Medio la reducción se concentra en el grosor.
2 3
Existen también diferencias morfológicas y Figura 13. Obtención de la lasca inicial mediante técnica bipolar
métricas entre estos conjuntos. Las bifaces Paiján
como las describe C. Chauchat (2004) poseen Discusión
bordes convexos que se vuelven rectilíneos hacia
distal, una punta larga y aguzada, el pedúnculo con Este trabajo permitió comparar dos
dirección hacia la base y nunca hacia un lado, conjuntos líticos, Paiján y magdalena medio, que,
presentando un constreñimiento en la mitad y con de acuerdo con la literatura arqueológica, se
base redondeada o recta. Las bifaces del suponían similares. Los resultados de esta
Magdalena Medio discrepan de esta descripción, y investigación propiciaron una crítica al esencialismo
aunque tres bifaces de este conjunto presentan tipológico que, guiado por algunas similitudes,
punta aguzada pero corta, lo común es la forma olvidó las diferencias entre los conjuntos líticos, lo
triangular y bordes rectos, además de que no todas cual les facilito dar una interpretación reduccionista
las bifaces presentan pedúnculo y en aquellas que al poblamiento de América; argumentado un
lo tienen el pedúnculo es largo y con tendencia fenómeno difusionista afianzado en la presencia del
cónica, en algunos casos orientado hacia un lado y acanalamiento. La resolución de la presente
no hacia la base. Adicionalmente, las dimensiones problemática de investigación desde una postura
de las bifaces marcan una gran diferencia entre los ontológico-materialista que ve en las variaciones un
dos conjuntos. Las piezas Paiján son de mayor valor explicativo, arrojó dos secuencias de
longitud, con un promedio es de 130 mm y piezas reducción diferentes para los conjuntos de bifaces
entre 110 a 160 mm, mientras que el promedio del Paiján y magdalena medio, que de acuerdo con la
Magdalena Medio es de 101 mm de longitud, con literatura arqueológica se suponían similares. La
piezas entre 49 a 163 mm. Las piezas del comparación de las secuencias de reducción
Magdalena Medio presentan una hoja más ancha demostró que el objetivo al alcanzar el acabado de
de 54 mm de promedio y un rango de 39 a 70 mm, la pieza fue diferente para cada conjunto. Para
en comparación a las Paiján que poseen un ancho Paiján se buscó una hoja foliacea, larga y
promedio de 30 mm y un rango de 20 a 30 mm. especialmente estrecha, para lo cual desde el
estadio 3 se enfatizo en reducir el ancho de la hoja
manteniendo la delgadez hasta terminar la pieza.
Para el conjunto del Magdalena Medio el objetivo al
terminar la pieza fue lograr un ahoja ancha, y
reducir en lo posible su delgadez. Estas diferencias
en los procesos de reducción pueden explicar (o
son acompañadas, o producen) las diferencias
métricas entre ambos conjuntos líticos, ya que las
1 2
bifaces Paiján resultaron ser más largas y
Figura 12. Guijarros fracturados mediante técnica bipolar.
estrechas que las bifaces del Magdalena medio,
caracterizadas por ser cortas y anchas.

Estas diferencias en la manufactura de dos


conjuntos bifásicos considerados clásicamente
como similares, pone en consideración los
presupuestos Clovis, demostrando que detrás del
velo de las similitudes morfológicas de los
artefactos hay una historia que merece ser
interpretada, que ellos no hablan por si mismos. Es
1 necesario considerar cada conjunto arqueológico
como una unidad que debe ser estudiada en su

92
peculiaridad y en su contexto histórico específico por Michael B Schiffer, pp 149-207. Academic Press,
para poder comprender cómo fue su organización y Orlando.
qué relaciones sostuvo con otros grupos. La • 1971. Systematics in Prehistory. Free Press, Nueva
diferencia en la manufactura entre los dos York.
conjuntos, a pesar de la similitud morfológica • Gnecco, C. y M. Bravo. 1994. Análisis Sintáctico de la
Tecnología de Reducción Bifacial en San Isidro, un Sitio
general, sugiere diferencias adaptativas y/o de de Cazadores Recolectores del Holoceno Temprano.
escogencia simbólica. También puede implicar Boletín Museo del Oro 37: 77-94. Bogotá
distintas realidades sociales y ambientales, en la • ICAN. 1994. Arqueología de Rescate Oleoducto
medida en que cada grupo debió sortear procesos Vasconia-Coveñas: Un Viaje por el Tiempo a lo largo del
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2.
ORÍGENES DE LA
AGRICULTURA EN EL ÁREA
INTERMEDIA DE LAS AMÉRICAS

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2.1. El Uso de Maíz y Cultígenos de Raíces en el Precerámico de
Panamá y Colombia: Evidencia de Almidones en Sitios Húmedos
Subtropicales Premontanos

Ruth Dickau
University of Calgary, Alberta, Canadá
redickau@ucalgary.ca

Resumen

Recientes investigaciones llevadas a cabo en Panamá usando análisis de granos de almidón, revelan
significativas nuevas evidencias para el uso del maiz y rizomas tropicales por habitantes del bosque tropical
durante periodos precerámicos (antes de 5.500 cal AP). Se confirman datos microfósiles de almidones, previos
a la llegada del maiz de México y del sagú de Suramérica, entre 8.000 y 6.500 cal AP. El análisis para Panamá
demostró el uso de varias plantas locales antes no reportadas en el record arqueobotánico. Este artículo reporta
los resultados de análisis de granos de almidón recuperados de sitios precerámicos en las selvas húmedas
premontanas de Chiriquí, Panamá, y el valle del Cauca medio, Colombia. Se discuten las implicaciones de esta
información para entender el uso de recursos y la producción temprana de alimentos en esta región, y sus
diferencias comparadas con datos arqueobotánicas y paleoambientales de otras regiones más secas.

Palabras claves: Almidones, orígenes agricultura, dispersión plantas, arqueobotánica en Panamá y Colombia.

Abstract

Recent research undertaken in Panama using starch grain analysis revealed significant new evidence
for the use of maize and root crops by tropical forest peoples during preceramic periods (before 5.500 cal BP).
Starch results confirm previous microfossil data for the arrival of maize (Zea mayz) from Mexico, and manioc
(Manihot esculenta) and arrowroot (Maranta arundinacea) from South America between 8.000 and 6.500 cal BP.
The Panamanian analysis also demonstrated the use of several local resources previously unseen in the
archaeobotanical record. This paper briefly discusses the starch results from Panama, as well as describes new
starch analysis conducted on stone tools from the site of Canaán in Pereira, Colombia. Preceramic evidence for
the processing of maize, manioc, a type of Calathea, and possibly sweet potato (Ipomoea batatas) was
recovered. These results contribute important data towards reconstructing the dispersal of domesticates and the
practice of early food production in the Neotropics.

Key words: Starch grain, early food production, plants dispersal, Panamá and Colombia archaeobotany.

Introducción domesticadas y los orígenes de agricultura, debido


a la gran diversidad y porque sus climas fueron una
La reconstrucción de prácticas de ventaja para la experimentación con plantas.
subsistencia de los antiguos habitantes de los Cuando esto se publicó, estas hipótesis fueron
bosques tropicales ha sido un propósito deseado. criticadas como difíciles de probar (e.g.
La preservación de restos orgánicos es usualmente Mangelsdorf 1953). Sin embargo avances recientes
pobre. En el pasado, investigadores como Sauer en antropología y biología han proporcionado
(1952) y Lathrap (1970, 1977) dijeron que los nuevas técnicas para obtener la evidencia
trópicos húmedos fueron el corazón de las plantas necesaria para probar tales hipótesis e investigar el

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uso del recurso y la producción temprana de sobre una elevación que mira la quebrada La Mina,
alimentos en los trópicos húmedos. Una de las más un tributario del Río Chiriquí. Las excavaciones de
reciente técnicas es el análisis de granos de Richard Cooke (1977) en los setentas revelan una
almidón. capa de material cultural datado aproximadamente
en 7.000 años AP. Restos macrobotánicos de estos
Este artículo reporta los resultados de tres sitios fueron originalmente analizados por C.
análisis de granos de almidón recuperados de sitios Earle Smith (1980). Estos restos se relacionan con
precerámicos en las selvas húmedas premontanas los endocarpios de palmas ocorí (Acrocomia
de Chiriquí, Panamá, y el valle del Cauca medio, aculeata) y coquito (Attalea butyracea, syn.
Colombia (Figura 1). Se discuten las implicaciones Scheelia zonensis) y fragmentos de los semillas de
de esta información para entender el uso de frutas como nance (Byrsonima crassifolia) y
recursos y la producción temprana de alimentos en algarrobo (Hymenea courbaril).
esta región, y sus diferencias comparadas con
datos arqueobotánicas y paleoambientales de otras Una muestra de las herramientas de cada
regiones más secas. sitio fue analizada para ver almidones en un intento
de expandir la lista de especies. Cada herramienta
fue puesta en agua de-ionizada y sonicada por
cinco minutos. El resultado fue concentrado y los
granos de almidón fueron separados usando un
pesado líquido de flotación con Cesium clorídeo
(CsCl). El almidón fue lavado varias veces y luego
escaneado bajo el microscopio en doscientos a
cuatrocientos de tamaño. Los granos fueron
fotografiados, descritos, y identificados usando
muestran de almidón del Neotrópico que se
encuentran en el Instituto Smithsonian de
Investigaciones Tropicales, Panamá y mantenido
por Dolores Piperno y Irene Holst.

Los resultados mostraron que el maíz (Zea


mayz) y cultivas de raíces estaban siendo usadas
en Chiriquí en el 7.500 y 5.500 años cal AP (Dickau
Figura 1. Mapa de los sitios analizados en Panamá y Colombia.
et al. 2007) (Tabla 1). Almidón de maíz (Zea mayz)
fue recolectado en el sitio Hornito a partir de
Chiriquí, Panamá
herramientas chopper datadas en 7.000 años cal
AP (Figura 2A). También esto se identificó varias
Herramientas de piedra fueron probadas en
herramientas en el Trapiche y Casita de Piedra en
la búsqueda de almidón de tres sitios premontanos
estratos más tardíos (Figura 2B). Una morfología
en la provincia de Chiriquí, Panamá oeste (Dickau
granulada indica que la gente estaba usando una
et al. 2007). El promedio anual de lluvia en el área
variedad dura de maíz (Cortella and Pochettino
es de 3.000-3.500 mm (Instituto Geográfico Tommy
1994, Piperno et al. 2000). Dos tipos de raíz fueron
Guardia 1988). La clasificación de la región es
usados en los sitios también. Hay granos de sagú
bosque húmedo subtropical (Tosi 1971). El abrigo
(Maranta arundinacea) que fueron recolectadas de
Casita de Piedra es pequeño y profundamente
una lasca de navajo en Casita de Piedra datada en
estratificado, se localiza en el cañón del alto Río
7.500 cal AP, y de un artefacto de molienda en el
Chiriquí (Ranere 1980a, 1980b). Originalmente
Trapiche asociado con una fecha de 5.000 cal AP
excavado por Anthony Ranere en los setentas. Este
(Figura 2C). Almidón de yuca (Manihot esculenta)
fue ocupado desde el 7.500 a 3.000 años cal AP. El
fue identificado en una lasca de chopper de Casita
abrigo Trapiche, también excavado por Ranere
de Piedra datado en 5.600 cal AP y de una base de
(1980a, 1980b) está localizado un kilómetro río
piedra de moler de estrata superior datada en cerca
abajo y fue ocupado desde el 7.000 cal AP hasta el
3.600 cal AP (Figura 2D).
periodo cerámico temprano, aproximadamente
2.500 cal AP. Los restos culturales de actividades Los habitantes de Chiriquí también estaban
domesticas indican que los abrigos fueron explotando recursos locales con almidón. Almenas
ocupados periódicamente por períodos extensos de hay dos o tres tipos diferentes de yampis
tiempo. Unos doce kilómetros al sureste de estas (Dioscorea spp.) que fueron procesada en Casita
abrigos esta el sitio Hornito al aire libre, situado de Piedra y el Trapiche (Figura 2E). Uno de estas

98
pudo ser D. urophylla basados en su morfología de algún tipo de fríjol de Casita de Piedra (Figura
(Figura 2F). Almidón de una especie de Calathea 2I). La identificación de estos gránulos al nivel de
fue también recuperada de una herramienta de género y especies es posible con materiales
Casita de Piedra (Figura 2G). Información comparativos adicionales.
etnográfica indica que varios grupos indígenas a
través del Neotrópico han usado Dioscorea y Colombia
Calathea como una alternativa alimenticia,
ocasionalmente las cultivan en sus jardines Recientemente un proyecto conjunto entre
(Brücher 1988). El estado de domesticación de Temple University en Philadelphiaa y la Universidad
varias de estas especies es incierto. En el Chiriquí Tecnológica de Pereira inició investigaciones sobre
precerámico los tubérculos pudieran haber sido el uso de plantas cultígenos en el Cauca medio de
recolectadas salvajes de los alrededores, o Colombia. Análisis de almidón fue hecho en una
bastante posible cultivadas a lo largo del maíz y serie de herramientas precerámicas seleccionadas
yuca adoptadas, y el sagú en un sistema de de sitios arqueológicos cercanos a Pereira. Aquí
horticultura mixta. reporto de manera preliminar los resultados de un
de estos sitios, Canaán.

Canaán esta localizado al sureste de


Pereira, cerca de UTP sobre una colina del Río
Consota. La elevación es de aproximadamente
1400 metros. El clima regional y el medioambiente
son similares a aquel de los sitios Chiricanos. El
promedio de lluvias varía entre 2.000 y 3.000 mm,
lo cual influye en la clasificación ecológica para ser
una región de bosque húmedo subtropical
(Acevedo Latorre 1969). El monitoreo arqueológico
fue realizado por Carlos López y Martha Cano en
un proyecto rescate arqueológico. La estratigrafía
del sitio contiene cerámica y ocupaciones
precerámicas. No se recolecto carbón para
dataciones. Sin embargo, basados en líticos y
secuencias cronológicas de otros sitios en la región,
el estrato cultural esta estimada en unos 5.600 AP.
Cuatro herramientas de estos estratos fueron
colectadas sin lavar y analizadas para obtener
Figura 2. Almidones de los sitios de Chiriquí, Panamá. A) Zea
mayz de Hornito, B) Zea mayz de Trapiche, C) Maranta almidón. Los métodos de análisis fueron los
arundinacea de Trapiche, D) Manihot esculenta de Casita de mismos descritos para el material de Panamá.
Piedra, E) Dioscorea sp. de Trapiche, F) Dioscorea cf.
urophylla de Trapiche, G) Calathea sp. de Casita de Piedra, H)
Zamia cf. skinneri o fairchildiana de Hornito, I) Fabaceae
almidón de Casita de Piedra.

Otro recurso local usado en Chiriquí fue


Zamia sp. Este fue identificado en un raspador en
Hornito y tentativamente identificado en Casita de
Piedra en una piedra de macerar. Basados en
análisis comparativo, los granos probablemente te
representan Z. skinneri o Z. fairchildiana (Figura
2H). Estos y otra especie Zamia contienen almidón
de alta calidad en su tallo modificado o raíces, pero
la presencia de neurotóxicas requiere de procesos
antes de consumir (Sturtevant 1969). El uso de
Zamia esta bien documentado arqueológicamente y
etnográficamente en Florida y las agranda Antillas
(De Boyrie Moya et al. 1957, Small 1921, Smith Figura 3. Panorámica del sector de Canaán, Pereira (Colombia)
1951, Veloz Maggiolo 1992), sin embargo este es el
primer registro en la Centroamérica prehispánica. Maíz (Zea mayz) fue encontrado en una
Adicional a esto, la gente también proceso semillas herramienta (Figura 3A y 3B; Tabla 2). Como

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Chiriquí, la morfología de los granos sugiere una yampi fueron procesados y consumidos. Estos
variedad con endospermo duro este fue recuran junto con palmas y frutos de árboles
básicamente usado en Canaán durante periodos visibles en el registro macrobotánico, indican un
precerámicos. También una de las herramientas fue amplio espectro en la dieta durante el precerámico.
usada para procesar yuca (Manihot esculenta)
(Figura 3C y 3D). Un conjunto de gránulos de
almidón de estas herramientas se muestra en forma
de campana con múltiple caras cóncavas,
superficie suave y brillante, y un hilum central con
una fisura entre “Y” y estrellada, diagnostica de
yuca. La misma herramienta también fue usada
para procesar un especies de Marantácea,
probablemente de Calathea sp. (Figura 3E). Es
claro que las herramientas de macerar de Canaán
fueron usadas para multipropósitos como aquellas
en Chiriquí.
Figura 5. Almidones del sitio Canaán, Colombia. A) Zea mayz, B)
Otro de los herramientas tiene tres gránulos Zea mayz, C) Manihot esculenta, D) Manihot esculenta, E)
que pueden ser de batata (Ipomoea batatas) Marantácea, cf. Calathea sp., F) cf. Ipomoea batatas.
(Figura 3F). Los gránulos fueron medianos a largos,
tiene forma de campana, domos o poliedros, con un Resultados preliminares de Canaán
hilo central y lamellae concéntricos. Esta muestran que algún tipo de Marantácea,
característica es rara en la mayoría de las especies probablemente de una especie de Calathea, fue
que producen granos en forma de campana. La usado. Desgraciadamente, restos carbonizados
identificación es todavía preliminar, sin embargo, botánicos no fueron recuperados del sitio, pero
hasta que no tensamos más análisis comparativos, palmas y frutas fueron probablemente usadas en el
de materiales modernos, esto no podrá ser posible. consumo local. Anticipamos la lista de taxa vondan
que será incrementada con investigaciones
adicionales en la región.

Además de los recursos locales, la gente


esturo usando varias especies domesticadas. El
maíz y yuca fueron adoptados en Chiriquí y en
Canaán hacia el 5.600 cal AP. En Chiriquí, sagú fue
también usado y en Canaán batata fue
tentativamente identificada. La recolección de maíz
y tubérculos cultivadas en esta sitios contribuye a
cambia en la perspectiva sobre la subsistencia y
economía en la región tropical húmeda. En el
pasado, antes de análisis de los almidones y otros
análisis de microfósiles, la evidencia sugería una
economía exclusiva de caza y recolección en este
tipo de medio ambiente (Ranere 1980a). Ahora se
reconoce que en algunas regiones, la gente estuvo
Figura 4. Conjunto lítico recuperado en Canaan, Pereira.
cultivando plantas domesticadas para el alimento.
Discusión En varias partes de la América tropical la
producción de alimentos comenzó mucho antes de
Esta evidencia de almidón en las regiones la sedentarización en villas permanentes o de uso
húmedas premontanas en Panamá y Colombia de la cerámica (e.g. Aceituno and Castillo 2005,
Gnecco and Mora 1997, Piperno et al. 1985,
provean datos sobre el uso de numerosas plantas
Piperno and Pearsall 1998, Piperno et al. 2000,
previamente no documentadas. Muchas raíces y
Pope et al. 2001, Smith 1997).
tubérculos nativos han jugando un papel importante
en la subsidencia de las pobladores de la selva
tropical (Piperno 2006). Pero faltaban las En las áreas húmedas, las plantas
evidencias botánicas directas para su uso. En domesticadas fueron probablemente adoptadas por
Panamá oeste, ahorra conocemos que recursos recolectores móviles como una forma de
locales como Zamia, Calathea, y varios tipos de incrementar las probabilidades en recursos
selváticos, y complemento de carbohidratos. En

100
Chiriquí, la información sobre fitolitos indica que el domesticado originalmente a partir de teosinte en el
medio ambiente en los alrededores de los abrigos suroeste de México (Doebley 1990, Matsuoka et al.
rocosos permanecieron mayoramente con bosque, 2002). Pasando por Panamá, alcanzó Suramérica
sin una perturbación substancial hasta premier en 7.800 cal AP (Aceituno and Castillo 2005,
milenio AC (Piperno 1988). Si el maíz, la yuca, el Herrera et al. 1992, Monslave 1985, Pearsall and
sagú y posiblemente otras plantas como variedades Piperno 1990, Piperno and Pearsall 1998). La
nativas de Dioscorea y Calathea, crecieron cerca evidencia molecular indica que la yuca (Manihot
los sitios, este cultivo permaneció en niveles bajos esculenta) fue puesta en cultivo en el suroeste de
de precerámico. No tememos datos Brasil (Olsen and Schaal 1999, 2006). De allí se
paleoecológicos para Canaán en Colombia, así que propagó hacia el norte alrededor de la misma época
es difícil pensar que tipo de impacto tuvieron los cuando el maíz fue dispersado hacia el sur. Se
cultivos sobre paisaje en esta área y qué tan desconocen los orígenes del sagú (Maranta
extensivos fueron. Sin embargo, los trabajos de arundinacea). Pero parece que fue domesticado en
Aceituno y Castillo (2005) en sitios premontanos las tierras bajas del norte de Suramérica (Piperno
húmedos de valles en Porce y Campoalegre al and Pearsall 1998, Purseglove 1972). Alcanzó
norte, muestran un patrón similar al observado en Panamá antes que el maíz y la yuca, hacia 9.700
Chiriquí, Panamá. Cultígenos como el maíz y la cal AP en la región central, y hacia 7.500 cal AP en
yuca aparecen muy temprano entre 7.800 a 7.000 Chiriquí. La diversidad genética y evidencia
años cal AP. Los fitolitos y el polen indican algún molecular parece indicar que la batata (Ipomoea
despaje local, pero de acuerdo con Aceituno y batatas) fue domesticada en algún lugar de
Castillo (2005), no hay evidencia de impacto Centroamérica (Haung and Sun 2000, Srisuwan et
significativo o presión sobre el medio ambiente al. 2006). El Istmo de Panamá y los valles
hasta 5.000 AP. interandinos de Colombia fueron seguramente
caminos terrestres importantes para la dispersión
Los patrones que miramos a regiones con de estos cultivos domesticados. La evidencia de
un clima húmedo y moderadamente estacional almidones procedente de nuestros emplazamientos
como Chiriquí y el medio Cauca de Colombia son no es la primera recobrada a cerca de estos
diferentes que esos en áreas más seco y más cultivos. Pero proporciona la confirmación adicional
estacional como el centro pacifico de Panamá. Acá, de que la mayoría de las principales especies
el adopción inicial de plantas domesticadas como cultivadas fueron dispersadas por todo el
calabaza, sagú y lerén entre 9.700 y 7.800 cal AP Neotrópico hacia 5.500 AP, incluso en zonas más
está asociado con despejando y quemando de el frías y más húmedas que en aquellas donde fueron
bosque deciduos seco en el piedemonte (Cooke domesticadas en primer lugar. La movilidad de los
and Ranere 1992, Piperno 2006, Piperno et al. primeros cultivadores seguramente ayudó en la
1985, Piperno et al. 1991a, Piperno and Pearsall dispersión relativamente rápida de estos cultivos.
1998, Piperno et al. 2000). Hay también un
aumento significativo de población en este tiempo Conclusiones y Perspectivas
(Weiland 1984). Con la llegada de maíz y yuca
cerca de 7.800 AP, se observan cambios Durante las dos ultimas décadas, las
progresivos en al paisaje asociado con un aumentó investigaciones han establecido la antigüedad de la
de cultivos que cambia a una agricultura extensiva agricultura en las tierras bajas estaciónales de los
en la forma de roza y quema (Piperno et al. 1985, Neotrópicos. La recuperación de granos de almidón
Piperno et al. 1991b, Piperno and Pearsall 1998, identificables en herramientas de bosques húmedos
Piperno et al. 2000). Cuando las primeras premontanos en Chiriquí y el medio Cauca
cerámicas de Monagrillo aparecen cerca 5.500 AP, proporcionan una mejor resolución y refinamiento a
la mayoría del bosque deciduos estuvo despejado nos la reconstrucción de la transición entre
en el piedemonte (Cooke 2005, Cooke and Ranere forrajeros a agricultores. Sin embargo, plantea
1992, Piperno et al. 1991b). En conclusión, la preguntas nuevas sobre el papel de estas regiones
práctica de cultivos aparece menos intensiva en la agricultura temprana y la dispersión de
durante el precerámico de Chiriquí y el medio cultígenos en el Nuevo Mundo.
Cauca; este podría haberse debido en parte a
diferencias ambientales y también a menos La próxima semana, empiezo nuevas
densidades de población. excavaciones en el abrigo rocoso Casita de Piedra
en Panamá oeste, para tratar de recuperar una
Muchos de las plantas domesticadas muestra más grande de herramientas y sedimentos
identificadas en Chiriquí and Canaán están fuera de por análisis, especialmente por almidones. Una de
su territorio de origen. El maíz (Zea mayz) fue los objetivos principales es recobrar depósitos más

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Ecología Histórica
Interacciones Sociedad-Ambiente a Distintas Escalas Socio-Temporales

antiguos que 7.000 AP. De esta manera, podamos • Gnecco, C. y S. Mora. 1997. Late Pleistocene/Early
extender la historia precerámica en la provincia de Holocene tropical forest occupations at San Isidro and
Chiriquí, y posiblemente la antigüedad para el uso Peña Roja, Colombia. Antiquity 71:683-690.
de plantas domesticadas en la región. También, • Haung, J. C. y M. Sun. 2000. Genetic diversity and
como parte de este proyecto, haré recolección de relationship of sweet potato and its wild relatives in
Ipomoea series Batatas (Convolvulaceae) as revealed by
plantas cercanas a la reserva forestal de Fortuna, inter-simple sequence repeat (ISSR) and restriction
para aumentar la colección comparativa. analysis of chloroplast DNA. Theoretical and Applied
Genetics 100(7):1050-1060.
En Colombia, durante los próximos años, • Herrera, L. F., W. Bray, M. Cardale de Schrimpff y P.
continuaremos la investigación que comenzó en la Botero. 1992. Nuevas fechas de radiocarbono para el
región de Pereira. Los objetivos incluyan la Precerámico en la Cordillera Occidental de Colombia. En
identificación de sitios precerámicos adicionales, y Archaeology and Environment in Latin America, editado
el uso de análisis de almidones y otros métodos por O. R. Ortiz-Troncoso y T. van der Hammen, pp. 145-
arqueobotánicos, para investigar subsistencia y uso 164. Universiteit van Amsterdam, Amsterdam.
temprano de plantas domesticadas. Estamos • Instituto Geográfico Tommy Guardia. 1988. Atlas
Nacional de la República de Panamá. El Instituto,
interesados particularmente en los cultígenos de
Panamá.
raíces, como achira, que posiblemente estaba • Lathrap, D. W. 1970. The Upper Amazon. Thames y
domesticada en Colombia. Esperamos con gusto Hudson, London.
compartir los resultados con ustedes en un próximo • 1977. Our Father the Cayman, Our Mother the Gourd:
futuro. Spinden Revisited, or a Unitary Model for the Emergence
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Ecología Histórica
Interacciones Sociedad-Ambiente a Distintas Escalas Socio-Temporales

Tabla 1: Resultados de Análisis de Almidones de los Sitios de Chiriquí

Maranta arundinacea

Manihot esculenta
Zamia cf. skinneri

D. cf. urophylla
Dioscorea sp.

Calathea sp.
FABACEAE
POACEAE

Zea mayz

Sin ident.
Fecha

Total
Sitio/ calibrada
Herramienta Unidad Nivel años AP
Casita de Piedra
69/2 4 B3 ~1600 (2) (1) 1 2 191 197
69/18 4 B3 ~1600 1(2) (3) 1 37 44
64/18 3 C2 ~2200 3(2) 18 1 2 22 48
76/2 5 C2 ~2200 2(1) 4(1) (1) 17 26
67/2 3 C3 2900-2300 5 5
73/2 3 D2 ~2600 (1) 1
85/14 3 D3 2880-2460 1 1
52/44 2 E2 ~3600 (1) 4 7 12
87/33 4 E2 ~3600 (4) (1) (1) (1) 14 21
88/2 3 E2 ~3600 1(2) (1) 12 16
112/23 6 E2 ~3600 (1) 1
94/3 5 E3 ~4100 1(1) 1 5 8
94/2 5 E3 ~4100 (3) (1) 23 27
97/11 5 E4 4950-4350 (3) 2 5
97/21 5 E4 4950-4350 (1) 1
101/15 5 F3 5720-5300 1 1 2
56/11 2 F3 5720-5300 (1) 3 4
56/20 2 F3 5720-5300 (2) 2 4
93/14 3 F3 5720-5300 1 1 1
Trapiche
145/33 4 B2 800-150 (2) (1) 3
147/10 4 C1 2570-2130 1(2) 9(2) 16 2 25 57
132/16 3 D1 ~2800 4(1) 2(2) 6 15
152/29 4 D2 ~2900 (2) 1 3
153/1 5 D2 ~2900 4(4) 9 15 32
17/11 1 D3 ~3100 (2) (1) 3 6
156/9 5 E1 3650-3100 (2) (1) 22 25
Hornito
3N/C4 C ~6000 (2) 6 8
C24 C ~6000 (2) 9 9 20
C11&E16 C&E ~6000 (2) (1) 1 4
77 (12) A ~6000 (2) (2) 5 9
BC/E1.2 E ~6000 (1) 4 5
A2#9(13) A ~6000 (1) (1) 2 4
77(23) A ~6000 (3) (1) 6 10
E30B E ~6000 1 1
A3#9(15) A ~6000 (6) 4 10

104
Maranta arundinacea

Manihot esculenta
Zamia cf. skinneri

D. cf. urophylla
Dioscorea sp.

Calathea sp.
FABACEAE
POACEAE

Zea mayz

Sin ident.
Fecha

Total
Sitio/ calibrada
Herramienta Unidad Nivel años AP
B34 B ~6000 1 1
B22 B ~6000 2 2
77(1) A ~6000 (1) 6(3) 11 21
E18 E ~6000 2(2) 3 7
Notas: Los numerales representan el número de gránulos identificado a ese taxón específica. Los numerales en
paréntesis representan el número de gránulos identificado tentativamente.

Tabla 2: Resultados de Análisis de Almidones de Canaán


Zea Calathea Manihot Ipomoea Sin
Herramienta Profund. POACEAE Total
mayz sp. esculenta batatas ident.
Cn02 80-90 cm (3) 19 33
Cn03 80-90 cm (2) (4) 5(2) 66 132
Cn01 95 cm 2 6
Cn17 200 cm 7(1) 8
Notas: Los numerales representan el número de gránulos identificado a ese taxón específica. Los numerales en
paréntesis representan el número de gránulos identificado tentativamente.

105
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Ecología Histórica
Interacciones Sociedad-Ambiente a Distintas Escalas Socio-Temporales

106
2.2. Rastreando los Orígenes de la Agricultura en la Vertiente
Oriental del Cauca Medio

Francisco Javier Aceituno Bocanegra


Departamento de Antropología, Universidad de Antioquia, Cl 67 No 53-108, Medellín, Colombia
csfjace@antares.udea.edu.co

Nicolás Loaiza Díaz


Temple University, Department of Anthropology, Philadelphia, Pa 19122, USA
nicolasloaizadiaz@gmail.com

Resumen

En este artículo analizamos el escenario ambiental y cultural en el que se produjo la emergencia de la


agricultura, en la vertiente oriental del Cauca Medio, en la Cordillera Central de Colombia, noroccidente de
Suramérica. También, examinamos las estrategias de colonización y adaptación a los bosques tropicales de
montaña por grupos cazadores-recolectores, a partir del análisis del registro arqueológico y microbotánico
procedente de varios sitios, intervenidos desde finales de los años 90 en esta región del centroccidente
colombiano. Planteamos un modelo de ocupación efectiva basado en la intervención del bosque y la
domesticación de plantas en una estrategia de movilidad residencial, como una forma intermedia entre el
forrajeo y la agricultura sedentaria.

Palabras claves: Colombia, bosques húmedos premontanos, cazadores-recolectores, paleobotánica,


agricultura.

Abstract

In this article we analyze the environmental and cultural scenery in which the emergence of agriculture was
produced in the Eastern slope of the Cauca medio region, in the Colombian Cordillera Central, Northwestern
South America. We also analyze the colonization and adaptation strategies in the montane rainforests by hunter-
gatherer groups, from the archaeological and microbotanical record, from several sites intervened since the late
90’s in the Cauca medio. We raise a model of effective occupation based on the rainforest intervention and plant
domestication in a residential mobility strategy as an intermediate way between foraging and sedentary
agriculture.

Keywords: Colombia, premountain rainforest, hunter-gatherers, paleobotanical record, agriculture.

Introducción América, que señalaban a México y Perú como los


dos epicentros originarios. En una escala menor,
En el marco de la arqueología americana, uno de Colombia, por su posición geográfica entre
los tópicos que más importancia ha adquirido en los Centroamérica y Suramérica, y las tierras altas y
últimos años es el origen de la agricultura en los bajas, es un enclave fundamental para entender la
bosques tropicales, dado que estos escenarios expansión de la agricultura y la circulación de
naturales han ganado un espacio relevante en la plantas domesticadas por el continente americano.
discusión, debido a la actualización de viejas
hipótesis y a la aplicación de nuevos métodos de El tema central de este artículo es el origen
análisis, que están cambiando las teorías más de la agricultura en los bosques tropicales
clásicas sobre los orígenes de la agricultura en premontanos de la vertiente oriental de la cuenca

107
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Ecología Histórica
Interacciones Sociedad-Ambiente a Distintas Escalas Socio-Temporales

media del río Cauca, en la Cordillera Central diferentes orígenes culturales (Gnecco 2000,
colombiana (noroccidente de Suramérica). Gnecco y Aceituno 2004).
Conceptualmente, la agricultura, entendida en su
acepción más simple como el arte de cultivar la La arqueología del poblamiento de los
tierra, es un proceso no acabado de interacciones bosques tropicales ha cambiado profundamente su
fitoculturales, basado en la alteración de la ecología posición teórica. Lejos del estereotipo del cazador
de las plantas; esto significa que puede haber recolector, ecológicamente pasivo, que vive
varios tipos de agricultura, con diferentes niveles de supeditado a los ciclos de abundancia y escasez de
domesticación y producción económica. Si bien la la naturaleza, los cazadores-recolectores, como
agricultura intensiva y de monocultivo es la forma han demostrado estudios recientes, son sociedades
más extendida, no es la única, ya que todavía en que también alteran e impactan el medio natural
varias regiones del mundo existen otras donde viven (Politis 1996). Y esto es lo que indican
manifestaciones agrícolas adaptadas a las los datos arqueológicos del noroccidente de
condiciones ecológicas locales. Suramérica, que los primeros pobladores
manejaron selectivamente plantas y animales
Las condiciones que favorecieron o desde la transición Pleistoceno/Holoceno, dando
posibilitaron la emergencia de la agricultura se lugar a bosques antrópicos, que consideramos que
dieron durante el poblamiento del Cauca medio. El fueron verdaderos laboratorios de domesticación de
concepto de poblamiento incluye dos fases, el plantas a lo largo del Holoceno.
proceso de colonización, que se refiere a la
ocupación inicial de un territorio mediante la El registro arqueológico de San Isidro
ubicación de los primeros asentamientos en loci (Gnecco 2000, Gnecco 2003), el valle medio del río
determinados del espacio natural (Gil 2002:106) y Porce (Castillo y Aceituno 2006) en la Cordillera
la ocupación efectiva, cuando las poblaciones Central y Peña Roja (Gnecco y Mora 1997) en la
pioneras desarrollaron y consolidaron sus propios amazonía colombiana, demuestra que los primeros
nichos ecológicos y sociales. En términos pobladores estaban creando claros con el fin de
cronológicos, la colonización de la zona de estudio manejar selectivamente determinados recursos
se remonta a la transición Pleistoceno/Holoceno y vegetales. En Panamá, en zonas de vida similares,
como límite temporal reciente, hemos elegido la hay evidencias muy sólidas de quemas antrópicas
28
fecha de ca. 4.000 AP , cuando en el registro datadas a finales del Pleistoceno y los primeros
arqueológico se observan discontinuidades que testigos de domesticación de plantas se remontan
indican cambios sin precedentes en los grupos al noveno milenio antes del presente (Piperno et al.
prehispánicos, que habitaron esta región andina 1991, Cooke 2005). Cristóbal Gnecco (2003) ha
desde finales del Pleistoceno. planteado desde hace años que estas evidencias
tempranas demuestran el desarrollo de
De acuerdo con las fechas de agroecologías desde finales del Pleistoceno que
radiocarbono, la colonización de los Andes antecedieron a la agricultura especializada y la vida
Septentrionales fue un proceso que se originó entre aldeana.
29
la segunda mitad del onceavo milenio y la primera
mitad del décimo milenio antes del presente De acuerdo con lo anterior, el objetivo
(Gnecco y Aceituno 2006:87). El registro central de este artículo es analizar las relaciones
arqueológico de los Andes Septentrionales muestra paleoecológicas que acaecieron durante el
una cierta “especiación” de la cultura material que, poblamiento temprano en los bosques premontanos
a grandes rasgos, tiene una alta correlación con las en la región del Cauca medio. Esta región andina
diferentes zonas de vida que se distribuyen a lo se encuentra entre los paralelos 4º y 6º latitud norte
largo de la zona andina de Colombia. En base a y las vertientes andinas de las cordilleras Central y
estas características, en anteriores trabajos se ha Occidental, que limitan esta región en dirección
planteado que el proceso de poblamiento del este-oeste. Específicamente, la zona de estudio de
noroccidente de Suramérica puede ser concebido donde proceden los datos de este artículo está
como un proceso lento de colonización con localizada en la cuenca San Eugenio Campoalegre
(Santa Rosa de Cabal) y en la zona montañosa del
municipio de Marsella, en la vertiente occidental de
28
la Cordillera Central (Figura 1); en ambos casos se
Las fechas a.P no están calibradas. trata de la zona de vida bosque muy húmedo
29
En Colombia, los sitios el Abra y Tibitó, ambos en la Sabana
de Bogotá, están fechados en 12.400±160 a.P (GrN-5556) y premontano (Bmh-PM) (Espinal 1990:65). Esta
11.740±110 (GrN-9375) respectivamente (Correal 1986); sin zona de vida se encuentra en el piso térmico
embargo, se trata de dataciones aisladas con más de 20 años templado, entre 1.000 y 2.000 msnm, y se
que no han vuelto a ser actualizadas.

108
2
caracteriza por una temperatura promedio que varía totalidad de 11 m , mientras que en los otros dos
2
entre 18ºC y 24ºC y una pluviosidad entre ca. 2.000 últimos excavamos únicamente 1 m
y ca. 4.000 mm. respectivamente, con el fin de recuperar
información ambiental y estratigráfica. Todos los
El relieve de la zona es bastante quebrado, sitios se localizan en quiebres de pendiente sobre
cortado por microcuencas en forma de V con colinas coluviales redondeadas a una altura entre
vertientes largas y modeladas por movimientos los 1600 y 1700 msnm en la zona de vida de
coluviales en masa, cubiertos posteriormente por bosque muy húmedo premontano. San Germán II y
sedimentos fluviovolcánicos (INTEGRAL 1997:4), la Pochola se localizan en la margen izquierda del
2
siendo el resultado un paisaje que se puede río San Eugenio en colinas de ca. 740 y 2.000 m
subdividir en tres estratos: 1) en la parte alta de la respectivamente. El Jazmín, por su parte, se
sierra que flanquea el valle del río San Eugenio, encuentra localizado en la margen derecha del río
destaca un relieve muy inclinado, donde la en la cima de una colina de ca. 0.8 Ha.
evidencia arqueológica es desconocida; 2) en la
parte intermedia, predomina un relieve de colinas La estratigrafía del Jazmín es
con cimas redondeadas, donde se encuentra la representativa de los procesos que actuaron en la
mayoría de los sitios arqueológicos; 3) en la parte formación de los sitios de la cuenca del río San
baja, se encuentra la planicie fluvial actual, formada Eugenio. El perfil estratigráfico del corte 3 esta
por sedimentos fluviales y volcánicos (INTEGRAL dividido en cuatro horizontes de suelo (de aquí en
1997:4-6). adelante Hz) que, a su vez, pueden ser divididos en
subhorizontes (de aquí en adelante subhz) (Figura
La información que presentamos en este 2). El grosor promedio del Hz A varia de 50 cm, en
artículo procede de los sitios el Jazmín, la Selva, la el sector norte, a 30 cm, en el sector sur; y esta
Pochola y San Germán, todos ellos intervenidos en dividido en tres subhorizontes A1 (10YR 3/3), A2
31
la fase de campo del año 2004. Empero, hemos (10YR 3/2) y A3 (10YR 4/4) (Figura 2) . El
incluido datos de otros sitios investigados en los horizonte AB tiene un grosor que varia entre c 50 y
años 90 por otros arqueólogos, con el fin de 30 cm; está dividido en dos subhorizontes AB1
analizar la mayor información posible de la zona de (10YR 5/4) y AB2 (10YR 5/6) (Figura 2). El desnivel
estudio. Estos sitios son: el Antojo, Guayabito, que estos dos horizontes presentan puede ser
Campoalegre, 66PER001 y 66PER007 (Figura 1). explicado por los procesos erosivos que ha sufrido
la colina (Aceituno y Loaiza 2007:41). El Hz Ab, por
su parte, tiene un grosor promedio de 45 cm y esta
divido en dos subhorizontes Ab1 (10YR 3/4) y Ab2
(10YR 3/6) (Figura 2). El horizonte B (10YR 5/6), es
el más profundo y marca la base a partir de la cual
se forman los horizontes antrópicos (Figura 2).

Con respecto a la estratigrafía cultural, en


el Hz B encontramos algunos artefactos líticos en la
transición con el subhz Ab2 (nivel 23, 135-140 cm)
y un pico en el nivel 25 (145-150 cm), que por el
hecho de ser un artefacto aislado pensamos que se
trata más de una intrusión que de una ocupación
episódica del sitio. En el Hz Ab, basados en la
distribución de artefactos podemos identificar dos
momentos de ocupación, que se corresponden con
los subhz Ab2, asociado con la colonización del
Figura 1. Sitios arqueológicos Cauca Medio. valle y datado en el nivel 21 (125-130 cm) en
32
10.120 ± 70 AP [cal 1 δ 10.019 b.C.: 9.958 b.C.]
Los Depósitos Arqueológicos

En el valle del río San Eugenio la cuenca San Eugenio Campoalegre, de la que hace parte este
valle, por lo que la información estratigráfica, con ayuda de la
intervenimos los sitios el Jazmín, San Germán II y cronología, también puede correlacionarse.
30
la Pochola . En el primero excavamos una 31
Por tratarse del horizonte con evidencias cerámicas, el análisis
del Hz A se limitará a la comparación textural y a la
interpretación de eventos deposicionales, especialmente
30
El sitio Guayabito también se encuentra localizado en este volcánicos, que afectaron la región.
32
valle, por lo que esta descripción estratigráfica general está Todas las fechas han sido calibradas usando el programa
correlacionada. Los sitios el Antojo y Campoalegre se ubican en Calib rev. 5.0.1.

109
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(Aceituno y Loaiza 2007a:44) obtenida de carbón estabilidad de este período y la relativa quietud
vegetal. Como se mencionó, hay evidencias líticas volcánica que lo caracterizó (Toro et al. 2001).
por debajo de esta cota, por lo que las primeras
ocupaciones pudieron darse antes de esta fecha; Las evidencias estratigráficas, indican que
pero claramente en la transición Pleistoceno la colonización del valle del San Eugenio, y de la
Holoceno, bajo un régimen climático algo más frío región en general, se dio en un período de calma
que en el Holoceno temprano de acuerdo con la volcánica; aunque no exento de pequeños eventos
notable presencia de los géneros arbóreos que se reflejan en las características de los
Quercus, Podocarpus y Alnus y la mayor presencia sedimentos. Así mismo la estabilidad se ve
de algas en el registro palinológico del Jazmín. confirmada por la morfología de los minerales,
especialmente del Hz Ab, que revela muy poco
En el subhz Ab1 los artefactos líticos se transporte; característica que es compartida por
encuentran en otro sector; esta diferencia este mismo horizonte en San Germán II y la
probablemente se deba a la topografía de la Pochola; por lo que puede ser extendida a la zona
terraza, pero sirve para identificar un momento de forma general.
diferente en la ocupación del sitio. Para el subhz
Ab1 tenemos dos fechas, una de 7.080 ± 50 AP [cal El sitio la Selva se encuentra ubicado en la
1 δ 6.012 b.C.: 5.906 b.C.] procedente del nivel 18 vereda Mil Ochenta, del Municipio de Marsella,
(110-115 cm) y otra de 5.625 ± 50 AP [cal 1 δ 4.501 Risaralda; en una aterrazamiento coluvial de ca.1
b.C.: 4.370 b.C.] procedente del nivel 14 (90-95 cm) Ha, a una altura de 1.600 msnm en la vertiente
(Aceituno y Loaiza 2007a:44). Los 3.040 años oriental de la cuchilla Mil Ochenta, en zona de vida
representados por un intervalo de 15 cm, entre el de bosque muy húmedo premontano. Esta locación
nivel 21 y el 18, denotan la tasa de sedimentación le proporciona un amplio horizonte visual
más baja del sitio (202 años); hecho que se explica constituyéndose en un mirador natural hacia el valle
por el uso menos intenso del sitio en comparación del río Cauca (Aceituno y Loaiza 2007a:34).
con el siguiente intervalo de tiempo en el subhz
Ab1. Las fechas obtenidas en San Germán II, de La estratigrafía está compuesta por dos
8.136 ± 65 AP [cal 1 δ 7.284 b.C.: 7.051 b.C.] horizontes, el Hz A, con un grosor promedio de 55
33
(Aceituno y Loaiza 2007:50), y la Pochola, de 8.680 cm y subdividido en dos subhorizontes: A1 (10YR
34
± 55 AP [cal 1 δ 7.731 b.C.: 7.602 b.C.] (Aceituno y 3/2) y A2 (10YR 4/3, 10YR 3/3 y 10YR 3/6) , con
Loaiza 2007a:51), de sus respectivos horizontes Ab textura franco arcillosa; y el Hz AB, con un grosor
con características similares apoyan la idea de que promedio de 60 cm (Figura 3), con textura franco
este horizonte representa la ocupación efectiva de arcillosa, pero con mayor proporción de la fracción
la cuenca San Eugenio y por extensión la del río gruesa (arenas) que en el horizonte superior
Campoalegre. (Tobón y Pérez 2005). El análisis textural, así como
las variaciones mineralógicas, en especial el vidrio
El segundo intervalo de tiempo, de 1455, volcánico, indican dos grandes eventos
años representado en 20 cm se corresponde con el deposicionales que se corresponden, a grades
momento de mayor sedimentación del sitio; que a rasgos, con los dos horizontes. Los análisis del Hz
su vez puede correlacionarse con una fuerte A indican suelos formados en ambientes de alta
intensidad en el uso del sitio y que coincide con el meteorización y baja lixiviación que se acentúan en
Holoceno medio, cuando las condiciones climáticas la muestra superior y que posiblemente esté
varían pasando de húmedas a más calurosas y relacionado con su permanente exposición a la
secas, especialmente hacía el ca. 5.000 AP meteorización y erosión por el uso agrícola que ha
(Aceituno y Loaiza 2007:44). En términos tenido este horizonte en la actualidad (Tobón y
generales, el Hz Ab representa un período de Pérez 2005).
estabilidad ambiental, con ligeras variaciones,
durante ca. 4.500 años; en los que ocurrió tanto la Culturalmente, el Hz A contiene las
colonización, como la ocupación efectiva del valle evidencias tardías del sitio, representadas por
del San Eugenio. Este período comprendido entre materiales cerámicos. El Hz AB contiene las
el Pleistoceno final y el Holoceno medio fue,
relativamente, de baja intensidad volcánica. Orozco
33
(2001) identifica dos emisiones volcánicas en este Los subíndices de aquí presentados no corresponden a la
período efectuadas desde los volcanes del Tolima, nomenclatura sedimentaria; sino que son simplemente
categorías ordinales que representan la forma como están
Quindío-Santa Isabel y Cerro Bravo. Así mismo, en organizados los horizontes, pero no sus características de
el lago del Otún se ha identificado un paleosuelo formación.
34
datado en 8.250 ± 125 AP; confirmando la Pequeñas diferencias en tonalidad en la línea horizontal están
representadas por estos colores.

110
evidencias precerámicas, aunque, como se 1991:65, Cowan 1999). Para el análisis del patrón
mencionó, sólo están presentes en el corte 1. En de descarte hemos tenido en cuenta principalmente
los primeros niveles del Hz A, especialmente los las ocupaciones precerámicas del Jazmín y la
correspondientes al subhz A1, la presencia de Selva; en menor medida las de San Germán II y la
cerámica esta marcada por la evidente alteración Pochola, debido al tamaño reducido de sus
producida por el cultivo de café. El subhz A2 excavaciones. De los sitios intervenidos en otras
presenta menor alteración y su tonalidad cambia un investigaciones, el más importante para analizar la
poco con respecto al anterior subhz (Figura 3). Los distribución espacial de la tecnología lítica es el
niveles ubicados entre 60-70 cm de profundidad Antojo, un taller lítico datado en 8.380 ± 90 AP
marcan un momento de alta intensidad de uso del (Beta-93154) localizado a 4 Km del Jazmín en
sitio, indicado por el aumento de artefactos líticos y dirección norte (Aceituno y Loaiza 2007b).
la mayor densidad de carbón (Aceituno y Loaiza
2007a:38). Así mismo, el intervalo entre 65-75 cm Bajo la categoría de expeditivos hemos
marca la transición con el Hz AB. incluidos instrumentos multifuncionales, que
técnicamente se tratan de lascas poco
El Hz AB está caracterizado culturalmente formalizadas, con uno o dos bordes usados y sin
por la ausencia de cerámica y la presencia de retoque (Figura 4), excepto en dos casos
material lítico. La fluctuación de los materiales procedentes del Jazmín. La tecnología curada está
líticos, especialmente los modificados por uso, nos representada por las hachas y por la industria de
hacen pensar en dos momentos de ocupación que cuarzo. Para la manufactura de las hachas,
están definidos entre 60-75 cm, el primero; y 75-85 primero, se extraía una gran lasca bipolar de
cm, el segundo. Para este último nivel hemos grandes nódulos fluviales; luego, se tallaban desde
obtenido una fecha de 8.680 ± 60 AP [cal 1 δ 7.739 el contorno de la pieza, hasta lograr el grosor
b.C.: 7.600 b.C.] (Aceituno y Loaiza 2007a:39), óptimo. Por último, se realizaban dos escotaduras
coherente con otras fechas de este sitio obtenidas en la parte basal, que es uno de los rasgos
en otros trabajos que oscilan entre ca. 9.500 y ca. estilísticos y tecnológicos más diagnósticos de este
7.700 AP. tipo de artefacto (Figura 5). Una de las
características técnicas más importantes de las
Al igual que en el caso del Jazmín, los hachas es la selección de la materia prima, ya que
análisis mineralógicos sugieren que el suelo se utilizaron rocas finogranulares como las dacitas y
formó en condiciones de estabilidad geológica en los microgabros, con formas alargadas y
bajo un clima de clima tropical húmedo, con aplanadas, que a pesar de ser rocas locales, no
fluctuaciones normales de humedad y temperatura son las más abundantes en los lechos fluviales de
(Aceituno y Loaiza 2007a:37). Estos datos apoyan la zona (Aceituno y Loaiza 2007b). Otro dato que
la idea de que para el Holoceno temprano apoya la curación de estos implementos son las
prevalecieron unas condiciones estables que evidencias de reavivado en los bordes de dos
favorecieron la formación de paleosuelos y la implementos y el reciclado de un hacha en el
ocupación humana. Jazmín.

Tecnología Lítica y Patrón de Descarte La muestra de artefactos de cuarzo se


recuperó casi en su totalidad en el Antojo, donde en
2
Siguiendo el concepto de organización un área de 8 m se recuperaron un total de 4013
tecnológica de Nelson (1991) hemos dividido los desechos (núcleos y lascas) (INTEGRAL
artefactos en curados [curated] y expeditivos 1997:135). El cuarzo es una materia prima de baja
[expediency]. La curación es una estrategia disponibilidad y un alto aprovechamiento técnico
tecnológica que consiste en maximizar la materia como lo demuestra la estrategia de talla
prima a través de técnicas de alto aprovechamiento seleccionada, dirigida al aprovechamiento máximo
de los nódulos (Bettinger y Baumhof 1982) y el de la materia prima. En el conjunto del Antojo,
incremento de la duración, por lo tanto, son predomina claramente la tendencia laminar y los
artefactos que se mueven frecuentemente entre un talones unifacetados y bifacetados, siendo el
sitio y otro (Binford 1979, Nelson 1991:70, Cowan resultado lascas longitudinales agrupadas en 5
1999, Gnecco 2000:117). Por el contrario, los tipos de desechos muy estandarizados entre sí. La
artefactos expeditivos son artefactos simples, en los talla laminar es una decisión técnica para
cuales se minimiza los costos de manufactura, aprovechar al máximo la materia prima, a través de
mediante el reemplazo rápido de los implementos, la manufactura de artefactos que demandan un alto
aumentando las probabilidades de que coincidan el número de secuencias de reducción, como lo
lugar de manufactura, uso y abandono (Nelson corrobora, además de las microlascas, la presencia

111
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Ecología Histórica
Interacciones Sociedad-Ambiente a Distintas Escalas Socio-Temporales

entre los desechos recuperados de una preforma evidencias de mantenimiento, debieron ser
bifacial. artefactos portátiles relacionados con el grado de
curación.

Figura 3

Una tercera clase de artefactos está


representada por manos (Figura 6) y placas de
molienda, relacionados con el procesamiento de
recursos vegetales, y por cantos de adecuación con Figura 4
fracturas irregulares y usos indeterminados,
algunos de los cuales estuvieron asociados a los
fogones, como lo demuestra el cambio de color y
restos de hollín hallados en algunos implementos.

El patrón de descarte observado en los


horizontes precerámicos de los sitios estudiados es
disímil, lo cual se debe, en parte, no solamente a
las posibles diferencias intersitio, sino también al
diferente tamaño de las excavaciones. Si miramos
en conjunto los sitios, el registro lítico se
caracteriza, por una parte, por una alta deposición
de artefactos de molienda y cantos de adecuación
y, por otra parte, por la alta frecuencia de desechos
de talla poco formatizados y la baja frecuencia de
instrumentos usados, incluyendo las hachas y,
Figura. Manos de molienda.
especialmente los artefactos de cuarzo, de los
cuales hemos recuperado muy pocas piezas fuera El patrón de descarte que hemos
del Antojo, concretamente siete en el Jazmín, uno observado en los sitios de la cuenca San Eugenio
en San Germán y dos en la Selva. Al tratarse de Campoalegre y el municipio de Marsella, es similar
una materia prima escasa, ésta debió aprovecharse al de los sitios hallados en la cuenca media de los
al máximo en forma de artefactos curados, cuyo ríos Otún y Consota, a unos ca. 15 Km en dirección
descarte, contrario al caso de los artefactos sur. En el componente precerámico más antiguo de
expeditivos, sería muy disperso a lo largo de los los sitios 66PER001 (Cuba) y 66PER007 (La
diferentes asentamientos. En el caso de las hachas, Mikela), datados en 9.730 ± 100 AP (Beta 121972)
no hemos podido controlar si las fases de la cadena y 5.850 ± 50 AP (Beta 145285) respectivamente
operatoria se encuentran o no bien representadas (Cano 2004: 76,78), se han recuperado abundantes
en los sitios, para determinar el grado de cantos con los bordes desgastados, asociados a
portabilidad; sin embargo, por la propia versatilidad lascas expeditivas de rocas volcánicas. En ambos
de estos artefactos, por el grado de selección de la sitios, las lascas de cuarzo fueron muy escasas y
materia prima y por el hecho de haber hallado solamente se recuperó un hacha con escotaduras

112
(Cano 2004:74,79), lo que confirma la idea de la de granos de almidón y, en menor medida, con
portabilidad y el consecuente patrón de descarte fitolitos, extraídos de artefactos líticos para
disperso de esta clase de instrumentos. determinar que plantas fueron procesadas en los
sitios.
La baja diversidad de la tecnología lítica,
junto a un patrón de descarte diferenciado, según el Los palinomorfos hallados en las muestras
tipo de artefacto, indica que el registro arqueológico inferiores de la columna el Jazmín, agrupados en la
de los sitios se corresponde mejor con un patrón de zona 3 (Tabla 1), que por estratigrafía datarían
movilidad tipo forrajero (Binford 1980). Además, no antes del 10.120 ± 70 AP, indican una vegetación
hemos identificado basureros [dumping] que se de bosque muy húmedo premontano. Antes de la
correspondan con largas duraciones de los colonización de la cuenca San Eugenio
campamentos; solamente, en el Jazmín Campoalegre, el paisaje está dominado por un
identificamos un área de tallado con poco bosque tropical de montaña, salpicado con
desplazamiento de los desechos, en lo que parece especies de pisos ecuatoriales y andinos, con baja
ser un área periférica del asentamiento que no fue diversidad florística, representada por un rango de
limpiada antes del abandono. Esta conducta de palinomorfos que, incluyendo todas las
acumulación de basura primaria, días antes del asociaciones vegetales, varía entre 71 y 80
abandono del campamento, ha sido observada en unidades. En el conjunto de las muestras, el alto
la Amazonía colombiana, entre los Nukak Makú porcentaje de helechos (Cyathaceae y
(Politis 2002). Ahora bien, aunque la movilidad Polipodiaceae), más la presencia de Podocarpus
residencial fuera alta, los sitios muestran (pino), Quercus (roble), Alnus (Aliso), Clethra y
redundancia y congruencia ocupacional, lo que diatomeas confirman la existencia de un clima
significa que la gente practicaba un nomadismo lluvioso y frío a finales del Pleistoceno;
amarrado a determinados loci, con una fuerte interpretación que hemos ratificado con la baja
relación con el manejo de plantas. presencia de plantas de bosque ecuatorial,
Tecnológicamente, el alto porcentaje de indicadoras de un clima más cálido y que aumentan
modificados por uso, la presencia considerable de sensiblemente en las muestras superiores.
hachas en uno de los sitios, y el hallazgo de
almidones en varios implementos, avalan como una Dado que no hay evidencias de ocupación
de las actividades más importantes la manipulación del sitio, las variaciones de las anteriores muestras,
en los campamentos de recursos vegetales. las interpretamos como efecto de los cambios
sucesionales naturales del bosque; muy
Paleoambiente e Interacciones Bioculturales probablemente en concomitancia con las
variaciones climáticas de la transición Pleistoceno
En el apartado anterior, con base en el Holoceno. Los datos anteriores indican que, desde
patrón de descarte y los tipos de artefactos, hemos el Pleistoceno final, predomina en la zona un
planteado que el modelo de ocupación de los bosque muy húmedo premontano, y que la
cazadores recolectores que habitaron en la zona de transición Pleistoceno Holoceno no se manifiesta
estudio, se corresponde más con un modelo tipo en breves y abruptos cambios climáticos, con
forrajero, con redundancia ocupacional, inducida variaciones en los cinturones de vegetación; como
por el manejo selectivo de plantas, hipótesis que se ha observado en otras regiones de Colombia,
hemos puesto a prueba mediante el análisis de como son la Sabana de Bogotá (Correal 1986) y la
restos microbotánicos. región de los Llanos Orientales (Van der Hammen y
Ortiz-Troncoso 1992).
De la cuenca San Eugenio Campoalegre se
cuenta con columnas de polen, extraídas del Las muestras superiores de polen están
Jazmín, Guayabito y Campoalegre; y de Marsella, agrupadas en la zona 2, que se corresponde con el
del sitio la Selva. Las columnas de polen se Horizonte Ab (Tabla 1). En términos
extrajeron con el fin reconstruir la evolución del bioestratigráficos, este horizonte está representado
entorno vegetal de los sitios e identificar evidencias por las dos muestras superiores de la subzona 2E y
de manipulación de plantas. De las tres columnas las subzonas 2D y 2C. En términos generales, en la
de polen, la que aportó más información fue la del zona 2 el bosque se manifiesta más diverso;
sitio el Jazmín, razón por la cual, es en la que nos además, presenta los primeros indicios, aunque
vamos a centrar a continuación, aunque también leves, de perturbación y presión selectiva hacia
vamos a referenciar los datos más relevantes de los algunas plantas.
otros contextos cuando sean relevantes. Los
análisis de polen los ampliamos con la identificación

113
Universidad Tecnológica de Pereira-Sociedad Colombiana de Arqueología-Universidad del Cauca, 2008
Ecología Histórica
Interacciones Sociedad-Ambiente a Distintas Escalas Socio-Temporales

El cambio más importante respecto a las generales, se mantiene similar a la subzona


muestras inferiores, se produce en la subzona 2D, anterior, con un valor de ca. 47 %, (Tabla 1)
cuando el bosque desciende aproximadamente un manteniendo la tendencia a la baja de toda la zona
10 %, con un peso de un ca. 50 % en el conjunto de 2. Las plantas pioneras tienen un peso entre un ca.
la muestra (Tabla 1). En términos antrópicos, las 3 % y un ca. 10 %, que es el valor más alto de todo
plantas pioneras, los rastrojos bajos (Piperomia el espectro polínico precerámico. Los rastrojos
spp. y Piper spp.) y las palmas alcanzan en total un tienen un valor que oscila entre 0,0 y 2,8 %; las
peso entre un ca.18 % y un ca.15 %. En la subzona gramíneas, entre ca. 4,5 % y ca. 9,4 %; las palmas,
2D (Tabla 1), las plantas pioneras (Miconia spp., entre ca. 3,6 % y ca. 6 % (Tabla 1).
Mikania spp. y Sejarnia spp.) alcanzan un valor
promedio de 5,2 %, frente a un 2,43 % de la En síntesis y como se puede observar en la
subzona 2E. Las gramíneas (Andropogon spp. y Figura 7 el bosque tiende a disminuir,
Bambusa spp.) y las palmas (Geonoma spp., especialmente a partir de la muestra 136 cm,
Bactris spp., Astrocaryum spp. y Socratea spp.) coincidiendo con el inicio de las ocupaciones del
presentan valores similares en ambas subzonas, sitio, cuando la tendencia es muy regular hasta la
con valores de 7,46 % y 4,16 % en 2D; y de 8,81 %, muestra 84, que se corresponde con el final de las
y 3,77 % en 2E. El cambio es más evidente en ocupaciones tempranas, estratigráficamente
relación con la zona 3, donde los pioneros tenían asociada al horizonte AB. Esta disminución esta
un peso muy bajo con un promedio de 1,77 %, las directamente relacionada con el incremento de
gramíneas de 4,10 % y las palmas de 4,1 % (Tabla plantas pioneras (Compositae, Melastomataceae,
1). El fuerte aumento de la diversidad y de las Sapindaceae), gramíneas (Andropogon spp.
plantas pioneras en la muestra superior de la Bambusa spp. Dioscorea spp.), rastrojos bajos
subzona 2D, nos lleva a relacionar estos valores (Rubiaceae, Cecropiaceae) (Araceae, Piperaceae,
con la ocupación del sitio. Plantaginaceae, Shpagnaceae), palmas
(Astrocaryum spp. Bactris spp. Geonoma spp.
En términos climáticos, en la subzona 2D Scheelea spp., Socratea spp.) y plantas de borde
los helechos (Cyathaceae, Polypodiaceae) de bosque (Rubiaceae, Cecropiaceae),
disminuyen levemente, lo que indica unas asociaciones vegetales indicadoras de áreas
condiciones ligeramente más secas y calurosas que intervenidas y de bosques secundarios (Figura 8).
la subzona 2E y 3A. Estas condiciones persisten Contrario a lo que observábamos con el caso de los
durante el resto de la zona 2, lo que quiere decir elementos de bosque, la suma de las anteriores
que la ocupación de los sitios durante el Holoceno asociaciones tiende a aumentar claramente.
temprano coincide con un clima ligeramente más
caluroso y seco respecto a la transición Pleistoceno En términos ecológicos, este hecho lo
Holoceno, cuando se produjo la colonización inicial. interpretamos como consecuencia del desbroce de
las áreas afectadas por los campamentos, que
benefició el incremento de plantas como las palmas
y las plantas pioneras. Las evidencias de
domesticación temprana de plantas proceden de la
aparición de determinadas taxas con un fuerte peso
alimenticio y económico en sociedades de selva
tropical. En el conjunto de las muestras
microbotánicas (polen y almidones) de la cuenca
San Eugenio Campoalegre hay evidencias
promisorias de manipulación selectiva de cf
Xanthosoma spp. cf Zea mayz, cf Manihot spp.
(Aceituno 2002) y cf Dioscorea spp. y cf Phaseolus
spp.

El género Xanthosoma lo identificamos en


la zona 2 de polen en el Jazmín, mostrando un
Figura 7. Evolución de los elementos de bosque vs. las plantas incremento muy fuerte en la subzona 2B,
pioneras alcanzando un porcentaje de un 9 %, alrededor del
5.000 AP, lo que sugiere su domesticación
La subzona 2C está asociada al subhz Ab1, temprana. Al género Xanthosoma pertenece la
por lo tanto, representa las condiciones ambientales mafafa (Xanthosoma saggitifolium), una planta
del Holoceno medio y las ocupaciones tuberosa ampliamente distribuida en el Neotrópico,
precerámicas más recientes. En términos

114
que se reproduce muy bien en bosques Panamá (Piperno y Pearsall 1998:219), y entre ca.
perturbados o en las áreas menos espesas de los 7.000 y ca. 5.800 AP, para Ecuador (Piperno y
bosques primarios (Patiño 1988-90, 1997). Sobre Pearsall 1998:188). En los sedimentos del Hz AB
su fitogeografía silvestre no hay mucha certeza, del Jazmín (Figura 9b) se identificaron granos de
únicamente sabemos que se trata de una planta almidón de maíz con una edad de ca. 4.000 AP.
tropical que se cultiva tanto en tierras altas como
bajas, con una alta tolerancia a diferentes tipos de
suelos y climas (Piperno y Pearsall 1998:116), de
manera que nuestros datos son importantes de
cara a reconstruir el proceso de domesticación de
esta planta en el Neotrópico.

Figura 10. Fotos de almidones

Figura 9. Polen y Almidón Zea mayz Mediante fitolitos identificamos restos de


palmas en una placa de molienda del subhz Ab2. El
género Manihot spp. lo hemos identificado
En el espectro polínico del Jazmín, se mediante granos de almidones procedentes de los
identificó polen de maíz (Zea mayz) (Figura 9a) en sitios el Jazmín, la Selva y los Arrayanes. En el
la parte superior del subhz Ab2 y en Ab1, datado Jazmín se han hallado gránulos de dos placas de
por posición estratigráfica entre el ca. 7.000 y ca. molienda, de los Ab1 y Ab2 respectivamente, y una
5.000 AP. El maíz es una planta foránea mano de moler del Ab2 (Tabla 2). En la Selva
procedente de México donde actualmente se hemos hallado almidones cf Manihot de una placa
encuentran sus posibles ancestros: el teosinte de molienda del corte 1, nivel 7 (Figura 10a y 10b),
anual (Zea mexicana), el teosinte anual de tierras que por su posición estratigráfica, es posterior al
bajas (Zea mayz ssp. parviglumis), el teosinte octavo milenio antes del presente. En Campoalegre
perenne (Zea diploperennis) y el Tripsacum se identificaron granos de almidón tipo Manihot spp.
dactyloides, (MacNeish y Eubanks 2000). En el de un estrato datado en ca. 4.300 AP (Tabla 2); en
valle del río Porce se encontró polen y almidones Guayabito, se hallaron granos de polen de Manihot
de maíz datados entre ca. 7.000 y ca. 6.000 AP spp. y Zea mayz, fechados alrededor del ca. 4.200
(Castillo y Aceituno 2006); en el valle del río AP, hecho que refuerza que el cultivo de mandioca
Calima, se hallaron granos de polen de maíz y maíz en el Cauca medio, se dio entre finales del
fechados en ca. 6.000 AP (Monsalve 1985). Estos Holoceno temprano y durante el Holoceno medio
datos indican la difusión temprana del maíz por la (Aceituno 2002). Sin embargo, la mejor muestra no
región andina del noroccidente de Suramérica, lo procede de la zona de estudio, sino del sitio los
que es coherente con los datos encontrados en Arrayanes, (Figura 10c y 10d) un contexto
Panamá y Ecuador, donde se ha registrado polen altoandino, localizado a 2.200 msnm en el
de maíz, datado en ca. 6.800 AP, para el caso de municipio de Villamaría (Caldas) (Tabla 2); por

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Ecología Histórica
Interacciones Sociedad-Ambiente a Distintas Escalas Socio-Temporales

posición estratigráfica, esta muestra es posterior al variedad de especies de Manihot indica que muy
séptimo milenio antes del presente. El largo y el posiblemente la domesticación de la mandioca
ancho de los gránulos que hemos identificado como ocurrió en diferentes centros y que fue una planta
cf Manihot spp. se encuentran en el rango que se difundió muy rápidamente, como lo indica su
predominante de esta especie, que es entre 12 y 20 temprana llegada al zona andina de Colombia.
µ. El rango de los granos arqueobotánicos varía
entre 11 y 21 µ de largo y entre 12 y 21 µ de ancho; Los datos microbotánicos del Cauca medio
además del tamaño y la forma, el hilum es céntrico son coherentes con los obtenidos en otras regiones
y estrellado, característica diagnóstica de los del Área Intermedia, que prueban la domesticación
granos de Manihot. de plantas en el Neotrópico durante el Holoceno
temprano y medio (Piperno y Pearsall 1998). Para
En la misma muestra de la Selva donde este período, hay evidencias de domesticación de
hallamos los almidones cf. Manihot spp., hemos Maranta arundinacea, Lagenaria siceraria, Calathea
encontrado gránulos que hemos identificado como allouia, Cucurbita moschata y Zea mayz en
cf Dioscorea spp. (Figura 10e) y cf Phaseolus spp. Panamá (Piperno y Pearsall 1998:217-219). En la
(Figura 10f) (Tabla 2). Los primeros son costa de Ecuador, en el sitio las Vegas hay
triangulares con una longitud entre 28 y 35 µ y un evidencias tempranas de domesticación de
ancho entre 21 y 27 µ. El grano que hemos Lagenaria spp. y de Cucurbita ecuadorensis;
identificado como cf Phaseolus spp. es oval, mide alrededor del ca. 7.000 AP se han registrado
31,77 µ de largo, 22,95 µ de ancho y tiene un hilum fitolitos de Zea mayz (Piperno y Pearsall 1998:188).
central y lineal. Estas características son propias de En Colombia se han hallado evidencias de Manihot
este género. En un placa de molienda del Jazmín spp. y Zea mayz en el valle medio del río Porce
procedente del Hz Ab hemos encontrado 4 granos (Castillo y Aceituno 2006); de Zea mayz en la
de almidón de forma oval, con un largo que varía Sabana de Bogotá, alrededor del ca. 6.700 AP
entre 33 y 54 µ y un ancho entre 21 y 33 µ, que (Bray 1995); de Lagenaria spp. en Peña Roja
también hemos identificado con este género. (Caquetá) (Gnecco y Mora 1997) y de Maranta
arundinacea, Lagenaria spp. y Persea americana
La presencia de granos de almidón tipo en San Isidro (Popayán) (Gnecco 2000).
Manihot spp., demuestra la introducción de esta
planta en el Cauca medio, incluyendo las tierras Consideramos que el modelo coevolutivo
altas del eje cafetero, y su domesticación en el de Rindos (1990) se puede aplicar a nuestro caso
Holoceno temprano en otras regiones de estudio. De acuerdo con este modelo, la
neotropicales. Se han propuesto dos posibles agricultura es un proceso de dependencia
centros de domesticación, en base a la similitud coevolutiva entre las plantas y los seres humanos,
entre las especies silvestres y la cultivada (M. que se intensifica a nivel mundial durante todo
esculenta Crantz ssp esculenta). Un posible centro Holoceno. La domesticación, comenzaría mediante
es México y Centroamérica, donde se encuentra la la dispersión incidental de las plantas en las áreas
especie M. aesculifolia, que es muy próxima a la perturbadas próximas a los asentamientos; cuando
cultivada (Burbano 2003). El segundo centro es el esta conducta se vuelve regular, pueden aparecer
noreste de Suramérica, entre Venezuela, Brasil, los cambios genéticos y morfológicos, y, por
Guyana y Surinam, donde se encuentra la especie consiguiente, mayores niveles de codependencia
M. esculenta ssp. flabellifolia que, de todas las cultural y botánica.
especies silvestres, genéticamente es la más
próxima a la cultivada actualmente (Burbano 2003). En el caso de los bosques de montaña,
planteamos que la domesticación incidental se
En Suramérica también se encuentran las materializó mediante la formación de nichos
variedades silvestres M. esculenta peruviana, que domésticos dispersos a lo largo del territorio. Los
se encuentra en la amazonía peruana y brasilera; primeros parches antrópicos serían los
M. carthaginensis que se distribuye por Colombia, campamentos abandonados, donde las semillas
Venezuela y Brasil (Burbano 2003); concretamente, descartadas comienzan a germinar, convirtiéndose,
en Colombia se ha recolectado M. carthaginensis estos espacios gestionados por el ser humano, en
35
en el bajo Cauca, en el municipio de Toledo ; otra vectores de expansión de las plantas de mayor
variedad silvestre importante es la M. brachyloba, preferencia. En una estrategia itinerante, el efecto
36
que se distribuye por el Neotrópico . La gran es la delimitación de pequeños jardines, que
representan potenciales referentes espaciales y
temporales, debido a la concentración de plantas
35
36
zipcodezoo.comPlants/M/Manihot_carthaginensis.asp 2007 alimenticias junto a los restos abandonados en los
zipcodezoo.com/Plants/M/Manihot_ brachyloba.asp 2007

116
campamentos; el grado de apropiación y la habitantes de la zona pudieron implementar desde
memoria que tuviera la gente de estos parches, el VIII milenio antes del presente.
serían factores importantes a la hora de planificar
los itinerarios temporales de los grupos. Los datos de los contextos del norte de
Suramérica y el istmo de Panamá (Piperno y
En su origen, estos jardines silvestres Pearsall 1998; Gnecco y Aceituno 2004; Castillo y
debieron actuar como potenciales laboratorios de Aceituno 2006) demuestran que, lejos de su
domesticación de plantas; en tanto que, muy estereotipo de sociedades prístinas, los cazadores-
probablemente, eran visitados con cierta recolectores también impactan el medio, alterando
regularidad, con el fin de recolectar, limpiar la la evolución natural de los ecosistemas. La
maleza y, a partir de cierto momento, llevarse evolución de los ecosistemas neotropicales desde
plantas de otros lugares para sembrarlas; de este la transición Pleistoceno/Holoceno, es el resultado
modo, se ejercieron diferentes grados de presión de relaciones ecológicas e históricas entre los seres
selectiva sobre el espectro de plantas. De las humanos y el medioambiente, que se manifiestan
plantas identificadas, este sería el caso de plantas en cambios naturales y culturales perceptibles en
con un posible origen local como Xanthosoma spp. escalas de larga duración. En su forma más básica,
(mafafa) y plantas foráneas como Manihot spp. consiste en el aprovechamiento de un amplio
(yuca), Zea mayz (maíz), Dioscorea spp. y espectro de recursos, en una estrategia itinerante
Phaseolus spp. de manera que, en estos jardines, de alteración y perturbación de la flora nativa, con
cohabitarían plantas con diferentes grados de efectos en la disponibilidad, distribución y
domesticación. predicción de los recursos vegetales y animales.

Un efecto directo de la domesticación de Esta estrategia encaja en la lógica de


plantas y el aumento de la predicción sobre el incrementar la capacidad de carga de los bosques
patrón de asentamiento, sería la mayor duración de húmedos tropicales, los cuales se caracterizan por
los campamentos. Sin embargo, las características una proporción inversa entre producción primaria y
del registro arqueológico, sitios con poca diversidad disponibilidad de recursos alimenticios; es decir, las
y densidad, y una alta dispersión de las fases de la selvas tropicales son muy ricas en diversidad y
cadena operatoria, nos estarían indicando alto producción de biomasa primaria, pero con
niveles de movilidad, a pesar de las primeras limitaciones en disponibilidad y accesibilidad de
evidencias de cultivo de plantas. El hecho de que el recursos alimenticios (Kelly 1983). Sin embargo,
registro arqueológico muestre pocos cambios a lo como han señalado varios autores (Bailey y
largo de las ocupaciones precerámicas, nos Headland 1991, Balée y Gely 1989, Bauchet et al.
advierte del riesgo de establecer una relación 1991), los bosques antrópicos son más productivos,
causal entre incremento de la domesticación y debido a que la alteración incrementa la diversidad,
duración de los asentamientos; al respecto, los favoreciendo el crecimiento de plantas herbáceas
Nukak Makú (Politis 1996) constituyen un referente de sotobosque, arbustos y árboles frutales,
actual de una sociedad nómada de selva tropical limitados en los bosques maduros por especies
que practican la agricultura itinerante. Por tales arbóreas de larga duración (Piperno y Pearsall
razones, nos seguimos decantando más por un tipo 1998:74).
de movilidad residencial, más cercano al modelo
forrajero [foragers], pero ligado a los parches Los datos paleoecológicos indican que,
antrópicos próximos a los cursos de agua, que desde finales del Pleistoceno, los cazadores-
caracterizaron la huella ecológica de los pobladores recolectores de las regiones que hemos discutido,
tempranos del Cauca medio. sometieron al medioambiente, con mayor o menor
intencionalidad, a una perturbación sostenible como
Conclusiones parte de sus estrategias de explotación del medio.
Estos primeros pobladores desarrollaron algún tipo
Los datos arqueológicos y microbotánicos de economías forestales basadas en la
que hemos presentado a lo largo del artículo, manipulación y domesticación del bosque,
indican que la evolución del paisaje en el Cauca mediante la creación de parches antrópicos, donde
medio, fue bastante estable desde finales del se concentrarían plantas de uso alimenticio; como
Pleistoceno hasta el Holoceno medio, tanto desde palmas, solanáceas, anonáceas, o las plantas
un punto de vista antrópico como climático, lo que tuberosas, imitando de este modo la estructura
muestra que no hubo un fuerte impacto con la jerárquica del dosel del bosque, como sucede
práctica del cultivo de plantas, estrategia que los actualmente entre las sociedades nativas del
Amazonas (Correa 1993).

