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CASACIÓN 37184

CAMILO TORRES PUENTES y


HOLMER HOYOS REY

Proceso nº 37184

CORTE SUPREMA DE JUSTICIA


SALA DE CASACIÓN PENAL

Magistrada Ponente:
MARÍA DEL ROSARIO GONZÁLEZ MUÑOZ
Aprobado Acta No. 390.

Bogotá D.C., noviembre dos (2) de dos mil once


(2011)

VISTOS

Una vez recibido el concepto del Ministerio Público,


procede la Sala a pronunciarse de fondo sobre los cargos
admitidos en las demandas de casación presentadas por
los defensores de los acusados CAMILO TORRES PUENTES
y HOLMER HOYOS REY, contra la sentencia proferida en
segunda instancia por el Tribunal Superior de Villavicencio
el 23 de febrero de 2011, a través de la cual confirmó el
fallo dictado por el Juzgado Segundo Penal del Circuito de
la misma ciudad el 24 de julio de 2006, por cuyo medio
condenó al primero como autor penalmente responsable
del concurso de delitos de contrato sin el cumplimiento de
requisitos legales, violación del régimen legal o
constitucional de inhabilidades e incompatibilidades,
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HOLMER HOYOS REY

interés indebido en la celebración de contratos y peculado


por uso, y al segundo como autor del concurso de delitos
de contrato sin el cumplimiento de requisitos legales,
violación del régimen legal o constitucional de
inhabilidades e incompatibilidades y falsedad en
documento privado.

Debe precisarse que mediante proveído del pasado 26


de septiembre, esta Colegiatura decretó la cesación de
procedimiento por prescripción de la acción penal derivada
de los delitos de contrato sin cumplimiento de requisitos
legales y falsedad en documento privado por los cuales se
acusó a HOLMER HOYOS REY, y se efectuó la
correspondiente redosificación de la pena.

HECHOS

Los sucesos que motivaron este diligenciamiento


fueron sintetizados en la sentencia de segunda instancia,
así:

“Dio génesis a esta actuación el informe No. 137 del


C.T.I. que tuvo como objetivo establecer la ocurrencia
de hechos irregulares en la Empresa de Acueducto y
Alcantarillado de Villavicencio, acorde con lo
denunciado en la línea efectiva 122.
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“En desarrollo de lo anterior se obtuvo (sic), entre


otras situaciones, que fueron celebrados los contratos
Nos. 096 del 28 de septiembre del año 2001
(Consultoría y asesoría en la elaboración de
indicadores de gestión y diseño de proyectos), 118
del 17 de diciembre del año 2001 (Construcción de
redes internas de acueducto para el Barrio Villa
Nieves) y 028 del 4 de febrero del año 2002
(Consultoría y asesoría en interventoría de proyectos
y elaboración de indicadores de gestión), con la firma
EAT HIGO INGENIEROS representada legalmente por
el señor HOLMER HOYOS REY, adoleciendo de
irregularidades, específicamente, las siguientes:

“El contrato No. 096 por $46.626.958 requería


obtención previa de por lo menos dos ofertas. Por
exceder el 50% de la menor cuantía implicaba
atender lo previsto en el párrafo 5º del artículo 3º del
decreto 855 de 1994, esto es, invitación pública a
presentar propuestas. Tal requisito no fue atendido
por cuanto el señor HOLMER HOYOS REY
representante legal de HIGO INGENIEROS presentó la
propuesta por esa empresa y por HOLDER LTDA, de
la cual era socio, incluso falsificó la firma de su
representante legal señor LUIS EDUARDO PARRA
RAMOS, lo cual implicaba que realmente se trataba
de una sola propuesta. El objeto de este contrato es
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muy amplio, no permite realizar seguimiento a su


ejecución en razón a que no son específicas las
actividades a desarrollar. Al momento de su firma
este contrato no contaba con póliza de cumplimiento
dado que se realizó el 28 de septiembre del año
2001, y la presentada como garantía está fechada 09
de octubre de 2001, fue aprobada al día siguiente. La
documentación obtenida de este contrato no contiene
escrito emitido por el interventor informando la
ejecución de su objeto. El pago de este contrato,
correspondiente al mes de diciembre de 2001, fue
realizado sin la constancia de desarrollo del mismo
pues el cheque fue girado el 26 de diciembre y la
constancia 30 (sic) del mismo mes.

“Para la fecha de inicio de la ejecución de este


contrato, los socios ingenieros de HIGO señores
HOLMER HOYOS REY, IVÁN DARÍO ROJAS
SANABRIA, GELBER AUGUSTO GARCÍA VEGA y
OLGA LUCÍA VALDEZ DÍAZ, prestaban sus servicios a
la E.A.A.V., mediante vinculación laboral.

“El contrato No. 118 del 17 de diciembre del año 2001


(por $20.887.310, se agrega), tampoco contaba con la
póliza de cumplimiento al momento de su celebración,
por cuanto fue aprobada el 20 del mismo mes y año.
No se obtuvo informe del interventor acerca de la
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ejecución del objeto del contrato, tampoco acta de


inicio de la obra.
“El contrato No. 028 por $98.467.917 no es concreto
su objeto, dado que no permite hacer seguimiento a
su desarrollo. Carecía de póliza de cumplimiento al
momento de su celebración teniendo en cuenta que
esta fue aprobada al día siguiente de haber dido
firmado.

“La empresa contratista EAT HIGO INGENIEROS fue


constituida el 11 de septiembre de 2001 e inscrita en
la Cámara de Comercio el 24 del mismo mes y año,
para ese momento no se encontraba en el Registro
Único de Proponentes.

“En tales contratos fungieron como contratante el


señor CAMILO TORRES PUENTES, Gerente de la
Empresa de Acueducto y Alcantarillado de
Villavicencio E.A.A.V y contratista el señor HOLMER
HOYOS REY representante legal de EAT HIGO
INGENIEROS.

“Se estableció que la señora IRMA AMPARO TORRES


PUENTES, hermana del Gerente de la E.A.A.V., prestó
sus servicios a la empresa contratista en la ejecución
de los contratos; y que el señor LUIS CARLOS
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GONZÁLEZ PUENTES se desempeñaba como


Subgerente técnico de la E.A.A.V, encargado de
recibir las propuestas para los procesos de
contratación que firmaba el Gerente de esa empresa”.

ACTUACIÓN PROCESAL

Con fundamento en el informe No. 137 del Cuerpo


Técnico de Investigación a través del cual se indagó por
las irregularidades denunciadas a través de la línea
dispuesta para tal efecto, la Fiscalía Seccional de
Villavicencio declaró abierta la instrucción el 17 de julio
de 2002, en cuyo desarrollo vinculó mediante indagatoria
a CAMILO TORRES PUENTES, HOLMER HOYOS REY e
Irma Torres Puentes. Al momento de definir la situación
jurídica de los procesados impuso al primero medida de
aseguramiento de detención preventiva sin derecho a
libertad provisional como posible autor del concurso de
delitos de contrato sin el cumplimiento de requisitos
legales, violación del régimen legal o constitucional de
inhabilidades e incompatibilidades, interés indebido en la
celebración de contratos y peculado por uso.

A HOLMER HOYOS le fue impuesta la misma medida


de aseguramiento como posible autor del concurso de
delitos de contrato sin el cumplimiento de requisitos
legales, violación del régimen legal o constitucional de
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inhabilidades e incompatibilidades y falsedad en


documento privado.
Una vez culminada la fase instructiva, el mérito del
sumario fue calificado el 8 de febrero de 2005 con
resolución de acusación en contra de CAMILO TORRES y
HOLMER HOYOS como presuntos autores de las
conductas punibles que sustentaron la medida de
aseguramiento.

En la misma oportunidad se precluyó la


investigación adelantada contra Irma Torres Puentes.

Impugnada la acusación por la defensa, fue objeto


de confirmación mediante resolución del 31 de marzo de
2005 por parte de la Unidad de Fiscalía Delegada ante el
Tribunal de Villavicencio.

La fase del juicio correspondió adelantarla al


Juzgado Segundo Penal de la referida ciudad, despacho
que una vez surtido el rito pertinente profirió fallo el 24
de julio de 2006, mediante el cual condenó a CAMILO
TORRES PUENTES a las penas de ochenta y nueve (89)
meses de prisión, multa de setenta y cinco (75) salarios
mínimos legales mensuales vigentes e inhabilitación para
el ejercicio de derechos y funciones públicas por el mismo
lapso de la sanción privativa de libertad, como autor
penalmente responsable del concurso de delitos de
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contrato sin el cumplimiento de requisitos legales,


violación del régimen legal o constitucional de
inhabilidades e incompatibilidades, interés indebido en la
celebración de contratos y peculado por uso.

A su vez, condenó a HOLMER HOYOS REY a setenta


y dos (72) meses de prisión, multa de sesenta (60) salarios
mínimos legales mensuales vigentes e inhabilitación para
el ejercicio de derechos y funciones públicas por término
igual al de la pena privativa de la libertad, como autor del
concurso de delitos de contrato sin el cumplimiento de
requisitos legales, violación del régimen legal o
constitucional de inhabilidades e incompatibilidades y
falsedad en documento privado.

En la misma decisión les negó la condena de


ejecución condicional, pero les otorgó la prisión
domiciliaria sustitutiva de la intramural.

Impugnada la sentencia por la defensa, el Tribunal


Superior de Villavicencio la confirmó mediante fallo del 23
de febrero de 2011, pero precisó que respecto del delito de
contrato sin cumplimiento de requisitos legales HOLMER
HOYOS tenía la condición de interviniente. Contra la
decisión del ad quem los defensores de los acusados
interpusieron recurso de casación.
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Como inicialmente se advirtió, a través de auto del 26


de septiembre del año en curso la Sala decretó la cesación
de procedimiento por prescripción de la acción penal
derivada de los delitos de contrato sin cumplimiento de
requisitos legales y falsedad en documento privado por los
cuales se acusó a HOLMER HOYOS REY, y se efectuó la
correspondiente redosificación de la pena.

