Lectura 4: Las imágenes del enemigo Orlando Figes y Boris Kolonitskii

Las revoluciones representan una lucha entre el bien y el mal para crear un nuevo mundo en
que la verdad sustituye al mal, la libertad a la opresión y la fraternidad a la amargura eterna.
Así pues aparecen una serie de imágenes usadas por los propagandistas revolucionarios como
puede ser el concepto de enemigo el cual une al pueblo en torno a un líder. Si no existe tal
enemigo se inventa.

En la Rusia prerrevolucionaria existía una clandestina revolución que creaba una subcultura de
héroes y enemigos cuyo objetivo era preparar a las generaciones para la batalla. El zar era el
principal enemigo seguido de los burócratas y los sacerdotes para el socialismo revolucionario.
La imagen del enemigo era terrible. Se representaba en viñetas como seres diabólicos con los
que no se podía alcanzar un acuerdo. Así pues, los ricos eran las arañas mientras que los
trabajadores eran las moscas,… Todo ello tenía como trasfondo una puna social.

Esta subcultura revolucionaria fue el laboratorio en que se preparo la guerra desarrollando las
imágenes del enemigo. Sin embargo, los zaristas también eran enemigo que consideraba que
el país estaba siendo asediado y que solo contaba con dos aliados, el ejecito y la marina.
Narran la historia de Rusia como una lucha contra el enemigo interno (nihilistas y socialistas)
animados por los extranjeros.

Asi pues, se consideraba a los polacos y sobre todo a los judíos como los principales enemigos
de Rusia por entrenar a los revolucionarios. Esto implica las represalias que sufrieron los judíos
tras el asesinado del Zar. Para los defensores de la autocracia, la democracia y e movimiento
constitucional eran las dos grandes mentiras del pueblo judío. Los intelectuales, en su mayoría
judíos y socialistas, eran considerados los enemigos por la derecha rusa.

Este odio a os intelectuales supuso el inicio de ataques contra la gene que parecía culta entre
1905-1907. La subcultura revolucionaria y la cultura oficial eran sistemas políticos diferentes
que chocan en la guerra civil per que compartía una estructura similar y un vocabulario
demoniaco. Además la derecha era hostil con el capitalismo al asociarlo con los extranjeros.
Igualmente en la izquierda aparece un cierto antisemismo, con el inicio de pogromos (ataques
contra la población judía) que terminaron con ataques contra tiendas y comercios… Estos
asaltos a los judíos por parte de la clase plebeya se debía a una ruptura del orden social puesto
que los judíos eran quienes tenían las propiedades.

Durante la Primer Guerra Mundial aparece un nuevo enemigo en Rusia como son los
alemanes, por ello, los súbditos alemanes eran acosados, expulsados y encarcelados en
campos de concentración. Esto explica el porqué San Petersburgo cambio su nombre a
Petrogrado y porque los hombres cambiaban sus nombres por oros que sonasen más
alemanes. Este hecho implico también que se culpase a los alemanes de las derrotas, ya que
los generales eran, en su mayoría, alemanes.

Este hecho llego a ser tan grade que se acuso a los alemanes de conspiración desde los
miembros de la propia Duma que acusaban a la zarina de corrupción. Los revolucionarios
aprovecharon la propaganda germanófila y se apoyaron en la propaganda patriótica pues
ambas proyectaban la imagen de un futuro brillante tras la batalla definitiva. En 1915 se dan

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una serie de saqueos en las oficinas y las tiendas de alemanes llegando a intentar acabar con la
hermana de la zarina. De igual manera, todo aquel con un apellido que sonase extranjero era
detenido y juzgado. Durante la Revolución de Febrero se dio una revolución política
antimonárquica.

Los disturbios anti germanófilos de 1915 fueron un ensayo e las Revolución de 1917 que
describía al enemigo como “fuerzas ocultas” un término ambiguo asociado a alemanes,
nacionalistas, zaristas y grupos políticos. Así pues, la Revolución que terminó con el reinado del
zar fue la más nacional, política y popular de Rusia cuyo fin había sido la victoria sobre los
alemanes. En 1917 se vio la necesidad de reavivar la revolución ante el temor a la restauración
del régimen de Nicolás, es decir, la restauración de los alemanes al poder.