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Universidad Tecnológica de Pereira-Sociedad Colombiana de Arqueología-Universidad del Cauca, 2008
Ecología Histórica
Interacciones Sociedad-Ambiente a Distintas Escalas Socio-Temporales

• Aceituno, F. J. y Loaiza, N. 2007a. Domesticación del


En el marco de esta lógica de relaciones bosque en el Cauca medio colombiano entre el
ecológicas, hay que situar los orígenes de la Pleistoceno final y el Holoceno medio. British
agricultura como estrategia de producción, en la Archaeological Reports. International Series, London
archaeopress (en prensa).
región andina del noroccidente de Suramérica. El
• Aceituno, F.J. y Loaiza, N., 2007b. Estructura interna
cultivo de plantas no fue un salto conceptual, ya y movilidad en sitios tempranos en el valle del río San
que desde milenios atrás los grupos cordilleranos Eugenio en la Cordillera Central de Colombia.
venían manejando los recursos del bosque; Arqueología del Area Intermedia 7 (en prensa).
concentrando, ya sea de forma consciente o • Bailey, R. y Headland, T. 1991. The tropical rain
inconsciente, muchas de las plantas silvestres en forest: is it a productive environment for human foragers?
las áreas adyacentes a los asentamientos, creando Human Ecology 19 (2), 261-283.
jardines que fueron verdaderos laboratorios de • Balée, W. y Gely, A. 1989. Managed forest succesion
domesticación de plantas (Castillo y Aceituno in Amazonia: the ka'apor case. Advances in Economic
2006). Además, estos debieron ser un referente Botany 7, 129-158.
territorial muy importante para los grupos • Bauchet, S., Mckey, D. y De Garine, I. 1991. Yams
revisited: is independence from agriculture possible for
tempranos; en tanto que pudieron servir de
rain forest hunter-gatherers? Human Ecology 19 (2), 213-
marcadores espaciales para los itinerarios de las 243.
bandas a lo largo del territorio. • Bettinger, R. L. y Baumhoff, M. 1982. The Numic
spread: great basin cultures in competition. American
En síntesis, la agricultura no causó una Antiquity 47 (3), 485-503.
fuerte fisura en la forma de vida de los cazadores- • Binford, L. 1979. Organization and formation
recolectores tempranos del Cauca medio. La caza y processes: looking at curated technologies. Journal of
la recolección, por una parte y, la agricultura, por Anthropological Research 35, 255-273.
otra; simplemente marcan los dos extremos en una • Binford, L. 1980. Wilow smoke and dog’s tails: hunter-
escala de producción económica, en la cual gatherer settlement systems and archaeological site
podemos ubicar a las sociedades tradicionales, formation. American Antiquity 45, 1-17.
• Bray, W., 1995. Searching for environmental stress:
según su grado de forrajeo o de cultivo de plantas;
climatic and anthropogenic influences on the landscape of
y, en ningún caso desde una perspectiva Colombia. En P. W. Stahl (ed.) Archaeology in the
excluyente, que no tiene en cuenta que los grupos Lowland American Tropics. Cambridge University Press.
nativos se mueven entre diferentes estrategias Cambridge, pp. 96-112
económicas. La dicotomía evolutiva cazador- • Burbano M., 2003. Multiplicación de material vegetal
recolector vs. agricultor reduce la historia a una de especies silvestres y domesticadas del género
serie de categorías excluyentes, que continúa Manihot y estudio de su resistencia natural a tres plagas
replicando los viejos esquemas evolucionistas de de cultivo (Mononychellus tanajoa, Aleurotrachelus
etapas de desarrollo y perfeccionamiento sociales, Phenacoccus herreni) en condiciones
tecnológico y moral (Smith 2001). controladas de temperatura y humedad relativa. Trabajo
de grado inédito. Universidad del Valle, Facultad de
Ciencias, Cali. Manuscrito sin publicar.
Agradecimientos • Cano, M., 2004. Los primeros habitantes de las
cuencas medias de los ríos Otún y Consota. En C. López
Esta investigación ha sido financiada por la y M. Cano (eds) Cambios Ambientales en Perspectiva
Vicerrectoría de Investigación de la Universidad de Histórica Ecorregión del Eje Cafetero Volumen I.
Antioquia y el Instituto Colombiano de Antropología Universidad Tecnológica de Pereira- Programa Ambiental
e Historia de Colombia. A los editores, por su GTZ, Pereira, pp. 68-91.
invitación a participar en las memorias del simposio • Castillo, N. y Aceituno F.J., 2006. El bosque
Ecología Histórica: Análisis de las Interacciones domesticado, el bosque cultivado: un proceso milenario
Sociedad-Ambiente a Distintas Escalas Espacio en el valle medio del río Porce en el noroccidente
colombiano. Latin American Antiquity 17 (4), 561-578.
Temporales. A Ramiro Fonnegra por facilitarnos el
• Cooke, R. 2005. Prehistory of native americans on the
laboratorio de palinología de la Universidad de Central American land bridge: colonization, dispersal and
Antioquia, donde hemos llevado a cabo los análisis divergence. Journal of Archaeological Research 13 (2),
de almidones. A Astrid Garrido por su colaboración 129-183.
en los análisis de almidones. • Correa, F., 1993. Introducción. En F. Correa (ed.) La
Selva Humanizada. CEREC Instituto Colombiano de
Referencias Bibliograficas Antropología, Fondo FEN, Bogotá, pp. 17-38.
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Cauca medio durante el Holoceno temprano y medio. Bryan (ed.) New evidence for the Pleistocene peopling of
Arqueología del Área Intermedia 4, 89-113. the Americas. Center for Study of Early Man, University of
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119
Universidad Tecnológica de Pereira-Sociedad Colombiana de Arqueología-Universidad del Cauca, 2008
Ecología Histórica
Interacciones Sociedad-Ambiente a Distintas Escalas Socio-Temporales

Procedencia Sitio Horizonte Zona de Indicadores microscópicos


Polen
Placa de molienda Jazmín Ab2 2D Almidones tipo cf Manihot spp.
Placa Rompecocos Jazmín Ab2 2D Fitolitos de Arecaceae (Palmas)
Placa de moler Jazmín Ab2 2C Almidones tipo cf Manihot spp.
Sedimento Jazmín Ab1 2D Fitolitos de gramíneas (Poaceae) y Arecaceae
Sedimento Jazmín Ab1 2C Fitolitos de gramíneas (Poaceae)
Sedimento Jazmín Ab1 2C Fitolitos de gramíneas (Poaceae)
Mano de moler Jazmín Ab1 2C Almidones tipo cf Manihot spp.
Hacha Jazmín Ab1 2C Fitolitos de gramíneas y Arecaceae
Placa de moler Jazmín Ab1 2C 4 granos de almidón tip cf Phaseolus spp.
Sedimento Jazmín AB 2B Almidones tipo cf Zea mayz
Fitolitos de Poaceae
Placa de molienda La AB ------------ Almidones tipo cf Manihot spp.

120
Selva
Placa de molienda La AB ------------ 2 granos de almidón tipo cf Dioscorea spp.
Selva
Placa de molienda La AB ------------ 2 granos de almidón tipo cf Phaseolus spp.
Selva
Mano de moler Campo B1 2 Almidones tipo cf Manihot spp.
alegre
Mano molienda Arraya Ab2 ------------ Almidones tipo cf Manihot spp.
nes

Tabla 1 Identificación de muestras de almidones y fitolitos

Subzona 1A 1B 2A 2B 2C 2D 3A 3B
2E
Muestra 16 37 51 65 84 100 106 112 120 126 136 139 143 146 155 170 188
cm
Horizonte A1 A2 A3 AB AB Ab1 Ab2 Ab2 Ab2 B B B
Suelo
Bosque 46. 45. 50. 55. 45. 47. 48. 49. 50 49.4 62. 56. 61.8 48.9 62.0 49.4 70.2
autóctono 6 9 4 6 4 2 1 1 1 9
Palmas 9.1 3.2 4.4 6.6 2.5 6.0 4.6 3.6 3.8 4.5 4.5 3.9 2.9 3.8 4.6 3.5 0.0
Plantas 2.5 0.0 2.2 0.9 0.8 0.9 1.9 0.9 0.5 0.0 0.0 1.4 1.7 0.7 0.6 0.6 0.0
Borde de
Bosque
Helechos 9.1 18. 14. 20. 25. 17. 16. 26. 17. 19.3 9.0 14. 14.2 21.3 20.1 27.4 21.2
1 9 7 6 2 3 3 7 2
Rastrojos 0.8 0.0 0.8 0.0 0.0 2.6 2.8 0.0 1.0 4.5 0.5 0.0 0.8 1.6 0.0 0.6 0.0
0
Plantas 5.8 9.8 8.1 6.6 4.2 3.0 10. 4.1 5.2 5.1 4.0 1.4 2.0 2.3 0.5 3.0 4.2
Pioneras 3
Graminea 3.3 4.9 4.4 6.6 15. 9.5 7.0 4.5 8.1 6.8 12. 8.3 6.1 8.4 3.4 4.7 0.0
s 7 4
Cultígenos 0.8 0.0 0.0 0.0 2.5 2.1 0.0 1.3 1.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0
Musgos 0.8 0.0 3 0.0 0.0 2.1 0.9 0.4 0.4 1.1 2.2 0.5 0.4 1.5 1.7 2.3 0.0
Hongos 11. 9.8 5.1 2 0.0 5.5 6.0 7.8 9.5 3.4 4.5 11. 6.9 9.9 6.3 4.8 4.2
6 2
Esporas 3.3 0.0 2.9 0.9 3.3 2.1 1.4 1.8 1.9 2.8 0.5 0.5 3.2 1.5 0.6 1.8 0.0
indet.
Indetermin 5 8.2 3.7 0.0 0.0 1.7 0.4 0.0 0.9 2.8 0.0 1.5 0.0 0.0 0.0 1.8 0.0
ados
Suma 360 183 405 318 242 233 214 220 210 352 354 204 246 262 174 168 141
Polen

Tabla 2 Variación porcentual de los grupos ecológicos del perfil bioestratigráfico el Jazmín

121
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Interacciones Sociedad-Ambiente a Distintas Escalas Socio-Temporales

122
2.3. Cazadores-Recolectores y Horticultores del Holoceno
Temprano y Medio en la Cuenca Baja del Porce

Gustavo Santos Vecino


Centro de Investigaciones de la Facultad de Ciencias Sociales y Humanas
Universidad de Antioquia
gsantos@epm.net.co

Resumen

En un estudio arqueológico reciente realizado en la cuenca baja del río Porce, al nordeste del
Departamento de Antioquia (noroeste de Colombia), en un ambiente de bosques húmedos tropicales de
montaña, se hallaron dos yacimientos con ocupaciones del Holoceno Temprano y Medio. Estas ocupaciones
están representadas principalmente por abundantes herramientas de piedra para el procesamiento de alimentos
vegetales. La asociación directa y estratigráfica de estas herramientas con microrestos de plantas silvestres y
domesticadas sugiere el desarrollo de una horticultura durante estos períodos, por pequeños grupos que
implementaron una movilidad logística para establecer sus cultivos y explotar extensos territorios.

Palabras claves: Holoceno, horticultura temprana, registro microbotánico.

Abstract

In a recent archaeological study made in the low basin of the Porce river, to the northeast of the
Department of Antioquia (the northwest of Colombia), in an environment of tropical humid mountain forests, were
found two deposits with occupations of the Early and the Middle Holoceno. These occupations are represented
mainly by abundant stone tools for the vegetal food processing. The direct and stratigraphic association of these
tools with microbotanical remains of wild and domesticated plants suggests the development of horticulture
during these periods, by small groups that implemented a mobility of logistic units to establish their cultivation
and to exploit extensive territories.

Key words: Holocene, early agriculture, microbotanical record.


37
Introducción Holoceno Medio, que fueron fechadas entre 4.170 ±
40 y 3.300 ± 40 AP.
En el estudio “Prospección, Rescate y Monitoreo
Arqueológico de las Obras de Infraestructura del La región comprendida por la cuenca baja
Proyecto Hidroeléctrico Porce III” (EEPPM-Otero de del río Porce, que llamaremos Porce III, es un valle
Santos y Santos 2006), realizado en la cuenca baja en forma de V, que se abre entre los 350 y 1.800
del río Porce, al nordeste del Departamento de msnm (Figura 1 y 2). Las laderas están sujetas a
Antioquia, se hallaron dos yacimientos en los que fuertes procesos erosivos como cárcavas, erosión
se presentan, tanto restos de ocupaciones laminar, deslizamientos o movimientos en masa y
precerámicas del Holoceno Temprano, que fueron desprendimientos de roca (EEPPM 2002a y 2002b).
fechadas entre 7.730 ± 170 y 6.890 ± 40 AP, como La pluviosidad es de 1.900 a 2.500 mm anuales,
restos de ocupaciones alfareras tempranas del con un régimen unimodal (con un período de mayor
precipitación entre los meses de Abril a Diciembre);
37
Esta ponencia es una síntesis de los resultados alcanzados en la humedad es relativamente alta, entre 80 y 90 %,
el estudio “Prospección, Rescate y Monitoreo Arqueológico de y la temperatura varía entre 19 y 24º C. La
las Obras de Infraestructura del Proyecto Hidroeléctrico Porce vegetación actual es de Bosque Húmedo Tropical
III”, en lo concerniente a las ocupaciones del Holoceno
Temprano y Medio. Este Proyecto fue realizado por el Centro de
(bh-T) en la franja cálida, y de Bosque Muy
Investigaciones de la Facultad de Ciencias Sociales (CISH) de la Húmedo Premontano (bmh-PM) en la franja
Universidad de Antioquia para las Empresas Públicas de templada.
Medellín (EE PP M).

123
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Ecología Histórica
Interacciones Sociedad-Ambiente a Distintas Escalas Socio-Temporales

desde el octavo milenio AP. Las características y la


Los yacimientos se localizan en la margen distribución de los depósitos arqueológicos indican
occidental del río, en el sector conocido como una movilidad logística para la explotación de
Primavera (Municipio de Anorí), sobre depósitos de extensos territorios, que debió facilitar el desarrollo
vertiente en laderas de pendientes escarpadas, en de la horticultura.
el umbral del piso cálido al templado, y al lado de
una pequeña quebrada (Figura 2). El yacimiento
Primavera I (yacimiento 40) tiene un área de 276
2
m , se encuentra a una altura de 1.180 msnm, y a
una distancia aproximada de 2 Km del río. El
yacimiento Primavera II (yacimiento 52) tiene un
2
área de 945 m , se encuentra a una altura de 920
msnm, y a una distancia aproximada de 1 Km del
río. La distancia entre los dos yacimientos es de
aproximadamente 1 Km.

Figura 2. Localización de los yacimientos tempranos de Porce II.


Figura 1. Cañón del río Porce
En la cuenca media del mismo río, en el
Ambos depósitos arqueológicos se área de influencia del proyecto hidroeléctrico Porce
caracterizan por estar constituidos por varios II, se habían registrado otros tres sitios (yacimientos
estratos antrópicos, formados por sucesivas 021, 045 y 107) con adecuaciones de piedra y
adecuaciones de piedra acarreada de afloramientos herramientas similares, también asociadas a
rocosos de los alrededores (fragmentos angulares ocupaciones del Holoceno Temprano y Medio
de una formación de gneis con vetas de cuarzo) (Castillo et al. 2000). En esa región, que
(Figura 3). Los estratos presentan suelos oscuros, y llamaremos Porce II, se obtuvieron 11 fechas de los
en ellos se encuentran numerosas herramientas, estratos antrópicos correspondientes a las
principalmente utensilios de molienda y hachas ocupaciones precerámicas, que se encuentran
talladas, y abundantes desechos de talla. En los entre 7.240±80 y 5.670±70 AP, y que muestran que
estratos correspondientes al Holoceno Medio se las ocupaciones precerámicas de Porce II y Porce
encuentran además fragmentos de cerámica III son contemporáneas, aunque en Porce II
38
Cancana . Los análisis químicos de estos suelos perduran 1.200 años más. También se obtuvieron
muestran una clara alteración de su 12 fechas de las ocupaciones alfareras tempranas,
comportamiento natural por actividades antrópicas, que se encuentran entre 5.000 ± 70 y 3.010 ± 50
debido a la adición de grandes cantidades de AP, y que muestran también ocupaciones
materiales orgánicos ricos en componentes contemporáneas en Porce II y Porce III, aunque en
fosfóricos. El análisis de las herramientas de piedra Porce II son 750 años más tempranas. Otros sitios
muestra que la mayoría de ellas se emplearon en el con adecuaciones de piedra o con herramientas
procesamiento de alimentos vegetales, y su talladas similares se han hallado en el Valle de
asociación directa y estratigráfica con microrestos Aburrá o cuenca alta del río Porce (donde toma el
39
vegetales sugiere el desarrollo de una horticultura nombre de río Medellín) (GAIA 2002, Nieto 2003,
38
Acevedo 2003, Santos 2006) y en la altiplanicie de
Este conjunto o estilo fue definido para designar la cerámica Rionegro (Botero y Salazar 1998). La distribución
temprana hallada en el área de influencia del proyecto Porce II
(Castillo et al. 2000).
de todos estos sitios muestra que, durante el
39
Entendida como cultivos en pequeña escala o en huertas Holoceno Temprano y Medio, los grupos
caseras, tanto de plantas silvestres como domesticadas (Piperno horticultores identificados en Porce III se
and Pearsall 1997).

124
dispersaron a lo largo de toda la cuenca montañosa Valle Medio del Magdalena, el cual se encuentra a
del río Porce, aproximadamente 115 Km en línea una distancia de aproximadamente 65 Km en línea
recta, y que se extendieron también por las partes recta.
altas de la Cordillera Central en Antioquia.
Ocupaciones del Holoceno Temprano (8.000-
6.850 AP): Cazadores-Recolectores y
Horticultores

Los estratos correspondientes al Holoceno


Temprano fueron fechados en 7.190 ± 40, 7.110 ±
40 y 6.890 ± 40 AP en Primavera I, y en 7.730 ±
170 AP en Primavera II (Tabla1). En estos estratos
se hallaron numerosas herramientas de piedra
modificadas por uso, que debieron ser empleadas
en la molienda y trituración de alimentos vegetales,
como cantos con bordes desgastados, yunques,
machacadores, manos de moler y placas de moler
o molinos planos (Tabla 2). Para estas
Figura 3. Estratos formados por adecuaciones de piedra. herramientas se aprovecharon cantos de materiales
Yacimiento Primavera II. locales obtenidos en el río, principalmente gabros, y
en menor proporción dioritas, esquistos y gneises.
En Porce III, en el sector de Primavera, se También se hallaron numerosas hachas talladas
hallaron además evidencias de ocupaciones de (291 enteras y 377 partidas o recicladas),
finales del Pleistoceno, fechadas en 10260±50 AP elaboradas a partir de cantos de gabros y dioritas, y
(edad calibrada 12.360-11.860 AP y 10.410-9.900 algunos artefactos tallados en cuarzo, así como
a.C.), las cuales, aunque son muy escasas y no son abundantes desechos de la talla de estas
el propósito de este artículo, son importantes de herramientas (Tabla 3). El material recuperado
2
mencionar porque suponen estrategias proviene de excavaciones (10 m en Primavera I y
2
tecnológicas y de movilidad muy distintas a las que 41m en Primavera II) y de la recolección durante la
se desarrollan durante el Holoceno Temprano y remoción total de los yacimientos para la
Medio. Estas evidencias corresponden a dos construcción de obras de infraestructura.
fragmentos de lascas, un fragmento de una lámina,
y un raspador en chert, hallados en el sitio de Con base en la experimentación pudo
Primavera II, en el estrato subyacente a las establecerse que las hachas talladas fueron
adecuaciones antrópicas. En otro sitio (yacimiento elaboradas mediante dos estrategias tecnológicas.
39) ubicado aproximadamente a 100 m del sitio de Una estrategia fue la talla bipolar, para partir cantos
Primavera I, durante el monitoreo a la remoción de rodados redondeados en dos mitades,
tierra con maquinaria, se halló una punta de complementada con el retoque unifacial del borde
proyectil bifacial en chert, en un estrato que periférico de una de las mitades, para lograr los
subyace a un depósito con evidencias de bordes biconvexos, y los filos rectos y uniformes
40
sociedades agrícolas . Esta punta podría característicos de las hachas, con ángulos entre 38
corresponder a la ocupación pleistocénica, si se y 76º (Figura 4). Las hachas resultantes quedan
tiene en cuenta que artefactos en chert no vuelven con una cara con cortex y otra con cicatrices
a aparecer en las secuencias de ocupaciones (Figura 5). Varias piezas elaboradas mediante esta
holocénicas. Éstas evidencias suponen incursiones estrategia (el 15,8 %) presentan además filos
durante el Pleistoceno Final de grupos cazadores- dentados y sinuosos logrados mediante lascados
recolectores con alta movilidad provenientes del bifaciales. Esta estrategia fue dominante a lo largo
de toda la secuencia de ocupaciones (precerámicas
40
Una punta de proyectil similar en chert fue hallada en el Valle y alfareras tempranas) y se manifiesta en el 86,4 %
de Aburrá. Estas puntas, conocidas como “puntas Restrepo” han de las hachas.
sido asociadas por su morfología al Pleistoceno, y se han
hallado también en otras regiones como el Golfo de Urabá,
Calima y el Valle Medio del Magdalena (Ardila y Politis 1989), lo
La otra estrategia fue la de desbastamiento
cual indica que se trata de un estilo con una dispersión amplia unifacial o bifacial de cantos rodados aplanados,
en Colombia. No obstante, debido a que todas estas puntas mediante la cual los bordes tienden a tener filos
provienen de hallazgos fortuitos, su cronología es incierta, y dentados y sinuosos (Figura 6). Las hachas
debido a la ausencia de contextos arqueológicos no es posible
establecer inferencias sobre las formas de vida de los grupos
resultantes quedan con restos de cortex en ambas
que las elaboraron, o sobre los factores que llevaron a la amplia caras (Figura 7). En algunos casos, las hachas
dispersión del estilo.

125
Universidad Tecnológica de Pereira-Sociedad Colombiana de Arqueología-Universidad del Cauca, 2008
Ecología Histórica
Interacciones Sociedad-Ambiente a Distintas Escalas Socio-Temporales

partidas fueron recicladas mediante lascados para partir materiales relativamente blandos,
41
bifaciales, a veces hasta convertirse en artefactos posiblemente tubérculos y rizomas .
discoidales dentados. Algunas hachas presentan
bordes pulidos en uno de sus extremos, logrado Además, los bordes dentados de algunas
mediante el pulimento de la cara sin cortex. Esta hachas debieron ser útiles para descortezar y rallar
estrategia complementaria parece ser una tubérculos. Esta inferencia sobre su función se
respuesta a la necesidad de reafilar los bordes, afianza en la abundancia y el descarte de las
porque que el reafilamiento mediante lascado hachas en las áreas de las adecuaciones de piedra
tiende a producir bordes agudos y de filos o sitios de vivienda y de trabajo, y en la
irregulares, y una pérdida de masa de la pieza. identificación de fitolitos de batata (Ipomea batata)
en sus bordes. Puede decirse entonces, que casi
todas las herramientas de los sitios de Primavera
(tanto las modificadas por uso como las hachas
talladas) se emplearon para procesar alimentos
vegetales (99,3 % en Primavera I y 99,2 % en
Primavera II).

Figura 4. Estrategia de talla bipolar y retoque unifacial.

Figura 6. Estrategia de desbastamiento (unifacial) de cantos


rodados.

Figura 5. Hachas talladas. Estrategia talla bipolar. Cara sin


cortex.

Las hachas talladas son similares a las


“azadas” o “hachas con cintura” registradas en
otros sitios tempranos del suroccidente del país,
aunque no presentan la cintura o las escotaduras
laterales características de esta piezas (sólo en los
estratos con cerámica Cancana aparecen hachas
con escotaduras, aunque con superficies pulidas).
Si bien, las “hachas con cintura” han sido
consideradas por su forma como azadas y se ha Figura 7. Hachas Talladas. Estrategia desbastamiento de
sugerido que debieron ser utilizadas en la remoción cantos.
de suelos (Cardale et al. 1989, 1992, Salgado 1989,
1995), no se ha presentado ninguna evidencia al 41
Las piezas son de de forma elíptica y sección biconvexa,
respecto. En cuanto a las hachas de Primavera, sus generalmente tienen todo el borde perimetral afilado (no
características morfotecnológicas, así como la presentan talón), la mayoría de ellas (el 86,2 %) pesa entre 45 y
experimentación con réplicas sobre maderas de 400 gr (con un promedio de 255 gr) y el material es de grano fino
distinta dureza y el análisis de los microdesgastes, a medio, es decir, son aprehensibles, utilizables por todos sus
lados, de tamaño y peso relativamente mediano, y de un
llevan a pensar que se trata de hachas de mano material resistente a los golpes. La utilización de réplicas
enmangadas y sin mango sobre maderas sugiere que son
adecuadas para partir maderas blandas, u otro tipo de
materiales blandos como tubérculos. Su empleo en la remoción
de suelos produce lascados y fracturas que no son comunes en
los bordes de las hachas.

126
de ambientes fluviales, aunque al lado de pequeños
Los artefactos de cuarzo se hallaron en cursos de agua, lo cual es sintomático un
muy baja proporción y están representados por aprovechamiento de suelos y plantas silvestres.
raspadores plano-convexos (Figura 8), núcleos,
lascas, cantos lascados y fragmentos de sección Por otro lado, los análisis paleobotánicos
triangular o forma irregular, algunos de ellos con permitieron identificar fitolitos de batata (Ipomea
retoques o evidencias de haber sido utilizadas en batata) y de maíz (Zea mayz) en los bordes de
actividades de corte y raspado. Tanto los hachas (Tablas 4 y 5), así como almidón de maíz
42
artefactos, como los desechos de talla, en una placa de moler . Además, se hallaron
corresponden principalmente a cuarzo de veta, granos de polen de maíz y de un fríjol silvestre
abundante en los alrededores. Los raspadores (Phaseolus trychocarpus, también Vigna longifolia y
plano-convexos, por el ángulo abierto de sus Phaseolus schottii), conocido como “cowpea” o
bordes (65º en promedio), debieron emplearse para “longleaf cowpea” (www.plants.usda.gov). Este fríjol
raspar en trabajos sobre madera, mientras que los actualmente sólo se cultiva para forraje de
fragmentos de sección triangular o forma irregular y animales, pero, por su presencia tanto en las
las lascas, con distintos ángulos, pudieron ocupaciones precerámicas como alfareras
emplearse tanto en trabajos sobre maderas como tempranas de Primavera II, es muy posible que
en el despresamiento de animales. hubiera sido consumido y cultivado.

La presencia de polen, fitolitos y almidones


de maíz, una planta domesticada, permite decir
que, además de la caza, la pesca y la recolección,
debió existir una horticultura, o cultivos en pequeña
escala, no sólo de plantas domesticadas, sino
también de plantas silvestres como la batata y el
fríjol, desde el octavo milenio AP en la región. Es
posible incluso, que se procesaran otros tubérculos
o rizomas, como el sagú (Maranta arundinacea), la
yuca (Manihot), el lerén (Calathea latifolia), el ñame
nativo (Disocorea), o la malanga (Xanthosoma), los
cuales no fueron registrados en los análisis
paleobotánicos, pero se cultivaban y consumían en
algunas regiones de Panamá, Ecuador y Colombia
Figura 8. Raspadores plano-convexos (enteros y fragmentos). desde hace 7.000-6.000 años (Piperno and Pearsall
1995).
La gran cantidad de herramientas de
molienda, corte y rallado de materiales vegetales en Gráfico 1: Desarrollo de la vegetación. Prim avera II
los sitios, así como las altas proporciones de 160
Elementos de
materia orgánica (1,4 a 4,3 %) y Fósforo (95 a 137 140
zonas húmedas
ppm) en los suelos, indican que el procesamiento 120
Arecaceae
de alimentos vegetales debió ser una actividad 100
Porcentajes

importante y cotidiana, que supone una intensa 80


Pioneras

recolección y manipulación de plantas (o manejo 60


Bosque
antrópico que debió favorecer la propagación de 40
ciertas plantas). Esto no quiere decir que no se 20 Zonas abiertas
practicara la caza y la pesca, sino que los alimentos
0
vegetales eran una parte importante de la dieta A2 A3 A4 2A 1 2A Sup 2A 2 Inf 2A 3

alimenticia. Desafortunadamente, no se 3680-3650


AP
4170 A P 7730 A P

conservaron restos óseos de la alimentación, pero Figura 8. Raspadores plano-convexos (enteros y fragmentos).
seguramente debió aprovecharse la fauna
disponible en los bosques y ríos, como lo indica la El espectro palinológico de Primavera II
presencia de numerosos restos óseos de de peces, muestra el predominio de las zonas abiertas sobre
anfibios, aves, reptiles y mamíferos en los sitios los bosques en todos los estratos excavados, es
tempranos de Porce II (Castillo et al. 2000). A
diferencia de los sitios de Porce II, que se 42
Para los análisis paleobotánicos se tomaron 9 hachas al azar.
encontraron al lado del río Porce o de quebradas En 4 de ellas se hallaron fitolitos de batata, y en 3 de ellas
mayores, los sitios de Porce III se hallaron distantes fitolitos de maíz. También se tomaron 2 placas de moler al azar,
y en 1 de ellas se hallaron almidones de maíz.

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decir, durante los últimos 8.000 años (Gráfico 1). para el procesamiento de alimentos vegetales,
Este predominio de zonas abiertas en un bosque actividad que requiere la permanencia durante un
húmedo tropical, debe estar relacionado con los tiempo considerable en un sitio. En tercer lugar, la
procesos de erosión debidos a las fuertes mayoría de las herramientas son relativamente
pendientes, los cuales producen suelos pesadas, es decir, no transportables o no
superficiales, jóvenes y poco evolucionados, y adecuadas para grupos de alta movilidad o
facilitan el desarrollo de “terrazas” o áreas con desplazamientos de todo el grupo. Por último, en
elementos propios de vegetación abierta, que ambos sitios se presentan abundantes cantidades
aparecen en todos los horizontes con variaciones de materia prima (cantos rodados del río Porce)
leves, indicando un comportamiento dinámico para la elaboración de las hachas, que indican un
natural constante. aprovisionamiento para largos períodos de
43
materiales que no siempre están disponibles .

De todas maneras, aunque no se evidencia Además, aunque no se realizó un muestreo


un impacto antrópico, la ocurrencia de zonas sistemático regional, en la prospección del corredor
abiertas o claros en los bosques debió haber de una vía y de algunas áreas afectadas por la
favorecido el crecimiento de tubérculos obras en la margen occidental del río Porce, entre
aprovechables y la preparación de terrenos para el las localidades de Puente Acacias y La Manguita,
cultivo de plantas, y en consecuencia la en total 1.318 hectáreas, se hallaron sólo los dos
intervención humana desde las primeras yacimientos mencionados con adecuaciones
ocupaciones debió estimular el desarrollo y la antrópicas en el sector de Primavera, y en la
concentración de plantas comestibles tanto para prospección de 430 hectáreas en la margen oriental
humanos como para animales, dando lugar a del río Porce, en el sector de La Manguita, se halló
ambientes propicios para la continuidad de las sólo un yacimiento (yacimiento 100) con
ocupaciones a lo largo del Holoceno Temprano y adecuaciones de piedra, que se encuentra a 7,5
Medio, a pesar de la dinámica de los procesos Km de los sitios de Primavera (este yacimiento esta
erosivos. siendo estudiado en otro proyecto arqueológico
correspondiente a las obras principales de Porce
En Porce II, en un período representado III).
por cuatro fechas (Fase III), que se encuentran
entre 6.480 ± 70 y 5.670 ± 70 AP, el cual se Igualmente en la cuenca media del Porce
diferencia por un incremento notable de los (Porce II), en la prospección de un área de 1.119
materiales culturales, se halló polen de maíz (Zea hectáreas, a lado y lado del río, entre las
mayz) y yuca (Manihot) (Castillo et al. 2000). Este localidades de Guacabé y Puente Acacias, se
período corresponde a ocupaciones precerámicas hallaron sólo dos yacimientos con ocupaciones
tardías o del Holoceno Medio no registradas en la precerámicas (yacimientos 021 y 045) (Castillo et
secuencia de Porce III, y estaría indicando una al. 2000), los cuales se encuentran
continuidad de la horticultura iniciada desde el aproximadamente a 38 Km de distancia de los sitios
octavo milenio AP. de Primavera. Lo anterior indica una muy baja
densidad de sitios en extensas áreas durante miles
Con respecto a la relación entre la de años, que es significativa de una organización
organización tecnológica, movilidad, y horticultura, social basada en pequeños grupos, asentados en
varios elementos indican que los yacimientos con conjuntos de dos o tres campamentos-base, a partir
adecuaciones antrópicas de Porce II y Porce III de los cuales explotaban grandes territorios. Dentro
corresponden a campamentos de larga duración, del modelo de movilidad de forrajeros-recolectores
que debieron facilitar la manipulación y el cultivo de o de movilidad residencial-movilidad logística, esta
plantas (preparación de los terrenos y la siembra). situación correspondería a una movilidad logística,
En primer lugar, el volumen de las adecuaciones de es decir a la permanencia de todo el grupo en
2
piedra (60 a 394 Kg/m en los estratos campamentos, a partir de los cuales algunos de sus
precerámicos, que tienen entre 10 y 20 cm de miembros se desplazaban para explotar ciertos
espesor), las altas proporciones de materia recursos.
orgánica y Fósforo, y las grandes cantidades de
herramientas sugieren que estos sitios fueron Aunque no es posible definir por ahora la
ocupados durante largos períodos de tiempo. duración de los campamentos-base, en el sentido

En segundo lugar, la mayoría de las 43


Los cantos rodados de gabros y dioritas se encuentran en las
herramientas corresponden a un equipo adecuado playas del río Porce, las cuales sólo se forman durante las
estaciones o períodos secos.

128
de si eran permanentes o si eran reocupados En cuanto a los campamentos logísticos, o
durante largas temporadas anualmente, la sitios de vivienda esporádicos para la explotación
homogeneidad de los recursos y la ausencia de una de recursos específicos, se identificaron varios
estacionalidad climática marcada en las cuencas yacimientos en la región, que deben corresponder a
media y baja del Porce, permiten decir que los este tipo de sitios. En estos sitios no se hallaron las
campamentos no debieron mudarse en una ronda adecuaciones de piedra, sino algunos artefactos
estacional anual, y que pudieron mantenerse diagnósticos como hachas talladas y desechos de
durante varios años. No obstante, es posible que talla bipolar. Estos sitios corresponden a varios
los campamentos se mudaran de vez en cuando yacimientos que se encuentran en el sector de El
dentro de su territorio, por factores como la Limón (yacimientos 27, 28, 35 y 57) a una distancia
búsqueda de recursos en áreas no depredadas, la aproximada de 7,5 Km de lo que serían los
búsqueda de suelos para los campos de cultivo, o campamentos-base de Primavera, y a un
la necesidad de mantener un dominio territorial o un yacimiento que se encuentra en el sector de
control al acceso a los recursos. Primavera (yacimiento 06B) (Forero 2004) a una
distancia aproximada de 3,6 Km de los mismos
De otro lado, aunque la similitud de las campamentos-base. También en el sector de La
herramientas de piedra de Porce II y III muestra que Manguita, se halló otro yacimiento de este tipo
los grupos tempranos que habitaron estas regiones (yacimiento 89) a una distancia de 1,9 Km de lo que
estaban relacionados culturalmente, las diferencias sería el campamento-base de este sector. La
en las estrategias o estilos tecnológicos de las distancia de esos sitios es entonces de 1,9 a 7,5
44
hachas talladas indican que los grupos de Porce II Km de los campamentos-base, y constituye un
y III se diferenciaban entre sí, es decir, que no se estimativo de las distancias de los movimientos
trataba de un mismo grupo o grupos que se logísticos y del tamaño de un área básica de
47
desplazaban entre las cuencas media y baja del captación de recursos . Herramientas indicadoras
Porce, sino de distintos grupos que debieron de estos movimientos logísticos serían los
45
mantener una interacción social . Puede estimarse raspadores plano-convexos de cuarzo. Estas
entonces, que cada conjunto de grupos tenía un herramientas elaboradas mediante una estrategia
territorio de aproximadamente 40 Km a lo largo de de "larga vida útil”, son herramientas reafilables y
la cuenca del Porce, aunque pudieron desplazarse de poco peso (45 gr. en promedio), es decir, fueron
también hacia las inmediaciones de las altiplanicies diseñados para ser duraderas y transportables, y su
de la Cordillera Central, por encima de los 1.500 posible utilización en la elaboración y reparación de
msnm. La distancia entre los conjuntos de sitios de artefactos de madera para la caza y la pesca, las
Porce II y Porce III es significativa también de una convierte en herramientas necesarias en los
organización social basada en pequeños grupos o desplazamientos a otros lugares. Su baja
conjuntos de grupos circunscritos a amplios frecuencia en los campamentos-base corroboraría
territorios para evitar la competencia por los que se trata de herramientas diseñadas para ser
recursos. En este sentido, la presencia de un transportadas en los desplazamientos logísticos.
cementerio en uno de los sitios tempranos de Porce
II, fechados entre 7.040 ± 60 y 5.670 ± 70 AP Otros sitios con hachas talladas similares a
(Castillo et al. 2000), es indicativa de un desarrollo las de Porce II y III han sido halladas en dos en el
de la territorialidad articulada a un proceso de Valle de Aburrá (o cuenca alta del Porce), a unos
46
complejización social . 60 Km en línea recta de Porce II, y en la altiplanicie
de Rionegro. En el Valle de Aburrá, en el sitio de La
Blanquita, fechado en 7.720 ± 50 AP (GAIA 2002),
44
En Porce III la estrategia tecnológica de la talla bipolar y el se hallaron adecuaciones de piedra y un conjunto
desbastamiento unifacial del borde es dominante, en un 94,5 % de herramientas asociado a la preparación de
de los artefactos tallados, mientras que en Porce II es dominante alimentos vegetales, como cantos con bordes
la estrategia de desbastamiento de cantos. Otra diferencia se
presenta en el pulimento de los bordes de las hachas, porque en
desgastados, maceradores, percutores, y una placa
Porce II la mayoría de las hachas tienen bordes pulidos, de moler. También en el sitio de La Morena, no
mientras que en Porce III el pulimento se presenta sólo en el 15 excavado hasta el momento, se hallaron manos y
% de los bordes de las hachas. placas de moler, aunque no se presentan
45
En este sentido, se ha señalado que las escogencias técnicas
que la gente hace son centrales en la significación de la acción
adecuaciones de piedra (Otero de Santos 2007).
social y a menudo están relacionadas con la identidad y la Igualmente, en la altiplanicie de Rionegro, en la
diferenciación social, a pesar de su apariencia arbitraria, y que
estos “estilos tecnológicos” abiertamente públicos buscan
47
distanciar un grupo de sus vecinos (Dobres y Hoffman 1994). Aquí es necesario anotar que todas estas distancias fueron
46
Aunque no excavó todo el cementerio, las variaciones en las medidas en línea recta sobre un mapa, y que debido a la
formas de los entierros sugieren diferencias de sexo, edad y topografía abrupta de la región estas distancias son realmente
estatus social (Castillo et al. 2000). más largas.

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población del Carmen de Viboral, a unos 30 Km del los mismos sitios y la continuidad de las
Valle de Aburrá, se halló un sitio con adecuaciones adecuaciones en piedra, así como la persistencia
de piedra, hachas, manos de moler y de las tecnologías de talla y de las herramientas de
machacadores, fechado entre 6.660 ± 100 y 4.510 molienda muestran que se trata de un desarrollo
± 80 AP (Botero y Salazar 1998). La distribución de cultural que se inicia desde el Holoceno Temprano,
estos sitios muestra que los grupos horticultores de aunque hay un lapso de más de 2.500 años entre
las cuencas media y baja del Porce se extendieron las ocupaciones precerámicas y las alfareras
también por la cuenca alta, es decir, por toda la tempranas. Este lapso estaría representado en
cuenca montañosa del río, aproximadamente 115 Porce II por la Fase III del período Precerámico
Km en línea recta, y también por las partes altas de (6.500-5.000 AP).
la Cordillera Central en Antioquia (por encima de
los 2.000 msnm). Sin embargo, a pesar de que se trata de un
desarrollo cultural que tiene sus raíces en las
En un contexto más amplio, los raspadores ocupaciones precerámicas, se observan cambios
plano-convexos de la cuenca del Porce son notorios en el volumen y las áreas de la
similares a los del Valle Medio del Magdalena, los adecuaciones de piedra, así como en las
cuales están asociados a grupos precerámicos del frecuencias de los materiales culturales, las cuales
Holoceno Temprano y Medio, y fueron elaborados tienden en general a aumentar (Gráficos 2 y 3), y se
principalmente en chert, y ocasionalmente en observa un cambio marcado en la organización
cuarzo. Esto estaría indicando una adopción de tecnológica debido a la introducción de nuevas
estrategias tecnológicas similares, muy tecnologías, representadas por la alfarería y por las
posiblemente como resultado de la interacción hachas pulidas, con y sin escotaduras, elaboradas
entre los grupos de estas dos regiones. Sin en gabros y esquistos (Figura 9). La baja
embargo, las hachas talladas de Porce no se proporción de estas hachas (sólo se hallaron 11 en
encuentran en el Magdalena Medio, donde son los dos sitios de Primavera) y el trabajo invertido
comunes otras herramientas, como los “choppers” y que suponen, especialmente dos de ellas con una
las puntas de proyectil, lo cual muestra diferencias forma muy estandarizada y con superficies bien
marcadas en las principales estrategias acabadas, lleva a pensar que debieron ser objetos
tecnológicas. Estas diferencias tecnológicas, que de prestigio u objetos ceremoniales. La cerámica
no pueden reducirse solamente a diferencias en las temprana es abundante en Primavera II (3.376
materias primas o en los recursos locales, estarían fragmentos) y se aprecia un incremento progresivo
representando entonces distintas organizaciones de la misma a lo largo de las ocupaciones. Por el
tecnológicas, que suponen formas de organización contrario en Primavera I, la cerámica temprana es
social y cosmologías distintas, y que debieron jugar muy escasa (sólo 28 fragmentos), aunque se
un papel clave en la delimitación y defensa de presenta un incremento de las hachas talladas y del
territorios. En consecuencia, la movilidad de estos área de las adecuaciones de piedra desde el final
grupos tempranos de Porce debió depender de una de las ocupaciones precerámicas, lo cual indica que
compleja interacción social tanto con grupos afines puede tratarse de un sitio de trabajo, posiblemente
como con grupos distintos culturalmente. del grupo que habitaba Primavera II. Esto sería
sintomático de una diferenciación y jerarquización
Ocupaciones del Holoceno Medio (4.250-3.250 de sitios de vivienda y sitios de trabajo.
AP): Cazadores-Recolectores, Horticultores y
Alfareros Tempranos

Durante el Holoceno Medio se presentan


en los sitios Primavera I y II nuevas adecuaciones
de piedra con suelos oscuros ricos en materia
orgánica y fósforo, asociadas a ocupaciones de
grupos que ya habían incorporado la alfarería. Esta
corresponde a la cerámica Cancana, que se Figura 9. Hachas pulidas con escotaduras.
desarrolla en la cuenca media del Porce durante el
quinto y cuarto milenio AP (Castillo et al. 2000). Los La cerámica Cancana se caracteriza por
estratos correspondientes a las adecuaciones de vasijas de formas sencillas (cuencos, vasijas
piedra de estos grupos alfareros tempranos fueron globulares y subglobulares, y platos), generalmente
fechados en 3.300 ± 70 AP en el sitio Primavera I, y sin decoración, que sugieren que la alfarería debió
en 4.170 ± 40, 3.680 ± 40 y 3.650 ± 40 AP en el tener una función básicamente utilitaria, es decir,
sitio de Primavera II (Tabla 1). La reocupación de que fue elaborada para cocinar y servir alimentos,

130
aunque las vasijas decoradas pudieron tener una hacia el estrato 2A2. Sin embargo, en este período,
connotación social. El análisis de la cerámica del que coincide con el inicio de las ocupaciones
sitio Primavera II muestra que la mayoría de los alfareras tempranas, se mantiene el volumen de la
cuencos eran relativamente pequeños, con piedra incorporada, y aumentan las cantidades de
diámetros de la boca entre 6 y 20 cm, lo cual material tallado (de gabros y dioritas) y de las
sugiere que debieron emplearse para servir herramientas de molienda, lo cual indica, que, a
alimentos, pero es considerable la proporción de pesar de este cambio climático, aumentó la
vasijas con bocas abiertas o muy abiertas, con intensidad de la ocupación.
diámetros entre 20 y 41 cm, que debieron
emplearse en la cocción de alimentos. Además, El incremento de la frecuencia de hachas
varios cuencos (6,9 % de ellos) presentan señales talladas y de las herramientas de molienda, y del
de haber sido empleados en fogones, como volumen y del área de las adecuaciones de piedra,
ahumados y costras carbonizadas. También se así como la introducción de la cerámica, y el
observa un incremento de las pastas con acabados incremento progresivo de la cerámica y de las
burdos y de las vasijas con bocas abiertas en la vasijas adecuadas para la cocción de alimentos,
secuencia de ocupaciones de este sitio, lo cual indican entonces un aumento del volumen de
indica que los cuencos se emplearon cada vez más alimentos procesados y en consecuencia un
en la cocción de alimentos. aumento de población que debió estar asociado a
un afianzamiento de la horticultura. De otro lado, la
La forma predominante, los cuencos alfarería y las hachas pulidas tienen generalmente
sencillos, muestra una similitud con los “tecomates” una alta connotación social y política, si se tiene en
de la alfarería temprana de la costa Caribe, la cual cuenta el trabajo invertido en su elaboración y su
se presenta entre 6.000 y 3.000 años AP (Reichel- papel como medios de expresión de afinidades
Dolmatoff 1986, Raymond et al. 1994), aunque la culturales, concepciones cosmológicas y
cerámica Cancana presenta característica propias diferenciación social o prestigio, de manera que el
en la pasta y decoración que indican un desarrollo aparecimiento de estas nuevas tecnologías debió
regional de la alfarería. La cerámica Cancana ha estar relacionado con un desarrollo de la
sido hallada también en el Valle de Aburrá, complejización social y política, la cual se expresa
asociada a hachas talladas, en el sitio de también en la diferenciación y jerarquización de
Casablanca fechado en 2.550 ± 40 AP (Nieto et al. sitios.
2003), y en los sitios de El Ranchito y El Escobero
sin una cronología definida (Acevedo 2003, Santos En los sitios tempranos de Porce II se
2006), lo cual señala una amplia dispersión de este presentan también ocupaciones de grupos alfareros
estilo a lo largo de toda la cuenca del Porce. tempranos asociadas a adecuaciones de piedra,
representadas por herramientas similares a las de
Las evidencias paleobotánicas (Tablas 4 y las ocupaciones precerámicas (Castillo et al. 2000).
5) revelan la presencia de fitolitos de batata y maíz En esa región, para las ocupaciones alfareras
en hachas talladas, y de almidón de maíz en tres tempranas (período Cerámico) se obtuvieron 12
48
manos y en una placa de moler . Asimismo, se fechas ubicadas entre 5.000 ± 70 y 3.010 ± 50 AP.
halló polen de fríjol (Phaseolus trychocarpus). Estas Sin embargo, ocho de ellas se concentran entre
evidencias paleobotánicas muestran una 4.420 ± 70 y 3.910 ± 50 AP, mostrando una
persistencia de los mismos cultígenos desarrollados cronología que se correlaciona con la de las
desde las ocupaciones precerámicas, lo cual ocupaciones alfareras tempranas de Porce III.
constituye un argumento a favor del afianzamiento Puede asumirse entonces, que las ocupaciones
49
de la horticultura . En el espectro palinológico de alfareras tempranas de Porce II y de Porce III
Primavera II (Gráfico 1), la disminución notoria de fueron también contemporáneas.
los porcentajes de elementos de zonas húmedas en
el estrato 2A2 inferior (fechado en 4.170 ± 40 AP) Las formas de las vasijas de Porce II y
puede estar relacionada con una disminución de la Porce III son similares. Sin embargo, además de las
humedad del suelo y del ambiente. Los análisis diferencias en los estilos tecnológicos de las
mineralógicos muestran también un período seco herramientas talladas, se presentan también
diferencias en la tecnología cerámica. Así, mientras
48
En las muestras al azar de 11 hachas de las ocupaciones que en Porce II no se observan diferencias en las
alfareras tempranas se hallaron fitolitos de batata en 6 de ellas, y pastas, en Porce III (en Primavera II) se presenta
fitolitos de maíz en 4 de ellas. En las muestras de 4 manos de una variedad de pastas, desde pastas delgadas con
moler y de 4 placas se halló almidón de maíz en 3 manos y en 2
placas.
superficies bien acabadas hasta pastas gruesas
49
En Porce II se registró la presencia de polen de yuca entre con superficies burdas, lo cual estaría indicando
4.200 y 3.500 AP (Castillo et al. 2000).

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diferencias culturales, que debieron jugar un papel a lo largo de un proceso de 5.000 años, debieron
importante en la competencia por los recursos y en repercutir en el surgimiento, a partir del tercer
51
la identidad e interacción social. En Porce II se milenio AP, de la agricultura , el establecimiento de
presenta también un incremento notorio y la vida aldeana y sedentaria, y el desarrollo de
52
progresivo de la cerámica en uno de los sitios complejas organizaciones sociales y políticas .
(yacimiento 107), en el que se hallaron más de
90.000 fragmentos (Castillo et al. 2000), lo cual No obstante, estos resultados obtenidos en
supone un aumento considerable de población. los estudios de Porce III sólo son relevantes si se
examinan en contextos más amplios. En este
En cuanto a la movilidad, en la cuenca baja sentido, puede decirse que los resultados de Porce
del Porce parecen mantenerse los campamentos- III concuerdan con los desarrollos logrados en el
base, a pesar de la diferencia y jerarquización de norte de Suramérica (incluyendo Panamá) durante
sitios. Sin embargo, la ausencia de sitios que el Holoceno Temprano y Medio, relacionados con el
pudieran corresponder a campamentos logísticos aprovechamiento y la manipulación de recursos
podría indicar una mayor restricción a la movilidad, vegetales, con la horticultura iniciada
o simplemente que la cerámica no se transportaba supuestamente desde hace aproximadamente
en los desplazamientos logísticos. En el sector de 9.000 años en ambientes de bosques tropicales
Plan de Pérez se halló otro sitio (yacimiento 12) con cálidos y templados, y con la alfarería desarrollada
abundante cerámica Cancana pero sin las desde el sexto milenio AP. En ecuador, por
características adecuaciones de piedra y sin el ejemplo, en el sitio de Las Vegas, en la costa
componente precerámico (este yacimiento esta ecuatoriana, se presentan ocupaciones entre 9.800
53
siendo estudiado también en el proyecto y 6.600 AP con cantos con bordes desgastados y
arqueológico correspondiente a las obras molinos, asociados a fitolitos de maíz fechados
principales de Porce III). Este sitio debe entre 7.170 y 5.780 AP, de Cucurbita sp. (zapallo)
corresponder a otro campamento-base, y podría fechados entre 9.740 y 7.170 AP, de Calathea
estar indicando un aumento de la densidad de sitios allouia (lerén) fechados en 9.080 AP, y de
y de la densidad de población en Porce III durante Lagenaria siceraria (calabaza o “calabaza de
las ocupaciones alfareras tempranas. Igualmente botella”) fechados en 7.960 AP, lo cual indica el
en Porce II, en el sitio con abundante cerámica cultivo y domesticación de ciertas semillas y
(yacimiento 107) se presenta sólo el componente tubérculos, lo cual permite establecer que la gente
alfarero temprano, lo cual sería también un de la “cultura Las Vegas” eran horticultores
indicador de un aumento de población con respecto (Stothert 1985, 1988, Piperno y Pearsall 1998).
a las ocupaciones anteriores. Hacia 5.500 AP, la gente de la cultura Valdivia
(subsiguiente a la cultura Las Vegas) introdujo la
Consideraciones Finales
51
Los estudios arqueológicos y la información Entendida como cultivos intensivos a gran escala, con
paleobotánica muestran que en la cuenca media y predominio de plantas domesticadas (Piperno y Pearsall 1998).
52
Estas manifestaciones están representadas en Porce III por
baja del Porce, en un ambiente de bosques numerosos sitios, fechados entre los siglos II AC y XVI d.C.,
húmedos tropicales de montaña, los grupos que correspondientes a aldeas con viviendas dispersas de
habitaron estas regiones entre 8.000 y 5.000 AP sociedades agrícolas representadas por los estrilos Ferrería,
practicaron, además de la caza y la recolección, Marrón Inciso y Picardía. Los cuales se distribuyen ampliamente
por varias regiones de Antioquia. En estos sitios se encuentran
una horticultura basada en cultivos de maíz, conjuntos de herramientas como hachas pulidas, cinceles,
50
tubérculos, y posiblemente fríjol . Las cantos con bordes desgastados, machacadores, manos de
características, el contenido y la distribución de los moler, y placas y metates, asociados a macrorestos botánicos
yacimientos arqueológicos muestran que debió de maíz (Zea mayz), fríjol (Phaseolus vulgaris), habichuelas
(Canavalia ensiformes y C. plagiosperma) y aguacate (Persea
existir una organización social basada en conjuntos americana), y a micorestos de plantas como maíz (Zea mayz),
de pequeños grupos, que a partir de campamentos- Amaranthus, yuca (Manihot brachiloba), mafafa (Monstera sp),
base explotaban grandes territorios. Es razonable Araceae, entre ellas chontaduro (Bactris gasipaes), ahuyama
pensar que este tipo de movilidad debió facilitar la (Cucúrbita maxima) y chirimoya (Annona cherimolia) (EE PP M -
Otero de Santos y Santos 2006).
manipulación y el cultivo de plantas, y que el 53
Los “cantos con bordes desgastados” (edge ground cobbles)
afianzamiento de la horticultura y el desarrollo de la son las más típicas herramientas de piedra para procesar
organización social, logrado en la cuenca del Porce plantas que se encuentran en los sitios de los trópicos húmedos
durante el Holoceno Temprano y Medio, y la experimentación
sugiere que se utilizaron principalmente para machacar
50
El término cazadores-recolectores es por tanto problemático tubérculos, lo cual es apoyado por la asociación de estos
para definir los grupos del Holoceno Temprano y Medio de Porce utensilios con granos de almidones en el sitio de de San Isidro
III. Sin embargo, lo hemos empleado en un sentido convencional (altiplanicie de Popayán) y en otros sitios de Panamá (Piperno y
agregando el término de horticultores. Pearsall 1998).

132
cerámica, practicó una agricultura de multicultivos y 1991, 1995); y en varios sitios del Cauca Medio,
estableció las primeras aldeas agrícolas como El Jazmín, fechado en 9.020 ± 60 y 7.599 ±
sedentarias, asociadas a indicadores de 90 AP, Guayabito, fechado en 7.990 ± 100 AP, y
complejidad social y de construcciones Campoalegre, fechado 7.600±90 AP (Aceituno
ceremoniales (Stothert 1985, 1988, Piperno y 2003). Todos estos sitios tienen en común, además
Pearsall 1998). de artefactos tallados unifaciales, azadas o hachas
con cintura, y herramientas de molienda, como
Igualmente en Panamá, en el Pacífico cantos con evidencias de uso o cantos con bordes
Central, en el abrigo Carabalí se hallaron utensilios desgastados y molinos o bases para moler, y en
asociados a molienda de alimentos vegetales, algunos casos machacadores y yunques, es decir
como piedras planas y cantos con bordes las mismas herramientas halladas en los sitios de
desgastados, empleados sobre bases de rocas con Porce II y III .
superficies planas o ligeramente cóncavas, en
capas fechadas entre 8.000 y 7.000 AP; la La presencia de estas herramientas para el
asociación de estos utensilios a evidencia procesamiento de alimentos vegetales en todos
paleobotánica ha llevado a plantear el desarrollo de estos sitios de bosques tropicales durante el
una “horticultura” temprana en Panamá, desde Holoceno Temprano en Colombia, estaría indicando
hace unos 8.600 años (Ranere y Cooke 1995). entonces la adopción de un equipo básico de
Además, en los abrigos de Los Santanas, Corona y herramientas asociado a una horticultora bien
Carabalí, y en los sitios costeros Aguadulce y Los desarrollada para esa época, como lo corrobora la
54
Vampiros, con una cronología relativa de 11.000 a escasa información paleobotánica , a pesar de la
7.000 AP, se hallaron agrupamientos de artefactos variedad de recursos regionales. Incluso, en las
que indican que para esta época se presentaban ya ocupaciones del Holoceno Temprano en la
grupos de asentamientos organizados en pequeñas altiplanicie de Bogotá, en los sitios de Tequendama
aldeas (Piperno y Pearsall 1998). La evidencia (9.500-6.000 AP), Sueva (10.090-6.350 AP),
paleobotánica está representada por fitolitos de Nemocón (9.000-6.000 AP), y Checua (8.500-5.025
Maranta arundinacea (arrowroot o sagú) AP (Correal y van der Hammen 1977, Correal 1979,
procedentes de la Cueva de los Vampiros, donde Groot 1992), aunque los restos óseos animales
fueron fechados en 8.600 AP, y procedentes de muestran una continuidad de la caza de la fauna
estratos anteriores a 7.000 AP, en los sitios de explotada desde el Pleistoceno, se encuentran
Corona, Carabalí y Aguadulce, en éste último sitio cantos rodados, cantos con desgaste por uso y
asociados con fitolitos de lerén, calabaza y golpeadores a lo largo de las secuencias de
Cucurbita (Piperno y Pearsall 1998). Estas ocupaciones, que han sido asociados en términos
evidencias sugieren que en panamá se generales a actividades de recolección (Correal y
desarrollaron sistemas hortícolas en pequeña van der Hammen 1977, Correal 1979) y más
escala desde antes del 7.000 AP (Piperno y específicamente a actividades de procesamiento de
Pearsall 1998). semillas y tubérculos (Groot 1992).

En Colombia el Holoceno Temprano está Este desarrollo de la manipulación de


representado por varios sitios que se encuentran, plantas y de la horticultura en Colombia desde
tanto en regiones con ambientes de bosques comienzos del Holoceno no es nada extraordinario
tropicales de montaña y de tierras bajas, como en si se tiene en cuenta que en Suramérica, desde
la altiplanicie de Bogotá donde se presenta un
ambiente de bosque andino. En las regiones de 54
En el sitio de San Isidro, además de más de 4.000
bosques tropicales se han registrado varios sitios macrorestos carbonizados correspondientes a semillas de
como San Isidro en el altiplano de Popayán palmas (entre ellas Erytrina edulis conocida como chachafruto),
(Gnecco 2000), fechado entre 10.050 y 9.530 AP; de calabaza (Lagenaria sp.) y de aguacate (Persea americana),
se identificaron en cantos con bordes desgastados almidones de
Peña Roja en el curso medio del río Caquetá, en la tubérculos de Maranta cf. arundinacea (sagú), cf. Xanthosoma
selva amazónica, fechado entre 9.250 y 9.125 AP (género con especies comestibles como malanga o yautía), y de
(Cavelier et al. 1995); Sauzalito y El Recreo en el Ipomea (batata) o Manihot (yuca), que suponen incipientes
Alto Calima, en la Cordillera Occidental, fechados cultivos de tubérculos (Piperno y Pearsall 1998; Gnecco 2000).
En el sitio de Peña Roja se hallaron también semillas de palmas
entre 9.670 y 9.300 AP, y entre 8.750 y 7.830 AP de ocho especies, y se identificaron fitolitos de Cucurbita, lerén
respectivamente (Cardale et al. 1989, 1992); El (Calathea allouia) y calabaza, lo cual sugiere que las plantas
Pital, en el Medio Calima, fechado en 7.310 AP cultivadas fueron introducidas en el sitio posteriormente a su
(Salgado 1989, 1995); El Prodigio, en la vertiente ocupación, aproximadamente hacia 8.100 AP, y que plantas
domesticadas como Cucúrbita y lerén, originalmente cultivadas
oriental de la cordillera Central, en el municipio de en áreas más secas, se dispersaron hacia el bosque lluvioso del
Chaparral, fechado entre 7.370 AP (Rodríguez Amazonas por la misma época (Cavelier et. al. 1995; Piperno y
Pearsall 1998).

133
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Ecología Histórica
Interacciones Sociedad-Ambiente a Distintas Escalas Socio-Temporales

finales del Pleistoceno, la explotación generalizada surgimiento y desarrollo de la alfarería desde hace
de los recursos vegetales y animales disponibles en aproximadamente 6.000 años (aunque existen
diversos ambientes regionales y locales, así como fechas asociadas a cerámica que se remontan al
56
la consecuente reducción de movilidad, permitieron octavo milenio AP) , y el desarrollo de la
el inicio de procesos económicos y sociales que agricultura y la vida aldeana hacia el final de este
constituyeron el punto de partida para los período, entre hace aproximadamente 3.000 a
desarrollos que, durante el Holoceno Temprano y 2.000 AP. En este sentido, se ha planteado con
Medio, llevaron a la horticultura y al establecimiento base en el registro en el registro paleoecológico,
de complejas formas de organización social que desde hace 7.000 años se desarrolló una
(Dillehay 2003). Esto ha sido dicho también de otra producción de alimentos a gran escala,
manera cuando se ha señalado que, especialmente caracterizada por sustanciales áreas o campos de
en el norte de Suramérica, el Pleistoceno final y el cultivo alejados de las viviendas, que implicaron la
Holoceno Temprano se caracterizan por una gran extensión de terrenos cultivados en los bosques, o
estabilidad cultural derivada de la diversidad de el aumento de la tala de árboles para permitir la luz
estrategias adaptativas para la explotación de del sol necesaria para las semillas y tubérculos,
medioambientes distintos (Ardila y Politis 1989). mediante lo que se conoce como agricultura de
“tala y quema” (“slash-and-burn”), lo cual implicó
Los cambios más importantes que se que las poblaciones involucradas en estos sistemas
presentan en el Holoceno Temprano en hortícolas mudaran sus residencias para la
Suramérica, y que pueden considerarse como preparación de campos de cultivo (“shift cultivation”)
derivados de los procesos iniciados en el (Piperno y Pearsall 1998). Sin embargo, sólo hasta
Pleistoceno Final, son la aparición de nuevas el comienzo de la era cristiana, época en la que ya
tecnologías, entre ellas las orientadas al se cultivaban ya la mayoría de las especies
procesamiento de alimentos vegetales, una mayor conocidas más tarde por los primeros europeos,
densidad de población, y el surgimiento de amplias estos métodos de cultivo se expandieron asociados
redes de intercambio, de la diferenciación social en gran parte a poblaciones que vivían en aldeas
compleja, de la territorialidad derivada de la nucleadas sedentarias dando lugar a la agricultura
competencia por el control y el acceso a los (Piperno y Pearsall 1998).
hábitats favorables, y en algunos casos de la
horticultura (Dillehay 2003). Dentro de estos No sobra decir, que aunque se cuenta con
cambios, la aparición de implementos de molienda información importante que permite establecer un
acompañando los artefactos tallados ha sido panorama de las formas de vida y de los
considerada como la indicación de un cambio desarrollos logrados durante el Holoceno Temprano
significativo en las dietas humanas que llevó a un y Medio el norte de Suramérica y en Colombia, esta
mayor aprovechamiento de plantas silvestres o a un información es todavía muy exigua. Por esto, se
énfasis de la recolección sobre la caza. Sin espera que los resultados alcanzados en los
embargo, la molienda de alimentos vegetales, estudios de Porce III, en relación con las
práctica que marcaría la diferencia en Norteamérica ocupaciones tempranas, sean un aporte a la
del Paleoindio o cazadores de grandes mamíferos comprensión de los procesos económicos y
55
con el Arcaico o recolectores generalizados, pudo sociales que ocurrieron durante esas épocas en el
iniciarse en Suramérica desde el Pleistoceno como continente suramericano.
lo estaría indicando el caso de Monte Verde, donde
aparecen ya desde hace 12.500 años instrumentos
de molienda (Ardila y Politis 1989, Bryan 1999,
Gnecco 2000, Dillehay 2003).

Durante el Holoceno Medio en el norte de


Suramérica se mantienen las mismas herramientas 56
En cuanto a la alfarería temprana, el norte de Sudamérica,
de molienda, lo cual es indicativo del afianzamiento además la de la costa Caribe, se han registrado cerámica con
de los cambios logrados durante el Holoceno fechas muy tempranas en varias regiones, como la cerámica
Monagrillo de Panamá, fechada entre 5.000 y 3.000 años AP, la
Temprano, especialmente de la horticultura, y se cerámica Valdivia en Ecuador, fechada entre 5.500 y 3.500 años
presentan nuevos cambios con grandes AP, y la cerámica de lo sitios de Cueva Pintada y Taperinha en
implicaciones económicas y sociales, como el el Amazonas, con fechas entre 8.000 y 7.000 años AP
(Rooselvelt et al. 1991; Piperno y Pearsall 1998), lo cual sugiere
que la alfarería puede ser tan antigua como a horticultura. Si
55
De acuerdo con Bryan (1999), debido a la variedad de bien, no es posible establecer una correlación entre alfarería y
recursos aprovechados por los grupos tempranos de Suramérica horticultura, las vasijas de cerámica debieron facilitar la cocción
los términos “Paleoindio” y “Arcaico”, así como la secuencia que de alimentos vegetales, y la difusión de la alfarería debió facilitar
de ellos se deriva, resultan inaplicables en este continente. la dispersión de algunas plantas (Piperno y Pearsall 1998).

134
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Sitio Estrato Código de la Material Edad Asociación Edad calibrada


muestra convencional cultural
Primavera II 2A3 Beta-205296 carbón 7.730±170 AP Precerámico 9.010-8.180 AP
7.060-6.230 AC
Primavera I A5 Beta-105282 carbón 7.190±40 AP Precerámico 8.040-7.940 AP
6.090-5.990 AC
Primavera I A4 Beta-205283 carbón 7.110±40 AP Precerámico 7.980-7.840 AP
6.030-5.890 AC
Primavera I A3 Beta-205284 carbón 6.890±40 AP Precerámico 7.790-7.660 AP
Inferior 5.840-5.710 AC
Primavera II 2A2 Beta-205294 carbón 4.170±40 AP Alfarero 4.840-4.560 AP
Inferior Temprano 2.890-2.600 AC
(Cancana)
Primavera II 2A1 Beta-208247 carbón 3.680±40 AP Alfarero 4.140-4.120 AP
Temprano 4.100-3.900 AP
(Cancana) 2.190-2.170 AC
2.150-1.940 AC
Primavera II 2A1 Beta-205297 carbón 3.650±40 APAlfarero 4.090-3.860 AP
Temprano 2.140-1.910 AC
(Cancana)
Primavera I A3 Beta-205285 sedimentos 3.300±70 AP Alfarero 3.690-3.380 AP
Superior Temprano 1.740-1.420 AC
(Cancana)
Tabla 1. Cronología de las ocupaciones del Holoceno Temprano y Medio en el sector de Primavera.

Yacimiento Asociación cultural Cantos con Yunques Machacadores Manos Placas Total
bordes de de
desgastados moler moler
Primavera I Precerámico 1 1 5 4 11
Cancana 1 2 1 5 1 10
sin asociación 5 12 11 19 8 55
Total 7 15 12 29 13 76
Primavera II Precerámico 1 3 2 1 7
Cancana 9 13 1 4 9 36
sin asociación 10 12 4 8 16 50
Total 20 25 8 14 26 93
Total 27 40 20 43 39 169
Tabla 2. Frecuencia y distribución de las herramientas de molienda en Primavera I y II.

136
Yacimiento Asociación cultural Gabros y dioritas Cuarzo Total

Raspadores

Fragmentos
retocados o
Desechos

Desechos
convexos

utilizados
rodados
talladas
Hachas

de talla

de talla
Cantos

Plano-
Primavera I Precerámico 19 31 37 1 39 127
Cancana 24 140 60 2 24 250
sin asociación 98 82 149 1 1 18 349
Total 141 253 246 2 3 81 726
Primavera II Precerámico 36 276 116 3 5 91 527
Cancana 236 2.098 317 2 9 363 3.025
sin asociación 255 799 135 5 2 54 1.250
Total 527 3.173 568 10 16 508 4.802
Total 668 3.426 814 12 19 589 5.528
Tabla 3. Frecuencia y distribución de las herramientas talladas en Primavera I y II.

MAÍZ BATATA
Almidón Fitolitos Polen Fitolitos
(presencia y (presencia y (No. De (presencia y
Horizontes y cronología herramienta) herramienta) granos) herramienta)
A1
Reciente
A2
Agroalfarero y Cancana X
1.060 ± 60 AP (hacha) 8
A3 Superior X
Cancana 3.300 ± 70 AP (mano)
A3 Inferior XX XXX
Precerámico 6.890 ± 40 AP (hachas) (hachas)
A4
Precerámico 7.110 ± 40 AP
A5
Precerámico 7.190 ± 40 AP
Recolección X
monitoreo (machacador)
Tabla 4. Distribución de microrestos de plantas comestibles. Primavera I.

MAÍZ BATATA FRÍJOL


Almidón Fitolitos Polen Fitolitos Polen
Horizontes (presencia y (presencia y (No. De (presencia y (No. de
Y cronología herramienta) herramienta) granos) herramienta) granos)
A1-A4
Postocupación 6 12
2A1
Apogeo Cancana
3.650 ± 40-3.680 ± 40 AP
2A2 Sup
Incremento XX XX XXXX
Cancana (mano y placa) (hachas) (hachas) 6
2A2 Inf
Inicio Cancana X XX XX
4.170 ± 40 AP (mano) (hachas) (hachas)
2A3
Precerámico X X X
7.730 ± 170 AP (placa) (hacha) 2 (hacha) 7
Tabla 5. Distribución de microrestos de plantas comestibles. Primavera II.

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Gráfico 2: Distribución estratigráfica de los materiales


arqueológicos . Primavera I (cortes I y II, y sondeos).
0 10 20 30 40 50 60

A2 - Agroalfarero-
Cancana 1060AP

A3 SUP - Cancana
3690 AP

A3 INF -
Precerámico 7660
AP

A4 - Precerámico
7840 AP

A5 - Precerámico
7940 AP

Hachas talladas Desechos gabro-dioritas/4


Cantos gabro-dioritas Tallados cuarzo
Herramientas molienda Piedras (Gneis) Kg/15
Cerámica Cancana

Gráfico 3: Distribución e stratigráfica de los mate riale s


arque ológicos. Primav e ra II (corte s I y II, y sonde os).
0 50 100 150 200 250 300 350

2A1 - Auge Cancana


3680-3650 AP

2A2 SUP -
Increm ento Cancana

2A2 INF - Inicio


Cancana 4170 AP

2A3 - Precerám ico


7730 AP

Hachas talladas Desechos gabro-dioritas/4


Cantos gabro-dioritas Tallados cuarzo
Herramientas molienda Piedras (gneis) Kg/15
Cerámica Cancana/7

138
2.4. Ocupaciones Tempranas en el Valle de Aburrá
Sitio La Blanquita

Silvia Helena Botero A.


Antropóloga Universidad de Antioquia.
silviabotero@gmail.com

Resumen

El sitio arqueológico La Blanquita contiene evidencias de gran interés en la reconstrucción del contexto natural y
cultural de los primeros pequeños grupos que se movilizaban por el Valle de Aburrá. Dichas evidencias han
permitido identificar un primer momento de ocupación humana, caracterizado por una tecnología lítica que
remite a la explotación generalizada de los recursos, y un segundo momento de ocupación, que registra la
introducción de la alfarería y muy probablemente, la adopción de la agricultura.

Palabras claves: primeros pobladores, tecnología lítica, introducción de alfarería, Antioquia (Colombia).

Abstract

The archaeological site of La Blanquita contains evidence of considerable interest in reconstructing the
natural and cultural context of the first small human groups that inhabited the Aburrá Valley, Department of
Antioquia. This evidence has allowed the identification of an initial occupation, characterized by a lithic
technology that indicates a generalized exploitation of resources, and a later occupation, notable for the
introduction of ceramics and, quite probably, the adoption of agriculture.

Key words: early occupation, lithic technology, early ceramics, agriculture, Antioquia (Colombia).

57
Introducción humanos que iniciaban el proceso de poblamiento
de estas tierras.
En el Valle de Aburrá, a partir del reporte
de dos puntas de proyectil bifaciales asociadas con Los resultados de las investigaciones
la presencia de grupos de cazadores-recolectores, realizadas, en los últimos años, sobre los grupos
se ha postulado que, aproximadamente hace unos tempranos que se asentaron en Antioquia
10.000 años se inicio un proceso de poblamiento empiezan aportan valiosa información al panorama
por parte de estos grupos, sin embargo estas general de los primeros hombres que allí se
evidencias descontextualizadas no han sido asentaron. El sitio arqueológico La Blanquita
suficientes para definir tal ocupación. En el contiene evidencias de gran interés en la
noroccidente de Sur América durante el Holoceno reconstrucción del contexto natural y cultural de los
Temprano el registro arqueológico muestra una primeros pequeños grupos que se movilizaban por
marcada inclinación hacia la explotación de el Valle de Aburrá. Dichas evidencias han permitido
recursos vegetales por parte de los grupos identificar un primer momento de ocupación
humana, caracterizado por una tecnología lítica que
remite a la explotación generalizada de los
57
Este artículo retoma los postulados de la Ponencia presentada
recursos, y un segundo momento de ocupación,
al II Congreso de Arqueología en Colombia, Universidad del que registra la introducción de la alfarería y muy
Tolima, Ibagué Mayo de 2002. Se realizó con la colaboración de probablemente, la adopción de la agricultura.
la antropóloga Luz Elena Martínez G. y el geólogo Carlos
Eduardo Parra V.

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Interacciones Sociedad-Ambiente a Distintas Escalas Socio-Temporales

58
Descripción General del Sitio
La capa de ceniza volcánica antigua, cerca
y en la zona de excavación arqueológica, presentó,
El sitio arqueológico La Blanquita se
hacia el techo, mezclamiento mecánico con
localiza en el departamento de Antioquia
saprolito, lo que hace presumir que pudo ser
jurisdicción del municipio de Medellín, vereda
intervenida antrópicamente antes de la depositación
Manzanillo. Esta ubicado sobre la margen izquierda
de la ceniza volcánica reciente, ya que esta última
del río Medellín - Porce, en su parte alta, la cual se
es de caída directa y recubre la primera. En la
compone de una serie de colinas escalonadas que
excavación se pudo identificar entre el techo de la
avanzan hacia el occidente hasta llegar a la
ceniza antigua y la base de la reciente un área de
divisoria de aguas que lo separa del complejo
adecuación antrópica compuesta por rocas
sistema de vertientes que drenan hacia el cañón del
lateríticas y liditas con un alto grado de
río Cauca.
meteorización. En uno de los perfiles del sitio
arqueológico fue identificado un manto de este tipo
Se encuentra entre las cotas 2.020 y 2.030 de rocas.
msnm, en la divisoria de aguas de las quebradas
Altavista y Guayabala, las cuales discurren en Se presume, entonces, que antes de la
sentido Occidente – Oriente y desembocan en el río depositación de la ceniza volcánica reciente, allí
Medellín hacia la cota 1.540 msnm estuvieron asentados unos pobladores que dejaron
aproximadamente. artefactos hacia el techo y modificaron levemente
las condiciones naturales de la capa en superficie,
Los rasgos geomorfológicos predominantes mezclándolas con el saprolito. Hacia la base de la
en la zona son: Escarpes en las parte altas, con capa de ceniza volcánica reciente, en el perfil LB-01
pendientes mayores del 100 %; Silletas Laterales, (perfil alterado), se recuperó una muestra de carbón
asociadas con la falla San Jerónimo; Colinas cuya datación por radiocarbono arrojó una edad de
Saprolíticas, localizadas hacia la parte media de la 7.720 ± 50 años antes del presente, lo cual se
vertiente occidental del valle y Depósitos aluviales y ubicaría dentro del Holoceno Temprano y se
de vertientes que recubren el sector. interpretaría como la época de transición entre el
final de las emisiones volcánicas de fuente cercana
Específicamente el sitio de La Blanquita se y el inicio de la actividad efusiva en fuentes lejanas,
localiza sobre una cima estrecha, ondulada, lo cual coincidió con el asentamiento de unos
modelada en saprolito del stock de Altavista y pobladores cuya industria lítica estaba en
recubierta por dos capas de ceniza volcánica que desarrollo.
suavizan el paisaje; una inferior antigua con alto
contenido de magnetita, de textura franco arcillosa
La ceniza volcánica reciente aparece
a arcillosa, y otra superior y más joven de textura
intacta y/o algo retrabajada por procesos de erosión
franco arcillo arenosa a franco arenosa (Figura 1).
superficial, es de textura Franco Arenosa y sobre
ella ha actuado una pedogénesis relacionada con la
melanización del horizonte que ha alcanzado a
formar un horizonte úmbrico. En esta capa se
encontraron tanto fragmentos cerámicos del estilo
Ferrería como artefactos líticos.

Como se expresó anteriormente, el


basamento en la zona de estudio está compuesto
por rocas pertenecientes al stock de Altavista, el
cual es un cuerpo petrográficamente muy diferente
de las rocas del batolito Antioqueño y sus plutones
asociados. Este stock se encuentra compuesto
básicamente por dos facies petrográficas, una
Figura 1. Sitio Arqueológico la Blanquita. El circulo muestra el félsica con granitos, granodioritas, monzonitas
área de excavación cuarzosas y monzodioritas, donde el mineral
caracterizante es la biotita; y otra facies básica
(autolítica), con dioritas, microdioritas y
58
Este trabajo de investigación fue realizado durante los años microdioritas porfídicas, donde el mineral
1999 y 2001, desde la corporación Gaia, Medellín, con fondos de
Corantioquia y el Fondo Mixto, Promoción Cultura y Artes en
caracterizante es el anfíbol.
Antioquia.

140
ZONA PERFIL
En el sector de interés afloran rocas de la HORIZONTE
facies básica, compuestas por dioritas, de color IA
blanco grisáceo, textura in-equigranular, de grano
fino, posee como minerales principales el
feldespato y la hornblenda, como mineral IB
secundario la biotita y como mineral accesorio el I Suelo
cuarzo. Es de anotar que el cuerpo rocoso de la Residual
zona de estudio es cruzado por venas de cuarzo
lechoso, hasta de 15 cm de espesor mayor y
longitudes de 2 a 3 metros y por diques de andesita IC
porfídica hasta de 20- 30 cm de ancho. (Saprolito)
IIA
La diorita en la zona de estudio aflora (Transición
básicamente en estado meteorizado (saprolito), la saprolito a
cual se torna de colores rojizos hasta pardo roca
amarillento oscuro. El saprolito aunque conserva la II Roca meteorizada)
textura de la roca original y hereda las estructuras, Meteorizada
IIB
su consistencia en húmedo es firme, la textura es
(Roca
arcillosa y los minerales originales se encuentran
parcialmente
totalmente alterados, donde los feldespatos pasan
meteorizada)
a caolín y los minerales oscuros se encuentran
decolorados y convertidos, por efectos de la III Roca III
meteorización en óxidos e hidróxidos de hierro y Sana (Roca)
manganeso. Esta capa es explotada en la Figura 2. La Blanquita. Perfil de meteorización típico
actualidad para la fabricación de tejas y ladrillos y
se presume que en tiempos antiguos, para la
fabricación de vajillas y artículos de barro, los
grupos agroalfareros también la explotaron.

Sobre el saprolito afloran los depósitos de


cenizas volcánicas (Figuras 2 y 3). Básicamente se
diferenciaron dos eventos de caídas de cenizas, el
primero y más antiguo (1C), consiste en una capa
de 20 a 40 cm de espesor, más o menos continúa
en la cima de la colina, con algún efecto de
retrabajamiento por fenómenos de erosión
superficial hacia el costado occidental de la zona y
una característica de mezclamiento mecánico con
saprolito a consecuencia de actividades antrópicas,
como se mencionó anteriormente. La otra capa de
Figura 3. La Blanquita. Excavación, perfil extremo Noreste
ceniza volcánica (1B), la más joven, recubre la cima
de la colina, es continua, posee un espesor 59
Los análisis sedimentológicos y químicos
promedio de 25 cm; en general, está afectada por
del sitio arqueológico se realizaron sobre los
retrabajamiento asociado a procesos de erosión
perfiles LB-01 perfil alterado típico y LB-04 perfil
superficial que hacen redondear los cuarzos
natural típico, dichos perfiles se encuentran dentro
bipiramidales. Básicamente, esta capa se diferencia
de una misma posición geomorfológica (cima de
de la anterior por el bajo o casi nulo contenido de
colina) y a una distancia aproximada de 50 metros.
magnetita, la presencia de vidrio volcánico pardo y
Estos análisis mostraron como el material parental
pumítico y la presencia de circones en trazas. Los
en ambos perfiles está relacionado con las dos
límites entre las capas de cenizas volcánicas son
capas de ceniza volcánica antes mencionada. La
claros y definidos por cambios granulométricos y de
primera, la más antigua (1C) posee un alto
color.
contenido de magnetita con respecto a la segunda,

59
Análisis realizados por el Geólogo Msc en Suelos, Carlos
Parra y los laboratorios de la Universidad Nacional Sede
Medellín.