Adicionalmente se dispuso la inadmisión del primer


cargo de la demanda de casación presentada por el
defensor de CAMILO TORRES PUENTES, así como los
reproches primero, cuarto, quinto y sexto del libelo
allegado en nombre de HOLMER HOYOS REY. Fueron
admitidos los cargos segundo, tercero, cuarto, quinto,
sexto y séptimo del libelo casacional presentado por la
defensa de CAMILO TORRES PUENTES, así como los
cargos segundo y tercero de la demanda allegada en
representación de HOLMER HOYOS REY; se surtió
traslado al Ministerio Público y se ha recibido el
respectivo concepto.

LAS DEMANDAS

Con el propósito de evitar repeticiones innecesarias,


a continuación se procederá a referir de manera
independiente cada una de las mencionadas censuras
admitidas – salvo las que por su identidad temática hagan
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aconsejable su resumen conjunto – para acto seguido


sintetizar el concepto del Ministerio Público sobre las
mismas y luego, proceder a analizarlas de fondo y adoptar
la decisión que corresponda.

PARA RESOLVER SE CONSIDERA:

Libelo presentado a nombre de CAMILO TORRES


PUENTES

1. Segunda censura: Violación directa de la ley


por aplicación indebida del artículo 32 de la Ley 80 de
1993 y falta de aplicación del artículo 32 de la Ley
142 de 1994 (cargos segundo y tercero de la demanda
allegada en representación de HOLMER HOYOS REY)

Dado que la fundamentación del segundo reparo del


libelo presentado en nombre de CAMILO TORRES y los
cargos segundo y tercero de la demanda allegada por el
defensor de HOLMER HOYOS se encuentra estrechamente
relacionada, se procede a resumirlos de manera conjunta,
para luego traer a colación el concepto del Ministerio
Público, y ulteriormente de la misma forma efectuar el
correspondiente pronunciamiento casacional.
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Con base en la causal primera de casación, cuerpo


primero, el libelista afirma que contrario a lo establecido
en el fallo, los contratos que motivaron este
diligenciamiento se encuentran reglados por el derecho
privado, y no por la contratación administrativa.

En el desarrollo del reparo asevera que se aplicó


indebidamente la Ley 80 de 1993, pues se imponía tener
en cuenta la Ley 142 de 1994, la cual fue inaplicada, en
cuanto su artículo 32 dispone que “los actos de todas las
empresas de servicios públicos, así como los requeridos
para la administración y el ejercicio de los derechos de
todas las personas que sean socias de ellas, en lo no
dispuesto en esta ley, se regirán exclusivamente por las
reglas del derecho privado. La regla precedente se
aplicará, inclusive a las sociedades en las que las
entidades públicas sean parte, sin atender al porcentaje
que sus aportes representen dentro del capital social, ni a
la naturaleza del acto o del derecho que se ejerce. Se
entiende que la autorización para que una entidad pública
haga parte de una empresa de servicios públicos
organizada como sociedad por acciones, faculta a su
representante legal, de acuerdo con los estatutos de la
entidad, para realizar respecto de la sociedad, las
acciones y los derechos inherentes a ellas todos los actos
que la ley y los estatutos permiten a los socios
particulares”.
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Señala que conforme a la norma citada, el régimen


de los contratos de las empresas de servicios públicos
domiciliarios es privado, y no el contemplado en la Ley 80
de 1993, pese a lo cual los falladores entendieron lo
contrario.

En apoyo de su aserto trae a colación fragmentos de


la sentencia C-006 de 1997 de la Corte Constitucional, de
los fallos del 24 de mayo de 2006, 31 de marzo de 2005, 8
de febrero de 2007, 9 de junio de 2005, 8 de junio de
2006, y del 23 de julio de 2004, proferidos por la Sección
Tercera del Consejo de Estado, así como de la Resolución
del 29 de marzo de 2007 emanada de la Procuraduría
Regional de Cundinamarca y del oficio del 20 de
septiembre de 2005 emitido por la Comisión de
Regulación de Agua Potable y Saneamiento Básico, sobre
el particular.

Considera que con el equívoco interpretativo los


sentenciadores asumieron que su asistido estaba incurso
en los delitos de contrato sin cumplimiento de requisitos
legales, violación del régimen legal o constitucional de
inhabilidades e incompatibilidades e interés indebido en
la celebración de contratos, sin percatarse que tales
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conductas guardan relación con contratos estatales y no


con aquellos de índole privada como los celebrados por la
empresa gerenciada por CAMILO TORRES, de manera que
éste no podía ser condenado por dichos delitos.
Con fundamento en lo expuesto, el censor solicita a
la Sala casar el fallo atacado, para en su lugar proferir
sentencia absolutoria a favor de su asistido.

Por su parte, el defensor de HOLMER HOYOS afirma


que no se tuvo en cuenta que no todas las operaciones
contractuales estatales se rigen por el derecho
contractual administrativo y que por tratarse de un tipo
penal en blanco debe acudirse a normas extrapenales
suficientemente claras para asegurar el principio de
tipicidad inequívoca, de modo que en este asunto hay
remisión a la Ley 80 de 1993 (Estatuto General de la
Contratación de la Administración Pública) y a la Ley 142
de 1994 (Ley de Servicios Públicos Domiciliarios).

Entonces, plantea que la contratación realizada por


la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Villavicencio
se rige por el derecho civil comercial conforme lo señala el
artículo 31 de la Ley 142 de 1994 y el Acuerdo 007 de
1996, Estatuto de Contratación de dicha empresa,
circunstancia que excluye la aplicación de la Ley 80 de
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1993, de manera que la conducta resulta atípica, dado


que conforme a la legislación de 1994 la actividad
contractual de las empresas prestadoras de servicios
públicos se rige por las normas de derecho privado.
Concluye que si los falladores erraron en la
interpretación del delito de violación del régimen legal o
constitucional de inhabilidades e incompatibilidades, se
impone corregir el yerro reconociendo que se violó el
artículo 10 de la Ley 599 de 2000, el cual se ocupa de la
tipicidad.

Concepto del Ministerio Público

Luego de transcribir apartes de la sentencia de


primer grado la Procuradora Delegada afirma que, a
diferencia de lo planteado por el recurrente, sí fue
aplicado expresamente el artículo 32 de la Ley 142 de
1994, en cuanto se reconoció que de la Ley 80 de 1993
debían tomarse para los contratos cuestionados los
principios generales de la contratación estatal en
concordancia con los principios constitucionales que
rigen el ejercicio de la función pública, así como el
régimen de inhabilidades e incompatibilidades, mientras
que el proceso mismo de contratación debía regirse por el
derecho privado y por el estatuto de contratación que
gobierna la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de
Villavicencio.
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Precisa que el artículo 32 de la Ley 142 de 1994 no


avala la celebración de contratos de manera irrestricta y
sin reglamentación alguna, pues es preciso observar los
principios constitucionales que rigen la función
administrativa (artículo 209 de la Constitución Política),
así como los principios que gobiernan la contratación
estatal, contenidos en el artículo 23 de la Ley 80 de 1993.

Entonces colige que en el fallo de primera instancia


se completaron adecuadamente los tipos de violación al
régimen legal o constitucional de inhabilidades e
incompatibilidades y contrato sin el cumplimiento de
requisitos legales, con las normas pertinentes de la
Constitución Política, la Ley 142 de 1994 y la Ley 80 de
1993, así como lo establecido en el Acuerdo 007 de 1996.

Indica el Ministerio Público que la temática


propuesta por el demandante ya ha sido abordada por
esta Sala (Sentencia del 5 de noviembre de 2008. Rad.
25104), oportunidad en la cual se concluyó que si bien
los contratos que celebran las empresas de servicios
públicos se rigen por las normas del derecho privado, lo
cierto es que no por ello el contrato así celebrado deja de
sujetarse a los principios que orientan la contratación
estatal, dado que la naturaleza privada de los contratos
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no modifica la condición pública de la entidad que los


celebra, como tampoco descarta el deber del funcionario
que los suscribe de observar precisas obligaciones
especiales de sujeción de rango constitucional.
En la misma decisión se precisó que los contratos de
derecho privado celebrados por la administración son
estatales, de modo que su adjudicación, celebración,
ejecución y liquidación debe sujetarse a los principios que
orientan la función pública, al tiempo que los servidores
públicos que los suscriben están obligados a observar los
principios constitucionales que orientan su función
misional.

Reitera que si bien los contratos celebrados por las


Empresas de Servicios Públicos Domiciliarios se rigen por
el derecho privado, ello no les permite actuar sin
observancia de los principios constitucionales que rigen el
ejercicio de la función pública y de los principios legales
que gobiernan la contratación estatal, según lo ha
definido esta Colegiatura (Auto del 27 de octubre de 2008.
Rad. 29290 y sentencia del 18 de agosto de 2005. Rad.
21546).

Resalta que la Corte Constitucional, en sentencia C-


605 de 2006, estableció los requisitos básicos que deben
cumplirse para la complementación del tipo penal en
blanco: (i) Que la remisión sea precisa; (ii) Previa a la
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configuración de la conducta; (iii) Que la norma de


complemento sea de conocimiento público; y, (iv) Que
preserve los principios y valores constitucionales.
Adicionalmente, también esta Corporación en sentencia
del 12 de diciembre de 2005, dentro del radicado 23899,
dispuso las exigencias para completar los tipos penales
en blanco.

Entonces plantea que al revisar las normas a las que


se remitieron los falladores para complementar el tipo
penal en blanco, se observa que cuentan con la claridad,
precisión e identificación necesaria y suficiente, pues
resulta posible el reenvío a principios constitucionales y
legales, de suerte que el cargo propuesto no tiene
vocación de prosperidad.