En febrero se busco una nueva ofensiva en defensa de los valores nacionales y de la

democracia de los aliados, pero esa no tuvo éxito pues la izquierda la vio como una
conspiración de los capitalistas. Se da, a partir de 1914, una anglofobia iniciada por los
alemanes a través de propaganda a los prisioneros rusos y al ejército ruso que presentaba a los
británicos como culpables de que la guerra perdurará pues querían dominar todos los
territorios.

Las ideas de que los ingleses controlaban Rusia encontraron un público receptivo ante las
derrotas que seguían dándose en 1915 y los problemas económicos que sufría el país. Se veía a
Inglaterra como un poder conservador que quería evitar una revolución rusa que parase la
guerra. El fin de los alemanes era fomentar la revolución rusa que terminase con la guerra. Los
bolcheviques exageraron las metas imperialistas de los aliados para terminar con la guerra.

Las actitudes anti burguesas tienen una larga tradición en Rusia desde todos los niveles de la
sociedad ya sea la aristocracia, los trabajadores o os revolucionarios. En ocasiones se asociaba
la cultura a la burguesía por lo que los intelectuales encararon los valores desde el punto de
vista del pueblo recalcando los valores burgueses e instaurando una serie de códigos de
vestimenta (guantes de piel) y comportamientos burgueses.

Durante los Días de Febrero se desato una violencia contra las tiendas y las personas
burguesas o las que lo aparentaba. Esta, aunque espontanea estaba fomentada por el partido
socialista a través de panfletos como Arañas y moscas de Liebknechto Quién vive de que de
Dirksten que presentaban la lucha de clases como una lucha darwinista.

El odio a los burgueses no solo fomentaba la propaganda socialista que en ocasiones era
contradictorio pues negaba el capitalismo pero se asociaba con él. También aparece
propaganda por parte de los sacerdotes ortodoxos. Esto se debe a que el clero se había
radicalizado. En ese mismo año el número de grupos socialistas habían aumentado, aunque
existían varios tipos de socialismo. Los que no eran socialistas se dedicaban a imitar a los que si
lo eran llegando hasta el punto de que había burgueses que publicaban propaganda anti
burguesa. Por ejemplo, Pequeño periódico de Petrogrado eran un periódico urbano de tono
religioso que defendía a los trabajadores pero que tras la revolución se convirtió en un
periódico de socialistas sin afiliación.

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Toda esta propaganda anti burguesa que intento crear pogromos era utilizada por los
alemanes y los austrohúngaros para fomentar la xenofobia y conocer que se estaba librando
una guerra por los intereses capitalistas. La contra propaganda era nula.

El término burgués era asociado a todo tipo de personas, desde aquellos que tenían
propiedades como a los que pertenecían a una clase superior. Para los campesinos el termino
burgués significaba fuerzas hostiles.

En las elecciones de junio de 1917 La Duma era completamente social revolucionaria y el

término burgués se convirtió en una palabrota que significaba canalla o sinvergüenza, es decir,
aquel que colocaba sus intereses por encima de los demás. El egoísmo y la codicia eran señales
de la burguesía. Estas ideas creaban una actitud hostil que amenazaba a la gente culpándoles
de la perduración de la guerra. Por ello, aunque los social revolucionarios buscaban la libertad
y la democracia también pedían el cierre de los periódicos burgueses y que los burgueses ni su
participación política.

Los principios de libertad política quedaron subordinados a la idea de revolución como la lucha
de clases debido a la comparación entre la prensa y al confiscación de tierras. Además las leyes
de la prensa servían para conservar las libertades de las personas trabajadoras. El concepto
bolchevique de democratización excluía a la burguesía e imponía una dictadura de la
democracia formada únicamente por obreros.

La ira popular y el odio a los burgueses hizo que muchos tuvieran que emigrar asombrados por
la hostilidad de sus compatriotas. El terror conmovió la neutralidad de la guerra civil bajo el
lema “muerte a los burgueses”. La base del terror ya existía en la subcultura clandestina pero
fue absorbida por la revolución. Se da un paso de las palabras a la acción cambiando los
símbolos y las canciones (la Internacional). Tras la revolución de febrero la burguesía se
convirtió en el foco principal de los ataques. Esto se debe a que Lenin hizo un llamamiento que
invitó a matar y aniquilar a la gente.