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lo que hace presumir, que la capa antigua esté capa de ceniza volcánica reciente y en la capa de
ligada con una fuente volcánica muy cercana y la ceniza volcánica antigua.
capa joven, cuya apariencia y composición se
determina como de caída directa, corresponda con Ya que el material parental es similar y los
otra emisión volcánica, tal vez de fuente más valores de pHs son muy idénticos, es posible
60
lejana . pensar que en el perfil alterado ese aumento se
deba a adiciones biológicas pasadas, por arrojo y
La ceniza volcánica antigua en el perfil acumulación de heces de animales y/o humanos
alterado típico, según los análisis mineralógicos, asentados en épocas pretéritas, los cuales dejaron
presenta mezclamiento con saprolito dada la su impronta como un aumento en el contenido de
presencia de algo de cuarzo normal, algunos fósforo y materia orgánica.
feldespatos, piroxenos y anfíboles. Este
mezclamiento se puede explicar bien sea por la El Medio Ambiente
actividad antrópica antigua o por fenómenos de
erosión superficial o ambos. Es de anotar que hacia
De acuerdo a los patrones fitogeográficos y
el techo de la capa antigua y en la base de la
a las características previamente establecidas, el
reciente, se encontró las evidencias de material
lítico que se relacionan con el asentamiento pre- lugar pudo pertenece a la franja de bosque andino,
cerámico en el sitio. parte baja conformada por el bosque subandino. En
la actualidad este tipo de bosques se extiende
desde los 1.000 a 2.400 m de altitud por las faldas
Analizando en conjunto y en profundidad el de las cordilleras y de sistemas independientes. La
comportamiento de algunas propiedades químicas temperatura media va desde 23°C a 16°C. Las
sobre los horizontes desarrollados en las capas de precipitaciones se calculan entre 4.000 y 1.000 mm
cenizas volcánicas, entre los Perfiles Típicos anuales, regularmente distribuidas a lo largo de
Natural y Alterado, se observa que el valor de pH todo el año. La fisionomía de estos bosques es
no contrasta mucho y se mueve dentro del rango de semejante a la selva inferior pero contiene menor
muy fuertemente ácido y fuertemente ácido. número de especies con raíces estribos, menor
Además, en el horizonte superior, desarrollado cantidad de lianas y de epífitas leñosas. En el
sobre la ceniza volcánica reciente, los demás sotobosque los helechos arborecentes y las palmas
valores como porcentaje de materia orgánica, son muy comunes, en las vertientes
capacidad de intercambio catiónico y concentración atmosféricamente con menor humedad. La
de fósforo es muy similar. vegetación dominante puede estar constituida por
Robledales (Quercus humboldtti) que pueden
Por el contrario los horizontes Bw1 (Ceniza asociarse con Juglandaceas, Hedyosmum y
reciente), 2Bw2 y 2Bw3 (ceniza antigua) presentan Weinmannia; en las vertientes húmedas pueden
un comportamiento diferenciado en ambos perfiles: dominar selvas con especies de Hedyosmum y
La capacidad de intercambio catiónico poseen igual ciertas especies de Rubiaceae. Es común encontrar
comportamiento en profundidad, aunque con géneros como Acalypha, Alchornea, Cecropia,
valores más altos en el perfil natural. El porcentaje Hyeronima, Ficus, Croton, Turpinia, Billia,
de materia orgánica desarrolla un perfil parabólico Malpighiaceae entre otros.
en las dos calicatas (LB-01, LB-04), presentando un 61
contenido mayor en el Perfil Alterado, casi el doble Dentro del análisis palinológico se
de lo presente en el Perfil Natural. encontró que la vegetación puede corresponder de
cierta manera a la descripción del bosque
El contenido de fósforo en el Perfil Natural subandino. Desafortunadamente la cantidad de
va disminuyendo progresivamente con la polen que contenía cada una de las láminas no es
profundidad, pasando de la superficie de un valor representativa como para poder realizar una buena
de 3 ppm a 1 ppm en el horizonte 2Bw3, entre 51 y reconstrucción de la vegetación y clima del sitio de
66 cm de profundidad. Este comportamiento estudio. De acuerdo a los patrones fitogeográficos y
contrasta con el que se observa en el Perfil a las características previamente establecidas, el
Alterado, donde es más irregular y presenta un lugar donde se ubica el sitio arqueológico la
contenido mayor, casi duplicando el valor del perfil Blanquita pudo pertenece a la franja de bosque
natura, este aumento se observa a la base de la
60 61
Se presume que la capa antigua pueda corresponder con la Las nuestras de una columna de polen del sitio la Blanquita
actividad volcánica cercana antigua y la reciente con emisiones fueron preparadas y analizadas en el laboratorio de la Fundación
desde el Ruíz. ERIGAIE, Bogotá – Colombia.

142
andino, parte baja conformada por el bosque lugar, sin embargo también se trasladaron a zonas
subandino. o regiones cercanas para conseguir algunas
materias primas. Para la elaboración de la cerámica
Es importante resaltar en el análisis fueron empleadas arcillas propias del StocK de
realizado en el sitio La Blanquita la presencia de Altavista, el contenido mineralógico de la matriz de
ciertos elementos que fueron abundantes como las los fragmentos cerámicos concuerda las
umbelíferas (umbelliferae) dentro de los elementos descripciones de los análisis realizados al saprolito
de bosque subandino; este taxa puede estar de Altavista.
formando parte tanto del sotobosque como de
lugares abiertos o de transición; también se La materia prima utilizada por la ocupación
hallaron elementos que indican zonas abiertas pre-cerámica, se relaciona principalmente con
representados principalmente por Labiatae, rocas aflorantes en las vertientes y depósitos
Poaceae y Asteraceae. aluviales que se localizan en los alrededores del
sitio arqueológico, a excepción de algunas
Se resaltar la frecuencia de fragmentos de herramientas cuya fuente está localizada por fuera
carbón encontrados en las láminas, principalmente de las cuencas de la quebradas La Guayabala y
en entre los 15-16 cm y 24-26 cm lo que puede Altavista, las cuales constituyen los drenajes
estar indicando quemas en el área, y la presencia o principales de la zona de estudio.
intervención antrópica sobre el área.
El material recolectado en el sitio
En cuanto a la vegetación indicadora de arqueológico correspondió con fragmentos de roca
humedad como son los peteridófitos, briofitos y sin meteorizar, roca alterada, cantos y gravas. El
algunos hongos, se encontró que hay mucha material alterado hace parte del perfil de
diversidad en cuanto a taxas pero su riqueza es meteorización del stock diorítico de Altavista,
muy pobre, siendo esto, en determinado momento cuerpo litológico que aflora en las cuencas de las
importante pues para que exista la presencia de quebradas Altavista y La Guayabala. El material
estos elementos se debe contar con una vegetación rocoso compuesto por gravas y cantos (tamaños
de bosque que permita la acumulación de humedad entre 20 y 800 mm), poco meteorizados, con
en determinado lugar. Se encontró que las esporas bordes redondeados y formas equidimensionales a
de hongos fueron las más sobresalientes, lo que elongados afloran en el fondo del valle de la
puede indicar altos niveles de humedad y la quebrada Altavista, conformando las terrazas y la
presencia de algún relicto de bosque que produjera llanura de inundación. En la quebrada La
gran cantidad de materia orgánica en Guayabala estos materiales son muy escasos y
descomposición. sólo se encuentran bloques de tamaños métricos,
ya que esta cuenca se configura más como de tipo
Descripción de los Materiales torrencial, en contraste con la de la Altavista que
tiene un desarrollo geomorfológico más fluvial. Por
tanto, se presume que, aunque ambas quebradas
Los materiales culturales recuperados en la drenan terrenos modelados en rocas del stock
excavación realizada en el sitio La Blanquita lo diorítico de Altavista, las fuentes de materiales para
componen fragmentos de cerámica e instrumentos los instrumentos líticos con huellas de uso
62
líticos ; los análisis de estos materiales dentro del provengan de sedimentos que afloran en la llanura
contexto de la excavación permitieron definir para o en las terrazas de la quebrada Altavista.
este sitio dos momentos de ocupación, la primera
corresponde a grupos precerámicos y la segunda Un bajo porcentaje de las muestras líticas
sociedades alfareras portadoras de cerámica del obtenidas en la excavación arqueológica provienen
estilo Ferrería. de fuentes diferentes a las identificadas en el área
de interés. Dichos materiales pueden proceder de
La cadena operatoria escogida por los rocas metamórficas del Grupo Ayurá Montebello y
grupos que se asentaron en el sitio la Blanquita se de rocas ígneas y sedimentarias de la Formación
inició con la consecución de la materia prima y la Quebradagrande. Dado el carácter principal de
escogencia que hace el grupo de las diferentes presentación de los instrumentos líticos
posibilidades de éstas, en este caso se observó correspondientes con material foráneo, o sea
que emplearon para la fabricación de los cantos y gravas por fuera de la cuencas de las
instrumentos líticos las rocas disponibles en el quebradas Guayabala y Altavista, es factible que
éstos fueran recolectados en la cuenca de la
62
El estudio del material litico fue realizado por la arqueóloga quebrada Doña María, la cual es de tipo aluvio
Maria Pinto y el cerámico por la antropóloga Silvia H. Botero.

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torrencial, presenta depósitos aluviales y de cerámico Ferrería. Mediante el análisis del color de
derrubio y drena terrenos modelados tanto en rocas la pasta y del tratamiento de la superficie, se
del stock diorítico de Altavista como en rocas del identificaron tres grupos cerámicos, los cuales
Grupo Ayurá Montebello y de la Formación coinciden con los descritos en el sitio arqueológico
Quebradagrande. La cuenca de Doña María se El Cacique ubicado margen derecha de la cuenca
localiza al sur y occidente del sector de La de la quebrada La Guayabala, al frente del sitio La
Blanquita a unos 3 o 4 Km de distancia. Blanquita. En el sitio El Cacique se reportaron tres
fechados para este material que corresponde a
Otra posibilidad pudo ser que hubieran 1.920 ± 60 AP (Beta 129212), 1.940 ± 50 AP (Beta
recolectado el material foráneo directamente del 129214) y 2.010 ± 70 AP (Beta 129213) (Martínez y
lecho del río Medellín, para lo cual era necesario Botero 1999), posición cronológica que podría
descender hacia la parte plana del territorio, donde asumirse para el sitio la Blanquita.
además era factible complementar la dieta con
peces del río. Vale la pena resaltar que el río
Medellín se encuentra a unos 8-9 Km de distancia
de sitio.

El instrumental lítico de La Blanquita, se


compone de elementos tallados y no tallados, los
primeros se obtuvieron mediante la percusión
directa. Para ello se siguieron varias etapas en la
cadena operatoria: En la primera de ellas se
obtuvieron mediante el tallado de los núcleos,
productos de talla y desechos de talla. Los
productos de talla los convirtieron en instrumentos
para cortar, raspar o perforar, adaptándoles uno o
más bordes de uso. Numerosos productos de la
talla, aunque no sufrieron un acondicionamiento de
los bordes por medio de los retoques, fueron
utilizados para realizar dichas actividades. En otro Figura 4. La Blanquita Azada con escotadura
procedimiento tomaron los núcleos y les retocaron
uno o varios bordes para utilizarlos como
raspadores o como raederas. Por último, algunos Conclusiones y Correlaciones
bloques o cantos rodados fueron lascados en uno u
varios de sus lados para crear un borde de uso Los estudios realizados en el sitio La
para raspar o raer (Figuras 4 a 10, Tabla 1). Blanquita permitieron establecer dos momentos de
ocupación temprana en el Valle de Aburrá. El
Los objetos no tallados fueron obtenidos primero corresponde a un asentamiento
mediante el picado o la abrasión de las materias precerámico y el segundo a un asiento temprano de
primas y en algunos casos mediante el pulido. grupos alfareros portadores de la cerámica
Ferrería, quedando por aclarar la secuencialidad de
Según esta descripción los materiales estas ocupaciones.
líticos estudiados en el sitio La Blanquita se pueden
clasificar en: artefactos elaborados por percusión Desde hace unos 8.000 años, pequeños
simple, principalmente en dioritas, pórfidos y grupos de cazadores y recolectores se asentaron
cuarzo, aunque hay algunos pocos en otros en el Valle de Aburrá en sitios estratégicos,
materiales, artefactos modificados por uso como los instalando campamentos semi-permanentes en las
maceradores, el percutor y la placa de moler partes altas; esta primera ocupación fechada en
elaborados en su mayoría en dioritas; artefactos 7.720 ± 50 AP (Beta 162328) muestra como estos
sobre bloques con superficies desgastadas como hombres aprovecharon los diferentes recursos que
los cantos rodados con superficies desgastadas en el bosque subandino les ofrecía realizando
dioritas, pórfidos y basaltos, y las azadas que actividades relacionadas con la recolección de
corresponden a artefactos pulidos en dioritas. vegetales, la caza y muy probablemente la pesca;
desarrollando lo que en la literatura arqueología se
De otro lado, a partir del análisis realizado a ha denominado como una economía de apropiación
los fragmentos cerámicos, de la segunda ocupación generalizada.
del sitio, se identificó su pertenencia al estilo

144
Los análisis lito-pedoestratigráficos menor proporción se presentan herramientas para
realizados en el sitio La Blanquita confirman un macerar y golpear. En los primeros niveles de la
asentamiento temprano de grupos cazadores capa de ceniza más reciente se hallaron
recolectores para el holoceno temprano en una fragmentos de cerámica asociados a artefactos
época de transición entre el final de las emisiones líticos (Ibid 2000).
volcánicas de fuente cercana y el inicio de la
actividad efusiva en fuentes lejanas.
La información que reporta el sitio
Casablanca tiene una gran similitud al sitio
Estos grupos elaboraron instrumentos
arqueológico La Blanquita, juntos están reportando
líticos sobre materias primas cercanas al lugar del
evidencias del proceso de ocupación que desde el
asentamiento; el mayor número de artefactos
Holoceno Temprano se presentaba en el
encontrados están elaborados en dioritas, pórfidos
suroccidente del Valle de Aburrá.
y cuarzo principalmente, en menor proporción se
encuentran artefactos en basalto, chert y areniscas,
De otro lado evidencias sobre ocupaciones
entre otras.
del Holoceno Temprano y medio en el
departamento de Antioquia han sido reportadas en
El conjunto lítico de estos primeros
el municipio del Carmen de Viboral, Sitio El Pedrero
pobladores del Valle de Aburrá esta compuesto por
y, en sitios ubicados en los valles intermedios de
tres conjuntos de artefactos: los artefactos de talla
los ríos Porce y Magdalena; sitios que deben ser
elaborados por percusión simple (lascas de corte,
considerados de interés en el estudio del periodo
perforadores, raspadores y raederas); los
temprano de nuestro País.
modificados por uso (maceradores, percutores y la
placa de moler); y los artefactos sobre bloque como
El sitio El Pedrero, por ejemplo, reporta
los cantos rodados con superficies desgastadas y
evidencias de un proceso de ocupación continua
las azadas.
durante más de 2.500 años por grupos
precerámicos, que se especializaron en la
En el sitio se reporta la presencia de
fabricación de instrumentos líticos elaborados en
numerosas rocas con fracturado anguloso, con una
materiales locales, los análisis lograron identificar,
regularidad en la disposición que sugiere la
en la secuencia temporal del yacimiento,
adecuación del sitio.
diferencias en la fabricación de los instrumentos,
encontrando mayor frecuencia de materiales
Es de suponer que estos grupos, además
pulidos en los niveles superiores. Las fechas
de conocer los sitios de consecución de las
obtenidas dentro de la secuencia del sitio El
materias primas para la elaboración de sus
artefactos, conocieron los ciclos biológicos de las Pedrero fueron 6.660 ± 100 AP, 4.700 ± 70 AP y
especies animales y vegetales que fueron su 4.510 ± 80 AP (Botero y Salazar 1998).
sustento, especies que fueron explotadas sobre los
diferentes ambientes que el valle les ofrecía. Por su parte, en la cuenca media del río
Porce, se identificaron asentamientos, fechados
entre los 9.000 AP hasta 6.000 AP, de grupos
De igual forma, en el Valle de Aburrá, para recolectores y horticultores precerámicos en los
el periodo precerámico, han sido reportadas yacimientos 21, 45 y 107; éstos dan razón de la
evidencias, aproximadamente a unos 10 Km, al sur ocupación precerámica de la región, caracterizada
del sitio La Blanquita, en el sitio Casablanca del tecnológicamente por la presencia de artefactos en
municipio de la Estrella (Langebaek et al. 2000). piedra con funciones para raspar, cortar, percutir,
Estas evidencias fueron fechadas para 4.810 ± 70 moler y macerar (Castillo 1997).
AP (2.860 a.C. Beta 141057). El sitio se encuentra
ubicado sobre una pequeña colina a los 2.100 Así mismo, en los municipios de Puerto
msnm, fue definido por los investigadores como Berrío, Yondó y Remedios, ubicados en el
precerámico y registra, al igual que en el sitio la Magdalena medio antioqueño, se han registrado
Blanquita, la evidencia de dos capas de ceniza asentamientos humanos desde hace 10.500 años
volcánica (Horizontes A2 y A3 del Corte 2). Al techo AP, ocupando terrazas aluviales y colinas bajas; el
de la capa más antigua y en la base de la más conjunto lítico esta conformado principalmente por
reciente se registra la ocupación pre-cerámica, en artefactos trabajados por percusión simple como
la cual se identificaron artefactos lascados raspadores y lascas elaboradas en chert, cuarzo y
trabajados sobre cantos rodados de cuarzo y cuarcita, entre otros (López 1989).
andesita propios de la geología local; éstos, tienen
como funciones genéricas cortar y raspar, y en

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En conjunto estos sitios aportan evidencias en el sitio La Ferrería en el municipio de La Estrella,


al panorama general del precerámico del el cual reportó una fecha de 2390 ± 110 (Castillo
noroccidente del país; muy específicamente, los 1992), en el cerro el Cacique en Itagüí, con fechas
datos de este estudio, aportan evidencias de que avanzan hasta el 2.010 ± 70 AP (Martínez y
importancia en la reconstrucción de la forma de Botero 1999), en el sitio Pueblito en San Antonio de
vida de los primeros pobladores de la región central Prado, con 2.400 ± 70 AP (Cardona 2000) y el
del departamento de Antioquia; es mucho lo que Ranchito en el municipio de Itagüí con una fecha de
falta por investigar sobre este período, estos 1.680 ± 50 AP (Castillo 1992), estos asentamientos
nuevos datos son el comienzo. se hallan localizados en ladera sobre planos
naturales y sobre pequeñas cimas de colinas.
El registro arqueológico de la segunda Algunos investigadores han planteado la presencia
ocupación del sitio La Blanquita propone que a de poblados mayores en antiguas terrazas aluviales
finales del Holoceno Tardío se introdujo la técnica y cimas amplias de colinas erosionales en las
alfarera y, por correlaciones con otros sitios del partes bajas (Castillo 1995, Botero A et al. 1998,
sector, muy probablemente, se dieron también las Castro 1998, Martínez y Botero A 1999), pero este
primeras prácticas de agricultura, actividades que, contexto aun no es claro en el registro arqueológico
muy seguramente, fueron posibilitadas por la del Valle de Aburrá.
adopción de pautas de asentamiento más
sedentario. La ubicación de la mayoría de los asientos
con cerámica Ferrería, coincide con los suelos más
El material cerámico recuperado en el sitio fértiles del valle, en uno de estos yacimientos (El
La Blanquita corresponde en su totalidad al estilo Ranchito), se registró la presencia de un raquis de
Ferrería, éste en términos generales, presenta maíz, muy pequeño que al parecer corresponda a
buenos acabados, evidencia de baño en las una especie de maíz primitivo; registro fue fechado
superficies de los fragmentos y en algunos casos para 1.680 ± 50 AP (Castillo 1997). De otra parte,
uso de engobes rojo – amarillentos (naranjas). Es los resultados del análisis de polen fósil obtenidos
común encontrar los labios de las vasijas con en el sitio Casa Blanca (Langebaek 2000), indican
decoración en líneas y/o puntos incisos. En el sitio que en la zona 1 de polen entre 10-32 cm,
la Blanquita, asociado a este material cerámico, se particularmente en la subzona 1 C 32-36 cm, ya
64
recuperaron elementos líticos correspondientes a se presenta evidencias de Zea mayz en tasas muy
desechos de tallas, lascas de corte, raspadores, bajas, evidencia que permite plantear el manejo o
63
perforadores, una placa de moler , un percutor, manipulación de esta especie para este momento.
cantos rodados sin ninguna evidencia de utilización
y cantos rodados con superficie desgastada por Se propone, entonces, el primer momento
uso. de ocupación agro-alfarera del valle de Aburra por
parte de los grupos portadores de la cerámica
Si bien, en este sitio, no se estableció Ferreira, para un periodo que inicia a finales del
cronología absoluta para esta ocupación, Holoceno Tardío y se continua hasta
estratigráficamente la cerámica del estilo Ferrería aproximadamente los tres primeros siglos d.C,
esta ubicada sobre el primer horizonte de la capa cuando, con la presencia en el valle de nuevos
de cenizas recientes, que de acuerdo con los grupos, se gesto un complejo proceso histórico
análisis pedoestratigráficos, se le podría asignar social caracterizado por el advenimiento de los
una edad dentro del rango del Holoceno Tardío, Cacicazgos.
menor a 3.600 AP. Por correlaciones con otros
sitios que reportan cerámica de este estilo en el
sector, se puede asumir como finales del Holoceno Referencias Bibliográficas
(2.000 ± 100 AP) el momento de asiento de grupos
portadores de esta cerámica Ferrería en el sitio la • Acevedo, Jorge Luis, Botero, Silvia Helena y Piazzini,
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sectores del sur occidente del valle: asentamientos • Botero, Silvia, y Martinez G, Luz Elena. 2002.
Ferrería, algunos de ellos fechados, se encuentran Ocupaciones tempranas en el Valle de Aburra. El Sitio la
63
Esta fue hallada el nivel 3 de la excavación en la parte
superior de éste y bien podría hacer parte de este segundo
64
momento de ocupación. Coincide con el horizonte A3 fechado en 4.810 BP nivel 6.

146
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Figuras 5 a 10. Materiales líticos de La Blanquita.

OCUPACIÓN OCUPACIÓN TOTAL


PRODUCTO CERÁMICA PRECERÁMICA
Azada 0 1 1
Núcleo 0 5 5
Desecho de talla 45 112 148
Canto rodado 9 19 28
Canto rodado con superficie desgastada 1 4 5
Instrumentos de corte (cuchillas) 12 42 54
Dije 0 1 1
Instrumento múltiple 0 2 2
Perforadores 2 9 11
Percutor 1 0 1
Placa de moler 1 0 1
Raedera 1 2 3
Raspador 2 4 6
Esquistos 2 2
TOTAL 74 194 268

Tabla 1. La Blanquita. Material lítico por ocupaciones

148
2.5. Evidencias Precerámicas en el Municipio de Pereira: Efectos
del Vulcanismo y Colonización Temprana de los Bosques
Ecuatoriales en el Abanico Fluviovolcánico Pereira-Armenia.

Martha Cecilia Cano E.


Profesora Universidad Tecnológica de Pereira
Investigadora Grupo Gestión de Cultura y Educación Ambiental
mcano@utp.edu.co

Resumen

El sector medio de la Cordillera Central colombiana ha sido epicentro del desarrollo de varias culturas a
través del tiempo, así como ruta de dispersión de poblaciones y de plantas, durante los últimos 10.000 años.
Durante el Holoceno, la actividad volcánica y en particular la caída de cenizas impactaron recurrentemente la
biodiversidad en sus áreas de influencia directa e indirecta. Las condiciones ambientales que generaron las
caídas de cenizas en varios eventos, pudieron generar dificultades e impactos, pero a su vez constituirse en
atractivos para las primeras colonizaciones humanas, registradas desde hace al menos diez milenios. Se
presentan en este artículo, datos sobre fisiografía y aspectos ambientales, los que correlacionados con los
hallazgos de instrumentos en piedra, en Pereira y sus inmediaciones, demuestran que los primeros pobladores
precerámicos de este territorio fueron forrajeros generalizados o plantadores, seleccionando y usando los
recursos abundantes de los bosques del piedemonte cordillerano, lo que generó cambios ecosistémicos en
esos paisajes en la escala de larga duración. Grupos precerámicos domesticaron y usaron desde el Holoceno
Temprano plantas ricas en almidones, particularmente rizomas y tubérculos, tiempo durante el cual el paisaje de
origen volcánico ha estado en continua evolución.

Palabras claves: Pereira, Colombia, líticos, bosque húmedo, plantas domesticadas, almidones, precerámico.

Abstract

Different human groups crossed and inhabited the middle area of the Central Cordillera in Colombia,
since first settlements ca. 10.000 years ago. During Holocene times, volcanic activity and ash falling affected
availability of natural resources, initially, but then became good opportunities for human stablishment. Tool
findings in Pereira and vicinities demonstrate that first humans in the territory were foragers or hunter-gatherer-
planters, using the piedmont resources in the Colombian Central Cordillera. These small preceramic bands
colonized the equatorial mountain rainforests, domesticating plants rich in starch, such as rhizomes and tubers.
These plants should complete diet, based on small mammal hunting, fishing, and vegetable gathering. Regional
chronology comprises from ca. 4.000 to ca. 10.000 AP.

Key words: Pereira, Colombia, stone tool, rainforest, domesticated plants, starch, preceramic.

Introducción

El sector medio de la Cordillera Central cambio de paisajes, su cronología, así como sus
colombiana (Figura 1) ha sido epicentro del principales características e impactos ambientales y
desarrollo de varias culturas a través del tiempo, así culturales (Aceituno 2002, Aceituno y Loaiza 2006,
como ruta de dispersión de poblaciones y de en este volumen, Cano 2006, Cano et al. 2001,
plantas, al menos durante los últimos 10.000 años. López y Cano 2004, Tistl 2004, 2006, Toro y
La dinámica de las investigaciones geológicas y Lalinde 2004).
arqueológicas a nivel regional vienen aportando
datos fundamentales para explicar los procesos de

149
Universidad Tecnológica de Pereira-Sociedad Colombiana de Arqueología-Universidad del Cauca, 2008
Ecología Histórica
Interacciones Sociedad-Ambiente a Distintas Escalas Socio-Temporales

Los estudios geológicos referidos al humanos, quienes comenzaron a abrir pequeños


Cuaternario, son claros en destacar las claros para hacer campamentos estacionarios y
particularidades del sector medio de la Cordillera fueron seleccionando e introduciendo –conciente e
Central. Durante un largo lapso de tiempo a finales inconcientemente- plantas comestibles, medicinales
del Pleistoceno, la actividad volcánica efusiva, u otros usos (Aceituno 2002, Aceituno y Loaiza en
descongeló grandes volúmenes de hielo de los este volumen, Cano y López 2006, Cano et al.
glaciares cordilleranos, generando en el 2001, Gnecco 2000, López y Cano 2004) (Figura
piedemonte, un abanico de flujos de lodo de gran 2).
magnitud (UTP-GTZ 2001). Durante el Holoceno, la
actividad volcánica y en particular la caída de
cenizas, impactaron recurrentemente la
biodiversidad en sus áreas de influencia directa e
indirecta. Las condiciones ambientales que
generaron estas caídas de cenizas en varios
eventos, pudieron generar dificultades e impactos,
pero a su vez constituirse en atractivos para las
primeras colonizaciones humanas, registradas
desde hace al menos diez milenios, en el centro
occidente del actual territorio colombiano (Cano y
López 2006, Cano et al. 2001, López y Cano 2004,
Salgado y Gómez 2000, Tistl 2004, 2006).

Figura 2. Aspecto del relieve del sector medio de la Cordillera


Central colombiana.

Gracias al trabajo de distintos arqueólogos


y paleoecólogos, en la zona ecuatorial de América,
se vienen recuperando datos y avanzando en la
investigación sobre estrategias de subsistencia, por
parte de los primeros grupos humanos que
llegaron. En particular, se ha hecho énfasis en las
evidencias de uso de plantas, en regiones donde la
preservación macrobotánica es baja, pero con
técnicas de observación más refinadas, se ha
logrado acceder al nivel microscópico. En cuanto a
la profundidad temporal, se han demostrado
antigüedades superiores a las hipótesis iniciales
sobre orígenes de agricultura y en áreas antes no
consideradas previamente como claves en la
dispersión agrícola. Numerosos estudios confirman
estos desarrollos en los Neotrópicos y su amplia
expansión hace más de 5.500 años (Aceituno y
Loaiza 2006, en este volumen, Dickau en este
volumen, Dickau et al. 2007, Gnecco 2000, Piperno
y Pearsall 1998, Piperno et al. 2000).

El actual territorio colombiano, como


Figura 1. Mapa de Colombia donde se señala la zona de trabajo esquina de entrada a Suramérica, fue ruta obligada
(Base Atlas del ICAG). para estas dispersiones y particularmente, los
valles interandinos. No es de sorprender que en el
La favorabilidad de condiciones climáticas sector medio del valle del Cauca se dieran
cálidas, templadas y húmedas, permitió el importantes desarrollos culturales, particularmente
predominio de densas coberturas boscosas. desde épocas precerámicas. Considerando que
Además de los eventos naturales arriba entre las actuales localidades de Chinchiná, Santa
mencionados, estas fueron también alteradas Rosa y las ciudades de Pereira y Armenia, en
esporádicamente y de manera dispersa por grupos

150
distintos sectores del abanico fluviovolcánico, se en la última década, enfatizando en datos
vienen encontrando evidencias arqueológicas estratigráficos y conjuntos líticos asociados (Figuras
estratificadas, se presentan en este documento 3, 4 y 5).
algunos de los contextos estudiados por la autora

Figura 3. Mapa de la Ecorregión Eje Cafetero. El abanico Pereira-Armenia se define por el vértice en el Parque de los Nevados y se
abre en una rica red de drenaje hacia el río Cauca. Tomado del SIR- Corporación Alma Mater

Figura 4. Vista aérea de la ciudad de Armenia, donde se aprecia el plano inclinado y el relieve dendrítico del abanico.

151
Universidad Tecnológica de Pereira-Sociedad Colombiana de Arqueología-Universidad del Cauca, 2008
Ecología Histórica
Interacciones Sociedad-Ambiente a Distintas Escalas Socio-Temporales

materiales estratificados de distintas épocas


históricas y su localización en las diferentes
unidades de paisaje.

En este artículo se hace mención al


Abanico Pereira-Armenia, como referencia a un
área con condiciones ambientales relativamente
homogéneas, pero que requiere de consideraciones
particulares en cuanto a sus distintas unidades y
subunidades de paisaje y las especificidades
culturales. Es necesario tener en cuenta casos
particulares, por ejemplo la llanura aluvial amplia
del Consota y las cimas onduladas, así como varias
terrazas escalonadas coluviales o coluvio-aluviales
de la cuenca del Otún, sectores que atrajeron por
milenios a diferentes poblaciones humanas. El
Figura 5. Mapa geológico del abanico en el sector suroriental de comprender los sistemas geomorfológicos y
Pereira. Nótese la red de drenaje y los cañones de los ambientales del territorio, cruzando la información
principales ríos: Otún, Consota y Cestillal (Tomado de Cortés y con los sitios culturales estudiados, es un aspecto
Cardona 2006:97).
fundamental que sólo puede ser adelantado si se
cuenta con hallazgos arqueológicos concretos, los
En este tipo de paisajes, propios del
cuales permitan generar y corroborar modelos
piedemonte de la Cordillera Central, no solo hay
sobre poblamiento temprano, procesos de
que considerar procesos de erosión, sedimentación
colonización, cambios culturales e influencia de los
y vulcanismo, sino también de tectonismo. En ese
impactos naturales (Ej. climáticos, volcánicos) y
sentido se destacan varias unidades que pueden
sociales a través del tiempo (Figura 6).
ser claramente diferenciadas: primero el cuerpo de
la Cordillera Central, flanco occidental; después
cerros aislados (oteros o atalayas); en tercer lugar
está la superficie del mega-abanico, luego las
cuchillas en rocas metamórficas, ígneas intrusivas,
le siguen los coluvios o piedemontes coluvio-
aluviales y los valles estrechos erosionales de los
ríos Consota, Otún y otros; abajo el río La Vieja que
desemboca en el Cauca, sería otra unidad grande
de paisaje, y más abajo en la planicie, el Valle del
Cauca. Nueve unidades grandes, muy próximas
unas de otras, con una variedad de climas, de
suelos, de relieves, de posibilidades de todo tipo
que precisamente son la gran riqueza de la región
(Botero com pers. 2007).

Teniendo en cuenta las óptimas


condiciones climáticas y de biodiversidad que se
dan en el área que corresponde a la formación del Figura 6. Mapa de sitios arqueológicos localizados en Pereira.
Se destacan los puntos de Unicentro, Cuba, Canaán y La Mikela
abanico Pereira-Armenia, es recurrente la (Base consultoría M.Cano para FOREC-ICANH/POT-Pereira).
presencia de yacimientos culturales que
corresponden a sitios de distintas actividades En el caso de Pereira, se destaca dos sitios
humanas a través del tiempo. En general los en particular: el 66PER001, localizado en el sector
habitantes prehispánicos instalaron campamentos o de expansión suroccidental de la ciudad de Pereira
sitios de vivienda, localizados intencionalmente en (Hacienda Cuba)
65
y el 66PER007 (Finca La
sectores con condiciones topográficas adecuadas,
sobre unidades de cimas planas o escalonadas,
con drenajes aledaños y con algunos sectores de
pendientes entre suaves y relativamente fuertes. La 65
importancia arqueológica de los sitios ya reseñados Localizado durante el proyecto de rescate llevado a cabo para
el tendido del acueducto Red Expresa Suroriental de Pereira
en distintos proyectos, radica además, en el tipo de (Cano 1998, 2000).

152
66
Mikela) en el sector del Salado de Consotá . Estos drásticamente los efectos previos de los volcanes
sitios son consecuentes con los resultados en su piedemonte. Los geólogos son enfáticos en
obtenidos a nivel regional, tanto en cronología afirmar que si los picos y cimas más altas de la
como material cultural. De manera complementaria, Cordillera se hallaban cubiertas por glaciares de
se vienen analizando evidencias de los sitios varios centenares de metros de espesor (Thouret et
Canaán (66PER019), Universidad Tecnológica de al. 1995), cada erupción causó el descongelamiento
Pereira (66PER017), Cañaveral (66PER095) y de enormes volúmenes de hielo. Por lo tanto
UNICENTRO (66PER100) (López et al. 2006, plantea Tistl:
67
López et al. 2007) .
… se liberaron en cuestión de horas, grandes
volúmenes de agua, causando flujos torrenciales
En los sitios regionales, incluidos los de gigantescos. Históricamente se recuerda el evento de
Pereira, se han encontrado en profundidades Armero en 1985, pero se sabe que eso fue solamente
mayores a 70 cm, evidencias culturales uno entre centenares o miles de flujos anteriores y
representadas en material lítico; éstas han sido muy probablemente muchos de ellos mayores. El
centro volcánico más importante fue el Nevado del
cubiertas por cenizas volcánicas traídas mediante
Quindío, del cual provenía gran parte de los flujos que
transporte eólico, provenientes de distintas formaron el Abanico volcano-detrítico Pereira-Armenia.
erupciones del macizo Ruíz-Tolima. Este abanico es comparable en su forma y extensión
con los deltas marinos de los grandes ríos. (Tistl
2006:82).
El Marco Geológico Subregional

Se presentarán algunos aspectos de la Recientemente se adelantaron nuevos


geología del Abanico Pereira-Armenia, con estudios por parte de investigadores de la
implicaciones directas en la comprensión del Universidad Eafit (Lalinde y Toro 2004) y de la
escenario dónde se han desarrollado las culturas Universidad de Caldas (Cardona y Cortés 2005,
humanas que allí han habitado. Se hace aquí una Cortés y Cardona 2006), donde se aportaron datos
síntesis de algunos trabajos especializados que han detallados al conocimiento del Abanico Pereira-
presentado varios geólogos; particularmente los Armenia. Aunque este es, en términos generales,
investigadores Michael Tistl (2004, 2006), Claudia una extensa planicie inclinada hacía el oeste, los
Lalinde y Gloria Toro (2004) se han concentrado en procesos neotectónicos y de erosión han influido
el tramo comprendido entre las actuales ciudades permanentemente en su formación (Lalinde 2004,
69
de Armenia y Pereira (cerca de 37 Km y con alturas Lalinde y Toro 2004) .
de 1.400 y 2.100 msnm), a lo largo del piedemonte
occidental de la Cordillera Central de Colombia; La formación del paisaje regional, también
este recorrido presenta características geológicas se vio afectada por flujos piroclásticos calientes.
68
de gran interés . Tistl (2006) plantea que estos fueron producidos
por el colapso de frentes magmáticas cerca de los
En términos de la comprensión del paisaje centros volcánicos, utilizando los valles como vías,
a escala regional y local, es fundamental tener en arrastrando y quemando todo lo que encontraron en
cuenta que las épocas glaciares cambiaron el camino. Estos se encuentran hoy día, tanto
intercalados con los flujos de lodo, como con
cenizas más recientes, generalmente en los valles
66
Cuenca media del río Consota, contiguo a la vía Pereira- de las paleo superficies. Se asocian a las cascadas
Armenia Km 2, Autopista del Café. o caídas de aguas en la región. Por lo general, son
67
Los primeros indicios fueron excavados en labores de flujos pequeños de 10 a 30 m de ancho y de hasta
salvamento por integrantes del Laboratorio de Ecología Histórica
y Patrimonio Cultural de la UTP. Posteriormente el antropólogo
20 m de espesor. Estos flujos buscaron sus vías
Alexander Franco efectuó excavaciones en este sitio. siguiendo la morfología existente, es decir, se
encuentran casi siempre en o al lado de los ríos
68
De acuerdo con Thouret (1988), la geología regional de la actuales. Las ignimbritas se caracterizan por su
Cordillera en el sector entre Pereira y Armenia, está compuesta dureza (cementación) y por su composición de
por rocas cretáceas resumidas como Grupo Diabásico (basaltos
o diabasas y meta sedimentos pertenecientes a corteza
oceánica y posiblemente partes de arcos de islas. Durante los
69
últimos 4,5 millones de años se levantaron los edificios De acuerdo con Tistl (2006:83), “los flujos de lodoso dejaron
volcánicos del Macizo Ruíz-Tolima. En su base se destaca la paisajes que geológicamente se conoce como “badlands”, los
presencia de flujos de lodo con espesores de varios cientos de cuales son, desde el momento de su formación, sumamente
metros, flujos piroclásticos (ignimbritas), cenizas volcánicas sensibles a la erosión regresiva. Valles existentes, como el valle
(antiguas) muchas veces fuertemente meteorizadas, y cenizas del río Otún o del río Quindío, fueron utilizados y rellenados,
volcánicas jóvenes. “Este conjunto de depósitos fue resumido parcial o totalmente, por los subsiguientes flujos. Por otro lado,
por Thouret (1983, 1988) como Abanico volcano-detrítico valles secundarios fueron así aislados, dando espacios a la
Pereira-Armenia. Posteriormente, Cardona (1993) propone formación itinerante de lagos represados (p.ej. en
también el nombre de Formación Pereira” (Tistl 2006:81). Dosquebradas)”.

153
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Ecología Histórica
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bloques angulares de hasta 50 cm de diámetro inadecuado del suelo como cultivos limpios, la
dentro de una matriz de grano fino y de color rojo ganadería intensiva y la deforestación
hasta negro. No siempre mantienen su textura especialmente en zonas inclinadas. Por su gran
pómez. La composición de los bloques de un flujo superficie interior, su capacidad de almacenar agua
es uniforme y principalmente andesítica-basáltica y su capacidad de aportar nutrientes, la cobertura
70
(Tistl 2006) . de la superficie con estas cenizas es responsable
de la fertilidad de los suelos del Eje Cafetero
Los investigadores Thouret et al. (1991) (Figura 7).
plantearon que hace aproximadamente 40.000
años, aunque la producción de flujos torrenciales no
cesó del todo, la actividad volcánica (posiblemente
también por la disminución del espesor de los
glaciares) tomó otra apariencia, dominando un
volcanismo explosivo, el cual causó principalmente
caídas de cenizas en el piedemonte. La
observación directa de los perfiles en la vía
Armenia-Pereira durante la construcción de la
autopista del Café le permitió reafirmar a Tistl
(2006) que esas cenizas reposan en forma
discordante sobre los sedimentos de los flujos
torrenciales.

De acuerdo con Tistl (2006),


discordantemente se depositó sobre la paleo
superficie II una secuencia de cenizas volcánicas, Figura 7. Perfil en el sector de Unicentro-Cañaveral (cerca del
la cual se distingue claramente de las cenizas Aeropuerto Matecaña de Pereira) donde se observan distintos
estratos relacionados con diferentes eventos de formación del
antiguas. Son cenizas grises-amarillas-rojizas y paisaje. Las cenizas jóvenes se encuentran en la parte superior,
muchas veces bien estratificadas y menos con coloraciones más oscuras. Nótense las evidencias de un
compactadas que las cenizas antiguas. Estas flujo de lodo, posiblemente proveniente del río Otún.
cenizas corresponden a la productividad volcánica
de los pasados 20.000 años (Toro y Hermelin 1991, En los ríos, las caídas fuertes de ceniza se
Toro 1999, Toro et al. 2001). Al norte de Armenia mezclaron con aguas de lluvia y causaron flujos, los
(Sector Km 3,4) se distinguen entre cinco y siete cuales se depositaron en algunos sitios (Salado de
horizontes importantes, cada uno de Consotá) por encima de cenizas de caída. Sería de
aproximadamente 0,5 m de espesor y cada uno suma importancia levantar una estratigrafía
representando una erupción volcánica grande y detallada en las cenizas jóvenes para definir
enterrando varios paleo suelos. Hacia Pereira se horizontes guía y para poder reconstruir la historia
observa poca estratificación en estas cenizas, volcánica del Holoceno. Una primera aproximación
posiblemente debido a procesos de bioturbación. en este sentido la hizo Toro (1999).

En promedio, las cenizas jóvenes tienen un Desastres y Colonizaciones Pioneras


espesor de 8 a 10 m, pero en algunas partes
planas, su espesor puede alcanzar hasta 30 m En el pasado prehispánico, las
(Universidad Tecnológica de Pereira, perforación consecuencias de los sismos fueron menos letales
Edificio de Bellas Artes), mientras en áreas con que hoy día; no obstante, hubo gran destrucción y
fuertes pendientes, ya están completamente modificación de paisajes por la dispersión de
erosionadas. Los procesos de erosión son cenizas volcánicas, contaminación de las aguas y
incrementados en muchos sitios por el uso efecto de los lahares. Erupciones de distinta
magnitud acompañadas de densas emanaciones
70
de materiales piroclásticos, impactaron los
Se plantea que los flujos ignimbríticos fueron originados en el
Complejo Ruíz-Tolima y se encuentan divididos por el profundo
alrededores de los volcanes generando densas
valle del río Otún. De acuerdo con Tistl (2006), la única forma de nubes que lograron oscurecer por varios días la luz
explicar sus afloramientos al Oeste del río, es porque el valle del solar, quemando y destruyendo ecosistemas
río Otún se encontraba, en el o los momentos de los flujos, aledaños, afectando cientos de kilómetros de
completamente relleno de material de flujos de lodo
acuerdo a la dirección de los vientos. Como lo
(¿inmediatamente anteriores?) y que los flujos ignimbríticos
pasaron por encima de estos flujos de lodo hasta llegar hacia al demuestran las excavaciones arqueológicas en la
sur-oeste, a los siguientes valles (Barbas, Roble, Consota, El región (Proyecto UTP-GTZ 2001) estos eventos con
Chocho y La Vieja).

154
distintas magnitudes han sido secuenciales durante b) áreas que son restos de planos inclinados, que
todo el Holoceno (Figura 8). son los de la superficie del abanico con inclinación
descendente hacia el occidente, allí los valles son
mucho más en forma de V, un poco más cerrados.
c) áreas suavemente onduladas a planas, casi en
forma de terraza hacia el occidente, (por ejemplo
sector bajo de la cuenca la Vieja o cercanías del
Cauca (Figura 9).

Figura 8. Perfil en el sector de la Zona Industrial de


Dosquebradas, hacia el río Otún donde se observan en
particular los indicios de un evento de flujos catastróficos de
cobertura supralocal.

Al efecto recurrente de la actividad


volcánica se atribuye la evolución de suelos
Figura 9. Colina de media naranja en la zona suroccidental de
jóvenes a nivel regional, caracterizados hoy día por Pereira, típica del sector medio del abanico.
una buena productividad agrícola pudiendo soportar
importantes densidades poblacionales, así como la La Cuenca del Río Consota
biodiversidad y dispersión de plantas pioneras
como la guadua (Stamm 2004). Es muy posible El río Consota, junto con el río Otún,
que algunos grupos poblacionales hayan muerto o constituyen dos ejes centrales en el Abanico
hayan sido desplazados por los impactos Pereira-Armenia. Este artículo enfatiza sobre la
volcánicos directos o indirectos en las distintas cuenca del río Consota por su localización,
erupciones, explosiones y emisiones de cenizas, características y evidencias ya encontradas de
flujos de lodo y otros efectos catastróficos sitios precerámicos de gran importancia. La cuenca
asociados, durante los últimos 10.000 años (Orozco del Consota pertenece a la cuenca hidrográfica del
2001, Tistl 2006). río La Vieja; tiene un área de 1.192 Km², y el río
recorre 47,7 Km. Nace en la vereda El Manzano a
Aspectos Fisiográficos 2.100 msnm y desemboca en el río La Vieja a una
altura de 940 msnm. La Vieja es una de las
El mega-abanico Pereira-Armenia puede principales cuencas que drenan el macro abanico
ser considerado como un Gran Paisaje, en una Pereira-Armenia. El abanico tiene 30 Km de largo
escala amplia, unidad que puede ser entendida en por 40 Km de ancho, desde los 2.300 msnm de
términos de escala subregional. Los límites del altura hasta los 1.000 msnm. La cuenca Consota es
mega abanico serían: por el noreste la zona de de tercer orden, con un drenaje de 15.600
coluvios que vienen desde la cuchilla entre Otún y hectáreas (Bernal 1989, Cardona y Cortés 2005,
Consota, hacia el sur hasta la barrera de Santa Convenio CARDER-UCPR 2003, Lalinde y Toro
Bárbara y el valle del río La Vieja y hacia abajo el 2004, Toro et al. 2001, Vigoya 1984).
río Cauca.
En el sector medio de la cuenca, se forma
Una unidad más detallada se da a nivel de una amplia llanura aluvial. A lo largo de sus 47 Km
Paisaje y esta comprende distintas sub-unidades de recorrido, el río Consota recorre varias unidades
tales como: de paisaje, las cuales se asocian a gradaciones de
pendiente y, en algunas cotas, por cambios de
a) áreas disectadas con colinas en forma de media litología. En la medida que hay un mayor
naranja con valles relativamente amplios y con acercamiento con el río Otún, como en el sector del
buena estabilidad. Aeropuerto Matecaña, el río Consota se torna
meándrico generando una llanura aluvial más

155
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Ecología Histórica
Interacciones Sociedad-Ambiente a Distintas Escalas Socio-Temporales

amplia. Allí también aumenta su cauce alimentado otros casos por la constante acumulación de
por las quebradas La Dulcera y El Oso. En este materiales volcánicos retransportados luego de ser
sector se aprecian los perfiles generalizados más erodados de las laderas superiores.
planos del río Consota a una altura cercana a 1.270 - Bien drenados por la alta porosidad que
msnm (Lalinde y Toro 2004) (Figura 10). conservan los horizontes (heredada del material
parental).
- Profundos, principalmente en áreas con bajas
pendientes, debido a la acumulación de espesos
mantos de piroclastos, a pesar de los fenómenos
erosivos.
- Estables, propiedad en la cual se sintetizan las
características físicas de estos suelos.
- Buena fertilidad natural y potencial, heredada
también de los minerales volcánicos (intermedios a
básicos) que al meteorizarse aportan gran variedad
de cationes al suelo.

Algunos Antecedentes Aqueológicos

Los primeros datos sobre la antigüedad de


la presencia humana temprana en la Cordillera
Figura 10. Perfil en Hacienda Cuba, quebrada El Oso (sur de
Pereira) donde se aprecian las características de los perfiles de Central se comenzaron a recuperar en la región de
la zona. Calima y en el valle de Popayán. Durante la década
de los ochenta se encontraron en excavaciones,
instrumentos en piedra con forma de azadas que
Características y Tipo de Suelos sirvieron para el procesamiento de vegetales y
donde carbones asociados fueron datados con
De acuerdo con las observaciones en radiocarbono con más de 5.000 años de
campo con la asesoría del agrólogo Pedro José antigüedad. Con estos hallazgos se comenzó a
Botero, así como de la bibliografía técnica sobre la argumentar sobre la existencia de otras tradiciones
zona, fue posible corroborar que la secuencia de culturales milenarias, diferentes de las reportadas
depositación y formación de suelos en distintos en la Sabana de Bogotá y valle del Magdalena
sectores son diferentes. (Gnecco 2000, Gnecco y Salgado 1989).
En el municipio de Pereira se encuentran De gran importancia fue el hecho de ubicar
distintos tipos de suelos de acuerdo a las unidades en los años noventas nuevos sitios con similares
fisiográficas. En general los suelos son profundos, características en la vertiente occidental de la
bien drenados, de texturas medias, Cordillera Central, áreas donde no se tenía noticias,
moderadamente ácidos y con buena fertilidad. El ni se había investigado por evidencias
material parental está compuesto por capas precerámicas. Además de las azadas y otros
espesas de ceniza volcánica. Según el IGAC cantos rodados con bordes desgastados, llamaba la
(1988), la mayoría de los suelos del área de Pereira atención la profundidad de estos hallazgos,
pertenecen al conjunto denominado Chinchiná. integradas a espesas capas de cenizas volcánicas
Presentan erosión en pendientes muy fuertes, pero (INCIVA-ECOPETROL 1995-1996, INTEGRAL
en áreas de menor pendiente el nivel de erosión 1995, 1996, Cano 1998, 2000).
disminuye, gracias a sus propiedades retenedoras
de humedad (IGAC-Gobernación de Risaralda En los últimos años, las investigaciones
1995:94). lideradas por F.J. Aceituno, vienen aportando datos
fundamentales a la historia fitocultural de la región
De acuerdo con el agrólogo Pedro José (Aceituno 2002, Aceituno y Loaiza 2006, en este
Botero, las características de los suelos más volumen). Otros estudios se han venido realizando
relevantes, del municipio de Pereira y en particular en los municipios de Pereira, Dosquebadas y
del área estudiada para los estudios arqueológicos Marsella ratificando patrones de asentamiento y
podrían ser resumidas así: enterramiento propios de la región. Iinicialmente, se
logró financiación de la Fundación de
- Son suelos moderadamente jóvenes gracias al Investigaciones Arqueológicas Nacionales del
continuo aporte de sedimentos volcánicos y en Banco de la República – FIAN para ampliar el

156
reconocimiento a otros sectores de las cuencas durante la construcción del acueducto Red Expresa
medias de los ríos Otún y Consota; recientemente, Surorientall (coordenadas IGAC 1.150.100 m.E.,
se contó con el apoyo de la Alcaldía de Pereira 1.022.200 m.N.) a una altura de 1.280 msnm. Está
(López et al. 2007). localizado en una amplia terraza deposicional
2
(aproximadamente 30.000 m ) cuyos límites están
Es así, como la información hasta ahora determinados por la confluencia de las quebradas
recuperada permite argumentar el poblamiento Cundina y El Oso. A 2,5 Km aguas abajo de este
inicial de sectores de las vertientes cordilleranas punto, la quebrada El Oso vierte sus aguas al río
hacia el río Cauca, por pequeños grupos de Consota, en dirección noroccidental (Figura 11).
“cazadores-recolectores” no especializados (del tipo
procesadores generalizados de alimentos
vegetales), quienes ocuparon terrazas aluviales de
ríos y quebradas a comienzos del Holoceno, hace
71
unos 10.000 años .

Estos grupos de plantadores fueron


quienes comenzaron a domesticar progresivamente
los bosques de vertiente y de piedemonte. En sitios
en Pereira, se cuenta con evidencias del uso de
plantas como el sagú (Marantha arundinacea), un
tipo de achira (canna), lerén (callathea allouia) y
otro tipo de plantas aún no identificadas
plenamente (Dickau 2006). En los sitios con
evidencias de los periodos de 3000 años de
antigüedad y menos, los sitios arqueológicos
muestran un uso más intensivo de la tierra, Figura 11. Panorámica del sitio 66PER001 donde se aprecia la
expansión urbana al suroccidente de Pereira.
relacionado con una agricultura permanente, con
nuevas plantas introducidas como el maíz, el fríjol y
Se hizo un amplio recorrido por las colinas
la yuca (Bernal 2001, Montejo y Rodríguez 2001,
y terrazas aluviales, las que en distintos niveles,
Rodríguez 2001, Rojas et al. 2001).
muestran acumulaciones de materiales en distintos
momentos. Inicialmente, se buscaron evidencias
Primeros Ocupantes Precerámicos en Pereira
arqueológicas superficiales; se observaron con
detalle los barrancos o perfiles en las orillas de las
Se presentan en este artículo datos
72 quebradas, en los cortes de los carreteables, así
obtenidos de los sitios Cuba y La Mikela con el fin
como se aprovechó el perfil de una extensa
de contextualizarlos con otros datos precerámicos
trinchera hecha para ubicar el tubo del acueducto
analizados a nivel regional, los cuales incluyen una
de la Red Expresa Suroriental de Pereira (Cano
cronología que alcanza los 10.000 años de
1998, 2000, 2001). Se realizaron también pozos de
antigüedad.
sondeo en varios sectores, para poder determinar
la estratigrafía, la extensión y naturaleza
- Sitio Arqueológico Cuba 66PER001
tecnológica de los hallazgos. Debido al interés de
los contextos observados, se gestionaron los
El sitio 66PER001 está localizado en el
recursos para hacer una excavación en área a
sector de expansión suroccidental de la ciudad de
manera de mitigación del impacto causado por la
Pereira (Hacienda Cuba). Allí durante el año de
obra del acueducto.
1998, se llevó a cabo una prospección y
excavación de contextos arqueológicos, en el
El sitio en su totalidad estaba sembrado de
marco de un proyecto de Arqueología Preventiva,
café. Se delimitó la excavación sobre el sector
central de la terraza deposicional más elevada. De
71
Hasta el momento los datos recuperados en el Centro y Sur acuerdo con las observaciones realizadas, la
Occidente colombiano no apuntan a sustentar la presencia de alteración de las raíces alcanzaba hasta unos 25-30
algún tipo de cazadores especializados (al estilo del paradigma cm bajo la superficie, pero no se extendían mucho
paleoindio tradicional, cazadores de megafauna con puntas de en sentido horizontal; ésto permitió determinar que
piedra como los hallados en las praderas norteamericanas, o el
noroccidente Venezolano, o en el Magdalena Medio en la afectación mayor del registro arqueológico se
Colombia (ver Gnecco 1990, 2000). limitaba a los niveles superiores sin ser totalmente
72
Aunque en distintas publicaciones se ha hecho referencia a destructivo. Además, los depósitos de cenizas
estos sitios, se aprovecha aquí la tecnología digital para volcánicas sepultan a gran profundidad la mayoría
presentar datos con mayor precisión e ilustración.

157
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Ecología Histórica
Interacciones Sociedad-Ambiente a Distintas Escalas Socio-Temporales

de los vestigios, permitiendo la conservación de su franco arenosa, estructura migajosa, gran cantidad
contexto inicial. de raíces y otros efectos de bioturbación. Según la
tabla de colores Munsell, este horizonte
Durante la excavación y con el esquema corresponde a un 10YR 2/1 (Black), muy oscuro.
previo adquirido en pozos y perfiles, se pudo definir Hay presencia de material cultural representado
la presencia del material cerámico sólo hasta los 40 principalmente por cerámica y líticos, en general a
cm para luego desaparecer en los niveles inferiores más de 10 cm.
(Figuras 12 y 13). Por el contrario, numerosos
artefactos líticos, asociados a carbón, continuaron Horizonte Ap2: Con profundidad de 20 a 35
apareciendo en niveles más profundos, cm, tiene una textura franco arenosa y estructura
confirmando la existencia de ocupaciones granulosa suelta, de color variable entre 10YR 2/1
precerámicas, cuyas particularidades fueron (Black) y 10YR 2/2 (Very dark brown). Hay
ratificadas por las observaciones de los continuidad en el material cultural con cerámica y
especialistas en suelos y geología. líticos.

Horizonte Ap3: de 35 hasta los 55 cm de


profundidad, con altos contenidos de arenas que se
73
incrementan del tope a la base . La estructura es
migajosa y tiene una consistencia friable y
estructura moderadamente fina, de color variable
entre 10YR 2/2 (Very dark brown) y 10YR 3/2 (Dark
brown), con alto contenido de materia orgánica. La
cantidad de cationes, acidez y aluminio indica que
el suelo no es muy bueno para la agricultura. Se da
una marcada disminución del material cultural. El
límite es gradual.

Horizonte de transición AB: De 55 a 65 cm


de profundidad. Textura arenosa y consistencia
friable. Se observa presencia de cutanes y actividad
Figura 12. Excavación de conjunto lítico donde se destaca una biológica; de color más claro que el anterior, en
azada y cantos rodados en el sitio 66PER001. 10YR 3/2 (Dark brown). Aparece material cultural
representado por líticos y carbón. Se obtuvo una
fecha radiocarbónica de 4.220 ± 180 AP (Beta-
123078).

Horizonte B: subdividido en B1, B2 y B3,


con profundidades máximas de 79, 111 y 118 cm
respectivamente, con textura arenosa. Se define un
color 10 YR 3/4 (Dark yellowish brown). Se registra
material cultural solamente conformado por líticos.

Horizonte IIA: A partir de 118 cm,


corresponde a un suelo enterrado o Paleosuelo que
Figura 13. Excavación del sitio 66PER001 hasta su terminación. delimita una segunda secuencia de la evolución de
los suelos en el sitio, lo cual permite confirmar la
La excavación se llevó a término hasta un antigüedad de los artefactos encontrados en esos
nivel culturalmente estéril a 1,70 m de profundidad horizontes. Se identifica por tener un color más
(Figura 11). De acuerdo a las características oscuro que la secuencia de horizontes B
visibles de color, estructura y textura, fueron superiores. Se encontraron varias muestras de
diferenciados los siguientes horizontes pedológicos carbón asociadas a líticos transportados, así como
de suelos (Figura 18): lascas de cuarzo. A este horizonte se asocia una
fecha de 9.730 ± 100 AP (Beta-121972).
Horizonte Ap1: Con una profundidad
promedio de 20 cm, donde se ha recibido la mayor 73
De acuerdo con el agrólogo Pedro Botero, esto parece indicar
influencia de las actividades agrícolas recientes (al un cambio en las condiciones de sedimentación, desde cuando
menos los últimos 100 años). Presenta una textura la quebrada inundaba directamente el área, hasta períodos
posteriores de inundaciones esporádicas.

158
es posible decir que hay una selección cultural de
Horizonte IIB (1 y 2): Suelo muy arcilloso de los materiales en cuanto a su tamaño. De acuerdo
mucha homogeneidad en su formación y de color a sus características y el hecho de corresponder a
más claro que el IIA. La excavación se llevó a rocas redondeadas en su proceso natural (cantos
término hasta este horizonte a 1,70 cm de rodados) ya demuestra que su procedencia es de
profundidad, donde no aparecía más material una fuente de agua corriente. En el caso de
cultural. 66PER001, circundando el sitio hay dos quebradas
que muy posiblemente fueron de donde se tomaron
El sitio presenta en general horizontes muy las materias primas. La misma actividad de
bien definidos, con suelos arenosos profundos. La seleccionar unas piedras y transportarlas de un
estratigrafía muestra pocas perturbaciones y lado a otro, ya hace que todos los líticos, trabajados
sugiere un largo proceso de formación de los o sin trabajar, se conviertan en artefactos
74
suelos con influencia de diversos eventos de culturales .
depositación de cenizas volcánicas. La aparición de
elementos en piedra a niveles profundos implica la - Sitio Arqueológico La Mikela 66PER007
selección y el transporte intencional que las
antiguas comunidades habrían hecho de estos Este sitio se encuentra localizado en la
materiales. margen izquierda del río Consota (Figura 14); es
una terraza antigua a unos 25 m de altura del lecho
Frecuencias de los Artefactos Excavados actual del río; contrasta con el paisaje circundante
de encañonamiento con pendientes muy fuertes;
En la excavación de 66PER001 se sin embargo, desde su extremo occidental se
encontraron 1.022 artefactos líticos. En los niveles domina una extensa zona que la ubica en un sitio
superiores, aproximadamente hasta los 45 cm, se estratégico para observaciones al entorno. En el
encuentran fragmentos cerámicos y predominan paisaje se pueden identificar dos áreas
fragmentos de cantos rodados, algunos topográficamente diferentes: una terraza baja,
posiblemente reventados por calor (87), o simples alargada y con una ligera inclinación hacia el río
cantos rodados medianos sin aparente uso (128). (dirección norte) y otra terraza nivelada, más alta (a
Luego disminuye la cantidad de cerámica y unos 15 metros de diferencia). La terraza baja ha
empieza a aumentar el material lítico y a partir de sido aquella donde se removió su capa orgánica
los 45 cm no se encuentra más cerámica (con natural por el descapote del sitio en preparación a
excepción de un único volante de huso a 60 cm, la obra; la terraza alta presenta todavía integridad
posiblemente desplazado de su locación original), en el registro arqueológico, por lo tanto fue el área
iniciándose entonces los estratos precerámicos. La escogida para contextualizar los materiales
mayor cantidad de materiales líticos se ubicó entre mediante pozos de sondeo y una excavación de 3 x
45 y 100 cm, sumando 430 cantos alisados o 2 m.
usados (con algunos desgastes o golpeteos), 311
fragmentos de cantos rodados sin aparente Se efectuaron recorridos por el área
utilización, 2 yunques, 21 artefactos lascados descubierta, realizando recolecciones superficiales
(debitage) sobre andesita o diorita como materia de materiales diagnósticos. Se tomó la decisión de
prima y 29 artefactos lascados en cuarzo. Se la recolección selectiva debido a la gran densidad
destaca la presencia de un artefacto bifacial de los vestigios arqueológicos, los que además,
(lascado por ambas caras) conocidos en la habían sido removidos de su contexto original por la
literatura como azadas y hallado en el horizonte AB. maquinaria. Se hicieron pozos de sondeo para
Desde los 100 cm de profundidad en adelante, tratar de definir la estratigrafía básica y mediciones,
disminuyen considerablemente los materiales hasta buscando determinar el área total que ya fue
desaparecer. En estos niveles más profundos se alterada, comprendida por el plan de vivienda.
contabilizaron 5 cantos rodados, 4 fragmentos, 2
lascas de cuarzo, 1 lasca de andesita (Figura 15).

Dentro del conjunto de artefactos líticos, se 74


Es importante considerar la potencialidad de los líticos, de
destaca un gran porcentaje de la muestra acuerdo a sus características morfológicas. Sin embargo, el
(aproximadamente el 30 % de los líticos) que tamaño de los cantos rodados encontrados en el sitio de
corresponde a cantos rodados pequeños y excavación, pudo haber correspondido con el mismo tamaño de
medianos (menores o iguales a 4 cm de diámetro). la materia prima disponible. Por otro lado, las piedras más
grandes pudieron haber sido usadas como machacadores, o
De acuerdo a las observaciones sobre el terreno, y para quebrar semillas. Las piedras pequeñas, mejor
las relaciones con las materias primas y su fuente, redondeadas también pudieron haber sido utilizadas como
proyectiles para ondas.

159
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Ecología Histórica
Interacciones Sociedad-Ambiente a Distintas Escalas Socio-Temporales

En la terraza baja, la mayor parte de la


superficie fue removida y redepositada hacia la
parte más baja de la ladera, afectando un área
2
aproximada de 30.500 m . Es importante aclarar
que la terraza es mayor, sin embargo se está
trabajando únicamente el área comprometida en el
plan de vivienda. Los pozos de sondeo en varios
puntos de la terraza ratificaron la ausencia del
horizonte A y la presencia de tierra removida,
llevando a la alteración del registro arqueológico.
De acuerdo a lo observado en superficie, se
notaron concentraciones específicas de material
arqueológico en ciertos puntos, los cuales fueron
registrados en un plano, levantado en campo. Se
cuadriculó el área en 30 m x 30 m, y se ubicaron las
75
concentraciones relacionadas en cada cuadrícula . Figura 14. Panorámica del sitio 66PER007 donde se aprecia la
colina donde se realizó la excavación al lado derecho de la casa
principal de la finca La Mikela.
La terraza alta, un poco más pequeña,
2
mide aproximadamente 8.500 m ; una tercera parte
Para escoger el sector a excavar se tuvo en
de la terraza está ocupada por la casa principal de
cuenta la presencia de los componentes culturales,
la finca; las otras dos terceras partes están en
la densidad y calidad de artefactos recuperados en
pasto, luego de haber removido un sembrado
los pozos de sondeo, los cuales se pudieron hacer
antiguo de café. Esta terraza no presenta
en el área no alterada por la vivienda existente.
afectación coluvial y la influencia directa del río
Toda la tierra extraída durante la excavación fue
depositando materiales, cesó hace miles de años
76 pasada por un cernidor de malla fina de 3 mm de
luego de la formación de la terraza . Allí se
apertura. Se tuvo en cuenta la estratigrafía natural,
realizaron 8 pozos de sondeo de 50 x 50 cm; todos
considerando además cambios arbitrarios de nivel
ellos presentaron material arqueológico, cuatro de
cada 5cm. En todas las cuadrículas se recolectaron
ellos con gran densidad de material. El análisis
muestras de tierra para análisis posteriores (polen,
estratigráfico permitió confirmar la integridad
sedimentología, etc.). Algunos artefactos fueron
arqueológica del sitio y se valoró la posibilidad de
dejados sin lavar y se recogieron muestras de
realizar aquí un corte estratigráfico (Figura 14).
suelos debajo de algunos de ellos, para estudios
más detallados a ser hechos por especialistas.

Se pudo determinar que el corte de 3 x 2 m


muestra diferentes componentes culturales bien
definidos, lo cual se corresponde con las evidencias
en excavaciones anteriores en Pereira y con otras
en la región. Los materiales (tanto cerámicos como
líticos) encontrados en niveles superiores a la
ocupación con mayor densidad parecen haber sido
75
En un perfil expuesto, al ser removida un área para la trasladados de su posición original por los procesos
ubicación de desagües, se pudo observar la estratigrafía. De de agricultura reciente, sin embargo, el sitio
acuerdo a las interpretaciones en campo de los geólogos Juan
Manuel González y José Alfonso Realpe, esta terraza baja ha
parecería haber estado desocupado previo a la
tenido fuertes influencias de eventos naturales; su naturaleza época de la conquista hasta la llegada de la nueva
coluvial y/o aluvial está por determinarse; el horizonte A se colonización de los migrantes antioqueños. Es muy
encuentra desarrollado sobre los restos de un evento claro un estrato con acumulación de fragmentos
catastrófico que debió borrar evidencias antiguas de ocupación
humana; el evento ocurrió previo a la llegada de la última
cerámicos grandes, líticos y carbón, entre 25 y 35
ocupación cerámica, pues es la única que tiene evidencias en el cm de profundidad (Figuras 15 y 16).
perfil.
76
Durante la realización de un seminario en geología se tuvo la
posibilidad de recibir la visita de varios geólogos especialistas en
los suelos de la región y su formación, quienes ratificaron la
integridad del registro arqueológico debido a la permanente y
suave depositación de la ceniza volcánica en el sitio. Representa
un espacio donde intensas actividades humanas se
desarrollaron mientras que los eventos naturales se limitan a un
sellamiento lento de estos vestigios, haciendo de este lugar un
sitio privilegiado en la conservación del registro cultural.

160
Cauca, ubicados en las áreas arqueológicas de
Porce y Calima (Figura 19).

En los estratos más profundos se


destacaron componentes precerámicos,
caracterizados por la presencia de abundante
material lítico, principalmente cantos rodados de
tamaño mediano, con presencia de lascas, en los
niveles superiores del horizonte B, disminuyendo en
densidad hacia abajo, encontrándose básicamente
lascas con filos de uso, a 1 m de profundidad. Todo
el material corresponde a materias primas
disponibles en la región. Los materiales culturales
se han asociado con abundante carbón. Una
muestra de carbón obtenida del nivel 70-80 cm fue
Figura 15. Excavación del sitio 66PER007 en niveles fechada en 5.850 ± 80 AP. Esta fecha se
escalonados. corresponde con otros sitios precerámicos
encontrados tanto en Pereira como en la región en
general (Ver Cano 1998, INCIVA-ECOPETROL
1995-1996, INTEGRAL 1995, 1996).

En un análisis de planta de la excavación,


ha sido interesante el comportamiento del material
en el estrato cerámico, pues la distribución de los
materiales en su antigua superficie refleja lo que
podrían ser dos áreas de actividad doméstica.
Hacia las cuadrículas más al norte (1N1W, 2N1W,
2N2W) se da una concentración mayor de cerámica
con presencia de algunos líticos, mientras que
aquellas hacia el sur (0N1W, 0N2W, 1N2W) hay
mayor concentración de líticos con presencia de
algunos fragmentos cerámicos.
Figura 16. Detalle de la excavación del sitio 66PER007 donde se
aprecian al menos dos de los niveles con ocupación cultural. Los sondeos y la excavación controlada
mostraron que se ha desarrollado un perfil donde
En los niveles superiores (0-20 cm) se se destacan varias capas compuestas de cenizas
recuperaron algunos fragmentos cerámicos poco volcánicas bien clasificadas, más o menos del
diagnósticos que parecen corresponder a una mismo tamaño. Se han desarrollado 3 horizontes
ocupación agroalfarera tardía. Varios sitios con principales A, AB y B. Este depósito debió
cronologías entre el 800 d.C. y la Conquista generarse capa por capa, pero la evolución del
española, han sido reportados en la región y proceso de formación de suelo ha mezclado
corresponderían a la cerámica de los complejos componentes. Las preguntas radican en aclarar
Aplicado Inciso y Cauca Medio descritos por K. cómo se dio el proceso del suelo en formación y la
Bruhns (1990). También algunos líticos fueron gente modificándolo en este particular yacimiento.
recuperados entre los que se destaca un hacha
pulida y guijarros decimétricos usados para De acuerdo a las características visibles de
diferentes actividades. color, estructura y textura fueron diferenciados los
siguientes horizontes de suelos (Figura 20):
En cuanto al estrato con mayor
acumulación de materiales, una muestra de carbón Horizonte Ap1: Entre 0 y 15 cm.
recuperada a 30-40 cm fue enviada para análisis y Corresponde a un suelo oscuro (7.5YR 2.5/1 -
arrojó una fecha de 3.350 ± 70 AP. Esta fecha está Black) perturbado por actividades antrópicas
asociada con una sorprendente densidad de recientes, particularmente agricultura. Hay residuos
materiales cerámicos y líticos, en un contexto de bolsas plásticas negras, tradicionales en la
posiblemente doméstico. Esta fecha se considera siembra de café. Hay alta presencia de raíces en un
temprana para ocupaciones cerámicas, sin suelo de estructura granulosa. Se encuentran
embargo se han logrado establecer relaciones algunas evidencias prehispánicas como cerámica y
temporales con otros sitios en la cuenca del río

161
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Ecología Histórica
Interacciones Sociedad-Ambiente a Distintas Escalas Socio-Temporales

líticos, particularmente se recuperó un hacha más claro y es más compacto. El primer conjunto
pulida. corresponde a bioturbaciones más recientes y el
segundo es muy antiguo. Se encuentran guijarros
Horizonte Ap2: Entre 15 y 37 cm en transportados y artefactos en piedra.
promedio. Hay abundante presencia de cerámica,
líticos y carbón. Presenta una textura arcillo-limosa, En la excavación de La Mikela se
estructura granulosa, consistencia suelta en seco, encontraron hasta 1 m de profundidad, 2.368
friable en húmedo, poco plástica y moderadamente artefactos líticos. Las materias primas más
pegajosa en húmedo, con presencia de raíces y comunes fueron andesitas, dioritas, granodioritas,
actividad biológica de insectos y lombrices. Según basaltos, cuarzos, lodolitas y areniscas. Los
la tabla de colores Munsell, este horizonte de color artefactos fueron relativamente parecidos en todos
homogéneo corresponde en húmedo a un 7.5YR los niveles, sugiriendo similares usos, pero las
2.5/1 color negro (Black) y en seco a un 10YR 4/2 separaciones estratigráficas fueron claras. Se
Café grisoso oscuro (Dark grayish brown). El límite destacan algunos machacadores o martillos, y
con el siguiente estrato es gradual. lascas sin preparación de plataforma. Se
recuperaron cantos rodados con desgastes en
Horizonte Ap3: Entre 37 y 50 cm en alguno de sus bordes, presumiblemente usados
promedio. Ha2 presencia de cerámica, líticos y para como artefactos de molienda y machacado
carbón. Presenta una textura arcillo-limosa, (Figuras 15 y 16).
estructura granulosa, consistencia suelta en seco,
friable en húmedo, poco plástica y moderadamente La densidad de artefactos líticos es alta en
pegajosa en húmedo, con presencia de raíces y la base de la ocupación cerámica y parecería
actividad biológica de insectos y lombrices. Según disminuir progresivamente en los niveles más
la tabla de colores Munsell, este horizonte de color antiguos, pero esto debe ser confirmado al poder
homogéneo corresponde en húmedo a un 7.5YR comparar con áreas similares excavadas. Los
2.5/2 café muy oscuro (Very Dark Brown) y en seco niveles 60 a 70 cm, en los que hay una densidad
a un 10YR 4/2 Café grisoso oscuro (Dark grayish relativamente alta, hacen parte de las ocupaciones
brown). El límite con el siguiente estrato es gradual. precerámicas y se asocian a las fechas que se
tienen, hacia el quinto milenio antes del presente.
Horizonte A3pb: Horizonte transicional que
alcanza una profundidad de 50 a 67 cm . Se trata A Manera de Conclusión: Acercamiento desde
de un paleosuelo u horizonte A enterrado. Presenta la Ecología Histórica
textura arcillo- limosa y estructura granulosa en
seco, con marcas de bioturbación. Color 7.5 YR En las últimas décadas autores como Balée
2.5/2 café muy oscuro (Very Dark Brown) en (1989, 1988), Cronnon (1983), Crumley (1994),
húmedo, y 10 YR4/2 en seco Café grisoso oscuro entre otros, han señalado que la Ecología Histórica
(Dark grayish brown). Aparecen materiales permite un acercamiento teórico metodológico para
arqueológicos como cerámica y artefactos líticos en documentar y explicar cambios ocurridos en los
la parte superior, y líticos sin cerámica en la parte ecosistemas, en función de sus factores causantes,
inferior; además hay presencia de carbón teniendo en cuenta distintas escalas temporales. Se
abundante en todos los niveles que lo conforman. busca, entonces, correlacionar tanto las causas
naturales de las diferencias en el ambiente, a partir
Horizonte Bbp: Horizonte con profundidad de causas naturales, a través del tiempo, como la
de 67 a 100 cm. Se trata de un horizonte producto intervención antrópica.
B enterrado. Presenta textura arcillo-limosa,
estructura granulosa en seco. Se presenta una Teniendo en cuenta la alta diversidad
matriz café amarillenta con moteado más oscuro. paisajística del noroeste de Suramérica -y
Color 10YR 4/6 (Dark yellowish brown) en húmedo, particularmente de la actual ecorregión cafetera
10YR 5/4 (Yellowish brown) en seco. Se nota central colombiana, es pertinente hacerse
bastante bioturbación en el transporte de tierra preguntas acerca de las formaciones naturales del
verticalmente y la presencia de krotovinas. En el paisaje, primordialmente los efectos de los cambios
moteado, producto de la bioturbación, el geólogo en las condiciones climáticas e impactos del
González destaca dos momentos diferentes, de vulcanismo, así como los efectos de las prácticas
acuerdo a la coloración de la tierra transportada por culturales de manejo de los distintos entornos en el
los animales; hay un conjunto de estas pasado, pues de ellas provienen la presencia y
bioturbaciones que presentan color oscuro y
consistencia suelta, mientras que otro es de color

162
estructura de la diversidad de coberturas vegetales, volcánicos y las distintas culturas en sus
77
a escalas temporales (García Montiel 2001). inmediaciones

La actividad volcánica de la Cordillera Del manejo inicial de varios cultígenos


Central durante el Holoceno -particularmente del (Dickau 2006) y la domesticación progresiva de los
sistema Ruiz-Tolima- ha dejado huellas bosques de montaña (Aceituno 2006), se plantea
significativas sobre la superficie de los actuales una introducción sistemática de lo que se puede
departamentos de Tolima, Caldas, Risaralda y denominar propiamente agricultura, así como de la
Quindío, en particular en el denominado Abanico presencia de una “nueva” tecnología: la aparición
Pereira-Armenia. La morfología pre-existente se ha de la cerámica en la región hace cerca de 3.000
transformado, en mayor o menor grado, por años, lo que denota otros nuevos estilos de vida.
depósitos de cenizas, flujos incandescentes y En los sitios arqueológicos excavados se comienza
rocosos. Las zonas que sufrieron los mayores a notar un uso más intensivo de la tierra, ligado a
impactos se encuentran cerca de los focos procesos sedentarios de agricultura, con plantas
volcánicos y a lo largo de los valles (Tistl 2006). introducidas como el maíz, el fríjol y la yuca.
Aportes importantes sobre este tema con datos
Es fundamental obtener nuevas datos recuperados en Pereira, sector La Romelia-El Pollo,
sobre la actividad volcánica recurrente en los son presentados y discutidos por Rodríguez (2001)
últimos 12.000 años. Considerando la presencia y Montejo y Rodríguez (2001), así como para la
humana desde esas épocas tempranas, es región Bernal (2001) y Rojas et al. (2001).
importante destacar que el vulcanismo holocénico
ha tenido influencia en la ubicación de Son reiteradas las huellas arqueológicas de
asentamientos, en los movimientos y la presencia humana milenaria en lo que fueron
desplazamientos de grupos humanos y en general antiguas áreas boscosas, inicialmente por grupos
en sus estrategias de subsistencia. domesticadores de plantas tempranas, y en las
fases posteriores, al menos dos ocupaciones
El caso del Abanico Pereira-Armenia es un significativas de agricultores prehispánicos, antes
buen ejemplo de cómo el vulcanismo afectó y tuvo de los procesos vinculados con el contacto y la
influencia sobre poblaciones, provocando colonización española. En este sentido, la
migraciones, zonas de refugio, impactos directos e perspectiva de la Ecología Histórica es útil en la
indirectos, generando claros y opciones para el comprensión de los procesos naturales y culturales
desarrollo de la horticultura y la agricultura, así ocurridos en este sector. Los seres humanos fueron
como seguramente cambios en el poder social y el testigos de los efectos de las glaciaciones durante
abandono temporal o permanente de viviendas, el Holoceno Temprano; históricamente soportaron
tierras y caminos. en diversas oportunidades los impactos de la
depositación de cenizas volcánicas, las cuales
A nivel regional, se ha venido fortaleciendo luego serían fuente de oportunidades para su
la colaboración entre geólogos y arqueólogos, subsistencia. Las preguntas que se plantean pasan
buscando entender las relaciones históricas entre por conocer sobre la presencia o dominancia de
seres humanos y volcanes en distintas épocas ciertas especies –vegetales y/o animales-,
históricas, buscando nuevos conocimientos entre el considerando qué tipo de decisiones fueron
entorno dinámico generado por los factores favorecidas culturalmente en el pasado lejano y
cercano. Brinda la posibilidad de tender vínculos
con el actual paisaje, transformado en sus
77
El territorio de los actuales departamentos de Risaralda, expresiones más drásticas hace tan sólo un siglo
Caldas, Quindío, norte del Valle del Cauca, suroccidente de atrás por la expansión del café, y actualmente con
Antioquia y nororiente del Tolima, presenta una zona de gran las presiones socioeconómicas (López 2008).
diversidad climática en el Norte de Sudamérica; en un recorrido
de ca. 100 kilómetros, se pasa de las tierras cálidas y secas del
valle del río Cauca, a los húmedos páramos y las nieves
perpetuas en el Parque de los Nevados (altura máxima 5.200
msnm), incluyendo bosques muy húmedos premontanos y
montanos de la Cordillera Central. En este recorrido se
presentan relieves contrastantes, desde abruptas pendientes, en
cercanías a las fallas geológicas activas, pasando por colinas
onduladas y suaves, hasta la suela plana del río Cauca y sus
mayores afluentes. Este mosaico paisajístico da lugar a distintos
tipos de suelos, de los cuales se conoce su génesis,
transformaciones y procesos históricos de eventos naturales. En
miradas interdisciplinares se ha logrado reconocer la influencia
humana sobre los suelos y el paisaje a través del tiempo.