También dice que como ya fue dilucidado por la


Sección Tercera del Consejo de Estado en providencia del
8 de febrero de 2001, radicado 16661, el hecho que la
contratación se rija por las normas de derecho privado,
no significa que el contrato no sea estatal, pues aquí
quien contrata es una entidad del estado.

Finalmente concluye que si bien el contrato


cuestionado se rige por las normas de derecho privado, en
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materia de inhabilidades e incompatibilidades se regula


por la Ley 80 de 1993, y por tanto, no es cierto lo
afirmado por el casacionista, en cuanto a que éstas no le
son aplicables.
De acuerdo con lo anterior, la Procuradora Delegada
afirma que no incurrieron los falladores de instancia en la
violación directa de la ley por aplicación indebida del
artículo 32 de la Ley 80 de 1993, pues el mismo no se
aplicó en los términos que lo dijo el censor, tan sólo se
acudió a esta norma para referir los principios que rigen
la contratación estatal, lo que si resultaba pertinente;
igualmente, sí se aplicó el artículo 32 de la Ley 142 de
1994, por lo tanto, el cargo no tiene vocación de
prosperidad.

Consideraciones de la Sala

Inicialmente advierte la Corporación que, contrario a


lo señalado por los impugnantes, en los fallos de
instancia se explicaron las razones por las cuales era
procedente la aplicación de la Ley 80 de 1993, así como el
ámbito de la Ley 142 de 1994 por tratarse de una
empresa de servicios públicos. En efecto, en la sentencia
del a quo se precisó:
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“El punible aquí referido – contrato sin cumplimiento


de requisitos legales –, está contenido en una norma
penal en blanco que debe reunirse con las normas del
régimen de contratación administrativa de la Ley 80
de 1993, régimen que contempla los requisitos legales
esenciales en materia de contratación administrativa.

“Por otra parte es claro igualmente que el artículo 32


de la Ley 142 de 1994, modificado por el articulo 3°
de la Ley 689 de 2001, señala que los contratos que
celebren las entidades estatales que prestan los
servicios públicos, como ocurre en el presente evento
con la EAAV, no estarán sujetas a las disposiciones
del Estatuto General de Contratación de la
Administración pública, salvo en lo que la presente
ley disponga otra cosa. La única salvedad que hace
la norma, en estos eventos, para la aplicación del
Estatuto General de la Administración Pública es
cuando se trata de contratos que celebren los entes
territoriales con las empresas prestadoras de
servicios públicos domiciliarios o cuando en los
contratos se incluyan cláusulas exorbitantes y estas
sean de inclusión forzosa.

“Aunque lo anterior es cierto, no debemos ser ajenos


a los principios que se encuentran consagrados tanto
en la Ley que regula los servicios públicos
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domiciliarios (Ley 142 de 1994), el estatuto de


contratación (Acuerdo 007 de 1996), como por los
mismos consagrados en nuestra carta superior y que
se encuentran, entre otros, establecidos en los
artículos 6°, 122 y s.s., 365 y s.s., en los cuales están
claramente reglamentadas unas bases o principios
que un servidor público debe acatar cuando se
encuentra vinculado de manera alguna con el Estado
y los cuales debe y es obligación respetar (...). Por lo
anterior debe decirse que sin razón alguna no se
consideraron las exigencias precontractuales
establecidas en la Constitución o en la Ley.

“No obstante querer por parte de la defensa soslayar


la primacía de normatividades como las leyes 80 de
1993, 412 de 1997 que incorpora la Convención
Interamericana contra la Corrupción y la misma
Constitución Nacional en diferentes artículos;
igualmente, no solo se incumplieron apartes de la ley
142 de 1994, sino a lo señalado en el parágrafo 3°
del artículo 12 del tantas veces invocado por la
defensa Acuerdo 007 de 1996 – Estatuto de
Contratación –” (subrayas fuera de texto).

En consecuencia, encuentra la Colegiatura que sí se


aplicó el artículo 32 de la Ley 142 de 1994, en cuanto se
reconoció que en punto de los contratos objeto de
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cuestionamiento, era aplicable la Ley 80 de 1993 en el


ámbito de los principios generales de la contratación
estatal, articulados con los principios constitucionales
que gobiernan la función pública, así como el régimen de
inhabilidades e incompatibilidades, mientras que el
proceso de contratación en sí, corresponde a los
lineamientos del derecho civil y comercial de índole
privada, amén del Estatuto de Contratación propio de la
Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Villavicencio.

Es evidente que cuando el artículo 32 de la Ley 142


de 1994 dispone que los actos de las empresas de
servicios públicos se rigen por el derecho privado, no
propugna porque la celebración de contratos se efectúe de
manera informal o ajena a los principios generales que
sobre tal materia ha dispuesto de vieja data el legislador y
la Carta Política, dado que siempre se impondrá observar,
en primer término, los principios constitucionales que
rigen la función administrativa (artículo 209 de la
Constitución), preceptiva en la cual se establece que
aquella función del Estado se encuentra al servicio de los
intereses generales y debe ser desarrollada con sujeción a
los principios de igualdad, moralidad, eficacia, economía,
celeridad, imparcialidad y publicidad, mediante la
descentralización, la delegación y la desconcentración de
funciones.
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Y en segundo lugar, los principios inherentes a la


contratación estatal, (artículo 23 de la Ley 80 de 1993),
establecidos en los siguientes términos:
“Las actuaciones de quienes intervengan en la
contratación estatal se desarrollarán con arreglo a los
principios de transparencia, economía y
responsabilidad y de conformidad con los postulados
que rigen la función administrativa. Igualmente, se
aplicarán en las mismas las normas que regulan la
conducta de los servidores públicos, las reglas de
interpretación de la contratación, los principios
generales del derecho y los particulares del derecho
administrativo”.

Como viene de verse, es claro que los tipos penales


en blanco correspondientes a los delitos de violación al
régimen legal o constitucional de inhabilidades e
incompatibilidades (artículo 408 de la 599 de 2000) y
contrato sin cumplimiento de requisitos regales (artículo
410 ejusdem) fueron cabalmente completados con
preceptos de la Carta Política relativos a los principios de
la función administrativa, la Ley 142 de 1994 acerca de
los principios que gobiernan la contratación de empresas
de servicios públicos domiciliarios, la Ley 80 de 1993
respecto de los principios de la contratación estatal en
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general y puntualmente conforme a lo establecido en el


Acuerdo 007 de 1996, Estatuto de Contratación propio de
la de la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de
Villavicencio.
En atención a que el casacionista cita apartes de la
sentencia C-006 de 1997 de la Corte Constitucional, de
los fallos del 24 de mayo de 2006, 31 de marzo de 2005, 8
de febrero de 2007, 9 de junio de 2005, 8 de junio de
2006, y del 23 de julio de 2004 dictados por la Sección
Tercera del Consejo de Estado, así como de la Resolución
del 29 de marzo de 2007 emanada de la Procuraduría
Regional de Cundinamarca y del oficio del 20 de
septiembre de 2005 emitido por la Comisión de
Regulación de Agua Potable y Saneamiento Básico,
elementos con base en los cuales concluye que como los
contratos suscritos por las empresas de servicios públicos
domiciliarios se rigen por el derecho privado, no resulta
procedente aplicarles los principios generales de la
contratación estatal (artículo 23 de la Ley 80 de 1993), es
oportuno puntualizar que dicha temática ya ha asido
dilucidada por esta Corporación1, al señalar:

“La naturaleza privada de los contratos no modifica la


condición pública de la entidad que los celebra, como
tampoco descarta el deber del funcionario que los
suscribe de observar precisos deberes especiales de
11
Sentencia del 5 de noviembre de 2008. Rad. 25104.
24 CASACIÓN 37184
CAMILO TORRES PUENTES y
HOLMER HOYOS REY

sujeción de rango constitucional. Significa lo anterior


que mientras, por una parte, el contrato puede regirse
por las disposiciones de la ley civil o comercial, por la
otra, el servidor que lo suscribe, así como la entidad
pública que se ve representada en ese particular
negocio jurídico, no escapa al mandato constitucional
contenido en el artículo 6º superior, en virtud del cual
los servidores públicos son responsables ante las
autoridades por infringir la Constitución y las leyes,
así como por la omisión o extralimitación en el ejercicio
de sus funciones.

“La tesis del casacionista, según la cual, la naturaleza


privada del contrato le permite al servidor público que
lo suscribe permanecer ajeno a los principios
constitucionales y legales que orientan su misión
funcional, y en particular la contractual, equivale a
desnaturalizar la función pública, en la medida en que
pretende que una particular actividad administrativa,
como sería la de celebrar contratos que se rigen por el
derecho privado, escape a los principios que orientan
la función administrativa. En otras palabras –según
se infiere del razonamiento del libelista-, el servidor
público dejaría de serlo al entrar a adjudicar, suscribir
y ejecutar un contrato que se rige por las disposiciones
del Código Civil o de Comercio, pues en tales eventos
25 CASACIÓN 37184
CAMILO TORRES PUENTES y
HOLMER HOYOS REY

aparentemente no estaría obligado a atender a los


principios de moralidad, planeación, transparencia o
selección objetiva, entre otros.
“En conclusión, los contratos de derecho privado que
celebra la administración son estatales, de allí que su
adjudicación, celebración, ejecución y liquidación debe
sujetarse a los principios que orientan la función
pública, al tiempo que los servidores públicos que los
suscriben están obligados a observar los principios
constitucionales que orientan su función misional”.