163
Universidad Tecnológica de Pereira-Sociedad Colombiana de Arqueología-Universidad del Cauca, 2008
Ecología Histórica
Interacciones Sociedad-Ambiente a Distintas Escalas Socio-Temporales

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(Compiladores). Proyecto UTP-GTZ, Pereira. Pp. 41-53. Los datos, interpretaciones y reflexiones aquí
• 2006. La Formación Geológica del Paisaje en el presentadas son producto del aporte en campo y
Piedemonte del Eje Cafetero Colombiano. En Cambios laboratorio de varios especialistas en geología y
Ambientales en Perspectiva Histórica. Ecología Histórica
suelos, colegas y estudiantes. Nuestro
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Rodríguez (Compiladores). Universidad Tecnológica de reconocimiento especial a los geólogos Michael
Pereira-Sociedad Colombiana de Arqueología, Pereira. Tistl, Alfonso Realpe, Juan Manuel González, Jorge
Pp. 79-92. Iván Orozco, así como al agrólogo Pedro José
• Toro, G. 1999. Tephrochronologie de la Colombie Botero. A los antropólogos Carlos E. López, Luz
Centrale (Département d'Antioquia et Abanico de Marina Mora, Anthony Ranere, Ruth Dickau, Luz
Pereira). Une Approche Stratigraphique, Géochimique, Amparo Lema, Enrique Campo, Francisco Aldana,
Minéralogique et Géochronologique (par 14C et Traces Carmen Elisa Henao, Marcela Jaramillo y Dionalver
de Fission) (Tesis de doctorado). Université Joseph- Tabares, entre otros.
Fourier, Institut de Géologie, Grenoble. Para el desarrollo de los distintos proyectos se
• Toro, G. y M. Hermelín. 1991. Proyecto
contó con el apoyo de diversas entidades públicas y
Tefraestratigrafía Colombiana, II Etapa. Tefraestratigrafía
del Departamento de Risaralda. Memorias Proyecto de privadas. Nuestro especial agradecimiento a la
Investigación. Universidad Eafit, Medellín. Universidad Tecnológica de Pereira, la Fundación
• Toro, G., M. Hermelín y G. Poupeau. 2001. Depósitos de Investigaciones del Banco de la República, el
de los últimos 40.000 años B.P. en el departamento de Instituto Colombiano de Antropología, el Forec,
Risaralda, Colombia. En Suelos del Eje Cafetero. Aguas y Aguas de Pereira, Temple University y la
Proyecto UTP-GTZ, Pereira. Pp. 26-31. CARDER

165
Universidad Tecnológica de Pereira-Sociedad Colombiana de Arqueología-Universidad del Cauca, 2008
Ecología Histórica
Interacciones Sociedad-Ambiente a Distintas Escalas Socio-Temporales

Figura 17. Planchas de excavación del sitio 66PER001 correpondientes a los niveles fechados.

Figura 18. Perfil oeste de la excavación del sitio 66PER001, donde se observa la estratigrafía propia de los depósitos de cenizas volcánicas
y su relación con los materiales arqueológicos. Se destacan los niveles fechados.

166
Figura 19. Planchas de excavación del sitio 66PER007 correpondientes a los niveles fechados.

Figura 20. Esquema de perfiles de la excavación del sitio 66PER007, donde se señala la densidad de los materials arqueológicos en los
niveles fechados, de 3.350 AP con asociación ceramic y de 5.850 AP del nivel precerámico.

167
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Ecología Histórica
Interacciones Sociedad-Ambiente a Distintas Escalas Socio-Temporales

Figura 21. Dibujos de azadas recuperadas en distintos sitios del departamento de Risaralda. 1. Sitio 66PER073-084-RS. 2. Sitio
66MAR000-029-RS. 3. Sitio 66MAR000-034-RS. 4. Sitio 66PER095-Monitoreo. 5. Sitio 66DQS104-082-RS. 6. Sitio La Selva Municipio
Marsella-RS. 7. Sitio 66PER017-RS. 8. Sitio 66PER017-RS.

168
3.
ARQUEOLOGÍA, PAISAJE E
INFLUENCIAS ANTRÓPICAS

169
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Ecología Histórica
Interacciones Sociedad-Ambiente a Distintas Escalas Socio-Temporales

170
3.1. Reconocimiento Regional Sistemático Cuencas de los Ríos
San Jorge y Uré

Elkin Rodríguez T.
Antropólogo. Director de la Corporación Fénix para la Investigación y el Desarrollo CORPOFENIX
corpofenix@yahoo.es

Rocío Salas Medellín


Candidata a Doctorado en Arqueología UNCPBA. Coordinadora Área de Arqueología CORPOFENIX
rociosm1971@yahoo.es

Resumen

Los resultados obtenidos durante la ejecución del Reconocimiento Arqueológico Regional Sistemático
Parcial efectuado en el marco del Proyecto de Exploración Minera de Cerro Matoso, conllevaron a la
identificación de más de 100 sitios con evidencia de ocupación prehispánica de los cuales se definieron
unidades de ocupación con asentamientos concentrados y dispersos, áreas de enterramiento y otras
transformaciones sobre los paisajes estudiados. La metodología del análisis fisiográfico con el estudio general
del paisaje y sus componentes, permitió una aproximación a las alternativas que los diversos paisajes pudieron
brindar a las gentes del pasado en la zona de estudio.

Palabras Claves: reconocimiento arqueológico regional, ocupación prehispánica, paisajes, fisiografía.

Abstract

The obtained results during the execution of the Partial Systematic Regional Archeological Acknowledge
made within the parameters of the Mine Exploration Project on Cerro Matoso, aid to the identification of more
than a hundred places with evidence of pre-hispanic occupation from which were defined units of occupation
with concentrated settlements and several, areas of entertainment and others of transformations on the studied
landscapes. The methodology of the physiographic analysis in relation with the general study on the landscape
and its components, allowed an approximation of alternatives on which the diverse landscapes could have
brought to the ancient populations on the studied zone.

Keywords: Regional systematic archaeological research, pre-hispanic occupation, landscapes, physiography.

78
Introducción la etapa de exploración del Proyecto de Geología
Regional Minera de Cerro Matoso en un área de
2
525 km , en jurisdicción de los municipios de
El reconocimiento arqueológico regional Planeta Rica, Buenavista, Montelíbano y Puerto
sistemático adelantado en la cuenca media de los Libertador, en el Departamento de Córdoba (Figura
ríos San Jorge y Uré, se llevó a cabo como medida 1). La Identificación de las problemáticas
preventiva para manejar, conservar y recuperar el arqueológicas locales y su relación con las
patrimonio arqueológico que puede ser afectado en regionales, permitieron aportar y complementar
información arqueológica para la región; la
78
identificación de la distribución espacial de los
Este trabajo fue realizado en el 2005 por un grupo de
investigadores del Centro de Investigaciones Sociales Antonio
hallazgos a partir del uso de un Sistema de
Nariño CISAN: Elkin Rodríguez, Javier Gutiérrez, Rocío Salas, Información Geográfica (SIG) apoyada en
Leonardo Navas, Gilberto Roncancio, Pedro Rodríguez, Edwin cartografía y fotografías aéreas, permitieron
Buitrago, Igor Martínez. Antropólogos de la Universidad Nacional caracterizar las diferentes unidades de paisaje
de Colombia.

171
Universidad Tecnológica de Pereira-Sociedad Colombiana de Arqueología-Universidad del Cauca, 2008
Ecología Histórica
Interacciones Sociedad-Ambiente a Distintas Escalas Socio-Temporales

específicas existentes al interior de los sectores - Sitio de Incidencia Arqueológica (SA) que
previstos en el proyecto minero de acuerdo con las corresponde a cualquier tipo de evidencia material
relaciones establecidas entre dichas unidades y la prehispánica, colonial y moderna.
evidencia arqueológica recuperada. - Sitio Potencial (SP), ausencia de material
cultural; evidencia de modificación y su posición en
El análisis e interpretación de las el paisaje.
evidencias arqueológicas registradas en el - Punto de Hallazgo (PH) materiales no
transcurso de la investigación permitieron la contextualizados.
formulación de un Plan de Manejo Arqueológico
que garantizara la protección y recuperación del
patrimonio arqueológico que se viera afectado por Las evidencias producto de la recolección
las tareas de exploración minera previstas, dando de material arqueológico superficial, las pruebas de
cumplimiento a la normatividad que regula el barreno, los pozos de sondeo, los cortes y
manejo, preservación y recuperación del patrimonio trincheras, fueron analizadas tanto en campo como
arqueológico y a los lineamientos exigidos por el en laboratorio; los materiales fueron clasificados de
ICANH en el Manual de Procedimientos Generales. acuerdo con el lugar de procedencia y forma de
recuperación. Posteriormente registrados en la
base de datos (Plataforma Access).

A través del análisis de las evidencias


arqueológicas, se intentó una aproximación a las
relaciones de las comunidades del pasado con su
ambiente natural mediante el análisis del paisaje y
la base teórica que propone la Ecología Humana
(Morán 1990). La investigación pretendió construir
el conocimiento geoarqueológico del paisaje,
porque éste representa una gran posibilidad para
identificar aspectos de manejo del entorno (uso y
manejo de los paisajes). Las relaciones seres
humanos/naturaleza se basan sobre una dinámica
de interacción constante entre el entorno natural y
la cultura humana donde se integran el
conocimiento sobre la diversidad de
comportamiento de las poblaciones con los
sistemas en los que dichas poblaciones se
encuentran (Ídem).

Como resultados de dicho proceso, se


construyó un mapa fisiográfico con base en las
características geomorfopedológicas y climáticas
Figura 1. Ubicación área de estudio del área de estudio con su correspondiente
leyenda, en donde se presentan los Grandes
La metodología de investigación alternada Paisajes con los procesos naturales que los afectan
con el reconocimiento arqueológico, fue el Análisis actualmente. Dentro de las unidades de Gran
Fisiográfico; se llevó a cabo la fotointerpretación del Paisaje se diferenciaron las Unidades de Paisaje
vuelo C-2552, escala 1:30.000 con el fin de con las características y cualidades más
identificar las unidades de Grandes Paisajes y representativas del clima, unidad geomorfológica,
Paisajes, evidencias de modificación antrópica y rocas dominantes, pendientes y mesorelieve,
probables sitios de ocupación humana antigua. procesos, suelos, uso actual y las evidencias
Para el manejo de la información, el área fue arqueológicas georeferenciadas en cada uno de los
dividida en Unidades de paisaje y Unidades de paisajes identificados, algunos de los cuales se
Ocupación (área arqueológica dentro de un presentan abajo (Figuras 15 a 18).
paisaje), con tres categorías de clasificación
espacial: Constituyó el elemento cultural
predominante en los sitios registrados. La muestra

172
recuperada está compuesta por un total 5.737 cerámicos que fueron, a su vez, asociados a los
fragmentos. Su clasificación se llevó a cabo tipos referenciados para la zona del Medio y Bajo
mediante la observación macro de las San Jorge y Sinú (Figura 2 a 11), por Plazas y
características estilísticas: tratamiento de superficie Falchetti (1981, 1993). Se hizo un especial énfasis
(pulido, alisado o burdo), revestimiento externo e en la distribución espacial de los materiales dentro
interno (baño o engobe), color, manchas de de los paisajes en que fueron hallados, con el fin de
cocción, de hollín y estado de conservación. A partir aproximarnos al tipo de uso de los mismos.
de estas características se establecieron 9 grupos

Figura 2. Grupo 1 Tradición Granulosa Incisa. Tipos de Bordes

Figura 3. Grupo 2 Complejo Rabón - Tradición Modelada Pintada Vasija Globular

173
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Interacciones Sociedad-Ambiente a Distintas Escalas Socio-Temporales

Figura 4. Grupo 2. Fragmentos de Bases Decoradas de Copas.

Figura 5. Grupo 3. Carate Pajaral - Copa y Fragmentos de cuerpo decorados

Figura 6. Grupo 4 Montelíbano Crema Friable. Bordes decorados y Fragmento de figurina

174
Figura 7. Grupo 5 Tradición Alisada Incisa. Fragmentos de Borde y de Cuerpo con Ahumado Intencional

Figura 8. Grupo 6 Complejo Betancí. Fragmentos de bordes decorados.

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Interacciones Sociedad-Ambiente a Distintas Escalas Socio-Temporales

Figura 9. Grupo 7 Complejo Ciénaga de Oro. Fragmentos de Borde.

Figura 10. Grupo 8 Cerámica Colonial.

176
Figura 11. Grupo 9 Complejo Momil.

Industria Lítica ígneas. Las formas elaboradas por medio de


acciones abrasivas, resultaron en artefactos activos
como: Cantos con Bordes Desgastados,
Los materiales analizados fueron cerca de Machacadores-Maceradores y Manos de Moler
600 fragmentos recuperados en 99 sitios. El entre otros, y de tipo pasivo como Metates,
método y los principios de análisis derivan de los Yunques, Tulpas y Afiladores (Figuras 12 y 13).
estudios líticos llevados a cabo tanto en nuestro Otros artefactos se identificaron a partir de las
país y para los Andes Centrales sobre la base de huellas observadas en los derivados de talla; su
una tipología funcional y formal como los rasgo característico fue el uso de la percusión
propuestos en otros países por Lavallée et al. directa. Los productos derivados corresponden a:
(1985). La materia prima de las piezas indica que el tajadores unifaciales, cantos desbastados, cepillos
mayor porcentaje de artefactos se obtuvo a partir nodulares, lascas de preparación, núcleos activos y
de nódulos de arenisca, cantos silíceos de chert y desechos de talla nodular (Figura 14).
cuarcita, originarios de fuentes fluviales de la zona
y otros obtenidos de basaltos y otros tipos de rocas

177
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Ecología Histórica
Interacciones Sociedad-Ambiente a Distintas Escalas Socio-Temporales

a. b.
Figura 12. Artefactos modificados sin trabajo de talla
a. Útiles de percusión y martillado directo. b. Amasadores

a. b.
Figura 13. Artefactos elaborados por medio del trabajo de talla
a. Útiles de Tajado b. Útiles gruesos de cepillado y raspado sobre núcleo

178
a. b.
Figura 14. Artefactos con pulimento opcional
a. Hacha y fragmentos de hacha b. Cinceles o formones

Consideraciones Finales de Llanura aluvial para uso de vivienda y


agricultura.
Basados en el análisis de la distribución
espacial de sitios y materiales arqueológicos al Es importante tener en cuenta que los sitios
interior de las unidades de paisaje identificadas, se no ocupados o con poca evidencia arqueológica
posibilitó una aproximación al manejo, uso y pueden decir mucho acerca de la dimensión
transformación del paisaje dado por las gentes del simbólica, que corresponde al entorno pensado es
pasado. A su vez fue importante reconocer que el decir la construcción social del paisaje (Criado
paisaje constituye en sí mismo la base física que no 1991, 1999), aspecto aún por investigar.
solo brinda los elementos de supervivencia, sino
que corresponde al espacio en donde se producen
las dinámicas socio culturales y en donde los seres A partir de los resultados, se hizo evidente
humanos lo construyen socialmente. que la delimitación de un periodo arqueológico no
puede definirse solamente con la presencia o no de
un complejo, grupo o tradición cerámica; en este
En el Cuadro 1, se presenta la información caso puede decirse que no es un marcador
revisada tanto de las investigaciones arqueológicas determinante para establecerlo, ya que estos se
llevadas a cabo en zonas adyacentes a la de traslapan en el tiempo y en el espacio (ej. G3, G4 y
estudio, como la obtenida durante la investigación. G8). Para resolver estas dificultades es necesario
A partir de la integración de la información, se contar con cronologías absolutas que permitan
plantea que: Los cazadores recolectores (2.000 identificar el tipo de relaciones entre los complejos
a.C. - 100 d.C.), probablemente ocuparon y cerámicos, las etnias prehispánicas (Zenúes,
aprovecharon todos los ambientes: colinas, Malibúes) y los diversos tipos de registro
piedemontes y terrazas, ciénagas, lagunas, aunque arqueológico con los paisajes ocupados. Así mismo
aparentemente de manera poco intensiva. los estudios regionales nos permiten apreciar
Demuestran su aprovechamiento en caza, pesca y escalas espaciales y temporales donde es factible
vivienda. De otra parte, entre los siglos II - X d.C. reconocer ciertas tendencias en la ocupación y uso
las gentes se ubicaron principalmente en ambientes del territorio de las poblaciones prehispánicas. Un
acuáticos y cerca de ellos, como Terrazas altas y estudio más detallado en el análisis de los procesos
bajas coluvio aluviales, ciénagas, colinas y de ocupación de determinadas áreas, distribución
lomeríos. El uso se evidenció en vivienda de la población, acceso a recursos, intercambios,
(plataformas), montículos funerarios, manejo de dimensión simbólica del paisaje, etc. permitirán
sistemas hidráulicos, cultivo y minería. Para las aproximarnos a la identificación de tipos de
épocas de contacto europeo se ocuparon paisajes organización sociopolítica, económica y simbólica
de coluvios de piedemonte, terrazas altas y bajas de las gentes que ocuparon el territorio. Poder

179
Universidad Tecnológica de Pereira-Sociedad Colombiana de Arqueología-Universidad del Cauca, 2008
Ecología Histórica
Interacciones Sociedad-Ambiente a Distintas Escalas Socio-Temporales

descifrar con alguna certeza esta variabilidad nos • Lavallée, D.; Julian, M.; Wheeler, J. Y Karlin, C. 1985.
daría elementos de juicio para evaluar los TELARMACHAY: Chasseurs et Pasteurs Préhistoriques
razonamientos de tipo ecológico social y para des Andes. Institut Français d’Études Andines. Editions
explicar la ocupación de ciertos tipos de paisaje Techerche sur les Civilizations, Tomo I (Troisième Partie).
París.
frente a otros que no lo fueron.
• Morán, E. 1990. Levels of Analisis and Analytical
Level Shifting: example from amazonian ecosistem
Las formas de relación con el entorno research. En: The Ecosystem Aproach in Anthropology,
Cap. 10. Emilio Morán Ed. University of Michigan Press.
corresponden a una serie de alternativas que
• Parsons, J. 1985. Raised field framers as pre –
tomaron las comunidades antiguas en su devenir Columbian landscape engineers: looking north from the
histórico, y se pretende por tanto poder explicarlas San Jorge (Colombia). En: Prehistoric intensive
en el tiempo y en el espacio; y que las diversas agriculture in the tropics. Editado por I. S. Farrington.
formas de organización fueron responsables de las BAR International Series 232 (i). Oxford. Inglaterra pp.:
manifestaciones culturales conocidas (ej. la 149 – 165.
orfebrería, la cerámica, la construcción de • Plazas, C. y A. Falchetti 1981. Asentamientos
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180
Grupo - Tipo Período de Paisajes Ocupados Probable Tipo de uso Observaciones
Cerámico ocupación
Asociado
Cazadores 5.000 AP. - Lomerío intrusivo y sedimentario - Campamento La cronología de los sitios identificados se definió
recolectores relativa - Taller Lítico por el desarrollo de los suelos en los cuales se halló
la evidencia (ferripanes).
Grupo 1 II – X d.C. - Montañas Erosionales - Vivienda, montículos funerarios Asociado a los Grupos 2, 3 y 4 y en algunos casos a
Granulosa Incisa - Piedemonte Antiguo - Vivienda los Grupos 6 y 7
- Piedemonte reciente a subreciente - Vivienda y montículos funerarios
Grupo 2 II – X d.C. - Colinas - Vivienda Asociado a los Grupos 3, 4 y en menor proporción a
Complejo Rabón - Lomerío intrusivo y sedimentario - Vivienda, montículos funerarios los Grupos 1 y 6
Tradición Modelada - Montañas erosionales - Vivienda, montículos funerarios
Pintada - Piedemonte reciente a subreciente - Vivienda, montículos funerarios
- Terrazas Pleistocénicas (1, 2, 3) - Vivienda, huerta, montículos funerarios
- Valle Aluvial - Vivienda, montículos funerarios, camellones
Grupo 3 II – X d.C. - Lomerío intrusivo y sedimentario - Vivienda, montículos funerarios. Asociado a los Grupos 2 y 4 y en menor proporción
Complejo Carate - Montañas erosionales - Vivienda, montículos funerarios. a los Grupos 1, 6, 7 y 8
Pajaral - Piedemonte Antiguo - Vivienda
Tradición Modelada - Piedemonte reciente a subreciente - Vivienda, montículos funerarios
Pintada - Terrazas Pleistocénicas (1, 2, 3) - Vivienda, huerta, montículos funerarios.
- Valle Aluvial - Vivienda, camellones, montículos funerarios
Grupo 4 Siglo X d.C. - Lomerío intrusivo y sedimentario - Vivienda, montículos funerarios Asociado a los Grupos 2 y 3 y en algunos casos con
Complejo Montelíbano - Montañas erosionales - Vivienda, montículos funerarios. los Grupos 1, 6, 7 y 8. Es el grupo más
Crema Friable. - Piedemonte reciente a subreciente - Vivienda, montículos funerarios. representativo en la zona de estudio. En la
Tradición Modelada - Planicie Volcánica - Vivienda información arqueológica existente, no hay
Pintada - Terrazas Pleistocénicas (1, 2, 3) - Vivienda, huerta, montículos funerarios. asociación de este complejo con los mencionados,
- Valle Aluvial - Vivienda, camellones, montículos funerarios por identificarse únicamente en contextos funerarios
Grupo 5 S. XII-XIII d.C. - Lomerío Intrusivo y sedimentario - Vivienda, montículos funerarios Guarda relación con la etnia arqueológica Malibú del
Complejo Las Palmas bajo río San Jorge (Plazas y Falchetti 1981)
Tradición Incisa
Alisada
Grupo 6 S. X d.C. - Piedemonte reciente a subreciente - Vivienda, montículos funerarios Asociado a los Grupos 1, 2, 3, 4 y 7
Complejo Betancí
Grupo 7 S. II a.C. – III - Lomerío intrusivo y sedimentario - Vivienda, montículos funerarios Asociado a los Grupos 1, 3, 4, 6, 8
Complejo Cienaga de d.C - Montañas erosionales - Vivienda, montículos funerarios
Oro
Grupo 8 S. XVI - XVIII - Lomerío intrusivo y sedimentario - Vivienda, montículos funerarios Asociado a los Grupos 3, 4 y 7
Cerámica Colonial - Montañas erosionales - Vivienda, montículos funerarios
Grupo 9 II a.C. – III d.C. - Piedemonte reciente a subreciente - Vivienda, montículos funerarios Corresponde a un solo fragmento; asociado a los
Complejo Momil Grupos 2 y 4
Cuadro 1. Síntesis de la información presentada

181
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Figura 15. Llanura de inundación en la Unidad Geomorfológica de Valle Aluvial indiferenciado (VA) del río Uré - Hacienda El Carbón.

Figura 16. Terrazas Aluviales Bajas (A1), Medias (A2) y Altas (A3) Holocénicas y de los subpaisajes de Vega y Orillar. Río Uré - Hacienda
Marcelo

182
Figura 17. Piedemonte reciente a subreciente (Pd1) y Montañas erosionales (M1) en clima cálido húmedo. Tomada desde el Alto Las
Brisas, Hacienda Mogambo (Polígono Sur)

Figura 18. Terrazas Antiguas Pleistocénicas (T1, T2, T3) que discurren hacia el río Uré

183
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184
3.2. Una Aproximación al Proceso Histórico Prehispánico de la
Planicie Cálida del Valle del Magdalena Tolimense, Colombia

Juan Manuel Llanos Chaparro


Instituto de Educación a Distancia Universidad del Tolima, Grupo de Investigación GRAPA
jmllanos@gmail.com

Héctor Salgado López


Profesor Titular del Departamento de Ciencias Sociales, Facultad de Ciencias de la Educación
Universidad del Tolima
Grupo de Investigación GRAPA
pijaosalgado@hotmail.com

Alba Nelly Gómez García


Profesora Departamento de Antropología, Universidad de Antioquia
Grupo de Investigación GRAPA
angomez@hotmail.com

Resumen

A partir de los resultados de la investigación realizada en un sitio de asentamiento estratificado, ubicado


en la localidad de Guamo - Tolima, se hace una presentación de los procesos de ocupación y de la
problemática arqueológica prehispánica en el centro del valle del Magdalena tolimense. Las excavaciones
adelantadas en el yacimiento de La Esmeralda son de gran importancia para la arqueología regional, en la
medida que los resultados permitieron establecer una secuencia cultural de aproximadamente 2.000 años de
duración. El conocimiento de las ocupaciones prehispánicas que conforman dicha secuencia constituye un
importante aporte para la comprensión de la historia y de los complejos procesos culturales de las sociedades
antiguas que se asentaron en el valle del Magdalena tolimense y sus posibles vínculos con regiones
circunvecinas (como las estribaciones y vertientes andinas de las cordilleras Oriental y Central), con las áreas
arqueológicas del suroccidente colombiano y con el valle medio del río Magdalena. Por primera vez la
estratigrafía cultural, la seriación cualitativa de los materiales cerámicos, los análisis especializados (fitolitos,
polen, edafológicos y líticos) y los resultados de radiocarbono permiten profundizar en el conocimiento y
delimitación de la secuencia de ocupaciones precolombinas de la región, en la cual se pueden distinguir dos
periodos, que se extienden desde el primer milenio a.C., hasta los siglos XVI - XVII de nuestra era; un período
Temprano con dos complejos cerámicos: Montalvo y Guamo Ondulado, y uno Tardío al que corresponde el
complejo Magdalena Inciso.

Palabras Claves: Valle del Magdalena tolimense, arqueología regional, secuencia cultural, estrategias de
ocupación, complejos Montalvo, Guamo Ondulado, Magdalena Inciso.

Abstract

On the basis of the results of the investigation in a stratified settlement located in Guamo – Tolima, we
present the process of occupation and the archaeological problematic concerning the prehispanic settlements in
the centre of the Magdalena valley in Tolima. The excavations developed in the deposit “La Esmeralda” are very
important for the regional archaeology, as the results allow the establishment of a 2.000 year long cultural
sequence. The knowledge of the prehispanic occupations forming the sequence are of great importance for the
understanding of the history as well as the complex cultural processes of the antique societies which settled
down in the Magdalena valley in Tolima and their possible links with surrounding regions backs and slopes of the
western and Central Andes), or with other archaeological areas located in the south-west of Colombia and the

185
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central Magdalena river valley towards the north of the region where the investigation was developed. For the
first time the cultural stratification, the qualitative sequencing of ceramic materials, and the radiocarbon results
permit to profound knowledge on the sequences of precolumbian occupations in the region and to determine
them more accurately. This sequence consists of two periods extending from the first millennium B.C. to the 16th
and 17th century of our age: an Early period with two ceramic complexes: Montalvo and Guamo Ondulado, and
a late period represented by the Magdalena Inciso complex.

Keywords: Magdalena valley in Tolima, regional archaeology, cultural sequence, strategies of occupation,
complexes Montalvo, Guamo Ondulado and Magdalena Inciso.

terrazas disectadas que no superan los 350 msnm.


Introducción Esta región se localiza en el piso térmico cálido con
una temperatura media anual de 26 a 28,3°C y una
Los resultados expuestos en el presente escrito, precipitación media anual de 1.342 mm, ubicada en
hacen parte del programa de investigación del la zona de vida del bosque seco tropical (bs-T)
Museo Antropológico de la Universidad del Tolima, (IGAC 1996, Castro 1994, CORTOLIMA 1998).
sobre la historia y la cultura regional, adelantado
por el Grupo de Investigación en Arqueología y
Patrimonio Regional GRAPA. Esta labor no habría
sido posible sin el respaldo económico y apoyo
institucional de la Universidad del Tolima a través
de la Vicerrectoría Académica, Facultad de
Ciencias de la Educación y Comité Central de
Investigaciones, la cofinanciación permanente de la
Fundación de Investigaciones Arqueológicas
Nacionales, el soporte técnico del Museo del Oro,
del Banco de la República y la colaboración de la
Universidad de Antioquia.

El objetivo principal de este programa es


obtener información arqueológica, dentro de un
contexto regional, por medio de la identificación de
los diferentes procesos de construcción social,
periodización cultural, pautas de asentamiento y
relaciones con áreas próximas. La presente
investigación se adelanto en la zona central del
valle del Magdalena tolimense, con el fin de evaluar
los procesos de transformación social de los
ocupantes prehispánicos en la zona, para lo cual se
consulto la información secundaria de asentamiento
disponible y se exploraron diferentes paisajes, el
resultado proporciono la identificación de 38 sitios.
Después de considerar las características de las
evidencias materiales y su estado de conservación
se selecciono el yacimiento de La Esmeralda
(municipio de Guamo). Figura 1. Mapa con la localización geográfica del área de
estudio, escala 1:250.000. Fuente cartográfica IGAC.

La Zona de Estudio

Comprende el municipio de Guamo, en la


parte central del departamento del Tolima sobre la
planicie del río Magdalena (Figura 1), con un
macrorelieve plano a levemente ondulado con
pendientes no mayores de 7 %, formando llanuras y

186
amplias cuencas hidrográficas, con valles
encajados e incisados, de pendientes largas con
terrazas altas en sus orillas y extensas llanuras.

El relieve del abanico de Guamo se


caracteriza por conservar una serie de picos
ondulados, formas disectadas, con ausencia de
superficies planas, que son indicios de un largo
proceso de erosión. Sin embargo, en el sector que
nos ocupa, hacia el ápice o parte final del abanico,
el paisaje es mucho más suave y plano, producto
de la acción aluvial.

El sitio arqueológico se encuentra ubicado


en la finca La Esmeralda, en el extremo oriental de
Figura 2. Panorámica del sitio arqueológico La Esmeralda la cabecera municipal de Guamo-Tolima, vereda La
Luisa. Corresponde a una terraza de segundo nivel
La historia geológica de la región tiene tres del río Luisa, con aproximadamente nueve
grandes momentos: El primero, corresponde con un hectáreas (520 x 170 m) y una altura que oscila
proceso tectónico muy fuerte, durante el Terciario, entre 327 y 330 msnm; el paisaje es ligeramente
cuando se incrementa la altura de la Cordillera ondulado con zonas bajas inundables y partes más
Central (formaciones Gualanday y Honda), todo altas, donde se ubicaron evidencias de
acompañado de una intensa actividad volcánica asentamientos prehispánicos (Figuras 2 a 4).
(Soeters 1976). El segundo, son las glaciaciones y
los interglaciares. Finalmente, se inicia el proceso Las unidades fisiográficas identificadas son:
de profundización de los cauces y la sedimentación Abanico de Guamo (aG), cauces del río Luisa (Ca,
de las grandes planicies con materiales Ca1 y Ca2), Humedales (Hu), zona urbana (Zu) y las
fluviovolcánicos, como consecuencia se formaron terrazas (T1 y T2); la T1, es alta y presenta las
tres grandes unidades geomorfológicas: El abanico mismas características estructurales del abanico de
de Ibagué, que es el más antiguo y que Espinal y la T2, esta constituida por materiales
corresponde fundamentalmente al Pleistoceno y los provenientes de los desbordes del antiguo curso del
abanicos de Guamo y de Espinal que pertenecen al río Luisa (Ca1), son terrenos bajos con suelos
Holoceno y que se extienden, entre el piedemonte jóvenes y fértiles, por lo mismo más aptos para la
oriental de la Cordillera Central y el río Magdalena agricultura (Figuras 3 a 5).
(Soeters 1976).

El abanico de Guamo, en el que se


encuentra el yacimiento, se formó a partir de la
sedimentación del río Coello; el paleocauce de esta
corriente era recto en sentido occidente - oriente,
durante el recorrido era obstaculizado por la
Barrera de Gualanday (colinas estructurales en
rocas sedimentarias del terciario), desviando las
aguas hacia el sur. Posteriormente, la combinación
de movimientos sísmicos y la presión ejercida por
las aguas y los sedimentos rompen la barrera
natural y el río fluye hacia el oriente, originando el
abanico de Espinal (Soeters 1976, Terraza et al.
2002).
Figura 3. La Esmeralda y diferentes áreas en que se sectorizó el
Paisaje del Sitio Arqueológico yacimiento

La población prehispánica que se ubico en


Los principales ríos de la región son el la terraza (T1) vivió en un área relativamente alta,
Saldaña, Luisa y Coello, que descienden desde la que sin embargo debió sufrir con los grandes
parte alta de la vertiente oriental de la cordillera desbordes del antiguo cauce del río Luisa (Ca1), el
Central y cruzan la marguen occidental de la agua cruzaba la terraza hacia la depresión donde
planicie del río Magdalena, originando extensas y se ubica el cauce antiguo (Ca2), lo que exigía

187
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intervenciones para mejorar las condiciones del ubicar un área, en la parte más alta y central de la
lugar, por eso en algunos sectores se identifican terraza, poco afectada y con un alto número de
rellenos antropogénicos, probablemente con el fin desechos culturas, en buen estado de
de elevar la superficie de la terraza y adecuar conservación, sobre la cual se ubicaron las
puntos o “pasos” para las aguas de desborde excavaciones (Figura 6).
(Figuras 4 y 5).

Figura 4. Vista áerea del yacimiento arqueológico y sus Figura 6. Levantamiento topográfico La Esmeralda-sitio 1.
alrededores. Escala 1:2500.

En total se realizaron catorce cortes de


diferentes dimensiones y profundidades,
dependiendo de la estratigrafía natural y cultural,
2
para un total de 69 m excavados; sobre la parte
más alta y plana de la terraza y donde la presencia
de las evidencias culturales era más profunda, se
ubicaron las unidades 1, 2, 12,13 y 14. Sobre la
pendiente que baja hacia el primer nivel de terrazas
del río Luisa (noroeste) se ubicaron las U.E. 3, 4 y
5, y finalmente, los cortes 6 a 11, se trazaron en
sentido este, con el propósito de identificar los
procesos estratigráficos (deposicionales y
posdeposicionales) de formación de la terraza y el
uso dado a estos sectores donde las líneas de
sondeo habían señalado bajas frecuencias de
Figura 5. Unidades fisiográficas de La Esmeralda-sitio 1, tomado materiales arqueológicos (Figura 6).
de la aerofotografía N 091, vuelo C-2556, escala aproximada
1:45.800. Los perfiles en esta área (sector dos),
presentan como característica especial una
La Secuencia Estratigráfica sucesión de cinco a siete horizontes A engrosados,
distribuidos a través de 1,50 m de profundidad en
Las características naturales de los promedio, indicando una intensa actividad humana
diferentes horizontes del suelo, la actividad (antropogénicos), producto de diferentes
antrópica, las evidencias materiales y las fechas de actividades tales como: áreas de vivienda y zonas
radiocarbono obtenidas en este sitio estratificado, de cultivo. En los catorce cortes se identifico una
son evidencia de un largo período de asentamiento secuencia estratigráfica de diez Horizontes: Ap,
humano (entre 1.500 y 2.000 años) con tres Ap2b1, Ap3b2, Ap4b3, Ap5b4, Ap6b5, Ap7b6, AB, B, C, no
momentos o fases de ocupación. todas las unidades presentan los mismos
horizontes (Figuras 7 y 8).
Las actividades arqueológicas realizadas
en la terraza permitieron dividirla en dos sectores; Los análisis especializados y los resultados
14
el primero, altamente intervenido y alterado por la de C permitieron identificar tres estilos cerámicos
ejecución reciente de obras civiles y el segundo diferentes, asociados con la periodización existente
(2,5 hectáreas), donde la prospección permitió para la región central del valle del Magdalena

188
tolimense; entre 240 y 100 cm de profundidad se Guamo Ondulado (Clásico Regional) y entre los 30
encuentran las evidencias del complejo Montalvo cm y la superficie actual, complejo Magdalena
(Formativo Tardío), entre 100 y 30 cm, complejo Inciso (Tardío o Reciente).

Figura 7. La Esmeralda-sitio 1, Unidad de excavación 12, perfiles estratigráficos paredes norte, sur y este.

Figura 8. La Esmeralda-sitio 1, Unidad de excavación 13, perfiles estratigráficos paredes sur y oeste.

189
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La presencia de elementos cerámicos existió alrededor del primer milenio antes de Cristo
revueltos y asociados a diferentes estilos, puede un asentamiento humano.
explicarse como resultado de diversas actividades
pos-deposicionales; alteraciones modernas, Los horizontes Ap7b6, Ap6b5, Ap5b4 y Ap4b3
disturbios naturales por acción de raíces y presentan características edafológicas y antrópicas
microfauna (hormigas, lombrices, escarabajos, etc.) que señalan una serie continua de
y en gran medida por la acción de los ocupantes transformaciones en las condiciones naturales de
prehispánicos y sus permanentes actividades de formación y depositación de los mismos; son
adecuación que alteraron la secuencia a diferentes horizontes conformados a partir de rellenos hechos
profundidades y desplazaron materiales de sus con diversos grados de intensidad, con diferentes
niveles originales (Figura 9). fines y con abundante presencia de fragmentos de
roca volcánica de variados tamaños (tobas o
1200 bombas de cristales, recubiertas de arcilla
recristalizada), además, son suelos cementados por
1000
factores naturales (sílice liberada por material
800
Magdalena Inciso volcánico), estructuras compactadas y degradadas
Guamo Ondulado
por pisoteo o sueltos y porosos producto de la
Cantidades

Montalvo
600 adecuación antrópica acorde con los diversos usos
a los que fueron sometidos como pisos de unidades
400
domesticas o áreas agrícolas (huellas de poste,
200
depósitos y concentraciones de materiales) (Figura
8).
0
10_20 20-30 30-40 40-50 50-60 60-70 70-80 80-90 90-100 100-110 110-120 120-130 130-140 140-150
Los procesos de adecuación del sitio
Figura 9. Frecuencias cerámicas por complejos, unidad de durante esta primera ocupación fueron
excavación 1. significativos, con el fin de aumentar el nivel del
área habitable por medio de rellenos, que incluían
Primera Ocupación diferentes tipos de suelos y materiales
arqueológicos que provenían de actividades
La base de la secuencia natural es el primarias (Figura 10).
horizonte C que se puede ubicar entre 60 y 210 cm
de profundidad, la característica más sobresaliente
es la presencia de huellas de paleoraíces, lo que
permite conjeturar que el sitio hacia parte de una
espesura con árboles, antes de la llegada de los
primeros habitantes (Figura 7).

Las primeras evidencias de actividad


humana en el sitio, corresponden a los portadores
de la cerámica del complejo Montalvo, se
encuentran en una pequeña área del horizonte C,
en la U.E.13, entre los 220-240 cm de profundidad,
el grueso esta entre los 210 y 100 cm en promedio.
Estas evidencias se distribuyen indistintamente
entre los suelos de los horizontes B, AB y dentro de
una serie de horizontes A (Ap7b6, Ap6b5, Ap5b4 y Ap4b3).

Los horizontes B y AB presentan en


general una coloración café grisácea oscura, pH
entre medianamente ácido a ligeramente alcalino y
una estructura destruida por cementación,
compactación y alta actividad biológica; en la
U.E.13 fueron interrumpidos por cortes artificiales.
La relativa alta concentración de fósforo total (2.560
ppm), en el horizonte AB de la unidad 1, permite
inferir que en la parte elevada y plana de la terraza

190
Con el fin de datar la parte más profunda actividades antrópicas, lo cual es corroborado por
del yacimiento, se seleccionaron tres muestras de una mayor acumulación de desperdicios materiales.
carbón, entre los 140 y 180 cm de profundidad y Durante este momento la terraza fue sometida ha
asociadas a materiales cerámicos diagnósticos del actividades de adecuación, con el fin de obtener
complejo Montalvo, los resultados obtenidos una mayor área aprovechable.
arrojaron edades muy similares, de mediados del
siglo VI a.C., con sigmas de calibración Las fechas obtenidas para esta primera
comprendidos entre los años 790 y 410 a.C. época, varían entre 60 y 90 años, y los atributos del
estilo alfarero (Figura 10) son similares en forma y
decoración, lo cual permite asignar estas
evidencias materiales al estilo alfarero temprano
(Formativo Tardío) reportado, con anterioridad, en
la zona central del valle del Magdalena tolimense y
denominado complejo Montalvo (Botiva 1996,
Cifuentes 1986, 1996, 1997, 2000, Llanos 2001,
Llanos y Gutiérrez 2006, Rozo 1990, Salgado et al.
2006).

El horizonte Ap4b3 presenta evidencias


culturales de las dos primeras fases de ocupación;
sin embargo, el material cerámico depositado en la
parte más profunda de dicho horizonte (100-110
cm), en su mayoría es Montalvo, lo que es un
indicio de que cuando se inicio la formación de este
suelo, el mismo hacia parte del área empleada por
los grupos más tempranos, lo que se corrobora con
14,
una datación de C procedente de este nivel, de
finales del siglo V a.C., cuya calibración oscila entre
mediados del siglo VIII y el primer año del siglo V
antes de Cristo.

La dieta y apropiación de los recursos


vegetales y animales por parte de los grupos
portadores de la cerámica Montalvo, se caracterizo
por el aprovechamiento de la diversa oferta
ambiental propia del bosque seco tropical. Los
Figura 11. Material cultural depositado en niveles profundos de análisis de restos microscópicos de plantas
la ocupación Montalvo
(fitolitos), realizados sobre artefactos líticos
procedentes de los horizontes B, Ap7b6 y Ap5b4,
Las condiciones de acumulación y
señalan la presencia de maíz (Zea mayz) y de otras
formación (algo rápidas) de los primeros horizontes
gramíneas como pastos o hierbas (una del género
de la terraza, empiezan a variar para la época que
pariana sp.); el estudio indica que a una menor
se depositó el horizonte Ap4b3, con dicho suelo se
profundidad se incrementan las cantidades de
inicia la formación de un horizonte A bien definido;
maíz, al igual que los restos carbonizados de dicho
su desarrollo debió haber transcurrido en un largo y
cultígeno.
estable período de tiempo, con buenos aportes de
materia orgánica; al parecer la vegetación vuelve a
Por otro lado, los restos de arqueófauna
crecer fuertemente en la terraza y es muy factible
muestran como estos primeros habitantes
que se alternara el uso de la terraza entre zonas
aprovecharon tanto especies terrestres como
dispuestas como pisos de habitación, áreas de
acuáticas; siendo la más común los reptiles con el
actividad doméstica y pequeñas huertas alrededor
45,7 %, mamíferos terrestres con el 41,2 %, peces
de las viviendas.
9,3 % y aves con el 3,8 %.
El leve pero constante aumento en la
Los primeros pobladores se establecieron
concentración de fósforo total en el centro de la
en ambientes típicos de ciénagas, pantanos y ríos,
terraza (U.E.1, 3.520 ppm), en el sector noroeste
rodeados por sabanas abiertas próximas a zonas
(U.E.4, 1.300 ppm) y en el este (U.E.11, 924 ppm),
boscosas, como lo indican las altas
son un claro indicador del incremento en las

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representaciones alcanzadas por los reptiles, nuevas evidencias materiales son el resultado de
tortuga (Kinosternum leucostomun), con el 91 %; un proceso de transformación gradual de la
mamíferos como el conejo (Sylvilagus floridanus) alfarería de los primeros habitantes (designada
con el 96,67 % y peces como el bocachico complejo Montalvo) o corresponden a evidencias
(Prochilodus magdalenae) con el 43,8 %; estos materiales de grupos diferentes que se establecen
paisajes aún son comunes en la cuenca del río en el lugar (Figuras 12 y 13).
Magdalena.

Durante la primera fase de ocupación la


terraza era habitada, de manera semipermanente,
por pequeños grupos, posiblemente, vinculados por
lazos de consaguinidad. Asimismo, el asentamiento
debió estar constituido por pequeñas áreas
despejadas, para emplazar viviendas, próximas a
zonas boscosas en medio de un ambiente ribereño
y de humedales.

Segunda Ocupación

Entre los 140 y 100 cm se insinúan las


primeras evidencias materiales que señalan un
cambio en el estilo alfarero, que corresponden a
una segunda fase de ocupación, que se distribuye
hasta los 30 cm de profundidad, en promedio,
abarcando los horizontes Ap6b5, Ap5b4, Ap4b3, Ap3b2, y
Ap2b1.

Como sucedió con los grupos establecidos


anteriormente en el sitio, los segundos ocupantes
realizaron transformaciones significativas de los
suelos, con el fin de adecuarlos para diversos usos;
pisos de habitación, patios, depósitos de basuras y
pequeñas áreas cultivadas alrededor de las
viviendas (Ap6b5, Ap5b4 y Ap4b3) (Figuras 14 y 15).

La cerámica característica de esta segunda


Figura 14. Deposito de materiales Guamo Ondulado en el perfil
ocupación pertenece al complejo Guamo Ondulado, oeste del corte 13
no ha sido posible establecer con certeza si las

192
Dentro de los niveles correspondientes a
El horizonte Ap3b2 (en promedio entre 100 y esta ocupación aparecieron restos óseos humanos
45 cm de profundidad), presenta grandes aislados, correspondientes a unos pocos
concentraciones de fósforo total (3.800 y 4.080 fragmentos de cráneo pertenecientes a un infante
ppm) y alta actividad biológica, lo cual permite de menos de un año de edad y a un individuo
conjeturar, un intensificación en el uso del espacio joven, así, como partes de un pequeño esqueleto
en la parte central de la terraza, para establecer (fragmentos craneales, costillas, vértebras, partes
viviendas y áreas de cultivo (pequeñas huertas), de fémures, húmeros, etc.) que están asociados a
posiblemente situadas en la periferia del sector un individuo no nacido (de 5 a 7 meses de
habitacional o en el primer nivel de terrazas del río gestación), en particular, este pequeño cuerpo
Luisa. Este proceso debió ocurrir alrededor de los debió ser depositado dentro del suelo de un piso de
últimos siglos del milenio anterior a Cristo e inicios vivienda pero no fue sometido a un enterramiento
de la era cristiana. en una tumba hecha para tal ocasión, pues durante
la excavación no se observó ninguna huella que
permitiera deducir la presencia de un pequeño foso
o sepultura.

La manipulación y consumo de recursos


vegetales se incrementa considerablemente, lo que
se refleja en el aumento de los vestigios
carbonizados y fitolitos recuperados de maíz, achira
(Canna sp.), palma, probablemente (Attalea
butyracea), gramíneas (Pariana sp.) y otros pastos.
Además, los fitolitos muestran, entre los 50 y 80 cm
de profundidad (horizonte Ap3b2), un muy leve
avance de las diatomeas, que denotan
microambientes húmedos, en medio de aparentes
mejores condiciones agrícolas.

Figura 15. Concentración de material Guamo Ondulado, en el Situación similar se observa con el
corte uno aprovechamiento de la fauna, las evidencias
indican que, durante esta ocupación, los habitantes
Con el propósito de precisar el momento de de la terraza incrementaron y diversificaron las
inicio de la segunda ocupación, se fecharon dos especies animales consumidas (el 55 % del total de
muestras de carbón procedentes de los niveles 90- la muestra analizada, de las 42 taxas identificadas),
100 cm, en el corte 1 (horizontes Ap3b2, Ap4b3) y 80- entre mamíferos con el 54,2 %, peces el 24,9 %,
90 cm, en el corte 13 (horizonte Ap6b5), los reptiles 12 %, anfibios 4,6 %, aves el 4,1 % y
resultados obtenidos corresponden a mediados del crustáceos el 0,1 %.
siglo II y el inicio del siglo III d.C., y los rangos de
calibración oscilan entre el siglo II y finales del siglo Se incrementa el consumo de conejo,
IV d.C., respectivamente. Es necesario tener en roedores y marsupiales, al igual que especies de
cuenta la presencia en estos suelos de fragmentos peces con hábitos migratorios, pimelodus (nicuro y
de cerámica con rasgos decorativos y formales capaz) y bocachico (Prochilodus magdalenae), y en
característicos de la alfarería de la región Calima y las especies residentes se destaca la mojarra negra
del plan del valle del río Cauca (estilos Yotoco y (Caquetaia umbrifera); aumentan los restos de
Malagana). Las secuencias cronológicas reptiles como cocodrilo (Caimán crocodilus fuscus),
establecidas, en otras regiones del suroccidente, disminuye la caza de la tortuga (Kinosternum
reafirman la existencia de un cambio cultural para leucostomun) y aparecen huesos de iguana (Iguana
esta época. iguana) y tortuga de río (Podocnemis lewyana). En
anfibios se encuentra el sapo común (Bufo marinus)
Asimismo es importante destacar durante y un resto de crustáceo (cangrejo, Sylviocarcinus
esta segunda fase de ocupación, evidencias piriformis).
directas de metalurgia correspondientes a dos
sobrantes de fundición (niveles 80-90 y 50-60 cm) y Este incremento de los restos de fauna
una cuenta de collar cilíndrica miniatura del nivel indica que estos pobladores aprovecharon más la
30-40 cm. diversidad faunística de la zona e implementaron
una estrategia generalista que les permitió

193
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Interacciones Sociedad-Ambiente a Distintas Escalas Socio-Temporales

abastecerse en un ambiente de bosques y llanuras Tercera Ocupación


ribereñas, con zonas lacustres cercanas al río
Luisa. Las evidencias materiales de los últimos
habitantes prehispánicos de la terraza se
Con el fin de fechar las actividades de distribuyen desde los 40 o 30 cm de profundidad en
metalurgia (residuos de oro) que se registraron promedio, hasta la superficie actual, dentro de los
durante el momento de mayor intensidad de la horizontes Ap3b2, Ap2b1 y Ap1; es necesario tener
segunda ocupación y la parte final de la misma, se presente que la parte más superficial del yacimiento
analizaron dos muestras; la primera, proveniente de fue retirada (hasta 30 cm) por las obras civiles
la parte superior del horizonte Ap3b2 e inferior del adelantadas en el lugar, por lo tanto las evidencias
suelo Ap2b1 (nivel 50-60 cm), el resultado obtenidas corresponden a la parte inicial y media de
corresponde a comienzos del siglo IV d.C., con un la mencionada ocupación.
rango de calibración que oscila entre mediados del
siglo IV y las primeras centurias del siglo VI d.C. La Las características más sobresalientes de
segunda, del nivel 30-40 cm de profundidad los suelos de esta tercera ocupación (horizontes
(horizonte Ap2b1), con una edad de finales del siglo Ap2b1 y Ap1), ubicados en la parte más alta y plana
IV d.C. y una calibración que presenta dos de la terraza, es la destrucción de su estructura y
probabilidades (en el rango de 95 % de compactación de forma laminar causada por el
probabilidad), entre los siglos IV y VII d.C. y entre constante pisoteo durante un largo período de
mediados y finales del siglo tercero d.C. tiempo, indicando la continuidad de el
Coincidiendo con dos fechamientos de mediados emplazamiento habitacional, lo cual se ve
del siglo IV d.C. que hay para un sitio en el corroborado por las altas cantidades de fósforo total
municipio de Coyaima, los datos calibrados (en el (4.200 ppm).
95 % de probabilidad), indican una edad que varia
entre los siglos IV y VII d.C. (Beta-103589 y Beta- Las actividades domésticas de los últimos
103590) (Rodríguez 1997). residentes prehispánicos de La Esmeralda se
encuentran documentadas por la presencia de
En términos generales, los resultados pequeñas y medianas concentraciones de
obtenidos en La Esmeralda, en asociación con las desperdicios (Figura 16), basureros ubicados sobre
fechas ya conocidas para Coyaima, permiten la pendiente norte del yacimiento, anchos y
establecer unos límites temporales que están entre profundos pozos (de 60 a 170 cm de ancho por 95
los comienzos del siglo II y la parte media del siglo a 110 cm de profundidad) y cortes en forma de “v”,
VII d.C., para el desarrollo de la segunda fase de que pueden corresponder a restos de canales de
ocupación. Dicha cronología absoluta data una desagüe o eras de cultivo (Figura 7), intervenciones
época de gran expansión cultural y de dispersión de que alteraron la disposición natural de los
un estilo alfarero (complejo Guamo Ondulado) en la horizontes y los vestigios materiales
zona del valle de Tolima y que además, se puede
asociar a una etapa similar en otras áreas Durante esta ultima ocupación se
culturales del suroccidente Colombiano (período registraron dos entierros primarios; el primero de
Clásico Regional). ellos, se ubico a poca profundidad (10 a 20 cm), la
extrema cercanía a la superficie no permitió
Durante esta segunda ocupación (600 a determinar durante la excavación si en el lugar se
700 años, aproximadamente), las actividades realizo un pozo a manera de fosa donde se hubiese
cotidianas y domesticas de los pobladores de La depositado el cuerpo. Se pudo constatar que la
Esmeralda, sufren un significativo incremento, posición que presentan los restos es de cubito
directamente relacionado con el establecimiento de dorsal, con los miembros extendidos pero
un asentamiento permanente, con un mayor desplazados, las piezas dentarias permiten deducir
numero de individuos y familias. Igualmente, que se trata de un infante varón de
aumentan las labores de adecuación, lo cual se aproximadamente cuatro años de edad que no fue
puede inferir por la mayor superficie intervenida y acompañado de ningún tipo de ajuar funerario.
modificada, producto de los movimientos de suelos,
para el establecimiento de viviendas, estas El segundo, se trata de un entierro primario
actividades generaron un mayor impacto sobre las depositado en una fosa de más o menos 60 cm de
zonas boscosas, ciénagas y pantanos (llanuras profundidad por 160 cm de largo, en la cual se
inundables) circundantes. colocaron los restos en posición supino y
posteriormente se cubrieron con grandes y gruesos
pedazos de cerámica correspondientes a tres ollas

194
domesticas de gran tamaño. El estudio morfológico en restos de la tortuga Kinosternon leucostomum
sugiere que antes de su entierro, el cadáver fue (95 %).
sometido a procesos de combustión, las delgadas
paredes y la reducida dimensión de los huesos Las evidencias materiales de la tercera ocupación
largos, así como el corto tamaño de las piezas pertenecen al período Tardío de la región del valle
dentales (poco desgaste y raíces en formación), de Magdalena tolimense y de las estribaciones y
permite conjeturar que podría ser una mujer muy vertientes andinas de las cordilleras Oriental y
joven (15 a 16 años). Central y denominada Magdalena Inciso, las
mismas se caracterizan por la presencia de vasijas
sencillas de mediano y gran tamaño, acompañadas
por otras que pueden hacer las veces de tapas,
también son comunes recipientes globulares con
asas, cuencos, platos, figurinas sólidas y volantes
de huso con motivos incisos; la decoración más
frecuente es la incisión en diversos diseños
geométricos, el pastillaje con diferentes trazos
incisos, presionados, muescas y baños de
tonalidades rojas y cafés (Figuras 17 y 18).

Figura 16. Acumulación de materiales cerámicos del período


Tardío, en el corte uno (Nivel 20-30 cm)

Los macrorestos vegetales y los vestigios de


fitolitos señalan la importancia que mantienen las
actividades agrícolas; dominadas por el cultivo de
maíz y el aprovechamiento de palmas y gramíneas.
Las taxas más frecuentes identificadas dentro de
los restos de arqueofauna (con el 22 % del total de
las muestras analizadas) son las de mamíferos con Como rasgo característico de la cerámica de esta
el 39,9 %, seguidas por peces con el 29,9 %, última ocupación, se pueden considerar la
reptiles 28,5 % y aves 1,8 %. presencia de fragmentos cerámicos del grupo
denominado friable, correspondientes a partes de
Dentro de los mamíferos continúa la preferencia por embudos empleados en la fundición de metales,
animales pequeños, como el conejo sabanero similares a los registrados en el municipio de
(Sylvilagus floridanus) con el 57,14 %, roedores con Saldaña en contextos domésticos y asociados a
el 16,96 % y marsupiales con el 16,07 %; en los fragmentos de metal (Llanos 2001, Llanos y
peces sigue el predominio de especies del género Gutiérrez 2006). Asimismo, se constato la
pimelodus (nicuro y capaz), la mojarra negra elaboración de instrumentos sobre hueso; dos
(Caquetaia umbrifera) y el bocachico (Prochilodus agujas en espinas dorsales de peces y un punzón
magdalenae) y en los reptiles se da un incremento en hueso de mamífero no identificado.

195
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Ecología Histórica
Interacciones Sociedad-Ambiente a Distintas Escalas Socio-Temporales

historiográfica permite inferir como dicha situación


cambio drásticamente con las nuevas condiciones
impuestas por la guerra de conquista, así como con
el posterior sometimiento de los grupos indígenas y
el desarrollo de un nuevo sistema institucional,
durante la época colonial.

En síntesis, las características antes


mencionadas permiten considerar la existencia,
durante el período tardío, de un asentamiento
estable, con un número creciente de habitantes y
familias, los cuales estaban establecidos en medio
de hábitats de humedales y zonas lacustres
ribereñas, rodeadas de praderas abiertas y algunas
áreas boscosas con arbustos y matorrales, de los
cuales obtenían el sustento.

Proceso Cultural Prehispánico en Guamo-


Tolima

Del conjunto de evidencias materiales


recuperadas por los arqueólogos, en el yacimiento
La Esmeralda, el mejor descriptor de cada una de
las fases de ocupación es la cerámica. El primer
grupo humano que se asienta en el área tenía una
vajilla caracterizada por la alta representación de
14 ollas, cuencos y platos, además de copas, vasos,
La estratigrafía cultural y los resultados de C de la cazuelas, figurinas y botellones, en los cuales
zona en mención, permiten plantear un cambio domina la decoración incisa, esgrafiada y la pintura
cultural y el establecimiento de los grupos Tardíos negra en diversos diseños geométricos (Figura 10).
tanto en el valle del Magdalena como en las laderas
andinas entre los siglos VIII y XII d.C. (Cifuentes La vajilla de esta ocupación se caracteriza
1997, Llanos 2001, Llanos y Gutiérrez 2006, por las formas pequeñas y medianas, de paredes
Salgado 1998, Salgado et al. 2006), el cual se delgadas que en promedio tienen 2,5 mm de
extiende durante, más o menos, 900 años (siglos 79
espesor , inferior al obtenido en los conjuntos
VIII a XVII d.C.), hasta el periodo Colonial (Carvajal cerámicos de las ocupaciones posteriores, que se
2004, Cifuentes 1994, 2000, Llanos y Gutiérrez refleja en un menor peso; las vasijas con bocas
2006, Pulido 1996) e incluso hay fechas que restringidas, como los botellones, alcanzan altas
prolongan su presencia hasta el siglo XVIII de representaciones. Estas condiciones podrían estar
nuestra era (Pulido 1996, Rodríguez 1997). relacionadas con la relativa movilidad de los grupos
que se establecen en el sitio, durante el período
Para el caso específico de La Esmeralda una Formativo tardío, condición que determina su
datación radiocarbónica (nivel 30-40 cm) sitúa el equipamiento, bajo la premisa de un fácil traslado.
inicio de la tercera fase de ocupación y del estilo
cerámico (complejo Magdalena Inciso), que Otro argumento que soporta esta hipótesis,
portaban dichos habitantes, hacia finales del siglo es el bajo número de elementos líticos recuperados
IX d.C., con un rango de calibración que oscila y la ausencia de estandarización de los mismos; los
entre finales del siglo VIII y las ultimas décadas del artefactos lascados se caracterizan por ser el
siglo XII d.C. resultado de un proceso simple de talla, cuyo
objetivo central es la obtención de un borde activo o
Las descripciones de la cerámica Tardía y de otros la adecuación de uno natural para un uso inmediato
rasgos culturales (tipo de asentamiento, tumbas,
metalurgia), sugieren la presencia de cierta 79
El grosor promedio de las paredes no hace referencia a la
homogeneidad estilística al interior del valle del presencia de un fragmento o conjunto de ellos, con esta medida
Magdalena tolimense y de la zona andina especifica, es el producto de la suma de los espesores de todos
adyacente durante casi mil años. La documentación los tiestos incluidos en la base de datos por complejo, divido por
el número total de elementos cerámicos.

196
(expedito), en una tarea no especifica. Condición pantanos próximos, en procura de mejorar la
similar se observa para la muestra pulida donde la fertilidad del suelo para el desarrollo de la
irregularidad de las formas y la diversidad de agricultura. Esta situación es un indicio de las
tamaños de los instrumentos, tanto activos como transformaciones que se presentan en el uso del
pasivos, se puede considerar indicativo de una espacio (áreas de habitación, zonas de actividades
actividad de molienda generalizada y no domésticas y cementeras alrededor de las
especializada. viviendas).

La interacción entre las condiciones Entre el siglo V a.C., última datación que
materiales que poseen los pequeños grupos existe para la primera ocupación y el siglo II d.C.,
humanos que se asientan en el lugar de forma cuando se encuentran establecidos en el lugar
semipermanente y el desarrollo e implementación gentes portadoras de la cerámica denominada
de estrategias de subsistencia, para aprovechar las Guamo Ondulado, y a pesar de no identificar
condiciones naturales (proximidad a fuentes de momentos de abandono del sitio, se tiene cierta
agua y diversidad de recursos alimenticios), así claridad sobre lo que ocurrió hacia los inicios de la
como la adecuación del sitio, con el objetivo de era cristiana. Las evidencias cerámicas permiten
superar las restricciones impuestas por la presencia suponer una transformación cultural, al igual que en
de zonas cenagosas, posibilitaron el otras regiones del suroccidente de Colombia, la
establecimiento de áreas de habitación y pequeñas cual se expresa en los cambios de los estilos y las
huertas próximas a las viviendas. formas de la alfarería, así como un aumento en el
trabajo de la metalurgia; además, de un uso más
Estos primeros agroalfareros talan el intensivo del espacio y de los recursos naturales,
bosque y abren pequeños claros en la parte alta y probablemente relacionado con un incremento
plana de la terraza donde se establecen. Estas poblacional.
áreas son mejoradas varias veces durante la
ocupación, por medio de la remoción de suelos Lo que por ahora son conjeturas
(adecuaciones antropogénicas), con el fin de crear relacionadas con un proceso de transformación
partes elevadas por encima del nivel de inundación gradual; de grupos agroalfareros semisedentarios,
y de las zonas de pantano, para ubicar allí unidades conformados por pocos individuos, en sociedades
domésticas y zonas próximas, posiblemente, jerarquizadas con un mayor número de personas,
huertas con cultivos de maíz junto a la recolección las cuales establecen conjuntos de viviendas
de frutos de Palma y seguramente otros productos, (sedentarios) y ejercen un impacto mayor sobre el
como frutales. ecosistema, necesita de nuevas investigaciones,
más detalladas que permitan corroborar o
La dieta antes descrita, se complementaba desmentir este planteamiento.
con la captura de animales típicos de los
ecosistemas de pantano, vegas del río Luisa y Pero es posible afirmar que ciertas
corrientes menores, áreas boscosas y sabanales: características estilísticas y decorativas de la
reptiles, mamíferos, como el conejo y el venado de cerámica se conservan, por ejemplo; fragmentos de
cola blanca, peces y aves. Es importante destacar vasijas con decoración esgrafiada, típica del
que a pesar de ser un hábitat de ciénaga y próximo complejo Montalvo, pero en piezas con formas
al río, el peso especifico de los peces, en el total del representativas del complejo Guamo Ondulado, al
régimen alimenticio, no es significativo, lo que mismo tiempo, se observa continuidad en algunos
podría considerase un indicio del desplazamiento diseños decorativos en pintura y se comparten
del cauce del río Luisa, tal vez alejándose del sito formas y técnicas alfareras.
de habitación en la terraza, o también ser la
expresión de una selección consiente del grupo Como resultado del posible cambio cultural
humano allí asentado. que se efectúa entre los últimos siglos antes de la
era cristiana y los primeros después de Cristo, el
A lo largo de casi 400 años (siglos VIII a V registro arqueológico reconoce que para el siglo II
a.C.), tiempo durante el cual se desarrolla esta d.C. se encuentran asentados de forma
primera ocupación, las actividades de adecuación permanente sobre la cima de la terraza un grupo
del sitio tuvieron diferentes grados de intensidad; de humano, que se caracteriza por la elaboración de
una primera etapa de acumulación rápida, se pasa vasijas cerámicas policromas (las más
a un período de estabilidad, con incrementos en los representativas, Figuras 12 y 13) y de objetos de
aportes de materia orgánica, relacionados metal de fino diseño, restos que se denominan
posiblemente con la adición de limos de los Guamo Ondulado (período Clásico Regional).

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Las actividades de adecuación de la terraza


El crecimiento poblacional en el sitio no y la intensificación en las labores agrícolas y de
solo se refleja en el aumento de las evidencias caza, requirieron de un aumento en la
materiales, también con la intensificación e concentración y variedad de las herramientas
incremento en el espacio utilizado, sobre la parte líticas. En el caso de los implementos lascados se
central de la terraza. Esta mayor área se observa un grado mínimo de estandarización
aprovecho, al mismo tiempo y de manera alternada, orientado a cumplir funciones específicas, cortar,
durante los 600 a 700 años de este segundo raspar, perforar y punzar. El número de artefactos
momento de ocupación, como zona residencial y de pulidos se incrementa de manera significativa, al
cultivo, caracterizada por un mayor número de igual que el grado de formalización y una actividad
huertas establecidas en la periferia del sector de molienda generalizada, necesaria para
habitacional o campos cultivados en el primer nivel complementar las exigencias alimenticias del grupo.
de terrazas del río Luisa.
La vajilla característica de este período
Durante los períodos de expansión y cuenta con altas concentraciones de ollas y
contracción de las áreas ocupadas, la vegetación cuencos, seguidas por platos, copas, alcarrazas,
natural coloniza los espacios abandonados, pero figurinas, vasos, cazuelas y botellones, con
este incremento en las actividades domésticas y decoración acanalada ondulada sobre el borde,
agrícolas genera un mayor impacto sobre entorno muescas y presionado sobre el cuerpo y
natural. Son reiteradas y masivas las adecuaciones popularización de la pintura negativa en variadas
de esta área (rellenos) con el fin de superar el nivel tonalidades (policromía) y con diversos diseños
de las zonas pantanosas que lo circundan y se geométricos (Figuras 12 y 13).
amplían los claros del bosque para establecer
viviendas y cultivos requeridos para sostener una Esta vajilla tiene importantes diferencias
población creciente. con el conjunto Montalvo, los tamaños de las piezas
tienden a ser mayores y el grosor promedio de las
Una mayor población requiere de una paredes se incrementa (9,5 mm) lo que redunda en
intensificación en las actividades de subsistencia, lo un mayor peso de las vasijas, además, aparecen
cual se ve reflejado en el incremento de productos nuevos elementos cerámicos como, los volantes de
vegetales cultivados y recolectados, como el maíz, huso, las pintaderas y se vuelven más frecuentes
frutos de palma y posiblemente una variedad de las alcarrazas, como parte de una concepción
frutales; asimismo se da el aprovechamiento de la estética y cultural diferente, que se expresa en el
achira (Canna sp.) un tubérculo, muy popular hoy desarrollo de nuevas actividades o en la
en día en región. intensificación de las ya existentes. Estas
condiciones podrían estar relacionadas con la
Por otro parte, los registros de fauna estabilización (sedentarismo) y crecimiento del
señalan como se incrementan las especies lugar como sitio de asentamiento.
capturadas; son comunes mamíferos pequeños
como el conejo, marsupiales, roedores y en menor Durante el apogeo de la segunda
proporción animales de tallas más grandes como el ocupación (siglo IV d.C.) se obtienen evidencias
venado de cola blanca y el pecarí, complementados directas de metalurgia; dos sobrantes de fundición y
con peces, reptiles, anfibios, aves y crustáceos. A una cuenta de collar cilíndrica miniatura, lo cual es
diferencia de la ocupación precedente, los recursos un indicador de la importancia que adquiere esta
pesqueros se aumentan de manera significativa, actividad, que para la época (Clásico Regional), en
probablemente para este momento el río Luisa, no el suroccidente del país registra un período de
solamente corría próximo a la terraza, si no que en esplendor, tanto en la técnica de manufactura como
determinados períodos la inundaba, como lo en la riqueza, complejidad y variedad de los
indican los registros de Diatomea. diseños.

Esta estrategia generalista para el Poco se conoce de la pauta funeraria de


aprovechamiento de los recursos disponibles en un este período en la Esmeralda, pero en diferentes
ecosistema de bosque seco tropical en medio de cortes y en distintos niveles asociados con
llanuras ribereñas, humedales y pantanos, le cerámica Guamo Ondulado, se registraron restos
permitió a los grupos del Clásico Regional humanos correspondientes a un infante, un
consolidar un asentamiento permanente por un individuo joven y uno en período de gestación.
período de unos 700 años, aproximadamente. Estos restos se recuperaron de manera aislada y
no fue posible identificar estructuras funerarias,

198
como fosos o tumbas, al parecer los cuerpos se
dispusieron en áreas de vivienda. No se cuenta con Bajo la denominación de complejo
evidencias que permitan sugerir el consumo ritual, Magdalena Inciso se agrupan las características
es posible que la desintegración y disposición de cerámicas antes descritas, que de manera
los mismos sea el resultado de una perturbación homogénea se distribuyen por el valle del
postdepositacional producto de las actividades de Magdalena y las vertientes cordilleranas de la
adecuación del sitio por ocupantes posteriores o región tolimense, entre los siglos VIII y XVII d.C., e
por depredadores. inclusive se prolongan hasta los inicios del siglo
XVIII d.C., en algunos sitios de la zona tolimense.
El conjunto de evidencias antes descritas y
que fueron depositadas durante la segunda La tercera ocupación que se extiende
ocupación del sitio, por grupos portadores del estilo alrededor de 400 años, en la Esmeralda, se
cerámico Guamo Ondulado, permiten inferir que el caracteriza por la intensificación de actividades en
asentamiento corresponde, probablemente, con la terraza, como resultado del establecimiento de
varios núcleos familiares, lo que significo una grupos humanos más numerosos de forma
intensificación en la realización de obras de permanente (sedentarios) y en el aumento del área
adecuación relacionadas con el establecimiento de de ocupación, la mayor parte de la zona alta y
viviendas y áreas de cultivo, requeridas para un plana de la terraza; dicha esta ampliación del
establecimiento sedentario. emplazamiento habitacional y agrícola redunda en
el incremento de zonas abiertas rodeadas de
Es posible plantear que entre los siglos VII bosque natural en un hábitat lacustre de ciénagas y
y VIII d.C. se presenta una ruptura con la tradición pantanos. Estas características implican actividades
cultural temprana, producto del establecimiento en de adecuación de la terraza mucho más
el área de grupos tardíos, portadores de otro estilo significativas; lo cual se refleja en extensas áreas
cerámico, que se denomina complejo Magdalena que se afectan por el movimiento de suelos.
Inciso, caracterizado por el empleo de nuevas
formas y decoraciones. Situación similar se observa Otras perturbaciones identificadas se
en otras áreas del suroccidente del país. No se encuentran asociadas con la disposición final de
sabe con precisión si fue un cambio cultural gradual cuerpos humanos, en esta medida se registraron
o rápido, de sociedades agroalfareras jerarquizadas dos entierros primarios; el primero de ellos, casi
y sedentarias, por grupos con una organización superficial y el segundo, corresponde a una de fosa
social y política caracterizada por el establecimiento rectangular cubierta totalmente por grandes y
de cacicazgos, constituidos por un número mayor gruesos pedazos de cerámica, como parte del ritual
de individuos y familias emparentadas y dirigidas de inhumación el cadáver fue sometido a procesos
por un señor principal. de combustión, previos a su entierro. Las
características funerarias antes descritas no
El nuevo sistema alfarero se caracteriza por estaban registradas para la región, pues durante
la presencia de vasijas con un acabado superficial este período, las evidencias más comunes se
deficiente, paredes gruesas (10,5 mm), más encuentran relacionadas con entierros secundarios
pesadas y con tamaños mayores que los en grandes vasijas sencillas con tapas y en
registrados para las ocupaciones anteriores, formas ocasiones con rostros esquematizados modelados
sencillas: ollas globulares y subglobulares, en la parte externa del cuerpo o personajes muy
cuencos, platos, recipientes con asas, copas, ataviados aplicados sobre las tapas, las cuales
figurinas, volantes de huso y pintaderas, con la hacen parte del horizonte de urnas funerarias del
incisión, como técnica decorativa más frecuente en valle del Magdalena (Castaño 1992, Llanos 2001,
variados diseños geométricos, acompañada de Llanos y Gutiérrez 2006, Reichel-Dolmatoff y
muescas, presionado y algunas veces de apliques Dussán 1943-1944, Reichel-Dolmatoff 1986).
antropomorfos o zoomorfos y baños rojos y cafés
(Figuras 17 y 18). La intensificación de las actividades de
subsistencia, que se reflejan en la estrategia
Asociados con la cerámica Magdalena generalista y el empleo de un mayor volumen y
Inciso se recuperaron algunos fragmentos del grupo variedad de recursos disponibles, también son otro
designado como “Friable” (Llanos 2001, Llanos y indicio del crecimiento de la población durante la
Gutiérrez 2006), que corresponden con embudos y época tardía. La agricultura continúa siendo
moldes, así como varias herramientas en piedra dominada por el cultivo de maíz, complementada
relacionadas con la fundición y elaboración de con la recolección de nueces de palma y
objetos de metal. seguramente frutales. Esta condición se relaciona

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con el aumento y mayor uso de artefactos líticos culturales: el más temprano esta constituido por los
implicados en las actividades de molienda. Igual grupos portadores de la cerámica Montalvo
situación se observa en los recursos faunísticos, (Formativo Tardío) y Guamo Ondulado (Clásico
donde crece el consumo de mamíferos (conejo, Regional), asociado con el período Tardío, se
roedores y marsupiales), peces, reptiles (tortugas) y encuentra el Complejo Magdalena Inciso y por
aves, esto se refleja en el aumento de la cantidad y último, edificaciones y ruinas que corresponden a
variedad de las evidencias líticas talladas. diversos tipos de construcciones de la época
Colonial-Republicana (Figuras 19 a 21).
Lo descrito en los párrafos anteriores es el
resultado del cambio cultural que se reconoce El patrón de asentamiento de los sitios
alrededor de los siglos VII y VIII d.C. en la región arqueológicos tempranos corresponde con
del Magdalena tolimense y que trae consigo pequeños establecimientos (viviendas, áreas de
transformaciones en la pauta de asentamiento cultivo y enterramiento) dispersos a lo largo del
(resignificación del uso del espacio), en las valle del Magdalena, en medio de los municipios de
evidencias materiales, en el diseño y empleo de las Coello, al norte y Natagaima, al sur y entre alturas
estrategias de aprovechamiento de los recursos no superiores a los 500 msnm, ubicados sobre
naturales. terrazas no inundables del primero y segundo nivel,
de los principales ríos del costado oriental de la
Dispersión de Estilos en el Centro del Valle del cordillera Central: Coello, Luisa y Saldaña, o sobre
Magdalena Tolimense el primer nivel de terrazas del río Magdalena
(Carvajal 2004, Cifuentes 1986, 1994, 1997, 2000,
La posición geográfica de la planicie Llanos 2001, Llanos y Gutiérrez 2006, Salgado et
tolimense la convierte en una región de especial al. 2006, 2007, Rodríguez 1997).
interés para los estudios sobre el surgimiento y
desarrollo de poblaciones antiguas en valles Las tumbas del período temprano se
interandinos de Colombia. El valle enmarcado por encuentran ubicadas sobre el mismo nivel de
las cordilleras Central y Oriental es cruzado por el terrazas donde se establecen las viviendas, pero no
río Magdalena y sus afluentes, convirtiéndose en un dentro del sitio de habitación, delimitando
corredor o ruta natural de comunicación hacia claramente el espacio de los vivos y de los muertos
diversas zonas altitudinales de las cordilleras (Llanos 1990). El registro arqueológico señala la
andinas (piedemonte, vertientes y regiones de presencia de áreas de cementerio con tumbas de
montaña); además, este sector del Tolima se pozo con cámara lateral, separadas por grandes
distingue por su fácil movilidad hacia el bajo y alto lajas, que en la mayoría de las veces son metates o
Magdalena. Si bien, en la actualidad la zona se molinos, reutilizados en actividades funerarias.
caracteriza, por ser un área de amplias planicies Dichas estructuras verticales comparten una
descubiertas de vegetación, en épocas marcada similitud en sus formas y tamaños (Botiva
prehispánicas debió ser un hábitat selvático y 1996, Cifuentes 1997, Salgado et al. 2006) y en
ribereño con densos bosques y zonas bajas de ellas se depositaron uno o varios cuerpos
ciénagas y pantanos. acompañados por un ajuar conformado por piezas
de cerámica y en pocas ocasiones de metal, en la
En las cuencas medias y bajas de los ríos época más temprana son especialmente
Saldaña, Luisa y Coello, principales afluentes del numerosas las ofrendas cerámicas (complejo
Magdalena en esta parte del departamento del Montalvo); es posible afirmar que las tumbas no
Tolima, es donde se ha reportado la mayoría de los corresponden, en todos los casos, a una sola
sitios arqueológicos de la planicie tolimense (Botiva inhumación, tal vez, relacionadas con marcadas
1996, Carvajal 2001, 2004, 2005a, 2005b, 2006, diferencias sociales, también pueden ser el
Cifuentes 1986, 1994, 1996, 1997, 2001, Cubillos y resultado de varios entierros, realizados en
Bedoya 1954, Llanos 2001, Llanos y Gutiérrez diferentes momentos, asociados con grupos
2006, Pulido 1996, Reichel-Dolmatoff y Dussán familiares o individuos con algún tipo de parentesco
1943-1944, Rodríguez 1997, Rozo 1990, Salgado (Salgado et al. 2006:95-106).
et al. 2006, 2007, Torres 1988, entre otros).
La proximidad de los asentamientos a los
Las evidencias culturales de la región ríos principales (Magdalena, Saldaña, Luisa y
central del plan del Tolima, principalmente la Coello) les confería una ubicación estratégica y les
cerámica la orfebrería y la cronología, han permitía el acceso a rutas naturales de
permitido, a los estudiosos del tema establecer tres comunicación, bien sea con el piedemonte o las
complejos cerámicos inscritos en dos períodos partes altas de las cordilleras Central y Oriental o

200
hacia zonas del alto y bajo Magdalena. Al mismo Ornamental Complejo y Figuras de Estructura
tiempo, la cercanía a los cursos de agua les Geométrica” (Buitrago y Forero 1999:46).
permitió el aprovechamiento de numerosos
recursos alimenticios (peces, crustáceos, anfibios, Asimismo, al interior de ese gran conjunto
reptiles, aves, mamíferos, árboles frutales y orfebre, los autores identifican “…diferentes
palmas) y a materias primas maderables y unidades estilísticas con una dispersión
minerales, disponibles en hábitats ribereños y de definida,…(donde)…”se encuentran figuras con
zonas bajas inundables y pantanosas. estructura esquemática plana de vista frontal,
miembros desplegados, detalles ornamentales en
Dilucidar si la alfarería de los complejos su parte superior y actitudes agresivas; pequeñas
cerámicos tempranos (Montalvo-Guamo Ondulado), figuras macizas de animales fantásticos con
corresponde a diferentes grupos humanos que se numerosos detalles de diseños ornamentales; y
asentaron en la región en épocas distintas o están piezas que poseen mezcla de diseños de áreas
relacionados con cambios graduales de una misma orfebres de otras regiones.” (Buitrago y Forero
población, esclarecer como y porque circunstancias 1999:106).
se dieron las transformaciones, son preguntas que
persisten en la problemática de la reconstrucción La mayor parte de la colección orfebre
histórica del plan del Tolima. Inicialmente, lo que se Tolima proviene de la región sur del departamento,
puede plantear, es una ruptura o cambio cultural en terrenos de la cuenca alta y media del río
que se presenta en esta región, alrededor de los Saldaña (municipios de Ataco, Chaparral y
siglos VIII a IX d.C., con el establecimiento de los Rioblanco), territorio que también coincide con una
grupos tardíos. extensa zona de explotación aurífera, a partir de
depósitos aluviales, sobre las riberas del Saldaña y
Desde hace varias décadas el territorio sus tributarios (Pérez de Barradas 1958, Buitrago y
tolimense ha sido considerado zona orfebre (Pérez Forero 1999); conformándose un área altamente
de Barradas 1958), los objetos de metal producidos especializada, “un epicentro” para la obtención de
por las sociedades prehispánicas de dicha región y materias primas, elaboración y concentración de
algunos provenientes de zonas vecinas le han material orfebre, desde donde, es posible suponer,
permitido, al Museo del Oro, conformar una se realizo la difusión de piezas, a través de
colección que en términos estadísticos es bastante complejas redes de intercambio, hacia el valle del
pequeña si se le compara con otras áreas orfebres Tolima y a otras regiones externas al área cultural
y, además, ha sido poco estudiada (Buitrago y Tolima.
Forero 1999).
Una de las mayores dificultades que
Pérez de Barradas (1958) definió los presenta la metalurgia Tolima es la ubicación
objetos metálicos Tolima como ornamentos temporal de sus piezas, pues las mismas provienen
corporales y realizo un estudio formal-funcional que del saqueo; la información que se tiene procedente
le permitió generar diversos grupos, entre los que de contextos excavados, de manera controlada, es
se destacan: pectorales antropomorfos con mínima y relaciona material cerámico con unos
miembros en escuadra, en ocasiones con el pocos objetos metálicos, igual situación presenta la
extremo inferior en forma de ave (ancoriformes), colección orfebre del Museo del Oro. En su
pectorales en forma de murciélago conjunto, estos materiales ofrecen información que
(quiropteriformes); colgantes centrales de collar con se puede usar, con la debida prudencia, para
figuras antropomorfas, zoomorfas fantásticas y empezar a tener, al menos, un panorama general
cocodrilos; collares de cuentas lisas, zoomorfas y de la ubicación temporal de la metalurgia Tolima,
antropomorfas; narigueras, pendientes y diademas, de acuerdo con sus elementos de asociación.
etc. (Buitrago y Forero 1999).
En el municipio de Suárez Tolima fue
Un estudio reciente realizo una clasificación excavado un recinto funerario, donde se enterró un
estilística, articulando patrones morfológicos y individuo adulto, acompañado de un suntuoso ajuar
rasgos iconográficos presentes en las piezas; el funerario conformado por collares (en cuentas de
resultado redefine el “estilo Tolima”, como “un conchas marinas, sedimentos calcáreos, piedras
conjunto orfebre”, con rasgos morfológicos grises y jadeitas), junto a dos colgantes de orejera
comunes y lo divide en tres grandes grupos circulares cóncavos, sobre láminas de oro
representativos: “Figuras de Estructura martilladas y repujadas, un pectoral acorazonado;
Esquemática Plana, Figuras con Diseño todo asociado a nueve piezas de cerámica de
formas atípicas a las reportadas para la zona

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(vasijas globulares de cuellos cortos, bases bajas y


anchas y alcarrazas de vertederas cortas, gruesas, De la zona de confluencia del río Coello al
con asa-puente circulares y gruesos y una copa Magdalena, se conoce un lote conformado por un
pequeña) (Botiva 1996). Sin embargo, el conjunto collar compuesto por cuentas bicónicas (7),
conserva pintura negativa negra sobre engobe rojo, cilíndricas (2), anulares (5), antropomorfas
en motivos de espirales y volutas, diseños esquematizadas (2) y un colgante circular hueco,
característicos de la alfarería de la ocupación más todo en tumbaga y obtenido por la técnica de
temprana de la región, correspondiendo al complejo fundición a la cera perdida, vaciado y martillado; la
Montalvo. asociación cerámica corresponde a cinco vasijas
típicas del complejo Guamo Ondulado, entre ellas
Procedente de la zona de Ortega, municipio una alcarraza, una olla semiglobular, dos globulares
localizado dentro de la cuenca del Saldaña, se y una vasija cilíndrica aquillada (Figura 20:5).
conocen dos pequeños lotes con piezas de oro
asociados a cerámicas Montalvo. El primer grupo De la parte de terrazas que delimitan el
esta conformado por un colgante antropomorfo de final del curso medio del río Coello, a su paso por la
cuerpo plano y extremidad inferior en forma de zona de Chicoral, proviene un lote de vasijas
aleta de pez, una nariguera semilunar plana, tres cerámicas obtenidas en varias tumbas, la mayoría
pequeñas narigueras anulares y cuatro cuentas de las piezas de metal desaparecieron en manos
cilíndricas; las cerámicas asociadas son una jarra de coleccionistas y solo se conservan siete cuentas
en forma de calabazo, una vasija globular aquillada de collar antropomorfas y de silueta rectangular. La
y una alcarraza de silueta compuesta, con información obtenida de los saqueadores sugiere la
vertederas tubulares largas y rectas y asa alta presencia de piezas como colgantes de orejera en
(Figura 19: 8 y 9). El segundo, consiste en un forma de murciélago, al menos dos piezas
conjunto formado por una cuenta en forma de ave y ancoriformes aladas (pectorales o colgantes
dos platos, una alcarraza con diseños negativos en centrales de collar) y colgantes circulares de pirita.
franjas paralelas (rombos), vertederas largas y La asociación cerámica es con vasijas
rectas, el diseño formal de las alcarrazas se características del complejo Guamo Ondulado:
relaciona más con los estilos tempranos de la alcarrazas, ollas globulares y semiglobulares de
región vallecaucana. diversos tamaños y una vasija silbante en forma de
ave (Figura 20: 3 y 6).

De la zona septentrional norteña, en el plan


del Tolima (región de Armero), la colección reporta En un predio adyacente al área saqueada
un colgante antropozoomorfo esquematizado y un se adelanto una completa investigación durante la
collar con catorce cuentas antropomorfas cual se excavo una tumba de pozo con cámara
esquematizadas, el material cerámico asociado es lateral, con un enterramiento múltiple y una ofrenda
un plato, una pequeña copa de fino engobe rojo y conformada por tres vasijas globulares de estilo
una copa con engobe rojo a lo largo de la base y Guamo Ondulado asociadas con una pequeña
café claro en el cuerpo, acompañado de un nariguera, elaborada por vaciado, con pulimento y
esgrafiado ondulado, en trazos gruesos. Esta última orificio central (Salgado et al. 2006).
pieza presenta elementos en forma y decoración
que relacionan más este conjunto con la zona de Posterior al siglo VII d.C. y hasta los inicios
Arrancaplumas, en el extremo norte del Tolima. del siglo XVIII d.C., los habitantes de esa época

202
difunden por gran parte del territorio tolimense Las urnas tienen característica generales
(ambas márgenes del río Magdalena y las comunes como son, su gran tamaño y la presencia
estribaciones orientales de la cordillera Central), un de un cuenco o casquete que hace las veces de
estilo cerámico con características relativamente tapa pero, asimismo presentan particularidades en
homogéneas (denominado complejo Magdalena sus formas; cilíndricas, ovoidales, globulares y
Inciso, Figura 21), pero claramente diferenciadas de subglobulares, con y sin cuello, algunas sencillas
las anteriormente descritas (Cifuentes 1994, 1996, sin decoración y otras con incisiones y/o apliques
2000, Llanos 2001, Llanos y Gutiérrez 2006, antropomorfos y zoomorfos en el cuerpo o sobre las
Salgado 1998, Salgado et al. 2006, 2007). tapas.

Para el período Tardío, se observa un El mencionado horizonte presenta variantes


considerable incremento en el número de regionales muy propias y características de cada
asentamientos y el establecimiento de sitios de zona, como Moskito, Chimila, La Miel, Puerto
vivienda en las cercanías de ríos de diferentes Salgar, Puerto Serviez, Ricaurte y El Espinal. “La
tamaños (cauces mayores y menores) y una tipología de las urnas difiere notablemente, según
reutilización de los lugares de asentamiento del se hallen en el extremo norte del valle medio, como
periodo Temprano. La continuidad en el uso del en Tamalameque, o en el extremo sur, como en
primer y segundo nivel de terrazas es evidente. Por Honda y Calzón de Oro” (Castaño 1992:22).
otra parte la dispersión geográfica de la cerámica
Tardía comprende una extensión mucho más Uno de los grupos cerámicos más
amplia del territorio, que incluye la cordillera relevantes de la alfarería del complejo Magdalena
Central, ascendiendo hasta pisos térmicos Inciso, por sus características formales y
diferentes, en la zona de montaña, con climas asociaciones funcionales, es el denominado Friable
templados, más fríos y húmedos (Chacín 1994, que se encuentra tipificado por la presencia de
Rodríguez 1997, Salgado 1998). embudos de fundición, pequeños pedestales
macizos de forma troncónica, moldes, cordones y
conductos, además, de tener desgrasante
compuesto por cuarzo, feldespato y fragmentos
ígneos, complementados con restos orgánicos
(madera carbonizada) y superficies con evidencias
de exposición a altas temperaturas. Todas las
particularidades antes descritas son comunes en
fragmentos o piezas empleadas en la fundición de
metales (Llanos 2001, Llanos y Gutiérrez 2006).

La metalurgia del período Tardío tolimense


es bastante desconocida, pues en las colecciones
los objetos tardíos se encuentran mezclados con
piezas del anterior período y realizar la separación
de las mismas es una labor bastante difícil,
mientras no se tengan asociaciones de metalurgia y
Para este período, la disposición de los material cerámico diagnóstico con claras
muertos se encuentra asociada con una tradición referencias estratigráficas.
común a los grupos tardíos establecidos en el valle
del Magdalena y sus vertientes cordilleranas, es la Según las crónicas de la conquista los
disposición final de los difuntos en grandes vasijas objetos de oro eran comunes a las diferentes
que Reichel-Dolmatoff y Dussán (1943-1944) parcialidades indígenas de la zona e incluso existía
denominaron Horizonte de Urnas Funerarias. el intercambio de los mismos, lo cual reafirma que
Asimismo, los lugares de enterramiento se ubican durante la época tardía se continúo con un antiguo
en el interior de las viviendas (Llanos 2001, Llanos proceso vinculado al trabajo orfebre (explotación
y Gutiérrez 2006), pero, en algunas zonas de este del mineral, fundición, elaboración e intercambio).
valle se encuentran tumbas de pozo con cámara Sin embargo, las descripciones de las piezas son
lateral, sobre cimas de colinas, con entierros muy generales y solo permiten inferir que dichos
secundarios múltiples, generalmente son elementos desempeñaban un papel importante en
cementerios diferenciados del sitio de vivienda la vida social de las comunidades tardías (Buitrago
(Castaño 1992:22). y Forero 1999).

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Hasta ahora procedentes de contextos parte de su función en el momento en que los


estudiados rigurosamente, solo tenemos unos españoles desplazan y mezclan a la fuerza, a los
pocos elementos de metalurgia (un anzuelo y un grupos indígenas de está zona, en repartimientos,
fragmento de placa de metal), asociados a encomiendas, mitas o pueblos de indios, en los
cerámica fríable, procedente de un asentamiento en cuales la diversidad cultural nativa se homogeniza y
la cuenca baja del río Saldaña y datados en el siglo en última instancia desaparece.
X d.C. (Llanos 2001).
Índice Detallado de Figuras de los Complejos
A pesar de la mencionada homogeneidad Cerámicos
en este amplio territorio, durante el período
reciente, existen variantes locales y se suceden 10. Cerámica complejo Montalvo.
cambios estilísticos a través del tiempo en un sitio o
en áreas determinadas, producto de fronteras 1. Borde de olla con incisiones lineales y muescas
triangulares, grupo rojo. U.E.1, E2-100-110 cm y 110-120
móviles y de la interacción con grupos próximos. Se cm, altura 16,7 cm, ancho 28 cm, espesor 10 mm,
cuenta con fechas absolutas que permiten ubicar el diámetro 15 cm. Nº 4204-4228-4274.
inicio del establecimiento de los grupos tardíos en 2. Borde de olla con incisiones lineales y muescas
el área hacia el siglo VIII d.C.; lo mismo, que para la triangulares, grupo café. U.E.13, A2-160-170 cm, altura
época de contacto y el posterior período de 6,6 cm, ancho 7,2 cm, espesor 8 mm, diámetro 15 cm. Nº
conquista y colonia (siglos XVI al XVIII d.C.), pero 10163.
para el momento que suponemos se dio el auge de 3. Borde de olla con incisiones lineales paralelas,
estos grupos no se cuenta con dataciones y se grupo café rojizo. U.E.13, B2-160-170 cm, altura 6 cm,
presenta un vació de información arqueológica para ancho 10,5 cm, espesor 8,5 mm, diámetro 18 cm. Nº
10828.
la zona de 300 años de duración (Carvajal 2004, 4. Borde de olla aquillada con aplicación en figura,
Cifuentes 1994,1997, 2000, Llanos 2001, Llanos y grupo rojo. U.E.1, G2-80-90 cm, altura 5 cm, ancho 11
Gutiérrez 2006, Pulido 1996, Rodríguez 1997, cm, espesor 8 mm, diámetro 12 cm. Nº 5568
Salgado 1998, Salgado et al. 2006, 2007). 5. Borde de cuenco con esgrafiado lineal paralelo y
semicírculos, grupo rojo. U.E.1, G2-90-100 cm, altura 3,5
Aunque para la zona no se cuenta con cm, ancho 5 cm, espesor 10 mm, diámetro 19 cm. Nº
análisis detallados de la cerámica tardía ni un 5569.
completo cuadro de fechas que permitan apreciar 6. Borde de cuenco con pintura negativa en figuras
diversos momentos en el desarrollo de la alfarería, geométricas sobre cara interna, grupo rojo amarillento.
U.E.13, B2-140-150 cm, altura 6,5 cm, ancho 6,4 cm,
es posible considerar la existencia de dichos espesor 7,5 mm, diámetro indeterminado, datación:
cambios, a través del tiempo y lo que si parece ser 560±40 a.C. Nº 4310.
más evidente es que entre los siglos XV y XVIII 7. Borde de plato, grupo café. U.E.1, B2-100-110
d.C., el tratamiento superficial de la cerámica se cm, espesor 7 mm, diámetro 9 cm. Nº 1365.
hace deficiente, la variedad formal se restringe y las 8. Borde de botellón con franja aplicada en cordón,
decoraciones y diseños se homogenizan. Es muescas ovaladas y pintura negativa en franja, grupo
probable que estas transformaciones sean producto rojo. U.E.13, C2-150-160 cm, altura 9,6 cm, ancho 8,7
del contacto con los europeos y se aceleraron con cm, espesor 8 mm, diámetro 5 cm. Nº 11465.
el proceso de conquista, pues los españoles, 9. Borde de cuenco con figura antropozoomorfa
modelada, grupo rojo claro. U.E.1, C2-120-130 cm, altura
limitaron y atacaron las expresiones culturales 6 cm, ancho 6,8 cm, espesor 8 mm, diámetro 11 cm. Nº
nativas como una forma de dominio. 2363.

Se puede conjeturar que la guerra contra 12. Cerámica complejo Guamo Ondulado.
los nativos y las diferentes estrategias de conquista
empleadas por los ibéricos, como traslado de 1. Borde de olla con aplicación en figura zoomorfa,
familias y alianzas con los aborígenes, impactara asa de argolla, muescas ovaladas y pintura negativa en
fuertemente el trabajo alfarero, disminuyendo la figuras geométricas, grupo anaranjado. U.E.13, 40-70 cm,
variabilidad en formas y decoraciones y altura 7 cm, ancho 16,4 cm, espesor 13 mm, diámetro 15
cm. Nº 9410.
desvirtuando su empleo como código de 2. Borde de olla con pintura negativa en figuras
comunicación cultural e identidad, lo cual habría geométricas, grupo anaranjado. U.E.1, Ι3-50-60 cm,
reducido su importancia dentro de su organización altura 8,8 cm, ancho 15,1 cm, espesor 11,5 mm, diámetro
social. 22 cm. Nº 7134.
3. Borde de olla con asa de argolla, acanalado
Las características decorativas y formales serpentiforme y pintura negativa en franja, grupo
de la cerámica, que son elementos de gran anaranjado. U.E.1, B2-70-80 cm, altura 6,1 cm, ancho 9,4
representatividad de la construcción social, pierden cm, espesor 12 mm, diámetro 26 cm. Nº 1292.

204
4. Borde de cuenco con aplique de figura zoomorfa cm, altura 14,4 cm, ancho 25 cm, espesor 6 mm diámetro
sobre el borde y pintura negativa en figuras geométricas, 12 cm. Nº 12254-12262-12273-12295.
grupo anaranjado. U.E.13, 40-70 cm, altura 5 cm, ancho 3. Borde de olla con achurado cruzado y muescas
6,8 cm, espesor 20 mm, diámetro indeterminado. Nº circulares, grupo anaranjado. U.E.12, D1-25-53 cm, altura
9402. 17 cm, ancho 28,5 cm, espesor 11 mm, diámetro 36 cm.
5. Borde de cuenco con acanalado serpentiforme 4. Borde de cuenco con achurado cruzado, grupo
en el labio y pintura negativa en figuras geométricas anaranjado. U.E.1, E2-10-20 cm, altura 6 cm, ancho 8
sobre cara interna, grupo anaranjado. U.E.2, B-40-50 cm, cm, espesor 11 mm, diámetro indeterminado. Nº 3912.
altura 8,5 cm, ancho 10,7 cm, espesor 12 mm, diámetro 5. Borde de cuenco aquillado con incisiones
20 cm. Nº 8143. lineales paralelas, muescas triangulares y aplicación de
6. Borde de cuenco con muescas ovaladas en el asa falsa, grupo café rojizo. U.E.1, J3-10-20 cm, altura 6
labio y pintura negativa en figuras geométricas sobre cara cm, ancho 13 cm, espesor 7 mm, diámetro 13 cm. Nº
interna, grupo anaranjado. U.E.1, D1-50-60 cm, altura 7604.
11,6 cm, ancho 15,4 cm, espesor 7,5 mm, diámetro 21 6. Borde de cuenco aquillado con incisiones
cm. Nº 2638. lineales paralelas, muescas triangulares y pintura positiva
7. Borde de cuenco con acanalado serpentiforme en franjas, grupo rojo amarillento. Rasgo Uno, 50-100 cm,
en el labio y pintura negativa en figuras geométricas altura 7 cm, ancho 17,2 cm, espesor 7 mm, diámetro 18
sobre cara interna, grupo anaranjado. U.E.1, A1-60-70 cm. Nº 12150.
cm, A1-70-80 cm, altura 10,2 cm, ancho 14,1 cm, espesor 7. Cuenco con aplique en cresta, achurado
13 mm, diámetro 42 cm. Nº 220-285-293. cruzado y presionado circular, grupo rojo. U.E.1, A2-20-
30 cm, altura 8,1 cm, ancho 8,5 cm, espesor 8 mm,
13. Cerámica complejo Guamo Ondulado. diámetro indeterminado. Nº 767.

1. Borde de cuenco con franja aplicada en cordón, 18. Cerámica complejo Magdalena Inciso.
muescas circulares y pintura negativa en figuras
geométricas sobre cara interna, grupo anaranjado. 1. Fragmento de figurina femenina, grupo
U.E.13, A2-70-80 cm, altura 5,4 cm, ancho 7,5 cm, anaranjado. U.E.3, 50-60 cm, altura 12,6 cm, ancho 6,5
espesor 12 mm, diámetro 20 cm. Nº 9963. cm, espesor 23 mm. Nº 8746.
2. Borde de cuenco con acanalado serpentiforme- 2. Fragmento de figurina masculina, grupo
lineal, muescas ovaladas y pintura negativa en figuras anaranjado. Rasgo dos 105-120 cm, altura 13 cm, ancho
geométricas, grupo anaranjado. U.E.1, D2-30-40 cm, 6,6 cm, espesor 28 mm. Nº 12264.
altura 5,3 cm, ancho 7,6 cm, espesor 8 mm, diámetro 16 3. Cabeza de figurina antropomorfa, grupo café
cm. Nº 2995. oscuro. U.E.1, H3-30-40 cm, altura 5,2 cm, ancho 4,6 cm,
3. Borde de copa con acanalado lineal y pintura espesor 30 mm. Nº 6305.
negativa en figuras geométricas sobre ambas caras, 4. Volante de huso decorado en la base con
grupo anaranjado. U.E.1, D3-40-50 cm, altura 10,5 cm, incisiones lineales paralelas y muescas ovaladas, grupo
ancho 13,8 cm, espesor 12 mm, diámetro 25 cm. Nº café. U.E.14, C1-30-40 cm, altura 4,7 cm, ancho 4,9 cm,
3483. espesor 10 mm, diámetro 5 cm. Nº 11995.
4. Borde de plato con aplicación granulada, grupo 5. Fragmento de pintadera de cuerpo cilíndrico
anaranjado. U.E.1, F2-50-60 cm, altura 14,3 cm, ancho macizo con acanalado serpentiforme, café rojizo. U.E.1,
13,1 cm, espesor 11 mm, diámetro 24 cm. Nº 4912. E2-10-20 cm, altura 3,2 cm, ancho 3 cm, espesor 28 mm.
5. Pito de alcarraza antropomorfo, grupo rojo Nº 5617.
oscuro. U.E.1, D2-80-90 cm, altura 4,6 cm, ancho 4,5 cm, 6. Pesa de red, grupo café. U.E.3, 0-50 cm, altura
espesor 13 mm. Nº 3151. 8 cm, ancho 8,1 cm, espesor 52 mm. Nº 8594.
6. Fragmento de alcarraza aquillada con acanalado
lineal y muescas ovaladas, grupo anaranjado. U.E.1, H1- 19. Formas cerámicas complejo Montalvo
30-40 cm, altura 10 cm, ancho 11,9 cm, espesor 14,5
mm. Nº 5851. 1. Botellón de base anular y tapa, con engobe rojo
7. Fragmento de figurina antropomorfa con pintura y diseños geométricos en pintura negativa negra. Altura:
negativa en figuras geométricas, grupo anaranjado. 22,5 cm, ancho: 20,5 cm. Procedencia: Espinal-Tolima
U.E.1, A2-50-60 cm, altura 6,4 cm, ancho 8,2 cm, (vereda Llano Pelado). Adquisición: compra. Colección
espesor 8 mm. Nº 526. MO C13375.
8. Fragmento de pintadera hueca, grupo rojo 2. Olla globular aquillada con base tetrápode,
amarillento. U.E.1, C2-70-80 cm, altura 5,9 cm, ancho 4,2 engobe rojo, decoración esgrafiada y diseños en pintura
cm, espesor 10 mm, diámetro 5 cm. Nº 2112. negativa negra. Altura: 24 cm, ancho: 29 cm.
Procedencia: Espinal-Tolima (Montalvito-sitio 4, Tumba 6,
17. Cerámica complejo Magdalena Inciso. cámara). Adquisición: investigación, Salgado et al. 2006.
Colección MA CTO-29-016-156.
1. Borde de olla con asas de argolla y muescas 3. Vasija subglobular con base tetrapode, engobe
triangulares, grupo café. U.E.12, D2-70-90 cm, altura 7,7 rojo y anaranjado, decoración esgrafiada horizontal y
cm, ancho 21,5 cm, espesor 8 mm, diámetro 16 cm. vertical formando figuras antropomorfas esquematizadas
2. Borde de olla con asa de argolla y muescas en pintura negativa negra. Altura: 12,6 cm, ancho 12 cm.
triangulares, grupo rojo amarillento. Rasgo Dos, 105-120 Procedencia: Espinal-Tolima (Montalvito-sitio 4, Tumba 1,

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Universidad Tecnológica de Pereira-Sociedad Colombiana de Arqueología-Universidad del Cauca, 2008
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cámara). Adquisición: investigación, Salgado et al. 2006. 17 cm. Procedencia: Payande-Tolima. Adquisición:
Colección MA CTO-29-016-103. donación, Rafael Parga Cortes. Colección MA CTO-29-
4. Copa con base de pedestal y aperturas 039-13.
ovoidales, engobe rojo y diseños en pintura negativa 5. Vasija cilíndrica aquillada con asas múltiples en
negra sobre la parte interna y el borde, decoración el borde, engobe anaranjado y diseños en pintura
esgrafiada en la base. Altura: 11,5 cm, ancho: 19 cm. negativa roja. Altura: 20 cm, ancho: 16,5 cm.
Procedencia: Espinal-Tolima (Montalvito-sitio 4, Tumba 6, Procedencia: Coello-Tolima (vereda Comején).
cámara). Adquisición: investigación, Salgado et al. 2006. Adquisición: compra. Colección MO C13031.
Colección MA CTO-29-016-152. 6. Vasija zoomorfa en forma de ave, con asa y
5. Copa con base de pedestal alta y aperturas base anular, engobe rojo y diseños en pintura negativa
triangulares múltiples, engobe café, decoración negra. Altura: 19 cm, ancho: 17 cm. Procedencia:
esgrafiada y motivos modelados (serpientes y lagartos). Chicoral-Tolima (finca La Gota Fría). Adquisición:
Altura: 29 cm, ancho: 24 cm. Procedencia: Espinal-Tolima compra. Colección MO C13368.
(Montalvito-Tumba). Adquisición: investigación Cesar
Velandia y Manuel León. Colección MA CTO-29-016-58. 21. Formas cerámicas complejo Magdalena Inciso
6. Copa con aquillamiento, base anular, engobe
rojo y diseños en pintura negativa negra en la parte 1. Urna semiglobular compuesta con tapa que lleva
superior y en el borde, decoración esgrafiada sobre la modelada una figura antropomorfa sentada sobre un
base. Altura: 12,4 cm, ancho: 21 cm. Procedencia: banco, decoración incisa lineal y muescas circulares,
Espinal-Tolima (Montalvito-sitio 4, Tumba 6, cámara). baño rojo amarillento. Altura: 69,3 cm, ancho: 41,4 cm.
Adquisición: investigación, Salgado et al. 2006. Colección Procedencia: donación señor y señora Stanley Marcus.
MA CTO-29-016-120. Adquisición: Museo de Arte de Dallas-Texas. Tomado de
7. Olla globular aquillada con tapa, base anular, Labbé 1998: 37 (Foto 14).
engobe rojo y decoración en pintura negativa negra. 2. Vasija semiglobular con decoración presionada
Altura: 20,1 cm, ancho: 21 cm. Procedencia: Espinal- sobre el borde, baño anaranjado. Altura: 22,5 cm, ancho:
Tolima (vereda Llano Pelado). Adquisición: compra. 34 cm. Procedencia: Guamo-Tolima (finca La Esmeralda,
Colección MO C13410. rasgo arqueológico uno). Adquisición: investigación,
8. Vasija globular aquillada de cuello estrecho, Grupo GRAPA 2004. Colección MA CTO-29-020-160.
engobe rojo y decoración en pintura negativa negra. 3. Urna semiglobular aquillada con tapa,
Altura: 18 cm, ancho: 20,5 cm. Procedencia: Ortega- decoración en muescas, baño café. Altura: 41,5 cm,
Tolima (vereda San Francisco). Adquisición: Compra. ancho: 52 cm. Procedencia: Coyaima-Tolima (vereda
Colección MO C13035. Santa Martha, corte III, 40-100 cm). Adquisición:
9. Jarra en forma de calabazo, con engobe rojo y investigación, Llanos y Gutiérrez 2006. Colección MA
diseños geométricos en pintura negativa negra. Altura: CTO-012-161.
22,6 cm, ancho: 26,7 cm. Procedencia: Ortega-Tolima 4. Olla globular con asas, decoración aplicada en
(vereda San Francisco). Adquisición: compra. Colección cordón con muescas y presionada circular, baño café
MO C13034. amarillento. Altura: 11,5 cm, ancho: 19 cm. Procedencia:
desconocida. Adquisición: compra. Colección MO
20. Formas cerámicas complejo Guamo Ondulado C01177.
5. Vasija antropomorfa con asas, decoración
1. Olla globular con cordones aplicados (crestas) y aplicada en cordones formando el cabello (Trenzas),
asas planas múltiples sobre el cuello, elementos que collar aplicado con muescas, baño café rojizo y diseños
forman figuras zoomorfas, engobe rojo y diseños en en pintura positiva roja. Altura: 18 cm, ancho: 16 cm.
pintura negativa roja. Altura: 23.5 cm, ancho: 26 cm. Procedencia: Tolima. Adquisición: compra. Colección MO
Procedencia: Chicoral-Tolima (Volcán uno-sitio 1, Tumba C04477.
1, cámara). Adquisición: investigación, Salgado et al. 6. Vasija globular con asa, borde aquillado y
2006. Colección MA CTO-29-016-80. decoración en muescas, baño de la misma arcilla de la
2. Olla globular de cuello recto estrecho, asas pasta anaranjado. Altura: 26 cm, ancho: 31 cm.
planas dobles y apliques con muescas, engobe Procedencia: Guamo-Tolima (finca Lusiana, pozo de
anaranjado y diseños en pintura negativa roja sondeo). Adquisición: investigación, Grupo GRAPA 2004.
(representaciones humanas esquematizadas). Altura: Colección MA CTO-29-020-158.
16,5 cm, ancho: 19 cm. Procedencia: Saldaña-Tolima. 7. Cuenco semiglobular con asas, decoración
Adquisición: donación Manuel León. Colección MA CTO- presionada y acanalada en el borde, baño rojo. Altura:
29-037-34. 10,5 cm, ancho: 27 cm. Procedencia: Planadas-Tolima.
3. Olla globular con cuello corto, asas planas Adquisición: investigación, G. Reichel-Dolmatoff.
múltiples sobre el borde evertido con reforzado externo, Colección ICANH 45-IX-6175, 1143-A-1143.
engobe anaranjado y diseños en pintura negativa roja. 8. Cuenco semiglobular con asas antropomorfas,
Altura: 11,7 cm, ancho: 17 cm. Procedencia: Chicoral- baño café oscuro. Altura: 8,3 cm, ancho: 20,8 cm.
Tolima (finca La Gota Fría). Adquisición: compra. Procedencia: desconocida. Adquisición: compra.
Colección MO C13367. Colección MO C13369.
4. Alcarraza globular lobulada (fitomorfa) con 9. Cabeza de figurina antropomorfa, baño café
vertederas rectas y cortas que presentan apliques claro. Altura: 6,1 cm, ancho: 6,7 cm. Procedencia:
antropozoomorfos y asa-puente, decoración presionada Saldaña-Tolima (finca San Nicolás, corte II, nivel 0-5 cm).
circular, engobe amarillo rojizo. Altura: 13,5 cm, ancho: Adquisición: investigación, Llanos 2001.

206
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208
3.3. Arqueología Preventiva Frente al Crecimiento Urbano:
Aplicación a la Ciudad de Pereira, Colombia

Carlos E. López
Profesor Asistente Universidad Tecnológica de Pereira
Director Grupo de Investigación en Gestión de Cultura y Educación Ambiental
cel@utp.edu.co

Diana María Rodríguez


Administradora del Medio Ambiente.
Investigadora independiente, asociada al Grupo de Investigación en Gestión de Cultura y Educación Ambiental.
rioconsota@yahoo.es

Resumen

En la última década en Colombia, el crecimiento de las ciudades y los macroproyectos de ingeniería


han aumentado de manera acelerada. Se ilustra aquí el caso de un proyecto desarrollado en la ciudad de
Pereira, con el fin de determinar el potencial arqueológico y efectuar consideraciones y manejos preventivos
para mitigar los impactos al patrimonio arqueológico previos a la expansión urbana. Los resultados son
relevantes, considerando que este tipo de ejercicios de planeación preventiva son escasos en Colombia, y en
general se han aplicado prioritariamente a obras de ingeniería.

Palabras Claves: Patrimonio cultural, evaluación de impacto, ordenamiento territorial, planeación urbana,
manejo arqueológico.

Abstract

In the last decade in Colombia, urban growing and engineering works are increasing dramatically. An
example is illustrated identifying the archaeological potential and doing preventive management avoiding the
culture heritage destruction before the urban expansion of the city of Pereira. The results are relevant,
considering that this kind of planning is scarce in Colombia, mostly applied only to engineering works but not in
urban developments.

Key words: Cultural heritage, Archaeological preventive management, urban expansion.

Introducción Decreto 1281 de 2006 y en la Ley 397 de 1997. El


trabajo buscaba dar continuidad al reconocimiento
Se sintetizan en este texto algunos de los arqueológico iniciado en el año 2000 por el
resultados de una investigación, realizada en el Convenio ICANH-FOREC-SECAB, con el Proyecto
marco de un convenio inter-administrativo firmado de Arqueología Preventiva en el Eje Cafetero. Así,
entre la Alcaldía de Pereira y la Universidad se logró complementar la identificación,
Tecnológica de Pereira, la cual consistió en el georreferenciación, reseña y valoración de
desarrollo de un reconocimiento arqueológico de contextos arqueológicos, a partir de sus
las áreas de expansión urbana de la ciudad de características fisiográficas e histórico-culturales.
Pereira, como insumo para incluir consideraciones Se efectuaron zonificaciones y se determinó
arqueológicas en la formulación y adopción de preliminarmente el potencial arqueológico, con el fin
planes parciales, en concordancia con las de generar una propuesta de manejo, con
disposiciones en materia de patrimonio cultural, antelación al avance o realización de obras de
incluidas en el Acuerdo Municipal 26 de 2006, en el urbanización e infraestructura (Figuras 1 y 2).

209
Universidad Tecnológica de Pereira-Sociedad Colombiana de Arqueología-Universidad del Cauca, 2008
Ecología Histórica
Interacciones Sociedad-Ambiente a Distintas Escalas Socio-Temporales

manejo; 6. Desarrollo de procedimientos para el


Fueron evaluados también los posibles manejo de los hallazgos realizados en la fase de
impactos sobre el patrimonio arqueológico, que construcción.
pudiera implicar la expansión urbana del Municipio
de Pereira, a partir de un análisis matricial de la La identificación de recursos conocidos y
interacción expansión urbana-recursos potenciales se realizó a partir de un reconocimiento
arqueológicos. De esta manera se establecieron los fisiográfico y arqueológico en campo (descripciones
impactos sobre el patrimonio, así como sus causas de unidades de paisaje, elaboración de pozos de
e interacciones, lo que permitió proponer medidas sondeo, descripción de perfiles estratigráficos, etc.)
de manejo específicas conducentes a la protección, y de información secundaria. La determinación de
valoración y uso de un bien colectivo de alta la importancia de los recursos culturales se logró a
significación local. partir de diálogos y talleres internos con los
diferentes especialistas participantes en el estudio
Gestión de Recursos Culturales (Figuras 3, 4, 5 y 6).

En las últimas décadas se cuenta con Para la identificación de los impactos


bibliografía teórica y metodológica, así como potenciales se empleó el método matricial, el cual
normas sobre la gestión de recursos culturales y permite el contraste de las actividades típicas de los
particularmente sobre los recursos arqueológicos proyectos de infraestructura y urbanismo versus los
(Canter 1998, González y Barragán 2001, Decreto recursos arqueológicos del medio a afectar,
833 de 2002). La legislación colombiana al respecto mediante una tabla de doble entrada, cuyas
es bastante adecuada, no obstante, son columnas son las acciones del proyecto y cuyas
insuficientes las aplicaciones en la formulación de filas son los recursos arqueológicos. Se
planes de manejo arqueológico, sobre todo a construyeron dos matrices, en la primera matriz
escala territorial. El Instituto Colombiano de cada casilla de cruce identificó una interacción
Antropología e Historia (ICANH) ha divulgado capaz de producir un efecto sobre los recursos
procedimientos generales y viene desarrollando arqueológicos, en la segunda matriz se
recientemente unos lineamientos para la cuantificaron los impactos en cada una de las
elaboración de planes de manejo, con base en zonas de expansión evaluada, de acuerdo con los
documentos del Comité de Patrimonio Mundial y del criterios de calificación previamente establecidos.
ICOMOS. Este documento ofrece indicaciones para
formulación de planes de manejo a escala puntual Resultados
(bien cultural arqueológico) y a escala territorial
(parque arqueológico), empero, no profundiza en el Se prospectaron cinco zonas de expansión
manejo arqueológico de otras unidades de urbana en el municipio de Pereira. Para cada zona
actuación urbanística de escala intermedia como se diligenció una Ficha de Prospección
planes parciales, unidades de planificación, zonas Arqueológica (adaptada de la Ficha del Grupo
de expansión, etc., sobre las cuales las Arqueológico Etnográfico propuesta por el
administraciones municipales actualmente Ministerio de Cultura). Cada Ficha agrupa datos
requieren de información básica arqueológica y de sobre localización, datos de terreno, materiales
lineamientos de manejo patrimonial que les culturales recolectados, descripción de geología y
permitan planificar la ciudad futura respetando la suelos, actividades realizadas y valoración
legislación vigente en términos de patrimonio arqueológica de la zona (Fichas 1, 2, 3, 4 y 5).
cultural. Además se obtuvo un registro visual de las
geoformas y paisaje predominante de las zonas de
Para abordar el tema del manejo expansión, las cuales están próximas a
arqueológico en escalas de planificación desaparecer por movimientos de tierras (Figuras 1,
intermedia, particularmente en zonas de expansión 2, 3 y 4).
urbana, el presente trabajo adoptó el esquema
metodológico de seis etapas propuesto por Canter Las informaciones registradas en las Fichas
(1998), a saber: 1. Identificación de los recursos se asociaron a una base de datos georreferenciada
culturales conocidos; 2. Identificación de los de los sitios arqueológicos de la ciudad de Pereira,
potenciales recursos del área; 3. Determinación de para construir un Mapa de Potencial Arqueológico
la importancia de los recursos culturales, conocidos de las Zonas del Expansión Urbana de Pereira.
y potenciales; 4. Establecimiento de posibles Este mapa fue resultado de la superposición de las
impactos sobre recursos culturales conocidos y coberturas de sitios arqueológicos de la ciudad, de
potenciales; 5. Identificación de alternativas de relieve, pendientes, hidrografía, vías y usos del

210
suelo (Mapa 1). En él se pudieron determinar las de expansión indicaron evidencias de distintas
zonas de mayor potencial arqueológico, en ocupaciones humanas prehispánicas, las cuales
términos de oferta histórica de recursos naturales, corroboran la presencia de pobladores
condiciones de habitabilidad y evolución del precerámicos desde épocas milenarias, hasta
paisaje. Además se localizaron áreas preferenciales vestigios de grupos agroalfareros tardíos. Las
de colinas y aterrazamientos, las cuales evidencias culturales están integradas a diferentes
posiblemente corresponden con sitios horizontes de suelos, depósitos de origen volcánico
prehispánicos escogidos para vivienda y aspectos (cenizas transportadas eólicamente), lo que ha
rituales. Se considera que en estos sectores existe permitido correlacionar diversos eventos naturales y
una mayor probabilidad de hallar evidencias ocupaciones culturales (Ver bibliografía citada).
arqueológicas de distintas épocas.
El potencial arqueológico presente en el
Los contextos estudiados en todas las zonas territorio de Pereira puede catalogarse como alto,
de expansión indican evidencias de distintas particularmente en casi todas las zonas planas o
ocupaciones humanas, que corroboran desde la con pendientes moderadas, reiterando que la
presencia de pobladores precerámicos milenarios, Ecorregión del Eje Cafetero, y en particular la
hasta vestigios de grupos agroalfareros tardíos. Los cuenca del Cauca Medio, es una zona con
vestigios culturales aparecen superpuestos en suelos significativo interés arqueológico. Pese a los
caracterizados por depósitos de cenizas volcánicas, contextos localizados en Pereira, como resultado
lo que ha permitido correlacionar diversos eventos del reconocimiento y prospección, no se
naturales y ocupaciones culturales. Se reitera que la recomienda la declaratoria como zona de reserva
Ecorregión del Eje Cafetero y en particular la cuenca arqueológica de alguna de las áreas de expansión
del Cauca Medio es una de las zonas con prospectadas. No obstante, teniendo en cuenta la
significativo potencial arqueológico del Holoceno existencia en ellas de contextos arqueológicos, se
temprano en el norte de Suramérica y donde hay plantean una serie de medidas preventivas que se
evidencias de procesos iniciales de domesticación de detallaron en el Plan Especial de Manejo.
plantas y concentración de población, debido a las
excelentes condiciones climáticas y alta Con esta investigación, se logró avanzar en
biodiversidad. aspectos teóricos y metodológicos de planeación
cultural, y en dar a conocer los alcances técnicos y
Estos valores patrimoniales vienen siendo normativos acerca del patrimonio arqueológico a
reportados en literatura especializada desde hace distintas dependencias de la Alcaldía Social de
varios años. Sin embargo, para el caso del Pereira, así como para los constructores,
municipio Pereira se requería expresarlos en urbanizadores y ciudadanos en general. En este
términos de prioridades de manejo, superficies sentido, el cumplimiento de los Planes de Manejo
excabables, recursos requeridos, amenazas, Arqueológico sugeridos, constituye la mejor
oportunidades y estrategias para el ordenamiento posibilidad de obtener una “vía libre patrimonial”,
territorial municipal (Figura 1). En tal sentido, la teniendo en cuenta, la necesidad de monitoreos
identificaron los impactos potenciales sobre el permanentes así como la continuidad de la fase de
patrimonio arqueológico de las zonas de expansión laboratorio y curación de los artefactos
fue crucial para determinar las amenazas y recuperados, trabajo este en el que la academia y
oportunidades de manejo arqueológico (Tabla 1). ´ la investigación deben aportar permanentemente.

A partir de los resultados de la prospección La arqueología preventiva aparece como


y análisis de impactos se analizaron los problemas una categoría básica para la planificación territorial,
y soluciones del patrimonio arqueológico en la la cual hace referencia a las acciones para
ciudad de Pereira, mediante diagramas causa- identificar, valorar y proteger el patrimonio
efecto –árboles de problemas y soluciones (Figura arqueológico y paleoecológico ante el crecimiento
x)–, que permitieron fundamentar el Plan Especial de las ciudades, los megaproyectos y obras de
de Manejo propuesto para la zona de estudio. infraestructura. En este caso se demuestra la
aplicación del concepto de arqueología preventiva y
Alcances y Recomendaciones de la Ley de la Cultura, a partir de una
aproximación concreta a las realidades del
La ciudad de Pereira es una de las territorio, integrando a distintos actores públicos y
ciudades intermedias con mayor dinámica de privados en un proceso de cooperación horizontal,
crecimiento urbano en el país. Los contextos considerando su papel en el desarrollo de la ciudad,
arqueológicos estudiados en cada una de las zonas fortaleciendo a partir del patrimonio arqueológico el

211
Universidad Tecnológica de Pereira-Sociedad Colombiana de Arqueología-Universidad del Cauca, 2008
Ecología Histórica
Interacciones Sociedad-Ambiente a Distintas Escalas Socio-Temporales

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Arqueológico en los Municipios de Jurisdicción del Fondo Ambiental Diego Toro; al Director de Planes Parciales,
para la Reconstrucción del Eje Cafetero, FOREC. arquitecto Orlando Bedoya y al Interventor Armando
Instituto Colombiano de Antropología – Fondo para la Iturregui. En la Universidad Tecnológica de Pereira el
Reconstrucción y Desarrollo Social del Eje Cafetero, proyecto fue coordinado por el Instituto de
Bogotá. Investigaciones Ambientales, agradecemos
• López, C. y Cano, M. (Compiladores). 2004. Cambios particularmente por la orientación y apoyo a la
Ambientales en Perspectiva Histórica. Ecorregión Eje Administradora Ambiental Aida Milena García. Igualmente
Cafetero. Vol. 1. Universidad Tecnológica de Pereira – nuestro reconocimiento al Vicerrector de Investigaciones
Proyecto UTP-GTZ, Pereira. y Extensión, Dr. Samuel Ospina, así como al coordinador
• López, C., M. Cano y D. Rodríguez (Compiladores). de proyectos Gustavo López. En la Facultad de Ciencias
2006. Cambios Ambientales en Perspectiva Histórica. Ambientales contamos con el apoyo del Decano Samuel

212
Guzmán López y de los integrantes del Grupo de Francisco Aldana, y de los Administradores Ambientales
Investigación en Gestión de Cultura y Educación Carolina Saldarriaga.
Ambiental y el Semillero e Gestión Ambiental Cultural.
Destacamos la colaboración de los antropólogos Martha
Cecilia Cano, Carmen Elisa Henao, Pedro Pablo Briceño,

Figura 1. Potencial arqueológico en las zonas de estudio. Fuente: Elaboración propia.

Figura 3. Colinas abanico fluvio-volcánico Pereira-Armenia. Nótese aterrazamientos en la parte derecha de la fotografía. Zona de Expansión
Norte de Pereira, sector Plan Parcial “La Reina”.

Figura 4. Remoción de tierras para construcción de proyecto urbano. Nótese intervención con maquinaria. Zona de Expansión Sur-
occidental de Pereira, sector barrio Montelíbano (antigua Hacienda Cuba).

213
Universidad Tecnológica de Pereira-Sociedad Colombiana de Arqueología-Universidad del Cauca, 2008
Ecología Histórica
Interacciones Sociedad-Ambiente a Distintas Escalas Socio-Temporales

Figura 5. Plano inclinado próximo al piedemonte de la vertiente occidental de la Cordillera Central. Zona de Expansión Oriental de Pereira,
sector Plan Parcial “Remanso-Guayabal”.

Figura 6. Colinas abanico fluvio-volcánico Pereira-Armenia. Zona de Expansión Suroccidental de Pereira, sector Plan Parcial “Gonzalo
Vallejo”.

Figura 7. Porcentaje del área con potencial arqueológico respecto al área total de los sectores estudiados. Fuente: Elaboración propia.

214
Figura 8. Árbol de problemas.

215
Universidad Tecnológica de Pereira-Sociedad Colombiana de Arqueología-Universidad del Cauca, 2008
Ecología Histórica
Interacciones Sociedad-Ambiente a Distintas Escalas Socio-Temporales

216
4.
ECOLOGÍA, TERRITORIO Y
SIGNIFICADOS EN DIMENSIÓN
HISTÓRICA

217
Universidad Tecnológica de Pereira-Sociedad Colombiana de Arqueología-Universidad del Cauca, 2008
Ecología Histórica
Interacciones Sociedad-Ambiente a Distintas Escalas Socio-Temporales

218
4.1. Kabëngbe Lware “Nuestro Territorio”
El Reflejo del Cambio Espacial en la Tradición Oral Kamëntşá del
Valle de Sibundoy, Putumayo

Willian Jairo Mavisoy


Resguardo Indígena Kamëntşá Biyá de Sibundoy, Putumayo.
Wjbobontse_29@yahoo.com

“No tengo cerámicas ni piedras por mostrar, pero sí el


reflejo de la historia de LWARE que cuentan nuestros
mayores”

Abstract

The Kamëntşá Indians of the Sibundoy valley, in the Department of Putumayo in southwestern
Colombia, have constructed their territory through time and space by their daily practice and lifeways. Oral
tradition is the essential source of their history that describes the transformation of the land called Wáman Iware,
or “Sacred Place.” This paper briefly presents an interpretation of the discourses that define the territory of the
Kamëntşá by analysis of concepts and definitions in their language.

Palabras claves: Sibundoy, territorialidad, tradición oral, ecología indígena

Abstract

The Kamëntşá Indians of the Sibundoy valley, in the Department of Putumayo in southwestern
Colombia, have constructed their territory through time and space by their daily practice and lifeways. Oral
tradition is the essential source of their history that describes the transformation of the land called Wáman Iware,
or “Sacred Place.” This paper briefly presents an interpretation of the discourses that define the territory of the
Kamëntşá by analysis of concepts and definitions in their language.

Key words: Sibundoy, oral tradition, native ecology.

Introducción embargo, algunos integrantes (docentes,


antropólogos, etnoeducadores, etnolingüistas,
El objetivo de esta ponencia es mostrar el historiadores) de la propia comunidad se han
cambio que ha tenido el espacio donde habitan interesado por iniciar un proceso apropiado de la
80
actualmente los hablantes kamëntşá (ka - materialización de esas narraciones en beneficio de
“mismo”-, mëntşá -“así”-), quienes han ido dejando la historia y no del olvido, por eso buscan fortalecer
historia a través de su paisaje y cuyo reflejo tan la tradición a través de su propia escritura y si es
solo queda en la memoria hecha discurso o en la traducida al español, los şkenëng “persona de
81
tradición oral de los mayores y adultos. Los afuera” conocen lo que los kamëntşá hablantes
recuerdos se pluralizan o se enriquecen a través de dicen a cerca de los cambios o de las
muchas versiones que comparten nuestros abuelos transformaciones sufridas en el paisaje a causa de
y abuelas mediante sus propias voces, sin
80 81
En el presente texto se utiliza el símbolo ş únicamente para Şkenëng es la palabra en legua propia que se utiliza para
indicar que las palabras en kamëntşá tienen un sonido particular designar a la persona o grupo de personas que son de afuera,
correspondiente al fono fricativo retroflejo y cuando aparece tş es decir que no hablan nuestro propio idioma, son viajeros y no
corresponde a un fono oclusivo sordo retroflejo. Esta escritura no son indígenas, tiene también por equivalencia al español como
corresponde a la ortografía kamëntşá. colono o campesino.

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los efectos naturales o por la intervención del donde se reúnen para trabajar dentro de los
mismo ser humano. espacios del jajañ y tjañ: sembrando, cosechando y
cuidando todo tipo de plantas, frutos y animales que
A continuación se comparte ese proceso de sirven de autoconsumo, además de la práctica del
82
cambio que ha venido sufriendo el espacio, don . Muy pocos están dedicados a la ganadería
teniendo en cuenta el contenido de las narraciones en gran escala, el şkenëng especialmente el
guardadas en la memoria de los ancianos, campesino ha enfatizado la práctica del
resaltando el Plan Integral de Vida del los kamëntşá monocultivo con el fríjol, el maíz, la manzana, el
bajo su lema Kamëntşá biyang lulo, el tomate, la granadilla y papa.
jëbtsenashekuastonam que se traduce –
“Continuando la historia de nuestra historia” (P.V.I El jajañ se conserva durante un año y
2003). Se hará una breve ubicación geográfica del todos los días hasta que llega el Bëngbe
pueblo indígena kamëntşá y luego una secuencia bëtscnaté o Bëngbe Clestrinÿe, el ritual más
de eventos que marcan la transformación de grande de los kamëntşá para celebrar en una sola
Tabanok, desde su origen según las creencias familia, evento que algunos le dan el equivalente al
hasta lo que los ojos de todo el mundo pueden español como el “día grande” o simplemente el
observar que es el paisaje actual integrado por el “carnaval”. En éste día se bebe el bocoy (“chicha
jachañ, jajañ y el tjañ (“la planicie”, “huerta de maíz”) producto del cuidado que se da durante
tradicional” y “el monte”) como reflejo de la nueve o diez meses y todo el año al şboachanam,
biodiversidad y la agrodiversidad. “fruto de la fuerza y la esperanza” o “maíz” (CIKB –
Fase II 1999:5) que se da gracias a la creencia del
Y finalmente concluyo con el porqué esta cuidado de los kamëntşá y la vigilancia misma de
situación se justifica dentro de una perspectiva şboachanam “madre responsable” sobre las
arqueológica y específicamente de una ecología labores que se hacen en la tierra.
histórica.
El territorio kamëntşá está representado por
El Pueblo Kamëntşá un gobernador, un alcalde mayor y un alguacil
mayor seguido de doce alguaciles menores, ellos
Al sur de Colombia y con nuestra voz son los encargados de velar por el cuidado del
“kamuentşá yentşang, kamëntşá biyáng”, que espacio y la representación de los derechos del
quiere decir “hombres de aquí con lengua, pueblo kamëntşá. Actualmente se ha enfrentado
pensamiento y sentimiento propio” y desde el diversas situaciones por el cambio de algunas
resguardo kamëntşá biyá del Valle de Sibundoy tradiciones, por ejemplo el comienzo de aceptar a la
aparecen los kamëntşá en un espacio andino- mujer dentro del gabinete del cabildo mediante la
amazónico del lado oriental de la cordillera de los decisión misma de la gente, la aceptación de que el
Andes que hace parte del Macizo colombiano en el gobernador sea reelegido y el de la competencia
o
Alto Putumayo y que está a 2.100 msnm y a 16 C por encontrar el poder de acuerdo a las formas
aproximadamente. En promedio somos unos 4.800 tradicionales de elección.
habitantes distribuidos en el área rural del municipio
de Sibundoy y San Francisco, algunos se Nÿetská Kabëngbe Pamillangbe
encuentran expandidos en la subregión del Bajo Tsbatsanamamá. “La Madre Tierra de Toda
Putumayo, otros, representados mayoritariamente Nuestra Gente”
por la juventud, están en las ciudades realizando
sus estudios universitarios y en menor escala “Nadie sabe de donde venimos, nuestra lengua es
algunas personas ejercen la actividad como diferente de todas las que hay, somos hijos de
empleados en distintas ciudades del país.

A pesar de la influencia y el continuo


contacto con los şkenëng se ha intentado conservar
los valores culturales para seguir perviviendo a 82
Don, entiéndase como la práctica de reciprocidad, en el caso
través de la identidad y la autonomía. Así pues, de los indígenas kamëntşá consiste en el agradecimiento por
parte de la población aún realiza sus labores en una actividad elaborada y no elaborada de una persona
artesanía, construcción y agricultura para el determinada hacia una persona, la familia o la comunidad
entera. Por ejemplo, en el caso de la medicina tradicional,
sustento familiar y personal. En nuestro espacio, la
cuando la partera termina de preparar a una mujer en embarazo
tradición agrícola se ejerce a nivel del núcleo para el parto y atiende el parto, la madre del futuro hijo en plan
familiar y/o en familias colectivas que en lengua de agradecimiento y de carácter voluntario le lleva a la partera
propia llamamos enaboatëmbayëng -“cuadrillas”_, una gallina, choclo o mazorca, semilla de fríjol o maíz, árboles
frutales, o el futuro niño se convierte en ahijado.

220
nuestra propia tierra y protegidos también por necesidad de recurrir a los archivos, porque lo
83
nuestro padre”. -Voz Taitá Nicolás Narváez - dicho por los mayores se retoma y se comparte, lo
que el tatarabuelo le dijo al bisabuelo, lo que éste
Tsbatsanamamá, es el espacio donde dijo al abuelo hasta que todo pueda ser conocido
reposan sus propios hijos, los kamëntşá, quienes por el tataranieto. Es decir, el paisaje es conocido,
guiados en la cotidianidad por Bëngbe bëtsá - interpretado y reinterpretado de acuerdo a la propia
“nuestro ser superior” o “nuestro mayor” – han realidad del espacio que existe en el presente.
logrado guardar en la memoria el paisaje de antes,
que hoy lo rememoran, el pasado se hace notorio a Kabëngbe Waman Tabanok. “Nuestro Sagrado
través del discurso en el presente. Cada entşa - Lugar
“persona” – es parte de ella misma, su madre tierra,
quién permitió germinar a la primera pareja, según “En este hermoso valle de Sibundoy, Taitá Carlos
cuentan algunos mayores conformado por bakó - Tamabioy en 1700 nos dejó en este lugar llamado
“tío”- y batá -“tía”- de ellos hemos nacido y de “abuela pamba” para que nuestros hijos tengan
generación en generación hemos llegamos a la donde vivir, mientras perdure el último del pueblo
suma de 4800 kamëntşá. Así pues, Bëng o sea kamëntsá y del pueblo inga…”. -Taitá José
85
“nosotros” los kamëntşá del momento, somos los Narciso Jamioy Muchavisoy -
encargados de cuidar y mantener siempre bella a
nuestra “madre tierra”, y tenemos también la tarea A partir del testamento dejado por el
de preguntar a nuestros mayores y conservar la cacique Carlos Tamabioy en 1700 donde heredó
historia de vida de tsbatsanamamá. las tierras para los pueblos indígenas inga y
kamëntşá, cada una de ellas en su propia lengua
“Tsbatsanamamá no es egoísta, sobre ella las recibió dándoles su propio nombre, entre los
84
vive todo el mundo” , es el macroespacio, es decir ingas es abuela pamba el lugar donde están
nÿetsluare – “mundo” – que tiene por lugar acoger distribuidos por sitios pequeños como son Aponte,
a todo ser humano para que de ella puedan Santiago, San Francisco y San Andrés, en cada
86
sustentarse a través del aire, el agua, la tierra, lo uno de ellos hacen presencia runakuna , las
vegetal, lo animal, el bosque, la montaña, los personas que conforman el pueblo inga y el
minerales, en sí misma protege a todo grupo principal sustento es la chagra y en menor escala la
cultural o sociedad. Ella no es olvidada, se la ganadería. Mientras que entre los kamëntşá es
recuerda a través del tiempo, entre nosotros el tabanok que en español se le domina así al actual
Kabëngbe juabna y memory - “nuestro municipio de Sibundoy, pero los mismos hablantes
pensamiento y memoria” - es el tiempo presente lo traducen como “sagrado lugar” o “Sibundoy
donde se plasma cada eventualidad que se suscita grande” que reposa sobre tsbatsanamamá y hace
en nuestro espacio, es decir en la memoria de los parte de nÿetsluare como espacio de todos.
mayores, el paisaje es reinterpretado para la gente
de hoy. Y la versión aportada por cada uno de ellos También podemos afirmar que waman es
conforma un “corpus paisajístico” de lo que aún “costumbre” y taban-ok corresponde “lugar-en el”,
existe en la realidad y de otros que han es decir “los que acostumbran a vivir en el lugar”,
desaparecido del espacio físico real (por ejemplo, la cada uno de los hablantes pueden manifestar una
laguna wafjajonay) a causa de fenómenos naturales historia diferente del propio lugar y reflejar la
o por las distintas actividades que el ser humano transformación hasta el punto que en la actualidad
ejerce sobre luariñ -“territorio”-. el paisaje es el producto de la intervención de los
colonos o campesinos, de los mismos indígenas y
Los kamëntşá conocen e interpretan dentro de los diferentes desastres naturales (erupciones
del nÿetsluare un espacio más pequeño donde su volcánicas e inundaciones) en diversos momentos
propia gente interpreta a tsbatsanamamá de forma de la historia del paisaje. Tabanok es en sí mismo
específica y distinta a las otras culturas, es el el reflejo que a través del tiempo ha dejado rastros,
tabanok, espacio que tiene por mostrar varios ha dejado huellas diferenciadas entre la
lugares, es su paisaje por sí mismo la evidencia intervención del ser humano y la actuación misma
arqueológica que tenemos, la tradición oral es el de tsbatsanamama, tanto en la voz indígena como
camino para conocerlo mejor, las fechas existen sin

85
Partes del discurso del gobernador indígena kamëntşá en el
83
Los aportes que han hecho algunos mayores son traducidos marco de la ceremonia de bienvenida al nuevo monseñor Luís
del kamëntşá al español, esta información fue obtenida en Alberto Parra para la diócesis Mocoa – Sibundoy en el
octubre de 2006. departamento del Putumayo. Año 2004.
84 86
Información obtenida a través de un diálogo ocasional con un Vocablo en la lengua inga que haciendo una morfología de la
anciano en junio de 2002. palabra se tendría runa-kuna /persona-plural/ o sea “personas”.

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87
la de los campesinos hay un sentido de tradiciones de los indígenas, también lo fue la
pertenencia por el lugar, existe un diálogo entre los cuestión de tierras, cuando a los capuchinos se
espacios jajañ - tjañ y entşa. sumaron también los colonos nariñenses y
antioqueños (Guevara 1997:76) adquiriendo
Kabëngbe nÿetsluare -“nuestro mundo”- fue pequeñas y grandes cantidades de hectáreas
pisada por ajenos hace 514 años (1492 - 2006) dando origen a diversas haciendas a lo largo y
cuando los españoles arribaron a estas tierras, ancho del Valle de Sibundoy, entre las recordadas
luego de 43 años llegaron a waman tabanok - están, la Hacienda San Pedro, Hacienda San Félix
“sagrado lugar”- Hernando Cepeda, Juan de y Hacienda La Granja (Bonilla 2006:351) que fueron
Ampudia, y Pedro de Añasco quienes iban tras el dando una imagen nueva sobre el paisaje del
“dorado” (oro), sin embargo, no se encontraron con waman tabanok. Las palabras de los mayores
el mineral preciado, pero sí tropezaron con las permiten recordar sobre la ubicación de las
88
sociedades inga y kamëntşá , desarrolladas primeras chozas cuando aún los padres capuchinos
económicamente a través de sistemas productivos no tomaban interés por las tierras altas:
representados en sus sementeras de maíz y demás
plantas alimenticias (Comunidad Camëntsá “…a mi edad de los 60 años, y no estando muy
1989:14, P.I.V. 2004:3). Aunque hay algunas viejo todavía puedo recordar que a mis seis o
versiones que nos hablan de estrategias invasoras siete años veía algunas casas de paja construidas
90
por parte de los españoles, quienes sometieron más arriba de donde está el parque , ya cuando
cumplí como trece o quince años, mi mamá me
hasta el cansancio a los indígenas en trabajos trajo por acá donde está el cabildo y de ahí se
forzados para la extracción del oro de minas 91
alcanzaba a ver el totoral de abajo, donde antes
ubicadas en diversos espacios del Valle de era la laguna” (Taitá Ángel España)
92

Sibundoy, así pues, para los españoles tomaba


más importancia el “dorado” que los productos Cuando nace la iniciativa de los padres
agrícolas (Guevara 1997:76). Pero fue a partir de capuchinos y de familias colonas por tomar las
1893 cuando los padres capuchinos comenzaron a “mejores tierras” de la parte alta y lo que hoy es el
tomar interés por los indígenas, sometiéndolos a un casco urbano del municipio de Sibundoy,
nuevo sistema de creencias y cambiando las numerosas familias kamëntşá, sintieron la
significaciones propias de los kamëntşá e Ingas necesidad de trasladarse hacia las partes bajas, a
veces de una forma obligada, esto hizo que se
“Los capuchinos llegaron con una misión ya de sometieran a unas condiciones de vida
acuerdo al concordato, la primera misión que inapropiadas, esto es, que fueron “arrinconados en
mandaron desde Bogotá fue la de acá de
Putumayo y ahí en la casa del lo que hoy es el
las peores tierras que se atomizan por el “parto”
seminario ahí empezaron los internados con las natural del minifundio, expulsando a la población
monjitas y los hermanos maristas, más o menos indígena y obligándola a emigrar …” (Mejía
en 1904, 1900, pues en 1900 llegaron y 1980:53). No eran las mejores tierras porque en
empezaron a convencer a nuestros padres para gran parte del año y “cuando llovía todo el día y
que mandaran a los hijos, pero a nuestros padres toda la noche más de 24 horas sabíamos que los
no les gustó esa forma de sacar a sus hijos de ríos se salían de su cauce y todas estas tierras
sacar de las casas por eso lo rechazaron el permanecían inundadas” (Carlos
93
Jamioy) ,
sistema de internado, pero muchos niños fueron únicamente en verano podían descansar y gozar de
como cazados, digamos para llevarlos a la fuerza
y allá en el internado tuvieron que estar alrededor,
tierras secas para poder salir hacia el pueblo a
hasta la edad de los 17 o 18 años cada dos vender o comprar las cosas más necesarias como
meses o tres meses, si quiera un día los la sal, la panela y el azúcar.
mandaban a la casa, pero no podían quedarse en
89
la casa” (Taitá José Narciso Jamioy) . “…los padres y la llegada de los colonos nos
hicieron bajar cerca a la cocha, toda esa parte era
El modelo educativo de los misioneros húmeda y uno pisaba y se hundía hasta la rodilla,
capuchinos no fue la única intervención en las era hondo en algunas partes de puro barro, había
algunos sitios donde apenas comenzaba a
87
secarse la tierra, uno esperaba un buen tiempo y
Para el caso de los campesinos comprende una interacción
con sus huertas y montañas.
88 90
De acuerdo a los trabajos de rescate arqueológico realizados Se refiere al parque municipal de Sibundoy – Putumayo.
91
por el profesor Diógenes Patiño en la región del Valle de Totoral, es un conjunto de plantas perenne que es común de
Sibundoy, manifiesta que las comunidades indígenas existentes los esteros y pantanos, su palabra deriva del quechua tutura
actualmente vienen habitando por lo menos desde el año 600 (Scirpus Sp), entre los Kamëntsá se utiliza mucho para hacer
después de Cristo hasta la época de la Conquista europea en el tapetes o esteras grandes utilizados para dormir.
92
siglo XVI (1994:144). Nota de campo, octubre 11 de 2006.
89 93
Nota de campo, octubre 27 de 2006. Nota de campo, octubre de 2001.

222
ahí comenzaba a construir la casa, algunos que bravas (volcanes) y cómo estos hicieron parte del
alcanzaron a coger buena tierra seca hicieron sus cambio natural del paisaje, haciendo que la laguna
chozas y se acostaba con la estera en el piso. Y quedara en la imagen de los mayores y a su vez se
cuando tocaba acompañar a los hijos a la convierta en el imaginario de las generaciones
escuela, tocaba llevarlos cargados en la espalda
para que lleguen limpios, sino las monjas y los
actuales.
padres, al niño lo devolvían para la casa o sino lo
regañaban y los trataban de sucios y cochinos… ” Según las narraciones de los ancianos, el Valle de
(Voz de una anciana)
94 Sibundoy, antiguamente (lo que es hoy la parte
plana) era un lago y la comunidad se radicaba en
las cabeceras sobre la parte norte. Con el
El recuerdo del pasado a partir del la rompimiento del sistema montañoso del Patascoy,
narración, también queda registrado en la expresión por su carácter volcánico, hizo que las aguas se
corporal de los mayores y adultos, la explicación del trasladaran y formaran lo que actualmente se
nuevo espacio con sus manos apuntando de conoce como la laguna de la Cocha (Comunidad
extremo a extremo dibujan simultáneamente una Camëntsá 1989:15)
figura circular imaginaria sobre la zona por donde
existió la cocha o laguna, y que sus suelos han ido Y sobre la influencia de proyectos de
secándose por un periodo menor de 80 años. En la drenaje desde 1955 y 1960 aproximadamente
tradición oral la remembranza de la laguna ha sobre el Valle de Sibundoy se comienza a tener
quedado para contar historias y experiencias, de trabajos para el proceso de sacamiento de los
vez en cuando se nombra la palabra wafjajonay que lugares enlagunados y pantanosos. Por un lado los
traduce -“laguna brava”-, sobre su nacimiento y padres capuchinos dieron comienzo a los intereses
encantamiento existen muchas versiones y de convertir la parte plana en zona de producción
creencias, al igual que de su desaparición. agrícola como fuente de comercialización, según
cuentan algunas personas kamëntsá, fueron varios
Wafjajonay Kaba Juabnoka. “Nuestra Laguna los momentos que organizaron trabajos colectivos
aún Queda en Nuestra Mente” con el fin de realizar canales de drenaje: “Los
padres capuchinos comenzaron a secar la laguna,
96
Wafjajonay desapareció porque hace más de 45 ellos nos organizaron en cuadrillas para hacer las
años comenzaron hablar de drenaje, pensaron primeras zanjas para que el agua se fuera rápido y
que el río Putumayo, el que daba vida a 97
esto se seque” (Escolática Jacanamejoy) , junto a
wafjajonay mantenía inundado todo esto, para estos procesos, se sumaron otras instituciones de
que se acabe la inundación cambiaron el cauce
natural del río Putumayo (Taitá Serafín
comunidades religiosas (diferente de los padres
Mavisoy)
95 capuchinos) como las hermanas franciscanas
(Normal Superior) y hermanos maristas
Sobre la forma cómo desapareció la laguna (Champagnat), quienes les enseñaban a los
wafjajonay existen diversas creencias, relatos, estudiantes que estaban en el internado el manejo
leyendas y hasta archivos. Se podría manifestar de “huertas” con productos muy diferentes a los que
que los hechos de su desaparición podrían dividirse se producían en los propios espacios:
de tres formas: por sí sola (es decir comenzó a
secarse), por factores naturales (erupciones El fuerte empuje aculturizador de los hermanos
maristas y de las hermanas misioneras en la
volcánicas) y por la intervención de proyectos de formación escolar de los indígenas (niños, y niñas
drenajes: padres capuchinos y el Distrito de respectivamente) y de manera especial en las
Drenaje - INCORA. Con respecto a la primera se prácticas agrícolas de los huertos escolares que
agruparía los relatos donde se manifiesta que a llevaban a producir: repollo, acelgas, fríjol, fresas,
través de tsbatsanamama¸ hizo de wafjajonay un ajo, cebolla, papa criolla y zanahoria, contribuyó al
espacio de tierra fértil para la producción del jajañ, mejoramiento de la dieta alimenticia que por la
es decir a través del tiempo permitió que cada
familia indígena accediera a ese nuevo espacio 96
Cuadrilla: término utilizado en la época de la colonización y
para crear su jajañ, dando así una opción más de adoctrinamiento de los pueblos indígenas para realizar diversos
trabajos colectivos, eran grupo de personas entre mujeres y
pervivencia. Teniendo en cuenta que el shinÿak – hombres de todas las edades. Para el caso Kamëntsá existe un
“tulpa o fogón”- era el sitio de los mayores para término propio, enaboatëmbayëng que en nuestra lengua quiere
narrar a los niños las historias sobre las montañas y decir “personas de ayuda mutua” o “ayuda de mano prestada” es
los ríos, recuerdan las inundaciones, los decir se trabaja donde el vecino voluntariamente, y el vecino le
devuelve el trabajo también de manera voluntaria en otra
movimientos de tierra (terremotos) y las montañas oportunidad. Actualmente estos grupos no existen con el igual
significado de hace 20 años, los que hay en el momento, se
reúnen a partir de beneficios políticos y económicos, y
94
Nota de campo, junio de 2002. escasamente con un carácter voluntario o de ayuda mutua.
95 97
Nota de campo, octubre de 2006. Nota de campo, junio de 2006.

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carencias proteínicas y avitaminosis reducía el


aprendizaje (Guevara 1997:78)

Los indígenas entendieron la importancia


de “adoptar” plantas de otras partes, porque era
una forma más de enriquecer su espacio de
producción de acuerdo a las tradiciones propias de
cultivo o agricultura kamëntşá. Estos productos en
la actualidad suelen quedar como una pequeña
porción ante los productos de trayectoria o de vida Figura 1. Espacio kamëntşá
nativa, que son en abundancia (más adelante se
ampliaré sobre este tema). Sin embargo la Además los indígenas ya sabían convivir con el
continuidad del proceso de secamiento de las río Putumayo, pues conocían el ciclo de invierno y
partes pantanosas o enlagunadas, fueron verano, podían pronosticar la época de
fortalecidas en el año de 1962 con el proyecto de inundaciones que solía suceder cada siete años
Distrito de Drenaje cuyo objetivo fue el de contribuir entre los meses de junio y septiembre. Cuando el
en la construcción de canales para el mejoramiento río después de la inundación dejaba en sus orillas
y adecuación de tierras intensificando la ganadería una capa de limo, (según cuentan algunos
y la agricultura. No hay un buen recuerdo para mayores) este era utilizado para el abono de
muchos indígenas y colonos de los trabajos algunas plantas. En verano, cuando aún no era
realizados por el INCORA, una de esas razones fue cambiado de la “madre vieja”, servía para la
cuando entre 1974 a 1977 se interrumpieron las diversión de los niños y jóvenes, especialmente en
actividades de drenaje o adecuación por daños en el wafjajonay, que hacía parte del trayecto de este
la maquinaria, este receso ocasionó graves río. Los adultos y mayores, tienen esos momentos
perjuicios a los habitantes (P.I.V. 2004:20, Mejía en el recuerdo, después de varios intentos el
1980:124). Para los mayores kamëntşá, los INCORA pudo cambiar el cauce quedando en este
perjuicios fueron producto del cambio que se le hizo momento al nororiente del Valle de Sibundoy y al
al cauce natural del río Putumayo a uno artificial: “El sur del municipio de Sibundoy, su cauce natural, o
río Putumayo se puso bravo, porque no le gustó el canal C ha quedado seco y sin ningún uso en la
98
nuevo sitio, era mejor dejarlo quieto” . Esto actualidad.
sucedió cuando se construyó el canal A, cuando el
99
Taitá Silvestre Chindoy hace aproximadamente 30 De esta forma la ausencia de wafjajonay
años hizo una denuncia al respecto en la ciudad de persiste en la memoria y para el no olvido de su
Bogotá ante la presidencia, porque el canal A fue existencia el lugar ha quedado con el nombre de
inservible, su construcción era un fracaso wafjajonayoy o kuakjanayoy, que en la actualidad
provocando inundaciones que afectó a gran parte recibe el nombre de la vereda Las Cochas, ubicada
de las familias indígenas y colonas del área rural. a 20 minutos del casco urbano de Sibundoy. No es
únicamente esta la vereda por donde el río
El objetivo de la construcción de este canal fue Putumayo tenía su trayecto, también están otras
recoger las aguas, que de la montaña de
veredas como la Menta, San Félix, Sinsayaco,
Portachuelo descienden al Valle, en forma de
numerosas quebradas y riachuelos, en invierno se Porotoyaco, Leandro Agreda y San Agustín.
convierten ríos, inundando la parte oriental del
Valle. Además se trató de desviar el curso del Río Tsbatsanamamabe Unga Luarentşe: Jachañ,
Putumayo, sacándole de su madre vieja, Jajañ y Tjañ. “Los Tres Espacios de la Madre
buscando que el valle quede libre de él, ya que lo Responsable: Planicie, Huerta y Monte”
atraviesa por su parte central de oriente a
occidente. A principios de 1977, el río Putumayo Nuestros antepasados le dieron el nombre de
ya había sido desviado de su madre vieja y corría Tsbatsana Mamá (“Madre Responsable”) a la
por este canal, pero en el invierno, el río capa vegetativa, porque ella es como la Madre y
sobrepasando todo cálculo, rompió el muro de por eso con ella todos podemos vivir. (CIKB
contención y volvió a su antiguo cauce, causando 1999:10)
una de las mayores inundaciones, cubriendo de
agua una basta zona (Mejía 1980:124). Luego de las diferentes intervenciones de
transformación del paisaje tabanok, los ojos de
cualquier persona en la actualidad puede observar
98 en nuestro luariñ -“territorio”- tres partes: el jachañ -
Palabras de un integrante kamëntsá, nota de campo Mercedes
Muchavisoy, 1998. “planicie”-, el jajañ –“huerta”- y el tjañ –“monte-”
99
Exgoberanador del pueblo kamëntsá ya fallecido. (Figura 1); cada uno de esto espacios están

224
interrelacionados unos con otros, si uno falla todos Una de las respuestas a lo expresado por
fallan en conjunto, estos pertenecen a la capa el colono, puede ser: “… nuestra pervivencia es el
vegetativa de tsbatsanamama. jajañ, si no tenemos papa, arroz, fideos, zanahoria,
nosotros no salimos a comprar, porque tenemos
Jachañ -“Planicie”- tumaqueño, cuna, col, calabaza, cidrayota, plátano,
maíz, fríjol, de todo, por eso mi mamá decía que
Para el caso de nuestro territorio, el jachañ era malo sembrar únicamente fríjol…” (Mamá
101
corresponde a la planicie donde se encuentran Mercede Muchavisoy) . De esta manera
asentadas la mayoría de las familias indígenas, observamos como el jachañ es el espacio de
aunque hay familias campesinas oriundas del interacción con el ambiente de dos formas
departamento de Nariño, especialmente del diferentes.
Encano. También se toma en el sentido amplio, es
decir con una altura promedio de 2050 msnm, El Jajañ -“Huerta”-
constituye la planicie del Valle de Sibundoy,
correspondiente al área rural de los cuatro “Supimos manejar nuestros espacios a nuestro
municipios: Santiago, Colón, Sibundoy y San propio modo, aunque antes teníamaos bëtsjajañ,
Francisco. A partir de la intermediación del ahora tenemos jajañ porque los colonos nos han
gobierno, el Decreto 2075 de 1939 y del decreto venido de a poco a poco invadiendo nuestros
102
espacios” (Taitá Francisco Jamioy).
1414 de 1956 el jachañ se funda como resguardo
con aproximadamente 8.500 hectáreas según el
Su paisaje es la biodiversidad, hace parte
pronunciamiento en 1984 del Ministerio de
del jachañ y está ubicado dentro de tabanok, se
Agricultura (P.I.V. 2003:19 y Guevara 1997:82).
encuentran aquí todo tipo de animales, plantas
Entre indígenas y campesinos comparten este
alimenticias y medicinales, árboles, diversos
espacio, cada uno con sus propias tradiciones
tubérculos, su función principal es la de sustentar a
agrícolas, se manifiestan y crean estrategias
las personas con todos los productos alimenticios
socioeconómicas para la convivencia, sin embargo
que se encuentran dentro del él, están los
hay diferencias con respecto a las percepciones de
TUBERCULOS como: cuna, tumaqueño, batata,
los espacios, por un lado porque la lengua de los
ñame, achira, guasimba, sandona, sixe blanco, sixe
indígenas permite otras significaciones y
colorado; las VERDURAS: coles, chauchilla,
escasamente son compartidas por el español
arracacha, cidra, calabaza, cayambe, entre otras;
hablado por los campesinos, a esto se suma el
las FRUTAS: tomate, naranjilla, manzana, moquillo,
manejo de los espacios según el juego de
maco, motilón, poros, granadilla, maracuyá, peras,
creencias con los astros (luna y sol) y la concepción
uvillas, moras, duraznos, ciruelo, caña de azúcar,
con respecto al manejo de la agricultura es
chilacuan, guayabilla, ojo de cuy, pepino; las
igualmente diferente.
GRAMINEAS, LEGUMINOSAS Y OTRAS como:
haba, ají, arveja, fríjol tranca, palmito, maíz; las
Además el conocimiento y pensamiento de
MADERABLES como: palo mote, pelotillo, tinto,
cada uno de los grupos sociales presentes en el
encino, lechero, morochillo, quinde, juco, cujaco,
jachañ, se intercambia en historias, los colonos o
laurel, arrayán, colla, chachafruto, balso, cucharo,
campesinos manifiestan que entre los indígenas no
cedro, helecho, chilca, sauce, mayos, eucaliptos,
había una práctica de la agricultura extensiva, lo
palmas y las plantas MEDICINALES: borrachero,
podemos apreciar a través de una entrevista
verbena, ortiga, descancel, sábila, manzanilla,
realizada por Ortega (1998:7) a un colono que
berro, cuyanguillo, albahaca, diente león, hierba
expresa lo siguiente: “… el nativo no era agrícola,
buena, toronjil, cedrón, lengua de vaca, limoncillo,
si, de pronto trabajaba su huerta, su parcela, pero
100 llantén, malba, chonduro, quereme, nogal, orégano,
no pasaba de sembrar tumaqueño y fríjol tranca y
paico, ruda, saúco, valeriana, violeta, hierba mora,
ese era su medio de subsistencia… el nativo no
yarumo, verdolaga, poleo, menta, arrayán entre
tenía ese espíritu de producción, de trabajo que hay
otros.
ahora”. No hay duda que poner en diálogo a los dos
sectores sociales puede generar discusiones
Desde las narraciones de los mayores, los
importantes para el intercambio de experiencias
espacios de interacción entre sociedad-ambiente
sobre las percepciones del ambiente y sobre el
han existido siempre, la tradición oral da cuenta
manejo de la agricultura.
como la cultura kamëntşá es tradicionalmente
agrícola y artesanal por su historia misma, quienes

100 101
Especie de tubérculo (Xanthosoma sp), planta posiblemente Nota de campo, enero de 2001.
102
traída de Tumaco – Nariño. Nota de campo, octubre de 2006.