Igualmente se observa, que el planteamiento de los


recurrentes también ha sido abordado por la Corte
Constitucional2 al declarar exequible el artículo 31 de la
Ley 142 de 1994, pues en tal oportunidad señaló:

“En concreto, el actor acusa los artículos 30, 31, 32 y


35 de la ley 142 de 1994, considerando que, al
establecer un régimen de derecho privado para regular
lo relativo al tema mencionado, las autoridades
encargadas de determinar las responsabilidades
penales y disciplinarias a que haya lugar, no podrán
exigir a los servidores públicos dependientes de las
empresas de servicios públicos domiciliarios, los

2
Sentencia C-066 del 11 del febrero de 1997.
26 CASACIÓN 37184
CAMILO TORRES PUENTES y
HOLMER HOYOS REY

principios de transparencia, economía y


responsabilidad a que se refiere la ley 80 de 1993.”

Argumento sobre el cual adveró:

“Si las actuaciones y contratos de las empresas


prestadoras de servicios públicos domiciliarios y de sus
empleados deben someterse a los principios estipulados
en el título preliminar de la ley objeto de control (artículo
30), y no directamente a los del artículo 23 de la ley 80
de 1993, no hay sustento constitucional suficiente para
la preocupación del actor en este punto, pues no es
cierto que, por lo señalado, tales servidores públicos
puedan desempeñar lo de sus cargos sin transparencia,
responsabilidad y economía, y ello no les pueda ser
exigido por las autoridades encargadas de vigilar sus
actuaciones, ya que los principios que rigen la
prestación de los servicios públicos domiciliarios no son
solamente los arriba enunciados, sino los de eficiencia,
eficacia, calidad, información, no abuso de la posición
dominante, acceso, participación y fiscalización de los
servicios, cobro solidario y equitativo, neutralidad,
legalidad, esencialidad, garantía a la libre competencia,
etc., todos establecidos a lo largo del título preliminar de
la ley 142 acusada (artículos 1 a 14), cuya consecución
incluye, indudablemente, el cumplimiento de los
principios que tanto preocupan al actor, desarrollando
27 CASACIÓN 37184
CAMILO TORRES PUENTES y
HOLMER HOYOS REY

así cabalmente los principios esenciales de prestación


eficiente y cobertura total de los servicios públicos,
consagrados en el artículo 365 de la Carta” (subrayas
fuera de texto).
Palmario resulta a partir de la jurisprudencia citada,
que la naturaleza de los contratos estatales congloba a
todos los celebrados por las entidades del Estado, bien
sea que estén gobernados por el estatuto general de la
contratación, o que estén sujetos al derecho privado (civil,
comercial, laboral), de modo que el contrato de derecho
privado celebrado por la administración no pierde su
carácter estatal, y por ello, no está exento de cumplir con
las normas constitucionales que rigen la función pública.

En efecto, también en los contratos de carácter


privado realizados por las empresas del Estado, el
servidor público debe igualmente lealtad a la
administración y está obligado a cumplir los requisitos
definidos en la ley, tales como la transparencia,
moralidad y eficacia de la actividad contractual estatal,
respecto de la cual la Ley 80 de 1993 no introdujo
salvedades.

De otra parte se tiene que la intención del


Constituyente no fue, no podría serlo, la exclusión de
control y vigilancia en la prestación de servicios públicos
domiciliarios, en cuanto tal actividad comporta uno de
28 CASACIÓN 37184
CAMILO TORRES PUENTES y
HOLMER HOYOS REY

sus fines esenciales, como tampoco permitir su ejercicio


de forma ajena a los principios generales que orientan la
función pública, circunstancia que no excluye la
permisión de que se guíen por las fuerzas del mercado
dentro de criterios de eficiencia y competitividad con
entidades privadas, y por ello, se sometan a las normas
civiles o comerciales.

Lo anterior es así, en cuanto los criterios de


eficiencia, eficacia, calidad, información, no abuso de la
posición dominante, acceso, participación, fiscalización de
los servicios, cobro solidario y equitativo, neutralidad,
legalidad, esencialidad y garantía de la libre competencia
inherentes a la gestión contractual de las empresas de
servicios públicos, no se contraponen a los de buena fe,
transparencia, selección objetiva, eficiencia, eficacia y
planeación, propios de la función administrativa ejercida
por los servidores públicos.

Impera señalar que los requisitos legales esenciales


de los contratos estatales que se rigen por el derecho
privado no son solamente aquellos genéricos que describe
el artículo 1502 del Código Civil, sino que debe acudirse a
la reglamentación de la contratación administrativa, de
allí que también deban tenerse como requisitos legales
esenciales los principios generales que orientan la
contratación administrativa.
29 CASACIÓN 37184
CAMILO TORRES PUENTES y
HOLMER HOYOS REY

En efecto, cuando se trata de un contrato realizado


por la administración pública, como ocurre en este caso,
el cual se rige, en principio por el derecho privado, pues
se trata de una empresa de servicios públicos
domiciliarios, es indeclinable rescatar el cabal
cumplimiento de sus objetivos en punto del interés
general y el bien común, motivo por el cual no basta con
verificar únicamente al contenido esencial del contrato
reglado en el artículo 1501 del Código Civil, en cuanto es
menester constatar otras exigencias propias del contrato
estatal en las diversas fases de la contratación
administrativa, esto es, en su tramitación, celebración y
liquidación.

Así pues, en la primera fase deberán mediar los


principios de planeación, transparencia y escogencia
objetiva. En al celebración deberán estar presentes la
estricta legalidad y el cumplimiento de los requisitos de
existencia y validez. Finalmente, en la liquidación
también cobrarán importancia los principios de legalidad
y conmutatividad, en el sentido de dejar resuelta toda
diferencia económica entre las partes.

Los asertos precedentes cobran mayor fuerza si se


tiene en cuenta que en el artículo 5º del Acuerdo 007 de
1996, Estatuto de Contratación de la Empresa Acueducto
30 CASACIÓN 37184
CAMILO TORRES PUENTES y
HOLMER HOYOS REY

y Alcantarillado de Villavicencio, se establece que para


efectos de la celebración de contratos, la citada empresa
aplicará estrictamente el régimen de inhabilidades e
incompatibilidades reglado en la Ley 80 de 1993. A su
vez, el numeral 4º del artículo 44 de la Ley 142 de 1994
dispone que en los contratos de las entidades estatales
que presten servicios públicos se aplicarán las reglas
sobre inhabilidades e incompatibilidades previstas en la
Ley 80 de 1993 en cuanto sean pertinentes.

Las razones expuestas permiten advertir que no se


presentó la violación directa de la ley sustancial
denunciada por los recurrentes, pues resulta
incuestionable que los falladores dieron aplicación a los
preceptos adecuados, esto es, al artículo 32 de la Ley 80
de 1993, el artículo 209 de la Constitución Política y la
Ley 142 de 1994, así como a los principios contractuales
consagrados en el Acuerdo 007 de 1996, Estatuto de
Contratación de la Empresa de Acueducto y
Alcantarillado de Villavicencio.

Los reproches examinados no prosperan.

2. Tercera censura: Violación directa de la ley


por aplicación indebida y falta de aplicación
31 CASACIÓN 37184
CAMILO TORRES PUENTES y
HOLMER HOYOS REY

Plantea el casacionista que erraron los falladores al


aplicar el artículo 408 del Código Penal que trata de la
violación del régimen legal o constitucional de
inhabilidades e incompatibilidades, y dejaron de aplicar el
artículo 8º de la Ley 80 de 1993.
En el desarrollo del reparo afirma que no se tuvo en
cuenta que el contratista HOLMER HOYOS no era servidor
público al momento de celebrar el contrato 096 de 2001,
pues no estaba vinculado a la entidad contratante
presidida por CAMILO TORRES, de modo que la conducta
imputada es atípica.

A partir de lo anterior, el defensor solicita a la Corte


la casación del fallo impugnado, para en su lugar dictar
sentencia absolutoria a favor de su asistido en razón del
delito de violación al régimen legal o constitucional de
inhabilidades e incompatibilidades por el cual fue
condenado.

Concepto del Ministerio Público

La Delegada asevera que el artículo 406 del Código


Penal consagra el delito de violación del régimen legal o
constitucional de inhabilidades e incompatibilidades, el
cual prohíbe intervenir en la tramitación, aprobación o
celebración de un contrato estatal estando incurso en
32 CASACIÓN 37184
CAMILO TORRES PUENTES y
HOLMER HOYOS REY

una causal de inhabilidad, independientemente de si el


proceso de selección del contratista se adelanta por
licitación pública o por contratación directa, de manera
que yerra el casacionista al afirmar que “en los procesos
de contratación directa el régimen de inhabilidades se
aplica únicamente al momento de la celebración del
contrato”.

Precisa que la conducta puede tener lugar durante


las fases de tramitación, aprobación o celebración de un
contrato estatal, como lo ha reconocido esta Colegiatura
en sentencia del 20 de mayo de 2003, dentro del radicado
14699, motivo por el cual resulta claro que CAMILO
TORRES tramitó y aprobó el contrato 096 de 2001, a
sabiendas que HOLMER HOYOS participaba en el proceso
contractual a la vez que trabajaba en la Empresa de
Acueducto y Alcantarillado de Villavicencio, de modo que
en punto de la adecuación típica de la conducta resulta
irrelevante si al momento de suscribirse o celebrarse el
contrato, HOYOS REY ya había renunciado a dicha
entidad.

Puntualiza que conforme a la prueba documental


HOLMER HOYOS desempeñó el cargo de profesional
universitario técnico entre el 30 de mayo de 2001 y el 30
de septiembre de 2001, lo que implica que para cuando
33 CASACIÓN 37184
CAMILO TORRES PUENTES y
HOLMER HOYOS REY

suscribió el contrato 096 todavía se encontraba vinculado


a la empresa.

Concluye entonces que la interpretación del


recurrente sobre el artículo 408 de la Ley 599 de 2000 en
concordancia con el artículo 8º, numeral 1º, literal f de la
Ley 80 de 1993 es errada, pues la violación del régimen
legal o constitucional de inhabilidades e
incompatibilidades abarca la tramitación, aprobación o
celebración del contrato y no solamente la última, y en
consecuencia, el cargo no está llamado a prosperar.

Consideraciones de la Sala

En el análisis de este reproche es importante


constatar que el 27 de septiembre de 2001 HOLMER
HOYOS3 presentó renuncia al cargo de profesional
universitario, dirigida a CAMILO TORRES, la cual fue
recibida el mismo día, en la que textualmente anotó: “Por
medio de la presente estoy presentando a usted, renuncia
del encargo del señor Luis Fernando Cruz, que me fue
asignado mediante resolución número 687 en el periodo
del 11 de septiembre hasta el 10 de octubre del presente
año. Dicha renuncia es a partir del 30 de agosto”
(subrayas fuera de texto).
3
Fol. 188. c.o. No. 2.
34 CASACIÓN 37184
CAMILO TORRES PUENTES y
HOLMER HOYOS REY

Sin dificultad observa la Sala que el texto es


equívoco, pues evidentemente nadie podría el 27 de
septiembre de 2001 renunciar a un cargo a partir del 30
de agosto de la misma anualidad, de modo que sin
dificultad se entiende que la renuncia tendría vigencia a
partir del 30 de septiembre del mencionado año, y, en
efecto, así fue entendido por las dependencias
administrativas de la Empresa de Acueducto y
Alcantarillado de Villavicencio, pues en la liquidación de
sueldos y prestaciones, suscrita por el Jefe del
Departamento de Servicios Administrativos 4 se registró:
“NOMBRE: HOLMER HOYOS REY. INGRESO: 30 de mayo
de 2001. EGRESO: 30 DE SEPTIEMBRE DE 2001. CARGO:
PROFESIONAL UNIVERSITARIO” (subrayas fuera de texto).

A su vez se tuvieron en cuenta las mismas fechas en


el respectivo comprobante de pago 2645 5 de las
prestaciones sociales.

Precisado lo anterior, impera recordar que el


contrato 096 de consultoría y asesoría en la elaboración
de indicadores de gestión y diseño de proyectos, celebrado
entre la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de
Villavicencio y HOLMER HOYOS REY, en su condición de

4
Fol. 189. c.o. No. 2.
5
Fol. 190. c.o. No. 2.
35 CASACIÓN 37184
CAMILO TORRES PUENTES y
HOLMER HOYOS REY

representante legal de la empresa Eat Higo Ingenieros, fue


suscrito el 28 de septiembre del año 2001.

De acuerdo con lo anterior, es evidente que el


casacionista se sustrae de la información objetiva
suministrada por las referidas pruebas para construir su
censura, pues no hay duda alguna que para cuando
CAMILO TORRES, en condición de Gerente de la Empresa
de Acueducto y Alcantarillado de Villavicencio y HOLMER
HOYOS, en la anunciada calidad, suscribieron el citado
contrato, éste tenía aún la condición de profesional
universitario de dicha empresa, de modo que no podía
ostentar el doble carácter de servidor público y
contratista, y por ello incurrieron en la comisión del delito
de violación al régimen legal o constitucional de
inhabilidades e incompatibilidades.

En efecto, el artículo 8º de la Ley 80 de 1993


establece “las inhabilidades e incompatibilidades para
contratar”; en su numeral 1º dispone que “Son inhábiles
para participar en licitaciones o concursos y para celebrar
contratos con las entidades estatales: (f) Los servidores
públicos”. (subrayas fuera de texto).

En consecuencia, si HOLMER HOYOS tenía la


condición de profesional universitario de la Empresa de
36 CASACIÓN 37184
CAMILO TORRES PUENTES y
HOLMER HOYOS REY

Acueducto y Alcantarillado de Villavicencio para cuando


suscribió el contrato de asesoría en representación de Eat
Higo Ingenieros, circunstancia que era conocida por
CAMILO TORRES, es evidente que, como ya se advirtió,
incurrieron en el delito de violación al régimen legal o
constitucional de inhabilidades e incompatibilidades por
el cual se les acusó y condenó en el curso de las
instancias, de modo que el cargo propuesto está llamado
al fracaso.

3. Cuarta censura: Violación indirecta de la ley


sustancial por falso juicio de existencia

Afirma el recurrente que los sentenciadores no


dieron por demostrado, estándolo, que se cumplieron los
requisitos de los contratos objeto de investigación.

En primer lugar afirma que, contrario a lo señalado


en el informe No. 137 del C.T.I. el certificado de
disponibilidad presupuestal 1987 de septiembre 13 de
2001, correspondiente al contrato 096 de 2001, aparece
en la página 10 del cuaderno original anexo 8, y el
registro presupuestal 1956 del 28 de septiembre de la
misma anualidad aparece en la página 9 del cuaderno
original anexo 8.
37 CASACIÓN 37184
CAMILO TORRES PUENTES y
HOLMER HOYOS REY

Respecto del contrato 118 de 2001 el certificado de


disponibilidad presupuestal 2495 de diciembre 3 de 2001,
aparece en la página 5 del cuaderno original anexo 2, y el
registro presupuestal 2440 del 17 de diciembre del mismo
año figura en la página 6 del cuaderno original anexo 2.
A su vez, con relación al contrato 028 de 2002, el
certificado de disponibilidad presupuestal 333 del 23 de
enero de 2002 aparece en la página 13 del cuaderno
original anexo 9, y el registro presupuestal 518 del 28 de
febrero de 2002 se encuentra en la página 14 del
cuaderno original anexo 9.

En segundo término, con relación a las invitaciones


requeridas en la ley advera que con relación al contrato
096 de 2001 el Ingeniero Leonardo Pérez, Coordinador de
la Unidad Estratégica de Planeación, realizó las
invitaciones a tres firmas que seleccionó del listado de
oferentes de la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de
Villavicencio, las cuales se encuentran en los folios 15 y
siguientes del cuaderno original anexo 8.

En cuanto atañe al contrato 028 de 2002 afirma que


el mismo Ingeniero efectuó tres invitaciones, incluyendo a
Eat Higo Ingenieros, empresa que ya había celebrado los
contratos 096 y 118 de 2001 con la Empresa de
Acueducto y Alcantarillado de Villavicencio, las cuales
38 CASACIÓN 37184
CAMILO TORRES PUENTES y
HOLMER HOYOS REY

aparecen en los folios 67 y siguientes del cuaderno


original anexo 9.

Precisa que respecto del contrato 118 de 2001 no se


requería de invitación previa.
En tercer lugar asevera que sí se cumplió con el
requisito de publicidad de los contratos en la gaceta
municipal, pues con relación al contrato 096 de 2001
aparece el recibo de caja 5790 expedido por la Tesorería
Municipal el 18 de octubre de 2001 (página 54 del
cuaderno original anexo 8).

Acerca del contrato 118 de 2001 se halla el recibo de


caja 6896 expedido por al misma Tesorería el 18 de
diciembre de 2001 (página 7 del cuaderno original anexo
2).

En punto del contrato 028 de 2002 aparece el recibo


1194 expedido por la Tesorería el 1º de marzo del mismo
año (página 16 cuaderno original anexo 9).

Sobre las garantías de los contratos indica que las


mismas no son necesarias para la suscripción de
aquellos, sino para su ejecución, según lo establecen los
artículos 25 numerales 19 al 41 de la Ley 80 de 1993, y
los artículos 16 y 26 del Decreto reglamentario 679 de
39 CASACIÓN 37184
CAMILO TORRES PUENTES y
HOLMER HOYOS REY

1994, como también lo establece para la Empresa de


Acueducto y Alcantarillado de Villavicencio el parágrafo
del artículo 13 del Acuerdo 007 de 1996.

Destaca que unos son los requisitos para el


perfeccionamiento del contrato estatal y otros para su
ejecución, encontrándose dentro de estos últimos el
acuerdo de voluntades entre contratista y contratante, la
elaboración del contrato y la reserva presupuestal,
mientras que para su ejecución es necesario el
otorgamiento y posterior aprobación de la garantía única,
la publicación del contrato de acuerdo con el ámbito de la
entidad, el paz y salvo nacional, el pago del impuesto de
timbre nacional y la entrega del anticipo, si así se estima.

También resalta que según el Consejo de Estado, la


garantía no es un requisito para la celebración, sino para
la ejecución del contrato (Sección Tercera. Providencias
del 24 de agosto de 2000. Rad. 11318 y del 12 de octubre
de 2000. Rad. 18604).

Adicionalmente señala que la Procuraduría Regional


de Cundinamarca en Resolución del 29 de mayo de 2007
concluyó que el contrato 028 de 2002 cumplía con todos
los requisitos legales y estaba sometido al derecho
privado, motivo por el cual absolvió a CAMILO TORRES de
responsabilidad disciplinaria, agregando que la utilización
40 CASACIÓN 37184
CAMILO TORRES PUENTES y
HOLMER HOYOS REY

de bienes del estado por los particulares fue parte de la


propuesta que concluyó en el contrato y que por lo tanto
no resulta ilegal.

Con base en lo anotado, el defensor solicita a la Sala


casar la sentencia impugnada en cuanto se refiere al
delito de contrato sin cumplimiento de requisitos legales
esenciales, para en su lugar absolver a CAMILO TORRES
por dicho punible.

Concepto del Ministerio Público

Refiere la Delegada que si bien los falladores no


aludieron a la ausencia de los certificados de
disponibilidad presupuestal, los razonamientos del juez
de primera instancia están dirigidos a cuestionar otros
aspectos que demuestran el incumplimiento de los
principios generales de la contratación, consignados en la
Constitución Política y, sobre los que se sustentó la
condena por el delito de celebración de contratos sin el
cumplimiento de requisitos legales.