225
Universidad Tecnológica de Pereira-Sociedad Colombiana de Arqueología-Universidad del Cauca, 2008
Ecología Histórica
Interacciones Sociedad-Ambiente a Distintas Escalas Socio-Temporales

siguen el legado de los mayores siguen cultivando Su hogar construido en madera fue la
el principio de sostenibilidad y colectividad, segunda forma de vida, puesto que las primeras se
relacionando los conocimientos que hay sobre el construyeron siempre en paja, guadua en estirilla y
jajañ y el tjañ (chagra integral productivo y chagra helecho, hoy sus hijos y nietos viven en casas de
de protección sostenible del bosque) (P.I.V. material, es decir construidas con ladrillo. Pero
2003:22). nunca han descuidado su jajañ, la construcción
espacial de este valor cultural construida por
Los diversos espacios donde se construyen Escolástica y su familia se modifica a través del
los jajañ se diferencian unos de otros enriqueciendo tiempo, nuevas plantas se adaptan y otras
la variedad de paisaje según los dueños, por esa desaparecen según las necesidades que el jajañ
razón se puede decir que es una opción para la mismo pide, y en las manos de las personas se
agrodiversidad, su manejo y técnica agrícola encargan de brindarlas, bien sean para obtener o
pueden variar de acuerdo a las necesidades del cosechar, sembrar nuevas plantas, desyerbar, o
grupo de personas y de las perspectivas que hayan dejar en reposo la tierra para que tenga un periodo
al respecto según sus dueños, los jajañ a de descanso y luego de un largo tiempo se pueda
manifestarse son los siguientes: sembrar muchas especies y tener buenos
productos (Figura 2).
Por ejemplo el pamillagbe jajañ es una
estrecha relación entre padre, madre e hijos que se
El Tjañ -“Monte”-
construye alrededor de la casa. La mujer anciana
Escolástica Jacanamejoy de la vereda Las Cochas
Tjokbe betiytëmëng “el lugar de los árboles”
ha cuidado su jajañ conservando las tradiciones
desde que nació, les enseñó a sus ocho hijos,
Es el otro espacio que acompaña al jachañ,
quienes aprendieron a conservar el jajañ de
permite la movilidad, arriba-abajo y viceversa, es la
manera conjunta, éste espacio no está solo,
interacción espacial con lo que hay dentro de la
necesita de la ayuda de las personas para ser
planicie y lo que el tjañ aporta desde la parte alta.
cuidado y conservado, así como tsbatsanamamá
Su principal componente es el betiy -”árbol”- que se
actúa entorno a todo lo que se siembra sobre ella,
relaciona con el cuerpo humano, por ejemplo
sembrar dentro de los hablantes kamëntşá implica
buakukuatş es brazo, pero también corresponde a
que adelante viene algo importante o una
la rama del árbol. Es biodiverso y existen diversas
necesidad reflejada en el compartir a través de un
historias sobre el uso de las especies nativas
trabajo colectivo o comunitario, una fiesta, un
forestales, una de ellas corresponde a la
agradecimiento, o prevenir los tiempos de
explotación maderable, que no fue práctica de los
hambruna en cierta época del año.
indígenas, sino que los padres capuchinos y otros
“…desde mi nacimiento observé todo alimento, no
foráneos quienes desde 1918 hicieron ejercicio de
consumíamos sal, cocinaban todo del jajañ. la deforestación con fines comerciales al interior de
Cuando era joven sembré muchas plantas que los municipios y otros departamentos, la carpintería
actualmente aún existen y soy feliz andando, y el tallado fueron parte de la educación instruida
sembrando, trabajando, cuidando el jajañ, porque por las instituciones dirigidas por las comunidades
los sueños, suspiros, descansos, salud las religiosas. Las bancas y asientos que están en la
encuentro dentro de la chagra, hasta lágrimas catedral del municipio de Sibundoy es producto de
brotan en el jajañ cuando se observa algún daño las labores realizadas por los estudiantes
en el jajañ provocados por los animales, porque
seminarista que hicieron uso de la madera extraída
representan hambre para toda la familia.
del tjañ.
El jajañ en el compartir con los hijos, es el
espacio para agarrar alimentos para los animales. Los mayores cuentan que las montañas
También mueven las fiestas, es la herencia y actuales estaban totalmente “ocupadas” de árboles,
patrimonio de los hijos, nietos y bisnietos, por eso ahora se utiliza como potreros para la cría del
nunca debemos terminarlo, ahí está nuestro
pensamiento y dejamos a nuestros hijos para
ganado, especialmente del tipo Holstein y en
seguir fortaleciendo y nunca muera” (Escolástica algunos lugares familias desplazadas han
Jacanamejoy) .
103 comprado algunos lotes y practican el monocultivo
de fríjol y maíz. Además el tjañ sigue siendo
atentado por la intervención de los colonos
arrasando árboles para la producción del carbón,
ésta práctica se viene intensificando desde hace
103
Trabajo de campo mes de marzo de 2005, traducción del mucho tiempo y su continuidad ha llegado a sitios
Kamëntsá al español por Mercedes Muchavisoy Juagibioy. muy cercanos de los páramos.

226
consecuencias sociales y de la Biodiversidad del
Hace 45 años aproximadamente se transforma el suelo y los paisajes naturales (P.I.V. 2003:21).
paisaje natural por la deforestación incontrolada
en los espacios con altitud entre 2.200-3.100 El monocultivo cada vez es más notable y
msnm, eliminando las principales especies corresponde a los beneficios económicos de las
nativas, con extinción de diversidad de plantas y familias campesinas, hay sitios donde la expansión
especies faunísticas hasta la destrucción de la de cultivos es bastante amplia y se comparte desde
vegetación del entorno en los humedales y
quebradas por el interés de convertirlos en
dos a cinco especies diferentes: el lulo, el tomate, el
potreros para el ganado, especialmente por los fríjol, la manzana y el maíz, que son las
colonos. De igual manera familias indígenas con plantaciones más usuales, para su cuidado y la
el ánimo de mejorar terrenos entregaron sus conservación fuera del peligro de las patologías
tierras a colonos para que realicen actividades vegetales por intervención de plagas, utilizan
permanentes en la explotación del bosque; simultáneamente insecticidas para todos los
entregados a medias, quienes extraen hasta las cultivos, pero el abono químico de cada uno de
raíces para producir madera aserrada, carbón y ellas es diferente. Son lugares que muchas veces
leña, dejando el suelo totalmente desprotegido y los afectados son los dueños de tales parcelas ,
104
sin la oportunidad de recuperarse naturalmente a
corto plazo (P.I.V. 2003:21).
por la necesidad de tener ingresos arriendan a
otras personas, a veces de la misma comunidad o
Los múltiples espacios que son parte de la sino a campesinos:
percepción tanto para los indígenas como para los
“Al frente de mi casa, hay unos señores blancos
colonos o campesinos, permiten de forma conjunta 105
del pueblo que vienen a trabajar por acá en la
un ejercicio de la biodiversidad y agrodiversidad, parte baja desde hace muchos años, ellos cuando
sus representaciones están reflejadas van a fumigar el cultivo de fríjol traen bombas y
continuamente a través de las formas de grandes talegos de químicos que tienen un olor
interacción que hay entre las dos sociedades y el fuerte que a veces a nosotros nos enferma, nos
ambiente, la tradición agrícola entre los kamëntşá da tos y gripa toda rara. A ellos no les hace nada
debe ser entendida de acuerdo a la innovación de porque tienen tapaboca, y no se dan cuenta que
técnicas para el uso de la agricultura, más las nosotros estamos cerca, por eso cultivar con ese
creencias que hay con respecto a las fases de la abono comprado en el pueblo es malo, para las
106
plantas que tenemos en la chagrita y para la
luna para poder desmontar, sembrar o cosechar misma salud”. (Mujer kamëntşá)
107
cualquiera de los vegetales que hay dentro del jajañ
y el tjañ. No es fácil comprender esta práctica si no Los tres espacios (jachañ, jajañ y tjañ) que
se interactúa directamente con las familias y sus se perciben desde los indígenas son importantes
jajañ y el conocimiento propio que únicamente se para el reconocimiento de los recursos propios, a
logra aprendiendo el idioma. pesar de la influencia continua de proyectos
aprobados por la gobernación, el municipio o del
En cambio se puede comprender gobierno sobre el mejoramiento de productos
fácilmente la forma de trabajo y tradición de la derivados de la agricultura que solamente están
agricultura ejercida por los campesinos, pues está visualizando los cultivos como productos
presente el monocultivo, donde sus características específicos y enfocados al fortalecimiento del
están perfectamente identificadas por el indígena, comercio del Valle de Sibundoy. Es importante
el uso de abono químico y de técnicas mejoradas trabajar en la pervivencia del jachañ, porque es el
por la intervención de ingenieros agrónomos es legado histórico de tsbatsanamama como herencia
notable cuando están en la época de cosecha y cuando wafjajonay dejó de existir para los ojos del
siembra del fríjol o del maíz. Hay familias indígenas şkenëng, sin embargo, existe en el pensamiento y
que en un comienzo arrendaron parte de sus tierras conocimiento propio para la práctica de la
a los colonos, y cuando se las devuelve no produce agricultura según las tradiciones propias de los
ningún tipo de planta, la tierra está totalmente kamëntşá, es el espacio donde tabanok seguiría
contaminada de químicos y cuando se desea tener
vacas, ellas no comen, también saben sobre el mal
estado que se encuentra la tierra. 104
Parcela, es una de las dominaciones que recibe la tenencia
de tierra en algunas familias, éstas están ubicadas en el
El efecto de los monocultivos, en especial del resguardo bajo del municipio de Sibundoy.
105
cultivo de fríjol por la permanente fumigación Pueblo, palabra utilizada por las personas que viven en la
intercalada (cada 8-10 días) con fungicidas, parte baja para referirse al municipio de Sibundoy.
106
insecticidas, abonos foliares y control de malezas Chagrita, es de la palabra chagra, o chacra en las voces
quechuas del Perú. Utilizan esta expresión para designar al
con herbicidas, descomponen en alto grado el
jajañ.
ambiente natural de la región con graves 107
Nota de campo, junio de 2004.

227
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Ecología Histórica
Interacciones Sociedad-Ambiente a Distintas Escalas Socio-Temporales

dando cuenta de sus pobladores, sus costumbres y necesario tener en cuenta la definición de
maneras de ver el mundo para la conservación de juabeman – cultivar –, es decir mantener las cosas
sus propios recursos naturales tanto biodiverso de generación en generación, juabeman es para
como agrodiverso. nuestro caso el equivalente del concepto de cultura,
y eso es seguir cultivando lo que tenemos, gracias
Waman Tabanokbe Juabna. “La Memoria del a lo que tsbatsanamama nos brinda para seguir
Sagrado Lugar”. En la Mirada de la Ecología perviviendo como kamëntşá.
Histórica
Entonces, la Ecología Histórica como
Brevemente se puede decir que una de las enfoque antropológico no puede ser tanto
característica de la ecología histórica es ver la arqueológica, sino que sus definiciones están
interrelación que hay entre un grupo de personas y dadas para la integración conceptual entre la
su ambiente, y una de sus estrategias investigativas antropología y la arqueología. Sus variables fuertes
es saber comprender la tradición oral como medio conforman dialécticas entre espacio-tiempo, ser
de conocimiento e interpretación de lo que la gente humano-medio ambiente y paisaje - cultura los
dice. Este escrito trató de hacer ese ejercicio cuales permiten diagnosticar cual es el estado
escuchando a los indígenas kamëntşá para “ver el actual del espacio en donde hacen presencia
reflejo del cambio espacial tabanok”, además de algunas culturas. Además sirve como estrategia
hacer el reconocimiento de las manifestaciones que para trabajar en cualquiera de los grupos étnicos
no están escritas, no se las conoce, no hay una del mundo, puesto que ahí hace presencia su
valoración al respecto, se olvida una historia más medio, su entorno, naturaleza, “madre tierra” o
de las experiencias generadas por la gente ante todas las formas posibles que hay con respecto a la
otros tipos de intereses. Porque conceptualmente diversidad de nombres de los espacios y tiempos
entre los kamëntşá no podemos hablar de ecología según las diferentes lenguas del mundo.
histórica, de arqueología, de antropología, de
naturaleza, sino de un legado en la tradición oral Referencias Bibliográficas
que se hace memoria en la biblioteca viva de los
mayores, y que a través del tiempo dará cuenta de • Bonilla, Víctor Daniel. 2006. Siervos de Dios y amos
los espacios que han ido cambiando por la de indios. El Estado y la misión capuchina en el
influencia natural o por la intervención del ser Putumayo. Edición a cargo de Cristóbal Gnecco.
humano, los paisajes que los mayores vieron son la Biblioteca del Gran Cauca. Popayán. (Aún sin publicar)
realidad en la mente, y cuando nos las cuentan, las • Cikb - Cabildo Indígena Kamëntsá Biyá. 1999. Jajañ,
Fase I, II y III. Sibundoy – Putumayo.
generaciones actuales se recrean con la
• Comunidad Camëntsa. 1989. Procesos de
imaginación. transformación y alternativas de Autogestión Indígena.
Comunidad Camëntsá. Editorial ABC. Bogotá.
Actualmente, el pensamiento propio lo conservan • Guevara Corral, Darío. 1997. La mujer inga.
los mayores, que comienzan a desaparecer y con Proyección Histórica, Genérica y de la Identidad Cultural.
ellos sus experiencias, siendo difícil recuperar los Editor Gerardo Rivas Moreno. Bogotá.
sentimientos propios de los Taitás, fuente de • Mejía C, Magdalena. 1980. La estructura agraria en el
sabiduría propia en la comunidad. Los mayores valle de Sibundoy. Monografía de grado. Antropología.
deben ser los consultados por la nueva Unicauca – Popayán.
generación, y no ser desplazados y olvidados
• Ortega, Zulma. 1998. Etnografía sobre el proceso de
(P.I.V. 2003:30).
poblamiento en el municipio de Sibundoy, departamento
del Putumayo. Monografía de Grado. Antropología.
Quien esté interesado por conocer las Unicauca – Popayán.
transformaciones del espacio y el paisaje producto • Patiño, Diógenes. 1995. “El altiplano nariñense, el
de las formas de relación entre los grupos sociales Valle de Sibundoy y la ceja de montaña Andina en el
y el ambiente, es mejor conocer el sitio a través de Putumayo: Investigaciones de Arqueología de Rescate”.
sus habitantes, porque las significaciones de un En CESPEDESIA, Instituto de Investigaciones Científicas
antes en el presente construyen memoria y se del Valle del Cauca; Vol. 20, No 66. Cali. Pp. 115 – 179.
revitalizan cuando se comparte a los que vienen; de • PIV - Plan Integral De Vida Del Pueblo Camëntsá.
esta manera es como el mundo kamëntşá de forma 2003 – 2004. Cabildo Indígena Kamëntsá. Sibundoy –
circular genera herencia para los que llegan habitar Putumayo.
nuevos lugares. Para que no se pierda esto es

228
4.2. El Páramo, El Fuego y La Humanidad

Lylieth Varela Fagúndez.


Docente Investigadora Programa de Ecología. Fundación Universitaria de Popayán.
lylietha@gmail.com

Abstract

Al considerar la historia natural de los páramos es inavitable considerarlos sin rasgos humanos. Estos
ecosistemas emergidos desde finales del Pleistoceno y ubicados en el norte de los Andes, poseen
características particulares que demuestran esta correlación. Su paisaje esculpido por el clima, las necesidades
de las sociedades de cada época y el fuego –como modelador de su dinámica de transformación- expresan
cómo el páramo ha tendido a expandirse y reducirse de manera fluctuante. Este enfoque permite considerar lo
natural y lo humano en un mismo espacio sin transgredir el comportamiento ecosistémico del páramo.

Palabras claves: Páramo, Andes, ecología, transformaciones antropogénicas, neotrópico.

Abstract

The current features of the Colombian Moorland regions (Páramo) are narrowly related to human being
presence; this relationship story supported by study evidences in climatology, palynology and cartography which
suggest relevant conclusions for preserving this ecosystem and the surrounding Andean forests. First
interventions in the Moorland were fitful; afterwards human being was oriented through ritual lifestyle, and it is
definitely in the colony period where its way of transformation is interfered, giving as a result the expansion of
altitude and latitude of the Moorland regions. Nowadays, according to preserving lineaments, it is truly important
to bear in mind how the ecosystem transformation is affected by human presence, thus revealing, throughout
policies and management strategies of Andean mountains, a connection with the facts experienced between
human being and natural history of the tropic.

Key words: Moorland, Páramo, Upland, Andes, Anthropogenic, Ecology, Tropics.

Inhóspito, oculto, ritualizado, conservado: el estos ecosistemas se abordó desde una visión
páramo, ecosistema de alta montaña del norte de excluyente y de depredador voraz. Sin embargo, a
los andes; exhibe en sus formas una historia partir de los aportes de la antropología y la
esculpida con sus relaciones entre el clima, el fuego arqueología, la ecología se acercó, hacia la
y la humanidad. ¿En que medida son estos comprensión de la alta montaña de los Andes como
ecosistemas neotropicales espacios sin vestigios de una historia de conjugación entre naturaleza y
presencia humana? ¿Es la naturaleza, ajena al cultura, concediendo la oportunidad de interpretar
carácter humano? ¿Es posible considerar los este paisaje desde la historia de relaciones
páramos como paisajes culturales? ¿Los páramos elaboradas entre los humanos y el páramo para
deben parte de su existencia a la acción humana de enriquecer las nociones de la ecología tropical
manejar el fuego? contemporánea.

Para responder estas preguntas es Los nuevos conceptos de la ecología


importante iniciar con las consideraciones permiten desarrollar investigaciones que cuestionen
ecológicas, de mediados del siglo XX y décadas los dogmas utilizados hasta el momento; los
posteriores, permeadas de ese concepto de la términos natural o ecosistema son hoy en día gran
naturaleza deshabitada de humanos, enfocadas objetivo de discusión. Desde los años noventa
principalmente a estudiar a los páramos desde sus crece el número de trabajos ecológicos sobre
particularidades botánicas, faunísticas, hídricas, ecosistemas de alta biodiversidad que deben su
geográficas y de suelos; la participación humana en existencia o dispersión a la actitud humana y a la

229
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Ecología Histórica
Interacciones Sociedad-Ambiente a Distintas Escalas Socio-Temporales

base del conocimiento local, y han permitido que construir habitaciones sobre o cerca de ellos debido
desde el trópico se piense en Andes humanos a sus poderes positivos o negativos”; de esta
como una tradición inherente en la dinámica manera el páramo se define en la memoria
estructural y funcional de estos ecosistemas. indígena como un lugar de gran respeto que
significa el saber chamánico, la morada de los
Esa construcción simbólica de la naturaleza ancestros y el origen de los héroes culturales
deshabitada, siempre ajena a la huella humana, y (Portela 2000); por lo tanto en este ecosistema se
particularmente el páramo, un ecosistema que por desarrolla esa vida ritual como una forma de
sus atributos climáticos, topográficos, de acceso, no consolidación cultural de gran parte de los
es considerado un lugar apropiado para estos indígenas andinos.
asentamientos; tomó una nueva forma desde la
perspectiva antropogénica que vincula al ser
humano, desde su presencia en América, como
modelador natural del entorno entrenado
milenariamente en el arte de manejar el fuego.
Apoyada la antropogenia, en la etnología, la
memoria local, la arqueología y la paleoecología,
entre otras; reconstruye el pasado y presente de los
ecosistemas con esa cualidad histórica de portar la
huella humana como esencia real de su existencia;
debatiendo, así, las consideraciones de justificar y
garantizar la conservación de la naturaleza a partir
de la no presencia, intervención o modificación por
parte de los pobladores de las montañas
evidenciada en las pretensiones políticas locales y
globales donde el ser humano es invisible como
habitante de estos lugares descartando, a su vez, la Figura 1. Resguardo de Ambaló, Silvia. Cauca. 2005
memoria ritual y el recuerdo tradicional de la
perspectiva andina integral de ser naturaleza y De la mano de la cultura viene el fuego,
cultura como un binomio de supervivencia. aportes como los del ecólogo Eugene Odum (1972)
plantean que “de hecho la civilización empezó
Los pueblos indígenas de los Andes son cuando aprendió el hombre a servirse del fuego y
hijos de las montañas, del agua y la magia que allí de otros instrumentos para modificar su medio”;
se engendra; en su memoria ritual el páramo es acercándose a lo desconocido, implementando la
aquel lugar cerca al mundo de los espíritus, de la cocción de alimentos o el despeje de las áreas
vida transformada en muerte; sus imponentes difíciles de acceder, entre otras; brindó la
cimas y la niebla dibujan la silueta de un lugar oportunidad a la humanidad para su dispersión y
aparentemente distante, sin embargo, existe y supervivencia. El fuego como modelador a gran
existió un vínculo entre estas cúspides andinas y escala de los ecosistemas encontró con los
los habitantes de estos territorios. Antes de la humanos una forma eficaz de dispersión; la llegada
llegada de los españoles los páramos se de los seres humanos a América es paralela a los
encontraban habitados por mitos, la misma cambios climáticos, 12.000 años ± 14.000 AP,
108
cercanía con el “inframundo” , distanció, a partir (Faust 2001, Van der Hammen 1990.). Un
del respeto que ofrece el mito, a los grupos de alta enfriamiento correspondiente a la última glaciación
montaña de este lugar donde se regenera la fuerza (Würm) fue la condición aprovechada para usar las
vital de la superficie de la tierra. Definido con estructuras frías como puentes entre Asia y
expresiones de bravura, donde lo salvaje se América antes separados por el mar. En los Andes
consolida en estos espacios portadores de poder, los cinturones de vegetación presentaban un
Portela nos remite, como en la actualidad estos cambio en su amplitud y distribución, estos
lugares se conservan con una escasa intervención ambientes tropicales se distribuyeron de acuerdo a
humana, enmarcados dentro de “la norma de no lo que la temperatura les permitía; la alta montaña
andina: páramos y punas (jalcas), eran espacios
amplios, apropiados para la oferta alimenticia de
108
“Según el pensamiento andino la movilidad de “este mundo” cazadores y recolectores. El tránsito de estos
es causada por los seres del “mundo de abajo” o inframundo. cazadores-recolectores, conocedores en el arte del
Cuando éstos encargados de “sostener el mundo”, mueven
partes del cuerpo o su totalidad para apaciguar el cansancio fuego, inauguró esa relación con estos paisajes
producido por la misma posición causan los fuertes movimientos “abiertos” delineando desde hace más de 10.000
o temblores” Portela, 2000.

230
AP los ecosistemas americanos. Gnecco, propone manera los bosques compitieron con estos
que eran “individuos que no sólo cazaban y huérfanos sistemas agrícolas y ganaron mayor
recolectaban sino que también alteraban para su extensión. Para hablar de un cambio drástico y
beneficio la productividad natural de los recursos”. evidente sobre los páramos es necesario remitirse
Considerando que los humanos continuaron con su a ese encuentro entre Europa y América. Las
comportamiento de cazadores usando la quema exploraciones y conquistas y la dinámica histórica
como estrategia cinegética ¿en qué proporción que tejieron también se extendió hacia la alta
contribuyeron a mantener esta distribución?, es montaña; con ellos llega el hábito del pastoreo, que
posible que la respuesta se encuentre en los lagos no quiere decir que no existiera en América, en la
y pantanos de las alturas, al estudiar sus puna peruana esta tradición ancestral del pastoreo
sedimentos seguramente aparecerán huellas de de llamas y alpacas aún se conserva; la entrada de
estas influencias humanas. bovinos y ovinos se orientó hacia la alta montaña,
en áreas abiertas como los páramos, manteniendo
La edad aproximada, para algunos de los la dieta del ganado con la práctica de la quema
ecosistemas que hoy en día conocemos, no para garantizar la frescura de cogollos y el despeje
109
sobrepasa los 10.000 años o un poco más, de otras especies, nuevamente, con la ayuda del
sugiriendo que desde finales del Pleistoceno e fuego se mantuvo despejado el terreno.
inicios del Holoceno los seres humanos han
convivido con estos paisajes; esto significaría que
un ecosistema existente sin intervención humana,
en áreas muy limitadas, podría extenderse bajo
este impacto, en condiciones de incremento de la
temperatura. Podemos hallar un ejemplo de esto en
el último máximo bioclimático (±8.500 AP), los
páramos se reubicaron en estrechas cintas en las
partes altas de los Andes; dibujando un paisaje
limitado por el clima y ampliado por la cultura. Los
humanos se orientaban en estos momentos a
110
cultivar la agricultura o “protoagricultura”
preferiblemente ubicados en zonas boscosas; para
mantener estos espacios fue necesario el fuego
como herramienta; influenciando desde dos
efectos: a larga y a corta distancia; en el entorno
inmediato el cambio es directo en el ambiente , a
larga distancia el humo y la ceniza fertilizan los
ecosistemas, este efecto es de mayor importancia Figura 2. Parque Nacional Natural Puracé, ruta hacia el volcán.
en los bosques húmedos tropicales los cuales se 2007
encuentran en zonas de suelo extremadamente
infértiles, como en el centro de la amazonía, la Esta tradición europea se mantuvo, se
totalidad de sus nutrientes tienen su origen en apropió y se adaptó; paralela a las fluctuaciones
incendios, por este efecto hoy en día se puede climáticas, en este interglacial se presentó una gran
decir que no hay un ecosistema que no muestre la baja en la temperatura denominada la pequeña
impronta humana. Edad Glacial o Little Ice Age, desde el siglo XVII
hasta el XIX (1600-1850 d.C. ±), permitiendo así, la
La inclusión de Colón a América no sólo amplia distribución de las franjas de vegetación
trajo un descenso demográfico de las poblaciones paramuna. Al concluir esta fase, los páramos se
humanas, paradójicamente permitió que el entorno, ubicaron alrededor de los 3.600 msnm; para
antes matizado por el pincel amerindio de abrir Colombia se instituyó un modelo altitudinal descrito
claros en el bosque y “sembrar bosques en las por José Cuatrecasas (1958), gradiente que definió
sabanas” (Posey 1978); de gran parte de Sur la línea inferior del páramo a partir de los 3.000
América estuviera tapizado por cultivos, de esta msnm constituido por subpáramo, páramo y
superpáramo, distribuidos hasta los ca. 4.000
109
Ballée, William. La Amazonia: diversidad biológica. En: Mundo
msnm; el páramo en sentido estricto se situó entre
Científico La Recherche, España Sumario No 216 (Octubre la franja de 3.600 a 3.800 msnm. Los paisajes
2000). pp. 12-17.
110
contemporáneos expresan hoy en día que debido al
“Incluyendo apertura y mantenimiento de claros y su comportamiento ancestral de quemar estas
mantenimiento artificial por quema y la selección de especies
útiles a través de su protección y cultivo”. Gnecco, paisajes
superficies y los límites de bosque andino o de
antropogénicos. niebla (2.000-3.000 msnm), además, de las

231
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Ecología Histórica
Interacciones Sociedad-Ambiente a Distintas Escalas Socio-Temporales

condiciones de desplazamiento de colonos como niebla y que, debido al manejo de los hacendados
reflejo de la violencia de principios de siglo XX, y a en la introducción bovina el bosque se redujo y a la
mediados (Ospina 2000); permitieran la ocupación regeneración natural, ahora en manos de la
cercana del páramo sensu stricto generando una comunidad, generó las condiciones para la
extensión mayor de este bioma bajo la línea de los ubicación de plantas significativas del páramo,
3.600 msnm. como la Alegría, el romero o el apio de páramo, la
puya o su mayor exponente: el frailejón.

Figura 3. Resguardo de Ambaló, Cauca. 2005 Figura 5.

Figura 4. PNN Puracé. Sector de San Juan. 2007.

La expresión oral ofrece narraciones sobre


cambio del paisaje, entre abuelos y padres se ha
atestiguado sobre la reciente presencia de
pastizales donde antes el bosque reinaba, así
mismo las coberturas boscosas se manifiestan en
las zonas más agrestes sobre los horizontes de Figura 6.
frailejones revelando su alcance de distribución.
Casos como el del Resguardo de Ambaló en el
municipio de Silvia, recrean este hecho, donde en
las partes más altas del territorio, nuevamente
reapropiado, se presentan islas de bosque dentro
del pajonal, manchas que remiten hacia una historia
de 50 años donde antes sólo habitaba el bosque de

232
metros más arriba de la localización actual, con
variaciones altitudinales de acuerdo a las
condiciones locales” (Flórez. A 2002, Gutiérrez. H
2002). Otras consideraciones plantean como no
existe un modelo tan sólo colectivo de dinámica
altitudinal sino que existen manifestaciones locales-
individuales de movilidad, esta es la situación
contemplada por Gnecco quien contribuye al
exponer que muchos paleoambientes influenciados
climáticamente no se desplazaron simplemente
como cinturones vegetales enteros a lo largo del
gradiente, las especies o grupos de especies se
111
distribuyeron particularmente . Seguramente la
antropocoria favoreció a esta dispersión de
especies no de forma masiva pero si contribuyendo
Figura 7.
pasivamente a la propagación vegetal.
Figuras 5,6 y 7. Resguardo de Ambaló, Cauca. 2005
A partir de esto se puede suponer que el
páramo presenta una costumbre histórica de
abrigar los pasos humanos; esto no quiere decir
que el páramo tenga que devastarse para que
exista, ejemplos como el del Valle de las Papas o
Malvasá en el departamento del Cauca muestran
como la apertura exagerada de los bosques
andinos y los páramos para ganadería y cultivo de
papa, presentan cambios masivos que subvierten
esa tradición antigua de ser naturaleza,
presionando estos biomas con una organización
desordenada e inculta para las amplias extensiones
productivas, transformando estos paisajes en sitios
desolados y desiertos; totalmente contrarios al
imaginario que nos ha otorgado los páramos como
la nodriza de las aguas.

Los páramos ofrecen ese nacimiento a los


ríos que recorren el territorio Colombiano, y de
ubicarse selectamente en el norte de los andes,
incluyendo a Ecuador y Venezuela; este privilegio
permite contar con un paisaje propio, el cual debe
integrarse con ese carácter cultural que lo ha
condimentado para su conservación. Al permitir la
presencia del ser humano en la alta montaña se
consolidará este hecho; diversos autores han
creado significados que incluyen los términos de
“paramización” o “mediterraneización”, o de
Figura 8. PNN Puracé, Laguna de San Rafael. 2007. “carácter especial forjado por el hombre” de las
cumbres andinas (Dollfus 1986, Ellemberg 1979,
Estudios recientes de cambio climático Sarmiento 2000, Flórez 2002, Molano 2002) para
sugieren un incremento de temperatura, la cuál ampliar y resignificar esa mirada “antigua” de la
limita en zonas más altas la franja estrecha en la naturaleza deshumanizada, apropiando modelos
que se ubican los páramos, algunos autores adecuados a los ritmos tropicales. De esta manera,
inquietos ante estos hechos manifiestan que “los
páramos han tenido cada vez más espacio para
crecer hacia arriba, aunque con pérdida de espacio 111
Las evidencias que sugieren esto provienen de las tierras
en su parte inferior en la medida en que la selva bajas de Guatemala, los lagos Yeguada y Gatún en las tierras
bajas de Panamá, donde la selva existente durante el
alto andina progresa altitudinalmente”, donde Tardiglacial (13.000-10.000 AP) fue una formación con especies
“podrán verse desplazados aproximadamente 500 que ahora son alopátricas, es decir, que no ocupan el mismo
hábitat (Gnecco 1995).

233
Universidad Tecnológica de Pereira-Sociedad Colombiana de Arqueología-Universidad del Cauca, 2008
Ecología Histórica
Interacciones Sociedad-Ambiente a Distintas Escalas Socio-Temporales

las preguntas que surgen son válidas para • Contra el reduccionismo ecológico en arqueología.
emprender lineamientos que conjuguen de manera Sin publicar. Presentación II Encuentro de Ecólogos de la
integral las prácticas conservacionistas, ¿Si, se Fundación Universitaria de Popayán. Popayán, 2006.
deja el páramo intacto tenderá a desaparecer?, • Gutiérrez, H. Modelo de vulnerabilidad de las
¿Existe una coevolución entre los ecosistemas y los coberturas naturales de la alta montaña colombiana ante
un posible cambio climático utilizando SIG. Congreso
humanos a partir de las prácticas culturales? La Mundial de Páramos, Memorias. Paipa, Boyacá: 2002
tendencia es abordar la dicotomía naturaleza - p.31-32
cultura a partir de las diversas formas del • Hammen, Thomas van der. Historia, Ecología y
conocimiento local sin descartar los aportes Vegetación. Santa fe de Bogotá: Corporación Araracuara,
científicos y tecnológicos para apoyar el enfoque 1992. 441 p.
antropogénico desde la ecología y acercarse a las • Diagnóstico, Historia, cambio global y conservación.
evidencias sobre la relación intrínseca entre los Congreso Mundial de Páramos, Memorias. Paipa,
humanos y la perpetuación de la diversidad. Boyacá: 2002. p.29.
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234
4.3. Los Observadores de Scorpius: Maíz, Astronomía y Sistemas
Hidráulicos en el Humedal de Jaboque-Engativá.
Siglos X-XVIII d.C.

Luis Francisco López C.


Investigador Instituto de Ciencias Naturales, Universidad Nacional de Colombia.
fralopezca@gmail.com

Resumen

La existencia de un emplazamiento monolítico del siglo XVIII en el humedal de Jaboque-Engativá


(Cundinamarca), hace más compleja la problemática en torno a lo que ha sido denominado: restauración
ecológica. Naturaleza y Cultura, se ven integradas a la cosmovisión de los antiguos ocupantes del pueblo de
Chise a través de ejercicios ceremoniales, respaldados por observaciones astronómicas y el uso de un sistema
hidráulico de zanjas y camellones cuyo origen se remonta al periodo Herrera.

Palabras Clave: Engativá, humedal Jaboque, emplazamiento monolítico, sistema hidráulico, arqueoastronomía.

Abstract
th
The existence of a monolithic emplacement of XVIII century in the Jaboque-Engativá (Cundinamarca)
wetlands, makes the problematic one more complex around which it has been denominated: ecological
restoration. Nature and Culture, are integrated the cosmovision of the old occupants of the town of Chise
through ceremonial exercises, endorsed by astronomical observations and the use of a hydraulic system of
canals and raised paths whose origin goes back to the Herrera period.

Key Words: Engativá, Jaboque wetlands, monolithic emplacement, hydraulic system, archaeoastronomy.

en el análisis de una dinámica con efectos sociales


Introducción que hace de la restauración ecológica, una
necesidad urgente: “Los ecosistemas al ser
En medio de la crisis que suscita el destruidos o transformados pierden la capacidad de
problema del calentamiento global, los humedales o recuperación y es necesario asistir su retorno a las
wetlands (pantanos, turberas y marismas), trayectorias sucesionales naturales a través de
continúan siendo importantes reservas ecológicas acciones que puedan restablecer su composición,
debido a que cumplen funciones de productividad estructura y función” (Vargas 2006). De manera
biológica mediante la regulación cíclica de general, el conflicto suscitado entre la intervención
sedimentos y nutrientes; aparte de contribuir a la humana y la conservación de los humedales se
estabilización microclimática en distintas zonas del expresa de acuerdo a órdenes de magnitud que,
mundo por su capacidad de retención de CO2 y de distinguen entre cambios totales de sus
filtración hídrica en el entorno de sistemas fluviales características (Orden 1), perturbaciones severas
y lacustres (Instituto Humboldt 1998:1). Bajo esas de las funciones (Orden 2) y, alteraciones puntuales
condiciones, los humedales también constituyen (Orden 3) (Instituto Humboldt Op.cit. p. 2). En otros
refugios de flora y fauna desde tiempos términos, la apertura de zanjas de drenaje y la
inmemoriales acorde a su proceso de consolidación construcción de camellones y jarillones en el
geológica y paleoecológica (Unimedios 2005). La entorno de sistemas hídricos, aunque esto
presencia de los seres humanos, entendida como ocurriese en épocas prehispánicas, genera un
un factor determinante en la transformación de mayor impacto sobre el ecosistema al constituir
estos ecosistemas, involucra el componente cultural recursos orientados por fuerzas políticas

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Universidad Tecnológica de Pereira-Sociedad Colombiana de Arqueología-Universidad del Cauca, 2008
Ecología Histórica
Interacciones Sociedad-Ambiente a Distintas Escalas Socio-Temporales

centralizadas que, hacen imperceptibles las Caracterización del Sitio


contradicciones sociales mediante la ostentación
tecnológica que conlleva un incremento notorio de Teniendo en cuenta dichos parámetros, y a
la productividad a nivel intensivo como extensivo. medida que se oficializaba un convenio de
Cuando la vigencia y sacralización de esas restauración ecológica para el humedal Jaboque de
relaciones de poder se anteponen como un objetivo la localidad de Engativá (Distrito Capital de Bogotá-
113
al aprovechamiento básico, se ha abonado el Cundinamarca) , los investigadores Miguel Etayo
terreno a la “Explotación” (López 2007). (2002), Harry Marriner (2003) y Jhon Meyer Muñoz
(2004) venían reportando la existencia de un
conjunto monolítico erigido sobre un antiguo
Así, en razón del equilibrio esperado entre sistema de camellones que, se localizaba a la orilla
formas de aprovechamiento y ocupación humana, del río y conformaba semiabanicos en los
el sistema cultural adquiere un papel determinante meandros próximos; cuando no era que seguía el
a través de las cosmovisiones, los mitos y las curso de un antiguo brazo fluvial que los
ceremonias (Castaño 2003); pues, la función manuscritos del siglo XVIII ya identifican como una
didáctica y regulativa que ejercen dichos “(...) sienega o quebrada que en estos tiempos
componentes sobre la valoración del entorno, es [1764] llaman La Ruda, hasta el Río de Bogotá, y
destacable en el escenario social donde se gestan sienega o Río de Suba arriba [humedal Juan
tecnologías y representaciones: “Tienen [los Amarillo, al E de Jaboque]” (AGN, Colonia, Tierras-
muiscas de la sabana de Bogotá] muchos bosques Cundinamarca, tomo 35, rollo 115, f. 345). Allí, las
y lagunas consagradas en su falsa Religión, donde aerofotografías evidenciaron la presencia de
no tocan a cortar un árbol ni tomarían una poca de camellones dispuestos en espina de pescado con
agua por todo el mundo (...) Lo qual está muy dirección NW-SE que se extendían hasta la zona
seguro que nadie tocará en ello porque pensarían que en la actualidad, presenta mayor influencia
que luego se habrían de caer muertos” (Jiménez de antrópica por amenaza de agentes contaminantes,
Quesada, /c.1544/1995). De esa manera, en apoyo inadecuados procesos de urbanización, invasiones,
de la tesis de López Sáez, López García y Burjachs presencia de fauna doméstica, estancamiento y uso
(2003), se puede sugerir un abordaje de la excesivo de regadíos; problemática ésta que viene
problemática ambientalista basado en un modelo motivando reacciones entre las comunidades
desde el cual se analice integralmente, el proceso aledañas y el gobierno distrital (Unimedios Op.cit.),
natural (geología y paleoecología) y el desarrollo las cuales, derivaron en el citado convenio entre la
histórico (arqueología y etnohistoria) en función de Empresa de Acueducto y Alcantarillado y el Instituto
una dinámica moderna (etnografía, trabajo social, de Ciencias Naturales de la Universidad Nacional
ingeniería y antropología aplicada) que, permita de Colombia (Figura 1). Teniendo en cuenta los
elaborar un diagnóstico conducente a la lineamientos definidos por la convención
formulación de estrategias restaurativas más allá de internacional de Ramsar (/1971/2004), el
consideraciones estéticas (“paisaje”) y utilitaristas: macroproyecto evaluó las condiciones de salud del
“No debemos detenernos en la recreación de un humedal entre precarias y regulares destacando
paisaje antiguo o prehistórico real, sino en la esencialmente, el potencial biótico de la zona
síntesis histórica de las múltiples realidades conservada donde se localiza la desembocadura de
112
sincrónicas y diacrónicas” (Ibid.) . El equilibrio la antigua quebrada Jaboque (o La Ruda) en el río
primario entre Naturaleza y Cultura también halla Bogotá: 80 especies de plantas con flores, 212
sentido bajo el modelo autorreferencial defendido variedades de insectos y 74 clases de aves nativas
por Luhmann (1998), que, concibe una relación y migratorias cualifican positivamente este reducto
inseparable entre Sistema y Entorno por ecológico (Unimedios Op.cit.).
diferenciación entre procesos intrínsecos y
extrínsecos: “La dimensión objetiva, la dimensión
temporal y la dimensión social no pueden aparecer
aisladas; se encuentran bajo coacción de
combinación; pueden analizarse por separado, pero
en cualquier sentido real aparecen aunadas”.

113
Engativá se localiza al norocidente del Distrito. Limita al Norte
con el río Juan Amarillo y la localidad de Suba, al Oriente con
Barrios Unidos, al Sur con Fontibón y por el Occidente con el río
Bogotá y el Municipio de Funza. Posee una extensión de 3.588
Has. y una altitud que se ha calculado en 2.554 msnm (Cruz,
112
Las negrillas son mías. 2001).

236
Figura 1. Localización geográfica humedal Jaboque-Engativá

237
Universidad Tecnológica de Pereira-Sociedad Colombiana de Arqueología-Universidad del Cauca, 2008
Ecología Histórica
Interacciones Sociedad-Ambiente a Distintas Escalas Socio-Temporales

antigua, cada persona tenía una piedra en la laguna


Pero, lo que contribuye a hacer de éste un de Tibabuyes durante toda su vida” (Carrillo
caso específico entre los catorce que se registran 1997:55-78). Uno de aquellos cerros, el Manjuy
en el Distrito Capital, son los veinte menhires o (Cota-Cundinamarca), donde los geólogos
monolitos de cuarzoarenita que se ubican identificaron la fuente desde la cual se trasladaron
principalmente sobre un jarillón que delimita el los bloques para tallar y erigir los monolitos de
costado E de la zona conservada. Desde el punto Jaboque (Etayo Op.cit., Muñoz Op.cit.); es de
de vista espacial, es notoria su distribución a partir acuerdo a las tradiciones raizales, la contraparte
del extremo NW de Jaboque hasta el sitio donde se masculina del cerro de Fusca o la Majuya con la
localiza uno de los meandros del río Bogotá cual se desencadenan conflictos que explican el
(antiguamente llamado Bunza), para luego dirigirse advenimiento de los periodos lluviosos en el ciclo
en ángulo recto y en sentido SE hasta los límites de solar anual: “Las siembras en la época antigua
una terraza alta donde al parecer, hubo un cubrían desde la segunda semana de marzo hasta
asentamiento muisca que las fuentes paleográficas abril, rigiendo el ciclo de la luna. La Semana de
denominan: Chise o Pueblo Viejo de Ingativa, y que Ramos coincide con la luna creciente, y por eso no
en la actualidad es ocupada por barrios de familias sembrar cultivos como el maíz” (Carrillo Op.cit.:95,
de escasos recursos. Aparte de existir diferencias 196, 179).
estilísticas en razón de su tamaño, corte y
localización, destacan principalmente cuatro de En términos generales, el modelo analítico
estos ejemplares debido a la existencia de un mostraba una superposición de niveles de orden
agujero o perforación (hole drilled) de 4 cm de natural y cultural (diacronía) que cronológicamente,
diámetro, bien sea a la altura de un individuo de inicia bajo condiciones de espejo de agua y
talla que corresponde al promedio indígena (± 1,50 vegetación de pantano que se remontan a 10.000
m) (M1 y M9) (Marriner Op.cit.) o, en la cara años AP (Holoceno) y se extienden hasta 2.500 AP,
superior del M2 (Monolito 2) o cubo de unos 25 cm cuando según el diagrama palinológico, una
de lado próximo al ejemplar 1 que es de apariencia población de bosques alisos (Alnus acuminata) se
fálica. establece en los alrededores de Jaboque; situación
que de todas maneras es predominante hasta el
Jaboque: un Modelo de Análisis Sincrónico- siglo XVII (González, Berrío y Rangel, 2005,
Diacrónico Unimedios Op.cit.). Un segundo nivel en cambio,
involucra acontecimientos de mucha trascendencia
Tanto la funcionalidad de aquellos objetos, para la consolidación del humedal bajo condiciones
como la época en la cual fueron erigidos, venían parecidas a las actuales: es factible que a raíz del
siendo explicadas a través de discursos populares impacto de una época muy seca que tiene lugar
que hacían referencia a soportes “(...) para permitir entre 3.300-2.500 AP (± 1.350-550 a.C.), y que ha
el paso de los alambres, que conformaban las sido registrada en varias regiones de Colombia
cercas” de antiguas haciendas (Anónimo 2004), e como la Depresión Momposina (Plazas, Falchetti,
incluso, de horcones o postes de amarre para el Sáenz y Archila 1993) y el norte de la Cordillera
ganado. En la población de Funza-Cundinamarca, Occidental (Velásquez 2005), los representantes de
también se reportó otro conjunto monolítico con la cultura Herrera (siglos IX a.C-VIII d.C.) hubiesen
ejemplares alineados en sentido E-W que según los dado inicio a la construcción de los primeros
testigos, produce “(...) sombras de acuerdo con la camellones sobre la orilla y los meandros próximos
hora y época del año” (Ibid.). Adicionalmente, igual al río Bogotá, en un intento por conducir y asegurar
que en el siglo XVI, las tradiciones de los raizales la provisión de agua para beneficio de una
(grupos que se consideran descendientes de los agricultura incipiente en el contexto de una
muiscas) otorgan valor numínico a las piedras en el población baja y centralizada (Langebaek 2000).
marco de narraciones legendarias donde los cerros, Las aerofotografías (Ingeominas 1949) muestran
lagunas y quebradas sacralizan el territorio como los camellones más antiguos terminan siendo
mediante la personificación de jeques (chicuy) y cortados por otros que tienden a formar una barrera
mohanes (ancianos de “larga y blanca barba”) que entre el área correspondiente a la terraza de
interpretan los fenómenos celestes y predicen los ocupación (SE de la zona conservada) y, el sector
ciclos de lluvias y sequías: “Las piedras más próximo al río. En este lugar, quizá ya iniciado
‘encantadas’ son puertas para entrar y salir de las el Muisca Temprano (siglos VIII-XII d.C.): periodo
cuevas y caminos del agua, y están al mismo que coincide con una etapa fría-húmeda y el
tiempo en las montañas y en los pueblos (...) se aumento significativo de una población más
cuenta en Engativá y Suba que en la época dispersa, los ingenieros prehispánicos erigieron un

238
promontorio en forma de anillo sobre el curso de la cimentó la moderna localidad engativeña (López e
antigua quebrada Jaboque, desde el cual, y en Izquierdo 2005). Las fuentes hacen referencia a
direcciones opuestas, se desprenden camellones una zanja “(...) que [en 1594] los yndios dixeron
perpendiculares que alcanzan una longitud de entre llamarse Toguavsanco buefista [o Togua chanco
500 (sentido NE-SW) y 700 m (SW-NE) (Figura 2). busfista]” (AGN, Colonia, Visitas-Cundinamarca,
tomo 1, rollo 39, f. 387-389-409r. 1639), y que debe
Este modelo en cruz que aparece replicado corresponder a una demarcación que
en distintos lugares de la Cuenca Media, generó un aerofotográficamente inicia al NW del humedal,
área de represamiento de cuatro secciones para ir delimitando el antiguo repartimiento de
intercomunicadas donde el jarillón perimetral, hizo Sisativa (o Chichatiba) y el costado W de la zona
de muro de contención de las aguas que invadían conservada antes de desembocar en la quebrada
el espacio durante las crecientes (¿abril y octubre?) Jaboque. La probable función de este elemento
facilitando el acceso a limos indispensables para paisajístico aparece señalada en un documento del
una agricultura que ahora, se extendía sobre año 1762, donde se le describe: “(...) como
camellones dispuestos en espina de pescado a desagüe o derrame de los muchos pantanos de
todo lo largo de la quebrada Jaboque. aquella tierra” (AGN, Colonia, Tierras-
Adicionalmente, con mayores presiones Cundinamarca, tomo 35, rollo 115, f. 264r). Así, la
demográficas y la concentración del poder en articulación sistémica de las funciones de drenaje,
manos de caciques locales, este diseño habría almacenamiento, siembra y explotación de
modificado la intensidad del aprovechamiento de recursos, aunada al hecho de que en la Cuenca
una forma controlada y estacional: los peces Media del río Bogotá se registra una notoria
ingresaban el recinto en épocas lluviosas para ser disminución de la pendiente que contribuye a
objeto de explotación y cría rudimentaria variaciones en la tasa de sedimentación, habría
(piscicultura?) gracias a que los camellones, no producido un taponamiento gradual de la
sólo facilitaban el desplazamiento a los habitantes, desembocadura de la quebrada que condujo a
sino que al estar segmentados permitían la desbordamientos paulatinos de su cauce (Muñoz
nivelación del agua por intercomunicación entre los Op.cit.); fenómeno que se acentuó con el
cuatro sectores. De esa manera, se integran advenimiento de un periodo bastante húmedo entre
tecnológicamente los asombrosos campos de 900 y 1200 d.C., en el cual se ubica la transición
cultivo y las “pesquerías” citadas en las fuentes hacia el Muisca Tardío.
etnohistóricas: “En cuanto a los valles erosivos de
la misma planicie, que funcionaban como drenaje Pese a la controversia en torno al efecto
del exceso de agua, es posible que ya en la época global de las fluctuaciones holocénicas, lo cierto es
indígena los cerraran parcialmente y/o que estas variaciones en Jaboque son
temporalmente con un jarillón para detener el agua cronológicamente simultáneas con el Optimo
y formar lagunitas o llenar las zanjas, ya que los Climático Medieval registrado en Europa (Medieval
cronistas hablan de que tenían sus ‘pesquerías’, Warm Period: ± 900-1300 d.C.) (Christy, Clarke,
pero no hay todavía seguridad total al respecto Gruza, Jouzel, Mann, Oerlemans y Wang 2001,
(Van der Hammen 2003:27). Velásquez Op.cit.), lo cual fundamentaría algún tipo
de paralelismo entre la crisis del sistema hidráulico
Otro elemento de suma trascendencia lo en la Sabana y otros eventos que se registran en
conformó precisamente, aquella relación entre Sudamérica; específicamente en el Delta del
campos de cultivo (“labranzas”) y sistemas de Guayas (Ecuador), Titicaca (Perú y Bolivia),
canales que se advierte en los manuscritos de los Surinam y, la Depresión Momposina, donde el
siglos XVI y XVII, en los cuales, se afirma la colapso y abandono de una inmensa red de
antigüedad y caducidad de estas zanjas durante un canales y camellones asociada a terrazas de
periodo frío-húmedo caracterizado por el auge de habitación y cultivo, a lo cual siguieron profundas
las encomiendas, la reducción de comunidades transformaciones políticas y culturales, tuvo lugar a
indígenas a nuevos sitios bajo acusaciones de partir del siglo X d.C.: “(...) Tal vez factores
“idolatría”, amojonamientos de resguardos y, la ambientales influyeron en este proceso. Es posible
consecuente expropiación de tierras a beneficio de que las fuertes fluctuaciones en los niveles de las
linajes de origen europeo (Peña 2003). Hacia 1606, inundaciones influyeran en un desequilibrio de esta
en la zona de Ingativa, el traslado y fusión del sociedad [Zenú] con poblaciones cada vez más
pueblo de Chise (que hasta entonces habitaba la numerosas que durante siglos manejó las aguas en
terraza alta SE de Jaboque) con grupos las planicies inundables” (Plazas, Falchetti, Sáenz y
provenientes de Fontibón, Suba y Tuna, dio origen Archila Op.cit.:14). En la zona arqueológica de
a la nueva comunidad de Tibaguya sobre la cual se Malagana (Palmira-Valle), incluso, se ha venido

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Ecología Histórica
Interacciones Sociedad-Ambiente a Distintas Escalas Socio-Temporales

analizando una estructura muy similar a la de XVIII y XIX gracias a procedimientos de ley que
Jaboque: canales que delimitaban áreas de cultivo, sancionaron a favor de particulares (Gutiérrez
barreras de protección contra las inundaciones del 2001). En dicho proceso, el humedal dejaría de ser
río Bolo hechas con sedimentos, facilidades de identificado como la quebrada de La Ruda para ir
transporte al interior del sitio y, una zanja de adquiriendo su moderna denominación, originada
drenaje hacia el río Cauca (Botero 2004). quizá, en apellidos indígenas como los de “(...)
Pedro Caboque” y “Ana Gaboqueguaya” quienes
Testimonios consignados en documentos habitaban la zona cuando se llevó a cabo el
que reposan en el Archivo General de la Nación, y empadronamiento del Oidor Gabriel de Tapia y
que se remontan a 1581, atribuyen el nombre de Carvajal (1639) (AGN, Colonia, Visitas-
Janigua Tuneta o Tunagüe Tuneta al humedal de Cundinamarca, tomo 1, rollo 39, f. 239-239r).
Jaboque (AGN, Colonia, Tierras-Cundinamarca,
Tomo 35, Rollo 115, f. 278r); términos de origen Antes que creer en la absoluta disolución
muisca que pueden aludir a una relación de las tradiciones muiscas bajo el poder de las
114
toponímica con el repartimiento de Tuna aledaño instituciones coloniales y republicanas, es
al humedal por el costado E y que, al igual que necesario admitir que por el contrario, la memoria
Engativá, hizo parte del cacicazgo de Suba en raizal vigente en la Sabana de Bogotá constituye
tiempos prehispánicos de acuerdo a la conexión uno de los principales testimonios para evaluar el
demográfica, histórica y cultural que estas unidades impacto del hombre sobre la Naturaleza, en lo que
manifiestan (Peña Op.cit.). Ya para esta época fría respecta a la consolidación del humedal de
y lluviosa el sistema de camellones permanecía Jaboque: “Parece que ir en ‘contra’ de los ciclos
casi sumergido, y tanto Jaboque como el humedal normales de las aguas hace que los encantados se
Juan Amarillo (también llamado Tibaguyes, ‘desencanten’, es decir, que se salgan de sus
Chamaca o Nebquetama) eran considerados canales, tanto por opción propia (lo que explicaría
115
“siénagas” o “pantanos” debido a la extensión de su también el mito de Hunzahúa) , como por acción
espejo de agua: “[Los indígenas] tienen entre el de los humanos de lo seco” (Carrillo Op.cit.:66). Y
Resguardo y estas tierras un pantano muy grande consecuentemente, en medio de la complejidad
y peligroso que pasar para llegar a ellas social que refleja una obra de ingeniería hidráulica
[Jaboque]” (AGN, Colonia, Tierras-Cundinamarca, extendida por toda la Cuenca Media, se puede
tomo 35, rollo 115, f. 239-242r). Agustín Vega del distinguir la importancia de los ritos y ceremonias
Pulgar, quien demandaba tierras en esta parte de la desde una perspectiva que distingue la articulación
región (1606), agrega que: “(...) entre el pueblo de estas prácticas al conocimiento y manejo de los
nuevo [Tibaguya] y el Viejo [Chise] ay una laguna ciclos naturales; específicamente de aquellos que
grande de agua [Jaboque] que en ningún tiempo se relacionan con los fenómenos celestes. Según
se puede pasar sino es en balsa y en tiempo de los datos archivísticos, la reducción del antiguo
muchas aguas no pueden oyr misa ni doctrina por pueblo de Chise al sitio de Tibaguya buscaba que
este ynconveniente” (AGN, Colonia, Caciques e los indígenas pudiesen “(...) acudir al llamamiento
Indios, legajo 23, rollo 023/78, f. 48r). No obstante, de el Doctrinero y estar quittados de hasser ritos
es perceptible que las actividades agrícolas en e cerimonias e otras cosas” (AGN, Colonia,
torno a productos como el maíz (Zea mayz) y la Tierras-Cundinamarca, tomo 35, tomo 35, rollo 115,
papa (Solanum tuberosum) no estaban del todo f. 289). Sólo cuando esta dinámica cultural se
neutralizadas en los alrededores del pueblo, ya que constituye en el núcleo de imaginarios y
la relación hecha durante la visita del Oidor Miguel representaciones sociales, es posible intuir que
de Ibarra (1594) no sólo ratifica las observaciones están dadas las condiciones para que los objetos
aerofotográficas, sino que hace suponer la tangibles sean transformados en arqueológicos
utilización parcial de los camellones: “(...) y porque (López 2001-2002). Esta reflexión, define la
demás de las dhas tierras que ansi se les han dado antesala de otro nivel de análisis.
y amojonado por ynformazion le consta tener otras
tierras donde labran y cultiban en orilla del río y Valoración Arqueoastronómica
otras partes de la rredondez deste pueblo [zona
conservada] donde tienen sus labranças” (AGN, Oportunamente, la investigación realizada
Colonia, Visitas-Cundinamarca, tomo 1, rollo 39, f. por Marriner (Op.cit.) en el emplazamiento
342; Figura 2). Esto culminaría con la gradual
expropiación de los resguardos entre los siglos 115
El zaque Hunzahúa comete incesto con su hermana Noncetá,
y ésta, eludiendo el castigo, derrama la chicha que la cacica
114
/Janigua/Tunagüe/: la casa, el pueblo o cerro de Tuna?; Faravita preparaba en una gran olla; por lo cual sobrevino una
/Tuneta/: labranza de Tuna?. (ver: González de Pérez, 1987:210, inundación en toda la tierra que dio origen al Pozo de Donato
273, 280). (Tunja).

240
monolítico, había señalado posibles alineaciones de ciclo climático anual en la que fuese oportuno, el
los menhires con la salida y puesta del Sol durante desarrollo de actividades como la siembra, la pesca
los solsticios de junio y diciembre, y de manera o la recolección: “Their rising and setting [del Sol y
específica, de la proyección acimutal y altitudinal la estrella Shaula en Jaboque a mediados de mayo]
del agujero del M1 (233º Az / 14º h) con las would signal the upcoming dry season (June-
estrellas Shaula y Lesath de la constelación de August) which signaled the time to harvest potatoes
Scorpius en el horizonte W de Engativá, entre los and corn” (Marriner Op.cit.:7). Es necesario advertir
años 400 y 1000 d.C. (siglos V-XI d.C.). Llevando a que la constelación de Scorpius como marcador
cabo una serie de comparaciones etnográficas, estacional bajo la figura de una serpiente, hace
etnológicas e iconográficas, considera probable que parte del sistema mítico y calendárico de varios
los muiscas hubiesen asumido a Scorpius como grupos indígenas del norte de Sudamérica. Para los
representación de la figura de una serpiente; cubeo del Vaupés: “La constelación de la Anaconda
mediante lo cual, habría tenido origen la (ainku camaru) [Scorpius], declina acompañada de
sacralización de humedales, cerros y quebradas las lluvias que evidencian el fin del ‘invierno’, la
como sitios ceremoniales o santuarios en el llegada próxima del tiempo seco” (Correa
contexto del mito de Bachué: deidad creadora que 1987:161); mientras que los Kogi de la Sierra
emerge y retorna con su esposo a la laguna de Nevada de Santa Marta, también de familia
Iguaque transformada en dicho reptil, para luego, lingüística chibcha como los antiguos habitantes del
curiosamente, ser asociada al ciclo lunar bajo las Altiplano Cundiboyacense, hacen referencia a Tarbi
advocaciones de Chíe, Guitaca o Xubchasgagua o la serpiente cuya puesta coincide con la heliaca
(Simón /1626/1981). De acuerdo con Marriner (del Sol) a finales de diciembre en el punto
(Op.cit.:6-7), la puesta de Shaula y Lesath al W de denominado Lagakenka (SW) (Mayr 1987). Por otro
Jaboque alrededor del 15 de mayo de 1000 d.C. lado, la integración de conjuntos monolíticos con
ocurría casi cincuenta minutos antes del amanecer. textos shamánicos que reconstruyen el territorio
Así mismo, un individuo que mirase a través del ancestral y los sitios ceremoniales sobre la ruta de
agujero del M9 habría podido observar la salida del equinoccios y solsticios, como lo demuestra el
Sol a 66º Az (al E del humedal) durante el solsticio estudio de Osborn en la sociedad U´wa (1985),
de diciembre. Sin embargo, dicha hipótesis y la permitió deducir que el trasfondo histórico de casos
sugerencia de que la interconexión de todos los similares como El Infiernito en Villa de Leyva (Silva
monolitos reproducía la figura de Scorpius sobre el Celis 1981) y el humedal de Jaboque, estaba
terreno (geoglifo), condujo a un nuevo proyecto de provisto de una singularidad antropológica que valía
valoración arqueoastronómica entre septiembre de la pena explorar. A esto se aunaba el respaldo de
2004 y junio de 2005 a solicitud del Convenio de estudios inéditos sobre arqueoastronomía en
Restauración Ecológica, desde el cual, se Colombia donde era perceptible que, el influjo
reconocía acertadamente la importancia que tienen shamanístico de jeques, mohanes y sabedores
dichos enfoques con relación a problemáticas remitía a una vieja concepción del entorno basada
ambientalistas en el sentido de que los valores en el conocimiento de los astros (López 1995,
culturales, rigen de alguna manera el devenir de la 1999, Izquierdo 1998, Morales 2003).
oferta natural: “La vida de los muiscas dependía,
pues, de un preciso conocimiento del Con estos antecedentes, se ratificaron los
comportamiento de la naturaleza, de la periodicidad cálculos obtenidos en terreno por Marriner en lo
de sus ciclos y del cómo controlar sus que respecta al acimut (Az) y la altura (h) de la
transformaciones. A ello se agregaban los proyección de los ejemplares M1 y M9, sobre el
requerimientos sociales que, para garantizar su horizonte W de Engativá. El hallazgo del M10 fue
reproducción, se apropiaban del espacio, resultado realizado por el investigador John Meyer Muñoz
de las exigencias naturales y sociales, cuyo saber durante una etapa de reconocimiento posterior a los
se expresaba en la cosmovisión” (Correa trabajos de Marriner; lo cual hacía discutible la
2005:202). hipótesis del geoglifo sugerida por éste en cuanto a
que el nuevo ejemplar, modificaba estructuralmente
Al ser descartada la posibilidad de que una el trazado de la supuesta imagen aérea de Scorpius
persona contemplase la salida del Sol a través del en el área de Jaboque. Se trata de un monolito de
agujero del M9 sin provocar daños oculares, se corte rectangular achaflanado de menor altura (1,37
defendió la alternativa de que las supuestas m) que permanece caído y sumergido a unos 5 m
observaciones astronómicas hubiesen tenido lugar de distancia del M9 y que también exhibe una
en horas de la noche, y de que efectivamente, el perforación o ventana circular que de acuerdo al
movimiento de algún astro o conjunto de estrellas levantamiento in situ, constituyó un punto de mira
hubiese señalado una época determinada en el orientado hacia ± 276º Az. El M2, como se dijo, es

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un cubo tallado en un bloque de cuarzoarenita / 14º h), se puede inferir una estrecha correlación,
procedente del cerro Manjuy que presenta un la cual, se hace aún más significativa con el registro
agujero donde, técnicamente, se podía insertar una que ofrece el M9 (4º 32´ 10.08” N / 73º 57´ 03.38”
vara o gnómon destinado a medir el paso cenital W; próximo al jarillón perimetral del costado E),
(cuando el Sol se halla en el cenit y los objetos no donde en forma simultánea, el observador habría
producen sombra) en los días cercanos a los contemplado la puesta de Antares (243º 43´ Az y
equinoccios del 22 marzo y el 22 de septiembre. 00º 43´ h): la estrella más grande y luminosa de
Desde el principio, había resultado inquietante que Scorpius que asimilada con la cabeza de una
esta perforación se ubicara casi de manera exacta enorme serpiente, evocaría de nuevo el mito de
en el centro del bloque: en el punto donde se Bachué sumergiéndose en el horizonte
interceptan dos diagonales imaginarias trazadas acompañada de otro personaje creador; como si en
desde las esquinas de la vista superior. Dicha realidad, estuviese traspasando el espejo de agua
técnica, se aproximaba más a una geometría para resurgir por levante al atardecer. Entre los
euclidiana que a los cánones estéticos más yukuna-matapí del río Mirití-Paraná, la estrella
dominantes en el mundo prehispánico, de tal forma Antares se identifica con el corazón rojo de “Umaka
que, no habiendo tampoco seguridad en torno a la la Boa [Escorpión]”: ser mítico que señala el
datación de un emplazamiento monolítico comienzo de las lluvias en el mes de abril (Reichel
evidentemente posterior al sistema de zanjas y 1987:205). Es posible que en nuestro caso, el
camellones, se creyó pertinente recurrir a la descenso de Bachué y su “marido” denote una
consulta archivística no sólo con el interés de ubicar relación inspirada en algún momento del calendario
estas obras en el contexto paleoecológico del muisca donde la puesta de Scorpius (la serpiente
antiguo resguardo de Ingativa, sino también, para ancestral?), coincidía con la luna llena. Esto ocurre
inquirir la posible vigencia de conocimientos por ejemplo, el lunes 24 de junio de 967 d.C.;
ancestrales de orden astronómico y cosmogónico suceso que permite reivindicar el planteamiento del
en la sociedad muisca de los siglos XVI, XVII y canónigo José Domingo Duquesne de la Madrid
XVIII. Aparte de efectuar la consulta de los fondos (1748?-1822), quien defendió la tesis de que el mes
Caciques e Indios, Tierras y Visitas de muisca iniciaba con una oposición lunar (Ubchihica:
Cundinamarca, Mapoteca y Asuntos Civiles de la plenilunio o “luna brillante”) (/1795/1848:408). De
Sección Colonia del Archivo General de la Nación esa forma, la prospección arqueoastronómica
(AGN), los valores acimutales y altitudinales de los concluyó que en efecto, existía una fuerte
principales monolitos fueron sometidos a correlación espacial entre la puesta de Scorpius y
confrontación arqueoastronómica mediante el uso las orientaciones de los monolitos 1 y 9 del
de los simuladores Sky Charts 2.75 (Chevalley humedal de Jaboque desde el siglo X d.C. (Tabla
/1998/2002), AA-5.6 (Moshier /2000/2003) y 1). En seguida, gracias a los referentes
StarCalc 5.7 (Zavalishin /1995/2002), hallándose etnohistóricos que se desprenden de la consulta de
así, un curioso ajuste de la política territorial archivo, fue posible establecer con mayor exactitud
española en el Nuevo Reino de Granada con la ubicación cronológica de este fenómeno en lo
respecto a una cosmovisión que se hallaba que respecta a la erección de los menhires.
plenamente definida en Jaboque a comienzos del
Muisca Temprano. La información señala que entre 1594 y
1758, la zona del resguardo de Ingativa fue
En términos generales, se puede decir que escenario de varias etapas de amojonamiento y
acorde a las respectivas coordenadas geográficas legitimación por parte de algunos oidores de la Real
(georreferenciación), los valores atribuidos a los Audiencia de Santafé, quienes utilizaron los
monolitos 1, 9 y 10 ratifican y complementan la procedimientos técnicos de la agrimensura
hipótesis de Marriner sobre una alineación hispánica basados en la ubicación de mojones
astronómica con la constelación de Scorpius. De naturales (árboles, cerros, lagunas) y artificiales
acuerdo a las efemérides que arrojan los (cespedones: montículos de piedra y tierra,
simuladores, un individuo ubicado en lo que ahora campanarios de iglesias, habitaciones), y
se denomina zona conservada, y que mirase a particularmente, en la erección de “marmolillos”,
través del agujero del M1 (4º 31´ 28.40” N / 73º 57´ bloques verticales o monolitos en los puntos que
06.58” W; próximo al camellón en forma de anillo), definía un instrumento llamado “Escuadra”;
habría podido observar la puesta de la estrella consistente en un cilindro de latón de cuatro
Shaula a 230º Az y 14º de altura (h) cerca de las ranuras separadas a 90º y asegurado en tierra con
4:00 de la madrugada del 21 de junio (solsticio) una vara de 4 o 5 pies de largo (± 1,5 m) (Hijosa
entre los años 965-1794 d.C. Teniendo en cuenta /1784/1810:83): sistema que, permite atribuir una
los valores registrados para este ejemplar (233º Az función alternativa al agujero del M2. Sin embargo,

242
no hay mención de la presencia de monolitos en los
alrededores de la “ciénaga” de Jaboque hasta la El análisis indica que, los mojones erigidos
visita hecha por el Oidor Diego Gómez de Mena en por Aróstegui en el resguardo de Engativá fueron
1603, quien había erigido un “(...) mojón hazia la los ahora denominados M1, M9 y M10; cuya
parte de Suba y Tuna (...) que lo habían quitado los proyección, tomada ahora desde el centro de los
tibaguyas para amolar” (Testimonio del Oidor agujeros respectivos (M1: 233º Az, 14º h; M9: 243º
Gabriel de Tapia y Carvajal. En: Peña Op.cit.:55). Y Az, 0º h), ubica la fecha de las observaciones
sólo ciento cincuenta y un años después, en 1754, astronómicas en los días del solsticio de junio de
es cuando se notifica el amojonamiento general de 1758 a las 3.50 a.m.: hora que básicamente
los terrenos indígenas en medio de disputas con los coincide con la señalada por el Oidor Miguel de
propietarios de la hacienda Juan Amarillo; cuya Ibarra durante su visita a Fontibón en 1594: “(...)
actividad ganadera requería cada vez más de la sacan a los dichos yndios que han de ser xeques
expropiación del agua a los naturales en el sector [de las cucas o casas de iniciación], no por la
denominado “pantano D. Orozco” (meandros del puerta por donde entraron [lado Este?], sino por
NE), gracias a una manipulación discursiva del otra frontero [lado Oeste?] que la abren para el
texto contenido en el acta de 1594 donde se efecto a las cuatro de la mañana” (En: Londoño
especifica que, los límites del resguardo se 1990:246), y ante todo, con las tradiciones orales
extienden 476,4 m (7 “cabuyas”) al E del humedal. de don Miguel Seguro, raizal de la población de
Fue el Corregidor Francisco Antonio Garzón Cota: “«Ellos subían [los mojanes o shamanes
Melgarejo quien ordenó: “(...) al Governador muiscas antiguamente subordinados a los xeques]
Teniente y Capitanes [indígenas] poner, en los a las cuatro de la mañana y veían una lucecita.
referidos oios, y señalamientos piedras grandes Vamos a mirar allá y de pronto se veían caminando
para la perpetuidad (...) señalamientos que se en un camino de piedra con escalones de piedra»”
hicieron donde llegaron las dies cabuyas que se (Carrillo Op.cit.:75). Antes de ser derrumbado,
midieron asia la sierra de Santafé”. De acuerdo a quizá en medio de los conflictos por linderos del
las descripciones, estos menhires corresponderían siglo XVIII, el agujero del M10 parecía señalar un
a los registrados actualmente sobre el jarillón punto a ± 276º Az: valor que también promediaba la
perimetral (Figura 2). En último término, los datos orientación de las tumbas de personajes de alto
etnohistóricos apuntan a que en 1758 se llevó a status en el cementerio prehispánico de Coronado-
efecto la colocación de “(...) tres piedras” en el sitio Palmira, y que corresponde a la puesta del sol a
por orden del Oidor Joaquín de Aróstegui (AGN, comienzos del mes de abril: época de lluvia (López
Colonia, Asuntos Civiles-Cundinamarca, Tomo 16, 1999). De esa manera, se puede creer que los
f. 690, 697): un funcionario que poco después, en la astrónomos de Jaboque tuvieron acceso a un
capellanía de Tabio, alinderó los terrenos indígenas recurso capaz de predecir los eventos más
haciendo que los monolitos formasen línea con determinantes de su ciclo anual: pasos cenitales en
cerros y quebradas: “(...) fue clavada una piedra 1º de abril y 10 de septiembre a las 12:00 m. y,
ancha que sirvió de moxón para formar la recta solsticios del 22 de junio y 22 de diciembre (Tabla
entre el moxon antiguo y el serro punto de partida” 1, Figura 2).
(AGN, Colonia, Visitas-Cundinamarca, tomo 2, rollo
40, f. 1019r).

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Ecología Histórica
Interacciones Sociedad-Ambiente a Distintas Escalas Socio-Temporales

Figura 2. Generalidades del humedal Jaboque-Engativá.

244
Conclusiones los arqueoastrónomos Harry Marriner del Grupo de
Investigación de Arte Rupestre Indígena (GIPRI) y,
Esta breve descripción de los trabajos Manuel Arturo Izquierdo del Observatorio
realizados en el humedal de Jaboque generará al Astronómico de la Universidad Nacional de
menos, alguna controversia en torno al Colombia. De la misma forma, reconoce el
planteamiento de que los muiscas orientaban su concepto y las sugerencias dadas por el doctor Carl
vida diaria en función de un calendario luni-solar Langebaek del Departamento de Antropología de la
como el descrito por José Domingo Duquesne Universidad de los Andes, y, la ayuda
(Op.cit.). Pese a que las ideas de este brillante imprescindible del geólogo John Meyer Muñoz,
sacerdote continúan siendo revisadas desde la cuyo entusiasmo y sensibilidad comunitaria nos
perspectiva eurocéntrica de Vicente Restrepo permitió descubrir la magia de Jaboque en toda su
(1837-1899): “En 1892 (...) a través de magnitud.
comparaciones y analogías (...) demostró que no
hubo tal calendario” (Botero 2006), hemos venido Referencias Bibliográficas
sometiendo su Disertación a un estudio
interdisciplinario que compromete el análisis del • AGN. Archivo General de la Nación. 1606. Agustín de
discurso, la epigrafía, la consulta de archivos y la Vega del Pulgar solicita derechos sobre tierras en
simulación astronómica para advertir que, es Engativá. Colonia, Caciques e Indios, legajo 23, Rollo
básicamente imposible concebir el ejercicio de la 023/78, f. 45-75.
agricultura sin el uso de un calendario; premisa que • 1639. Diligencias de visita practicadas por el Oidor y
Visitador Gabriel de Carvajal en los pueblos de Ingativa,
debería señalar un camino nuevo para entender la Chise, Tibaguya de Bartolomé de Mazmela, Tibaguya de
obra del canónigo (López 2005a, 2005b). Por otro Francisco Osorio y Sisativa; cargos que resultaron contra
lado, estas reflexiones buscan contribuir de manera sus respectivos encomenderos. Colonia, Visitas-
significativa a que los proyectos de restauración Cundinamarca, Tomo 1, Rollo 39, f. 230-409r.
ecológica integren perfiles etnohistóricos al • 1759. Testimonio de las diligencias practicadas por el
desarrollo de sus estrategias; tal como lo viene Oidor Visitador Joaquín de Aróstegui y Escoto sobre
adelantando el Instituto de Ciencias Naturales de la deslinde y amojonamiento de las tierras de capellanía y
Universidad Nacional de Colombia a través de de los resguardos de indios de Tabio. Colonia, Visitas-
diferentes convenios. En vista de que los Cundinamarca, Tomo 2, Rollo 40, f. 1002-1026.
humedales también constituyen verdaderos • 1762-1767. Escritura de venta de unas tierras en
jurisdicción de Engativá y Suba, otorgada por María de
archivos de la Cultura (Viñals 2002), es preciso
Ávila a María Parrado de Salazar; despojo de esas tierras
seguir discutiendo acerca de las limitaciones que hecho por Juan Alvarado, y litigio por las mismas entre el
produce la arqueología descriptiva al catalogar presbítero Manuel Guerrero y Juan Ignacio Millán.
como prehispánicos muchos vestigios de apariencia Colonia, Tierras-Cundinamarca, Tomo 35, Rollo 115, f.
indígena que realmente, fueron elaborados con 224-368.
posterioridad a la llegada de los europeos. Así • 1784-1790. Pleito de Manuel Guerrero, cura de
mismo, un trabajo como este conlleva una Fontibón con Pedro José Millán, por lo que este quedó
problemática en la cual se diluyen las fronteras debiendo de la hacienda Juan Amarillo, en vecindario de
disciplinares, pues, la valoración integrada del Suba, que el dicho presbítero le vendiera. Colonia,
Asuntos Civiles-Cundinamarca, Tomo 16, f. 553-722.
humedal de Jaboque transita simultáneamente por
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otros escenarios como el de la arqueología piedras de Funza. El Tiempo 93, [s.p.].
histórica, la arqueoastronomía y la historia colonial. • Botero, Clara Isabel. 2006. El redescubrimiento del
Por ahora es recomendable que se le interprete pasado prehispánico de Colombia: viajeros, arqueólogos
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de este trabajo al Convenio de Restauración
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Ecológica; en especial al profesor Orlando Rangel simbólicas y culturales al bioma de los humedales de la
del Instituto de Ciencias Naturales, quien asumió la Sabana de Bogotá y los ecosistemas de la alta montaña’.
dirección del equipo multidisciplinario y orientó En Los humedales de Bogotá y la Sabana (Vol. 1).
nuestras labores de una manera positiva. Bogotá: Acueducto de Bogotá. Conservación
Igualmente, destaca la colaboración brindada por Internacional-Colombia.

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247
Universidad Tecnológica de Pereira-Sociedad Colombiana de Arqueología-Universidad del Cauca, 2008
Ecología Histórica
Interacciones Sociedad-Ambiente a Distintas Escalas Socio-Temporales

Tabla 1. Efemérides. Correspondencias astronómicas monolitos 1, 2, 9 y 10 humedal jaboque


(Az) (h)
Mon. Coordenadas Astro Az h Fecha Hora
Agu. Aguj.
4° 31'28.40” N Shaula 35 λ
M1 + 233º + 14º + 230º 07´ + 14º 06´ Junio 21/1758 3:50
73° 57' 06.58” W Sco
4° 31'43.83” N
M2 ---- + 90º Sol (Cenit) + 02º 22´ + 89º 55´ Abril 1/1758 12:00
73° 56' 57.95” W
4° 31'43.83” N
M2 ---- + 90º Sol (Cenit) + 00º 56´ + 89º 49´ Sept. 10/1758 11:53
73° 56' 57.95” W
4° 32' 10.08” N Antares 21 α
M9 + 243º ---- + 243º 43´ + 03º 22´ Junio 21/1758 3:50
73° 57' 03.38” W Sco
4° 32' 10.05” N
M10 + 276? ---- Sol (Puesta) + 275º 57´ + 00º 43´ Abril 4/1758 18:00
73° 57' 03.64” W
Software: CHEVALLEY, Patrick. Sky Charts 2.75. 1998-2002

248
4.4. Recursos Hídricos y Estrategias de Subsistencia en el
Municipio de Tubará (Departamento del Atlántico, Colombia)

Piedad Marcela Jaramillo Nieto


Antropóloga de la Universidad de Caldas
coreguaje1@hotmail.com

Resumen

El municipio de Tubará ha sufrido cambios medioambientales influidos tanto por variaciones climáticas
como por la intervención antrópica, especialmente después de la conquista. La ocupación humana posterior al
siglo XVI trajo consigo prácticas inadecuadas de explotación como el sobrepastoreo, la agricultura intensiva y la
extracción de madera sin recuperación, en tanto los habitantes prehispánicos transformaron el ambiente por
medio de estrategias de subsistencia menos perjudiciales para la preservación de los recursos hídricos,
estacionalmente escasos (como terrazas de cultivo en piedra sobre laderas y agricultura sectorizada).

Palabras claves: Sobrepastoreo, Tubará, cambios ambientales, recursos hídricos.

Abstract

The municipality of Tubará (Department of Atlántico) has suffered environmental changes influenced as
much for climatic variations as for the human intervention, especially after the European conquest. The later
human occupation to the XVI century brought practices inadequates of exploitation like the over pastoreo, the
intensive agriculture and the wooden extraction without recovery, while the prehispanic inhabitants transformed
the environment by means of less harmful strategies of subsistence for the preservation of the hydrologic
resources, seasonally scarce (as cultivation terraces in stone on hillsides and sectorized agriculture.

Key words: Over pasture,Tubará, environmental changes, hydric resources.

116
Introducción subsistencia . Se contextualizó dentro de una
117
investigación más amplia (PARCA) sobre
Este estudio recopila información economías de subsistencia y desarrollo de
etnohistórica, climatológica y cartográfica sobre la complejidad social, en la cual se explora la
correlación entre la variación en la disponibilidad y correlación entre el acceso diferencial a los
comportamiento de los recursos hídricos del paisaje recursos, los patrones demográficos regionales y la
antiguo y contemporáneo y algunas prácticas de complejización social.
subsistencia de los pobladores pasados y actuales
del municipio de Tubará. Surgió de observar el
escaso acceso a recursos hídricos salubres 116
Se realizó como tesis de grado universitario gracias a la
presentado en la zona ecológica de Tubará durante financiación de la Fundación de Investigaciones Arqueológicas
un periodo aproximado de cinco hasta ocho meses Nacionales –FIAN-, al apoyo de la directora de tesis Elizabeth
al año y permitió plantear como hipótesis que el Ramos, al acceso al Archivo General de la Nación -AGN- y al
laboratorio de fotointerpretación de la Universidad Nacional de
acceso y la distribución del agua pudieron jugar Colombia sede Medellín.
desde tiempos prehispánicos un papel importante 117
Proyecto Arqueológico Regional Costa Atlántica: Economías
en aspectos relacionados con las estrategias de de subsistencia y desarrollo de la complejidad social en las
comunidades formativas del norte de Colombia. Por Elizabeth
Ramos y Sonia Archila. Primera fase, realizada en 2002.

249
Universidad Tecnológica de Pereira-Sociedad Colombiana de Arqueología-Universidad del Cauca, 2008
Ecología Histórica
Interacciones Sociedad-Ambiente a Distintas Escalas Socio-Temporales

antiguos, algunos de los cuales fueron


transformados por la intervención del hombre; estos
estudios permiten analizar las relaciones entre el
hombre y la naturaleza bajo una perspectiva
histórica, proporcionando la visión de procesos y
efectos temporales acordes con los constantes
cambios a los cuales el medio ambiente está
supeditado.