Advera que por la cuantía del contrato 096 de 2001


la entidad debió solicitar por lo menos tres cotizaciones,
acudiendo para ello al registro único de proponentes, sin
que la empresa Eat Higo Ingenieros apareciera allí
registrada, amén de que el entonces Gerente de la EAAV,
41 CASACIÓN 37184
CAMILO TORRES PUENTES y
HOLMER HOYOS REY

CAMILO TORRES PUENTES invitó a Incotop Ltda, Eat Higo


Ingenieros y Holdiert Ltda, resultando que HOLMER
HOYOS era representante y socio de las dos últimas,
cuando éste aún se encontraba vinculado a la Empresa
de Acueducto y Alcantarillado de Villavicencio, máxime si
como el mismo ciudadano lo confesó en su injurada,
firmó las propuestas allegadas por dichas empresas, de lo
cual concluye que entonces no se invitó a tres entidades
como lo ordena el Acuerdo 007 de 1996, sino únicamente
a dos.

Afirma que los falladores sí ponderaron las pruebas


a las cuales hace referencia el libelista, asunto diverso es
que les otorgaron un valor probatorio diferente.

Acerca del requisito de la publicidad enseña que si


bien el tema no fue abordado por los funcionarios
judiciales, no hay duda que se vulneró al no dar
oportunidad a otras empresas de hacer sus propuestas y
eventualmente realizar las obras, todo ello por beneficiar
a HOLMER HOYOS.

Con relación a que no fueron otorgadas las pólizas


de garantía de ejecución y cumplimiento de los contratos
antes de su suscripción, considera la Delegada que le
asiste razón al censor toda vez que el otorgamiento de las
pólizas de cumplimiento se hace cuando es sucrito el
42 CASACIÓN 37184
CAMILO TORRES PUENTES y
HOLMER HOYOS REY

contrato y, en este caso, tal requisito fue cumplido en


cada uno de los contratos celebrados; allí aparecen, así
como su aprobación por el contratante. No obstante, este
yerro carece de trascendencia en las resultas del proceso,
pues como se señaló, las demás irregularidades
resaltadas por los sentenciadores si fueron debidamente
demostradas y evidencian la tipificación del delito de
celebración de contratos sin el cumplimiento de requisitos
legales.

Acto seguido el Ministerio Público cita fragmentos de


la sentencia C-066 de 1997, mediante la cual se analizó
la constitucionalidad de la Ley 142 de 1994, para concluir
que el cargo planteado no encuentra demostración,
porque los requisitos señalados no fueron cumplidos por
la empresa contratante y, las pruebas a las que se hace
referencia fueron debidamente apreciadas y valoradas por
el funcionario judicial.

Consideraciones de la Sala

Encuentra la Sala que asiste razón al demandante,


toda vez que en el fallo impugnado no se aborda la
temática referida a los certificados de disponibilidad
43 CASACIÓN 37184
CAMILO TORRES PUENTES y
HOLMER HOYOS REY

presupuestal o a las publicaciones en la gaceta


municipal; no obstante, es necesario acotar que en la
decisión del a quo se tratan otros asuntos orientados a
acreditar que el procesado TORRES PUENTES incumplió
los principios generales de la contratación, especialmente
los establecidos en la Carta Política, a partir de lo cual se
edificó la condena por el delito de contrato sin el
cumplimiento de requisitos legales.

Es importante destacar que, con independencia de si


se cumplieron o no los objetos de los contratos
cuestionados, lo cierto es que en tal materia tanto el
Constituyente como el legislador han dispuesto ciertas
exigencias a fin de garantizar los principios de igualdad,
moralidad, eficacia, economía, celeridad, imparcialidad y
publicidad, mediante la descentralización, la delegación y
la desconcentración de funciones, de manera que no
basta argumentar que los acuerdos se ejecutaron
cabalmente para excluir la comisión del delito por el que
se procede. Obsérvese a manera de ejemplo que si la
administración pretermite una licitación obligatoria, y
pese a ello el objeto contractual se cumple, tal
incorrección afecta el proceso y no tiene la virtud de
descartar la comisión del delito de contrato sin
cumplimiento de requisitos.
44 CASACIÓN 37184
CAMILO TORRES PUENTES y
HOLMER HOYOS REY

Precisado lo anterior, advierte la Sala que en punto


de las falencias acaecidas en las invitaciones que debían
surtirse por razón de la cuantía de los contratos, se dijo
específicamente en el fallo de primer grado:

“En el contrato 096 de 2001, el cual tenía un valor de


$46.626.958, éste no superaba los trescientos
salarios de que trata el inciso tercero de la norma
antes transcrita (parágrafo 3º del artículo 12 del
Acuerdo 007 de 1996, Estatuto de la Contratación
de la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de
Villavicencio, se aclara), pero éste (el contrato) se
encuadra por su valor dentro de los términos de que
trata el inciso segundo, toda vez que el valor del
contrato no supera los trescientos salarios mínimos
legales mensuales, que para esa fecha ascendía el
mismo a $286.000.oo y realizada la operación
aritmética nos arroja un valor de $85.800.800, suma
esta inferior al valor del contrato estudiado, ni
superior al os cincuenta salarios de que trata la
norma en estudio. Por lo anterior la empresa, en este
caso, la EAAV, debió haber realizado solicitud
privada de varias ofertas, es decir, haber solicitado
por lo menos tres cotizaciones, para lo cual debió
haber acudido al registro único de proponentes, ó a
los listados para tal efecto. Como se dijera
anteriormente la empresa EAT HIGO INGENIEROS, no
45 CASACIÓN 37184
CAMILO TORRES PUENTES y
HOLMER HOYOS REY

se encontraba para la fecha de suscripción del


contrato 096 registrada en dicho registro. Respecto a
la solicitud de la EAAV de tres cotizaciones tenemos
que a folio 15 y s.s. del c.o. anexos 8, obran
invitaciones a presentar propuesta técnica y
económica de fecha 17 de septiembre de 2001, a las
empresas INCOTOP LTDA, EAT HIGO INGENIEROS y
HOLDIER LTDA.

“Es de anotar que las anteriores invitaciones fueron


suscritas por el entonces gerente de la EAAV, Ing.
CAMILO TORRES PUENTES; así mismo es claro
establecer que dos de dichos llamados fueron para
las empresas EAT HIGO INGENIEROS y HOLDIER
LTDA., las cuales son representadas por uno de sus
socios, Ing. HOLMER HOYOS REY, cuando éste aún
era empleado o laboraba con la empresa de
Acueducto y Alcantarillado de Villavicencio, Meta.
Igualmente establecido está, tal y como el mismo
HOLMER HOYOS, lo confesó en su indagatoria que él
firmó la propuesta allegada por la empresa HOLDIER
LTDA., así como la de la entidad EAT HIGO
INGENIEROS, tal como se puede observar a folios 23
y s.s. y 54 y s.s. del c.o. anexos 8. Por lo antes
señalado se concluye de manera fehaciente que
entonces no se invitaron tres entidades como lo
ordena el Acuerdo 007 de 1996, sino en realidad
46 CASACIÓN 37184
CAMILO TORRES PUENTES y
HOLMER HOYOS REY

fueron dos, toda vez que de manera amañada no se


realizó” (subrayas fuera de texto).

Por su parte, respecto del contrato 028 de 2002,


señaló el funcionario de primer grado:
“La empresa en este caso, la EAAV, debía haber
solicitado por lo menos 3 cotizaciones, acudiendo a
los registros de proponentes, a los listados existentes
o a los listados que para tales efectos elaborarán; así
mismo debería fijar un aviso durante un término ni
superior a dos (2) días, en un lugar visible de acceso
público, de la dependencia que esté adelantando el
respectivo proceso de contratación, mediante el cual
se invite públicamente a los interesados en concurrir
al mismo, lo cual no ocurrió, sino que tal aviso al
parecer si se publicó, pero el procedimiento se realizó
dirigido a tres empresas, con nombres propios, tal y
como se puede observar a folios 67 y s.s. del c.o.
anexos 9-, cuando, en realidad la norma es enfática
en señalar que la publicación es a todos los
interesados en lugar visible y en la dependencia
respectiva, proceso éste que no se llevó a cabo por
parte del representante legal de la Empresa de
Acueducto y Alcantarillado EAAV, para esa época.
Por lo anterior debe señalarse que tal procedimiento
antes citado no fue llevado a cabo, sino que se realizó
47 CASACIÓN 37184
CAMILO TORRES PUENTES y
HOLMER HOYOS REY

con procedimiento diferente, el cual no se encuentra


establecido en norma alguna”.

“En conclusión se establece cabalmente que se viola


el principio de igualdad, transparencia y legalidad,
en la medida en que no se dio oportunidad a otros
potenciales contratistas para proponer, el de
moralidad, debido al interés de favorecer a HOLMER
HOYOS REY, por parte de CAMILO TORRES
PUENTES, el de publicidad en razón de no haber
hecho conocer la oferta al público; y el de
responsabilidad por contratar con una persona no
inscrita en el registro de proponentes, sin la
experiencia requerida para ello, sin tener en
consideración alguna los intereses de la EAAV”
(subrayas fuera de texto).

Como viene de verse, es evidente que si bien los


falladores no se ocuparon puntualmente de los
certificados de disponibilidad a los cuales alude el censor,
si orientaron su ponderación probatoria a constatar el
incumplimiento de las exigencias dispuestas tanto en la
ley como en el Estatuto de Contratación de la Empresa de
Acueducto y Alcantarillado de Villavicencio, respecto de la
comisión del delito de contrato sin cumplimiento de
requisitos.
48 CASACIÓN 37184
CAMILO TORRES PUENTES y
HOLMER HOYOS REY

Ahora, en cuanto se refiere a la constitución de las


garantías, tal como lo señala el defensor y es avalado por
el Ministerio Público en su concepto, encuentra la Sala
que si bien se reprocha en la sentencia de primera
instancia que no se otorgaron las respectivas pólizas de
garantía de ejecución y cumplimiento antes de la
suscripción de los contratos, lo cierto es que a tal
otorgamiento se procede una vez suscritos los acuerdos
de voluntad, de modo que tal falencia no tuvo lugar en el
caso de la especie, pues dicho requisito fue cumplido en
cada uno de los contratos suscritos y el contratante las
aprobó.