La arqueología ambiental se entiende mejor desde


una mirada integral y a la vez distintiva entre tres
campos elementales definidos por Dincauze:
Ecología- entendida como la “rama de la ciencia
concerniente al estudio de las relaciones entre los
organismos y su ambiente”, -Neoecología- “especial
Figura 1. Ubicación geográfica aspecto de la ecología que estudia la vida de las
especies en sus ambientes o en situaciones de
Ubicación y Características Ambientales laboratorio” -Paleoecología- entendida como “la
aplicación de los principios de la neoecología con
La zona de estudio se encuentra al inferencias del estudio de los organismos en
ambientes no observables directamente” (Dincauze
noroccidente del departamento del Atlántico en
1987:503)
Colombia (ver Figura 1) y esta conformada por
colinas cuya altura oscila entre los 225 y 275
msnm, en un área climática semiárida con sectores En este contexto y para los fines de ésta
de bosque seco. propuesta enmarcada en la arqueología ambiental
se usa el concepto de estrategias de subsistencia,
La temperatura del municipio es definido por Reitz y Wing como “los caminos por los
permanentemente cálida, de 27.8°C en promedio; cuales la gente obtiene una variedad de nutrientes
con una variación de uno a tres grados centígrados; regularmente, asegurando que el costo requerido
está sujeta a los vientos que vienen directamente para encontrarlos, tomarlos, transportarlos,
del mar y viene a ser menor que en las áreas procesarlos, distribuirlos y usarlos no exceda los
planas del departamento. beneficios dados por ellos” (Reitz y Wing 1999). Así
la interacción entre el ser humano y su ecosistema
La hidrografía de este municipio la describe está condicionada por la racionalidad económica,
Blanco así: entendida como la medición y control de los
recursos, de manera que los beneficios superen
“...cuenta con una especial hidrografía superficial económica o simbólicamente los costos.
y subterránea con sequías temporales que
adquieren en algunos casos el grado de severa
Las estrategias de subsistencia usadas por
aridez... Tubará carece de recursos de aguas
superficiales permanentes, los habitantes
poblaciones extintas se han analizado
dependen exclusivamente del agua producida en fundamentalmente por medio de la zooarqueología
aljibes construidos en el lecho de arroyo Tubará” y la paleobotánica, debido a que la mayoría de la
(Blanco 1995:27,39) energía y nutrientes necesarios para la
continuación de la existencia de las poblaciones se
Las temporadas de lluvia y sequía se concentra en la dieta basada en el consumo de
distribuyen en una temporada seca (verano) de especies animales y vegetales. Pero otros factores
diciembre a abril; las primeras lluvias son en mayo como la distribución de los recursos naturales
y junio interrumpidas, por un corto periodo de básicos, la demografía, y la salud humana influyen
sequía llamado veranillo durante julio, que viene en el condicionamiento de estas estrategias; el
seguido por la temporada lluviosa de agosto a agua es uno de ellos. Este recurso, que se debe
noviembre. Sin embargo estas temporadas de lluvia encontrar, tomar, transportar, procesar, distribuir y
y sequía son irregulares, ya que cada cinco años usar, constituye entonces una parte fundamental
las sequías pueden extenderse hasta ocho meses. del ambiente en el cual vive el hombre.

Marco Conceptual y Metodología Investigaciones arqueológicas en otros


lugares han abordado la importancia de los
Los estudios de los paleo-recursos se recursos hídricos arrojando datos importantes, por
encaminan a la reconstrucción de paisajes ejemplo, el caso de la cultura Anasazi, en el cual se

250
evidencia la estrecha relación posible entre la totalidad del suelo, imposibilitando la práctica de
variaciones climáticas, acceso a recursos hídricos, la agricultura, como sucede en las ciénagas. Es el
patrones de asentamiento y formas de subsistencia. caso de la región del Bajo San Jorge y Sinú (Plazas
La cultura Anasazi (100 a 1150 d.C.) se desarrolló y Falchetti 1990) las inundaciones fueron
en la meseta del Colorado, en el sur de obstáculos para el desarrollo de la agricultura,
Norteamérica. Diversas investigaciones arguyen demandando grandes transformaciones del paisaje
que los períodos de sequías e inundaciones realizadas por los pobladores, con el fin de hacer
causaron cambios culturales relacionados con la aptas las tierras para los cultivos y asentamientos
variación poblacional. La primera sequía generó: de los pobladores prehispánicos.
“intensificación en la agricultura, ampliación de
lugares de almacenamiento y organización de Bajo la visión sistémica de la interacción
grandes grupos residenciales” (Larson y Michaelsen entre recursos hídricos y hombre y la concepción
1990:227), la segunda implicó: “parte del abandono de que las condiciones de existencia del ser
del suroeste de la cuenca” (Larson y Michaelsen humano son limitadas por la disponibilidad del
1990:227). Cuando las poblaciones se enfrentan a componente hídrico, la aproximación a la
eventos drásticos como fuertes sequías deben comprensión de la relación entre paleo-recursos (en
generar opciones de respuesta para minimizar este caso el recurso hídrico) y estrategias de
riesgos; éstas pueden variar de acuerdo a la subsistencia se hizo por medio de los aportes de
frecuencia e intensidad de la variación climática. distintas disciplinas como la etnohistoria, la
Las estrategias son condicionadas también por los climatología, la cartografía y la arqueología.
mecanismos y configuraciones simbólicos
propiciados por diversos procesos culturales; entre En la exploración etnohistórica se
ellos están la movilidad o migración a otras áreas exploraron las crónicas de la conquista del Partido
118
más aptas, la intensificación de la agricultura y de Tierradentro (actual departamento del
otras formas de subsistencia, cambios en la Atlántico); teniendo en cuenta la escasa
organización social, intercambios, sistemas de información respecto a las condiciones del medio
almacenamiento, transformaciones del paisaje, etc. ambiente a la llegada de los españoles, se buscó
con este tipo de documentos conocer aspectos de
En general existen diversas investigaciones las formas de subsistencia y las estrategias
que han aplicado los análisis medioambientales, sociales organizativas para la resistencia y solución
recreando una visión más completa de la relación de constricciones ambientales generadas por la
entre transformaciones del ambiente, prácticas de falencia de agua, y las posibles transformaciones
subsistencia y patrones de asentamiento (Drennan del ambiente originadas por el hombre en su
1989, Patiño 1999, entre otros). Ésta metodología habilidad para enfrentar limitaciones. Esta parte de
ha contribuido en la exploración de modelos la investigación se hizo en Bogotá (Bibliotecas,
explicativos de los problemas arqueológicos como A.G.N) Barranquilla (Archivo Departamental,
el desarrollo de la complejización en la cual el bibliotecas) y Manizales (Bibliotecas). Para la
control de los recursos, la variabilidad aproximación cartográfica, inicialmente se propuso
medioambiental- economía vertical y la hacer una revisión de mapas antiguos en donde se
circunscripción ambiental se han propuesto como pudiera identificar la distribución de fuentes
motores de cambio que inciden en aspectos principales de agua. Nos remitimos para ello a la
culturales (Wittfogel 1957 en Fiedel 1996, Coe 1981 mayor colección de mapas antiguos, la del Archivo
en Drennan 1985), (Reichel-Dolmatoff 1977) General de la Nación con 5.000 piezas, para lo cual
(Carneiro 1970 en Fiedel 1996). Para entender la se tuvo en cuenta que el municipio en estudio hizo
lógica de éstos modelos se hace imprescindible el parte de la provincia de Cartagena durante el
conocimiento de los recursos ambientales periodo posterior a la conquista. Los mapas
existentes, su cambio a lo largo del tiempo, las referidos a Colombia, a la costa Atlántica y a los
causas generadoras de dichos cambios -si fueron departamentos de Bolívar y Atlántico fueron en total
naturales o por intervención del hombre- y la 46 entre los cuales no se encontró ningún mapa
adaptación del hombre a las circunstancias dadas específico de Tubará, sólo en 22 mapas aparece
por diversos ecosistemas. demarcada la ubicación del municipio entre los
cuales no se encontraron mapas que permitieran
Es importante entender el papel de los hacer una comparación de ríos, lagunas y arroyos
recursos hídricos para el sostenimiento de
conglomerados poblacionales en áreas marginales 118
En el siglo XVI el Partido de Tierradentro era un área que
donde éstos son escasos, o por el contrario en comprendía el departamento actual del Atlántico, actualmente el
áreas de abundancia donde éstos pueden inundar término “Tierradentro” corresponde a una región arquerológica
del Cauca.

251
Universidad Tecnológica de Pereira-Sociedad Colombiana de Arqueología-Universidad del Cauca, 2008
Ecología Histórica
Interacciones Sociedad-Ambiente a Distintas Escalas Socio-Temporales

de Tubará. La aproximación climatológica permitió “Según las actas de 1574 las viviendas o
conocer a la variación climática en los últimos 60 bohíos eran aislados y estaban junto a rozas y
años; debido a que no existen estudios de sembrados... hay que imaginarse un
paleoclimas, sólo se puede hacer mención a conglomerado semidisperso de más o menos
trescientos bohíos de vivienda” (Blanco
periodos de sequías antiguos registrados en las 1995:102)
crónicas. Finalmente, se trabajó en la comparación
de ambientes contemporáneos, para conocer su Los indígenas son obligados a concentrarse
posible variabilidad por la incidencia del clima y el posteriormente en pueblos, esto genera cambios en
hombre; para ello se utilizaron fotografías del IGAC la distribución espacial y en los usos de los
(1947-1971) por medio de las cuales se hizo una recursos del paisaje. Se instituyeron además
reconstrucción de los cambios de la cobertura nuevas actividades productivas; esto lo expone
vegetal, la cual permitió conocer su incidencia en la Blanco en la siguiente cita:
preservación y disponibilidad del agua y las
dinámicas de la formación, sostenimiento y “Apenas concluyó la conquista de Tierradentro
deterioro hídrico. comenzaron a posesionarse de porciones de
territorio y a establecer en ellas hatos de vacas,
Exploraciones caballos, cerdos, ovejas y cabras; a labrar la
tierra con rozas de maíz, yuca, ahuyama,
Se describen a continuación los resultados calabazo de bangaña, algodón, caña de azúcar;
más relevantes de las exploraciones en los campos y a explotar los bosques trayendo maderos y
de arqueología, etnohistoria, cartografía y majaguas, bálsamos y miel de abejas” (Blanco
1995:136)
climatología para esta investigación.
Esto generó importantes transformaciones
Exploración Etnohistórica
culturales y ambientales debidas a los cambios en
las técnicas, producción y repartición de alimentos.
Esta parte de la investigación se hizo por
Se necesitó adecuar las tierras para la ganadería y
medio de fuentes primarias y secundarias. Las
la agricultura intensivas, para extender los terrenos
fuentes primarias fueron documentos de las épocas
para explotación, que ya no sólo debían producir
de la conquista y la colonia, encontrados en la
los alimentos de los indígenas sino el tributo de
revisión que se hizo en el Archivo General de la
maíz y otros servicios para el encomendero como el
Nación; el catálogo más útil fue el concerniente a
de la ganadería y la extracción de madera. Esto lo
las visitas de Juan de Villalona Cubiaurre en 1610 y
hicieron por medio de talas y quemas para
Diego de Narváez en 1574. Arqueológicamente el
desmontar
municipio fue estudiado por Carlos Angulo Valdés
en 1951, este estudio explicita formas de “...después de someter a los indígenas de
enterramientos y tipología cerámica pero no Tierradentro los hispánicos y sus escasos socios
profundiza la relación entre medio ambiente e portugueses iniciaron la explotación de la tierra,
indígena. Las fuentes secundarias fueron patentizada en los desmontes para establecer
referencias históricas de la conquista y la colonia dehesas de vacunos y ganado caballar, y también
encontradas en diversos libros sobre leyes de la en la extracción de madera” (Blanco 1987:270)
Nueva Granada, crónicas, y sobre la historia y
descripción de Barranquilla y Tubará. Antes de la implementación de estas nuevas
prácticas, los indígenas que habitaban el actual
Las crónicas presentan limitantes. Nos municipio de Tubará – llamados Mocaná- se
encontramos con descripciones en las cuales se dedicaban básicamente a la agricultura y la caza:
muestra la particular percepción de cada escribano;
la apreciación del mundo “descubierto” varía, al “…a la agricultura de tipo palo de sembrador para
igual que los detalles de las narraciones, aunque producir yuca, maíz, ahuyama, algodón; se
pertenezcan a una misma historia. Se intentó, ocupaban también en la caza de saínos, conejos,
venados, guartinajas; en la captura de morrocoyo
entonces, con los datos hallados recrear un o tortugas terrestres e iguanas; y así mismo de
panorama más completo sobre el acceso y volátiles como la guacharaca” (Blanco 1995:55)
estrategias de subsistencia relacionadas a los
recursos hídricos. En la época prehispánica hubo alteraciones
ambientales debidas a la interacción del indígena
La distribución original de la población cambió con su medio (Bray 1991); tanto para la agricultura
después de la conquista: como para la apropiación de otros recursos los
indígenas transformaban directa o indirectamente

252
elementos del ambiente, y seguramente para ello Los cambios de producción trajeron consigo el
requerían vivir cerca a las fuentes hídricas y aplicar establecimiento de hatos y de cultivos intensivos –
estrategias para mantener la humedad necesaria acompañados de mayor deforestación- lo cual
de los cultivos. Evidencia de ello es la construcción incidió seguramente en la mayor degradación y
de extensas terrazas en piedra de 70 cm erosión de suelos por medio de la transformación
119
aproximadamente de alto encontradas por el de la capa vegetal. Las fuentes hídricas y la
arqueólogo Carlos Angulo Valdés en 1948: humedad de los suelos debieron quedar más
vulnerables a los períodos de verano agudizando
“ Como la mayor parte de las lluvias viene del las sequías.
sureste, es la serranía del Conuco la que más se
aprovecha sensiblemente de ellas, fenómeno que En el municipio de Malambo sucedió algo
combinado con la disposición del relieve, similar a lo descrito para Tubará; es muy posible
probablemente se halle relacionado con las
terrazas arqueológicas, construías precisamente
que el proceso haya sido semejante:
en la falda occidental de la serranía de Granada,
que es la opuesta, en una extensión de 78 “...a los manchones o extensiones continuas de
hectáreas aproximadamente .... la acentuada pastos para los ganados, los habían sustituido
inclinación de la primera de estas serranías y la matorrales, rastrojales y “peralejales”... se
circunstancia de que las lluvias dominantes traen entiende que el uso inmoderado del fuego en cada
una dirección opuesta a la vertiente cubierta de temporada previa a las siembras, y ante todo, el
terrazas, nos explica geográficamente las razones sobrepastoreo con cientos de reses y de caballos,
que tuvo el Tubareño precolombino para habían casi agotado los suelos” (Blanco 1987:134)
construirlas. Sólo así pudo tener mayor humedad
para los cultivos y evitar el fácil deslave de la Se encontró una reseña de la existencia de
tierra” (Valdés 1951:11) un periodo de sequías continuas en Galapa,
municipio contiguo a Tubará, que comenzó en el
Escalante también menciona la existencia de año de 1620:
estas terrazas, las cuales ve como evidencia de la
desarrollada agricultura que practicaban los “Allá por los años de 1620, los pobladores de
indígenas: Galapa, que se ocupaban con buen éxito en la
agricultura y en la cría de toda clase de ganados,
“…en las exploraciones realizadas por el porque aquellos terrenos estaban cubiertos de
arqueólogo Carlos Angulo Valdés en los pastos, y tenían abundancia de aguas, comenzaron
alrededores de las poblaciones prehispánicas de a notar que estas disminuían gradualmente año
Tubará y Usucuarí, ha logrado localizar terrazas tras año, hasta que los vecinos tuvieron que
artificiales para los cultivos, construidas por los adoptar el único recurso que les quedaba para
naturales de esas regiones para evitar la erosión y conservar sus ganados, que era pasarlos a la
conservar la humedad del suelo, preciosa herencia ribera del Magdalena en la estación veraniega. Así
cultural que han dejado perder los actuales lo hicieron durante algunos años, pero llegó una
agricultores de esas zonas quebradas” (Escalante época en que la falta de lluvias fue tal en esta
2001:20) estación que puede afirmarse que la escasez de
aguas en la época respectiva fue absoluta y todas
las aguas conocidas, todas las charcas que
El desuso de estas terrazas de cultivo puede retenían aguas durante el verano, se secaron casi
ser observado por el visitante actual ya que en súbitamente. Y cuando menos lo temían, los
algunos sitios se encuentran enmontadas y las ganados después de haber consumido la última
piedras corridas, es de suponer que muchas otras gota de agua existente se salieron de los montes y
han ido desapareciendo por la influencia del tiempo entraron en el sitio sedientos, agotaron el resto del
y el hombre. Son importantes cultural y agua que encontraron en las antiguas charcas,
ambientalmente como evidencias de estrategias entraron en los patios ay agotaron la que había en
eficaces para lidiar con la escasez de agua y los las casas, recorrieron el pueblo de un extremo a
niveles erosivos característicos de esta zona. Estas otro y bramando se volvieron hacia los montes”
(Vergara y Baena 1922:64)
prácticas deberían estudiarse más detalladamente
en una búsqueda de soluciones para menguar el
Esta disminución y posterior escasez de agua
daño que se sigue haciendo al ambiente de ésta
muy posiblemente no sólo fue causada por la
área.
reducción de lluvias debidas a cambios climáticos
sino por la introducción de la ganadería y la
intensificación de cultivos que acompañaron la
encomienda. Esta sequía debió afectar también el
119
La altura es aproximada de acuerdo a las encontradas en la actual municipio de Tubará; en ambos existió el
prospección del proyecto PARCA. régimen de encomienda y el establecimiento de

253
Universidad Tecnológica de Pereira-Sociedad Colombiana de Arqueología-Universidad del Cauca, 2008
Ecología Histórica
Interacciones Sociedad-Ambiente a Distintas Escalas Socio-Temporales

hatos de ganado, ovejas y cerdos, que acompañado “…allí junto a la fuente se construyó el primer
del sobrepastoreo y la intensificación de cultivos pozo artesanal en el departamento del Atlántico
pudo afectar en la cobertura vegetal y la utilizando cal y arena para la construcción en el
conservación del agua. siglo XVI, en la misma época que estuvo el frayle
español Luis Beltrán, quién más tarde sería
canonizado, de este pozo era llevado a las casas
Lo que vemos en Tubará es un deterioro el agua en barriles de madera cargado por asnos
ambiental causado por factores naturales como que facilitaban esa árdua tarea, esta famosa
sequías acompañado de intervenciones antrópicas fuente se fue, poco a poco, secando desde que
desde la época prehispánica hasta la actualidad, las compañías petroleras comenzaron a succionar
con una mayor incidencia del hombre después de la con bombas, lo que originó la utilización de otras
conquista en la intensificación de cultivos y el fuentes aledañas…” (Viloria 1993:55)
sobrepastoreo dejando los suelos más vulnerables
al sol, el viento y las lluvias, causando un paisaje En las diligencias de visita hechas en el pueblo
actualmente seco. de Tubará por el visitador Juan de Villalona
120
Zubiaurre podemos encontrar referencias a
En cuanto al agua utilizada para uso doméstico hambrunas padecidas por los pobladores como
es posible que los indígenas prehispánicos consecuencia de la falta de maíz. Según Blanco,
habitaran áreas circundantes a las fuentes de agua éstas se debieron a la falta de agua:
y cuando estas faltaban utilizaban la de los
jagüeyes: “En diversos documentos coloniales figuran
declaraciones de testigos y funcionarios referentes
a que los indios en determinadas épocas
“...e aquel río que habían loado en aquel valle,
carecieron de maíz para comer porque habían
estaba como rebalsado o detenido, que no corría
periodos de 4 a 6 años donde las lluvias eran
sino en tiempo de lluvias, e no había agua otra
escasas o nulas” (Blanco 1995:110)
sino en jagüeyes o pozas hechas a mano”
(Fernández de Oviedo 1959:152)
En estas diligencias de visita se encontró que
El mismo Oviedo define los jagüeyes como: estas hambrunas también fueron causadas por el
exceso de trabajo que el encomendero Mendoza
“...poza que se hace a mano en las playas e les imponía a los indígenas; por lo que les faltaba
costas de la mar, tan honda como a la rodilla, y tiempo para labrar sus rozas personales:
más y menos, a necesidad de agua, e muchas
veces la hallan en tales hoyos o jagüeyes” “…en cuanto al decimo cargo que le hizo de no
(Fernández de Oviedo 1959:150) aver dado tiempo bastante a los dichos yndios
para fazer sus rrosas particulares y no aver
Aún hoy podemos encontrar estas pozas en el remitido los ocupados en tantos y tan diferentes
área de estudio, aunque muy pocas, algunas se servicios y no averles dado el dicho tiempo
encuentran secas durante las temporadas de necesario an hecho rozas pequeñas y teniendo
121
necesidad de maíz le pongo culpa…”
verano, miden aproximadamente de 2 a 3mts de
diámetro y su profundidad no supera en muchos
Estos trabajos consistían en que el
casos los 50 cm. Éstas se encuentran más que
encomendero les exigía a los indígenas cultivar el
todo en sitios alejados del pueblo y donde no hay
doble de las rozas a las que tenía derecho, obtener
fuentes de agua cercanas.
sal desde la ciénaga, extraer miel y madera, cazar
animales como la hicotea, construir bohíos para
Posterior a la conquista y con la reubicación de
almacenar el maíz del tributo y servicios domésticos
los indígenas es de esperar que se limitaran las
como lavandería, alimentación, arriería, etc.
posibilidades de acceso a arroyos o fuentes
distintas a las que circundaban el pueblo, el agua
Este es el cargo (noveno) que se le hace por
escaseaba y hacia 1561 el fraile Luis Beltrán
servicios personales:
descubrió una fuente de agua e hizo construir sobre
ella un pozo, llamado en su nombre San Luis, el
cual fue muy importante precisamente porque las
aguas corrientes no eran suficientes para abastecer
120
a los pobladores y por proveer a la población de Archivo General de la Nación (A.G.N.), Sección: Colonia,
Fondo: Visitas Bolívar. Legajo 9 1610-1611. Visitas de Juan
agua desde la fecha de su creación hasta poco
Villalona (inventario de bienes de la iglesia, descripción de los
antes de 1950. indios, información secreta, cuantas con los indios de servicio,
cargas y descargas del encomendero), encomienda de Alonso
de Mendoza. Folios 339-706.
121
Ibíd.

254
“…Yten se le haze cargo que en contravención de meteorológicos, geológicos e históricos que
las reales cedulas e ordenanzas que prohiben el contienen datos referentes a la geografía, geología,
servicio personal a obligado y obligo a los dichos hidrología y climatología del departamento del
yndios a que en seis años de ocho a esta parte Atlántico y del municipio en estudio. Se usaron
ayan ydo ochenta y noventa yndios de las dichas
dos parcialidades (del pueblo) a la cienaga de la
además los registros de pluviosidad tomados por el
costa de la mar dos leguas del dicho pueblo a IDEAM entre 1961 y 1970 referentes a municipios
sacar sal y sacaron mucha gran cantidad y circunvecinos a Tubará.
tardaron cada vez una semana y todos los años
an ydo a montear icoteas y sacar miel de todo lo Con los registros de pluviosidad se pudo
122
cual les a resultado el agravio y cansancio…” observar que en este lapso hubo una reducción
lluvias; esto contrastado con información tomada de
Todas estas labores seguramente agotaban la textos que hacen referencia a la climatología
fuerza y tiempo de los indígenas, dejándoles para evidencia que en las últimas décadas del siglo XX
sus cultivos sol amente los sábados, lo que quizás ha disminuido la cantidad de agua sobre la
causó el descuido de sus propias rozas y otras superficie del suelo:
labores de subsistencia, generándoles escasez de
alimentos: “...nos referimos al descenso de la capa
plezométrica, o sea del nivel del agua o humedad
“…de aver sembrado… ocho rrosas cada año subterránea. Al disminuir progresivamente la
entre ambas parcialidades del cacique y capitan cantidad de precipitación anual, la humedad del
del dicho repartimiento no teniendo obligación a suelo descendió respecto del nivel externo del
sembrar en ambas parcialidades más de quattro terreno, con la consiguiente disminución y hasta
123
cada año…” desaparición de las fuentes o manantiales”
(Dugand en Blanco 1987:272)
Podemos pensar que el agotamiento de agua
pudo existir desde antes de la conquista, sin Varios factores inciden en el aceleramiento del
embargo el sobrepastoreo y la intensificación de proceso de desertificación; entre ellos cabe anotar
cultivos pudieron haber sido factores que la topografía y las características de pluviosidad:
agudizaron las sequías debidas a los cambios
climáticos, generándose un proceso más rápido de “Cae o en forma de aguaceros o en lloviznas
deterioro ambiental. Antes de la conquista las tratándose de terrenos en pendiente, un aguacero
torrencial puede causar fuerte erosión si las rocas
condiciones ambientales del municipio como la superficiales son de baja compactación y si han
existencia de mayores bosques naturales y la quedado desnudas por causa de la deforestación
humedad de los suelos permitieron mantener o por el uso prolongado en la explotación
corrientes mínimas de agua durante estos períodos agrícola...cuando cae en lloviznas se empapa el
de escasez. Los indígenas aunque no tuvieran suelo y se constituye un acto favorable para los
agua abundante hallaban formas para que esta no cultivos y la vegetación espontánea” (Blanco
escaseara totalmente en los cultivos por medio del 1995:49)
uso de terrazas y para otras necesidades usaban
jagüeyes y aljibes. En cuanto a los patrones de No existen estudios paleoclimáticos del área, el
asentamiento, los Mocanás posiblemente antes de más cercano fue hecho por Van der Hammen en la
la conquista ubicaron sus viviendas y sitios de Sierra Nevada de Santa Marta. Éste no se puede
trabajo cerca de lugares con disponibilidad de agua, extrapolar a Tubará debido a que el clima puede
quizás para tiempos de sequía los mejores lugares variar mucho de acuerdo con las características
se dispusieron para quienes tenían mayor poder. locales del municipio, sin embargo puede haber
Sin embargo después de la conquista y por órdenes afectado dentro del macrosistema el clima de la
reales se asientan en el pueblo; es de suponer que zona de estudio:
esto sumado a los usos que el encomendero hacía
de los terrenos debió dificultar las labores de “…durante el holoceno se presentan todavía
obtención de agua. cambios climáticos pero de una amplitud mucho
menor. Hay cambios de precipitación efectiva y de
temperatura media anual que tienen su efecto
Exploración Climatológica sobre todo en la vegetación de turberas y lagunas.
Un periodo notorio de precipitación efectiva menor
La revisión climatológica del municipio de y temperatura alta se presenta aproximadamente
Tubará se hizo con base en textos hidrológicos, entre 4000 y 3500 AP” (Van der Hammen
1984:572)
122
Ibíd.
123
Ibíd.

255
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Ecología Histórica
Interacciones Sociedad-Ambiente a Distintas Escalas Socio-Temporales

“...esas fechas se agrupan en ciertos períodos comparó el cambio de la cobertura vegetal en un


que corresponderían entonces a periodos con 2
área de 12,5 Km alrededor del casco urbano,
niveles considerablemente más bajos del río, y por equivalente al 7,1 % del área de total de Tubará
consiguiente de valores de precipitación 2
(176 Km ) (Figura 1).
atmosférica considerablemente más bajos.
Períodos relativamente secos son especialmente
450 AP; 750 AP; 500-1350 AP; 3000-2000 AP
(culminando 2700-2400 AP); 3500 AP; 4100-3850
AP; 4700-4600 AP; 5500-5400 AP; 6900 AP; 7500
AP; 8000 AP” (Van der Hammen 1984:586)

Dichos períodos de sequía pudieron haber


afectado también otros lugares de la costa ya que
la Sierra Nevada de Santa Marta al parecer tuvo
una importante influencia sobre el área
atlanticense:

“Los cambios climáticos que afectaron el territorio


atlanticense y que permitieron unas condiciones
climáticas estables están relacionadas
directamente con los glaciares y deshielos de la Figura 1. Área de estudio.
Sierra Nevada de Santa Marta” (Ríos y Bonilla
1994:33) Al ser parte importante del ciclo ecosistémico,
la cobertura vegetal condiciona aspectos básicos
En el informe del IGAC sobre los suelos del del comportamiento de los recursos hídricos, al
departamento del Atlántico se describe el proceso actuar como reguladora de su ciclo, ya que como lo
de degradación de las cuencas hídricas, que menciona Tyler
sumado a las características de los suelos ha
generado procesos de erosión acelerada: “actúa como esponja gigantesca que retarda el
escurrimiento, absorbe y retiene el agua que
“Estas cuencas hidrográficas están sufriendo un recarga manantiales, corrientes y acuíferos. Por
proceso de erosión acelerado en las colinas y de tanto, regula el flujo del agua y ayuda a controlar
fuerte sedimentación en los lechos aluviales, la erosión del suelo. Esto reduce la severidad de
debido al avance de la deforestación y en general las inundaciones y la cantidad de sedimento que
al actual uso que le dan a los suelos. Por falta de se vierte en arroyos, ríos, lagos y rebalses
una vegetación reguladora de las aguas lluvias, el artificiales” (Tyler 1994:279).
volumen de éstas, captado por los arroyos durante
los veranos es ínfimo o nulo, mientras que durante Se puede afirmar que en el lapso de 24 años,
los inviernos muchos lechos no alcanzan a captar entre las fotos que se comparan en esta
todas las aguas fluviales, presentándose los reconstrucción hay una relativa recuperación de la
desbordamientos con consecuencias cobertura vegetal, especialmente de bosque con un
desfavorables para la agricultura” (IGAC 1981:5)
aumento de 9,1 %. En el caso de matorrales,
cultivos, zonas erosivas y pastos se evidencia una
Sobre la vegetación que caracteriza
reducción (Figuras 2, 3 y 4). Finalmente el área
actualmente el lugar han incidido las
correspondiente al casco urbano permanece
transformaciones ocurridas antes, durante y
relativamente igual.
después de la conquista y la colonia. Creemos que
antes de las dos últimas el bosque natural debió ser
Es posible que esta recuperación de cobertura
más extenso, debido a que los cultivos se
se presente por el abandono progresivo de las
encontraban en áreas pequeñas cerca de cada
labores agrícolas y otras actividades de
lugar de habitación. Con la llegada de los
explotación, como consecuencia de los cambios en
conquistadores la implementación del ganado y la
las prácticas de subsistencia de los pobladores,
agricultura intensiva debieron haber hecho
quienes han ido reemplazando progresivamente
desaparecer por medio de la tala y quema mayores
sus tradicionales trabajos agropecuarios por otros
extensiones de bosque.
empleos urbanos en Barranquilla, la capital del
departamento del Atlántico. Muchas de las tierras
Exploración Cartográfica
en la actualidad no están cultivadas y sus dueños
aunque viven en el pueblo se desplazan
Con fotografías aéreas de 1947 y 1971 a
diariamente a la ciudad.
escala (1:25.000) y (1:31.000) respectivamente, se

256
“…el nivel de producción agrícola de Tubará ha Los resultados del análisis cerámico y de
disminuido en las últimas dos décadas: generando las muestras de radiocarbono de las excavaciones
la disminución de los trabajadores del campo para en el Municipio de Tubará del proyecto PARCA
engrosar las filas de trabajo en la ciudad…en la permiten documentar una ocupación continua
actualidad grandes extensiones que en el pasado 124
estaban cultivadas, ahora están dedicadas a una
desde el 800 d.C. hasta la Conquista . Es posible
ganadería extensiva, otras semi-utilizadas…” que los periodos de sequía encontrados por Van
(Viloria 1993:40, 41). der Hammen en la Sierra Nevada de Santa Marta
hayan afectado el área de Tubará a escala regional,
La situación de desertificación en este teniendo en cuenta que esta población habitó la
municipio, producto de explotaciones intensivas del zona hacia 1200 d.C. y 1500 d.C. -fechas de
paisaje acompañadas por sequías fuertes, es sequías registradas- sin embargo se debe tener en
evidente en amplias áreas. Aunque existe una cuenta que los cambios locales pueden variar
relativa recuperación de bosque, el daño causado mucho las condiciones climáticas regionales; por
por pastizales, cultivos y deforestación ha causado ello la única información local de sequía que
niveles erosivos altos, dándose un deterioro que podemos referenciar es la que se dio hacia 1610
sigue incidiendo en el ciclo regulador del agua. Se registrada en los archivos sobre visitas de Bolívar
mantiene para 1971 un importante porcentaje de en el AGN.
área de matorrales (407 ha), pastos (169 ha),
cultivos (28 ha) y áreas erosionadas (22 ha). Tanto el análisis cerámico como el de
ecofactos resultados de la investigación del
Cuando se reduce la cubierta vegetal los rayos proyecto PARCA, particularmente en lo relacionado
solares llegan más directamente y evaporan más con la fauna, muestran cambios en las pautas de
rápido el agua; el agua no es retenida ni infiltrada subsistencia evidenciados por la reorientación en la
produciéndose un mayor escurrimiento que utilización de las distintas especies de animales. En
conlleva la pérdida de los nutrientes del suelo y una la primera parte de la ocupación hubo un énfasis en
disminución de la carga acuífera. De esta manera el consumo de especies pequeñas de peces (46
cuando existe vegetación se recargan los acuíferos, %), seguido por pequeños mamíferos (Sigmodon,
se infiltra el agua y disminuye la escorrentía que sp.). Se evidencia un cambio marcado hacia un
deja de arrasar los suelos fértiles, se controla la énfasis en el consumo de reptiles principalmente
erosión, se protegen los niveles de agua de los morrocoya e iguana (gechelone, carbonaria e
arroyos, jagüeyes y otras fuentes. iguana) seguidos por mamíferos pero en este caso
de tamaño mediano y grande, principalmente
La deforestación y posterior erosión inciden de venado de monte (Mazama americana), ñeque
manera directa en la localidad y cantidad de agua (Dasyprocta aguti), guartinaja (Aguti paca) conejo
disponible en el paisaje tubareño. Existe así, una (Sylvilagus sp.), saíno (Pecarí tajacu), armadillo
relación entre el inadecuado manejo que se ha (Dasaypus novemcinctus), aunque continúan
125
venido haciendo de los recursos naturales y la consumiendo mamíferos pequeños .
disminución en la disponibilidad de agua. No
podemos extrapolar el resultado de la comparación Es posible que la reorientación en las
de la cobertura vegetal a toda el área que pautas de subsistencia esté correlacionada con
corresponde al municipio de Tubará, sin embargo cambios ambientales más globales como por la
anotamos que los usos inadecuados del ambiente manera como estos grupos pudieron estar
han ocurrido en gran parte de la costa Atlántica, interviniendo el paisaje y el ambiente local.
como lo mencionan Sauer (1969) y Herrera (1983). Posiblemente la importancia de la pesca se haya
reducido por la disminución de los cauces en las
Conclusiones fuentes de agua por sequías, las cuales pudieron
darse por cambios climáticos o por intervenciones
La escasez de agua característica del área del hombre sobre el paisaje; pero de acuerdo a la
de estudio pudo y puede incidir en determinados información encontrada es más probable que si la
manejos ambientales, puede haber condicionado merma en explotación de peces fue por presión
patrones demográficos y aspectos de la ambiental, ésta se deba a factores exclusivamente
complejidad social como el control de recursos. climáticos, debido a que el indígena prehispánico
Exploramos el cambio que se originó a partir de la
conquista en las estrategias de subsistencia, 124
Datos obtenidos por medio de conversaciones personales con
patrones de asentamiento y variación la Doctora Elizabeth Ramos referidos a la primera fase realizada
medioambiental. en Tubará.
125
Ibid.

257
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Ecología Histórica
Interacciones Sociedad-Ambiente a Distintas Escalas Socio-Temporales

parece haber hecho un adecuado aprovechamiento fuente de agua que pudo haber disminuido durante
de los recursos evitando que su intervención las sequías y aunque no sabemos si los indígenas
redujera drásticamente la cobertura vegetal y prehispánicos explotaban otras fuentes, los pozos
cambiara los ciclos hídricos. pudieron haber sido un medio eficaz para apaciguar
la escasez.
Los usos del suelo anteriores a la conquista
por parte de los indígenas Mocanás fueron menos Los habitantes de este municipio
nocivos para el ambiente, especialmente para el padecieron temporadas de sequía. Después de la
control de la erosión; estos manejos, consistentes conquista el uso de jagüeyes y el almacenamiento
en terrazas de cultivo, permitían la preservación de de alimentos como el maíz se evidencian en las
la humedad de los suelos y el sostenimiento de fuentes etnohistóricas, como formas de aliviar las
tierra en las laderas, lo cual pudo funcionar condiciones extremas impuestas por el clima. Los
eficazmente para que los cultivos no se vieran tan indígenas prehispánicos posiblemente tenían
afectados durante épocas de escasez de lluvias, y estrategias similares, practicaban quizás el
se evitara la erosión por vientos y fuerte almacenamiento de alimentos y el uso de jagüeyes,
pluviosidad. además se sabe que usaron tinajas para preservar
el agua de uso doméstico y terrazas para los
El hombre antes de la conquista cultivos.
posiblemente creó medios para solventar la
escasez que se pudo presentar de estos recursos; Actualmente se puede evidenciar una
después de la misma, se implementaron cambios relativa recuperación de la cobertura vegetal por el
en las prácticas de subsistencia, las cuales habían abandono de prácticas agrícolas, pues los
estado basadas en cultivos, caza y pesca y pasaron habitantes de este municipio han desplazado
a cultivos intensivos, ganados (sobrepastoreo), dichas actividades por el trabajo en la ciudad de
extracción de madera, producción de carbón. Estas Barranquilla; esto puede ser importante en la
actividades registradas en los documentos del AGN medida en que la recuperación de la cobertura
fueron impuestas por los encomenderos quienes permite que se regulen las dinámicas hídricas. Sin
crearon grandes hatos de vacunos, caballos, rediles embargo el ecosistema de Tubará y en especial sus
de cabras y ovejas y trasgredieron las áreas a las recursos hídricos han estado condicionados no sólo
que tenían derecho, al igual que los tributos y por aspectos ambientales (climatología, biomasa)
trabajos que podían exigir a los indígenas. Esta sino por el uso que del ambiente ha hecho el
sobreexplotación de la población, llevó a hombre y este uso fue antes de la conquista menos
hambrunas dadas no solo por las sequías -como la perjudicial para la preservación de recursos. Sin
registrada hacia 1610- sino por la falta de tiempo y embargo después de ella se empezaron a hacer
energía con la que quedaban los indígenas para manejos menos favorables, que progresivamente
dedicar a las rozas para su consumo. han ido cambiando drásticamente el paisaje,
sumado ello las actividades más contemporáneas –
Este cambio de explotación ambiental como la extracción de petróleo que agotó la
afectó la preservación y el acceso a los recursos disponibilidad de agua del pozo San Luís y la
hídricos, aunque estos fueron influidos también por siembra y ganadería actual- se continúa con el
aspectos naturales (climáticos) a escala más amplia deterioro medioambiental.
que la local.
En este estudio se evidencia la importancia
Según las visitas a las que se hace de la correlación entre recursos limitados y
referencia en la aproximación etnohistórica el agua estrategias de subsistencia, se aportan elementos
fue un factor importante para la producción de históricos, ambientales y climatológicos relevantes
alimentos y cuando esta escaseaba sucedían para un estudio de la correlación entre organización
hambrunas en la población indígena. Es posible social, control de recursos y variación
que en la época prehispánica, la cercanía a las medioambiental. El caso de los habitantes de
fuentes de agua para consumo doméstico y para Tubará nos indica que la disponibilidad de agua
otras labores haya sido un factor de control sobre puede ser un factor condicionante para
ciertas áreas y arroyos que mantenían un caudal y determinadas estrategias de subsistencia y que las
una humedad permanentes, en especial en épocas formas de explotación de los recursos pueden
de sequía. Después de la conquista los indígenas perturbar la dinámica ambiental de un ecosistema
fueron obligados a vivir concentrados en un mismo causando un gran deterioro del mismo, el cual,
lugar; esto debió afectar el acceso al agua para como en el caso del agua, afecta directamente a la
labores domésticas, acudiendo así a una misma población. A largo plazo puede generar un cambio

258
en el paisaje y las propiedades del ambiente. Este • Fiedel, S. 1996. Prehistoria de América. Editorial
es además, otro caso que muestra cómo los Crítica, Barcelona.
diversos elementos que componen un ambiente se • Herrera, V. 1983. Geología y Geomorfología. Suelos
condicionan mutuamente –incluyendo al hombre de las Sabanas del Norte de Colombia. Instituto
como parte del ecosistema-, requiriendo para su Geográfico Agustín Codazzi, Bogotá.
• Informe Instituto Geográfico Agustín Codazzi: Los
permanencia un estado de regulación que permita
Suelos del Departamento del Atlántico.1981. Bogotá.
una dinámica adecuada de los ciclos que lo
• Larson, D. y J. Michaelsen. 1990. Impact of climatyc
componen, garantizando así la permanencia de variability and population growth on Virgin Branch
unos y otros. Anasazi cultural developments. American Antiquity. 55
(2): 227-249.
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Cobertura %
Cambio Cobertura 1947 1971 Cambio Área (m2) Ha
Bosque / Bosque Bosque Bosque 17,3 2180666.017 218.067
Bosque / Cultivos Bosque Cultivos 0,6 86187.330 8.619
Bosque / Erosión Bosque Erosión 0,2 26636.296 2.664
Bosque / Matorrales Bosque Matorrales 11,22 1412229.684 141.223
Bosque / Pastos Bosque Pastos 5,5 692530.723 69.253
Bosque / Río Bosque Río 0,2 28507.591 2.851
Cultivos / Bosque Cultivos Bosque 1,0 132395.955 13.240
Cultivos / Cultivos Cultivos Cultivos 0,2 25903.608 2.590
Cultivos / Erosión Cultivos Erosión 0,0 2834.760 0.283
Cultivos / Matorrales Cultivos Matorrales 1,1 138654.334 13.866
Cultivos / Pastos Cultivos Pastos 0,6 84959.514 8.496
Cultivos / Río Cultivos Río 0,1 22311.365 2.231
Erosión / Bosque Erosión Bosque 1,7 218306.375 21.831
Erosión / Erosión Erosión Erosión 0,6 75282.980 7.528
Erosión / Matorrales Erosión Matorrales 1,0 133461.765 13.346
Erosión / Pastos Erosión Pastos 0,1 13420.500 1.342
Erosión / Río Erosión Río 0,0 1968.644 0.197
Matorrales / Bosque Matorrales Bosque 17,1 2163753.893 216.375

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Ecología Histórica
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Matorrales / Cultivos Matorrales Cultivos 0,5 74772.369 7.477


Matorrales / Erosión Matorrales Erosión 0,5 62968.290 6.297
Matorrales / Matorrales Matorrales Matorrales 12,7 1608901.778 160.890
Matorrales / Pastos Matorrales Pastos 5,1 652791.319 65.279
Matorrales / Río Matorrales Río 0,3 44874.638 4.487
Pastos / Bosque Pastos Bosque 7,0 889096.708 88.910
Pastos / Cultivos Pastos Cultivos 0,8 102723.388 10.272
Pastos / Erosión Pastos Erosión 0,4 60397.680 6.040
Pastos / Matorrales Pastos Matorrales 6,1 778138.350 77.814
Pastos / Pastos Pastos Pastos 2,0 253371.399 25.337
Pastos / Río Pastos Río 0,0 9783.768 0.978
Zona Urbana / Zona
Urbana Zona Urbana Zona Urbana 4,8 612212.251 61.221
Total área de estudio 12590043.272 1259.004
Total área igual 4756338.033 475.633
Total área de cambio 7833705.239 783.371
Porcentaje de cambio 62.221

Figura 2. Cobertura vegetal 1947

260
Figura 3. Cobertura vegetal 1971

Figura 4. Áreas de cambio

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Ecología Histórica
Interacciones Sociedad-Ambiente a Distintas Escalas Socio-Temporales

262
4.5. El Hombre, Factor Determinante de los Desastres:
Aportes desde lo Local, el Caso de Pereira, Colombia

Juan Manuel González Castaño


Geólogo Especialista en Ciencias de la Tierra y Medio Ambiente
Especialista en Geomática
jumago64@yahoo.com

Resumen

A lo largo de la historia humana, siempre ha existido una íntima relación de este con la naturaleza, la
cual ha sido, en la gran mayoría de los casos, en beneficio del hombre y en contra de la naturaleza. A nivel local
ciertas acciones y decisiones equivocadas de los seres humanos lo pueden afectar, provocando desastres y
emergencias, alterando de forma permanente el normal desarrollo de sus actividades. El Plan de Ordenamiento
Territorial incluyó consideraciones acerca del riesgo por desastre, tales como reducción de amenazas y de
vulnerabilidad, así como estrategias destinadas a la protección del medio ambiente, al crecimiento económico, y
al mejoramiento de los niveles de educación y de las condiciones de vida de la población.

Palabras claves: Intervención antrópica, Desastres, Riesgo, Amenazas naturales, deslizamientos, Pereira,
Colombia

Abstract

Throughout human history, there has always existed an intimate relationship between people and
nature. In the great majority of cases, this relationship has been beneficial to humans and disadvantageous to
nature. At the global level, research has found that the normal dynamics of the planet have been altered due to
anthropic actions. At the local level, certain actions and wrong decisions by human beings can provoke disasters
and emergencies, permanently altering the course of normal cultural development.

Key words: Anthropic actions, Disasters, Risk, Natural hazards, landslides, Pereira, Colombia

Introducción concentración de los gases efecto invernadero, y


por consiguiente el calentamiento global del planeta
A lo largo de la historia humana, siempre (NASA 1993), que a su vez trae consigo el
ha existido una íntima relación de este con la derretimiento de los hielos polares; en fin muchas
naturaleza, la cual ha sido, en la gran mayoría de son las consecuencias provocadas por el hombre
los casos, en beneficio del hombre y en contra de la debido a sus acciones en la tierra.
naturaleza.
A nivel local ciertas acciones y decisiones
A nivel global y según investigaciones que equivocadas de los seres humanos lo pueden
lo confirman, se ha encontrado que debido a las afectar, provocando desastres y emergencias,
acciones del hombre en la tierra, alteran la normal alterando de forma permanente el normal desarrollo
dinámica del planeta, tal es el caso de la de sus actividades. Por ejemplo, asentarse en la
deforestación, causa desertización, la producción y llanura de inundación de un río, es seguro que
utilización de productos a base de CFC’S (cloro- durante una ola invernal el nivel del caudal del río
fluoro-carbonos), los spray’s, causan destrucción de aumentaría (dinámica normal del río) e inundaría
la capa de ozono (NASA 1993), la superproducción las viviendas allí localizadas; por lo tanto, el mismo
de CO2 debido al consumo de combustibles fósiles, hombre causó sus propios desastres y/o
como el petróleo y el carbón, aumentan la emergencias.

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Ecología Histórica
Interacciones Sociedad-Ambiente a Distintas Escalas Socio-Temporales

Los Desastres no son Naturales El Hombre, el Desarrollo de su Entorno y los


Desastres
Para entender más claramente la relación
Hombre – Desarrollo y Desastres, se debe El crecimiento acelerado y a veces
explicar el concepto “Los Desastres no son desordenado de la mayoría de los centros urbanos
Naturales”: No todas las manifestaciones violentas y problemas como la tenencia de la tierra y la
de la naturaleza, como los terremotos, los vientos escasez de zonas aptas para urbanizar, han
huracanados, las erupciones volcánicas, obligado ala población a ocupar áreas cada vez
necesariamente se convierten en desastres. De la menos adecuadas (Figura 1).
misma manera, cuando ocurre un desastre, éste no
siempre es resultado exclusivo de la amenaza
natural por sí sola, ya que lo que hacen los seres
humanos, o lo que no hacen, por lo general es un
factor clave.

Si un fuerte terremoto –hipotéticamente de


magnitud 7,8 en la escala de Richter– se
presentara en un área despoblada, este violento
fenómeno no causaría pérdidas de vidas ni de
infraestructura; por lo tanto no sería un desastre.
Pero un terremoto de magnitud menor, por ejemplo
de 5,1 en la escala de Richter, puede provocar un
desastre de grandes proporciones si ocurre en un
área densamente poblada, o si causa el colapso de
edificios esenciales como hospitales o escuelas que
no hayan sido construidos apropiadamente. Figura 1. Asentamiento en riesgo, Barrio Bosques de Combia

Las amenazas naturales han existido Existe una estrecha relación entre la
siempre. Lo que ha cambiado, especialmente en las vulnerabilidad a los desastres y el desarrollo socio-
últimas décadas, es el impacto que causan. En económico. Por ejemplo el proceso de urbanización
áreas donde no hay población humana, los eventos acelerada en el área urbana de Pereira contribuye a
naturales normalmente no se convierten en su vulnerabilidad, y también propicia la degradación
desastres. Sin embargo la misma amenaza, sea ambiental y la pobreza, la cual a su vez determina
una inundación o fuertes vientos huracanados, el uso de técnicas de construcción inadecuadas.
puede provocar efectos muy diferentes, Otros factores, como el crecimiento demográfico y
dependiendo de la vulnerabilidad de la comunidad. los bajos niveles de educación, se relacionan
estrechamente con el problema de vulnerabilidad.
De otro lado los desastres de origen
antrópico pueden ser originados intencionalmente La Urbanización Acelerada
por el hombre o por una falla de carácter técnico, la
cual puede desencadenar una serie de fallas en En la mayoría de ciudades de nuestro país,
serie causando un desastre de gran magnitud. el crecimiento de la población urbana ha
aumentado. Este crecimiento se debe no sólo al
Entre otros desastres de origen antrópico aumento de las tasa de natalidad, sino también a la
pueden mencionarse los siguientes: Guerras, tendencia migratoria desde las áreas rurales hacia
Terrorismo, Explosiones, Incendios, Accidentes, las zonas urbanas, especialmente de gente de
Contaminación, Colapsos, Impactos. escasos recursos que busca establecerse en las
ciudades para obtener un mejor acceso a los
En general existe una diversidad de servicios, a las fuentes de trabajo, o por
posibles desastres de origen tecnológico. En la desplazamientos forzosos. El resultado es la
actualidad, los centros urbanos y los puertos creación de asentamientos precarios en zonas
ofrecen una alta susceptibilidad a que se presenten marginales, como es el caso de las invasiones,
este tipo de eventos debido a la alta densificación unas 12, que se presentan en el área urbana de
de la industria, de la edificación y de los medios de Pereira. Las siguientes son las principales
transporte masivo de carga y población (Cardona invasiones que se presentan en el área urbana de
1992). Pereira y por lo general, ubicadas en las periferias

264
de la ciudad son: Caracol – La Curva, El Rosal, El Factores Ambientales
Plumón, La Laguna, El Rocío Bajo (La Playita),
Guadalupe, La Platanera (Cuba), La Platanera (La El ambiente que rodea a los asentamientos
Dulcera), Las Palmitas, Las Brisitas, Perla del Sur humanos contribuye a la ocurrencia de los
(Manzana 17), Los Almendros, Conquistadores, desastres. En algunos casos, este entorno no
Bosques de Combia y Bosques del Otún las más puede modificarse y la población debe adaptarse
recientes (año 2003). para evitar las serias consecuencias inherentes a la
localización. Por ejemplo, el tipo de suelo es un
La Pobreza factor determinante para que los efectos de un
terremoto sean más fuertes en un lugar que en otro,
Los desastres naturales han demostrado como es el caso de los llenos mal compactados y
invariablemente que quienes más sufren el impacto constituidos por materiales heterogéneos como
son aquéllos con bajos ingresos y viviendas de tierra, escombros y otros materiales, en los cuales
mala calidad. Los más pobres, con niveles las ondas sísmicas se amplifican y por consiguiente
educativos más bajos, por lo general viven en causan mayores daños en la edificaciones allí
asentamientos improvisados en lugares construidas, como ocurrió en el sismo de enero 25
vulnerables, como las “invasiones” localizadas en de 1999, las construcciones construidas encima del
las laderas empinadas propensas a deslizamientos colector Egoyá sufrieron fuertes daños e incluso
(Figura 2), como es el caso de los barrios Bosques algunas colapsaron (Figura 4).
de Combia, Bosques del Otún y El Plumón Bajo,
entre otros, o a orillas de los ríos como es el caso
de los barrios Cortés y La Playita (Figura 3).

Figura 4. Edificio colapsado durante el sismo del 25 de enero de


1999, carrera 21 con calle 12 (Químicos Pereira).

Figura 2. Asentamiento de viviendas en bordes de taludes y En otros casos, la acción del hombre para
laderas (Barrio Caracol – La Curva). modificar el entorno es la que propicia los
desastres. El uso irracional de la tierra, la
deforestación y la degradación ambiental crean
condiciones precarias que multiplican los efectos de
los desastres. Por ejemplo, la deforestación
provoca el escurrimiento rápido de las aguas
superficiales, contribuyendo a inundaciones y
deslizamientos, la implementación de banqueos
para construcción de viviendas provoca
deslizamientos.

Para evitar que la dinámica acelerada y sin


planificación se incremente, la alcaldía de Pereira,
incluyó el concepto de desarrollo sustentable en los
Planes de Ordenamiento Territorial, y se define
como el producto de una planificación integral que
incorpora consideraciones a cerca del riesgo por
Figura 3. Socavación de orillas del río Consota, Barrios desastre, tales como reducción de amenazas y de
Normandía y Villa Consota. vulnerabilidad, así como estrategias destinadas a la
protección del medio ambiente, al crecimiento

265
Universidad Tecnológica de Pereira-Sociedad Colombiana de Arqueología-Universidad del Cauca, 2008
Ecología Histórica
Interacciones Sociedad-Ambiente a Distintas Escalas Socio-Temporales

económico, y al mejoramiento de los niveles de


educación y de las condiciones de vida de la
población.

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266
4.6. Aportes de la Ecología Histórica a la Cultura Ambiental

Carlos E. López C.
Profesor Facultad de Ciencias Ambientales
Universidad Tecnológica de Pereira
cel@utp.edu.co

Martha Cecilia Cano E.


Profesora Facultad de Ciencias Ambientales
Universidad Tecnológica de Pereira
mcano@utp.edu.co

Resumen

La Ecología Histórica y la Cultura Ambiental se inscriben en el ámbito interdisciplinar y de las ciencias


de la tierra y las ciencias sociohumanisticas. La Cultura Ambiental aparece entonces como un espacio integrado
donde se desarrollan nuevas teorías y métodos en enfoques socio-espaciales, en la medida en que se
reflexiona de manera crítica ante las concepciones y los ordenamientos tradicionales del espacio. Entender
estas relaciones requiere de investigaciones, comparaciones y acciones inter y transdisciplinares, en
perspectiva histórica, reivindicando los aspectos cambiantes del territorio, la memoria y el patrimonio cultural.

Palabras claves: Ciencias Ambientales, Ecología Histórica, Cultura Ambiental, patrimonio cultural,
modificaciones del paisaje, inter y transdisciplina

Abstract

Historical Ecology and Environmental Culture refer jointly to earth sciences as well as humankind
sciences. It is an approach to understanding relationships between human societies and natural resources, such
as use of technology, landscape transformation, cultural adaptations, etc. These approaches consider historical
perspective due to the importance of understanding evolutionary processes through time, where humans
transform environment in the same place; one of the results is cultural landscape. Events occurred in the human
past, might achieve the category of Cultural Heritage, and could be considered for projects in Cultural
Management.

Key words: Environmental sciences, Historical Ecology, Environmental Culture, cultural heritage, landscape
modifications, interdiscipline, transdiscipline,

El Ámbito de la Cultura Ambiental productos socio-culturales locales, para compartir


vertientes e intercambios mundiales provenientes
En las últimas décadas a nivel global, las de distintos tipos de desarrollo. En ese sentido el
dinámicas territoriales han visto drásticas gran reto actual, a partir de la realidad
transformaciones a partir del desarrollo acelerado latinoamericana, es desarrollar nuevas teorías y
de la ciencia y tecnología, particularmente los métodos en enfoques socio-espaciales, en la
impactos de los medios de transporte y de medida en que se reflexiona de manera crítica ante
comunicación electrónica e informática. La las concepciones y los ordenamientos tradicionales
influencia del cine, la radio, la televisión y ahora el del espacio.
internet, han transformado en menos de medio
siglo, gran parte de los ritmos y las formas de Entender estos aspectos requiere de
percibir, así como vivenciar las experiencias investigaciones, comparaciones y acciones inter y
asociadas al tiempo y al espacio. Estas transdisciplinares, en perspectiva histórica,
dimensiones además, dejan poco a poco de ser reivindicando los aspectos cambiantes del territorio,

267
Universidad Tecnológica de Pereira-Sociedad Colombiana de Arqueología-Universidad del Cauca, 2008
Ecología Histórica
Interacciones Sociedad-Ambiente a Distintas Escalas Socio-Temporales

la memoria y el patrimonio cultural. El mundo como comienzan a surgir líneas en estudios


contemporáneo sólo puede ser comprendido culturales y poscoloniales, así como investigaciones
críticamente en la medida en que se visualicen las de género, distintos estudios alternativos no
dinámicas sobre los recursos, los flujos económicos eurocéntricos, todos ellos dando gran importancia a
y los manejos del poder sobre los territorios, para un nuevo ordenamiento del mundo y el territorio,
entender -particularmente en el caso incluyendo lo local y lo histórico, siempre en
latinoamericano- las marcadas disimetrías y distintas escalas espacio-temporales.
desigualdades.
El espacio de la denominada Cultura
126
Desde la década de 1980, varios autores Ambiental abre campo a nuevas creaciones
interesados por las problemáticas socioculturales, teóricas, relecturas y resignificaciones,
ambientales y de la complejidad, comenzaron a ver descubrimientos empíricos, invenciones y
clara la necesidad del replanteamiento de las reinvenciones técnicas alternativas. En este marco
disciplinas académicas tradicionales, pues, mucho es posible producir narrativas o nuevos discursos,
de su pensamiento, métodos y acciones complejas, los cuáles pueden percibir, describir, analizar y
no podían ser enmarcados en los estrechos predecir el mundo de manera distinta, denunciando
campos de saberes académicos específicos o problemas o creando alternativas en el mundo real,
unidisciplinares. Al tiempo que algunos programas particularmente con referencia a Latinoamérica y a
clásicos disciplinares en distintas universidades del los ámbitos locales.
mundo fueron perdiendo terreno, otros programas
híbridos comenzaron a ganar adeptos, fortaleciendo Aportes de autores como Germán Palacio,
encuentros interdisciplinares y transdisciplinares. Cristóbal Gnecco o Emilio Piazzini entre otros, nos
Paulatinamente se buscó superar los extremos permiten reflexionar sobre el replanteamiento de las
positivistas y neopositivistas, generando espacio a nociones de espacio, tiempo y ciencia, lo que debe
posiciones postmodernas que vienen incluyendo los hacerse evidente en los estudios ambientales y
llamados acercamientos alternativos, la particularmente en la cultura y gestión ambiental.
multivocalidad, los diálogos de saberes y los meta- Se destacan, las implicaciones políticas,
relatos de la modernidad (Flórez y Millán 2002, económicas y socioculturales en perspectiva
Gnecco 2000). histórica al reconocer los cambios en la naturaleza,
la biodiversidad y la cultura. En este sentido, los
En este sentido, se demostró en las últimas conflictos ambientales y la crisis ambiental, sólo
décadas del final del Siglo XX, que existe una crisis pueden ser reconocidos y replanteados, al hacer
en los procesos de producción y tipos de confluir aspectos filosóficos, históricos, científicos y
conocimiento en las disciplinas tradicionales. Varios sociales.
autores enmarcados en el nuevo paradigma
interdisciplinario y/o alternativo, comenzaron a Ámbitos de la Cultura Ambiental
destacar, particularmente, la necesidad de
fortalecer las miradas a las implicaciones éticas y La Cultura Ambiental aparece entonces como
políticas en la academia, la investigación y la un espacio interdisciplinar integrado, donde es
acción, considerando y cuestionando tanto la posible caracterizar al menos tres ámbitos
producción del conocimiento (cómo y para quién se interrelacionados, donde predominan aspectos
construye saber, conocimiento hegemónico); así teóricos, metodológicos y aplicados que le dan
como la búsqueda de respuestas a la necesidad soporte:
social del conocimiento y las implicaciones en el
entorno (desde dónde se construye?) (Flórez y 1. El ámbito de la filosofía, saber y pensamiento
Millán 2002). ambiental
2. El ámbito del naturalismo, de las ciencias
Estos cuestionamientos y dinámicas ambientales y de la ecología histórica
surgieron a partir de aspectos tales como el cambio
en el ordenamiento geopolítico del mundo, los 126
Durante 15 años de existencia, la Facultad de Ciencias
impactos de la decolonización, la Ambientales de la Universidad Tecnológica de Pereira ha venido
aparición/legitimización de nuevos actores/autores, consolidando una línea académica e investigativa en el ámbito
el acceso a las nuevas tecnologías de transporte e de la Cultura Ambiental. Su nicho de desarrollo y respaldo
institucional ha sido el Departamento de Estudios
información, así como el reconocimiento de temas
Interdisciplinarios, creado justamente para dar cabida a procesos
transversales y globales, tales como las transversales, propios de este núcleo temático y problemático.
problemáticas ambientales. En esta dimensión En ese sentido, se viene adelantando una construcción propia,
surgen las ciencias o estudios ambientales, así con identidad, con propuestas, retos y compromisos, inscritos en
la complejidad de la dimensión ambiental.

268
3. El ámbito del ambientalismo, la ecología política transversalmente ciencias de la tierra con las
y la gestión ambiental disciplinas históricas y socio-antropológicas,
identificando y valorando orígenes,
Esta es una ordenación esquemática y rígida, transformaciones, procesos, prácticas, tecnologías,
pero funcionalmente operativa para enfocar así como manifestaciones propias o híbridas, de las
miradas y explicaciones integradas. Los conceptos culturas que nos han antecedido en el mismo
de Cultura, tal como el de Ambiente, evocan territorio. La perspectiva histórica en larga duración
contenidos y alcances holísticos. Los ámbitos arriba permite entender distintos aspectos de la co-
diferenciados, muestran desde la relación con evolución humana con su entorno, a partir de
áreas específicas del conocimiento, hasta la praxis modificaciones e impactos naturales y culturales
y el activismo. Se parte de considerar las visibles en el paisaje -en distintas escalas espacio-
cosmovisiones y los fundamentos teóricos e ideas temporales, incluyendo evidencias microscópicas
alrededor del ambiente. Distintas escuelas y en suelos y artefactos-. Los datos del pasado en
culturas, -desde la antigüedad clásica o los términos de procesos ambientales y cultura
indígenas americanos, pasando por el pensamiento material, presentan distintas opciones hacia la
mítico y religioso, e incluyendo las teorías comprensión de las relaciones naturaleza-cultura, y
científicas-, han generado conocimiento, teorías, pueden ser aprovechados hacia reactivaciones
creencias y saberes alrededor de la relación de los patrimoniales y resignificaciones culturales.
seres humanos y su entorno.
La ecología histórica se soporta
En segunda instancia, el conocimiento teóricamente en la consideración, tanto de los
ambiental –por lo menos para el caso de cambios en los ecosistemas, como los procesos de
Occidente- con sus orígenes en el naturalismo de interrelaciones naturaleza/cultura, en la escala de
los siglos XVII y XVIII, y su posterior consolidación larga duración. Por consiguiente está directamente
con la modernidad. A partir de los siglos XVIII, XIX vinculada con subdisciplinas afines y
y XX se destacan distintos acercamientos teóricos y complementarias tales como la paleoecología y la
metodológicos con desarrollos disciplinares en las geoarqueología, así como las distintas
vertientes de las ciencias físicas, exactas y aproximaciones desde los aspectos del paisaje y
naturales, en las áreas ingenieriles y técnicas, así del ambiente.
como en los aspectos socio-culturales y
humanistas. El paradigma evolutivo o de la Ecología Histórica e Historia Ambiental
evolución, con toda su complejidad, es un buen
ejemplo para explicar los alcances y las respuestas Se hace compleja la creciente dimensión
dadas por la ciencia para interpretar el ambiente y de subdisciplinas híbridas, particularmente en el
su dinámica cambiante. La ecología histórica como escenario de lo ambiental. Cómo diferenciar
subdisciplina haría parte de este ámbito. entonces los ámbitos de actuación de la ecología
histórica y la historia ambiental? Se considera que
En tercer lugar, como producto del aunque pueda existir un marco teórico e intereses
conocimiento del ambiente y sus problemáticas, compartidos, se destacan alcances y metodologías
particularmente a partir de la segunda mitad del particulares, que delimitan áreas de actuación. La
Siglo XX, aparecen desde los movimientos Ecología Histórica se interesa por escalas espacio-
ambientalistas más radicales, hasta los distintos temporales muy amplias que requieren de
procesos locales y regionales de gestión del acercamientos y bases de datos provenientes de
ambiente, en diferentes marcos de complejos las ciencias la tierra y las ciencias naturales, casi
paradigmas como los del desarrollo y la siempre como única fuente de información. En ese
sostenibilidad. sentido cobran protagonismo la arqueología y la
paleoecología aportando un importante desarrollo
Cambios Ambientales en Perspectiva de Larga para explicar los orígenes y desarrollo de distintas
Duración culturas y sus relaciones con el entorno (Butzer
1989).
El espacio, el paisaje o el entorno en sus
diferentes acepciones, vienen siendo cada vez más Por otra parte, el ámbito de la Historia
reconocidos y comprendidos como productos Ambiental está vinculado con escalas temporales
sociales e históricos. No es posible entender a las más “recientes”, lo que marca importantes
sociedades sin conocer de manera integral el diferencias en cuanto a la consecución,
escenario en que se han estructurado y contrastación e implicación de sus datos y análisis,
desarrollado. La Ecología Histórica, cruza la mayoría provenientes de documentos escritos

269
Universidad Tecnológica de Pereira-Sociedad Colombiana de Arqueología-Universidad del Cauca, 2008
Ecología Histórica
Interacciones Sociedad-Ambiente a Distintas Escalas Socio-Temporales

(Flórez 2001, Flórez y Millán 2002, López y Cano En otra dimensión, las implicaciones de la
2004, López et al. 2006, Palacio y Ulloa 2002). producción de alimentos y los cambios paulatinos
en los hábitos alimenticios, o transformaciones
A partir de acercamientos desde la sociopolíticas pueden también ser observables en
Ecología Histórica, se vienen adelantando el registro arqueológico (prehispánico e histórico) y
proyectos en diferentes escalas espaciales y paleoecológico.
temporales a nivel local y regional promovidos por
la Facultad de Ciencias Ambientales de la 3. Las preguntas y los datos relacionados con los
Universidad Tecnológica de Pereira. Se vienen cambios ambientales (climáticos, fisiográficos,
identificando estructuras y patrones en los paisajísticos, vegetacionales, faunísticos y
complejos procesos de interrelación entre los seres culturales) cobran mayor sentido en el discurso y
humanos y el entorno particular de la geografía acción ambiental, en cuanto puedan traspasar el
andina, marcada por las dinámicas del vulcanismo ámbito de sus propias e inmediatas disciplinas y se
activo en la región (López y Cano 2004, López et al. integren interdisciplinariamente o
2006, Tistl 2006). Es posible así entender como transdisciplinariamente a los nuevos espacios
legado histórico -o como patrimonio cultural-, las colectivos ambientales, pudiendo ser usados en la
distintas respuestas al entorno y los cambios construcción o deconstrucción de pensamiento y en
inducidos en los paisajes, en el marco de las los distintos procesos políticos, como los de
percepciones y las decisiones culturales. Se ordenamiento territorial y opciones de desarrollo
reconocen una serie de transformaciones en las alternativo (Flórez 2001, Flórez y Millán 2002,
estrategias de subsistencia, economía y López 2004b, López y Cano 2004, López et al.
complejidad social desde épocas milenarias (desde 2006).
cazadores-recolectores, inicios de grupos
plantadores, a sociedades agricultoras de diferente En este sentido, los estudios académicos y
complejidad), quienes han generado a través del aplicados de las ciencias sociales y humanas, en
tiempo distintas modificaciones del medio ambiente particular de la historia y la antropología, han
visibles en el paisaje actual. jugado un papel fundamental en este proceso y
ofrecen significativas herramientas conceptuales y
Haciendo Interdisciplina metodológicas para abordar las nuevas y distintas
formas de comprender la vida, así como los
Siguiendo los planteamientos teóricos y complejos procesos e interrelaciones entre la
metodológicos planteados por Flórez 2001 y Flórez naturaleza y la cultura, incluyendo enfoques como
y Millán 2002 –entre otros-, es posible proyectar los estudios del patrimonio, del paisaje y del
sus consideraciones sobre la historia ambiental y la territorio (Bolívar 1999, Butzer 1989, Crumley 2001,
consolidación de espacios transdisciplinares, Etter 1991, Flórez 2001, Gnecco 2000, Palacio y
aplicándolas al campo de la Ecología Histórica, Ulloa 2002).
destacando las siguientes características propias y
algunos aportes significativos:
Aportes a la Cultura Ambiental y la Gestión
1. Existe un interés en la historia en sentido amplio, Ambiental
no relacionada únicamente con documentos
escritos o “procesos recientes”, sino con la Como se ha planteado, considerando los
presencia y actividades humanas en todas las aportes de varios autores y acercamientos a partir
épocas. En esa dirección se pueden considerar de las preocupaciones contemporáneas, se ha
escalas temporales que incluyen a nivel global dado un creciente cuestionamiento de muchos
desde el proceso de hominización (alrededor de 5 conocimientos hegemónicos y tradicionales
millones de años), contrastadas con otras escalas, (Gnecco 1999); en particular los temas y
las cuales a nivel local consideran temporalidades problemáticas “ambientales”, transversalmente
milenarias (alrededor de 20.000 años para el abordados, superan las miradas a soluciones
poblamiento de América), siempre reconociendo los técnicas o cientificistas (Bolívar 1999, Cano y López
orígenes de la gran antigüedad humana en cada 2006b, Flórez 2001, López et al. 2006, Palacio y
región. Ulloa 2002). Una nueva dimensión requiere de dar
importancia a lo local y lo histórico, por lo que se
2. Interesa identificar cambios paisajísticos y vuelve trascendental adelantar ejercicios
culturales significativos. Por ejemplo, los eventos revisionistas de las cartografías, el patrimonio e
catastróficos o desastres naturales, se hacen historias tradicionales. Rescatar el patrimonio
visibles en la formación/transformación de paisajes. cultural en estos espacios híbridos puede expresar

270
–como lo plantea Alberto Flórez (2001)- “un nuevo • Bolívar, E. 1999. El patrimonio cultural: activaciones
activismo académico, creador, potencializador de locales, discursos globales. Boletín de Antropología.
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y ponderar distintos procesos no fácilmente • Crumley, C. (Ed). 1994. Historical Ecology. School of
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272
4.7. Importancia de las Materias Primas en la Interpretación
Cultural de los Yacimientos Arqueológicos en la Cuenca del
Rumblar (Jaén, España)

Alexis Jaramillo Justinico


Geólogo MSc, PhD, Grupo de Investigaciones Ambientales Agua, Aire y Suelo – GIAAS-
Universidad de Pamplona, Ingeniería Ambiental, Facultad de de Ingenierías y Arquitectura.
aljaramillo@unipamplona.edu.co, alexjustinico@hotmail.com

Resumen

En la cuenca del río Rumblar (Jaén, España), zona de asentamientos del Argar, se observa un
condicionamiento de los yacimientos de manera territorial, cuyo fin es el control de la región, control vinculado a
la disposición de las materias primas base del desarrollo cultural, siendo la minería y los materiales procesados
base de la economía y las minas un elemento de vinculo cultural. El análisis de componentes bióticos y
abióticos a facilitado una interpretación más global de todas las limitantes y ventajas en la explotación de
recursos, y ha permitido establecer unas variables que junto con la cultura material han ayudado a desglosar de
manera más amplia el Argar en la pare alta del Guadalquivir.

Palabras claves: Argar, yacimientos, control de territorio, materias primas, cultural material, minería,
componentes bióticos y abióticos.

Abstract

Key Words: Argar, Spain, territory control, matters cousins, cultural material, mining, component biotics and
abiotics.

Introducción alternativa opcional en las valoraciones del


desarrollo cultural en las investigaciones
El entorno físico es fundamental a la hora arqueológicas? El entorno físico tiene una
de valorar la evolución histórica de una importancia fundamental a la hora de valorar la
asentamiento arqueológico, el desarrollo de una evolución de un asentamiento arqueológico en
comunidad y sus expresiones en cultura materia, no particular, el desarrollo de una comunidad, y sus
son eventos que se puedan aislar de su medio expresiones en cultura material, no son eventos
ambiente o de los procesos medioambientales en que se puedan aislar de su medio ambiente o de
los cuales la cultura material sea forjada, aunque los sistemas medioambientales en los cuales
tampoco esta evolución se vincule a los procesos aquélla se forja, aunque los procesos tampoco sean
adaptativos de estas comunidades al medio. consecuencia directa de un proceso adaptativo de
Sintomático del abandono del contexto ambiental esas comunidades al medio.
en los estudios arqueológicos, es ver como el
arqueólogo analiza en profundidad el desarrollo Todo grupo arqueológico tiene inherente a
social del contexto cultural, pero el contexto su desarrollo una frontera o límite espacial
ambiental que condiciona o a veces limita los concebida como medio de adaptación o como zona
hábitats humanos solo se expresa de manera tal o territorio de explotación, es así que tanto
que apenas si se ve reflejado. arqueólogos como antropólogos proponen, al igual
que el límite temporal, el espacial, fruto de una
Entonces el medio natural, siendo el ruptura en el equilibrio adaptativo y en definitiva en
dispensador de las materias primas y el soporte la variabilidad ecológica, pero también esta ruptura
vital de las comunidades, por que solo es una es resultado de los límites en las capacidades de

273
Universidad Tecnológica de Pereira-Sociedad Colombiana de Arqueología-Universidad del Cauca, 2008
Ecología Histórica
Interacciones Sociedad-Ambiente a Distintas Escalas Socio-Temporales

explotación de la comunidad (Nocete 1989, Nocete generalizar unas condiciones ambientales


1989b). particulares a todo tipo de asentamiento
arqueológico de una región particular, como si esto
Todo desarrollo cultural explota de una fuera posible y viable, no siendo así.
manera u otra el medio ambiente, pero en su
evolución siempre va reflejado un crecimiento El objetivo de la arqueología
poblacional que lleva consigo un incremento de la medioambiental debe basarse en establecer las
explotación de los recursos naturales; efecto que características y procesos del medioambiente físico
llega a generar en algunas ocasiones un proceso que suministren información vital que permita
de sobreexplotación de los recursos, siendo para reflejar la interacción de él con los sistemas
algunos autores el ambiente finalmente el que socioeconómicos, tal como se reflejan en las
impone en casos de sobreexplotación el limite actividades de subsistencia y en los patrones de
cultural, o a veces la desaparición de una cultura. asentamiento, ya que es bien sabido que todo
individuo o grupo humano tiene un comportamiento
¿Pero realmente se ahonda en conocer el intencional en la adecuación de los objetivos a los
ambiente o sus condicionantes o la mayoría de los recursos, en la transformación de los fenómenos
estudios presuponen que la cultura material expone naturales y en la capacidad de considerar esos
la totalidad de las variantes ambientales que objetivos sin necesidad de alcanzarlos (Butzer
enmarca un yacimiento? Sintomático del abandono 1989). La necesidad de articular los sistemas de
del contexto ambiental en los estudios hábitats con las zonas de proveniencias de
arqueológicos, es ver como el arqueólogo analiza materias primas, así como la explotación de los
en profundidad el desarrollo social del contexto recursos naturales (Aguayo et al. 1989) es vital
cultural, pero el contexto ambiental que condiciona para el entendimiento de las relaciones hombre-
o a veces limita los hábitats humanos sólo se medio ambiente, pero el papel secundario que han
expresa de manera tal que apenas si se ve tomado las ciencias ambientales sobre la
reflejado como un anexo más que acompaña estos naturaleza del contexto cultural es algo implícito al
estudios. Entonces el medio natural, siendo el método que lentamente ve en estas ramas una
dispensador de las materias primas y el soporte aproximación que puede afianzar o no sus teorías
vital de las comunidades, ¿por qué sigue viéndose acerca del desarrollo y bagaje cultural de una
como una alternativa opcional y casi no valorada región o de una época en particular.
del desarrollo cultural del hombre en la mayoría de
las investigaciones arqueológicas? La cuenca del río Rumblar relaciona los
basamentos al sur de Ciudad Real con aquellos de
Butzer (1989), desde una perspectiva las zonas de la Depresión del Guadalquivir, siendo
funcionalista, plantea que, dentro de todo no sólo un limite geográfico de carácter complejo
ecosistema humano, las comunidades del pasado que vincula gran cantidad de diversas ocupaciones
han desarrollado una interacción espacial, en épocas que van desde calcolítico, argárico,
económica y social con las componentes romano, medieval hasta épocas actuales, sino
medioambientales, entrelazándose también una demarcación de unos lineamientos
adaptativamente con ellas. Así mismo los sistemas muy particulares vinculados con el
medioambientales proporcionan una serie de aprovechamiento del subsuelo directamente
límites espaciales, temporales, físicos y bióticos relacionado con la explotación minera y que ha
donde las comunidades interactúan entre sí, y que conllevado a un intenso control del territorio que se
a su vez interactúan con las comunidades de otros manifiesta de manera muy marcada en la cultura
territorios, siendo éste el principio organizativo que del Argar.
refleja la interdependencia de las variables
culturales y medioambientales. Actualmente las Para la Cuenca, la cultura del Argar es un
variables ambientales son un elemento más ejemplo excepcional de las formas de ocupación en
descriptivo de las características de los esta región, ya que por su complejidad estructural,
yacimientos, en lugar de usarse en la interpretación dimensiones de sus yacimientos, características de
de éstos. Además cuando son empleadas solo se ubicación, y, sobre todo, por la conservación de su
exponen como elementos que acompañan la registro arqueológico permitirá comprender las
formulación de interpretaciones y resultados, formas y causas de la expansión argárica en el
dándole en ocasiones una mínima importancia, norte de la provincia de Jaén y así mismo se podrá
tratándolas como un elemento más que acompaña ahondar más en la información concerniente a las
el establecimiento y la evolución de los variables ambientales de esta zona de Sierra
asentamientos; a veces cayendo en el error de

274
Morena, vital para su conservación como parque
natural y patrimonio cultural de la provincia. Localización
La cuenca del río Rumblar en la Sierra
Este trabajo de investigación se concentra
Morena (en la provincia de Jaén se halla entre el
en establecer las características principales de los
Parque Natural de la Sierra de Andújar y de
condicionantes bióticos (vegetación actual,
Despeñaperros) abarca los términos municipales de
paleoestudios y disponibilidad faunística) y
Viso del Marqués, Santa Elena, La Carolina,
abióticos (climatología, hidrología, suelos y uso,
Guarromán, Carboneros, Baños de la Encina y
geología, minería y geomorfología) que
Bailén (Figura 1). Se halla entre las coordenadas
regionalmente observamos y detallar estas
geográficas 38º 02′ 20” y 38º 27′ 40” de latitud
componentes en el área de la cuenca, buscar
Norte, y entre las coordenadas 3º 33′ 40” y 3º 54′
relaciones arqueoecológicas entre los diversos
30”, de longitud Oeste y está inscrita en las hojas
componentes analizados, buscar relaciones
cartográficas a escala 1:50.000 y 1:25.000 del
directas con los recursos líticos y minerales
Servicio Geográfico del Ejército (Cartografía Militar
reconocidos en campo, establecer que parámetros
de España 1994) (Figura 2).
influían directamente en el control del territorio, así
como establecer algunos parámetros que
Al interior de la cuenca se haya el
demarcaran esta organización (Figura 1).
yacimiento agárico de Peñalosa enclave esencial
ya que sobre el se han desarrollado más de cinco
Para iniciar es importante enmarcar el
excavaciones sistemáticas, siendo la línea base de
concepto captación de recursos de un sitio a nivel
la comparaciones culturales con el medio ambiente,
de subsistencia, el cual está limitada por la
este se halla sobre el margen derecho del cauce
distancia máxima cubierta en dos horas desde un
del Rumblar se ubica entre el arroyo Salsipuedes y
yacimiento, o lo equivalente a un radio de 10 Km de
el cauce del río principal, cercano al cierre de la
diámetro denominado por algunos autores como
presa de dicho pantano en las coordenadas
“Site-catchement analysis” o análisis del área de
geográficas 38° 10' 19" de latitud Norte y 3° 47' 37"
captación entendiendo por ello las relaciones entre
de longitud Oeste. En la cuenca la altitud máxima
las tecnologías y los recursos naturales disponibles
observada se halla a 1.141 msnm en el cerro
económicos o no, en función de los yacimientos
Cereza en su límite más septentrional, mientras su
(Vita-Finzi y Higgs 1970, Butzer 1989). Con este
mínima altitud se halla en su desembocadura en
concepto se trata de establecer el potencial de
Guadalquivir a 220 msnm, con un desnivel medio
recursos del área explotada desde un yacimiento
de 920 m de altura.
en particular (Higgs 1975) y su interrelación (Higgs
y Vita-Finzi 1972).
Metodología
El modelo de E.S. Higgs y C. Vita-Finzi se
Se emplearon técnicas y enfoques capaces
basa en el hecho de que frecuentemente las
de diferenciar rasgos culturales y naturales, el
actividades de subsistencia están limitadas por la
desarrollo de contextos temporales intra y extra
distancia. En substancia, y partiendo de su
yacimientos mediante datación relativa y la
diferenciación básica, esto equivale a un círculo de
integración de información paleogeomorfológica y
10 Km de diámetro considerado como el área de
biológica para la reconstrucción medioambiental del
captación de una población prehistórica de
paisaje. Se desarrolló inicialmente una recopilación
cazadores-recolectores, mientras los yacimientos
y evaluación de la información existente, el área
agropecuarios tendrían áreas de captación de radio
para la investigación fue seleccionada por ser un
menor, en realidad de 5 Km (Higgs y Vita-Finzi
sistema que podríamos decir cerrado ya que es la
1972, Butzer 1989). Oportunamente se había
zona directa de actuación de la cuenca hidrogáfica
criticado la creación espacial únicamente del límite,
del río Rumblar, y no sólo es representativa
de la isoclónica de una hora de marcha lineal,
localmente del contexto regional de los factores
equivalente grosso modo a 5 Km, establecida por
bióticos y abióticos que se hallan en gran parte de
Davidson y Bailey (1984). El modelo sufrió después
Sierra Morena, sino del norte de la provincia de
variantes enfatizando el tiempo en lugar de la
Jaén, teniendo a ella asociada no sólo gran
distancia (Higgs y Vita-Finzi 1972, Higgs 1975), con
cantidad de asentamientos argáricos, sino de
lo que el área de captación de un yacimiento se
diversos periodos culturales, siendo, como hemos
alejaba del teórico modelo circular en función de
dicho, un paso vital entre la zona sur de la actual
determinados obstáculos o reduciendo el interés de
provincia de Ciudad Real y el norte de la provincia
las investigaciones a los círculos más inmediatos
de Jaén, es decir entre la meseta y el valle del
(Higgs y Vita-Finzi 1986).
Guadalquivir. Durante la investigación se trató de

275
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Ecología Histórica
Interacciones Sociedad-Ambiente a Distintas Escalas Socio-Temporales

definir la diversidad edáfica establecer las En la Cultura del Argar seguimos la


secuencias estratigráficas más representativas, abstracción temporal e histórica realizada por F.
ligadas a la zona de investigación, así como se Contreras et al. (1993, 1993c), pero sobre ella se
emprendió la delimitación local de las unidades han realizado algunas modificaciones. Dentro de
geológicas y geomorfológicas que se reconocen en las características más generales de la Edad del
la zona de la Cuenca del Rumblar y la diversidad Bronce en el Alto Guadalquivir, con respecto al
minera, que aparentemente presenta una calcolítico se han reconocido cambios importantes
complejidad muy particular. en los complejos de cultura material de las
entidades arqueológicas que adscribimos a la Edad
El método del reconocimiento vegetacional del Bronce, así como cambios tipológicos en las
conlleva una etapa de inventarios sobre el terreno industrias líticas (la materia prima silícea
de las diferentes asociaciones reconocidas, así prácticamente reduce su utilización a la fabricación
como los componentes de cada una. Ya con una de elementos denticulados), hay una sustitución del
metodología establecida los objetivos generales a enterramiento colectivo en necrópolis situadas a
tratar en la investigación fueron el análisis del extramuros de los poblados por sepulturas
Rumblar como foco de diferentes entidades individuales localizadas en el interior del área de
culturales, una aproximación arqueoecológica del habitación, se ve una mayor especialización en la
territorio, la importancia de los recursos líticos y estructura económica, donde es vital el factor
minerales de la región y un último enfoque es el metalúrgico, hay presencia de una intensa
control del territorio y distribución de recursos desigualdad social, y es evidente la implantación de
minerales. una nueva concepción del urbanismo con patrones
que perdurarán en algunas zonas mediterráneas
Consideraciones Teóricas de la Investigación hasta hoy día (Contreras et al. 1993c).