Pese a lo expuesto, la incorrección de los


sentenciadores sobre el particular carece de
trascendencia como para colegir que no se cometió el
delito de contrato sin cumplimiento de requisitos, dado
que, como ya fue expuesto a espacio en el examen de este
reparo, se presentaron de manera efectiva otras
irregularidades que estructuran el referido punible.

En suma, considera la Corporación que los


sentenciadores sustentaron adecuadamente tanto la
49 CASACIÓN 37184
CAMILO TORRES PUENTES y
HOLMER HOYOS REY

materialidad del delito de contrato sin cumplimiento de


requisitos, como la responsabilidad que por el mismo es
predicable de CAMILO TORRES PUENTES, sin que la
omisión en la ponderación de algunos medios de prueba
de al traste con esas conclusiones, de manera que el
cargo no está llamado a prosperar.
4. Quinta censura: Violación indirecta por falso
juicio de identidad

Argumenta el casacionista que, contrario a lo


asumido por los sentenciadores (numeral 4.2.5.),
HOLMER HOYOS no se encontraba vinculado a la
Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Villavicencio
cuando celebró en representación de la empresa Eat Higo
Ingenieros los contratos, pues se probó que laboró como
supernumerario hasta el 27 de septiembre de 2001, fecha
hasta la cual le fueron pagados sus servicios, amén de
que se aportó una certificación sobre el particular
suscrita por el Jefe de Servicios Administrativos de la
Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Villavicencio
(páginas 78 a 80 del cuaderno original 5).

De otra parte señala que su asistido CAMILO


TORRES no fue quien adelantó la fase precontractual de
los contratos, pues ello le correspondía al Ingeniero
Leonardo Pérez Barreto, quien dirigía la Unidad
Estratégica de Planeación, de manera que no aparece
50 CASACIÓN 37184
CAMILO TORRES PUENTES y
HOLMER HOYOS REY

evidencia alguna del interés indebido en la celebración de


contrato por el cual se le condenó.

Entonces, el demandante solicita la casación del


fallo, para que en su reemplazo se profiera decisión
absolutoria a favor de su prohijado en razón del delito
mencionado.

Concepto del Ministerio Público

Asevera la Delegada que no asiste razón al actor,


pues al momento de suscribir el contrato con HOLMER
HOYOS, éste se encontraba vinculado a la empresa,
circunstancia que fue declarada en los fallos de instancia,
toda vez que contrario a lo dicho en sus alegaciones por
HOYOS REY, no laboró como supernumerario en la
Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Villavicencio
desde el 30 de mayo hasta el 27 de septiembre de 2001,
pues presentó renuncia a su cargo a partir del 30 de
septiembre de 2001, fecha hasta la cual le fueron
liquidadas sus prestaciones , incurriendo por ello
CAMILO TORRES y HOLMER HOYOS en el delito de
violación al régimen de inhabilidades e
incompatibilidades, motivo por el cual el reproche no debe
prosperar.
51 CASACIÓN 37184
CAMILO TORRES PUENTES y
HOLMER HOYOS REY

Consideraciones de la Sala

Sin dificultad se encuentra que el planteamiento ya


fue dilucidado al pronunciarse la Sala sobre la tercera
censura de la demanda presentada en nombre de
CAMILO TORRES.
Allí se demostró probatoriamente que para el día 28
de septiembre de 2011, fecha en la cual aquél suscribió el
contrato 096 de consultoría y asesoría en la elaboración
de indicadores de gestión y diseño de proyectos, con
HOLMER HOYOS REY, en su calidad de representante
legal de la empresa Eat Higo Ingenieros, éste aún tenía la
condición de profesional universitario de la Empresa de
Acueducto y Alcantarillado de Villavicencio, esto es, de
servidor público, pues renunció a partir del 30 de
septiembre de 2011, circunstancia en virtud de la cual el
Gerente de la empresa y el mismo empleado, actualizaron
el supuesto de hecho contenido en el artículo 408 de la
Ley 599 de 2000, correspondiente al delito de violación al
régimen legal o constitucional de inhabilidades e
incompatibilidades, en concordancia con el literal f),
numeral 1º del artículo 8º de la Ley 80 de 1993, como
efectivamente fue planteado en el fallo atacado.

Así las cosas, el reparo está llamado al fracaso.


52 CASACIÓN 37184
CAMILO TORRES PUENTES y
HOLMER HOYOS REY

5. Sexta censura: Violación indirecta por falso


juicio de identidad

Afirma el defensor que en punto del delito de interés


indebido en la celebración de contratos se acreditó que
HOLMER HOYOS fue supernumerario temporal en
reemplazos de vacaciones en la Empresa de Acueducto y
Alcantarillado de Villavicencio, sin que tuviera ninguna
relación con CAMILO TORRES, pero si está acreditado el
vínculo que por más de cinco años mediaba entre
Leonardo Pérez Barreto, Coordinador de la Unidad
Estratégica de Plantación y los Ingenieros Gelber García y
Olga Valdez, asociados de Eat Higo Ingenieros, pues
cursaron toda su carrera desde 1996 hasta 2000 en la
Universidad Cooperativa de Colombia con sede en
Villavicencio (páginas 71 y 72, 122, 132, 118 a 120, 141 a
148 del cuaderno original 5).

Concluye que CAMILO TORRES no tenía ningún


interés en los ya mencionados contratos, interés que sí
asistía a Leonardo Pérez respecto de sus compañeros de
pregrado.
53 CASACIÓN 37184
CAMILO TORRES PUENTES y
HOLMER HOYOS REY

De otra parte, dice el recurrente que respecto de la


vinculación de Amparo Torres, hermana de CAMILO
TORRES a la empresa Eat Higo Ingenieros, debe
ponderarse que aquella realizaba trabajos esporádicos,
los cuales se desarrollaron con posterioridad a la firma
del contrato, sin que de allí puede derivarse la comisión
del delito de interés indebido en la celebración de
contratos por el cual se condenó a su patrocinado.
Apoyado en la argumentación precedente, el
defensor depreca la casación del fallo, en el sentido de
absolver a su asistido por el mencionado punible.

Concepto del Ministerio Público

Puntualiza la Delegada que acerca de la vinculación


laboral de HOLMER HOYOS con la empresa gerenciada
por CAMILO TORRES ya efectuó el correspondiente
análisis al examinar el cargo anterior, para concluir que
para la fecha de firma del contrato tenía la condición de
empleado, circunstancia que denota el interés indebido de
TORRES PUENTES en favorecerlo.

También dice que si bien se intenta desviar la


atención sobre el presunto interés que tendría Leonardo
Pérez Barreto, Coordinador de la Unidad Estratégica de
Plantación, en celebrar el contrato con la firma Eat Higo
Ingenieros, pues algunos de sus asociados habían sido
54 CASACIÓN 37184
CAMILO TORRES PUENTES y
HOLMER HOYOS REY

sus compañeros de universidad, lo cierto es que quien


firmó el contrato fue CAMILO TORRES.

Destaca que en los fallos de instancia se precisó que


además del interés de CAMILO TORRES en celebrar el
contrato con HOLMER HOYOS, es claro que en la empresa
Eat Higo Ingenieros de éste laboraba Amparo Torres,
hermana de aquél, sin que sea de recibo el argumento
defensivo orientado a decir que tal circunstancia no era
conocida por el Gerente de la Empresa de Acueducto y
Alcantarillado de Villavicencio, como que fue ese uno de
los motivos por los cuales fue seleccionada dicha entidad.
A partir de lo expuesto considera que el cargo no debe
prosperar.

Consideraciones de la Sala

Una vez acreditado y declarado que HOLMER


HOYOS sí tenía la condición de servidor público para
cuando suscribió el contrato 096 de 2001, encuentra la
Colegiatura que el recurrente orienta infructuosamente
su labor defensiva a demostrar que su asistido CAMILO
TORRES no tenía interés en favorecerlo, para lo cual
advera que quien sí tenía dicha expectativa era Leonardo
Pérez Barreto, Coordinador de la Unidad Estratégica de
55 CASACIÓN 37184
CAMILO TORRES PUENTES y
HOLMER HOYOS REY

Plantación, pues algunos de los socios de Eat Higo


Ingenieros fueron compañeros suyos en la universidad.

Pese a ello, puede constatarse que el servidor


público señalado por el actor no fue quien suscribió el
contrato de consultoría, amén de que tampoco le
correspondió adoptar la decisión de seleccionar a dicha
empresa, situación a partir de la cual puede concluirse
que quien sí estaba interesado indebidamente en
contratar con HOLMER HOYOS, como representante legal
de Eat Higo Ingenieros, era el Gerente de la Empresa de
Acueducto y Alcantarillado de Villavicencio, CAMILO
TORRES PUENTES, al punto que a él se dirigió la renuncia
al cargo de profesional universitario presentada por
HOYOS con efectos a partir del 30 de septiembre de 2011,
y pese a ello suscribió el contrato de consultoría el día 28
de los mismos mes y año.

Aunque el casacionista advera como segundo


argumento de su reproche que CAMILO TORRES no
estaba indebidamente interesado en la celebración del
contrato, pues desconocía que su hermana Amparo
laboraba para Eat Higo Ingenieros, el asunto fue
adecuadamente abordado por el a quo en los siguientes
términos:
56 CASACIÓN 37184
CAMILO TORRES PUENTES y
HOLMER HOYOS REY

“Tenemos que en el presente proceso y de las


pruebas allegadas al mismo, tal y como se ha venido
sosteniendo a lo largo de este fallo que CAMILO
TORRES PUENTES, se interesó ilícitamente (sic) en la
celebración de los pluricitados contratos, toda vez que
no sólo obvió trámites en la celebración de los
mismos, sino que a sabiendas de que el contratista
era un empleado de la propia empresa que él
representaba y gerenciaba, no titubeo en invitarlo a
participar y más aún en contratarlo para la
realización de dichas tareas. En el presente caso es
visible entonces, que el interés que tenía el entonces
gerente de la Empresa de Acueducto y Alcantarillado
EAAV y hoy procesado CAMILO, no era en provecho
suyo o propio, sino de un tercero, en este evento de
HOLMER HOYOS REY, quien fue la persona que en
compañía del antes mencionado, valiéndose de
diferentes maniobras lograron suscribir diferentes
contratos como los ya tantas veces enunciados.

“Es de anotar que dentro del paginario obran


declaraciones y pruebas que señalan que la hermana
del entonces gerente IRMA AMPARO TORRES
PUENTES, laboró en la firma Eat Higo Ingenieros, en
donde uno de los socios, como ya se sabe, era
HOLMER, la contrató. En una de las salidas
57 CASACIÓN 37184
CAMILO TORRES PUENTES y
HOLMER HOYOS REY

procesales de éste último se señala que él no sabía


que dicha ingeniera IRMA, fuese hermana de
CAMILO, y que éste nunca se enteró de tal situación;
lo que resulta puerilmente ilógico, teniendo en cuenta
que para contratarse a una persona, más cuando se
trata de trabajos donde se requiere recurso humano
idóneo, lo más lógico es que se recepcione una hoja
de vida, se indague por las personas o en últimas se
reciba como recomendado o recomendada de alguien,
que conozca a la misma o tenga un interés en que
esto ocurra”.

Las razones anteriores resultan suficientes para


concluir que el reproche no está llamado a prosperar.

6. Séptima censura: Violación directa de la ley


sustancial por interpretación errónea

Afirma el demandante que respecto del delito de


peculado por uso se tiene que los falladores incurrieron
en una interpretación errónea del precepto, pues
consideraron que si se pusieron a disposición del
contratista los computadores, vehículos y teléfonos de la
Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Villavicencio se
incurrió en dicho punible, sin tener en cuenta que el uso
no fue indebido, pues conforme a “la teoría de la
imputación objetiva, lo que determina el riesgo
58 CASACIÓN 37184
CAMILO TORRES PUENTES y
HOLMER HOYOS REY

desaprobado será la finalidad con la que la cosa pública


fue usada, tornándose el uso en indebido cuando pasa a
servir un fin privado, y debido cuando el uso corresponde
al uso oficial del mismo”.

Asevera que no hay incorrección reprochable cuando


el contratista utiliza los bienes del Estado en beneficio de
la correcta marcha de la administración y dentro de los
fines propios del contrato, como desarrollo de la
colaboración que debe mediar entre los contratistas y la
administración, de modo que tal proceder se encuentra
dentro del riesgo permitido y por ello escapa a la tipicidad
de la conducta de peculado por uso.

Destaca que la interpretación en los fallos de


instancia es equivocada y desconoce el artículo 9º de la
Ley 599 de 2000, según el cual la causalidad no basta
para la imputación jurídica del resultado.

Los planteamientos anteriores sirven al recurrente


para solicitar la casación de la sentencia, en el sentido de
absolver a CAMILO TORRES por el delito de peculado por
uso.

Concepto del Ministerio Público


59 CASACIÓN 37184
CAMILO TORRES PUENTES y
HOLMER HOYOS REY

Precisa la Delegada que la discusión gira en torno al


ingrediente normativo “indebido” que conforma el tipo
penal de peculado por uso, toda vez que en los fallos se
consideró que no existía fundamento legal alguno para
permitir la utilización de los bienes de la empresa para el
desarrollo del contrato suscrito, pues si bien en la
propuesta presentada por la firma contratada se
contemplaba tal posibilidad, lo cierto es que en el
documento que obliga a las partes no se consignó que la
empresa de acueducto debía suministrar bienes para la
ejecución del objeto contractual, y por tanto, si CAMILO
TORRES autorizó el uso indebido de los bienes de la
Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Villavicencio
por parte del contratista, incurrió en el referido delito.

Agrega que las sentencias de primera y segunda


instancia se ocupan con suficiencia del tema y transcribe
apartes de las mismas.

Luego de trascribir jurisprudencia de esta Sala sobre


el delito de peculado por uso, el Ministerio Público refiere
que en este asunto el procesado TORRES PUENTES no
tenía una autorización legal o contractual para permitir
que los contratistas de la empresa Eat Higo Ingenieros
utilizaran los carros, los computadores, los teléfonos y las
60 CASACIÓN 37184
CAMILO TORRES PUENTES y
HOLMER HOYOS REY

instalaciones de la EAAV para desarrollar el objeto


contractual, sin que entonces sea pertinente ahondar
sobre el riesgo jurídicamente permitido y el deber de
colaboración de la administración con los contratistas,
como lo hace el casacionista.

A partir de lo expuesto, considera que el reparo no


tiene vocación de prosperidad.
Consideraciones de la Sala

Ab initio es pertinente recordar que de tiempo atrás


ha señalado la Sala que el delito de peculado por uso no
depende del menoscabo o deterioro de los bienes, sino de
la contradicción con el normal funcionamiento de la
administración pública, puesta de manifiesto en la falta
de escrúpulo por parte del funcionario o empleado en el
manejo de las cosas que se le hayan confiado en el
servicio público, cuya destinación en beneficio particular
provoca desconfianza contra el servicio público y afecta la
imagen, la transparencia y la respetabilidad de la
administración6.

Precisado lo anterior, encuentra la Sala que el


Gerente CAMILO TORRES no estaba facultado para
6
Cfr. Sentencias de 24 de enero de 1996. Rad. 11114, 14 de agosto de 2000. Rad. 11333
y 2 de septiembre de 2002. Rad. 17703, entre otras.
61 CASACIÓN 37184
CAMILO TORRES PUENTES y
HOLMER HOYOS REY

disponer en las condiciones de la contratación que la


empresa contratada podía disponer de los vehículos,
computadores, teléfonos e instalaciones de la Empresa de
Acueducto y Alcantarillado de Villavicencio, máxime si
tampoco ello fue lo acordado en el respetivo contrato, de
manera que si permitió tal uso irregular de los bienes de
la entidad por él gerenciala, incurrió en el delito de
peculado por uso, como fue dilucidado en las instancias.
Es indudable que colocar los bienes oficiales al
servicio de una empresa privada, aún si ésta ha sido
contratada, marca un evidente desequilibrio y
favorecimiento, que el legislador pretende evitar con el
referido delito contra la administración pública.

Ahora, si bien el recurrente alega que la utilización


de tales bienes fue para el beneficio de la empresa de
Acueducto y Alcantarillado de Villavicencio, se advierte
que el planteamiento resulta sofístico, pues es evidente
que la principal beneficiada con dicho uso fue la empresa
Eat Higo Ingenieros, dado que en el desarrollo de la labor
contratada no tuvo que asumir los costos propios de
utilizar tales elementos, es decir, no hay duda que la
actividad desplegada por la empresa contratada tenía que
ser beneficiosa para la empresa contratante, pero si
aquella por voluntad del Gerente no se vio obligada a
utilizar sus propios insumos y medios, palmario resulta
62 CASACIÓN 37184
CAMILO TORRES PUENTES y
HOLMER HOYOS REY

que fue indebidamente favorecida en la ejecución del


contrato.

Al respecto se puntualizó acertadamente en el fallo


del Tribunal:

“De otra parte no se discute, que sin sustento alguno


contractual o legal, los contratistas, propiamente el
personal que laboraba con la EMPRESA ASOCIATIVA
DE TRABAJO HIGO INGENIEROS, utilizaron las
instalaciones y los bienes de la Empresa de
Acueducto y Alcantarillado de Villavicencio, como
vehículos y equipos de cómputo. Y si bien esa fue la
propuesta entregada por la contratista, no fue lo que
en últimas resultó realmente acordado en el contrato,
y no obstante se sirvieron sin un fundamento legal o
contractual de la infraestructura y los bienes de la
empresa industrial y comercial del Estado, con la
anuencia del Gerente TORRES PUENTES, denotando
por demás la especial permisividad y laxitud que se
tuvo con tal empresa asociativa de HOLMER HOYOS
REY, resquebrajando el ordenamiento penal,
afectando no solamente la administración pública en
su buen nombre, la transparencia que debe
acompañar la gestión pública, la igualdad de los
particulares para contratar, sino también en su
aspecto patrimonial, permitiendo el indebido uso de
63 CASACIÓN 37184
CAMILO TORRES PUENTES y
HOLMER HOYOS REY

los bienes de la empresa, en lo cual acierta


igualmente la primera instancia con la condena de
dicho delito, razón por la cual habrá en consecuencia
de confirmarse el fallo revisado” (subrayas fuera de
texto).

Conforme a las precedentes consideraciones,


tampoco esta censura está llamada a la prosperidad.
En mérito de lo expuesto, la CORTE SUPREMA DE
JUSTICIA, SALA DE CASACIÓN PENAL,

RESUELVE

NO CASAR la sentencia impugnada.

Contra esta providencia no procede recurso alguno.

Cópiese, notifíquese, cúmplase y devuélvase al


Tribunal de origen.

JAVIER ZAPATA ORTÍZ


64 CASACIÓN 37184
CAMILO TORRES PUENTES y
HOLMER HOYOS REY

JOSÉ LUIS BARCELÓ CAMACHO JOSÉ LEONIDAS BUSTOS MARTÍNEZ

FERNANDO ALBERTO CASTRO CABALLERO SIGIFREDO ESPINOSA PÉREZ

MARÍA DEL ROSARIO GONZÁLEZ MUÑOZ AUGUSTO J. IBÁÑEZ GUZMÁN

LUIS GUILLERMO SALAZAR OTERO JULIO ENRIQUE SOCHA SALAMANCA

NUBIA YOLANDA NOVA GARCÍA


Secretaria

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