En la abstracción de observar la historia de La aparición de una sociedad estratificada y


la investigación arqueológica en la zona se toman compleja como la Edad del Bronce, se ha indicado
dos enfoques, uno de carácter regional en relación a partir de tres tendencias (Molina y Roldán 1983):
con las investigaciones más relevantes el incremento en la metalurgia que genera
concernientes al Argar en la zona de estudio, y otro especialización; el incremento del militarismo con la
concerniente al yacimiento argárico de Peñalosa al progresiva importancia de las fortificaciones y del
ser éste el más estudiado y con un programa armamento y finalmente la división de clases
sistemático de intervenciones. Una excelente representado en los ajuares funerarios. V. Lull
abstracción temporal e histórica de los trabajos (1983) esboza como se desarrolla altamente la
relacionados con el estudio de los yacimientos de la metalurgia local gracias a la abundancia de
Edad del Bronce ubicados en la región del minerales de cobre y plata generando
Guadalquivir y en zonas mediatas al yacimiento de especialización, y por ende estratificación social.
Peñalosa en Baños de la Encina fue realizado por
F. Contreras et al., (Contreras 1993, Contreras et Así mismo el incremento comercial y lo que
al. 1993c, 2000, 2004) motivo por el cual se ha el conlleva, requería de un control y vigilancia por
tomado como base teórica y contextual de este parte de una jerarquía directora, todos estos
apartado de la investigación, adicionando a ello elementos son los factores que posiblemente dieron
toda la información científica posterior generada en origen a las nuevas clases políticas. Por el contrario
la zona. A. Ruiz, F. Nocete y M. Sánchez (Ruiz et al. 1986)
plantean que posiblemente en zonas orientales de
La única diferencia es que se mostrará Jaén, se expande el Argar a través del Guadiana
mayor énfasis en el análisis del tratamiento por Menor, por una crisis agraria, por deficiencia de
cada autor de los apartados ambientales y no de suelos, la demanda de metales, el aumento de
los aspectos culturales ya analizados en Contreras defensa generada por la propia crisis. Eventos que
et al. (1993c, 2000). Hay un sinnúmero de trabajos llevan una modificación del poblamiento con
enfocados al Neolítico y al Calcolítico como los profundas variaciones tipológicas de los
realizados por F. Díaz del Olmo et al. (1986, 1989), asentamientos.
(Vallespí et al. 1982, Díaz del Olmo et al. 1986,
1987), (Pérez et al. 1999), (Afonso et al. 1986) y F. Contreras y J.A. Cámara (Contreras et al.
(Lizcano et al. 1991-92). (Lizcano et al. 1987, 1993c) plantean que este poblamiento estaría
1990a, 1990b) (Lizcano et al. 1987, 1990b) dirigido quizás desde los altiplanos de Granada a
través del Guadiana Menor con la intención del
control de áreas metalíferas, desarrollo metalúrgico

276
que si bien se vincula a la circulación de elementos zona, la naturaleza de los suelos, la biótica, la
de prestigio entre las elites, es una actividad que se geomorfológica, la geológica y otras que en
documenta prácticamente en todas las viviendas de conjunto nos ayudan a definir las características de
Peñalosa (Baños de la Encina, Jaén) (Contreras et los diversos asentamientos de la cuenca. A la hora
al. 1997) donde la producción de armas se de establecer una ordenación del territorio se ha
considera símbolo de pertenencia a la comunidad primado normalmente la relación existente entre los
como un medio de producción para la guerra y la asentamientos y las zonas de explotación minera.
rapiña (J.A.Cámara 2001). Sin embargo, en la Cuenca del Rumblar, la
disposición de los yacimientos está en función, no
La dispersión concreta en cada zona de sólo de la localización de los filones metalíferos,
nuevos asentamientos encastillados implica una sino también de un control directo y completo de
forma de control más estricta del territorio todo el territorio. Es muy posible que esta
(Contreras et al. 1996, 2004). El grupo Argárico ordenación del territorio esté estrechamente unida a
del Alto Guadalquivir se establece con la intención los asentamientos situados en la Depresión
de controlar toda la Cuenca del Rumblar en Linares-Bailén, donde aparecen poblados de
conexión con los centros del Oeste de la Depresión grandes dimensiones que perfectamente pudieron
Linares-Bailén y avanzando en cuña hasta la zona haber organizado el poblamiento de la Cuenca del
de La Carolina (Cámara et al. 1996, Contreras Rumblar y desde la que se puede controlar visual y
1993), mientras la zona del Jándula, muestra espacialmente la zona.
importantes diferencias en la articulación de los
poblados, con un grado mayor de centralización en Componente climático
torno a Las Cabrerizas (Contreras et al. 1993c:28).
Para establecer un paleoclima en la
En el Guadalquivir La importancia del Cuenca del Rumblar tendríamos que ubicarnos
yacimiento de Peñalosa no sólo se desarrolla en inicialmente en la temporalidad de los yacimientos.
función de las actividades metalúrgicas de El estudio de las fases estratigráficas realizado en
elaboración de productos, y de transformación y Peñalosa (Contreras y Cámara 1991, Contreras et
producción agrícola, sino también por su situación al. 2001), las dataciones observadas han
en un sistema de asentamiento jerárquico en una presentado diferentes eventos de formación del
ordenación del territorio compensatoria y guiada por yacimiento por Contreras et al. entre (2001,
127
una estructura política, aun cuando compartiera con 2005) . Observando los datos podemos
otros yacimientos como La Verónica y el Cerro de establecer que el periodo cultural al cual se podría
las Obras tales características (Nocete et al. 1987, vincular los cambios climáticos estaría comprendido
Contreras et al. 1990b). entre el 3.300 AP y 3.800 AP. Aproximadamente.
Sugiriendo Rodríguez (1993) a partir de la
Peñalosa es de gran importancia para antracológia se demostró un comportamiento
valorar el proceso histórico en el territorio del que ambiental ombroclima subhúmedo-húmedo (600-
forma parte, frente a otros asentamientos que, 1.600 mm) para esta zona sugiere el desarrollo de
ligados dominantemente a actividades metalúrgicas un importante sotobosque, o estrato arbustivo,
de control estratégico, nos ofrece una aproxima un medio ambiente relativamente
documentación más sectorial (Contreras et al. húmedo, como también indican los ácaros
1993c), pero quizás para comprender por qué determinados en el yacimiento (Morales y Sanz, en
surgieron las cuestiones a las que estas hipótesis preparación).
pretenden dar respuesta debemos realizar un
sucinto panorama de la investigación de la Edad del Los estudios palinológicos (Jaramillo 1988,
Bronce en el Alto Guadalquivir y particularmente de Velásquez 2005) plantea sobre una estratigrafía de
la Cultura del Argar en esta área (Figura 3). detalle una serie de sucesivas variaciones
climáticas, un marcado enfriamiento del ambiente
Los Recursos de la Cuenca del Rumblar y el acompañado de una sequedad ambiental y
Control del Territorio posteriormente un marcado calentamiento con
incremento de la sequedad ambiental y
Cuando hablamos de control del territorio posiblemente con una reducción intensa de
en la Cuenca del Rumblar no solo tenemos que precipitaciones, lo que demuestra que en el periodo
hacer referencia al control del paisaje y de los del argar intensas variaciones climáticas que
recursos minerales, también se deben tener en
cuenta las diversas componentes ambientales 127
3.800 ± 70 BP, 3.680 ± 100 BP, 3.640 ± 100 BP, 3.630 ± 70
como lo son la climática, la capacidad hídrica de la BP, 3.490 ± 60 BP, 3.420 ± 100 BP, 3.470 ± 40 BP, 3.490 ± 100
BP, 3.300 ± 70 BP.

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Ecología Histórica
Interacciones Sociedad-Ambiente a Distintas Escalas Socio-Temporales

afectaron los diversos periodos de ocupación y la Se Observa como los asentamientos


evolución del yacimiento. argáricos se hallan distante linealmente entre 50 a
100 m de los actuales cursos de agua, muchos de
Recursos hídricos de la cuenca ellos con carencia de aguas en la actualidad, por lo
menos en gran parte del año, y lejos de fuentes
La potencialidad agrícola y minera de la Cuenca del naturales, lo que supondría que por lo menos en
Rumblar está en función directa de la capacidad algunas épocas del Argar las condiciones climáticas
hidrológica de la zona y por ende de las fueron más benévolas y permitirían el flujo continuo
condiciones climáticas a las cuales se hubiera de agua en varias zonas de la cuenca. Es posible
sometido ésta en época del Argar. Aunque es de entrar en contradicciones ambientales y climáticas,
vital importancia recalcar que la naturaleza de los pero sabemos que muchas variaciones ambientales
basamentos que la subyacen, asociado a su alto y climáticas pueden suceder en dos o tres siglos de
estado de fracturamiento y complejo estado permanencia en la cuenca. Vemos como grandes
estructural, así como la naturaleza sedimentaria de asentamientos se ubican en las vertientes de los
la depresión hacen que la zona sea un potencial grandes ríos, como sucede en la zona del Rumblar,
acuífero de considerable importancia, que, como el Pinto, el Grande Guadalevin y el Renegadero en
bien es sabido, aun en épocas de sequía puede toda su cuenca tanto en la zona del Rumblar como
tener una importante carga hídrica que se vería en la zona de Sierra Morena, pero es confuso la
reflejada, como ya lo expuso Madoz a finales del existencia de yacimientos cercanos a drenajes de
128
siglo XIX . Es bien sabido que solo algunos ríos poco recorrido y posiblemente con poca
de la cuenca tienen y tenían caudal permanente, y disponibilidad de agua como la zona de
de ellos tan solo algunos llegaban a tener corrientes Murquigüelo, Retamón, Yegüeros o el del Arroyo de
más o menos caudalosas. Por ello podemos decir la Plata, vinculados a la zona occidental de la
que esta zona de la sierra no era escasa en caudal, cuenca donde quizás la potencialidad minera del
llegando a tener ríos de cuarto y quinto orden con área diezma la importancia del agua.
corrientes permanentes, aún en épocas de ligera
sequía. El Instituto Geológico Minero de España
(IGME 1983) ha establecido para la zona del
2
Pero hay que aclarar que el río Rumblar Rumblar un acuífero de unos 40 Km , directamente
solo llevaría agua de manera permanente en asociado a la zona de la depresión, acuífero
invierno, dejando a su paso alguna zona ubicado entre el río Rumblar y el Arroyo Escobar,
encharcadas que podrían aprovecharse en épocas vinculado a materiales sedimentarios detríticos Plio-
de moderada sequía. Las dimensiones de la cuaternarios, Mioceno-Plio-cuaternarios, con un
cuenca hidrográfica del Rumblar reflejan una espesor variable entre 30 y 150 m, ocasionalmente
cuenca de limitadas dimensiones donde las aguas hasta 200 m de espesor. Así mismo el substrato
de escorrentía podían evacuarse rápidamente impermeable, es decir, la zona correspondiente a la
desde cualquier lugar de la cuenca, dado su forma Cuenca del Rumblar, los materiales paleozoicos y
cónica y alargada. Lo que sí era previsible es que graníticos, presentan un elevado estado de
grandes cantidades de aguas podían generar fracturación y de deformación que ha generado
intensas y continuas riadas dado que la evacuación excelentes trampas de agua, que no han sido
de las aguas desde cualquier punto fuera rápida. A incluidas dentro de la potencialidad del acuífero de
partir de la confluencia de los ríos que vienen de la zona en el estudio del IGME. Estos acuíferos,
Sierra Morena y forman el Rumblar, con menor que serían en gran parte el soporte hidrológico de
pendiente, se dificulta la rápida evacuación de las la zona, presentan un nivel piezométrico muy
aguas y por ende se incrementa la absorción del superficial, favoreciendo en momentos de
acuífero. Lo que sí era muy factible es que la saturación la surgencia de manantiales
limitada capacidad de los suelos se viera fácilmente superficiales. La calidad de las aguas en la zona no
diezmada y continuamente fueran fácilmente es la mejor debido a que son duras, con altas
erosionados, generando grandes islas o barras concentraciones de sales e iones, con moderada
laterales y centrales en los ríos con una gran salinidad, aptas para regadío pero con altas
capacidad agrícola, pero de limitada extensión, deficiencias para su consumo directo.
como se ve reflejado en algunas formaciones
cuaternarias actualmente. Los recursos vegetales y el paleoambiente:

La vegetación en la Cuenca del Rumblar ha sido


128
…... en variados y surtidos nacimientos naturales, que investigada intensamente sobre todo a nivel de
posiblemente de manera puntual podían sostener literalmente inventario florístico y de estudio de asociaciones.
las poblaciones en épocas de escasez de lluvias.

278
Los principales estudios con que contamos son los uso etnobotánico de algunas plantas silvestres. Los
de Sabada (1885), Pau (1921), Rivas y Bellot macrorrestos vegetales del yacimiento están
(1945), Bellot (1978), López et al. (1983), Rivas et dominados fundamentalmente por los cereales y las
al. (1987), Cano (1988), Cano y Valle (1991), López leguminosas, destacando también la presencia de
y López (1992). Biogeográficamente el área que plantas silvestres y restos de parénquima. La
afecta al yacimiento de Peñalosa se enmarca en la distribución carpológica está dominada
Región Mediterránea, Subregión Mediterránea básicamente por la cebada, el trigo, las
occidental, superprovincia Mediterráneo- leguminosas, plantas silvestres y frutos.
Iberoatlántica, en los limites entre la provincia
Bética, en su sector hispalense, y la provincia Luso- Posteriormente, las nuevas investigaciones
Extremadurense, en el sector Mariánico- carpológicas apuntaban la posibilidad de que los
Monchiquense (Rivas et al. 1987, Rivas y Col terrenos aledaños al yacimiento podrían mantener
1998), que comprende Sierra Morena y la parte una producción cerealística acorde con la presencia
más septentrional de la provincia de Jaén. Está masiva de cereal en el poblado (Peña 1999,
limitada al sur por la Depresión del río Guadalquivir Contreras 2000), sobre todo basándose en la
(Rivas et al. 1987). existencia de malas hierbas en el poblado, la
existencia de cultivos en el valle del Rumblar hasta
Podemos observar que la Cuenca del justo antes de la construcción del embalse, la
Rumblar ha estado sometida a fuertes presiones presencia de dientes de sílex para la siega, etc.
antrópicas. Esto se refleja tanto en los estudios Sobre este particular, lo primero que tenemos que
florísticos actuales como en las descripciones definir es el uso de las llamadas malas hierbas.
antiguas de la flora. Estos datos nos hablan de una Este tipo de plantas pudieron haber tenido un uso
fuerte presión antrópica, sobre todo con continuos etnobotánico que aún estaría por definir.
periodos de deforestación. Esto explicaría que en la
actualidad se pueda observar en toda la cuenca un En segundo lugar, habría que considerar la
proceso de regeneración de grandes áreas ausencia de suelos aptos para el cultivo en la zona
boscosas a partir de pequeñas zonas o núcleos de y la posibilidad de la no existencia de suelos en
bosques poco golpeados y con una baja presión zona de abanicos o terrazas en los terrenos
ambiental, núcleos que para nosotros se hallan en cubiertos actualmente por las aguas del pantano.
los enclaves paisajísticos al norte de El Centenillo, Tampoco en los mapas de finales del siglo XIX
como posibles refugios locales de vegetación, ya aparecen terrazas de cultivo o barras laterales que
que se plantea que el resto de la cuenca ha estado indiquen zonas idóneas para cultivo de cereal.
sometida a continuos y fuertes cambios
ambientales que fueron, en primer lugar, de Por ello, nos inclinamos más hacia el
carácter antrópico y que afectaron la disposición de planteamiento de que el cereal debió llegar a
la vegetación del pasado. Vemos cómo los estudios Peñalosa y a los otros poblados del Rumblar a
palinológicos recogen por lo menos, en cuanto a la través del intercambio o bien dentro de una red de
diversidad de especies, una variación escasa con tributación entre el valle y la Depresión Linares-
respecto a la diversidad de especies observadas en Bailén. Por tanto apoyamos los planteamientos
la actualidad, aunque sí hay variaciones interesante iniciales del Proyecto Peñalosa (Contreras et al.
en lo referente a su cobertura, aunque, como ya 1985) sobre la imposibilidad de cultivar en estas
hemos señalado, la falta de datos cronológicos de zonas, dado lo quebrado del terreno, poco apto
las muestras nos dejan sin la posibilidad de para el cultivo, reduciéndose el suelo útil para la
correlacionar la temporalidad de la zona y la agricultura a la zona de valle, muy estrecho.
evolución de las asociaciones vegetales.
Lo máximo que obtendríamos en la cuenca
Los trabajos realizados en el yacimiento de baja del Rumblar serian valles con barras laterales,
Peñalosa a nivel carpológico fueron iniciados por A. centrales y con un escasísimo desarrollo
M. Arnaz, que documentó la presencia exclusiva de edafológico, permanentemente expuestas a la
productos cultivados, reducidos fundamentalmente dinámica de las riadas de la Cuenca del Rumblar y
a cariópsides de trigo (Triticum aestium L.) y de no se ve la posibilidad del desarrollo de poblados
cebada (Hordeum vulgare L.) junto a legumbres especializados en la producción de cereal al interior
como el guisante (Pisum sativum L.) y las habas de la cuenca, ya que la zona no lo permitía. Más
(Vicia faba L.), mientras que L. Peña (1995, 1999, bien observamos una especialización local de
1993) sobre la totalidad de las semillas recuperadas productos en función de la ubicación del poblado,
en la excavación arqueológica muestran un es decir una dependencia minera y metalúrgica de
espectro vegetacional de especies cultivadas y/o de los poblados adscritos a Sierra Morena y en

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Ecología Histórica
Interacciones Sociedad-Ambiente a Distintas Escalas Socio-Temporales

particular a la Cuenca del Rumblar y unas zona de la silvestre. El resto de evidencia faunística se
producción vinculadas los extensas áreas de relaciona con animales domesticados, como el
cultivos de la zona de la Depresión que serían la caballo, la vaca, los ovicápridos, el cerdo y el perro
despensa agrícola de la zona. Esta afirmación se (Morales 1990), de ahí que este espectro sea muy
sustenta también en la falta de evidencia de bajo en diversidad faunística silvestre, ya que la
subproductos de la trilla o del “primer aventado” en gran mayoría son especies provenientes de la
Peñalosa. domesticación.

Los recursos faunísticos Componente edáfico

Sanz y Morales (1991) identificaron nueve especies En la Cuenca del Rumblar observamos la presencia
de mamíferos en las que reconocieron Caballo de Fluvisoles (suelos aluviales), Regosoles,
(Equus caballus), Vaca (Bos taurus),Oveja,de O/C Litosoles, Arenosotes (suelos arenosos),
(Ovis aries/Capra hircus), Cabra, Cerdo (Sus Phaeozems (brunisems), Cambisoles (suelos
scrofa), Ciervo (Cervus elaphus), Conejo empardecidos) y Luvisoles (suelos lavados), que se
(Orictolagus cuniculus), Perro (Canis familiares), disponen en una serie de asociaciones bastante
129
Corzo (Capreolus capreolus) y S.I. Del total de complejas, importante en el desarrollo de cultivos
los fragmentos óseos analizados tan solo un 10,26 en el Argar para la zona del Rumblar serían los
% de los ellos corresponden a especies de carácter Fluvisoles por el desarrollo intenso de horizontes A
silvestre, (ciervo, corzo, conejo y jabalí) lo que y vinculados generalmente de manera puntual a los
indica una muy baja capacidad de uso de la fauna asentamientos que se desarrollan sobre el río
silvestre en las áreas en los alrededores de Grande Guadalevín y el río Renegadero. La escasa
Peñalosa, o los cotos de caza empleados en tiempo presencia de ellos se vincula a flujos o zonas
arqueológico. aterrazadas asociadas a sus cauces, pero que
presentan muy poca cobertura en el área de la
Poco hablaremos sobre la potencialidad cuenca; muy importante son los Calcisoles, pero se
faunística de la zona, ya que los datos con que hallan en las zonas al exterior de la cuenca
contamos son sobre todo a nivel de inventario, no particularmente en la zona de la depresión, suelos
habiendo realizado una toma directa de datos de que si presentan una gran potencialidad agrícola.
campo, debido a la complejidad de estos estudios. Este dato aboga en favor de una explotación
Lo que sí es importante recalcar es la agrícola centrada en la Depresión Linares-Bailén
elevada presencia de especies silvestres que aun (Figura 5).
se observan en la región y que han sido
reconocidas en las excavaciones realizadas en Es de aclarar que la zona de la Cuenca del
Peñalosa, lo que demuestra que la zona ha sido un Rumblar presenta casi en la totalidad de su
importante refugio faunístico y en particular la zona superficie tierras marginales o improductivas
norte de la Cuenca del Rumbar, donde existe una diagnosticadas por el tipo de suelo y/o por la
mayor diversidad y además podemos encontrar pendiente, mientras las zonas de la depresión
zonas protegidas debido a la quebrada fisiografía presentan tierras con moderada capacidad de uso
de la zona. diagnóstico del tipo de suelo, con riesgos de
erosión y pendiente, pero más productivas que las
Estos espacios en su mayoría están observadas en el Rumblar. Con base en estas
convertidos en cotos de caza cercados y observaciones edafológicas descartamos
generadores de un alto endogamia en la zona, actividades agrícolas en los yacimientos ubicados
factores que no podrían interpolarse hacia el en la zona de la Sierra y en particular en la Cuenca
pasado. Aunque es bien sabido que en Sierra del Rumblar, a no ser de cultivos de muy poca
Morena hay una variedad de cabras que podrían extensión vinculados a flujos con desarrollo edáfico
estar relacionadas con las osamentas de intenso, o zonas de terrazas antiguas muy escasas
ovicápridos obtenidas en Peñalosa, sólo que esta en la zona, de ahí que la base de la economía de
especie ya tiene un gran desarrollo de los yacimientos del Rumblar deba buscarse en
domesticación en al Argar y es difícil diferenciar de otros medios y no como base de abastecimiento
agrícola, que si podría observarse en la zona de la
129
depresión externa a la cuenca y donde se observa
7,48% de Caballo (Equus caballus), 10,39% de Vaca (Bos
la mayor densidad de yacimientos argáricos
taurus), 0,69 de Oveja, 10,82 de O/C (Ovis aries/Capra hircus),
0,36 de Cabra, 2,23 de Cerdo (Sus scrofa), 6,72 de Ciervo prospectados.
(Cervus elaphus), 3,21 de Conejo (Orictolagus cuniculus), 1,70
de Perro (Canis familiares), 0,33 de Corzo (Capreolus capreolus)
y un 56,07 de Sin Identificacion.

280
La fisiografía, la disposición espacial de los Otra serie de yacimientos se ubican en
grupos edafológicos y los inputs ambientales para relieves montañosos con influencia de fenómenos
la Cuenca del Rumblar podemos afirmar que poco endógenos y en parte acompañados con algún
131
o nada han variado las características y disposición control estructural . situados en laderas de
de los suelos tanto en la cuenca como en la zona pendientes acusadas y con un excelente control
de la depresión, de ahí que esta base económica visual del territorio.
cerealista no pueda aplicarse a los yacimientos al
interior de la Cuenca del Rumblar, mas sí a los Ya en las cimas y en las superficies de
observados en las zonas de la depresión. erosión de estas zonas ígneas se sitúan algunos
yacimientos, no de la Edad del Bronce, sino de
época romana y fuertemente fortificados que
La geomorfología de la Cuenca del Rumblar: directamente se vinculan a zonas de minería
132
metálica a cielo abierto .
Existe una relación directa de ciertas
unidades geomorfológicas con la disposición Una serie de yacimientos, entre los cuales
espacial de los yacimientos. Se puede observar una hallamos uno típicamente argárico pero atípico en
tendencia de los yacimientos a ubicarse en los lo que hace referencia al lugar de asentamiento,
escalones morfológicos de Linares (400 y 800 son aquellos vinculados a colinas con influencia de
133
msnm) y del piedemonte, y en menor medida en el fenómenos endógenos , ya que es de baja altitud,
escalón de Santa Elena (900 y 1.100 msnm), con poco control del territorio y con un muy bajo
aunque hay que señalar que la zona norte de la carácter defensivo. En este tipo de unidades
cuenca todavía no ha podido ser prospectada de morfológicas hallamos otra serie de yacimientos de
134
manera sistemática, por lo que es posible que aún época iberorromana y medieval . Otros
aparezcan más yacimientos de la Edad del Bronce yacimientos se hallan vinculados a la unidad
en esta área. Por tanto, la mayor concentración de morfológica de tipo colinas cupuliformes,
yacimientos se da en el piedemonte, zona con gran generalmente observadas hacia la zona suroeste
135
potencial agrícola y externa a la Cuenca del de la cuenca y en Baños de la Encina .
Rumblar (Figura 6).
Gran cantidad de yacimientos que se
Dentro de la tendencia de unidades observan en las zonas adyacentes a la Cuenca del
morfológicas para la ubicación de yacimientos al Rumblar y, no relacionadas morfológicamente con
interior de la cuenca observamos el frecuente uso ésta, se presentan en la zona de la Depresión
de cerros controlados estructuralmente y aislados Linares-Bailén. Están vinculados a relieves
de su dehesa original, generalmente de forma tabulares, relacionados con la estratificación de los
semicupuliforme y con un intenso control del materiales de Trías, y se sitúan en zonas de vegas
136
territorio, en particular de las zonas adyacentes a aluviales y de llanuras de inundación . En la zona
los grandes cauces, en particular sobre los no se han reconocido yacimientos relacionados con
basamentos pizarrosos. Este es el comportamiento
observado en los yacimientos situados en los 131
Como se observa en yacimientos observados hacia las
alrededores del embalse y en los ubicados en las vertientes orientales del sector de Galiarda y Navamorquín, en
cuencas de los tres grandes tributarios del particular los yacimientos argáricos VR1 y BE 5.
130
Rumblar . 132
133
Como VR-2 “Salas de Galiarda” y BE-68 “Navamorquín”.
Yacimiento BE-72 “Piedra Letrer a I”, no habitual en este tipo
de unidades morfológica.
134
yacimientos BE-78 “El Lentiscal”, BE-73 “Loma del Herbolar”,
BE-74 “Plaza Vieja”, BE-77 “S.N.”, BE-79 “Casita de la Abuela”,
130
Como se puede evidenciar en los yacimientos prospectados BE-75 “Fuente de los Yegüeros”, BE-76 “Arroyo Peregrina”, VR-
BE-1 “Peñalosa”, BE-58 “Isla de la Playa”, BE-14 “Piedras 29 “S.N.”, VR-28 “S.N.”, VR-30 “S.N.”, VR-31 “S.N.
135
Bermejas”, BE-54 “Obra de los Moros”, BE-2 “La Veronica”, BE- BE-9 “Castillo de Baños de la Encina”, BE-10 “Casco Urbano
7 “El Basurero”, BE-31 “Cuesta de la Gloria”, BE-16 “Cuesta del Baños de la Encina”, BE-17 “Cerro de la Mesta”, BE-26 “Cuesta
Gatillo II”, BE-15 “Cuesta del Gatillo I”, BE-30 “Confluencia del del Santo II.
136
río Grande y el río Pinto”, B-29, BE-8 “Cerrillo Redondo”, BE-28 Yacimientos BE-63 “La Campiñuela”, BE-36 “Viña del Beato”,
“Los Quintos II”, BE-27 “Los Quintos I”, BE-69 “Quintas de BE-25 “Viña del Beato”, BE-24 “Cortijo del Lentiscar”, BE-20
Majadilla -Cerro la Burraca”, BE-35 “El Murquigüelo II”, BE-34 “El “Camino de la Mesta”, BE-23 “Ermita del Santo Cristo del Campo
Murquigüelo I”, BE-33 “Desembocadura del arroyo del o del Camino”, BE-22 “Ermita de la Virgen de la Encina”, BE-57
Murquigüelo”, BE-21 “Isla del Cortijo de Murquigüelo”, BE-50 “El “Los Cañuelos”, BE-18 “Casa de los Rubiales”, BE-56 “Arroyo de
Retamón”, BE-52 “S.N.”, B-7, BE- 3”Castillejos”, BE- 5 “Cerro de la Alcubilla o de la Calera”, BE-67 “Camino del Mesto”, BE-65
Salcedo”, BE- 6 “Cuesta del Santo I”, BE-19 “La Nava”, BE- 4 “Camino a Majadavieja”, BE-66 “El Soldado”, BE-37 “Los
“Cien Ranas”, CA-1 “Cerro Barragan”, BE-11 “Cerro de las Ruedos”, BE-43 “Las Marquesas”, BE-40 “Las Mendozas II”, BE-
Obras”, BE-59 “Desembocadura del Arroyo de la Boquituerta”, 41 “Las Mendozas III”, BE-41 “S.N.”, BE-38 “S.N.”, BE-39 “Las
BE-61 “Cortijo o Casa de Don Juan de las Vacas”, BE-12 “S.N.”, Mendozas I”, BE-47 “La Lisarda”, BE-48 “Renacuajar”, BE-44
BE-49 “El Tambor”. “Contraminas” y BE-46 “Cerrillo Pico II”.

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las terrazas aluviales de la cuenca baja del las materias primas recuperadas en los yacimientos
Rumblar, junto a su desembocadura con el y más concretamente de Peñalosa, donde se han
Guadalquivir, algo que es muy frecuente en la zona podido obtener más de un millar de artefactos
de Guadiel. líticos, hallados en casi todos los complejos
estructurales del poblado. En las zonas de Sierra
Entre los yacimientos al interior del Rumblar Morena y de las sierras adyacentes predomina una
se observa un marcado y efectivo control del litología paleozoica de pizarras silíceo-arcillosas
territorio en aquellos que están vinculados a las que han sido empleadas como materiales de
unidades morfológicas de cerros controlados construcción en todos los yacimientos que se
estructuralmente y de los relieves montañosos con asentaron sobre este basamento, aunque los
influencia de fenómenos endógenos y en parte yacimientos ubicados sobre los basamentos ígneos
acompañados con algún control estructural. Estos han recurrido a estos materiales para el desarrollo
yacimientos, además de hallarse protegidos por los de sus fortificaciones.
abrigos rocosos naturales y sus líneas de defensa,
cuentan con un efectivo sistema de comunicación Con respecto a la naturaleza de las
visual, solamente restringido por los límites de las materias primas observadas en Peñalosa, tanto los
cuencas, de ahí que el sistema fuera muy efectivo elementos de uso común como el mineral extraído
en función del curso de los grandes cauces que de las minas pueden ubicarse todos en un diámetro
alimentaban el Rumblar. de 5 Km lineales de manera in situ, pero es muy
probable que la tendencia de los drenajes a
Yacimientos estratégicos en la zona son los juntarse todos en la zona del curso del Rumblar
observados en el límite más oriental de la cuenca, permitieran que toda una gama amplia de
aquellos que además controlaban la zona de la materiales de arrastre, anexados al curso, se
depresión y permitían una correspondencia visual depositaran en zonas cercanas a Peñalosa, por lo
con la zona del Guadiel y la zona del que no se ve una especialización en el
137
piedemonte . Así mismo yacimientos atípicos aprovisionamiento de los materiales de uso común
argáricos son los hallados en las zonas de colinas y gran parte de ellos fueran cogidos del cauce del
138
con influencia de fenómenos endógenos, los Rumblar, a excepción del mineral explotado que sí
cuales no presentan un efectivo control del tenia que ser extraído de vetas y transportado
territorio. Se hallan en zonas de deficiente defensa, desde los frentes de explotación al yacimiento de
pero relacionados visualmente con los yacimientos Peñalosa, y que se disponía en un diámetro
argárico observados en Galiarda como VR-1 “Siete oscilante entre 1,5 y 7 Km lineales distantes de
Piedras” y BE-51 “Piedra Letrera -Castillejo-”. Peñalosa. Vemos como hay una presencia elevada
de zonas mineralizadas y de interés minero en la
Muy baja defensa presentan los zona de Retamón, Galiarda, Arroyo Murquigüelo,
yacimientos vinculados a las colinas con influencia zonas del Polígono (Contraminas), vinculadas en
139
de fenómenos endógenos , además con un concreto a tres tipos de basamentos: las pizarras,
deficiente control del territorio. Este tipo de los materiales ígneos, generalmente de naturaleza
yacimientos no han podido ser referenciados granítica-diorítica, y las brechas.
cronológicamente debido a la ausencia de cultura
material en superficie que hubiera podido En la Cuenca del Rumblar un 80 % de la
diagnosticar la cronología cultural. Parecen no zona prospectada está representada por materiales
corresponder a época prehistórica o romana y metamórficos: cuarcitas, esquistos, pizarras,
quizás estén relacionados con la explotación de calizas, esquistos verdes, esquistos quiastolíticos.
recursos animales de la zona en época moderna. Muchos de ellos presentan variaciones laterales de
facies o estratificaciones, como es el caso de las
Recursos geológicos zonas de El Centenillo, La Carolina, Sierra de San
Andrés y zona de Selladores. Los materiales ígneos
La composición geológica de la Cuenca del en la zona se hallan representados por la presencia
Rumblar puede ser explicada en parte a partir de de dioritas, granodioritas con variaciones laterales a
granito y pórfidos graníticos Representan una
137
“Yacimientos BE- 6 “Cuesta del Santo I”, BE-17 “Cerro de la cobertura del 8 % del área analizada. Un tercer
Mesta”, BE- 5 “Cerro de Salcedo”, BE-19 “La Nava”, que grupo está compuesto por rocas sedimentarias, con
constituyen el nexo de unión entre los poblados de la sierra y los
una cobertura del 12 %. Se hallan representadas
del valle.
138
Entre ellos el BE-72 “Piedra Letrera I”. mayoritariamente por materiales Terciarios de
139
Yacimientos VR-26 “S.N.”, VR-27 “S.N.”, VR VR-28 “S.N.”, composición conglomerática: areniscas, areniscas
VR-29 “S.N.”, VR-30 “S.N.”, VR-31 “S.N.”, VR-32 “S.N.”, VR-33 no consolidadas, arcillas, calizas y margas. Además
“S.N.”, VR-34 “S.N.”, VR-35 “S.N.

282
los materiales Cuaternarios aquí observados tan estas arcillas empleadas en la fabrica de cerámica.
solo representan un 3 % del área analizada Otro tipo de materiales vinculados a la fábrica de la
cerámica son seguramente las arcillas y materiales
Hay una tendencia generalizada a ubicar finogranulares generados por las pizarras, que
los yacimientos argáricos sobre los basamentos también son en conjunto un gran aporte de materia
pizarrosos, ya que son los que generan relieves prima para la cerámica del yacimiento.
muy abruptos y son los basamentos que limitan la
zona de la depresión con la zona de la Cuenca del De todas formas es necesario ampliar la
Rumblar, proporcionando además un mejor control información concerniente a la naturaleza de los
visual de la región. Pero la litología no es materiales empleados en la manufactura con el fin
condicionante del asentamiento de los yacimientos de observar algún tipo de especialización en la
en la zona. Lo que sí podría ser un condicionante extracción de estas materias primas, ya que
de la ubicación de los yacimientos sería el dependiendo del material parental del cual tenemos
procesamiento y la distribución del mineral, siendo dos opciones inicialmente, es posible obtener
la extracción del mineral solo un factor secundario diferentes calidades de cerámica que pudieran
en la ubicación de los yacimientos, por lo que tener alguna significancia social. Se recalca que la
consideramos que estos yacimientos de Sierra cerámica empleada para la fabricación de vasos
Morena eran por lo menos los que limitaban la zona debe de ser obtenida en las áreas cercanas al
más oriental de la cuenca netamente metalúrgicos y poblado y suele estar en la mayor parte de los
mineros, especializados en la producción metálica y vasos muy poco depurada, portando numerosas
en su distribución hacia las zonas agrícolas del inclusiones no plásticas (micasquistos, cuarzo,
valle del Guadalquivir y de la Depresión de Linares- feldespato, mica, etc.). Esto se aprecia sobre todo
Bailén. Sería muy importante a largo plazo definir en las vasijas de producción de alimentos y de
cual es la de los yacimientos más cercanos a las almacenaje (Contreras et al. 1993).
zonas de extracción, para establecer cuales son los
patrones de asentamiento de los yacimientos ya La Situación del Poblamiento y la Localización
inmersos en Sierra Morena. Con respecto a la de las Minas
cerámica Milá y Arana (2003) ha realizado una
serie de investigaciones de la que ya hemos El Grupo Argárico del Alto Guadalquivir
hablado, pero de la cual solo extraeremos que de la como una entidad arqueológica que incluye un
totalidad del área excavada en Peñalosa los Ic grupo de formaciones sociales cuya vinculación en
“Individuos Cerámicos” fueron producidos con al la circulación de elementos de prestigio
menos dos materias primas diferentes. A pesar de aristocrático durante la Edad del Bronce (mediados
ello, y de modo preliminar, ambas fábricas definidas del II Milenio a.C.) elementos de prestigio entre los
presentan, desde un punto de vista mineralógico y cuales se vincularía la circulación del mineral
petrográfico, claras compatibilidades con un (Contreras et al. 1995, 2000b, Contreras y Cámara
140
“ambiente ígneo” como el que predomina en las 2002) .
áreas cercanas a Peñalosa (Cuarzo, Feldespato Contreras (2004) plantea como dentro de
alcalino, plagioclasa e illita-moscovita) A pesar de las estrategias económicas se halla el sector
esta compatibilidad que podría sostener un origen minero, aunque otros niveles de la economía son
local (bajo en feldespato alcalino y plagioclasa o la importantes como lo demuestran los resultados
ausencia de los dos, presencia o no de Clorita), hay arqueológicos obtenidos en la excavación de los
que tener en cuenta que no se ha encontrado poblados de Sevilleja y Peñalosa que nos hablan
ningún alfar argárico por esta zona, con lo que de la importancia de la agricultura y la ganadería,
estos resultados deben contemplarse como además no descarta que una parte de la producción
hipótesis a contrastar (Milá y Arana 2003). agrícola basada en la producción cerealística
llegara al poblado como intercambio por el metal,
De ahí que sea posible que las materias recalcando que el factor minero y metalúrgico
primas provinieran de arcillas generadas de condiciona en gran medida la vida de este grupo
basamentos pertenecientes a granitos y argárico el valle del río Rumblar sufre un
granodioritas de la zona de Galiarda y Navamorquin poblamiento organizado y jerarquizado, dirigido
como materias primas de naturaleza ígnea más desde la Depresión, enfocado hacia la explotación
cercanas a Peñalosa, aunque debemos tener en
cuenta los posibles aportes del granito que aparece 140
en la casa de la Nava, también existe la posibilidad Contreras (2004) plantea que uno de los factores que
caracterizan este grupo es el condicionamiento de la explotación
que la meteorización, de diques de carácter de los filones cupríferos del interior de la cuenca, además el
pegmatítico y aplítico también generara parte de procesamiento del mineral es una de las bases de la
organización socio-política en el Argar del Guadalquivir).

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intensiva del mineral de cobre y, posiblemente que durante la Edad del Bronce una serie de
también de plata, localizado en grandes filones en productos, como el metal, circulan de unas
esta zona. comunidades a otras dentro y fuera de la cultura
argárica. Esta circulación la tenemos que relacionar
Se plantea que existe un marcado patrón con los circuitos que ya existían durante la Edad del
de los asentamientos en función del control del Cobre para los bienes de prestigio (ídolos,
territorio y de las zonas mineras, aunque expone cerámicas de lujo, etc.), que se habían utilizado
que no es reconocible un patrón entre la ubicación para justificar el poder de determinados centros y
de las minas y la disposición espacial de los clanes (Contreras y Cámara 2002).
poblados, es más, no se observa un control visual
directo desde los poblados sobre algunos de los Es de importancia recalcar que sí se ve una
centros de extracción, de ahí que no se observe relación directa de poblados muy fortificados con
una relación directa entre estos dos elementos. Es las minas en época romana, donde si hay un
143
más, algunos yacimientos cercanos a zonas control directo de las zonas de extracción . Se
mineras rompen el esquema de patrón de podría sugerir que en las tierras inundadas por el
asentamiento observados en la zona para embalse posiblemente existieran restos de
yacimientos de la Edad del Bronce, como lo explotaciones mineras. Este planteamiento no nos
141
manifiestan los asentamientos , que se encuentra parece factible, ya que se ha comprobado que las
junto a las posibles minas, aunque su posición en mineralizaciones se hallan concentradas en la zona
una zona baja está supervisada por el poblado de de Gallarda, Murquigüelo, Contraminas, La Nava,
Los Castillejos que se encuentra inmediatamente La Nava de Andújar, Araceli, El Centenillo, Los
por encima de él y que es el poblado que realmente Guindos y La Carolina y lo más seguro es que en la
tiene control visual de la zona. El hecho de que sea zona del Rumblar poca o ninguna mineralización
un asentamiento bajo y cercano a la mina no fuera posible, de todas maneras queda la duda ya
implica necesariamente que fueran un que datos batimétricos serían de interés para
asentamiento especializado en la extracción observar si hubo o no actividades mineras en las
minera. Esto únicamente se puede contrastar zonas sumergidas del embalse. Como hemos
mediante la excavación arqueológica (Figuras 8 y observado las distancias entre las minas y los
9). poblados puede oscilar entre un mínimo de 50 a
150 m de distancia hasta los 5 Km a 7 Km.
Hay que aclarar que algunos poblados, una
minoría, presentan en los mismos lugares de La Distribución de la Explotación en Función del
asentamiento rasgos de minería contemporánea Poblado y Circulación del Mineral
con desarrollo de pozos y/o galería, como ocurre en
142
ciertos yacimientos . Es posible que implique que Para establecer los mecanismos de
la minería haya persistido desde épocas más circulación del mineral no solo se debe tener en
antiguas, de las cuales no tenemos vestigios, cuenta la ubicación de las minas, los yacimientos,
aunque no necesariamente tiene que haber existido los posible caminos y veredas o zonas de tránsito
esta tradición minera, sobre todo teniendo en entre yacimientos, sino las relaciones espaciales de
cuenta los grandes lapsos de tiempo existentes en los yacimientos de las sierras con los yacimientos
esta explotación a lo largo de la historia. No agrícolas de la depresión, así como la comparación
pensamos que la localización de los asentamientos entre los yacimientos y su cultura materia,
estén controlados por factores de explotación incluyendo el mineral procesado. Aunque como ya
minera, ni que cada asentamiento tuviera asociado hemos comentado anteriormente sólo contamos
una explotación minera adyacente al poblado, mas con la información cultural recuperada de Peñalosa.
si las disposición de los asentamientos podría ir en
función de la defensa de las actividades de Se cuenta con la información de la posición
circulación y distribución del metal, y que aquellos geográfica de algunos de los yacimientos
asentamientos vinculados a zonas explotadas observados en la Cuenca del Rumblar a través de
fueron más factores del azar por la ubicación de las una serie de prospecciones realizadas en la zona.
vetas que en si por estrategias de explotación. Se dispone también de la información de la minas,
y con respecto a los caminos y veredas en la época
Ya Contreras (2004) había planteado como del Argar es difícil establecer las líneas de
en el análisis del registro arqueológico nos indica comunicación entre yacimientos, pero se cuenta
141
Cercanos a Doña Eva, en particular BE-78 “El Lentiscal.
142 143
Yacimientos BE- 4 “Cien Ranas”, BE- 5 “Cerro de Salcedo”, Como se refleja en los yacimientos BE-70 “Cerro de la Mina la
CA-5, BE- 7 “El Basurero”, o Cerro del Plomo. Botella” y VR-2 “Salas de Galiarda.

284
con la información de caminos y veredas existentes Muy posiblemente los parámetros de circulación
en la zona para finales del siglo XIX (Figuras 8 y 9) iban en pos de evacuar el mineral desde la Sierra a
antes de la existencia del embalse y que nos puede zonas de más fácil acceso a través de Baños de la
sugerir la conexión existente entre diversas zonas o Encina, o poblados ubicados en esa margen
asentamientos del Argar al interior de la Cuenca del oriental de la cuenca. La circulación del mineral
Rumblar, además de disponer de algunos estudios posiblemente comenzaba directamente desde la
sobre los caminos y veredas Romanas realizado extracción y limpieza de la mineralización al
por Corchado (1963) , en la cual se recalcan desprenderla de la ganga en las zonas de
algunos caminos y veredas que afectaban explotación mineral, de ahí su posterior transporte
directamente la Cuenca del Rumblar. hasta los poblados o núcleos de procesamiento. Es
difícil definir si los centros mineros que se han
Un primer camino que viene de la localizado dependen de un poblado cercano o de
depresión, en particular desde Bailén, pasa por un poblado central (Figura 10).
Baños de la Encina y toma las dehesas entre los
ríos Grande Guadalevín y Pinto, posiblemente Los estudios de isótopos de Pb demuestran
hasta la zona de la sierra. Un segundo camino, que que la fracción mineral analizada de los complejos
está trazado sobre el límite occidental de la cuenca, estructurales de Peñalosa, son en su gran mayoría
pasa por Galiarda. Un tercer camino, que toma provenientes de las áreas mineras de el Polígono
todos los poblados de la depresión, sigue la actual (Contraminas), Don José Palacios y las áreas de
dirección de la autovía A-4 o E-5, pasando por Galiarda con zonas de contacto con las pizarras de
Despeñaperros. Un último camino, que parte de Retamón, por lo menos las actualmente
Bailén, va hasta La Carolina sobre el anterior identificadas, pero hay cuatro eventos de
trazado, solo que en La Carolina toma el camino en mineralización que no pueden identificarse su
dirección a El Centenillo y se introduce en Sierra procedencia debido a que no se disponen de más
Morena. análisis de otras zonas mineras con que comparar.

Otra serie de caminos están La disposición de los yacimiento no parece


interconectados en la zona de la Depresión y se estar vinculado directamente a la distribución
unen a estos en los pueblos de la Depresión espacial de las explotaciones mineras, ni a su
Linares-Bailén. Es de importancia recalcar que explotación, mas si en función del control del
muchos de los yacimientos romanos se hallan territorio y por lo menos en cuanto a la información
interconectados por estas vías, que posiblemente de las prospecciones hechas en función del control
ya fueran utilizados en épocas anteriores, ibérica y de las áreas de la depresión desde enclaves
Bronce Final, y quizás conocidos y utilizados en estratégicos como en el limite de la cuenca y la
144
época argárica. Por tanto, a pesar de las depresión .
limitaciones que puede tener esta interpretación,
son muy útiles para nuestro estudio estas El mineral extraído es llevado a los
cartografías antiguas. asentamientos donde es procesado y trabajado, y
posiblemente comercializado con las zonas
Es posible que el flujo de mineral externas a la Sierra, donde se desarrollaba una
coincidiera con las veredas y los caminos romanos, intensa actividad agrícola. De ahí que plantee que
ya que vemos que muchos de ellos llevaban los yacimientos que limitaban la Cuenca del
consigo la extracción y transporte del mineral desde Rumblar en todo su cinturón oriental y en particular
Sierra Morena hacia ciudades y centros los de la zona del Sureste de la cuenca son
comerciales romanos de la Depresión de Linares- importantes dentro del proceso de comercialización
Bailén como Cástulo, Iliturgi o Isturgi, de ahí que el del mineral y los excedentes agrícolas obtenidos de
trazado de caminos y vías del Argar pudieran ser el las zonas de la depresión, planteamiento que solo
antecedente de las vías y caminos romanos, solo podría solucionarse al desarrollar otras
que la intrincada res de vías argáricas sería más excavaciones sistemáticas en los yacimientos
compleja al hallarse muchos yacimientos aislados observados en este eje oriental de la Sierra.
de estas vías principales, de ahí que el
conocimiento de la red de caminos de finales del Conclusiones
siglo XIX nos permita una aproximación a una
solución de esta problemática del espacio y la El distanciamiento entre yacimientos exhibe
circulación del mineral y del metal. patrones de 50 a 100 metros vinculados a los

144
El Polígono, El Cortijo Salcedo o el alto de la Cuesta del
Santo.

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cursos de agua. Reconocimiento continuos Las materias primas de la cerámica


periodos de deforestación con la imposibilidad de provienen de arcillas generadas de basamentos
cultivar las zonas de vertiente de las unidades perteneciente a granitos y grano dioritas de la zona
pizarrosas, no es factible el desarrollo de poblados de Galiarda Navamorquin como materias primas de
especializados en la producción de cereal al interior naturaleza ígnea más cercanas a Peñalosa, aunque
de la cuenca, pero existe zonas de producción debemos tener en cuenta los posibles aportes del
vinculadas los extensas áreas de cultivos de la granito que aparece en la casa de la Nava, también
zona de la Depresión que serían la despensa existe la posibilidad que la meteorización, de diques
agrícola de la zona. El espectro faunístico de carácter pegmatítico aplítico también generara
recuperado Peñalosa es muy bajo en diversidad parte de estas arcillas empleadas en la fabrica de
faunística silvestre, ya que la gran mayoría son cerámica; otra fabrica para la cerámica son
especies provenientes de la domesticación, seguramente las arcillas y materiales fino
evidenciando la presencia de áreas de pastoreo y granulares generados por las pizarras, que también
de movilidad, sugiriendo la existencia de un paisaje son en conjunto un gran aporte de materia prima
dominado por zonas despejadas de vegetación y para la cerámica del yacimiento.
con bajos bancos de semillas, o de rebrotes que
facilitarían la no regeneración de bosques y Estas materias primas observadas en Pe
rastrojos. alosa, pueden ubicarse todos en un diámetro de 5
Km lineales de manera in situ, pero es muy
Los perfiles de suelos generalmente tienen un perfil probable que la tendencia liade los drenajes a
característico de tipo AC, con bajos contenidos de juntarse todos en a la zona del curso del Rumblar,
materia orgánica en los horizontes superficiales, no se ve una especialización en el
con pobre fertilidad natural a veces con pHs aprovisionamiento de los materiales de uso común
extremadamente ácidos, pero importante en el y gran parte de ellos fueran cogidos del cauce del
desarrollo de cultivos en el Argar para la zona del Rumblar a excepción del mineral explotado que si
Rumblar serían los Fluvisoles por el desarrollo tenia que ser extraído de vetas y transportado
intenso de horizontes A y vinculados generalmente desde los frentes de explotación al yacimiento de
de manera puntual a los asentamientos que se Peñalosa, y que se disponen en un diámetro
desarrollan sobre el río Grande Guadalevín y el río oscilante entre 1,5 y 7 Km lineales distantes de
Renegadero, así mismo los Calcisoles, pero se Peñalosa. Es posible que una condicionante de la
hallan en las zonas al exterior de la cuenca ubicación de los yacimientos sería el procesamiento
particularmente en la zona de la depresión, suelos y la distribución del mineral, siendo la extracción del
que si presentan una gran potencialidad agrícola. mineral solo un factor secundario en la ubicación de
Es de aclarar que casi en la totalidad de su los yacimientos
superficie hay tierras marginales o improductivas
diagnosticadas por el tipo de suelo y/o por la En la prehistoria y particularmente en el
pendiente, mientras las zonas de la depresión Argar parece existir un control del territorio bastante
presentan tierras con moderada capacidad de uso marcado, más no parece existir un control directo
diagnostico del tipo de suelo, con riesgos de de las zonas mineras, control que sí parece ser
erosión y pendiente, pero más productivas que las más efectivo en época romana, aclarando que la
observadas en el Rumblar mayor parte de los filones se encuentran en zonas
de piedemonte con pocas posibilidades de defensa
Existe una relación de la ubicación de los de tipo natural, aunque en su mayoría presentan la
asentamientos con áreas controladas posibilidad de ser controlados a nivel territorial
estructuralmente tanto en zonas de dominio de desde diferentes poblados situados a mayor altura
pizarras como de materiales ígneos, además existe y ubicados estratégicamente, no solo para el control
un marcado y efectivo control del territorio en del territorio, sino también para el control de las
aquellos que están vinculados a ciertas unidades minas que en gran parte son de difícil visualización
morfológicas, pero es de importancia observar la desde los yacimientos.
existencia de yacimientos estratégicos en la zona
como los observados en el límite más oriental de la Siete posibles zonas de proveniencia del
cuenca, aquellos que además controlaban la zona mineral son vinculadas al mineral recuperado en los
de la depresión y permitan una correspondencia complejos de Peñalosa, a ellos podemos vincular 9
visual con la zona del Guadiel y la zona del grupos de muestras de interés quizás relacionadas
piedemonte. con eventos de mineralización. Del total de las
muestras mineralizadas analizadas y provenientes
de los complejos estructurales del yacimiento de

286
Peñalosa se puede considerar que un 5,8 % los yacimientos que limitaban la Cuenca del
provienen de la zona minera de D. José Palacio, un Rumblar en todo su cinturón oriental y en particular
47 % de la región del Polígono (Contraminas), un los de la zona del Sureste de la cuenca son
17,6 % de las zonas de Galiarda y zona de contacto importantes dentro del proceso de comercialización
con Retamón, y un 29,4 % no se le ha podido del mineral y los excedentes agrícolas obtenidos de
determinar proveniencia alguna, aunque son de las zonas de la depresión, planteamiento que solo
proveniencia de basamento pizarroso, lo que limita podría solucionarse al desarrollar otras
la ubicación solamente al basamento Carbonífero. excavaciones sistemáticas en los yacimientos
Así mismo las explotaciones de minería no metálica observados en este eje oriental de la Sierra.
sólo se han centrado en la extracción de dos tipos
de basamentos: las pizarras y las areniscas. Referencias Bibliográficas

Es posible que el flujo de mineral • Aguayo de Hoyos, Pedro., y Francisco Contreras


coincidiera con las veredas y los caminos Cortés. 1981: El poblado Argárico de la Terrera del Reloj
empleados en época romana, ya que vemos que (Dehesas de Guadix, Granada), Cuadernos de
muchos de ellos llevaban consigo la extracción y Prehistoria de la Universidad de Granada 6:257-286.
transporte del mineral desde Sierra Morena hacia • Aguayo de Hoyos, Pedro; G. Martinez Fernández,
Gabriel; F. Moreno Jiménez. 1989-90. Articulación de los
ciudades y centros comerciales romanos de la sistemas de hábitats neolíticos y eneolíticos en función de
Depresión de Linares-Bailén como Cástulo, Iliturgi o la explotación de los recursos naturales en la Depresión
Isturgi, de ahí que el trazado de caminos y vías del de Ronda, Cuadernos de Prehistoria de la Universidad de
Argar pudieran coincidir con ellos, solo que la Granada 14-15: 67-84.
intrincada res de vías argáricas sería más compleja • Arnaz, Ana María. 1991. Materiales carpológicos del
al hallarse muchos yacimientos aislados de estas yacimiento de Peñalosa (Baños de la Encina, Jaén),
vías principales, de ahí que el conocimiento de la Trabajos de Prehistoria 48: 405-418.
red de caminos de finales del siglo XIX nos permita • Bellot, F. 1978: El tapiz vegetal de Península Ibérica,
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comenzaba directamente desde la extracción y climatics durant el Neolitic a la facana mediterranea
limpieza de la mineralización al desprenderla de la Iberica. I Congres del Neolitic a la peninsula Iberica, Gava
ganga en las zonas de explotación mineral, de ahí Bellaterra. No 1, Rubricatum. p 21-25.
su posterior transporte hasta los poblados o • Butzer Karl, W. 1989: Arqueología– Una ecología del
núcleos de procesamiento. Es difícil definir si los Hombre: Método y teoría para un enfoque contextual,
centros mineros que se hallan localizados son de Bellaterra, Barcelona España, 1989.
propiedad privada o no, dependiente de un poblado • Camara Serrano, José Antonio. 2001. El ritual
o centros de explotación cercano; no sabemos si funerario en la prehistoria reciente en el sur de la
península Ibérica. Oxford: British Archaeological Reports,
hay un sentido de la propiedad privada sobre las
BAR Internacional Series, No 913, 342 p.
zonas directas de explotación o eran áreas • Camara Serrano, José Antonio y Francisco Contreras.
comunales, es bastante complejo entrar en esta 1993. Modelos sobre la jerarquización social en el sur de
discusión ya que no se tienen elementos culturales la Península Ibérica. Peñalosa análisis histórico de las
para resolver este cuestionamiento, pero la comunidades de la Edad del Bronce del piedemonte
disposición de los yacimiento no parece estar meridional de Sierra Morena y Depresión Linares-Bailén,
vinculado directamente a la distribución espacial de Junta de Andalucía. Sevilla. p.361-404
las explotaciones mineras, ni a su explotación, mas • Camara Serrano, José Antonio; Contreras Cortés,
si en función del control del territorio y por lo menos Franciso; Pérez, Cristobal y Lizcano, Rafael. 1996.
en cuanto a la información de las prospecciones Enterramientos y diferenciación social II. La problemática
del Alto Guadalquivir durante la Edad del Bronce,
hechas en función del control de las áreas de la
Trabajos de Prehistoria 53,1: 91-108.
depresión desde enclaves estratégicos como en el • Camara Serrano, José Antonio; Mila Otero.M.S;
limite de la cuenca y la depresión (El Polígono, El Arana Castillo. R. Contreras cortes. F. 2002- 2003
Cortijo Salcedo o el alto de la Cuesta del Santo); es Estudio Arqueométrico de diversos materiales cerámicos
claro observar que el mineral extraído es llevado a procedentes de Peñalosa (Baños de la Encina, Jaén).
los asentamientos donde es procesado y trabajado, Informe preliminar. Anuario Arqueologico de Andalucia.
y posiblemente comercializado con las zonas • Cano Carmona, Eusebio; Hervas Serrano, Juan Luis;
externas a la Sierra, donde se desarrollaba una Fernández Lopez, Carlos. 1991. Plantas vasculares que
intensa actividad agrícola. De ahí que plantee que en Jaén son exclusivas de Sierra Morena. Sierra Morena

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Universidad Tecnológica de Pereira-Sociedad Colombiana de Arqueología-Universidad del Cauca, 2008
Ecología Histórica
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290
Figura 1. Esquemas que vinculan la interpretación cultural de un yacimiento arqueológico

Figura 2. Localización de la Cuenca el Rumblar en las estribaciones de Sierra Morena (Jaén, España).

291
Universidad Tecnológica de Pereira-Sociedad Colombiana de Arqueología-Universidad del Cauca, 2008
Ecología Histórica
Interacciones Sociedad-Ambiente a Distintas Escalas Socio-Temporales

Figura 3. Disposición de los yacimientos argáricos y romanos, así como la disposición de las zonas de explotación mineras reconocidas en
la cuenca del Rumblar en diversas prospecciones.

Figura 4. Disposición vegetacional de los diversos elementos observados en la cuenca del Rumblar, a la izquierda basado en mapas de
1800 y derecha distribución actual.

292
Figura 5. Disposición de los diferentes tipos de suelos observados en la cuenca del Rumblar, y su distribución.

Figura 6. Fisiografía de la Cuenca del Rumblar

293
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Ecología Histórica
Interacciones Sociedad-Ambiente a Distintas Escalas Socio-Temporales

Figura 7. Geología de la cuenca del Rumblar

Figura 8. Zonas de proveniencia del mineral presente en Peñalosa

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Figura 9. Localización de minas y su relación con los yacimientos arqueológicos

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Ecología Histórica
Interacciones Sociedad-Ambiente a Distintas Escalas Socio-Temporales

Figura 10. Imágenes y Mapas de zonas mineras y su vínculo con la disposición de yacimientos en la cuenca del Rumblar

Figura 11. Esquemas que vincula la interpretación cultural de un yacimiento arqueológico

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Figura 12. Esquemas que vincula la interpretación cultural de un yacimiento arqueológico

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Ecología Histórica
Interacciones Sociedad-Ambiente a Distintas Escalas Socio-Temporales

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Autores
Francisco Javier Aceituno Bocanegra

Es profesor asistente del Departamento de Antropología de la Universidad de Antioquia, Medellín, Colombia.


Doctor en Arqueología Prehistórica de la Universidad Complutense de Madrid (2002). Áreas de interés:
cazadores-recolectores, paleoecología, análisis de almidones y origen de la agricultura en los bosques
húmedos de montaña en Colombia.
csfjace@antares.udea.edu.co

Pedro José Botero Zuluaga

Investigador Fundación Terra Preta. Obtuvo su título de Master en Suelos de la Universidad Autónoma de
Chapingo, México. Ha colaborado ampliamente con los proyectos de arqueología en Colombia, mediante sus
análisis de suelos, y ha sido igualmente invitado internacional.
pedrobotero_pb@yahoo.es

Silvia Helena Botero Arcila

Es antropóloga de la Universidad de Antioquia con especialización en Gestión Ambiental. Durante más de 10


años ha estado vinculada a firmas de ingenieros realizando parte del grupo de especialista en estudios de
Impacto Ambiental, donde ha desarrollado investigaciones sobre el componente arqueológico. Ha realizado
prospecciones y excavaciones arqueológicas en el marco de la arqueología de rescate en Antioquia, Viejo
Caldas, Magdalena Medio, Cartagena y Cerrejón. Participó en 1995 en la elaboración del Atlas Arqueológico de
Antioquia.
silviabotero@gmail.com

Martha Cecilia Cano Echeverri

Es antropóloga egresada de la Universidad de Antioquia. Cursa el Doctorado de Arqueología en la Universidad


Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires, Argentina. Es Docente catedrática de la Universidad
Tecnológica de Pereira, en la Facultad de Ciencias Ambientales. Desde el 2000 viene trabajando como
investigadora en el Laboratorio de Ecología Histórica y Patrimonio Cultural. Cuenta con experiencia en
investigación desde 1990 y son varias sus publicaciones sobre arqueología de Risaralda.
mcano@utp.edu.co

Gonzalo Correal Urrego

Profesor Emérito de la Universidad Nacional de Colombia. Antropólogo con una amplia experiencia en la
arqueología colombiana sobre el tema de hombre temprano. Ha sido director del Instituto Colombiano de
Antropología e investigador del Instituto de Ciencias Naturales de la Universidad Nacional de Colombia. Los
resultados de sus investigaciones han sido publicados tanto nacional como internacionalmente.
gocorreal@etb.net.co

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Ecología Histórica
Interacciones Sociedad-Ambiente a Distintas Escalas Socio-Temporales

Ruth Dickau

Es becaria postdoctoral en la University of Calgary, Alberta, Canadá. Recibió su Ph.D. en Antropología en


Temple University, Philadelphia USA en el año 2005. Ha realizado investigaciones en campo en Nicaragua,
Panamá y Colombia. Sus áreas de interés cubren los campos de la paleoetnobotánica, arqueología ambiental,
ecología humana en los Neotrópicos, con particular atención en la dispersión de cultivos y orígenes de la
agricultura.
redickau@ucalgary.ca

Franz Xavier Faust

Es profesor del Departamento de Antropología de la Universidad del Cauca, Popayán. Estudió en la Universidad
de Münich. Disciplina principal: Etnología. Disciplina lateral: geografía y botánica. Temas de investigación:
Cosmología y medicina campesina e indígena; la Cultura como factor ecológico, navegación sin instrumentos.

Arleen Garcia-Herbst

Es candidata doctoral en Arqueología en Universidad de California en Santa Barbara (UCSB). Sus


investigaciones de campo y gabinete se han desarrollado en el sudoeste estadounidense (Arizona, Colorado y
Nevada), y en Patagonia, Argentina. Su mayor interés son las adaptaciones de cazadores-recolectores durante
el Holoceno Medio y Tardío en ambientes semidesérticos.
agarciaherbst@gmail.com

Alba Nelly Gómez García

Es antropóloga de la Universidad de Antioquia, con especialización en Ciencias de la Tierra de la Universidad


EAFIT y aspirante al doctorado en Prehistoria de la Universidad Complutense de Madrid. Es profesora asistente
del Departamento de Antropología, de la Universidad de Antioquia, coordinadora del Grupo de Investigación y
Gestión sobre Patrimonio (Departamento de Antropología y Museo Universitario de la Universidad de Antioquia)
e investigadora del Grupo de Investigación en Arqueología y Patrimonio Regional GRAPA, de la Universidad del
Tolima. Sus intereses académicos están entre la arqueología del paisaje y el patrimonio arqueológico.
angomez@hotmail.com

Juan Manuel González Castaño

Es geólogo de la Universidad EAFIT de Medellín. Especialista en Ciencias de la Tierra y Medio Ambiente,


Universidad EAFIT, con Especialización en Geomática de la Universidad de Manizales. Desde hace más de una
década trabaja en atención y prevención de desastres, como funcionario y contratista de la Gobernación de
Risaralda y la Alcaldía de Pereira. Participó en la primera edición del Atlas de Risaralda.
jumago@yahoo.com

Piedad Marcela Jaramillo Nieto

Es antropóloga egresada de la Universidad de Caldas (Manizales). Ha trabajado en distintos proyectos de


investigación arqueológica en Atlántico, Caldas y Risaralda.
coreguaje1@hotmail.com

Alexis Jaramillo Justinico

Es geólogo MSc, PhD, Grupo de Investigaciones Ambientales Agua, Aire y Suelo – GIAAS- de la Universidad
de Pamplona, Ingenieria ambiental, Facultad de de Ingenierías y Arquitectura.
aljaramillo@unipamplona.edu.co, alexjustinico@hotmail.com

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José Luis Lanata

PhD., es profesor del Departamento de Ciencias Antropológicas de la Universidad de Buenos Aires,


Investigador Independiente del CONICET-CEBBAD- y de la Universidad de Buenos Aires, y Simón Bolívar
Profesor de la Universidad de Cambridge, UK. Su especialidad es el estudio de la evolución de los cazadores-
recolectores. Dirige el Departamento de Ciencias Naturales y Antropológicas del CEBBAD-Fund. F. de Azara.
Ha publicado libros y artículos en ediciones y revistas científicas nacionales e internacionales.
jllanata@fibertel.com.ar

Nicolás Loaiza Díaz

Es antropólogo de la Universidad de Antioquia. Miembro del grupo de investigación Laboratorio de Arqueología


de la misma institución desde 2002. Actualmente es estudiante de doctorado en Temple University,
Philadelphia, como; Wadsworth International Fellow de la Wenner-Gren Foundation y Faculty Fellow de Temple
University. Áreas de interés: tecnología lítica, paleoecología y teoría evolutiva, especialmente aplicadas al
poblamiento temprano y origen del cultivo de plantas en los bosques tropicales en Sur América.
nicolasloaizadiaz@gmail.com

Luis Francisco López Cano

Es antropólogo egresado de la Universidad Nacional de Colombia con énfasis en arqueología y etnohistoria. Se


ha venido desempeñando como docente, conferencista e investigador sobre temas relativos a imaginarios y
representaciones populares, arqueología prehispánica, arqueoastronomía y epigrafía. Es investigador asociado
del Instituto para la Investigación y la Preservación del Patrimonio Cultural y Natural del Valle del Cauca INCIVA
y, del Grupo de Restauración Ecológica del Instituto de Ciencias Naturales de la Universidad Nacional en
Bogotá, donde, ha efectuado labores de reconocimiento etnohistórico y arqueológico de zonas de impacto
ubicadas en los departamentos de Cundinamarca, Córdoba y Cesar. Su interés actual, va dirigido al análisis e
interpretación del calendario muisca como avance de un proyecto sobre pictogramas y sistemas de escritura.
fralopezca@gmail.com

Carlos Eduardo López Castaño

Es profesor de planta de la Universidad Tecnológica de Pereira, adscrito a la Facultad de Ciencias Ambientales.


Con formación en Antropología obtuvo su título de Pregrado en la Universidad Nacional de Colombia (sede
Bogotá) en 1988; y su maestría y doctorado en Temple University, Philadelphia USA. en el año 2004. Ha tenido
experiencia en investigaciones desde 1987 y cuenta con diversas publicaciones. Dirige el Grupo en Gestión de
Cultura y Educación Ambiental y el Laboratorio de Ecología Histórica y Patrimonio Cultural.
cel@utp.edu.co

Juan Manuel Llanos Chaparro

Es antropólogo y Magíster en Antropología de la Universidad Nacional de Colombia. En la actualidad es Becario


(docente-investigador) del Instituto de Educación a Distancia IDEAD de la Universidad del Tolima, investigador
del Grupo de Investigación en Arqueología y Patrimonio Regional GRAPA y miembro del Grupo de
Investigación en Cuencas Hidrográficas de la misma Universidad. Su interés profesional abarca los campos del
patrimonio cultural, las dinámicas territoriales y los procesos socioambientales prehispánicos.
jmllanos@gmail.com

Luis A. Martino

Es profesor adjunto de la Universidad Tecnológica Nacional (Argentina) y su actividad de investigación la realiza


en el grupo de Geofísica Aplicada y Ambiental del Departamento de Física de la Universidad de Buenos Aires.
Sus trabajos se encuentran centrados en aplicar modelos de difusión de fluidos en medios porosos para el
modelado de especies invasoras.
lmartino@df.uba.ar

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Ecología Histórica
Interacciones Sociedad-Ambiente a Distintas Escalas Socio-Temporales

Willian Jairo Mavisoy Muchavisoy

Es integrante del pueblo indígena kamëntšá asentado en el municipio de Sibundoy del departamento del
Putumayo (Colombia); estudiante de Antropología en la Universidad del Cauca (Popayán-Colombia). Desarrolla
su tesis sobre los conceptos de Territorio y espacio-tiempo a partir de la lengua de los Kamëntšá en su
Resguardo Indígena Kamëntšá Biyá de Sibundoy, buscando comprender el “contacto” y sus consecuencias
económicas, políticas, culturales, sociales y ambientales, producto del continuo poblamiento por parte de los
colonos y/o campesinos.
Wjbobontse_29@yahoo.com

María Almeira Navia Gómez


Es antropóloga egresada de la Universidad del Cauca, Popayán.
nalmeira@hotmail.com

Ana Osella

PhD., es profesora del Departamento de Física de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la


Universidad de Buenos Aires e Investigadora Principal del CONICET. Su línea principal de investigación está
relacionada con la inducción electromagnética men la Tierra; trabaja en métodos eléctricos y electromagnéticos
de prospección geofísica con aplicaciones a problemas ambientales. Dirige el Laboratorio de Geofísica Aplicada
y Ambiental de la UBA. Tiene numerosas publicaciones en revistas científicas nacionales e internacionales.
osella@df.uba.ar

Guillermo Andrés Ospina Rodríguez

Es antropólogo, miembro del Grupo de Estudios Sociales Comparativos (GESC) desde 1998 y profesor
ocasional del Departamento de Antropología de la Universidad del Cauca entre el 2003 y 2007. MSc en
Desarrollo Sustentable Universidad del Valle/Tulane University 2008. Sus intereses de investigación se
relacionan con la antropología ambiental y ecológica, el análisis de cambios en las coberturas, usos del suelo y
transformaciones del paisaje; dimensiones humanas del cambio ambiental, desarrollo sustentable,
conservación, áreas protegidas y conflicto. Su experiencia de investigación se enfoca en las tierras altas y
páramos de los Andes colombianos.
gospina@unicauca.edu.co

Anthony J. Ranere

Es profesor de Antropología de Temple University, Philadelphia e Investigador Asociado de Smithsonian


Tropical Research Institute, Panama. Recibió su B.A. en Antropología de la Universidad de Harvard (1964), su
M.A. de Idaho State University (1968) y su Ph.D. de la University of California at Davis (1972). La mayoría de su
trabajo de campo lo ha desarrollado en Centroamérica, particularmente en Panamá, pero también ha
investigado en México, Perú, Pakistán, Canadá y en los Estados Unidos. Sus áreas de interés incluyen
tecnología lítica, paleoecología, análisis espaciales, teoría evolutiva, el poblamiento de las Américas (en
particular América tropical), adaptaciones de cazadores recolectores tempranos a los trópicos, y orígenes de la
agricultura en los trópicos húmedos. La mayor parte de sus investigaciones recientes se han desarrollado en
Panamá y México, enfocadas hacia la domesticación temprana y dispersión de plantas.
ranere@temple.edu

José Alfonso Realpe Quintero

Es geólogo egresado de la Universidad Nacional –sede Medellín-. Desde hace más de una década ha
participado en equipos interdisciplinarios en proyectos arqueológicos, en particular en proyectos en las regiones
del Magdalena Medio y Cauca Medio.
petrageologist@yahoo.com

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Diana María Rodríguez Herrera

Es Administradora del Medio Ambiente de la Universidad Tecnológica de Pereira. Es investigadora


independiente, asociada al Grupo de Investigación en Gestión de Cultura y Educación Ambiental. Ha
participado en proyectos relacionados con la Cultura Ambiental, Patrimonio Cultura y Paisajes Culturales.
rioconsota@yahoo.es

Elkin Rodríguez Triviño

Es antropólogo egresado de la Universidad Nacional de Colombia. Director Corporación Fénix para la


Investigación y el Desarrollo CORPOFÉNIX. Ha participado en proyectos de investigación y rescate en la región
del Eje Cafetero, las llanuras del Caribe y Cundinamarca, entre otros.
corpofenix@yahoo.es

Rocío Salas Medellín

Es antropóloga egresada de la Universidad Nacional de Colombia. Coordinadora Área de Arqueología


CORPOFÉNIX. Candidata a Doctorado en la Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires,
Argentina.
rociosm1971@yahoo.es

Héctor Salgado López

Es antropólogo de la Universidad Nacional de Colombia. En la actualidad es profesor asociado del


Departamento de Ciencias Sociales, de la Universidad del Tolima, director del Museo Antropológico y
coordinador del Grupo de Investigación en Arqueología y Patrimonio Regional GRAPA de la misma Universidad.
Fue director científico e investigador del Museo Arqueológico Calima, del Instituto para la Investigación y la
Preservación del Patrimonio Cultural y Natural del Valle del Cauca INCIVA. Su interés profesional abarca
investigación y docencia en los campos de la arqueología, el patrimonio arqueológico, la problemática
sociocultural y ambiental prehispánica. Autor de numerosas investigaciones y publicaciones en libros y artículos
acerca de la región Calima, la costa pacífica vallecaucana, el norte del valle del río Cauca, la región del Quindío
y el departamento del Tolima.
pijaosalgado@hotmail.com

Gustavo Santos Vecino

Es profesor jubilado de la Universidad de Antioquia, Medellín. Es antropólogo egresado de la Universidad


Nacional de Colombia. Ha publicado diversos artículos sobre arqueología en Antioquia.
gsantos@epm.net.co

Lylieth Varela Fagúndez

Es ecóloga de la Fundación Universitaria de Popayán; en la actualidad es profesora del Programa de Ecología


de esta institución orientando las áreas de ecosistemas tropicales, biogeografía y ecología. Sus intereses de
investigación son los ecosistemas antropogénicos y el análisis de la dicotomía naturaleza-cultura. Ha
participado en estudios con comunidades indígenas y afrocolombianas del suroccidente a partir de las
percepciones y construcciones locales de la naturaleza y el territorio.
lylietha@gmail.com

Thomas van der Hammen

Profesor Emérito de la Universidad de Amsterdam (Holanda). Doctorado en Paleontología y Botánica de Leiden


University, Holanda. Ha estado vinculado a distintos proyectos de investigación en Colombia, en el tema de
paleoecología y ha publicado en diferentes medios, sus resultados, tanto individual como grupalmente.

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Universidad Tecnológica de Pereira-Sociedad Colombiana de Arqueología-Universidad del Cauca, 2008

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